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LA RAZÓN DE MI

ESPERANZA
1Pe_3:15 siempre dispuestos a dar respuesta
a todo el que os pida razón de vuestra esperanza

Román Gaxiola Félix

ÍNDICE
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TEMA PÁGINA
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Presentació n … 4
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Tema 1: Agua bendita … 5
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Tema 2: Alma ¿es inmortal? … 6
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Tema 3: Antigua Alianza o Nueva Alianza … 7
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Tema 4: Ave María ¿es bíblico? … 13
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Tema 5: Bautismo de Jesú s … 14
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Tema 6: Bautismo de niñ os … 17
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Tema 7: Biblia, los libros … 22
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Tema 8: Celibato … 26
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Tema 9: Confesió n al Sacerdote … 28
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Tema 10: Credo cató lico, fundamento bíblico … 36
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Tema 11: Diezmo … 38
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Tema 12: Elementos de salvació n … 40
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Tema 13: Espíritu Santo ¿es Dios? … 46
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Tema 14: Eucaristía-Misa … 47
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Tema 15: Evangelio, poder para proclamarlo … 51
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Tema 16: Fin del mundo … 52
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Tema 17: Iglesia jerá rquica … 55
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Tema 18: Iglesia cató lica, Creo en una … 57
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Tema 19: Iglesia de Cristo, sus características … 66
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Tema 20: Imá genes ¿podemos tenerlas? … 71
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Tema 21: Infierno existe y es eterno … 73
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Tema 22: Intercesió n de los Santos … 74
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Tema 23: Jesú s es Dios … 79
Tema 24: La gran ramera ……………………………………… 80
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Tema 25: María Arca de la nueva Alianza … 82
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Tema 26: María ¿Quién es para la Iglesia? … 85
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Tema 27: María madre de Dios … 86
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Tema 28: María reina … 87
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Tema 29: María intercesora … 88
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Tema 30: María respeto y veneració n … 89
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Tema 31: María madre nuestra … 90
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Tema 32: María concepció n virginal … 90
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Tema 33: María ¿tuvo má s hijos? … 94
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Tema 34: María inmaculada … 96
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Tema 35: María corredentora … 96
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Tema 36: María con la iglesia … 96
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Tema 37: Misa fundamentos bíblicos … 98
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Tema 38: Padre, Maestro ¿es vá lido? … 108

ÍNDICE

TEMA PÁGINA
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Tema 39: Pecado original … 111
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Tema 40: Primogénito … 112
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Tema 41: Purgatorio … 113
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Tema 42: Reliquias … 119
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Tema 43: Reverencia a otra persona … 119
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Tema 44: Rezo repetitivo ¿es bíblico? … 121
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Tema 45: Rosario ¿es bíblico? … 122
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Tema 46: Sá bado vs domingo … 125
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Tema 47: Sacerdocio … 127
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Tema 48: Sacramentos … 130
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Tema 49: Salvació n só lo por fe … 134
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Tema 50: Sola escritura … 137
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Tema 51: Tradició n y Biblia … 140
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Tema 52: Transfusió n de sangre … 144
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Tema 53: Trinidad … 148
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Tema 54: Veneració n de santos y de María … 151
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Tema 55: Yavé o Jehová … 151
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Epílogo … 154

PRESENTACIÓN

Por la Gracia y Misericordia de Dios, es que puedo presentarles éste trabajo de investigació n y
recopilació n de informació n sobre diversos temas que inquietan a varios hermanos cató licos, por los
constantes ataques a nuestra doctrina de las diversas Organizaciones protestantes y que, en su momento,
también fueron causa de muchas de mis inquietudes que amenazaban con debilitar mi fe en la iglesia y en
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su doctrina, a grado tal de que hubo un día en que me postré ante Dios y le dije: “Tú dices que tienes
preparado para tus seguidores un banquete y que tienes un reino en el que hay una mansió n para el que
te siga, pues bien, yo quiero participar de ésa fiesta y vivir en una de esas mansiones, pero me encuentro
confundido, si tú me dices que para estar contigo debo volverme Testigo de Jehová , Mormó n, Adventista,
Judío, Musulmá n o de esa iglesia de Querétaro que nos acusa de idó latras y que arderemos en el infierno,
si no dejamos de ser cató licos o de cualquier otra iglesia o si es en la iglesia cató lica dó nde está mi
salvació n, ¡por favor dímelo!”.

Hermanos, El Señ or escuchó mi sú plica, esa noche leí todas las cartas de San Pablo y sin poder definir,
exactamente alguna cita, puso en mi corazó n, la firme convicció n de que la iglesia cató lica, es la fundada
por É l y que por medio de ella estaré en esa fiesta y viviré en una de esas mansiones.
El camino no ha sido fá cil, hay muchas caídas, muchas levantadas, mucho por hacer aú n en mi persona,
pero siempre tengo la mano extendida de Jesú s para levantarme, me da su Palabra para fortalecerme y así
me lo ha hecho saber en varias ocasiones con estas dos citas:
Jos 1:8 No se aparte el libro de esta Ley de tus labios: medítalo día y noche; así procurarás obrar en todo
conforme a lo que en él está escrito, y tendrás suerte y éxito en tus empresas.
Jos 1:9 ¿No te he mandado que seas valiente y firme? No tengas miedo ni te acobardes, porque Yahveh
tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.»
Tiempo después, en un momento de mi vida, el Señ or puso en mi camino a una persona, que
desgraciadamente abandonó la iglesia cató lica, y por la que ruego a Dios para que regrese; iniciamos un
intercambio de citas bíblicas en pro y en contra de diversos temas de nuestra doctrina y con el paso del
tiempo amplié mi horizonte, me inscribí en internet en varias pá ginas de debate y así fue como fui
conformando los temas que má s atacan los protestantes y que, al mismo tiempo, má s inquietan a varios
cató licos.
Por la misericordia de Dios, fui guardando todo el material que se iba creando en los debates,
escudriñ ando las escrituras, leyendo a diversos apologetas cató licos, resumiendo diversos artículos
publicados en las pá ginas cató licas oficiales, viendo y escuchando videos y en muchos casos
transcribiendo, durante horas, palabra por palabra lo dicho por los conferencistas apologéticos, entre
ellos el Pbro. Luis Toro a quien agradezco me haya autorizado a hacer las transcripciones y publicarlas y a
todos aquellos, cuyos escritos tomé, pulí y resumí, en éste momento y por medio de ésta publicació n, les
reconozco su aportació n y sé que aceptaran que los publique con los cambios que les introduje, pues no
me mueve ningú n interés econó mico, só lo el interés de que todos seamos salvos y de que permanezcamos
en la iglesia fundada por Cristo, ademá s de orar porque todos aquellos hermanos protestantes que lo lean,
reconozcan a la verdadera iglesia y regresen a casa.
Han sido muchos añ os, días y horas de trabajo, de revisar temas, de pulir la redacció n, de buscar claridad
en cada tema para que sea comprensible y de fá cil lectura, ruego a Dios haberlo logrado y también que
todos aquellos que lo lean, les sea de utilidad, que Dios y la Santísima Virgen bendigan éste trabajo y nos
bendigan a todos.

Romá n Gaxiola Félix


TEMA: 1 AGUA BENDITA

2Re 2:20 Él dijo: «Traedme una olla nueva y poned sal en ella.» Y se la trajeron.
2Re 2:21 Fue al manantial de las aguas, arrojó en él la sal y dijo: «Así dice Yahveh: Yo he saneado estas
aguas; ya no habrá en ellas muerte ni esterilidad.»
2Re 2:22 Y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, según la palabra que dijo Eliseo.

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Heb 10:22 acerquémonos con sincero corazón, en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia
mala y lavados los cuerpos con AGUA PURA.

Dios mismo bendijo el agua.

Éxo 23:25 "Pero ustedes servirán al SEÑOR su Dios. El bendecirá tu pan y TU AGUA. Yo quitaré las
enfermedades de en medio de ti.

TEMA 2: EL ALMA ES INMORTAL

Los Testigos de Jehová dicen que la vida corporal que poseemos es lo mismo que el alma, por lo cual al
morir, nuestro ser desaparece y solamente queda en la memoria de Dios, hasta el día de la resurrecció n,
cuando É l nos vuelva a la vida. Pero eso se contradice completamente con lo que nos enseñ a la Biblia
sobre el particular. Nosotros creemos que una parte nuestra: alma o espíritu, llamémosla como mejor nos

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parezca, es inmortal y perdura a nuestra muerte física. Veamos los pasajes bíblicos que fundamentan la
doctrina cató lica sobre este punto:

Gen 5.24 Enoc anduvo con Dios hasta que Dios se lo llevó: sencillamente desapareció. (Sir 49.14)
Heb 11.5 Enoc fue trasladado al cielo en vez de morir… Dios se lo había llevado.
2 Re 2.11 Y Elías subió al cielo en un remolino.

Deu 34:5 Y ALLÍ MURIÓ Moisés, siervo del SEÑOR, en la tierra de Moab, conforme a la palabra del SEÑOR.
Mc 9.4; Mt 17:3; Lc 9:30 Y se les aparecieron Moisés y Elías que hablaban con Jesús.

¡SORPRESA! Moisés murió ¿y aparece hablando con Jesús, no que los muertos están descansando?

Sab 3.1-3 Las almas de los justos están en las manos de Dios y ningún tormento podrá alcanzarlos. En
realidad, entraron en la paz.
Ecl 12.7 El polvo vuelve a la tierra de donde vino, y el espíritu sube a Dios que lo dio.
Mt 10.28 ‘No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma’.
Lc 20.38 ‘Él no es Dios de muertos, sino de vivos, y todos viven por El’.
Lc 23.43 ‘HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO’.
2 Cor 5.28 Por eso nos viene incluso el deseo de salir de este cuerpo PARA IR A VIVIR CON EL SEÑOR.
Filip 1.23 Por una parte siento gran deseo de largarme y estar con Cristo, lo que sería sin duda mucho
mejor.
Heb 12.23 A Dios, juez universal, AL QUE RODEAN LOS ESPÍRITUS de los justos que ya alcanzaron su
perfección.
1 P 3.19-20 Entonces (Jesús) fue a predicar a los espíritus encarcelados; me refiero a esas personas que se
negaron a creer en tiempo de Noé.
1 P 4.6 El evangelio ha sido anunciado a muchos que han muerto;…, a través del Espíritu VIVEN PARA
DIOS.

El ser humano se compone de cuerpo y espíritu, el cuerpo es mortal, el espíritu es inmortal, por lo tanto al
morir, tu espíritu como está vivo, va al juicio y si es digno, entra en la gloria de Dios, si no es digno se va al
infierno o si tiene algo que purificar, se va al purgatorio (no nos metamos en esto ahorita, aunque tengo
citas que lo respaldan), sin embargo el cuerpo vuelve al polvo como lo dice la escritura Gén 3:19 Con el
sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y
al polvo tornarás.», éste cuerpo es el que se queda esperando la venida de Cristo para unirse a su espíritu,
pero ya no será un cuerpo corruptible sino transformado 1Co 15:52 En un instante, en un pestañear de
ojos, al toque de la trompeta final, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y
nosotros seremos transformados., fíjate bien que dice LOS MUERTOS, el espíritu está vivo, el cuerpo es el
que está muerto.

TEMA 3: ANTIGUA ALIANZA O NUEVA ALIANZA

¿En la iglesia cató lica se tienen otros mandamientos que no son los mandamientos dados por Dios a
Moisés?.... SI,
¿Los cambió el PAPA?... NO
¿Los cambiaron los hombres?.... NO, ¡LOS CAMBIÓ CRISTO JESÚS!.
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ABRAHAM TUVO DOS HIJOS: uno de la esclava y otro de la libre (Gá l 4:22) el de la esclava nació segú n la
naturaleza; EL DE LA LIBRE, EN VIRTUD DE LA PROMESA (Gá l 4:23), estas mujeres representan dos
alianzas; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar, (La ley de la Antigua alianza)
(Gá l:4:24) y corresponde a la Jerusalén actual, que es esclava, y lo mismo sus hijos (Gá l 4:25) Pero la
Jerusalén de arriba (del cielo), es libre (Ap. 3:12; 11:19 y 21:2); ésa es nuestra madre, (La Nueva Alianza)
(Gá l 4:26) y nosotros, los que creemos en Cristo Jesú s, a la manera de Isaac, SOMOS HIJOS DE LA
PROMESA (Gá l 4:28) y así como entonces , el nacido segú n la naturaleza, perseguía al nacido segú n el
Espíritu. Es lo mismo que sucede ahora (Gá l 4:29), QUIENES QUIEREN VIVIR BAJO LA ANTIGUA ALIANZA,
se empeñ an en señ alar preceptos del AT, para contradecir a quienes viven de acuerdo a la enseñ anza de
Cristo, así que debemos alegrarnos pues NOSOTROS SOMOS HIJOS DE LA PROMESA, SOMOS HIJOS DE LA
LIBRE (Gá l 4:31)

¿Y CÓMO SABER QUE SOMOS HIJOS DE ABRAHAM?

Gá l 3:7 Tened, pues, entendido que LOS QUE VIVEN DE LA FE, ÉSOS SON LOS HIJOS DE ABRAHAM.

NOSOTROS FUIMOS SELLADOS CON EL ESPÍRITU DE DIOS VIVO, en tablas de carne en nuestros
corazones, (2Co 3:4), no con las tablas de piedra de la ley, esta es la confianza que tenemos delante de Dios
por Cristo. LA ANTIGUA ALIANZA HA QUEDADO ATRÁ S ahora somos miembros de una Nueva Alianza en
Cristo Jesú s (2Cor 3:6), nosotros somos de Cristo por el Espíritu Santo que da la vida, no de la ley que mata
(Stg 2:10) Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos, 2Co 3:3
Evidentemente somos una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, ESCRITA NO CON TINTA,
sino con el Espíritu de Dios vivo; NO EN TABLAS DE PIEDRA, sino en tablas de carne, en los corazones.

ESCRITA NO CON TINTA no nos obligan las leyes ceremoniales.


NO EN TABLAS DE PIEDRA no nos obligan los 10 mandamientos

CONVIENE DISTINGUIR MUY BIEN entre el pacto que hizo Dios con Abraham y la antigua alianza, el
primero fue hecho con Abraham, en virtud de SU FE y LA ALIANZA FUE HECHA CON MOISÉ S POR LA
DESOBEDIENCIA DE SU PUEBLO ISRAEL, (Gal 3:19) la alianza es UN AÑ ADIDO al pacto, ES TEMPORAL,
no lo elimina pues el pacto es eterno, eterno mientras el pueblo de Israel lo cumpla. Veamos, en la
biblia, có mo sucedió todo esto.

Abraham por haber creído en Dios, le fue reputado como justicia (Gal 3:6), entonces DIOS HIZO UN
PACTO con Abraham, el cual sigue vigente, este pacto fue para Abraham y A SU DESCENDENCIA, no dice
“y a los descendientes” como si fueran muchos, sino a uno solo, A SU DESCENDIENTE, es decir a CRISTO
(Gal 3:15-16), de tal forma que los que viven de la fe, ESOS SON LOS HIJOS DE ABRAHAM (Gal 3:7) ya que
Abraham es el padre de la fe. Dios previó justificar a los gentiles por la fe (Gal 3:8), de igual manera que lo
hizo con Abraham, así que todos los que viven de la fe son bendecidos con Abraham (Gal 3:9), a diferencia
de los que viven de las obras de la ley, ESTOS INCURREN EN MALDICIÓ N, como lo afirma la escritura (Gal
3:10), nosotros pues SOMOS DE CRISTO, y si somos de Cristo, ya somos descendencia de Abraham,
herederos segú n la Promesa (Gal 3:29)

ESTE PACTO, hecho por Dios, NO ES ANULADO POR LA LEY dada a Moisés 430 añ os después (Gal 3:17),
ESOS MANDAMIENTOS, NO PODÍAN TUMBAR LA ALIANZA QUE DIÓ S HABÍA HECHO CON ABRAHAM EN
SU DESCENDENCIA QUE ERA CRISTO JESÚ S.

ENTONCES ¿PARA QUÉ LA LEY? (Gá l 3:19)

LA LEY ES UN AÑADIDO a la promesa, por la desobediencia de su pueblo, HASTA QUE LLEGASE LA


DESCENDENCIA a quien iba destinada la promesa (Gal 3:19). ES DECIR HASTA QUE LLEGASE CRISTO
JESÚ S. Gá l 3:24 De manera que LA LEY HA SIDO NUESTRO PEDAGOGO HASTA CRISTO, para ser
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justificados por la fe, de tal forma que una vez llegada la fe, YA NO ESTAMOS BAJO EL PEDAGOGO (Gá l
3:25)

Comprendamos bien esto ya que es muy importante, LA LEY FUE UN AGREGADO a la promesa hecha por
Dios a Abraham, de no haber sido así, Dios estuviera incumpliendo Su promesa y ya sabemos que
Dios es fiel.

¿Entonces por qué Dios hizo éste pacto si el que había hecho con Abraham estaba vigente?

Jesucristo lo dice muy claro: Mat_23:37 « ¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los
que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las
alas, y no habéis querido!

La desobediencia de Israel fue la causa de que Dios tuviera que poner éste añ adido a la promesa hecha a
Abraham (Gal 3:19) y fue ú til para la educació n de un pueblo incrédulo y rebelde (Rom. 10:21), hasta que
llegara la plenitud de los tiempos (Gá l 4:4), y ¿cuá ndo nos dice la biblia que fue la plenitud de los tiempos?
Efe_1:10 para que se cumpliera en la PLENITUD DE LOS TIEMPOS: reunir todas las cosas, las del cielo y las
de la tierra, bajo un solo jefe, que ES CRISTO. La plenitud de los tiempos es con la venida de Cristo Jesú s.

La antigua alianza tenía dos leyes, las morales y las ceremoniales, las primeras las que Dios le dio a Moisés
en LAS TABLAS DE PIEDRA o sea los 10 mandamientos y las segundas son las demá s leyes que había en
Israel ¿cuá l es la diferencia?, las ceremoniales fueron escritas por puñ o de Moisés, las morales fueron
escritas por Dios, las ceremoniales en pergamino, las morales en tablas de piedra y CRISTO MODIFICÓ LAS
DOS, analicemos esta afirmació n:

Cristo Jesú s dice Mat_5:17 No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino
a dar cumplimiento, Jesú s debía cumplir toda la ley (Jn 19:30) para liberarnos de la muerte (Antigua
Alianza) y llevarnos a la vida (Nueva Alianza) y para hacerlo debía darle a la ley su forma definitiva
instituyendo, así, sus mandamientos, por lo que en Jua_15:10 nos dice: Si guardáis MIS MANDAMIENTOS
(Nueva Alianza), permaneceréis en Mi amor, como Yo he guardado LOS MANDAMIENTOS DE MI PADRE
(antigua alianza) y permanezco en Su Amor.

OBSERVA que Jesú s habla de mandamientos distintos, unos son los mandamientos de Jesucristo y otros
los mandamientos de Dios dados a su pueblo Israel, ¿por qué? porque la ley antigua YA PASÓ y ¿có mo
podemos saber que la antigua ley ya pasó ?, San Pablo lo clarifica en 2Co 3:11: Porque si aquello, QUE ERA
PASAJERO, fue glorioso, ¡cuánto más glorioso SERÁ LO PERMANENTE!, ¿qué es lo que era pasajero?, la
antigua alianza?, ¿qué es lo que será permanente?, la Nueva Alianza que se realizaría hasta que llegara
Cristo Jesú s (la plenitud de los tiempos), el heredero de la promesa hecha a Abraham (Gá l 3:19 y 24).

Con Cristo, LA ANTIGUA ALIANZA YA PASÓ , los 10 mandamientos y las leyes ceremoniales SE ACABARON
y ahora pertenecemos a LA NUEVA ALIANZA QUE ES PARA SIEMPRE y se cumple la promesa de Dios
profetizada por Jeremías 31:31 He aquí que días vienen - oráculo de Yahveh - en que YO PACTARÉ con la
casa de Israel (y con la casa de Judá) UNA NUEVA ALIANZA.
Algunos me dicen que la Nueva Alianza sigue siendo con Israel, que no nos incluye a nosotros,
recordemos:

1).- La promesa es para Abraham de hacerlo padre de muchas naciones y viene en línea directa a SU
DESCENDIENTE Jesucristo nuestro Señ or.
2).- Jesucristo es descendiente de David, por lo tanto pertenece a la tribu de Judá y aquí se cumple la
profecía de hacer una nueva alianza con la casa de Israel.

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Todos aquellos que se aferran a la antigua alianza, en sus leyes morales y ceremoniales, ESTÁ N CIEGOS se
embotaron sus inteligencias en la lectura del Antiguo Testamento. El velo no se ha levantado, pues só lo en
Cristo desaparece (2Cor 3:14). Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés (antiguo testamento), un velo
está puesto sobre sus corazones (2Co 3:15), más cuando se convierten a Jesús el velo es arrancado (2Cor
3:16).

En algunos podrá haber confusió n cuando se dice en el antiguo testamento que son mandamientos o
decretos perpetuos, pero hay que tener presente que cuando en el AT se refiere a que son
mandamientos o decretos eternos o perpetuos, significa que el pueblo de Israel debe cumplirlo
siempre, ¿siempre qué? Siempre que estuviera vigente la alianza que Dios hizo con el pueblo de Israel, no
quiere decir que era perseverar en el tiempo, sino que no se podían cambiar mientras el AT
estuviera vigente.

Cuando Cristo cumple la ley, ésta llega a su plenitud y deja sin vigencia el AT, dando paso a la Nueva
Alianza prometida por Dios (Jer 31:31), si hubiera sido la intención de Dios de que esos decretos o
mandamientos no se podían quitar o modificar en el tiempo, no hubiera prometido una nueva
alianza, pues sería contradecirse a Sí Mismo.

Cristo cumplió la ley por el pueblo judío que nunca la había cumplido y al cumplirla, CESÓ , ya se terminó
la antigua alianza ya se llegó a su plenitud, porque Cristo la cumplió . Dicho en forma sencilla, “la tarea que
les encargué, como ustedes no la hicieron, la hago Yo, AHORA LES PONGO UNA NUEVA TAREA, pongo
ante ustedes la Nueva Alianza, con ella se cumple la promesa que le hice a Abraham y a su
descendiente, Cristo Jesús.

Dirá n los protestantes: cuando Dios dice que es eterno, es que es para siempre, la interpretació n que
ustedes cató licos dan es erró nea, correcto, escudriñ emos las escrituras para ver porqué la iglesia cató lica
lo interpreta así.

San Pablo hace una semejanza entre la alianza eterna del matrimonio del hombre y la mujer con la
alianza entre Dios y su pueblo Israel, en su carta a los romanos, aquí veremos qué se entiende por
eterno.

Rom 7:1 ¿O es que ignoráis, hermanos, - hablo a quienes entienden de leyes – QUE LA LEY NO DOMINA
SOBRE EL HOMBRE SINO MIENTRAS VIVE?
Rom 7:2 Así, la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras éste vive; más una vez muerto el
marido, se ve libre de la ley del marido.
Rom 7:4 Así pues, hermanos míos, también vosotros QUEDASTÉIS MUERTOS RESPECTO DE LA LEY POR EL
CUERPO DE CRISTO, PARA PERTENECER A OTRO: a aquel que fue resucitado de entre los muertos, a fin
de que fructificáramos para Dios.
Rom 7:5 Porque, cuando estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, excitadas por la ley, obraban en
nuestros miembros, a fin de que produjéramos frutos de muerte.
Rom 7:6 Más, al presente, HEMOS QUEDADO EMANCIPADOS DE LA LEY, muertos a aquello que nos tenía
aprisionados, DE MODO QUE SIRVAMOS CON UN ESPÍRITU NUEVO Y NO CON LA LETRA VIEJA.

Mientras Cristo vivía está bamos obligados al cumplimiento de la ley, de igual forma Cristo cumplió con
todos los ordenamientos de la ley, por eso exclamó en la cruz “TODO ESTÁ CUMPLIDO” (JN 19:30), pero al
morir Cristo LA LEY SE TERMINÓ, YA NO NOS OBLIGA.

Jesú s debía cumplir toda la ley (Jon 19:30) para liberarnos de la muerte y llevarnos a la vida y se cumple lo
dicho por É l en estos versículos "ni una jota ni una tilde pasará de la ley, HASTA QUE TODO SE HAYA
CUMPLIDO" y la ley YA SE CUMPLIÓ , toda palabra, toda jota, toda tilde de la ley se cumplió , no la abrogó ,
no la abolió , LA CUMPLIÓ luego una vez que la ley fue cumplida en su totalidad, como lo dice en Mat 5:17-
18, esos 10 mandamientos los resume en dos, para darles su forma definitiva: «Amarás al Señor, tu Dios,
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con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Mat 22:37) y Amarás a tu prójimo como a ti
mismo (Mat 22:39), de estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas (Mat 22:40), DICE TODA
LA LEY, es decir las leyes morales y las ceremoniales.

San Pablo en su carta a los Gá latas 2:16 nos dice que: “el hombre no se justifica por cumplir la ley, sino por
creer en Cristo Jesús” y la ley eran los 10 mandamientos, lo novedoso es esto: NOSOTROS NO NOS
SALVAMOS SI CUMPLIMOS LOS 10 MANDAMIENTOS, nosotros NOS SALVAMOS POR CREER EN CRISTO
JESÚ S, por eso los protestantes creen que se salvan só lo por creer en Cristo Jesú s (Jn 3:16), las obras no
me sirven de nada, dicen, los cató licos creemos que tenemos que hacer obras buenas, ahora ¿estas obras
nos van a salvar? ¡NO!, nos salva cristo y cuando yo estoy en Cristo, HAGO OBRAS BUENAS de ahí que el
apó stol Santiago nos diga: ¿Tú tienes fe? Pues yo tengo obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por
mis obras mi fe” (Stg 2:18), no es que las obras me van a salvar, sino que una fe sin obras está muerta (Stg
2:17).

Recordemos lo dicho por Jesú s: Jua_15:10 nos dice: Si guardáis MIS MANDAMIENTOS (Nueva Alianza),
permaneceréis en Mi amor, como Yo he guardado LOS MANDAMIENTOS DE MI PADRE (antigua alianza) y
permanezco en Su Amor.

¿CUÁLES SON LOS MANDAMIENTOS DE JESUS?


SON DOS:

PRIMERO Mar 12:30 amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y
con todas tus fuerzas.

EL SEGUNDO Mar 12:31 Amarás a tu prójimo como a ti mismo

Veamos qué incluyen éstos mandamientos: en el primero se incluye desde É xodo 20:2, hasta É xodo 20:11
É xo 20:2 Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar en esclavitud.
É xo 20:3 No tendrás otros dioses delante de mí.
É xo 20:4 No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la
tierra, o debajo de la tierra, en las aguas.
É xo 20:5 No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que
castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen;
É xo 20:6 y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.
É xo 20:7 No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo
pronuncie en vano.
É xo 20:8 Acuérdate del día sábado para santificarlo.
É xo 20:9 Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas;
É xo 20:10 pero el séptimo es día de descanso en honor del Señ or, tu Dios. En él no hará n ningú n trabajo,
ni tú , ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que reside en tus
ciudades.
É xo 20:11 Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el
séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo.

El segundo mandamiento comprende desde É xodo 20:12, hasta É xodo 20:17.

É xo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios,
te da.
É xo 20:13 No matarás.
É xo 20:14 No cometerás adulterio.
É xo 20:15 No robarás.
É xo 20:16 No darás falso testimonio contra tu prójimo.

[11]
É xo 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su
esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca.

San Pablo clarifica perfectamente éste resumen, hecho por Cristo Jesú s, en su carta a los Romanos, cuando
dice que: “el que ama a su prójimo, HA CUMPLIDO LA LEY (Rom 13:8) y lo ratifica en Rom 13:9 cuando
afirma: “en efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos,
se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Sin embargo, Jesú s quería dejar muy claros SUS MANDAMIENTOS y el significado de cada mandamiento
de la ley, tanto moral como ceremonial y dijo:

Mat 5:21 «Habéis oído que se dijo a los antepasados: NO MATARÁS (Éxo 20:13); y aquel que mate será reo
ante el tribunal.
Mat 5:22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el
que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la
gehenna de fuego.
Mat 5:23 Si, pues, al presentar tú ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo
contra ti,
Mat 5:24 deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves
y presentas tu ofrenda.
Mat 5:25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu
adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
Mat 5:26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.
Mat 5:27 «Habéis oído que se dijo: NO COMETERÁS ADULTERIO (É xo 20:14).
Mat 5:28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su
corazón.
Mat 5:29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasió n de pecado, sá catelo y arró jalo de ti; má s te conviene que se
pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.
Mat 5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado (É xo 20:15), córtatela y arrójala de ti; más te
conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
Mat 5:31 «También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio.
Mat 5:32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera;
y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
Mat 5:33 «Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjurará s (É xo 20:16), sino que
cumplirás al Señor tus juramentos.
Mat 5:34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios,
Mat 5:35 ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey.
Mat 5:36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro.
Mat 5:37 Sea vuestro lenguaje: "Sí, sí"; "no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno.

En los siguientes versículos podemos ver el cambio radical que les dio a los mandamientos al decirnos:
“un mandamiento nuevos les doy” (Jn 13:34)

Mat 5:38 «Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente (É xo 21:24)
Mat 5:39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele
también la otra:
Mat 5:40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto;
Mat 5:41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.
Mat 5:42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.
Mat 5:43 «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo (Lev 19:17-18)
Mat 5:44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
Mat 5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover
sobre justos e injustos.
[12]
Mat 5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los
publicanos?
Mat 5:47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo
también los gentiles?
Mat 5:48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

LA PROMESA o alianza hecha por Dios con Abraham INCLUÍA A TODOS los que, al igual que Abraham,
TUVIERAN FE EN DIOS, ES DECIR CREYERAN EN CRISTO JESÚ S, HEREDERO DE LA PROMESA. Gén 17:4
«Por mi parte he aquí mi alianza contigo: serás padre de UNA MUCHEDUMBRE DE PUEBLOS, no dice que
sea una alianza só lo con su pueblo Israel, sino una muchedumbre, es decir TODOS. Gén 17:7 Y estableceré
mi alianza entre nosotros dos, Y CON TU DESCENDENCIA después de ti, de generación en generación: una
alianza eterna, de ser yo el Dios tuyo y el de tu posteridad, ya que Dios previó justificar a los gentiles por la fe
(Gal 3:8), de igual manera que lo hizo con Abraham, así que todos los que viven de la fe son bendecidos con
Abraham (Gal 3:9), nosotros pues SOMOS DE CRISTO, y si somos de Cristo, ya somos descendencia de
Abraham, herederos según la Promesa (Gal 3:29), Hch 2:39 Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a
sus hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar" NO ES
Ú NICAMENTE PARA EL PUEBLO DE ISRAEL.

ESTE PACTO, hecho por Dios, NO ES ANULADO POR LA LEY DADA A MOISÉS 430 años después (Gal 3:17),
ESOS MANDAMIENTOS NO PODÍAN TUMBAR LA ALIANZA QUE DIÓ S HABÍA HECHO CON ABRAHAM en su
descendencia que era Cristo Jesú s.

¿Entonces a quienes obliga la ley?

San Pablo nos da la respuesta: Rom 3:19 Ahora bien, nosotros sabemos que TODO LO QUE DICE LA LEY ES
VÁLIDO SOLAMENTE PARA LOS QUE ESTÁN BAJO LA LEY. De tal forma que quienes quieren vivir bajo la
ley, deberán cumplir todos sus preceptos morales y ceremoniales, la Nueva Alianza no los alcanza, la
sangre de Cristo no los salva.

TEMA 4: EL AVE MARÍA ¿ES BÍBLICO?

Una reflexió n para los protestantes, veamos que dice la biblia:

DIOS TE SALVE MARÍA (Lucas 1:28) LLENA ERES DE GRACIA, (Lucas 1:30)
EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO, BENDITA ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES (Lucas 1:28)
Luc 1:28 Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las
mujeres.
[13]
Luc 1:30 Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.

Y BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE, JESÚS (Luc 1:42)


Luc 1:42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

SANTA MARÍA MADRE DE DIOS (Luc 1:43)


Luc 1:43 ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?

RUEGA POR NOSOTROS LOS PECADORES, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE, AMÉN.
(Juan 2:3-5)
Que María puede interceder por nosotros, no nos cabe la menor duda. Lo hizo en Caná , He hizo que Jesú s
adelantara su momento de iniciar su misió n: Jua 2:3 Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo*: No
tienen vino.
Jua 2:4 Y Jesús le dijo*: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto? Todavía no ha llegado mi hora.
Jua 2:5 Su madre dijo* a los que servían: HACED TODO LO QUE ÉL OS DIGA.

TEMA 5: EL BAUTISMO DE JESÚS


El bautismo de Juan Bautista no es lo mismo que el bautismo de los cristianos.
Es verdad que Juan bautizaba a la gente adulta en el río Jordá n, e incluso Jesú s fue bautizado por él. Pero
¿qué significado tiene el bautismo de Juan?
Juan Bautista era el Precursor de Jesú s, nuestro Salvador. Juan comenzó a predicar la penitencia y la
confesión de los pecados para que la gente, con un corazó n limpio, recibiera al Mesías que iba a venir
[14]
pronto.
Como signo de conversión y de perdón de los pecados, Juan llamaba a la gente a recibir el bautismo
con agua en el río Jordán. Es decir el bautismo de Juan expresaba un cambio de vida, una verdadera
conversió n hacia Dios; significaba así una preparació n para la venida del Señ or (Mc.1, 3).
Jesú s también se hizo bautizar por Juan, aunque É l no tenía ningú n pecado y por eso no necesitaba el
bautismo definitivo: «Mi bautismo -decía Juan- es un bautismo con agua y significa un cambio de vida, pero
otro viene después de mí y es más poderoso que yo: El los bautizará en el fuego y en el Espíritu Santo» (Mt. 3,
11).
Queridos hermanos y amigos, estos textos nos aclaran muy bien que el bautismo de Juan no es lo mismo
que el bautismo cristiano.
Jesús JAMÁS se bautizó o recibió el Sacramento del Bautismo.

1.- El Sacramento del Bautismo nos hace "hijos de Dios" Jesús no tiene que hacerse hijo de Dios pues Él
ES hijo de Dios,
2.- El Sacramento del Bautismo nos introduce en el Pacto de Dios, Jesú s no lo necesita pues É l HIZO este
pacto para nosotros,
3.- El Bautismo quita el pecado Original, Jesú s NO tiene pecado.
4.- El Bautismo Sacramental comenzó el día de Pentecostés pues es una Obra del Espíritu Santo...cuando
Jesú s se "bautizó " faltaban tres añ os para la venida del Espíritu Santo.

¿Que recibió Jesús?

Jesú s fue al Jordá n a hacer un Rito Judío llamado "Tebila o Mikveh" que es un acto de conversió n solo que
en Griego se dice Bautismo o inmersió n pero que no es el sacramento, los judíos lo siguen haciendo en la
Sinagoga...Jesús iba a cambiar su vida de privada para Mesiánica... Lo má s parecido que recibió Jesú s al
Bautismo fue la circuncisió n y la recibió a los 8 días de nacido.

Jesús debía cumplir toda la ley, no necesitaba ser bautizado por Juan, porque no tenía que cambiar
de vida. Pero se somete al bautismo de Juan porque de hecho, iba a comenzar "una nueva vida": su
ministerio pú blico, la predicació n del reino de Dios. Jesú s siguió la costumbre que tenían muchos judíos de
la época. Dice la Palabra que Jesús se hizo semejante a todos los hombres en todo (Flp 2,7). Por esto Juan,
quien sabía quién era Jesú s, rehusaba bautizarlo (Mt 3,14). Comienza su vida de Ungido por el Espíritu que
le lleva a lo má s alejado del paraíso, al desierto, donde se mortifica, reza y sufre la tentació n de Sataná s.
Jesú s cuando fue a que Juan lo bautizara lo que hizo fue un acto de humildad Mt: 3,15

BAUTISMO INSTITUÍDO POR JESÚS


Jesú s resucitado, antes de subir al cielo, mandó a sus apó stoles: «Vayan y hagan que todos los pueblos sean
mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt. 28, 19-20).
Y en otra parte de la Biblia dijo Jesú s: «El que crea y sea bautizado, se salvará» (Mc. 16, 16).
Los apó stoles y los primeros cristianos estaban conscientes de que el bautismo de Jesús era distinto del
de Juan, era un mandato del Señor resucitado, y cuando comenzaron la predicació n del Evangelio
bautizaban a todos los que creían en Jesucristo. Por supuesto que este bautismo en Cristo tiene un
sentido más profundo que el bautismo de Juan.
El bautismo cristiano significa, sobre todo, un nuevo nacimiento, una nueva vida. Jesú s dijo: «Si no renaces
del agua y del Espíritu Santo, no puedes entrar en el Reino de los cielos» (Jn. 3-5).
¿En qué consiste este nuevo nacimiento?
1.- Con el bautismo de Cristo nacemos a la vida de hijos de Dios:
Por el bautismo cristiano nosotros «llegamos a tener parte en la naturaleza de Dios» (2 Pedro. 1, 4); y
[15]
«somos realmente hijos de Dios por adopción» (Rom. 8, 16 y Gál. 4, 5-6). Desde ahora en adelante llevamos
grabado en nuestro corazón el sello de Dios para toda la eternidad, y podemos clamar a Dios diciendo:
«Abba-Padre» que significa «Papito». Dios, como Padre, nos cubre desde ahora y para siempre con su
amor. Es éste el regalo má s grande que podemos recibir acá en la tierra.
2.- El bautismo nos incorpora a Cristo, es decir, somos de Cristo, somos cristianos:
« ¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos a Cristo Jesús, tenemos parte con El en
su muerte al ser bautizados? Así pues, por medio del bautismo fuimos enterrados junto con Cristo y estuvimos
muertos, para ser resucitados y vivir una vida nueva» (Rom. 6, 3-5).
«Todos ustedes que fueron bautizados para unirse a Cristo, se encuentran cubiertos por Él como por un
vestido... y al estar unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo» (Gal. 3, 27-28).
Eso quiere decir que por el bautismo somos injertados en el misterio pascual de Jesucristo: Morimos con
É l, somos sepultados con É l y resucitamos a una nueva vida con É l.
3.- El bautismo cristiano es un nuevo nacimiento en el Espíritu Santo.
Dijo Jesú s: «El que no nace del agua y del Espíritu Santo no puede entrar en el Reino de Dios» (Jn. 3, 5).
Escribe el apó stol Pablo a su amigo Tito: «Cristo nos salvó por medio del Bautismo que significa que hemos
nacido de nuevo, y por medio del Espíritu Santo que nos ha dado nueva vida. Por medio de nuestro Salvador
Jesucristo, Dios nos ha dado el Espíritu Santo en abundancia» (Tito. 3, 5-6).
4.- El Bautismo nos hace miembros del Cuerpo de Cristo, que es su Iglesia:
«Cristo es como un cuerpo que tiene muchos miembros y todos los miembros forman un solo cuerpo. Pues
todos nosotros, seamos judíos o griegos, esclavos o libres, al ser bautizados hemos venido a formar un solo
cuerpo por medio de un solo Espíritu» (1 Cor. 12, 12-13).
Así somos uno en Cristo por el bautismo, un só lo pueblo de Dios formado por todas las razas y todas las
naciones sin excepció n.
Pertenecer a la Iglesia de Cristo no es una simple afiliació n, como hacerse socio de un club. Los bautizados
forman parte de una sola familia, son hermanos entre sí. «Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como
Dios les ha llamado a una sola esperanza. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y
Padre de todos» (Ef. 4, 4-6).
¿Qué se exige para recibir el bautismo?
1.- FE
El bautismo es, antes que nada, el sacramento de la fe, por el cual el hombre acepta el Evangelio de Cristo.
La fe está en el centro del Bautismo. En el libro de los Hechos de los Apó stoles leemos que, cuando un
hombre de Etiopía quiso bautizarse, el diá cono Felipe le dijo: «Si crees de corazón es posible». Respondió el
etíope: «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios» (Hch. 8, 37).
De esta forma la conversió n, la aceptació n de Cristo y su Evangelio por la fe es la primera condició n para
ser bautizado.
También exige luchar contra el mal: el bautismo no es para los cobardes, es para los que está n dispuestos
a luchar contra «los principados y potestades de las tinieblas» (Col. 2, 15). San Pedro expresa esta lucha del
cristiano en la imagen del leó n rugiente que espera el momento propicio para devorarnos (1 Ped. 5, 8-11).
También San Pablo exhorta a los creyentes: «Revístanse de la armadura de Dios para que puedan resistir las
tentaciones del diablo, porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados y
potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra las fuerzas sobrenaturales del mal» (Ef.
6, 10-12).
2.- ser testigo de Cristo:
«Los bautizados en Cristo reciben este poder del Espíritu Santo y saldrá n para ser testigos de Cristo en las

[16]
partes má s lejanas del mundo» (Hch. 1, 5-8). Será n testigos de la «vida recta, de devoción a Dios, de fe, de
amor, paciencia y humildad de corazón. Pelea la buena lucha de la fe, echa mano de la vida eterna, pues para
esto te llamó Dios y has hecho tu buena declaración de fe delante de muchos testigos.» (1 Tim. 6, 11-12).
«Dios no nos ha dado un Espíritu de miedo, sino un Espíritu de poder, de amor y de buen juicio. No tengas
vergüenza, pues, de dar testimonio a favor de Nuestro Señor... Acepta de tu parte los sufrimientos que vienen
por causa del mensaje de salvación, conforme a las fuerzas que Dios da. Dios nos salvó y nos llamó a llevar
una vida consagrada a Él.» (2 Tim. 1, 7-9).
Queridos hermanos, nos damos cuenta de que el bautismo cristiano es algo grande; es, sin duda, el regalo
má s grande y hermoso que podemos recibir. Pero al mismo tiempo ser bautizado exige de nosotros mucha
seriedad.
Algunos dicen también que por qué no esperar a bautizar hasta que uno sea grande y decida si quiere o no
ser bautizado. Este tema lo veremos má s adelante, pero desde ya les digo que el bautismo es un regalo
de Dios. Y entonces ¿para qué esperar a aceptar este regalo? ¿Para qué dejar que en la vida de un ser
humano reinen por unos años las tinieblas pudiendo reinar la luz? Y hay otra razó n: los papá s para
hacerte el regalo de la vida no te consultaron, porque la vida es un bien, es un regalo... de la misma
manera, tus papá s para hacerte el regalo de la vida divina no tienen para qué esperar a consultarte. Basta
que ellos tengan fe y quieran para sus hijos este hermoso don.

TEMA 6: EL BAUTIZMO DE NIÑOS

El bautismo según la Iglesia Católica

Jesucristo dice que se requiere instrucció n y fe para los que se convierten (cf. Mat. 28,19–20). Por eso la
Iglesia requiere un catecumenado para formar a quienes se bautizan de mayores.

[17]
¿Se deben bautizar los niños?
¡Claro que sí!
¿Por qué los niñ os pequeñ os deben ser bautizados aun cuando sean incapaces de recibir formació n?

El bautismo es un don de Dios por el cual, entramos en la vida de la gracia. Es regalo de Dios y NO
DEPENDE DE NINGÚN MÉRITO.

Cada uno debe responder y prepararse a ese don segú n sus posibilidades. Los padres deben
comprometerse a formar a sus niñ os bautizados en la fe con la ayuda de la gracia. En el bautismo se
planta la semilla y después viene el crecimiento. El bautismo de bebés no les quita la libertad ya
que más tarde podrán aceptar o rechazar la fe.

Los padres cató licos desean el bautismo para sus hijos porque no quieren privar al niño de este gran
don de Dios.

¿Hay razones en favor del bautismo de niños?

Que dice la Biblia:

Jesucristo lo dijo claramente a Nicodemo: "Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino
de Dios" Juan 3, 5. Jesucristo no excluye a nadie, todos necesitan del Bautismo. "Lo nacido de la carne, es
carne, lo nacido del Espíritu, es espíritu". SI UN NIÑ O NO ESTÁ BAUTIZADO NO ES NACIDO DEL ESPÍRITU.

Jesús enseñó la necesidad de que todos se bauticen para obtener la salvación (Jn 3,5), la cual es un
don. El no excluyó a los niños.

EL BAUTISMO ES UN DON PARA TODOS, NO SÓLO ADULTOS


"Pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para
cuantos llame el Señor Dios nuestro." Hechos 2,39

Jesús dice: «Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis; porque de los que son como éstos es el Reino
de Dios". -Lucas 18,15-16, Mateo 19,14.
¿Podemos nosotros prohibirles a los niñ os el bautismo, por el cual se entra en la vida del Reino? El
bautismo es para todos.

El bautismo, según Pablo, reemplaza la circuncisión (Col. 2,11–12). Los judíos circuncidan a sus niñ os
poco después de nacer, antes de que estén formados en la fe ¿eran injustos los judíos al imponer a los
niñ os la religió n?, los protestantes dicen que es injusto, que el niñ o no puede razonar y habría que esperar
a que pueda optar libremente por el bautismo, entonces ¿Dios actuaba injustamente con los niños
judíos al imponerles la circuncisión y la religión?, obvio que NO.

De la misma manera que los judíos circuncidan a sus niñ os para que formen parte del pueblo de Dios, así
los cató licos, bautizamos a nuestros niñ os para que sean sumergidos en el cuerpo místico de Cristo y, al
igual que ellos, má s tarde recibirá la formació n en su fe y será libre para decidir si acepta o no el don de
Cristo.

En el caso de conversiones de adultos, judíos y cató licos seguimos el mismo orden: Los judíos requieren
que el converso acepte la fe antes de ser circuncidado. Los cató licos requieren formació n y libre
aceptació n de la fe antes del bautismo de adultos.

La Práctica de la Iglesia

[18]
En un inicio, la mayoría de los bautizados eran adultos. No era posible de otra manera porque era una
Iglesia de convertidos. Pero ya desde entonces, era costumbre bautizar "casas" enteras: 1 Corintios 1, 16;
Hechos 16, 15. 33. Los miembros de la casa incluían a las mujeres, a los niñ os y a los esclavos aunque no se
mencione.

De la misma manera que "el amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha
sido dado", es decir, POR GRACIA y no por nuestro propio esfuerzo así también el Espíritu Santo da la fe a
los que reciben el Bautismo.

En la carta a los Corintios el Apó stol Pablo dice: «También bauticé a la familia de Estéfanas» (1 Cor. 1, 16), y
se supone que en una familia hay niños.

En los Hechos de los Apó stoles, Pablo nos narra có mo él bautizó en la ciudad de Filipos a una señ ora,
llamada Lidia, «con toda su familia» (Hech. 16, 15).

Refiriéndose al carcelero de Filipos, también dice: «Recibió el bautismo él y todos los suyos» (Hech. 16, 33).

En éstos dos textos, no se específica que los demás miembros de la familia se les haya proclamado el
evangelio.

El actuar de Dios es anterior a nuestro actuar y a nuestra fe.

No debemos pensar que Dios comienza a amarnos una vez que hemos manifestado conscientemente
nuestro amor y nuestra fe en É l. El amor de Dios es anterior a nuestra iniciativa de amar: «Antes de
haberte formado Yo en el seno materno, te conocía, y antes de que nacieses te había consagrado» (Jer. 1, 4-5);
(Is. 49, 1). «En esto está el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero»
(1Jn 4, 19).

Ahora bien, cuando la Iglesia bautiza a los niñ os chicos, expresa con ello la convicció n de que ser
cristiano significa ante todo un don gratuito de Dios. Dios nos ama antes de que nosotros hagamos
cualquier cosa por É l. Entendiendo así las cosas, el bautizar a los niñ os es auténticamente bíblico y
manifiesta la gratuidad del amor de Dios que rodea toda nuestra vida, SI EL BAUTIZO FUERA UNA
CONSECUENCIA DE LA FE, NO SERÍA GRATUIDAD. Pensar que Dios se comunica solamente por
medio de una fe consciente sería limitar el poder de Dios.

La fe de la comunidad es la única condición para el bautismo del niño

El bautismo es antes que nada el sacramento de la fe. Algunos dirá n que el niñ o todavía no puede
proclamar conscientemente esta fe en Cristo. Entonces, ¿no sería mejor esperar hasta que el niñ o llegue a
ser adulto y proclame por sí solo su fe?
No olvidemos que el bautismo no es un puro signo de fe; el bautismo también es «causa de fe» y
produce como efecto en el bautizado «la iluminació n interior». Sin duda, la gracia recibida en el
bautismo, el poder del Espíritu Santo con sus dones y la fe que irradia una familia cristiana
ayudarán a que el niño, poco a poco, responda con una fe libre y personal.

Los niños son bautizados en la fe de los padres y en la fe de la comunidad cristiana . Por supuesto
que la Iglesia siempre pide el compromiso a los padres y padrinos para que lo eduquen cristianamente.
Entendido así, el bautismo de niños es un «privilegio» que la Iglesia siempre ha concedido a las
familias cristianas en atención a la fe de los padres y padrinos.

Es malo dejar al niño sin rumbo y sin religión

Algunos dicen que no es justo imponer a los niños la religión: «El niñ o no puede razonar y debe
[19]
esperar hasta que sea adulto para optar libremente por el bautismo...»

Es verdad que un niñ o recién nacido no puede razonar. Pero es una ilusió n esperar hasta que el niñ o
pueda razonar para elegir libremente una religió n.

Sería un error muy grave que los padres dejasen al niño sin religión, sería lo mismo que dejarlo sin
rumbo en la vida. Esto no significa «imponer» una religión. Cada niñ o nace y crece en el ambiente que
le es dado nacer. Crece en una familia que le comunica los grandes valores de la vida sin que el niñ o lo
pida. La realidad de no imponer nada al niño simplemente no existe.

Los buenos padres de familia siempre desean comunicar a sus hijos los grandes valores de la vida.
Ahora bien, la fe cristiana de una familia, es sin duda, un don divino, y lo má s normal es que los padres
deseen comunicar este don a sus hijos. ¿Por qué, entonces, privar a los niños de este bien?

¿Cuándo empieza la fe en nuestra vida?

Imposible contestar a esta pregunta, como tampoco se puede contestar a la pregunta de cuá ndo
empezamos a amar.

La fe es como el amor. Tiene que ser suscitada, crece sin que se advierta. No sabemos cuá ndo el niñ o
empieza a amar. Lo mismo pasa con la fe. No se debe esperar hasta el día en que el niñ o empiece a
manifestar alguna inquietud al respecto.

Así como no se puede poner fecha al comienzo del amor, tampoco se puede poner fecha al
comienzo de la fe, como tampoco los padres pueden esperar a darle comida al niñ o hasta que el niñ o
decida lo que va a comer. Los padres para entregar este bien no esperan la aprobación de su hijo,
sino que se lo dan en forma anticipada. De igual manera la fe y el Bautismo son un bien y por ello los
padres deciden y dan este bien a sus hijos antes que ellos tengan uso de razón. La vida divina es un
bien y un regalo, y los papá s se lo conceden al niñ o porque ellos desean lo mejor para sus hijos, ¿no es
verdad que Jesú s abrazaba a los niñ os y los bendecía? Jesú s no esperaba que los niñ os estuvieran
conscientes y pidieran este amor. «Dejen que los niños vengan a mí, no se lo impidan» (Mc. 10, 13-14). La
Iglesia Católica sigue bautizando a los niños pequeños porque está convencida de que los
pequeños pertenecen a Dios.

La fe del niñ o tendrá futuro si existe el compromiso de los padres de transmitir la fe a sus hijos. Sin
este compromiso la Iglesia prefiere postergar el bautismo.

Hay personas que dicen que como Jesú s se bautizó de adulto, es mejor bautizar só lo a los adultos. Esto no
es verdad. El bautismo que confiere la Iglesia es distinto. Son cosas muy diferentes. El bautismo de la
Iglesia es un sacramento, el que recibió Jesús no fue un sacramento.

Jesús fue bautizado adulto, porque cuando Él nació no existía el Bautismo, pero si existía la
circuncisió n, igualmente (siglos atrá s) cuando Abraham nació no fue circuncidado a los ocho días de
recién nacido, porque no existía tal consagración, de hecho Abraham fue el primero que se circuncidó ,
segú n la Biblia y eso fue cuando ya era un anciano: “Tenía Abraham 99 años cuando circuncidó la carne
de su prepucio” (Génesis 17,24). Si la Virgen y San José no esperaron la ancianidad de Jesús para
que se consagrara a Dios, por medio de la circuncisión ¿Por qué nosotros debemos esperar, para
consagrar a nuestros hijos por medio del Bautismo que le confiere gracias infinitamente
superiores? No hay excusa que valga, debemos impartir la gracia que Dios gratuitamente nos regala (Mt
10,8), debemos darle a nuestros hijos ademá s de la vida bioló gica, también la “vida abundante” el nacer
del agua y del Espíritu a la vida de la gracia y la pertenencia en el Cuerpo místico de Cristo Jesú s.

[20]
El bautismo es la puerta del encuentro con Cristo, el fundamento de toda la vida cristiana y la
incorporación al pueblo de Dios, la Iglesia. El hombre que hoy se bautiza como niñ o, llegará con la
ayuda de la Iglesia, a responder conscientemente a la gracia que ha recibido.

Las objeciones contra el Bautismo de los niñ os proceden de una triple ignorancia: Ignorancia de los bienes
del Bautismo, de la Palabra de Dios y de la prá ctica de la Iglesia.

El Bautismo es una gracia Inestimable


1.- El Bautismo nos hace hijos de Dios. Gá latas 4, 5-7
2.- El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo. Catecismo de la Iglesia Cató lica (CIC) 1253)
3.- El Bautismo nos lava el pecado. Hechos 2, 38
4.- El Bautismo nos incorpora a Cristo, Romanos 8, 29.
5.- El Bautismo nos imprime el "sello del Señ or" con que el Espíritu Santo nos ha marcado para el día de la
redenció n. Efesios 4, 30

Los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el
Bautismo.
Objeciones

1.- La fe es necesaria para el Bautismo, los niños no pueden hacer un acto de fe, por tanto no
pueden ser bautizados.

La Iglesia está de acuerdo: "El Bautismo es el sacramento de la fe". (CIC 1253). "El que creyere y se
bautizare se salvará" (Marcos 16, 16) Por eso "el Bautismo jamá s se ha administrado sin fe: para los niños
se trata de la fe de los padres, la fe de la Iglesia".

Entrar al cine sin boleto es un fraude, pero si otro paga mi boleto, tengo tanto derecho a entrar como si yo
lo hubiera pagado.

Cristo siempre exigió la fe para sanar a los enfermos, pero en el caso de los niñ os bastaba la fe de su padre
o su madre, como es el caso de la hija de Jairo, Marcos 5, 36 y de la hija de la sirofenicia, Mateo 15, 28.

Nadie se puede dar la fe a sí mismo. El niñ o recibe la vida de sus padres. De esta forma los niñ os reciben la
fe y con ella la vida eterna como un don gratuito de Dios a través de la iglesia.

El Bautismo de los niños pone de manifiesto la gratuidad de la salvación.

"Quien no nace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios". ¿Por qué un niño va a estar
excluido del Reino de Dios?

2.- Los niños no necesitan Bautismo porque ellos son inocentes y no tienen pecado.

Ante ésta objeció n pregunto: Jesú s se bautizó , ¿necesitaba el bautizo?

El que no distingue, confunde. Los niñ os no tienen pecados personales, pero sí tienen el pecado original.
San Pablo opone a la universalidad del pecado, la universalidad de la salvació n en Cristo: "Por un sólo
hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres,
pues todos pecaron..." Romanos 5, 12 Si todos sufren la derrota del pecado, entonces, todos necesitan el
bañ o que nos lava del pecado: el bautizo.

TODOS SOMOS PECADORES

[21]
El Rey David dice en el salmo 50: "Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre..." Si el bebé, desde
el seno de su madre nace con culpa, es un pecador, quiere decir que también necesita el "Bautismo para el
perdón de los pecados". Hechos 2, 38.

3.- No es bueno imponer a los niños una fe que ellos no han escogido.

La fe ni es "escogida", ni es "impuesta" sino que es don y gracia de Dios. Si el bautismo confiere a los
hijos el bien sublime de la gracia divina, só lo unos padres ignorantes o incrédulos podrá n negar a sus hijos
este don. Pero ademá s, ¿quién eres tú para negar a Jesucristo el derecho legítimo sobre aquél por
quien Él murió y resucitó?

4.- Jesucristo se bautizó de grande y se bautizó en el río.

Esta objeció n revela una gran ignorancia de la palabra de Dios. Porque Cristo recibió el Bautismo de Juan,
que era un bautismo de penitencia, nosotros en cambio, recibimos el Bautismo de Cristo, en fuego y
Espíritu. Por eso somos "cristianos" y no "bautistas". Y por eso los cató licos bautizamos, no como el
Bautista lo hacía, sino como Cristo manda: "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Mateo
28, 19.

5.- ¿Y qué hay de los niños que mueren sin Bautismo?

"La Iglesia los confía a la misericordia de Dios que quiere que todos los hombres se salven" (1Timoteo 2, 4) y
a la ternura de Jesú s con los niñ os, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, y no se lo
impidáis" (Marcos 10, 14).

Esto nos permite confiar en que hay un camino de salvació n para los niñ os que mueren sin el Bautismo.
Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños vengan a Cristo
por el don del Bautismo.

TEMA 7: BIBLIA, LOS LIBROS

Hoy día vamos a conversar sobre la Biblia:

[22]
¿Cuá ntos libros tiene la Biblia?

¿Qué diferencias hay entre las Biblias cató licas y las Biblias protestantes?

La Biblia no es un solo libro, como algunos creen, sino una biblioteca completa. Toda la Biblia está
compuesta por 73 libros, algunos de los cuales son bastante extensos, como el del profeta Isaías, y otros
son má s breves, como el del profeta Abdías.

