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REVOLUCION MUNDIAL-HOBSBAWM CAPITULO 2

1
El texto aborda la política internacional y la lucha entre el comunismo soviético y el capitalismo
durante el siglo XX.

El texto comienza mencionando que, durante gran parte del siglo XX, el comunismo soviético
se presentó como un sistema superior al capitalismo y muchos temían su victoria. Se describe
la política internacional como una lucha entre el viejo orden y la revolución social, asociada con
la Unión Soviética y el comunismo internacional.

A medida que avanzaba el siglo, esta imagen de confrontación entre dos sistemas sociales
antagónicos se volvió cada vez más irreal. Aunque en los años ochenta perdía influencia, la
revolución de octubre en Rusia se consideraba un evento de importancia mundial, con la
intención de llevar a cabo la revolución proletaria a nivel global.

Se menciona que Rusia estaba madura para la revolución desde 1870, y que la revolución de
1905-1906 puso de rodillas al zarismo. Sin embargo, antes de 1914, no había profecías que
predijeran el curso de los acontecimientos. La revolución de marzo de 1917 derrocó a la
monarquía rusa y fue recibida con alborozo en la opinión política occidental.

Se plantean dos posibilidades: implantar un régimen burgués-liberal en Rusia con el apoyo de


campesinos y obreros, o ir más allá hacia una "revolución permanente" más radical. Lenin llegó
a la conclusión de que no era el momento para una revolución liberal y que las condiciones
para la revolución socialista no estaban dadas en Rusia.

Se menciona que la revolución rusa tuvo importantes repercusiones internacionales,


especialmente debido al sentimiento antibelicista en Europa durante la Primera Guerra
Mundial. Los socialistas se opusieron a la guerra y el movimiento obrero organizado se
convirtió en el centro de la oposición a la guerra y al militarismo.

En resumen, el fragmento aborda la confrontación entre el comunismo soviético y el


capitalismo durante el siglo XX, la revolución rusa y su impacto en la política internacional, así
como el sentimiento antibelicista y la oposición a la guerra en Europa durante la Primera
Guerra Mundial.

2
Este capítulo describe el contexto de la revolución en Rusia durante la Primera Guerra Mundial.
Se menciona que Rusia estaba al borde de la derrota y cansada de la guerra, lo que llevó a la
caída del régimen zarista. La revolución comenzó con una manifestación de mujeres
trabajadoras el 8 de marzo, seguida por el cierre industrial y una huelga general. Las tropas
zaristas dudaron y luego se negaron a atacar a la multitud, lo que llevó a la abdicación del zar y
al establecimiento de un gobierno provisional.

Sin embargo, en lugar de una Rusia liberal y constitucional, se produjo un vacío revolucionario
con un gobierno provisional débil y una proliferación de consejos populares conocidos como
"soviets". Los diferentes partidos y organizaciones revolucionarias intentaron integrarse en los
soviets para coordinar sus acciones y políticas, pero en ese momento, pocos rusos entendían
las etiquetas de los partidos o los programas que representaban. Las demandas principales de
la población eran pan, paz y tierra, y los bolcheviques de Lenin, a través de su conocimiento de
las necesidades populares, lograron obtener un creciente apoyo.

El gobierno provisional y sus seguidores no lograron mantener el control y respondieron de


manera ineficaz a las demandas de la población. La radicalización en el ejército y las principales
ciudades favoreció a los bolcheviques, y el sector más radical de sus seguidores los impulsó a
tomar el poder en octubre de 1917. El gobierno provisional se disolvió rápidamente, y los
bolcheviques ocuparon el poder sin mucha resistencia.

Lenin y los bolcheviques se enfrentaron al desafío de gobernar en medio de la revolución y la


guerra. Su objetivo era la transformación socialista de la república rusa, pero también
apostaban por una revolución mundial o al menos europea. Sin embargo, en ese momento, su
tarea principal era mantenerse en el poder y lidiar con los desafíos inmediatos. El nuevo
régimen implementó el control obrero sobre la gestión de las empresas y declaró el socialismo
como su objetivo, pero su enfoque principal fue mantener la producción.

