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Universidad Autónoma de Santo Domingo

(UASD)

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Escuela de Derecho

Derecho Laboral I

Asignatura

Oneyda L. Perez Uceta

Profesora

Los Sujetos del Derecho del Trabajo

Tema

Yunier Alexander Vargas Ventura

Sustentante

100473581

Matricula

18/10/2021

Fecha

Universidad Autónoma de Santo Domingo Recinto Puerto Plata

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LOS SUJETOS DEL DERECHO DEL TRABAJO.

1) CONTRATO DE TRABAJO. Concepto (Art. Del 1 al 14 del C. T.).

El contrato de trabajo es aquel por el cual una persona se obliga mediante una retribución, a
prestar un servicio personal a otra, bajo la dependencia y dirección inmediata o delegada de ésta.

Los elementos constitutivos:

De acuerdo con las disposiciones contenidas del Código de Trabajo, los elementos constitutivos del
contrato de Trabajo son:

▪ La prestación de un servicio,

▪ La subordinación jurídica, y

▪ La remuneración.

La prestación del servicio: Esto quiere decir que el trabajador debe realizar sus labores de manera
personal; no puede enviar a un tercero en su reemplazo.

Subordinación: Esto supone que el trabajador debe cumplir órdenes dadas por el empleador o
jefes inmediatos, así como horarios de trabajo y todas aquellas funciones que fueron pactadas en
el contrato.

Remuneración: Este elemento se refiere a que el trabajador debe recibir un salario de manera
quincenal o mensual por parte del empleador por las labores realizadas.

Subordinación técnica: Consiste en las facultas del empleador de fijar la forma, modo y método de
trabajo al cual el empleado deberá ajustarse en su cometido, careciendo por lo tanto de toda
autonomía para cambiar el sistema de trabajo impuesto por quien es su dador de empleo.

subordinación económica: Tiene lugar cuando el trabajador queda excluido de los riesgos de la
empresa; su única obligación hacia la contraparte radica en aportar su trabajo personal mediante
remuneración a cargo del empleador.

Apreciación de la subordinación: El lugar de trabajo: Se denomina puesto de trabajo a la parte del


área de producción establecida a cada obrero (o brigada) y dotada de los medios de trabajo
necesarios para el cumplimiento de una determinada parte del proceso de producción. Célula
fundamental del proceso productivo compuesto por tres elementos: Fuerza de trabajo, Medios de
trabajo y Objetivos de trabajo.

El horario de trabajo: Jornada de trabajo es todo el tiempo que el trabajador no pueda utilizar
libremente, por estar a la disposición exclusiva de su empleador.

La duración normal de la jornada de trabajo es la determinada en el contrato. No podrá exceder


de ocho horas por día ni de cuarenta y cuatro horas por semana. La jornada semanal de trabajo
terminará a las doce horas meridiano del sábado. No obstante, el secretario de Estado de Trabajo
podrá disponer mediante resolución que, en atención a los requerimientos de ciertos tipos de
empresas o negocios y a las necesidades sociales y económicas de las distintas regiones del país, y

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previa consulta con los representantes de los trabajadores, la jornada semanal de determinados
establecimientos termine a una hora diferente a la arriba señalada.

La jornada de trabajo en tareas o condiciones declaradas peligrosas o insalubres no podrá exceder


de seis horas diarias ni de treinta y seis horas semanales. Esta jornada reducida no implica
reducción del salario correspondiente a la jornada normal.

El suministro de materias primas y de instrumentos de trabajo. La exclusividad. La ausencia de


personal dependiente.

2) EL CONTRATO DE TRABAJO Y OTRAS CONVENCIONES PARECIDAS.

Contrato de trabajo y contrato de obra o empresa: El Código Civil dispone en su artículo 1710 que
la locación de obra es un contrato por el cual una de las partes se obliga a hacer una cosa por la
otra, mediante un precio convenido entre ellas.

De acuerdo con el criterio jurisprudencial, el contrato de obra o empresa, denominado también


arrendamiento de servicios conlleva la obligación de una de las partes de hacer una cosa por la
otra, mediante un precio convenido entre ellas (Sentencia No. 280 antes indicada).

Así mismo ha juzgado que la diferencia básica entre el contrato de trabajo y el de obra o empresa
es el lazo de subordinación, puesto que en el primero, las órdenes del empleador recaen
directamente sobre la ejecución del trabajo, reservándose éste la dirección de los métodos y los
medios; mientras que en el otro, las instrucciones del beneficiario se limitan a una orientación
general, conservando el contratista su independencia en cuanto a los medios y en la forma de
ejecución (Sentencia No. 280 antes citada).

