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CAPÍTULO I: ANTECEDENTE HISTÓRICO DEL CONTRATO DE FRANQUICIA

1.1. Origen

De acuerdo a los antecedentes recopilados por Morejón Grillo, el origen de la franquicia se


remontaría a la Edad Media, donde el soberano concedía un privilegio a sus súbditos, a través de
las llamadas “Cartas Francas”, las cuales otorgaban diferentes concesiones especiales como, por
ejemplo, para caza y pesca. La función que cumplían las Cartas Francas, en ese entonces,
constituyeron las bases para el origen del sistema que conocemos actualmente. En este mismo
sentido, la British Franchise Association enfatiza el desarrollo histórico de la franquicia en la edad
media en Gran Bretaña, señalando que los señores Feudales y la Iglesia Católica concedían a
algunas personas los derechos de parte de una tierra, permitiendo que actuaran en nombre de
alguno de ellos para la recolección de diezmos o tributos, donde un porcentaje de lo cobrado iba
para las arcas del recolector. Estas ideas iniciales de franquicia, con las características descritas, se
extenderán de manera global después de la Revolución Francesa, para convertirse en un sistema
más cercano al que actualmente conocemos. La franquicia comercial tal como la conocemos
actualmente, tuvo inicio en el siglo XIX en Estados Unidos. En 1850, Singer Sewing Company
radicada en Stamford, Connecticut (Singer), utilizó este sistema para distribuir y vender sus
máquinas de coser y así sembró lo cimientos de lo que más adelante representaría el sistema
moderno de la franquicia. Singer decidió otorgar una serie de franquicias a empresarios
independientes interesados en comercializar sus máquinas de coser, permitiéndoles vender sus
productos y usar su marca en conexión con aquella actividad de comercialización.

La doctrina en general coincide en señalar que este caso es la fuente del sistema moderno de la
franquicia. Debido al éxito de Singer, General Motors decidió adoptar el mismo sistema de
distribución comercial para expandir su negocio. The Coca-Cola Company no fue ajena al
crecimiento de la franquicia, y en 1899, dos inversionistas en Chattanooga persuadieron al
presidente de la Compañía de que les otorgara los derechos para vender Coca-Cola en botellas en
casi todo el país. Estos inversionistas, finalmente, establecieron la primera embotelladora del
mundo. A partir de ello, se franquiciaron las embotelladoras de Coca-Cola por todo el mundo con
el derecho de distribución de los productos bajo la marca del franquiciante en zonas donde se
respetaba cierta exclusividad.

No obstante lo expuesto, el punto más alto del desarrollo de la franquicia llegaría después de las
experiencias señaladas, exactamente luego de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia del
escenario económico postguerra en los Estados Unidos, apareció el sistema que en la actualidad es
el estandarte de la franquicia mundial: McDonald’s. Debido al éxito y al gran número de ventas del
restaurante de los hermanos Maurice y Dick McDonald, el señor Ray Kroc les propuso ampliar el
negocio. Por ello, lo que inicialmente era un restaurante familiar tuvo que convertirse en una
corporación para poder desarrollar un sistema que pudiera transmitirse a través del modelo de la
franquicia.

1.2. Evolución histórica y desarrollo

El desarrollo de la franquicia tuvo un crecimiento territorial generalizado, adaptándose de acuerdo


al desarrollo económico de cada sector de la industria y de cada país. Sudamérica también fue
partícipe, concentrándose inicialmente en países de economías en crecimiento en ese entonces,
como Brasil y Argentina.

1.2.1. En España

España ofrece un amplia gama de apetitosos negocios en el sector de las franquicias. En materia
de propuestas y desarrollo de franquicias, este país está dentro de la vanguardia europea, pues
alberga las marcas que encabezan las tendencias en moda, alimentos y entretenimiento del Viejo
Continente.

La principal oferta de las franquicias ibéricas está constituida por hoteles y restaurantes, moda y
confección, tiendas especializadas, decoración, mobiliario y textiles, inmobiliarias, tintorerías,
cafeterías, belleza y cosméticos.

El crecimiento de la franquicia española lo registran dos de las más importantes consultoras de ese
país: Tormo & Asociados y Barbadillo Asociados en sus respectivos informes anuales. Ambas
coinciden en que, a pesar de que España entró tarde al sistema de franquicias, sus marcas
reportan amplias ganancias y crecimiento en sus niveles de facturación.