Estos 73 libros está n repartidos de tal forma, que al Antiguo Testamento (AT) le corresponden 46, y al
Nuevo Testamento (NT) 27 libros.

De vez en cuando suele caer en nuestras manos alguna Biblia protestante, y nos llevamos la sorpresa de
que le faltan siete libros, por lo cual tan só lo tiene 66 libros.

Este vacío se encuentra en el A.T. y se debe a la ausencia de los siguientes libros: Tobías, Judit, 1 Macabeos,
2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiá stico y el de Baruc.

¿Por qué esta diferencia entre la Biblia católica y la protestante?

Es un problema histó rico-teoló gico muy complejo. Resumiendo mucho, trataremos de contestar esta
pregunta.

Primero vamos a explicar có mo se formó la colecció n de libros sagrados del A.T. dentro del pueblo judío. Y
luego veremos có mo los cristianos aceptaron estos libros del A.T. junto con los libros del N.T. para formar
la Biblia completa.

1. La antigua comunidad judía de Palestina

En tiempos de Jesucristo, encontramos que en Palestina el pueblo judío só lo aceptaba el A.T. Y todavía no
habían definido la lista completa de sus libros sagrados, es decir, seguía abierta la posibilidad de agregar
nuevos escritos a la colecció n de libros inspirados.

Pero desde hacía mucho tiempo, desde alrededor de los añ os 600 antes de Cristo, con la destrucció n de
Jerusalén y la desaparició n del Estado judío, estaba latente la preocupació n de concretar oficialmente la
lista de libros sagrados. ¿Qué criterios usaron los judíos para fijar esta lista de libros sagrados?.

Debían ser libros sagrados en los cuales se reconocía la verdadera fe de Israel, para asegurar la
continuidad de esta fe en el pueblo. Había varios escritos que parecían dudosos en asuntos de fe, e incluso
francamente peligrosos, de manera que fueron excluidos de la lista oficial. Ademá s aceptaron solamente
libros sagrados escritos originalmente en hebreo (o arameo). Los libros religiosos escritos en griego
fueron rechazados por ser libros muy recientes, o de origen no-judío. (Este ú ltimo dato es muy
importante, porque de ahí viene después el problema de la diferencia de libros.)

Así se fijó entonces una lista de libros religiosos que eran de verdadera inspiració n divina y entraron en la
colecció n de la Escritura Sagrada. A esta lista oficial de libros inspirados se dará , con el tiempo, el nombre
de «Canon», o «Libros canó nicos». La palabra griega Canon significa regla, norma, y quiere decir que los
libros canó nicos reflejan «la regla de vida», o «la norma de vida» para quienes creen en estos escritos.
Todos los libros canó nicos de la comunidad de Palestina eran libros originalmente escritos en hebreo-
arameo.

[23]
Los libros religiosos escritos en griego no entraron en el canon, pero recibieron el nombre de «apó crifos»,
«libros apó crifos» (= ocultos), porque tenían doctrinas dudosas y se los consideraba «de origen oculto».

En el primer siglo de nuestra era (añ o 90 después de Cristo) la comunidad judía de Palestina había llegado
a reconocer en la prá ctica 39 libros como inspirados oficialmente.

Esta lista de los 39 libros de A.T. es el llamado «Canon de Palestina», o «el Canon de Jerusalén».

2. La comunidad judía de Alejandría

Simultá neamente existía una comunidad judía en Alejandría, en Egipto. Era una colonia judía muy
numerosa fuera de Palestina, pues contaba con má s de 100.000 israelitas. Los judíos en Egipto ya no
entendían el hebreo, porque hacía tiempo habían aceptado el griego, que era la lengua oficial en todo el
Cercano Oriente. En sus reuniones religiosas, en sus sinagogas, ellos usaban una traducció n de la Sagrada
Escritura del hebreo al griego que se llamaba «de los Setenta». Segú n una leyenda muy antigua esta
traducció n «de los Setenta» había sido hecha casi milagrosamente por 70 sabios (entre los añ os 250 y 150
antes de Cristo).

La traducció n griega de los Setenta conservaba los 39 libros que tenía el Canon de Palestina (canon
hebreo), má s otros 7 libros en griego. Así se formó el famoso «Canon de Alejandría» con un total de 46
libros sagrados.

La comunidad judía de Palestina nunca vio con buenos ojos esta diferencia de sus hermanos alejandrinos,
y rechazaban aquellos 7 libros, porque estaban escritos originalmente en griego y eran libros agregados
posteriormente.

Era una realidad que, al tiempo del nacimiento del cristianismo, había dos grandes centros religiosos del
judaísmo: el de Jerusalén (en Palestina), y el de Alejandría (en Egipto). En ambos lugares tenían
autorizados los libros del A.T: en Jerusalén 39 libros (en hebreo- arameo), en Alejandría 46 libros (en
griego).

3. Los primeros cristianos y los libros sagrados del A.T.

El cristianismo nació como un movimiento religioso dentro del pueblo judío. Jesú s mismo era judío y no
rechazaba los libros sagrados de su pueblo. Ademá s los primeros cristianos habían oído decir a Jesú s que
É l no había venido a suprimir el A.T. sino a cumplirla (Mt. 5, 17). Por eso los cristianos reconocieron
también como libros inspirados los textos del A.T. que usaban los judíos.

Pero se vieron en dificultades. ¿Debían usar el canon breve de Palestina con 39 libros, o el canon largo de
Alejandría con 46 libros?

De hecho, por causa de la persecució n contra los cristianos, el cristianismo se extendió prioritariamente
fuera de Palestina, por el mundo griego y romano. Al menos en su redacció n definitiva y cuando en los
libros del N.T. se citaban textos del A.T. (má s de 300 veces), naturalmente se citaban en griego, segú n el
Canon largo de Alejandría.

Era lo má s ló gico, por tanto, que los primeros cristianos tomaran este Canon griego de Alejandría, porque
los mismos destinatarios a quienes debían llevar la palabra de Dios, todos hablaban griego. Por lo tanto, el
cristianismo aceptó desde el comienzo la versió n griega del A.T. con 46 libros.

[24]
4. La reacción de los judíos contra los cristianos

Los judíos consideraban a los cristianos como herejes del judaísmo. No les gustó para nada que los
cristianos usaran los libros sagrados del A.T. Y para peor, los cristianos indicaban profecías del A.T. para
justificar su fe en Jesú s de Nazaret. Ademá s los cristianos comenzaron a escribir nuevos libros sagrados: el
Nuevo Testamento.

Todo esto fue motivo para que los judíos resolvieran cerrar definitivamente el Canon de sus libros
sagrados. Y en reacció n contra los cristianos, que usaban el Canon largo de Alejandría con sus 46 libros del
A.T., todos los judíos optaron por el Canon breve de Palestina con 39 libros.

Los 7 libros griegos del Canon de Alejandría fueron declarados como libros «apó crifos» y no inspirados.
Esta fue la decisió n que tomaron los responsables del judaísmo en el añ o 90 después de Cristo y
proclamaron oficialmente el Canon judío para sus libros sagrados.

Los cristianos, por su parte, y sin que la Iglesia resolviera nada oficialmente, siguieron con la costumbre
de usar los 46 libros como libros inspirados del A.T. De vez en cuando había algunas voces discordantes
dentro de la Iglesia que querían imponer el Canon oficial de los judíos con sus 39 libros. Pero varios
concilios, dentro de la Iglesia, definieron que los 46 libros del A.T. son realmente libros inspirados y
sagrados.

5. ¿Qué pasó con la Reforma?

En el añ o 1517 Martín Lutero se separó de la Iglesia Cató lica. Y entre los muchos cambios que introdujo
para formar su nueva iglesia, estuvo el de tomar el Canon breve de los judíos de Palestina, que tenía 39
libros para el A.T. Algo muy extrañ o, porque iba en contra de una larga tradició n de la Iglesia, que viene de
los apó stoles. Los cristianos, durante má s de 1.500 añ os, contaban entre los libros sagrados los 46 libros
del A.T.

Sin embargo, a Lutero le molestaban los 7 libros escritos en lengua griega y que no figuraban en los de
lengua hebrea.

Ante esta situació n los obispos de todo el mundo se reunieron en el famoso Concilio de Trento y fijaron
definitivamente el Canon de las Escrituras en 46 libros para el A.T. y en 27 para el N.T.

Pero los protestantes y las muchas sectas nacidas de ellos, comenzaron a usar el Canon de los judíos
palestinos que tenían só lo 39 libros del AT.

De ahí vienen las diferencias de libros entre las Biblias cató licas y las Biblias evangélicas.

6. Los libros canónicos

Los 7 libros del A.T. escritos en griego han sido causa de muchas discusiones. La Iglesia Cató lica dio a estos
7 libros el nombre de «libros deuterocanó nicos». La palabra griega «deutero» significa Segundo. Así la
Iglesia Cató lica declara que son libros de segunda aparició n en el Canon o en la lista oficial de libros del
A.T. porque pasaron en un segundo momento a formar parte del Canon.

Los otros 39 libros del A.T., escritos en hebreo, son los llamados «libros protocanó nicos». La palabra
«proto» significa «Primero», ya que desde el primer momento estos libros integraron el Canon del A.T.

7. Qumram
[25]
En el añ o 1947 los arqueó logos descubrieron en Qumram (Palestina) escritos muy antiguos y encontraron
entre ellos los libros de Judit, Baruc, Eclesiá stico y 1 de Macabeos escritos originalmente en hebreo, y el
libro de Tobías en arameo. Quiere decir que solamente los libros de Sabiduría y 2 de Macabeos fueron
redactados en griego. Así el argumento de no aceptar estos 7 libros por estar escritos en griego ya no
es válido. Ademá s la Iglesia Cató lica nunca aceptó este argumento.

8. Consideraciones finales

Después de todo, nos damos cuenta de que este problema acerca de los libros, es una cuestió n histó rico-
teoló gica muy compleja, y con diversas interpretaciones y apreciaciones. Con todo, es indudable que la
Iglesia Cató lica, respecto a este punto, goza de una base histó rica y doctrinal que, muy razonablemente, la
presenta como la má s segura.

Sin embargo, desde que Lutero tomó la decisió n de no aceptar esta tradició n de la Iglesia Cató lica, todas
las iglesias protestantes rechazaron los libros Deuterocanó nicos como libros inspirados y declararon
estos 7 libros como libros «apó crifos».

En los ú ltimos añ os hay, de parte de muchos protestantes, una actitud má s moderada para con estos 7
libros e incluso se editan Biblias ecuménicas con los Libros Deuterocanó nicos.

En efecto, han ido comprendiendo que ciertas doctrinas bíblicas, como la resurrecció n de los muertos, el
tema de los á ngeles, el concepto de retribució n, la noció n de purgatorio, empiezan a aparecer ya en estos 7
libros tardíos.

Por el hecho de haber suprimido estos libros se dan cuenta de que hay un salto muy grande hasta el N.T.
(má s o menos una época de 300 añ os sin libros inspirados). Sin embargo estos 7 libros griegos revelan un
eslabó n precioso hacia el N.T. Las enseñ anzas de estos escritos muestran una mayor armonía en toda la
Revelació n Divina en la Biblia.

Por este motivo, se ven ya algunas Biblias protestantes que, al final, incluyen estos 7 libros, aunque con un
valor secundario.

Quiera Dios que llegue pronto el día en que los protestantes den un paso má s y los acepten
definitivamente con la importancia propia de la Palabra de Dios, para volver a la unidad que un día
perdimos.

TEMA 8: CELIBATO ¿POR QUÉ NO SE CASAN LOS SACERDOTES?

Los protestantes nos acusan a los cató licos de prohibir casarse a nuestros sacerdotes. Todo parte de una
visió n sesgada y malintencionada de las cosas. Lo que la Iglesia hace es reservar el sacramento u orden
sacerdotal, exclusivamente para hombres que tengan el don de la continencia; es decir, hombres que
[26]
puedan vivir el celibato, hombres que por amor al Reino han decidido consagrarse totalmente al servicio
de Dios en su Iglesia, hombres valientes, capaces de dejarlo todo por amor a Cristo, de sacrificar la
totalidad de su vida.

Mt 16.25 El que sacrifique su vida por causa mía, la hallará.


Mt 19.12 ‘Hay otros todavía, que se hicieron tales (incapacitados) por el Reino de los Cielos. ¡Entienda el que
pueda!’.
1 Cor 7.8 A los solteros y a las viudas les digo que estaría bien que se quedaran como yo.
1 Cor 7.25-26 Respecto a los que se mantienen vírgenes,… yo pienso que ésa es una decisión buena.
1 Cor 7.27 ¿No tienes obligaciones con una mujer? No busques esposa.
1 Cor 7.32-33 El que no se ha casado se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle. No así el
que se ha casado…
1 Cor 7.34 La mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su
cuerpo y en su espíritu.
1 Cor 7.38 El que no se casa obra mejor.

Veamos que en el Cielo, los célibes por Cristo, tienen un privilegio especial, lo que demuestra que de
ningú n modo el celibato es algo condenable, al contrario, es algo digno de ponderació n, tanto así que en
los Cielos, siguen a Jesú s adondequiera que É l vaya:

Ap 14.4 Estos son los que no se mancharon con mujeres: son vírgenes. Estos siguen al Cordero adondequiera
que vaya.

En verdad, el hombre ha sido creado en cuerpo y espíritu con vistas al matrimonio: Dios creó al ser
humano como hombre y mujer, «y vio Dios que era bueno». (Gén. 1, 27, 31). Y sin embargo, hay hombres y
mujeres cristianos que con pleno conocimiento y libertad, y con gran alegría, renuncian de por vida al
matrimonio. Lo hacen «por amor al Reino de los Cielos» (Mt. 19,12). Este estado de vida lo indicamos con
los términos: «castidad consagrada», o «celibato religioso», o «virginidad cristiana». Y el que renuncia
a ese gran valor humano del matrimonio, lo hace para seguir el ejemplo y el consejo evangélico de
Jesús. A quienes profesan de por vida este estado, se les da el nombre de «religiosos», «religiosas» y
sacerdotes.

Jesú s mismo, que permaneció sin casarse, fue quien reveló el sentido y el cará cter sobrenatural de la
virginidad: «Hay hombres que se quedan sin casar por causa del Reino de los Cielos. El que puede
aceptar esto, que lo acepte» (Mt. 19,12). La expresió n «por causa del Reino de los Cielos» confiere a la
virginidad su cará cter religioso y es así un signo de la Nueva Creació n que irrumpe ya en este mundo, es
decir, es un signo anticipado del mundo que vendrá .

El Apó stol Pablo hace entender que en su tiempo ya había algunos creyentes que vivieron como vírgenes
por un tiempo para dedicarse a la oració n. (1Cor. 7, 5). También dice el Apó stol que el cuerpo no está só lo
destinado para la unió n sexual, sino también para dar testimonio de Dios: «El cuerpo es para el Señor, y el
Señor para el cuerpo. Y así como Dios resucitó al Señ or, nos resucitará también a nosotros por su poder...
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?» (1 Cor. 6,13-15).

En otra parte Pablo habla de la virginidad como un estado mejor que el matrimonio, porque este estado de
vida expresa má s claramente la entrega total al Señ or: «El hombre casado está dividido, y tiene que agradar
a su mujer; pero los que permanecen vírgenes no tienen el corazón dividido, sino que están consagrados a
Dios tanto en cuerpo como en espíritu: ellos viven sirviendo al Señor con toda dedicación». (1 Cor. 7, 32-35).
Esto no es un mandato del Señor, dice Pablo (1 Cor. 7, 25), sino un llamado personal de Dios, un carisma o un
don del Espíritu Santo (1 Cor. 7,7) y, como dice Jesús, esto no todos lo pueden entender.

La virginidad es un signo del mundo que vendrá. Segú n la pará bola de las diez vírgenes (Mt. 25, 10). Su
vida, su virginidad, es un «signo permanente» del mundo que vendrá , es signo visible del estado de
[27]
resurrecció n, de la nueva creació n, del mundo futuro donde no habrá matrimonio, y donde seremos
semejantes a los á ngeles y a los hijos de Dios:

Luc 20:34 Jesús les dijo: «Los hijos de este mundo toman mujer o marido;
Luc 20:35 pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los
muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido,
Luc 20:36 ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.

El Apó stol Pablo, un hombre apasionado por predicar el mensaje de la salvació n, no quiso, como los
predicadores de su tiempo, ir acompañado de una esposa (1 Cor. 9, 4-12). Ademá s Pablo invitó a otros
a seguir este estado de vida y dice: «Yo personalmente quisiera que todos fueran como yo» (1 Cor. 7, 7). El
Apóstol vio que su vida como célibe le daba mayor disponibilidad de tiempo y una mayor libertad
para la predicación. Vio que el celibato le daba más tiempo para el servicio de Dios y de sus
hermanos. (1 Cor. 7, 35). Seguramente los apó stoles y muchos discípulos siguieron esta forma de vida;
recordamos las palabras de Pedro: «Señor, nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido»
(Mt. 19, 27).

El hombre célibe religioso es una persona «seducida por Dios»: «Tú me sedujiste, Señor, y yo me dejé
seducir» (Jer. 20, 7). Desde el momento que llega Dios a la vida del religioso todo cambia. El hombre
religioso deja todo atrá s, aun el amor humano, porque simplemente ha llegado el Amor. Dios vuelve a ser
el «único amor», es como si de improviso aparece el sol y se apagan las estrellas... Dice la Escritura: « Tú
eres mi bien, la parte de mi herencia, mi copa. Me ha tocado en suerte la mejor parte, que Dios mismo me
escogió» (Salmo 16, 5-6).

El celibato religioso nunca ha manifestado un desprecio por el matrimonio. El celibato no es un valor


mayor al del matrimonio, es simplemente una manera radical de vivir el amor cristiano; de otra forma la
castidad consagrada pierde su significado.

Queridos hermanos, siempre hubo y habrá en la Iglesia de Cristo hombres y mujeres llamados por Dios
para que, con su vida de castidad consagrada, sean testigos del amor de Dios. La vida religiosa es
simplemente un carisma o una manifestació n del Espíritu Santo que Dios regala a su Iglesia y al mundo.
Sin estos hombres religiosos, sin estos «especialistas de Dios», el mundo sería má s pobre. Pero esto no
todos lo pueden entender. Por algo dijo Jesú s: «El que pueda entender que entienda» (Mt. 19, 12).

TEMA 9: CONFESIÓN AL SACERDOTE

¡Cuá ntas veces hemos escuchado!: “yo no me confesaré con ningú n sacerdote que es un hombre igual que
yo y posiblemente má s pecador que yo”

[28]
Dios tiene caminos distintos de los nuestros, recordemos éste pasaje: 2Re 5:10 Eliseo envió un mensajero a
decirle: «Vete y lávate siete veces en el Jordán y tu carne se te volverá limpia.»
2Re 5:11 Se irritó Naamán y se marchaba diciendo: «Yo que había dicho: ¡Seguramente saldrá, se detendrá,
invocará el nombre de Yahveh su Dios, frotará con su mano mi parte enferma y sanaré de la lepra!
2Re 5:12 ¿Acaso el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No
podría bañarme en ellos para quedar limpio?» Y, dando la vuelta, partió encolerizado.

Naamá n se enojó , él esperaba que el profeta Eliseo saliera en persona e hiciera algunos ritos e
invocaciones para sanarlo, pero lo que má s le molestó fue que lo enviará a bañ arse al Jordá n, el cual lo
consideraba un río muy sucio, en comparació n a los de Damasco.

¿No estamos así todos aquellos que decimos?: ¿có mo me voy a confesar con alguien má s pecador que yo? .

Los sacerdotes también son pecadores y en muchos casos mucho más pecadores que nosotros, son
un río mugroso, pero son un instrumento mediante el cual Dios quiere limpiar, purificar, así le pareció
bien y ¿Quiénes somos nosotros para cuestionar a Dios?

Jesú s también envió a los 10 leprosos al sacerdote, les dijo: “Vayan al sacerdote”, y mientras caminaban,
quedaron sanos. É l podía haberlos sanado en ése momento, sin embargo los envió al sacerdote, para
probar su obediencia y mientras caminaban quedaron sano. Esto nos deja dos enseñ anzas:

1).- Quedaron sanos en el camino para demostrar que el que sana no es el sacerdote, sino Dios.
2).- Porque el sacerdote, en el AT, era el que declaraba puro o impuro a una persona

Dios es el que sana, pero el sacerdote es el que lo declara puro y por eso el sacerdote dice: “yo te
absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, porque el sacerdote es un
simple instrumento, es el que lo declara limpio de pecado.

PRECEDENTE BIBLICO DEL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACION

El Pueblo de Israel era un pueblo que conocía que su DIOS era un DIOS Misericordioso (Éxodo 34, 6-7),
sin embargo instituyó liturgias externas para tener la seguridad del perdó n que sabían, su DIOS otorgaba,
así vemos en el Levítico: Levítico 4, 27-31 Si un hombre cualquiera del pueblo peca por inadvertencia,
haciendo algo prohibido por Yahvé, volviéndose culpable. En cuanto se le indique el pecado cometido
presentará como ofrenda una cabra sin defecto, pondrá la mano en la cabeza de dicha víctima por el pecado
y la degollará en el altar de los holocaustos. El sacerdote mojará su dedo en la sangre y tocando los cuernos
del altar de los holocaustos derramará el resto en su base... Así se hará expiación por el que ha cometido la
falta y será perdonado.

El acto externo aseguraba al creyente la posesió n del perdó n prometido. DIOS perdonaba, pero el
hombre por medio de un gesto hacia público su condición de pecado y su arrepentimiento.

El corazón del Culto de Israel que eran los Sacrificios exigían la Confesión audible del pecado
cometido cuando el Sacrificio era ofrecido por este, en todos los Sacrificios a excepció n de los de
primicias y Diezmo y el del cordero de la Pascua se imponía las manos sobre la víctima. El Sacrificio
má s importante de todo el judaísmo era La Ofrenda por el pecado”, estos sacrificios eran vá lidos solo si
había un profundo arrepentimiento del oferente, el Sacrificio llevaba este orden:

1.- Memoria del pecado ante Dios


2.- Arrepentimiento
3.- Confesió n de los pecados
4.- Rociamiento con la Sangre
5.- Perdó n de los pecados
[29]
Durante el Sacrificio el que lo ofrecía hacia esta oració n:

“Te ruego Señ or, he pecado, he hecho perversamente, me he rebelado, he cometido el pecado de (se
confesaba en voz alta el pecado cometido) pero vuelvo arrepentido y sea esto para expiació n”

Noten como el orden del Sacrificio por el pecado, que no es má s que un Sacramento de Reconciliació n de
la Antigua Alianza, conlleva los mismos pasos de nuestra Confesió n.

1.- Examen de conciencia


2.- Arrepentimiento
3.- Confesió n de los pecados
4.- Perdó n de los pecados por los méritos del Sacrificio de Cristo en la cruz
5.- Acto de contrició n y absolució n

En la Biblia vemos también otros casos donde todo el pueblo de la Antigua Alianza, se congregaba en
ceremonia de penitencia y confesió n de pecados ante los profetas (cf Lv 16,21; Esdras 10,1; Nehemías 9,3;
I Samuel 7,6; Joel 1,14; 2,16; Joná s 3,7-10), para reconocer pú blicamente las faltas y pecados de la
comunidad y las de sus padres (cf Lv 26,40; Joel 2,17; Nehemías 1,4-7; I Mac 7,36; Mi 7,18-20; Sal 51,5-7;
Jer 14,20).

Lev 5.5 En todos estos casos el que cometió el delito confesará primero su pecado.
Sir 4.26 No te avergüences de confesar tus pecados: no nades contra la corriente.
Pro 28:13 Al que encubre sus faltas, no le saldrá bien; el que las CONFIESA y abandona, obtendrá piedad

Aquí vemos, que ya en el Antiguo Testamento se habla de la confesión de los pecados. No es un


invento de la Iglesia Católica como dicen, equivocadamente, nuestros hermanos separados.

Podrían cuestionar que, en todo caso, eso só lo es en el Antiguo Testamento, pero veamos que incluso
antes de que Jesú s inicie su vida pú blica, también confesaban sus pecados cuando Juan el Bautista llamaba
a la conversió n al pueblo de Israel.

Mt 3.6 Y además de confesar sus pecados, se hacían bautizar por Juan en el río Jordán.
Mc 1.5 Toda la provincia de Judea y el pueblo de Jerusalén acudían a Juan para confesar sus pecados y ser
bautizados por él en el río Jordán.
Stg 5:16 Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados

EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACION EN LA IGLESIA NACIENTE

En San Juan 16, 12-13, el SEÑ OR JESÚ S nos dice bien claro que cuando venga el ESPÍRITU de la Verdad,
este va a revelar todas las cosas que É l no ha dicho. La Iglesia después de Pentecostés comenzó el
ministerio del perdó n esa misma mañ ana, cuando Pedro proclama el Bautismo para el perdó n de los
pecados, (Hechos 2, 38). La Iglesia primitiva como nos lo dice I Corintios 5, 1-5, excluía de su seno a los
pecadores y los recibía en la comunió n de los santos si se arrepentía II Corintios 2, 5-11, esta era la
manera primitiva de ejercer el don de perdonar.

Ya a fines del siglo II se impone una forma apostó lica de perdonar que aparece veladamente en I Timoteo
5, 22: No impongas a nadie las manos a la ligera no sea que te hagas cómplice de los pecados de otros. Esta
imposició n de manos no es en modo alguno referente a la ordenació n al ministerio, pues desde el
versículo 17 Pablo nos habla del pecado. Pablo le dice a Timoteo que no perdone por imposición a la
ligera a un pecador so pena de cargar él con futuros pecados, y no solo de los presbíteros pues en el
versículo 17 en adelante habla en singular y en el 22 en plural.

[30]
El mismo Apó stol Pablo, está consciente de la necesidad que tiene el hombre de la realidad del poder
concedido a los Presbíteros para la reconciliació n, cuando dice:

2Co 5:18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y NOS CONFIÓ EL MINISTERIO DE
LA RECONCILIACIÓN.
2Co 5:19 Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las
transgresiones de los hombres, sino PONIENDO EN NOSOTROS LA PALABRA DE LA RECONCILIACIÓN.
2Co 5:20 Somos pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de
Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!

San Pablo no les está diciendo a los Corintios que hicieran una profesión de fe aceptando a Cristo
como su Señor y Salvador para que se reconcilien con Dios, esta no es la primera vez que San Pablo
predica a los Corintios, sino es la Segunda ocasió n, ya los Corintios habían aceptado a Cristo Jesús
como su Salvador. San Pablo se refiere al poder reconciliador que se les ha otorgado a los
presbíteros, para verdaderamente ser perdonados, porque Dios nos perdona por medio de ellos…

Aparte de la confesió n, lo que nos hace participar del perdó n de los pecados es primeramente el bautismo
como lo menciona el apó stol Pedro en la primera predicació n de la iglesia (Hech 2,38), mas no obstante,
sabemos que después del bautismo seguiremos siendo pecadores, y la manera de que nuestros pecados
nos sean perdonados, es la confesió n.

En la Iglesia primitiva la confesió n de los pecados era pú blica como dice el Apó stol Santiago 5, 16
Confiesen sus pecados unos a los otros y pidan unos por otros para que se sanen.

Antes de comenzar la Eucaristía los pecadores puestos de pie confesaban sus pecados pú blicamente y
pú blicamente se daba la absolució n por el Presbítero, de ahí proviene el inicio de nuestra Eucaristía
“Antes de comenzar los sagrados misterios reconozcamos nuestros pecados” que aú n subsiste después de
XX siglos, ya de forma simbó lica. De ahí también la categoría de Sacramento de Sanació n de la
Reconciliació n.

La Didaché, el escrito má s antiguo del cristianismo, escrito hacia el Siglo I dice referente a la confesió n en
su punto IV, 14 “En la reunió n de los fieles, CONFESARÁS TUS PECADOS y no te acercará s a la oració n con
conciencia mala”.

Entre los siglos VI y VII se efectuó un cambio en la confesió n de los pecados de pú blico a privado, esto
ocurrió paulatinamente cuando el monaquismo Irlandés se extendió por Europa y los fieles escogieron a
estos hombres santos para cumplir lo ordenado por Santiago, no pú blicamente sino en la presencia de
estos monjes de sabiduría y vida santa. El Concilio de Letrá n en el añ o 1215 fija la pauta definitiva del
Sacramento de la Reconciliació n como lo conocemos hoy.

¿Confesarse con un hombre?

Muchas veces acomodamos la religió n a nuestra manera, y así pasa también con la confesió n. La
confesión no es solamente «pecar, orar y listo». Hay que buscar a un sacerdote. Hacer un gran acto
de humildad. Decirle sus pecados. Y luego recibir una correcció n fraterna y la absolució n del sacerdote
de la Iglesia. Eso no lo han inventado los curas. Hay claras indicaciones en la Biblia acerca de la confesió n
delante de un ministro de la Iglesia.

Hch 19.18 Muchos de los que habían aceptado la fe venían a confesar y exponer todo lo que antes
habían hecho.
Stgo 5.16 Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados.
2 Cor 2.10 A quien ustedes perdonen, también yo le perdono… Lo perdoné en atención a ustedes en
presencia de Cristo.
[31]
1Tim5.24 Hay personas cuyos pecados son notorios antes de cualquier investigación; los de otros, en
cambio, sólo después.
2Co 5:18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y NOS CONFIÓ EL MINISTERIO DE
LA RECONCILIACIÓN.

¿Qué nos enseña la Biblia acerca del perdón de los pecados?

Jesús perdona los pecados.

En el Antiguo Testamento el perdó n de los pecados era un derecho solamente de Dios. Ningú n profeta y
ningú n sacerdote del Antiguo Testamento pronunciaron absolució n de pecados. Sólo Dios perdonaba el
pecado.

En el Nuevo Testamento, por primera vez, aparece alguien, al lado de Dios Padre, que perdona los
pecados: Jesús. El Hijo de Dios dijo de sí mismo: «El Hijo del Hombre tiene poder de perdonar los pecados
en la tierra» (Mc. 2, 10).

Y en verdad Jesú s ejerció su poder divino: «Cuando Jesús vio la fe de aquella gente, dijo al paralítico: Hijo,
tus pecados te son perdonados» (Mc. 2, 5).

Frente a una mujer pecadora Jesú s dijo: «Sus pecados, sus numerosos pecados le quedan perdonados, por el
mucho amor que mostró» (Lc. 7, 47).

Y en la cruz Jesú s se dirigió a un criminal arrepentido: «En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo
en el Paraíso» (Lc. 23, 43).

2. Jesús comunicó el poder de perdonar pecados a sus apóstoles.

Jesú s quiso que todos sus discípulos, tanto en su oració n como en su vida y en sus obras, fueran signo e
instrumento de perdó n. Y pidió a sus discípulos que siempre se perdonaran las ofensas unos a otros (Mt.
18, 15-17). Sin embargo, Jesús confió el ejercicio del poder de absolución solamente a sus
apóstoles. Jesús quería que la reconciliación con Dios pasara por el camino de la reconciliación con
la Iglesia. Lo expresó particularmente en las palabras solemnes a Simó n Pedro: «A ti te daré las llaves del
Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará
desatado en los cielos» (Mat. 16, 19). Esta misma autoridad de «atar» y «desatar» la recibieron después
todos los apó stoles (Mt. 18, 18). Las palabras «atar» y «desatar» significan: Aquel a quien excluyen ustedes
de su comunió n, será excluido de la comunió n con Dios. Aquel a quien ustedes reciben de nuevo en su
comunió n, será también acogido por Dios. Es decir, la reconciliación con Dios pasa inseparablemente
por la reconciliación con la Iglesia.

El mismo día de la Resurrecció n, Jesucristo se apareció a los apó stoles, sopló sobre sus cabezas y les dijo:
«Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedarán perdonados y a quienes se
los retengan, les quedarán retenidos» (Jn. 20, 22-23).

En este texto del Evangelio de San Juan JESÚS nos habla específicamente del pecado, no se habla de
“atar y desatar en una manera amplia como en el texto de San Mateo 16, 19, aquí JESÚS se refiere muy
directamente al perdón de los pecados. Y las biblias protestantes así lo manifiestan.

Este es un pasaje de gran solemnidad. Son las primeras palabras del Resucitado a sus apó stoles en
congregació n, son las primeras palabras de JESÚ S a sus discípulos después de la Redenció n. JESÚ S
establece un paralelismo entre la misió n que le encomendó el PADRE y la que É l les encomienda. El
PADRE le dio una misió n: La Redenció n, JESÚ S la cumplió a cabalidad y ahora É l envía a sus escogidos
para mantener el ministerio con una misió n nueva: Ser los administradores de la consecuencia de la
[32]
Redenció n, del perdó n de los pecados. ¿Por qué? ….Misterio arcano que solo JESÚ S, su PADRE y el Espíritu
conocen y que a nosotros no nos corresponde enjuiciar, sino creer en Fe. Para reafirmar este poder les da
solamente el ESPÍRITU SANTO, no para la misió n de la Iglesia carismá tica como el Pentecostés, sino que es
una “Unció n Especial” para impartir este ministerio que es dado solo a los apóstoles, no a la
congregación de los seguidores de JESÚS. JESÚ S infunde “Vida nueva” al darle poder a la Iglesia
naciente de perdonar al pecador en muerte espiritual y darle la vida nueva en CRISTO, merecida en la cruz
del Calvario.

El Señ or Dios solamente SOPLA DOS VECES en toda la historia de la salvació n, la primera el día de la
creació n del hombre (Génesis 2:7), la Segunda la tarde de la Resurrecció n, veamos: SAN JUAN 20, 22
Dicho esto SOPLO sobre ellos: Reciban el Espíritu Santo, a quienes perdonen los pecados les queden
perdonados, y a quienes no liberen, queden atados”

Es muy significativo que el Señ or sople dos veces sobre el hombre y en ambos casos da el Espíritu Santo,
¿qué consecuencia trajo el primero de estos soplos? ¡La vida y la Gracia! Eso mismo hermano es lo que da
Jesú s por medio de su soplo divino a su Iglesia para ministrar, es por eso que dijo “Así como mi Padre me
envío YO LOS ENVIO” es un verdadero envío el que da Jesús a su Iglesia para dar la vida de la gracia
en la Confesión.

Cada Confesión es un Nuevo Nacimiento pues somos restaurados a la condición de hijos de Dios.

El Sacramento de la Confesió n no solo perdona los pecados, este sacramento Sana y Libera, en la
Confesió n no solo somos sanados espiritualmente, también somos sanados de las enfermedades que
tienen su origen en el pecado, en el Sacramento de la Confesió n también somos liberados poderosamente
de ataduras y acciones del enemigo de lo Santo.

La Confesió n está íntimamente ligada al Sacrificio de la Cruz de Cristo pues nace de esta y de la tarde de la
Pascua cuando Jesú s da la gran comisió n a los apó stoles “Así como el Padre me envió, Yo los envío a
ustedes...”

Y en la Iglesia primitiva ya existía el ministerio de la reconciliación como dice el apóstol Pablo:


«Todo eso es la obra de Dios, que nos reconcilió con El en Cristo, y que a mí me encargó la obra de la
reconciliación» (2 Cor. 5, 18).

3. Los apóstoles comunicaron el poder divino de perdonar pecados a sus sucesores.

Las palabras de Jesucristo sobre el perdó n de los pecados no fueron só lo para los Doce apó stoles, sino
para pasarlas a todos sus sucesores. Los apóstoles las comunicaron con la imposición de manos.
Escribe el apó stol Pablo a su amigo Timoteo: «Te recomiendo que avives el fuego de Dios que está en ti por
la imposición de mis manos» (2 Tim. 1, 6).

Los apó stoles estaban conscientes de que Jesucristo tenía una clara intenció n de proveer el futuro de la
Iglesia; estaban convencidos de que Jesú s quería una institució n que no podía desaparecer con la muerte
de los apó stoles. El Maestro les había dicho: «Sepan que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del
mundo» (Mt. 28, 20), y «las fuerzas del infierno no podrán vencer a la Iglesia» (Mt. 16, 18). Así las promesas
de Jesús a Pedro y a los apóstoles, no sólo valen para sus personas, sino también para sus legítimos
sucesores.

Como conclusió n podemos decir: Cristo confió a sus apóstoles el ministerio de la reconciliación (Jn.
20, 23; 2 Cor. 5, 18). Los obispos, o sucesores de los apó stoles, y los presbíteros, colaboradores de los
obispos, continú an ahora ejerciendo este ministerio. Ellos tienen el poder de perdonar los pecados «en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».

[33]
Dudas que plantean otras iglesias acerca de la confesión

1.- ¿En qué se basan los católicos para decir que los sacerdotes pueden perdonar los pecados?

La Iglesia Cató lica lee con atenció n toda la Biblia y acepta la autoridad divina que Jesú s dejó en manos de
los doce apó stoles y sus legítimos sucesores.

Esto ya está explicado. El poder divino de perdonar pecados está claramente expresado en lo que hizo y
dijo Jesú s ante sus apó stoles: El Señ or sopló sobre sus cabezas y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo a
quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; y a quienes se los retengan les quedan retenidos» (Jn.
20, 22-23).

Los apóstoles murieron y, como Cristo quería que ese don llegara a todas las personas de todos los
tiempos, les dio ese poder de manera que fuera transmisible, es decir, que ellos pudieran transmitirlo
a sus sucesores. Y así los sucesores de los apó stoles, los obispos, lo delegaron a «presbíteros», o sea, a los
sacerdotes. Estos tienen hoy el poder que Jesú s dio a sus apó stoles: «A quienes perdonen los pecados, les
quedan perdonados» y nunca agradeceremos bastante este don de Dios que nos devuelve su gracia y su
amistad

2. ¿Para qué decir los pecados a un sacerdote, si Jesús simplemente los perdonaba?

Es verdad que Jesú s perdonaba los pecados sin escuchar una confesió n. Pero el Maestro divino leía
claramente en los corazones de la gente, y sabía perfectamente quiénes estaban dispuestos a
recibir el perdón y quiénes no. Jesú s no necesitaba esta confesió n de los pecados. Ahora bien, como el
pecado toca a Dios, a la comunidad y a toda la Iglesia de Cristo, por eso Jesú s quería que el camino de la
reconciliació n pasara por la Iglesia que está representada por sus obispos y sacerdotes. Y como los
obispos y sacerdotes no leen en los corazones de los pecadores, es lógico que el pecador tenga que
manifestar los pecados. No basta una oración a Dios en el silencio de nuestra intimidad.

El sacerdote, guiado por el espíritu de Jesú s que siempre perdona, juzgará y pronunciará la absolució n:
«Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo». La
absolució n es realmente un juicio que se pronuncia sobre el pecador arrepentido. Es mucho má s que un
sentirse liberado de sus pecados. Es decir a los ojos de Dios: no existen má s esos pecados. Está realmente
justificado. Y como consecuencia ló gica, dada la delicadeza y la grandeza de este misterio del perdó n, el
sacerdote está obligado a guardar un secreto absoluto de los pecados de sus penitentes.

3.- ¿Puede un hombre perdonar los pecados?

La respuesta es un rotundo no. Nadie ha dicho que un hombre pueda perdonar los pecados de otro
hombre, la Iglesia no lo dice, quienes así lo proclaman, lo hacen por un total desconocimiento de la iglesia
o por una malsana intenció n, la iglesia enseñ a que sólo Dios puede perdonar los pecados, (Mc 2,7),

Pero nos podríamos hacer también la siguiente pregunta: ¿Puede un hombre caminar sobre el agua?
¿Puede un hombre hacer milagros? ¿Puede un hombre arrojar demonios? ¿Puede un hombre resucitar
muertos? En todas las preguntas la respuesta es no. Pero ¿qué pasaría si Dios otorgara poder a un
hombre para caminar sobre las aguas? ¿Caminaría verdad? (Mt 14,25-29) ¿si le diera potestad de arrojar
demonios? ¿Podría arrojarlos verdad? (Lc 10,17) (Hech 16,16-18) ¿hacer milagros y resucitar muertos?
También (Hech 3,5-8) (Hech 9,36-41) Entonces ese hombre con el poder que Dios le ha otorgado tiene
la facultad de hacer lo que Dios quiere que haga y eso es la Confesión: el hombre ministrando el
perdón de la Cruz ordenado por Jesús y capacitado por el Espíritu Santo, recibido en Efusión

4. «Pero el sacerdote es pecador como nosotros».

[34]
Otros dicen que el Sacerdote es un pecador como los demá s y la noticia nueva para ellos es que la Iglesia
también lo sabe y por eso el Sacerdote tiene que ser perdonado por otro Sacerdote, pero la vida
personal del Sacerdote y sus posibles pecados no invalida la Confesió n, pues el Sacerdote NO ministra
con la santidad de su vida sino con el poder de Dios, es como un juez que imparte justicia con el poder
del estado y esta es vá lida no importa cuá l sea la vida de este.

Los doce apó stoles eran pecadores y sin embargo Jesú s les dio poder para perdonar pecados. El sacerdote
es humano y dice todos los días: «Yo pecador» y la Escritura dice: «Si alguien dice que no ha pecado, es un
mentiroso» (1Jn. 1, 8). Aquí la única razón que aclara todo, es esta: Jesús lo quiso así y punto. Jesú s
fundamentó la Iglesia sobre Pedro sabiendo que Pedro era también pecador. Y Jesús dio el poder de
perdonar, de consagrar su Cuerpo y de anunciar su Palabra a hombres pecadores, precisamente
para que más aparecieran su bondad y su misericordia hacia todos los hombres. Con razó n los
sacerdotes reconocen que llevan este tesoro en vasos de barro y sienten el deber de crecer día a día en
santidad para ser menos indignos de este ministerio.

Otro punto importante es que el sacerdote concede el perdón «en la persona de Cristo»; y cuando
dice «Yo te perdono...» no se refiere a la persona del sacerdote sino a la persona de Cristo que
actúa en él. Los que se escandalizan y dicen ¿có mo un sacerdote que es un hombre puede perdonar a otro
hombre? es que no entienden nada de esto.

5.- ¿Confesión sólo con Dios?

Muchos hermanos retan la Confesió n diciendo que ellos se confiesan con Dios personalmente, ESO NO ES
BÍBLICO. En ningú n lugar del Nuevo Testamento, ni la enseñ anza en el antiguo testamento, dice como
instrucció n que uno se confiese con Dios directamente. Claro que debemos confesarnos ante Dios (Sal
32,5) porque no podemos ocultar nuestros pecados ante Dios (Sal 139,2), de antemano los conoce (Sal
103,14), también la sinceridad de nuestro arrepentimiento, y Dios no desprecia un corazón contrito y
humillado (Sal 51,19), pero debemos reconocer nuestras faltas ante los delegados de Cristo porque así
Dios lo dispuso en su Santa Palabra: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos
y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado le hacemos a él mentiroso, y su
Palabra no está en nosotros” (I Juan 1,9-10).

Jesú s dio poder de perdonar los pecados A LOS APOSTOLES “A quien ustedes perdonen yo perdono”,
esta es la ú nica forma segura de que nuestra Confesió n ha sido aceptada por Dios y el perdó n ha sido
otorgado, pues el Señor que es un Dios fiel no se retracta de la palabra que da, ni de la promesa que
hace.

El protestante comete pecados, ora a Dios, pide perdó n, y dice que Dios lo perdona. Pero ¿có mo sabe, que
efectivamente, Dios le ha perdonado? Muy difícilmente queda seguro de haber sido perdonado. En cambio
el cató lico, después de una confesió n bien hecha, cuando el sacerdote levanta su mano consagrada y le
dice: «Yo te absuelvo en el nombre del Padre...», queda con una gran seguridad de haber sido perdonado y
con una paz en el alma que no encuentra por ningú n otro camino.

Hermanos de otras denominaciones interpretan que JESÚ S cuando habla de perdó n de los pecados se
refiere a una predicació n de arrepentimiento y establecen un paralelismo con Lucas 24, 46-47, pero sería
absurdo pensar que JESÚ S le da este poder a Apó stoles de forma tan solemne cuando ya lo había dado
anteriormente. Tampoco se refiere JESÚ S a la intenció n de que si perdonamos se nos perdona, como lo
dijo en el Padre Nuestro, pues aquí no se habla del perdón de los apóstoles, sino de un perdón
administrado por ellos y que no implica perdón automático de ellos.

[35]
Este perdó n no se extinguió con los apó stoles, como no se extinguió el mandato de predicar y bautizar al
morir los Apó stoles, sino que continuó en los sucesores hasta el día en que JESÚ S regrese a entregar el
reino al Padre y ya no exista má s pecado por que su autor ya ha sido aniquilado.

Concluyendo, JESÚS le da el poder a los Apóstoles de Ministrar el Perdón logrado por el en la cruz
(San Juan 20,23) aunque también nos dice que hay pecados que no se perdonan, como es el caso del
pecado contra el Espíritu SANTO.

La Iglesia determina que para saber si se puede perdonar un pecado es necesario conocerlo y por tanto
confesarlo, para perdonar, para aconsejar y por lo tanto sanar. La condició n previa a la confesió n y
necesaria, es el arrepentimiento, sin éste la confesió n no es vá lida. El Presbítero investido por el Obispo
(Sucesor de los Apóstoles que recibieron tal poder) absuelve al cristiano arrepentido, no con su
poder, sino con el poder recibido por la Iglesia, ministra el perdón de DIOS logrado por JESÚS en la
Cruz y lo confirma con el signo de la imposición de mano.

Es verdaderamente penoso que personas que dicen conocer las Escrituras no vean la profunda
raíz bíblica del Sacramento de la Confesión.

TEMA 10: EL CREDO FUDAMENTOS BÍBLICOS

CREO EN UN SOLO DIOS: Deuteronomio 6, 4:

[36]
PADRE: Deuteronomio 32, 6: Malaquías 2, 10:
TODOPODEROSO: Génesis 49, 24; Isaías 1, 24
CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA: Génesis 1, 1
DE TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE: Colosenses 1, 16
CREO EN UN SOLO SEÑOR JESUCRISTO: Juan 3, 16
HIJO ÚNICO DE DIOS, NACIDO DEL PADRE ANTES DE TODOS LOS SIGLOS Mateo 16, 16; Juan 1, 18;
Colosenses 1, 17
DIOS DE DIOS: 2 Pedro 1, 1
LUZ DE LUZ: Juan 1, 9
DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO: Tito 2, 11-13
ENGENDRADO NO CREADO: Hebreos 1, 5; Hechos 13,33
DE LA MISMA NATURALEZA DEL PADRE: Hebreos 1, 3 Colosenses 2, 9
POR QUIEN TODO FUE HECHO: Colosenses 1, 16
QUE POR NOSOTROS LOS HOMBRES Y POR NUESTRA SALVACIÓN BAJÓ DEL CIELO: Mateo 1, 21
Y POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO SE ENCARNÓ DE MARÍA LA VIRGEN: Mateo 1, 20; Lc 1,35
Y SE HIZO HOMBRE: Jua 1:14
Y POR NUESTRA CAUSA FUE CRUCIFICADO : Romanos 3, 24-25; Hebreos 12, 2
EN TIEMPOS DE PONCIO PILATOS : Juan 18, 29
PADECIÓ: Hechos 17:3;1 Corintios 15, 3
Y FUE SEPULTADO : 1 Corintios 15, 4; Juan 19, 40-42
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS : Efesios 4, 9-10; 1 Pedro 3, 19.20
Y RESUCITÓ AL TERCER DÍA, SEGÚN LAS ESCRITURAS : 1 Corintios 15, 4; Hechos 13, 32-34
SUBIÓ AL CIELO : Hebreos 9, 24; Lc 24:51
Y ESTÁ SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE : Marcos 16, 19; Hebreos 12, 2
Y DE NUEVO VENDRÁ CON GLORIA : Mateo 25, 31; Tito 2, 13 Dios y Salvador nuestro Jesucristo.
PARA JUZGAR A VIVOS Y MUERTOS : Mateo 25, 32; Juan 5, 28-29
Y SU REINO NO TENDRÁ FIN: Apocalipsis 22, 5; Lc 1,33: y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su
reino no tendrá fin
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO, SEÑOR : 2 Corintios 3, 18: así es como actúa el Señor, que es Espíritu.
Y DADOR DE VIDA : Juan 6, 63: El Espíritu es el que da vida. Job 33, 4: El Espíritu de Dios y la inspiración del
Omnipotente me dio vida.
QUE PROCEDE DEL PADRE : Juan 15, 26: el Espíritu de la verdad, que procede del Padre
Y DEL HIJO : (Gálatas 4, 6: La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu
de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
CON EL PADRE Y EL HIJO RECIBE UNA MISMA ADORACIÓN Y GLORIA : 2 Corintios 13, 13: La gracia del
Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
Y HABLÓ POR LOS PROFETAS : 2 Pedro 1, 21: porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana,
sino que hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios.
CREO EN LA IGLESIA QUE ES UNA: Mateo 16, 18: Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré MI Iglesia...;Jn 17, 22-23 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros
somos uno Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me
enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado
SANTA : Efesios 5, 25-27: como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo;
sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada
CATÓLICA : Mateo 18, 19: Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes ...Marcos 16, 15: Id por todo el mundo
y proclamad la Buena Nueva a toda la creación..
Y APOSTÓLICA. : Efesios 2,20-21: Edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra
angular Cristo mismo, en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el
Señor
CONFIESO UN SOLO BAUTIZO PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. : Hechos 2, 38. Bautizaos en el nombre de
Jesucristo para remisión de vuestros pecados
1 Corintios 12, 13. Todos nosotros hemos sido bautizados en un solo Espíritu, para constituir un solo Cuerpo.
[37]
ESPERO LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS : 1 Tesalonicenses 4, 14-16: Porque si creemos que Jesús
murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús. Os decimos eso
como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos
adelantaremos a los que murieron. El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la
trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar.
Y LA VIDA DEL MUNDO FUTURO : 2 Pedro 3, 13: Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos
y nueva tierra, en lo que habite la justicia.
AMÉN: Apocalipsis 3, 14: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el

TEMA 11: EL DIEZMO ¿ES BÍBLICO?

[38]
Hay obligació n de contribuir para el mantenimiento de la Iglesia pero en el NT no se fija una cuota. La
exigencia es aú n má s radical porque requiere la entrega hasta el sacrificio por amor.

1Co 16:1 En cuanto a la colecta en favor de los santos, haced también vosotros tal como mandé a las
Iglesias de Galacia.
1Co 16:2 Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros reserve en su casa LO QUE HAYA PODIDO
AHORRAR, de modo que no se hagan las colectas cuando llegue yo.

Algunas Iglesias, sectas o denominaciones protestantes afirman que la persona que no da el diezmo (10%
del salario) ROBA A DIOS y que es un mandato bíblico para los cristianos, ¡FALSO!, pues ni roba a Dios, ni
es un mandato de Jesucristo.

1).-Siempre que se habla en la Sagrada Escritura del diezmo es de darlo en especie, ya sea de fruta o de
animales. (Gen 4,3-7; Lev 27,30-32;) y no en dinero. Era exclusivamente de fruto de la tierra o de
animales, ni siquiera se menciona dar algo de la minería, comercio, carpintería, o diversas ocupaciones
profesionales.

2).-El diezmo ERA PARA LOS LEVITAS, viudas y huérfanos, no para el pastor. Servía para el sostenimiento
de los Levitas, porque éstos no tenían herencia en la tierra en comú n con las otras tribus. (Lev. 27:30-33;
Nú m. 18:21-32; Dt 14,27-29)). Al tercer añ o el diezmo de ese añ o debía ser entregado directamente en las
aldeas locales, y puesto a disposició n, no só lo de los Levitas, sino también de los "extranjeros, los
huérfanos, y las viudas." (Deut. 12:5-7; 14:22-29; 26:12-14).

El 10% del salario para el jefe, pastor o líder, NO HA EXISTIDO NUNCA EN LA BIBLIA.

3).-El diezmo (comida y animal) era una Ley para los judíos en el Antiguo Testamento, nosotros no
somos judíos, sino cristianos. Pertenecemos a la nueva alianza. San Pablo corrige a los que quieren
volver a vivir bajo la Ley. SI QUIERES VIVIR BAJO LA LEY APORTANDO EL DIEZMO, TE OBLIGAS A
CUMPLIR TODA LA LEY, es todo o nada.

Stg 2:10 Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos.

Si desea seguir la Ley, hay que circuncidarse; Guardar el sá bado; No comer sangre; Dar el diezmo; no
comer pescado sin escamas; Apedrear a los que violan la Ley etc. O todo o nada.

4).- NO EXISTE UNA SOLA CITA DEL NUEVO TESTAMENTO en la que Jesú s o alguno de los Apó stoles digan
que hay que pagar el diezmo y menos todavía que eso era el 10% del salario. Ni siquiera el de los
alimentos y animales.

5).- La Iglesia primitiva no cobraba el diezmo, 10% del salario, ni de alimentos. Jesucristo no vino a abolir
la ley, sino a perfeccionarla y es interesante este versículo: Luc 16:16 «LA LEY Y LOS PROFETAS LLEGAN
HASTA JUAN; desde ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos se esfuerzan con
violencia por entrar en él. Jesucristo eliminó todo eso y lo perfeccionó al resumir los 10 mandamientos en
dos: Luc_10:27 «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con
toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.»
Gál_5:14 Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Efe 2:15 ANULANDO EN SU CARNE LA LEY DE LOS MANDAMIENTOS CON SUS PRECEPTOS, para crear en sí
mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo la paz,
Rom 7:4 Así pues, hermanos míos, también vosotros quedasteis muertos respecto de la ley por el cuerpo de
Cristo, para pertenecer a otro: a aquel que fue resucitado de entre los muertos, a fin de que
fructificáramos para Dios.
Rom_7:6 Mas, al presente, HEMOS QUEDADO EMANCIPADOS DE LA LEY, muertos a aquello que nos tenía
aprisionados, de modo que sirvamos con un espíritu nuevo y no con la letra vieja.
[39]
Rom 8:2 Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte
Rom_13:8 Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la
ley.
Heb_7:12 Porque, CAMBIADO EL SACERDOCIO, NECESARIAMENTE SE CAMBIA LA LEY.

TEMA 12: ELEMENTOS DE SALVACIÓN

[40]
1) Creer en Jesucristo como tu salvador
2) Bautizarte
3) Comer su Cuerpo
4) Cumplir sus mandamientos (resumidos en dos: “Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu
pró jimo como a ti mismo”)

CREER EN JESUCRISTO COMO TU SALVADOR

De acuerdo a la Palabra de Dios, si tuvimos la oportunidad de escuchar el Evangelio, entonces es necesario


la Fe y la obediencia (obras).

En ninguna parte de la escritura dice que basta la fe o que solamente con creer ya tenemos la salvació n.

Todos los pasajes bíblicos donde dice que la salvació n es por gracia o que por la fe tenemos la salvació n,
no dicen que solamente con eso basta.

Así que se puede tener fe, hacer milagros, profetizar y decir Señ or a Cristo y sin embargo al final no se
tendrá la salvació n. Por eso es necesario creer y obedecer, tener fe y mostrarla con obras.

No basta levantar la mano y creer un día, como muchas sectas lo predican y afirman, que «ya son salvos».
Hay que obedecer.

Mat 10:32 Al que me confiese delante de los hombres, le confesaré también yo delante de mi Padre
celestial;
Mat 10:33 pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi
Padre celestial".
Mat 14:33 Y los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: “Verdaderamente tú eres el hijo
de Dios".
Mat 16:15 Él les dijo: “Vosotros, ¿quién decís que soy yo?".
Mat 16:16 Simón tomó la palabra y dijo: “Tú eres el mesías, el hijo del Dios vivo".
Hechos 3:22 Moisés dijo: El Señor Dios vuestro os suscitará de entre vuestros hermanos un profeta como
yo: escuchadlo en todo lo que os diga.
Hechos 3:23 Y el que no escuche a este profeta será exterminado del pueblo.
Rom 10:9 Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios
lo resucitó de entre los muertos, te salvarás.
Joh 3:15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna".
Hechos 4:12 No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro
Nombre por el que debamos ser salvados.
1Co 15:2 y por ella se salvarán si la guardan tal como yo se la anuncié, a no ser que hayan creído cosas que
no son.
1Co 15:2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, estáis siendo salvos, si no
creísteis en vano. (Reina Valera 2000)

BAUTIZARTE

El bautismo es la puerta del encuentro con Cristo, el fundamento de toda la vida cristiana y la
incorporació n al pueblo de Dios, la Iglesia.

1.- El Bautismo nos hace hijos de Dios. Gá latas 4, 5-7


2.- El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo. Catecismo de la Iglesia Cató lica (CIC) 1253)
3.- El Bautismo nos lava el pecado. Hechos 2, 38
4.- El Bautismo nos incorpora a Cristo, Romanos 8, 29.

[41]
5.- El Bautismo nos imprime el "sello del Señ or" con que el Espíritu Santo nos ha marcado para el día de la
redenció n. Efesios 4, 30

Mar 16:16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
Hechos 2:38 Y Pedro les dijo: "Arrepentíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de
Jesucristo para el perdón de vuestros pecados; entonces recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 8:12 Pero cuando Felipe les habló del reino de Dios y de Jesucristo, hombres y mujeres creyeron en
él y se bautizaron.
Hechos 8:13 El mismo Simón creyó y se bautizó; y ya no se apartaba de Felipe, viendo maravillado los
prodigios y milagros insignes que hacía.
Hechos 8:14 Los apóstoles, que estaban en Jerusalén, al saber que Samaría había recibido la palabra
de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan;
Hechos 8:15 llegaron y oraron por los samaritanos, para que recibieran el Espíritu Santo;
Hechos 8:16 pues aún no había bajado sobre ninguno de ellos, y sólo habían recibido el bautismo en el
nombre de Jesús, el Señor.
Hechos 8:17 Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.
Hechos 8:37 Felipe respondió: "Puedes ser bautizado si crees con todo tu corazón." El etíope replicó:
"Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios."
Juan 3:5 Jesús respondió: "Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el
reino de Dios.
Gal 3:27 Todos se han revestido de Cristo, pues todos fueron entregados a Cristo por el bautismo.
Col 2:11 En Cristo recibieron una circuncisión no humana, no quirúrgica, que los despojó enteramente del
cuerpo carnal. Esta "circuncisión de Cristo"
Col 2:12 es el bautismo, en el cual fueron sepultados con Cristo. Y en él fueron luego resucitados por
haber creído en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos.