El contrato de trabajo y el mandato: Este se fundamenta en que por el Contrato de trabajo el


trabajador se obliga a realizar determinadas labores por cuenta y en interés del empleador. El
trabajador asume el papel de mandatario y el empleador de mandante.

Esta posición se ve automáticamente confrontada con la consideración que el mandato tiene por
objeto la realización de uno o más actos jurídicos, mientras que en la prestación de servicios no
todo lo que haga el trabajador puede constituir un acto jurídico, sin dejar de constituir una de las
finalidades del trabajo prestado, aparte que el contrato de trabajo no concluye con la realización
de un acto jurídico. ALONSO GARCIA considera que el Mandato se diferencia del Contrato de
Trabajo en los elementos de subordinación, que no hay en el mandato la naturaleza jurídica del
trabajo realizado por uno y otro y la naturaleza de los servicios que se prestan"… a lo que PLANIOL
añade que la diferencia es más bien relativa al grado de subordinación por cuanto el mandatario
actúa por órdenes y a veces bajo la dirección del mandante; señalando también otra diferencia
importante; que en el mandato "lo que las partes se proponen es el resultado jurídico, es la
creación directa de un derecho en favor del mandante por mediación del mandatario. En cambio,
en el contrato de trabajo, la finalidad contemplada por las partes es el trabajo mismo, del que el
patrono espera obtener un beneficio material o intelectual".

El contrato de trabajo y el profesional liberal: independiente», que significa que su trabajo no es


dirigido por otra persona, sin embargo, si el profesional liberal presta sus servicios bajo la

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dependencia y dirección inmediata o delegada de una persona, se le aplicarán las disposiciones del
Código de Trabajo.

Se denomina profesión liberal a aquella actividad personal en la que impera el aporte intelectual,
el conocimiento y la técnica. Igualmente, las profesiones liberales tienen una característica muy
particular como lo es la remuneración de quienes las ejercen, ya que teniendo en cuenta que no
están subordinados, su remuneración no es salario en los términos del código sustantivo del
trabajo, sino que su remuneración se realiza mediante el pago de honorarios, lo que supone que
no existe un contrato laboral sino un Contrato de servicios, el cual está regulado por a la
legislación civil. En el caso que un profesional ejerza su actividad mediante un Contrato de trabajo,
si bien no dejan de ser actividades civiles propias de una profesión liberal, si pierden su carácter de
liberales, pues éstas suponen el ejercicio independiente y la remuneración mediante honorarios,
lo que no es dable en una relación laboral en la que se configuran los tres elementos del contrato
trabajo.

El contrato de trabajo y la sociedad:

A primera vista, ambas figuras jurídicas pueden confundirse entre sí, sobre todo cuando concurren
determinadas circunstancias en los elementos básicos que las constituyen. Así, por lo que atañe a
la sociedad, si las aportaciones de los socios consisten en el mero ejercicio de una actividad al
servicio de la propia sociedad —la llamada aportación industrial—, que si es genérica y obligatoria
para todos los socios la naturaleza social de la relación se nos ofrece clara, ésta se difumina un
tanto cuando las aportaciones sociales unas son de industria y otras de capital. Por otro lado, y por
lo que al contrato de trabajos respecta, igualmente la confusión aparece como posible, cuando la
retribución del trabajador está constituida por participación en los beneficios de la empresa.

Pero el contrato de trabajo como el de sociedad, tienen notas tan típicas y características que
práctica y teóricamente la confusión resulta imposible. De esta manera, es de todo punto
definitoria de la presencia de una u otra institución, la concurrencia o no de la nota de
dependencia que hace que, mientras en la sociedad los socios están en un plano de paridad
absoluta, sean sus aportaciones de capital o industria, en el contrato de trabajo se da una
situación de subordinación que estimamos esencial por la organización jerárquica empresarial o
patronal que comporta toda relación de trabajo por cuenta ajena. Además, en el contrato de
trabajo, el trabajador es, esencialmente también, ajeno por completo al riesgo de empresa, y, en
consecuencia, ¡tiene derecho a! percibo de su salario cualquiera que sea el resultado económico
de la gestión empresarial, a la que también es ajeno; en cambio, en la sociedad, el socio

industrial, como propia consecuencia de su participación en la gestión y dirección de la empresa, la


remuneración de sus servicios tiene necesariamente carácter aleatorio y está expuesta a las
vicisitudes y eventualidades del resultado económico final, y caso de ejercicio negativo, su
esfuerzo y sus servicios a la sociedad resultarán baldíos, desde el punto de vista remuneratorio.