La Asociación Española de Franquicias (AEF), reporta que de sus 100 asociados, el 86% son de
origen nacional y el 14% son de origen extranjero, en su mayoría provenientes de Estados Unidos.
En conjunto, las franquicias del país ibérico facturan alrededor de 13 mil millones de dólares
anuales.

En la actualidad, aproximadamente el 20% de las marcas españolas tiene planes de exportar su


concepto de negocio al extranjero y la mayor parte de ellas pertenece a los sectores de hotelería,
alimentos preparados y moda- confección.

1.2.2. En Italia

Italia ha entrado un poco tarde al negocio de las franquicias en comparación de algunos otros
países de Europa. A pesar de esto, Italia lleva una buena marcha ya que ha incrementado el
número de empresas franquiciantes.

Recordemos que Italia basa gran parte de su economía en Pymes, a las cuales les da el suficiente
apoyo, es decir, que el gobierno promociona más la compra de artículos de marcas nacionales que
extranjeras.

De acuerdo a un informe expedido por la Asociación de Franquiciatarios en Italia (Assofranchising),


de las 436 franquicias que existían en 1995 hemos pasado a más de 606 en el año 2001. Con
respecto a nivel de facturación de las franquicias Italianas se ha registrado un total de 13, 849
millones de Euros que equivalen aproximadamente a 18, 368 millones de dólares.

Otro dato significativo para ver el momento en el que se encuentran las franquicias en Italia es el
porcentaje de puntos de venta en este régimen que han cerrado en el último año, que es del
2,71%. La buena marcha de las franquicias ha supuesto también que en el 2003 se hayan renovado
un 92,87% de los contratos de franquicia que estaban llegando a su fin en su término.

La internacionalización de la franquicia en Italia cuenta con dos vertientes: la importación y la


exportación de las franquicias. Italia tiene varias enseñas muy potentes y ha conseguido salir al
exterior con éstas. En España por ejemplo hay presentes 122 franquicias con origen en otros
países de las cuales, Italia con 19 es el tercer exportador tras EEUU y Francia, según datos de la
Asociación Española de Franquicias. Sin embargo, España ha exportado ya 13 franquicias con éxito
a Italia. En este apartado se estudian concretamente las franquicias extranjeras que se han
implantado en Italia .Los países exportadores de franquicias a Italia son cuatro principalmente:
Estados Unidos, Francia y Reino Unido, quedando España por detrás.

En lo que concierne a la actividad de las franquicias extranjeras, el sector servicios es el que atrae
más franquiciados. Los artículos para la persona, que comprenden moda, accesorios, etc., también
representan una porción importante de las franquicias. Hay que tener en cuenta que Italia es un
país en el que el aspecto físico y la moda se valoran mucho, por lo que es consecuente que gran
parte de las franquicias se dediquen a este sector

1.2.3. En Francia

Una de las mejores ideas de expansión empresarial que ha venido desarrollándose con éxito desde
los años setenta es la franquicia; algunos de los pilares de este sistema son Saint-Algue, peinador
oficial de Miss Francia.

En cifras publicadas por la Federación Francesa de la Franquicia, el mercado francés cuenta con
719 redes que cubren más de 33.260 empresas generando un volumen de negocios de más de 33
mil millones de euros. La franquicia francesa representa alrededor de 40% del mercado
franquiciatario europeo. Las franquicias extranjeras en Francia representan únicamente diez por
ciento. El sector de servicios es aún minoritario con respecto al de los productos. Este último
representa cerca de 55% de la franquicia global. Los servicios son, sin embargo, un sector dinámico
y en evolución constante ya que siguen progresando y representan 40% de las redes.

Dentro de las franquicias más novedosas se puede mencionar el grupo Buro Facility International
(BFI), cuyo concepto es el de una nueva generación de centros de negocios creada por François de
Sonis. El centro experimental abrió sus puertas en La Défense, el corazón económico de París y
cuenta con una superficie de 2 mil m- en los que pone a disposición un conjunto de facilidades y
servicios para empresas, tales como salas de reunión, telecomunicaciones y servicios a la carta:
asesoría jurídica, traducciones, mercadotecnia y secretariado bilingüe, por ejemplo.

El mercado de la franquicia francesa es relativamente joven. Se prevé un desarrollo constante de


este tipo de comercio ya que, según la conocida frase, francesa "no cuentan con petróleo pero, sí,
con ideas.

