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BLIOTECA FILOSóFICA

[
COLECC!Ó:'\
FRANCISCO
FUNDADA POR
ROl\'IERO
J JEAN -PAUL SARTRE

,
CRITICA
,
DE LA /

RAZON DIALECTICA
PRECEDIDA DE

CUESTIONES DE MÉTODO
TOMO I
·TEORíA DE LOS CONJUNTOS PRACTICOS
LIBRO I
DE LA "PRAXIS" INDIVIDUAL
A LO PRACTICO INERTE
Traducción de
:MANUEL LAMANA

E D I T O R I A L L O S A D A , S. A.
BUENOS AIRES
Título del original írnncéa

Critique de la raison dialectique


_2récédé de Question de méthode)
TL,C;! I: Théorie des ensembles practique'

© Librnirie Gnllimnrd, 1960


AL CASTOR
Q:.:edn ·hecho el depósito アオセ@
predene ln ley núm. 11.723

© Editorinl Toosndn, S. A.
Buenos Aires, 1963

PRINTED IN ARGENTINA - IMPRESO EN LA ARGENTINA

Este libro se terminó de imprimir el día 18 de agosto de


1963, en Macagno, Landa y Cía., Ar;\oz 164, Buenos Aires
PROL OGO

l\1e temo que las dos obras que compon en este volumen
parezcan de importa ncia desigual y de ambició n desigual tam-
bien. En buena lógica, el segundo debería preceder al pri-
mero, del que pretend e constitu ir los cimiento s críticos. Pero
temí que esa montaña de pliegos pariese un ratón,· ¿acaso hay
que mover tanto aire, desgastar tantas plumas y llenar tanto
papel pam no llegar sino a formula r unas cuantas considera-
ciones metodológicas? Y como de hecho el segundo trabajo
ha nacido del primero , he preferid o mantene r el orden cro-
nológico , que con una penpect iva dialéctica es siempre el
más significa tivo.
Cuestion es de método es una obra de circunstancia; esto
es lo que explica· su carácter un tanto híbrido; y por esta
razón también , parece que siempre se· abordan sus problem as
oblicuam ente. En el invierno de 1957 una revista polaca de-
cidió publicar un número dedicado a la cultura francesa,·
quería ofrecer a sus lectores un panoram a de lo que entre nos-
otras aún se llama "nuestra s familias espirituales". Pidió su
colaboración a varios autores y a mí me propuso tratar el
¡.
tema siguient e: "Situaci ón del existenc ialismo en 1957".
No me gusta· hablar del existencialismo. Lo mds propio
de una investiga ción es que sea indefinid a. Nombra rla y defi-
nirla es lo mismo que cerraT un CÍTculo. ¿Qué queda después?
Un mundo finito y ya periclita do de la cultura, algo así como
una marca de ja·bón,· con otras palabras, una idea. Hubiera
declinad o la petición de mis amigos polacos si no hubiese
visto que la contesta ción sería la manera de expresar las con-
tradicciones actuales de la filosofía en un país de cultura

9
marxista. Creo que con esta perspectiva pude agrupar loJ
conflictos intemos que la desgarran alrededor de una opo- Verdades. l\1e ha jJm·ecido, jJUes, necesario que al mismo tiem-
sición mayor: la de la existencia y del saber. Pero tal vez jJo que redactaba esa primera obra, a·bordase por [in el jJro-
habría sido más directo si a causa de la economía del número blema fundamenta l. ¿Hay una Verdad, del hombre?
"francés" no hubiese sido necesario que hablase ante todo Nadie -ni siquiera los empiristas - ha llamado nunca
de la ideología existenciali sta, de la misma manera que a un Razón a la simple ordenación -sea la que fuere- de nues-
filósofo 111arxista, Henri Lefebvre, se le pedía que "situase" tros pensamient os. Para llegar a un "racionalis mo", es nece-
las contradicci ones y el desarmllo del marxismo en Francia sario que esta ordenación 1·eproduzca o constituya el orden
,1
durante estos últimos aiíós. del ser. Así la Razón es cierta relación del conocimien to y
Reproduje después mi m·tículo en la 1·evista Temps Mo- del ser. Según este punto de vista, si la relación entre la tot_a-
dernes, aunque modificánd olo considembl emente para adap- lización histórica y la Verdad totalizadora debe poder exzs-
tarlo a las exigencias de los lectores franceses. Ésta es la tir, y si esta relación es un doble movimiento セM・@ 」ッョ⦅ェイセヲ﾿MN@
forma que mantengo en la publicación de hoy. Lo que en to y del ser, será legítimo que a la doble relaczón movzente
un fJrincipio se llamaba Existencial ismo y marxismo, se lla- la llamemos una Razón; eLJ..iJl djLill,j_ investigació n será, jmes,
ma ahora Cuestiones de método. Y, finalmente, es una cues- establecer si la Razón jJositiva de las Ciencias naturales es
tión lo que j.llanteo. Sólo una: ¿tenemos hoy los medios nece- también la que encontramo s con el desarollo de la antropo-
sarios para constituir una antrojJología estructural e histórica? logía, ・L⦅AスセlcZNq、ijゥヲャ_@ y lf!:_Eompr·ensión de_l J!on:bre_j!_Q!...
Encuentra su lugar esta pregunta en el interior de la filosofía el hombre implica no sólo unos método5 esjJecífzcos, szno tam-
marxista porque -como luego veremos- considero al mar- bién una nueva Razón, es decir, una nuev.JL.xelació..11 ・Wセᆳ
xismo como la filosofía insujJerable de nuestros tiemjJos y pensamient o y su objeto. Con otras jJalabras, ¿hay una Razón
jJorque creo que la ideología de la existencia y su método dialéctica?
"comprensi vo" están enclavados en el marxismo, que los en- De hecho, no se trata de descubrir una dialéctica: por
gendra y al mismo tiemjJo los rechaza. una parte, el pensamient o dialéctico se ha vuelto consciente
La ideología de la existencia hereda del marxismo, que de sí mismo, históricame nte, desde comienzos del siglo pasado;
la ha resucitado, dos exigencias que en él se originan por por otra, la simple exjJeriencia histó.rica o ・エョッャ￳ヲ_ゥセ。@ basta
medio del hegelianism o: si algo así como una Verdad debe fJara que se vean los sectores dialéctzcos en la actzvzdad hu-
poder existir en la antrojJología, tendrá que llegar a ser, ten- mana. Pero, por una parte, la experiencia -en. general- só_lo
drá que hacer su totalización . Desde luego que esta doble puede fundamenta r jJor sí sola verdades ェj。イ」コャセウ@ y contzn-
exigencia define al movimiento del ser y del conocimien to gentes; por otra, el pensamient o dialéctico, a partir de 111arx,
(o de la comprensió n) que desde He gel se llama "dialécticg,". se ha ocupado más de su objeto que de sí mismo. Volvemos
ilsí es que he dado por aceptado en Cuestiones de método que a encontrar en este punto las dificultades que encontró la
semejante totalización está perpetuame nte en marcha como Razón analítica a fines del siglo xvm, cuando hubo que pm-
Historia y como Verdad histórica. He intentado mostrar, jJa7·- bar su legitimidad . Pero el jJroblema es menos fácil, ya que
tiendo de este acuerdo fundamenta l, los conflictos internos de tenemos detrás de nosotros la solución del idealismo cn'tico.
la antropologí a filosófica, y en algunos casos he podido esbo- El conocimien to es un modo del ser pero con la jJerspectiva
zar -en el terreno metodológi co escogido- las soluciones pro- materialista no puede tratarse de ¡·educir el ser a lo conocido.
visionales de estas dificultades . Pero indudablem ente las contra- No importa: la antropologí a seguirá siendo コセョ@ confus? NQOセPョᆳ
diciones y sus superacione s sintéticas pierden. todo significado tón de conocimien tos empíricos, de inducczones jJosztzvzstas
y toda ¡·ealidad si la Histo1·ia y la v・イセ@ y de interpretaci ones totalizadora s, hasta .que no ィセケ。ュッウ@ esta-
no son エッ。セゥコ、_イウL@ blecido la legitimidad de la Razón dialéctzca, es dew·, hasta r¡ue
si, tal y como lo p¡·etenden los posztzvzstas, hay Hzstonas y
no hayamos adqui1·ido el derecho de estudiar a un hombre, a
10
ll
un grupo de hombres o a un objeto humano en la totalidad
sintética de sus signiftcados y de sus 1·e¡erencias a la totaliza-
ción en marcha, hasta que no hayamos establecido que todo
conocimiento parcial o aislado de esos hombres o de sus pro- ᄋセ@
ductos tiene que ser superado en una totalidad, o se 1·educirá
a un e1-ror por ser incompleto. Nuestro intento será, pues,
crítico porque tratará de determinar la validez y los límites
de la Razón dialéctica, lo que supone indicar las oposiciones
y los lazos de esta Razón con la Razón analítica y positivista.
Pero además tendrá que ser dialéctico porque sólo la dialéc-
tica es competente cuando se trata de, problemas dialécticos. ,
Como veremos más adelante, no hay ninguna tautología en
este punto. Me limitaré en el p1·imer tomo de esta· obra a
CUESTIONES DE METODO
esbozar la teoría de los conjuntos prácticos, es decir, de las
series y de los grupos en tanto que momentos de la totaliza-
ción. En el segundo tomo, que aparecerá posteriormente, abor-
daré el problema de la totalización en sí, es decir, de la Histo-
ria en mm·cha )' de la Verdad en devenir.

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I

MARXISMO Y EXISTENCIALISMO

La Filosofía se les presenta a algunos como un me-


dio homogéneo: los pensamientos nacen y mueren en ella,
los sistemas se edifican para después hundirse. Para otros es
cierta actitud que siempre tenemos la libertad de adoptar. Para
otros, en fin, un sector determinado de la cultura. Para nos-
otros, la Filosofía no es; la consideremos de una manera
o de otra, esta sombra de la ciencia, esta eminencia gris de
la humanidad no es más que una abstracción hipostasiada.
De hecho, hay filosofías. O más bien -porque nunca se en-
contrará más de una que esté viva-, en ciertas circunstancias
muy definidas, una filosofía se constituye para dar su expre-
sión al movimiento general de la sociedad; y mientras vive,
ella es la que sirve de medio cultural a los contemporáneos.
Este objeto desconcertante se presenta a la vez con unos as-
pectos profundamente distintos, cuya unificación está hacien-
do constantemente.
r
¡ En primer lugar es cierta manera de tomar conciencia de
sí 1 de la clase "ascendente"; y esta conciencia puede ser neta
o confusa, indirecta o directa: en los tiempos de la nobleza
1 de toga y del capitalismo mercantil, una burguesía de juristas,
1 Si no menciono aquí a la persona que se objetiva y se descubre

rr en su obra, es porque la filosofía de una época desborda con mucho


-por grande que él sea- al filósofo que le ha· dado su primera figura.
Pero, inversamente, veremos que el estudio de las doctrinas singulares
es inseparable de una profundización real de las filosofías. El cartesia-
nismo ilustra a una época y sitúa a Descartes en el interior del desarrollo
totalitario de la razón analítica; a partir de entonces, Descartes, como
persona y como filósofo, ilustra hasta el corazón del siglo xvm al sentido
histórico (y por consiguiente singular) de la nueva racionalidad.

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de comerciantes y de banqueros, algo captó de sí misma a
rr:•,·és del cartesianismo; siglo y medio después, en la fase dió una doctrina a las operaciones que trataban de realizar
pri111ili\'a de la industrialización, una burguesía de fabricantes, la "atomización" del proletariado.
、セ@ ingenieros y de sabios se descubrió oscuramente en la ima- Entonces la filosofía sigue siendo eficaz mientras se man-
gen del hombre universal que le proponía el kantismo. tiene viva la pmxis que la ha engendrado, que la lleva y que
Pero para ser verdaderamente filosófico este espejo se tiene ella ilustra. Pero se transforma, pierde su singularidad, se
e¡ u e prcsen tar como la totalización del Saber contemporáneo: despoja de su contenido original y con fecha, en la medida en
el filósofo lleva a la unificación ele todos los conocimientos que impregna poco a poco a las masas, para convertirse en
イ・ァオャ[■ョ、ッウセ@ gracias a ci,ert?s esquemas directores que tradu- ellas y por medio de ellas en un instrumento colectivo de
cen las actitudes y las tecmcas ele la clase ascendente ante su emancipación. Así es como el cartesianismo aparece en el siglo
i·poca y ante el mundo. Más adelante, cuando los detalles de xvm bajo dos aspectos indisolubles y complementarios: por
este Saber hayan sido discutidos y destruidos uno por uno, una parte, como Idea de la razón, como método analítico, ins-
el pro-?'reso. 、セ@ las ャセエ」・ウL@ el conjunto, ·permanecerá como un pira a Holbach, Helvetius, Diderot y hasta Rousseau, y es el
」ッセャエ・オ@ md1ferenc1a?o: tras haber estado unidos por unos cartesianismo lo que se encuentra en los orígenes de los pan-
pn_n';Ipws, estos. 」ッ_セcQュ・ョエウL@ aplastados, casi indescifrables, fletos antirreligiosos junto con el materialismo mecanicista;
umran a ャセウ@ p:mopws a su vez. El objeto filosófico, reduci- por otra parte, entra en el anonimato y condiciona las acti-
」セッ@ セ@ su. mas セQューャ・@ expresión, quedará en el "espíritu obje- tudes del Estado Llano; la Razón analítica y universal se su-
セカ@ . baJO .la forma de Idea reguladora que indica una tarea merge en todos para salir bajo la forma de "espontaneidad":
mfmlta; as1 se habla hoy entre nosotros de la "Idea kantiana", esto significa que la respuesta inmediata que dé el oprimido
o ent:.e los ,alemanes ele la vVeltanschauung ele Ficl1te. Es que a la opresión habrá de ser crítica. Esta rebelión abstracta pre-
una hlosofta, cuando .est<Í en plena virulencia, nunca se pre- cede en algunos años a la Revolución Francesa y a la insurrec-
seJ.lta como una cosa ュ・イセL@ como la unidad pasiva y ya ter- ción armada. Pero la violencia dirigida de las armas derrum-
ュセョ。、@ del sセ「・イ[@ ha naodo del movimiento social, es movi- bará unos privilegios que se habían disuelto ya en la Razón.
nuento ella nusma, y muerde en el porvenir: esta totalización Las cosas van tan lejos que el espíritu filosófico llega más
concreta es al mismo tiempo el proyecto abstracto de conti- allá de los límites de la clase burguesa y se infiltra en los
nuar la unificación hasta sus últimos límites; así considerada medios populares. Es el momento en que la burguesía fran-
se caracte.riza. la ヲゥャッウ■セ@ como un método de ゥョカ・ウエァ。」￳セ@ cesa pretende ser clase universal; las infiltraciones de .su filo-
Y de exphcaoón; la confianza que pone en sí misma y en su sofía le permitirán ocultar las luchas que empiezan a desga-
desarrollo futuro no hace más que reproducir las certidum- rrar al Estado Llano y encontrar un lenguaje y unos gestos
bres de Qセ@ 」ャセウ@ que la lleva; toda filosofía es pd.ctica, aunque comunes a todas las clases revolucionarias.
en un pnnopw parezca ele lo m<Í.s contemplativa; el método Si la filosofía tiene que ser al mismo tiempo totalización
e? un arma social y política: el racionalismo analítico y crí- del saber, método, Idea reguladora, arma ofensiva y comuni-
tico ele graneles cartesianos los ha sobrevivido; nació de la dad de lenguaje; si esta "visión del mundo" es también un
lucha y se volvió sobre ella para iluminarla; en el momento instrumento que está en actividad en las sociedades apolilladas,
en que la burguesía empezaba a minar las instituciones del si ・セエ。@ concepción singular de un hombre o ele un grupo ele
Antiguo Régimen 1 , atacaba a los significados periclitados que hombres se convierte en la cultura y a veces en la naturaleza
trataban de justificarlas; m<ís adelante sirvió al liberalismo y de toda una clase, bien claro resulta que las épocas de crea-
ción filosófica son raras. Entre el siglo xvn y el xx, veo. tres
. 1 En el caso del cartesianismo, la acción de la "filosofía" se man-
tiene de una manera negativa: despeja el terreno, destruye y hace en- dal, la universalidad abstracta de la propiedad burguesa. Pero en otras
trever las infinitas complicaciones y lgs particularismos del sistema feu-
circunstancias, cuando la lucha social adopta otras formas, la contri-
bución de la teoría puede ser positiva.
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.
(i
1
\
. i
que señalaré con nombres célebres: están el "momento" de
siguen alimentándose con el pensamiento vivo de los grandes
Descartes y de Locke, e!
de Kant '! Hegel, y finalmente el de muertos. Este pensamiento, sostenido por las multitudes en
Marx. Estas tres filosoüas se conv1erten a su v:z en el humor
marcha, es lo 9-ue constituye su medio cultural y su porvenir,
de todo pensamiento particular y en el honzonte de toda
lo que.. 、セエ・イオ[L。@ el campo de sus investigaciones, y Aセ。ウエ@
cultura, son insuperables en tanto _que no s: supera el mo-
de su o ・セョ￳@ . Propongo que a estos hombres Telatzvos les
el
mento histórico del cual son expres1ón. He v1sto más de. una
l:an:emos 1deólogos. Y ya que tengo que hablar del existen-
vez que un argumento "antin;arxista" no :s más que セ@ reJu.ve-
o.a:lsmo, ィ。セイ£@ de comp:enderse que para mí sea una ideolo-
necimiento aparente de una 1dea premarx1sta. Una p1etend1da
gza, es un ウjエセ・ュ。@ parasito que v1ve al margen del Saber, al
"superación" del marxismo no pasará de ser en el peor de los
que. en un pnmer momento se opuso y con el que hoy trata
casos más que una vuelta al premarxismo, y ・セ@ el ュ・ェッセL@ el
redescubrimiento de un pensamiento ya contemdo en la 1dea
セ・@ mtegrarse. pセイ。@ compre.nder mejor sus ambiciones pre-
sentes Y sus funcwnes, habra que retroceder a los tiempos de
que se cree superar. En cuanto al "revisionismo", es una ver- Kierkegaard.
dad de Perogrullo o un absurdo: no se puede イ・。、ーセ@ _una
La m;is N。ューャセ@ totalización filosófica es el hegelianismo.
filosofía viva a la marcha del mundo; se adapta por Sl m1sma
El 。「⦅・イ@セ esta en el elevado a su más eminente dignidad: no
gracias a mil iniciativas, mil ゥョカ・セエ。」ッウ@ particu_Iares, por-
se llmHa a セ「ウ・イカ。@ el ser del exterior, sino que se lo incor-
que está identificada con el movumento de la so:1edad. Lo:
ーセイ。@ Y lo d1suelve en sí mismo; el espíritu se objetiviza, se
que pretenden hablar en nombre セ・@ sus predeces?If.S, a pesm al_Iena_ Y vuelve a sí sin cesar, se realiza a través de su propia
de su buena voluntad no hacen s1mplemente mas que trans-
h1stona: El ャセュ「イ・@ .se exterioriza y se pierde en las cosas, pero
formar las palabras que アオゥ・イセョ@ repetir; los ュ←セッ、ウ@ s: mo- toda ahenacwn esta superada por el saber absoluto del filó-
difican porque tienen アセ・@ aphcarse. a nuevos obJetos. S1 este sofo. Así pues, los desgarramientos y las contradicciones que
movimiento de la filosofla ya no ex1ste, ocurre una de las. dos causan nuestra desgracia, son unos momentos que aparecen
cosas siguientes: o ha muerto, o está "en 」イゥウセBN@ En :I .r.nmer
ーセイ。@ ser ウオー・イ。、ッセ[@ n? sólo som_os sapientes, sino que en el
caso ya no se trata de revisar,.. ウゥャAセ@ d: 、・ョZュセ@ un edlflCl_o po- tnunfo de la セッョ・。L@ que es mtelectual de por sí, aparece
drido; en el segundo caso, la cns1s fllósohca. es la ・セーQウᅮ_@ que ウッョセ[@ sabzdos; el ウセ「・イ@ nos atraviesa de una a otra parte
particular de una crisis セッ」⦅ゥ。ャ@ y su atascam1ento esta 」ッョセャᆳ Y nos ウゥエオセ@ 。セエ・ウ@ de d1solvernos, quedamos integmdos vivos
cionado por las contrad1coones que desgarran a esa ウセ[ャ・ᆳ en la totahzaCión suprema; de tal manera, el puro -vivido de
dad; una pretendida "revisión" llevada a 」セ「ッ@ _por _unos e?'- una experiencia trágica, de un sufrimiento que conduce a la
pertos", no sería, pues, más que ャセ@ ・ョァ。QセP@ _1deahsta y sm muerte, queda absorbido por el sistema como una determi-
alcances reales; el pensamiento caut1vo sera hberado por el
nación r:lativamente abstracta que debe ser mediatizada, como
mismo movimiento de la Historia, por la lucha de los hom-
un pasaJe que lleve hacia el absoluto, único concreto ver-
bres en todos los planos y. en todos los niveles, y de esta dadero 1 .
manera podrá alcanzar también _su pleno desarrollo.
No es conveniente llamar ülósofos a los hombres de cul- 1
. . N? cabe duda de que se pueda colocar a Hegel del lado del
tura que siguen a los grande_s desarrollos y que エセ。ョ@ de existencwhsmo, e Hyppolite ha tratado de hacerlo con cierto éxito en
arreglar los sistemas o de conqmstar con los nuevos metodos te- sus Études :ur Marx et 1-iegel (Estudios so{n·e Marx )' 1-iegel). ·No es
·'torios aún mal conocidos; estos hombres son los アセ・@ dan l:egel el pnm,;ro en mostrar :·9ue hay una realidad de la 。ーイゥ・ セ」ゥ。@ en Q
rn · d_e e ll a como s1 f ue1a · エ[NオZセッ@ que tal ? ¿Y su p_ai!logicismo, no va acompaiiado por un pantra-
funciones prácticas a la teoría セ@ se suven g!cmno? ¿No puede eEcnbuse con derecho que para Hegel "las existen-
una herramienta para 」ッョウセイュ@ o セ・ウエイュZ@ ・クーャッエ。セ@ Mセ@ pro- Cias se encadenan en la historia que hacen y que como universalidad
. d d hacen el inventano, supnmen algunos ed1hcws, y concreta es lo que las juzga y las trasciende"? Puede hacerse cómodamen-
ィセZエ@ Íiegan a hacer algunas modificaciones internas; pero te, pero no es . és_ta la cuestión; lo que opone Kierkegaard a Hegel es
que para este ultimo lo trágico de !lila vida está siempre superado. Lo"