El gobierno soviético logró sobrevivir a la paz impuesta por Alemania en Brest-Litovsk y a los
intentos contrarrevolucionarios de los "blancos" apoyados por los aliados. Enfrentaron una
serie de desafíos, pero lograron consolidar su poder y establecer el régimen soviético en Rusia.

3
La decisión de Lenin de implantar el socialismo en Rusia se justificaba en la creencia de que
desencadenaría una revolución mundial. Sin embargo, esa revolución global no se produjo, lo
que condenó a la Rusia soviética a un aislamiento que acentuó su pobreza y atraso durante una
generación. A pesar de esto, hubo una oleada revolucionaria en todo el mundo en los dos años
siguientes a la Revolución de Octubre, lo que alimentó las esperanzas de los bolcheviques. La
revolución rusa tuvo un impacto universal y se escucharon sus señales en todos los lugares
donde existían movimientos obreros y socialistas.

En Europa central, poco después de la conquista del Palacio de Invierno en Rusia, se


desencadenaron huelgas políticas y manifestaciones antibelicistas que se extendieron por
Viena, Budapest y los territorios checos hasta Alemania. La revolución se extendió hasta la
marinería austrohúngara en el Adriático. Las potencias centrales se desintegraron cuando se
hizo evidente que serían derrotadas en la guerra. En Bulgaria, los soldados campesinos
proclamaron la república y marcharon sobre Sofía. En octubre de 1918, la monarquía de los
Habsburgo se desmembró. Se establecieron nuevos estados nacionales con la esperanza de
evitar la revolución bolchevique.

La revolución rusa también tuvo impacto en otras partes del mundo. En Cuba, los trabajadores
de las plantaciones de tabaco formaron "soviets". En España, se llamó al período 1917-1919 el
"bienio bolchevique", a pesar de que la izquierda española era mayormente anarquista.
Movimientos estudiantiles revolucionarios surgieron en Pekín y Córdoba (Argentina), y se
difundieron por América Latina generando líderes y partidos marxistas revolucionarios locales.
En la India, el nacionalista indio M. N. Roy se sintió atraído por el marxismo en México y
desempeñó un papel importante en la política de liberación colonial de la Internacional
Comunista.

A pesar de la influencia de la revolución rusa en las insurrecciones europeas de 1918-1919, la


creación de pequeños estados nacionales según los principios del presidente Wilson frenó el
avance de la revolución bolchevique. Alemania, a pesar de tener un fuerte movimiento obrero,
no experimentó una revolución de la misma magnitud que Rusia. La revolución alemana de
1918 fue efímera y no logró amenazar seriamente al viejo régimen.

En resumen, aunque la revolución mundial esperada por Lenin no se produjo, la revolución


rusa tuvo un impacto global y generó una oleada revolucionaria en varios países durante los
años siguientes. Sin embargo, la creación de nuevos estados nacionales y la falta de un
contexto revolucionario similar al de Rusia en otras partes del mundo limitaron la expansión
del socialismo.

4
El texto hace referencia a la Internacional Comunista y su papel en la promoción de la
revolución mundial durante los años entre 1928 y 1934.

En el fragmento, se menciona que la Internacional Comunista, también conocida como


Comintern, fue un movimiento internacional disciplinado que tenía como objetivo difundir la
revolución comunista en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su retórica
ultrarrevolucionaria, la Comintern no estaba preparada ni esperaba tomar el poder en ningún
país en ese momento.

Se argumenta que este cambio en la retórica y la estrategia de la Comintern se debió


principalmente a razones de política interna del Partido Comunista soviético, bajo el liderazgo
de Stalin. La Unión Soviética priorizó sus intereses de estado sobre la revolución mundial, lo
que llevó a la reducción de la Comintern a un instrumento al servicio de la política soviética. A
medida que la URSS buscaba coexistir con otros estados y obtener reconocimiento
internacional, la revolución mundial pasó a un segundo plano.

