¿Por qué un plan para la seguridad ciudadana y la convivencia
social pacífica? Una sociedad podrá enfrentar su propia violencia en la medida en que permita a sus integrantes una construcción plena de su ciudadanía (Campos, 2010, p. 94). Ecuador ha disminuido de forma considerable los niveles de delincuencia en los últimos años, aspecto reflejado en indicadores como el de homicidios intencionales 1 , situándose, en el año 2017, como el segundo país con la menor tasa de homicidios de América Latina 2 . Estos logros son importantes y alentadores, pero no son suficientes, pues alcanzar una vida libre de todo tipo de violencia debe constituir siempre un tema de primer orden para la sociedad ecuatoriana, en el que todas y todos los ciudadanos somos actores clave. Gran parte de las violencias que subsisten en nuestro país encuentran sus causas en aspectos culturales y estructurales, que deben ser comprendidos y abordados de forma integral. El origen de estas violencias está estrechamente ligado con la discriminación, la falta de educación, la falta de oportunidades, la pobreza, el desempleo, la inequidad, la exclusión social, entre otros factores que generan condiciones que fomentan la violencia en nuestro entorno social. Estos elementos facilitadores de la violencia se constituyen al mismo tiempo en factores de vulnerabilidad para nuestra sociedad. Por otra parte, la globalización ha traído consigo la dinamización de las amenazas tradicionales y el desarrollo de 1 Las cifras oficiales de seguridad ciudadana pueden ser visualizadas por medio del portal http://cifras.ministeriodelinterior.gob.ec/comisioncifras/inicio.php 2 Las cifras de homicidios pueden ser visualizadas por medio del portal https://homicide. igarape.org.br 18 19 nuevas amenazas a la seguridad humana; estas son realidades que generan miedo e interrumpen la paz de nuestra colectividad ciudadana. Entre estas amenazas destacan la delincuencia organizada transnacional; las diferentes economías criminales, el tráfico de drogas, la trata de personas y tráfico ilícito de migrantes; la movilidad humana riesgosa; la afectación a la naturaleza; las conflictividades sociopolíticas; la vulneración de la información, entre otras. En este contexto, la violencia estructural y cultural, y las nuevas amenazas a la seguridad humana constituyen desafíos potentes e impostergables que justifican la creación de una política integral a la que en adelante llamaremos Plan Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia Social Pacífica (PSCCP), un instrumento que busca fortalecer el tejido social y convocar y cohesionar los esfuerzos articulados de todos los actores y actrices estatales y no estatales para consolidar de forma sostenible una sociedad segura y pacífica. No hay duda de que las y los ciudadanos y sus diversas formas de organización son el principal medio y fin de este Plan, cuyo empoderamiento, participación y apropiación son vitales para la sostenibilidad de los impactos a alcanzar para consolidar una sociedad más segura y de paz para todas y todos. Contribuir sustancialmente al desarrollo humano es uno de los propósitos fundamentales de este Plan, concibiendo a la seguridad ciudadana como uno de sus pilares fundamentales, pues facilita la convivencia armónica, el crecimiento económico, el emprendimiento, y por ende el desarrollo colectivo. ¿Qué es entonces el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia Social Pacífica? El Plan Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia Social Pacífica constituye una política pública integral que tiene como objetivo central desarrollar la seguridad ciudadana como un proceso de gobernanza para la construcción de derechos antes que como una restricción de los mismos, a través de la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía, la acción comunitaria para la prevención del delito y la violencia; una justicia accesible, ágil y eficaz; una educación que promueva la convivencia pacífica; el respeto a la ley, en la tolerancia y en la construcción de cohesión social; y, unas capacidades fortalecidas para anticipar, identificar y neutralizar riesgos y amenazas, actuales o futuras,