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apen as si pare ce con- fe, con su f uerz a Y su afirm ació n espo ntán ea, nun ca se reclu-
Enf rent ado con Heg el, Kier kega arcl bl.e y e1as1·r·tea b le, a un cono cimi en-
por lo dem ás, él mism o ctra a. un mom ento s オセ・QZ。@
tar; segu ram ente no es un filós ofo; to. T Jene, pues que retv me l tcar 1a pura su b"Jettv ..iclad sincrular
crist iano que no se quie re
rehu só este títul o. De hech o es un l
. '
cl b" . l l . '"
afirm a sin desc anso cont ra t
con ra al umversa•licla ( e a esen cia, la intra nsig en-
deja r ence rrar en un siste ma y que cía estre Q . ' o Jetiv a
-
duc tibil idad y la especi- e セ@ YNセー。ウャョ」@ ele la vida inm edia ta cont ra la tran
"el inte lect uali smo " de Heg el la irre
ficid ad ele lo vivi do. No hay dud a, com
o lo ha hech o ver Jean q Q
del G・ウ」セャᄀ。ッ@
uila
n ele. toda real. idad , la cree ncia , que a '/Jesa r
iera asim ilad o esta con- anca o se ·¡fir ma lJstm acl ame nte cont ra la evid.enci a
vVahl, ele que un hege lian o no hub cien t'f"Ica. B usca arm ' , o
as e n t oc1as part es para esca par a la te-
la "con cien cia infe liz", I
cien cia rom ánti ca y emp ecin ada con rrib le .. 1 . ., , '
ubr e en SI· mism · o opos icwn · · es, incle-
sus rasgos esen ciale s; pero mee , Jacw n · clesc
mom ento ya supe rado y cono cido en cisio nes , e qu1v ,
ocos que 110l pue e1・ᄀセ@
isam ente este sabe r obje ti- ser supe rado s: para doja s,
lo que Kier kega arcl disc ute es prec amb igüe dade s d. . .
conc ienc ia infe liz se man tien e セッオᄀ」@ acles, セAャ・ュ。ウL@ etc. En todo s estos
vo: para él la supe raci ón de la 」ャ・ウァ。イュゥョエセ@
bre exis tent e no pued e Heg el sm duel m;ís que · contraclic-
en un plan o pura men te verb al. El hom cion es en forro ao"ó n o na
a
idea s; por muc ho que se en desa rrol lo·, pero esto es JUst ame nte
ser asim ilad o por un siste ma de lo que le repr ocll a' J("1e1·l<.egaar'd · aun a t c.1e tom ar cono.en-
imie nto esca pa al sabe r
pue da pens ar y deci r sobr e él, el sufr cia ele ello el f"ló f
1 50 0 e1e Jen a hab ría l
' ' n es
· ¡· 1 ·
sí mism o, por sí mism o,
en la med ida en que está sufr ido en com o idea s tron
,
chad as D · ' '. e ecrc Ic o consJclerarlas
tran sfor mar lo. "El filó- 1 1
. e lec lo, la vtcla subj etiva , en la me-
y en que el sabe r es imp oten te para dida . . el ob. et l
vive en una choz a." Clar o ' en que es VJvt da, nun ca pue de ser
sofo cons truy e un pala cio de idea s y J o セ・@ un sabe r;
que Kier kega ard quie re defe nder a
ría que el crist iani smo fuese "sup erad
la relig ión; Heg el no que-
o", pero por eso mism o
esca pa al cono cim ient o por p nno
yen te con la trasc ende ncia sólo
. . .
pued
pto Y 1a relaCión del
e ser
inte rior idad
COnceb. d l . Cl
1 a セ。jッ@
r ·-
a
ha hech o de él el más alto mom ento ele la exis tenc ia hum ana; fo:m a de la supe raci ón. A esta h que plete ncle
, insis te en la trasc ende ncia de afirm arse cont ra toda filos ofía' e n su estre c ez y su pr f d ·
Kier kega ard, por el cont rario
una dista ncia infin ita, la
el el . . . ntra da más allá do ャオセ@ 1-
a . mfm ita, a esta subj etiv idad enco
Dios ; pon e entr e el hom bre y Dios fre:l te e a セ[@
exis tenc ia del Tod opo dero so no pued
e ser el obje to de un セ﾿ウ・@ 」セ[キ@ la av:n tura pers onal ele cada cual
ard llam a lae
subj etiv a. Y a su vez, esta . t y . ente a Dws , a eso es a lo que Kier kega
sabe r obje tivo , sino el fin ele una fe eXlS encz a.
su
Hege l nos habl a del esclavo y de se ve, Kier kega ard es inse para ble de
Heg el
vivid o se desv anec e en el saber .
es senti da, se conv ierte en el simp le cZセュッ@ nace r en un' jG。セウエ@
mied o a la muer te. Pero ésta, que
ento de una trans form ación supe rado ョ・ァ。」セッ@ feroz de todo siste ma sólo pue de l
objet o del cono cimi ento y el mom el heg- elian ismo Fste
a su vez. Para Kier kega ard impo rta poco que Hege l hable de "libe rtad n:ln u al ente ram ente orde nad o por @ セ ウ @ Z 、 ゥ ヲ セ ャ 」
ente algun os aspec tos de la fe; lo por los conc epto s, por la fiist oria
para mori r", o que descr iba corre ctam nes' 。」セイャ、ッ@ cont ra
desde lie la insup erab le o pacida el de la reac ción del rom anti cism o cris,tiano
que repro cha al hege liani smo es que a Sl m¡s m?; e.s,
no está ni solam ente ni sobre todo Res ulta ría mt f' "l
la expe rienc ia vivid a. El desac uerdo la hhum amz acw n subj etiv ista de la fe
en el nivel de los conc eptos , sino
ce.
m;\s
Por
bien en el de la crític a del sabe r
ejem plo, es perfe ctam ente exac to re e azar esta obra
b. . .
en nom bre del su jetiVIsmo; lo que hay ¡y act
y de la delim itaci ón de su alcan y que se- l , b" époc a, es que Kier ke-
unid ad y la opos ición de la vida . ョセ@ ar mas Ien, situ ándo se en la el com o H
que Hege l seiia la profu ndam ente la form as incom pleta s l .
de la conc ienci a, pero tamb ién es ciert o que son dos
gam el tien e tant a razó n fren H te a Heg tien e
punt o ele vista de la total idad. O kega ard l . ege
ya recon ocida s como tales según el te razó n fren te a Kier · ege tien e razó n· en vez el
con el lengu aje de la semi ologí a
·mod erna, para Hege l el Signi fican .
com o el ゥ、セ￳ャッァ@
'
danés. con unas セ。イ、ッェウ@ ・ウセ@
(en cualq uier mom ento de la histo ria)
es el movi mien to del Espí ritu (que
es セZ]。イウ・@ subJ "etiv iclad
se cons tituir á como signi fican te-sig
nific ado y signi ficad o-sig nific ante, , Y ーッ「イ・セ@ que fma lme nte llev an a una
· re alca nzar con sus con-
decir , abso luto- sujet o); el Significad
o es el hom bre vivo y su objet iva-
vao a, 1o que el filósofo de Jena quie
es el Sign ifica nte: él mism o prod uce cept os es lo siem re la
ción; para Kier kega ard el hom bre
ión le alcan za desde fuera (Abr aham . . conc reto . verd ader o, pres entá ndos e e セ。コ￳ョZ@
las signi ficac iones y ning una signi ficac o. Kiér kega ard tien
no sabe si es Abra ham ); nunc a es
el significado (ni siqui era por Dios ). med ¡aoó n com o un enn que cim ient

JO 21
el dolor, la necesidad, la pasión, la pena de los hombres son dientes de su voluntad; estas relaciones de producción co-
una serie de realidades brutas que no pueden ser ni supera- イ・ウセッョ、@ a オセQ@ grado del desarrollo dado de sus fuerzas pro-
das ni cambiadas por el saber; claro que su subjetivismo 、オ」エセ。ウ@ mate.nales, y el conjunto de estas relaciones de pro-
religioso puede parecer el colmo del idealismo, pero en. cuanto duccwn constituye la base real sobre la cual se eleva una su-
a Hegel, indica cierto progreso hacia el realismo, ya que in- perestructura jurídida y política y a la cual corresponden unas
siste sobre todo en la irreductibilidad de algo real en el pen- formas de conciencia social determinadas". Ahora bien, en la
samiento y en su pri?J.wcía. Hay entre nosotros psicólogos y fase actual de nuestra historia, las fuerzas productivas están
psiquiatras 1 que consideran a ciertas evoluciones de nuestra en conflicto. con las relaciones de producción, el trabajo crea-
vida íntima como el resuitado de un trabajo que ejerce sobre dor está ahenado, el hombre no se reconoce en su propio
sí misma; en este sentido, la existencia kierkegaardiana es el producto y _su labor, agotadora para él, aparece como una
tmbajo de nuestra vida interior -resistencias vencidas y rena- fuerza ・ョセュゥァ。N@ Como la alienación surge como resultado de
cientes sin cesar, esfuerzos renovados sin cesar, desesperacio- este _conflicto, ・セ@ una realidad histórica y perfectamente irre-
nes sobrellevadas, fracasos provisionales y victorias precarias-, ductible a una Idea; para que los hombres se liberen de ella
siempre y 」オ。ョ、ッQセウエ・@ trabajo se oponga directamente al cono- Y para 9ue su trabajo se convierta en la pura objetivación de
cimiento intelectu:1l. Tal vez fuese Kierkegaarcl el primero en ・ャセッウ@ iセsッウL@ no basta con que "la conciencia se piense a sí
señalar, contra Hegel y gracias a él, la inconmensurabilidad misma : ウュセ@ que hace falta el trabajo mateTial y la pmxis
del saber y de lo real. Y esta inconmensurabilidad puede estar revolucwnana. Cuando Marx escribe: "de la misma manera
en la base de un irracionalismo conservador; hasta es una de que no se ーオセ、・@ juzgar a un. individuo por la idea que nos
las maneras en que puede comprenderse la obra de este ideó- ヲセイュ。ッウ@ de_ el, I:o podemos JUzgar a una ... época de agita-
logo. Pero también puede comprenderse como la muerte del 」セ￳ョ@ revolucwnana por su conciencia de sí", indica la prio-
idealismo absoluto; lo que cambia a los hombres no son las ndad. ,de la acción (trabajo y pmxis social) sobre el sabeT, y
ideas, no basta conocer la causa de una pasión para suprimir- tambien ウセQ@ hetero_geneidacl. También él afirma que el acto hu-
la; hay que vivirla, hay que oponerle otras pasiones, hay que mano es _ureductible al conocimiento, que tiene que vivi1·se
combatirla con tenacidad; en una palabra, hay que tmbajm·se. Y pmduczTSe; pero no lo confunde con la subjetividad vacía
Llama la atención que el reproche que el marxismo le ele una ᄀセ・アオ￱⦅。@ burguesía puritana y engañada; hace ele ello
hace a Hegel sea el mismo, aunque con otro punto de vista. el tema mmediato de la totalización filosófica y lo que pone
Para Marx, en efecto, Hegel ha confundido la objetivación, en el centro de su investigación es el hombre concreto, ese
simple exteriorización del hombre en el universo, con la alie- ィッュセイ@ que se cic:fine a la vez por sus necesidades, por las
nación, que hace que la exteriorización se vuelva contra el condiciOnes. ュ。エ・ョャセウ@ de su existencia y por la naturaleza
hombre. Considerada en sí misma -Marx insiste varias veces ele su trabaJO, es decir, por su lucha contra las cosas y contra
sobre ello-, la objetivación sería una apertura, le permitiría los hombres.
al hombre, que produce y reproduce su vida sin cesar y que Marx tiene así razón a la vez contra Kierkegaard y contra
se transforma cambiando a la naturaleza, "contemplarse a sí Hegel, ya que es el primero en afirmar la especificidad de
mismo en un mundo que él ha creado". Ninguna prestidigi- la existencia humana, y porque toma con el segundo al hom-
tación dialéctica puede hacer que la alienación salga de ahí; bre concreto en su realidad objetiva. Con estas condiciones
es que no se trata de un juego ele conceptos sino de la I-Iisto- parecería natural que el existencialismo, esta protesta idealis-
ria real. "En la producción social de su existencia, los hom- ta 」ッョセイ@ el idealismo, haya perdido toda utilidad y no haya
bres forman unas relaciones determinadas, necesarias, indepen- sobrevivido a la decadencia del hegelianismo.
. De hecho, sufre u_n eclipse; en la _lucha general que man-
1 Cf. LAGACHE: lセ@ travail du deuil (El trabajo del duelo). tiene contra el marxismo, el pensa1mento burgués se apoya

22 23
en los poskantianos, en Kant mismo y en Descartes; no se ele alienación el vencedor individual no se reconoce en su
le ocurre dirigirse a Kierkegaard. El danés reaparecerá a prin- victoria ya que se convierte en su esclavo. Pero lo que le
ripios del siglo xx, cuando piensen en combatir a la dialéctica importa a Jaspers es deducir un pesimismo subjetivo y hacerlo
marxista oponiéndole pluralismos, ambigüedades, paradojas, desembocar en un optimismo teolórrico que no se atreva· a
es decir, a partir del momento en que el pensamiento burgués decir su nombre; lo trascendente, en セヲ・」エッL@ queda velado, sólo
se ve por primera vez reducido a mantener la defensiva. La se. ーイオ・Nセ@ @ イ ッ セ su @ [ 。 ゥ エ ・ ウ N オ セ no se superar.á el pesimismo, se
ap:u icit'm de un existencialismo alemán en el período com- p1 esentn a l<t reconnhacwn quedando al mvel de una contra-
prendido entre las dos guerras, corresponde seguramente -por dicción insuperable y de un desgarramiento total; esta conde-
lo menos en Jaspers- 1 a una solapada voluntad de resucitar nación ele la dialéctica ケセ@ no está apun tanda a Hegel, sino a
lo trascendente. Ya -Jean vVahl lo ha indicado- podía uno Marx. Ya no es la neganón del Saber, sino ele la praxis. Kier-
preguntarse si Kierkegaarcl no arrastraba a sus lectores a las k.egaarcl no quería .figurar como concepto en el sistema hege-
profundidades ele la subjetividad con el único fin ele hacerles hano, Jaspers se mega a cooperar como individuo en la his-
descubrir la desgracia del hombre sin Dios. Esa trampa no toria que hacen los marxistas. Kierkegaarcl realizaba un pro-
nos extrañaría en "el gran solitario", que negaba la comuni- greso セᄋ「イ・@ Hegel porque afirmaba la -realidad ele lo vivido,
cación entre los hombres, y que para influir sobre su semejante pero en Jaspers hay una regresión sobre el movimiento his-
no veía m;ís medio que la "acción indirecta". エセイゥ」ッL@ porque h.uy.e .del movimiento real ele la praxis por me-
clw de una subjettvtdad abstracta cuyo único fin es alcanzar
Jaspers pone las cartas encima ele la mesa: no ha hecho
cierta cuali.dad íntima 1 . Esta ideología ele repliegue expresaba
m;í.s que comentar a su maestro, y su originalidad consiste
bastante bten, aún ayer, la actitud ele cierta Alemania con
sobre todo en poner ciertos temas ele relieve y en ocultar otros.
Lo trascendente, por ejemplo, parece primero ausente ele este
セオウ@ ??s derrotas .Y .la _de cierta burguesía europea que quiere
JUSttftcar los pnvtlegws por medio de una aristocracia del
pensamiento, aunque ele hecho lo frecuenta; se nos enseña a
alma, ・ウ」セーN。イ@ de su _objetividad por medio de una subjetivi-
presentirlo a través ele nuestros fracasos, y éste es su sentido
dad exqmstta y fascmarse con un presente inefable para no
profundo. Esta idea se encuentra ya en Kierkegaarcl, pero
ver su porvenir. Filosóficamente, este pensamiento blando
tiene menos relieve porque ese cristiano piensa y vive en los y disimulado no es más que una supervivencia, no ofrece
límites ele una religión revelada. Jaspers, muelo sobre la Re-
mucho interés. Pero hay otro existencialismo que se ha des-
velación, nos hace volver -por lo discontinuo, el pluralismo
arrollado al margen del marxismo y no contra él. A él perte-
y la impotencia- a la subjetividad pura y formal que se eles- necemos y de él voy a hablar ahora.
cubre y descubre a la trascendencia a través ele sus derrotas.
Por su presencia real, una filosofía transforma las estruc-
En efecto, el éxito logrado como objetivación permitiría a la
エオイ。セ@ del sセ「イL@ provoca ideas y, aun cuando define las pers-
persona inscribirse en las cosas y al mismo tiempo la obli- pecttvas practicas de una clase explotada, polariza la cultura
garía a superarse. La meditación del fracaso le conviene per-
de las clases dirigentes y la cambia. Marx escribe que las ideas
fectamente a una burguesía parcialmente descristianizada pero de la clase dominante son las ideas dominantes. Fo1·malmente
que echa ele menos la fe porque ha perdido confianza en su tiene razón; cuando yo tenía veinte años, en 1925, no había
ideología racionalista y positivista. Ya Kierkegaarcl conside- cátedra de marxismo en la Universidad, y los estudiantes co-
raba que toda victoria es sospechosa porque aparta al hombre munistas se cuidaban mucho de recurrir al marxismo y hasta
ele sí. Kafka volvió a tomar este tema cristiano en su Dia-rio, de nombrarlo en sus disertaciones; no habrían aprobado nin-
donde se puede encontrar cierta verdad, dado que en un mundo
Es esta cualidad a la vez inmanente (puesto que se extiende a
1
1 El caso de Heidegger es demasiado complejo como para que de nuestra subjetividad vivida) y trascendente (puesto que se
エイ。カ←セ@
pueda exponerlo aquí. mantiene fuera de nuestro alcance) lo que Jaspers llama la existencia.