El autor también menciona que, a pesar de estos cambios en la retórica y enfoque de la


Comintern, la generación de revolucionarios que surgieron después de la Revolución de
Octubre en Rusia mantuvieron la fe en la idea de la revolución mundial. Estos revolucionarios
profesionales, aunque en número reducido, desempeñaron un papel crucial en el avance del
comunismo y la expansión de regímenes comunistas en varias partes del mundo durante el
siglo XX.

En resumen, el fragmento analiza el papel de la Internacional Comunista y la evolución de la


política comunista bajo el liderazgo de Stalin. También destaca la importancia de la generación
de revolucionarios que surgieron después de la Revolución de Octubre y su compromiso con la
idea de la revolución mundial.

5
El capítulo aborda el tema de las revoluciones y los movimientos revolucionarios en el siglo XX,
particularmente haciendo referencia al modelo leninista de organización comunista y su
influencia en diversas situaciones revolucionarias. Hobsbawm menciona la importancia de los
partidos comunistas y su capacidad para movilizar a sus miembros en nombre de la revolución.
Sin embargo, también señala que la relación entre los partidos de vanguardia y las masas
revolucionarias no siempre era clara ni fácil de controlar.

El texto también hace referencia a casos específicos, como la revolución española de 1936 y la
revolución iraní de 1979, para ilustrar cómo las revoluciones a menudo implican una
transformación radical del orden social y sus valores, aunque la forma y el resultado pueden
variar.
En resumen, el fragmento analiza la dinámica de los movimientos revolucionarios en el siglo
XX, destacando la influencia del modelo leninista, las tensiones entre las élites revolucionarias
y las masas, y la diversidad de formas que pueden tomar las revoluciones en diferentes
contextos históricos

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El texto señala que los revolucionarios sociales del siglo XX descubrieron tardíamente la senda
de la revolución a través de la guerra de guerrillas. Esto se debe a que históricamente esta
forma de actividad estaba asociada con movimientos de ideologías arcaicas que eran
confundidos con el conservadurismo o la contrarrevolución. El término "guerrilla" no se integró
al vocabulario marxista hasta después de la revolución cubana de 1959.

Se destaca que la estrategia de la guerra de guerrillas fue adoptada de manera exitosa en


China, donde Mao Tse-tung fue uno de los principales impulsores. Mao creía que la táctica de
la guerrilla era parte tradicional de los conflictos sociales en China y estableció la primera zona
libre de guerrilla en las montañas de Kiangsi en 1927. Sin embargo, la estrategia de la guerrilla
parecía inadecuada para países con comunicaciones internas modernas y gobiernos
acostumbrados a controlar todo el territorio.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la resistencia armada surgió como una forma de resistir la
ocupación de la Europa continental por parte de los ejércitos de Hitler y sus aliados. Después
de la derrota alemana, los regímenes revolucionarios sociales bajo control comunista ocuparon
el poder en varios países donde la resistencia armada fue efectiva. Además, la participación en
la guerra, y no su rechazo, llevó a la revolución al poder en esta ocasión.

El texto también menciona que la estrategia de la guerra de guerrillas implicaba alejarse de las
ciudades y los centros industriales, llevando la lucha al medio rural. En países propicios para la
guerrilla, cualquier grupo que se opusiera a los invasores extranjeros o al gobierno nacional
podía ganar simpatía, pero también enfrentaba riesgos debido a las divisiones existentes en el
campo. La liberación era una cuestión compleja y no simplemente un levantamiento unánime
de un pueblo oprimido contra los conquistadores extranjeros.

En resumen, el texto analiza el descubrimiento tardío de la estrategia de la guerra de guerrillas


por parte de los revolucionarios sociales del siglo XX, su implementación exitosa en China y
durante la Segunda Guerra Mundial, y las complejidades y desafíos asociados con esta táctica.

EL SOCIALISMO REAL-HOBSBAWM CAPITULO 13


1
El texto menciona cómo, después de la Primera Guerra Mundial y la guerra civil en Rusia, el
imperio ruso se convirtió en un imperio bajo el control de los bolcheviques y dedicado a la
construcción del socialismo. A medida que avanzaba el tiempo, el área socialista se expandió,
incluyendo países de Europa del Este y regiones de Asia. Sin embargo, el texto también destaca
que el mundo socialista se mantuvo en gran medida aislado del mundo capitalista y que las
relaciones económicas entre ambos eran escasas.