COMER SU CUERPO

LA EUCARISTÍA: ¿PRESENCIA REAL O SIMBÓLICA DE CRISTO?

Este es el tema central de nuestra doctrina, por eso es que la Eucaristía es llamada el Sacramento de
nuestra fe. Nosotros los cató licos aceptamos, siguiendo las palabras del mismo Jesú s, que durante la Misa
bajo las especies de pan y de vino, tras la consagració n por el sacerdote, se hace presente, realmente,
Jesucristo: en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Para los judíos hablar del cuerpo y sangre de alguien,
significaba hablar de la totalidad de la persona. Por eso, Jesú s, cuando instituye este sacramento, dice:
‘Esto es mi cuerpo… Esta es mi sangre’. En otras palabras nos está diciendo que en el pan y el vino
consagrados, se encuentra la plenitud de su persona. Como Jesú s es Dios y Hombre verdadero, entonces,
se halla presente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y Divinidad de Nuestro Señ or.

Mat 26:26 Durante la cena Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomad
y comed. Esto es mi cuerpo".
Mat 26:27 Después tomó un cáliz, dio gracias y se lo dio, diciendo: “Bebed todos de él,
Mat 26:28 porque ésta es mi sangre, la sangre de la nueva alianza, que será derramada por todos para
remisión de los pecados.
Juan 6:51 "Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente; y el pan que
yo daré es mi carne por la vida del mundo".

Es cierto que esto resulta difícil de entender para algunos, como Jesú s mismo ya nos lo dice. Al igual que
en el desierto, los israelitas dudaban de que Dios podría darles a comer carne, así también cuando vino
Cristo, los judíos cuestionaban el ¿có mo les podría dar a comer de su carne?:

Jua 6:52 Discutían entre sí los judíos y decían: « ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

[42]
É sta cita es MUY IMPORTANTE, pues aquí no hay lugar para malinterpretar lo dicho o para sugerir
traducciones erró neas, puesto que JESÚS LES HABLÓ EN SU PROPIO IDIOMA y ellos entendieron que les
hablaba en forma literal; QUE PARA PODER TENER VIDA ETERNA TENÍAN QUE COMER SU CUERPO Y
BEBER SU SANGRE, no hay margen de error

Jn 6.53 -54 Jesús les dijo: En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su
sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo
resucitaré en el último día.

Juan 6:58 Éste es el pan que ha bajado del cielo; no como el que comieron los padres, y murieron. “El que
come este pan vivirá eternamente".
1Co 11:23 Yo he recibido del Señor lo que a mi vez les he transmitido. El Señor Jesús, la noche en que fue
entregado, tomó pan
1Co 11:24 y, después de dar gracias, lo partió diciendo: "Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes;
hagan esto en memoria mía."
No dice que simboliza ni que significa, dice ES

1 Cor 11.27 El que come el pan o bebe la copa del Señor indignamente, peca contra el cuerpo y la sangre del
Señor.

Hermanos protestantes yo les pregunto ¿Có mo se puede pecar contra algo que só lo es un símbolo?,

1Co 11:25 De igual manera, tomando la copa, después de haber cenado, dijo: "Esta copa es la Nueva
Alianza en mi sangre. Todas las veces que la beban háganlo en memoria mía."
1Co 11:26 Fíjense bien: cada vez que comen de este pan y beben de esta copa están proclamando la muerte
del Señor hasta que venga.

1) Dice que es su cuerpo


2) Dice que hagamos esto continuamente
3) Dice que cada vez que lo hagamos, estamos proclamando la muerte de nuestro Señ or hasta que el
vuelva. (Proclamar= publicar en alta voz algo para que se haga notorio a todos)
4) Los cató licos cada vez que, comemos su cuerpo, proclamamos su muerte y cumplimos el
mandamiento de Jesú s de hacerlo así, hasta el día en que É l venga., ES LA ÚNICA IGLESIA EN EL MUNDO
QUE CUMPLE ÉSTE MANDAMIENTO. Y lo hacemos en cada misa que se celebra en el mundo cuando
respondemos: “Cada vez que comemos de éste pan y bebemos de éste vino, proclamamos tu muerte Señ or,
hasta que vuelvas”, EN VOZ ALTA como lo ordena Jesú s

PREGUNTA: Los protestantes afirman que no está el cuerpo de Cristo, que só lo es simbó lico, nosotros
decimos que sí está , entonces ¿Si no está el cuerpo de Cristo en lo que comemos, ellos y nosotros, ¿CÓMO
PODEMOS TENER VIDA ETERNA SI NUNCA LO HEMOS COMIDO?, pero hemos creído en É l y hemos sido
bautizados? Hay que escudriñ ar el texto bíblico siguiente:

Jua 6:53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
Jua 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
1Co 11:29 El que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación por no reconocer el
cuerpo.

1).-Jn 6:53 Si no comemos su carne y no bebemos su sangre no tenemos vida


2).- Jn 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna
3).- 1Cor 11:29 comer y beber indignamente, es condenació n, no hay margen de error, pero mucho muy
importante lo siguiente: “POR NO RECONOCER EL CUERPO y nuestros hermanos separados pueden estar
en ésta situació n pues no reconocen el cuerpo de Cristo
[43]
Les pregunto a los protestantes: Ustedes dicen que es un símbolo, entonces ¿cómo puedes condenarte al
comerlo, si sólo es un símbolo?

Ya en el antiguo testamento se hace menció n a la presencia del cuerpo y la sangre de Jesú s en la Eucaristía.

Dan 8:11 Se alzó incluso contra el jefe de ese ejército: le quitó el sacrificio perpetuo y sacudió los cimientos
de su santuario.

¿A cuá l sacrificio perpetuo se refería el profeta Daniel? a la EUCARISTÍA

Dan 8:12 junto con su ejército. En el mismo lugar en que se presentaba el sacrificio, erigió la Abominación,
pisoteó la verdad y tuvo éxito en todo lo que hizo.

Profecía que indica que el demonio entrará en la iglesia y buscará eliminar la Eucaristía ¿Cuá l es la Ú NICA
iglesia que realiza diario y desde el principio de la cristiandad, el sacrificio perpetuo? LA IGLESIA
CATÓLICA

Dan 8:13 Oí entonces a un Santo que hablaba y a otro Santo que le hizo esta pregunta: "¿Hasta cuándo
durará lo que anuncia esta visión: el sacrificio perpetuo suprimido, la Abominación erigida y el lugar
santo y el ejército pisoteados?"
Dan 8:14 Le respondió: "Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; entonces será restablecido el lugar
santo como corresponde".
Dan 11:31 Sus tropas vendrán para profanar la fortaleza del templo, interrumpirán el sacrificio
perpetuo y levantarán la Abominación de la Desolación.
SACRIFICIO PERPETUO=EUCARISTÍA=MISA

Heb 8:6 Pero ahora Jesús celebra una liturgia tanto superior cuanto es mediador de una alianza mucho
mejor y que promete mejores beneficios.
Liturgia=misa

Hechos 13:2 Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo:
"Sepárenme a Bernabé y a Saulo y envíenlos a realizar la misión para la que los he llamado."
Culto=Liturgia=Misa=Eucaristía

CUMPLIR SUS MANDAMIENTOS

En ninguna parte de la escritura dice que basta la fe o que solamente con creer ya tenemos la salvació n.
Todos los pasajes bíblicos donde dice que la salvació n es por gracia o que por la fe tenemos la salvació n,
no dicen que solamente con eso basta.

Mat 22:36 Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?


Mat 22:37 Jesús le dijo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu
mente.
Mat 22:38 Este es el gran mandamiento, el primero.
Mat 22:39 Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mat 22:40 Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos."
1Jn 2:4 El que afirma que le conoce, PERO NO GUARDA SUS MANDAMIENTOS, es un mentiroso y la
verdad no está en él.
1Jn 3:23 ¿Y cuál es su mandato? Que creamos en el Nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos unos a otros,
tal como él nos lo ordenó.
1Jn 4:21 Pues éste es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano.

[44]
Joh 13:34 Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a
otros como yo los he amado.
Mat 7:21 "No todo el que me dice: ¡Señor! ¡Señor!, entrará en el reino de Dios, sino el que hace
la voluntad de mi Padre celestial.
Mat 25:31 "Cuando venga el hijo del hombre en su gloria con todos sus ángeles se sentará sobre el
trono de su gloria.
Mat 25:32 Todos los pueblos serán llevados a su presencia; y él separará a unos de otros, como el pastor
separa las ovejas de las cabras.
Mat 25:33 Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Mat 25:34 Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del
reino preparado para vosotros desde el principio del mundo.
Mat 25:35 Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui emigrante y
me acogisteis,
Mat 25:36 estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, preso y fuisteis a estar conmigo.
Mat 25:37 Entonces los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos,
sediento y te dimos de beber?
Mat 25:38 ¿Y cuándo te vimos emigrante y te acogimos, o desnudo y te vestimos?
Mat 25:39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
Mat 25:40 Y el rey les dirá: Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más
pequeños, conmigo lo hicisteis.

Probó su fe con las obras Stg_2:18..

Mat 25:41 Luego dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el
diablo y sus ángeles.
Mat 25:42 Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber,
Mat 25:43 fui emigrante y no me acogisteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y
no me visitasteis.
Mat 25:44 Entonces responderán también ellos diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento
o emigrante o enfermo o en prisión y no te asistimos?
Mat 25:45 Y él les contestará: Os aseguro que cuando no lo hicisteis con uno de esos pequeñuelos,
tampoco conmigo lo hicisteis.
Mat 25:46 Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna".

Pudieron haber tenido fe, pero no realizaron obras

1Th 4:3 la voluntad de Dios es que se hagan santos y que rehúyan la libertad sexual. 1Th 4:4 Que cada
uno se comporte con su esposa con santidad y respeto,
1Th 4:5 y no se deje llevar por el deseo, como hace la gente que no conoce a Dios.
1Th 4:6 Que nadie ofenda a su hermano o hermana en esta materia o se aproveche de él. El Señor pedirá
cuentas de todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y declarado. (Obras buenas o malas son las que
te acompañarán Ap 20:12-13)
1Jn 3:18 Amémonos no de palabra ni de boquilla, SINO CON OBRAS y de verdad.
Santiago 2:13 Porque el juicio será sin misericordia para el que no ha tenido misericordia; pero
la misericordia triunfa sobre el juicio.
Santiago 2:14 Hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras?
Santiago 2:15 Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta el alimento cotidiano,
Santiago 2:16 y uno de vosotros les dice: "Id en paz, calentaos y alimentaos", sin darles lo necesario para el
cuerpo, ¿de qué sirve esto?
Santiago 2:17 Lo mismo es la fe: si no tiene obras, está muerta en sí misma.
Santiago 2:18 Por el contrario, alguien dirá: “Tú tienes la fe, y yo las obras. Muéstrame, si puedes, tu fe sin
obras, y yo con mis obras te mostraré la fe".
Santiago 2:19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Muy bien. Los demonios lo creen también, y tiemblan.
[45]
Santiago 2:20 ¿Quieres saber, oh insensato, que la fe sin obras es estéril?
Santiago 2:21 Abrahán, nuestro Padre, ¿no fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac
sobre el altar?
Santiago 2:22 Tú ves que la fe cooperaba con las obras y que la fe se hizo perfecta con las obras.
Santiago 2:23 Se cumplió la Escritura, que decía: Abrahán creyó en Dios y le fue tenido como justicia y fue
llamado amigo de Dios.
Santiago 2:24 Veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no sólo por la fe.
Santiago 2:25 ¿Y Rajab, la prostituta, no fue también justificada por las obras, al recibir a los mensajeros y
hacerles partir por otro camino?
Santiago 2:26 De la misma manera que el cuerpo sin el alma está muerto, así la fe sin las obras
está muerta.
1Co 15:2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, estáis siendo salvos, si no
creísteis en vano. (Reina Valera 2000)
Hechos 24:16 Por eso yo también me esfuerzo por tener siempre la conciencia limpia ante Dios y ante los
hombres.
Rom 2:6 El pagará a cada uno DE ACUERDO CON SUS OBRAS.
Rom 2:7 Dará vida eterna a quien haya seguido el camino de la gloria, del honor y la inmortalidad, siendo
constante en hacer el bien;
Rom 6:22 Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, TRABAJAN para su propia
santificación, y al final está la vida eterna.
Rom 8:24 Estamos salvados, pero todo es esperanza. ¿Quieres ver lo que esperas? Ya no sería esperar;
porque, ¿puedes esperar lo que ya ves?
Rom 8:25 Esperemos, pues, sin ver, y lo tendremos, si nos mantenemos firmes.
Rom 10:9 Porque te salvarás si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo
resucitó de entre los muertos.
Rom 10:10 La fe del corazón te procura la verdadera rectitud, y tu boca, que lo proclama, te consigue la
salvación.
Rom 10:11 La Escritura ya lo dijo: El que cree en él no quedará defraudado.
Rom 11:22 Fíjate que Dios es a la vez bondadoso y severo: severo con ellos, que cayeron, y bondadoso contigo
1Co 9:27 sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo
mismo descalificado.
1Co 10:12 Así, pues, el que crea estar en pie tenga cuidado de no caer.

IMPORTANTÍSIMO TENER PRESENTE

Sabiduría 3:24 Piensa que muchos se han extraviado con sus teorías, su seguridad mal fundada les
falseó el raciocinio.

Proverbios 14:12 A algunos su camino les parece recto, pero al final del camino está la muerte.

TEMA 13: EL ESPÍRITU SANTO ES DIOS

[46]
Al igual que el Padre y el Hijo, el Espíritu Santo es Dios. No es un Dios diferente, sino que junto al Padre y
el Hijo, las tres Personas al mismo tiempo, son el Dios Ú nico, Yahvé. A continuació n, citamos los textos
bíblicos que así nos lo confirman:

Mt 12.31,32 Calumniar al Espíritu Santo es cosa que no tendrá perdó n … Al que calumnie al Espíritu Santo
no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro.
Mt 28.19 ‘Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo’.
Jn 14.26 ‘En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará
todas las cosas y les recordará…’
Hch 10.19-20 El Espíritu le dijo: ‘Abajo están unos hombres que te buscan. Baja y vete con ellos sin vacilar,
pues los he enviado yo’.
Hch 28.25 ‘Es muy acertado lo que dijo el Espíritu Santo cuando hablaba a sus padres por boca del profeta
Isaías’.
Rom 8.26 No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como
con gemidos.
Rom 8.27 Aquel que penetra los secretos más íntimos entiende esas aspiraciones del Espíritu.
1 Cor 2.10-11 El Espíritu escudriña todo, hasta las profundidades de Dios. De igual modo, sólo el Espíritu de
Dios conoce las cosas de Dios.
2 Cor 13.14 La gracia de Cristo Jesús, el Señor, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con
todos ustedes.
Heb 3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
Heb 3:9 donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras cuarenta años.
Heb 10.15-16 Lo declara el Espíritu Santo. Después de decir: Esta es la alianza que pactaré con ellos…, el
Señor añade: pondré mis leyes en su corazón.

TEMA 14: LA EUCARISTÍA=MISA

[47]
Nosotros los cató licos aceptamos, siguiendo las palabras del mismo Jesú s, que durante la Misa bajo las
especies de pan y de vino, tras la consagració n por el sacerdote, se hace presente, realmente, Jesucristo: en
Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Para los judíos hablar del cuerpo y sangre de alguien, significaba hablar
de la totalidad de la persona. Por eso, Jesú s, cuando instituye este sacramento, dice: ‘Esto es mi cuerpo…
Esta es mi sangre’. En otras palabras nos está diciendo que en el pan y el vino consagrados, se encuentra la
plenitud de su persona. Como Jesú s es Dios y Hombre verdadero, entonces, se halla presente el Cuerpo, la
Sangre, el Alma y Divinidad de Nuestro Señ or.

Veamos que ya en el Antiguo Testamento, se consideraba que era necesario el derramamiento de sangre
de la víctima ofrecida a Dios en reparació n de los pecados:

Lv 5.9 Rociará con su sangre la pared del altar y derramará el resto de la sangre al pie del altar: es un
sacrificio por el pecado.
Lv 17.11Porque el alma de todo ser viviente está en su sangre, y yo les di la sangre para que la lleven al altar
para el rescate de sus almas, pues esta sangre paga la deuda del alma.
Hb 9.22 Según la Ley, la purificación de todo se ha de hacer con sangre, y sin derramamiento de sangre no se
quita el pecado.

Jesú s es el nuevo cordero, el Cordero de la Nueva Alianza, el Cordero de Dios que quita los pecados del
mundo, como repite la Iglesia continuamente en todas las Misas que se celebran a lo largo del mundo:
‘Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a esta cena’:

Jn 1.36 Mientras Jesús pasaba, se fijó en él y dijo: Ese es el Cordero de Dios.

Cuando Jesú s instaura la Eucaristía, no habla en sentido figurado o simbó lico, como dicen
equivocadamente nuestros hermanos protestantes. El lenguaje usado por Cristo durante la Ú ltima Cena
no puede ser má s evidente. Jesú s dice: Esto ES mi cuerpo… Esta ES mi sangre y no Esto REPRESENTA…’.
Nuestro Señ or habla con claridad, sin dejar lugar a dudas:

Mt 26.26-28 Jesús tomó pan,… lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomen y coman; esto es mi
cuerpo. Después tomó una copa,… y se la pasó diciendo: Beban todos de ella: esto es mi sangre, la sangre de
la Alianza que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados.
Mc 14.22, 24 Se lo dio diciendo: Tomen, esto es mi cuerpo… Y les dijo: Esto es mi sangre, la sangre de la
Alianza, que será derramada por una muchedumbre.
Lc 22.19-20 Esto es mi cuerpo, que es entregado por Uds… Esta copa es la alianza nueva sellada con mi
sangre, que es derramada por ustedes.
1 Cor 11.23-25 El Señor Jesús,…, tomó pan y,…, lo partió diciendo: Esto es mi cuerpo, que es entregado por
ustedes; hagan esto en memoria mía… Tomando la copa,… dijo: Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre.
Todas las veces que la beban háganlo en memoria mía.

Y para reafirmar lo citado con anterioridad, Jesú s dice también que su cuerpo es VERDADERA COMIDA y
su sangre, VERDADERA BEBIDA. Nos aclara que no habla con simbolismos, sino que efectivamente el
Cuerpo y Sangre que nos dará será realmente para ser comido y bebido, como creemos en la Iglesia
Cató lica. Para nosotros, la Eucaristía es la presencia real de Cristo y no un mero símbolo, como creen los
que está n fuera de nuestra Iglesia.

Jn 6.53-54 Jesús les dijo: En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su
sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo
resucitaré en el último día.
Jn 6.55-56 Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe
mi sangre permanece en mí y yo en él.

[48]
Es cierto que esto resulta difícil de entender para algunos, como Jesú s mismo ya nos lo dice. Al igual que
en el desierto, los israelitas dudaban de que Dios podría darles a comer carne, así también cuando vino
Cristo, los judíos cuestionaban el ¿có mo les podría dar a comer de su carne?:

Jua 6:52 Discutían entre sí los judíos y decían: « ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

É sta cita es MUY IMPORTANTE, pues aquí no hay lugar para malinterpretar lo dicho o para sugerir
traducciones erró neas, puesto que JESÚ S LES HABLÓ EN SU PROPIO IDIOMA y ellos entendieron que les
hablaba en forma literal; QUE PARA PODER TENER VIDA ETERNA TENÍAN QUE COMER SU CUERPO Y
BEBER SU SANGRE, no hay margen de error

Desde el principio, la Iglesia se reunía a celebrar la Eucaristía, entonces conocida como Fracció n del Pan.
Lo hacían el primer día de la semana; es decir, el domingo. Tal y como lo sigue haciendo la Iglesia Cató lica
todos los domingos del añ o.

Hch 2.42 Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las
oraciones.
Hch 20.7 El primer día de la semana estábamos reunidos para la fracción del pan.

Lo que se repite en la Misa, durante la celebració n de la Eucaristía tiene su origen en la Palabra de Dios,
como podemos ver a continuació n. En la Misa se dice: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu
resurrecció n. Ven, Señ or Jesú s”. Esta aclamació n se basa en el siguiente texto:

1 Cor 11.26 Fíjense bien: cada vez que comen este pan y beben de esta copa están proclamando la muerte del
Señor hasta que vuelva.

Previa a la Comunió n, es necesario haber confesado ante el sacerdote todos los pecados mortales, de lo
contrario el pecado que uno comete es de suma gravedad, como nos dicen los siguientes textos bíblicos:

1 Cor 11.27 El que come el pan o bebe la copa del Señor indignamente, peca contra el cuerpo y la sangre del
Señor.
1 Cor 11.29 El que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación por no reconocer el
cuerpo.

Para terminar, veamos algunos textos má s que refuerzan lo que la Eucaristía significa para nuestra Iglesia
Cató lica

1 Cor 10.16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que
partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?
Jn 6.35, 41 Jesús les dijo: “Yo soy el pan de vida”… Los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: ‘Yo soy
el pan que ha bajado del cielo’
Jn 6.48 ,50 Yo soy el pan de vida. Aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran.
Jn 6.51 Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo
daré es mi carne.
Jn 6.58 Este es el pan que ha bajado del cielo… El que coma este pan vivirá para siempre.

El Pan Eucarístico

El Pan de la Palabra y el Pan Eucarístico.


En el Evangelio de San Juan, Jesú s hace una reflexió n muy profunda acerca de este tema. Jesú s proclama
que «Él es el verdadero Pan que ha bajado del cielo» (Jn. 6, 33-35), y el Señ or nos da dos razones para
explicarnos por qué É l es el Pan de vida:

[49]
- Primero: Jesú s es «el Pan de vida», por su Palabra que abre la vida eterna a los que creen (Jn. 6, 26-51). Es
decir, Jesú s es «el Pan de la Palabra» que hay que creer.
- Segundo: Jesú s es «Pan de Vida» por su carne y su sangre que se nos dan como verdadera comida y
bebida (Jn. 6, 51-58). Con estas ú ltimas palabras, Jesú s anuncia la Eucaristía que É l va a instituir durante la
Ú ltima Cena: «Tomad y comed, esto es mi Cuerpo» (Lc. 22,19). «Mi carne es verdadera comida y mi sangre es
verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él» (Jn. 6, 55-56).

Está claro entonces que no debemos quedarnos solamente con «el Pan de la Palabra». Jesú s nos invita
también a «comer realmente su Cuerpo» como «el Pan Eucarístico».

Ahora bien, algunos piensan que el Pan Eucarístico es solamente un símbolo de Jesucristo y niegan la
presencia real de Cristo en la Cena del Señ or. La frase: «Esto es mi cuerpo», para ellos es só lo una
expresió n figurada.

Es má s, las Biblias de los Testigos de Jehová dicen que Jesú s en la Ultima Cena no dijo: «Esto es mi cuerpo»,
sino: «Esto significa mi cuerpo» (Lc. 22,19), y con esto acaban con la presencia real de Cristo en el Pan
Sagrado o en la Santa Hostia. (Cualquiera que sepa traducir bien el idioma griego en que fue escrito el
Evangelio de Lucas, sabe muy bien que la palabra usada por la Biblia en griego es «estin» que significa en
castellano «es», y que esta palabra en ningú n caso se puede traducir por «significa», como hacen los
Testigos de Jehová . El fundador de los Testigos de Jehová , sin haber hecho estudios de la Biblia con
maestros entendidos, se dedicó a traducir la Biblia a su antojo y por eso le hace decir cosas absolutamente
inexactas.

Jesú s nos invita a comer su Cuerpo y a beber su Sangre

1. El discurso de Jesú s sobre «su Cuerpo, Pan de vida» (Jn. 6,51-58) lo pronunció después de la
multiplicació n de los panes y, en esta oportunidad, por primera vez, el Señ or habló acerca de la Eucaristía:
«El pan que Yo daré es mi Carne, y la daré para vida del mundo» (Jn. 6, 51).

Cuando Jesú s dijo estas palabras, muchos de sus discípulos lo abandonaron, diciendo que ese modo de
hablar era intolerable (Jn. 6, 59-66). Pero Jesús no dijo que estaba hablando en sentido figurado. Jesú s
insistió : «En verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen
verdadera vida». (Jn. 6,53).
Es má s, a los Doce apó stoles Jesú s les preguntó : « ¿También ustedes quieren dejarme?» (Jn. 6, 67).

De ninguna manera Jesú s habló aquí en sentido simbó lico o figurado: «El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene la vida eterna y Yo le resucitaré en el último día» (Jn. 6,54).

2. En el Nuevo Testamento encontramos hasta cinco testimonios distintos acerca de la Ultima Cena del
Señ or: Mateo, Marcos, Juan, Lucas y Pablo. Para tratarse de un mero simbolismo, como afirman los
protestantes, Jesú s y los Apó stoles se tomaron demasiadas molestias en recalcarlo, lo que demuestra que
la Ultima Cena fue un hecho de suma importancia en la vida de Jesú s y para su iglesia.

La noche antes de morir, Jesú s invitó a sus apó stoles a celebrar la Pascua de los judíos, que consistía, sobre
todo, en una cena solemne. Esta comida era para los judíos «la gran acció n de gracias» a Dios. Y el Señ or
Jesús aprovechó la cena para darle un sentido nuevo y profundo.

Leemos en el Evangelio de San Lucas: «Después, Jesús tomó el pan y dando gracias (eucharistein, en griego)
lo partió y se lo dio diciendo: 'Esto es mi cuerpo que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía'.
Después de la cena hizo lo mismo con la copa. Dijo: 'Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que
va a ser derramada por ustedes'» (Lc. 22, 19-20).

[50]
3. La Ú ltima Cena del Señ or tiene muchos significados. Solamente queremos aquí indicar algunos aspectos
importantes en relació n con nuestro tema:
a) La Cena del Señ or es «la gran acció n de gracias» a Dios. La palabra griega «eucharistein» (Lc.
22,19; 1 Cor.11, 24) recuerda las bendiciones que proclaman las obras de Dios: la creació n, la
redenció n, y la santificació n. La Iglesia prefiere la palabra «Eucaristía» para indicar la Cena del
Señ or.
b) Cuando Jesú s en la Ultima Cena dijo al partir el pan: «Tomen y coman, esto es mi cuerpo», no estaba
hablando en forma simbó lica. Estas palabras anunciaban claramente su presencia misteriosa y
real en los signos del pan y del vino. Realmente Jesú s dio al pan y al vino un nuevo sentido.
c) Jesú s dijo claramente: «Esto es mi cuerpo». Jesú s indicó un realismo incomparable y no un simple
simbolismo. Esto sucedió en la primera Eucaristía o Santa Misa.
d) También dio Jesú s a sus apó stoles el mandato de recordar y revivir estos gestos sagrados: «Hagan
esto en memoria mía» (Lc. 22,19). Fiel a este mandato de Jesú s, la Iglesia desde aquel momento
hasta ahora, realiza continuamente estos signos sagrados que hizo Jesú s en la Ultima Cena. Y la
Iglesia cree, que el Pan consagrado en cada Eucaristía, es a la vez figura y realidad del Cuerpo
celestial de Cristo: un memorial vivo de Cristo.
e) El apó stol Pablo para recordar lo sagrado que es el alimento eucarístico, escribe en términos muy
claros: «El cáliz que bendecimos, ¿no es acaso la comunión de la Sangre de Cristo? Y el Pan que
partimos, ¿no es acaso la comunión del Cuerpo de Cristo?» (1Cor. 10,16).
f) Para Pablo, ese pan y ese vino, una vez consagrados, no son un simple símbolo del cuerpo y sangre,
sino realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo glorificado. Y en este mismo sentido sigue el apó stol
escribiendo a los Corintios, después de reprenderles por algunos abusos que cometían en sus
reuniones: «Así, pues, cada vez que comen de este pan y beben de la copa, están proclamando la
muerte del Señor hasta que venga. Por tanto si alguien come el pan y bebe de la copa del Señor
indignamente, peca contra el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por eso, que cada uno examine su
conciencia antes de comer del pan y beber de la copa. De otra manera come y bebe su propia
condenación al no distinguir el cuerpo de Cristo. Esta es la razón por la cual se ven tantos enfermos
entre ustedes» (1Cor. 11, 26-30). Cabe preguntarnos ¿có mo se puede pecar contra un simbolismo?

Consideraciones finales

Mucha gente de hoy, igual como en el tiempo de Jesú s, tiene dudas acerca de la presencia real de Cristo en
el Pan Eucarístico. Muchos se preguntan: « ¿Cómo puede ser eso?... ¿No es demasiado para nuestra
inteligencia humana aceptar todo esto?...»

Es verdad, nuestra inteligencia humana no es capaz de captar esta presencia misteriosa de Cristo en la
Eucaristía. Solamente con los ojos de la fe podemos experimentar esta presencia real e íntima de Cristo en
el Pan Sagrado.

La Comunió n Eucarística es el cuerpo y el corazó n de la vida de la Iglesia, la cual es ante todo comunió n. Es
el lugar en que los hombres experimentan, ya en la tierra, la unió n entre ellos y Cristo.

Estas son las razones por las que nosotros los cató licos, conforme al mandato del Señ or: «Hagan esto en
memoria mía», celebramos la Eucaristía Domingo tras domingo, y creemos con toda firmeza que Cristo
glorificado está realmente presente en el pan y en el vino consagrado. No es ningú n invento de los curas,
como piensan algunos hermanos separados, sino que ésta es una enseñ anza bíblica, creída plenamente
por todos los verdaderos cristianos desde el principio hasta el día de hoy.

[51]
TEMA 15: EVANGELIO, PODER PARA PROCLAMARLO
En la Escritura nadie se unge a sí mismo con autoridad espiritual. Aun Moisés, después de haber sido
elegido por Dios se somete a "todos los ancianos de entre los Israelitas" para convencerlos del llamado que
ha recibido (É xodo 4, 29-31). De la misma manera, Jesú s mismo es dedicado en el Templo y bautizado en
el Jordá n. Al someterse a estos actos sacramentales, Jesú s nos está mostrando que nadie está exento de
someterse a la autoridad divinamente establecida de la Iglesia.

Todos los fieles son "un sacerdocio real y una nación santa" (1 Pedro 2, 9) porque ofrecemos todo lo que
tenemos y todo lo que somos al servicio del Señ or. Y así rogamos que nuestro sacrificio sea aceptable a
Dios. Pero eso no significa que estemos autorizados individualmente para ofrecer la Santa Misa en nombre
de la comunidad. Ese privilegio es reservado a los hombres a quienes el Espíritu Santo les ha sido
impartido por medio de la imposició n de manos. No es casual que no veamos a nadie que se arrogue esa
autoridad en la Iglesia temprana. En tiempos apostólicos, la autoridad de predicar y enseñar siempre
fue impartida por medio de la imposición de manos de parte de los apóstoles.

Mat 28:18 Se acercó Jesús y les habló así: Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19 Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, bautícenlos para consagrárselos al Padre y al Hijo y
al Espíritu Santo,
Hechos 13:2 Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo:
"Sepárenme a Bernabé y a Saulo y envíenlos a realizar la misión para la que los he llamado."
Hechos 13:3 Ayunaron e hicieron oraciones, les impusieron las manos y los enviaron.
Hechos 14:23 En cada Iglesia designaban presbíteros y, después de orar y ayunar, los encomendaban al
Señor en quien habían creído.
Hechos 8:18 Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se transmitía el
Espíritu, les ofreció dinero,
Hechos 8:19 diciendo: "Denme a mí también ese poder, de modo que a quien yo imponga las manos
reciba el Espíritu Santo."

La imposición de las manos para recibir Espíritu Santo, debe ser por un enviado que previamente
haya recibido ése poder.
Hechos 8:14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén tuvieron noticia de que los samaritanos habían
aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan.
Hechos 8:15 Bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo,
Hechos 8:16 ya que todavía no había descendido sobre ninguno de ellos y sólo habían sido bautizados en el
nombre del Señor Jesús.
Hechos 8:17 Pero entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.

En toda la Biblia, hay pasajes que marcan el requisito de ser enviado y de la imposición de las manos
para constituirse en portavoz del Evangelio y sólo pueden enviar, aquellos que previamente han sido
constituido enviados, mediante la imposición de las manos. “Así como El Padre me envió, así los
envío….”. Y los Apó stoles, cada vez que formaban una Iglesia, nombraban un Obispo=Pastor como
encargado de la misma y lo hacían mediante la imposición de las manos y éste a su vez hacía lo propio
con quienes nombraba. Incluso para el desempeñ o de cualquier tipo de Ministerio (Hechos 6:2-6)

Hechos 6:3 Por lo tanto, hermanos, elijan entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu y
de sabiduría; les confiaremos esta tarea
Hechos 6:6 Los presentaron a los apóstoles, quienes se pusieron en oración y les impusieron las manos.
Rom 10:15 Y ¿cómo lo proclamarán si no son enviados? Como dice la Escritura: Qué bueno es ver los
pasos de los que traen buenas noticias.
Hch 15:24 Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, SIN MANDATO NUESTRO, os han perturbado con
sus palabras, trastornando vuestros ánimos,
Hch 15:25 hemos decidido de común acuerdo ELEGIR algunos hombres Y ENVIARLOS donde vosotros,
juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo,
[52]
TEMA 16: FIN DEL MUNDO

Hay algunas personas a las que les gusta mucho meter miedo, por ejemplo les hablan del fin del mundo
como si los cielos y la tierra fueran a ser destruidos pronto. Escuchan de guerras, accidentes, catá strofes
de la naturaleza, plagas o ven algunos signos raros en el cielo y dicen simplemente que es el fin del mundo.
En vez de dar un mensaje de esperanza, de amor, de solidaridad; en vez de animar, quieren verlos
atrapados en el terror y el susto. Y lo peor de todo, es que estas personas dicen fundar sus teorías en la
Biblia. El mensaje de Jesucristo no es un mensaje de miedo, sino que es una «buena noticia» del Reino de
Dios que se acerca a nosotros con amabilidad, paz, justicia y alegría de corazó n.

Antes que nada el «fin de los tiempos» del cual nos habla la Biblia es el gran misterio de esperanza que
aparece en todo el libro sagrado. Es el misterio de la historia humana que está en el corazó n de Dios,
guiada hacia «un nuevo cielo y una nueva tierra».

1. ¿Qué dice la Biblia acerca del fin del mundo?

Para comenzar, las Escrituras nunca hablan del «fin del mundo», sino del «fin de los tiempos», como
diciendo que este mundo no acabará del todo, sino que sería transformado en un «cielo nuevo y una tierra
nueva» gracias a la Resurrecció n de Jesucristo.

En la Biblia también encontramos muchas expresiones que se refieren al «fin del tiempo», «día de Yavé»,
«día del Juicio», «el día», «la Venida de Cristo», «la resurrección final», «la Parusía», «la llegada del Reino de
Dios». Son todas expresiones que indican este «fin del tiempo».

2. ¿Cuá ndo pasará esto?

«En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe ni los mismos ángeles del cielo, ni siquiera el Hijo de Dios.
Solamente el Padre lo sabe» (Mt. 24, 36 y Mc. 13, 32). Jesú s no quiso dar la fecha, ni el día ni la hora. «A
ustedes no les toca saber cuándo o en qué fecha el Padre va a hacer las cosas que solamente Él tiene
autoridad para hacer» (Hch. 1, 1-7).

Con esto, Jesú s condena enérgicamente la tendencia humana que todavía existe entre nosotros de fijar el
día y el añ o del fin del mundo. Por supuesto que la fecha exacta tiene algo de excitante y llama siempre la
atenció n; hasta es noticia en los diarios. Pero el fijarla es simplemente una mentira y un engañ o, porque
nadie la sabe. Jesú s no quiso satisfacer nuestra curiosidad, sino que quiso comunicarnos algo mucho má s
profundo.

La Biblia, hablando del fin del mundo, siempre dice que debemos estar preparados. Aunque no sabemos la
fecha, este día vendrá como un ladró n en la noche: «Ustedes, estén preparados, porque cuando menos lo
piensen vendrá el Hijo del Hombre», dice Jesús (Mt. 24, 44). «El día del Señor vendrá cuando menos se espera,
como viene un ladrón de noche» (2 Pedr. 3, 10; 1 Tes. 5, 2 y Apoc. 16, 15).

Ahora bien, leyendo la historia vemos que siempre hubo grupos religiosos que en todos los tiempos
fijaron la fecha, el día y la hora, del fin de mundo, pero se equivocaron. Así que, hermanos cató licos, no se
dejen engañ ar.

Así pasó ya en el añ o 1.000 y pasará también en el 2.000. Algunos faná ticos predican que el fin del mundo
está cerca. Pero esto no es así.

[53]
El fundador de los adventistas, William Miller, con el texto de Dan. 8, 14 y calculando los días de este texto
como añ os, fijó la venida de Cristo a la tierra para el 21 de marzo de 1843 el día final. Llegó esta fecha y no
pasó nada especial y luego dijo que se equivocó en sus cá lculos en un añ o y proclamó otra vez la venida de
Cristo para el 21 de octubre de 1844. Y viendo que Cristo no volvía a la tierra dijo simplemente que el
juicio de los hombres comenzó en el cielo y pronto Cristo se manifestaría en la tierra. Los Testigos de
Jehová anunciaron la venida de Cristo y su Reino de mil añ os en la tierra para el añ o 1914, luego para
1925. Ahora no dan fecha y dicen simplemente que «pronto Cristo vendrá», y se limitan a escribir en todas
partes «Cristo viene».

3. ¿Cuá ndo será la venida de Cristo?

En algunas partes de la Biblia se habla de la pronta venida de Cristo. En otras partes se anuncia todavía un
tiempo de espera.

Da la impresió n de que los cristianos de la primera generació n esperaban con ansias la venida de Cristo.
«Pronto, muy pronto vendrá el que tiene que venir y no tardará» (Hebr. 10, 37).

«Dios que es el juez, está ya a la puerta». «Se acerca el fin de todas las cosas» (1 Ped. 4, 7). «Sí, ven pronto,
amén. Ven, Señor Jesús» (Apoc. 22, 20).

Hasta Jesú s mismo anuncia su pronta venida: «En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí
presentes, que no morirán hasta que vean al Hijo del Hombre venir en su Reino» (Mt. 16, 28).

Los cristianos de la Iglesia primitiva pronto se dieron cuenta de que la historia podía durar mucho má s. Y
hasta algunos se burlaron de la propia venida de Cristo diciendo: «¿Qué pasó con la promesa de que Cristo
iba a venir, pues desde que murieron nuestros antepasados todo sigue igual que desde que el mundo fue
hecho?» (2 Ped. 3, 4). Y el apó stol Pedro les contestó : « Hermanos, no olviden que para el Señor un solo día es
como mil años y mil años son como un solo día» (2 Ped. 3, 8).

4. Señ ales que precederá n al fin del mundo

El apó stol Pablo, después de haber reflexionado mucho, anuncia también un tiempo de espera. Antes de la
venida de Cristo deben pasar tres cosas:

a) El anuncio del Evangelio ha de llegar a todas las naciones.

«Y este mensaje del Reino será predicado en todo el mundo para que todas las naciones lo conozcan; es
entonces cuando vendrá el fin» (Mt. 24, 14).

b) Al final de la historia, Israel se reconciliará con Cristo y se salvará . «Una parte de Israel se va a endurecer
hasta que la totalidad de los paganos hayan entrado, entonces todo Israel se salvará» (Rom. 11, 25).

c) Finalmente, antes de la venida de Cristo ha de producirse «la apostasía general», o sea, habrá una crisis
religiosa a escala mundial, ha de venir el Anticristo. «No se dejen asustar por ningún mensaje espiritual
como si fuera el día del Señor que ya llegó. Antes de este día tiene que venir primero la rebelión contra Dios,
cuando aparezca el hombre del pecado que se sentará en el templo de Dios y será adorado, llegará con
mucho poder y con señales y milagros mentirosos. Usará toda clase de maldad para engañar» (2 Tes. 2, 1 -
12).

[54]
Nos damos cuenta de que la venida de Cristo no se realizará tan pronto como algunos esperaban; o mejor
dicho, Dios no mide el tiempo como nosotros. É l puede presentar algo como cercano y no realizarlo hasta
cuando a É l le plazca. Por otra parte, si el tiempo de espera se nos hace largo, no por eso podemos volver a
una vida có moda, ya sin esperar. El Señ or vendrá para cada uno de nosotros como ladrón en la noche.

No olvidemos que el día de la muerte de cada uno de nosotros, el día del juicio particular, es el día del
encuentro personal con Cristo. Ojalá que nos encuentre en actitud de espera.

5. ¿Có mo vendrá Cristo al fin del tiempo?

La Biblia habla en forma bastante confusa de có mo se terminará la historia. En el A.T., por ejemplo, los
profetas veían a todas las naciones de la tierra unidas en un complot para destruir la ciudad santa de
Jerusalén. Pero en el momento má s desesperado Dios intervendrá en forma triunfal para instaurar el
Reino (Joel 3, 14).

En el discurso de Jesú s acerca del fin de los tiempos, habla «de guerras y grandes angustias en todo el
mundo, el sol no alumbrará, la luna perderá su brillo y las estrellas caerán del cielo y los ángeles tocarán las
trompetas» (Mt. 24, 29-31).

El libro del Apocalipsis (Caps. 13 y 17) habla del dragó n y de los monstruos, de la gran batalla en el cielo,
de Babilonia la grande, de la madre de las prostitutas y de los abominables ídolos de todo el mundo...

Todos estos textos acerca del fin del mundo fueron escritos en un estilo apocalíptico (revelaciones
misteriosas). Era una forma de escribir muy comú n en aquel tiempo. Estos escritos misteriosos
pretendían aclarar los acontecimientos ú ltimos de la historia con visiones ficticias e imá genes fantá sticas.

No debemos tomar al pie de la letra estas imá genes, sino que debemos tratar de descubrir el mensaje
profundo que está detrá s de estas visiones. El gran mensaje de estos escritos es: Cristo Resucitado es el
centro de toda la historia y este mundo es el escenario de la lucha entre los elegidos de Cristo (su Iglesia) y
las fuerzas del demonio. Estos escritos no son para amenazar ni dar miedo, como creen algunos, todo lo
contrario: son escritos que quieren animarnos y exhortarnos a la fidelidad y a la confianza en Dios en
momentos difíciles.

6. ¿Có mo debemos prepararnos para el final de los tiempos?

Nuestro destino ú ltimo y definitivo no está lejos, no es un futuro imposible de imaginar. Ya comenzó .
Jesucristo con su persona, su Palabra y su actuació n ya inauguró el Reino de Dios (Lc. 11, 20); ya comenzó
a juzgar a los hombres (Juan 12, 31). Su Palabra, su amor y su muerte nos juzgan y a veces nos condenan.
Ya nos traspasó algo de su Resurrecció n (Col. 3, 1-4). Por eso el N. T. nos habla del «tiempo» a partir de
Jesú s como «los últimos tiempos» (Hebr. 1- 2 y 1 Ped. 1-20). Desde entonces urge vivir conforme al
Evangelio, urge para todos y cada uno, porque no sabemos cuá nto falta para el fin (Mc. 13, 33-37 y Mt. 24,
42). No podemos esperar pasivamente el retorno de Cristo, el juicio final, la Resurrecció n general, la
instauració n total del Reino de Dios. Esta esperanza es el motor de la historia. Lo que Dios comenzó en
Jesucristo urge que lo pueda cumplir. Por eso la Biblia termina con estas palabras de espera: «¡Ven, Señor
Jesús!» (Apoc. 22, 20), que repetimos en cada celebració n de la Eucaristía después de la consagració n y en
la que todo el pueblo contesta: «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrecció n, ven, Señor Jesús».

TEMA 17: IGLESIA JERÁRQUICA


[55]
Jesú s dejó instituida una autoridad en la Iglesia, que es la encargada de determinar en ú ltima instancia,
qué enseñ anza corresponde a la doctrina cristiana y cual no, o por otro lado, qué persona forma parte de
la Iglesia o por el contrario, también determina quién es apartada de ella (como el caso de excomunió n).
La prueba de que siempre ha existido autoridad en la Iglesia, desde el principio del cristianismo, la
podemos verificar con los siguientes textos:

Efe 4:11 Él mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros,
pastores y maestros,
Con ésta sola cita bastaría para desmentir a quienes afirman que Jesucristo, cuando fundó su iglesia, no lo
hizo en forma jerá rquica, sin embargo, como muchos no se sentirá n satisfechos con ésta sola cita, vamos
ver muchas má s que demuestran que existía una autoridad, dentro de cada iglesia que se iba fundando.

Para comprender mejor las siguientes citas habrá que conocer la definició n de la Real Academia Españ ola
sobre el significado de Jerarquía y esto es lo que nos dice: “Gradación de personas, valores o
dignidades”.
¿Qué significa gradació n?
Veamos que nos dice la RAE: “1. Disposició n o ejecució n de algo en grados sucesivos, ascendentes o
descendentes”.
2. “Serie de cosas ordenadas gradualmente”.

Una vez conocidos los significados, ahora podemos comprender mejor las siguientes citas:

Hch_14:23 DESIGNARON PRESBÍTEROS EN CADA IGLESIA y después de hacer oración con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído.
Hch 15.23, 28 ‘Los apóstoles y los hermanos con títulos de ancianos… Fue el parecer del Espíritu Santo Y
EL NUESTRO no imponerles…’
Hch 15.41 (Pablo) recorrió Siria y Cilicia confirmando a las Iglesias y entregando las DECISIONES DE LOS
PRESBÍTEROS.
Hch 20.17 Debido a eso, desde Mileto, Pablo envió un mensaje a Éfeso para convocar a los PRESBÍTEROS de
la Iglesia.
Hch 20.28 ‘Cuiden…de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les ha puesto como OBISPOS (o sea,
supervisores): PASTOREEN la Iglesia del Señor.
1 Cor 16.16 Ustedes, a su vez, ACEPTEN SU AUTORIDAD así como la de cualquiera que coopere y se dedique
al servicio con ellos.
2 Cor 2.9 En realidad les escribí para comprobar si podía contar con ustedes y CON SU TOTAL OBEDIENCIA.
2 Cor 7.15 El (Tito) ahora, al recordar LA OBEDIENCIA DE TODOS y el respeto lleno de humildad con que lo
recibieron…
2 Cor 10.2 No me obliguen, cuando esté ante ustedes, A ACTUAR CON AUTORIDAD, como estoy decidido y
como me atreveré a hacerlo.
2 Cor10.6 Y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia en cuanto contemos con la TOTAL
OBEDIENCIA de ustedes.
2 Cor 13.10 Se lo digo desde lejos, para no tener que mostrarme duro entre Uds. CON LA AUTORIDAD que el
Señor me dio para edificar y no para destruir.
Gal 2.6 En cuanto a LOS DIRIGENTES de más consideración… no me pidieron que hiciera marcha atrás.
Flm 8 Por eso, aunque tengo en Cristo plena libertad PARA ORDENARTE lo que tendrías que hacer, prefiero
pedírtelo por amor.
1 Tes 5.12 Hermanos, les rogamos que se muestren agradecidos con los que trabajan para ustedes, LOS
DIRIGEN en el Señor Y LOS CORRIGEN.
1 Tes 5.27 LES ORDENO, en el nombre del Señor, que se lea esta carta a todos los hermanos.
2 Tes 3.6 Hermanos, LES ORDENAMOS en nombre de Cristo Jesús, el Señor, que se aparten de todo hermano
que vive sin control ni regla.

[56]
2 Tes 3.14 Si alguno NO OBEDECE lo que les MANDAMOS en esta carta, señálenlo y no tengan más trato con
él.
1 Tim 6.13 Ahora TE DOY UNA ORDEN en presencia del Dios que da vida al universo entero, y de Cristo Jesús.
Tito 1.5 Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas existentes y PUSIERAS PRESBÍTEROS…, de
ACUERDO con MIS INSTRUCCIONES.
Tito 2.15 Tú enseña estas cosas, aconsejando y reprendiendo CON TODA AUTORIDAD.
Heb 13.17 OBEDEZCAN a sus dirigentes y estén sumisos, pues ellos se desvelan por sus almas, de las cuales
deberán rendir cuenta.
1P5.5 También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la AUTORIDAD DE LOS ANCIANOS (Presbíteros).

¿Y EL PAPA?

La Palabra de Dios es sumamente clara como podemos ver a continuació n:

Mt 16.18-19 Y ahora yo te digo: ‘Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, los
poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la
tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates…’

Hay que entender que cuando Jesú s pronunció estas palabras, estaban también todos los demá s apó stoles,
sin embargo Jesú s se dirigió ú nica y exclusivamente a Pedro.

Lc 22.31-33 ‘Pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás
que fortalecer a tus hermanos’.
Jn 21.15-17 Jesús le dijo: ‘Apacienta mis corderos’… ‘Cuida de mis ovejas’… ‘Apacienta mis ovejas’

É stas dos citas son muy claras para determinar la posició n que Jesú s le otorgó a Pedro ya que lo pone
como líder y la funció n de todo líder es guiar y fortalecer, por eso Jesú s ruega por él, no rogó por los
demá s apó stoles, só lo por Pedro ya que él sería el encargado de fortalecerlos y cuidarlos.

Vemos la preeminencia de Simó n Pedro, dentro del grupo de los doce apó stoles. É l siempre tomaba la
palabra en nombre de todo el grupo, él era seguido por los otros apó stoles, como lo podemos ver en los
siguientes textos.

Mt 17.25 Cuando entraba se anticipó Jesús y le dijo: ‘Dame tu parecer, Simón’.


Jn 6.67-68 Jesús preguntó a los Doce. ‘¿Quieren marcharse también Uds.?’. Pedro le contestó: ‘Señor, ¿a quién
iríamos?’.
Hch 2.14 Pedro se puso de pie, alzó la voz…diciendo: ‘Amigos judíos… escúchenme, pues tengo algo que
enseñarles’
Hch 2.22 (Pedro dijo): ‘Israelitas, escuchen mis palabras’.
Hch 2.41 Los que acogieron la palabra de Pedro se bautizaron y aquel día se unieron a ellos unas tres mil
personas.
Hch 10.48 Y (Pedro) MANDÓ bautizarlos en el nombre de Jesucristo.
Gal 1.18 Subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días.
Queda demostrada la primacía de Pedro y su autoridad en la iglesia naciente.

Pedro es la Piedra sobre la que Cristo fundó la Iglesia y los Papas son sus sucesores. Lo que ocurre es que
el que no quiere entender, aunque viniese uno de entre los muertos a decírselo, como diría Abraham en la
pará bola del pobre Lá zaro y el rico, no lo creería.

[57]
TEMA 18: CREO EN UNA SOLA IGLESIA
IGLESIA CATÓLICA, FUNDAMENTOS BÍBLICOS

Sé, que los no cató licos, hacen diferentes comentarios hacia la Iglesia Cató lica y sus miembros, los cuales
no nos son muy favorables, nos consideran idó latras y a nuestra Iglesia la califican como la gran ramera.

Es conveniente que distingamos entre la gracia que Dios comunica a Su Iglesia y la respuesta del hombre,
porque el pecado no tiene relació n con la naturaleza de la Iglesia, todos los escá ndalos que tú y yo
conocemos, no representan la verdad de la Iglesia, sino la verdad sobre nosotros mismos.

Todos, dentro o fuera de la Iglesia, estamos expuestos a las fuerzas del mundo, la carne y el demonio. La
diferencia está , que en la Iglesia cató lica, tenemos las armas para vencerlas.

La santidad depende de la apertura a la gracia de cada corazó n. La Iglesia siempre tendrá pecadores, pero
su fundador es Santo y É l mismo lo dijo “he venido a llamar a los pecadores” y prueba de ello, es que todos
sus discípulos le fallaron, así como, a través de los siglos, le han fallado los que han continuado su obra,
ratificando su dicho: “y las puertas del infierno no prevalecerá n sobre ella”, ésta es la mayor prueba de
que Dios está con ella, en que a pesar de ti, de mí y de tantos otros, la Iglesia continú a, pero los que la
odian, só lo quieren ver los escá ndalos y debilidades de los que caen, mientras cierran los ojos ante los
miles e incluso millones que permanecen fieles al amor de Cristo. Cada cual mira a la Iglesia segú n el
estado de su propio corazó n: Unos ven só lo pecadores y la condenan, otros miran a sus santos con la
esperanza de llegar a ser como ellos. Lo importante es que comprendamos que Jesucristo, ha hecho de
grandes pecadores, grandes Santos, los transformó en hombres nuevos. ¡ESA ES LA GRANDEZA
INCOMPARABLE DE NUESTRA IGLESIA!

¿IMPORTA PERTENECER A UNA IGLESIA?

¡Claro que sí importa y mucho!

1. Importa y mucho porque Jesú s la dejó encargada de transmitir su Palabra por medio de los
apó stoles y sus sucesores. Efe 3:10 De este modo, LA INFINITA SABIDURÍA DE DIOS PUEDA SER
DADA A CONOCER ahora POR MEDIO DE LA IGLESIA a los principados y potestades en los lugares
celestiales. Con esto nos dice la Palabra de Dios que la enseñ anza es POR MEDIO DE LA IGLESIA no
de espontá neos.

2. Importa y mucho porque la iglesia del Dios viviente es COLUMNA Y BASE DE LA VERDAD 1Tim 3:15.
¿Qué quiere decir esto? que la iglesia de Dios sirve de amparo, apoyo y PROTECCIÓ N DE LA
VERDAD, o sea que es la encargada de evitar que cualquier "iluminado" venga a distorsionar el
evangelio, como sucede actualmente.

3. Importa y mucho porque está sustentada en los apó stoles, ellos son los pilares de la iglesia (Gal:
2:9), ellos constituyen la base del edificio, cuya piedra angular es Cristo Jesús (Ef 2:20). Los
apó stoles y sus sucesores, COMO GUARDIANES DE LA VERDAD, recibieron EL PODER de poner
o quitar cargas a las ovejas, guiá ndolas en la verdad, con la intervenció n del Espíritu Santo
(Hechos 15:28), Esto lo comprendió muy bien SAN PABLO cuando acudió a ellos para
dilucidar el problema de la circuncisión que algunos judíos querían imponer a los
cristianos (Hechos 15:2).

Aclarada la IMPORTANCIA DE PERTENECER A UNA IGLESIA, pasemos al punto siguiente:

[58]
¿CUÁL ES LA IGLESIA FUNDADA POR CRISTO?

Jesú s nos dejó algunas pistas para encontrarla, veamos cuales son éstas.

1. UNIDAD.- Efe 4:4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también ustedes fueron
llamados en una misma esperanza de su vocació n; Efe 4:5 un solo Señor, una sola fe, un solo
bautismo
2. SANTIDAD.- Efe 5:25 Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio El
mismo por ella, Efe 5:26 para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la
palabra, Efe 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.
3. UNIVERSALIDAD.- Mat 28:19 "Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
4. APOSTÓLICA.- Lucas 10:16 Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a
ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado." Efesios 2:19
Ustedes son de la casa de Dios. Efesios 2:20 Están cimentados en el edificio cuyas bases son los
apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús.

Ya tenemos cuatro pistas que Jesú s nos dio en su Palabra para identificar a su Iglesia, profundicemos en
ellas.

UNIDAD

Partamos del principio bíblico de “que DIOS es DIOS de orden”…es lo primero que hizo en la creació n,
poner orden en ella, DIOS detesta el caos, es ajeno a su escénica.

La iglesia es la continuació n del pueblo de Israel, por lo tanto para conocerla, hay que conocer primero al
pueblo de Israel.

Examinemos algunos puntos de Israel donde el SEÑ OR establece el orden en su Pueblo siendo un DIOS de
unidad y comparemos ésa enseñ anza de Dios con el Nuevo Testamento.

DIOS ES UN SÓLO DIOS (Deut. 6,4)

En los pueblos que rodeaban al Pueblo de DIOS, se adoraban muchos Dioses y esto llevaba al caos
religioso, es por esto que DIOS se revela desde el principio y, le hace repetir a Israel cinco veces al día que
É l es UN solo DIOS.

DIOS DIO UNA SOLA LEY.

A pesar que la Ley se compone de muchos preceptos, la Ley se le llamaba en singular, pues a los ojos de los
hebreos era UNO solo lo mandado por el SEÑOR para formar parte de su Pueblo, muchas leyes
engendrarían el caos.

Esta ley no se interpretaba a modo particular, pues esto traería confusió n, el Templo interpretaba la
ÚNICA Ley y el judío que no la aceptaba era separado de la congregació n.

Al igual que Israel histó rico la Iglesia cató lica guarda una sola ley, la Ley del amor dada como Alianza
Nueva (Juan 15:12)

[59]
En el Antiguo Israel la Ley era guardada en el Arca de la Alianza y era interpretada por el Templo,
así sucede en la Iglesia cató lica, tenemos una sola interpretación de la Palabra, porque una sola es
la Verdad de DIOS y la Iglesia a quien Pablo llamó “Fundamento y Base de la Verdad” (I Timoteo 3, 15) la
ha conservado por 2000 añ os, segú n lo indicado en la Palabra de DIOS:

Nos preguntaremos, ¿cómo Pablo identificaba qué se podía enseñar como Palabra de DIOS?

La respuesta está en 2Ti 2:2 Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga (confía)
a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros. Pablo apunta radicalmente a
la Tradición oral proveniente de los Apóstoles y conservada en la Iglesia. El Apó stol Pedro nos habla
en su segunda carta, có mo se debe tratar la predicació n, y la interpretació n de la Palabra en 2Pe 1:20 Pero
ante todo sepan esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, y lo
ratifica Pablo en Gá l 1:7 que en realidad no es otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban a
ustedes y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Gá l 1:8 Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al que les hemos
anunciado, sea anatema (maldito).