24 25
gún examen. Era tal el horror a la dialéctica que セQウエ。@ Hegel
nos era desconocido. Desde luego que nos perm1t1an leer a Ietariado como encarnación y vehículo de una idea. Y creo
Marx y hasta nos aconsejaban su lectura: había que conocer- que aquí hay que completar la fórmula de Marx: cuando la
lo "para refutarlo". Pero ュセ・ウエイ。@ ァ⦅・セイ。」ゥ￳ョL@ _como ャセウ@ prece- clase ascendente toma conciencia de ella misma, esta toma
dentes y como la siguiente, sm tradiciÓn hegehana y sm セ。・ウᆳ de conciencia actúa a distancia sobre los intelectuales y separa
tros marxistas, sin programa, sin instrumentos de ー・ョウ。ュゥセッL@ las ideas en sus cabezas. Negamos el idealismo oficial en nom-
ignoraba エセ、ッ@ 、・セ@ ma.terialismo ィゥウエ￳セ」ッ@ 1 .• pッセ@:1 contran?, bre del "sentimiento trágico de la vida" 1 •
se nos ensenaba mmucwsamente la lógica anstotehca y la logrs- Este proletariado lejano, invisible, inaccesible pero cons-
tica. Hacia esta época leí El cajJital y La ideología alemana; ciente y actuante nos daba la prueba -oscuramente para muchos
comprendía todo luminosamente y en :so no セッューイ・ョ、■。@ de nosotros- que todos los conflictos no estaban resueltos.
absolutamente nada. Comprender es cambiarse, es rr más allá Nos habíamos educado en un humanismo burgués, y este hu-
de sí mismo; pero esta lectura no me cambiaba. p・イセ@ lo que manismo optimista estallaba, porque adivinábamos, alrededor
por el contrario empezaba セ@ cambia_nne _era la 1·ealzdad del de nuestra ciudad, a la inmensa multitud de los "sub-hombres
marxismo, la pesada presencia, セョ@ mr ィセイAコッョエ・L@ de _las masas conscientes de su sub-humanidad"; pero nuestra forma de sen-
obreras, cuerpo enorme y sombn? que. vzvza el ュ。イセAウ_L@ アセ・@ tir este estallido era todavía idealista e individualista: los
lo jJracticaba, y que ejercía a 」ィウエ。ョッセ@ una 。エイセ」キョ@ Irre_sis- autores que nos gustaban nos explicaban por esta época que
tible sobre los intelectuales de la pequena burguesra. Esta filo- la existencia es un escándalo. Sin embargo, lo que nos inte-
sofía, cuando la leíamos en los libros, no gozaba para n_os_otros resaba eran los hombres reales con sus trabajos y sus penas;
de ningún privilegio. U? sacerdote 2: que acaba. de e,scnbrr so- reclamábamos una filosofía que diese cuenta de todo sin dar-
bre Marx una obra copwsa y ademas llena de wteres, 、・」ャセイ。@ nos cuenta de que ya existía y de que era precisamente ella
tranquilamente en las primeras páginas: "Es posi_ble estudiar la que provocaba esta exigencia en nosotros. Hubo un libro
(su) pensamiento tan seguramente como se estudia el de otro que tuvo mucho éxito entre nosotros en aquella época: Vers
filósofo o el de otro sociólogo". Eso era lo que pensábamos; le concret, de Jean Wahl. Pero estábamos un poco decepcio-
mientras este pensamiento nos aparecía a través de las pala- nados por ese ''hacia" (vers) ; queríamos partir de lo concreto
bras escritas, nos mar:: teníamos "objetivos";, nos 、・セ■ュッウZ@ total, y queríamos llegar a lo concreto absoluto. Pero la obra
"Son las concepciones de un intelectual aleman que VIVIa en nos gustaba porque embarazaba al idealismo descubriendo ーセᆳ
Londr-es a mediados del siglo pasado". Pero cuando se daba radojas, ambigüedades, conflictos aún no resueltos en el um-
como una determinación real del proletariado, como el se?- verso. Aprendimos a presentar el pluralismo (ese concepto de
tido profundo -para sí mismo Y, en sí- de sus actos, nos atram derecha) contra el idealismo optimista y monista de nues-
irresistiblemente sin que lo su¡)lesemos y deformaba toda Imes- tros profesores, en nombre de un pensamiento de izquierda
tra cultura adquirida. Lo repi_to: lo アオセ@ nos turbaba n? era que aún se ignoraba. Adoptamos con entusiasmo todas las
la idea; tampoco era la condiciÓn obrera; de_ la _cual temamos doctrinas que dividían a los hombres en grupos estancos. Co-
un conocimiento abstracto pero no la expenenoa. No; era la
mo éramos demócratas "pequefío-burgueses", nos negábamos a
una unida a la otra, era, como habríamos dicho entonces con
aceptar el racismo, pero nos gustaba pensar que el universo
nuestra jerga de idealistas en ruptura con el idealismo, el pro-
del nifío o del loco seguían siendo para nosotros perfecta-
1 Esto es lo que explica que los intelectuales marxistas 、セ@ mi edad mente impenetrables. Influidos por la guerra y por la revo-
(comunistas o no) sean tan malos dialécticos; han vuelto sm saberlo lución rusa, oponíamos -claro que sólo teóricamente- la
al materialismo mecanicista. . ,
2 CALVEZ: (El pensamiento de Carlos Marx) La penscc de Kal"l 1 Era una palabra puesta de moda por el filósofo espa1íol セヲゥァオ・ャ@
Marx, f:ditions du Seuil. de Unamuno. Claro está que este trágico no tenía nada en comun con
los verdaderos conflictos de nuestra época.
26
27
voluntad de conceptuación a priori. Observemos aquí simple-
violencia a los dulces sueños de nuestros profesores. Era una n:ente qu; Lukacz no da cuenta en absoluto del hecho prin-
violencia mala (insultos, peleas, suicidios, asesinatos, catástro- ッー。セZN@ estabamos convencidos a la vez de que el materialismo
fes irreparables) con la que corríamos el peligro de desembo- ャオウセッョ」@ nos daba la única interpretación válida de la bis-
car en el fascismo; pero para nosotros tenía la ventaja de tona y de que el existencialismo era ya la única aproximación
poner el acento en las contradicciones de· la realidad. Así el concreta a _la イ・。ャセ、N@ No pretendo negar las contradicciones
marxismo, como "filosofía devenida mundo" nos arrancaba de esta actitud; simp_lemente digo_ que Lukacz ni siquiera lo
de la cultura difunta de una burguesía que malvivía de sospechaba. Ahora bien, muchos Intelectuales y muchos estu-
su pasado; nos metíamos a ciegas por la peligrosa senda de 、ゥ。セエ・ウ@ vivían y siguen viviendo con la tensión de esta doble
un realismo pluralista que intentaba alcanzar a las personas realidad. ¿De dónde proviene? De una circunstancia· que Lu-
y a las cosas en su existencia "concreta". Sin embargo, seguía- kacz. 」ッョセ■。@ perfectamente pero ele la que por entonces no
mos en el marco de las "ideas dominantes"; aún no teníamos ーッ」ャセ。@ deor nada; tras habernos visto atraídos por él como
la idea de considerar primero al hombre que qüeríamos co- la luna atrae a las mareas, tras haber transformado todas nues-
nocer como un trabajador que produce las condiciones de su tras ゥ」ャ・セウL@ tras habe.r liquidado. en nosotros las categorías del
Yida. Confundimos durante bastante tiempo lo total y lo ー・ョウ。ュセエッ@ 「オイァ⦅セウL@ el marxismo, bruscamente, nos dejaba
individual; el pluralismo -que tan セゥ・ョ@ nos セ。「■@ _servido en el mre; no セ。エゥウヲッ@ nuestra necesidad de comprender; en
contra el idealismo del señor Brunschvicg- nos Impiclló com- el terreno particular en que nos encontrábamos, ya no tenía
prender la totalización dialéctica; nos complacía describir セウ・ョᆳ nada nuevo gue enseñarnos, porque se había detenido.
cias y tipos aislados artificialmente, antes que reconstrUir el . E.l, ュ。イセッウ@ se ha detenido; precisamente porque esta
movimientos sintético de una verdad "devenida". Los hechos セ[ャッウィ。@ q_uiere cambiar al mundo, porque trata de alcanzar
políticos nos llevaron a utilizar el esquema de la "lucha de e_l, cl_evemr-mundo ele la filosofía", porque es y quiere ser
clases" como una especie de verja, más cómoda que カ・イセャ。、[@ p1 セ」エコ。L@ se ha hecho en ella una auténtica escisión, que ha
pero hizo falta toda la historia ウ。ョァイゥ・セ@ de este ュ・セio@ siglo depclo a la teoría por un lado y a la praxis por el otro. En
para que llegásemos a alcanzar su イ・。ャセ、@ y para situarnos el m?mento en gue la U.R.S.S., rodeada, solitaria, empezaba
en una sociedad desgarrada. Lo que hiZo que saltase el en- su gigantesco esfuerzo de industrialización el marxismo no
vejecido marco de nuestro pensamiento セオ・@ la ァオセイM La podía dejar _ele sufrir el contragolpe ele es,tas nuevas luchas,
guerra, la ocupación, la resistencia, los anos que sigm.eron. セ・@ las necesidades prácticas y ele los errores que le son casi
Queríamos luchar al lado de la clase obrera, 」セューイ・⦅ョ、ゥ。ッウ@ Inseparables. En ・ウエセ@ período ele replegamiento (para la
por fin que lo concreto es la historia y la acoón dialéctica. l! .R.S.S.). Y de refluJO (para los proletariados revoluciona-
Renegamos del pluralismo por haberlo encontrado entre los nos) , la Ideología quedaba también subordinada a una doble
fascistas, y descubrimos el ュオョセッM , .. . e:-.igencia: la_ ウセァオイゥ、。@ -es decir, la unidad- y la construc-
¿Por qué, pues, ha mantemdo su autonomia .el existen- 」セッョ@ del sooahsmo en la U.R.S.S. El pensamiento concreto
cialismo"? ¿Por qué no se ha disuelto en el ュ。イクゥウセッ_@ . エゥセョ・@ que ョセ」・イ@ セ・@ la praxis y tiene que volverse sobre ella
Lukacz creyó contestar a esta pregunta en un hbnto titU- misma para iャセュゥ。イL@ y no al azar y sin reglas, sino -como
lado Existencialismo y marxismo. Según él, los ゥョエセャ・」。ウ@ en todas las oenoas y todas las técnicas- conforme a unos
burgueses tuvieron que "abandonar el método del Ideahsmo principios. aセッイ。@ bien, los dirigentes del Partido, empeñados
conservando sus resultados y sus fundamentos: de donde nace en llevar la Integración del grupo hasta el límite temieron /
la necesidad histórica de un «tercer camino» (entre el mate- que el devenir libre de la verdad, con todas las discusiones
1

rialismo y el idealismo) en la existencia· y en la conciencia Y los conflictos que supone, llegase a romper la unidad de
burguesa durante el período imperialista". Más エ。イ、セ@ mostra- combate; se reservaron el derecho de definir la línea y de
ré los destrozos que ha causado en el seno del marxismo esta
29
28
interpretar los hechos; セ、・ュ£ウL@ por m_iedo de que la expe- ros" 1 • Desde luego que los Consejos obreros son una insti-
riencia llevase sus propias luces, cuestionase algunas de sus tución democrática, hasta se puede sostener que en ellos resi-
ideas directrices y contribuyese a "debilitar la lucha ideoló- de el porvenir de la sociedad socialista. Pero no impide que
gica", colocaron a la doctrina ヲオ・イセ@ de su alcance. La separa- no existiesen en Hungría en el momento en que tuvo lugar
ción de la doctrina y de la práctica tuvo por resultado que la primera intervención soviética; y su aparición, durante la
ésta se transformase en un empirismo sin principios, y 。アセャ@ primera insurrección, fue demasiado breve y demasiado con-
en un Saber puro y estancado. Por otra parte, la plamfica- fusa como para que pueda hablarse de democracia organizada.
ción, impuesta por una 「オイッ」セゥ。@ アセ・@ no アオ・イ■セ@ reconoce_r No importa: hubo Consejos obreros y se produjo una inter-
sus errores se convertía en una vwlenCia que se hacra a la reah- vención soviética. A partir de ese momento, el idealismo mar-
dad, y ya' que la producción futura de una nación se _detr:r- xista procede a dos operaciones simultáneas: la conceptuali-
minaba en las oficinas, y muchas veces fuera de su terntono, zación y el pasaje al límite. Se lleva la noción empírica hasta
esta viole ocia tenía como contrapartida un idealismo セ「ウッャオエZ@ la perfección del tipo, el germen hasta su desarrollo total; y
se sometía a jJriori los hombres y ャ。セ@ _cosas a las セ、・。ウ[@ s1 al mismo tiempo se rechazan los datos equívocos de la expe-
la experiencia no confirmaba las prev1s10nes, no tema ra1;ón: riencia: sólo pueden extraviar. Nos encontraremos, pues, ante
El subterráneo de Budapest era real en la cabeza de Rakos1; s1 una contradicción típica entre dos ideas platónicas: por un
el subsuelo de Budapest no permitía que se construyese, es que lado, l_a pol_ítica vacilante ele la U.R.S.S. ha sido sustituida por
este subsuelo era contrarrevolucionario. El marxismo como in- la acción ngurosa y previsible de la entidad "Burocracia so-
terpretación filosófica del hombre y de la. historia, tenía. gue viética"; por otra, los Consejos obreros desaparecen ante esta
reflejar necesariamente las ideas preconcebidas セ・@ la ーャ。セiィ」⦅ᆳ otra entidad: "la Democracia directa". Voy a llamar a estos
ción: esta imagen fija del idealismo y de la セキャ・ョcゥ。@ eJerCIÓ dos objetos, "singularidades generales": se nos presentan como
sobre los hechos una violencia idealista. El wtelectual mar- realidades singulares e históricas cuando no hay que ver en
xista creyó durante años que servía a su partido. カゥッャセ、@ la ellas más que la unidad puramente formal de relaciones abs-
experiencia, desdeñando los detalles ュッャ・ウエセL@ snnphflcando tractas y universales. Se acabará esta fetichización procurando
groseramente los datos y sobre todo conceptuahzado los hechos poderes reales a uno y otro: la Democracia de los Consejos
antes de haberlos estudiado. Y no quiero hablar solamente obreros contiene en sí la negación absoluta de la Burocracia
ele los comunistas, sino de todos los demás -simpatizantes, que reacciona aplastando a su adversario. Marx, convencido
trosquistas o エイッウアオゥセ。ョ・M por_que han sido ィ・」セエウL@ ーッセ@ su d_e que los ィ・」セッウ@ no ウセZュ@ nunca apariciones aisladas, de que
siiupatía por el Partido Comumsta o por su ッーセウQ」PョN@ E! 4 s1 se producen JUntos siempre lo son dentro de la unidad su-
dt noviembre, en el momento de la segunda wtervenCIÓn perior de un todo, de que están unidos entre sí por lazos in-
soviética en Hungría, y sin disponer aún de ningún. informe ternos, y de que la presencia de uno modifica al otro en su
sobre la situación, cada grupo tenía ya formada su 1dea pre- naturaleza profunda, abordó el estudio de la revolución de
via: se trataba de una agresión de la burocracia rusa contra febrero de 1848 o del golpe de Estado de Luis Napoleón Bona-
la democracia de los Consejos obreros, de una rebelión ele las parte con un espíritu sintético; veía en ellos totalidades des-
masas contra el sistema burocrático o de un intento contra- garradas y producidas, al mismo tiempo, por sus con tradic-
rrevolucionario que había sabido reprimir la moderación so- ciones internas. Sin duda que también la hipótesis del físico
viética. Después -llegaron las noticias, muchas noticias; pero es un desciframiento de la experiencia cuando aún no ha
no he oído que cambiase de ッーゥョ￳セ@ ningún marxista. Entr; sido confirmada por la experimentación; rechaza al empirismo
las interpretaciones que acabo de Citar, una muestra el me- por la sencilla razón de que es mudo. Pero el esquema cons-
todo al desnudo, la que reduce los hechos húngaro_s a una
"agresión soviética contra la democracia de los ConseJOS obre- 1 Sostenida por antiguos trosquistas.

30 31
. . es universalizador; no es totalizador; así, no se comprendería la importancia que conceden los mar-
ャゥエオカセ@ de esta ャオー￳ᄋセウ@ una función, y no una totalidad con- xistas (aún hoy) al "análisis" de la situación. Claro que este
cletermma una. イ・ャ。セ@ Í el proceso histórico con unos esque- análisis no puede bastar y que es el primer momento de un
cretá. El marx.Ista a ore a t talizadores. y como es natural, la esfuerzo de reconstrucción sintética. Pero también aparece como
mas universahzadorbes yl oh, aí' azar· la teoría había detenni- indispensable para la reconstrucción posterior de los conjuntos .
. 1' . , n no esta a lec a , , , , . . .
tota ¡zaciO . 1 de 11 del aconelloonamiento, estu- Ahora bien, el voluntarismo marxista que se complace
l 1 perspecuva Y e or •
ョセ」@ o a eneral dentro del marco de un sistema gene- en hablar de análisis ha reducido esta operación a una simple
chaba tal proc_e,so gPero en los trabajos de Marx, esta perspec- ceremonia. Ya no se trata de estudiar los hechos con la pers-
ral en evolucwn. l ·m edir o volver inútil la apre- pectiva general del marxismo para enriquecer el conocimien-
. · ún caso pretene e 1 p
uva en mng ' t talidad sinaular. Cuando l'v1arx 1 to y para aclarar la acción; el análisis consiste únicamente en
ciac.:ió_n del ーセッ」・ウ@ 」セZイ・L@ ;rágica ohistoria de la Repú- desembarazarse del detalle, en forzar el significado de algunos
estmha, por eJemplo, 1' . y o se haría hoy- a declaraT sucesos, en desnaturalizar hechos o hasta en inventarlos para
blica de 1848, no se ln;Ita -cobml¡'cana ti·aicionó al IJroletaria- volver a encontrar, por debajo, y como substancia suya, unas
- burguesw repu ' ' '
que la pequena
·. do Por e
l
conuano,
. . trata de mostrar esta trage-
, , 1 1 1 "nociones sintéticas" inmutables y fetichizadas. Los concep-
do, su a 1w · . to Si subordina los 1ec 10s tos abiertos del marxismo se han cerrado; ya no son llaves,
dia en sus detalles y en su conJun . . . to ele una acti-
' , . l'd d (de un movumen , 1 esquemas interpretativos; se plantean por sí mismos como sa-
anecdoticos a la tota_I a.
tud) ' quiere 、・ウ」セ「イサ@ セM。@
a través de aquéllos. Dicho de
además de su significado particu- ! ber ya totalizado. Del marxismo, de estos tipos singularizados
y fetichizados, resultan como diría Kant, unos conceptos cons-
otra manera, a cae a lec '
lar le da _una セオョゥ￳@ イ・カセ[。ャ@ PQ ケセ セZエッ@
el rincipio que
Sntético, cada l titutivos de la experiencia. El contenido real de estos concep-
tos típicos es siempre SabeT pasado; pero el marxismo actual
dirige la mvestigaoón セウ@ . nterrorra se descifra como lo convierte en un saber eterno. En el momento del análisis,
hecho, una vez ・ウエ。「ャッ、セ@ ウセャ@ 1 or ュセ、ゥj@ del estudio de sus su única preocupación será "colocar" esas entidades. Cuanto
P arte de un todo; y es. so 'f1 @ セ el, @ N セ como se determina, a títu- más convencido está de que representan a prioTi a la verdad,
d " bre s1gm 1cae os
faltas o. e su_s so · . el seno de la cual encontrará menos exigente será con la prueba: la enmienda de Kerstein,
lo de hipótesis, la totalidad, 1en . mo vivo es heurístico: . en
los llamamientos de "Radio Europa libre", han bastado unos
su verdad. De tal manerla, e ュセイエク。ゥウ@ sus principios y su saber
.ó búsquee a cono e , , rumores a los comunistas franceses para "colocar" la entidad
re 1ao n con su . . . /adores Nunca se encuentran
anteriores aparecerán como 1 セァオ@ . . 1 "la peque-
entidades en Marx: las totahdade_s (por, e] en:\ セᄋ@
Maximilien Rubei cita en su excelente libro este texto tan curioso (tan
definen escandaloso para nuestros marxistas contemporáneos) : "Esta rara com-
' . El 18 Brwnarto) estan v¡v,ts, se .
ña burguesía' en . . ' 1 s· o fuese binación de Italia y de Irlanda, de un mundo de voluptuosidad y de
arco de la invesugacwn . 1 n
por sí mismas en el m un mundo de sufrimiento, se encuentra anticipada en las viejas tradi-
ciones religiosas del Indostán, en esa religión de exuberancia sensual y
.. - b ugue<ía" existe: claro está, en la de feroz ascetismo ... " (MAXIMILIEN RunEL, Karl Marx, p:lg. 302. El
1 El concepto de pequenad t d-. sobre el golpe de Estado texto de Marx apareció el 25 de junio de 1853 con el título On India) .
. b tante antes e1 estu 10 •
filosofía marXISta as eli.a burguesía ex1ste como Encontramos detrás de las palabras, claro está, los verdaderos conceptos

1
de Luis-Napo con. ero p ocurre que esta
. pequt es que evoluciona con 1a
'
y el método, la estructura social y el aspecto geográfico: lo que recuerda
ce tiempo Lo que Impar a 1
tal clase d es d e h a · ca•·acteres sin"ulares que e con· a Italia, la colonización inglesa; lo que recuerda a Irlanda, etc; No im-
historia, y que en 184_8 preserta. unos v・ャZセュッウ@ cómoo Marx vuelve sobre porta, da una realidad a esas palabras de voluptuosidad, de sufrimiento,
cepto no puede deducir de s セウュッN@ •e y a la vez determina de exuberancia sensual y de feroz ascetismo. Aún mejor, muestra la
e la defmen como e1a. , T
los rasgos genera 1es q u . d 1 experiencia los rasgos espec1 ICOS
a partir de este punto Y a セ。イエコN@ e 18 48 f .
¡>ara
quc la determinan como realidad smgu ar en . d.e artículos (The British
tomar otro ejem-
situación actual del Indostán "anticipada" (antes de los ingleses) por sus
viejas tradiciones religiosas. Poco nos importa que el Indostán sea así
18r.3 a través de una sene ' á o de otra manera, lo que aquí cuenta es la ojeada sintética que da vida
plo, veamos eÓmo en :J" • f' 'a original del Indust n. a los objetos del análisis.
Rule in lnclia), trata de mostrar 1a Isonomi

32 33
"imperialismo mundial" en los orígenes de los sucesos de Hun- que la práctica marxista en las masas n . . . .
P?co, ]a esclerosis de 1.1 teoría· er ., セ@ r.:nep, o refleJa
gría. En lugar de la búsqueda totalizadora tenemos una esco-
lástica de la totalidad. El principio heurístico "buscar el todo thcto existente entre la acció , p f
セウ@ pre_Clsamente el con-
a través de las partes" se ha convertido en la práctica terro- de justificación ¡0 que ゥュー、セ@ イセ・ッ@ オャ」セッョ。@ Y la esc?lástica
rista 1 "liquidar la particularidad". Si Lukacz -Lukacz, que los países socialistas en lo q, e 10mbr e comumsta, en
tantas veces ha violado a la historia- encuentra en 1956 la una conciencia clara セ・@ sí· セョ。ゥウ・@ 「オイァセ・ウL@ pueda tomar
mejor definición del marxismo estancado, no es una casuali- racteres ele nuestra é )OCa セウ@ de los mas ウ_イーセョ、エ・@ ca-
cerse Pod , d . . l . que se hace la histona sm cono-
dad. Los veinte años de práctica que tiene le confieren toda . na ecu se que srempre ha sido '· ·d
la autoridad que necesite para llamar a esta seudo filosofía ta la segunda mitad d 1 . asi, Y es ver ad has-
Pero lo que . . e l siセ@ 1 o pasado. Es decir, hasta Marx.
un idealismo voluntarista. constituye a tuerza y la . l l
es que ha sido el i , . nqueza e e marxismo
Hoy la experiencia social e histórica del saber queda
histórico en su エッセヲ@ セ。ウ@ イ。、ゥセャ@ para 。」ャセイ@ el proceso
fuera del Saber. Los conceptos burgueses apenas se renuevan veinte años su - a . ero pm ・セ@ contrano, desde hace
y se desgastan rápidamente; los que se mantienen, carecen d d . . sombra oscurece a la lustoria: es que ha deJ·a-
de fundamento: las adquisiciones reales de la Sociología ame- o e VIVIr con ella y que 1 . d .
trata de - d . - l . , )01. conserva onsmo burocrático,
ricana no pueden disimular su incertidumbre teórica; tras un . re ucu e cambw a la Identidad l.
comienzo fulminante, el psicoamílisis se ha estancado. Los co- correSm e¡bargo, hay _qu.e セッューイ・ョ、ウZ@ esta esclerosis no
nocimientos de detalles son numerosos, pero falta la base. En - spon e a un enveJecimiento normal. Ha sido producid
cuanto al marxismo, tiene fundamentos teóricos, abarca a toda p?r una¡ .coyduntura mundial de un tipo particular· el ュ。イセ@
la · ' eJOS
X lSino e estar. agot a d o, es aun ' muy JOVen, ·
.la actividad humana, pero ya no sabe nada: sus conceptos son . casi' está 'en-
dihtats; su fin no es ya adquirir conocimientos, sino consti- mfancra, apenas SI ha empezado a desarrollarse. Sigue sien-
tuirse a p¡·iori en Saber absoluto. Frente a esta doble igno-
rancia, el existencialismo ha podido renacer y mantenerse por- 1 Ya he dado mi opinión sobre 1 t. d" .
volver sobre ello Seg • . a ¡age w hnngara y no voy a
que seguía afirmando la realidad de los hombres, como Kier- · un e1 punto de VI•ta c¡ue ·
que los comunistas hayan c¡·e'd : . nos ocupa, Importa poco
· · soviética ' Lo
1 0 a jJrzon que. tenían · ·r·1car la
kegaard afirmaba contra Hegel su propia realidad. Sólo que mtervenc1ón ' que JUStJ
que sus "an;ílisis" ィセI。ョ@ s アオセ@ pdor el contrano parecer;\ lamentable es
el danés negaba la concepción hegeliana del hombre y de lo htmgaro. No hay duda s· オーイセi@ . o totalmente la originalidad del hecho
real. Por el contrario, existencialismo y marxismo pretenden lludapest doce aiíos ddsp. セョ←@ ・jセ@ a:go,. de que una sublevación ocurrida en
alcanzar el mismo objeto, pero el segundo ha reabsorbido al de la muerte de Star s. e a guerra, menos de cinco aííos después
111 • te111a que presentar u
hombre en la idea y el primero lo busca dondequiera que esté, culares. ¿Qué hacen nues . . nos .caracteres muy partí-
en su trabajo, en su casa, en la calle. No pretendemos desde lue- Partido, pero sin 、・ヲゥョイャ。セioZウᄋᄀアオjコッ_⦅@ Subrayan las faltas del
eterno y abstracto q 1 ' • :. falt.Js mdetermmadas toman un car;\cter
go -comohacía Kierkegaard- que este hombre real sea incog- • ue as .!llanca del contexto ¡ · tó ·
tu· 1。セ@ en una enlidad universal; es "el . . .1 liS ..nc? ᄀセ。イ@ com·cr-
noscible. Lo único que decimos es que no es conocido. Si sencJa de elementos reacci . . e¡ro¡ nnnano ; mdJcan la pre-
' onanos pero sin mostrar f"d d ¡
escapa al Saber provisionalmente, es que los únicos conceptos y todos ellos pasan en el '!Clo セ@ 1 R . , su rea z a u'mgara,
los contranevolncionarios de 1セYS@ a @ N ョ セ j 。 」 eterna, son hermanos de
ele que disponemos para comprenderle están tomados del idea- voluntad de perjudic-u· y f'
1
'. Y su ltnJco rasgo definido es la
lismo de derecha o del idealismo de izquierda. No hay peli- rialismo mundial cojセQ@ nnpaorf QセL@ es.tos 」ッュョエ。、セᄋ・ウ@ presentan al impe-
' ue1 za magotable y sm . .1
gro de que confundamos estos dos idealismos: merece su nom- no var j a, sea el que fuere su Junto de . r . . . ros ro cuya esencia
se constituye una ゥョエ」イー・。セ￳@ Lᄀセ@ Jcacwn. Con estos tres elementos
bre el primero por el contenido de sus conceptos, y el segun- · ·ó n que s1rve para todo (1
reacc1 n- 1ocal-que-se-a¡Jrovecha-del-d . ' os errores, Ia-
do por el uso que hace hoy de los suyos. También es verdad cst· . .ó escontento-¡Jopular y la e. 1 .• 1
a-sJtuac¡ n-por-el-imperialismo-mJmdial) . '- セー@ otacwn-c c-
a todas las sublevaciones co . , que se aphca b!Cn que mal
1 Este terror intelectual correspondió durante algún tiempo a "la con la ünica condición' d mprendrldas ャ。セ@ .. イ・カオAエ。セ@ de la Vcndéc de 1793,
liquidación ヲゥセイ。B@ de los particulares. Es decir, que no ha ー。ウ、セ@ セQーャGコ。イN@ ャョー・。ィウセッB@ por aristocracia.
· -o es o que hab1a que úcmo.qrar.