1.2.4. En los EE. UU de Norteamérica

En Estados Unidos, cuando se habla de expandir un negocio, una de las primeras opciones que se
consideran son las franquicias. Por eso es que, en este país, se abre una franquicia cada ocho
minutos.

La Asociación Internacional de Franquicias recientemente publicó un estudio en cual señala que


actualmente existen 1.500 compañías de franquicias operando en Estados Unidos, con una
presencia de más de 316 mil unidades franquiciadas y más de 9 millones de personas empleadas
en establecimientos franquiciados.
Según el estudio, la tendencia de franquicias con oficinas pequeñas o que operan en el hogar se ha
incrementado de manera considerable en Estados Unidos, ya que constituyen un mecanismo de
entrada ideal para el pequeño inversionista. Las compañías franquiciadoras con mayor presencia
en Norteamérica son las de comida rápida, específicamente pizzas, helados y tiendas de café,
seguidas por las de servicio de cuidado personal, tales como centro de bronceado y programas
para pérdida de peso.

1.2.5. En Sudamérica

1.2.5.1 Argentina

El desarrollo más importante del mercado de franquicias en Argentina se inicia en los primeros
años de la década del ’90. Si bien el fenómeno dio sus primeros pasos en la década del ’70, época
en la cual abrieron sus puertas 115 locales bajo el régimen de franquicias, cobró impulso en la
década del ’90, en la que existieron más de 2200 locales franquiciados, de los cuales
aproximadamente el 90% comenzaron a operar en esa década. Para entender este fenómeno,
debemos entender qué pasó en la economía de nuestro país en esos años. En los años ’90 se
realizaron profundas y drásticas reformas económicas con el fin esencial de reformar el Estado,
privatizar las empresas y servicios públicos y abrir la economía al mundo. El eje de la reforma
económica fue la Ley de Convertibilidad sancionada en 1991, congelando el valor de un peso en un
dólar. Esto generó una sustitución de la producción local por importaciones de bienes y servicios,
ya que era mucho más barato importar que producir bienes y servicios locales, porque la
productividad del sector externo era superior que la nacional. En 1995, la economía local se vio
afectada negativamente por el llamado Efecto Tequila, que provocó un aumento inédito de la
desocupación a nivel nacional hasta un 18,4%. También se revirtió la tendencia descendente del
índice de pobreza, que en el aglomerado del Gran Buenos Aires (el más importante del país), entre
1990 y 1994 había llegado a un mínimo del 16,1%. A excepción de 1995, en la década del 90’ la
economía creció fuertemente hasta mediados de 1998.

El sistema de franquicia en la Argentina no estuvo ajeno a los vaivenes económicos. Con la


apertura de la economía y la globalización, en la primera mitad de la década del ’90, ya sea con
apertura de filiales o a través de distribuidores locales, las marcas internacionales hicieron pie en
una economía en franco crecimiento. Los efectos de la globalización fueron cada vez más fuertes
en el mundo de los negocios y las marcas internacionales abrieron franquicias en Argentina (el
90% de los conceptos eran extranjeros). Como consecuencia de ese desarrollo, a fines de los ’90
nace la Asociación Argentina de Franquicias, el sistema de franchising se hace conocido y lo
adoptan las empresas nacionales. La crisis del 2001 llevó a que la mayoría de las marcas
extranjeras se retiraran del mercado e irrumpieran los conceptos nacionales. El mercado de
franquicias en la Argentina suma actualmente más de 640 marcas franquiciantes en el territorio
argentino, con 27.500 puntos de venta, generando 194.500 empleos directos. En 2013 el sector
facturó $ 75.229 millones.7 Los números de la industria de las franquicias en la Argentina para el
2014 arrojan los siguientes guarismos: el franchising canaliza el 22% de las ventas minoristas, lo
que representó el 2% del PBI nacional. El sector crece a un promedio anual del 14%. Mientras, el
96% de los franquiciantes afirma que volvería a expandirse mediante esta vía.

1.2.5.2. Uruguay
En Uruguay el sector correspondiente a las franquicias comenzó a tener auge hasta los 80', ya que
en ese entonces las personas vieron una nueva oportunidad de negocios, iniciándose como
franquiciatarios, a pesar de las grandes exigencias que requerían las empresas franquiciantes
provenientes de EE.UU., principalmente.

