Iglesia Evangélica de Dios «Boliviana»

DECLARACIÓN DE FE
Artículo 7.- DIOS.- Creemos y enseñamos que hay un solo Dios Trino, creador del cielo y la tierra y
todas las cosas que en ellas hay. Se revela en tres personas, en una sola sustancia unida e inseparable,
manifestado como El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. (Dt.6:4; Mt.3:16, 17; 28:19; 2 Co.13:14; 1 Jn.5:7)
Artículo 8.- JESUCRISTO.- Hay un solo mediador entre Dios y los hombres Jesucristo Hombre,
nació de la virgen María y que fue concebido por el Espíritu Santo, murió en la cruz del Calvario
por nuestros pecados, Resucitó al tercer día de entre los muertos, luego subió al cielo y está
sentado a la diestra del Padre. El, es cabeza de la Iglesia y volverá para llevar a su Iglesia; sin
mancha, ni arruga. (Ef. 1:5-7; 5:23; 5:27; Fil. 2:6-11; 1 Ti. 2:5; Col. 1:18; Ap. 5:9)
Artículo 9.- ESPÍRITU SANTO.- Creemos en El Espíritu Santo, la tercera persona de la trinidad con
todas sus manifestaciones tal cual lo enseña las Sagradas Escrituras. Viene del Padre y del Hijo para
convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio, enseña, guía, habla y redarguye a la santa
Iglesia. (Jn.14:26; 15:26; 16:8; Hch.13:2; 1 Co.6:11; Fil.1:19; 2 Ts.2:13; 1 P.1:11; 2 P.1:21; Hch.2:1-13)
Artículo 10.- LA BIBLIA.- Afirmamos enfáticamente la Divina Inspiración de las Sagradas
Escrituras. El Antiguo Testamento y El Nuevo Testamento, en sus 66 libros. Dios por medio del
Espíritu Santo ha inspirado a los hombres santos, para que ella sea la única guía doctrinal para la
Iglesia. (2 Ti. 3:16; 2 P. 1:21). Rechazamos y no aceptamos los demás libros conocidos como los
libros Apócrifos y Deuterocanónicos porque carecen de Inspiración Divina.
Artículo 11.- EL HOMBRE.- Creemos y afirmamos que Dios creó al hombre a imagen y
semejanza de Él; tiene capacidad de escoger el bien y mal (libre albedrío) y por esta razón es
responsable de todos sus actos. (Gn. 1:26,27; 2:16, 17; Sal. 8:3-5; Ef. 2:10; Ap. 4:11)
Artículo 12.- EL PECADO.- El hombre tras haber desobedecido a Dios en su estado natural es
pecador y está separado de Dios, por esta razón necesita la gracia salvadora que se da por medio de
nuestro Señor Jesucristo. (Gn.6:5; Sal.14:2,3; Mt.15:19; Ro.3:9-24; 6:23; 2 P.3:9; Ap. 2:16)
Artículo 13.- EL ARREPENTIMIENTO Y LA REDENCIÓN.- Las Sagradas Escrituras declaran y
enseñan la necesidad del arrepentimiento, que es el cambio sincero y completo de la mente, el
corazón y el alma; reconociendo su culpa y separándose voluntariamente del pecado, a este acto
acompaña la restitución de la comunión con Dios y la restitución moral. (Is. 55:6,7; Mt. 9:13; Lc.
13:3-5; 15:18; Hch. 3:19; 17:30,31; 2 Co. 7:10)
REDENCIÓN.- Es la gracia de Dios, concedida a los hombres gratuitamente, para todos aquellos
que han decidido libremente dejar el pecado y abrazar la Justicia de Dios (Ez. 18:25,25; Jn.
1:12,13; 3:16; Ef. 2:8-10).
Artículo 14.- JUSTIFICACIÓN, REGENERACIÓN Y ADOPCIÓN.- Son tres actos simultáneos
que ocurre en la vida de las personas arrepentidas y salvadas por la gracia de Dios recibidas por
medio de la fe:
JUSTIFICACIÓN.- Es un acto benigno y judicial de Dios, por el cual Él concede pleno perdón de
toda culpa y la remisión completa de la pena de los pecados cometidos y nos acepta como justos
de los que reciben a Jesucristo. (Ro. 3:24; 5:1; 2 Co. 5:17; Hch. 13:38,39)
REGENERACIÓN.- Es el renacimiento a la vida espiritual, hecha por el poder del Espíritu Santo
en el corazón del pecador arrepentido, siendo la nueva naturaleza del creyente vivificado capaz
de expresar: Fe, amor y obediencia. (Is. 55:3; Jn. 3:3; Ef. 2:1; Col. 2:13)
ADOPCIÓN.- Es la obra de Dios, por lo cual el creyente justificado, regenerado se constituye en
hijo y es recibido en la familia de Dios. (Ro. 8:15-17; Ga. 4:5-7; 1 P. 2:10; Jn. 1:12)
Artículo 15.- LA SANTIFICACIÓN.- Las Sagradas Escrituras enseña la necesidad de la entera
santificación, que es la liberación del pecado original, de la naturaleza pecaminosa y depravada, es la
renovación del corazón. (Ez. 11:19,20; 36:25-27) El hombre regenerado como hijo de Dios puede amar
de todo corazón y vivir en justicia y santidad de Dios, esta obra es la entera santificación, es realizado
instantáneamente en el corazón del creyente por el poder del Espíritu Santo. En su primera obra de
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gracia el hombre es salvado y perdonado de sus pecados. En la segunda obra de gracia, es realizado
y apoderado por el Espíritu Santo en el corazón del creyente. Esto es lo que lleva al hombre a una
santidad perfecta (1 Ts. 1:3; 5:23,24; Hch. 10:14-15; Rom. 6:6; Ef. 4:22; Col. 3:9-13).