34 35
do, pues, la filosofía de nuestro tie_mpo; es ゥセウオー・イ。「ャ@ porque man el. motor de la historia. Tiene gracia que Lukacz, en la
aún no han sido superadas las orcunstanoas que lo engen- obra cャエセ、N。L⦅@ ,haya creído distinguirse de nosotros recordando
draron. Cualesquiera que sean, nuestros pensamientos no pue- esta 」セ・ヲオQPョ@ marxista del materialismo: "La primacía de
den formarse más· que sobre este humus; tienen que mante- la existenCia sobre la conciencia", cuando el existencialismo
nerse en el marco que les procura, o se pierden en el vacío o -su セッュ「イ・@ lo indica bastante bien- hace ele esta primacía
retroceden. Tanto el existencialismo como el marxismo abor-
el objeto de una afirmación ele principio 1.
dan la experiencia para descubrir en ella síntesis concretas;
el existencialismo no puede concebir estas síntesis más que 1 El principio . metod o l'ogzco · que h ace que 1::t certidumbre empiece
en el interior de una totalización en movimiento y dialéctica con
d f' la reflexión, 1 no contradice en 'absoltlto 'al pl10Clp10 .· · · an t ro pO ['ogzco· que
que es la historia o -con el punto de vista estrictamente cul- e me a a persona concreta por su materialidad. La Teflexión para
tural en que aquí nos colocamos-:; el "devenir-mundo-de -la-filo- nosotros, ól no se reduce a la: simple . ·
mmanenC!a · e1el sub¡etJVJsmo
· · · · ' ·
1deahsta;
s o es un punto de partida SI nos arroja en el acto. sobre las cosas y
sofía". Para nosotros la verdad deviene, es y se1·á devenida. Es los. hombres, en el mundo
ál'd , · La' t'm'Ica t cona · e¡ e¡ conocumcnto
· · que puede
una totalización que se totaliza sin parar; los hechos particu- sセ Q N@ v: 1 a 110 Y セョ@ d1a es la que se funda sobre esta verdad de )a micro-
lares no significan nada, no son ni verdaderos ni falsos en セisjN」。@ el ・クーョセエ。、ッイ@ forma parte del sistema experimental. Es la
cuanto no están referidos por la mediación de diferentes to- umca que permite apartar toda ilusión idealista, la única ue muestra
al
· d hombre d bl real en medio del mundo real Pero este ¡·eal·q · 1'tea
talidades parciales a la totalización en marcha. Vayamos mús 111 u a emente un punto de partida reflexivo
· tsmo tmp
lejos: cuando Garaudy escribe (Humanité, del 17 de mayo de b ·, · t 1 · 'ó • e s CCC!r,
1 · que el descll-
.rz nzen o e e オセ。@ sttuact n se hace en y por la jJTaxis que la cambia. No
1055) : "el marxismo forma hoy el sólo sistema de coordena- sttuamos los ongenes de la acción en la toma de conciencia no vemos
das que permite situar y definir un pensamiento en cualquier en ella un momento necesario de la acción: la acción se da 'sus ro ゥ。セ@
luces cuando se va cumpliendo. Lo que no obsta para que p lp ·
domuüo, desde la economía política hasta la física, desde la 'aparezcan ' en y p or 1.a toma d e conciencia de esasim uces
los agentes, lo que lica
historia hasta la moral", estamos ele acuerdo con él. Y también que s.e !1aga セ・」ウ。イNエュョ@ una teoría de la conciencia. La teorl! del
lo habríamos estado si hubiese extendido su afirmación -pero conoC!mtento Sigue .stendo, por el contrario, el punto débil del marxismo.
no era su tema- a las acciones de los individuos y ele las セオ。ョ、ッ@ Marx escnbe: "La concepción materialista del mundo ウゥァョヲ」Zセ@
sunplemen te la concepción de la naturaleza tal y como es sin . · ·:
masas, a las obras, a los modos ele vivir, ele trabajar, a los adició n e x t tana · .,. " , se convterte · .
en mzrada • contemplar
mngun.t
objetiva y pretende
sentimientos, a la evolución particular de una institución o a Qセ@ _セエオイ。ャ・コ@ tal y como es de manera absoluta. Despojado ele toda
ele un carácter. Para ir más lejos, también estamos plenamente subjettvtdad Y ィ。「ゥ←セ、ッウ・@ asimilado a la pura verdad objetiva, se pasea
de acuerdo con Engels cuando escribe en la carta que para por un ュオョセャッ@ de ob¡etos habitado por hombres-objetos. Por el contrario
cuando Lenm habla ele nuestra conciencia dice· "No ·1 1'
Plekhanov supuso la ocasión de realizar su famoso ataque con- reflejo del ser
.. •. en e1. me¡or · d 1
e os casos es ' un reflejo · es m, s que e
aproximadamente
tra Hernstein: "No. es, pues, como se quiere imaginar, aquí y bY セク。」エッ@ al mtsmo tiempo se quita el derecho de escribir lo que escribe
allá, por simple comodidad, un efecto automático de la situa- • n á 。セ@ os casos se trata de suprimir la subjetividad: en el primero 」。セ@
ción económica; por el contrario, los que ィ。」セョ@ 1oc, n ose セ£ウ@ acá.
alh1, Y en el segundo, más Pero estas dos osicloncs
la historia son
los hombres, pero en un medio dado que les condiciona, en
セッエ_」ィ・NZ@
se ¿cóm? puede . convertirse en la fuente del ral:onalismo
セャイZコ。@ セャ。@ el refl_e¡o aproxtmadamente exacto"? Se juega en dos ta-
base a unas condiciones reales anteriores entre las cuales las . · . n el. ュ。イセエウッ@ hay una conciencia constituyente ue afirma
condiciones económicas, tan influidas como puedan estarlo セウエイコッョ@ Q セ@ rac;wnahda? del mundo (y que de hecho cae en el ldealismo) ·
por las otras condiciones políticas e ideológicas, en última h a b 」ッョエ・セ。@ lconstttuyente determina la conciencia constituida po;.
ャゥセZッ@ イセ」ャーIオ@ セ・ウ@ como simple reflejo (lo 9ue termina en un idea-
instancia no dejan de ser las condiciones determinantes, que . · anta una como otra concepctón vuelven a rom 1
condicionan de una a otra punta el hilo rojo que sólo él nos r:la.ctón real del hombre con la historia, ya que en la prim,era el pceort1 0 セ@
Cimiento es teoría pu ·a · d · '
permite comprender". Y ya se sabe que no concebimos las simple pasividad. En rés,tamyt:a I:o ョセ@ sttu.acla •. y ya 9óue en la segunda es
condiciones económicas como la simple estructura estática de iris é . ay expenmentact n, sólo hay un em
P mo ese pttco, el hombre se desvanece y el desafio ele fl -
una sociedad inmutable: son sus contradicciones las que for- pue d e ser rec ogtc · ¡o. E n ,aquélla la experimentación ' es trascendente ume no al

36 37
Para ser aún más precisos, nos adherimos sin reservas a esta ゥョセ・j」エオ。ャB[@ y no podemos concebir este acondicionamiento
fórmula de El cajJital, por medio de la cual Marx define su 「セjoN@ otra forma que la de un movimiento dialéctico (contra-
"materialismo": "El modo de producción de la vida material diccw_nes, セオー・イ。cゥ￳ョL@ エッ。ャゥコ」セョ・⦅ウI@ . Rubel me Qセ・ーイッ」ィ。@ que
en r_m articulo de 1916 i\tfatenalzsmo y ?·evoluczón no haga
domina en general el desarrollo de la vida social, política e
alusiÓn a ese "materialismo marxiano". Pero él mismo da la
イ。セ￳ョ@ _de esta omisión: "Verdad es que este autor considera
sistema experimental. Y que no se trate de unir una a otra por medio
de una "teoría dialéctica del reflejo", porque ambos conceptos son mas bien a Engels que a Marx". Sí. Y sobre todo a los mar-
a11tidialécticos por esencia. Cuando el conocimiento se vuelve apodíctico xistas franceses de hoy. Pero la proposición de Marx me
y cuando se constituye contra toda discusión posible, sin definir nunca pare_ce una evidencia insuperable en tanto que las transfor-
ni sus alcances ni sus derechos, se corta del mundo y se convierte en
ョセ。」キ・ウ@ de las. relaciones sociales y los progresos de la té c-
un sistema formal; cuando queda reducido a una pura determinación
psicológica, pierde su carácter primario, que es la relación con el objeto, m ca no hayan hberado al hombre del yugo de la rareza. Es
para convertirse él mismo en puro objeto de conocimiento. Ninguna セッョ」ゥ、_@ el pasaje. de Marx que alude a esta época lejana:
mediación puede unir al marxismo como enunciado de principios y de セウ・@ remo de_ la_ hbertad de hecho sólo empieza donde ter-
verdades apodícticas con el reflejo ーウゥ」ッヲャ￳セ@ (¡o "dialéctico"!) .
ュゥセMャ。@ el trabaJO Impuesto por la necesidad y la finalidad ex-
Estas dos 」ッョ・ーゥGセ@ s del conocimiento (el dogmatismo y el conoci-
miento-doblete) son, tanto la una como la otra, jJremarxistas. En el mo- エセᄋキイ[@ se セョ」オ・エイ⦅。L@ pues, iセ£ウ@ allá de la esfera de la produc-
vimiento de los "análisis" marxistas, y sobre todo en el proceso ele tola· c!_on matenal¡?ro¡munente dicha". (Das Kapital, III, pág. 873.)
lización, así como en las observaciones ele Marx sobre el aspecto práctico En cuanto exista jJaTa todos un margen de libertad Tea[ mis
de la verdad y en las relaciones generales de la teoría y de la praxis, re- allá de la producción ele la vida, el marxismo habrá vivido;
sultará f;\cil encontrar los elementos de una epistemología realista que
no ha sido desarrollada nunca. Pero lo que se puede y debe construir ocupará su lugar una filosofía ele la libertad. Pero no tenemos
partiendo ele estas nociones desparramadas es una teoría que sitúa al nin?ún. medio, ningún instrumento intelectual, ninguna ex-
conocimiento en el mu11do (como trata de hacerlo torpemente la teoría penenCia concreta que nos permita concebir esta libertad ni
del イ・ヲャセッI@ y que la determina en .m 11egatividad (esta negatividad que esta filosofía.
el dogmatismo stalinista lleva al absoluto y que transforma en negación).
Sólo entonces se comprencler{t que la conciencia no es conocimiento de
las ideas, sino conocimiento práctico de las cosas; entonces podd supri-
mirse el reflejo como intermediario inútil y aberrante. Entonces podremos
darnos cuenta de esta conciencia que se pierde y se aliena durante la
acción para encontrarse de nuevo por y en la acción misma. ¿Pero qué
nombre se podría dar a esta negatividad situada, como momento de la
fnaxis y como pura relación en las cosas mismas, si no es precisamente
el de conciencia? Hay dos maneras de caer en el idealismo: una con-
ウセエ⦅・@ en disolver lo real en la subjetividad, la otra en negar toda subje-
tl\'Hiad real en beneficio de la objetividad. La verdad es que la objetivi-
dad no es ni todo ni nada; representa un momento del proceso objetivo
(_el de la interiorización de la exterioridad) y ese momento se elimina
セZQ@ cesar para renacer sin cesar completamente nuevo. Ahora bien, cada
uno de esos momentos efímeros -que surgen a lo largo de la historia
humana Y que nunca son ni los primeros ni los últimos- est;\ vivido
como un jJtmto de partida por el sujeto de la historia. La "con_ciencia
de clase" no es la simple contradicción vivida que caracteriza objetiva-
men Le a la clase considerada: es esta con Lradicción ya superada por la
jJraxis y por lo mismo conservada y negada al mismo tiempo. Pero es
precisamente esta negativa develaclora, esta distancia en la proximidad
inmediata, lo que constituye ele una vez lo que el existencialismo llama
"conciencia del objeto" y "conciencia no Lética (ele) sí".

38 39
II

EL PROBLEMA DE LAS MEDIACIONES Y DE LAS


DISCIPLINAS AUXILIARES

¿Qué es lo que hace que no seamos simplemente marxis-


tas? Es que para nosotros las afirmaciones de Engels y de
Garaudy son principios directores, indicaciones de tareas, pro-
blemas, y no verdades concretas; es que nos parecen insuficien-
temente indeterminadas, y por lo tanto susceptibles ele nume-
rosas interpretaciones; en una palabra, para nosotros son ideas
reguladoras. Por el contrario, el marxismo contemporáneo
1 encuentra que son claras, precisas, unívocas; para él, consti-
tuyen ya un saber. A nosotros, por el cotrario, nos parece que
todo está aún por hacerse: hay que encontrar el método y
constituir la ciencia.
N o dudamos que el marxismo permita situar un dis-
curso ele Robespierre, la política ele la Montaña en cuanto
a los sans-culottes, la reglamentación económica o las leyes
ele "maximum" votadas por la Convención, tan fácilmente
como los Poemas de Valéry o La leyenda de los siglos. Pero
¿qué es situar? Si me refiero a los trabajos de los marxistas
contempodneos, veo que creen determinar el lugar real del
objeto considerado en el proceso total: se establecerán las con-
1 diciones materiales ele su existencia, la clase que lo ha pro-
elucido, los intereses ele esta clase (o ele una fracción ele esta
clase), su movimiento, las formas ele su lucha contra las otras
1
R
clases, la relación de fuerzas que están en presencia, lo que
supone por ambas partes, etc. El discurso, el voto, la acción
política o el libro aparecen entonces, en su realidad objetiva,
como cierto momento ele este conflicto; se definid a partir
de los factores de los que depende y por la acción real que

