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La ley con la que se rige el sistema universitario fue promulgada en 1983, pero

sufrió modificaciones en el gobierno de Alberto Fujimori.

Pese a que se han aprobado ocho capítulos, el texto sustitutorio que propone la
nueva Ley Universitaria ha sido muy cuestionado por un sector importante de los
estudiantes, así como autoridades de diversas casas de estudio.

Por su parte, el titular de la Comisión de Educación, Daniel Mora, ha asegurado


enfáticamente, en más de una oportunidad, que este proyecto ha sido expuesto en
distintos foros no solo en Lima, sino también en provincias para que estudiantes de todo
el país conozcan lo que se está debatiendo y aprobando.

En lo que sí se ha coincidido es en el hecho que este texto debe ser leído por todos,
sobre todo estudiantes, a fin de comprender y analizar los beneficios, así como los
perjuicios, que traerían esta nueva ley.

Para ello, se ha insertado en esta nota el texto de la actual ley por la que se rige el
sistema universitario y el proyecto que se debate en la Comisión de Educación.

La primera, la Ley 23733, fue promulgada el 9 de diciembre de 1983, durante el


gobierno de Francisco Belaúnde Terry, aunque tuvo algunas modificaciones en el
régimen de Alberto Fujimori, mediante decretos legislativos y artículos de leyes.

La segunda es la que se está debatiendo en el grupo parlamentario que preside Mora


Zevallos. Hasta el momento, se han aprobado los ocho capítulos iniciales, el resto queda
pendiente de aprobación.

La comisión de Educación del Congreso aprobó el capítulo séptimo de la Nueva Ley


Universitaria que establece el voto universal para elegir a las autoridades académicas, señaló
el presidente de este grupo de trabajo, el legislador Daniel Mora (PP).

“Hoy (lunes) hemos visto el capítulo relacionado a todo lo que es gobierno de la universidad
peruana, se ha aprobado todo el capítulo que contiene muchos artículos y hemos llegado
hasta el artículo 74, ahí se ve la elección universal”, dijo.

Refirió que esta nueva propuesta “cambia drásticamente” el sistema universitario, donde la
elección de las autoridades universitarias será “por lista única”, con el rector y vicerrector en
una sola plancha.

“Si no se alcanza la mayoría se va a segunda vuelta, de ahí con la mitad más uno de los votos
válidos saldrán elegidos el nuevo rector y vicerrector”, indicó al canal del Congreso.

Asimismo, refirió que la elección de decanos también será por voto universal, donde se
establece un número mínimo de asistencia de los docentes y los alumnos.

“Si no se alcanza esos mínimos no hay elección, esto es una forma de (fomentar una) mayor
participación en la vida universitaria de los estudiantes y docentes”, subrayó.
También dijo, que la propuesta aprobada y que será debatida en el Pleno del Congreso,
establece que “no hay reelección inmediata” ni participación de un rector o un vicerrector en
elección alguna, en los siguientes cinco años que terminan sus cargos.

El legislador Mora destacó que el proyecto de ley, establece al igual que la reforma
magisterial, que los profesores que estén procesados por delitos por terrorismo o estén
condenados, “no podrán ejercer la docencia hasta que su situación no quede clarificada”.

Para el caso de los requisitos para ser rector, se establece que debe contar con un grado
académico de doctor, tener 20 años de ejercicio de docencia universitaria y, cinco años en la
categoría de doctorado.

Aquí les presentamos una cronología de los siete primeros capítulos aprobados por la
Comisión de Educación, que sostienen que sí habrá autonomía universitaria pese a la
creación de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, institución que
amenaza con reemplazar a la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) y al CONAFU.

CAPÍTULO I

En este punto del proyecto (disposiciones generales), discutido y aprobado por la


comisión el 4 y 10 de junio, se considera que el objetivo es normar la creación,
funcionamiento, supervisión, transparencia y cierre de las universidades, así como
considerar los principios y funciones del modelo institucional.

Del mismo modo, se subraya la autonomía de cada universidad, pese a la creación de la


Superintendencia Nacional de Educación Universitaria. La Policía Nacional y el
Ministerio Público sólo pueden ingresar a la universidad por mandato judicial o pedido
expreso del rector.

CAPÍTULO II

Aprobado el 11 de junio (creación Superintendencia Nacional de Educación


Universitaria ), es el que ha recibido críticas y cuestionamientos porque se norma la
creación de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, institución que
estaría lista sesenta días después de una eventual promulgación de esta ley.

