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El día 28 de agosto del 2023, Juan Gatica Rengifo de 30 años de edad, que ha estado
planeando en apoderarse de una casa que no le pertenece. La casa en cuestión es una hermosa
propiedad ubicada en el Jirón Ramón Castilla 1243 – Tarapoto, en un tranquilo vecindario
residencial. Juan ha estado observando la casa durante semanas, estudiando los movimientos
de sus ocupantes y buscando el momento adecuado para actuar, apropiarse y poseer el bien
inmueble.
Una tarde soleada, 3pm del día 25 de agosto del 2023, Juan Gatica decide que es el momento
perfecto para llevar a cabo su plan. Se acerca sigilosamente a la casa y se asegura de que no
haya nadie cerca. Luego, se dirige a la puerta principal y emplea fuerza física con la pierna
derecha. El ruido llama la atención de los vecinos, pero Juan no se detiene.
Una vez dentro de la casa, Juan se encuentra con la dueña de la propiedad. María Reategui
Gonzales se sorprende al ver a un extraño en su casa, y se queda atónita, Juan con una mirada
amenazante en sus ojos, le exige que abandone la casa de inmediato.
María, asustada por la actitud agresiva de Juan, intenta razonar con él y le pide que se vaya.
Sin embargo, Juan se niega a escuchar y se acerca cada vez más a María, es ahí cuando Juan
le propicia una cachetada y la empuja hasta hacerla caer al suelo, estando en el suelo, este le
patea en la barriga y le amenaza que si no se va de la casa la asesinara. María, temiendo por
su vida, seguridad y la de su familia, decide abandonar la casa.
Una vez que María ha abandonado la casa, Juan se instala cómodamente en su nuevo "hogar".
Comienza a hacer cambios en la casa, redecorando a su gusto y haciendo modificaciones
estructurales sin el permiso de María. Además, Juan se apropia de los objetos de valor de
María y los vende para obtener beneficios económicos.
La usurpación de la casa de María continúa durante varios meses, hasta que finalmente es
descubierta por las autoridades. La policía arresta a Juan y lo acusa de usurpación con
violencia o intimidación, un delito grave que puede llevar a una pena de prisión de uno a dos
años.
Este caso ilustra cómo la usurpación con violencia o intimidación puede afectar la vida de las
personas y violar sus derechos de propiedad. Es importante recordar que la usurpación es un
delito y que las acciones de Juan son ilegales y moralmente incorrectas.
En este caso, Charli Pérez cometió el delito de extorsión previsto y sancionado en el artículo
200 del Código Penal Peruano. Su conducta se adecúa al primer párrafo del artículo, pues
mediante violencia o amenaza obligó a Carlos García, representante de una institución
privada, a otorgarle una ventaja económica indebida. Asimismo, su conducta se agrava por
los supuestos establecidos en el quinto párrafo del artículo, pues la violencia o amenaza fue
cometida: a) A mano armada; y c) Contra el propietario, responsable o contratista de la
ejecución de una obra de construcción civil pública o privada. Además, se agrava por el
supuesto del sexto párrafo del artículo, pues Juan Pérez tenía la finalidad de obtener una
ventaja económica indebida. Por lo tanto, la pena privativa de libertad que le correspondería
sería no menor de quince ni mayor de veinticinco años e inhabilitación conforme a los
numerales 4 y 6 del artículo 36 del Código Penal Peruano.