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Concepto de enlace químico y tipos

Los elementos conocidos, a excepción de los gases nobles (He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn), no se presentan como átomos
individuales sino combinados con otros, formando enlaces químicos.

La formación de un enlace químico se produce cuando al acercarse los átomos aparecen entre ellos fuerzas
atractivas y el sistema adquiere una energía menor que la que tienen los átomos por separado. El objetivo de
formar una unión química es entonces, adquirir estabilidad. Los electrones más externos, llamados ELECTRONES
DE VALENCIA, son los responsables de las uniones químicas.

Las uniones o enlaces químicos interatómicos se clasifican en dos tipos fundamentales: iónicos y covalentes. Los
enlaces covalentes pueden ser polares o apolares. Hay un tercer tipo, que son las uniones metálicas.

Antes de seguir es necesario recordar cuáles son los metales y cuáles son los no metales:

Excepto por el hidrógeno, los METALES están a la izquierda de la línea, y los NO METALES a la derecha

El tipo de enlace que se establezca entre los átomos depende de una propiedad llamada electronegatividad que es
la tendencia de un elemento a atraer hacia sí los electrones que lo enlazan con otro elemento. Para entender el
concepto de electronegatividad, tenemos que repasar el concepto de radio atómico y energía de ionización (estos
tres conceptos forman parte de las propiedades periódicas).

PROPIEDADES PERIÓDICAS
A medida que recorremos a lo largo de un grupo o un período en la tabla periódica, veremos que algunas
propiedades de los elementos químicos varían en forma gradual y se repiten secuencialmente. Esta periodicidad en
las propiedades de los elementos permite estudiarlos y predecir el comportamiento químico y las propiedades
físicas de los mismos.

RADIO ATÓMICO

El radio atómico nos da idea del tamaño de un átomo y es de gran utilidad para entender la química de los
elementos, ya que varias propiedades físicas como la densidad, el punto de fusión y de ebullición, se relacionan con
el tamaño atómico.
El radio atómico puede definirse como la distancia entre el núcleo de un átomo y su último nivel de energía
ocupado por electrones (capa de valencia). Otra forma de verlo es, si suponemos que el átomo tiene forma
esférica, el radio atómico corresponde a la mitad de la distancia que existe entre los núcleos de dos átomos
contiguos.

Variación del radio atómico en la tabla periódica:

A lo largo de un grupo: aumenta hacia abajo. Esto se debe a que a medida que bajamos en un grupo, aumenta el
número de niveles energéticos, con lo cual, aumentará el tamaño atómico.
A lo largo de un período: disminuye hacia la derecha (o aumenta hacia la izquierda). Esto es debido a que, al no
aumentar el número de niveles, los electrones que se incorporan a la estructura se ven atraídos con mayor fuerza
por el núcleo, al ser mayor la carga nuclear. La carga nuclear es precisamente la carga del núcleo, que está
determinada por el número de protones en él, es decir, su número atómico. Debido a esta mayor fuerza de
atracción se produce una disminución del tamaño del átomo.

A continuación, se representan los tamaños del radio atómico de algunos elementos representativos. Los valores
están expresados en nm (1nm = 1x10-9m)

ENERGÍA DE IONIZACIÓN (EI)

En un átomo, los electrones con carga negativa son atraídos hacia la carga positiva de los protones en el núcleo.
Por tanto, se necesita energía para eliminar un electrón de un átomo. La energía de ionización es la energía que se
necesita para arrancar un electrón de un átomo en estado gaseoso y convertirlo en catión (átomo con carga
positiva). Cuanto mayor es la energía de ionización, más difícil es quitar el electrón. Los elementos con bajas
energías de ionización tienden a formar cationes fácilmente (este es el caso de los metales).

Variación de la energía de ionización en la tabla periódica:

A lo largo de un período, aumenta hacia la derecha. Esto se debe a que disminuye el tamaño atómico ya que
aumenta la carga nuclear. Así, los electrones al estar atraídos por el núcleo cada vez con más fuerza, cuesta más
arrancarlos.
A lo largo de un grupo, disminuye hacia abajo (o aumenta hacia arriba…). Esto se debe a que, si bien la carga
nuclear aumenta, también aumenta el número de niveles energéticos, por lo que el electrón más externo sufre
menos la atracción de la carga nuclear (por estar más apantallado por el resto de los electrones de los niveles
anteriores) y se necesita menos energía para ser separado del átomo.

Cuanto más estable sea la configuración electrónica de un átomo, mayor será su energía de ionización, tal como
ocurre con los gases nobles.