Con la creación de la SUNAEU adscrita al Ministerio de Educación, ésta se encargará


de la supervisión de la calidad de educación, además de fiscalizar el uso de los recursos
de las universidades. También podrá autorizar el funcionamiento de universidades
públicas y privadas, cosa que en la actualidad lo hace el CONAFU.

Además, su cuerpo directivo estará conformado por nueve integrantes. Un representante


del Ministerio de Educación, uno del CEPLAN, uno del CONCYTEC, dos de las
universidades públicas, dos de las universidades privadas, uno de los colegios
profesionales y uno del sector empresarial. Entre estas nueve personas, se elegirá al
presidente de la superintendencia.
Esta institución podrá decidir la cancelación de la acreditación de una universidad, es
decir, dispondrá el cierre de una casa de estudios, así como de alguna de sus facultades
o escuelas profesionales que no se adecuen al estándar que se normará.

CAPÍTULO III: CREACIÓN Y AUTORIZACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO


DE UNIVERSIDADES

En este capítulo (creación y autorización del funcionamiento de universidades), antes de


la constitución de una universidad pública o privada, se requiere el visto bueno
favorable de la SUNAEU. Además, debe tener al menos dos facultades en las que sus
escuelas profesionales propuestas tengan que satisfacer la demanda cuantitativa y
cualitativa.

Aprobado el 14 de junio, indica los requisitos para la creación de universidades públicas


y las disposiciones para la autorización del funcionamiento provisional de universidades
privadas, la cual no será mayor a los cinco años de autorización.

CAPÍTULO IV

Aquí (evaluación, acreditación y certificación) el proyecto indica que el Sistema


Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa
(SINEACE) establecerá los procesos de evaluación, acreditación y certificación para el
mejoramiento de la calidad educativa, los cuales serán obligatorios.

En tanto, el Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la


Educación Superior Universitaria (CONEAU), que depende del SINEACE, acreditará
las carreras o instituciones de educación superior universitaria o validará aquellos
procesos de acreditación realizados por entidades autorizadas.

El contenido importante de este capítulo, aprobado el 14 de junio, es el que señala que,


si las facultades de una universidad no logran acreditar su calidad en tres evaluaciones
inmediatas, serán clausuradas y disueltas por la Superintendencia Nacional de
Educación Universitaria.

CAPÍTULO V

Aunque en este capítulo (organización académica), aprobado el 18 de junio, se subraya


la función de la universidad y sus facultades, así como de los departamentos
académicos, la parte más relevante es en la que se modifica los requisitos para la
obtención del bachillerato y el título profesional, maestría y doctorado.

El estudiante, una vez que culmina sus ciclos académicos exigidos por la universidad,
podrá lograr el grado de bachiller elaborando, presentando y sustentando una tesis de
investigación. De tal modo, se eliminará el bachillerato automático.

Asimismo, para la obtención de la titulación profesional, el bachiller podrá sustentar una


segunda tesis o presentar un trabajo de suficiencia profesional. También deberá
demostrar el conocimiento de un idioma extranjero o una lengua nativa.
Para obtener una maestría, el titulado tendrá que aprobar al menos 48 créditos o cuatro
semestres académicos, además de elaborar una tesis de carácter original conforme a la
especialidad estudiada. Además, deberá dominar un segundo idioma o una lengua
nativa.

En tanto, para obtener el grado de doctor, el magíster deberá concluir satisfactoriamente


los seis semestres de estudio o los 64 créditos, presentar una tesis de máxima
rigurosidad académica y de carácter original y dominar dos idiomas extranjeros, de los
cuales uno puede ser reemplazado por una lengua nativa.

CAPÍTULO VI

Esta parte del proyecto (investigación), aprobado el 24 de junio, no ha tenido mayores


cuestionamientos, porque en ella se considera a la investigación como una función
esencial y obligatoria de cada universidad, que tendrá la labor de propiciarla, fomentarla
y realizarla. Las universidades públicas o privadas deberán participar en la elaboración
y formación del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Asimismo, se establece que los gobiernos regionales destinarán el 20 % de los recursos


percibidos por el canon a las universidades públicas de su zona, para la inversión en
investigación científica y tecnológica. En ningún caso, este dinero puede ser utilizado
para el pago de retribuciones o remuneraciones.