El aislamiento político y económico entre los dos bloques, junto con las diferencias ideológicas,
condujo a una falta de comprensión y conocimiento mutuo entre ellos. Sin embargo, a partir de
los años setenta y ochenta, se observaron indicios de integración del mundo socialista en la
economía mundial, lo cual marcó el inicio del declive del "socialismo real". Aunque
teóricamente no había ninguna razón por la cual la economía soviética no pudiera haber
evolucionado en estrecha relación con el resto del mundo, la realidad fue que se desarrolló en
aislamiento y bajo una economía colectivista autárquica.

Se destaca que la Rusia soviética no estaba destinada a sobrevivir en el aislamiento y que los
líderes bolcheviques esperaban que la revolución se extendiera a otros países industrializados
más avanzados. Sin embargo, cuando se hizo evidente que Rusia sería el único país donde la
revolución triunfaría, los bolcheviques tuvieron que adaptar su estrategia y transformar la
economía y sociedad atrasadas de Rusia en una moderna. En resumen, el texto proporciona un
vistazo a la historia y características del "socialismo real" en Europa del Este y la Unión
Soviética, destacando su aislamiento y su eventual declive.

El autor argumenta que Stalin fue un autócrata cruel y sin escrúpulos que manipuló el terror a
gran escala. También se menciona que la industrialización acelerada impuesta por Stalin causó
sufrimientos y sacrificios a la población, especialmente en el campo.

Se destaca que el sistema de economía planificada implementado en la URSS era rudimentario


y se asemejaba más a una operación militar que a una empresa económica. Los objetivos de
producción se fijaban sin tener en cuenta el coste o la eficiencia, y se utilizaban órdenes
urgentes y esfuerzos de choque para cumplirlos. El sistema se centralizó cada vez más en el
vértice del poder, lo que llevó a una enorme burocratización.

A pesar de sus deficiencias, se reconoce que la industrialización impulsada por Stalin


transformó a la URSS en una potencia industrial capaz de resistir y ganar la Segunda Guerra
Mundial. Se menciona que la población tenía un nivel de consumo bajo, pero el sistema
proporcionaba trabajo, comida, vivienda, atención médica y educación básica.

Sin embargo, se critica duramente la política agraria soviética y la colectivización forzosa de la


tierra, que provocó una disminución en la producción agrícola y una grave hambruna. La
agricultura colectivista resultó ineficiente y la URSS se volvió dependiente de las importaciones
de cereales. Además, se hace hincapié en la creciente burocratización del sistema soviético y
en los problemas que generó.

Se discuten aspectos como la intolerancia pragmática de Lenin, la versión de una religión de


estado que surgió tras su muerte, y la transformación de los regímenes comunistas en
monarquías no hereditarias bajo Stalin.

También se menciona la dictadura implícita en un régimen basado en un partido único e


inamovible, así como la falta de democracia en los regímenes comunistas. Se argumenta que
Stalin convirtió los sistemas políticos comunistas en monarquías no hereditarias y gobernó a
través del terror y el miedo.

El texto sugiere que Stalin creía ser el único que conocía el buen camino y utilizó el poder
absoluto para eliminar obstáculos y perseguir el objetivo utópico de una sociedad comunista.
Se mencionan las grandes purgas de los años treinta y la falta de límites en el terror estalinista,
que se basaba en el principio de guerra total.

El fragmento concluye señalando que después de la muerte de Stalin, sus sucesores pusieron
fin al derramamiento de sangre, aunque la sociedad soviética continuó tratando mal a sus
ciudadanos, aunque en menor medida que durante el régimen de Stalin

2
Es un texto que describe la configuración de los estados comunistas surgidos después de la
Segunda Guerra Mundial y su relación con el modelo soviético. También menciona algunos
eventos clave, como la secesión de Yugoslavia y las revoluciones en Hungría y Polonia en 1956.
A continuación, se presentan los puntos principales del texto:

1. Los estados comunistas posteriores a la Segunda Guerra Mundial estaban configurados


según el modelo soviético estalinista, con estructuras de autoridad centralizadas,
economías de planificación central y culto a la personalidad de los líderes supremos.

