Pedro Brieger y Hernán Lombardi

Por casualidad conozco ambos personajes de la foto. Uno, el hijo zonzo de José Lombardi que no
se recibía nunca de Ingeniero y al que no le confiaba ni la administración de Torres de
Manantiales. El otro, mi profesor en el Magister de Filosofía y Ciencia Política. Hoy, el censor y el
censurado.

Un poco más de ambos, y la Argentina que representan. Hablando con el papá de Hernán, un tipo
muy capaz, me decía: …en la Argentina pueden gobernar radicales, peronistas o militares. Yo
apuesto a los tres. Por eso Los Manantiales fue autorizado por un bando militar, pagaba la
campaña de Herminio Iglesias y la de los radicales, con la salvedad que el hijo iba último en las
listas. Así llegó Hernán al poder. Hoy es heredero de la fortuna del padre y con un currículum
dibujado que incluye posgrados de muy dudosa legitimidad. En Pedro en cambio, todo es legítimo:
su carrera profesional, su formación académica y por sobre todo el lugar ganado como periodista y
profesor en la Universidad. Su compromiso, como él bien dice, es con el público; y agregaría con
los estudiantes, que tuvimos la suerte de tenerlo como profesor.

Esta es la Argentina instalada, la del niño rico o hijo de…, que después del desastre de la Alianza se
permite decir: qué y quién puede informar y quien no, frente a un periodista y profesor cuyas
únicas premisas son: información de calidad y honestidad intelectual.