Está en la página 1de 5

Son fuentes de financiación los recursos líquidos o medios de pago a disposición de la

empresa para hacer frente a sus necesidades dinerarias.

Los recursos financieros de la empresa se pueden clasificar según cuatro criterios diferentes:

Clasificación según el plazo de devolución de la fuente financiera:

- Fuentes de financiación a corto plazo. Cuando el plazo de devolución es inferior al


año. Préstamos bancarios.
- Fuentes de financiación a largo plazo. Plazo de devolución superior al año. Préstamos
a largo plazo y empréstitos, capital y reservas.

Según tengan una procedencia externa a la empresa o bien se hayan generado internamente
por su actividad normal:

- Financiación interna. Beneficios no distribuidos (reservas) y las cuotas de


amortización y provisiones.
- Financiación externa. El capital social, los préstamos, los créditos de funcionamiento
de la empresa, etc.

Clasificación en función de si los medios de financiación pertenecen a los propietarios de la


empresa o bien pertenecen a personas ajenas a la empresa:

- Medios de financiación propios, como el capital y las reservas.


- Medios de financiación ajenos, como los préstamos, los créditos y los empréstitos de
todo tipo, ya sea a corto o a largo plazo.

Clasificación según la manera de obtener los recursos:

- Fuentes de financiación espontanea. Son las que surgen de los aplazamientos de los
pagos de las deudas contraídas como, por ejemplo, las facturas a pagar a proveedores
a 30 días o los fondos acumulados de ingresos por IVA hasta el momento de la
liquidación. No realiza ningún tipo de contrato para el uso de estos fondos.

La financiación propia son los recursos más estables de que dispone la empresa, ya que no se
han de devolver en toda la vida de la misma. Por otra parte, son los que tienen más riesgo
porque, en caso de quiebra, los socios son los últimos en recibir la parte correspondiente de la
liquidación de la empresa, ya que, en primer lugar se ha de atender a todos los acreedores.

Los recursos propios con carácter externo están constituidos por el capital social, las
ampliaciones del capital social y las subvenciones concedidas por las Administraciones
Públicas.

El capital social está formado por las aportaciones de los socios al constituirse la sociedad y,
además, por las sucesivas ampliaciones de capital que se puedan producir. Las aportaciones de
capital pueden provenir de personas individuales, de empresas, grupos de empresas o, en el
caso de las pymes y de forma temporal, de sociedades de capital riesgo.

Las subvenciones concedidas por Administraciones Públicas son los fondos que recibe la
empresa de forma gratuita destinados al fomento de una determinada actividad.
La autofinanciación o financiación interna está formada por los fondos que se generan en la
empresa como consecuencia de su actividad. Se distinguen dos tipos: por enriquecimiento y
por mantenimiento.

Enriquecimiento. Las reservas son los beneficios no distribuidos por la empresa. Los
beneficios se obtienen a partir del resultado, el cual se consigue como consecuencia del
desarrollo de su actividad. Las reservas pueden ser de diferentes tipos: legales, cuando su
cantidad está fijada por la ley; estatuarias, cuando están fijadas por los estatutos de la empresa;
y voluntarias, cuando están determinadas por la obtención de beneficios extraordinarios. Las
reservas permiten a la empresa realizar nuevas inversiones y, por lo tanto, favorecen el
crecimiento.

Mantenimiento. La amortización se calcula según el valor que va perdiendo el inmovilizado


en el proceso de producción. Los bienes del inmovilizado pierden valor por el propio uso que
se hace de ellos en el proceso productivo, o bien por su obsolescencia técnica y funcional a
causa de los cambios tecnológicos que se producen. Cuando finaliza un ejercicio económico,
se calcula la pérdida de valor del producto como un coste más que se cobrará en el importe de
la venta. A medida que pasan los años, el fondo de amortización irá aumentando en la cuantía
en que se han depreciado los activos, de forma que, al final de la vida económica de estos, la
empresa podrá sustituirlos haciendo uso del dinero acumulado en este fondo. La pérdida de
valor de los activos del inmovilizado puede producirse por tres causas: depreciación funcional:
pérdida de valor por uso y desgaste; depreciación física: el paso del tiempo provoca una
disminución de su valor; depreciación económica u obsolescencia: el avance tecnológico resta
eficacia a las instalaciones técnicas modernas que han tenido un uso escaso, o bien la
demanda varía de tal forma que hace innecesario el uso de determinados equipos.