Las estadísticas que recientemente se tienen del país con respecto al sector de franquicias son del
año 2001, en el cual se contempla un total de 175 franquicias tanto internacionales como
nacionales, predominando las internacionales como es el caso de McDonald's, Burger King, Pizza
Hut, Blockbuster y Subway Restaurants.

Uruguay es un país que aún se encuentra en vías de desarrollo por lo tanto encontramos
estadísticas relativamente bajas en cuanto a franquicias se refiere, es importante decir que
Uruguay cuenta con tan solo el 30% de marcas nacionales y el resto pertenece al mercado
internacional, es decir que es un país meramente importador.

1.2.5.3. Venezuela

De acuerdo a la Cámara Venezolana de Franquicias el índice del sector continúa aumentando


mejorablemente. Los datos que en la actualidad proporciona dicha Cámara, son que existe un
total de 260 empresas franquiciantes y 1300 franquiciatarios; lo cual ubica al país en el 3er lugar a
nivel Latinoamérica en cuanto a desarrollo de franquicias se refiere; sólo se encuentra atrás de
México y Brasil, pero por encima de países como Argentina y Chile.

Con respecto a los pronósticos referentes a este país los analistas esperan que en 4 años el
crecimiento de empresas franquiciantes aumente en un 50%, para poder satisfacer las
necesidades de su creciente población.

Es necesario resaltar que en Venezuela, como en la mayoría de los países latinoamericanos, existe
una gran influencia por parte de EE.UU. con la introducción de las franquicias de comida rápida
como lo es Mc Donald's y Domino's Pizza.

CAPÍTULO II: EL CONTRATO DE FRANQUICIA EN EL PERÚ

2.1. Etimología y definiciones de Franquicia

Si bien existen innumerables definiciones, en línea con nuestra experiencia jurídica y de negocios,
conceptualizamos esta institución como: El formato de negocios por el cual el Franquiciante
concede al Franquiciado, por un tiempo y para un territorio determinado, el derecho de usar una
marca o nombre comercial, transmitiéndole los conocimientos técnicos necesarios que le
permitan instalar, operar y comercializar bienes o servicios con métodos uniformes a cambio de
contraprestaciones previamente convenidas.

En concordancia con la definición propuesta, Aníbal Sierralta Ríos la define como “una operación
comercial entre varios sujetos, de los cuales uno es con frecuencia una persona jurídica, a través
de la cual esta última, que es propietaria de un nombre, marca o proceso coloca a disposición de
otra persona el derecho de utilizar, mediante pago u otra remuneración, una colección de
productos o servicios, originales o específicos, para explotarlos obligatoria y totalmente, bajo
técnicas y procesos comerciales ya probados, a fin de realizar una efectiva penetración sobre un
mercado determinado y obtener un desarrollo acelerado de la actividad comercial de las empresas
involucradas”.

Así, resulta necesario detallar la existencia de las partes intervinientes en este contrato; el
franquiciante o franquiciador y, por otro lado, el franquiciado o franquiciatario. El franquiciante es
la persona que decide expandir su negocio, red de producción o distribución de bienes y/o
servicios, mediante la participación de terceros con capital de inversión. Es el propietario del
sistema original que busca la inversión de terceros, basado en el éxito de su negocio. El
franquiciante, en otras palabras, es quien temporalmente presta su nombre, marca y sistema para
hacer un determinado negocio, cediendo los derechos de uso de su marca y brindando asistencia
técnica. Por su parte, el franquiciado es quien hace uso de la marca, realiza el negocio y paga
contraprestaciones periódicas, así como un derecho de entrada o derecho inicial para hacer el
negocio con el nombre y sistema del franquiciante.

2.1.1. Definiciones doctrinarias

Parte importante de la doctrina califica a la franquicia como un contrato de colaboración


empresarial, que implica - básicamente - un modelo de colaboración entre distintas empresas
independientes; a fines de que, por medio de la acción común entre las mismas, se logre el
desarrollo de los negocios en forma más eficaz. El franquiciante pone a disposición del
franquiciado dos elementos: una técnica empresarial para asegurar el éxito de la franquicia y un
producto, una marca que goza de una fama y buen nombre en el mercado.

Para Josefa A. Echevarria Saenz, el contrato de franquicia es aquel que reúne a comerciantes
jurídicamente independientes que median en el sector de bienes o servicios y que corren con el
riesgo económico de sus operaciones, en un sistema económico racionalizado de empresas en el
que un empresario franquiciador, mediante un sistema de contratos múltiples dotados de
prestaciones homogéneas, diseña y controla la comercialización de los franquiciados con terceros.