2. En los estados ocupados por el ejército soviético, se impusieron sistemas políticos y


purgas basadas en el modelo estalinista.

3. Aunque los nuevos regímenes comunistas recibieron el apoyo del ejército rojo, al
principio disfrutaron de cierta legitimidad y apoyo popular.

4. La muerte de Stalin en 1953 y las críticas al estalinismo en el XX Congreso del PCUS en


1956 marcaron el comienzo de la desintegración política del bloque soviético.

5. Los movimientos de reforma en Polonia y Hungría en 1956 reflejaron la falta de


entusiasmo popular por el comunismo y llevaron a concesiones por parte de los
gobiernos.

6. La secesión de Yugoslavia no afectó al resto del movimiento comunista, pero la crisis


interna dentro del bloque soviético tuvo repercusiones en Europa del Este.

7. Checoslovaquia intentó una desestalinización cautelosa, que se intensificó en la


segunda mitad de la década de 1960, aunque por diferentes razones.

8. Las presiones para la reforma económica y la introducción de racionalidad también


influyeron en los eventos de Checoslovaquia.

LOS AÑOS DORADOS-HOBSBAWM CAPITULO 9


1
Durante los años cincuenta, muchas personas en los países desarrollados notaron una mejora
significativa en sus condiciones de vida en comparación con los años anteriores a la Segunda
Guerra Mundial. Sin embargo, no fue hasta los turbulentos años setenta cuando los
observadores, especialmente los economistas, se dieron cuenta de la naturaleza excepcional de
ese período.

La denominada "edad de oro" se refiere a un cuarto de siglo de prosperidad económica en los


países capitalistas desarrollados, que se consideró una etapa histórica única. Fue un período de
crecimiento económico, avance tecnológico y mejoras en los estándares de vida. Sin embargo,
este fenómeno fue más notable en países como Estados Unidos, mientras que otros países
industrializados, incluyendo Gran Bretaña y otros países europeos, experimentaron un
crecimiento más lento.

Durante esta época, la prioridad para muchos países era la recuperación después de la guerra y
la superación del miedo a la revolución social y al comunismo. La prosperidad material tardó en
llegar, y no fue hasta los años sesenta cuando se generalizó la opulencia y se alcanzó el pleno
empleo en muchos países. La producción de alimentos también aumentó, y aunque la
generalización de la opulencia no llegó a la mayoría de la población mundial, la esperanza de
vida se prolongó y se produjo un crecimiento significativo de la población en el tercer mundo.

Sin embargo, la edad de oro tuvo limitaciones y no se extendió por igual en todo el mundo. Fue
principalmente un fenómeno de los países capitalistas desarrollados, y aunque el crecimiento
económico parecía ser mundial al principio, se hizo evidente que el capitalismo estaba ganando
terreno sobre el socialismo. Además, a pesar de los avances, la brecha entre el mundo rico y el
mundo pobre se hizo más evidente a partir de los años sesenta.

2
Periodo de expansión económica y avances tecnológicos que ocurrieron después de la Segunda
Guerra Mundial, conocido como la "edad de oro". Aquí se mencionan varios aspectos de este
periodo:

1. Expansión económica: Se destaca que esta expansión económica fue similar a lo que
había sucedido en los Estados Unidos antes de 1945, pero a una escala mucho mayor.
La era del automóvil se extendió a Europa, al mundo socialista y a la clase media
latinoamericana. El número de automóviles y camiones aumentó significativamente en
todo el mundo, lo que reflejaba el desarrollo económico de muchos países.