ELECTRONEGATIVIDAD

La electronegatividad mide la tendencia de un elemento a atraer hacia sí los electrones que lo enlazan con otro
elemento. El valor de electronegatividad de los elementos ha sido determinado en una escala arbitraria,
denominada escala de Pauling, cuyo valor máximo es 4 que es el valor asignado al flúor, el elemento más
electronegativo. El elemento menos electronegativo, el cesio, tiene una electronegatividad de 0,7. La
electronegatividad de cada elemento figura en la tabla periódica:

Los átomos presentan una menor electronegatividad a medida que aumenta su tamaño, por lo tanto, se observa la
siguiente variación de la electronegatividad en la tabla periódica:

Dentro de un mismo grupo: disminuye a medida que aumenta el número atómico (disminuye hacia abajo, o lo
que es lo mismo, aumenta hacia arriba). Al aumentar el radio atómico, los electrones más externos están más
alejados del núcleo y se ven menos atraídos por el núcleo. Es decir que un átomo con un gran radio atómico no
tenderá a atraer hacia sí los electrones de un enlace.

A lo largo de un período: aumenta al desplazarnos hacia la derecha en la tabla periódica. Si nos situamos en un
mismo período, el número de niveles de energía es el mismo. A medida que aumenta el número atómico, se
incrementa la carga nuclear y los electrones tienden a ser más atraídos hacia el núcleo. Esto provoca un aumento
en su energía de ionización, es decir que es más difícil arrancar un electrón del último nivel de energía. Entonces,
los elementos que, dentro de un mismo período, posean mayor número atómico tenderán en menor medida a
ceder electrones al enlazarse con otro átomo, porque están más atraídos hacia el núcleo.
El concepto de electronegatividad es muy útil para conocer el tipo de enlace que originarán dos átomos en su
unión:

UNIONES QUÍMICAS
Como mencionamos antes, los átomos se unen entre sí para ganar estabilidad, y esto lo logran cumpliendo
con lo que se conoce como la “regla del octeto”: tener 8 electrones en el último nivel de energía para adquirir
la configuración electrónica del gas noble más cercano. El Hidrógeno, el Litio y el Berilio se estabilizan con dos
electrones (en lugar de 8) adquiriendo la configuración electrónica del Helio. (Ampliaremos este concepto más
adelante)
1. UNIONES IÓNICAS
Las uniones iónicas se dan generalmente entre un metal y un no metal. También podemos pensarlo así: si
entre dos átomos existe una diferencia de electronegatividad mayor a 1,7 (en algunos libros dicen mayor a 1,8
y otros a 1,9 o incluso 2), entonces formarán entre ellos una unión de tipo iónica.
En este tipo de uniones, el metal cede uno o más electrones al no metal. Es decir, el metal se convierte en un
catión (ion con carga positiva, porque el átomo cedió cargas negativas, cedió electrones) y el no metal se
convierte en un anión (ion con carga negativa, porque el átomo ganó cargas negativas, ganó electrones). Estos
iones con cargas eléctricas opuestas se atraen y se mantienen unidos, mediante una unión iónica (unión entre
iones).
Recordemos que, en esta unión, cada uno de los átomos participantes adquiere su configuración electrónica
más estable (cumple con la regla del octeto). El metal cederá los electrones de su capa externa incompleta y el
no metal aceptará estos electrones y completará su capa más externa.
Veamos un ejemplo:
El NaCl (Cloruro de sodio) es un compuesto iónico. Se forma de la unión del Na (Metal) y el Cl (no metal). La
diferencia de electronegatividad entre estos átomos es de 2,1.
El metal cede su electrón, y de esta manera su segundo nivel queda con 8 electrones (es decir cumple con el
octeto). El cloro que tiene 7 electrones en su última capa, al ganar el electrón de valencia del Na, también
completa su octeto.
Para entenderlo mejor, miremos qué ocurre con la configuración electrónica del Na y del Cl:
Na

Cl

El cloro capta un electrón (el que cede el Na) y se convierte en un anión Cl - (ion con carga negativa)
Átomo de Cl Ion Cl-

Representación de Lewis
Para entender qué son y cómo se realizan las estructuras de Lewis, primero tenemos que hablar del concepto de
valencia y electrones de valencia (que NO es lo mismo).

Los electrones de valencia son los electrones que se encuentran en la última capa del átomo. En los elementos
representativos (los “A”), el número de electrones de valencia coincide con el número de grupo de la tabla periódica,
expresado en números romanos. Por ejemplo, el oxígeno pertenece al grupo VI A, por lo tanto, tiene 6 electrones de
valencia.