Oswaldo Marzorati define a la franquicia comercial como aquel contrato celebrado por escrito en
el cual el otorgante, por lo general denominado “franquiciante”, ofrece individualmente a muchos
tomadores, que forman un sistema de distribución de su producción para vender o distribuir
bienes o prestar servicios de manera exclusiva, un sistema para desarrollar un negocio, con lo cual
crean una relación de asistencia de otorgante a favor del franquiciado con carácter permanente, al
amparo de una marca nombre comercial o enseña, bajo control del franquiciante y de
conformidad con un método, sistema o plan preestablecido por éste, contra el pago de un cánon y
otras prestaciones adicionales.

2.1.2. Definiciones normativa peruana

La franquicia es una operación contractual entre dos o varios sujetos, de los cuales uno es con
frecuencia una persona jurídica, a través de la cual esta última, que es propietaria de un nombre,
marca o proceso (know-how o savoir faire), coloca a disposición de otra persona el derecho de
utilizar, mediante pago u otra remuneración, una colección de productos o de servicios, originales
o específicos, para explotarlos obligatoria y totalmente, bajo técnicas y procesos comerciales ya
probados, a fin de realizar una efectiva penetración sobre un mercado determinado y obtener un
desarrollo acelerado de la actividad comercial de las empresas involucradas
Según la doctrina, no se ha establecido de forma unánime cuál es la naturaleza jurídica del
contrato de franquicia, pero se deduce que se trata de una aglutinación de modalidades de
diversos contratos (marca, licencia, distribución, representación), hay autores que lo califican
como «una de las formas de concesión más recientes

2.1.3. Definiciones jurídico-financieras

Un contrato de franquicia es un instrumento legal por el cual las partes, es decir franquiciante y
franquiciado, establecen los derechos y obligaciones que se deben llevar a cabo para la correcta
aplicación del sistema de franquicias del negocio franquiciado.

Es un contrato atípico, ya que no se encuentra regulado de forma específica en nuestra legislación.


Los contratos de franquicia son trajes a la medida de cada empresa, no existe ni debería usarse
contratos modelo o plantilla para aplicarlos en cada caso. Se recomienda que su elaboración esté a
cargo de profesionales consultores o abogados especializados en franquicias que conozcan
también del concepto a franquiciar.

2.2. Elementos esenciales

A través del contrato de franchising o contrato de franquicia, negocios exitosos de otros lugares
del planeta, han podido replicarse en lugares distintos y muchas veces lejanos, a sus
establecimientos originarios. El contrato de franchising, en nuestro país, no se encuentra regulado
en una ley especial que lo defina y que le otorgue una disciplina particular propia. Es decir, es un
contrato atípico. Por ello, la búsqueda de los elementos esenciales del contrato de franquicia, la
efectuaremos a la luz de las distintas definiciones aportadas por la doctrina, entendiendo al igual
que Kleidermacher, que si bien existen en su definición múltiples variables, "es posible ensayar
algunas definiciones que lógicamente ayudan a la sistematización y, por ende, a la comprensión
del instituto.

Indicamos a continuación, algunas definiciones acerca del contrato de franchising, que nos
permitirán extraer aquellos elementos indispensables o tipificantes de esta figura:

Bajo la perspectiva del autor argentino Marzorati:

"La franquicia comercial es aquel contrato celebrado por escrito en el cual el otorgante, por lo
general denominado franquiciante' ofrece individualmente a muchos tomadores, que forman
parte de un sistema de distribución de su producción para vender o distribuir bienes o prestar
servicios de manera exclusiva, un sistema para desarrollar un negocio, con lo cual crean una
relación de asistencia del otorgante al franquiciado con carácter permanente, al amparo de una
marca, nombre comercial o enseña, bajo el control del franquiciante y de conformidad con su
método, sistema o plan preestablecido por éste, contra el pago de un canon y otras prestaciones
adicionales.

