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INDEPENDENCIA DE MEXICO

MIGUEL HIDALGO

Miguel Hidalgo y Costilla, conocido como el “Padre de la Patria”, es una


figura emblemática en la historia de México. Nació el 8 de mayo de 1753
en Guanajuato, México. Fue un sacerdote novohispano que inició el
movimiento revolucionario que culminó con la proclamación de la
Independencia de México en 1821. Hidalgo es reconocido por su famoso
“Grito de Dolores” el 16 de septiembre de 1810, donde instó a la población
a rebelarse contra las autoridades coloniales.
El movimiento independentista liderado por Hidalgo no tenía objetivos
claros y las fuerzas revolucionarias estaban desorganizadas 3. Sin
embargo, su llamado a la acción fue fundamental para despertar el espíritu
de independencia en México. Aunque su campaña militar logró tomar
ciudades como Guanajuato y Guadalajara, no logró llegar a la Ciudad de
México. Después de varias derrotas, Hidalgo fue capturado y ejecutado en
Chihuahua en julio de 1811.
El legado de Miguel Hidalgo y Costilla perdura en la memoria colectiva de
México. Su figura es recordada como un símbolo de lucha y resistencia
contra el dominio colonial español. Además, su nombre está presente en
diversos lugares y monumentos en México, como billetes, estados,
alcaldías y estaciones del metro.
Es importante destacar que Miguel Hidalgo no buscaba la formación de
una nueva nación, sino tomar el control de la Nueva España hasta que los
franceses dejaran de ocupar ese territorio y el rey Fernando VII volviera al
poder.

Miguel Hidalgo y Costilla, conocido como “El Padre de la Patria”, es una


figura emblemática en la historia de México. Nació el 8 de mayo de 1753
en una hacienda de Guanajuato. Fue un sacerdote novohispano que inició
el movimiento revolucionario que culminó con la proclamación de la
Independencia de México, en 1821.
Hidalgo estudió en el Colegio de San Nicolás, en Valladolid, Morelia, y se
graduó como bachiller en Teología y Filosofía en la Ciudad de
México. Además de hablar español, dominaba el francés, italiano, tarasco,
otomí y el náhuatl.
En septiembre de 1810, se sumó a los independentistas cuando la
conspiración de Querétaro fue denunciada y muchos de sus participantes
encarcelados. En la madrugada del 15 al 16 de septiembre, realizó el
famoso Grito de Dolores, motivando a la población a levantarse contra el
gobierno. Sus palabras fueron: "¡Viva la religión!, ¡viva nuestra madre
santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva la América y muera el
mal gobierno!".
Junto con Ignacio Allende, lograron reunir a un ejército formado por
aproximadamente 40 mil personas1. Su movimiento logró tomar
Guanajuato y Guadalajara, pero no logró llegar a la Ciudad de México. En
enero de 1811, fue derrotado cerca de Guadalajara, sin embargo, logró huir
hacia Aguascalientes y Zacatecas. En su esfuerzo por seguir avanzando
fue capturado una vez más y condenado a muerte. Fue ejecutado en julio
de 1811 en Chihuahua.
A pesar de que no vio culminar la lucha por la Independencia, su
intervención se recuerda por ser parte de la etapa inicial del importante
movimiento.

La Independencia de México fue un conflicto armado que tuvo lugar en


México entre 1810 y 1821, y que culminó con la creación de la nación
mexicana como un estado soberano, independiente del Imperio Español.
Este movimiento fue liderado por varios personajes históricos, entre ellos
Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, José María Morelos y Pavón, y
Agustín de Iturbide.
El conflicto comenzó con el Grito de Dolores el 16 de septiembre de 1810,
cuando Miguel Hidalgo, un sacerdote católico, llamó a los mexicanos a
levantarse contra el dominio español. A lo largo de los siguientes años,
los rebeldes lucharon contra las fuerzas españolas en una serie de
batallas y conflictos.
En 1821, después de una década de guerra y tras la firma del Plan de
Iguala, México finalmente logró su independencia. El Plan de Iguala
garantizaba la independencia de México bajo una monarquía
constitucional y establecía la igualdad entre españoles y americanos.
La Independencia de México marcó el fin del dominio español en América
y el inicio de una nueva nación. Sin embargo, también fue el comienzo de
un período tumultuoso en la historia mexicana, marcado por conflictos
internos y externos. A pesar de estos desafíos, la Independencia es
celebrada cada año en México el 16 de septiembre como un recordatorio
del espíritu de resistencia y determinación del pueblo mexicano.

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