Aún se señalan por la doctrina otras notas comunes y dispares; entre las primeras destacan la
duración, en cuanto ambos contratos comportan una relación de tracto sucesivo que tiende a
dilatarse en el tiempo sin solución de continuidad ; también es común la perfecta admisibilidad de
prestaciones o de servicios, si bien en el contrato de trabajo ésta se configura como una
prestación de trabajo, en sentido laboral neto, y, por último, por lo que a la organización respecta,

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ambas instituciones la requieren en base a la consecución del fin de empresa, tanto en lo que ésta
entrañe de unidad técnica como en lo que supone de unidad económica de producción. Las notas
diferenciativas se centran en el fin perseguido por las partes en el contrato, como consecuencia de
la paridad o disparidad de posiciones en su seno, que hace que aquél sea-común en el de sociedad
y dispar en el de trabajo, en el que se afirma con un punto de vista nada teórico no existir la muy
pregonada colaboración, sino que lo que se da realmente es un cambio de prestaciones y una
evidente contra posición de intereses.

No obstante, todo lo que llevamos dicho, es obligado admitir que el contrato de trabajo puro ha
visto incidir sobre sí determinados elementos que, a simple vista, parecían incompatibles con su
naturaleza propia, ciertamente inmutable a pesar de todo. Los últimos tiempos han traído
instituciones en virtud de las cuales los trabajadores se responsabilizan teóricamente, al menos,
en los resultados y en la dirección de la gestión de empresa. Se dice, en general para justificación,
que los trabajadores conocen mejor, incluso que el propio empresario, las mil y una incidencias de
la marcha y desenvolvimiento técnico de la empresa, lo cual implica un juicio temerario sobre las
cualidades directivas y organizativas del jefe de una empresa y de su personal colaborador. Pero lo
que realmente justifica la intervención obrera en la gestión y dirección organizativa, es el hecho de
que el trabajador no es, ni con mucho, totalmente ajeno al riesgo de empresa; la quiebra o ruina
de una empresa supone la pérdida de su patrimonio, y en los casos de sociedades anónimas la
pérdida para el accionista de su aportación dineraria, pero para el trabajador comporta también la
pérdida total de su único patrimonio; cuando menos temporalmente, hasta que vuelva a surgir la
posibilidad de volver a contratar su fuerza de trabajo, que incluso puede tener que encaminarle
hacia otra actividad con todas las consecuencias que ello implica.

La prueba del contrato de trabajo (Art. 15, 16, 19 del C. T.): Existe Contrato de Trabajo, aunque
no se pruebe mediante escritura. Puede ser tanto Contrato Verbal como Contrato Escrito. La
existencia de este puede probarse en los tribunales por todos los medios. Las cosas que son de la
exclusiva obligación del empleador, es a él que le corresponde probar que ha cumplido con ellas.
Por ejemplo, el empleador debe probar si le es requerido en el tribunal que ha cumplido con el
pago de la seguridad social; o que ha pagado el salario con regularidad y puntualidad. Todo esto se
fundamenta en los artículos 15 y 16 del Código Laboral que dicen:

Se presume, hasta prueba en contrario, la existencia del contrato de trabajo en toda relación de
trabajo personal.

Cuando se presenten en la práctica situaciones mixtas, en las cuales el contrato de trabajo se halle
involucrado con otro u otros contratos, se dará preferencia a aquel de los contratos que esté más
vinculado a lo esencial del servicio prestado.

Las estipulaciones del contrato de trabajo, así como los hechos relativos a su ejecución o
modificación pueden probarse por todos los medios.

Sin embargo, se exime de la carga de la prueba al trabajador sobre los hechos que establecen los
documentos que el empleador, de acuerdo con este Código y sus reglamentos, tiene la obligación
de comunicar, registrar y conservar, tales como planillas, carteles y el Libro de Sueldos y Jornales.

3) EL EMPLEADOR: La determinación del empleador: Conocido también como patrono o


principal, el empleador es la persona física o jurídica que adquiere el derecho a la prestación de los

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servicios y la potestad de dirigir la actividad laboral del trabajador, que pone a su disposición la
propia fuerza de trabajo, obligándose a pagarle una remuneración. Es el deudor de la
remuneración y acreedor del servicio. Puede ser una persona física (natural) o jurídica. No deriva
de un estatus anterior, sino de la de sujeto del contrato de trabajo. Tampoco deriva de una
posición social o económica. Puede o no perseguir un fin económico lucrativo al contratar los
servicios de un trabajador. Igualmente, puede o no ser un empresario. Su condición tampoco
depende del ejercicio de una empresa, sino de las necesidades directas del dador de trabajo”.