A nuestro entender, la definición de Marzorati, contiene elementos que no necesariamente son


indispensables en un contrato de franchising (por ejemplo, la exclusividad, la formalidad escrita, la
pluralidad de tomadores o de franquiciados). Por ello, nos parece más conveniente, recurrir a la
definición de Khan la cual de una manera muy sucinta y clara, establece que, a través de un
contrato de franquicia, "el franquiciante entrega en licencia su marca, transmite su know-how y
asiste al franquiciado en su explotación, a cambio de una retribución"

De las definiciones enunciadas, podemos extraer los siguientes elementos comunes, que a nuestro
entender son indispensables para configurar un contrato de franchising:

a) Licencia de Signos Distintivos. No hay franquicia sin el otorgamiento de una licencia, por parte
del franquiciante a favor del franquiciatario, para la utilización de los signos distintivos (marcas,
nombres y lemas comerciales) vinculados a la franquicia. Así lo entiende de manera unánime la
doctrina consultada. Por ello, Kahn afirma que: "Desde el momento de la firma del contrato de
franchising, el franquiciante pone la marca a disposición del franquiciado, quedando a cargo de
éste último su explotación, debiendo velar estrictamente por el respeto de su imagen. La imagen
de la marca es, en efecto, el cimiento de toda franquicia; es el signo de adhesión para el
consumidor a quien se intenta conquistar" (las negritas son nuestras).

b) Know How. La idea de la franquicia no solamente consiste en utilizar un determinado signo


distintivo, sino en reproducir el éxito del negocio del franquiciante, a través de la utilización de los
procesos, ideas y el know how de dicho negocio. La marca o los signos distintivos evocan al
consumidor una serie de características acerca de los productos o servicios identificados con ellos.
La necesidad de ofrecer productos y servicios homogéneos, así como el peligro de una eventual
afectación de la marca, obligan al franquiciante a revelar al franquiciado el know how. Por ello, no
es extraño que autores como Calegari, señalen que el Know How "es el eje central sobre el cual se
desarrolla en concreto el franchising, por cuanto todos los elementos que integran el contrato de
franquicia vienen dentro de un paquete global de un saber hacer personalizado, innovativo y
distintivo que el franquiciador transmite al franquiciado. Por ejemplo, si un consumidor acude a un
establecimiento de una determinada franquicia incentivado por la marca que aparece en el frontis
del respectivo local, espera que en el mismo, se le ofrezcan iguales productos o servicios a los que
ofrece el franquiciante. Como resulta evidente, la utilización de la marca no serviría de nada por sí
misma, pues la idea del franchising supone, como lo hemos anotado, la reproducción de las
características que dieron éxito al negocio del franquiciante.

c) Información, Asistencia Técnica y Formación Permanente a favor del Franquiciado: Estas


obligaciones son de carácter esencial y prioritario en el contrato de franquicia, dado que se
encuentran vinculadas a la aprehensión y la debida aplicación, por parte del franquiciado, del
saber hacer (know how) que se le revela. Además resulta esencial para la necesaria actualización
permanente de los conocimientos transmitidos, pues es común que se produzcan variaciones en
las estrategias comerciales, las técnicas aplicables o puede ocurrir que existan nuevos servicios o
productos a ofrecer.

2.3. El Contrato de franquicia como contrato atípico mixto

A la fecha, la figura del contrato de franchising no coincide plenamente con ninguno de los tipos
legales contractuales existentes en nuestro país. En consecuencia, la primera pregunta que
debemos esclarecer, consiste en saber si es que las distintas prestaciones esenciales que se
incorporan en un contrato de franchising, lo categorizan como un contrato atípico, o si por el
contrario, simplemente responden a una unión de contratos (llamados también contratos
coaligados, los cuales implican la coexistencia de una pluralidad de contratos que pese a su
vinculación, no pierden su propia individualidad y responden circunstancialmente a una necesidad
compleja.

Efectivamente, no es lo mismo una operación elaborada utilizando dos o más figuras contractuales
(típicas o atípicas), las cuales respetan y mantienen intacta su individualidad (coexistiendo tantas
causas como contratos formen parte de dicha operación), que celebrar un contrato atípico, el cual,
puede contener prestaciones pertenecientes a dos o más contratos, pero que implican la
configuración de una entidad distinta de los elementos que lo componen. Precisamente Arce
marca el límite entre ambos fenómenos de la contratación, cuando expresa que “la diferencia
entre el contrato atípico y los contratos coaligados es que, en el primer caso, hay unidad en el
contrato, y en el segundo interesa el fenómeno de la dualidad o pluralidad de contratos”

Al respecto también, Santos Briz ha escrito que debemos excluir del concepto de contrato atípico a
la simple “unión de contratos” los cuales suponen “la mera unión externa de contratos autónomos
contenidos en un solo documento o en una sola negociación verbal pues, dicho supuesto no
implica la existencia de una unidad de causa, sino simplemente la concurrencia de un número
plural de contratos autónomos e independientes, cada uno de los cuales responde a una causa
particular distinta de los otros contratos concurrentes.