2. Revolución tecnológica: Se menciona que la revolución tecnológica fue el motor


aparente de la expansión económica. Se desarrollaron nuevos productos y se
mejoraron los existentes. Se mencionan ejemplos como los plásticos sintéticos, la
televisión, los magnetófonos, los teléfonos, entre otros. Estos avances tecnológicos
transformaron la vida cotidiana y se aplicaron en diversos campos, como la industria, la
agricultura y el turismo.

3. Investigación y desarrollo: Se destaca la importancia de la investigación y el desarrollo


(I+D) en el crecimiento económico. Los países desarrollados invertían
considerablemente en I+D, lo que les daba una ventaja competitiva. El proceso de
creación de nuevos productos se volvió más complejo y costoso, y el costo del
desarrollo de nuevos productos se convirtió en una parte importante de los costos de
producción.

4. Automatización y reemplazo de mano de obra: Aunque la economía experimentó un


crecimiento rápido, se señala que muchas de las nuevas tecnologías empleaban
intensivamente el capital y eliminaban puestos de trabajo. A pesar de esto, durante esa
generación, la clase trabajadora industrial mantuvo su porcentaje dentro de la
población activa, gracias a la absorción de nuevas remesas de mano de obra y la
entrada de mujeres casadas al mercado laboral.

3
El autor plantea la necesidad de explicar el triunfo extraordinario e inédito del sistema
capitalista durante una generación y media, a pesar de haber enfrentado problemas y
disturbios económicos en el pasado. Se destaca que este triunfo no se limita a la existencia de
una etapa de expansión y bienestar económico después de crisis anteriores, sino que se trata
de la escala y profundidad sin precedentes de esta época de expansión dentro del siglo XX.

El autor menciona que no existen explicaciones totalmente satisfactorias para comprender el


alcance de este "gran salto adelante" de la economía capitalista mundial y sus consecuencias
sociales. Se reconoce que otros países tenían mucho terreno por recorrer para alcanzar el
modelo económico de principios del siglo XX, y muchos intentaron imitar el éxito de los Estados
Unidos, lo que aceleró el desarrollo económico. Sin embargo, se enfatiza que este "gran salto"
no se limitó a la imitación, sino que también implicó una reestructuración y reforma sustancial
del capitalismo, así como un avance en la globalización y la internacionalización de la
economía.

El autor argumenta que dos factores principales contribuyeron a este triunfo: la creación de
una "economía mixta" que permitió la planificación y gestión estatal de la modernización
económica, y el avance en la división internacional del trabajo. La economía mixta facilitó la
expansión económica al aumentar la demanda y permitir la existencia de un mercado de
consumo masivo de bienes de lujo. Por otro lado, la división internacional del trabajo permitió
una mayor capacidad productiva al extender las industrias a nuevos países y establecer una
compleja red de intercambio de productos manufacturados.

Si bien se reconoce que la revolución tecnológica desempeñó un papel en la edad de oro del
capitalismo, el autor plantea que no fue el factor decisivo. Gran parte de la industrialización
durante este período se basó en tecnologías existentes, y los avances tecnológicos más
significativos se produjeron en décadas posteriores.

El autor también destaca que el capitalismo de la posguerra fue reformado y se estableció


como una combinación de liberalismo económico y socialdemocracia, con influencias de la
planificación económica de la URSS. Se argumenta que esta reforma fue deliberada y que los
responsables de la toma de decisiones estaban motivados por las lecciones aprendidas de la
historia, especialmente la experiencia de la Gran Depresión y los riesgos políticos que
enfrentaban.

En resumen, el autor plantea que el triunfo extraordinario del sistema capitalista durante la
edad de oro no puede explicarse solo por la existencia de una etapa de expansión económica,
sino que fue el resultado de una reestructuración y reforma del capitalismo, así como avances
en la globalización y la división internacional del trabajo. Además, se destaca que el capitalismo
de la posguerra fue reformado y combinó elementos de liberalismo económico y
socialdemocracia

4
En este fragmento, se aborda la diferencia entre las intenciones generales y su aplicación
detallada en la reconstrucción de la economía internacional después de la Gran Depresión y la
Segunda Guerra Mundial.