41
ejerce; y de esta manera se le hará entrar, como manifesta-
ción ejemplar, en la universalidad de la ideología o c;te la experiencia que trata ele descifrar-, sino que ya los ha for-
política, a su カ・セ@ 」ッョセゥ、・イ。ウ@ _como superestruc.turas. Y así mado, está seguro de su verdad, les dará la función de los
se situará a los guondmos refendos a la burguesia de comer- esquemas constitutivos: su único fin es que los acontecimien-
ciantes y ele armadores que provocó la guerra por imperia- tos, las personas o los actos considerados entren en los moldes
lismo mercantil y que casi en seguida quiso detenerla porque prefabricados. Veamos a Lukacz: para él, el existencialismo
perjudicaba al comercio exterior: Y ele los hombres de la de Heidegger se transforma en activismo bajo la influencia
:Montaña se hará, por el contrano, los representantes de una de los nazis; el existencialismo francés, liberal y antifascista,
burguesía más reciente, enriquecida con la compra de los ⦅「ゥ・ョセ@ expresa por el contrario la rebelión ele los pequeño-burgue-
nacionales y del material de guerra, que en consecuencia esta ses sojuzgados durante la ocupación. ¡Qué precioso cuento!
Desgraciadamente no ha tenido en cuenta dos hechos esencia-
in teresa da en prolongar el conflicto. Y, por lo tanto, los actos
les. En primer lugar, en Alemania existía jJo¡· lo menos una
y los discursos ele Robespierre se interpretarán parti_endo de
corriente existencialista que se negó a toda connivencia con el
una contradicción radical: este pequeño burgués se tiene que
hitlerismo y que sin embargo ha sobrevivido al Tercer Reich:
apoyar en el pueblo para continuar la guerra, pero a causa
la ele Jaspers. ¿Por qué no se conforma esta corriente indis-
ele la disminución ele valor ele los papeles, a causa de los
ciplinada con el esquema impuesto? ¿Tendría acaso un "re-
acaparadores y de la crisis セ・@ las ウオ「ゥ⦅エ・ョセ。L@ el pu_eblo re-
flejo de libertad" como el perro de Pavlov? Adcm<Í.s, en filo-
clama un dirigismo económico que perJUdica a los mtereses
sofía hay un factor esencial: el tiempo. Hace falta mucho
de la Montaña y repugna a su ideología iゥャセ・イ_[@ tras este
tiempo para que se escriba una obra teórica. :Mi libro El se¡·
conflicto se descubre la más profunda contrachccwn del par-
y la· nada, que se refiere a él explícitamente, era el resultado
lamentarismo autoritario y de la democracia directa 1 .
de unas investigaciones llevadas a cabo desde 1930; leí por
¿Se quiere situar a un autor de hoy e_n día? El idealismo primera vez a Husserl, Scheler, Heidegger y Jaspers en 1933,
es la tierra nutrida ele todas las produccwnes burguesas; ese durante mi estada de un ai'ío en la Casa Francesa ele Berlín,
idealismo está en movimiento porque refleja a su manera las
y fue en ese momento (mientras Heidegger debía de estar
contradicciones profundas de la sociedad; cada uno de sus en pleno "activismo") cuando sufrí su influencia. Durante
conceptos es un arma c?ntra Qセ@ ideología 。ウ」・ョ、セ@ -el el invierno ele 1939-1940 me encontré por fin en posesión
arma es ofensiva o defensiva segun la coyuntura. O aun me-
del método y de las conclusiones principales. ¿Y qué es el
jor, primero es ofensiva y se vuel":e defensiva de:"pués. Por "activismo", sino un concepto formal y vacío que permite
eso distinguirá Lukacz la falsa qmetud セ・@ la pnmera pre- liquidar al mismo tiempo a cierta cantidad ele sistemas ideo·
guerra, que se. ・クーZウセ@ "con. オセ。@ es,1?eoe de carnaval _per- lógicos que entre sí no tienen más que semejanzas superficia-
manente de la mtenondad feucluzada , de la gran pemten-
les? Heidegger nunca ha sido "activista" -o por lo menos se-
cia, el reflujo de la posguerra, en la que los escritores bus-
gún se ha expresado en sus obras filosóficas. La palabra
can "el tercer camino" para disimular su idealismo. misma, por muy vaga que sea, muestra la incomprensión total
Este método no nos satisface. Es a jniori. Y sus conceptos del marxista para las otras· formas de pensamiento. Sí, Lukacz
110 los deduce de la experiencia -o por lo menos de la nueva tiene los instrumentos que hacen falta para comprender a
Heidegger, pero no le comprenderá, porque tendría que lee¡·-
1 Estas indicaciones y las que van a seguir me han sido ゥョウーイセ、。@
or la obra tan discutible pero apasionante y rica de nuevas ー・イウNャセ」エᄀカ@
le, captar el sentido ele sus frases una tras otra. Y eso, que yo
セオ・@ ha titulado Daniel Guérin La Lutte des classes sous la fJremzere _Re- sepa, no hay ya ni un marxista que sea capaz ele hacerlo 1 .
fJUblique. Con todos sus errores (debidos a su deseo de ヲッイコ。セ@ a Qセ@ ィゥセエッᆳ
ria) es uno de Jos pocos aportes enriquecedores de los estudws lustóncos 1 Es que no pueden despojarse de ellos mismos: niegan la frase
debidos a marxistas contemporáneos. enemiga (de miedo, de rabia, por pereza) justo en el momento en que
quieren abrirse a ella. Esta contradicción ies bloquea. Literalmente, no
42
43
mas ·a si'tuarnos 1 f en la época y si consideram os los h ec110s
Y, finalmente, hay toda una dialéctica -y muy compleja- de antenores: a uga del :ey: la matanza de los republicano s en
Brentano a Husserl y ele Husserl a Heidegger: influencias, el c.hamp-de-M ars, el VIraJe a la derecha de la Constituyen te
oposiciones , acuerdos, n.uevas ッーウゥ」セョ・L@ incomprens iones, monbuncla Y la revisión de la Constitució n, la incertidum bre
malentendi dos, retractacwn es, superaoone s, etc. Todo eso, en ele las. masas asqueadas de la monarquía e intimidai:las por la
definitiva, compone lo que podría llamarse una historia re- イセー・ウQ￳ョL@ el abstencioni smo en masa de la burguesía de Pa-
gional. ¿Hay que considerarl o como un puro epifenómen o? ns (lO.O?O votantes en vez de 80.000 que había habido en
Entonces, que lo diga Lukacz. ¿O existe algo así como las ・セ」キョウ@ municipales ) , en una palabra, la Revolución
un movimiento ele las ideas, y la fenomenolo gía de Husserl al. pauo; r si tamb.ién tenemos en cuenta la ambición giron-
entra en el sistema de Heidegger a título ele momento con- 、ュセLN@ ¿sera necesano que escamoteem os en seguida la jJraxis
servado y superado? En este caso, los principios del marxis- polttl.ca? ¿Hace falta recordar la frase de Brissot: "Tenemos
mo no se han modificado , pero la situación se ha vuelto mu- ョ・」ウQャセ、@ de grandes traiciones"? ¿Hace falta insistir sobre las
cho más compleja. ーイ・」。オキョセウ@ tOI_Tiadas durante el año 92 para que Inglaterra
De la misma manera, los análisis de Guérin han sido ウセ@ セN。ョエオカQ・イ@ fuera de la guerra que, según Guérin, debía
deformados por la voluntad de llevar a cabo la reducción de chng1rse contra ella? 1 ¿Es indispensab le considerar esta ero-
lo político a lo social: resulta difícil aceptarle que la guerra
p_uestos a votación porque iba directamente a lo esencial: el 28 de no-
revoluciona ria sea desde 1789 un nuevo episodio de la rivali- カセ・M「イ@ セM・」ャ。ュ@ que no se considere a las "pequeiías potencias" y que se
dad comercial entre franceses e ingleses. El belicismo giron- 、オQーセ@ directamente al Emperador para hablarle del siguiente modo: "Le
clino es político por esencia; y los girondinos expresan sin 」⦅ッュセオョ。ウ@ a que disuelva (las reuniones) o le declaramos la guerra ... "
セウ@ Qューセイエ。ョ・@ セ。ュ「ゥ←ョ@ que poco después cambiase de opinión bajo la
duda alguna en su política a la clase que les ha producido y mfluenc¡a de iィャ。セ、Mvイ・ョウ@ (que insistió, ante los jacobinos, sobre el
a los intereses del medio que les sostiene: su ideal desde- poder de los enem1gos de dentro y sobre el estado desastroso de nuestra
ñoso, su voluntad de someter al pueblo, que desprecian, bajo defensa en las ヲセッョエ・イ。ウI[@ parece ser que los argumentos de Billaud to-
la élite burguesa de las luces, es decir, de conferir a la bur- ュセイッョ@ su autént1co valor ante Robespierre cuando se enteró del nombra-
nuento del 」ッョ、セ@ de Narbona en el Ministerio de la Guerra. A partir de
guesía el papel de déspota ilustrado, su radicalismo verbal ・ョエッオ」セ@ le yare_Cló que el 」ッョヲャゥセエ@ era una trampa sabiamente preparada,
y su oportunism o práctico, su sensibilidad , su atolondram ien- オセQ。@ ュ£アセオ。@ _mfernal; a parur de entonces discernió bruscamente el
to, todo ello lleva una marca de fábrica, pero lo que así se セキ」オャッ@ Mセャ。・」エᄀッ@ del eneii_Jigo del exterior y del enemigo del interior.
expresa no es la prudencia altanera y ya antif!:ua de los arma- El ュ。セクQエ@ no_ debe_ descUidar esos pretendidos "detalles": muestran que
el movmuento mmed1ato de todos los políticos era el de declarar la guerra
dores y los ョ・セッ」ゥ。エウL@ sino la embriaguez de una pequeña
0 por lo ュ・ャセッウN@ correr ese イセ・ウァッN@ En los セQ£ウ@ profundos se dibujó en se-
burguesía intelectual en vías de tomar el poder. guula. el movumento contrano, pem su ongen no está eu la voluntad d
Cuando Brissot lanza a Francia a la guerra para salvar paz, smo en la desconfianza. e
a la Revolución y desenmasca rar las traiciones del rey, ese 1 Recordemos que las vacilaciones y los arreglos continuaron aun
inocente maquiaveli smo expresa · perfectame nte a su vez la desl?ués del 、・」イエセ@ del 15 de diciembre de 1792. Brissot y los girondinos
1 ィ。」ᄀセョ@ 」オ。ョエセ@ pod1an para impedir la invasión de Holanda, el banquem
actitud girondina que acabamos de describir . Pero si volve-
ヲャ。カhセZイ・@ (amigo de los de Brissot) se oponía a la idea de introducir va-
ores1 en papel en los países ocupados, Debry proponía que se declarase
comprenden ni una palabra de lo que leen. Y no censuro esta incom- アセᄀ・@ a patna Y? n_o estaba en peligro, y que se revocaran todas las me-
prensión en nombre de no sé qué objetivismo burgués, sino en nombre <.lldas que hab1a Impuesto la salvación pública. La Gironda se d b
· . una política más democrática cada a a
del marxismo mismo; rechazarán y condenarán aún más precisamente, cuenta · de qu . e ¡ a guerra 1mpoma
refutarán aún más victoriosamen te porque sabrán primero qué es lo カセコL@ Y eso e1a lo que temía. Pero no tenía salida porque le recordaban
que condenan y lo que refutan. セ@ セ。ウ@ d díad ⦅アセQ・@ era ella. quien la había 、・」ャ。イセN@ De hecho, el decreto
1 Sin embaTgo no habría que olvidar que Robespierre, perteneciente e o e. 1c1embre tema unos fines económicos pero se trataba si se
a la Montaña, sostuvo las propuestas de Brissot hasta los primeros días puede deCir, de una economía continental: hacer' soportar las cargas de
de diciembre de 1791. Es más, su espíritu sintético agravaba los decretos
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presa -que denuncia por sí misma su finalidad y su sentido, a
través de los discursos y los escritos contemporáneos- como de clase; simplemente, se acaba por dar la razón a los anti-
una apariencia inconsistente que disimula el conflicto de los marxistas que hoy se llaman "maquiavélicos". Cuando la Le-
intereses económicos? Un historiador -aunque fuese marxis- gislativa se decide a hacer una guerra de liberación, no cabe
ta- no podría olvidar que para los hombres del 92 la realidad ninguna duda de que se lanza a un proceso histórico com-
política era un absoluto, un irreductible. Cierto es que co- plejo que finalmente la conducirá a hacer guerras ele conquis-
meten el error de ignorar la acción de fuerzas más sordas, ta. Pero sería un triste maquiavélico el que redujese la ideo-
menos fácilmente declaradas pero infinitamente más podero- logía del 92 al papel de Una simple cubierta echada por
sas; pero eso es precisamente lo que les define como burgue- encima del imperialismo burgués; si no reconocemos su reali-
ses del 92. ¿Hay alguna razón que lleve a cometer el error dad objetiva y su eficacia, volvemos a caer en esa forma ele
inverso y a negar una irreductibilidad relativa a su acción y idealismo burgués que Marx denunció muchas veces y que se
llama economismo 1.
a los móviles políticos que define? Además no se trata de
deterrhinar de una vez para siempre la naturaleza y la fuerza ¿Por qué estamos decepcionados? ¿Por qué reaccionamos
de las resistencias opuestas por fenómenos de superestructura contra las demostraciones brillantes y falsas de Guérin? Por-
a los intentos de reducción brutal: sería oponer un idealismo que el marxismo concreto tiene que profundizar a los hombres
a otro. Simplemente, hay que rechazar el ajJTÍorismo: sólo el reales en lugar de disolverlos en un baño de ácido sulfúrico.
examen sin prejuicios del objeto histórico podrá determinar
1 En cuanto a la burguesía de la Montai"ía, formada po;r compra-
en todos los casos si la acción o la obra reflejan los móviles dores de llienes nacionales y por proveedores del ejército, creo que está
superestructurales de grupos o de individuos formados po.r inventada por necesidades de la causa. Guérin la reconstruye a partir de
ciertos acondicionamientos básicos o si sólo se les puede expli- un hueso, como Cuvier. Y este hueso es la presencia en la Convención
car refiriéndose inmediatamente a las contradicciones econó- del rico Cambón. Cambón, en efecto, pertenecía a la Montaiia, y era beli-
cista y comprador de llienes nacionales. Desde luego que el inspirador del
micas y a los conflictos de intereses materiales. La guerra decreto del 15 de diciembre, que Robespierre desaprobó daramente, fue
de Secesión, a pesar del idealismo puritano de los hombres Cambón. Pero estaba influido por Dumouriez. Y su decreto -al cabo
del Norte, se tiene que interpretar directamente en términos de una larga historia en la que este general y los proveedores del ejército
de economía, ele lo cual hasta los contemporáneos tuvieron est;ín complicados- tenía por finalidad permitir la confiscación y la
venta de los bienes eclesi;ísticos y aristocníticos que habían de permitir
conciencia; por el contrario, la guerra revolucionaria, aunque la circulación de valores franceses en Bélgica. Se votó el decreto a jJesar
tuviese desde el 93 un sentido económico muy preciso, no es del peligro de guerra con Inglaterra, pero en sí mismo, para Cambón y
directamente Teducible en el 92 al conflicto secular ele los para todos los que le sostenían, no tenía ninguna relación positiva con las
capitalismos mercantiles: hay que pasar por la mediación ele rivalidades económicas de Francia e Inglaterra. Los compradores de llienes
nacionales eran acaparadores y profundamente hostiles al "m;íximo". No
los hombres concretos, del carácter que les ha hecho el acon- tenían ningún in teré:s en provocar una guerra a muerte, y muchos de
dicionamiento b<ísico, de los instrumentos ideológicos que ellos, en 1794, se habrían con ten Lado con un compromiso. Los proveedores
usan, del medio real ele la Revolución; y sobre todo no debe del ejército, sospechosos, estrechamente vigilados, detenidos a veces, no
olvidarse que la política tiene po1· sí misma un sentido social y constituían una fuerza social. A gusto o a disgusto hay que admitir que
entre 1793 y 1794 la Revolución se escapó de las manos de la alta uur-
económico, ya que la burguesía lucha contra las trabas del feu- guesía para caer en las de la pequeiia uurguesía. Ésta siguió la guerra y
dalismo envejecido que impide que en el inteTior se iセ・。ャゥ」@ su llevó el movimiento revolucionario contra la alta burguesía y con el pue-
pleno 、・ウ。イセᄋッャN@ iァオ。ャュセョエ・@ 。「ウオイ、セ@ イ・ウオャセ。@ イ・」ャオᄀセM dema- blo, y luego contra el pueblo: esto fue su fin y el fin de la Revolución.
siado de jJnsa la generosidad de la Ideolog¡a a los mtereses Si el 15 de diciembre no se opusieron con más violencia Robespierre y la
Montafía a la extensión de la guerra, se debe sobre todo a razones polí-
la guerra a los países conquistados. Así el aspecto セ」ッョ￳ュゥ@ セ@ <?esastroso
ticas (inversas de las razones girondinas): la paz se hubiese presentado
por lo dem;ís) de la guerra con Inglaterra no apareciÓ hasta 1193, cuando como un triunfo de los girondinos; y el decreto del 15 de diciembre hu-
ya se habían tirado los dados. biese sido el preludio de la paz. Robespierre temía esta vez que la paz
sólo fuese una tregua y que apareciese una segunda coalición.

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1 ·
condicio
"ó nes exteriore s·· 」イ・セ。ョ@ · que escamot ea b an a Revolu-
y la explicac ión rápida y esquen;á tica de la guerra como ope- aron y la de-
CI n ・セ@ provech o propio; de hecho, la radicaliz
ración de la burguesí a comerci ante hace que desapare zcan mocratiz aron. Hay que com pren el er 1os y exp 1·Icar ¡os en e 1 mte- ·
esos hombres que conocemos bien, Brisson, Guadet, Genson- .
nor ?e esta contradi cción política. Claro que se nos dirá que
IH\ Vergnia ud, o los constituy a, tras un último
an<ílisis, en · b an 1os partidar ios de Brissot eran una
los, fmes que anunCia
instrume ntos ele su clase puramen te pasivos. Pero al final del · ·os se toman y se
justame nte el control de mascara ' que esos bui·gueses revo 1ucwnan
91 la alta burguesí a estaba perdiend o
a tenerlo hasta el 94): los hom-
0
.frecen como romanos ilustres, que el resultad o objetivo de-
la Revoluc ión (no volverá fme . realmen.te. lo que l1a, ee n. p ero tengamo s cutdado: · el pen-
bres nuevos que ascendía n al poder eran pequeiio -burgues es -
samient o ongmal de 1\lfarx t I como 1o encontra mos en El
fuera de su clase, pobres, sin muchas ataduras . . ' a y
m;ís o menos o mtenta una síntesis un tanto ¡·r·· ·1 · 1·
18 Bruman (I tCl ent1e c1
y q nc habían unido apasiona damente su destino al de la int ·· '
・ョciセ@ y el resultad o: la utilizaci ón contemp odnea de este
Revoluc ión. Desde luego que sufriero n influenc ias y que les
pensami ento es superfic ial y deshones ta. En efecto si lleva-
atrajo la "alta sociedad " (lo más distingu ido de París, tan · , llegamos '
diferente de la buena sociedad de Burdeos ). Pero en ningún
mos
. hasta el extremo . la me t·'f a ora marxista a una
Idea nueva de la acCIÓn humana : imagine mos a un actor que
caso y de ninguna de las maneras podían expresar espont{t-
hace el papel de Hamlet y cae en él; atraviesa la habitaci ón
ncament e la reacción colectiva de los armador es de Burdeos
de su mad.re para matar a Polonia que está escondid o cletr;ís
y del imperial ismo comercia l; eran favorabl es al desarrol lo
de セ。@ cortina. Pero no es eso lo que hace: atraviesa un esce-
de las riquezas , pero la idea de correr el riesgo ele perder
la Revoluc ión en una guerra para asegurar el benefici o de
nano
d 1 . delante d, "
del público y pasa del "lado del pati"o" , a 1 "1 a(¡o
e .Pr m ー。セN@ lograr alcanzar su vida, para alcanzar la
algunas fraccion es de la alta burguesí a, les era totalmen te define su posición en la sociedad .
glona, Y esa activida d real
extraíi.a. Por lo demás, la teoría de Guérin nos lleva a este que esos resultad os reales no estén
Pero no puede negarse
sorprend ente resultad o: la burgues ía que saca su provech o del
presente s de alguna セ。Nョ・イ@ en su acto imagina rio. No puede
comercio exterior lanza a Francia a una guerra contra el em- el movimie nto del príncipe imagina rio exprese
negarse que
perador de Austria para destruir el poder de los ingleses; al
・ャセ@ alguna manera desviada y refractad a su movimie nto real
mismo tiempo, los delegado s que tienen en el poder hacen cuan- su ュ。セ@
111 que la manera que tiene de creerse Hamlet no sea
to pueden para que Inglater ra se manteng a fuera ele la guerra; del 89,
nera de saberse actor. Para volver a nuestros romanos
un año después, cuando al fin se declara la guerra a los ingle- hacerse bur-
su ュ。ョ・イセ@ de llamarse Catón es su manera de
ses, la susodich a burguesí a, desanim ada en el moment o del de una clase que descubre a la Historia y
gueses, ュゥセ「イッウ@
éxito, ya no tiene ninguna gana de lograrlo , y es la burgue-
que la quiere detener, que se pretende universa l y funda so-
sía de los nuevos terrateni entes (que no tiene ningún interés
bre la economí a de la compete ncia el individu alismo orgu-
en que se extienda el conflicto ) la que la releva. ¿Por qué
lloso de. sus miembro s, heredero s de una cultura cléísica. En
esta discusió n tan larga? Para demostr ar con el ejemplo de eso 」セョウゥエ・@ todo: declara:s e romano y querer detener la Re-
uno ele los mejores escritores marxista s que se pierde lo real una y la misma cosa; o más bien, antes se la
カッャオcゥ￳セ@ e?
al totalizar demasia do ele prisa y al transfor mar sin pruebas detendr a SI. antes se adopta el papel de Catón o de Bruto;
el significa do en intenció n, el resultad o en objetivo realmen - e?te ー・ョLウ。セiエッ@ que resulta oscuro para sí mismo, se da unos
te deseado. Y también que hay que defende rse como sea de ヲセョ・ウ@ ュゥセエッウ@ que envuelve n al conocim iento confuso de sus
reempla zar a los grupos reales y perfecta mente definido s (la ヲュセウ@ セ「j・エゥカウN@ pオセ、・@ hablarse así a la· vez de una comedia
Gironda ) por colectivi dades insuficie ntement e determi nadas ウセ「j・Lエゥv。@ -simple JUego de aparienc ias que nada disimula
(la burguesí a de los importa dores y exporta dores). Los giron- セiァオョ@ セャ・ュエッ@ "inconsc iente"- y de una organiza ción ッ「セ@
dinos existiero n, persigui eron unos fines bien definido s, hi- ¡etzva e zntenczo nal de medios reales para alcanzar fines reales
cieron la Historia en una situació n precisa y sobre la base de
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48
sin que una conciencia cualquiera o una voluntad premedita- queda reducida a la de una fuerza física cuyo efecto depen-
da haya organizado este aparato. Sencillamente, la verdad de dení evidentemente del sistema en el cual se ejerce. Pero,
la praxis imaginaria está en la praxis real, y aquélla, en la precisamente por eso, ya no se puede hablar de hacer. Los
medida en que se tiene por simplemente imaginaria, envuelve que hacen son los hombres, y no los aludes. La mala fe de
unos retornos implícitos a ésta como a su interpretación. El nuestros marxistas consiste en emplear a la vez las dos con-
burgués del 89 no pretende ser Catón para detener la Revo- cepciones para conservar el beneficio de la interpretación teleo-
lución negando a la Historia y reemplazando a la política lógica, aun escondiendo el uso abundante y grosero_ que hacen
por la virtud; tampoco se dice que se parece a Bruto para de la explicación por la finalidad. Se utiliza la segunda con-
darse una comprensión mítica de una acción que él hace y cepción para hacer aparecer ante todos una concepción meca-
que se le escapa: es ambos a la vez. Y es precisamente esta nicista de la Historia: los fines han desaparecido. Se sirven
síntesis lo que permitirá que se 、・ウ」オセイ。@ una acción ゥュ。ァセᆳ al mismo tiempo de la primera para transformar solapada-
ria en cada uno como doblete y matnz a la vez de la acoón mente en objetivos reales de una actividad humana a las con-
real y objetiva. secuencias necesarias pero imprevisibles que comporta esta ac-
Pero si eso es lo que se quiere decir, entonces será ne- tividad. De aquí la vacilación tan fatigosa de las explicaciones
cesario que los partidarios de Brissot, con toda su ignorancia, marxistas: la empresa histórica queda definida implícitamente
sean los autores responsables de la guerra económica. Esta res- de una a otra frase por sus fines (que muchas veces sólo son
ponsabilidad exterior y estra.tificada tiene que ィ。「セイ@ ウゥ、セ@ resultados imprevistos) o queda reducida a la propagación
interiorizada como cierto senndo oscuro de su comedta poh- de un movimiento físico a través de un medio inerte. ¿Con-
tica. En resumen: juzguemos a los hombres y no a las fuerzas tradicción? No. Mala fe: no hay que confundir el mariposeo
físicas. Pero por mi parte, y en nombre de esa concepción in- de las ideas con la dialéctica.
transigente pero rigurosamente justa que regula la relación de El formalismo marxista es una empresa de eliminación.
lo subjetivo y la objetivación, hay que absolver a la Gironda El método se identifica con el Terror por su inflexible ne-
de esa acusación: ni sus comedias ni sus sueños interiores, ni gativa a dife?·enciar, su fin es la asimilación total con el menor
tampoco la organización objetiva de sus actos, llevan al futuro esfuerzo. No se trata de realizar la integración de lo diverso
conilicto franco-inglés. como tal, manteniéndole su autonomía relativa, sino de su-
Pero hoy, con mucha frecuencia, se reduce esta idea difí- primirlo: de esta manera el movimiento perpetuo hacia la
cil a un altruismo miserable. Se acepta fácilmente que Brissot identificación refleja Ja práctica unificadora de los buróo·a-
no sabía lo que hacía, pero se insiste sobre la perogrullada tas. Las determinaciones específicas despiertan en la teoría las
de que a más o menos corto plazo la estructura. ウッ」Aセャ@ y polí- mismas sospechas que las personas en la realidad.
tica de Europa tenía que provocar la generahzacwn de la Para la mayor parte de los marxistas actuales, pensar es
guerra. Así es que la Legislativa, al declarar la guerra a los pretender totalizar, y, con este pretexto, es reemplazar la par-
príncipes y al emperador se la declaraba al rey de Inglaterra. ticularidad por un universal; es pretender llevarnos a lo con-
Eso es lo que hacía sin saberlo. Ahora bien, esta concepción creto y presentarnos a este título unas determinaciones que
no tiene nada que sea específicamente marxista; se limita a son fundamentales pero abstractas. Hegel por lo menos deja-
afirmar de nuevo lo que siempre ha sabido todo el mundo: ba subsistir lo particular en tanto que particularidad supera-
las consecuencias de nuestros actos siempre acaban por esca- da; el marxista creería que pierde el tiempo si, por ejemplo,
pársenos, porque toda empresa concertada, en cuanto se reali- tratase de comprender un pensamiento burgués en su origina-
za, entra en relación con el universo entero, y porque esta lidad. Para él lo único que interesa es demostrar que se trata
multiplicidad infinita de relaciones supera a ョオZセエイッ@ enten- de un modo del idealismo. Reconocerá, naturalmente que
dimiento. Si tomamos las cosas por este lado, la acoon humana un libro de 1930 no se parece a otro de 1956; es que ha cam-