2.4. Obligaciones y Derechos de las partes

2.4.1. Del franquiciante

Derechos del Franquiciante:

• Exigir el pago de la remuneración convenida, así como de los derechos de regalía, en caso
de haber sido pactados.

• Vigilar que no se perjudique la imagen del producto o del servicio que le proporciona el
franquiciado.

• Hacer que se respeten sus derechos de propiedad industrial representada por las marcas y
nombres que se ponen a disposición del franquiciado.

• Exigir que el franquiciado se sujete a las disposiciones sobre productos, políticas de ventas,
precios y manuales operativos.

• Tener acceso a la documentación del franquiciado, para supervigilar su adecuada


operatividad.

• Indicación de directrices financieras, comerciales y recursos humanos del franquiciado.

• Determinar un territorio exclusivo para a franquicia.

Obligaciones del Franquiciante:

• Proporcionar al franquiciado los productos, marcas, nombres y en general el Know How


que le permita iniciar y proseguir sus operaciones en forma adecuada.
• Asegurar que las marcas y nombres cuyo empleo le permite actuar al franquiciado son
suyos y no de terceros y responder por los daños que puedan surgir como consecuencia de una
infracción al derecho de esos terceros sobre marcas, nombres, etc.

• Cuando así sea pactado, darle al franquiciado el conocimiento, entrenamiento y


mantenimiento actualizado para su adecuada operatividad.

• No interferir en el manejo de la empresa del franquiciado, pues éste tiene su


administración propia.

• Mantener una política de precios de los productos y servicios que aseguren la adecuada
operatividad del franquiciado.

• Cuidar que el franquiciado reciba los productos que serán colocados por el franquiciante y
facilitarle la formación de un “stock” en caso de haber sido convenido.

• Respetar el derecho de exclusividad que le ha asegurado al franquiciado.

• Realizar las inversiones que sean necesarias para mantener la tecnología debidamente
actualizada y en, condiciones de competitividad en la plaza o mercado donde actúa el
franquiciado.

2.4.2. Obligaciones del franquiciado

Derechos del Franquiciado:

• Recibir oportunamente del franquiciante, los productos que va a comercializar y que estos
sean de la calidad y demás condiciones establecidas en el contrato.

• Recibir asistencia técnica permanente por parte del franquiciante.

• Usar la marca autorizada por el franquiciante.

• De convenirse en la exclusividad, exigir que el franquiciante no opere en el mismo


mercado, ya sea de manera directa, como a través de una filial o vendedores.

Obligaciones del Franquiciado:

• Darle al franquiciante un pago inicial por ingresar a la cadena, adquiriendo el derecho de


utilización de la franquicia y luego abonar periódicamente un canon por uso de marca y las regalías
correspondientes.

• Adecuarse a todos los acuerdos de comercialización y técnicas del franquiciante.

• Adquirir la licencia de utilización de nombre, marca, etc., y dar cumplimiento al programa


de capacitación dictado por el franquiciante.

• Guardar la debida reserva o secreto de toda la información suministrada por el


franquiciante.

• Cumplir con los aportes porcentuales oportunamente convenidos para las campañas
publicitarias.
• Dar intervención al franquiciante en la elección de local o locales en donde se va a
establecer la franquicia.

• Aportes para la elección y puesta en marcha del local.

• Adecuar el sistema informático y contable a los requerimientos del franquiciante.

• Dar cumplimiento a la normativa vigente que regula los distintos aspectos que hacen la
operatividad de la franquicia.

• Mantener el esquema de atención al público y no ceder ni sub franquiciar.

2.5. Caracterización jurídica del contrato de franquicia

El contrato de franquicia es el documento que define el tipo de relación existente entre

el franquiciante y el franquiciatario, determinando qué papel le corresponde a cada uno

en el desarrollo de la franquicia: sus responsabilidades, derechos y limitaciones.

El contrato de franquicia es el documento que define el tipo de relación existente entre el


franquiciante y el franquiciatario, determinando qué papel le corresponde a cada uno en el
desarrollo de la franquicia: sus responsabilidades, derechos y limitaciones.