DIOS ORDENÓ CELEBRAR UNA MISMA PASCUA POR SIEMPRE (Éxodo 12-14)

La fiesta principal del Pueblo de DIOS es la Pascua, aunque se celebraban muchas festividades
en Israel cuando se mencionaba “la fiesta” todo el mundo sabía que se referían a la Pascua y este precepto
es el Ú NICO que tiene dimensió n eterna. ¡Siempre hay que celebrar la Pascua!

La Iglesia Cató lica sigue este mandamiento de celebrar la Pascua por siempre, en luc 22:19 Y tomando el
pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: "Esto es Mi cuerpo que por ustedes es dado;
hagan esto en memoria de Mí."

El SEÑ OR nos da el mandato de celebrar la Eucaristía en su honor o en su memoria (memoria no quiere


decir, jamá s, simbó lica). San Pablo nos habla que celebramos la Eucaristía hasta que JESUS regrese 1Co
11:24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en
memoria de Mí."
1Co 11:25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: "Esta copa es el
nuevo pacto en Mi sangre; hagan esto cuantas veces la beban en memoria de Mí."

La primera Eucaristía se celebró en una cena Pascual Hebrea y la Misa continú a el esquema pascual judío
hasta el final de los tiempos. Cuando tú asistes a Misa estas celebrando la Pascua Nueva
con JESÚS como Cordero Pascual agradable a DIOS y que se da a comer como signo de redenció n.

Algunos protestantes preguntan: “¿por qué los cató licos no llevan Biblia los domingos a la Iglesia?”. É sta
es la respuesta:

¡El SEÑ OR nos mandó a predicar hasta los confines de la tierra, siempre!. Pero el SEÑ OR no nos mandó a
congregar para escuchar una predicació n, la predicació n es fuera de la Iglesia, al mundo…
la Iglesia estudia la Palabra de DIOS en la semana y ahí si llevas tu Biblia, sin embargo el domingo la
adoración va dirigida a DIOS, es la nueva Pascua lo que celebramos. El mandato de “¡Haced esto!”
(San Lucas 22,19) no se refiere a la predicación sino a la Eucaristía, así lo entendió
la Iglesia Primitiva y lo vemos en: Hechos 20, 7 “El primer día de la semana (el domingo) estando reunidos
para la fracción del pan”...eso hacia la primera comunidad, esto sigue haciendo la Iglesia por los ú ltimos
2000 añ os. La Iglesia en la primera parte de la Eucaristía no estudia la Palabra, LA PROCLAMA y después
parte el pan, si esto no se hace dominicalmente en tu Iglesia, no está n cumpliendo el
mandamiento Pascual. Podrá haber mucho canto, mucha predicació n pero no hay Pascua.

[60]
DIOS MANDÓ A CONSTRUIR UN SOLO ALTAR (Josué 22,19)

DIOS no quería muchos altares, el SEÑOR sabía que muchos altares traerían confusió n y rivalidades en su
Pueblo, por eso en Israel hubo UN solo altar, UNA sola adoración y UN solo culto. Recordemos Efe 4:5
un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo

La Iglesia Cató lica tiene una sola adoració n, la Eucaristía y un solo altar como en el antiguo Israel, no
estamos divididos en cultos y adoraciones diferentes y extrañ as, diariamente se dicen en el mundo miles
de Eucaristías en Honor al PADRE, a través de CRISTO JESUS y bajo la unció n del ESPÍRITU SANTO.

DIOS ORDENÓ UN SOLO SACERDOCIO (I Reyes 13,33)

Con un solo culto viene la orden de UN solo sacerdocio, el sacerdocio en Israel era propio de la familia
de Aaró n, un judío por piadoso que fuera, por mucho deseo que tuviera NO podía ser sacerdote sino
probaba que estaba en el ORDEN de Aaró n, esto evitaba la duplicidad de cultos y de doctrinas
pues DIOS no es DIOS de caos.

Tan grande es el rechazo de DIOS al caos que la casa de Jeroboan desapareció por ordenar sacerdotes
fuera del Orden de DIOS (I Reyes 13, 33-34)

Al Igual que en Israel en la Iglesia Católica cualquiera no puede ser sacerdote, en el Pueblo de
la Antigua Alianza el orden era ser miembro de la familia de Aaró n, en la Iglesia Católica la persona
tiene que ser puesto en el orden apostólico por medio de la imposición de manos que imprime los
dones sacerdotales como vemos en: 1Ti 4:14 No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue
conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio y que es depositario de
la Fe ú nica de los Apó stoles (Tito 1:1-9).

Sólo por la imposición de manos se pasa el poder apostólico de celebrar la Eucaristía (San Lucas 22,
19), de perdonar los pecados (San Juan 20:20-23), y de atar y desatar Mat 16:19.

Solo la Iglesia Cató lica y Apostó lica puede mostrar ininterrumpidamente desde los tiempos apostó licos
una continuidad en la imposició n de manos… al igual que en el Antiguo Israel cualquiera que lo desee,
por buenas intenciones que tenga no puede ministrar el poder de DIOS.

DIOS DIO LA PROMESA A UNA SOLA DE LAS DOCE TRIBUS (Gen 49,10)

Doce tribus hubo en Israel, sin embargo una sola tribu recibió la promesa de que estaría presente a la
llegada del Mesías, las otras once tribus compartían esta promesa, mientras SE MANTUVIERAN
UNIDAS a la tribu de la promesa, una vez que se separaron (I Reyes 12, 19-29) se siguieron dividiendo
hasta que desaparecieron, no tenían la promesa (II Reyes 17, 7-18) Judá tampoco fue fiel al SEÑOR, pero
É ste, fiel a su promesa, perdonó infidelidades e idolatrías hasta que se cumplió la promesa dada.
DIOS ES DIOS DE UNIDAD, EL QUE DESUNE PERTENECE AL ENEMIGO DE DIOS (San Juan 10, 10 y San
Juan 17, 21)

Así como en Israel de doce tribus solo UNA poseyó la promesa de que entregaría el mando y el poder
al Mesías (Gen. 49,10). En el Nuevo Pacto, siguiendo este patró n de precedencia Bíblica de los
doce Apó stoles, solo UNO recibió la promesa de que las Puertas del Infierno no podrían contra
la Iglesia que se le encomendaba (San Mateo, 16:18, a uno se le pidió que confirmara a sus hermanos Lucas
22:32, a uno se le encomendó apacentar a sus ovejas, San Juan 21: 15-17), y a un solo Apó stol se le dieron
las llaves del reino, Mateo 16:19. Al igual que en el antiguo Israel las demá s tribus compartían la Promesa
al estar unidas a la Tribu de Judá , así en el Nuevo Pacto las Iglesias mantienen la Promesa, unidas a
la Iglesia de Pedro. Así como en Israel se perdió la Promesa al separase de la tribu de Judá , así se pierde la
promesa al separase de la Iglesia de Pedro.
[61]
DIOS LLAMÓ A UN SOLO PUEBLO (Deut 10,15)

DIOS entre todos los pueblos de la tierra, escogió UN solo Pueblo como suyo, jamá s existió otro Pueblo
de DIOS, pues el SEÑ OR sabía que esto engendraría caos.

DIOS NOS LLAMA A FORMAR UN SOLO PUEBLO

JESUS se declara UNO con el PADRE, también Jesú s nos llama a la unidad, esta será el símbolo por el cual
se nos conocerá “que somos uno”. Jua 17:21 para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que
ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Jua 17:22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:

Por 1531 añ os la Iglesia cató lica fue UNA, el 31 de Octubre de 1531 Lutero proclamó sus famosas tesis y
la Iglesia se dividió por primera vez. La Iglesia “que era una” se dividió en materia de interpretación,
doctrina y culto. Actualmente existen má s de 70000 Iglesias, en todo el mundo, todas divididas, ¿es ésta
la señ al al mundo que Jesú s pidió al Padre?

La Iglesia Cató lica, al igual que Israel, con errores y pecados ha mantenido la unidad por los ú ltimos 2000
añ os. ¡¡El que quiera oír, que oiga!!

SANTIDAD

La iglesia es Santa porque quien la fundó es Santo y es Santa porque está animada y dirigida por el
Espíritu Santo.

Quienes atacan a la iglesia cató lica mencionan que tiene todo menos santidad y exigen que la iglesia
fundada por Cristo, debe ser compuesta por gente perfecta, casta y pura en el 100% de los casos. Jesú s no
dijo que los miembros de su iglesia serían santos, los primeros miembros de la iglesia fueron escogidos
por el Señ or, caminaron con el Señ or, y le fallaron, ¿y los protestantes quieren una iglesia mejor que la
iglesia primitiva?, ¡no seamos hipó critas!, si no hay perfecció n de nuestra parte, có mo pretendes
encontrarla en dó nde te reú nes, así que no se vale decir que te vas de la iglesia cató lica porque hay
muchos pecadores, si todos estamos cortados con la misma tijera y no se vale por tres razones:

PRIMERA.- Porque tú también eres pecador.


SEGUNDA.- Porque a la iglesia que pretendes irte, también hay pecadores.
TERCERA.- Porque aquí en la iglesia cató lica siempre habrá un lugar para otro pecador má s.

La iglesia no es santa por sus miembros, recuerden que Jesucristo dijo: Luc 5:32 No he venido a llamar a
conversión a justos, sino a pecadores.», los que la conformamos somos pecadores que buscamos ser santos
como Cristo lo es.

Jesú s nos revela que su iglesia es santa en los siguientes versículos:

Mat 16:18 Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los
poderes de la muerte jamás la podrán vencer. (Santidad)
Efesios 2:21 En él se ajustan los diversos elementos, y la construcción se eleva hasta formar un templo
santo en el Señor.
Mat 28:20 y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos
los días hasta el fin de la historia." (La Santidad está con ella, por lo tanto es Santa)
Efesios 5:26 Y después de bañ arla en el agua y la Palabra para purificarla, la hizo santa,
Efesios 5:27 pues quería darse a sí mismo una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni nada
parecido, sino santa e inmaculada.

[62]
UNIVERSALIDAD

(Abarca todas las naciones, es universal=Cató lica=todos los pueblos)

Los hermanos separados dicen que la palabra cató lica no se encuentra en la biblia, sin embargo esto ha
sido revelado por Cristo. Jesucristo habló de esa universalidad de su mensaje y por lo tanto instituyó una
iglesia que trabajara en su nombre, como su imagen, cumpliendo esa promesa de Dios hecha a Abraham:
Gá l 3:8 La Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a
Abraham esta buena nueva: En ti serán bendecidas todas las naciones.
De ahí que Jesú s cumpliendo la voluntad del Padre les dice a sus discípulos:
Mat 28:19 Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

Hechos 1:8 Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra." O sea será un testimonio ú nico de
cará cter universal y un sinó nimo de universal es la palabra CATÓ LICA

APOSTÓLICA

Jesú s le dijo a sus apó stoles: Mateo 28:18 “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” y ése poder
que recibió de su Padre, se los transmitió a sus apó stoles, veá moslo bíblicamente:

PODER PARA TRANSMITIR SU PALABRA. Lucas 10:16 Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí;
quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado." Mat
28:20 y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los
días hasta el fin de la historia."
Hechos 2:42 Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a
las oraciones.

Estas palabras fueron dichas a los apó stoles, así que quien rechaza la enseñ anza de los apó stoles, rechaza
a Cristo y quien no quiere estar al lado de los apó stoles, también está rechazando a Jesú s y el que no está
con Jesú s, está contra É l (Mt 12:30).

PODER PARA PERDONAR LOS PECADOS.- Jua 20:23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

PODER PARA BAUTIZAR Y TRANSMITIR EL ESPÍRITU SANTO: Mat 28:19 Vayan, pues, y hagan que
todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

PODER PARA IMPONER O QUITAR CARGAS.- Hechos 15:2 Esto ocasionó bastante perturbación, así como
discusiones muy violentas de Pablo y Bernabé con ellos. Al fin se decidió que Pablo y Bernabé junto con
algunos de ellos subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los apóstoles y los presbíteros. Hechos
15:28 Fue el parecer del Espíritu Santo y el nuestro no imponerles ninguna otra carga fuera de las
indispensables:

COMENTARIO:- É sta cita es muy importante, pues manifiesta el poder que tienen los Apó stoles para
imponer o quitar cargas a los creyentes, con la luz del Espíritu Santo, por eso es muy importante conocer
la tradició n apostó lica y la historia de la iglesia, fundada por Cristo, pues por estos medios, podemos
conocer en forma má s fidedigna la verdad revelada.

PODER DE SER LOS PILARES DE SU IGLESIA.- Gal 2:9 Santiago, Cefas y Juan reconocieron la gracia que
Dios me ha concedido. Estos hombres, que son considerados pilares de la Iglesia, nos estrecharon la mano a

[63]
mí y a Bernabé en señal de comunión: nosotros nos dirigiríamos a los paganos y ellos a los judíos . Efesios
2:19 Así, pues, ya no son extranjeros ni huéspedes, sino ciudadanos de la ciudad de los santos; ustedes son de
la casa de Dios. Efesios 2:20 Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya
piedra angular es Cristo Jesús.

¿QUÉ ES LA IGLESIA DE CRISTO?

San Pablo lo clarifica muy bien en: 1Ti 3:15 y si no fuere tan presto, para que sepas cómo convenga
conversar en la Casa de Dios, que es LA IGLESIA DEL DIOS VIVIENTE, COLUMNA Y BASE DE LA VERDAD.

a) Dice que la Iglesia es columna


b) Dice que la Iglesia es base
c) No dice que la Iglesia es La Verdad, la Verdad es Su Palabra escrita en la biblia.

Ahora veamos que significan éstas palabras

COLUMNA= Persona o cosa que sirve de amparo, apoyo o protecció n.


• Amparar= defender
• Protecció n= Resguardar algo de un perjuicio o peligro.
• Apoyo= Confirmar, probar, sostener alguna opinió n o doctrina.

BASE= Fundamento o apoyo principal de algo.


• Fundamento= Cimentar.
• Apoyo= Confirmar, probar, sostener alguna opinió n o doctrina.

Aclarados los significados de las palabras de la escritura en 1Tim 3:15, lo podemos leer así: "LA IGLESIA
DEL DIOS VIVIENTE, ES DONDE SE DEFIENDE, SE RESGUARDA DE CUALQUIER PELIGRO O PERJUICIO
Y SE CIMIENTA, SE CONFIRMA Y SE SOSTIENE LA DOCTRINA DE LA VERDAD REVELADA”.

¿Qué nos quiere decir Jesucristo con esto?

Recordemos que el Arca de la antigua alianza contenía y resguardaba el maná , el bastó n y las tablas de la
ley, para evitar cualquier profanació n. A semejanza de ella, la iglesia de Jesucristo es la encargada de que
la Verdad revelada, sea protegida de cualquier peligro que implique cambiarla, distorsionarla, mancharla,
degradarla, conservá ndola pura, por esa razó n, el apó stol san Pedro nos dice: 2Pe 1:20 Pero, ante todo,
tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia;.

La iglesia, ella y só lo ella es la ú nica facultada para interpretarla y confirmar o sostener cualquier opinió n
relacionada con la verdad revelada, evitando con ello interpretaciones personales, supuestamente
"inspiradas" que la distorsionen.

¿LA IGLESIA CATÓLICA ES LA FUNDADA POR JESÚS?,

Veamos que nos dice el historiador protestante Kenneth Scott Latourette en su “Historia de la Iglesia”
editada por “Casa Bautista de Publicaciones” en la Pá gina 160 (tomo uno) nos habla de una carta del
Obispo Romano Clemente a la comunidad de Corintios que atravesaba una crisis, esta fue escrita a finales
del siglo I. ¿Por qué Clemente de Roma se inmiscuía en los problemas de una Iglesia Griega estando
el Apó stol Juan vivo y residiendo en É feso a pocas millas de esta?, ¿Por qué la Iglesia de Corintios se
sometió al Obispo de Roma a solo unos 60 años de la muerte del SEÑOR…? eso solo tiene una
explicació n, los primeros cristianos reconocían la autoridad dada a Pedro y transmitida a su sucesor.

[64]
Para má s seguridad el mismo historiador nos dice en la pá gina 177 hablando de la lista de sucesió n de
los Obispos de Roma en el siglo IV: “el hecho de que tales listas existieran es evidencia de la
convicción que estaba tras su compilación de que una sucesión de obispos desde el tiempo de los
apóstoles, era una seguridad de que el evangelio había sido conservado y transmitido y de que era
una de las señales de la Iglesia Católica”...esta sucesió n existe hasta el día de hoy.

¿Por qué Católica?

El primer nombre de los seguidores de CRISTO fue el despectivo de “Nazareno” más tarde se les
comenzó a llamar “cristianos”, no fue hasta el añ o 106 o 107 después de CRISTO, o sea 73 años
después de la resurrección del SEÑOR, que Ignacio de Antioquia, sucesor y Obispo después
de Pedro, en la Ciudad de Antioquia, y discípulo de los Apóstoles la llamo “CATÓLICA” en su famosa
carta a la Iglesia de Esmirna donde dice textualmente “dondequiera que este JESUCRISTO, allí está
la Iglesia Católica” y por esta Iglesia dio su vida en martirio en el Circo de Roma.

¿Cómo pensaban los cristianos del Siglo I y II, los cristianos que oyeron predicar a los Apóstoles?
¿Fueron “católicos”, Bautistas, Pentecostales?

Oigamos a Ignacio de Antioquia (lo puedes encontrar en cualquiera Biblioteca Pú blica)


Veamos sus famosas cartas escritas camino del martirio en el añ o 106 de nuestra era:
1. “Y quedó oculta al príncipe de este mundo la Virginidad de María y el Parto de ella” (Carta a los
Efesios)
2. “El que está dentro del altar es puro; má s el que esta fuera del altar, no es puro quiero decir, el que
hace algo a espalda del Obispo y del colegio de los presbíteros ese no está puro y limpio de
conciencia” Carta a los Tralianos
3. Poned, pues todo ahínco en usar de una sola Eucaristía; porque una sola es la carne de
nuestro SEÑOR JESUCRISTO y un solo cáliz para unirnos con su Sangre; un solo altar, así como
no hay má s que un solo Obispo, juntamente con el colegio de presbíteros y los diá conos,
consiervos míos. De esta manera, todo cuanto hiciereis, lo haréis segú n DIOS” Carta a los
Filadelfos
4. Apártense también de la Eucaristía y de la oración, porque no confiesan que la Eucaristía
es la carne de nuestro salvador JESUCRISTO, la misma que padeció por nuestros pecados, la
misma que por su bondad resucítala el PADRE. Así pues, los que contradicen al don de DIOS
mueren y perecen en sus disputas. ¡Cuanto mejor les sería celebrar la Eucaristía para que
resucitaran! Carta a los Esmirniotas

Aquí vemos a un discípulo de los Apó stoles a 73 añ os de la resurrecció n de JESÚ S hablar de tres puntos
fundamentales:

1. La virginidad de María
2. La obediencia al Obispo
3. La presencia Real de Cristo en la Eucaristía

Querido hermano, este es un lenguaje netamente católico expresado!!!!hace 1900 Años!!!!!


Tenemos que recalcar que la doctrina que caracteriza al cristianismo de hoy en día fue concebida y
aclarada en los concilios de la Iglesia, ejemplo de alguno de ellos:
1. El canon del Nuevo Testamento como lo conocemos hoy, en el añ o 337 (Latuorette Pá g.
180).Iglesia Cató lica concilio de Cartago
2. la Trinidad, discutida en los primeros siglos se define en el concilio de Nicea en el añ o 325 por
la Iglesia Cató lica.
[65]
3. La divinidad y humanidad de JESUS tal como la conciben hoy todas las Iglesias cristianas del
mundo en el concilio de É feso, añ o 431
4. La definició n del ESPÍRITU SANTO como Persona de la Trinidad, concilio de Constantinopla, añ o
551
5. EL perdón de los pecados después del bautismo, tal como lo conocemos hoy y que en los
primeros siglos se negaba, Sínodo de Roma, Año 251
6. La profesió n de Fe de las grandes confesiones cristianas no cató licas como el Luteranismo, el
Presbiterianismo, el Anglicanismo, el Metodismo, etc.….. está basado en el credo de Nicea
elaborado por la Iglesia Cató lica.

Algunos hermanos de otras Iglesias dicen que la Iglesia se apartó de la enseñ anza de JESUS en el siglo IV y
se prostituyó .

Pensar esto es dudar de la visió n de JESUS, es decirle que mintió cuando dijo que estaría con ella
TODOS LOS DÍAS hasta el fin de los tiempos (Mat 28:20), y creer que su ministerio fue un gran
fracaso. Es decirle a Jesús que no fue fiel a su promesa: “ YO estaré con ustedes hasta el fin de los
tiempos”…”Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Es decirle a Jesú s que abandonó a su
esposa la iglesia Efesios 5:22-33, pues se casó con ella y tres siglos má s tarde la abandonó por su adulterio
y permanece soltero por once siglos y que en el presente siglo tiene má s de 70,000 esposas .Por
favor!!!! JESUS no fracasa y es fiel a su promesa.

La gran problemá tica con nuestros hermanos de otras denominaciones es que saben mucha Escritura,
pero poca historia de la Iglesia y la Historia de la Iglesia es la Obra del ESPIRITU SANTO obrada en ella.
Desconocer la Historia de la Iglesia es desconocer como el ESPÍRITU prometido cumplió la promesa
de JESUS cuando dijo en:
Jua 16:12 Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello.
Jua 16:13 Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa…
Y también es decirle que mintió cuando dijo: San Mateo 28, 20 “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el
fin de los tiempos”.

Con todo éste estudio, podemos decir que la iglesia de Jesú s es aquella que cumple con los siguientes
requisitos:
1. Es producto de la promesa hecha a Abraham, cumplimentada en Cristo y encargada a San Pedro.
2. Tiene una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios, un solo Espíritu.
3. Tiene a los apó stoles como columna y base de la verdad.
4. Tiene un solo altar, una sola doctrina y cumple un solo culto.
5. Tiene un solo Sacerdocio, que se remonta al tiempo apostó lico.
6. Es universal.
7. Tiene a Jesú s presente todos los días (Eucaristía)
8. Tiene una sola ley.
9. Tiene autoridad.
10. Que celebre la pascua todos los días hasta que Jesú s venga.(Eucaristía)
Espero que puedas confesar con el credo milenario:

Creo en la Iglesia que es UNA, Santa, Católica y apostólica.

De lo anterior se desprende que Cristo fundó UNA iglesia, lo que quiere decir que los que se encuentren
fuera de esa iglesia, está n en peligro de condenarse, así que debemos ser muy cuidadosos respecto a las
doctrinas que se nos enseñ an y su origen. La Iglesia de Cristo debe cumplir todos los requisitos bíblicos,
cualquiera otra que no lo demuestre, es falsa.
[66]
TEMA 19: LA IGLESIA DE CRISTO, SUS CARACTERÍSTICAS

¿Por qué yo soy cató lico? ¿Por qué creo que la iglesia cató lica es la ú nica que fundó Jesucristo? ¿Dó nde
está n las características en la biblia para decir que la iglesia cató lica es la que fundó Cristo? ¿Por qué estoy
seguro si la palabra cató lica no aparece en la biblia?, veamos Mat 16:13 Llegado Jesús a la región de
Cesárea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: « ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
Mat 16:14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los
profetas.». Al ver Jesú s que todos estaban equivocados le pregunta a sus discípulos: Mat 16:15 Díceles él: «Y
vosotros ¿quién decís que soy yo?»

Mat 16:16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»

Cuando Jesú s vio que Pedro decía la verdad, le dijo: Mat 16:17 «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás,
porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Mat 16:18 Y yo a mi
vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella.

¿Sobre qué edificaría su iglesia?, SOBRE LA PERSONA QUE TENÍA LA VERDAD, Pedro, por eso dice la
Palabra de Dios que la iglesia que fundaría sería 1Ti 3:15 columna y fundamento de la verdad, es decir
Cristo fundó una iglesia para que ésta iglesia mantenga la verdad ¿y cuá l es esa iglesia?, la de Pedro
porque Jesú s mismo le dice: “sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Pedro significa piedra, Jesú s significa
salvador, así que no puede ser, como algunos protestantes quieren hacerlo parecer, que Jesú s se refería a
É l, puesto que Jesú s es la piedra angular, entonces ¿Pedro le quita el lugar a Cristo que es la piedra
angular?, de ninguna manera (Efe 2:20) edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la
piedra angular Cristo mismo, Cristo es la piedra angular, los apó stoles son los cimientos y nosotros
formamos todo el edificio.

La piedra angular es la primera piedra de todo edificio, la cual no se ve, CRISTO NO SE VE, luego sobre ésa
piedra vienen las bases que son los apó stoles QUE SÍ SE VEN, aquí se demuestra que Pedro no le quita el
puesto a Cristo y esa iglesia no la podrá vencer NADIE Mat 16:18 y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella. La iglesia de Cristo NUNCA DEJARÁ DE EXISTIR, si algún día deja de existir es que no es la
iglesia de Cristo.

Pero luego le dice a Pedro, NO A OTRO APÓ STOL, A PEDRO: Mat 16:19 A ti te daré las llaves del Reino de los
Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en
los cielos.»

¿Qué significa darle las llaves a Pedro? Veamos que nos dice la Palabra de Dios: Isa 22:20 Aquel día llamaré
a mi siervo Elyaquim, hijo de Jilquías. Isa 22:21 Le revestiré de tu túnica, con tu fajín le sujetaré, tu autoridad
pondré en su mano, y será él un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Isa 22:22
Pondré LA LLAVE dela casa de David sobre su hombro; ABRIRÁ, Y NADIE CERRARÁ, CERRARÁ, Y NADIE
ABRIRÁ.

El rey le da las llaves a su mayordomo en pú blico y esto significaba que cuando el rey no estuviera, el
mayordomo hacía las veces del rey y todo el mundo lo tenía que RESPETAR y al igual que en Mat 16:19 le
dice a ti te doy las llaves del reino, pero no el reino de David, sino el REINO DE LOS CIELOS.
¿Quién entrega las llaves? El Rey, ¿Quién es el rey? Jesú s, ¿de dó nde es Rey?, es REY DE LOS CIELOS, así
que lo que entrega son las llaves de SU REINO ¿a quién?, a Pedro, el mayordomo, el representante, el
vicario, papa o como quieran llamarlo y Jesú s le dice lo que ates quedará atado y lo que desates quedará
desatado.

[67]
Cristo es el Rey, y ese Rey se va pero deja a un mayordomo, un jefe, un Vicario, un guía y le deja las llaves,
no de la tierra sino del cielo porque Jesú s es EL REY DEL CIELO y lo deja con la autoridad del Rey y será un
padre para todos los creyentes en Jesucristo (Is 22:21) y hay que rendirle respeto como a un padre.

Cuando Jesú s le dice a Pedro lo que ates quedará atado y lo que desates quedará desatado, le está diciendo
lo que tú hagas YO LO RESPALDO, TIENE MI FIRMA Y MI SELLO, por eso se le llama iglesia verdadera,
PORQUE TIENE EL RESPALDO.

Pongamos un ejemplo: tenemos un billete falso y uno verdadero, los dos son billetes, pero uno está
respaldado por el Banco Central y el otro no, el respaldado es el verdadero y el otro es el falso, el que
quiera tomar el falso, tomará el falso y el que quiera el verdadero tomará el verdadero, así sucede con la
iglesia.

Otras citas que avalan la afirmació n de que Jesú s dejó a Pedro como CABEZA VISIBLE DE SU IGLESIA son:

Jua 21:15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le
dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»
Jua 21:16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»
Jua 21:17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase
por tercera vez: « ¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis ovejas.

En la primera cita, Jesú s se dirige a Pedro, y Jesú s sabía muy bien que sus discípulos lo amaban, sin
embargo LE PREGUNTA SÓLO A PEDRO ¿ME AMAS MAS QUE ELLOS? y al decirle que sí, le dice:
“APACIENTA MIS CORDEROS”, a los apó stoles los llamó corderos le dice APACIÉ NTALOS, en la segunda ya
no le pregunta si lo ama má s que ellos y le dice Jesú s, “apacienta mis ovejas”, la autoridad estaba dada no
só lo de apacentar a los corderos o sea los apó stoles, sino también a las ovejas que se encontraban ahí
reunidos, y para rematar en la tercera cita le dice Jesú s “APACIENTA MIS OVEJAS” “refiriéndose ya a
TODOS a los corderos y al resto del rebañ o. ¿Quién es el que apacienta las ovejas?, EL PASTOR quienes son
las ovejas, TODO EL REBAÑ O.

Ya demostramos que Cristo fundó una iglesia y que esa iglesia tiene un Jefe, Mayordomo o guía al que
llamamos padre segú n Isaías 22:21.

Ahora cuando Cristo funda la iglesia, ésta inicia en Pentecostés con la venida del Espíritu Santo, pero ¿cuá l
es esa iglesia?

Veamos las características de esa iglesia:

Hch 1:14 Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de
María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

1) La iglesia de Cristo debe perseverar en la oració n.


2) La iglesia de Cristo debe tener un mismo Espíritu
3) La iglesia de Cristo debe tener a María.

La iglesia que se inició con la venida del Espíritu Santo, tenía a María como miembro muy importante,
porque la llamó por el nombre, las demá s no las llamaron por el nombre, só lo menciona “muchas mujeres”
a los apó stoles también los llamaron por el nombre, porque só lo a las personas importantes se les llama
por el nombre y ahí estaba MARÍA, LA MADRE DE JESÚS. La iglesia cató lica es la ú nica que ha tenido a
María desde ese momento hasta nuestros días, por eso creemos que la iglesia cató lica es la de Cristo.

[68]
Cuando viene el Espíritu Santo había gente de toda las razas, lengua y nació n, eso es lo que se llama
UNIVERSAL y cató lico significa UNIVERSAL.

¿Cuándo se le llama por primera vez iglesia católica?

Muere el Apó stol Juan y un Obispo NOMBRADO POR JUAN, llamado San Ignacio de Antioquía en el añ o 110
aproximadamente, llama a los Cristianos CATÓ LICOS y escribió una carta diciendo “donde está el Obispo,
está la iglesia de Cristo”.

OTRA CARACTERÍSTICA DE LA IGLESIA FUNDADA POR CRISTO

Hch 2:42 Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las
oraciones.

1) “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles” cualquier iglesia puede decir eso lo hacemos
nosotros.
2) “a la comunión” También pueden decir, eso lo hacemos nosotros
3) “a la fracción del pan” Esto só lo lo hace la iglesia cató lica.

Los protestantes podrá n decir: “pero nosotros también lo hacemos cada semana, cada mes, cada añ o, etc”,
pero la iglesia de Cristo no lo hacía cada semana, ni cada mes, ni cada añ o, LO HACÍA TODOS LOS DÍAS
como lo dice Hch 2:46 Acudían al Templo TODOS LOS DÍAS con perseverancia y con un mismo espíritu,
partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.

La ú nica iglesia que parte el pan TODOS LOS DÍAS, desde pentecostés, tiene nombre y eso me hace ver
cuá l es la iglesia de Cristo, pero no só lo esto sino también hay otra característica:

Recordemos el pasaje de San Pablo cuando pidió cartas para las sinagogas de Damasco con el fin de
perseguir a todos los seguidores del Camino, recordemos que Jesú s se autonombra “el Camino” y sucede
que cuando iba en camino “Hch 9:4 cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me
persigues?»
Hch 9:5 El respondió: « ¿Quién eres, Señor?» Y él: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

Pablo perseguía a los seguidores de Cristo y Jesú s le dice “¿PORQUÉ ME PERSIGUES?” como diciéndole el
que se mete con ellos, conmigo se mete”, “el que los persigue a ellos, a mí me persigue”.

Pablo lo reconoce y afirma que Jesú s fundó una iglesia al decir: 1Co 15:9 Pues yo soy el último de los
apóstoles: indigno del nombre de apóstol, por haber perseguido A LA IGLESIA DE DIOS. ¿Hay una iglesia ¡SI¡,
Pablo la perseguía ¡SI¡.

Cualquiera puede decir esa era la nuestra, ¿có mo sé yo que era la cató lica?. Hagamos un poco de memoria:
cuando mataron a Esteban, recordemos que Pablo estaba ahí y apoyaba ese acto, Esteban es el primer
má rtir de la naciente iglesia de Cristo.

Y ¿có mo sabemos que Esteban pertenecía a la iglesia de Cristo?, veamos Hch 6:5 Pareció bien la propuesta
a toda la asamblea y escogieron a ESTEBAN, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo.
Hch 6:6 los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les IMPUSIERON LAS MANOS. O sea que
en la iglesia de Jesucristo para nombrar ministros se les impone las manos.

Ahora bien, Pablo se convierte a esa iglesia pero cuando Pablo se convierte a esa iglesia, él quiere ser
pastor de esa iglesia y ¿qué hace?, ¿agarra la biblia y se va a predicar? ¡NO! la iglesia de Cristo tiene reglas
y ésta se aplica también a Pablo, veamos los siguientes versículos:
[69]
Hch 13:2 Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Separadme ya a
Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.»
Hch 13:3 Entonces, después de haber ayunado y orado, LES IMPUSIERON LAS MANOS y les enviaron.

Porque un pastor de Cristo para poder tener la autoridad que viene de Él, hay que imponerle las
manos, ¿dó nde dice en la biblia esto? Veamos Hch 8:18 Al ver Simón que MEDIANTE LA IMPOSICIÓN DE
LAS MANOS DE LOS APÓSTOLES SE DABA EL ESPÍRITU, les ofreció dinero diciendo:
Hch 8:19 «DADME A MI TAMBIÉN ÉSTE PODER para que reciba el Espíritu Santo aquel a quien yo imponga
las manos.»

Quiere que los apó stoles le impongan las manos para recibir el poder, no cualquier persona, sino LOS
APÓ STOLES, y quería recibir ése poder.

Recordemos que los apó stoles fueron enviados por Jesú s Jn 20:21 “Como el Padre me envió, también yo os
envío” y los apó stoles asumen ése envío y lo transmiten, por eso al ordenar Sacerdotes, Obispos, Diá conos
o cualquier ministerio en la iglesia se les imponen las manos, para que reciban el PODER DE DIOS. A Pablo
le imponen las manos, a Esteban le imponen las manos, Pablo le impone las manos a Timoteo 2Tim
1:6, esto se llama SUCESIÓN APOSTÓLICA

La iglesia de Cristo es APOSTÓLICA, sucesió n apostó lica y desde ahí la iglesia ha tenido MINISTROS
ORDENADOS mediante la IMPOSICIÓ N DE LAS MANOS para recibir EL PODER QUE VIENE DE LO ALTO,
eso me asegura que es la iglesia de Jesucristo, ¿dó nde aparece entonces esa jerarquía como tal? En 1Tim
3:1, habla de los Obispos, 1Tim 3:8 nos habla de los Diá conos, en 1Tim 5:17 nos habla de los Presbíteros
que son los que dirigen la comunidad, aquí vemos que Cristo deja una iglesia jerá rquica, con Pedro como
cabeza visible de su iglesia Jn 21:15-17 y a Pedro le da algo que no le dio a los demá s apó stoles cuando
estaban todo reunidos le dice: Luc 22:31 « ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros
como trigo;
Luc 22:32 pero yo HE ROGADO POR TÍ, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, CONFIRMA
A TUS HERMANOS.»

¿Por qué Jesús no rogó por los demás discípulos sino sólo por Pedro? Porque Pedro era el jefe, ya lo
había nombrado pastor y ruega por él para que su fe no se venga abajo, y después él haga lo mismo por
sus hermanos.

RESUMEN

1) ¿Sobre qué edificaría su iglesia?, SOBRE LA PERSONA QUE TENÍA LA VERDAD, ¿Quién tenía la
verdad? Pedro cuando afirmó “Tu eres el Cristo el Hijo del Dios vivo”
2) La que es 1Ti 3:15 columna y fundamento de la verdad, es decir Cristo fundó una iglesia para que
ésta iglesia mantenga la verdad ¿y cuá l es esa iglesia?, la de Pedro.
3) La iglesia que acude asiduamente a la enseñ anza de los sucesores de los apó stoles Hech 2:42.
4) La que acude asiduamente a la comunió n Hech 2:42
5) La que realiza la fracció n del pan diariamente Hech 2:46
6) La que demuestra una sucesió n apostó lica, mediante la imposició n de las manos. 2Tim 1:6; Hch
6:6; Hech 13:3
7) La que tiene una jerarquía como la que instituyó Cristo 1Tim 3:1; 1Tim 3:8; 1Tim 5:17; Jn 21:15-
17

[70]
CONSIDERACIONES FINALES

1).- Los primeros cristianos enterraron a Pedro y cuidaron su tumba ¿y dó nde está su tumba?, bajo la
basílica de San Pedro, donde el papa celebra la misa, entonces la iglesia que tenga los restos de San Pedro,
esa iglesia es la que viene desde Cristo porque guarda los restos de San Pedro y estos restos, los tiene la
iglesia cató lica.

2).- Debajo de la basílica está la catacumba de los primeros cristianos, 20 kms de tú neles donde vivían por
ser perseguidos y ahí hay un cuarto chico con un altar dó nde celebraban la EUCARISTÍA.

3).- Los que vivían en esas catacumbas eran perseguidos y enterrados ahí, porque ellos creían que en ese
pedazo de pan ESTABA EL CUERPO DE CRISTO.

4).- La iglesia cató lica hizo la biblia pues ella reunió todos los escritos que estaban dispersados en las
diferentes iglesias como son Roma, É feso, Filipos, Colosa, etc y la iglesia cató lica los reunió y dijo: “esta es
Palabra de Dios” y para que se le creyera, tenía que decirlo alguien que tuviera LA AUTORIDAD, debía ser
infalible, porque si no era infalible no le podían creer , no se podía equivocar y ese fue Dá maso I, papa de
la iglesia cató lica en el añ o 382 d.c y se reafirmó en el 383 y en el 387, la hizo CON 73 LIBROS, toda esta
informació n está por escrito, bú squenla en bibliotecas o en internet. La biblia nació con 73 libros y
recuerden lo que dice la Palabra de Dios: Apo 22:18 Yo advierto a todo el que escuche las palabras
proféticas de este libro: «Si alguno AÑADE ALGO SOBRE ESTO, Dios echará sobre él las plagas que se
describen en este libro.
Apo 22:19 Y SI ALGUNO QUITA ALGO A LAS PALABRAS DE ÉSTE LIBRO PROFÉTICO, Dios le quitará su parte
en el árbol de la Vida y en la Ciudad Santa, que se describen en este libro.»

[71]
TEMA 20: IMÁGENES, ¿PODEMOS TENERLAS?

Ex 20.4-5 ‘No te hagas estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las
aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, ni les sirvas’.

Si leemos esta cita del libro de É xodo, podemos quedarnos con la idea equivocada de que Dios prohíbe la
fabricació n de cualquier tipo de imagen. Sin embargo, al igual que todo texto bíblico, debemos entenderlo
en el contexto de toda la Escritura.

Lo que Dios prohíbe es la adoració n (que só lo se le debe a É l), mas no la construcció n de imá genes, como
podemos ver claramente al revisar otros textos de la Sagrada Escritura. Por otro lado, Dios mismo, en
ciertas ocasiones, es quien ordena la fabricació n de imá genes, como encontraremos má s adelante. Pues
bien, Dios no se puede contradecir, no podría decir sí y no al mismo tiempo, pues ya no sería perfecto y
por tanto no sería Dios.

Si entendemos el verdadero sentido de la Biblia, descubrimos que lo que Dios prohíbe es el adorar las
imágenes, es decir, rendirles culto como si se trataran de Dios mismo, cosa que ningún buen
católico hace. Los cató licos só lo veneramos las imá genes de Jesú s, de María y de los santos, en cuanto
representan o nos recuerdan a la persona a quien va dirigido nuestro culto, pero la adoració n ú nica y
exclusivamente se la debemos a Dios, y eso es lo que siempre ha enseñ ado y enseñ a nuestra Santa Madre
la Iglesia Cató lica. Incluso vemos que el pueblo de Israel, se postraba ante el Arca de la Alianza (la cual
estaba formada por dos querubines de oro), porque sabía que estos só lo representaban la presencia de
Dios, pero no eran Dios. El siguiente texto bíblico (aunque existen muchos má s), no nos deja lugar a
dudas:

Jos 7.6 Entonces Josué y todos los jefes de Israel… permanecieron postrados delante del Arca de Yahvé.

Para reafirmar lo dicho, leamos a continuació n los textos bíblicos que nos hablan de la fabricació n de
imá genes, con la aceptació n, e incluso, la orden de Dios mismo:

Ex 25.18-20; Ex 37.7; Moisés hizo dos querubines de oro macizo.


Heb 9.5 Por encima del arca están los querubines de la Gloria, cubriendo con sus alas el Lugar del Perdón.
Ex 25.31-33; Ex 37:19 Cada brazo (del candelabro) tenía tres cálices en forma de flor de almendro, con
capullos y flores.
Ex 26.1; Ex 36.8 Hicieron la Morada. Hicieron diez cortinas… adornadas con querubines.
Ex 26.31; Ex 36.35 Además de esto hizo un velo de lino fino,… bordado de querubines, obra de artista.
Ex 27.1-2; Ex 30:1-2; Ex 38.1-2 Hizo también el Altar de los Holocaustos. De sus cuatro esquinas salían cuatro
cuernos.
Ex 37.25 Hizo también el Altar del Incienso. Sus cuernos formaban un cuerpo con él.
Ex 28.31-33 Harás también el mando del Efod. En los lados habrá alrededor unas granadas de Jacinto…
1 Re 6.17-18 En todo el interior, la madera estaba esculpida con figuras de calabazas y guirnaldas de flores.
1 Re 6.23-28 2; Cr 3.10 En el interior de la sala del Lugar Santísimo hizo dos querubines de metal forjado, que
revistió de oro.
1Re 6.29 Las paredes de la Casa fueron esculpidas en todo su contorno con figuras de querubines, de palmas y
guirnaldas de flores.
1Re 6.31-32 Hizo la puerta del Lugar Santísimo. Esculpió en ellas figuras de querubines, palmas y guirnaldas
de flores.
1 Re 6.33-35 A la entrada del Lugar Santo puso puertas. Estas también se esculpieron con querubines, palmas
y guirnaldas de flores.
2 Cr 3.7 Recubrió de oro la Casa, sus paredes y sus puertas y esculpió querubines sobre las paredes.
1 Re 7:18-19 Moldeó en bronce granadas,… cuatrocientas en total… Los capiteles que estaban en la cima de
las columnas tenían forma de azucenas.
2 Cr 3.14 Hizo también la cortina de púrpura violeta,… y en ella hizo poner querubines.
[72]
1 Re 7.23-25 Hizo una gran concha, conocido como Mar. Debajo del borde había calabazas. El Mar se
apoyaba sobre doce bueyes.
2 Cr 4.2-4 Hizo una gran pileta, llamado el mar. Debajo del borde había unas como figuras de granadas. Se
apoyaba sobre doce bueyes.
1 Re 7.27-29 Hizo diez basas de bronce. Sobre el panel que estaba entre los listones había leones, bueyes y
querubines.
1 Re 9.1-3 Cuando Salomón hubo terminado la Casa de Yahvé, Yahvé le dijo: He santificado esta Casa que
me has construido.
2 Cr 5.7 Los sacerdotes introdujeron el Arca de la Alianza… a su lugar, al Santuario de la Casa, al Lugar
Santísimo, bajo las alas de los querubines.
1 Re 10.19-20 El trono tenía seis gradas… Había dos brazos y dos leones de pie junto a los brazos, más doce
leones parados sobre las seis gradas.
Ez 41.18 La decoración (de la Casa) estaba formada por querubines y palmas; los querubines tenían dos
caras.
Ez 41.20 En el muro se habían representado querubines y palmas desde el suelo hasta encima de la entrada.
Ez 41.25 Encima de las batientes del antesantuario, había representado en los muros querubines y palmas.
Núm. 21.8 Yahvé le dijo a Moisés: Hazte una serpiente-ardiente y colócale en un poste. El que haya sido
mordido, al verla, sanará.
Jn 3.14 Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el
Hijo del Hombre.
Sab 16.7 En efecto, cualquiera que se volvía al objeto de bronce se salvaba, no por lo que tenía a la vista,
sino por ti, el Salvador de todos.
Mc 12.16 Jesús les preguntó: ¿De quién es esta cara y lo que está escrito? Ellos le contestaron: Del César’.

Por último, veamos que cuando la imagen ser convierte en objeto de adoración (idolatría, que es lo
mismo) entonces sí se debe prohibir su culto, pues como dijimos la adoració n se debe exclusivamente a
Dios. La siguiente cita bíblica nos sirve de ejemplo:

2 Re 18.4 (Ezequías) destruyó la serpiente de bronce que Moisés había fabricado…, pues hasta ese
tiempo los israelitas le ofrecían sacrificios.

É sta situació n es MUY IMPORTANTE: Dios mando construir la imagen de la serpiente, lo cual indica que
Dios no prohíbe hacer imá genes, pero luego los israelitas le empezaron a ofrecer sacrificios, o sea rendirle
culto de adoració n, entonces Dios mandó destruirla. Con esto queda muy claro que no es el problema
hacerlas o tenerlas sino rendirles culto de adoración.

[73]
TEMA 21: EL INFIERNO EXISTE Y ES ETERNO

Algunos grupos fundamentalistas dicen que el infierno no existe y que en el juicio final, los pecadores
será n simplemente aniquilados, destruidos. Pero esta postura, contradice totalmente lo que nos enseñ a la
Palabra Divina al respecto. El infierno sí existe y es eterno, nunca tendrá fin. Eso es lo que nos dice la
Biblia:

Dan 12.2 Muchos de los que duermen en la región del polvo se levantarán, unos para la vida eterna, otros
para el horror y la vergüenza eterna.
Mt 5.30 Porque es mejor que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al
infierno.
Mt 13.42 Y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes
Mt 13.49-50 Separarán a los malos de entre los buenos y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar
y el rechinar de dientes.
Mt 18.8 Pues es mejor para ti entrar en la vida sin una mano o sin un pie que ser echado al fuego eterno
con las dos manos…
Mt 25.41 ¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus
ángeles!
2 Tes 1.9 Serán condenados a la perdición eterna, lejos del rostro del Señor y de su Gloria irresistible.
2 Tes 1.8 Entonces la llama ardiente castigará a los que no reconocen a Dios y no obedecen al Evangelio de
Jesús, nuestro Señor.
Jud 22,23 Muestren comprensión con los que dudan; a unos los salvarán arrancándolos del fuego eterno.
Ap 14.11 No hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la bestia… El humo de su tormento se
eleva por los siglos de los siglos.
Ap 20.10 Entonces el diablo, el seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre… Allí serán atormentados
día y noche por los siglos de los siglos.
Ap 20.15 Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
Ap 21.8 En una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre,
que es la segunda muerte.

[74]
TEMA 22: INTERCESIÓN DE LOS SANTOS

En primer lugar, hay que destacar que todos en la Iglesia estamos llamados a interceder los unos por los
otros, es decir, a pedir por las necesidades de los demá s. Algunos, malinterpretando la Palabra de Dios,
dicen que Jesú s es el ú nico intercesor o mediador entre Dios y los hombres y que no hay otro intercesor
fuera de É l y así lo dice la biblia, pero, hay que aclarar, que cuando nosotros intercedemos, al hacerlo en el
Nombre de Jesú s, y al ser nosotros parte de su Cuerpo Místico, es Él quien al fin de cuentas resulta
siendo el intercesor. Todos en la Iglesia, vivos y muertos, podemos interceder por los demá s, veamos, las
citas bíblicas que lo confirman

INTERCESIÓN DE LOS VIVOS POR SANACIÓN ESPIRITUAL Y FÍSICA O BENDICIONES

Gen 18.31 Abraham insistió: Sé que es una osadía de mi parte hablar así a mi Señor; pero, ¿y si se encuentran
allí solamente…?
1 Re 13.6 El rey dijo al hombre de Dios: Por favor, suplica a Yahvé, tu Dios, y ruega por mí, para que pueda
doblar mi brazo.
Jer 15.11 ¿No intercedí ante ti, por mis enemigos, en el tiempo de la desgracia y de la angustia? Tú lo sabes.
Jer 37.3 El rey Sedecías ordenó… que fueran donde el profeta Jeremías, con este recado: Ruega por nosotros a
Yahvé.
Job 42.10 Yahvé hizo que la nueva situación de Job superara la anterior, porque había intercedido por sus
amigos.
Mt 8.5-6 Se le acercó (a Jesús) un capitán de la guardia, suplicándole: Señor, mi muchacho está en cama,
totalmente paralizado.
Mt 15.23 Entonces sus discípulos se acercaron y le dijeron: Atiéndela, mira como grita detrás de nosotros
Mt 20.20 Entonces la madre de Santiago y Juan se acercó con sus hijos a Jesús y se arrodilló para pedirle un
favor.
Mc 7.26 Esta mujer era de habla griega y de raza sirio fenicia, y pidió a Jesús que echara al demonio de su
hija.
Mc 5.23 Al ver a Jesús, se postró a sus pies suplicándole: Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos
sobre ella para que se mejore.
Lc 7.4 Llegaron donde Jesús y le rogaron insistentemente, diciéndole: Este hombre se merece que le hagas
este favor.
Jn 2.3 Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda… Entonces, la madre de Jesús le dijo: No tienen
vino.
Hch 8.24 Simón respondió: Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no venga sobre mí nada de lo que me
han dicho.
Rom 15.30 Pero les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús nuestro Señor y del amor, fruto del Espíritu,
que recen a Dios por mí.
Ef 6.18 Perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos, sus
hermanos.
2 Cor 1.10-11 (Dios) seguirá amparándonos, siempre que ustedes nos ayuden con sus oraciones. Si son
muchos los que piden por nosotros…
2 Cor 9.14 Rogarán a Dios por ustedes y les tendrán cariño por la maravillosa gracia que derramó sobre
ustedes.
2 Cor 13.9 Y pedimos a Dios que ustedes lleguen a la perfección.
Fil 1.3-4 Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes, es decir, en mis oraciones por todos
ustedes a cada instante.
Col 1.3 En todo momento oramos por ustedes y damos gracias a Dios.
Col 1.9 Por eso, tampoco nosotros hemos cesado de rezar por ustedes.
Col 4.3 Oren también por nosotros, para que Dios nos dé palabras y pueda yo anunciar el misterio de Cristo.
Col 4.12 Es un buen servidor de Cristo Jesús que siempre está orando fervientemente por ustedes para que
sean perfectos.
1 Tes 5.25 Hermanos, rueguen también por nosotros.
[75]
1 Tim 2.1 Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos,
sin distinción de personas.
2 Tes 1.11 Estos son nuestros pensamientos en todo momento mientras rogamos por ustedes.
2 Tes 3.1 Por lo demás, hermanos, rueguen por nosotros, para que la palabra del Señor prosiga su carrera y
consiga el premio.
2 Tim 1.3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo con conciencia limpia…, cuando constantemente te recuerdo en
mis oraciones noche y día.
Stgo 5.16 Recen unos por otros para que sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que
sea perseverante.

INTERCESIÓN DE LOS SANTOS PARA OBTENER PERDON DE LOS PECADOS

Núm. 14.20 Yahvé respondió (a Moisés): Ya que tú me lo pides, lo voy a perdonar.


Núm. 17.12-13 Aarón puso el incienso e hizo la expiación por el pueblo; se paró en medio de los muertos y
de los vivos, y el flagelo se detuvo.
Job 42.8 Mientras que mi servidor Job rogará por ustedes… Los perdonaré en consideración a él.
Ex 32.30 Voy a subir donde Yahvé. Ojalá pueda obtener por ustedes el perdón de este pecado
Núm. 12.11 y 13 Aarón le dijo entonces a Moisés: Te lo suplico, Señor, no nos hagas pagar este pecado.
Entonces Moisés suplicó a Yahvé.
Núm. 21.7 El pueblo fue a ver a Moisés y le dijo: Hemos pecado… Ruega a Yahvé por nosotros… Moisés
oró por el pueblo.

Los hermanos separados podrá n objetar que sí se puede interceder; pero, só lo mientras estamos en esta
vida má s no cuando la persona santa está en la otra vida. Para refutar esta posició n, veamos lo que nos
dice la biblia, donde encontramos que personas santas, ya muertas, pero que por su vida virtuosa está n en
presencia de Dios en el Cielo, siguen intercediendo por nosotros:

INTERCESIÓN DE LOS ÁNGELES, LOS MUERTOS Y LOS PODERES CELESTIALES POR LOS VIVOS

2Ma 15:13 Luego se apareció también un hombre que se distinguía por sus blancos cabellos y su dignidad,
rodeado de admirable y majestuosa soberanía.
2Ma 15:14 Onías había dicho: «Este es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo y por la
ciudad santa, Jeremías, el profeta de Dios.»
2Ma 15:15 Jeremías, tendiendo su diestra, había entregado a Judas una espada de oro, y al dársela había
pronunciado estas palabras:
2Ma 15:16 «Recibe, como regalo de parte de Dios, esta espada sagrada, con la que destrozarás a los
enemigos.»
Tob. 12.12 Cuando tú y Sara rezaban, yo presentaba tus oraciones al Señor.
Ap. 5.8 Lo mismo hicieron los veinticuatro ancianos que tenían… copas llenas de perfumes, que son las
oraciones de los santos.
Ap. 8.3 Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro
colocado delante del trono.
Ap. 8.4 Y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la
presencia de Dios.

Por ú ltimo, veamos en la Biblia, que los santos han realizado hechos prodigiosos y milagros, incluso
después de muertos, porque ellos ya gozan de la presencia de Dios. Lo que podían realizar con el poder
de Dios en esta vida, lo siguen realizando ahora con mayor razó n, puesto que viven en la presencia
continua de Dios:

2 Re 13.21 Tiraron el cadáver al sepulcro de Eliseo…, pero el hombre, al tocar los huesos de Eliseo, cobró
vida y se puso de pie.
Sir 48.13 Nada fue imposible para él (Eliseo) y hasta en el sueño de la muerte hizo obra de profeta.
[76]
Sir 48.14 (Eliseo) en vida hizo prodigios, y después de muerto, todavía obró milagros.

Por todas estas razones es que los cató licos creemos, firmemente cimentados en lo que nos dice la Palabra
de Dios, que María, los á ngeles y todos los santos; está n viviendo en la presencia de Dios e intercediendo
continuamente por nosotros, alcanzá ndonos, cuando así es la voluntad divina, las gracias que les pedimos.
No son ellos quienes hacen el milagro, es Dios quien a través de ellos nos lo concede.