50 51
. 1 y también la ideología, que refleja al mundo turas fundamentales, es decir, en tanto que como concepto
bnclo e1 munc o. ' ,
' le vista ele una clase. La burgues1a entra en un no ha ocupado el lugar correspondiente en el marco de la
con e1 punto e ' . , f interpretación marxista, también es verdad que cuando ese
. 1 ret 1•1·acla · el icleahsmo adoptara otra orma para
lJCriOl 1O le ' ' ' ' • l marco existe, y para el intelectual que conoce bien el método
· t eva posición esta nueva tact1ca. Pero para e 1
cx¡Jrcsar es a 1111 ' ' . . . , . dialéctico, los hombres, sus objetivaciones y sus trabajos, en
.· · . 1 arx 1'sta este movun1ento dwlect1co no se sale ele
1ntc 1cctu.I m, ' f" · 1 fin, las relaciones humanas, son lo mds concreto que hay; por-
. le la t 'versaliclacl·, se trata ele ele 1111r o en su gene-
tcrrcuo e · ' 1111 ·1 d
ra lidacl y ele mostrar que se expresa en la .obra cons1c er.a セG@ que una primera aproximación vuelve a colocarlos sin es-
de la misma manera que todas las al?areodas en la nusm,t fuerzo en su nivel y descubre sus determinaciones generales.
fecha. El marxista llega, pues, a considerar como una セー。M En una sociedad de la cual conocemos el movimiento y los
. · el conter1iclo real de una conducta o ele un pensamien- caracteres, el desarrollo ele las fuerzas productoras y ele las
nenoa · 1 · 1 relaciones ele producción, todo hecho nuevo (hombre, acción,
y cuando disuelve lo particular en lo umversa , tiene a
to,. [ :, ele creer que reduce la ap-ariencia a la ·verdad.1 De obra) aparece como situado ya en su generalidad; el progreso
satis .acoon . . , d
hecho, no ha 」ッョウ・ァオゥ、セ@ セ\ᅪNウ@ que clefm.Irse a s1 ュQウセ@ a e- consiste en aclarar las estructuras más profundas por la ori-
finir sn concepción subjetwa .ele la セᄋ・。ィ、N@ Porque Marx es- ginalidad del hecho encarado, para poder luego determinar
taba tan lejos ele esta falsa muversahclad es que trataba セャ・@ en- esta originalidad por las estructuras fundamentales. Hay un
endra r clialécticamente su saber sobre el ャセッュ_イ・@ elevandose movimiento doble. Pero los marxistas ele hoy en día se com-
セイッァ・ウゥカ。ュョエ@ ele las Qセ£ウ@ 。ューセゥウ@ @ ウ ョ キ 。 ュ セ イ エ ・ ャ 」 a las 、セM portan como si no existiese el marxismo y como si cada uno
. · m·ís preosas Defme su metoclo en una1 cart.t .b ele ellos lo volviese a inventar exactamente igual a sí mismo
term1naoones ' ' ·. . ,.
a Lassalle como una investigaCIÓn que se eleva ele .o GセL@ s- en todos los actos de intelección: se comportan como si el
tracto a lo concreto". Y lo concreto para él es. la エッセャゥz。」キ@ hombre, o el grupo, o el libro apareciesen ante ellos bajo la
jerárquica de las 」ャ・エイュNゥョ。Aセウ@ y ele las イ・セQ」ャ。ウ@ jセイ。アュᆳ forma ele "representación caótica del conjunto" (cuando de
zadas. Porque la poblac1ón es una abstraccwn SI om1to, por sobra se sabe que, por ejemplo, tal libro es ele determinado
ejemplo, las clases ele que está ヲセイュ。[N@ estas clas,es a su vez autor burgués, hecho en determinada sociedad burguesa, en
son una palabra carente de sent1clo s1 Ignoro 」オ。ャセウ@ son los un momento determinado de su desarrollo, y que todos sus
elementos sobre los cuales se apoyan, 」ッセ@
trabajo asalariado, el capital, etc." ..pセイッL@ セョカ・イウ。ュエL@
por eJemplo, :1
・ウエセ@
caracteres han sido establecidos ya por otros marxistas). Y
para esos teóricos todo ocurre como si fuese absolutamente
determinaciones fundamentales segmnan s1enclo abstractas s1 necesario reducir esa pretendida abstracción -la conducta
tuviéramos que cortarlas ele las realidades que las ウッーセイエ。ョ@ política ele tal individuo o su obra literaria- a una realidad
y que ellas modifican. La población ele Inglaterra a ュ・」ャセ。ッウ@ "verdaderamente" concreta (el imperialismo capitalista, el
del siglo xrx era un universal abstracto, "una represent.aoón idealismo) que, de hecho, en sí misma sólo es una determina-
caótica del conjunto" en tanto アオセ@ considera?a 」ッュ⦅セ@ ウエューャセ@ ción abstracta. Así, la 1·ealidad concreta de una obra filosófi-
cantidad; pero también las 」。セ・Yッョウ@ セ」ッョN￳ュQ。ウ@ estan detei- ca será el idealismo; la obra sólo representa un modo pasajero;
Inina. d as e1e u na, 1nanera ' , insuhoente s1 pnmero .no establece- lo que la caracteriza en sí misma sólo es deficiencia y nada;
11105
que se aplican a la ーッ「ャ。セゥ￳ョN@ inglesa, es, deor: a ⦅ィッュ「イセウ@ lo que hace su ser es su reductibilidacl permanente a la sus-
reales- que viven y hacen la H1stona en el pats capitalista CU) a tancia: "idealismo". De aquí la perpetua fetichización 1.
industrialización está más avanzada. _Niarx, en nombre ele
1 Sin embargo es un marxista, Henri Lefebvre, quien ha dado un
esta totalización, podrá mostrar la acoón de las superestruc-
método que a mi parecer es simple e irreprochable para integrar a la
turas sobre los hechos infraestructurales. sociología y a la historia en la perspectiva de la dialéctica materialista.
Pero si es verdad que "la población". es un concepto abs- Vale la pena que citemos el pasaje enteramente. Lefebvre empieza hacien-
tracto en tanto que no la hemos determmaclo por sus estruc- do ver que la realidad campesina se presenta primeramente con una com-

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Veamos más bien a Lukacz: su fórmula "el carnaval per- porque ese subjetivismo estaba jJroclamado, o se pretende que
manente de la interioridad fetichizada", no sólo es pedante la relación del autor con su subjetividad sea necesariamente
y vaga, sino que hasta su apariencia es sospechosa. El poner su fetichización, y es mucho decir; Wilde, Proust, Bergson,
una palabra violenta y concreta, canwval, evocadora de color, Cid e, Joyce, son otros tantos nombres, otras tantas relaciones
de agitación, de ruidos, tiene como fin evidente velar la po- diferentes de lo subjetivo. Y fJor el contrario, podría demos-
breza del concepto y su gratuidad, porque o sólo se quiere trarse que no son fetichistas de la interioridad, que ni Joyce,
designar al subjetivismo literario de la época y es un truísmo, que quería crear un espejo del mundo, discutir el lenguaje
común y echar los cimientos de una nueva universalidad lin-
fJlejidad horizontal: se trata de un grupo humano que está en posesión güística, ni Proust, que disolvía al Yo en los análisis y cuyo
de técnicas y de una productividad agrícola definida, en relación con
esas mismas técnicas, con la estructura social que ellas determinan y que único fin era hacer que renaciese por la magia de la memoria
vuelve sobre ellas para condicionarlas. Este grupo humano, cuyos carac- pura el objeto 1·eal y exte1·ior en su singularidad absoluta, ni
teres dependen ampliamente de los grandes conjuntos nacionales y Gide, que se mantiene en la tradición del humanismo aristo-
mundiales (que condicionan, por ejemplo, las especializaciones a escala télico. Esta noción no está deducida de la experiencia, no la
nacional), presenta una multiplicidad de aspectos que tienen que ser
descritos y fijados (;;spectos demográficos, estructura familiar, habitat, han establecido estudiando la conducta de los hombres parti-
religión, etc.). Pero Lefebvre se apresura a a1íadir que esta complejidad culares: su faJsa individualidad hace de ella una Idea hege-
horizontal tiene simult;íneamente una "complejidad vertical" o "histórica": liana (como la Conciencia Infeliz o el Alma Bella) que se
en efecto, en el m un do rural encontramos "la coexistencia de formaciones crea sus propios instrumentos.
de edad y de fecha diferentes". Ambas complejidades "reaccionan una
sobre otra". Destaca, por ejemplo, el sorprendente hecho de que sólo la Ese marxismo perezoso pone todo en todo, hace ele los
historia (y no la sociología empírica y estadística) pueda explicar el hombres reales los símbolos de sus mitos; así se transforma
hecho rural americano: el poblamiento se operó sobre tierra libre y la en suei'ío paranoico la única filosofía que puede asir comple-
ocupación del suelo se hizo a partir de las ciudades (cuando en Europa tamente la complejidad del ser humano. Para Garaudy, "si-
la ciudad se desarrolló en un medio campesino). As! se explicaría que
la cultura campesina sea en Estados Unidos propiamente inexistente o tuar" es unir por una parte a la universalidad de una época,
sea una degradación de la cultura urbana. de una condición, de una clase, de sus relaciones de fuerza
Para estudiar, sin perderse en ella, semejante complejidad (al cua- con las otras clases, y por otra parte a la universalidad de
drado) y semejante reciprocidad de interrelaciones, propone Lefebvre "un una actitud defensiva u ofensiva (práctica social o concepción
método muy simple utilizando las técnicas auxiliares y comportando va·
rios momentos: ideológica) . Pero ese sistema de correspondencias entre uni-
a) DescrifJtivo. - Observación pero con una mirada informada por versales abstractos está construido expresamente para supri-
la experiencia y por una teoría general ... mir al grupo o al hombre que se pretenda considerar. Si quie-
b) Analítico-regresivo. - Análisis de la realidad. Esfuerzo para fe- ro comprender a Valéry, ese pequei'í.o-burgués surgido de ese
charla exactamente ...
e) Histórico-genético. - Esfuerzo para volver a encontrar el pre·
grupo histórico y concreto que es la pequeña burguesía fran-
sente, pero elucidado, comprendido, explicado. (Henri Lefebvre: "Pers- cesa de fines del siglo pasado, más vale que no me dirija a los
pectives de sociologie rurale", Cahiers de sociologie, 1953.) marxistas: ese grupo numéricamente definido quedará susti-
Nada tenemos que a1íadir a este texto tan claro y tan rico sino es tuido por la idea de sus condiciones materiales, de su posi-
que al método, con su fase de descripción fenomenológica y su doble
movimiento de regresión primero y de progreso después, lo creemos vá-
ción entre los otros grupos ("el pequei'ío-burgués siempre dice:
lido -con las modificaciones que puedan imponerle sus objetos- en de un lado. . . del otro") y de sus contradicciones internas.
todos los dominios de la antropología. Esto es lo que aplicaremos, como Volveremos a la categoría económica, volveremos a encontrar
después veremos, a las ウゥァョヲ」。ッセN@ a los individuos mismos y a las re- esa propiedad pequei'ío-burguesa amenazada al mismo tiempo
laciones concretas entre los individuos. Sólo él puede ser heurístico; sólo por la concentración capitalista y por las reivindicaciones po-
él muesn·a la originalidad del acto permitiendo las comparaciones al mismo
tiempo. La lástima es que Lefebne no haya encontrado imitadores entre pulares, sobre las cuales se asentarán naturalmente las oscila-
los demás intelectuales marxistas. ciones de su actitud social. Todo eso es muy justo; ese esque-

54 55
leto de UlliversaJidad es la verdad misma C/l セャエ@ nivel de al.Js- trabajos especializados. Este objeto real se nos aparece como
/raccirÍ/1; vayamos m;ís ャ・ェセウZN@ cuando las .cuestwnes planteadas una determinación de la cultura objetiva; fue el pensamiento
. n-tnticnen en el dommw de lo umversal, los elementos virulento y crítico de una clase ascendente; para las clases
セイᄀZエNGュ■ゥ」ッウL@ a causa de su combinación, a veces permiten que medias se ha convertido en cierta manera de pensar conser-
セ・@ encuentren las respuestas. vadora (existen otras, y precisamente cierto materialismo cien-
Pero se trata de Valéry. Nuestro marxista abstracto no se tificista que, según las ocasiones, legitima al utilitarismo o al
connwcYe por tan poco: afirmará el progreso constan te del racismo) . Este "aparato colectivo" ofrece para nosotros una
111 : 1 terialismo, luego describirá cierto idealismo analítico, ma- realidad muy distinta de la que, por ejemplo, pueda ofrecer
Lem:itico y ligeramente pesimista, que nos presentará para una iglesia gótica, pero posee tanto como la iglesia la presen-
terminar como una simple respuesta, ya defensiva, al racio- cia actual y la jJrofttndidad histórica. Muchos marxistas pre-
ョZエャゥセQP@ materialista ele la filosofía ascendente. Todos sus ca- tenden no ver en él más que el significado común de pensa-
racteres serán determinados clialéCticamente en relación con mientos esparcidos a través del mundo; nosotros somos más
ese materialismo; siempre se le presenta a él como variable realistas que ellos. Razón de más para que nos neguemos a
independiente, nunca lo sufre: este "pensamiento" del tema invertir los términos, a fetichizar el aparato y a ver a los
de la historia, expresión de la jJraxis histórica, tiene el papel intelectuales idealistas como las manifestaciones de aquél. Para
de inductor activo; en las obras y las ideas ele la burguesía nosotros la ideología de Valéry es el producto concreto y sin-
sólo se quieren ver intentos jJrácticos (aunque siempre va- gular de un existente que se caracteriza en parte por sus
nos) para detener unos ataques cada vez más violentos, para relaciones con el idealismo, pero que se debe descifrar en su
colmar los bolsillos, taponar las brechas y las grietas, para particularidad y en primer lugar a partir del grupo concreto
asimilar las infiltraciones enemigas. La indeterminación casi del cual ha surgido. Lo que no significa en absoluto que
total de la ideología así descrita permitirá que se haga con sus relaciones envuelvan a las de su medio, a las de su cla-
ella el esquema abstracto que dirige la confección de las obras se, etc., sino solamente que las sabremos a posteriori por la
contemporáneas. En este momento se detiene el análisis y el observación y en nuestro esfuerzo por totalizar el conjunto del
marxismo juzga que su trabajo ha terminado. En cuanto a saber posible sobre esta cuestión. Valéry es un intelectual pe-
Valéry, se ha evaporado. queño-burgués, no cabe la menor duda. Pero todo intelectual
Y también nosotros pretendemos que el idealismo es ttn pequeño-burgués no es Valéry. La insuficiencia heurística del
objeto: la prueba está en que se nombra, se enseña, se adopta marxismo contemporáneo entra en estas dos frases. Para poder
y se combate; que tiene una historia y que no deja de evolu- captar el proceso que produce a la persona y su producto en
cionar. Fue una filosofía viva, es una filosofía muerta, ha mos- el interior de una clase y ele una sociedad dada en un mo-
trado cierta relación con los hombres, hoy manifiesta rela- mento histórico dado, al marxismo le falta una jerarquía de
ciones inhumanas (entre los intelectuales burgueses, por mediaciones. Al calificar a Valéry ele pequeño-burgués y a su
ejemplo) . Pero precisamente por eso nos negamos a convertir- obra de idealista, en uno y otra sólo encontrará lo que ha
lo en un a priori transparente para el espíritu; no significa puesto. A causa de esta carencia, acaba por desembarazarse de
que esta filosofía sea para nosotros una cosa. No. Sencilla- lo particular, definiéndolo como un simple efecto del azar:
mente, la consideramos como un tipo especial de realidad, "Que semejante hombre -escribe Engels-, y precisamente ése,
como una idea-objeto. Esta realidad pertenece a la categoría se eleve en una época determinada y en un país dado, natural-
de los "colectivos" que trataremos ele examinar un poco más mente es una casualidad. Y si no hubiese estado Napoleón,
lejos. Para nosotros su existencia es real, y no aprenderemos otro habría ocupado su lugar ... Así son todas las casualida-
más salvo por medio ele la experiencia, de la observación, de des, o todo lo que en la historia parece casualidad. Cuanto más
la descripción fenomenológica, de la comprensión y de los se aleja de la economía el dominio que exploramos y reviste

56 57
un carácter ideológico abstracto, más casualidad encontramos
primer lugar no es ni la renta de las propiedades, ni tampoco
en su desarrollo ... Pero tracemos el eje medio de la curva ...
la naturaleza estrictamente intelectual de su traba jo lo que
Este eje tiende a hacerse paralelo al del desarrollo económico."
convierten en burgués a Flaubert. Flaubert pertenece a la
Dicho de otra manera, el carácter concreto de este hombre,
burgues_ía porque ha nacido en ella, es decir, porque apareció
para Engels, es un "caráct:r ゥ、・セi￳ァ」ッ@ abstracto". De イ・セA@ y
en medw de una familia ya burguesa 1 y cuyo jefe, cirujano de
de inteligible sólo hay el eJe mediO de la curva (de una vida,
Rouen, estaba arrastrado por el movimiento ascendente de
de una bistoria, de un partido o de un grupo social) y ese
sn clase. Y si razona, si siente en burgués, es que se lo ha he-
momento de universalidad corresponde a otra universalidad
cho así en. una época en la qüe ni siquiera podía compren-
(la económica propiamente dicha). p・セッ@ _el ・Z」ゥウエョセャュ⦅ッ@ con-
der el sentrdo de los gestos y de las funciones que le imponían.
sidera esta declaración como una hmitaoón arbitrana del
Como ocurre con todas las familias, ésta era pm·ticular: su
movimiento dialéctico, como una detención del pensamiento,
セ、イ・@ estaba eiT.Ipar:ntada con la nobleza, su padre era el
como una negativa a comprender. Se niega a abandonar la
hiJO de un vetennano de pueblo, el hermano mayor de Gus-
vida real a los azares impensables del nacimiento para con-
tavo, que セー。イ・ョエュ@ estaba mejor dotado que él, fue muy
templar una universalidad que se. ャゥセエ。@ a refleja_rse ゥョ、セヲᆳ pronto objeto de su aborrecimiento. Gustavo Flaubert hizo,
damente en sí misma 1 • Sin ser mhel a las tesis marxist;:¡s,
p_ues, ッウ」オイ。ュ・ゥセエL@ el aprendizaje de su clase en la particula-
entiende encontrar las mediaciones que permitan engendrar lo
ridad de オョセ@ hrstoria, a través de las contradicciones propias
concreto singular, la vida, la lucha real y con fecha, la per- de. esta familia. La casualidad no existe, o por lo menos no
sona a partir de las contradicciones genemles de las fuerzas ・クQウエセ@ セッュ@ se c:ee: el niií.o se convierte en tal o cual porque
productivas y de las イ・ャ。」ゥッョセウ@ de producción. _El marxismo h.a VIVIdo lo オセiカ・イウ。ャ@ como particular. Éste vivió en lo jJm--
contemporáneo muestra, por eJemplo, que el realismo de Flau- tzculaT el conflicto entre las pompas religiosas de un régimen
bert está en relación de simbolización recíproca con la evolu- momírquico que pretendía renacer y la irreligión de su pa-
ción social y política de la ー・アオセ。@ セオイァ・ウ■。@ del. Segu.ndo dre, pequeií.o-burgués intelectual e hijo de la Revolución
Imperio. Pero nunca muestra _la gcneSIS, de esta イ・ッー_セi、。@ Francesa. De una manera general, este conflicto traducía la
de perspectivas. No sabemos m por. que fャ。セ「イ@ prefmó la lucha que se llevaba a cabo entre los antiguos terratenientes
literatura a cualquiera otra cosa, 111 por que VIVIÓ como un contra los compradores de bienes nacionales y contra la bur-
anacoreta, ni por qué escribió esos libros y no los de Duranty guesía industrial. Esta contradicción (que por lo demás du-
o los de los Goncourt. El marxismo sitúa pero ya no hace rante la Restauración quedó oculta por un equilibrio provi-
descubrir nada: deja gue otras disciplinas sin principios esta- sional) la vivió Flaubert para él solo y por sí mismo; sus
blezcan las circunstancias exactas de la vida y de la persona aspiraciones de nobleza y sobre todo de fe no dejaron de ser
y Juego viene a demostrar que sus esquemas se han verificado rebatidas por el espíritu de análisis paterno. Instaló después
una vez m;ís: como las cosas son lo que son y la lucha de cla- en sí a ese padre aplastante que ni siquiera muerto dejó de
ses ha tomado tal o tal forma, Flaubert, que pertenecía a la destruir a Dios, su adversario principal, ni de reducir los
burguesía, tenía que カゥ■セ@ como viv_ió y escribir _lo ⦅アセi・@ escri- impulsos de su hijo a humores corporales. Pero el pcqueí'ío
bió. Pero lo que no se dice es preCisamente el sigmficado de Flaubert vivió todo esto entre tinieblas, es decir, sin una
esas cuatro palabras: "pertenecer a la burguesía". Porque en toma de conciencia real, en la locura, la fuga, la incompren-
sión, y a través de su condición material ele niíio burgués, bien
1 Esos ejes medios paralelos se reducen en el fondo a オセQ。@ sola
línea: consideradas desde este ángulo, las relaciones de P.roducc¡ón, las alimentado, bien cuidado, pero impotente y separado del
estructuras socio-polilicas y las ideologías parecen se;. sencillamente . (co-
mo en la filosofía spinozista) , "las distintas traduccwnes de una nusma 1 También se puede llegar a ella; y precisamente no se será el
frase". mismo pequei'io-burgués si se ha sido tras haber pasado la frontera o si
se es de nacimiento.

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mundo. Su condición futura a través de las profesiones que gimen _clemocrátic?•. se vio pdcticameute reducida a reclamar
セ・@ ofrecer:ín a él las vivirá como niño; su odio por el her- una ciu;tadura m!htar, se lea escrito por un psiquiatra que
mano mayor, alumno brillante de la Facultad de Medicina, n。ーッセ・ョ@ se exphca por sus conductas de fracaso. De Man, el
le impedía el paso por el camino de las Ciencias, es decir, que ウセッ。ィエ@ belga, aún iba más lejos cuando fundaba los con-
11 ¡ (ptería ni se atrevía a formar parte,
de la élite "pequeño- ヲィセNエッウ@ de clase en el "comp_lejo de inferioridad del proletaria-
IJur<•uesa". Quedaba el Derecho; a traves de esas carreras que d_o · セョカ・イウ。ュエL@ _el ュ。Lイセiッ@ hecho Saber universal ha que-
jutgaba ゥョヲ・イッセウL@ su _propia clase le causó ィセイッ[@ y este ndo mtegrar al psicoanallSls torciéndole el cuello· ha hecho
el e e'1 ui?a I'el ca muerta que. encontraba naturalmente ' su lugar
horror era al m1smo tiempo una toma de conoenoa y una
a ti e nación definitiva de la pequeña burguesía. Vivió también en_ un Sistema seco: ⦅・イセ@ ・セ@ Idealismo que volvía con una más-
fa muerte burguesa, esa soledad que nos hace compañía desde cal a, un avatar del feticlusmo de la interioridad. Pero en uno
cJ nacimiento, pero la vivió a través de las estructuras familia- u ッエセᄋ@ caso, se ィセ@ エイ。ョセヲ_ュ、ッ@ un método en dogmatismo:
res: el jardín donde jugaba con su hermana estaba al lado セNッウ@ ヲャ￳ウッセ@ del ーウLセ」ッ。ョャsi@ encuentran SU justificación en los
del laboratorio donde disecaba su padre; la muerte, los cadá- esq uemat1zadores marxistas, y recíprocamente. De hecho el
veres, su hermana menor que se iba a morir bastante pronto, ュ。エ・イゥャウセッ@ _dialéct!c? n? puede privarse durante más エゥ・セーッ@
la ciencia y la irreligión de su padre, todo eso tenía que unirse de Qセ@ ュセ、。ッ￳ョ@ ーョカゥャ・ァセ。、@ que le permite pasar de las de-
en una actitud compleja y muy particular. La explosiva mez- エセイュ。Zキョ・ウ@ ァ・ョイ。ャセウ@ y セウイ。」エ@ .a ciertos rasgos del indi-
cla de cientificismo ingenuo y de religión sin Dios que cons- VIduo su:gular. El ーウセ」ッ。ョィQ@ no tiene principios, no tiene
tituye Flaubert y que trata de superar por el amor del arte for- base teónca; apenas s1 está acompañado -en J ung y en algu-
mal, podríamos explicarlo si comprendiésemos bien todo lo r:as obras de Freud- por una mitología perfectamente inofen-
que ocurrió en la infancia, es decir, en una condición radi- Siva. De hecho, es un método que ante todo se preocupa por
calmente distinta de la condición adulta: la infancia es la que establecer la manera que tiene el niño de vivir sus relaciones
forma los prejuicios insuperables, la que en la violencia del fa1"?iliares セョ@ el interior de una sociedad dada. Lo que no
adiestramiento y el extravío del animal adiestrado hace que se qlllere deor que dude de la prioridad de las instituciones.
sienta la pertenencia a un medio como un acontecimiento sin- ャセッイN@ セQ@ cont:ario, su objeto depende de la estructura de tal
rrular. Sólo el psicoanálisis permite hoy estudiar a fondo cómo fam1ha ー。イエ」セ、@ .Y ésta n_o es más que la singularización de
"'el niño, entre tinieblas, a tientas, trata de representar, sin la estructura fam1har propia de tal clase, en tales condiciones·
comprenderlo, el personaje social que le imponen los adultos; así, si fuese posible, unas monografías psicoanalíticas pon:
sólo él nos puede mostrar si se ahoga en su papel, si trata de drían de relieve por sí mismas la evolución de la familia fran-
evadirse de él o セゥ@ se asimila a él del todo. Sólo él permite cesa entre los siglos xvm y xx, ·que a su vez traduce a su manera
que el hombre entero se encuentre P.n el adulto, es decir, no la evolución general de las relaciones de producción.
sólo sus determinaciones presentes, sino también el peso de A los marxistas de hoy sólo les preocupan los adultos: al
su historia. Y se estad. muy equivocado si se cree que esta leerles ーッセイ■。@ 」イ・ウセ@ que nacemos a la edad en que ganamos
disciplina se opone al materialismo dialéctico. Naturalmente, nuestro pnmer salano; se han. olvidado de su propia infancia y
los aficionados han edificado en Occidente unas teorías "ana- al leerles todo ocurre como si los hombres sintiesen su aliena-
líticas" sobre la sociedad o la Historia que desembocan, en ción y su reificación '* pTimero en su propio trabajo, cuando,
efecto, en el idealismo. ¿Cuántas veces no se ha psicoanalizado
a Robespierre sin pensar que las contradicciones ele su con- • _Para Z|i。イセ@ la reificación es el proceso por el cual la relación entre
el trabaJo necesano par_a la pr_od;tcción de un objeto y este objeto se
ducta estaban condicionadas por las contradicciones objetivas エイ。ョセヲッュ@ セ@・ una cualidad obJetiva del objeto mismo. Así escribe (El
de la situación? Y resulta molesto que cuando se ha compren- セ。ーコエャL@ Méx1co-Buenos_ Aires, F.C.E., RGセM edición, 1959, tomo IQ, pág. 28):
dido cómo la burguesía termicloriana, paralizada por el .ré- El producto del trabaJo es objeto de uso en todos los tipos de sociedad;