Mantenimiento. Las provisiones son también una parte del resultado de la empresa, que crea
un fondo para hacer frente a ciertas pérdidas que aún no se han producido, o bien futuros
gastos. Por ejemplo, pérdida de los valores mobiliarios, fondos para indemnizaciones, pago de
impuestos, etc. Se diferencia de las amortizaciones en que estas recogen la pérdida del valor
de bienes que no era previsible que tuviera. En las amortizaciones es seguro que va a perder
valor.

La autofinanciación presenta ventajas para la empresa, como más autonomía y libertad de


acción, la única forma de obtener recursos financieros a largo plazo en el caso de las pymes, y
aporta liquidez a la empresa sin que tenga que recurrir al mercado de capiteles.

Entre los inconvenientes de la autofinanciación, destaca la disminución de los dividendos


(reparto de beneficios) y, por tanto, la rentabilidad que percibe el socio por su apotación de
capital; peligro de que se emplee en inversiones poco rentables al carecer de coste explícito; y
la generación de forma gradual y lenta.

Los recursos financieros ajenos a largo plazo son aquellos de los cuales la empresa dispone
durante un periodo superior a la duración de un ejercicio económico y que, una vez pasado
este tiempo, ha de devolver con los intereses correspondientes. Se encuentran los siguientes:

Préstamos a largo plazo. Las empresas piden préstamos a las instituciones de crédito
(bancos, cajas de ahorro, etc.) para poder financiarse. Una vez aprobado el préstamo, la
empresa puede disponer del dinero de forma inmediata. Este dinero se debe devolver con los
intereses correspondientes según las condiciones establecidas.
Empréstitos. Son los títulos de crédito (obligaciones, bonos, etc.) que emiten las empresas y
que son comprados por particulares y otras empresas a cambio de un interés establecido.

A estos títulos se les llama valores de renta fija porque suelen dar, a quien los posee, unos
intereses prefijados de antemano. Las acciones son valores de renta variable, ya que no tienen
un rendimiento establecido.

El leasing o arrendamiento financiero. Es un sistema de financiación mediante el cual la


empresa incorpora algún elemento de Activo fijo a cambio de una cuota de arrendamiento. En
este proceso intervienen tres agentes económicos: la empresa-cliente, que necesita un
determinado bien; la empresa que fabrica o posee el bien; y la empresa de leasing. La empresa
de leasing es una institución financiera que financia la adquisición del bien y lo entrega a la
empresa-cliente a cambio de un alquiler. La duración de la operación de leasing coincide
generalmente con la vida económica del elemento patrimonial. El importe de las cuotas de
leasing incorpora la amortización del bien, los intereses del capital productivo, los gastos
administrativos y una prima de riesgo por si falla la empresa arrendataria. Cuando termina el
periodo de alquiler se puede devolver el bien a la empresa de leasing, o bien comprarlo según
el precio fijado en el contrato. Su principal inconveniente es el elevado coste que supone. Es
muy utilizado por muchas empresas ya que parte de las cuotas de leasing representan un
gasto para la empresa y el resultado económico será más bajo, es decir, pagará menos
impuestos.

El renting consiste en el alquiler de bienes muebles e inmuebles a medio y largo plazo. En el


contrato de renting, el arrendatario se compromete al pago de una renta fija mensual durante
un plazo determinado, y la empresa de renting se compromete a prestar una serie de servicios:
facilitar el uso del bien durante el plazo contractual, proceder al mantenimiento del bien y
contratar un seguro a todo riesgo. La renta del alquiler mediante este método es un gasto
fiscalmente deducible al 100% y no existe duración mínima del arrendamiento. Al término del
contrato, la empresa de renting ofrece al arrendatario la opción de sustituir los equipos o
renovar el contrato por un nuevo periodo a determinar. A diferencia del leasing, no hay
posibilidad de compra para el arrendatario al final del contrato.

Recursos ajenos a corto plazo. La empresa dispone también de créditos a corto plazo que le
permiten financiar parte de su ciclo de explotación.
Las fuentes de financiación a corto plazo más utilizadas por las empresas son las siguientes:

Préstamos a corto plazo. La empresa pide dinero a una entidad financiera para cubrir sus
necesidades a corto plazo. Pasado un tiempo (<12 meses), la empresa deberá devolver el
dinero y, además, los intereses pactados.