Por otro lado, el número de electrones ganados o perdidos por un átomo durante la ionización se conoce como su
valencia; visto de otro modo, son los electrones que se ponen en juego en el enlace químico. Así, algunos átomos tienen
varias valencias y dependiendo con qué átomo/s se unan, actuarán con una u otra. De esto se desprende que el número
de electrones de valencia de un átomo no siempre coincide con la cantidad de electrones que ese átomo pone en juego
en una unión química con otro átomo. (ampliaremos)

Cuando intentamos representar un enlace o construir fórmulas de compuestos es de mucha utilidad la notación
propuesta por Lewis. De acuerdo con este modelo, se escribe el símbolo del elemento y a su alrededor se coloca un
punto (•) o una crucecita por cada electrón que exista en el último nivel de energía del átomo. En la siguiente figura se
muestran algunos ejemplos:

Representación de Lewis para compuestos IÓNICOS


Acá va el paso a paso:

Paso 1: Buscar en la tabla periódica los valores de las electronegatividades de los elementos cuya unión se quiere
representar y calcular la diferencia entre ambas. Solo si la diferencia de resulta ser mayor o igual a 1,7 el enlace que se
forme será iónico. Si bien por lo general la unión entre un metal y un no metal es de tipo iónico, existe excepciones y por
eso es necesario realizar este primer paso.

Paso 2: Se debe buscar en la tabla periódica el grupo al que pertenece cada uno de los elementos que participarán de la
unión iónica para saber el número de electrones de valencia que tiene cada uno, y que en general coincide con el
número de electrones que cada elemento involucrará en el enlace iónico (cuando el elemento tiene más de una
valencia, se debe saber con cuál va a actuar en la unión iónica que se quiere representar)

Paso 3: Calcular el número de átomos de cada especie que se necesitan para formar la unión iónica entre estos
elementos. Para esto es necesario identificar el tipo de ión (catión o anión) que formará cada elemento: (monovalente
(si tiene una sola carga), divalente (si tiene dos) o trivalentes (si tiene 3).

Veamos como se aplican estos pasos, utilizando como ejemplo la formación del fluoruro de potasio (KF) y la del óxido de
sodio (Na2O):

Acá va otro ejemplo:


Acá va una aclaración de qué es y cómo se obtiene la fórmula de un compuesto/molécula

2. UNIONES COVALENTES
Los enlaces covalentes se forman compartiendo electrones ENTRE DOS NO METALES (recordar que primero
hay que revisar la diferencia de electronegatividad entre los átomos intervinientes). Debido a las altas energías
de ionización de los no metales, los electrones no se transfieren entre átomos no metálicos, sino que se
comparten para lograr estabilidad.
En lugar de ceder o adquirir electrones, un átomo puede lograr tener una capa externa llena compartiendo
electrones. Por ejemplo, dos átomos de flúor pueden tener, cada uno, una segunda capa llena si comparten
un par de electrones de valencia.
Repr
esentación de Lewis para compuestos COVALENTES

Otro ejemplo:
PARA TENER EN CUENTA…

Cuando la molécula está formada por dos o más tipos de elementos diferentes, se suelen seguir las siguientes reglas:

1) Si hay hidrógenos (H), estos se ubican siempre en los extremos, al igual que los halógenos. (ya que, en ambos casos,
solo necesitan un electrón más para adquirir la estabilidad).

2) La molécula debe ser lo más simétrica posible.

3) El átomo menos EN se ubica en el medio (casi siempre), rodeado por los otros átomos (recordar simetría).

4) No se suelen ubicar 2 átomos iguales, uno al lado del otro, cuando hay más de un tipo de elemento.

Uniones covalente coordinadas o dativas


Algunos átomos no metálicos poseen pares de electrones sin compartir a los que denominamos pares electrónicos “no
enlazantes que pueden compartirse con otro átomo que los necesite para completar su nivel de valencia. En
consecuencia, se forma un nuevo enlace al que se denomina enlace covalente coordinado o dativo.

En este enlace un átomo aporta los dos electrones a compartir, mientras que el otro átomo no aporta nada. Ejemplos
de este tipo de enlace son las moléculas del ácido hipocloroso (HClO) y el trióxido de azufre (SO3), cuyas fórmulas de
Lewis y estructurales se indican a continuación:

El enlace covalente coordinado se representa con una flecha que apunta hacia el elemento que acepta el par de
electrones

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