60 61
primem, cada cual lo vive, como nmo, en el tmbajo de sus siglo en que la familia conyugal.es el tipo corriente de la bur-
jJad1·es. Al chocar contra unas ir1;.terpretaciones que son con guesía rica, en el que Du Camp y Le Poittevin representan a
demasía exclusivamente sexuales, se aprovechan para condenar unos hijos liberados de la patria potestas. Baudelaire, que na-
un método de interpretación que pretende simplemente reem- ció el mismo año, quedará fijado a su madre durante toda su
plazar en cada uno a la naturaleza por la Historia; no han vida. Y esta diferencia se explica por la diferencia de los me-
comprendido aún que la sexualidad sólo es una manera de dios: la burguesía de Flaubert es muy deslucida, nueva (la
vivir a cierto nivel y con la perspectiva de cierta aventura madre, vagamente emparentada con la nobleza, representa a
individual la totalidad de ·nuestra condición. El existencialis- una clase de terratenientes en vías de desaparición; el padre
mo cree por el contrario que este método se puede integrar sale directamente de un pueblo y lleva aún en Rouen, unas
porque descubre el punto de inserción del hombre en su clase, extrai'ias vestimentas campesinas: en invierno, una piel de
es decir, la familia singular como mediación entre la clase cabra) . Proviene del campo, adonde vuelve al comprar tierras
universal y el individuo: la familia está constituida, en efecto, según se va enriqueciendo. La familia de Baudelaire, burguesa,
en y por el movimiento general de la Historia, y vivida, por establecida en la ciudad desde hace mucho más tiempo, se con-
otra parte, como un absoluto en la profundidad y la opaci- sidera en cierta forma como perteneciente a la nobleza ele
dad de la infancia. La familia Flaubert era de un tipo semi- toga: posee acciones y títulos. Durante algún tiempo, entre
doméstico, estaba un poco atrasada con respecto a las familias dos amos, apareció la madre sola, con todo el esplendor de su
industriales que curaba o frecuentaba Flaubert padre. Flaubert autonomía; luego, por mucho que Aupick se hiciese el "fuer-
padre, que se consideraba perjudicado por su "patrón" Dupuy- te", la señora de Aupick, tonta y bastante vanidosa, pero en-
tren, aterrorizaba a todo el mundo con sus méritos, su noto- cantadora y favorecida por la época, no dejó de existir por si
riedad, su ironía volteriana, sus cóleras terribles o sus accesos misma en ningún momento.
de melancolía. También se podrá comprender fácilmente que Pero cuidado: cada uno vive los primeros años extraviado
nunca fuese determinante el lazo que unía al pequeño Gusta- o deslumbrado como si fuese una realidad profunda y solita-
vo con su madre: la madre sólo era un reflejo del terrible ria: la interiorización de la exterioridad es aquí un hecho
doctor. Se trata, pues, de un desplazamiento bastante sensible irreductible. La "chifladura" del pequeño Baudelaire es la
que muchas veces separó a Flaubert de sus contemporáneos. viudez y el nuevo matrimonio de una madre demasiado boni-
Flaubert se caracteriza por la "fijación" en el padre en un ta, pero es también una cualidad propia de su vida, un des-
equilibrio, una desgracia que habrá de perseguirle hasta la
sólo en una época históricamente dada de progreso, aquella que ve en muerte; la "fijación" de Flaubert en su padre es la expresión
el trabajo invertido para producir un objeto de uso una propiedad •ma- de una estructura de grupo y es el odio del burgués, sus crisis
terializada• de este objeto, o sea su valor, se convierte el producto del "histéricas", su vocación monacal. El psicoanálisis, en el inte-
trabajo en mercancía. De aquí セ・@ desprende que la forma simple del
valor de la mercancía es al propio tiempo la forma simple de mercancía rior de una totalización dialéctica, remite por un lacio a las
del producto del trabajo; que, por tanto, el desarrollo de la forma de la estructuras objetivas, a las condiciones materiales, y por el
mercancía coincide con el desarrollo de la forma del valor". otro a la acción de nuestra insuperable infancia sobre nuestra
Este fenómeno no es aislado, sino el fenómeno social fundamental vida de adulto. Se hace, pues, imposible unir directamente a
de la sociedad capitalista: "la transformación de las relaciones humanas
cualitativas en atributo cuantitativo de cosas inertes, la manifestación Madame Bovary con la estructura político-social y con la evo-
del trabajo social necesario empleado para producir cienos bienes como lución de la pequeña burguesía; habrá que remitir la obra
valor como cualidad objetiva de esos bienes; por consiguiente la reifi- a la realidad presente vivida por Flaubert a través de su in-
cación se extiende progresivamente al conjunto de la vida psíquica de los fancia. Verdad es que resulta cierta separación: hay cierto
hombres en la que hace predominar lo abstracto y lo cuantitativo sobre
lo concreto y lo cualitativo" (L. Goldmann: Recherches dialéctiques, Paris, retardo de la obra en relación con la época en que aparece; es
Gallimard, 1959, pág. 78). N. del T. que tiene que unir en ella cierta cantidad de significaciones

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contcmpodnea a otras qué ·expresan un estado reciente pero セッ@ hemos acabado con las m ediacioncs; en el nivel de las
ya superado de la sociedad. Este retaTdo, que los marxistas
イ・ャセ」キョウ@ de ーイッ、オセ」ゥ￳ョ@ y en el de las estructuras político-
siempre desdeñan, da cuenta a su vez de la verdadera realidad ウッ。セ・L@ la persona smgular se encuentra condicionada por sus
social, en la que los acontecimientos, los productos y los actos tセャ」キョ・@ humanas. No cabe ninguna duda de que ese con-
contemjwráncos se caracterizan por la extraordinaria diversi- セico_ュゥ・ョエッL@ en su verdad primera y general, remite al
dad de su profundidad temporal. Llegará el momento en que 」ッョセィN@ de las fuerzas productivas con las relaciones de pro-
parezca que Flaubert se ha adelantado a su época (en tiempos ducoó? · Pero todo eso no está vivido tan simplemente. O
de 1Hadame BovaTy) porque estcí Tetrasado Tespecto a ella, ュ£セ@ b1en, de lo que se trata es de saber si l::t Teclucción es
porque, bajo la máscara, su obra le expresa a una generación pos1ble .. QZMセ@ persona vive y conoce más o menos claramente
harta del romanticismo las desesperanzas posrománticas de un su cond1oon a través de su pertenencia a los grupos. En efec-
colegial de 1830. El sentido objetivo del libro -el que los mar- to, イ・ウセャエ。@ claro que el ッ⦅セイZ@ de fá?rica padezca la presión
xistas, como aplicados discípulos de Taii1e, toman buenamente ・ャセ@ su grupo de. produccwn ; pero SI, como ocurre en París,
por condicionado por el momento a través del autor- es el VIVe Mセ。ウエョ・@ leJ?S de su lugar de trabajo, estará sometido
resultado de un compromiso entre lo que reclama esta nueva tamb1en a la J.?res1ón de _su "grupo de habitación". Ahora bien,
juventud a partir de su nueva historia y lo que puede ofrecer esos grupos eJercen accwnes diversas sobre sus miembros; a
el autor a partir de la suya, es decir, que realiza la unión veces, la "manzana" o el "barrio" frenan en cada cual el im-
paradójica de dos momentos pasados de esta pequeña burgue- pulso dado por la fábrica o el taller. Se trata de saber si el
sía intelectual (1830-1845). A partir de aquí se podrá utilizar ma:xismo disolverá el grupo de habitación en sus elementos
el libro con las perspectivas nuevas como un arma contra una o. s1 _le イ・」ッョセ£M ,una autonomía relativa y un poder de me-
clase o un régimen 1 . Pero el marxismo nada tiene que temer dwoón. La deoswn no resulta tan fácil: en efecto, por un
de esos nuevos métodos; simplemente, restituyen unas regiones lado se ve fácilmente que la "separación" del grupo de habi-
concretas de lo real y los malestares de la persona toman su
sentido auténtico cuando recordamos que traducen de una クゥウエセL@ las conductas sociales de un individuo están condicionadas por
manera concreta la alienación del hombre; el existencialismo los mtereses general_es de su clase. Estos intereses -que al principio son
ayudado por el psicoan;Uisis no puede estudiar hoy más que abstractos- se convierten por el movimiento de la dialéctica en fuerzas
concretas que nos encadenan: ellos forman una barrera en nuestro hori-
situaciones en las que el hombre se ha perdido a sí mismo zonte, se expresan por nuestra propia boca, nos retienen cuando quisié-
desde su infancia, porque no hay otras en una sociedad fun- ramos comprender nuestros actos hasta el fin, cuando tratamos de arran-
dada en la explotación 2 • 」。イョセウN@ a ョオセウエイッ@ medio. ¿Es incompatible esta tesis con la idea de un
」セョQcP。ュ・エッ@ ーセイ@ la in!a.ncia de nuestras conductas presentes? No lo
1 Estos jóvenes lectores son derrotistas: exigen de sus escritores que Cieo, por el contrano, es fac!l ver que la mediación analítica no cambia
muestren que la acción es imposible, para borrar la vergüenza de haber ョ。セ[@ claro es que nuestros prejuicios, nuestras ideas, nuestras creencias
fracasado en su Revolución. Para ellos el realismo es la condenación de ーセQ。@ セ。@ mayor parte de_ ョッウエセ@ son insuperables porque primero han sido
la realidad; la vida es un naufragio absoluto. El pesimismo de Flaubert ・クーョュセエ。、ッウN@ en !a mfancza; quienes dan cuenta -en parte- de nues-
tiene su contrapartida positiva (el misticismo estético) que se encuentra tras reaccwne_s_ uracwnales, de nuestras resistencias a la razón, son nuestra
continuamente en Madame Bovary, que salta a la vista, pero que el 」・ァセイ。@ de ョオセッL@ ョオ⦅・ウエセッ@ enloquecimiento prolongado. Pero precisamente,
público no ha "absorbido" porque no lo buscaba ah!. El único en verlo ¿que era esta ュヲ。セcャ@ msuperable, sino una manera de vivir los intereses
claro fue Baudelaire: "La Tentación y Madame Bovary tienen el mismo ge_nerales del _medw? n。、セ@ セ。@ cambiado; por el contrario, el encarneci-
tema", escribió. ¿Pero qué podía él hacer contra ese acontecimiento nuevo mlento, la pas1ón loca y cnmmal, hasta el heroísmo encuentran su verda-
y colectivo que es la transformación de un libro por la lectura? Ese dero ・ウーセッイ@ su enraizamiento, su pasado; el· psicoanálisis, concebido
sentido de Madame Bovary ha quedado hasta hoy cubierto por los velos, con:? _med1ac1ón, セッ@ hace intervenir ningím principio nuevo de expli-
porque todo joven que toma conocimiento de esta obra en 1957 lo des- caClon. ィ。ウエセ@ se cmda de negar la relación directa y presente del individuo
cubre a pesar de él mismo a través de los muertos que lo han desviado. con e_l . medw o con la clase; vuelve a introducir la historicidad y la
2 Sin embargo, hay una cuestión que se plantea: según los mar-
negatiVIdad e_n la man.era de realizarse la persona como miembro de
una capa soc1al determmada.