Se menciona que la supremacía de Estados Unidos fue un hecho y que Washington ejerció
presión política para la acción en la reconstrucción económica. Aunque Gran Bretaña también
contribuyó con ideas e iniciativas, en casos de discrepancia prevaleció el punto de vista
estadounidense. Se destaca que el proyecto original del nuevo orden económico y político
internacional se incluyó en los acuerdos de Bretton Woods, que dieron lugar al Banco Mundial
y al Fondo Monetario Internacional (FMI), instituciones que aún existen hoy en día y que
inicialmente tenían como objetivo facilitar la inversión internacional a largo plazo y mantener la
estabilidad monetaria.

Sin embargo, se señala que muchas de las propuestas internacionales no se concretaron en


organizaciones específicas, y algunas medidas no se llevaron a cabo de manera completa. Por
ejemplo, la propuesta de una Organización Internacional del Comercio se transformó en el
Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT). A pesar de estos desafíos, se menciona que
el sistema internacional de comercio y pagos funcionó en la práctica durante la época de la
posguerra, principalmente debido al dominio económico de Estados Unidos y al dólar como
moneda de referencia respaldada por el oro.

Se destaca que el miedo al comunismo influyó en la actitud de Estados Unidos hacia la


economía capitalista de libre comercio. Se argumenta que, contrario a las creencias
estadounidenses, el principal obstáculo para el comercio internacional no eran los instintos
proteccionistas de otros países, sino las políticas comerciales y la expansión de las
exportaciones estadounidenses. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos adoptó una
perspectiva a más largo plazo al reconocer la importancia de ayudar al crecimiento económico
de sus futuros competidores. Se plantea que la Guerra Fría fue un motor importante para la
expansión económica mundial, aunque también tuvo consecuencias negativas a largo plazo
debido a la desviación de recursos hacia el gasto militar.

Se menciona que la economía capitalista mundial se desarrolló en torno a Estados Unidos, y


aunque se incrementaron los movimientos internacionales de los factores de producción, la
mayor parte de la actividad económica seguía siendo doméstica. A medida que avanzaba la
edad de oro, se observaba una economía cada vez más transnacional, en la que los estados y
sus fronteras eran complicaciones en lugar de la estructura básica. Se destacan tres aspectos
de esta transnacionalización: las compañías transnacionales, la nueva división internacional del
trabajo y el surgimiento de actividades offshore en paraísos fiscales, que permitían a los
empresarios evitar impuestos y regulaciones.

5
En el texto se menciona que la industria se trasladó de lugares con mano de obra cara a lugares
con mano de obra barata, y se destaca que el descubrimiento de que la mano de obra de
personas de color estaba igualmente cualificada fue una ventaja para las industrias de alta
tecnología. Se menciona también que el crecimiento económico durante la Edad de Oro se
basó en un consenso político entre la izquierda y la derecha, en el que se acordó mantener las
demandas de los trabajadores dentro de límites que no afectaran los beneficios empresariales.

El texto también señala que la política de la Edad de Oro fue una creación política y se apoyó
en acuerdos entre las organizaciones obreras y las patronales, que eran presididas por los
gobiernos. Estos acuerdos permitieron el crecimiento económico basado en el consumo
masivo y el pleno empleo de una población cada vez mejor remunerada y protegida. Sin
embargo, hacia finales de los años sesenta, hubo un retroceso del reformismo y un
desplazamiento hacia la izquierda en el consenso político.

El autor menciona que la aparición de los estados del bienestar y el aumento del gasto en
bienestar social fueron importantes durante la Edad de Oro. También se plantea que la
estabilidad económica de este periodo dependía de la coordinación entre el crecimiento de la
productividad y el aumento de los salarios, así como del dominio político y económico de
Estados Unidos.

LAS DECADAS DE CRISIS-HOBSBAWM CAPITULO 14


1
En los 20 años posteriores a 1973 la URSS y la Europa Oriental colapsaron en un periodo de
crisis e inestabilidad. Se habían acabado los años dorados.
Según los economistas no estaban dadas las condiciones para que se produjera una crisis:
Había progreso tecnológico que permitía una circulación más rápida en el proceso de
producción y por lo tanto la posibilidad de eliminar la acumulación de stock. Si bien los
gobiernos de EEUU y Gran Bretaña estaban comenzando a aplicar algunas políticas
neoliberales, no impedía que el gasto estatal creciera e impulsara la economía.