Empleador es la persona natural o jurídica a quien el trabajador entrega su fuerza de trabajo,


quien paga la remuneración y quien responde por las demás obligaciones laborales. Tratándose de
una persona natural, debe tener capacidad de ejercicio, de acuerdo con lo establecido por el
Código Civil, y tratándose de una persona jurídica de derecho público, su existencia y constitución
está determinada por la Ley de creación, y si es persona jurídica de derecho privado, debe
encontrarse debidamente constituida e inscrita en el Registro Público. En nuestro país se utiliza el
término empleador.

Las obligaciones del empleador:

• Mantener las fábricas, talleres, oficinas y demás lugares en que deben ejecutarse los trabajos en
las condiciones exigidas por las disposiciones sanitarias;

• Proporcionar gratuitamente a los trabajadores los medicamentos preventivos que indiquen las
autoridades sanitarias en virtud de la ley, en caso de enfermedades epidémicas;

• Observar las medidas adecuadas y las que fijen las leyes para prevenir accidentes en el uso de
maquinarias, instrumentos y material de trabajo;

• Instalar para el servicio de los obreros por lo menos un botiquín de primeros auxilios;

• Proveer oportunamente a los trabajadores de los materiales que hayan de usar, y, cuando no se
hayan comprometidos a trabajar con herramientas propias, de los útiles e instrumentos necesarios
para la ejecución del trabajo convenido, sin poder exigirles alquiler por ese concepto;

• Mantener local seguro para el depósito de los instrumentos y útiles del trabajador, cuando éste
utilice herramientas propias que deban permanecer en el lugar donde se presten los servicios;

• Pagar al trabajador el salario correspondiente al tiempo que éste pierda cuando se vea
imposibilitado de trabajar por culpa del empleador;

• Guardar a los trabajadores la debida consideración absteniéndose de maltrato de palabra o de


obra; Proporcionar capacitación, adiestramiento, actualización y perfeccionamiento a sus
trabajadores;

• Cumplir con las demás obligaciones que le impone este Código y las que se deriven de las leyes,
de los contratos de trabajo, de los convenios colectivos y de los reglamentos interiores.

Esta prohibido a los empleadores:

1) Exigir o aceptar dinero de los trabajadores como gratificación para que se les admita en el
trabajo o por cualquier otro motivo relativo a las condiciones de éste.

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2) Obligar a los trabajadores a que compren sus artículos de consumo en tienda o lugar
determinado.

3) Hacer colectas y suscripciones en los centros de trabajo.

4) Influir para restringir el derecho de los trabajadores a ingresar o no en un sindicato o a retirarse


de aquél a que pertenecen o a permanecer en él.

5) Ejercer presión en los trabajos para que voten por determinada candidatura en la elección de
los funcionarios o representantes de un sindicato.

6) Influir en las actuaciones políticas o en las creencias religiosas de los trabajadores.

7) Apropiarse o retener, por su sola voluntad, las herramientas u objetos del trabajador, a título de
indemnización, garantía o compensación.

8) Presentarse en la fábrica, taller o establecimiento en estado de embriaguez o en cualquier otra


condición análoga.

9) Ejercer acciones contra el trabajador que puedan considerarse de acoso sexual, o apoyar o no
intervenir en caso de que lo realicen sus representantes.

10) Ejecutar cualquier acto que restrinja los derechos que el trabajador tiene conforme a la ley.

Las sanciones al incumplimiento de las obligaciones del empleador:

De conformidad con las disposiciones del artículo 113 de la Ley núm. 87-01 que crea el Sistema
Dominicano de Seguridad Social (SDSS) se consideran infracciones cometidas por el empleador las
siguientes:

"a) El incumplimiento de la obligación del empleador de afiliar en el tiempo establecido a todas


personas que trabajan bajo su dependencia, así como cualquier omisión o falsedad en la
declaración de los ingresos reales sujetos al cálculo del salario cotizable; y

b) Los retrasos del empleador en el pago de los importes correspondientes al Sistema Dominicano
de Seguridad Social (SDSS) de todas las retenciones mensuales a sus empleados y de la
contribución de la propia empresa";

En el ámbito del Seguro Familiar de Salud, el artículo 181 de la Ley 87-01 modificado por la Ley 13-
20, incluyen como infracciones cometidas por los empleadores pasibles de sanciones penales o
administrativas, las siguientes actuaciones:

a) El empleador que no se inscriba o no afilie a uno o varios de sus trabajadores, dentro de los
plazos establecidos por la presente ley y sus normas complementarias; o que no suministren
informaciones veraces y completas o que no informaren a tiempo sobre los cambios y novedades
de la empresa relacionados con las cotizaciones;

b) El empleador que no efectúe el pago de las contribuciones dentro de los plazos que establece la
ley y sus normas complementarias; o que resultaren autores o cómplices de inscripciones o
declaraciones falsas que originen o pudieren originar prestaciones indebidas;