Es un contrato que facilita la circulación y distribución de los bienes y servicios, ofreciendo cierta
seguridad a la inversión, pues se brinda un producto o servicio, ya introducido y probado en el
mercado.

No es posible hablar de un tipo de contrato general, debido a que deberá ajustarse a la legislación
nacional, a las normas que regulan los contratos comerciales y a su contexto. No obstante, es
posible determinar la existencia de siete características claves en todo contrato de franquicia:

Oneroso, Ya que una de las partes (franquiciatario) obtiene una ventaja a cambio de una
contraprestación en dinero a favor de la otra (franquiciante).

Conmutativo, Porque desde el momento de la celebración cada una de las partes conoce las
obligaciones y ventajas que le corresponden.

No formal, No se exige ninguna forma específica en que deba ser instrumentado.

Atípico, No se encuentra legalmente regulado ni en el Código Civil o ley nacional.

Consensual, Porque queda perfeccionado y genera los efectos jurídicos correspondientes desde el
momento en que las partes manifiestan su consentimiento.

Bilateral, Porque cada una de las partes se encuentra obligada respecto a la otra, existiendo
prestaciones recíprocas para cada una.

Tracto Sucesivo, las obligaciones que se generan para cada parte no se agotan en el momento de
la celebración del contrato, sino que perduran más allá de éste

2.6. Reglas aplicables


Como cualquier contrato, el contrato de franchising requiere para su validez que concurran todos
los requisitos de validez del acto jurídico establecidos en el artículo 140 del Código Civil.

Una vez verificada la validez del contrato celebrado, resultará aplicable, en primer lugar, las
estipulaciones convenidas por las propias partes en el contrato de franchising. Como lo reconoce
el artículo 1361 del Código Civil, los contratos son obligatorios para las partes en cuanto se haya
establecido en ellos.

Como ya se señaló, la Franquicia es un contrato atípico. Dentro de los contratos atípicos, existen
dos modalidades: contratos atípicos con tipicidad social y con- tratos atípicos sin tipicidad social.
La primera modalidad, que es la que nos interesa, son contratos que, a pesar de que carecen de
una regulación legal, cuentan con una regulación particular que viene dada por las "reglas
sociales" (usos y costumbres) y supletoriamente, otras fuentes del derecho. Esto se sustenta en el
aún vigente Código de Comercio que señala "los actos de comercio, se regirán por las
disposiciones contenidas en él y en su defecto por los usos del comercio observados generalmente
en cada plaza". La prevalencia de las reglas sociales se encuentra sustentada además por el
artículo 1353 del Código Civil que dispone que "todos los contratos (...) que- dan sometidos a las
reglas generales contenidas en esta sección, salvo cuando resulten incompatibles con las reglas
particulares de cada contrato. Precisamente las reglas particulares del contrato de franchising son
aquellas que se encuentran en las reglas sociales de esta figura contractual.

Conforme con lo expresado, si es que lo pactado no brinda una solución al in- conveniente
contractual, resultará aplicable, en segundo lugar, las reglas sociales del contrato de franchising,
dado que se trata de un contrato atípico con tipicidad social. Dichas reglas sociales no solamente
se encuentran directamente en los usos y costumbres, sino que son reconocidas también por la
doctrina y la jurisprudencia.

La doctrina y la jurisprudencia, son fuentes de derecho diferentes a los usos y costumbres, sin
embargo, reproducen o reconocen las reglas sociales que los usos y costumbres brindan a esta
figura contractual.

Si es que las reglas sociales no brindan una respuesta al tema planteado, resultarán aplicables las
reglas generales de contratos, conforme lo expresa el artículo 1353 del Código Civil), Asimismo, se
podrán aplicar las disposiciones del Código Civil sobre las obligaciones, conforme con la naturaleza
de la prestación materia de análisis (obligación con prestación de dar, de hacer o de no hacer).

Si es que resulta infructuoso tratar de solucionar el tema planteado con las reglas anteriores,
como última alternativa, se podrá aplicar las reglas de contratos afines al Contrato de Franchising.

Esto último no significa que se desconozca la singular naturaleza del Contrato de Franchising.
Precisamente, reconociendo su esencia particular, como última alter- nativa, puede encontrarse
respuestas a los problemas o inconvenientes que el Contrato de Franchising pueda presentar,
recurriendo a la aplicación de reglas que corresponden a otras figuras contractuales distintas al
Contrato de Franchising.

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