La crisis económica no se desarrolló de un modo homogéneo en todo el mundo:

En EUROPA la crisis posterior al 73 fue una crisis diferente de la de los años 30, nunca se
produjo una gran depresión y la economía mundial no quebró, aunque la edad de oro había
finalizado.

En los países desarrollados, continuo el desarrollo aunque a un ritmo menor.

El estancamiento no fue durante muchos años. El comercio internacional de productos


manufacturados aumento en los años ochenta. A finales del siglo, los países desarrollados
fueron más ricos que a principios de los setenta y la economía mundial era más dinámica.

RUSIA Y LOS PAISES DEL ESTE EUROPEO sufrieron una caída económica más pronunciada.

La depresión era comparable con la de los años 30.

En los años ochenta, los países ricos que durante los años dorados no habían visto fenómenos
de pobreza, empezaron a ver como esto retornaba y se volvía cotidiano ver mendigos por las
calles. Esta aparición de los pobres era paralela al crecimiento de las desigualdades económicas
desarrolladas con mayor profundidad a partir de mediados de los setenta.

Uno de los fenómenos que origino la crisis fue la pérdida del control de la economía por parte
de los estados. Los gobiernos seguían aplicando la política económica keynesiana tradicional y
no se presentaban alternativas desde la socialdemocracia.

Se generó una disputa entre socialdemócratas y neoliberales, una guerra entre ideologías
incompatibles:

Los neoliberales, afirmaban que este tipo de políticas económicas impedía el control de la
inflación, y proponían recortar los gastos del estado. Defendían la libertad individual absoluta y
no se preocupan frente al crecimiento de las injusticias sociales.
Políticas del consenso neoliberal:
1- Privatizaciones: vender empresas públicas al sector privado.
2- Apertura comercial: reducción del proteccionismo, lo que genera un proceso de
desindustrialización en los países subdesarrollados que favorece a los países desarrollados.
3- Desregulación de los mercados, se debía dejar funcionar al mercado libremente, fin de
precios máximos. Esto contribuyo al proceso inflacionario por un aumento de precios.
4- Flexibilización laboral, el mercado fija los precios de los salarios. En un contexto de
desempleo donde el poder de negociación de los obreros era nulo, los salarios bajan y ante un
aumento de los precios disminuye el salario real de los trabajadores.

Con estas políticas se benefician las multinacionales pero genera un aumento constante de la
pobreza y lleva al aumento de la desigualdad social. Los máximos perjudicados son los obreros.

La tragedia de las décadas de crisis consistió en que la producción prescindía de los seres
humanos a una velocidad mayor en que la economía creaba nuevos puestos de trabajo para
ellos.

Los países europeos del área socialista sofrieron gravemente la crisis y sus gobernantes
comenzaron a pensar en una vuelta al capitalismo, el modelo que tenían en mente era el de la
socialdemocracia europea. Sin embargo el tejido social del área socialista se hizo pedazos a
consecuencias del derrumbamiento del sistema, triunfando las políticas neoliberales.

Los países latinoamericanos fueron ampliamente afectados por la crisis y se endeudaron


enormemente, volviéndose una carga casi impagable y que sigue afectando aun hoy a sus
económicas.

La URSS se derrumbó y estados unidos dejo de ser el único líder económico, por lo cual
termino la era de la guerra fría.

Como consecuencias algunos países se dividieron y aumento el nacionalismo.

La desaparición de las superpotencias implico la desaparición del 3er mundo, así se vio un
efecto globalizador, en el cual la economía trasnacional consolidaba su dominio mundial con
organizaciones que ganaban terreno como las empresas multinacionales, el mercado
monetario internacional y los medios de comunicación global de la era de los satélites.

JOHN MAYNARD KEYNES-GALBRAITH CAPITULO 17

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