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e) Toda persona física o moral que altere los documentos o credenciales otorgados por el Sistema
Dominicano de Seguridad Social, con el objetivo de inducir al disfrute de prestaciones indebidas;

d) El trabajador que suministre informaciones falsas o incompletas sobre sus dependientes que
originen o pudieran originar el otorgamiento indebido de servicios o prestaciones económicas.

4) EL TRABAJADOR: La determinación del trabajador:

Es el deudor de la prestación del servicio y por tanto obligado a prestar el servicio en forma
personal y directa. Con mayor amplitud podemos decir con Jorge Rendón Vásquez que la
denominación “se extiende a todas las personas que en una u otra forma realizan o esperan
realizar una actividad productora de bienes y servicios con la cual obtienen o esperan obtener un
ingreso económico”.

El trabajador las denominaciones utilizadas han sido de asalariado, jornalero, obrero, empleado y,
en algunos casos, operario. El término trabajador utilizado para designar a una de las partes
contratantes resulta el más adecuado al haberse superado la distinción entre obreros y
empleados, y sobre todo porque comprende a ambas categorías. La generalidad del término
trabajador incluye a todos los sujetos del contrato de trabajo obligados a la prestación del servicio.
No obstante, debe considerarse que existe un contingente de trabajadores independientes que,
en algunos casos, reciben la misma denominación, por lo que para diferenciarlo de quienes
prestan sus servicios bajo subordinación deberá adicionársele ésta última denominación,
pudiendo ser la denominación correcta de trabajador subordinado o asalariado.

son obligaciones de los trabajadores:

1) Someterse a reconocimiento médico a petición del empleador, para comprobar que no padece
ninguna incapacidad o enfermedad contagiosa que lo imposibilite para realizar su trabajo. Dicho
examen estará a cargo del empleador.

2) Asistir con puntualidad al lugar en que deba presentarse para prestar sus servicios y
desempeñarlos en la forma convenida.

3) Observar rigurosamente las medidas preventivas o higiénicas exigidas por la ley, las dictadas por
las autoridades competentes y las que indique el empleador, para seguridad y protección personal
de ellos o de sus compañeros de labores o de los lugares donde trabajan.

4) Comunicar al empleador o a sus representantes las observaciones que hagan para evitar
cualquier daño que puedan sufrir los trabajadores o el empleador.

5) Prestar los servicios necesarios en caso de siniestro o riesgo inminente en que la persona o los
bienes del empleador o de algún trabajador estén en peligro, sin que ello tenga derecho a
remuneración adicional.

6) Observar buena conducta y una estricta disciplina durante las horas de trabajo.

7) Guardar rigurosamente los secretos técnicos, comerciales o de fabricación de los productos a


cuya elaboración concurran directa o indirectamente, o de los cuales tengan conocimiento por

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razón del trabajo que ejecuten, así como de los asuntos administrativos reservados cuya
divulgación pueda causar perjuicio al empleador, tanto mientras dure el contrato de trabajo como
después de su terminación.

8) Conservar en buen estado los instrumentos y útiles que se les faciliten para el trabajo, sin que
sean responsables de su deterioro normal ni del que se ocasione por caso fortuito, fuerza mayor,
mala calidad o defectuosa construcción.

9) Evitar desperdicios innecesarios en la manipulación de los materiales y devolver al empleador


los que no hayan usado.

10) Desocupar dentro de un término de 45 días, contados desde la fecha en que terminen los
efectos del contrato de trabajo, las viviendas que les hayan facilitado los empleadores.

Está prohibido a los trabajadores:

1) Presentarse al trabajo o trabajar en estado de embriaguez o en cualquier otra condición


análoga.

2) Portar armas de cualquier clase durante las horas de labor, salvo las excepciones que para
ciertos trabajadores establezca la ley.

3) Hacer colectas en el lugar en que prestan servicios, durante las horas de éste.

4) Usar los útiles y herramientas suministradas por el empleador en trabajo distinto de aquel a que
estén destinados, o usar los útiles y herramientas del empleador sin su autorización.

5) Extraer de la fábrica, taller o establecimiento útiles del trabajo, materia prima o elaborada, sin
permiso del empleador.

6) Hacer durante el trabajo cualquier tipo de propaganda religiosa o política.

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