El Santo Padre ha beatificado y canonizado a una gran cantidad de hombres y mujeres a lo largo de toda la
historia de la Iglesia. Con esto ha reconocido oficialmente su testimonio de santidad. De esta forma ellos se
convierten, para los creyentes, en un modelo de santidad y en intercesores en favor nuestro. Por supuesto
la Iglesia Cató lica a nadie obliga a invocar y tener devoció n a los santos. Solamente los propone como
modelos para ser imitados.
Algunos hermanos dicen: No necesitamos otro modelo de santidad si ya tenemos el modelo del
propio Jesús.
Esta es una verdad a medias ya que el mismo apó stol San Pablo exclamaba: «Para mí la vida es Cristo, y la
muerte es ganancia... Hermanos, sigan mi ejemplo y fíjense también en los que viven según el ejemplo
que nosotros les hemos dado a ustedes» (Fil. 3, 17).
En otra parte dice el Apó stol: «Sigan ustedes mi ejemplo como yo sigo el ejemplo de Cristo» (1 Cor.11:1).
En estos textos vemos claramente que Pablo se pone a sí mismo como ejemplo de seguidor de Cristo, e
incita a los creyentes a ser sus imitadores, como él lo es de Cristo.
Tomemos otro ejemplo de la Biblia: María, la Madre de Jesú s.
Ella es la mujer «que Dios ha bendecido más que a todas las mujeres» (Lc. 1, 28 y 1, 42), como dijeron el
á ngel Gabriel y su prima Isabel. Y en el cá ntico de María (Lc. 1, 46-55); ella se presenta también como
ejemplo de humilde servidora y de esclava, «en adelante todos los hombres me llamarán bienaventurada»
(Lc. 1, 48).
La Biblia, entonces, pone claramente a María como modelo de santidad para todas las generaciones. Y es
eso lo que celebra la Iglesia Cató lica al venerar a María. La veneració n a María nunca puede ser culto de
adoració n; la veneració n es un culto de honra y de profundo respeto hacia la Madre de Jesú s.
De igual manera, la Iglesia Cató lica presenta ahora a los santos de nuestros tiempos como ejemplos de fe
cristiana. Ellos nos señ alan un camino y muchos ven en ellos la gracia del Señ or Jesú s, que fue tan eficaz en
sus vidas.
Los santos son para nosotros verdaderos modelos a imitar. Ellos tuvieron una clara prioridad en su vida:
Jesucristo. Y es este modelo de fe cristiana el que tocó , de diversas maneras, el corazó n de mucha gente. La
fe en los santos no es, de ninguna manera, un obstáculo a la fe en Jesucristo, sino un estímulo para
seguir a Cristo. Son tres distintos modelos de santidad que Dios ha regalado a su Iglesia en este ú ltimo
tiempo.
Por supuesto debemos evitar excesos, los santos no son semidioses y la santidad de tal o cual persona
nunca puede oscurecer el seguimiento de Cristo. Al contrario, la verdadera santidad de los santos siempre
anima hacia una mayor bú squeda de Dios.
Los santos como intercesores:
Muchos hermanos tienen problemas para aceptar a los santos como intercesores en favor nuestro.
Simplemente dicen que Jesucristo es el ú nico Mediador entre Dios y los hombres y que no necesitamos
nuevos intercesores: «Hay un solo Dios, y un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús» (1 Tim. 2,
5; Hebr. 8, 6 y 9, 11-14).
Nosotros, los católicos, proclamamos también que Jesucristo es el Único Mediador entre Dios y los
hombres. Pero los santos no son un obstá culo para dirigirnos directamente a Jesucristo, a Dios Padre o al
Espíritu Santo. Los santos no nos alejan de Dios; simplemente ellos con sus ejemplos de fe cristiana nos
[77]
estimulan a acercarnos a Dios con la sola mediació n de Jesucristo.
Ahora bien, cuando la Iglesia Católica dice que los santos son intercesores nuestros delante de
Jesucristo, eso no quiere decir que ellos son los que hacen los milagros. Es siempre Dios Padre,
Jesucristo o el Espíritu Santo, quienes obran maravillas entre nosotros, aunque sí puede ser que los
milagros sean hechos «por intercesió n» de estos santos.
El ejemplo de María
Veamos el ejemplo de María en las bodas de Caná . Es María la Madre de Jesú s la que invita discretamente a
su Hijo a hacer un milagro diciendo: «Ya no tienen vino». Y Jesú s le hace entender que la hora de hacer
signos no ha llegado todavía. Sin embargo, por la intercesió n de su Madre María, Jesú s hace su primer
milagro (Jn. 2, 1-12). Este es el sentido bíblico de la intercesió n de los santos.
Jesú s manda a sus Apó stoles a sanar enfermos, a resucitar muertos, a limpiar leprosos y echar
demonios (Mt. 10, 8). Pedro y Juan, en nombre de Jesú s, sanan a un hombre tullido (Hech. 3, 1-10).
En el pueblo de Troá da, el apó stol Pablo devuelve la vida a un joven accidentado (Hech. 20, 7-11).
Cuando el apóstol Pedro pasaba por la calle, la gente sacaba a los enfermos y los ponía en camillas para que,
al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre algunos de ellos, y todos eran sanados (Heh. 5, 15-16).
Dios hacía grandes milagros por medio de Pablo, tanto que hasta los pañuelos o las ropas que habían sido
tocados por su cuerpo eran llevados a los enfermos y los espíritus malos salían de éstos (Hech. 19, 11-12).
Todos estos textos nos dicen que Jesucristo hacía milagros por medio de sus discípulos. «Ustedes han
recibido este poder sin costo; úsenlo sin cobrar», dijo Jesú s (Mt. 10, 8).
Dios acepta la oración de los santos
La Biblia nos enseñ a también que debemos ayudarnos mutuamente con la oració n. «La oración de los
santos es como perfume agradable ante el trono de Dios» (Apoc. 8, 4).
«Ahora me alegro, dice el Apóstol Pablo, en lo que sufro por ustedes, porque de esta manera voy completando
en mi propio cuerpo lo que falta a los sufrimientos de Cristo por la Iglesia, que es su cuerpo» (Col. 1, 24).
«La oración fervorosa del hombre bueno tiene mucho poder. El profeta Elías era un hombre tal como
nosotros, y cuando pidió en su oración que no lloviera, dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio
y después cuando oró otra vez, volvió a llover y la tierra dio su cosecha» (Stgo. 5, 16-18).
«Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos se pusieron de rodillas delante del Cordero. Cada uno de los
ancianos tenía un arpa, y llevaban copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los que
pertenecen a Dios» (Apoc. 5, 8).
En todos estos textos notamos que la oració n fervorosa o la intercesió n de los santos tiene mucho poder
delante del trono de Dios. No podemos dudar de que estos santos, que ahora está n delante de Dios, vayan
a interceder por nosotros, como lo hizo Moisés al hablar con Dios para aplacar su ira invocando a
Abraham, Isaac y Jacob (Ex. 32, 13).
Al invocar a los santos siempre contemplaremos las virtudes que obró Dios en ellos. Dios está siempre
en el trasfondo de nuestra invocación o veneración a los santos. Los santos no nos alejan de Dios, sino
que nos invitan a ponernos directamente en contacto con El, con la sola mediació n de Jesucristo.
¿Debemos evitar los excesos en la veneración de los santos?
Por supuesto que en nuestra veneració n a los santos debemos evitar los excesos. Por ejemplo, hay gente
que no busca a los santos como un modelo de fe cristiana, sino solamente como remedio a sus dolencias,
angustias y dificultades, o para encontrar un objeto que se le ha perdido. Sabemos muy bien que hay gente
que se acerca a los santos con una fe casi má gica. No nos corresponde juzgar los sentimientos de nuestros
hermanos que tienen una fe débil. Pero estoy seguro de que Dios respeta la conciencia de cada uno.
Pienso en aquella mujer de la Biblia que sufría hemorragias de sangre durante tantos añ os, la que se
acercó a Jesú s tal vez con una fe má gica, pensando que con só lo tocar su manto sanaría, y la señ ora con
[78]
esta fe, que a nosotros nos parece medio má gica, sanó . Pero luego Jesú s buscó a aquella mujer y quiso
darle má s que un simple remedio a sus dolencias. Jesú s deseaba un encuentro personal con aquella
enferma y aclarar la verdadera razó n de su sanació n: La fe. «Hija, has sido sanada porque creíste» (Lc. 8,
43-48).
Creo que hay mucha gente cató lica entre nosotros, que se acerca a Cristo y a los santos con esta actitud
tímida, con esta fe no muy clara, tal vez con creencias medio má gicas. Pero no tenemos derecho a humillar
o aplastar esta poca fe que tiene la gente sencilla. Es un pecado muy grave burlarse de la fe débil de uno de
nuestros hermanos. Debemos ayudarles con mucho amor a purificar su fe, como lo hizo Jesú s con aquella
mujer enferma. Un poco de fe basta para que Dios actú e.
Dicen los protestantes que los muertos no interceden por los vivos. Veamos lo que dice la Escritura, no lo
que dicen los protestantes....

El otro replicó: Entonces te ruego, padre Abraham, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, a mis cinco
hermanos: que vaya a darles su testimonio para que no vengan también ellos a parar a este lugar de
tormento. (Lc 16:22-28)

Vemos como el rico avariento intercede, ruega, suplica, a Abraham por sus cinco hermanos que todavía no
habían muerto, para que no vayan al lugar donde él estaba Otro ejemplo que comprueba que los muertos
hablan, interceden. Por la fe, ofreció Abel a Dios un sacrificio más excelente que Caín, por ella fue declarado
justo, con la aprobación que dio Dios a sus ofrendas; y por ella, aun muerto, habla todavía. (Heb 11:4).

Se necesita fe en Cristo para creer que los muertos hablan. Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar
las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron. Se pusieron a
gritar con fuerte voz: ¿Hasta cuándo, Dueño Santo y Veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin tomar
venganza por nuestra sangre de los habitantes de la tierra? (Ap 6:9-10).

[79]
TEMA 23: JESÚS ES DIOS

Algunas sectas fundamentalistas quieren señ alar que Jesú s es un “dios” pero no Dios, como decimos
nosotros los cató licos y la mayoría de los cristianos. Quieren rebajar a Jesú s a un “dios” de segunda
categoría, interpretando erró neamente algunas citas bíblicas. Veamos por el contrario que la Palabra de
Dios nos dice perfectamente que Jesú s es Dios, al igual que el Padre y el Espíritu Santo. Incluso algunos,
má s equivocados todavía, insinú an que Jesú s es el arcá ngel Miguel.

A continuació n, revisemos los textos bíblicos que nos dicen sin dejar ninguna duda que Jesú s es Dios, es el
mismo Yahvé:

Mt 3.3 Es a Juan a quien se refería el profeta Isaías cuando decía: Una voz grita en el desierto: Preparen un
camino al Señor.
Isaías 40.3 Una voz clama: “Abran el camino a Yahvé en el desierto”.
Hch 2.16, 21,36…lo que anunció el profeta Joel: … Y todo el que invoque el Nombre del Señor se salvará…
Dios ha hecho Señor y Cristo a este Jesús.
Joel 3.5 Entonces serán salvados todos aquellos que invoquen el Nombre de Yahvé.
Jn 8.24-25 Si no creen que Yo Soy morirán... Le preguntaron: Pero, ¿quién eres tú? …Les contestó:
Exactamente lo que acabo de decirles.
Jn 8.27 Cuando levanten en alto al Hijo del Hombre, entonces conocerán que Yo Soy.
Ex 3.14-15 Dios dijo a Moisés: ‘Yo Soy: YO-SOY’. Así hablarás al pueblo de Israel: YO-SOY me ha enviado a
ustedes. Y también dirás: YAVE, el Dios de sus padres,…, me ha enviado. Este será mi nombre para siempre’.
Jn 1.1 En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
Jn5.18 Se hacía a sí mismo igual a Dios, al llamarlo su propio Padre.
Jn 10.30 Yo y el Padre somos una sola cosa.
Jn 10.33 No te apedreamos por algo hermoso que hayas hecho, sino por insultar a Dios; porque tú, siendo
hombre, te haces Dios.
Jn 14.9-10 El que me ve a mí, ve al Padre… ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?
Jn 17.10 Pues todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío.
Jn 20.28 Tomás exclamó: Tú eres mi Señor y mi Dios.
Hb 1.6 Al introducir al Primogénito en el mundo, dice: Que lo adoren todos los ángeles de Dios.
Fil 2.6 Él, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada.
Tito 2.13 Ahora nos queda aguardar la feliz esperanza, la manifestación gloriosa de nuestro magnífico Dios
y Salvador, Cristo Jesús.
Hb 1.5 En efecto, ¿a qué ángel le dijo Dios jamás: Tú eres mi Hijo, yo te he dado la vida hoy? ¿Y de qué ángel
dijo Dios: Yo seré para Él un Padre y Él será para mí un Hijo?
Sal 2.7 Voy a comunicar el decreto del Señor: Él me ha dicho: Tú eres hijo mío, yo te he engendrado hoy.
Hb 1.8-9 Al Hijo, en cambio, se le dice: Tu trono, oh Dios, permanece por siglos… Por eso, oh Dios, tu Dios te
concedió…
Sal 145.7-8 Tu trono, oh Dios, es firme para siempre... Por eso Dios, tu Dios, te dio a ti solo una unción…
2 P 1.1 … de recibir una fe tan preciosa y ser renovados por nuestro Dios y Salvador Jesucristo.
Ap 5.12 Gritaban a toda voz: Digno es el Cordero degollado de recibir poder y riqueza, sabiduría y fuerza,
honor, gloria y alabanza.
Ap 5.13-14 Oí que decían: Al que está sentado en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el
poder por los siglos de los siglos. Y los cuatro Seres Vivientes decían el “Amén”, mientras los Ancianos se
postraban y adoraban.

[80]
TEMA 24: LA GRAN RAMERA

LA RAMERA DE BABILONIA: Una de las figuras má s delirantemente utilizada por la Apostasía es la “Gran
Ramera de Babilonia” a quien identifican con la Iglesia Cató lica, insultando así a Jesú s esposo de esta. “La
Gran Babilonia” en lenguaje bíblico simboliza el poder pagano y los perseguidores del pueblo de Dios.
Veamos que nos dice la Palabra de Dios.

Apo 17:1 Entonces vino uno de los siete Ángeles que llevaban las siete copas y me habló: «Ven, que te voy a
mostrar el juicio de la célebre Ramera, que se sienta sobre grandes aguas,
Apo 17:2 con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de
su prostitución.»
Apo 17:3 Me trasladó en espíritu al desierto. Y vi una mujer, sentada sobre una Bestia de color escarlata,
cubierta de títulos blasfemos; la Bestia tenía siete cabezas y diez cuernos.
Apo 17:4 La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas;
llevaba en su mano una copa de oro llena de abominaciones, y también las impurezas de su prostitución,
Apo 17:5 y en su frente un nombre escrito - un misterio -: «La Gran Babilonia, la madre de las rameras y de
las abominaciones de la tierra.»
Apo 17:6 Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús.
Y me asombré grandemente al verla;

Escudriñ emos éstos versículos:

Esta descripció n nos deja solo dos posibilidades en cuanto a la identificació n de la Ramera, la Roma
Imperial o…………… JERUSALEM.

1) Se sienta sobre siete colinas, Roma se sienta sobre siete colinas pero también Jerusalén, estas son:
Goath, Gareb, Acra, Besetah, Sion, Ophel y Moria.
2) Roma no se alía con ningú n poder, ella era el poder má s grande del momento, Jerusalén SI se alió
con Roma para matar al Mesías y perseguir a los cristianos como narran los Hechos y la historia de
los tres primeros siglos.
3) Apocalipsis 17, 16-17 dice que la “bestia odiara a la Prostituta y la dejara solitaria y desnuda”. Si la
bestia es Roma ahora esto toma sentido pues Roma (y sus vasallos orientales) después de aliarse
con Jerusalén la destruyo y abandono en el añ o 70.
4) Tiene soberanía sobre los Reyes de la Tierra”, apunta a Roma pero no olvidemos que Jerusalén era
el poder político en la zona y bajo los Romanos gobernaba grandes extensiones de pueblos vecinos
La expresió n “tierra” también se utiliza en Griego para “países vecinos”.
5) Los profetas llaman repetidamente “Prostituta” a Jerusalén y a Israel, JAMAS a Roma.
6) Los Sumos Sacerdotes de Israel se vestían de pú rpura, se enjoyaban y daban un culto profanado en
vasos de oro.

¿Por qué la Iglesia Cató lica y Roma no pueden ser la “Ramera de Babilonia”?.

a) Dice Apocalipsis 11,8 que “sus cadáveres en la plaza de la Gran Ciudad que simbólicamente se llama
Sodoma o Egipto, ALLI DONDE TAMBIEN SU SEÑOR FUE CRUCIFICADO” El Señ or fue crucificado en
JERUSALEM no en Roma.
b) Persigue a los Santos y mártires de Jesús” Ap 18:24, en esa época la Iglesia no perseguía, era
perseguida por ser seguidora de Jesú s.
c) Juan nos dice en tiempo verbal presente en Apocalipsis 17, 10-11 que la mujer se sienta sobre siete
reyes “de los cuales cinco han caído (pasado) uno está (presente) y uno no ha venido todavía (futuro”

[81]
La Iglesia cató lica no puede ser esta Ramera que se sienta sobre un rey QUE ESTA. En época de
Juan, el Vaticano no existía y no había reyes ni Papas en él, sin embargo Jerusalén (sus reyes y
sacerdotes) se sentaban sobre el poder político de Roma Imperial y de sus Cesares (la Bestia).
d) En Ap 18:11, Juan ve la destrucció n de la Prostituta y nos da datos que indican que no puede ser la
cató lica. Juan la muestra como un poder de comercio internacional, el centro de Comercio
Internacional es hoy Japó n, EEUU...Jamá s el Vaticano Recordemos que el mismo Apocalipsis lo
explica: "Y la mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que tiene la soberanía sobre los reyes de la
tierra.", Apocalipsis 17:18.

La cuestió n es, ¿Cuál ciudad es esa?

PRIMERO. Haremos notar que el Apocalipsis dice que la Gran Ramera es una GRAN CIUDAD Ap 17:18, no
una INSTITUCIÓ N, de modo que desde ahí, no puede ser la Iglesia Cató lica.

SEGUNDO. ¿Será , por lo menos, la Ciudad del Vaticano?. ¡Decepció n para los anticató licos!

El Vaticano no es una "Gran Ciudad" (ocupa tan solo 0.44 kms. cuadrados), y de ningú n modo está
asentado sobre siete colinas, ya que se ubica al Oeste del río Tíber, mientras que las siete colinas de Roma
está n asentadas al Este del Tíber:

RESÚ MEN
1) Jerusalén y no Roma es quien ha matado Profetas y Apó stoles
2) Jerusalén y no Roma es la Gran ciudad donde Jesú s fue crucificado
3) Jerusalén también se sienta sobre siete colinas
4) Jerusalén es llamada repetidamente por los profetas prostituta en la Biblia
5) Los Sacerdotes de Jerusalén se vestían de pú rpura y oro
6) Jerusalén bebió la copa de la ira de Dios.
7) El Vaticano no es una gran ciudad
8) La iglesia cató lica no es una ciudad, es una institució n.
9) El Vaticano no es un centro de poder comercial.

[82]
TEMA 25: MARÍA ARCA DE LA NUEVA ALIANZA

¿Recuerdan el arca de la alianza en el antiguo testamento?, ¿qué era el arca de la alianza? Era un cajó n
cubierto de oro Heb 9:4 que contenía el altar de oro para el incienso, el arca de la Alianza - completamente
cubierta de oro - y en ella, la urna de oro con el maná , la vara de Aaró n que retoñ ó y las tablas de la
Alianza.

El estar cubierto de oro significa algo pulcro, algo bello, algo especial y esa arca de la Alianza contenía: 1)
El maná ; 2) La vara de Aaró n y 3) Las tablas de la Alianza, todo esto es muy importante porque es un
simbolismo de lo que vendría después.
¿Qué era el maná ?, era el alimento que Dios le dio a su pueblo en el desierto cuando lo sacó de Egipto y
para nosotros es la figura de Cristo.

¿ERA IMPORTANTE EL ARCA DE LA ALIANZA?

¡Claro que sí! y ¿por qué?, porque era una sombra de la presencia de Jesús, esa sombra era el maná , la
vara y las tablas y por tener la pura sombra, esa arca tomaba un gran valor, de tal forma que nadie la podía
tocar, el que lo hiciere, moría al instante y si eso sucedía con el arca que SÓ LO CONTENÍA EL SÍMBOLO,
¿QUÉ SERÁ CON QUIEN CONTIENE LA VERDAD? Y ¿quién contuvo en su vientre la verdad?, MARÍA. La
gente respetaba el arca, oraba a Dios ante el arca, sentían la presencia de Dios y adoraban a Dios frente al
arca de la Alianza.

EL MANÁ

Los judíos de ahora pedían una señ al, al igual de los judíos de antañ o (Is 7:14). Juan 6:30 « ¿Qué SEÑAL
haces PARA QUE VIÉNDOLA CREAMOS EN TI? ¿Qué obra realizas?
Juan 6:31 Nuestros padres comieron EL MANÁ en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a
comer.»
Juan 6:32 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; ES
MI PADRE EL QUE OS DA EL VERDADERO PAN del cielo;

Quisiera recalcar la expresió n en verdad, en verdad, pues significa que está haciendo una aclaratoria. Jesú s
está aclarando que lo que Moisés les dio, EL MANÁ , ERA UNA FIGURA y lo de ahora es LO VERDADERO

Juan 6:33 porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.»

Hasta aquí no se nos dice cuá l es ese pan.

Juan 6:34 Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.», Los judíos se decían: si aquél maná no era
el verdadero, nosotros SÍ QUEREMOS COMER ESE PAN, entonces Jesús les contesta:

Juan 6:35 Les dijo Jesús: «YO SOY EL PAN DE LA VIDA. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en
mí, no tendrá nunca sed.

Ahora ya sabemos cuá l es ese pan, es Jesucristo, lo dice muy claro: YO SOY ése pan, el pan verdadero.

LA VARA DE AARÓN

Pero el arca de la Alianza no só lo contenía el maná , sino también “la vara de Aaró n” ¿qué simbolizaba la
vara de Aaró n?, simboliza la autoridad, el poder, ¿entonces a quien simboliza esa vara?, ¿Quién es el que
tiene el poder? JESUCRISTO, entonces la vara, presente en el arca, es un símbolo de Jesucristo con
todo su poder.

[83]
LAS TABLAS DE LA LEY

Pero no era todo lo que contenía el arca, también contenía LAS TABLAS DE LA ALIANZA y que
¿significaban las tablas?, significaban LA PALABRA DE DIOS HECHA ESCRITURA, símbolo de lo verdadero
como nos lo dice Juan 1:14 Y la PALABRA SE HIZO CARNE y habitó entre nosotros, ya no es la Palabra en
tablas de piedra, sino la presencia real de la Palabra hecha carne, JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, de
modo que el arca de la Alianza lo ú nico que contenía eran SÍMBOLOS, ¿de quién? de Cristo, sin embargo el
pueblo creyente se postraba delante del arca de la Alianza, porque ella contenía la figura de Cristo, por eso
merecía respeto y así lo manifestaba el pueblo Y SE POSTRABAN TODOS DELANTE DEL ARCA DEL SEÑ OR,
con el rostro en tierra (Jos 7:6).
¿Se postraron ante Dios? …. NO, ante el arca.
¿El arca era Dios?.... NO
¿El arca contenía a Dios? …. NO. El arca contenía LA FIGURA DE CRISTO.

Recordemos que Dios hace una NUEVA ALIANZA (Jer 31:31), y al decir nueva quiere decir que LA
ANTIGUA YA NO ES VÁ LDA, para nosotros lo importante es LA NUEVA Y DEFINITIVA ALIANZA en su
sangre y en ésta nueva alianza, ya no hay figura, TODO EN EL Antiguo Testamento ERA FIGURA.

La figura de lo que contiene el arca de la antigua alianza es CRISTO JESÚ S.


Si el arca llevaba la figura de Cristo en el maná , en la vara y en las tablas, María ya no llevaba la figura,
llevaba lo verdadero, AL MISMO CRISTO (Jn 1:14), por lo tanto MARÍA ES LA NUEVA ARCA DE LA
ALIANZA, ésta arca ES MAS IMPORTANTE QUE LA ANTERIOR. Como decíamos anteriormente, si la gente
respetaba el arca, oraba a Dios ante el arca, sentían la presencia de Dios y adoraban a Dios frente al arca
de la Alianza, que contenía só lo símbolos, ¿cuánto más respeto y veneración merece quien CONTIENE
A DIOS EN SU VIENTRE? Ella es la que guardó el pacto que Dios hizo con el hombre, en Cristo Jesú s.

Conociendo bien a los protestantes seguro le seguirá n buscando tres pies al gato, pues bien, ratificaremos,
bíblicamente, todo lo anterior.

Apo 11:19 En ese momento se abrió el TEMPLO DE DIOS que está en el cielo y quedó a la vista EL ARCA DE
LA ALIANZA.

Escudriñemos las escrituras.

Al abrirse el templo de Dios que está en el cielo, ¿qué se vio?, EL ARCA DE LA ALIANZA
¿Cuá l arca de la alianza, la antigua o la nueva?, veamos.

El monte Sinaí está en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual (Gá l 4:25), es una Jerusalén terrenal,
entonces no puede ser la que se menciona aquí.

Sin embargo HAY OTRA JERUSALÉ N, LA CELESTIAL (Gá l 4:26)

Hasta aquí vamos bien, sigamos:

¿Quién es el heredero de la promesa hecha por Dios a Abraham? Jesucristo (Gá l 3:19), ¿Quién bajó del
cielo? Jesucristo (Jn 6:33)
¿A dó nde bajó Cristo? AL VIENTRE DE MARÍA (Luc 1:31)
Entonces ¿a qué arca de la alianza se refiere? Al arca de la NUEVA ALIANZA REPRESENTADA POR
MARÍA.

Seguro que los protestantes dirá n: Eso es un invento de la Iglesia Cató lica, ahí dice el arca de la Alianza y
no dice que sea alguna mujer, bien, vamos a continuar:

[84]
Apo 12:1 Y apareció en el cielo UN GRAN SIGNO: una MUJER revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una
corona de doce estrellas en su cabeza.
Apo 12:2 ESTABA EMBARAZADA y gritaba de dolor porque iba a dar a luz.
Apo 12:5 LA MUJER TUVO UN HIJO VARÓN QUE DEBÍA REGIR A TODAS LAS NACIONES CON UN CETRO DE
HIERRO (Heb 9:4)

Vamos a escudriñar estos versículos:

APARECIÓ UN SIGNO

Decir que apareció un signo conlleva un significado teoló gico muy importante, pues una señal o signo, es
algo extraordinario, fuera de lo normal , ahora vamos a unir el AT con el NT para saber quién es la
mujer, y vamos a ver si es la antigua Alianza o la nueva alianza y sabremos si la señ al es la misma.

Isa 7:14 Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal (Ap 12:1): He aquí que una doncella está encinta (Ap
12:2) y va a dar a luz un hijo (Ap 12:5), y le pondrá por nombre Emmanuel.
Entrelazados el AT con el NT podemos ver, claramente a qué mujer se refería el profeta Isaías: virgen,
embarazada, dio a luz a un hijo conclusió n: es LA VIRGEN MARÍA, entonces Ap. 12:1-2 y 5 está aclarado y
comprobado con Is 7:14, por lo tanto LA SEÑ AL ES LA MISMA, ahora veamos cuá l es esa Arca de la alianza.

Si María lleva a Jesú s en su seno y Jesú s es la Nueva Alianza, es fá cil deducir que el arca de la Alianza que
se ve al abrirse el cielo es la Nueva Arca de la Alianza representada en María. Queda totalmente aclarado
que LA SEÑ AL, es la misma, que la mujer es María y que el Arca es el Arca de la Nueva Alianza.

[85]
TEMA 26: MARÍA ¿QUIÉN ES PARA LA IGLESIA?

1) María es la Madre de Jesú s y por tanto es la Madre de Dios, porque Jesú s es Dios, como ya veremos
má s adelante.
2) María es la Reina del Universo, porque Jesú s es el Rey del Universo, y la madre de todo rey es
también reina.
3) María es intercesora porque intercede ante su hijo por nosotros, como lo hizo en las Bodas de
Caná , y como también demostraremos, lo pueden hacer las personas santas que ya viven en
presencia de Dios.
4) María es modelo de los cristianos por sus virtudes.
5) María es nuestra madre, pues como dice el libro del Apocalipsis, son hijos de la Mujer (Ap. 12), los
que siguen los mandamientos de Dios. Si nosotros nos consideramos realmente cristianos y
cumplidores de los mandatos del Señ or, tenemos que aceptar que María es nuestra Madre, es la
Madre de la Iglesia. Por otro lado, ya Jesú s nos la dejó como Madre en la persona de su apó stol
Juan, mientras agonizaba en la cruz, y así como aquél la recibió en su casa desde aquel día,
nosotros también debemos recibirla en nuestras vidas si es que realmente nos llamamos
cristianos. Todo verdadero cristiano tiene que amar y venerar a María, pues es la Madre de
nuestro Salvador, la llena de gracia, la bienaventurada, llena del Espíritu Santo.

Ya desde el principio, Dios anuncia enemistad entre Sataná s y entre la Mujer. María es la nueva Eva, así
como Jesucristo es el nuevo Adá n. Es una nueva creació n:

Gen 3.15 ‘Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la
cabeza…’

[86]
TEMA 27: MARÍA MADRE DE DIOS

María es la Madre de Dios, no porque se le haya ocurrido a la Iglesia Cató lica, como dicen muchos
hermanos protestantes, sino porque la misma Palabra de Dios, el Espíritu Santo a través de los labios de
Isabel, así lo proclama. Cuando la llama Madre de mi Señor, le está diciendo la Madre de mi Dios.
Recordemos que Isabel era esposa de Zacarías, sacerdote de Dios y por lo tanto, no era ignorante sobre el
sentido de sus palabras; ademá s, lo dijo estando llena del Espíritu:

Lc 1.43, 45 ‘¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? ¡Dichosa tú por haber creído que
se cumplirían las promesas del Señor!’.

Decir que María es solamente madre de la naturaleza humana de Jesú s, como dicen los hermanos
separados, es una completa herejía, puesto que Jesú s es Dios-Hombre, es una persona con dos naturalezas
indivisibles. Justamente en eso consiste el misterio de la Encarnació n: en que Dios tomó la naturaleza
humana, se hizo hombre.

Una madre lo es de toda la persona. Para aclarar el tema, veamos como ejemplo nuestra propia vida:
nuestro espíritu no procede de nuestra madre, sino de Dios. No por eso se nos ocurriría la barbaridad de
decir que nuestra mamá es só lo madre de nuestro cuerpo pero no de nuestro espíritu. Nuestra madre lo es
de nuestra persona. Así igual, la naturaleza divina de Cristo no procede de María, pues Jesú s es Dios
increado, eterno; pero su humanidad si procede de ella, por eso es su hijo. Como el Hijo es Dios, su madre,
María, es madre de Dios.

María es la que presenta a Jesú s, se lo presenta al mundo entero cuando lo parió , lo presentó a Dios
cuando lo llevó al templo, lo presentó en las bodas de Caná , por eso decimos “a Jesú s por María”, porque
ella siempre nos presenta a Jesú s, y nos dice “Hagan todo lo que Él les diga” y nosotros le agradecemos a
María el que nos presente a su hijo, estando muy claro que María no es Dios, pero también dejando MUY
CLARO QUE ES LA MADRE DE DIOS.

[87]
TEMA 28: MARÍA REINA

Dice el apó stol San Juan que esa mujer estaba revestida del sol, que significa con el resplandor de lo alto,
con el resplandor de Dios, vestida significa que el resplandor no es de ella, porque está vestida, el
resplandor es de alguien, recuerdan lo dicho en Lucas 1:35: el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.

¿A quién cubriría?: A MARÍA

Ademá s tiene una corona de doce estrellas, si tiene corona es REINA.

Veamos 1Reyes 2:19 cuando la mamá del rey fue a verlo y éste se levantó a recibir a su madre y se inclinó
ante ella. Aquí les pregunto: ¿ante quien se inclina el Rey?, ANTE NADIE, enseguida el Rey se levantó
hacia su trono y ordenó que trajeran un silló n para su madre, el silló n representa el trono, y LA SENTÓ A
SU DERECHA. En el pueblo judío era considerada Reina, no la esposa del rey, SINO LA MADRE del
Rey

MARÍA REINA DEL CIELO Y DE LOS APÓSTOLES

María, al ser madre del Rey, aparece en el cielo con una corona de doce estrellas, PORQUE ES LA MAMÁ
DEL REY

¿Y quién es el Rey?, Cristo Jesús.

También es REINA DEL CIELO porque tiene estrellas y son doce estrellas que simbolizan las doce
tribus de Israel, ademá s de simbolizar a los doce apó stoles, lo cual quiere decir que María es Reina del AT
y del NT, aquí podemos concluir que María es Madre de Dios, María es Reina del cielo y Reina de los
Apó stoles, como lo proclamamos en el Rosario y se cumplió en ella lo que Dios había prometido al pueblo
de Israel

Luc 1:55 como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de SU DESCENDENCIA PARA
SIEMPRE, CRISTO JESUS

[88]
TEMA 29: MARÍA INTERCESORA

¿Por qué le pedimos a María?, ¿por qué no vamos directamente con Dios?, ¿por qué tenemos que utilizar a
los santos?

Las Sagradas Escrituras dicen 1Ti_2:5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los
hombres, Cristo Jesús, hombre también,

É sta cita nos dice claramente que hay un solo intercesor entre Dios y los hombres y es verdad, es real,
pero no dice que el ú nico que puede rogar a Dios por nosotros sea Jesú s, una cosa es ser intercesor
rogando y otra es ser intercesor pagando, el ú nico que pagó fue Jesú s, los demá s intercedemos rogando.

Pero ¿hay fundamentos bíblicos de que María y los demá s santos puedan rogar? ¡Claro! En las bodas de
Caná la virgen María rogó y Jesú s la escuchó , ahora todos rogamos a Dios por nuestros pró jimos y
sabemos que Dios nos escucha, María que es la humilde esclava del Señ or, la bienaventurada, la que está
muy cerquita de Dios, ¿no la escuchará con mayor complacencia a ella que a nosotros?, claro que sí, igual a
todos los santos, simple ló gica.

Pero, dirá el protestante, en las Sagradas Escrituras no dice que los muertos intercedan por los vivos,
¡claro que sí dice! Veamos:
2Re 2:14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está el SEÑOR,
el Dios de Elías? Y cuando él golpeó también las aguas, éstas se dividieron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
2Re 13:21 Y cuando estaban sepultando a un hombre, he aquí, vieron una banda de merodeadores y
arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Y cuando el hombre cayó y TOCÓ LOS HUESOS DE ELISEO,
REVIVIÓ, y se puso en pie.

Dos casos aislados de intervenció n de los santos distintos 1) con el manto de Elías se dividieron las aguas
para que pasara Eliseo. 2) Con tocar los huesos de Eliseo, revivió un muerto.
En el primer caso, Eliseo solicitó el auxilio del Dios de Elías, invocó a Dios por medio de Elías, a Elías
lo tenía por un santo y por eso tomó su manto y golpeó con el manto las aguas del Jordá n, no fue el
manto, no fue Elías, fue Dios que actúo por la intercesión de Elías.
En el segundo caso Dios resucita al muerto por medio de los huesos de un muerto santo, Eliseo, ni siquiera
hubo ruego, pero es tanta la santidad de Eliseo que con tan sólo tocar sus huesos, Dios obra el
milagro

Ahora veamos otro ejemplo, extremoso, es la oració n de un muerto condenado por sus hermanos vivos:
Luc 16:27 Entonces él dijo: "Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre,
Luc 16:28 pues tengo cinco hermanos, de modo que él los prevenga, para que ellos no vengan también a este
lugar de tormento."
¿Fue escuchado? No porque no está cerca de Dios, pero demuestra que los muertos SI RUEGAN POR
LOS VIVOS.

Otro ejemplo lo encontramos en Apo 5:8 Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro
ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, QUE
SON LAS ORACIONES DE LOS SANTOS.

Los 24 ancianos representan a las doce tribus de Israel y a los doce apó stoles, la antigua alianza y la
Nueva Alianza, ¿ven que los santos SÍ PUEDEN INTERCEDER POR NOSOTROS?
Apo 8:3 Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que
LO AÑADIERA A LAS ORACIONES DE TODOS LOS SANTOS sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Son las oraciones de intercesió n de los Á ngeles que se añ aden a la de los santos, lo que nos lleva a
recordar el gran olvido en el que tenemos la oració n de intercesió n a los á ngeles, que son los que está n en
la presencia de Dios y hasta ven su rostro.
[89]
TEMA 30: MARÍA RESPETO Y VENERACIÓN

María, siendo discípula y seguidora de Cristo, es nuestro modelo, la que va delante en nuestra
peregrinació n hacia Cristo, la que nos muestra el camino y nos anima a seguirlo: modelo de fe, de
esperanza y de amor. Estando María ahora en el cielo, intercediendo por nosotros, nos encomendamos a
ella para que nos ayude a vivir aquí en la tierra como cristianos y alcanzar nuestro destino final que es el
cielo.

¿Es correcto que los católicos amen, respeten, veneren, bendigan y alaben a María?

No só lo es correcto, sino que debemos hacerlo, pues las Sagradas Escrituras así nos lo mandatan.
Lc 1.48-49 ‘Desde ahora TODAS LAS GENERACIONES me llamarán feliz. El Poderoso ha hecho grandes cosas
por mí’.
Ú nicamente la Iglesia Cató lica le canta a María, la venera por ser Madre de nuestro Señ or, la proclama
feliz. Los que no lo hacen, simplemente desobedecen la Palabra de Dios:

En éste versículo, las Sagradas Escrituras admiten el culto a María, en ésta cita se refleja que sí se le puede
dar culto, respeto, veneració n a María, porque dice: “desde ahora me llamarán…”, esto significa me
rendirá n culto, me llamará n dichosa, me alabará n, no por sus cualidades, sino porque “el Poderoso ha
hecho grandes cosas en ella”, el culto a María no es porque ella sea una diosa, sino por las maravillas que
Dios ha obrado en ella, así que, hermano protestante, ¿llamas tú a María dichosa, bienaventurada?, si no lo
haces está s faltando a la Palabra de Dios en Lc 1:48-49..

Cuando los cató licos llamamos dichosa a María, estamos diciendo que Dios es Poderoso, que ha obrado en
ella como É l ha querido, estamos admirando en ella el Poder de Dios. É ste versículo autoriza para llamar a
María dichosa, bienaventurada, para admirarla, para amarla, para respetarla, para venerarla, para
bendecirla, para alabarla.
Cuando bendecimos a María, estamos diciendo cosas buenas de ella, que es humilde, que es la esclava del
Señor, que su espíritu se alegra en Dios su salvador, y la alabamos porque el poderoso ha hecho grandes
cosas en ella, por eso se le rinde culto, si no fuera por esto, entonces los protestantes tendrían razó n al
criticarnos ya que la estaríamos alabando por ella misma, pero no, lo hacemos PORQUE EL PODEROSO ha
hecho grandes cosas en ella.

Algunos dicen que los católicos adoran a María como si fuera Dios, o creen en María más que en
Dios ¿es cierto esto?

Adorar a María sería una idolatría, un pecado contra el primer mandamiento de la Ley de Dios. «Sólo a
Dios adorarás» (Lc. 4, 8). Jamá s la Iglesia ha enseñ ado cosa semejante. María es una mujer, una creatura, la
má s santa de todas las creaturas, pero solamente una creatura.
A María la queremos, la veneramos, conversamos con ella en la oració n, le damos culto, no de adoració n
que está reservado só lo a Dios, sino un culto de veneració n como se lo damos a los santos, que como ella,
son seres humanos, simples creaturas; y le pedimos que nos haga conocer, amar y seguir a Jesú s como ella
lo conoció , lo amó y lo siguió .

¿No será que el culto a María distrae del culto a Cristo?

No distrae de É l, sino que conduce a É l. María presintió el culto que le sería dado a lo largo de los siglos,
cuando exclamó : «Desde ahora me proclamarán bien-aventurada todas las generaciones» (Lc. 1, 42). Ya
Isabel, su prima, se lo había anunciado: «Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre» (Lc. 1, 48). Los millares de iglesias dedicadas a María, las multitudes de personas que acuden a sus
santuarios, los millones de Avemarías que se rezan diariamente en el mundo, han confirmado ese
presentimiento y ese anuncio. El que conoce a María la ama, y se esfuerza por darla a conocer y por
conocer y amar a Cristo.
[90]
TEMA 31: MARÍA MADRE NUESTRA

Veamos los siguientes versículos: Juan 19:26 Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien Él
AMABA, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
Jn 19:27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora EL DISCÍPULO LA RECIBIÓ EN SU
CASA.

¿Qué lecció n podemos recibir de Jesú s con esto?

1).- Que todo discípulo amado por Jesú s, tiene a María por madre.
2).- El que no tiene a María por madre, no es discípulo amado.
3).- Que todo discípulo amado por Jesú s, debe tener a María como madre Y DEBE LLEVARLA A SU CASA,
porque la enseñ anza de la escritura no es solamente para los discípulos de aquél tiempo, sino para los
discípulos de todos los tiempos, nosotros somos discípulos de Jesú s a semejanza de Juan y por lo tanto
recibimos la misma herencia de él, cuando Jesú s se la entrega a Juan, É STE LA RECIBE, asimismo, nosotros
debemos recibirla y si Juan, desde ese momento se la llevó a su casa, nosotros también debemos hacer lo
mismo, LLEVARLA A NUESTRA CASA.

TEMA 32: MARÍA, CONCEPCIÓN VIRGINAL

El hecho de la virginidad de María en el nacimiento de su hijo Jesú s se afirma claramente en la Biblia:

Mt. 1,18: «El nacimiento de Jesús fue así: Estando desposada María, su madre, con José, antes que se juntasen,
se halló que había concebido del Espíritu Santo».
Lc. 1, 30-35: «El ángel Gabriel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios... y ahora
concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo... María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti... y el Ser Santo que nacerá de ti será llamado
Hijo de Dios».
Juan 1, 13: «El que nació no de la sangre, ni del deseo de carne, ni del deseo de hombre, sino que nació de
Dios».

Estos tres textos bíblicos son testimonios sólidos para afirmar el hecho de la virginidad de María
en la concepción de Jesús, hasta aquí todos los cristianos estamos de acuerdo

María... ¿Fue siempre virgen?


Todos los cristianos aceptan a María como Madre de Jesú s; pero mientras los cató licos hablamos de ella
como «la Virgen María», las otras religiones cristianas y muchas sectas no quieren decir ni reconocer que
María es siempre virgen. El problema viene durante y después del parto y se remiten al texto de Mat 1:25
Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús. ¿Ya ven?, dicen, María no fue
virgen siempre.

Segú n el texto de Mateo, después que María dio a luz, daría a pensar que sí tuvo relaciones con José. La
verdad es que el sentido en griego y hebreo es diferente al españ ol. Para nosotros, HASTA QUÉ, INDICA
UNA ACCIÓ N QUE SE DA POSTERIORMENTE, mientras que PARA LOS JUDÍOS INDICA UNA ACCIÓ N QUE
NO SUCEDE HASTA DICHO MOMENTO, independientemente de lo que pueda suceder después. Con textos
del Antiguo Testamento lo demostraremos.

(2 Sam 6, 23) “Y Micol, hija de Saúl NO TUVO HIJOS HASTA EL DÍA DE SU MUERTE”.

CON UNA Ó PTICA PROTESTANTE, se comprende, en el texto que Micol tuvo hijos después de muerta;
¡UNA MUERTA DIO A LUZ! ¡Qué absurdo! Si se analiza bien la cita anterior, veremos que EN LA CULTURA
[91]
JUDÍA, la expresió n “HASTA QUÉ”, HACE MENCIÓ N A LO QUE HA OCURRIDO HASTA CIERTA FECHA, sin
mencionar nada después. Igual sucedió con María. Mateo menciona que hasta el momento del nacimiento
de Jesú s, María era virgen; no está indicando que esa condición virginal, se perdiera después.

Pero un protestante no se rinde y te preguntará ¿María parió o no parió ?, obvio nuestra respuesta es que
SÍ y entonces nos dirá n: ya ve, fue virgen hasta antes del parto, pero una vez que parió , ya no fue virgen.
Humanamente es ló gico pensar así, pero aquí estamos tratando con Dios, con la sabiduría y el poder
de Dios. Aquí podríamos aplicar lo mismo de Jesú s cuando reprendió a Pedro: Mat_16:23 Pero él, dándose
vuelta, dijo a Pedro: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque TUS
PENSAMIENTOS NO SON LOS DE DIOS, SINO LOS DE LOS HOMBRE".

Ahora bien, dirá el protestante, ¿si usted dice que sí, demuéstremelo con la biblia?, no me salga con sus
dogmas.

Analicemos el siguiente versículo: Isa 7:14 Pues bien, el Señor mismo va a daros UNA SEÑAL: He aquí que
UNA DONCELLA ESTÁ EN CINTA y VA A DAR A LUZ UN HIJO, y le pondrá por nombre Emmanuel.

Ya habíamos explicado que una señ al es un prodigio o cosa extraordinaria, fuera de lo normal. Entonces
Dios les está diciendo que UNA VIRGEN ESTARÁ EMBARAZADA, esto es un hecho extraordinario, fuera
de lo normal, pero El Señ or no se queda só lo en eso, en una señal a medias y la complementa, une la
frase “Y VA A DAR A LUZ UN HIJO” ¿quién va a dar a luz?, la virgen, aquí LA SEÑAL SERÁ COMPLETA, no a
medias, la Virgen se embaraza, media señal y la virgen da a luz, SEÑAL COMPLETA.

El apó stol San Mateo lo ratifica: Mat 1:23 Ved que LA VIRGEN CONCEBIRÁ Y DARÁ A LUZ un hijo, y le
pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.».

Leamos bien, dice LA VIRGEN concebirá , de ahí nuestra creencia de la concepció n inmaculada, pero
inmediatamente dice Y DARÁ A LUZ, aquí se cumple la profecía de Isa 7:14, pero lo má s importante es que
AFIRMA QUE LA VIRGEN DARÁ A LUZ, para que se cumpla la señ al, ¿Cuá l señ al? La que Dios le dio a su
pueblo y si recordamos que una señal es un prodigio o cosa extraordinaria y fuera de lo normal,
entonces para que realmente se cumpla la señ al, debe ser total, cumplir los dos momentos:

1.- CONCEBIR EN VIRGINIDAD


2.- PARIR EN VIRGINIDAD

Por eso decimos que María es virgen, antes, durante y después del parto, así se cumple LA SEÑ AL dada por
Dios, pues de otra forma no sería señal, sería un evento natural, ordinario.

Aun así habrá quienes digan “¿explíqueme có mo salió ?”, pues bien yo les explico có mo salió , si ustedes me
explican ¿có mo entró ?, y la respuesta será , pues entró por obra del Espíritu Santo, entonces le respondo,
“también salió por obra del Espíritu Santo.

Recuerden que esto es un milagro, ES UNA SEÑ AL y ningú n milagro tiene explicació n, no es cuestió n de la
razó n sino de la fe.

¿Quiso María esta virginidad?

El Evangelio dice que «María era una virgen desposada con un hombre llamado José» (Lc. 1, 27). Este
matrimonio de María con José nos mueve, a primera vista, a decir que María no quiso esta virginidad. Sin
embargo, el evangelista Lucas nos ofrece otros datos acerca de este compromiso matrimonial.
Vers. 26: «Al sexto mes el ángel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un varón que se llamaba José. José era de la casa de David y el nombre de la virgen era
María».
[92]
San Lucas usa dos veces la palabra «virgen». ¿Por qué no dijo «una joven» o «una mujer»? Sencillamente
porque el escritor sagrado se refería aquí a las palabras de los profetas del A. T. que afirmaban que Dios
sería recibido por una «virgen de Israel» (Is. 7, 14): «El Señor, pues, les dará esta señal: la Virgen está
embarazada y da a luz un varón a quien le pondrás el nombre de Emmanuel».

Incluso en tiempos de Jesú s, muchos al leer la profecía de Is. 7, 14 sacaban la conclusió n de que el Mesías
nacería de una madre Virgen. Ahora bien, el Evangelio nos dice: María es la virgen que da a luz al
Mesías.

Vers. 34-35: María dijo al ángel: « ¿Cómo será esto, pues no conozco varón?» Contestó el ángel: «El Espíritu
Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual el Santo que de ti
nacerá será llamado Hijo de Dios».

El á ngel precisa que el niñ o nacerá de María sin intervenció n de José. El que va a nacer de María en el
tiempo es el mismo que ya existe en Dios, nacido de Dios, Hijo del Padre (Jn. 1, 1). Y la concepció n de Jesú s
en el seno de María no es otra cosa que la venida de Dios a nuestro mundo.

¿Había pensado María en consagrar a Dios su virginidad antes que viniera el ángel?

La respuesta es, SÍ.

El Evangelio no da precisiones al respecto, solamente encontramos la palabra de María: «No conozco


varón» o «no tengo relación con ningún varón». (Lc. 1, 34).

Recordemos que María ya está comprometida con José (Lc. 1, 27) lo que según la ley judía, les da los
mismos derechos del matrimonio, aunque no vivan todavía en la misma casa (Mt. 1, 20). José no
ejercía ese derecho matrimonial con María, lo que nos lleva a pensar que ambos habían acordado
permanecer vírgenes.

En estas condiciones, la pregunta de María: « ¿Có mo podré tener un hijo, pues no conozco varó n?» (Lc. 1,
34) no tendría ningún sentido, si María no estuviese decidida ya a mantenerse virgen para
siempre. María es la esposa legítima de José. Si este matrimonio quiere tener relaciones conyugales
normales, el anuncio del á ngel referente a su maternidad no puede crearle ningú n problema. Sin embargo,
María manifiesta claramente su problema: «pues no conozco varón». Sin duda esta pregunta de María
indica un firme propósito de permanecer virgen.

Algunos tendrá n dificultades para aceptar esta decisió n de María y dirá n que tal decisió n es sorprendente
por parte de una joven judía; porque es sabido que Israel no daba gran valor religioso a la virginidad.

No debemos olvidar que en la Palestina de entonces había grupos de personas que vivían en celibato (los
esenios) y con su estilo de vida esperaban la pronta venida del Mesías. Por otra parte, el celibato o la
virginidad de por vida no existía para mujeres, que segú n la costumbre judía, por orden de su padre,
tenían que aceptar un matrimonio impuesto. Por eso la joven María que quería guardar virginidad,
difícilmente podía rechazar este compromiso matrimonial impuesto. Y por eso ella había aceptado este
compromiso con José, pero con la decisión de permanecer virgen. Como conclusió n podemos decir
que este texto bíblico es favorable a la voluntad de virginidad de María.

Ademá s está claro en la Biblia que María tenía como hijo ú nico a Jesú s y que no tuvo má s hijos.

¿Qué sentido tiene la virginidad?

María no expresa sus motivos, pero todo lo que Lucas deja entrever del alma de María supone que ella
[93]
tenía motivos elevados. Por medio del á ngel, Dios la trata de «muy amada», «llena de gracia», «el Señor
está con ella». Y María quiere ser su «sierva», con la nobleza que da a esta palabra la lengua bíblica: «Yo soy
la servidora del Señor, hágase en mí lo que has dicho» (Lc. 1, 38). Su virginidad parece así una consagració n,
un don de amor exclusivo al Señ or.

Mucha gente moderna se extrañ a ante tal decisió n de María: ¿Có mo pensaría María en mantenerse virgen
en el matrimonio, especialmente en el pueblo judío, que no valoraba la virginidad? Incluso en las iglesias
no-cató licas muchas personas al leer en el Evangelio la expresió n «hermanos de Jesús» concluyen sin má s
que María tuvo otros hijos después de Jesú s. Pero lo grave es que muchas sectas está n deseosas de negar
sin má s la virginidad de María.

¿A qué se debe esto?

Sin duda que a vanos prejuicios y a falta de conocimientos bíblicos. ¿O será por el prurito de buscarle
«peros» y dificultades a la religió n cató lica?

Virgen debía ser aquella que, desde el comienzo, fue elegida por Dios para recibir a su propio Hijo en un
acto de fe perfecta. Ella, que daría a Jesú s su sangre, sus rasgos hereditarios, su cará cter y su educació n
primera, debía haber crecido a la sombra del templo de Jerusalén, como dice una antigua tradició n, y el
Todopoderoso, cual flor secreta QUE NADIE HICIERA SUYA, la guardó para sus divinos designios. Es por
eso que María renunció a todo menos al Dios vivo.

Es demasiado atrevimiento pensar que Dios permitiría que el camino virginal, preparado por Él
mismo para que SU HIJO viniera a éste mundo, FUERA PROFANADO POR EL HOMBRE.

Si no permitió que nadie tocara el arca de la antigua alianza, bajo pena de muerte, que era sólo una
sombra de la presencia de Jesucristo, ¿cuánto más será su celo (Nah 1:2 El Señor es un Dios celoso)
POR CONSERVAR VIRGEN el lugar dónde REALMENTE HABITÓ?, no quiero imaginar cuá l sería el
destino de quien se atreviera a profanarlo e incluso de quien se atreviera tan só lo a pensarlo, má s le
valdría no haber nacido.

RECHAZAR LA VIRGINIDAD DE MARÍA... ¡QUÉ MANERA TAN TORPE Y ATREVIDA DE REBAJAR LAS
MARAVILLAS Y EL PODER DE DIOS!

Para un hombre o una mujer creyente, no es cosa excepcional renunciar definitivamente al sexo, es decir,
a tener relaciones sexuales. Hay un sinnú mero de ejemplos de jó venes que, desde muy temprano, han
intuido que este camino evangélico es un camino má s directo para acercarse mejor a Jesú s: ¿Acaso María
desconocía esto y no era capaz de percibir las cosas de Dios? ¿No podía ella captar por sí misma lo que
dirá Jesú s respecto a la virginidad elegida por amor al Reino? (Mt. 19,12).

Después de ser visitada en forma única por el Espíritu Santo, que es el soplo del amor de Dios,
¿necesitaría María todavía las caricias amorosas de José? ¡CLARO QUE NO! Si la historia de la Iglesia
nos proporciona tantos ejemplos DEL AMOR CELOSO DE DIOS para quienes fueron sus amigos y sus
santos, ¿có mo iba a ser menos para aquella mujer, María, que fue «llena de gracia»?

[94]
TEMA 33: MARÍA ¿TUVO MÁS HIJOS?

Los protestantes dicen que la virgen María tuvo má s hijos y se basan en Mar 3:31 Entonces llegaron Su
madre y Sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron a llamar a Jesús. Mar 3:32 Y había una multitud
sentada alrededor de Él, y le dijeron: "Tu madre y Tus hermanos están afuera y Te buscan."

Con esto dicen los evangélicos “ya ves, aquí dice que María tuvo má s hijos” y el cató lico, poco instruido,
duda y el mayor enemigo de la fe es la duda. Pero Jesucristo inmediatamente da la respuesta:

Mar 3:33 "¿Quiénes son Mi madre y Mis hermanos?" les dijo Jesús.
Mar 3:34 Y mirando a los que estaban sentados en círculo alrededor de Él, dijo: "Aquí están MI MADRE Y MIS
HERMANOS”.
Mar 3:35 "PORQUE CUALQUIERA QUE HACE LA VOLUNTAD DE DIOS, ÉSE ES MI HERMANO, Y HERMANA Y
MADRE."

Con éste texto Jesú s está diciendo que no se refieren a hermanos carnales sino hermanos en la fe,
hermanos espirituales, de hecho entre los evangélicos se llaman hermanos entre ellos, sin serlo de sangre,
¿por qué? porque son hermanos en la fe pues todo el que cree en Jesú s, es hermano de É l, pero ademá s
recordemos que en la cultura hebrea, se llamaban hermanos a los parientes cercanos cono tíos, primos,
sobrinos, etc., y veamos có mo Jesú s llama hermanos a sus discípulos:

Jua 20:17 Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero VETE DONDE MIS
HERMANOS y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»
Jua 20:18 Fue María Magdalena y DIJO A LOS DISCÍPULOS que había visto al Señor y que había dicho estas
palabras.

¿Con quienes mandó Jesú s a María Magdalena? Con sus hermanos, ahora ¿a quienes fue a ver? A los
discípulos de Jesú s, luego entonces Jesú s se refiere a los apó stoles como sus hermanos, pero todos
sabemos que NO SON SUS HERMANOS DE SANGRE, sino HERMANOS EN LA FE, por eso dice

Mar 3:35 "PORQUE CUALQUIERA QUE HACE LA VOLUNTAD DE DIOS, ÉSE ES MI HERMANO, Y HERMANA Y
MADRE." o María Magdalena ¿desobedeció a Jesú s?, pues claro que no. Otro ejemplo:

Hch 1:15 Uno de aquellos días Pedro se puso en pie EN MEDIO DE LOS HERMANOS - el número de los
reunidos era de unos ciento veinte - y les dijo:
Hch 1:16 «HERMANOS, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de
David, había hablado ya acerca de Judas, el que fue guía de los que prendieron a Jesús.

Siguiendo la lógica de los evangelistas, Pedro tenía 120 hermanos, todos sabemos que esto es
imposible. Pero los evangélicos no conforme con éstas citas, sacan otra pregunta

Mar 6:3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y HERMANO DE SANTIAGO, JOSÉ, JUDAS Y SIMÓN? ¿Y no
están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él.

É sta cita NO DEMUESTRA que María tuvo más hijos, pues sólo hace mención a que JESÚS TENÍA MAS
HERMANOS, cosas muy distintas y aceptamos que Jesú s tuvo má s hermanos, porque, lo repito:
CUALQUIERA QUE HACE LA VOLUNTAD DE DIOS, ÉSE ES MI HERMANO, Y HERMANA Y MADRE y recuerden
que le dijo a María Magdalena: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.» y María
Magdalena captó el mensaje, por eso se dirigió a los discípulos.

Nuestro Padre espiritual es Dios, É l nos adoptó como hijos, Jesú s es el hijo UNIGÉ NITO del Padre, y si
somos hijos del mismo Padre, PUES SOMOS HERMANOS DE JESÚ S, por lo tanto JESÚ S TUVO, TIENE Y
SEGUIRÁ TENIENDO MUCHÍSIMOS MÁ S HERMANOS. Ahora bien retomando el texto de Mar 6:3, notemos
[95]
que dice “el hijo de María”, no dice “uno de los hijos de María” lo reforzamos con el texto de Lc 2:48
Alude a que José y María eran los ú nicos que lo buscaban ¿por qué no sus otros “supuestos” hermanos?

Ahora bien para dejar muy claro esto, busquemos a estos “supuestos hijos de María” a que hace alusió n
Mar 6:3: Iniciemos con Mat 27:56 Entre ellas (las que estaban al pie de la cruz), estaban María Magdalena,
María la madre de Santiago (Jacobo) y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. Jua 19:25 Junto a la cruz
de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena . Vamos a
comparar estos dos textos

En ambos textos dice que estaban:


1) María la madre de Jesú s.
2) María Magdalena.
3) Estaba OTRA MARÍA que era hermana de Su madre , o sea pariente de Jesú s y ésta es la mamá de
Santiago (Jacobo) y de José (Mat 27:56), pero ésta María es esposa de Cleofá s, POR LO TANTO Santiago
(Jacobo) y José NO SON HIJOS DE MARÍA, PRIMERA CALUMNIA REFUTADA, vamos por los otros hijos:

También estaba la mamá de los hijos de Zebedeo ¿y quiénes son los hijos de Zebedeo?, veamos Mar 3:17 a
JACOBO, hijo de Zebedeo, a JUAN hermano de Jacobo, a quienes puso por sobrenombre Boanerges, que es,
Hijos del trueno, o sea que los hijos de Zebedeo son JACOBO Y JUAN, como lo afirma la siguiente cita: Mat
4:21 Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban
en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Zebedeo es el esposo de la otra mujer
que estaba al pie de la cruz, que no era la virgen María pues la nombra aparte (Mat 27:56) y si son hijos de
Zebedeo no pueden ser hermanos de sangre de Jesú s, pues el padre de Jesú s es José. SEGUNDA Y
TERCERA CALUMNIA REFUTADA.

Veamos ahora Mar 3:18 a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a JACOBO, hijo de Alfeo, a Tadeo,
a SIMÓN EL CANANITA, no sabemos quién es su madre, pero si fuera hijo de la virgen María sería
NAZARENO O GALILEO, pues así nombraban a Jesú s. CUARTA CALUMNIA REFUTADA.

Por ú ltimo nos queda Judas, Judas Tadeo veamos qué nos dice Jud 1:1 Judas, siervo de Jesucristo, y
HERMANO DE JACOBO, a los llamados, santificados por Dios el Padre y preservados en Jesucristo.

¿De quién era hijo Jacobo?, en Mar 3:17 nos dice que es hijo de Zebedeo y si es hijo de Zebedeo NO PUEDE
SER HERMANO DE JESÚ S NI HIJO DE MARÍA pues era hijo de otra mujer que no sabemos su nombre pues
en Mat 27:56 no nos dice su nombre. QUINTA CALUMNIA REFUTADA

¿Dó nde quedaron los “supuestos hermanos de Jesú s e hijos de María”? NO QUEDÓ NINGUNO.

