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La tecnología trae consigo herramientas que mejoran y agilizan el trabajo como es el caso de la
traducción automática que, aunque se esperaba que fuera conveniente, no lo es por completo.
Es asumido por muchos que la tecnología desplazara a los humanos, que estas computadoras
Podrán superar a la inteligencia humana y esto hará que todos o la mayoría de los trabajos
queden obsoletos. Esto aún no puede asumirse ya que las maquinas no cuentan con la
creatividad y la intuición que los humanos tienen.
Aun así, es verdad que el papel del traductor se ve modificado y es recomendable tomar
conciencia y accionar frente a estos cambios, mantenerse al tanto de las nuevas tecnologías
que pueden ser herramientas útiles.
Los textos que fueron hechos por traducción automática podrían necesitar ser editados por un
humano, para eliminar frases complejas o ambigüedades.
Esta organización recomienda especificar cuáles son los requerimientos antes de empezar un
proyecto de traducción, de esta manera es posible decidir si la traducción automática o
humana es la apropiada.
Se habla por ejemplo del uso de la traducción automática sin edición posterior, la cual es
utilizada cuando no es necesario contar con alta precisión y fluencia, como es el caso de textos
que no serian traducidos de otra manera debido al factor costo o para captar la esencia de un
texto escrito en un lenguaje desconocido para el usuario.
En otros casos este uso de la traducción automática, como puede ser para una empresa en sus
publicidades podría suponer un daño a la imagen de la marca o incluso sufrir responsabilidades
frente al producto. Es aquí donde los traductores se vuelven indispensables, ya que la
traducción automática no cuenta con la creatividad ni el sentido común que el humano tiene al
considerar un texto. De esta manera aparece la edición posterior en la que el traductor arregla
cualquier desperfecto cometido por la traducción automática.
Ciertas áreas requieren productos de alta calidad como es el caso de documentos legales,
médicos o textos de marketing.
Por los motivos nombrados anteriormente aún no existen indicios de que la traducción
automática pueda reemplazar completamente a los traductores humanos.
El gran problema es son los altos costos de Deep learning, ya que para mejorar su rendimiento
es necesario más poder informático para entrenarlos con más datos, pero ¿Que tan caro se
volverá esto? Es posible que los costos se vuelvan tan altos que detengan el progreso.
Durante las páginas consecutivas se discute cuales son los mayores cambios que esto presenta
y a partir de eso cuales han sido las respuestas generales de los traductores frente a esto. En
general no hay un consenso sobre que tan positivos o no son estos cambios, esto se puede ver
en las encuestas a lo largo del texto donde vemos por ejemplo los porcentajes de traductores
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que han decidido abandonar la industria o quienes han cambiado su rubro de traductores a
intérpretes.
Al final dependerá de cada uno el como disponer de estas herramientas y sacarles el mayor
provecho. Es por esto por lo que el texto culmina mostrando que aun estando todos en el
mismo lugar, algunos desarrollaran ciertas habilidades y otros no.
Estos hechos han llevado a varios cambios en la industria, como la cada vez más recurrente
implementación de tecnologías de traducción automática, trabajo remoto, nuevas prioridades
por parte de los traductores, traductores volviéndose intérpretes y al revés, personas dejando
por completo la industria, planes de inversiones y jubilaciones, etc. Todo esto presentado a
través de encuestas, gráficas y opiniones de profesionales del lenguaje.