CAPÍTULO VII: ELECCIÓN DE RECTOR Y VICERRECTORES

Este capítulo (elección de rector y vicerrectores) es el recientemente discutido el lunes 1


de julio por la comisión sobre la elección del Rector, Vicerrector Académico y
Vicerrector de Investigación, quienes, según el proyecto serán elegidos mediante voto
universal y ya no como se hace en la actualidad, donde sólo la Asamblea Universitaria
está encargada de la elección.

Tanto docentes como estudiantes y graduados podrán participar en la elección de las


autoridades universitarias, aunque sus votos no tendrán el mismo valor, por la existencia
de la ponderación. Los docentes ordinarios tendrán los dos tercios de los votos, mientras
que el tercio restante recaerá en los estudiantes matriculados y graduados.

Un punto importante es que aquellos doctores (requisito indispensable tener doctorado),


que aspiren a ser rectores tendrán que conformar una lista única al lado de los
postulantes a vicerrector académico y vicerrector de investigación.

La lista ganadora tendrá que obtener más del 50 % de los votos, caso contrario, se irá a
una segunda vuelta con las dos planchas que alcancen los dos primeros puestos en la
votación primaria. En este proyecto de la nueva Ley Universitaria no se contempla la
reelección inmediata. Aún falta debatir y aprobar nueve capítulos antes de ser
programada la fecha de debate en el pleno del Congreso.

El dictamen de la nueva Ley Universitaria, compuesta por 140 artículos, ya no será


aprobada en esta legislatura del Congreso, pero ha abierto una discusión sobre los
cambios impostergables para una educación superior de calidad en nuestro país.
La reforma elaborada en base a 49 proyectos de ley y centenares de propuestas presentadas por
autoridades y organizaciones universitarias no ha estado exenta de polémicas debido a los
capítulos aprobados hasta ahora.

La comisión presidida por Daniel Mora (Perú Posible) ha aprobado, hasta el momento, los
primeros seis capítulos de un total de 16. La principal polémica gira en torno a la creación de la
Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunau), órgano que reemplazaría a la
Asociación Nacional de Rectores (ANR) y al Consejo Nacional para la Autorización del
Funcionamiento de Universidades (Conafu). Según las autoridades universitarias, con esto se
vulneraría su autonomía.

1. Sunau regula
Tras las disposiciones generales, el segundo capítulo de la ley norma la creación de la Sunau
que, adscrita al Ministerio de Educación, se encargará de la supervisión de la calidad educativa,
además de fiscalizar el uso de los recursos. También podrá autorizar el funcionamiento de
universidades, tarea que cumple la Conafu. Un punto polémico es la presencia en su consejo
directivo de un representante del sector empresarial. Además, podrá decidir la cancelación de la
acreditación de una universidad, es decir, dispondrá su cierre. 35 universidades públicas y
privadas, la Federación Nacional de Docentes Universitarios y la Federación de Estudiantes
(FEP) han advertido que las competencias de la Sunau violan el artículo 18 de la Constitución,
que dispone que cada centro se rige por sus estatutos.

2. Creación y funcionamiento
En el Capítulo III se señala que para constituir una universidad, pública o privada, se requiere la
opinión favorable de la Sunau. Debe tener al menos dos facultades, y las carreras propuestas
tienen que satisfacer la demanda. Además
se señalan los requisitos para la creación de universidades y las disposiciones para la
autorización de funcionamiento provisional de universidades privadas, que no será mayor a los
cinco años.

3. Acreditación
En el cuarto capítulo se indica que el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y
Certificación de la Calidad Educativa (Sineace) establecerá estos procesos para el mejoramiento
de la calidad educativa de forma obligatoria. En
tanto, el Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación
Superior Universitaria (Coneau), que depende del Sineace, acreditará a las universidades o
validará procesos de acreditación externa. Si
una universidad no logra acreditar su calidad en tres evaluaciones inmediatas, será clausurada y
disuelta por la Sunau. Por este punto, la ANR ha pedido la suspensión del debate en el
Congreso.

4. Tesis obligatoria
Según el quinto capítulo, el grado de bachiller se obtendrá a través de una tesis. Se eliminará el
bachillerato automático. Para la licenciatura, además de una tesis, se deberá demostrar el
dominio de un idioma extranjero o una lengua nativa.

5. Más investigación
Se acordó que las universidades públicas destinarán para la investigación, como mínimo, un
10% de sus recursos autogenerados y no menos del 15% del presupuesto estatal, además del
canon. En el caso de las privadas, destinarán no menos de un 15% de su presupuesto, porcentaje
que debe incrementarse hasta un 25% en diez años.

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