Para culminar, dejaremos bien claro quiénes eran los padres de esos supuestos hijos de María:

SANTIAGO (Jacob) hijo de Alfeo (Mar. 3:18) o hijo de Zebedeo (Mat 4:21), no importa, pues en cualquiera
de los casos no son hijos de José, esposo de María.

JOSÉ Hermano de Santiago (Jacob) (Mat 27:55) hijo de Alfeo (Mar 3:18) o de Zebedeo (Mat 4:21), tampoco
importa de cuá l de los dos sea hijo.

SIMÓN es Cananita (Mar 3:18), a Jesú s se le dice Nazareno o Galileo, nunca cananeo

JUDAS Puede ser Hijo de Alfeo o de Zebedeo pues es hermano de Santiago (Judas 1:1) y Santiago, es hijo
de cualquiera de estos (Mc 3:18 y Mat 4:21)

CALUMNIA REFUTADA EN SU TOTALIDAD.

[96]
TEMA 34: MARÍA INMACULADA

¿POR QUE LA IGLESIA DICE QUE MARIA NO TUVO PECADO?

JESÚ S estuvo bajo la Ley. En la ley, el pecado lo transfería la madre (Salmo 51, 5). Si el pecado lo
transfería la madre, María NO PODÍA TENER PECADO, pues de tenerlo, se lo transferiría a Jesú s y sería
absurdo pensar que JESÚ S nació con el pecado original. Jesú s no tuvo pecado NO puede tener pecado, por
lo tanto, POR EL PODER DE DIOS, MARÍA FUE PRESERVADA DEL PECADO.

En tanto a su maternidad, la palabra griega que se traduce llena de gracia es: Kecharito, la cual quiere
decir QUE FUE, QUE ES y QUE SERÁ LLENA DE GRACIA. LA GRACIA ES LA AUSENCIA DEL PECADO.

TEMA 35: MARÍA CORREDENTORA

San Pablo dice que Jesucristo es el único Redentor y ¿por qué dice la Iglesia católica que María es
corredentora?

Los protestantes dicen que Jesú s ya pagó por nuestros pecados y así es. Jesú s es el ú nico Redentor y que
nosotros só lo debemos creer y tienen razó n en parte. San Pablo enseñ a también que nosotros
colaboramos a la redenció n, uniendo nuestros sufrimientos a los de Cristo y con ello nos enseñ a que Jesú s
desea que todos participemos del plan de salvació n, por eso exclamó «Me alegro por lo que sufro por
ustedes, porque de esta manera voy completando en mi propio cuerpo lo que falta a los sufrimientos de
Cristo por la Iglesia, que es su cuerpo» (Col. 1, 24) y nos lo repite en Mat 16:24; Mat 10:38; Mc 8:34 y Lc
9:23 que tomemos la cruz y lo sigamos, si no lo hacemos NO SOMOS DIGNOS DE É l. María cumplió con
esto, ella sufrió durante la pasió n de su Hijo como nadie jamá s ha sufrido, porque tenía, má s que nadie,
horror al pecado, porque amaba a su Hijo má s que nadie; porque amaba a los hombres por quienes su Hijo
sufría y moría. Por eso ha participado tan íntimamente en la redenció n. NO ES ELLA LA REDENTORA; hay
un solo Redentor, Jesucristo, pero ella también, como San Pablo, completó en su cuerpo y en su
corazón lo que falta a los sufrimientos de Cristo, así es que le podemos llamar con toda propiedad,
CORREDENTORA.

TEMA 36: MARÍA CON LA IGLESIA

Los títulos de la Virgen

¿Por qué hay tantas imá genes y advocaciones distintas de la Virgen? ¿Son acaso muchas las Vírgenes?

La Virgen María es una sola. La que conocemos en el Evangelio, con la fe de la Iglesia, es María de Nazaret,
la Madre de Jesú s. Los diversos nombres y las distintas imá genes aluden a las circunstancias o misterios
de su vida. La Mater Dolorosa al pie de la cruz es una mujer madura, traspasada de dolor.

Otros nombres se refieren a los distintos lugares en que se celebra su culto: Virgen de Lourdes, de
Guadalupe... Pero la Santísima Virgen es una sola. Los miles de artistas que han querido pintarla y
esculpirla se la han imaginado cada cual a su manera, buscando, sin embargo, su inspiració n en el
Evangelio y en la fe de la Iglesia.

¿Qué se debe entender por apariciones de la Virgen?

La Santísima Virgen puede, si quiere, intervenir desde el cielo en asuntos humanos por amor a los
[97]
hombres. Puede «aparecerse» a tal o cual persona, habitualmente a niñ os o personas humildes, y
entregarles un mensaje para que los hombres se conviertan y vuelvan a Dios.

¿Cree la Iglesia, así no más, a cualquiera que dice que se le apareció la Virgen?

La Iglesia tiene mucha prudencia y sabiduría y es muy lenta en reconocer una aparició n. Primero estudia,
averigua y comprueba, a fin de no inducir a nadie a engañ o. Y hechas las averiguaciones y después de
varios añ os se pronuncia y reconoce con su autoridad, si la aparició n es real o ficticia. En algú n caso la
Iglesia se ha convencido de la autenticidad de una aparició n por la santidad de vida del vidente, por la
pureza del mensaje entregado o por los hechos ocurridos en el lugar de la aparició n: curaciones,
conversiones, etc. Esto es lo que ocurrió en Lourdes, Francia, en 1858 y en Fá tima, Portugal, en el añ o
1917.

En otros casos la Iglesia ha rechazado las supuestas apariciones o simplemente no se pronuncia


esperando que el tiempo establezca la verdad.

¿Cuál es la mejor manera de orar a la Santísima Virgen?

La oració n principal es la del Ave María que consta de dos partes: la primera parte está tomada del
Evangelio, del relato de la Anunciació n y de la Visitació n: «Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor
está contigo» (Lc. 1, 28). «Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre» (Lc. 1,
42).

La segunda parte ha sido agregada por la Iglesia: «Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».

[98]
TEMA 37: MISA FUNDAMENTOS BÍBLICOS

Desde el antiguo testamento, Dios profetizó por medio del profeta Malaquías la institució n de la misa: Mal
1:11 Pues desde el sol levante hasta el poniente, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se
ofrece a mi Nombre un sacrificio de incienso y una oblación pura. Pues grande es mi Nombre entre las
naciones, dice Yahveh Sebaot.

Ahora veamos cada uno de los momentos de la misa y su justificació n bíblica.

Se inicia la Santa Misa con una invocació n a la Santísima Trinidad, ¡Utilizando la Biblia!
Invocación a la Santísima Trinidad
- En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo: Mateo 28, 19: ...bautizándolos en el Nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.-

Amén: Apocalipsis 3, 14: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios. Isaías
65, 16: tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la
tierra, jurará en el Dios del Amén

El presbítero se dirige a la asamblea de fieles:

Saludo del celebrante


Que el Señor esté con vosotros: Filipenses 1, 2: La gracia y la paz de parte de Dios nuestro Padre y del
Señor Jesucristo. Esté con vosotros.

La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con
vosotros:
2 Corintios 13, 14: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con
todos vosotros.

Es necesario acercarse a Dios con “un corazón puro” para alabarle y glorificarle. Por eso, como Pedro
(Lucas 5, 8), nos declaramos pecadores ante la Divina Majestad:

Confiteor (“Yo confieso”)


La compunció n del corazó n es otra de las buenas disposiciones para celebrar o asistir a la Santa Misa.
Hacemos una confesió n pú blica a Dios, iniciando con las palabras:

“Yo confieso ante Dios Todopoderoso”: Salmo 32, Mi pecado te reconocí, y no te oculté mi culpa; dije:
«Confesaré a Yahvé de mis rebeldías.» Y tú absolviste mi culpa, perdonaste mi pecado.
Invocamos con humildad la misericordia de Dios, como nos enseñ a Jesú s en la pará bola del fariseo y el
publicano (Lucas 18, 9-14)
Kyrie (“Señor ten piedad”)
Son tres invocaciones, en lengua griega, para implorar el perdó n y la asistencia de Dios, Padre y de Cristo.
Kyrie significa "Señ or"; eléison, "ten piedad". La primera y la tercera se dirigen al Padre y la segunda a
Cristo
Señor ten piedad.
Cristo Ten piedad
Señor ten piedad
Salmo 6, 3: Ten piedad de mí, Yahvé, que estoy sin fuerzas.
Mateo 9, 27: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!
Salmo 51, 3: Ten piedad de mí, oh Dios, según tu amor.)
Los días festivos o domingos, tras haber pedido perdó n a Dios, le adoramos y alabamos con una plegaria
completamente bíblica:

[99]
Gloria
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad:
Lucas 2, 14
Te alabamos. : Hebreos 2, 12: ... en medio de la asamblea te alabaré
Te bendecimos. : Salmo 144, 1: Bendito sea Yahvé, mi Roca
Te adoramos. : Mateo 4, 10: Díjole entonces Jesús:...“porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a
él darás culto.”
Te glorificamos. : Salmo 86, 12: Gracias te doy de todo corazón, Señor Dios mío, glorificaré tu nombre por
siempre. 1 Pedro, 4, 11: para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y
el poder por los siglos de los siglos. Amén.)
Te damos gracias por tu grande gloria. : Salmo 92, 1: Bueno es dar gracias a Yahvé y salmodiar a tu
nombre, Altísimo.
Señor Dios: Salmo 35, 23: Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío...
Rey celestial: Salmo 24, 7-8: ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, que entre el Rey
de la gloria! ¿Quién es ese Rey de gloria? Yahvé, el fuerte, el valiente, Yahvé, valiente en la batalla.
Dios Padre Todopoderoso: Génesis 17, 1: Yo soy Dios Todopoderoso, anda en mi presencia y sé perfecto.
Señor, Hijo único Jesucristo: Juan 1, 18: A Dios nadie le ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno
del Padre, él lo ha dado a conocer
Tú que quitas el pecado del mundo: Juan 1, 29<7b>: Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: He ahí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros: Mateo 9, 27: Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando:
« ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!» Recibe nuestra suplica: 2 Crónicas 6, 21: Oye, pues, las súplicas de
tu siervo Israel, tu pueblo, cuando oren hacia este lugar.
Porque Tú sólo eres Santo: Levítico 21, Le tendrás por santo, porque él es quien presenta el alimento de tu
Dios; por tanto será santo para ti, pues SANTO soy yo, Yahvé, el que os santifico.
Solo Tú Señor: Filipenses 2, 11: y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.
Solo Tú Altísimo, Jesucristo: Apocalipsis 1, 5-6: y de parte de Jesucristo, igual el Testigo fiel, el Primogénito
de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de
nuestros pecados y ha hecho de nosotros un Reino de Sacerdotes para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder
por los siglos de los siglos. Amén. Marcos 5, 7: y gritó con gran voz: « ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de
Dios Altísimo?...
Con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre: Juan 15, 5: Ahora, Padre, glorifícame tú Padre: junto a
ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese. 1 Pedro, 4, 11: para que Dios sea glorificado en
todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén
Amén: Apocalipsis 3, 14: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios). Isaías
65, 16: tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la
tierra, jurará en el Dios del Amén

La Misa está llena de oraciones que se dirigen a Dios Padre....y todas terminan cumpliendo una enseñ anza
bíblica:
Oraciones de la Santa Misa (“Oremos”)

Todas las oraciones que se dirigen a Dios en la Misa, terminan de la siguiente forma: “Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén”: Juan 16, 23: En verdad, en verdad os digo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo
dará...

Liturgia de la Palabra

Hasta ahora, el celebrante y el pueblo fiel no han hecho otra cosa en la Misa que orar y cantar, como para
preparar los corazones para la gran Acció n; en adelante la Iglesia va a dirigirse especialmente al
entendimiento, al que va a suministrar el alimento só lido y necesario de la palabra de Dios, proclamada en
las lecturas y explicada en la homilía.

[100]
En los días ordinarios, la primera lectura está tomada Antiguo Testamento, de los Hechos de los Apó stoles
o de las epístolas o del Apocalipsis. Posteriormente se lee o se canta un Salmo.
En los días festivos y domingos, tras el salmo sigue la segunda Lectura, que es una Epístola de algú n
Apó stol. Seguidamente se canta el aleluya (esta palabra aparece unas 26 veces en la Biblia, sea en el AT
como en el NT [Salmos 104-106; 111-113; 115-117; 135.146-150 Apocalipsis 19,1: ¡Aleluya! Salvación y
honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro.

La liturgia de la palabra culmina con la proclamació n del Santo Evangelio de Nuestro Señ or Jesucristo.
Después de la homilía, todos juntos proclamamos Fe en Nuestro Señ or Jesucristo, en el Padre y en el
Espíritu Santo...y todo eso, usando la Biblia:

CREDO
Creo en un solo Dios: Deuteronomio 6, 4: Escucha, Israel: Yahvé nuestro Dios es el ÚNICO Dios.
Padre: Deuteronomio 32, 6: ¿Así pagáis a Yahvé, pueblo insensato y necio? ¿No es él tu PADRE, el que te creó,
el que te hizo y te fundó? Malaquías 2, 10: ¿No tenemos todos nosotros un mismo PADRE? ¿No nos ha creado
el mismo Dios?
Todopoderoso: Génesis 49, 24: pero es roto su arco violentamente y se aflojan los músculos de sus brazos
por las manos del PODEROSO de Jacob... Isaías 1, 24: Por eso - oráculo del Señor Yahvé Sebaot, el PODEROSO
de Israel...
Creador del cielo y de la tierra: Génesis 1, 1: En el principio, creó Dios los cielos y la tierra.
De todo lo visible y lo invisible: Colosenses 1, 16: porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos
y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo
fue creado por él y para él...
Creo en un solo Señor Jesucristo: Juan 3, 16: Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna).
Hijo único de Dios, Nacido del Padre antes de todos los siglos Mateo 16, 16: Tú eres el Cristo, el HIJO de
DIOS vivo. Juan 1, 18: A Dios nadie le ha visto jamás: DIOS UNIGÉNITO, que está en el seno del Padre, él lo ha
dado a conocer. Romanos 10, 9: Porque, si confiesas con tu boca que Jesús es SEÑOR y crees en tu corazón que
Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. Colosenses 1, 17: Él es antes que todo y todo subsiste en Él.
Dios de Dios: 2 Pedro 1, 1. Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro
Dios y Salvador Jesucristo
Luz de Luz: Juan 1, 9: El Verbo era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
Dios verdadero de Dios verdadero: Tito 2, 11-13: Se ha manifestado la gracia salutífera de Dios a todos
los hombres..., con la bienaventurada esperanza en la venida gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo
Jesús.
Engendrado, no creado: Hebreos 1, 5: En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez: Hijo mío eres tú; yo te he
engendrado hoy? Hechos 13,33: Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús, como está
escrito en los salmos: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy.
De la misma naturaleza del Padre: Hebreos 1, 3: el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su
sustancia... Colosenses 2, 9: Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente.
Por quien todo fue hecho: Colosenses 1, 16: porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la
tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue
creado por él y para él,
Que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo: Mateo 1, 21: Dará a luz un hijo, y
tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados
Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen: Mateo 1, 20: José, hijo de David, no temas
tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Lc 1,35: Respondiendo el
ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual
también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Y se hizo hombre: Jua 1:14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros,
Y por nuestra causa fue crucificado: Romanos 3, 24-25: todos pecaron y están privados de la gloria de
Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien
exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia,
[101]
habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente. Hebreos 12, 2: fijos los ojos en Jesús, el que
inicia y consuma la fe, el cual, en lugar del gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia.
en tiempos de Poncio Pilatos: Juan 18, 29: Salió pues, Pilato fuera...
Padeció: Hechos 17, explicándolas y probando que Cristo tenía que padecer...
1 Corintios 15, 3: Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros
pecados, según las Escrituras...
Y fue sepultado: 1 Corintios 15, 4: ...que fue sepultado Juan 19, 40-42: Tomaron el cuerpo de Jesús y lo
envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. En el lugar donde había
sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido
depositado. Allí, pues, porque era el día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a
Jesús.
Descendió a los infiernos: Efesios 4, 9-10: ¿Qué quiere decir «subió» sino que también bajó a las regiones
inferiores de la tierra? Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.
1 Pedro 3, 19.20: En Él fue también a predicar a los espíritus encarcelados, en otro tiempo incrédulo...
Y resucitó el tercer día, según las Escrituras: 1 Corintios 15, 4: ...y que resucitó al tercer día, según las
Escrituras
Hechos 13, 32-34: También nosotros os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres
Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús... Y que le resucitó de entre los muertos para
nunca más volver a la corrupción...
Subió al cielo: Hebreos 9, 24: Pues no penetró Cristo en un santuario hecho por mano de hombre, en una
reproducción del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en
favor nuestro;
Lc 24:51: Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado al cielo.
Y está sentado a la derecha del Padre: Marcos 16, 19: Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue
elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios
Hebreos 12, 2: y está sentado a la diestra del trono de Dios.
Y de nuevo vendrá con gloria: Mateo 25, 31: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de
todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Tito 2, 13: aguardando la feliz esperanza y la
Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.
Para juzgar a vivos y muertos: Mateo 25, 32: Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él
separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Juan 5, 28-29: No os
extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que
hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de
juicio.
Y su reino no tendrá fin: Apocalipsis 22, 5: el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los
siglos... Lc 1,33: y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin
Creo en el Espíritu Santo, Señor: 2 Corintios 3, 18: así es como actúa el Señor, que es Espíritu.
Y dador de vida: Juan 6, 63: El Espíritu es el que da vida. Job 33, 4: El Espíritu de Dios y la inspiración del
Omnipotente me dio vida.
Que procede del Padre: Juan 15, 26: el Espíritu de la verdad, que procede del Padre
Y del Hijo: (Gálatas 4, 6: La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu
de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
Con el Padre y el Hijo recibe una misma Adoración y gloria: 2 Corintios 13, 13: La gracia del Señor
Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
Y habló por los profetas: 2 Pedro 1, 21: porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana,
sino que hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios.
Creo en la Iglesia que es una: Mateo 16, 18: Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré MI Iglesia...;
Jn 17, 22-23 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en
ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los
has amado a ellos como también a mí me has amado

[102]
Santa: Efesios 5, 25-27: como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo;
sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada.
Católica: Mateo 18, 19: Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes...
Marcos 16, 15: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación...
Y Apostólica. : Efesios 2,20-21: Edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra
angular Cristo mismo, en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el
Señor.
Confieso un solo bautismo para el perdón de los pecados. : Hechos 2, 38. Bautizaos en el nombre de
Jesucristo para remisión de vuestros pecados. 1 Corintios 12, 13. Todos nosotros hemos sido bautizados en un
solo Espíritu, para constituir un solo Cuerpo.
Espero la resurrección de los muertos: 1 Tesalonicenses 4, 14-16: Porque si creemos que Jesús murió y
que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús. Os decimos eso como
Palabra del Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos
adelantaremos a los que murieron. El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la
trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar.
Y la vida del mundo futuro: 2 Pedro 3, 13: Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y
nueva tierra, en lo que habite la justicia.
Amén: Apocalipsis 3, 14: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios. Isaías
65, 16: tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la
tierra, jurará en el Dios del Amén.

Tras la homilía tiene lugar la oració n de los fieles. É sta mira a pedir por las diversas intenciones que está n
en el corazó n de las diversas comunidades. Esta oració n de los fieles, tiene lugar antes de la segunda parte
de la Misa, que es la “liturgia eucarística”. La procesió n de las ofrendas implica la participació n de los fieles
que ofrecen los dones del pan y del vino, así como otros dones por diversas necesidades. Estos actos se
hacen como respuesta a la invitació n de Cristo en Lc 9-13 “Y yo os digo: Pedid y se os dará; buscad, y
hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado,
le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan?”. Otro pasaje ú til al respecto es Ap. 5,8: “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y
los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de
incienso, que son las oraciones de los santos”.

Liturgia del Sacrificio o Liturgia

En efecto, las ofrendas son no só lo fruto de la tierra y del trabajo de los hombres, sino también oració n, y
ofrenda que Cristo consagrará , como bien dice Ap. 5,8.
A estos sentimientos bíblicos corresponde la procesió n de las ofrendas y las oraciones que las acompañ an:

El sacerdote se acerca al altar, tras recibir las ofrendas del pan y del vino, de manos de los fieles y dice:
“Bendito seas Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida”.

A estas palabras el pueblo responde (salvo cuando se entona algú n canto): “Bendito seas por siempre
Señor”.
Bendito seas, Señor, Dios del universo por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que
recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación”.
También a estas palabras el pueblo responde (salvo cuando se entona algú n canto):“Bendito seas por
siempre Señor”.

[103]
Tobías 8,5: “¡Bendito seas tú, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre por todos los siglos de los
siglos! Bendíganle los cielos, y tu creación entera, por los siglos todos “Daniel 3,26: “Bendito seas, Señor, Dios
de nuestros padres, digno de loor, y tu nombre sea glorificado eternamente”
Lc 22,19: “tomó pan, dio gracias...” .
Jn 6,11: “Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias...”. Jn 6,23: “Pero otras barcas habían
arribado de Tiberías junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias al Señor” Jn
6,35: “Les dijo Jesús: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no
tendrá nunca sed”.

El sacerdote se lava las manos, mientras dice en voz baja: “Lava del todo mi delito limpia todo mi
pecado”. Las palabras se remontan al Salmo 51,4: “Lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame”.
Acto seguido el sacerdote dice: “Orad, hermanos, para que este sacrificio mío y vuestro sea
agradable a Dios Padre todopoderoso”.
Oseas 14,2: “Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Dios, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta
el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios”. Levítico 22,19: “Y cuando ofrezcáis sacrificio de
acción de gracias a Dios, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable”. Efesios 5,2: “Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”.
Hebreos 13,15: “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de
labios que confiesan su nombre”.
El sacerdote pronuncia entonces una oració n sobre las ofrendas, suelen ser diversas segú n las
necesidades de tiempos y lugares. Dichas oraciones, suelen corresponder a los sentimientos bíblicos
cuando se ofrecían sacrificios, de este modo, se ve con claridad có mo el Antiguo Testamento ha preparado
al Nuevo; un ejemplo tomado de la liturgia cotidiana del tiempo ordinario: “Dígnate, Señor, aceptar esta
ofrenda de tu pueblo; que ella nos santifique y nos alcance lo que ahora imploramos por tu
misericordia, por Cristo, nuestro Señor”.
2Macabeos 1,26: “Acepta el sacrificio por todo tu pueblo Israel, guarda tu heredad y
santifícala”.1Tesalonicenses 5,23: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. 1Timoteo
1,12: “Doy gracias a aquel que me revistió de fortaleza, a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me consideró digno
de confianza al colocarme en el ministerio”.

Prefacio (parte de la Misa que precede a la plegaria eucarística)


En el prefacio se recogen también diversas alusiones bíblicas. La primera parte, en que se alternan las
palabras del sacerdote, es invariable; la segunda, reservada só lo al sacerdote, que ora con los brazos
abiertos, varía segú n el período del añ o, festividades o circunstancias concretas.
El Señor Esté con vosotros
Y con tu espíritu.
Romanos 16,24 (Filipenses 4,26; Ap. 22,21): “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros”.
2Tim 4,22: “El Señor sea con tu espíritu. La gracia sea con vosotros”.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
1Pedro 3,4 “Que vuestro adorno no esté en el exterior, en peinados, joyas y modas, sino en lo oculto del
corazón, en la incorruptibilidad de un alma dulce y serena: esto es precioso ante Dios”.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario. 1Tes 3,9-10: “Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por
todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, orando de noche y de día con
gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? 2Tes
1,3: “Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va
creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás”.
Parte variable del prefacio. No se pueden recoger aquí todos los prefacios que se recitan en diversas
ocasiones, se tomará só lo uno, para mostrar su relació n con la Sagrada Escritura: Prefacio II de difuntos.
En verdad es justo y necesario es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todo poderoso y eterno, por Cristo, señor nuestro.
[104]
1Tes 3,9-10: “Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que
nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, orando de noche y de día con gran insistencia, para
que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? 2Tes 1,3: “Debemos siempre dar gracias a
Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada
uno de vosotros abunda para con los demás”. Jn 17,11: “Padre Santo...”Ap. 4,8: “Santo, santo, santo es el
Señor, Dios todopoderoso”. Rom 16,26: “Pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los
profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan
a la fe”. 1Tesalonicenses 5,23: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Porque él aceptó la muerte, uno por todos,
Para libarnos del morir eterno; es más, quiso entregar su vida para que todos tuviéramos la vida
eterna. Por eso, unidos a los coros angélicos te aclamamos llenos de alegría”...
Filipenses 2,8: “Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz”. Rom 5,8: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”. 1Jn 2,2: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si
alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por
nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”. 2Cor 5,14-
15 “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió , murió por todos, luego todos
murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó
por ellos”. Hebreos 2,11: Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se
avergüenza de llamarlos hermanos.
Tras el prefacio tiene lugar el canto del "Sanctus": la triple repetició n del adjetivo "santo" (en hebreo
"qadosh") indica en el AT un superlativo; pone de relieve, en efecto, que no hay ser má s grande, excelso y
sobre todo "santo" que Dios. El que se trate de una triple repetició n también prepara el camino para la
revelació n plena del Dios trinitario en el NT.
Sanctus
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo. Llenos están los cielos y la Tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo :
Apocalipsis 4, 8: Los cuatro Vivientes... repiten sin descanso día y noche: «Santo, Santo, Santo, Señor, Dios
Todopoderoso... »Isaías 6, 2-3: Unos serafines se mantenían erguidos por encima de él... Y se gritaban el uno
al otro: «Santo, santo, santo, Yahvé Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.» .Mateo 21, 9: Y la gente que
iba delante y detrás de él gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas!» (La palabra "hosanna" es un una sú plica en hebreo que significa "salva",

Después del "Sanctus" sigue la plegaria eucarística. La liturgia cató lica prevé habitualmente al menos
cuatro plegarias. Seguiremos la má s frecuente hoy, que es la segunda.
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad
Ap. 15,4 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las
naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado. Salmo 22,3: Pero tú eres santo, Tú
que habitas entre las alabanzas de Israel. Is 57,15: Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la
eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de
espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
"Epíclesis": es la invocació n al Espíritu Santo para que descienda sobre las ofrendas y que por su poder al
lado del de las otras dos divinas personas, los dones que se han presentado a Dios queden santificados.
Por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu:
1Cor 6,11: Y esto erais algunos; más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 1Jn 4,13 En esto conocemos que
permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
De manera que sean para nosotros cuerpo y sangre de Jesucristo nuestro Señor
Jn 6,63: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son
espíritu y son vida.
El cual, cuando iba a ser entregado a su pasión, voluntariamente aceptada ,Jn 10,17-18: "Por eso me
ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para tomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la doy de mí
[105]
mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Tal es el mandamiento que del Padre
he recibido".
Tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo
1Cor 11,23: Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue
entregado, tomó pan; habiendo dado gracias, lo partió, y dijo
Consagración
Tomad y comed todos de él, porque éste es mi cuerpo que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus
discípulos diciendo
Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y
eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
1Cor 11,24-25: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto
en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
Mt 26,26-28: Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad,
comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Mc
14,22-24 Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi
cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi
sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada. Lc 19,19-29 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y
les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera,
después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros
se derrama.

Después de la consagració n el sacerdote proclama que la Eucaristía es un misterio o sacramento de fe:


Éste es el sacramento de nuestra fe
Estas palabras se remontan al espíritu de Jn 6, en que Cristo insiste en "creer" que su carne es verdadera
comida y su sangre es verdadera bebida.
Jn 6,34-36: Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene,
nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Más os he dicho, que aunque me habéis visto,
no creéis.
Jn 6,40-41: Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida
eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo
soy el pan que descendió del cielo.
Jn 6,47-51: De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros
padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que de
él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para
siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

A las palabras del sacerdote, el pueblo responde:


Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven, Señor Jesús
1Cor 11, 26: Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, anunciáis la muerte del
Señor hasta que él venga.
1Cor 15,11-12 Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído. Pero si se predica de Cristo
que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
Ap. 22,20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.

El sacerdote continú a con la parte final de la plegaria eucarística con los brazos extendidos:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos
el pan de vida y el cáliz de salvación y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu
presencia.

[106]
Rom 8,15: "Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis
recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" 1Cor 11,24 : haced esto en memoria de
mí.
1Cor 11, 26: Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, anunciáis la muerte del
Señor hasta que él venga.
Ef. 1,3-6: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia...
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos
del cuerpo y sangre de Cristo.
Ef. 2,13-18: "Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos
cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la
pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y
mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y
anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio
de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra Y con el Papa, con nuestro obispo,
llévala a su perfección por la caridad.
Rom 9,15:"Porque la Escritura dice al Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder,
y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra".
Hechos 17,26: "Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de
la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación".
Judas 20-21 "Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo,
manteneos en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna".
Hebreos 10,23-25: Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa.
Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras, sin abandonar vuestra propia
asamblea, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándoos: tanto más, cuanto que veis que se
acerca ya el día.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección y de
todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Hechos 23,6 "por esperar la resurrección de los muertos se me juzga».
Judas 21: "manteneos en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para
vida eterna".
Judas 24: Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria
con gran alegría,
1Pedro 1,3-5: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia,
mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva. A
una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, a quienes el
poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último
momento".
Ten misericordia de todos nosotros,
Lc 17,13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
…y así con María, la Virgen, Madre de Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través
de los tiempos merezcamos por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Rom 6,23: Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro.
Ap. 5,8-13: Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero.
Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos. Y cantan un
cántico nuevo diciendo: «Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque fuiste degollado y compraste
para Dios con tu sangre hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro
Dios un Reino de Sacerdotes, y reinan sobre la tierra».
[107]
Y en la visión oí la voz de una multitud de Ángeles alrededor del trono, de los Vivientes y de los Ancianos. Su
número era miríadas de miríadas y millares de millares, y decían con fuerte voz: «Digno es el Cordero
degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza». Y toda
criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían:
«Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos». Y
los cuatro Vivientes decían: «Amén»; y los Ancianos se postraron para adorar.

Terminamos las Oraciones Bíblicas con una alabanza Bíblica:


El sacerdote toma el cuerpo y la sangre de Cristo y se dirige al Padre con una;
Doxología (alabanza)
Por Cristo, con Él y en Él, a Ti Dios Padre Omnipotente, todo honor y toda gloria por los siglos de
los siglos. Amén.
Romanos 11, 36: Porque de Él y por Él, y para Él son todas las cosas. A Él la gloria por los siglos. Amén.)
Ap. 5,13: «Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los
siglos». Y los cuatro Vivientes decían: «Amén»; y los Ancianos se postraron para adorar.

Para acercarnos a la Comunió n, también nos preparamos usando la Biblia:


La Comunión
Páter noster (Padre Nuestro)
Padre nuestro, que estás en los cielos. Santificado sea el tu nombre.
Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así
como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la
tentación.: Mateo 6, 9-13: Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los
cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a
nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal.

Agnus Dei
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo ¡ten misericordia de nosotros! Cordero de Dios
que quitas los pecados del mundo ¡ten misericordia de nosotros!, Cordero de Dios que quitas los
pecados del mundo ¡danos la paz! :
Juan 1, 29: Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo.
Mateo 9, 27: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!)
Ósculo de la paz
Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: Mi paz os dejo, mi paz os doy ;
Juan 14, 27: Mi paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo.
Comunión
Ved aquí el Cordero de Dios, ved aquí al que quita los pecados del mundo :
Juan 1, 29: Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo.

Los fieles responden con la Biblia:


Señor, no soy digno de que entres en mi casa, más una palabra tuya, bastará para sanarme. :
Mateo, 8, 8: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa. Di una sola palabra y mi siervo quedará sano.
Finalizamos la Misa... ¡CON LA BIBLIA!!!
Despedida
Podéis ir en paz : Juan 20, 29: Jesús en medio de ellos y les dijo: La paz con vosotros.

[108]
TEMA 38: PADRE, MAESTRO ¿ES VÁLIDO UTILIZAR ÉSTAS PALABRAS?

Seguramente han escuchado aquel texto bíblico que dice: «No se dejen llamar Maestro, porque uno solo es
vuestro Maestro y todos ustedes son hermanos. Tampoco deben decirle «padre» a nadie en la tierra, porque
tienen solamente un Padre que está en el cielo» (Mt. 23, 8-9) y por eso piensan muchos que no deben decir
ni por nada «padre» a un sacerdote.
Hermanos y amigos: leyendo bien toda la Biblia nos damos cuenta que las Sagradas Escrituras hacen
siempre la distinció n entre «Padre» como título de honor reservado al Dios Ú nico, fuente y fin de todas las
cosas, y padre con minú scula, es decir, el padre que da la vida humana o el «padre espiritual».
Lo mismo sucede con la palabra Maestro. El ú nico Maestro -con mayú scula- es Dios, pero esto no quita
que, aun entre nosotros, llamemos maestro -con minú scula- a cualquier profesor o maestro carpintero. Es
decir, tenemos un Padre y un Maestro por excelencia que es Dios. Un Padre y Maestro -en letra grande-
que es el Dios Ú nico y nadie puede apropiarse de este título.
La biblia nos da muchos ejemplos que nos indican que es correcto llamar padre o maestro (ambas con
minú sculas) a quienes ejercen alguna funció n de autoridad o de enseñ anza en nosotros.
Mt 1.2, 6 Abraham fue padre de Isaac, y éste de Jacob. Jacob fue padre de Judá y de sus hermanos… Jesé fue
padre del rey David…
Mt 10.21 Un hermano denunciará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos se
sublevarán contra sus padres y los matarán.
Mt 10.35,37 Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre … El que ama a su padre o a su madre más
que a mí, no es digno de mí …
Mt 13.52 “Cuando un maestro en religión ha sido instruido sobre el Reino de los Cielos, se parece a un padre
de familia…”
Mt 15.4 Pues Dios ordenó: Cumple tus deberes con tu padre y con tu madre. Y también: El que maldiga a su
padre o a su madre…
Mt 15.5 En cambio, según Uds., es correcto decir a su padre o a su madre…Según Uds. una persona queda
libre de su deberes para con su padre…
Lc 16.24 Entonces gritó: “Padre Abraham, ten piedad de mí”.
Lc 18.20 “Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates,…, honra a tu padre y a tu madre”.
Hch 7.2 Esteban respondió: “Hermanos y padres, escúchenme”.
Hch 7.4 Después de la muerte de su padre, Dios hizo que se trasladara a este país en que ustedes habitan
ahora.
Hch 7.15 Jacob entonces bajó a Egipto, donde murió él, y más tarde también nuestros padres.
Hch 7.19 Este rey, actuando con astucia contra nuestra raza, obligó a nuestros padres a que abandonaran a
sus hijos recién nacidos.
Hch 7.20 Durante tres meses fue criado (Moisés) en la casa de su padre.
Hch 7.32 “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob”.
Hch 7.38 Este es el que estaba con nuestros padres en la asamblea del desierto.
Hch 7.44, 45 Nuestros padres tenían en el desierto la Tienda del Testimonio… Después de recibirla, nuestros
padres…
Hch 7.52 “¿Hubo algún profeta que sus padres no hayan perseguido?”.
Hch 13.17 “El Dios de Israel, nuestro pueblo, eligió a nuestros padres”
Hch 22.1 “Hermanos y padres, escúchenme, pues les quiero dar algunas explicaciones”
Hch 24.14 “Pero sí admito ante ti que sirvo al Dios de nuestros padres según nuestro camino”
Hch 26.6 “Y si ahora soy aquí procesado, es por esperar la promesa hecha por Dios a nuestros padres”.
Hch 28.17 “He sido entregado a los romanos sin que yo haya ofendido a las autoridades de nuestro pueblo ni
las tradiciones de nuestros padres”.
Hch 28.25 “Es muy acertado lo que dijo el Espíritu Santo cuando hablaba a sus padres por boca del profeta
Isaías”.
Rom 1.30 Desafían a Dios, son altaneros, orgullosos, farsantes, hábiles para lo malo y no obedecen a sus
padres.
[109]
Rom 4.11-12 Abraham es el padre de todos los que creen… Es el padre del pueblo judío… sigan las huellas de
nuestro padre Abraham.
Rom 4.17 Abraham es el padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te hago padre de muchas naciones.
Rom 11.28 Pero ateniéndose a la elección, ellos son amados en atención a sus padres.
1 Cor 4.15 No pueden tener muchos padres, y he sido yo quien les trasmitió la vida en Cristo Jesús por medio
del Evangelio.
2 Cor 12.14 No son los hijos los que deben juntar dinero para sus padres, sino los padres para sus hijos.
Ef. 5.31 La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa y los
dos formarán un solo ser.
Ef. 6.1 Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre.
Ef. 6.4 Y ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos.
Fil 2.22 Pero Timoteo, como saben, ha dado pruebas, y como un hijo al lado de su padre, ha estado conmigo al
servicio del Evangelio.
Col 3.20 Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque eso es lo correcto entre cristianos.
1 Tim 5.1 No reprendas con dureza al anciano; al contrario, aconséjalo como si fuera tu padre.
1 Tim 5.4 Que aprendan éstos primero a cumplir sus deberes con su propia familia y ayudar a sus padres.
Hb 12.7 Ustedes sufren, pero es para su bien, y Dios los trata como a hijos: ¿a qué hijo no lo corrige su padre?
Hb 12.9, 10 Además, cuando nuestros padres según la carne nos corregían, los respetábamos… Nuestros
padres nos corregían sin ver…
1 P 1.18 No olviden que han sido rescatados de la vida vacía que aprendieron de sus padres.
1 Jn 2.13 Estos les escribo, padres, ustedes conocen al que es desde el principio.

Encontramos a continuació n, otras citas má s en las cuales podemos notar que los escritores bíblicos
consideraban como hijos espirituales a aquellos que recibían su enseñ anza, considerá ndose a sí mismos
como padres:

La paternidad espiritual del apóstol

2 Cor 6.13 Páguennos con la misma moneda. Les hablo como a hijos; sean más abiertos.
Gal 4.19 Hijitos míos, de nuevo sufro por ustedes dolores de alumbramiento.
1 Tim 1.2 A Timoteo, verdadero hijo mío en la fe.
1 Tim 1.18 Al darte estas recomendaciones, Timoteo, hijo mío…
2 Tim 1.1, 2 Pablo, apóstol de Cristo Jesús... a su querido hijo Timoteo.
2 Tim 2.1 En cuanto a ti (Timoteo), hijo, que tú fuerza sea la gracia que tienes en Cristo Jesús.
Tito 1.4 Te saludo, Tito, verdadero hijo mío en la fe que compartimos.
1 Jn 2.1 Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen.
1 Jn 2.7 Hijos queridos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo.
1 Jn 2.12, 14 Esto les escribo, hijitos: ustedes recibieron ya el perdón de sus pecados. Les he escrito, hijitos,
porque ya conocen al Padre.
1 Jn 2.18 Hijitos, es la última hora, y han oído que va a venir un anticristo.
1 Jn 2.28 Y ahora, hijitos, permanezcan en él.
1 Jn 3.7, 18 Hijitos míos, no se deben extraviar… Hijitos, no amemos con puras palabras y de labios para
afuera…
1 Jn 4.4 Ustedes, hijitos, son de Dios, y ya han logrado la victoria sobre esa gente.
1 Jn 5.21 Hijitos, guárdense de los ídolos.
3 Jn 4 Nada me causa mayor alegría que el saber que mis hijos viven en la verdad.

¿Qué nos dice la Biblia acerca del nombre «Padre»?


La Biblia nos dice claramente que Dios es el ú nico Padre y Maestro. Dios es el ú nico Padre fuente y origen
de todas las cosas. Dice el Apó stol: «Para nosotros no hay más que un solo Dios: el Padre. El Padre Dios hizo
todas las cosas y nosotros existimos por El» (1 Cor. 8, 6).
Segú n este texto bíblico, está claro que no debemos dar este título divino a nadie má s que a Dios. É l es el
[110]
Padre y Maestro por naturaleza. En É l está el origen del bien, de la vida y de toda sabiduría.
Veamos el contexto de la frase de Jesú s:
En el Evangelio de San Mateo, cap. 23, en un largo discurso, Jesú s acusa a los fariseos y a los maestros de la
ley, porque a ellos les gustan mucho los títulos de honor. Se consideran autorizados para interpretar la ley
de Moisés como quieren (vers. 2), les gusta llevar en la frente y en el brazo partes de las Sagradas
Escrituras (vers. 6), quieren que la gente los salude con todo respeto en las calles y que les llame maestros
(vers. 7). Es en este contexto que Jesú s les dice: «Pero ustedes no deben hacer que la gente les llame
maestros, porque todos ustedes son hermanos y tienen solamente un Maestro, que es Cristo. Y no llamen
ustedes Padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre, el que está en el cielo» (vers. 8-9). «El
que es el mayor de ustedes sea el que sirve a los demás (vers. 11). Porque el que se hace grande será
humillado, pero el que se humilla será hecho grande» (vers. 12).
Queridos hermanos, está muy claro que Jesú s no quiere que demos títulos de honor a ningú n miembro de
la comunidad. Pero no debemos pensar que Jesú s quiere terminar con toda autoridad entre nosotros, sino
que pide que haya responsables en la comunidad de los creyentes que sirvan con mucha humildad al
pueblo y que su autoridad no debe opacar la del único Padre Dios
Jesús llama a Dios «Mi Padre»
«Jesú s en su condició n de Verbo encarnado (como hombre) se define como: «el Hijo único del Padre, por
naturaleza». «Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo sino el Padre y
nadie conoce realmente al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo ha querido dar a conocer » (Mt.
11, 27). Estos textos bíblicos nos hacen ver que hay una relació n íntima y ú nica entre el Padre y el Hijo.
Jesú s es el ú nico que puede llamar Padre con propiedad a Dios. É l es su Hijo por naturaleza.
Ahora bien, nosotros también llamamos a Dios «nuestro Padre», ya que por el poder del Espíritu Santo,
somos hijos de Dios. Jesú s es Hijo por naturaleza, nosotros somos sus hijos por adopció n. Dios es el Padre
Único, fuente y fin de todas las cosas, y nosotros no debemos dar a nadie este título divino. Esto es
lo que quería decir Jesú s en su discurso contra los fariseos y los maestros de la ley (Mt. 23, 9) que se
apropiaban títulos divinos. Pero Dios no quería decir, ni que los hijos no llamen padre a su papá , ni que en
una comunidad cristiana los fieles no puedan llamar padre a su sacerdote.
El texto también dice: «No llamen Maestro a nadie, porque uno solo es vuestro Maestro». Cierto que
Jesucristo es el ú nico Maestro fuente de toda verdad y sabiduría (Jn 18, 37), pero Dios no se opone a que
llamemos maestro -por participació n- a un profesor o a un maestro carpintero. El argumento es idéntico.
En consecuencia, un hijo puede llamar «padre» a su papá , o a su padre espiritual o al sacerdote y puede
llamar «maestro» a su profesor. Y las mismas Sagradas Escrituras no tienen ningú n problema en usar
estos nombres.
É ste es el sentido con el que la Iglesia Cató lica usa el nombre de «padre» para indicar al pastor o ministro
de la comunidad de los creyentes. No es ni de lejos con el intento de apropiarse de un título divino.
Así que referente al nombre de «hermano» o «padre» o «pastor», se lo digo una vez má s: lo que importa es
el espíritu con que se dice má s que la letra. ¿No dijo, acaso, el apó stol: «La letra mata y es el espíritu el que
da vida»? (2 Cor. 3, 6).

[111]
TEMA 39: EL PECADO ORIGINAL

Todos, desde el nacimiento, venimos al mundo con el pecado original, que no viene a ser sino la tendencia
que tenemos a pecar, producto del pecado de nuestros primeros padres, resultado del pecado de la raza
humana. El pecado original se borra con el bautismo, en el cual recibimos la gracia santificante.

Job 4.17-18 ¿Hay algún hombre que se encuentre bueno delante de Dios? ¿Será puro algún mortal a los ojos
de su Hacedor?
Sal 51.7 Tú ves que malo soy de nacimiento, pecador desde el seno de mi madre.
Rom 3.11 No hay nadie bueno, ni siquiera uno.
Rom 5.12 Un solo hombre hizo entrar el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte. Después la muerte se
propagó a todos los hombres.
Ef. 2.3 Nos dejamos llevar por las codicias humanas, obedeciendo a los deseos de nuestra naturaleza…, e
íbamos directamente al castigo.

¿PORQUÉ NIEGAN EL PECADO ORIGINAL, SI EN LA BIBLIA ESTÁ ESCRITO?

BIBLIA DE JERUSALÉN Sal 51:5 Mira que EN CULPA YA NACÍ, PECADOR ME CONCIBIÓ MI MADRE
BIBLIA REINA VALERA Sal 51:5 He aquí, EN MALDAD he sido formado, y EN PECADO ME CONCIBIÓ MI
MADRE.
BIBLIA TESTIGOS DE JEHOVÁ Sal 51:5 ¡Mira! CON ERROR fui dado a luz con dolores de parto, y EN
PECADO ME CONCIBIÓ MI MADRE.

[112]
TEMA 40: PRIMOGÉNITO

Los evangelistas dicen que María tuvo má s hijos y se basan en Luc 2:7 y dio a luz a su hijo PRIMOGÉNITO, le
envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento y añ aden, si María
hubiera tenido só lo un hijo diría unigénito, no primogénito”, esto es una idea equivocada del significado
de primogénito.

Muchos creen que PRIMOGÉ NITOI significa el primero de varios, pero SÓ LO INDICA EL PRIMERO, SIN
IMPORTAR SI HABRÁ MÁ S, es el primer nacido, ahora ¿por qué no llamarlo unigénito posteriormente, si
María no había tenido má s hijos?, muy sencillo porque PRIMOGÉNITO también significa “HEREDERO
DE LA PROMESA DE DIOS O CONSAGRADO A DIOS” y Jesú s era el heredero de las promesas de Dios, por
eso no se le podía llamar unigénito, tenía que llamarse primogénito, pues É L ERA EL HEREDERO DE LA
PROMESA DE DIOS hecha a Abraham, pero dirá n algunos ¿eso es un invento de los cató licos?, NO, no es un
invento, veamos que dice la escritura

Gén 25:30 Dijo Esaú a Jacob: «Oye, dame a probar de lo rojo, de eso rojo, porque estoy agotado.» - Por eso se
le llamó Edom. -
Gén 25:31 Dijo Jacob: «VÉNDEME ahora mismo TU PRIMOGENITURA.»,

Cita muy interesante pues si primogénito significara só lo “el primero”, ¿có mo podría venderle Esaú a
Jacob la primogenitura?, no habría forma, pues tendrían que meterse de nuevo al vientre de su madre y
dejar que Jacob naciera primero, ALGO QUE ES IMPOSIBLE DE REALIZAR.

Entonces ¿por qué Esaú pudo venderle la primogenitura a Jacob?, MUY SENCILLO PORQUE LA
PRIMOGENITURA NO SÓ LO SIGNIFICA EL PRIMERO, SINO EL HEREDERO DE LA PROMESA, de tal forma
que cuando le vendió la primogenitura le vendió la herencia y la bendició n de Dios.

PRIMOGÉNITO también significa: “consagrado a Dios” como lo vemos en Éxo 13:1 Habló Yahveh a Moisés,
diciendo:
Éxo 22:28 No tardarás en ofrecerme de tu abundancia y de tus jugos. ME DARÁS EL PRIMOGÉNITO DE TUS
HIJOS.
Éxo 22:29 Lo mismo has de hacer con el de tus vacas y ovejas. Siete días estará con su madre, Y AL OCTAVO
ME LO DARÁS.

Siguiendo la ló gica evangelista, de que primogénito es el primero de varios, y suponiendo que la mujer
muera después de consagrar al octavo día a su hijo, ¿será SU PRIMOGÉ NITO?, ¡CLARO QUE SÍ!, pero no
tuvo má s hijos, en todo caso es su unigénito. Es su primogénito porque es el consagrado a Dios, así que se
demuestra que primogénito significa “el consagrado a Dios”, como lo era Jesú s

Tenemos otras citas que refuerzan esto: “Hijos de Moisés: Guerson y Eliezer. 1Cr 23:17 Hijos de Eliezer:
Rejabías, EL PRIMERO. Eliezer NO TUVO MAS HIJOS, pero los hijos de Rejabías fueron muy numerosos, ESTO
ES MUY IMPORTANTE a Rejabías se le llama primogénito, pero su padre YA NO TUVO MAS HIJOS, en la
ló gica evangelista, se le debería llamar unigénito.

Una cita muy interesante es Heb 1:6 Y nuevamente al introducir A SU PRIMOGÉNITO en el mundo dice: Y
adórenle todos los ángeles de Dios.

¿Porque Dios habla de Jesú s Su Hijo y se refiere como SU PRIMOGÉ NITO?, ¿ACASO DIOS TUVO OTRO
HIJO?

Pensar que María tuvo má s hijos porque a Jesú s se le llame primogénito es no conocer las Escrituras,
como decimos popularmente es querer buscarle tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro.

[113]
TEMA 41: PURGATORIO

1 Co 3:13 Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado
por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno.
1Co 3:14 Si lo que has construido resiste al fuego, serás premiado.
1Co 3:15 Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará, pero no sin pasar por
el fuego.

Aquí hay un punto muy importante, vamos a desmenuzarlo:

UNO.- 1 Co 3:13 Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea
probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. TODOS PASAREMOS POR EL JUICIO DE
DIOS y dice que se verá nuestro trabajo y trabajo son obras, no só lo fe.

DOS.- ¿Quién probará el trabajo?, dice la Palabra de Dios que É l no vino a juzgar, sino que en el juicio será
Su Palabra la que nos juzgará (Jua_12:48).
1Co 3:14 Si lo que has construido resiste al fuego, serás premiado. Lo que has construido, nuevamente se
refiere a obras, se te premiará , de otra forma se te condenará .
1Co 3:15 Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero TENDRÁ QUE PAGAR. SE SALVARÁ , pero no sin
pasar por el fuego.

É STE VERSÍCULO ES MUY IMPORTANTE.

UNO.- Si tu trabajo (vrs13), si tu construcción (vrs 14) se convierte en cenizas TIENES QUE PAGAR y te
pregunto ¿CÓ MO VA A PAGAR SI YA ESTÁ MUERTO?, al reino de Dios no puede entrar nada manchado.

DOS.- Al infierno no se va, PORQUE DICE LA PALABRA QUE SE SALVARÁ , pero TIENE QUE PAGAR y la
frase: «tendrá que pagar» no se puede referir a la condena del Infierno, ya que de ahí nadie puede salir.
Tampoco puede significar el Cielo, ya que no es posible que nada manchado por el pecado entre en la
gloria: «Nada impuro entrará en ella (en la Nueva Jerusalén)» (Ap. 21, 27). Só lo la doctrina y la creencia en
el Purgatorio explican y aclaran este pasaje
1Jn 5:16 Si alguno ve a su hermano en el pecado -un pecado que no ha traído la muerte-, ore por él y Dios
le dará vida. (Hablo de esos pecadores cuyo pecado no es para la muerte). Porque también hay un pecado
que lleva a la muerte, y no pido oraciones en este caso.

Entendamos bien esta cita porque clarifica muy bien la posició n de la iglesia. “El purgatorio es de salvados
PERO NO CONDENADOS”, y dice muy claramente que Dios le dará vida, es decir lo sacará del purgatorio
para llevarlo al cielo, esto es para quienes murieron con pecados que no llevan a muerte. El infierno es
para los condenados, quienes cometieron pecados que sí llevan a muerte Y PRECISAMENTE POR ESTOS
ES POR QUIENES SAN PABLO RECOMIENDA NO SE HAGA ORACIÓ N y la iglesia cató lica no hace oració n
por ellos, espero que a nuestros hermanos protestantes les quede claro, pero siempre le está n buscando
tres pies al gato.

1Jn 5:17 Toda maldad es pecado, pero no es necesariamente pecado que lleva a la muerte.
(Si mueres con un pecado que no lleva a muerte, ¿a dónde va tu alma?, se complementa con 1 Co. 3:13-15)

Mat 12:32 Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero al que calumnie al Espíritu Santo, no se
le perdonará ni en este mundo ni en el otro.

(Con este texto, Jesucristo es muy claro al señ alar que hay pecados o faltas que podrá n ser perdonadas en
el otro mundo, es decir después de muertos, y son aquellas faltas que no llevan a muerte 1 Co 3:15 y 1 Jn

[114]
5:17, por lo tanto debe haber un lugar en el que estas almas se encuentren una vez muertas, para que sus
pecados sean perdonados en el otro mundo y este lugar es el purgatorio).

"Si Jesucristo dijo que hay faltas que no será n perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señ al de que
hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo”

Sir 7:33 La gracia de tu dádiva llegue a todo viviente, ni siquiera a los muertos les rehúses tu gracia.
2Macabeos 12:43 Luego efectuó una colecta que le permitió mandar a Jerusalén unas dos mil monedas de
plata para que se ofreciese allí un sacrificio por el pecado.
Era un gesto muy bello y muy noble, motivado por el convencimiento de la resurrección.
2Macabeos 12:44 Porque si no hubiera creído que los que habían caído resucitarían, habría sido inútil y
ridículo orar por los muertos.
2Macabeos 12:45 Pero él presumía que una hermosa recompensa espera a los creyentes que se acuestan en
la muerte, de ahí que su inquietud fuera santa y de acuerdo con la fe. Mandó pues ofrecer ese sacrificio de
expiación por los muertos para que quedaran libres de sus pecados.

Al morir, tendremos un Juicio Particular. En este juicio nos encontraremos ante Jesucristo y ante nuestra
vida: todos nuestros actos, palabras, pensamientos y omisiones quedará n al descubierto. Dice el
Catecismo:

I. El juicio particular

1021 La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptació n o rechazo de la gracia
divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1, 9-10). El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la
perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura reiteradamente la
existencia de la retribució n inmediata después de la muerte de cada uno como consecuencia de sus obras
y de su fe. La pará bola del pobre Lá zaro (cf. Lc 16, 22) y la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladró n (cf.
Lc 23, 43), así como otros textos del Nuevo Testamento (cf. 2 Co 5,8; Flp 1, 23; Hb 9, 27; 12, 23) hablan de
un ú ltimo destino del alma (cf. Mt 16, 26) que puede ser diferente para unos y para otros.

1022 Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribució n eterna en un juicio
particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificació n (cf. Concilio de Lyon II: DS 856;
Concilio de Florencia: DS 1304; Concilio de Trento: DS 1820), bien para entrar inmediatamente en la
bienaventuranza del cielo (cf. Concilio de Lyon II: DS 857; Juan XXII: DS 991; Benedicto XII: DS 1000-
1001; Concilio de Florencia: DS 1305), bien para condenarse inmediatamente para siempre (cf. Concilio
de Lyon II: DS 858; Benedicto XII: DS 1002; Concilio de Florencia: DS 1306).«A la tarde te examinará n en
el amor» (San Juan de la Cruz, Avisos y sentencias, 57).

El Juicio final es de toda la Creació n o sea la demarcació n final entre los justos y los condenados. Dice el
Catecismo de la Iglesia:

1038 La resurrecció n de todos los muertos, “de los justos y de los pecadores” (Hch 24,15), precederá al
Juicio final. Esta será “la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y los que hayan hecho
el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación” (Jn 5,28-29). Entonces,
Cristo vendrá “en su gloria acompañado de todos su ángeles... Serán congregadas delante de él todas las
naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las
ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda... E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida
eterna” (Mt 25,31.32.46).

1039 Frente a Cristo, que es la Verdad, será puesta al desnudo definitivamente la verdad de la relació n de
cada hombre con Dios (cf. Jn 12,49). El Juicio final revelará hasta sus ú ltimas consecuencias lo que cada
uno haya hecho de bien o haya dejado de hacer durante su vida terrena:
[115]
Todo el mal que hacen los malos se registra -y ellos no lo saben. El día en que "Dios no se callará" (Sal 50,
3)... Se volverá hacia los malos: "Yo había colocado sobre la tierra, dirá El, a mis pobrecitos para vosotros.
Yo, su cabeza, gobernaba en el cielo a la derecha de mi Padre -pero en la tierra mis miembros tenían
hambre. Si hubierais dado a mis miembros algo, eso habría subido hasta la cabeza. Cuando coloqué a mis
pequeñ uelos en la tierra, los constituí comisionados vuestros para llevar vuestras buenas obras a mi
tesoro: como no habéis depositado nada en sus manos, no poseéis nada en Mí". (San Agustín, serm. 18,
4,4)

1040 El Juicio final sucederá cuando vuelva Cristo glorioso. Só lo el Padre conoce el día y la hora en que
tendrá lugar; só lo El decidirá su advenimiento. Entonces El pronunciará por medio de su Hijo Jesucristo,
su palabra definitiva sobre toda la historia. Nosotros conoceremos el sentido ú ltimo de toda la obra de la
creació n y de toda la economía de la salvació n, y comprenderemos los caminos admirables por los que su
Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin ú ltimo. El Juicio final revelará que la justicia de Dios
triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es má s fuerte que la muerte.

1041 El mensaje del Juicio final llama a la conversió n mientras Dios da a los hombres todavía "el tiempo
favorable, el tiempo de salvació n" (2 Co 6, 2). Inspira el santo temor de Dios. Compromete para la justicia
del Reino de Dios. Anuncia la "bienaventurada esperanza" (Tito 2, 13) de la vuelta del Señ or que "vendrá
para ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que hayan creído" (2 Ts 1, 10).

O sea que es un sellamiento final de lo que ya paso privadamente, no otra oportunidad.

UN ejemplo extremoso podría ser el siguiente: Si Hitler se hubiera convertido y arrepentido antes de
morir ¿se salvaría?.