Créditos bancarios a corto plazo. Se distinguen dos modalidades: el descubierto en cuenta


y la cuenta de crédito. El descubierto en cuenta (o “números rojos”) es una fuente de
financiación poco habitual que consiste en la utilización de un importe superior al saldo
disponible de una cuenta corriente. La cuenta de crédito se pide cuando la empresa quiere
disponer de medios financieros para prever posibles necesidades pero no sabe exactamente
qué cantidad precisará. Esta modalidad consiste en que la empresa firma un contrato con una
entidad financiera y esta pone a su disposición una cuenta corriente con un límite de dinero. La
empresa puede disponer del dinero de esta cuenta. Y, después, pagará intereses por la
cantidad de la que haya dispuesto y una comisión por la cantidad de la que no haya dispuesto.
El crédito comercial es la financiación automática que consigue la empresa cuando deja a
deber las compras que realiza a los proveedores. Si el proveedor no hace ningún descuento
por pagar al contado, esta financiación será gratuita.

El descuento de efectos. Antes de su vencimiento, las deudas de clientes documentadas en


letras pueden cederse a una entidad financiera que anticipará su importe en cuenta una vez
deducidas ciertas cantidades en concepto de comisiones e intereses. Al interés que el banco
cobra por anticipar ese importe antes de su vencimiento se le llama descuento. Si la letra
resultara impagada, el banco cargará el mencionado importe, además de los gastos de
devolución en la cuenta de la empresa.

El factoring es otra forma de financiación empresarial que consiste en la venta de todos los
derechos de crédito sobre clientes (facturas, letras) a una empresa denominada factor, la cual
proporciona a la empresa una liquidez inmediata. La empresa no responde del impago de sus
clientes. El inconveniente de esta modalidad es el elevado coste de interés y comisión que
implica.

El confirming es un servicio financiero que ofrecen algunas entidades de crédito a las


empresas para gestionar sus pagos a los proveedores nacionales y que incluye, para el
acreedor, la posibilidad de cobrar las facturas con anterioridad a su fecha de vencimiento. La
empresa entrega sus facturas a pagar a una entidad de crédito. El banco será el encargado de
pagarlas el día del vencimiento sacando el dinero de la cuenta de la empresa, por lo cual le
cobrará una comisión y le enviará un comunicado al proveedor. Se puede considerar una forma
de financiación para el proveedor, aunque aquí la iniciativa proviene del cliente.

Fondos espontáneos de financiación, como las cantidades que la empresa debe a la


Hacienda Pública o la Seguridad Social; o los salarios de los trabajadores. Estos fondos no
requieren una negociación previa, al igual que el crédito con proveedores o el descubierto en
cuenta.

Coste de la fuente de financiación. La mayoría de recursos que utiliza la empresa comportan


un coste. La empresa intentará conseguir aquella fuente de financiación que suponga el coste
medio más bajo.

Los criterios de selección de financiación para la empresa dependen de varios factores:

El tipo de inversión, por lo que puede ser a corto o largo plazo si se trata de un bien de
Activo corriente o Activo no corriente. Para inversiones que supongan la renovación de otros
bienes existentes en la empresa se utilizará el fondo de amortización.

El grado de endeudamiento que quiere mantener la empresa. En el caso de que la empresa


quiera disminuir el grado de endeudamiento, deberá buscar fuentes de financiación propias.
Las fuentes externas se utilizarán si la empresa quiere aumentar su rentabilidad económica o
no puede disponer de recursos propios.

El coste de la financiación. Las fuentes a largo plazo acostumbran a tener un coste más
elevado que las de corto plazo.

La inversión es el acto mediante el cual se produce un cambio de una satisfacción inmediata y


cierta a la que se renuncia por la esperanza que se adquiere, de la cual el bien adquirido es el
soporte. En definitiva, una inversión es la adquisición de bienes que sirven, no para
consumirlos en el momento, sino para producir otros bienes o servicios, que serán los que se
destinen al consumo final en un futuro. Así, al realizar una inversión en un momento dado
estamos renunciando a consumir en ese periodo por el importe de esa misma inversión. La
intención es recuperar en el futuro una cantidad superior a la invertida.

También podría gustarte