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NARRATIVA

Ab ovo, in media res y extrema res

Cuento: No solo los perros lamen

Ab ovo
Una niña de 9 años, hija única y de padres pudientes de gran influencia tenía todo lo que
hubiese querido y deseado una niña, pero con una soledad incomparable.Sus padres solían
salir a fiestas y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.

Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y
el perro se volvieron inseparables.

Incluso crearon un vínculo especial, el perro se metía debajo de la cama a dormir con ella
todas las noches y cuando la niña se sentía angustiada o asustada asomaba la mano por
debajo de la cama y se dejaba lamer la mano por el perro, era como un código entre ella y
el perro, y ella se tranquilizaba.

Una noche, los padres se pasaron a despedirse de la niña antes de ir a una cena, estos se
fueron como muchas otras veces y pronto la niña se sumió en un sueño profundo. En la
noche, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Ella
temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese entonces sintió la húmeda lengua del
perro y se tranquilizó, poco después se quedó durmiendo de nuevo.

Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso, el perro no estaba debajo de
la cama como de costumbre, ella bajó las escaleras de su gran casa hasta el pasillo del
recibidor, para encontrarse con una desagradable sorpresa, su perro estaba ahorcado en el
pasillo con una herida enorme en el estómago, y en el espejo del recibidor rezaba un
mensaje que decía; "No sólo los perros lamen".

In Media res

Era una noche oscura, una pequeña niña se encontraba apunto de irse a dormir después de
que sus padres se hubieran ido como muchas otras veces y al meterse a la cama no tomó
mucho tiempo para que la niña se sumiera en un sueño profundo. En la noche, un fuerte
ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes pero en cuanto bajó la
mano de repente pudo notar algo…

Aquella niña era hija única y de padres pudientes de gran influencia tenía todo lo que
hubiese querido y deseado una niña, pero con una soledad incomparable.Sus padres solían
salir a fiestas y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola. Todo cambió cuando le
compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron
inseparables.

Incluso crearon un vínculo especial, el perro se metía debajo de la cama a dormir con ella
todas las noches y cuando la niña se sentía angustiada o asustada asomaba la mano por
debajo de la cama y se dejaba lamer la mano por el perro, era como un código entre ella y
el perro, y ella se tranquilizaba.
Y he aquí donde nos encontramos puesto que una de tantas noches sus padres tenían que
ir a una cena importante, pero la pequeña tan acostumbrada solo se fue rápido a dormir con
su gran guardián aquel perro, a mitad de la noche la niña pudo notar ruidos extraños, eran
como rasguños que llegaban a escucharse silenciosos al inicio y conforme a los segundos
que pasaban los rasguños se hacían cada vez más agresivos, tanto fue el miedo que bajo la
mano para que su perro la tranquilizara y así lo hizo y pronto volvió a dormirse, no pasó
tanto tiempo cuando escucho gotas caer de la regadera, comenzó a sentirse algo inquieta y
una última vez bajo la mano para que su perro le lamiera la mano… En cuanto bajó la mano
sintió la lengua húmeda y cálida de su peludo amigo y regresó a conciliar el sueño.
Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso, el perro no estaba debajo de
la cama como de costumbre, ella bajó las escaleras de su gran casa hasta el pasillo del
recibidor, para encontrarse con una desagradable sorpresa, su perro estaba ahorcado en el
pasillo con una herida enorme en el estómago, y en el espejo del recibidor rezaba un
mensaje que decía; "No sólo los perros lamen".

In extrema res

Una pequeña se había levantado frenéticamente buscando algo o alguien… buscaba por
toda su casa con desesperación, cuando la bajó las escaleras de su gran casa hasta el
pasillo del recibidor, para encontrarse con una desagradable sorpresa, su perro estaba
ahorcado en el pasillo con una herida enorme en el estómago, y en el espejo podía notar un
escalofriante mensaje…

Pero a todo esto ¿dónde estaban sus padres? o si quiera ¿que tenía de especial ese
camino o el porque todo había dado un vuelco tan escalofriante?
Aquella niña era hija única y de padres pudientes de gran influencia tenía todo lo que
hubiese querido y deseado una niña, pero con una soledad incomparable.Sus padres solían
salir a fiestas y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola. Todo cambió cuando le
compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron
inseparables.

Incluso crearon un vínculo especial, el perro se metía debajo de la cama a dormir con ella
todas las noches y cuando la niña se sentía angustiada o asustada asomaba la mano por
debajo de la cama y se dejaba lamer la mano por el perro, era como un código entre ella y
el perro, y ella se tranquilizaba.
Y he aquí donde nos encontramos puesto que una de tantas noches sus padres tenían que
ir a una cena importante, pero la pequeña tan acostumbrada solo se fue rápido a dormir con
su gran guardián aquel perro, a mitad de la noche la niña pudo notar ruidos extraños, eran
como rasguños que llegaban a escucharse silenciosos al inicio y conforme a los segundos
que pasaban los rasguños se hacían cada vez más agresivos, tanto fue el miedo que bajo la
mano para que su perro la tranquilizara y así lo hizo y pronto volvió a dormirse, no pasó
tanto tiempo cuando escucho gotas caer de la regadera, comenzó a sentirse algo inquieta y
una última vez bajo la mano para que su perro le lamiera la mano… En cuanto bajó la mano
sintió la lengua húmeda y cálida de su peludo amigo y regresó a conciliar el sueño.

A la mañana siguiente se percató de la ausencia de su peludo amigo y frenéticamente


buscaba por su casa notando ciertas manchas de sangre que llevaban hacia las escaleras y
luego hacia el baño, la niña se aproximó y descubrió lo menos pensado… su perro estaba
ahorcado en el pasillo con una herida enorme en el estómago, y en el espejo del recibidor
rezaba un mensaje que decía; "No sólo los perros lamen".

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