La salvació n de CRISTO en la cruz es para todo aquel que se convierte y se arrepiente de corazó n, má s de
alguno dirá que eso no es justicia, ¿có mo Hitler después de tantos crímenes y tanto dolor creados por él
se podía ganar el cielo igual que la madre Teresa?, que DIOS era justicia y que evidentemente eso no lo era.

Veamos que nos dice la Palabra de Dios en la pará bola de los viñ adores (San Mateo 20 1-16) Jesú s dice
que le pagara igual a los que llegaron a trabajar de ú ltimo, que a los primeros pero con mucha ló gica se
podría decir que Hitler no había trabajado en la viñ a, pues no había hecho la voluntad del SEÑ OR hasta el
ú ltimo momento.

Aquí es dó nde se ve la Misericordia de Dios y la sabiduría de la iglesia Cató lica que iluminada por el
ESPÍRITU SANTO tiene como parte de su Doctrina el Purgatorio, ahora veamos qué es el purgatorio

1.- Purgatorio es un lugar intermedio de PURIFICACIÓ N donde van los que han sido SALVOS por los
méritos de la Sangre de CRISTO y por el arrepentimiento de sus pecados, fíjense que digo los que han sido
S A L V O S, muchos hermanos Protestantes creen que el purgatorio es el infierno de donde no hay salida
ni oportunidad alguna de restauració n, no, al purgatorio van los que han sido definitivamente salvados
por los méritos de la Sangre de nuestro SEÑ OR; pero tienen mucho de que responder como el hipotético
caso del señ or Hitler, de este lugar no saldrá hasta que se haya purificado.

Tenemos que tener algo muy en cuenta para entender qué es este proceso de purificació n: cuando uno
peca siempre causa dañ os a un tercero, muchas veces estos dañ os son muy serios y dolorosos. Siempre
que uno se arrepiente el Señ or perdona, pero este perdó n lleva condicionado la Retribució n, ¿qué es la
Retribució n? Es el restituir y subsanar el dañ o causado. Por ejemplo, el que roba y se arrepiente, pues
tiene que devolver lo robado a su dueñ o, ¡no puede arrepentirse, confesarse y quedarse con lo robado!
[116]
Eso es la retribució n condicionada al perdó n. Hay pecados que no pueden ser retribuibles, como el
asesinato por ejemplo, de estos pecados no retribuidos y perdonados nos purificamos en el Purgatorio
pues eso lo debemos a la santidad de Dios, me imagino que la misma alma estará deseosa de esta
purificació n.

2.- El purgatorio, ¿tiene base Bíblica o es invento de los cató licos?

La Iglesia Cató lica no inventa ninguna doctrina si no tiene una base Bíblica:

Lucas 12,58-59 Cuando vayas, pues, con tu adversario al magistrado, procura en el camino desembarazarte
de él, no sea que te entregue al juez, y el juez te ponga en manos del alguacil, y el alguacil te arroje en la
cárcel. te digo que no saldrás hasta que hayas pagado hasta el último OCHAVO.

Jesú s hablando de las señ ales de los tiempos dice que tengamos cuidado del que no se nos arroje a la
cá rcel y no salgamos hasta pagar el ultimo OCHAVO, o sea si del infierno no se sale y no pagamos nada,
tiene que existir un lugar donde se pague esta deuda y al mismo tiempo nos aconseja que, por el camino,
nos desembaracemos del adversario, es importante pues vamos a ver má s adelante que significa esto.

Mat 18:21 Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me
haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?»
Mat 18:22 Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.»
Mat 18:23 «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos.
Mat 18:24 Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000. talentos.
Mat 18:25 Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo
cuanto tenía, y que se le pagase.
Mat 18:26 Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo te lo
pagaré."
Mat 18:27 Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda.
Mat 18:28 Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le
agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes."
Mat 18:29 Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré."
Mat 18:30 Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía.
Mat 18:31 Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo
sucedido.
Mat 18:32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella
deuda porque me lo suplicaste.
Mat 18:33 ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de
ti?"
Mat 18:34 Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía.
Mat 18:35 Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro
hermano.»

En este Capítulo de San Mateo 18,21-35 vemos como el Señ or aclara en el versículo 23 que el reino de los
cielos se asemeja a lo que va a exponer, se refiere al Reino de los cielos, y comienza la historia del hombre
injusto y si vemos en el versículo 34 que lo entrega a los torturadores hasta que pague todo lo que debe,
como en el cielo no puede haber "torturadores" y está hablando de este reino tiene que haber un
lugar para los SALVADOS con algo de que purificarse adonde ir, este lugar es el Purgatorio, el que la
SANGRE de CRISTO nos limpie de todo pecado y nos de la salvació n evidentemente es el plan de DIOS ,
que en justicia paguemos el sufrimiento causado por el pecado.

[117]
Uno de los versículos má s contundentes sobre la fe de una purificació n espiritual para los salvos que la
necesitan la encontramos en. I Corintios 3: 9-15, dice la versió n Protestante Reyna Valera:

“9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro
edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el
que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará,
pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la
obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 SI LA OBRA DE ALGUNO SE QUEMASE, él sufrirá
pérdida, si bien él mismo será salvo, AUNQUE ASI COMO POR FUEGO”

San Pablo nos habla de una purificació n por un fuego que al igual que en los metales quita las impurezas,
este no puede ser el Infierno pues en el no hay purificació n ni retorno así que acá se debe estar hablando
del lugar que la Iglesia ha definido como Purgatorio.

EL POR QUE DE LAS MISAS Y ORACIONES A LOS DIFUNTOS

La misa tiene un valor infinito pues es CRISTO, nuevo y sumo sacerdote que se ofrece al PADRE e
intercede por los hombres, esta intercesió n de CRISTO nosotros la aplicamos, al igual que las oraciones,
para que el Señ or libere a estas alma del Purgatorio, las lleve al cielo, si el alma está en el infierno nuestras
oraciones no sirven de nada, solo para las que está n en espera de entrar en el reino de los cielos, por ser
definitivamente salvas.

Las indulgencias aplicadas a las almas del purgatorio se explican en el pasaje que el Señ or le dice a PEDRO
" Lo que ates en la tierra será atado en el cielo" luego la iglesia tiene el poder de desatar estas almas del
Purgatorio y llevarlas al Señ or, si nuestros hermanos protestantes no saben utilizar este poder dado por El
mismo Señ or, el cual no se contradice ni cambia de parecer, la iglesia como el siervo astuto del evangelio si
sabe para santificació n de sus fieles.

La Tradició n de la Iglesia, que se remonta a los primeros añ os del cristianismo, ya habla del Purgatorio y la
conveniencia de orar por los difuntos. El mismo San Agustín, en el siglo IV nos lo recomienda cuando
decía:

Una flor sobre su tumba se marchita, una lá grima sobre su recuerdo se evapora. Una oració n por su alma,
la recibe Dios." San Agustín

Cuenta San Agustín que su madre Santa Mó nica, lo ú nico que les pidió al morir fue esto: "No se olviden de
ofrecer oraciones por mi alma”

Cuando a San Agustín le preguntaron: “¿Cuá nto rezará n por mí cuando yo me haya muerto?", y él le
respondió : "Eso depende de cuá nto rezas tú por los difuntos. Porque el evangelio dice que la medida que
cada uno emplea para dar a los demás, esa medida se empleará para darle a él”

Una de las explicaciones que San Agustín, basá ndose en las Escrituras de la doctrina del purgatorio, fue:

[118]
"algunos pecadores no son perdonados ni en este mundo o en el pró ximo”, "que a algunos pecadores no se
les perdonará n sus faltas, ya sea en este mundo o en el pró ximo, no se podría decir con verdad, a no ser
que hubieran otros (pecadores) quienes, aunque no se les perdone en esta vida, son perdonados en el
mundo por venir." San Agustín

Muy similar a la explicació n de San Gregorio Magno:

"Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señ al de
que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas
veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y
limosnas por su eterno descanso". San Gregorio Magno

La explicació n de Orígenes también es muy clara:

"Porque si sobre la base de Cristo, haz construido no sólo oro, plata y piedras preciosas (I Cor., 3); sino
también madera, caña o paja ¿qué es lo que esperas cuando el alma sea separada del cuerpo? ¿Entrarías
al cielo con tu madera, caña y paja y de este modo manchar el reino de Dios? O en razó n de estos
obstá culos ¿podrías quedarte sin recibir premio por tu oro y plata y piedras preciosas? Ninguno de
estos casos es justo. Queda entonces, que será s sometido al fuego que quemará los materiales livianos;
para nuestro Dios, a aquellos que pueden comprender las cosas del cielo está llamado el fuego purificador

Pero este fuego no consume a la criatura, sino lo que ella ha construido, madera, cañ a o paja. Es manifiesto
que el fuego destruye la madera de nuestras transgresiones y luego nos devuelve con el premio de
nuestras grandes obras." (Orígenes P. G., XIII, col. 445, 448).

Otro hecho que contribuyó a la prá ctica de orar por los difuntos fue que en la Iglesia primitiva se pensaba
que después del bautismo los pecados no eran perdonados, por ese motivo las personas de vida irregular
atrasaba su bautismo hasta la hora de su muerte.

Bajo el pastoreo del Papa Calixto I se definió , tras escudriñ ar las escrituras, que después del bautismo sí se
tenían bases para asegurar, que por los méritos de la Sangre de JESÚ S, los pecados podían ser perdonados,
menos la blasfemia al ESPÍRITU SANTO, esto ocasionó otra controversia… el pecado era perdonado; pero
¿qué pasaba con los dañ os causados a otros por estos pecados cometidos después del bautismo y con
plena conciencia del mal?…….

Aquí fue, y basado en Mateo 18, 21-35, que la Iglesia asistida por el ESPÍRITU SANTO definió que existía
un lugar donde los salvos purgaban o se purificaban por el dañ o ocasionado a otros por el pecado
cometido después de la conversió n y no retribuido.

TEMA 42: RELIQUIAS


[119]
Otra cosa que frecuentemente nos cuestionan los hermanos separados es el por qué nuestro respeto
especial a vestimentas, utensilios o restos mortales, pertenecientes a alguna persona santa. En esto hay
que responderles que no es que consideremos que dichas reliquias tienen un poder especial en sí mismas,
pero sí creemos que Dios, por su poder y valiéndose de nuestra fe, las puede utilizar como medios para
concedernos un milagro, una bendició n, una gracia; siempre y cuando, ló gicamente, vaya de acuerdo con
su voluntad. En la Escritura, encontramos algunos ejemplos sobre el particular:

2 Re 13.21 Pero el hombre, al tocar los huesos de Eliseo, cobró vida y se puso de pie.
Mt 14.36 Le rogaban que los dejara tocar al menos el fleco de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron
totalmente sanos.
Mc 5.28-29 ‘Si logro tocar aunque sea su ropa, sanaré’. Al momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo
que estaba sana.
Mc 6.56 Ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar al menos el fleco de su manto.
Hch 5.15 Para que por lo menos su sombra (de Pedro) cubriera a alguno de ellos.
Hch 19.12 Hasta el punto que imponían a los enfermos pañuelos o ropas que él (Pablo) había usado, y
mejoraban.

TEMA 43: REVERENCIA A OTRA PERSONA, ¿LO PERMITE LA BIBLIA?

Algunos hermanos separados se escandalizan o por decirlo bíblicamente “se rasgan las vestiduras” al ver
que nosotros los cató licos brindamos reverencia, es decir un respeto especial, a nuestro clero: al Papa,
Obispos e incluso a nuestros Presbíteros (sacerdotes). Pero, todo esto no tiene nada de extrañ o, puesto
que en la Palabra de Dios, podemos encontrar un gran nú mero de citas que nos muestran que no existe
nada de malo en mostrar reverencia (veneració n) a ciertas personas. Claro, no hay que confundir la
reverencia con la adoració n, la cual só lo y exclusivamente se debe a Dios, pero mientras sea una señ al de
respeto, cariñ o o admiració n, no está condenada por la Biblia, como podemos leer a continuació n:

Gen 33.3 El (Jacob) mismo… se inclinó siete veces hasta el suelo antes de alcanzar a su hermano.
Gen 33.6 Se acercaron las siervas de Jacob con sus hijos e hicieron profunda reverencia (ante Esaú).
Gen 33.7 Se acercó Lía con sus hijos y se postraron; por último… José y Raquel y se postraron (ante Esaú).
Gen 48,12 José… se postró delante de su padre hasta tocar el suelo con la cara
Gen 49.8 ‘A ti Judá,…, tus hermanos se inclinarán ante ti’.
Ex 18.7 Moisés salió al encuentro de su suegro, le hizo una profunda reverencia y lo besó.
Jos 5.14 Josué se postró rostro en tierra ante el ángel.
1 Cr 29.20 se arrodillaron para postrarse ante Yahvé y ante el rey.
1 Cr 21.21 (Ornan) salió de la era para postrarse ante él (David), rostro en tierra.
1 Re 1.16 Entró, pues, Betsabé al cuarto del rey (David)… Se arrodilló delante de él, inclinándose hasta el
suelo.
1 Re 1.23 (Natán) se presentó ante él (David), inclinándose profundamente.
1 Re 1.31 Betsabé se arrodilló, inclinándose profundamente hasta el suelo, y exclamó: ‘¡Qué viva por
siempre mi señor, el rey David!’.
1 Re 2.13 Adonías, hijo de Jaguit, fue a encontrar a Betsabé, madre de Salomón, y se postró ante ella.
1 Re 2.19 Se levantó el rey (Salomón) para recibirla y se postró ante ella (su madre Betsabé).
1 Re 18.7 Lo reconoció Abdías y, cayendo con el rostro en el suelo (ante Elías).
2 Re 1.13 Este (el jefe), al llegar, cayó de rodillas ante Elías.
2 Re 2.15 Del otro lado lo vieron los hermanos profetas de Jericó. Le salieron al encuentro, se arrodillaron
ante él (Eliseo).
2 Re 4.27 Llegó hasta el hombre de Dios (Eliseo) y se abrazó a sus pies.

[120]
2 Re 4.37 Y, cuando llegó, Eliseo le dijo; ‘Toma tu hijo’. Ella se postró a sus pies y luego salió, llevándose al
hijo.
1 Sam 24.9 Saúl se volvió para mirar y vio que David estaba inclinado hasta tocar el polvo con su cara.
1 Sam 25.23, 24 Cuando Abigail divisó a David, se bajó de su burro, se inclinó ante él y se postró en tierra.
Echándose a sus pies…
1 Sam 25.41 Ella (Abigail) postrándose en tierra dijo: ‘No soy más que una esclava para lavar los pies de los
que sirven a mi señor David’.
1 Sam 28.14 Saúl comprendió que era Samuel, y se postró hasta tocar el suelo con su cara.
2 Sam 1.2 Al tercer día, llegó un hombre del campamento de Saúl. Al llegar a David, se agachó tirándose al
suelo.
2 Sam 9.6 Llegando al lado de David, Mipibaal, hijo de Jonatán y nieto de Saúl, se inclinó hasta tocar el
suelo con su cara.
2 Sam 14.4 La mujer fue, pues, a ver al rey, se inclinó hasta tocar el suelo con su cara y dijo: ‘Ayúdame, rey’.
2 Sam 14.22 Joab se puso de rodillas con el rostro en tierra y bendijo al rey (David).
2 Sam 16.4 Y Sibá, arrodillándose, le dijo: ‘¡No sé cómo agradecértelo, oh rey (David), mi señor!’.
2 Sam 18.28 Arrodillándose delante del rey (David), Ajimás le dijo: ‘Oh rey, bendigamos a Yahvé, tu Dios’.
2 Sam 24.19 Cuando Areuna vio pasar al rey (David)… salió y se postró en tierra.
Dan 2.46 Al oír esto, el rey Nabucodonosor se arrodilló delante de Daniel y ordenó que se le ofreciera un
regalo.
Tob 12.15 Temblaron entonces (Tobías y Tobit), y los dos cayeron con el rostro en tierra (ante el ángel
Rafael).
Rut 2.10 Al oír esto, Rut se inclinó profundamente hasta el suelo y le dijo (a Booz)…
Judit 14.7 (Ajior) una vez recuperado, se arrodilló a los pies de Judit y le dijo: ‘Bendita seas en toda Judá…’
Mt 18.26 ‘El empleado, pues, se arrojó a los pies del rey, suplicándole’.
Mt 18.29 ‘El compañero se echó a sus pies y le rogaba’.
Hch 16.29 El hombre… después de encerrar bien a los demás presos, se arrojó temblando a los pies de Pablo
y Silas.

[121]
TEMA 44: REZO REPETITIVO ¿ES BÍBLICO?

Continuamente nuestros hermanos protestantes dicen que los cató licos no oramos, sino que rezamos. Lo
que critican es que algunas de nuestras oraciones son muy repetitivas y dicen que eso lo condena la biblia,
basá ndose en Mat 6:7 Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería
van a ser escuchados.

Ellos afirman que el repetir constantemente una oració n es, “palabrería”, y que Dios no nos escucha y
ponen como principal ejemplo el Rosario, en el cual se repite, mientras se medita el Misterio respectivo,
una decena de Avemarías.

Nuevamente, y como en los casos anteriores, su error parte de una interpretació n equivocada de la Biblia
en la cual encontramos varios ejemplos de có mo en algunas ocasiones uno se puede dirigir con ruegos o
plegarias repetidas a Dios, lo que interesa es con qué corazó n las elevamos a É l. Si hay fe y buena
intenció n, Dios nos sabrá escuchar.

Desmintiendo su mala interpretació n bíblica, encontramos que el mismo Jesú s repetía las mismas
palabras cuando se dirigía al Padre y así como Jesú s lo hacía, hay muchos ejemplos, en la biblia, que
afirman lo errado de su creencia, veamos esas citas:

Mt 20:30-31; Mc 10:47-48; Lc 18:38-39, en éstas citas encontramos al ciego que suplicaba por su
sanació n: “¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!”. La gente les decía que se callaran, pero ellos
gritaban aún más fuerte: “¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!”.

En Mt 6:9; Lc 11:2-3 El Señ or nos indica la forma de orar y no nos dice que lo hagamos una sola vez en
la vida para no caer en “PALABRERÍA” “Les dijo: ‘Cuando recen, digan: Padre, santificado sea tu Nombre,
venga tu Reino. Danos cada día el pan que nos corresponde… etc.”
Mt 26.44; Mc 14:39 nos aclaran có mo Jesú s se dirigía al Padre: “Los dejó, pues, y fue de nuevo a orar por
tercera vez REPITIENDO LAS MISMAS PALABRAS”. Si aplicamos el criterio protestantes, JESÚ S ESTARÍA
ORANDO PURA PALABRERÍA Mt 6:7

Ap 4.8 Los Cuatro Seres Vivientes… no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo, es el Señor Dios, el
Todopoderoso, que era, es y ha de venir.
Ap 4.9-11 Cada vez que los Seres Vivientes dan gloria, honor y acción de gracias,…, los veinticuatro ancianos
se arrodillan,… adoran,… diciendo: Vuelvan a ti, Señor y Dios nuestro, la gloria, el honor y el poder, pues tú lo
mereces.

Con la misma ó ptica protestante habría que eliminar de la biblia los salmos 118 ya que repite en los
versículos 1, 2, 3,4 “porque es eterno su amor” y todo el salmo 136 ya que repite infinidad de veces “porque
es eterno su amor”.

Jesú s lo que quiere es un corazón contrito, humillado, humilde que se estremezca con su Palabra, Salmo
51:17 e Is 66:2, que le exprese todo su amor en la forma humilde que el Espíritu lo guíe o que se quede en
completo silencio, ante su presencia. Un corazó n arrogante Jesú s lo desprecia, aunque só lo exprese una
sola palabra o no diga ninguna.

[122]
TEMA 45: EL ROSARIO, ¿ES BÍBLICO?

Este tema es uno de los má s atacados, recurrentemente, por lo protestantes, diciendo que es doctrina de
hombres, que es anti bíblico e incluso llegan hasta el extremo de decir que es demoniaco, veamos qué
tanto de cierto hay en esas acusaciones.

Todos los cató licos, invariablemente, cuando vamos a iniciar algú n acto litú rgico o alguna oració n, lo
hacemos invocando a la Santísima Trinidad:

Invocación a la Santísima Trinidad

En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo:

Mateo 28, 19: ...bautizá ndolos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén: Apocalipsis 3, 14: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios. Isaías
65, 16: tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la
tierra, jurará en el Dios del Amén

Después de ésta invocació n, continuamos con el Señ or mío Jesucristo que es una oració n de
reconocimiento y ofrecimiento a las dos primeras personas de la Trinidad como nuestro Dios y Señ or a
quienes manifestamos nuestro arrepentimiento por nuestros pecados:

Señ or mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazó n haberos ofendido; propongo firmemente
nunca má s pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que
me fuera impuesta. Ofrezco, Señ or, mi vida, obras y trabajos, en satisfacció n de todos mis pecados, y, así
como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos
de vuestra preciosísima sangre, pasió n y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en
vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

A continuació n se inicia con el rezo de los 5 misterios en la vida de Jesú s y que se desarrollan dependiendo
del día de la semana, así tenemos:

Lunes y sábado Misterios gozosos, ¿por qué se les llama así?, porque representan pasajes de jú bilo como
son 1) La anunciació n 8Lc 1:35); 2) La visita a su prima Santa Isabel (Lc 1:39-40); 3) El nacimiento de
Nuestro Señ or Jesucristo (Lc11:6-7); 4) La presentació n de nuestro Señ or en el Templo (Lc11:22-23) y
cuando nuestro Señ or se perdió y fue encontrado en el templo (Lc 11:46-47).

Martes y viernes son los misterios dolorosos ya que representan los momentos que nuestro Señ or vivió
antes y durante su pasió n y muerte como son: 1) La oració n de nuestro Señ or en el huerto de los olivos (Lc
22:39-42); 2) La flagelació n a que fue sometido (Jn 19:1) 3) La coronació n de espinas (Jn 19:2-3) 4)
Nuestro señ or Jesucristo cargando la cruz hacia el monte calvario (Jn 19:17) 5) La crucifixió n y muerte (Lc
23:33).

Miércoles y domingos Misterios gloriosos que nos recuerdan el triunfo de nuestro Señ or y de todos los
bienes espirituales que nos regala. 1) La resurrecció n (Lc 24:1-53); 2) La ascensió n de nuestro Señ or
(Hech 1:9); 3) La venida del Espíritu Santo (Hech 2:3-4); 4) La asunció n de Nuestra santísima madre (Cant
2:3-4); 5) La coronació n de nuestra santísima madre Ap 12:1)

[123]
JUEVES Misterios luminosos, permiten meditar sobre la vida pú blica de Cristo, desde su bautismo hasta la
víspera de su Pasió n 1) El bautizo de Jesú s en el Jordá n (Lc 3:21-22); 2) La autorrevelació n de Jesú s en las
bodas de Caná (Jn 2:1-11); 3) El anuncio del reino de Dios invitando a la conversió n (Mt 4:17), 4) La
transfiguració n (Lc 9:29) y 5) La institució n de la eucaristía (Mt 26:26-29).

Después de meditar en cada misterio, se rezan un padrenuestro, 10 aves marías, y una pequeñ a oració n de
intercesió n o jaculatoria, veamos su composició n bíblica:

Padre Nuestro Mt 6:9-13 aquí estimo que nadie se opone a éste rezo, por lo tanto pasaremos al estudio del
ave maría.

DIOS TE SALVE MARÍA (Lucas 1:28) LLENA ERES DE GRACIA, (Lucas 1:30) EL SEÑ OR ESTÁ CONTIGO,
BENDITA ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES (Lucas 1:28) Luc 1:28 Y entrando el á ngel, le dijo: ¡Salve, muy
favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres. Luc 1:30 Y el á ngel le dijo: No temas,
María, porque has hallado gracia delante de Dios.

Y BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE, JESÚ S (Luc 1:42) Luc 1:42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú
entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

SANTA MARÍA MADRE DE DIOS (Luc 1:43) Luc 1:43 ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de
mi Señor venga a mí?

RUEGA POR NOSOTROS LOS PECADORES, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE, AMÉ N. (Juan
2:3-5) que María puede interceder por nosotros, no nos cabe la menor duda. Lo hizo en Caná , He hizo que
Jesú s adelantara su momento de iniciar su misió n: Jua 2:3 Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le
dijo*: No tienen vino. Jua 2:4 Y Jesús le dijo*: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto? Todavía no ha llegado mi
hora. Jua 2:5 Su madre dijo* a los que servían: HACED TODO LO QUE ÉL OS DIGA.

Al terminar los cinco misterios, se reza un padrenuestro Mt 6:9-13 y tres Dios te salve María y una
oració n en la que se pide intercesió n de nuestra madre por nosotros, por la humanidad pecadora, por las
almas del purgatorio, para que todos alcancemos la santidad y disfrutemos del premio eterno.

Enseguida vienen las letanías las cuales inician con la sú plica a la Santísima Trinidad de que tenga
misericordia de nosotros para pasar a mencionar los atributos con los que Dios ha llenado a la virgen
María y le solicitamos que ruegue por nosotros, veamos esas letanías:

Señ or ten piedad de nosotros, Cristo ten piedad de nosotros Señ or ten piedad de nosotros Cristo ó yenos
Cristo escú chanos, Dios Padre celestial ten piedad de nosotros, Hijo redentor del mundo ten piedad de
nosotros, Espíritu Santo que eres Dios, ten piedad de nosotros, Santísima Trinidad que eres un solo Dios,
ten piedad de nosotros.

Santa María Lc 1:28-42; Santa madre de Dios (Jn1:1; Is 7:14; Lc 1:26-38); Madre de Jesucristo (Lc 1:26-
38); Madre de la Divina Gracia (Lc 1:26-38); Madre purísima (Lc 1:28); madre virginal (Is 7:14; Lc 1:26-
38); Madre sin mancha (Lc 1:28); madre inmaculada (Lc 1:28); madre amable (Lc 1:39-56; Jn 2:1-11);
madre del buen consejo (Jn 2:5); madre del creador (Jn 1:1-3; Is 7:14; Lc 126:38); madre del salvador (Lc
1:26:38); Virgen prudentísima (Lc 2:19-51); Virgen digna de veneració n (Lc 1:28-42 y 42-48); Virgen
digna de alabanza (Lc 1:28-42 y 42-48); causa de nuestra alegría (Lc 1:26-38); Reina de los á ngeles (Jer
13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1); Reina de los patriarcas (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1); Reina de los
apó stoles (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1); Reina de los má rtires (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1); Reina de

[124]
los confesores (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1); Reina de todos los santos (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1);
Reina del santísimo rosario (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1); Reina de la familia (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap
12:1); Reina de la paz (Jer 13:18; Lc 1:32-33; Ap 12:1), en todas éstas letanías se responde “ruega por
nosotros”

Cerramos el rezo del rosario con tres invocaciones al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo( Jn
1:29) pidiendo su perdó n, su atenció n y misericordia y con una oració n dirigida a nuestra Santísima
Madre solicitando su intercesió n para que seamos dignos de alcanzar las divinas promesas de nuestro
Señ or Jesucristo. Amén

[125]
TEMA 46: ¿SÁBADO O DOMINGO?
Quienes practican la observancia del día sá bado, son tan escrupulosos como los fariseos que nos pinta el
santo Evangelio, no han aprendido nada de la «libertad de espíritu» con que Jesú s hablaba del día sá bado.
En Marcos 2:23-28 vemos que los fariseos se escandalizaron porque los discípulos arrancaban espigas
para comer en día sá bado y en Mar 3:1-4, observaban para ver si Jesú s sanaba, en día sá bado, al hombre
que tenía la mano seca, todo esto con el propó sito de acusarlo de violar la ley.
Para Jesú s el deber de la caridad es anterior a la observancia material del reposo, para Jesú s lo má s
importante es el amor, la misericordia y por eso les pregunta Mar 3:4 «¿Es lícito en sábado hacer el bien en
vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» , la ley decía que había que guardar el sá bado, pero
Jesucristo nos enseñ a que por encima de cualquier ley, está el mandamiento del amor, recordemos que ya
lo había dicho cuando le preguntaron ¿cuál es el mandamiento más grande?, es decir que sobre ese no hay
otro, É l contestó : Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas y a
tu prójimo como a ti mismo”, así que si alguna ley debemos guardar es la del amor, pero también nos viene
a dar una enseñ anza, “que esta ley del sá bado ya quedó atrá s, que para nosotros los cristianos ya no es
importante, por eso algunos dicen que nosotros somos paganos porque no guardamos el sá bado, está n
como los fariseos que no contestaron a Jesú s si era lícito o no hacer el bien el sá bado y prefirieron callar,
causando la ira de Jesú s y que se apenara de la dureza de su corazó n Mar 3:5. ¿Có mo se explica que,
cuando Jesú s nos ha liberado de la esclavitud de la ley, haya personas que se llamen cristianos y guarden
el sá bado ocasionando que Jesú s se apene y se enoje? Jesú s le dice al hombre: Mar 3:5 «Extiende la mano.»
El la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos empezaron a confabularse
para eliminarlo, en vez de creerle.
Ubiquémonos en nuestros días, hay algunos que quieren seguir observando el sá bado y mandar al infierno
a los que no lo guarden y si vemos Jn 5:18, a Jesú s lo mataron, primero, por violar el sá bado y segundo, por
hacerse pasar por Hijo de Dios. Cabría preguntarle a quienes se empeñ an en guardar el sá bado, ¿no será
que ustedes está n haciendo lo mismo que hicieron los judíos en aquél tiempo?
Jesú s nos enseñ a porqué É l hace esas cosas en sá bado y porqué el cristiano no tiene que estar sometido a
la ley del sá bado, NO OLVIDEMOS QUE ESTO LO ENSEÑ A JESÚ S, EL MAESTRO Mar 2:27 Y les dijo: «El
sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. Pero remata diciendo Mar 2:28 De
suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.» ¿Qué quiere decir con esto?, que É l puede hacer
del sá bado lo que le dé la gana ¿y quiénes somos nosotros para contradecirlo?
San Pablo es muy específico en su carta a los colosenses que no se dejen criticar, de los judíos, por
cuestiones de comida, bebida, días de fiesta o por el sábado Col 2:16, porque el Maestro ya les había
demostrado que el sábado era para el pueblo judío, y que para nosotros los cristianos, no nos obligaba y
por eso les dice “que nadie los venga a criticar”, así que si viene cualquiera a tratar de enseñ arles algo
distinto de esto, ese es un mentiroso.
Comprendamos bien y no nos dejemos engañ ar, la ley del sá bado ERA PARA LOS JUDÍOS y está muy claro
en Éxo 31:13 Habla tú a los israelitas y diles: No dejéis de guardar mis sábados; porque el sábado es una
señal entre yo y vosotros, de generación en generación, para que sepáis que yo, Yahveh, soy el que os
santifico.
Notemos que Dios le dice a Moisés que les hable a los israelitas, no a los cristianos, no a los paganos y les
dice que el sábado ES UNA SEÑAL entre Dios y su pueblo Israel, es una señ al exclusiva para los
israelitas y así lo hace ver en
Éxo 31:17 Será entre yo y los israelitas una señal perpetua; NO ES PARA NOSOTROS LOS CRISTIANOS.

¿POR QUÉ EL DOMINGO?

La Muerte y Resurrecció n de Cristo significaban también para los primeros cristianos la Nueva Creació n,
[126]
ya que Jesú s culminaba su obra precisamente con su Muerte y Resurrecció n justo en el día domingo, que
será desde entonces «el día del Señor». É ste será el verdadero día de descanso, en que los hombres
reposará n de sus fatigas a imagen de Dios que reposa de sus trabajos (Heb. 4, 10 y Apoc. 14, 13).
De ahí en adelante la fe de los cristianos tiene como centro a Cristo Resucitado y Glorificado, porque
Jesucristo resucitó el día domingo Mar 16:1-6, motivo de alegría, de gozo para los cristianos, no motivo de
duelo como estaban los apó stoles el sá bado, porque ése día Jesú s estaba en el sepulcro, nosotros
celebramos la nueva creació n, la nueva vida que Jesú s nos trae y desde entonces los cristianos
acostumbran reunirse cada domingo como se marca en 1Co 16:2 Cada primer día de la semana, cada uno
de vosotros reserve en su casa lo que haya podido ahorrar, de modo que no se hagan las colectas cuando
llegue yo.,
No dice un domingo si, otro no, sino CADA DOMINGO o sea TODOS LOS DOMINGOS, ¿ahora
comprenden por qué los cató licos nos reunimos cada domingo y llevamos nuestra ofrenda?.
Otra pregunta ¿cada cuá nto se reunían a la fracció n del pan? Hch 20:7 El primer día de la semana,
estando nosotros reunidos para la fracción del pan,… ¿cuá l es el primer día de la semana?, EL DOMINGO,
así que parafraseando a San Pablo, “que nadie los venga a criticar por comida, bebida, fiestas o el sábado”.
No cabe la menor duda de que los primeros cristianos santificaron, descansaron y celebraron el domingo
como «el día del Señor.» Esta prá ctica tiene pleno fundamento en la Biblia como ya quedó demostrado.
¿QUÉ ES EL SÁBADO?
Sá bado para los judíos significaba DESCANSO y lo vemos má s claro en Lev 25:4 pero el séptimo año será
de completo descanso para la tierra, un sábado en honor de Yahveh: no sembrará s tu campo, ni podará s
tu viñ a. Sá bado no era un día de la semana, viene de Sabbat (sá bado), significa «descanso» «reposo» o
«cesació n.» Es decir, que «sá bado» significa simplemente «un tiempo de descanso» y no tiene
originalmente ningú n significado como «el séptimo día de la semana»
De hecho se emplea en la Biblia la palabra «sá bado» con diversas significaciones. A veces significa «un
reposo» de un día (Ex. 20,10). Otras veces este reposo es de «un añ o» (Lev. 25,4). Alguna vez indica
también un período de 70 añ os (2 Cró n. 36, 21).
Eso es el sá bado para los judíos, no específicamente un día de la semana, por lo tanto los cató licos sí
respetamos el sá bado, porque trabajamos de lunes a sá bado y descansamos el domingo, entonces el
domingo es nuestro sá bado porque es nuestro descanso o el día que no trabajes de la semana, será tu
sá bado porque es tu día de descanso.
La designació n del día sá bado como lo conocemos actualmente, no viene de los judíos, viene de los
paganos, cada día tenía el nombre de un dios y el sá bado era el del dios Saturno, así que no se dejen
engañ ar cuando les digan que ellos guardan el sá bado de los judíos, porque, en realidad, guardan el
sá bado del dios Saturno.

[127]
TEMA 47: SACERDOCIO

El sacerdote es el instrumento por medio del cual, Dios tiene compasió n del ser humano. Dios nos enseñ a
que É l sí nos va a salvar, que su misericordia es eterna, su fidelidad no tiene medida, pero ha querido
utilizar instrumentos para que logremos la salvació n, los sacerdotes.

Heb 5:1 Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los
hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados;

Es un hombre como cualquiera, pero es quien nos representa en las cosas de Dios, por eso en la misa el
sacerdote es quien tiene las manos abiertas y nosotros cerradas porque él agarra nuestras oraciones y
ofrendas y las presenta ante Dios.

Muchos que nos critican dicen que en la misa só lo el cura habla mientras que en su iglesia todos hablamos,
cantamos, ¡claro que sí! Y la razó n es muy sencilla, NO TIENEN SACERDOTE, no tienen representante ante
Dios, no tienen a nadie que ofrezca dones y sacrificios por los pecados, por eso lo propio del sacerdote son
la misa y la confesió n.

Vamos a ver la relació n entre el sacerdocio en el AT en el que se ofrecían dones y sacrificios que no tenían
poder para salvar y luego en el NT viene Cristo, un nuevo sacerdocio a ofrecer dones y sacrificios, que si es
para salvar a la humanidad, veamos que no dice la biblia:

Heb 10:8 Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te
agradaron - cosas todas ofrecidas conforme a la Ley -
Heb 10:9 entonces - añade -: He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Abroga lo primero para establecer el
segundo.

Jesú s elimina el sacerdocio de la ley, anula el antiguo testamento, anula las ofrendas ¿para qué?, para
establecer el segundo orden, anula uno y establece otro, pero aú n no sabemos cuá l es ese otro orden
establecido por Jesú s, leamos el siguiente versículo:

Heb 10:10 Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del
cuerpo de Jesucristo.

Aquí está , ¿cuá l es la nueva ofrenda y el nuevo sacrificio?, EL CUERPO DE CRISTO entregado una sola vez y
para siempre, de modo que ya no vamos a ofrecer animales, vamos a ofrecer lo segundo que Jesucristo
estableció Heb 10:9. Cuando decimos que Cristo estableció , estamos diciendo que lo colocó , lo puso allí, lo
ordenó , dijo, así tiene que ser y esto no es un invento de la iglesia, de los curas, ni del papa, ES LA
VOLUNTAD DE DIOS con el fin de que SEAMOS SANTIFICADOS, como lo dice ésta cita en el principio.

¿Qué significa santificados?, que no somos santos pero que É l nos santifica, que somos pecadores, pero
pecadores redimidos por la ofrenda del cuerpo de Cristo, ¿ahora comprenden por qué vamos a misa?,
porque somos pecadores y tenemos que ser santificados por la ofrenda que se estableció en el NT, la
ofrenda del cuerpo de Cristo.

Ahora queda muy claro lo que Cristo dijo en la ú ltima cena y con ello estableció lo segundo Heb 10:9.
Luc 22:19 Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es
entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» ¿Qué es lo que tenemos que hacer?. Cumplir el
mandato de Cristo, tomar el pan, bendecirlo, partirlo y comerlo y si Jesú s dijo que lo hagamos, pues hay
que hacerlo, no dijo si les parece o está n de acuerdo, fue una orden: “hagan esto”, porque eso es para la
salvació n de nosotros.

[128]
Después les dijo: Luc 22:20 De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva
Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.

Alianza nueva, quiere decir que la otra alianza ya no existe, ésta alianza nueva está sellada con SU
SANGRE, así le pareció bien a Dios otorgarnos la salvació n y ha dejado sacerdotes, ¿có mo sabemos que ha
dejado sacerdotes?, porque dijo “hagan esto”, se lo ordenó a un grupo de hombres que estaba con él y éste
grupo eran los apó stoles, los está mandando, les está ordenando, de ahí proviene el sacramento de el
“orden sacerdotal”, así que quienes han recibido ésta orden sacerdotal, está n facultados por Cristo para
hacer lo que É l mandó que se hiciera siempre en memoria de É l y se repite diariamente en todo el mundo,
porque Jesú s ordenó UN SOLO SACRIFICIO, no hay otro, el que es ofrecido de una vez y para siempre para
el perdó n de los pecados.

Leamos a San Pablo que se siente feliz y orgulloso de éste amor de Dios que lo ha nombrado sacerdote
para la salvació n del mundo

2Co 5:18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la
reconciliación.

Todo proviene de Dios, no del papa, ni de los curas que quiso reconciliarnos con É l, perdoná ndonos los
pecados, por medio de Cristo, pero no para ahí sino que confía a un grupo de personas llamados
sacerdotes “el ministerio de la reconciliación”, primero les dice “hagan esto” y después les otorga el
ministerio de la reconciliación, es decir el perdó n de los pecados. Jua 20:23 A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

2Co 5:19 Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las
transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.

Dios salva al mundo por medio de instrumentos y estos son los sacerdotes.

2Co 5:20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de
Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!

¿Qué es un embajador?, veamos lo que nos dice la RAE: “Persona con el mayor rango en el servicio
diplomá tico, que representa ante otros Estados al Estado que lo nombra”, así que los sacerdotes son
QUIENES REPRESENTAN A CRISTO EN LA TIERRA y todo lo que nos digan, es como si el mismo Cristo nos
lo comunicara 2Co 5:20, Heb 5:4 Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que
Aarón.

Ser sacerdote es una dignidad y la biblia dice có mo debemos de tratar al sacerdote.

Lev 21:8 Le tendrás por santo, porque él es quien presenta el alimento de tu Dios; por tanto será santo
para ti, pues santo soy yo, Yahveh, el que os santifico.

Algunos dicen ¿có mo voy a tenerlo por santo si es un pecador igual o mayor que yo?, es pederasta,
homosexual, etc, ¡cuidado!, es Dios mismo el que dice “será santo para ti”, no dice que el sacerdote es
santo, sino que lo tendrás por santo por esto mismo es que llamamos al papa “santo padre” , será santo
para nosotros, no porque sea santo, sino porque DIOS que lo eligió , ES SANTO por eso dice San Pablo
SOMOS EMBAJADORES DE CRISTO, es como si Dios mismo nos hablara por medio de su boca, no es que
sean dioses, no, son hombres igual que nosotros, pecadores igual que nosotros, pero son representantes
de Dios ante nosotros y de nosotros ante Dios y si Dios los ha elegido, É l mismo estará con ellos y debemos
escucharlo y obedecerlo como el mismo Dios nos lo manda: Luc 10:16 «Quien a vosotros os escucha, a mí
me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha
enviado.»
[129]
Se hizo uno con los sacerdotes, con sus ministros, sus embajadores a tal punto que si usted rechaza a un
sacerdote, no es al sacerdote al que rechaza sino AL MISMO CRISTO.

Recordemos el pasaje de David, cuando el rey Saú l lo andaba buscando para matarlo y Saú l era un
sinvergü enza, ¿recuerdan que, un día estaba David escondido para que no lo matara Saú l, cuando entra el
rey a hacer sus necesidades, sin saber que David estaba ahí?, los ayudantes le decían a David que matara a
Saú l, pero só lo le cortó un pequeñ o pedazo de su manto y 1Sa 24:7 y dijo a sus hombres: «Yahveh me libre
de hacer tal cosa a mi señor y de alzar mi mano contra él, porque es el ungido de Yahveh.», recordemos
que Saú l era un sinvergü enza, sin embargo David, aun así, no se atrevió a levantar la mano contra Saú l
pues era el ungido de Dios.

Tiempo después le llega a David la noticia de la muerte de Saú l y preguntó ¿có mo fue que murió ? Y le
contesto: lo hirieron y se quiso matar y no pudo, entonces me pidió que lo matara y lo maté, David se
enojó :

2Sa 1:14 Le dijo David: « ¿Cómo no has temido alzar tu mano para matar al ungido de Yahveh?»
2Sa 1:15 Y llamó David a uno de los jóvenes y le dijo: «Acércate y mátale.» El le hirió y murió.

Si Dios tiene un plan, que es salvar al mundo por medio de su Hijo, el cual dejó embajadores para que lo
representaran, para que esa salvació n llegara hasta nosotros, ¡déjense reconciliar con Dios! 2Cor 5:20, es
decir libérense de sus pecados mediante el sacramento de la reconciliació n, vayan ante el sacerdote que es
el ayudante de Dios 2Co 6:1 Y como cooperadores suyos que somos, os exhortamos a que no recibáis en
vano la gracia de Dios.

Que no les vengan con el cuento de que Jesú s no dejó a nadie en la tierra para que lo representara, claro
que sí dejó , en todos los versículos que hemos leído esta la prueba bíblica de que Dios dejó representantes,
así que quienes lo niegan, hacen inú til la gracia de Dios como lo dice esta cita al final y como nos sigue
insistiendo la Palabra de Dios: 2Co 6:2 Pues dice él: En el tiempo favorable te escuché y en el día de salvación
te ayudé. Mirad ahora el momento favorable; mirad ahora el día de salvación.

Tu suplicaste a Dios por tu salvació n, cuando tu clamabas a Dios “sálvame Señor”, É l escuchó tu sú plica y te
ayudó y te dice “este es el día de la salvación” esto significa que la salvació n la tienes ahora, no dejes para
mañ ana lo que puedas hacer hoy, Dios te quiere salvar hoy, ¿Cuá ndo quieres arreglar tu vida?, no hay
excusa, cualquier situació n de pecado que tengas, Dios te ofrece la salvació n hoy, mediante el Sacramento
de la reconciliació n, si no aprovechas ésta oportunidad es que tu corazó n está en otra parte, menos con
Dios.

Algunos dicen: ¿por qué los cató licos hacen muchos sacrificios diariamente? ¿por qué tienen que estar
repitiendo y repitiendo lo mismo si Jesucristo es el Sumo y Eterno Sacerdote que se ofreció al Padre una
sola vez, para salvarnos?, veamos que nos dice la Palabra de Dios:

Heb 9:6 Preparadas así estas cosas, los sacerdotes entran siempre en la primera parte de la Tienda para
desempeñar las funciones del culto.
Heb 9:7 Pero en la segunda parte entra una vez al año, y solo, el Sumo Sacerdote, y no sin sangre que
ofrecer por sí mismo y por los pecados del pueblo.

Cristo es nuestro Sumo y Eterno Sacerdote que entró una vez y para siempre al lugar Santísimo
para ofrecerse como expiación por nuestros pecados y los sacerdotes en la tierra, siempre, todos los
días, presentando, aquí en la tierra, el mismo y ú nico sacrificio de Cristo, ofreciendo las oraciones, los
sacrificios y las ofrendas de todos nosotros y Cristo las recibe en el lugar Santísimo porque es el Sumo y
Eterno Sacerdote que está sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros.

[130]
TEMA 48: SACRAMENTOS

BAUTISMO.

Mat 28:18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19 Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo,
Mat 28:20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo.
Mar 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Mar 16:16 El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
Jua 3:5 Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede
entrar en el reino de Dios.
Hch 8:26 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de
Jerusalén a Gaza. (Este es un camino desierto.)
Hch 8:29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Ve y júntate a ese carruaje.
Hch 8:30 Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y le dijo: ¿Entiendes lo que lees?
Hch 8:31 Y él respondió: ¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe? E invitó a Felipe a que subiera y se
sentara con él.
Hch 8:35 Entonces Felipe abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Hch 8:36 Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo: Mira, agua. ¿Qué
impide que yo sea bautizado?
Hch 8:37 Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el
Hijo de Dios.
Hch 8:38 Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.
Rom 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados
en su muerte?
Rom 6:4 Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como
Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de
vida.
Efe 4:4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación;
Efe 4:5 un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,

CONFIRMACIÓN.

Hch 1:8 pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
Hch 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar.
Hch 2:2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa
donde estaban sentados,
Hch 2:3 y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de
ellos.
Hch 2:4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu
les daba habilidad para expresarse.
Hch 8:14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de
Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
Hch 8:15 quienes descendieron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo,
Hch 8:16 pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre
del Señor Jesús.
Hch 8:17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
Hch 8:18 Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les
ofreció dinero,
[131]
Hch 8:19 diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga
mis manos reciba el Espíritu Santo.
Hch 19:1 Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, habiendo recorrido las regiones
superiores, llegó a Éfeso y encontró a algunos discípulos,
Hch 19:2 y les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le respondieron: No, ni siquiera
hemos oído si hay un Espíritu Santo.
Hch 19:3 Entonces él dijo: ¿En qué bautismo, pues, fuisteis bautizados? Ellos contestaron: En el bautismo de
Juan.
Hch 19:4 Y Pablo dijo: Juan bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran en
aquel que vendría después de él, es decir, en Jesús.
Hch 19:5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Hch 19:6 Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas
y profetizaban.
Hch 19:7 Eran en total unos doce hombres.
2Co 1:21 Ahora bien, el que nos confirma con vosotros en Cristo y el que nos ungió, es Dios,
2Co 1:22 quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazón como garantía.
Efe 1:13 En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa,

EUCARISTÍA

Mat 26:26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos,
dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
Mat 26:27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella;
Mat 26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los
pecados.
Mar 14:22 Y mientras comían, tomó pan, y habiéndolo bendecido lo partió, se lo dio a ellos, y dijo: Tomad,
esto es mi cuerpo.
Mar 14:23 Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y todos bebieron de ella.
Mar 14:24 Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos.
Luc 22:19 Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi
cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
Luc 22:20 De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto
en mi sangre, que es derramada por vosotros.
Jua 6:48 Yo soy el pan de la vida.
Jua 6:49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
Jua 6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera.
Jua 6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el
pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.
Jua 6:52 Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Jua 6:53 Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
Jua 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
Jua 6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Jua 6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.
Jua 6:57 Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también
vivirá por mí.
Jua 6:58 Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que
come este pan vivirá para siempre.
1Co 11:23 Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue
entregado, tomó pan,
1Co 11:24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en
memoria de mí.
[132]
1Co 11:25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el
nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí.
1Co 11:26 Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor
proclamáis hasta que El venga.
1Co 11:27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del
cuerpo y de la sangre del Señor.
1Co 11:28 Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.
1Co 11:29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe
juicio para sí.

PENITENCIA O RECONCILIACIÓN

Lev 5:25 Entregará para Yahveh su sacrificio de reparación: un carnero del rebaño, sin defecto, según su
valoración, como sacrificio de reparación ante el sacerdote.
Lev 5:26 El sacerdote hará por él la expiación delante de Yahveh, y será perdonado en cualquiera de los casos
en que fuera culpable.

Jua 20:21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
Jua 20:22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
Jua 20:23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les
quedan retenidos.»
Hch 19:18 Muchos de los que habían creído venían a confesar y declarar sus prácticas.
2Co 5:18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y NOS CONFIÓ EL MINISTERIO DE
LA RECONCILIACIÓN.
2Co 5:19 Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las
transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.
2Co 5:20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de
Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!
Stg 5:16 Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis
curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder.

MATRIMONIO.

Gén 1:28 Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla;
mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.»
Gén 2:22 De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.
Gén 2:23 Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será
llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.»
Gén 2:24 Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola
carne.
1Co 7:2 No obstante, por razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer, y cada mujer su marido.
1Co 7:3 Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido.
1Co 7:4 No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su
cuerpo, sino la mujer.
Mat 19:4 El respondió: « ¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra?,
Mat 19:5 y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán
una sola carne
Mat 19:6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el
hombre.»
Efe 5:31 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola
carne.

[133]
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS.

Mar 6:13 expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Mar 16:18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las
manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
Stg 5:14 ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él
y le unjan con óleo en el nombre del Señor.
Stg 5:15 Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido
pecados, le serán perdonados.

ORDEN SACERDOTAL.

Luc 5:10 Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón:
«No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.»
Hch 13:2 Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Separadme ya
a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.»
Hch 13:3 Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les enviaron.
2Ti 1:6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis
manos.

Heb 5:1 Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los
hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados;
Heb 5:2 y puede sentir compasión hacia los ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto en
flaqueza.
Heb 5:3 Y a causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por los pecados propios igual que por los del pueblo.
Heb 5:4 Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón.
Hch 14:23 Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído

1Pe 2:5 también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para
un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo.
1Pe 2:6 Pues está en la Escritura: He aquí que coloco en Sion una piedra angular, elegida, preciosa y el que
crea en ella no será confundido.
1Pe 2:7 Para vosotros, pues, creyentes, el honor; pero para los incrédulos, la piedra que los constructores
desecharon, en piedra angular se ha convertido,
1Pe 2:8 en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la Palabra; para esto
han sido destinados.
1Pe 2:9 Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar
las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz
1Pe 5:1 A los ancianos que están entre vosotros les exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos
de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse.
1Pe 5:2 Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino
voluntariamente, según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón;
Tit 1:5 El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y
establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené.
1Ti 4:14 No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética
mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros.
Mat 10:40 «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha
enviado.

[134]
TEMA 49: SALVACIÓN SÓLO POR FE

a) Dios quiere que todos se salven.

Si como lo afirman los protestantes: la salvació n se da "solamente por la fe" en Cristo y lo tomamos
literalmente, entonces: ¿Qué pasó con los que murieron antes de Cristo? Y con los aztecas, mayas y otros
pueblos que nunca escucharon el Evangelio, ¿acaso se condenaron también? ¿o con los millones de chinos
y musulmanes que nunca han oído el Evangelio de Jesucristo?, ¿ellos también se condenará n? Claro que
no.

En realidad, desde una perspectiva cristiana, esto no puede ser así, porque la misma Biblia nos aclara que
Dios 1Ti 2:4 que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad.

La Voluntad salvífica universal de Dios no es que solamente algunos cuantos alcancen la salvació n. Puesto
que Dios ama a todos los hombres entonces, É l mismo, busca las formas de llevar su amor y salvació n por
diferentes maneras:

Mat 18:14 De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de
estos pequeños.
Mat 20:28 de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su
vida como rescate por muchos.»

b) Quienes murieron sin la oportunidad de escuchar el Evangelio serán juzgados por su conciencia.

La Fe en Cristo es necesaria solamente para las personas que tuvieron la oportunidad de conocerlo
plenamente, pero no para los que nunca tuvieron esa oportunidad.

En esos casos el Apó stol San Pablo nos dice:

Rom 2:14 En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley,
sin tener ley, para sí mismos son ley;
Rom 2:15 como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su
conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza...
Rom 2:16 en el día en que Dios juzgará las acciones secretas de los hombres, según mi Evangelio, por
Cristo Jesús.

De esta manera, la salvació n está disponible a todos los hombres de todos los tiempos, aunque no hayan
escuchado plenamente el Evangelio, siempre y cuando hayan tratado de vivir de acuerdo a su conciencia.

c) Quienes conocen a Cristo necesitan Fe y obediencia.

Otro aspecto importante acerca de la salvació n es que de acuerdo a la Palabra de Dios, si tuvimos la
oportunidad de escuchar el Evangelio, entonces es necesario la Fe y la obediencia (obras).

En ninguna parte de la escritura dice que basta la fe o que solamente con creer ya tenemos la
salvación. Todos los pasajes bíblicos donde dice que la salvación es por gracia o que por la fe
tenemos la salvación, no dicen que solamente con eso basta.

De hecho nuestro Señ or Jesucristo dijo contundentemente:

Mat 7:21 «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la
voluntad de mi Padre celestial.

[135]
Mat 7:22 Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?"
Mat 7:23 Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!"

Así que se puede tener fe, hacer milagros, profetizar y decir Señ or a Cristo y sin embargo al final no se
tendrá la salvació n. Por eso es necesario creer y obedecer, tener fe y mostrarla con obras. Así está
escrito en todas las Biblias del mundo.

No basta levantar la mano y creer un día, como muchas sectas lo predican y afirman, que «ya son salvos».
Hay que obedecer.

Así, en la Biblia, el Apó stol Santiago lo dirá :

Stg 2:19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios lo creen y tiemblan.
Stg 2:20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril?
Stg 2:21 Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac
sobre el altar?
Stg 2:22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe alcanzó su perfección?
Y agrega el Apóstol: " Stg 2:24 Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no por la fe
solamente.

También el Apó stol San Pablo nos habla de la necesidad de que junto a la fe vaya la obediencia para poder
ser justificados:
Rom 2:13 que no son justos delante de Dios los que oyen la ley, sino los que la cumplen: ésos serán
justificados.

Para confirmar esto leamos las siguientes citas, donde se afirma la necesidad de la obediencia (obras),
como fruto de la acció n salvadora en nuestras vidas.

Rom 2:6 el cual dará a cada cual según sus obras:


Gál 5:6 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor, sino solamente la fe que
actúa por la caridad.
Gál 6:7 No os engañéis; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará:
Gál 6:8 el que siembre en su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre en el espíritu, del
espíritu cosechará vida eterna.
Gál 6:9 No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos.
Gál 6:10 Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros
hermanos en la fe.
1Ti 4:16 Vela por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas disposiciones, pues obrando así te
salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.

Y, sobre todo, nuestro Señ or Jesucristo, cuando explica sobre el juicio final, muy claramente señ ala la
importancia y necesidad de la obediencia y las obras pues dirá a todas las naciones:

Mat 25:31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se
sentará en su trono de gloria.
Mat 25:32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el
pastor separa las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mat 25:34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del
Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Mat 25:35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y
me acogisteis;
[136]
Mat 25:36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."
Mat 25:37 Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o
sediento, y te dimos de beber?
Mat 25:38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
Mat 25:39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
Mat 25:40 Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más
pequeños, a mí me lo hicisteis."
Mat 25:41 Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el Diablo y sus ángeles.
Mat 25:42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
Mat 25:43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel,
y no me visitasteis."
Mat 25:44 Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o
desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Mat 25:45 Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos
más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo."
Mat 25:46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»

La salvació n no es un «gafete» o membresía que se cuelga y se entra al cielo automá ticamente al levantar
la mano y decir «Tengo fe, soy salvo». No. Junto a la Fe deben de ir las obras u obediencia.

De hecho, la ú nica vez que la palabra "solamente" acompañ a a la palabra "fe" en el texto griego original es
en Santiago 2,24, que precisamente afirma que somos salvados "NO SOLAMENTE POR LA FE". Incluso
en versiones de la Biblia protestante dice lo mismo.
Stg 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. (Versió n
RVG)

d) Algunos signos de la obediencia.

Es por esto, que si amamos la Biblia, al mismo tiempo que valoramos la fe, debemos mostrar nuestra
obediencia:

* "Que todos sean uno; como tu Padre estás en mí y yo en ti…" Jn 17,21 El vivir en unidad.

* "El que come mi carne y bebe mi sangre, vive de vida eterna" Jn 6,51-67 La Eucaristía

. * "El que los escucha a ustedes a mí me escucha; el que los rechaza, a mí me rechaza" Lc 10,16 El estar
unidos con Jesú s, al permanecer unidos a su Iglesia. Esto significa de veras creer en Cristo.

Decir "yo creo en Cristo, ya soy salvo" y no obedecerlo o solamente obedecerlo en las partes que le gustan,
no es un camino seguro que lleve a la salvació n.

e) Es necesaria la Perseverancia hasta el fin.

Un ú ltimo aspecto a mencionar es que, para tener la salvació n, tampoco basta un acto de fe inicial y ya,
levantar la mano para decir que aceptamos a Cristo como Señ or y Salvador o llenar una hojita donde diga
que ya lo aceptamos y tenemos fe, No. La fe y obediencia hay que mostrarla hasta el final. Por eso Jesú s
dijo:

Mat 24:13 Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.


