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GOZO DEL SEÑOR

Por lo demás, hermanos, gócense en el Señor. A mí no me molesta escribirles las mismas cosas, y
para ustedes es mejor. Filipenses 3:1 (RVC)

Si algo anhelan las personas es vivir en gozo en lugar de vivir en dolor y angustia. Así que podemos
decir que el gozo es un regalo precioso y es tan precioso que debe ser protegido de las fuerzas que
lo reprimen.

Aquí el tono de Pablo expresa urgencia cuando convoca a los creyentes a estar atentos para
proteger su gozo espiritual.

Las palabras “gócense en el Señor” también pueden interpretarse como “dejen que el Señor sea
quien le entregue el gozo” o a que “encuentren gozo en Él y sólo en Él”.

Existen varias amenazas para experimentar el gozo del Señor, por un lado, está que las personas
se centran en lo que sucede en el mundo, o en sus experiencias difíciles, pero por otro lado es la
creencia de que el gozo es una recompensa por algo que se hace para Dios.

La realidad es que el gozo es un don, parte del fruto del Espíritu Santo. Y es una clara
demostración de la cercanía con Dios, tal y como lo expresaba David una y otra vez en los Salmos,
como por ejemplo en el Salmo 16, verso 1, que dice “Me mostrarás la senda de la vida; en tu
presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre”. (RVR60)

Recibe con fe y esperanza que el gozo del Señor es algo que viene del cielo, que como hijo(a) de
Dios tienes el derecho a recibirlo, y que no depende de tu situación, sino del Poder y del Amor de
Dios.

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