La obra de la entera santificación es la presencia real y permanente del Espíritu Santo que llena,
purifica y capacita al cristiano a la vida de servicio y su resultado demostrando el crecimiento y
madurez en la gracia que debe ser cultivado con esmeros todos los días, de lo contrario el
resultado será la flaqueza espiritual, llegando incluso a perder esa experiencia. (Ef. 3:17-21; 4:11-
16; 1 Ts. 3:12,13; 2 P. 3:17,18)
Artículo 16.- LA IGLESIA.- Esta compuesta por personas que han creído, aceptado y confesado a
Jesucristo como su Salvador personal y Señor de su vida. (Ef. 5:23; Mt. 16:18), que voluntariamente
se someten al orden Divino y son concedidos por el Espíritu Santo para la edificación del cuerpo
de Cristo. (Mt. 16:18; Ef. 5:23; Col. 1:18; Ef. 4:11-13)
Artículo 17.- LA UNIVERSALIDAD DE LA IGLESIA.- La Iglesia es Universal (Mt. 28:19), La
Iglesia es única (Ef. 4:4-7) y Apostólica (Ef. 2:20).
Artículo 18.- SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO.- Creemos en la Segunda Venida de
Jesucristo; que será repentino, personal, visible, gloriosa, llena de poder (Mt. 24:36; Mr. 13:26;
He. 9:28) que se desarrollará en dos eventos gloriosos:
PRIMER EVENTO (INVISIBLE).- Los muertos en Cristo resucitaran primero, luego nosotros los
que vivimos seremos arrebatados y ambos recibiremos en las nubes a nuestro Señor Jesucristo. (1
Ts. 4:16-18; 1 Co. 15:51,52; Mt. 24:40,41; Dn. 12:2; He. 9:28; Hch. 1:11)
Será el evento inaugural del día del Señor, (Is. 2:12; 13:9; Ez. 30:3; Jl. 1:15; Am. 5:18; Ap. 6:17) que
es el comienzo de la gran tribulación donde los incrédulos y creyentes tibios recibirán la ira de
Dios (Dn. 9:24-27; Mt. 24:21).
SEGUNDO EVENTO (VISIBLE).- Para todo ser viviente, todo ojo verá a Cristo en las nubes con
poder y gran gloria, (Mt. 24:30,31; Mr. 13:26; Dn. 7:13; Ap. 1:7) será el fin de la gran tribulación y
el comienzo del reino milenial. (Is. 11:4-8; Dn. 2:44; Ap. 1:7).
Artículo 19.- LA RESURECCIÓN.- Las Sagradas Escrituras enseña la Doctrina de la resurrección del
cuerpo, con un cuerpo glorificado, será el juicio de la humanidad, castigo eterno para los malos y la
eterna felicidad para los justos. (Mt.25:46; Jn.5:28,29; Ro.14:10-12; 1 Co.15:12 ,13, 20, 52; Sal.9:17;
Dn.12:2).
Artículo 20.- SANIDAD DIVINA.- Creemos, enseñamos y practicamos la doctrina de Sanidad
Divina, liberación, milagros, prodigios y señales a través de los dones descritos. (Mr. 16:17,18; Lc.
9:1,2; Hch. 4:10-14; 5:12-16; 19:12; 1 Co. 12; Stg. 5:14,15)
Artículo 21.- BAUTISMO EN AGUA.- Practicamos el bautismo en agua, por inmersión, siendo
una señal externa de una obra interna de la gracia realizada en el corazón del hombre por el
Espíritu Santo. (Mt. 28:16-20; Hch. 8:35-39; 10:47,48; Ro. 6:4; Col. 2:12; 1 P. 3:21) El Bautismo debe
ser en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Artículo 22.- DEDICACIÓN DE NIÑOS.- Practicamos la Dedicación a los Niños, después de ocho
días de su nacimiento (Lc. 2:21-22; Is. 1:28).
Artículo 23.- LA CENA DEL SEÑOR.- Esta ordenanza fue instituida por nuestro Señor Jesucristo,
quien ordenó que practicásemos hasta que el vuelva. Los dos elementos fundamentales de la Cena
del Señor son: El Pan sin levadura, que representa el cuerpo de Cristo. El Vino fruto de la vid que
representa la Sangre derramada en la cruz del calvario por nuestros pecados. Con esto nos hacemos
partícipes de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, manteniendo a la vez la comunión entre
hermanos, con la ferviente esperanza de su segunda venida. (Mt.26:26-29; Lc.22:17-20; 1 Co.11:23-34)
Artículo 24.- DOCTRINA DE LA IGLESIA.- La Iglesia Evangélica de Dios “Boliviana” profesa la
doctrina de Santidad en Cristo, (2 Juan 9) Arminiana y Wesleyana la misma que no puede ser
cambiada por ninguna convención ordinario o extraordinaria.

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