En este caminar con Jesú s no hay membresía, sino un caminar diario, cada mes y cada añ o, en fe y
obediencia hasta el fin de nuestros días. Flp 2:12 trabajad con temor y temblor por vuestra salvación,

[137]
TEMA 50: SOLA ESCRITURA

No hay un solo pasaje bíblico que afirme que la Biblia es la única norma de fe. El pasaje que los
protestantes suelen utilizar para probar la Sola Escritura es 2Ti 3:16 Toda Escritura es inspirada por Dios y
útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,
2Ti 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (apto), equipado para toda buena obra.

¿Qué dice el versículo?

a) Dice que es Ú TIL para… pero no dice que sea lo ú nico. Una galleta es ú til para quitar el hambre, pero un
guisado también lo es…
b) Toda escritura es inspirada por Dios. Pensemos. Si aú n no existía el Nuevo Testamento, ¿A qué
escrituras se refiere? Pues al Tanaj o Antiguo Testamento. ¿Entonces quiere decir que solo basta el
Antiguo testamento? No, simplemente que es ú til, pero como vimos en el inciso anterior, ú til no significa
que es lo ú nico, de lo contrario no existiría el Cristianismo.

Aunque a alguien no le guste debe reconocer que el pasaje NO enseñ a la Sola Escritura, ESO SIGNIFICA,
QUE EN EL PUNTO MAS FUNDAMENTAL DE SU ENSEÑ ANZA, ESTAN SIGUIENDO, NO LO QUE DICE LA
ESCRITURA, SINO TRADICIONES HUMANAS. Si la base es falsa, todo lo demá s lo es.

Pero así como ese pasaje es Palabra de Dios, hay otros pasajes que no dejan de ser menos inspirados y
también ú tiles para enseñ ar, argü ir, corregir y educar en la justicia, como por ejemplo los siguientes:

2Ts 2:15 Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de
nosotros, de viva voz o por carta.
1Co 11:2 Os alabo porque en todas las cosas os acordáis de mí y conserváis las tradiciones tal como os las
he transmitido.
2Ts 3:6 Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de todo hermano que viva
desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibisteis.

En estos pasajes, también inspirados, y a los cuales los protestantes parecen no tomar en cuenta,
también son Palabra de Dios y debemos obedecerlos ya que en ellos:

1).- Se nos manda a mantener la Tradición que se ha recibido de los apóstoles


2).- Este mandato es en “Nombre del Señor Jesucristo”
3).- Estas tradiciones que Pablo manda mantener en nombre de Jesú s incluyen las tradiciones orales
(de viva voz) y por carta (escritas).

Ahora, si la Sola Escritura es bíblica y tan fundamental ¿No sabía Pablo el riesgo de Escribir este
mandato en nombre de Cristo? (recordemos que Pablo es solo el instrumento) ¿No Sabía Dios si la Sola
Escritura fuera Bíblica el peligro que sería mandar el mismo a guardar las tradiciones no solo contenidas
en aquello que quedara escrito sino también las tradiciones orales? Si la doctrina es tan importante,
¿Por qué no sale ni implícita ni explícitamente enseñada en la Biblia sino más bien contradicha por
ella?

Sé que usted, que ha aceptado la Sola Escritura como ú nica norma de fe, puede sentirse molesto, quizá
hasta sienta resistencia o rechazo a éste escrito y lo considere una interpretació n erró nea de los cató licos
para justificar su doctrina, pero si hay pureza de intenció n en su corazó n, le pido que se sincere con usted
mismo, lo que le digo está en la biblia, ES PALABRA DE DIOS. Estos pasajes enseñ an que la Sola
Escritura no es bíblica, sino más bien anti bíblica, y a medida que vallamos avanzando lo iremos
demostrando.

[138]
Realmente para nosotros, la Biblia es norma de fe, en ella podremos recibir y abrazar el mensaje de
salvació n y alcanzar vida eterna, pero hacer lo que dice, implica má s que aceptar a Cristo como salvador,
implica aceptar a su Iglesia (El cuerpo de Cristo), con todo lo que É l la instituyó .

Con las autoridades que Cristo ha instituido

1Ts 2:7 Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables
con vosotros, como una madre cuida con cariño de sus hijos.
1Co 4:1 Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios
de Dios.

El conflicto que ocurre aquí en esencia entre las Sola Escritura y la Palabra de Dios es que es la misma
Palabra de Dios la que enseña que estas autoridades constituidas por Cristo tienen la potestad de
administrar los misterios de Dios (y no cada creyente). Aquí Pablo como apó stol habla a “creyentes”, y
deja claro que es a ellos (los apó stoles y presbíteros) a quienes corresponde administrar estos misterios
de Dios, no a cada creyente individualmente. Es evidente que Pablo y los apó stoles también eran
hombres, pero tenían una autoridad que habían recibido y que podían imponer

Someterse a ella

Heb 13:17 Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues velan sobre vuestras almas como
quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y no lamentándose, cosa que no os traería
ventaja alguna.
Hch 15:28 Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas
indispensables:
Luc 10:16 «Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me
rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»

Unidad Doctrinal

1Co 1:10 Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo
hablar, y no haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un
mismo juicio.
Efe 4:4 Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados.
Efe 4:5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
2Pe 1:20 Pero, ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por
cuenta propia;

Realmente es asombroso que las Iglesias que dicen regirse por la Sola Biblia sean las que más
tienen que ignorar pasajes completos de la Escritura cuando no se adaptan a su interpretación y a
la vez anatemizar a quienes no interpretan como ellos. Mientras Pablo alaba a los primeros cristianos
porque conservan dichas tradiciones que han recibido de “viva voz” y “por carta”, quienes dicen
basarse en la biblia, ignoran esto

Cuando se presentaba un problema doctrinal, la Iglesia adoptaba un sistema conciliar para la resolució n
de los mismos. Un ejemplo clarísimo lo vemos en Hch 15:28 Que HEMOS DECIDIDO el Espíritu Santo y
nosotros no imponeros más cargas que éstas indispensables:
Hch 15:29 abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales,

Allí fue la Iglesia, reunida en concilio, la que en ese momento declaró , que la circuncisió n no era requerida
para los cristianos. La decisió n tomada fue considerada por los mismos apó stoles como INFALIBLE y
dada en nombre de ellos y EL ESPIRITU SANTO.
[139]
¿Có mo puede entonces ser la Sola Escritura bíblica si es la misma Escritura la que otorga a la Iglesia el
poder de “atar y desatar” Mt 16:19, y definir doctrina fundamental de carácter infalible?

Habiendo sido, la Palabra de Dios, transmitida oralmente, desde el antiguo testamento, resulta increíble
que XV siglos después de Jesucristo, se pretenda decir que só lo lo escrito es vá lido, CONTRADICIENDO
EXPLÍCITAMENTE A LA BIBLIA, como se ha documentado en líneas anteriores, aquí cabe una pregunta:
¿Có mo le hacían los cristianos que vivieron má s de 300 añ os sin biblia?. No hay ningú n pasaje de la Biblia
que afirme que toda la doctrina fundamental quedó por escrito, por el contrario, hay citas que demuestran
que no todo quedó escrito:

2Jn 1:12 Aunque tengo mucho que escribiros, prefiero no hacerlo con papel y tinta, sino que espero ir a
veros y hablaros de viva voz, para que nuestro gozo sea completo.
2Ti 2:2 y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a
su vez, de instruir a otros.

La Sola Escritura no solo carece de autoridad de defender la legítima interpretació n de la Palabra de Dios,
sino que es un propiciador de herejías, donde cada creyente cree lo que él interpreta como “Palabra de
Dios”, la interpretació n de la Iglesia pasa a segundo plano porque ellos “son hombres”.

Tenemos entonces a cada generació n de protestantes viendo las cosas con los lentes de su fundador pero
teniendo cada vez que reinventar la rueda.

Es frecuente ver, muchos pastores evangélicos, dando poco valor a los estudios de otros evangélicos ya
que al fin y al cabo “son escritos de hombres” y ellos se rigen solo por la palabra de Dios, suena bonito,
pero olvidan que esos estudios, también, fueron basados en la Palabra de Dios, y esto se reduce nada
menos que a despreciar la interpretación bíblica que han hecho sus antepasados por la
interpretación propia, a rechazar cualquier interpretació n conciliar acorde al modelo bíblico por la
interpretació n privada. Lo demás es “interpretación de hombres”. Como si ellos tuvieran voz de
arcángel

RESUMEN

1.- La Sola Escritura NO ES SUFICIENTE porque coloca el criterio o interpretació n privada de cada
creyente sobre la interpretació n de la Iglesia entera.
2.- Es la misma Biblia la que manda a guardar las tradiciones recibidas de los apó stoles y no solo las
escritas, sino las orales, que han quedado atestiguadas en el resultado de los concilios y en los escritos de
los padres de la Iglesia.
3.- Mientras la doctrina de la Sola Escritura enseñ a, que solo debe ser creído como doctrina fundamental
aquello contenido en la Escritura, es la misma Escritura la que afirma que debemos guardar la
Tradición.
4.- La Sola Escritura NO ES SUFICIENTE, porque no es una doctrina enseñada por la Escritura, sino
contradicha por la misma.
5.- La Sola Escritura hace imposible la unidad doctrinal conforme exige la misma Biblia 1Co 1:10 Os
conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar, y no
haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio.
6.- Cuando la Iglesia se divide, es una evidencia de que se aleja de la verdad, porque la verdad es UNA
SOLA y ésta doctrina de Sola Escritura, só lo ha dividido a la iglesia de Jesucristo y ¿Quién es el interesado
en dividirla? Dice la Palabra de Dios: Mat 12:25 «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y toda
ciudad o casa dividida contra sí misma no podrá subsistir., y la forma de operar del enemigo es
precisamente dividir.

[140]
TEMA 51: TRADICIÓN Y BIBLIA

Los hermanos separados dicen que basta la libre interpretació n de la Biblia, que uno solo, por sí mismo,
con la ayuda del Espíritu Santo, puede entenderla, y que no se requiere que alguna autoridad nos de la
interpretació n correcta. Esta concepció n equivocada de las cosas, es la que precisamente ha dado origen a
la aparició n de miles y miles de sectas, cada cual arrogá ndose el derecho de poseer la interpretació n
verdadera de la Escritura. Haciendo caso omiso de lo dicho por el Apó stol.

San Pedro 2 P 1.20 Sépanlo bien: ninguna profecía de la Escritura puede ser interpretada por cuenta propia.
2 P 3.16 Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes y poco firmes en la fe
interpretan torcidamente.

Aquí veremos por qué la Revelació n Divina no abarca solamente la Biblia sino que la Revelació n de Dios se
manifiesta en la Tradició n Apostó lica y en la Biblia

Como ejemplos bíblicos de que ya entonces, en la época que se escribió el Nuevo Testamento, existía la
Tradició n, es decir, la transmisió n de la enseñ anza religiosa de forma exclusivamente oral, tenemos los
siguientes:

Mt 2.23 Así había de cumplirse lo que dijeron los profetas: lo llamarán nazareno.

¿Có mo pudo decir el Apó stol Mateo que Jesú s sería llamado nazareno si no existe ningú n libro de la
Escritura, anterior al Evangelio, que mencione que Jesú s sería llamado así?, esto só lo se conservó gracias a
la Tradició n. Mateo habla de la enseñ anza de los profetas de que Jesú s sería llamado “nazareno”.

Jud 1:14-15 El patriarca Enoc, el séptimo después de Adán dijo: ‘El Señor viene con miles de ángeles para
juzgar a todos’.

Si el libro de Enoc no forma parte de la biblia, ¿có mo Judas en su carta cita éste libro?, ¿por qué lo toma de
referencia?

En las citas que vienen a continuació n, podemos notar que no todo lo que se enseñó en la Iglesia desde
el principio quedó por escrito, sino que gran parte de la enseñ anza se hizo de forma oral, con el
ejemplo de vida. Todas esas enseñanzas que no están escritas son las que constituyen la Tradición
de la Iglesia, y que no hay que confundir con costumbres o há bitos, que pueden variar de acuerdo a las
épocas histó ricas.

Jn 21.25 Jesús hizo también otras muchas cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en
el mundo para tantos libros.

Es obvio que todas esas cosas que Jesú s hizo y no quedaron escritas, se transmitieron en forma oral,
formando parte de la Tradició n, como lo señ ala muy enfá ticamente el apó stol San Pablo en su segunda
carta a los tesalonicenses.

2 Tes 2.15 Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les
enseñamos de palabra o por carta.
2 Tim 3.10 Tú, en cambio, has seguido de cerca mi enseñanza, mi modo de vida, mis proyectos, mi fe.

Pero no só lo el apó stol San Pablo lo hizo así, también el apó stol San Juan, prefirió dejar instrucciones y
enseñ anzas a sus discípulos, en forma oral, personalmente y éstas formaron parte de la Tradició n y aquí
está la prueba bíblica de ésta afirmació n:

[141]
2 Jn 1-12 Tendría muchas más cosas que escribirles, pero prefiero no hacerlo por escrito… Espero ir a
verlos y hablarles personalmente.
3 Jn 1: 13-14 Tendría muchas cosas más que decirte, pero no quiero hacerlo por escrito,… Espero verte
pronto y hablaremos cara a cara.

La Tradició n Apostó lica se ha transmitido y se sigue transmitiendo desde el principio hasta nuestros días,
por medio de la iglesia fundada por Cristo, al Papa y los Obispos, que son los sucesores de los apó stoles. La
Iglesia Cató lica es la ú nica garantía, con la ayuda del Espíritu Santo, de que el mensaje evangélico ha de
permanecer inalterado hasta el fin de los siglos, pues ella es COLUMNA Y BASE DE LA VERDAD 1Tim 3:15,
es por eso que la iglesia es muy cuidadosa para nombrar ministros de cualquier orden, para evitar que se
distorsione el mensaje.

En toda la Biblia, hay pasajes que marcan el requisito de ser enviado y de la imposició n de las manos para
constituirse en portavoz del Evangelio y só lo pueden enviar, aquellos que previamente han sido
constituido enviados, mediante la imposició n de las manos. “Así como El Padre me envió , así los envío….”.
Y los Apó stoles, cada vez que formaban una Iglesia, nombraban un Obispo=Pastor como encargado de la
misma y lo hacían mediante la imposició n de las manos y éste a su vez hacía lo propio con quienes
nombraba. Incluso para el desempeñ o de cualquier tipo de Ministerio (Hechos 6:2-6)

1 Tes 4.2 Conocen las tradiciones que les entregamos con la autoridad del Señor Jesús.
1 Tim 5.22 No impongas a nadie las manos a la ligera, pues te harías cómplice de los pecados de otro.
1Ti 6:3 Si alguno enseña otra cosa y no se atiene a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a
la doctrina que es conforme a la piedad,
1Ti 6:4 está cegado por el orgullo y no sabe nada; sino que padece la enfermedad de las disputas y
contiendas de palabras, de donde proceden las envidias, discordias, maledicencias, sospechas
malignas.
2 Tim 2.2 Cuanto has aprendido de mí, confíalo a personas que merezcan confianza y que puedan instruir
después a otros.

Este mensaje escuchado por boca de Jesú s, vivido, meditado y transmitido oralmente por los Apó stoles, se
llama «la Tradició n Apostó lica».
La Tradició n Apostó lica se refiere a la transmisió n del Evangelio de Jesú s. Jesú s, ademá s de enseñ ar a sus
apó stoles con discursos y ejemplos, les enseñ ó una manera de orar, de actuar y de convivir. Estas eran las
tradiciones que los apó stoles guardaban en la Iglesia. El apó stol Pablo en su carta a los Corintios se refiere
a esta Tradició n Apostó lica: «Yo mismo recibí esta tradición que, a su vez, les he transmitido» (1 Cor. 11, 23).
Jesús mandó «predicar», no «escribir» su Evangelio. Jesús nunca repartió una Biblia. El Señ or fundó
su Iglesia, asegurá ndole que permanecerá hasta el fin del mundo. Y la Iglesia vivió muchos años de la
Tradición Apostólica, sin tener los libros sagrados del Nuevo Testamento.
Podemos decir que sólo la parte más importante y fundamental de la Tradición Apostólica fue
puesta por escrito. Por esta razó n la Iglesia siempre ha tenido una veneració n muy especial por las
Divinas Escrituras.
Después de esto podemos afirmar, que la revelació n divina ha llegado hasta nosotros por la Tradició n
Apostó lica y por la Sagrada Escritura. No debemos considerarlas como dos fuentes, sino como dos
aspectos de la Revelació n de Dios. El Concilio Vaticano II lo describe muy bien: «La Tradició n Apostó lica y
la Sagrada Escritura manan de la misma fuente, se unen en un mismo caudal y corren hacia el mismo fin».
La Tradició n y la Escritura está n unidas y ligadas, de modo que ninguna puede subsistir sin la otra.
Ademá s, la Sagrada Escritura presenta la Tradició n como base de la fe del creyente: «Todo lo que han
aprendido, recibido y oído de mí, todo lo que me han visto hacer, háganlo» (Fil.4, 9). «Lo que aprendiste de
mí, confirmado por muchos testigos, confíalo a hombres que merezcan confianza, capaces de instruir después
a otros» (2. Tim. 2,2).

[142]
«Hermanos, manténganse firmes guardando fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra y por
carta» (2 Tes. 2,15).
Está claro que el Apó stol Pablo, para confirmar la fe de los cristianos, no usa solamente la Palabra de Dios
escrita, sino que recuerda también de una manera muy especial la Tradició n o la predicació n oral. Para el
Apó stol las formas de transmisió n del Evangelio, Sagrada Escritura y Tradició n, tienen la misma
importancia.
En realidad, una vez que se escribió el NT no se consideró acabada la Tradició n Apostó lica, como si
estuviera completa la Revelació n Divina. La Biblia no dice eso; en ninguna parte está escrito que el
cristiano debe someterse ¡sólo a la Biblia! Esta es una idea que surgió entre los protestantes recién en
los añ os 1550. En la Iglesia Cató lica hubo siempre una conciencia clara sobre la importancia de la
Tradició n Apostó lica, sin quitar a la Biblia el valor que tiene.
Creer que basta la Biblia para nuestra salvación, es un grave error. Esto nunca lo ha dicho Jesú s y
tampoco está escrito en la Biblia. Jesú s, reitero, nunca escribió un libro sagrado, ni repartió ninguna
Biblia. Lo ú nico que hizo Jesú s fue fundar su Iglesia y entregarle su Evangelio para que fuera anunciado a
todos los hombres hasta el fin del mundo.
La Iglesia Cató lica, fundada por Cristo sobre Pedro, ha sido llamada a ser celosa guardiana del depó sito de
la fe, de la sana enseñ anza y con la responsabilidad de dar la interpretació n correcta de la Sagrada
Escritura, así lo quiso Jesú s y así lo dejaron plasmado en la biblia los apó stoles a quienes ordenó llevar el
Evangelio por todo el mundo:
«Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días
hasta que se termine este mundo» (Mt. 28,18-20).
Aquí notamos có mo Jesú s ordenó «predicar» y «proclamar» su Evangelio. Y de hecho los Apó stoles
«predicaron» la Buena Nueva de Cristo. Añ os después algunos de ellos pusieron por escrito esta
predicació n. Es decir, al comienzo la Iglesia se preocupó de predicar el Evangelio. Por supuesto el
Evangelio que Jesús entregó a los Apóstoles no estaba escrito. Jesú s no escribió nunca una carta a sus
Apó stoles; su enseñanza era solamente oral. Así lo hicieron también los Apó stoles.
Jesú s dejó a su iglesia encargada de transmitir su Palabra por medio de los apó stoles y sus sucesores. Efe
3:10 De este modo, LA INFINITA SABIDURÍA DE DIOS PUEDA SER DADA A CONOCER ahora POR MEDIO DE
LA IGLESIA a los principados y potestades en los lugares celestiales. Con esto nos dice la Palabra de Dios que
la enseñ anza es POR MEDIO DE LA IGLESIA no de espontá neos.
La iglesia del Dios viviente es COLUMNA Y BASE DE LA VERDAD 1Tim 3:15. ¿Qué quiere decir esto? que la
iglesia de Dios sirve de amparo, apoyo y PROTECCIÓ N DE LA VERDAD, o sea que es la encargada de evitar
que cualquier "iluminado" venga a distorsionar el evangelio, como sucede actualmente.
La iglesia del Dios está sustentada en los apó stoles, ellos son los pilares de la iglesia (Gal: 2:9), ellos
constituyen la base del edificio, cuya piedra angular es Cristo Jesús (Ef 2:20). Los apó stoles y sus sucesores,
COMO GUARDIANES DE LA VERDAD, recibieron EL PODER de poner o quitar cargas a las ovejas,
guiá ndolas en la verdad, con la intervenció n del Espíritu Santo (Hechos 15:28), Esto lo comprendió muy
bien SAN PABLO cuando acudió a Jerusalén con los apó stoles para dilucidar el problema de la circuncisió n
que algunos judíos querían imponer a los cristianos (Hechos 15:2).
Fue dentro de la Tradició n de la Iglesia donde se escribió y fue aceptado el N.T., bajo su autoridad
apostó lica. Ademá s la Iglesia vivió muchos añ os sin el N.T., el que se terminó de escribir en el añ o 97
después de Cristo. Y también es la Iglesia la que, en los añ os 393-397, estableció el Canon o lista de los
libros que contienen el N.T.
Por tanto, si aceptamos solamente la Biblia, ¿có mo sabemos cuá les son los libros inspirados? La Biblia, no
contiene ninguna lista de ellos. Fue la Tradición de la Iglesia la que nos transmitió la lista de los
libros inspirados.

[143]
La Revelació n Divina abarca la Sagrada Tradició n y la Sagrada Escritura. Este depó sito de la fe (1 Tim. 6,
20; 2 Tim. 1, 12-14) fue confiado por los Apó stoles al conjunto de la Iglesia.
Ahora bien el oficio de interpretar correctamente la Palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado
sólo al Magisterio vivo de la Iglesia. Ella lo ejercita en nombre de Jesucristo. Este Magisterio, segú n la
Tradició n Apostó lica, lo forman los obispos en comunió n con el sucesor de Pedro que es el obispo de
Roma, el Papa.
El Magisterio no está por encima de la Revelació n Divina, sino que está a su servicio, para enseñ ar
puramente lo transmitido. Por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, el Magisterio de la
Iglesia lo escucha devotamente, lo guarda celosamente y lo explica fielmente.
Los fieles, recordando la Palabra de Cristo a sus apó stoles: «El que a ustedes escucha, a mí me escucha»
(Lc.10, 16), reciben con docilidad las enseñ anzas y directrices que sus pastores les dan de diferentes
formas. El Magisterio de la Iglesia es un guía seguro en la lectura e interpretació n de la Sagrada Escritura,
«ya que nadie puede interpretar por sí mismo la Escritura» (2 Ped. 1, 20).
Recordemos, para terminar, que durante los primeros añ os de la predicació n de los apó stoles, la
enseñ anza de la doctrina cristiana se hacía ú nica y exclusivamente de manera oral, es decir, por la
Tradició n Apostó lica, pues hasta entonces no se habían escrito ni los evangelios ni las cartas apostó licas.
Só lo posteriormente se fueron redactando los libros que conforman el Nuevo Testamento.

Me quedo con una pregunta a los protestantes: Si la biblia se conformó a fines del añ o 300, ¿có mo era la
enseñ anza antes de existir la biblia? Yo mismo me respondo:
POR LA TRADICIÓ N.

[144]
TEMA 52: TRANSFUSIÓN DE SANGRE

¿Prohíbe la Biblia la transfusió n de sangre?

É sta inquietud nace del hecho de que algunas personas, con la Biblia en la mano, tratan de afirmar que la
transfusió n de sangre es un pecado gravísimo contra Dios. Tales personas -así dicen ellos- prefieren morir
antes que aceptar una transfusió n de sangre, porque dicen: es la voluntad de Dios. En esta línea está n
sobre todo los Testigos de Jehová y miembros de algunas sectas religiosas modernas.

¡Qué triste que haya gente entre nosotros que usa la Biblia para confundir al cató lico sencillo y para
propagar estas teorías que son una burla a la humanidad!

A los que piensan así les quiero recordar que nunca debemos leer la Biblia en forma parcial; nunca
debemos estudiar el Antiguo Testamento (A.T.) sin tomar en cuenta el Nuevo Testamento (N.T.).

Hay una gran diferencia entre los dos. Aunque se complementan el A.T. y el N.T., no debemos olvidar que
Jesucristo, Dios-hombre, es el centro y el fin de toda la Biblia. Ademá s Jesucristo, con su autoridad
humano-divina, corrigió varias cosas que se leen en el A.T. y anuló muchas costumbres que para los judíos
del A.T. eran prá cticas muy importantes.

Si uno lee atentamente la Biblia verá que de la primera a la ú ltima pá gina hay una evolució n doctrinal y
moral. Es decir, que no todo en la Biblia tiene el mismo valor o igual vigencia. Y entre esas cosas que
cambió el N.T. está la ley de la sangre.

¿Qué nos enseñ a el A.T. acerca de la transfusió n de sangre?

Antes que nada, debemos decir que la Biblia nunca habla de la transfusió n de sangre como prá ctica de
medicina para salvar a enfermos, simplemente porque los antiguos no conocieron este tratamiento. Pero
veamos de dó nde sacan algunos miembros de otras religiones esta creencia.

Los israelitas del A.T., como otros pueblos antiguos de aquel tiempo, pensaban que la vida (o el alma) de
cada ser estaba en la sangre. Leemos en Gén. 9, 4-5: «Lo ú nico que no deben comer es la carne con su alma,
es decir, con su sangre... Reclamaré la sangre de ustedes, como si fuera su alma».

Así, los antiguos creían que el alma era la sangre misma (Lev. 17, 14; Dt. 12, 23). Es decir: alma = vida =
sangre. Ahora bien, Dios es el ú nico Señ or de la vida y por eso la sangre tenía un cará cter sagrado para los
israelitas, la sangre pertenecía a Dios. De este concepto antiguo que tenían los israelitas acerca de la vida,
vienen las leyes acerca de la sangre que es lo que vamos a analizar ahora brevemente:

1 Prohibición del homicidio

El hombre fue creado a imagen de Dios, por lo cual Dios tiene poder sobre su vida: «Si alguien derrama su
sangre, Dios le pedirá cuenta de ello (Gén. 9, 5). En esto encuentra su fundamento religioso el
mandamiento que dice: «No matará s» (Ex. 20, 13). Pero en caso de homicidio los antiguos aceptaron la
venganza de sangre inocente contra el asesino: «Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente» (Ex. 21, 23).
Solamente fue admitida una venganza limitada, porque Dios mismo se encargará de esta venganza,
haciendo recaer la sangre inocente sobre la cabeza del asesino (1 Reyes 2, 32).

2. Prohibición de la sangre como alimento


[145]
La sangre, como signo de la vida, pertenece só lo a Dios y por eso la sangre es parte de Dios (Lev. 3, 17). La
sangre derramada es alimento de Dios, «manjar de Yavé», y ningú n hombre puede beber sangre, ni comer
carne prohibida (Dt. 12, 16). La sangre pertenece por derecho propio a Dios, Señ or de la vida. (De ahí
sacan los Testigos de Jehová su enseñ anza de no aceptar la transfusió n de sangre).

3. El uso de la sangre en el culto del A.T.

La sangre es sagrada, aú n la de un animal, y solamente puede ser ofrecida a Dios en un sacrificio (Gén. 9,
5). Si no se sacrifica en un altar, debe ser derramada en el suelo, pero no se puede comer. Ademá s los
israelitas, como los demá s hombres del pasado, se hacían de Dios una imagen terrible y pensaban que só lo
podían estar en paz con ese Dios violento ofreciendo sacrificios y sangre (Heb. 9, 22). Era su manera de
entrar en contacto con Dios; por eso los antiguos hacían ritos sangrientos para sellar su alianza con Dios
(Ex. 24, 3-8); sacrificios para la expiació n de los pecados (Is. 4, 4); ritos pascuales con sangre de corderos
para alejar los espíritus exterminadores (Ex. 12, 7-22), etc.

Con el tiempo los israelitas descubrieron que estos sacrificios sangrientos eran una forma de culto muy
imperfecto. Y por boca del profeta Isaías, Dios rechazó estos sacrificios: « ¿De qué me sirve la multitud de
sus sacrificios? No me agrada la sangre de sus vacas, de sus ovejas y machos cabríos» (Is.1, 11). También
dice el salmista, hablando con Dios: «Un sacrificio no te gustaría, si ofrezco un holocausto, no lo aceptas»
(Salmo 51, 16).

Reflexionando sobre estas leyes de sangre dentro del contexto del A.T. podemos decir que Dios aceptó al
pueblo de Israel con sus costumbres y tradiciones, y que Dios educó a su pueblo a partir de su propia
cultura. Pero no debemos pensar que las leyes de sangre fueron dictadas por Dios desde el cielo, sino que
fueron elaboradas por los sacerdotes de aquel tiempo que estaban a cargo de la conducta religiosa del
pueblo de Israel. Las leyes sobre la sangre son solamente una manera de educar e inculcar el sentido de
cará cter sagrado de la vida.

Por muy antiguas, y a veces anticuadas que sean estas leyes, el cristiano de hoy las debe considerar con fe
y buscar reflexiones nuevas referentes a lo que Dios nos pide ahora.

¿Qué nos enseña el N.T. acerca de esas leyes de sangre?

En el N.T. no encontramos ninguna referencia acerca de la transfusió n de sangre. Pero hay claras
indicaciones a favor de esta prá ctica.

1. Jesú s repitió con el A.T. el profundo respeto por la vida: «No matarás» (Mt. 19,18), pero el Señ or criticó
duramente la antigua ley de la venganza de sangre inocente: «Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo,
diente por diente. Pero Yo les digo: no resistan al hombre malo; al contrario si alguien te pega en un lado de
la cara, ofrécele también el otro lado» (Mt. 5, 39). También terminó Jesú s con la ley de alimentos
prohibidos: «No hay ninguna cosa fuera del hombre que al entrar en él pueda hacerle pecador o impuro»
(Mc. 7, 15). Con estas palabras está claro que la prohibició n de comer «carne con sangre» no tiene ningú n
valor para Jesú s.

2. Jesú s quiso morir derramando su sangre, para mostrar la entrega total de su vida por obediencia al
Padre y por amor a sus hermanos (Jn. 3, 16; Rom. 8, 32). Este sacrificio de su vida terminará con todos los
sacrificios de animales del A.T., porque el sacrificio de su vida era para el perdó n de todos los pecados del
mundo y la reconciliació n definitiva entre Dios y los hombres (Heb. 9, 26; Heb. 10, 5-7). «Cristo nos ama y
nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre» (Apoc. 1, 5).
[146]
3. En la Ultima Cena Jesú s presentó la copa de la acció n de gracias (o Eucaristía), diciendo: «Esta copa es la
Nueva Alianza que está confirmada por mi sangre, que se derrama por ustedes» (Lc. 22, 20). Y desde ahora
en adelante los hombres pueden comulgar con esta sangre de la Nueva Alianza cuando beben el cá liz
eucarístico (1 Cor. 10, 16 y 11, 25-28). La sangre de Cristo derramada en la cruz establecerá entre los
hombres y el Señ or una unió n profunda que durará hasta su venida (1 Cor. 10, 16 y 11, 25-28).

4. Jesú s, el Buen Pastor, dio su vida por sus ovejas (Jn. 10, 11), así también los discípulos de Jesú s han sido
llamados a dar su vida por el pró jimo: «El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus
amigos» (Jn. 15, 13). El discípulo de Jesú s no debe preocuparse excesivamente por su vida y debe ser
capaz de arriesgarla por los demá s, como nos enseñ a también el apó stol Pablo: 1Ts 2:8 Teniendo así un
gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también
nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados.

Esto se manifiesta en los misioneros que han muerto por Cristo y en los má rtires cristianos de todos los
tiempos. ¿Acaso no dijo Jesú s: «Quien quiere salvar su vida (su alma) la perderá, pero quien la pierda por
causa mía, la hallará para la vida eterna»? (Mt. 16, 25; 10, 39).

Algunas consideraciones finales

1. Las leyes de sangre del A.T. son un reflejo de una cultura primitiva y no fueron dictadas por Dios y só lo
tendían a inculcar al pueblo del A.T. el sentido sagrado de la vida. Por tanto las muchas leyes de sangre del
A. T. no son doctrina eterna. Recordemos que Cristo vino a perfeccionar la antigua Ley. Ahora sabemos
muy bien que el alma humana no se identifica con una cosa material como es la sangre. Propiamente
hablando, el alma no habita en un cuerpo con sangre, sino que se expresa en el hombre entero.

Y cuando los Testigos de Jehová se aferran a las creencias del A.T., ellos olvidan que la ley del A.T. fue
perfeccionada por Jesucristo y que muchas costumbres de aquel tiempo no tienen valor en la Nueva
Alianza que comenzó con Cristo. Los Testigos de Jehová y muchos otros se quedaron en el A.T. y no
aceptan la evolució n que está en la Biblia; ellos no interpretan bien toda la Biblia ya que se quedaron en
una prá ctica judía antigua y no siguieron el cumplimiento del N.T. Esto sucede porque interpretan la Biblia
en forma literal y parcial, y ademá s arreglaron la Biblia a su manera con traducciones equivocadas y malas
interpretaciones. (Ninguna de las Iglesias Cristianas acepta la Biblia arreglada por los Testigos de Jehová ).

2. En Jesucristo fue superada la Antigua Alianza y la ley de Moisés. Los primeros cristianos muy pronto
terminaron con muchas prá cticas del A.T., como por ejemplo, la observació n del día sá bado, etc. y entre
estas cosas el N.T. abolió también las leyes de sangre. Es verdad que entre los primeros cristianos de
origen judío persistía al comienzo la ley de sangre, y algunas comunidades cristianas judías fueron
injustamente obligadas a observar esta prá ctica (Hech.15, 29). Pero esta observancia se hizo solamente
por un breve tiempo para no escandalizar a los de conciencia débil. Pronto fue superado este problema y
las iglesias siguieron el consejo de Jesucristo: «No hay nada de fuera que ensucie el alma» (Mc. 7,15).

Finalmente el Apó stol Pablo escribe en forma muy tajante a los colosenses: «Que nadie les venga a
molestar por cuestiones de comida o bebida» (Col.2, 16). «Todos los alimentos son buenos y todas las cosas les
servirán de alimento» (1 Tim. 4,3-6).

3. Dios es el Dios de la vida. «Dios no se complace en la muerte de nadie» (Ez.18, 32). «No creó al hombre
para dejarlo morir, sino para que viviera» (Sab. 1, 13; 2, 23). Para Jesú s la vida era cosa preciosa, y «salvar
una vida» prevalecía sobre la ley del sá bado (Mc. 3, 4), porque «Dios no es un Dios de muertos sino de vivos»
(Mc. 12, 27). El mismo sanó y devolvió la vida como si no pudiera tolerar la presencia de la muerte. «Si
[147]
hubieras estado aquí, mi hermano Lázaro no hubiese muerto», le dijo Marta a Jesú s (Jn.11, 21). Jesú s, Dios-
hombre, dijo que É l es la vida, y ha venido a servir, y murió como rescate para provecho de la multitud
(Mc. 10,45).

4. Seamos seguidores de Cristo. A ejemplo de Cristo, podemos dar nuestra vida por amor al pró jimo.
«Nadie tiene más amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn. 15, 13). Por supuesto que nuestra vida
está en la mano de Dios. Pero si Dios nos ha dado inteligencia y voluntad, y con ellas podemos salvar la
vida de otros, entonces esto es la voluntad de Dios.

Todo lo que el hombre realiza en la medicina moderna para respetar la vida y sanar a los enfermos es
voluntad de Dios. Y sería un pecado gravísimo dejar morir a una persona que, con buenos remedios y con
una transfusió n de sangre, puede ser sanada. En este sentido «dar sangre» para hacer una transfusió n no
es ningú n atentado contra Dios, sino que puede llegar a ser un acto heroico de caridad. Por supuesto, que
hay que atenerse a la reglamentació n necesaria en cuanto a higiene y desinfecció n, porque en asunto tan
delicado hay que evitar todo posible contagio de SIDA y otras enfermedades.

Frente a la transfusió n de sangre, entonces, hay una sola palabra: «Conocemos el amor con que Jesucristo
dio su vida por nosotros; así también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos».

Y eso mismo vale para la donació n de ó rganos. Es muy humano y cristiano solidarizar con un enfermo
hasta el punto de ceder los propios ó rganos para ser trasplantados a otras personas que carecen de ellos.

Ello se puede hacer tanto en vida como después de la muerte. Y a diario vemos padres que donan ojos o
riñ ones para sus hijos, ¡qué ejemplo de caridad! Estos son gestos que hay que recomendar, ya que tanto
con la donació n de sangre como con la donació n de ó rganos podemos salvar una vida.

TEMA 53: LA TRINIDAD

[148]
Los cató licos creemos en un solo Dios, que hizo toda la creació n, no hay má s, no creemos en tres Dioses,
creemos en UN SOLO DIOS y también creemos que Jesucristo es Dios, Rey todopoderoso, que es el ú nico
Señ or, Rey del Universo, Dios de dioses, Señ or de señ ores, el que vive por siempre y para siempre, igualito
que los protestantes, ¿entonces en dó nde está la diferencia?, la diferencia está en la UNICIDAD, Dios es
UNO, pero también creemos en la diversidad, aquí es donde cada uno dice una cosa, nosotros creemos que
hay un só lo Dios y tres personas distintas, vamos a explicarlo:

¿Qué significa Dios?

Dios significa deidad, divinidad, NATURALEZA DIVINA. Cuando decimos que hay un solo Dios, estamos
diciendo que HAY UNA SÓ LA NATURALEZA DIVINA, p. Ej. Pedro, Juan y José son tres personas distintas,
pero su naturaleza es que LOS TRES SON HUMANOS, entonces ellos son tres personas distintas pero de
una sola naturaleza, la humana, cuando decimos que Dios es UNO y que son tres personas distintas,
estamos diciendo que Dios es de naturaleza divina, ¿el Padre es Dios? ¡SI! PORQUE ES DE NATURALEZA
DIVINA, ¿el hijo es Dios? ¡SI! PORQUE ES DE NATURALEZA DIVINA, ¿el Espíritu Santo es Dios?
¡SI¡ PORQUE ES DE NATURALEZA DIVINA, entonces veamos ¿cuá ntos Dioses hay?, dirá un protestante
despistado: TRES, pero no, HAY UN SOLO DIOS, porque UNA SOLA ES LA NATURALEZA DE DIOS, que es la
naturaleza divina como en el caso de Pedro Juan y José que son tres personas, pero son de una sola
naturaleza, LA HUMANA.

Cuando decimos que existe un solo Dios estamos en lo correcto, porque só lo existe una naturaleza divina y
Dios es de naturaleza divina, nosotros somos de naturaleza humana y Jesucristo siendo de naturaleza
divina, quiso compartir nuestra naturaleza humana Fil 2:6-7.

Analicemos el versículo siguiente:

Jua 1:1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.

1).- La Palabra estaba con Dios, aquí estamos hablando de dos personas, la Palabra y Dios.
2).- La Palabra era Dios, aquí vemos dos personas con la misma naturaleza divina, la Palabra y Dios.

Dice que la Palabra estaba junto a Dios ¿Y có mo lo comprobamos? Veamos el siguiente versículo: Gén 1:26
Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra,

¿Quién es el creador del ser humano?, Dios ¿y por qué dice hagamos?, porque Dios es uno en tres divinas
personas, por eso dice “HAGÁ MOS”, no dice “HAGO”, se expresa en PLURAL.

Ahora veamos ésta cita:

Jua 1:32 Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto AL ESPÍRITU que bajaba como una paloma del cielo y se
quedaba sobre ÉL.
Jua 1:33 Y yo no le conocía pero EL QUE ME ENVIÓ a bautizar con agua, me dijo: "Aquel sobre quien veas que
baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo."

Escudriñ emos éste texto:

1).- Dice Juan: el que me envió, ¿Quién lo envió ?, Dios= UNA PERSONA
2).- Sigue diciendo Juan que el verá el Espíritu Santo en forma de Paloma, Espíritu Santo=OTRA PERSONA
3).- ¿A quién bautizaría? A Jesú s= OTRA PERSONA

TRES PERSONAS DISTINTAS, EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO

[149]
Jua 5:17 Pero Jesús les replicó: «MI PADRE trabaja hasta ahora, Y YO también trabajo.»

“Mi Padre trabaja ahora” UNA PERSONA “y yo también trabajo” OTRA PERSONA, SON DOS PERSONAS
DISTINTAS

Jua 5:18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado,
sino que llamaba a Dios su propio Padre, HACIÉNDOSE A SÍ MISMO IGUAL A DIOS.

El judío no aceptaba a Cristo, decían que solamente existe el Padre, el hijo, para el judío, no existe y por
eso lo querían matar, POR LLAMARSE HIJO DE DIOS, sin embargo la Palabra de Dios lo avala en su dicho:

Mar 1:11 Y se oyó una voz que venía de los cielos: «TÚ ERES MI HIJO amado, en ti me complazco.» Dios
mismo lo está diciendo.
Mar 1:10 En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma,
bajaba a él.

En estas citas vemos nuevamente las tres personas de la Santísima Trinidad, EL HIJO que era el bautizado,
EL ESPÍRITU SANTO que bajaba en forma de paloma y EL PADRE que le decía a Jesú s “TU ERES MI HIJO”.

¿Cómo sabemos que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personas y que los tres son uno?

1Jn 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres
son uno.

¿Cuá ntos dice que son?... TRES y ¿Quiénes son esos tres? EL PADRE uno, EL VERBO=JESUCRISTO, dos y EL
ESPÍRITU SANTO, tres, pero má s adelante ratifica nuestra fe cuando dice “Y ESTOS TRES SON UNO”

Pero dirán los protestantes, ¿ahí no dice que sean personas?

Jua 8:16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque NO SOY YO SOLO, sino YO y el PADRE que me envió.
Jua 8:17 Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de DOS PERSONAS es válido.
Jua 8:18 YO SOY EL QUE DOY TESTIMONIO DE MI MISMO y TAMBIÉN el que me ha enviado, EL PADRE, da
testimonio de mí.»

Jesú s habla muy claramente que se trata de DOS PERSONAS, É l y el Padre. Por si aú n no está n
convencidos, veamos los siguientes versículos:

Jua 14:16 y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,
Jua 14:17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero
vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.

YO PEDIRÉ=UNA PERSONA
AL PADRE= OTRA PERSONA
Y OS DARÁ OTRO PARÁCLITO= OTRA PERSONA quiere decir que es otro distinto de É l y el Padre y para que
sepan que es otra persona veamos lo siguiente:

Mat 12:31 «Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el
Espíritu no será perdonada.

¿Có mo es que no se puede perdonar la blasfemia contra el Espíritu Santo si no es una persona?, ¿có mo se
puede blasfemar contra alguien que no es una persona?

[150]
Para finalizar veamos Mat 28:19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

TRES PERSONAS, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo

Todo sustantivo tiene un nombre y en la Real Academia Españ ola, está prohibido colocar en los nombres
plural, cuando hay varios sustantivos. Cuando hay varios sustantivos seguidos en singular no puede poner
plural, se debe diferenciar por coma o por “y”, por eso dice: en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, de modo que el Padre, es un nombre porque es un sustantivo, el Hijo es otro nombre
porque es un sustantivo el Espíritu Santo también es un nombre porque es un sustantivo. Todo sustantivo
tiene un nombre.
b. substantivo.
1. adj. Que tiene existencia real, independiente, individual.
A Dios que es UNO en tres divinas personas, a É l sea la Gloria, la Honra y el Poder por los siglos de los
siglos, AMÉ N.

TEMA 54: VENERACIÓN DE SANTOS Y DE MARÍA

[151]
Los cató licos creemos firmemente, cimentados en lo que nos dice la Palabra de Dios, que María, los
á ngeles y todos los santos; ESTÁ N VIVIENDO EN LA PRESENCIA DE DIOS e intercediendo continuamente
por nosotros, alcanzá ndonos, cuando así es la voluntad divina, las gracias que les pedimos. No son ellos
quienes hacen el milagro, es Dios quien a través de ellos nos lo concede. Muchos amigos que viven fuera
de nuestra Iglesia Cató lica, dicen que ellos solamente siguen e imitan a Cristo y a nadie má s, que no
necesitan otro modelo de vida que el de Jesú s. Nosotros los cató licos también pensamos igual, pero no
olvidemos que como integrantes de la Iglesia, todos somos parte del Cuerpo Místico de Cristo, por lo tanto,
el imitar las virtudes de una persona en particular, santa, no niega ni contradice lo anterior; puesto que
todas las cosas positivas que posea esta persona santa son gracias a Jesú s que actú a en ella. En otras
palabras, cuando imitamos a un santo o persona virtuosa, es al mismo Cristo a quien imitamos. Esta es la
razó n por la que son veneradas.

TEMA 55: ¿YAVÉ o JEHOVÁ?

En las Biblias evangélicas encontramos que a Dios se le nombra como a «Jehová » y en las Biblias cató licas
le damos el nombre de «Yavé». Muchos cristianos se preguntan: ¿por qué esta diferencia en el nombre de
Dios? ¿Qué debemos pensar de esto?

En el fondo no sirve de nada discutir por el nombre antiguo de Dios. Nosotros vivimos ahora en el N. T. y
lo que nos importa es hablar de Dios como Jesú s hablaba de É l. Jesú s vino a aclarar el misterio má s
profundo que hay en el Ser Divino: «Dios es amor». Dios es un «Padre» que ama a todas sus creaturas y los
hombres son sus hijos queridos. Jesú s mismo nos enseñ ó que debemos invocar a Dios como «nuestro
Padre» (Mt. 6, 9).

1. Los nombres de Dios en el A. T.

Los israelitas del A. T. empleaban muchos nombres para referirse a Dios. Todos estos nombres
expresaban una relació n íntima de Dios con el mundo y con los hombres.

En esta carta quiero indicar solamente los nombres má s importantes, por ejemplo:

En Ex. 6, 7 encontramos en el texto hebreo el nombre «Elohim», que en castellano significa: «El Dios fuerte
y Poderoso».
En el Salmo 94 encontramos «Adonay» o «Edonay», que en castellano es «El Señ or».
En Gén. 17, 1 se habla de Dios como «Shadday» que quiere decir el Dios de la montañ a.
El profeta Isaías (7, 14) habla de «Emmanuel» que significa «Dios con nosotros».

Y hay muchos nombres má s en el A. T., como por ejemplo: Dios Poderoso, el Dios Vivo, el Santo de Israel,
el Altísimo, Dios Eterno, El Dios de la Justicia, etc.

Pero el nombre má s empleado en aquellos tiempos era «Yavé» que significa en castellano: «Yo soy» o «El
que es».

Leemos en É xodo Cap. 3 que Dios se apareció a Moisés en una zarza ardiente y lo mandó al Faraó n a
hablar de su parte. Moisés le preguntó a Dios: «Pero si los israelitas me preguntan cuál es tu nombre, ¿qué
voy a contestarles?». Y Dios dijo a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY». Así les dirá s a los israelitas: YO SOY me
manda a ustedes. Esto les dirás a ellos: YO SOY, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob me manda a ustedes. Este es
mi nombre para siempre» (Ex. 3, 13-15).

2. ¿De dó nde viene la palabra «Yavé»?

[152]
Esta palabra es una palabra hebrea, el hebreo es el idioma de los israelitas o judíos del A. T. En este idioma
no se escribían las vocales de una palabra sino ú nicamente las consonantes. Era bastante difícil leerlo
correctamente, porque al leer un texto hebreo, uno mismo debía saber de memoria qué vocales tenía que
pronunciar en medio de las consonantes. El nombre de Dios: «YO SOY» se escribía con estas cuatro
consonantes: Y H V H que los judíos pronunciaban así «Yahveh», y en castellano se escribe YAVE. La
pronunciació n «Yavé» es sin duda la pronunciació n má s correcta del hebreo original para indicar a Dios
como «Yo soy el que soy» (Los judíos del A.T. nunca dijeron Jehová ).

3. ¿De dó nde viene la palabra Jehová ?

Los israelitas del A.T. tenían un profundo respeto por el nombre de Dios: «Yavé». Era el nombre má s
sagrado de Dios, porque Dios mismo se había dado este nombre.

Con el tiempo los israelitas, por respeto al nombre propio de Dios, dejaron de pronunciar el nombre de
«Yavé» y cuando ellos leían en la Biblia el nombre de «Yavé», en vez de decir «Yavé» dijeron otro nombre
de Dios: «Edonai» (el Señ or). Resultó que después de cien añ os los israelitas se olvidaron por completo de
la pronunciació n original (Y H V H, Yavé) porque siempre decían «Adonay» (el Señ or).

En la Edad Media (1.000 a 1.500 añ os después de Cristo) los hebraístas (que estudiaban el idioma hebreo
antiguo) empezaron a poner vocales entre las consonantes del idioma hebreo. Y cuando les tocó colocar
vocales en la palabra hebrea Y H V H (el nombre antiguo de Dios) encontraron muchas dificultades.

Por no conocer la pronunciació n original de las cuatro consonantes que en las letras castellanas
corresponden a YHVH y en letras latinas a JHVH, y para recordar al lector que por respeto debía decir:
«Edonay» en vez de «Yavé», pusieron las tres vocales (e, o, a) de la palabra Edonay; y resultó Jehovah en
latín. Es decir: tomaron las 4 consonantes de una palabra (J H V H) y metieron simplemente 3 vocales de
otra palabra (Edonay) y formaron así una nueva palabra: Jehovah. Está claro que la palabra «Jehovah» es
un arreglo de dos palabras en una. Por supuesto la palabra «Jehovah» nunca ha existido en hebreo; es
decir, que la pronunciació n «Jehovah» es una pronunciació n defectuosa del nombre de «Yaveh».

En los añ os 1600 comenzaron a traducir la Biblia a todas las lenguas, y como encontraron en todos los
textos bíblicos de la Edad Media la palabra «Jehová » como nombre propio de Dios, copiaron este nombre
«Jehová » literalmente en los distintos idiomas (castellano, alemá n, inglés...). Y desde aquel tiempo
empezaron a pronunciar los cató licos y los evangélicos como nombre propio de Dios del A. T. la palabra
«Jehová » en castellano.

4. Ahora bien, aun las Biblias cató licas usan el nombre de «Yavé» y no el de «Jehová ». ¿Está bien? Está bien
porque todos los hebraístas modernos (los que estudian el idioma hebreo) está n de acuerdo que la
manera original y primitiva de pronunciar el nombre de Dios debía haber sido «Yavé» y no «Jehová ».

«Yavé» es una forma del verbo «havah» (ser, existir) y significa: «Yo soy el que es» y «Jehová » no es
ninguna forma del verbo «ser», como lo hemos explicado má s arriba. Por eso la Iglesia Cató lica tomó la
decisió n de usar la pronunciació n original «Yavé» en vez de «Jehová » y porque los israelitas del tiempo de
Moisés nunca dijeron «Jehová ».

5. ¿Cuá l es el sentido profundo del nombre de «Yavé»?

Ya sabemos que «Yavé» significa: «Yo soy.» Pero ¿qué sentido profundo tiene este nombre?

Para comprenderlo debemos pensar que todos los pueblos de aquel tiempo eran politeístas, es decir,
pensaban que había muchos dioses. Segú n ellos, cada nació n, cada ciudad y cada tribu tenía su propio Dios
o sus propios dioses. Al decir Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY» É l quiere decir: «Yo soy el que existe: el

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Dios que existe; y los otros dioses no existen, los dioses de los egipcios, de los asirios, de los babilonios no
existen. Yo soy el ú nico Dios que existe».

Dios, dá ndose el nombre de YAVE (YO SOY), quería inculcar a los judíos el monoteísmo (un solo Dios), y
rechazar de plano todo politeísmo (muchos dioses) y la idolatría de otros pueblos.

El Dios de los judíos (Yavé) es un Dios celoso, no soporta a ningú n otro dios a su lado. É l dice: «No tendrás
otro Dios fuera de mí» (Ex. 20, 3). «Yo soy Yavé, tu Dios celoso» (Deut. 4, 35 y 32, 39).

El profeta Isaías explica bien el sentido del nombre de Dios. Dice Dios por medio del profeta: «YO SOY
YAVE, y ningún otro». « ¿No soy yo Yavé el único y nadie mejor que yo?» (Is. 45, 18).

La conclusió n es: La palabra «Yavé» significa que «É l es el UNICO DIOS», el ú nico y verdadero Dios, y que
todos los otros dioses y sus ídolos no son nada, no existen y no pueden hacer nada.

6. El nombre de Dios en el N. T.

Má s importante para nosotros, que vivimos en el N. T., es saber có mo Jesú s hablaba del misterio de Dios.
Jesú s y sus apó stoles, segú n la costumbre judía de aquel tiempo, nunca pronunciaban el nombre «Yavé» o
«Jehová ». Siempre leían la Biblia diciendo: «Edonay» -el Señ or- para indicar el nombre propio de Dios.

Pero Jesú s introdujo también una novedad en las costumbres religiosas y nombró a Dios «Padre»: «Te
alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra». «Mi Padre sigue actuando y yo también actúo». «Por eso los
judíos tenían ganas de matarlo: porque El llamaba a Dios Padre suyo haciéndose igual a Dios» (Jn. 5, 17-18).

Ademá s Jesú s enseñ ó a sus seguidores a hacer lo mismo: «Por eso, oren ustedes así: Padre Nuestro, que
estás en los cielos» (Mt. 6, 9). Ahora, el nombre má s hermoso que nosotros podemos dar a Dios es el de:
«Padre nuestro».

7. ¿Es verdad que en las Biblias de los Testigos de Jehová aparece el nombre Jehová en el Nuevo
Testamento?

Así es. Los Testigos de Jehová hacen aparecer en el N. T. 237 veces la palabra «Jehová », pero eso no es
correcto. Cuando en el N. T. se habla de Dios con el nombre «Señ or» (Kyrios en griego, Edonay en hebreo)
ellos lo traducen como Jehová , pero esto es claramente una adulteració n de los textos bíblicos.
El N. T. habla de Dios como «Padre» o «Señ or», pero nunca como «Jehová ». Una vez má s desconocen la
gran revelació n de Jesucristo que fue la de anunciarnos a Dios como Padre.

8. ¿Qué es lo mejor para nosotros?

Lo mejor es hablar de Dios como Jesú s hablaba de É l. Meditando los distintos nombres de Dios que
aparecen en la Biblia, nos damos cuenta de que hay una lenta evolució n acerca del misterio de Dios, y cada
nombre revela algo de este gran misterio divino:

1) Dios se manifestó a Moisés como el ú nico Dios que existe, significando esto que los otros dioses no
existen. Es lo que significa la palabra «Yavé».
2) Luego ese ú nico Dios se manifestó a los profetas como el Dios de la Justicia.
3) Finalmente en Jesucristo, Dios se manifestó como un Padre que ama a todos sus hijos. Dios es amor y
nosotros tenemos esta gran vocació n a vivir en el amor. La oració n del Padre Nuestro es la mejor
experiencia de fraternidad universal.

EPÍLOGO
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Estamos en los tiempos en que la Palabra de Dios se considera, por muchas personas, obsoleta o nada
importante y sin embargo hay una incongruencia, la biblia es uno de los libros má s vendidos en el mundo
y a través de los añ os. Tal parece que su lectura no está ocasionando, en la gran mayoría de los casos,
ningú n efecto en la relació n de Dios con su creatura.

¿Cuá les pueden ser las causas?, veamos algunas.

1.- El relativismo.

Si consideramos que hacer tal cosa está bien, entonces podemos hacerlo y nadie tiene derecho a
imponerme su voluntad, su credo, sus ideas, entonces la religió n se vuelve una carga porque no nos deja
ser libres, nos pone límites, pero no podemos ser libres en el error o en la ignorancia.

2.- Dios es amor

Parece una contradicció n decir esto, pero es algo que escucho muy frecuentemente: “Dios es amor y por lo
tanto no me va a castigar, pues entonces no sería un Dios de amor sino de odio, É l me perdona porque me
ama”.
Son de las verdades a medias con las cuales acallamos nuestra conciencia y justificamos nuestros errores.
Dios es amor, es una verdad incuestionable, y te perdona porque te ama, siempre que acudas a É l con un
corazó n contrito (Salmo 51:19), pero también es incuestionable que Dios es justicia y que mientras
vivamos, gozamos del gran amor que nos tiene y de su inmensa Misericordia para perdonarnos, pero
¡cuidado!, que no te agarre la muerte sin haberte arrepentido porque entonces conocerá s la Justicia de
Dios y créeme, no será nada grato.

3.- Desidia

Vivimos tan có modos que nunca pensamos en nuestro fin, damos la vida como segura que nos olvidamos
de buscar la salvació n y só lo pensamos en prosperar social y econó micamente, dejando a un lado la
advertencia de nuestro Señ or: Mar_8:36 ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su
vida?, entendiendo por su vida, la vida eterna.

Hay muchas otras causas, que por falta de espacio no comentaré, como las ideologías orientales que han
permeado abundantemente en las personas y que los han llevado a aceptar pensamientos de poder,
haciendo que el hombre actú e y se crea un dios, que con só lo proponérselo, puede lograr todo sin
necesidad de la intervenció n Divina.

Si consideramos esas corrientes ideoló gicas y culturales, ademá s de una gran actividad protestante y una
gran indiferencia de los cató licos por profundizar en su doctrina, sin hacer a un lado la falta de testimonio
de todos nosotros, incluyendo a la jerarquía eclesiá stica, entenderemos el porqué de las deserciones que
se está n dando, es por eso que deseo de todo corazó n y ruego a Dios por ello, que éste libro sea de ayuda
para todos aquellos, cuya fe se encuentra debilitada.

A mi esposa le digo que la amo mucho y que todos los días que me veía en la computadora “sin hacer
nada”, lo que hacía era preparar todo lo aquí escrito y a mis hijos decirles que también los amo mucho y
que ruego a Dios que cada palabra aquí escrita les sea de utilidad para acrecentar y fortalecer su fe, Dios
bendiga a mi familia.

Román Gaxiola Félix

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