64
65
tación y del grupo de producción, que el "retraso" de aquél
ternalismo americano y el H_uman Engineering se fundan casi
sobre éste no hacen más que verificar los análisis fundamen-
exclusivamente en los trabajos de los sociólogos. Pero no ha-
tales del marxismo; en un sentido, no hay nada nuevo; el
bría que tomarlo como pretexto para adoptar en el acto la
Partido Comunista ha demostrado desde su nacimiento que
actitud inversa y rechazarla sin más consideraciones porque
conoce esta contradicción, ya que organiza en todos los sitios
es "un arma de clase en manos de los capitalistas". Si es un
1 donde puede células de empresa más .bien que células de ba- arma eficaz -y ha probado que lo es- es que de alguna ma-
.1
rrio. Pero por otro lado salta セN@ la カゥウエセ@ ・セN@ todas セ。イエ・ウ@ que nera es verdadero; y si está "en manos de los capitalistas", es
los patrones, cuando tratan de modermzai sus ュ[セッ、ウL@ fa- una razón de más para arrancársela y para volverla contra ellos.
vorecen la constitución de grupos de freno extrapollticos cuyo
No hay duda de que el principio de las investigaciones
efecto es sin duda en Francia el de alejar a los jóvenes de
muchas veces es un idealismo disimulado. En Lewin, por ejem-
la vida sindical y política. En Annecy, por ejemplo, que se plo (como en todos los gestaltistas), hay un fetichismo de la
industrializa rápidamente y que rechaza a l.os tur.Istas y a los totalización; en lugar de ver el movimiento real de la Histo-
veraneantes hasta los barrios que bordean mmedmtamente el ria, la hipostasia y la realiza en totalidades ya hechas: "Hay
lago, señalan los investigadores cól1!o pululan unos grupúscu- que considerar la situación, con todas sus implicaciones socia-
los (sociedades de cultura, deportivas, teleclubes, etc.) 」セケッ@ les y culturales como un todo concreto dinámico". O también
carácter es muy ambiguo: no hay duda de. que elevan el mvel " ... las propiedades estructurales de una totalidad dinámica
cultural de sus miembros -lo que no deprá de ser una ad- no son las mismas que las de sus partes". Por otra parte, se
quisición para el proletariad?-; pero es N」ゥ・イセッ@ エ。ュ「ゥ←セ@ que trata de una síntesis de exterioridad: el sociólogo se mantiene
constituyen unos obstáculos para la emanopaoón. Habna アセ・@ exterior a esta exterioridad dada. Quieren guardarse los bene-
examinar además si esas sociedades (que en muchos casos tie- ficios de la teleología manteniéndose jJOsitivos, es decir, aun
nen los patrones la habilidad de. dejar 」ッセーャ・エ。ュョ@ 。セエN￳ᆳ
suprimiendo o disfrazando los fines de la actividad humana.
nomas) la cultura no está necesarzamente ッョ・エ。セN@ (es 、セ」オL@ En ese instante la sociología se pone para sí y se opone al
en el sentido de la ideología burguesa. Las estad1sticas mues- marxismo: no afirmando la autonomía provisional de su mé-
tran que los libros más pedidos por los obreros son los best- todo -que daría por el contrario la forma de integrarlo-,
sellers burgueses). Estas consideraciones エゥ・セ、[ョ@ a que ,se セQ。ァ@ sino afirmando la autonomía radical de su objeto. Autonom{a
de la "relación en el grupo" una realidad v1v1da por s1 misma ontológica: por muchas precauciones que se tomen, no puede
y que posea una eficacia particular. セョ@ el caso que nos ocupa, impedirse, en efecto, que el grupo así concebido sea unidad
por ejemplo, no hay duda de アセ・@ se mterponen como una pan- sustancial, aunque y sobre todo si, por voluntad de empiris-
talla entre el individuo y los mtereses generales de su. clase. mo, se define su existencia por su simple funcionamiento.
Esta consistencia del grupo (que no hay que confundir con Autonomía metodológica: el movimiento de totalización dia-
no sé qué conciencia colectiva) justificaría por sí s?la lo que léctica queda sustituido por las totalidades actuales. Esto im-
llaman los americanos "microsociología". O aún meJor: en lo.s plica naturalmente una denegación de la dialéctica y de la his-
Estados Unidos la sociología se desarrolla en イ。コᅮiセ@ de ?u ef,l- toria, en la medida, justamente, en que la dialéctica no es
cacia. A los que estén セ・ョ。、ッウ@ セ@ no. ver en Qセ@ .socwlog1a, n?as primero más que el movimiento real ele una unidad que se
que un modo de conoom1ento Id.eahs.ta y estauco cuya umca está haciendo, y no el estudio, aun "funcional" y "din;ímico",
función consiste en esconder la histona, les recuerdo, en efec- de una unidad ya hecha. Para Lewin, toda ley es una ley es-
to, que en los Estados Uni?os son los ー。エセッョ・ウ@ 9ui:nes favo- tructural y pone en evidencia una función o una relación
recen esta disciplina y particularmente. las. セョカ・ウエQァ。」キ@ que funcional entre las partes de un todo. Precisamente por eso
ven a los grupos reducidos 」PQセッN@ totahzanon de !os
contactos se acantona voluntariamente en el estudio de lo que llamaba
humanos en una situación dehmda; por lo demas, el neopa- Lefebvre la "complejidad horizontal". No estudia ni la histo-
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un fetiche: ponemos al hombre antes del hombre y restablece-
ria del individuo (psicoan{tlisis), ni la del grupo. Es a él a mos el vínculo de causa. Karcliner sitúa a su personalidad de
quien mejor se セーャゥ」。イ■@ ・セ@ reproche de l・ヲ「セイN@ que citamos base "a mitad de camino entre las instituciones primarias (que
en nota más arnba: su metodo pretende permitir que se esta- expresan la acción del medio sobre el individuo) y secunda-
IJlezcan los caracteres funcionales de una comunidad campesi- rias (que expresan la reacción del individuo sobre el medio)".
na de Estados Unidos; pero interpretará a todos en relación Esta "circularidad" se mantiene estática a pesar ele todo y
con las variaciones de la totalidad; y así deja escapar a la his- por otra parte nada muestra mejor que esta posición "a mi-
toria, ya que, por ejemplo, se prohibe explicar la notable ho- tad de camino" la inutilidad ele la noción encarada. Verdad
moaeneidad religiosa ele un grupo de campesinos protestantes; es que el individuo est<Í condicionado .por el medio social y
en °efecto, le importa poco saber que la permeabilidad total se vuelve hacia él para condicionarlo; eso es -y no otra cosa-
de las comunidades campesinas con modelos urbanos nace en lo que hace su realidad. Pero si podemos determinar las insti-
Estados Unidos porque el campo se ha hecho a pa1·tir de la tuciones primarias y seguir el movimiento por el cual se hace
ciudad, con hombres que eran ya dueños ele unas técnicas in- el individuo supedndolas, ¿qué necesidad tenemos ele echar
dustriales relativamente avanzadas. Lewin consideraría esta ex- al camino este traje hecho? La "personalidad ele base" oscila
plicación -según sus propias fórmulas- como un causalismo entre la universalidad abstracta a posteriori y la sustancia con-
aristotélico; pero esto quiere decir que es incapaz ele com- creta como totalidad hecha. Si la tomamos como conjunto
prender la síntesis con la forma ele una dialéctica; para él lie- jJ1·eexistente al que va a nacer, o detiene la Historia y la reduce
ne que estar dada. Autonomía recípmca, en fin, del experi- a una discontinuidad de tipos y ele estilos de vida, o es la His-
mentador y del grupo experimental: el sociólogo no est<Í si- toria quien la hace estallar por su movimiento continuo.
tuado, o si lo está, bastado algunas precauciones concretas Se explica esta actitud sociológica históricamente. El hi-
para desituarlo; tal vez trate de integrarse en el grupo, pero per-empirismo -que por principio desdeña los lazos con el
esta integración es provisional, sabe que se separará, que con- pasado- sólo podía nacer en un país donde la Historia es
signará sus observaciones en la objetividad; en una palabra, relativamente corta; la vol un tacl ele poner al sociólogo fuera
se parece a los polizontes que nos presenta tantas veces el cine, del campo experimental traduce a la vez "el objetivismo" bur-
y que conquistan la confianza ele los gangsters para poder en- gués y cierta exclusión vivida: Lewin, exiliado ele Alemania y
tregarlos mejor; aunque el sociólogo y el polizonte participen perseguido por los nazis, se improvisa como sociólogo para
ele una acción colectiva, la cual, como se comprende, va entre encontrar los medios prácticos de restaurar la comunidad ale-
paréntesis, y que sólo hagan sus gestos en beneficio ele un mana que a su parecer está deteriorada por Hitler. Pero esta
"interés superior". restauración no puede ser obtenida por él, exiliado, impotente
Podrían hacerse los mismos reproches a esa noción ele y contra una gran parte de los alemanes, sino contando con
"personalidad ele base" que trata ele introducir Karcliner en medios exteriores, con una acción ejercida con la ayuda ele los
el neoculturalismo americano; si sólo quiere verse en ello una Aliados. Es esa Alemania lejana, cerrada, la que, al excluirle,
cierta manera ele totalizar la persona a la sociedad en ella y le da el tema de la totalidad dinámica. (Para democratizar a
por ella, como veremos en seguida, la noción es inútil; sería Alemania es necesario -dice él- darle otros jefes, pero estos
absurdo y vano hablar, por ejemplo, de la "personalidad de jefes sólo serán obedecidos si todo el grupo está modificado
base" del proletario francés si disponemos de un método que ele manera tal que pueda aceptarles.) Es sorprendente que este
permite comprender cómo el trabajador se proyecta hacia la ob- burgués desarraigado no cuente para nada con las contradiccio-
jetivación de sí mismo partiendo de condiciones materiales e nes reales que llevaron al nazismo, ni con una lucha ele clases
históricas. Si por el contrario consideramos a esta personalidad que no ha dejado ele vivir por su cuenta. Las desgarraduras
como una realidad objetiva que se impone a los miembros del ele una sociedad, sus divisiones intestinas: eso es lo que un
grupo, aunque sea a título ele "base ele su personalidad", es
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obrero 。ャ・セ£ョ@ podía vivir en セャュ。ョゥL@ eso es lo que podía
darle una Idea completamente distmta de las condiciones reales sean opuestas. Podemos aprender en su estudio cómo el hecho
de la desnazificación. El sociólogo, de hecho, es objeto de la material de la rareza de mujeres está vivido como cierto aspec-
historia: la sociología de los "primitivos" se estabiece sobre to de las relaciones entre los sexos y de los machos entre ellos.
la base de una relación más profunda que la que, por ejem- Nos conduce, simplemente, a cierto nivel de lo concreto que
plo, puede ser el colonialismo; la investigación es una relación el marxismo contemporáneo desdeña sistemáticamente. Los
viva entre hombres (es esa relación en su totalidad la que ha sociólogos norteamericanos concluyen que "lo ・」ッョ￳セゥ@ no
tratado de describir Le iris en su admirable libro L'A fri que es totalmente determinante". Pero esta frase no es 111 verda-
fantOme) . De hecho el sociólogo y su "objeto" forman una dera ni falsa, porque la dialéctica no es un determinismo. Si
pareja en la que cada uno tiene que ser interpretado por el es verdad que los esquimales son "individualistas" y los habi-
otro y cuya relación tiene que ser descifrada también como un tantes de Dakota cooperativos, aun cuando se parezcan por la
momento de la historia. manera que tienen ·:de p;oducir Qセ@ カゥ、セBZ@ no. hay g_u.e. conc!uir
Si tomamos esas precauciones, es decir, si reintegramos el que el método marxista tiene. una. I?sufiCienoa セ・ィZGエゥカ。L@ smo,
momento sociológico en la totalización histórica, ¿habrá a pe- simplemente, un desarrollo msufioente. Esto sigmfica セー・@ la
sar de todo una independencia relativa de la sociología? Por sociología, en sus investigaciones sobre los grupos defuudos,
nuestra parte, no lo dudamos en absoluto. Si son discutibles ofrece, a causa de su empirismo, conocimientos que pueden
las teorías ele Kardiner, algunas de sus investigaciones tienen desarrollar el método dialéctico, obligándolo a llevar la tota-
un interés indudable, particularmente la hecha en las islas lización hasta su integración. El "individualismo" de los es-
Marquesas. Pone de relieve una angustia latente entre los ha- quimales, si existe, tiene que ・ウセ。イ@ condicionado po; factores
bitantes de estas islas cuyo origen se encuentra en ciertas con- de la misma clase que los estudiados en las comumdades de
diciones objetivas: la amenaza del hambre y la rareza de las las islas Marquesas. En sí mismo, es un hecho セッ@ para hablar
mujeres (lOO mujeres por cada 250 hombres). Deriva el em- como Kardiner, un "estilo de vida") que no tiene nada 9ue
balsamamiento y el canibalismo del hambre, como dos reac- ver con la "subjetividad" y que se revela en el comportamien-
ciones contradictorias que se condicionan oponiéndose; muestra to de los individuos en el interior del grupo y en relación
la homosexualidad como resultado de la rareza de mujeres (y con las realidades cotidianas de la vida (habitat, comidas, fies-
de la poliandria) , pero va más lejos, y por su investigación tas, etc.) y hasta del trabajo. Pero en la medida. en que la
puede indicar que no es simplemente una satisfacción sexual, 1 sociología es por sí misma una atención pmspecttva que se
sino también un desquite contra la mujer. Finalmente, este dirige hacia ese género de hechos, es y obliga al marxismo a
estado de cosas lleva a la mujer a una real indiferencia, y al convertirse en método heurístico. En efecto, revela unas rela-
padre a una gran dulzura en su relación con los hijos (el hijo ciones nuevas y reclama que se las relacione con nuevas con-
crece entre sus padres) , de donde se tiene como consecuencia diciones. Ahora bien, la "rareza de mujeres", por ejemplo, es
el libre desarrollo de los hijos y su precocidad. Precocidad, 1 una condición material verdadera: es económica en todo caso
homosexualidad como desquite contra la mujer, dura y sin en la medida en que la economía se define por la rareza; es
ternura, angustia latente que se expresa con diversas conduc- una relación cuantitativa que condiciona rigurosamente. a una
tas: son nociones irreductibles, ya que se refieren a algo vivi- necesidad. Pero Karcliner olvida además lo que tan bien ha
rlo. Poco importa que Kardiner utilice unos conceptos psico- 1 mostrado Lévi-Strauss en su libro sobre Las estructuras ele-
analíticos para describirlo, la cuestión es que la sociología mentales del parentesco: que el matrimonio es una forma de
puede establecer esos caracteres como relaciones reales entre prestación total. La mujer no sólo es una 」ッュー。ゥG■セイ@ ・セ[@ cama,
los hombres. La investigación de Kardiner en nada contradice sino que es un trabajador, una ヲオ・イコセ@ productiva.. En ャセウ@
al materialismo dialéctico, aunque las ideas de Kardiner le niveles más primitivos, en los que el ngor del me(ho geogra-
fico y el estado rudimentario de las técnicas hacen que sean
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sus ュ←エッ、セ@ auxili ares -encu estas , tests, estadí sticas , etc.- re-
avent urado s tanto la caza 」セュッ@ el cultiv o, tanto la cosec ha de
vela media cione s nueva s entre los homb res concr etos
y las con-
hortal izas como la de frutas , la existe ncia sería casi impo sible vida, entre las relaci ones huma nas
es ningu na dicion es mater iales de su
para un indiv iduo aband onado a sí mism o ... N o y las relaci ones de produ cción , entre las perso nas
y las clases
socie dades el rnatri -
exage ración el decir que para seme jantes (o cualq uier otra especie ele grupo ).
prese nta una impo rtanc ia vital en cada indiv idue: ...
ュッセゥ@ No nos cuesta recon ocer que el grujJo ni ha tenid
o nunc a
trar ... un conso rte, pero tam-
intere sado (prim ero) en encon ni puede te?er el tipo de existe ncia ;netaf ísica que se trata de
su grupo tenga n lugar dos calam i-
bién en preve nir que en (pá- darle ; repet imos con el marxi smo: sólo hay homb res y relacio-
primi tiva: el solter o y el huérf ano" en
dades ele la socie dad nes reales entre los homb res; según este punto de vista,
ante las
ginas 48-49). Esto signif ica que nunc a hay que ceder un sentid o el grupo sólo es una multi plicie lael de relaci ones y
las técnic as y las
simpl ificac iones ele los tecnicistas y prese ntar de relaci ones entre esfts relaci ones. Y tenem os esta
certez a pre-
en un contt 'xto
herra mient as como condi ciona ndo ellas solas cisam ente porqu e consi deram os la relaci ón entre
el sociólogo
ás ele que las tradic iones
partic ular las relaci ones sociales. Adem y su objet o como una relaci ón de reciprocicla el; el inves tiga-
y la histor ia (la comp lejida d vertic
al ele Lefeb vre) interv en- de un grupo salvo en la
las neces idade s, existe n otras dor セオョ」。@ P,ueele mante nerse "fuer a"
gan en el nivel del traba jo y de -exce pto en los casos límite s en
de ellas es la rarez a de mujer es) med1da en que está "en" otro Y
condi cione s mater iales (una que este exilio es el revers o de un acto real de exclu sión.
que están en una relaci ón de condi ciona mien to circu lar con la comu ni-
relaci ón nu- estas persp ectiva s diversas le mues tran de sobra que
las técnicas y con el nivel real de la vida. Así la dad como tal se le escap a por todas partes .
mayo r para
méric a entre los sexos toma una impo rtanc ia tanto Esto no debe dispe nsarn os, sin emba rgo, ele deter
mina r
les cuand o
la produ cción y para las relaci ones super estru ctura el tipo de realid ad y ele eficacia que son propi as de los otJie-
ment os más rudi-
el hamb re es m{ts amen azado r y los instru tos colec tivos que puebl an nuest ro camp o social y que se ha
nada a priori : se di-
menta rios. Sólo se trata de no subor dinar decid ido llama r interm undo . Una socie dad de pesca dores ele
muje res es un hecho sen-
ría vanam ente que la rareza de las caña no es ni una piedr a ni una hiper conci encia ni una sim-
rlo al carác ter instit ucion al de concr etas
cillam ente natur al (para opone ple indic ación verba l para señal ar a las relaci ones
sólo se prese nta en el interi or admin istra-
las técnicas) , ya que esta rareza y partic ulare s entre sus miem bros: tiene estatu tos,
de este punto , nadie pued e re- una funci ón;
de una comu nidad . A partir ción, presu puest o, una forma de reclu tamie nto,
pleta ment e
proch ar a la interp retac ión marx ista que sea incom a partir ele todo esto sus miem bros han instau rado entre sí
do regres ivo-
"dete rmina nte": en efecto, basta con que el méto cierto tipo ele recipr ocida d en las relaci ones. Cuan do decim os:
d ele las
progr esivo tenga en cuent a a la vez la circu larida sólo hay homb res y relaci ones reales entre los homb res (aí'íaelo
to de las
condi cione s mater iales y el m u tu o condi ciona mien para Merle au-Po nty: tambi én cosas y anima les, etc.), sólo
(el lazo inme-
relaci ones huma nas establ ecida s sobre esta base de quere mos decir que el sopor te de los objeto s colect
ivos tiene
a de las mujer es, iduos ; no
diata ment e real, en su nivel, de la durez que busca rse en la activi dad concr eta ele los indiv
timie nto que crea las
la indul genci a de los padre s, del resen
negarr:os _la イ・。ャゥ、セ@ de esos. objeto s, pero prete ndem os que es
niños fun-
tende ncias homo sexua les y de la preco cidad ele los paras ztana . No esta el marxi smo muy alejad o de nuest
ra con-
a su vez es una reacc ión del grupo ese punto de vista,
dada en la polia ndria , que cepci ón. Pero en su estado prese nte y según
pero estos carac teres difere ntes no están cierto es que mues-
frente a la rareza ; se le pued en hacer dos repro ches esenciales:
una cesta:
conte nidos ya en la polia ndria como los huevo s en tra "los intere ses ele clase" impo niénd ose al indiv
iduo contr a
mane ra de
se enriq uecen por su acció n recíp roca como una sus intere ses indiv iduale s o el merca do, prime ro simpl e com-
logía, mom ento
vivid a en una conti nua super ación ) . La socio plejo de relaci ones huma nas, tendi endo a hacer se más real que
forma pros-
provi siona l de la totali zació n histór ica, con esta los vende dores y sus clientes; pero sigue siend o incier to en
o teóric o y la preci sión de
pectiv a, con su falta de funda ment
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cuanto a la naturaleza y al origen de esos "colectivos"· la teo- francos es otro; y otro el periódico que acabo de. comprar. Y
ría del fetichismo, esbozada por Marx, nunca ha sido 'desarro- el segundo reproche que puede ィセ」・イウ@ al ュセイクゥウッ@ ・セ@ アセ・@
llada, y además no podría extenderse a las demás realidades nunca se ha preocupado por estudiar a _los obJetos en SI [olliS-
sociales; así es que al no aceptar al mecanicismo, le falta armas mos es decir en todos los niveles de la VIda sooal. Ahora bien,
セッョエイ。@ él. Consid:ra como uヲッQセ@ cosa al mercado, y que sus leyes es ・セ@ su B」。セョーッ@ social", considerado bajo セオ@ .aspecto más ゥセᆳ
mexorables contnbuyen a reificar las relaciones entre los hom- mediato, donde el hombre hace el aprendizaJe de su condi-
bres, pero 」オセョ、ッ@ de repente, hablando con el lenguaje de ción; también aquí son las uniones particulares una manera
Lefebvre, un JUego de manos dialéctico nos muestra esta abs- de realizar y de vivir lo universal en su セ。エ・イゥャ、_[@ エ。ュ「セ←ョ@
tracción monstruosa como si fuera lo verdadero concreto (se aquí tiene esta particularidad una o.pao.dad propia que iュセ@
エゥセ。L@ desde ャオ・セッL@ de una sociedad alienada), mientras los in- pide que se la disuelva en las 、・エイュ。ッセョウ@ ヲオョ、。ュ・Nエセウ@
diVIduos (por eJemplo, el obrero sometido a las leyes de bron- eso significa que el "medio" .de nuestra VIda, セ_Nョ@ :u.s オセNウエゥᆳ
ce del mercado del trabajo) caen a su vez en la abstracción, ciones, sus monumentos, sus Instrumentos, sus Infinitos cul-
nos 」イ・ュセウ@ de nuevo en el ゥ」ャセ。ウュッ@ hegeliano. Porque la turales (reales como la Idea de naturaleza, ゥュ。ァョセイッウ@ coiセャッ@
defJendencta del obrero que viene a vender su fuerza de Julián Sorel o Don Juan), sus fetiches, su temporalidad sonal
trabajo .en ningún. caso .ruede significar que ese trabajador y su espacio "hodológico" también tiene que formar pa1:te de
haya catdo en la existencia abstracta. Por el contrario, la reali. nuestro estudio. Estas distintas realidades cuyo ser es dtrecta-
dad del ュ・イ」セ、ッL⦅@ por muy inexorables que sean sus leyes, y mente proporcional al no-ser de la humanidad mantienen
hasta su apanenoa concreta, descansa sobre la realidad de los entre sí, por intermedio de las relaciones humanas, y con nos-
individuos 。ャゥ・セQ、ッウ@ y sobre ウセQ@ separación. Hay que volver a otros, una multiplicidad de relaciones que pueden y deben
tomar el estudw de los colectivos por el principio y mostrar ser estudiadas en sí mismas. Producto de su producto, hecho
que esos objetos, lejos de caracterizarse por la unidad directa con su trabajo y por las condiciones sociales de la producción,
de un consenso, parecen, por el contrario, perspectivas de fu- el hombre existe al mismo tiempo en medio de sus productos
ga. Las relaciones directas entre personas, basadas sobre con- y provee la sustancia de los "colectivos:' que le 」ッイセ・ョ[@ se
diciones dada,s, 、・ーセョ@ de otras relaciones singulares, éstas establece un cortocircuito en todos los mveles ele la vida, una
d.e otras, y ast ウオセ・ゥカ。ュョエL@ y por eso hay una sujeción obje- experiencia horizontal que contribuye a . 」。ュ「ゥイAセ@ sobre , la
tiV\1 en las relao?nes concretas; lo. que lleva a esta sujeción, base de sus condiciones materiales de partida: el mno 110 solo
no es la presenoa de los otros, smo su ausencia, no es su vive a su familia, sino también -en parte a través de. ,ella, en
unión, sino su separación. Para nosotros, la realidad del ob- parte solo- el paisaje colectivo que le rodea;. y エセュ「Ni・ョ@ se 1e
1
jeto セッャ・N」エゥカ@ 、・ウ」。セQ@ ウッセイ・@ la Tecw-rencia; manifiesta que la revela la generalidad de su clase en esta expenenoa smgular ·
エッセ。ャコ」ゥᅮョ@ no esta termmada nunca y que la totalidad de Se trata, pues, de constituir síntesis horizontales en las que los
existtr lo es a título de totalidad destotalizada 1. objetos considerados desarrollen ャゥ「イ・ュQセエ@ sus estructuras Y
Así como son, estos colectivos existen, se revelan inmedia- sus leyes. Esta totalización transversal afirma a la vez su 、セᆳ
tamente a la acción y a la percepción; encontramos siempre en pendencia en relación con la síntesis vertical y su autononua
cada uno de ellos una materialidad concreta (movimiento sede
1 "Toda la vida de Charlot cabe en ese paisaje de ladrillo Y de
social, edificio, palabra, etc.) que sostiene y manifiest; una hierro ... Lambeth Road es ya el decorado de Easy Slreel, la 」。セャ・@ de los
fuga que la corroe. l\Je basta con abrir la ventana: veo una Niiios Buenos donde Charlot pone por sombrero ... al gordo Nenesse un
iglesia, un banco, un café; tres colectivos; este billete de mil farol... Ahí estan todas las casas de su infancia, que Charlot rec_onoce
-dice- con mús emoc1"ó n que a 1a gente " (PAUI- G11--soN)
', · .Lo cncun-
.
1 Estas indicaciones estan desarrolladas en la segunda parte de dante colectivo de su infancia miserable se vuelve en el s¡gno, mito,
este trabajo, Critica de la razó11 dialéctica. fuente de creación.

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rclati\·a. r\o es ni suficiente -por sí ni inconsiste nte. Se trataría
a los "colectivo s" del lado ele QZセ@ pura que el marxismo , armado como ahora lo está, puede dar cuen-
en vano de ・」ィ。コZセイ@
Desde luego: no hay que juzgarlos por la 」ッョゥセᆳ ta ele ello .1 : también hay que ver que las constituci ones ele
。ーZョゥ」セN@
esas dos ouclacles condicion an inmediata mente las relaciones
」ゥZセ@ qúe sm. conte.mp_oraneos tenga,n ele ellos;, pero perclenan
su ori<rinahdacl sr solo los encararam os segun el punto ele concretas ele sus habitante s. A través ele la promiscu idad de
\·ista エゥセ@ las profunclid acles. Si quisiera estudiarse uno de esos la pobreza y ele la riqueza, los romanos viven ele una manera
en las fábricas, no queda- abreviada la evolución ele su economía nacional, pero esta
grupos culturales que se セイ」オ・エ。ョ@
riamos en paz con la vrep formula: los obreros creen que promiscu idad es por sí misma un elato inmediato ele la vida
Icen (es decir, que el objeto es cultural), porque ele hecho no
social; se manifiest a a través ele las relaciones humanas ele un
hacen m:ís que retrasar en ellos mismos la toma ele concienci a tipo particular , supone un enraizam iento ele cada cual en el
v la emancipa ción del proletaria do. Porque es muy cierto que pasado urbano, un lazo concreto ele los hombres con las rui-
;.etrasan en ellos mismos esta toma ele concienci a; pao tam- nas (que depende menos ele lo que podría creerse del género
bién es 11111y cierto que leen y que sus lecturas se producen en ele trabajo y ele la clase, ya que, finalment e, estas ruinas están
el seno de una comunida d que las favorece y que se desarro- habitadas y utilizadas por todos, aunque m:ís aún, tal vez, por
lla por medio ele ellas. Para no citar más que un objeto, acep- el pueblo que por los burgueses pudientes ) , cierta organiza-
taremos que una ciudad es una organizac ión material y social ción del espacio, es decir, ele los caminos que llevan a los
que tiene su materiali dad gracias a la ubicuidad ele su ausen- hombres hacia los otros hombres o hacia el trabajo. Si carece-
mos ele los instrumen tos necesarios para estudiar la estructura
cia: está presente en cada una ele sus calles, en tanto que siem-
y la influenci a ele ese "campo social", nos será completam ente
pre está fuera, y el mito ele la capital con sus miste1·ios mues-
imposible hacer salir ciertas actitudes típicamen te romanas ele
tra ele sobra que la opacidad ele las relaciones humanas direc-
la simple determina ción ele las relaciones ele producció n. Se
tas tiene su origen en que siempre están conclicionaclas por
encuentra n restauran tes caros en los barrios más pobres; mien-
todas las demás. Los misterios de París tienen su origen en
tras dura la temporad a estival, los ricos comen en las terra-
la interdepe ndencia absoluta ele los medios unida a su divi-
zas. Este hecho -inconceb ible en París- no sólo concierne a
sión radical en compartim entos. Pero todo colectivo urbano
tiene su fisonomía propia. Hay marxistas que han hecho unas los individuo s: dice no poco por sí mismo sobre cómo están
vividas las relaciones de clase 2.
clasificaci ones felices, han distinguid o, según el punto de vista
Así resulta tanto más fácil la integració n ele la sociología
económic o, ciudades industrial es, ciudades coloniales , ci u da eles
en el marxismo cuanto que se da como un hiper-emp irismo.
socialistas , etc. Para todos los tipos han mostrado cómo la
Sola, se estancaría en el esencialis mo y lo discontin uo; al en-
forma y la división del trabajo engendra ban, junto con las re-
trar ele nuevo -como el momento ele un empirism o vigilado-
laciones ele producció n, una organizac ión y una distribuci ón
en el movimien to ele la totalizaci ón histórica, volverá a en-
particular de las funciones urbanas. Pero no basta para unirse
contrar su profundid ad y su vida, pero es ella quien manten-
a la experienc ia: París y Roma difieren entre sí profunda men-
cid la irreductib ilidad relativa ele los campos sociales, la que
te. La primera es una ciudad típicamen te burguesa del siglo
hará que resalten, en el seno del movimien to general, las re-
XIX, la segunda, atrasada o adelantad a con respecto a la otra,
sistencias , los frenos, las ambigüed ades y los equívocos . Acle-
al mismo tiempo, se caracteriz a por un centro ele estructura
más, no se trata ele adjuntar un método al marxismo : es el
aristocrát ica (pobres y ricos viven en las mismas casas como en
desarrollo ele la filosofía dialéctica el que tiene que llevarle a
nuestra capital antes ele 1830), rodeado ele barrios modernos
inspirado s en el urbanism o americano . N o basta con mostrar 1 Roma es un centro agrícola convertido en capital administrat iva.
que esas diferencia s ele estructura correspon den a diferencia s La industria propiament e dicha se ha desarrollad o poco.
fundamen tales en el desarrollo económic o de los dos países y !! eセエッ@ no significa que la lucha de clases sea menos violenta; por
el contrano, pero es otra, simplement e.
76
77
producir en un mismo acto la síntesis horizontal y la totaliza- sociología y del psicoanálisis dormirán en 」ッューセ￱■。@ y no se
ción en profundidad. Y mientras el marxismo se niegue, otros integrarán en el "Saber". La. 」。イ・ョゥセ@ del marxismo nos ha
tratarán de hacerlo en su lugar. determinado a intentar esta mtegraCIÓn por nu,estra N」オセョエ。L@
Con otras palabras, reprochamos al marxismo contempo- con los medios de nuestra opinión, es decir, segun pnnCipws
ráneo que rechace y deje al azar todas las determinaciones que dan su carácter propio a nuestra ideología y que vamos a
concretas de la vida humana y que no conserve nada de la tota- exponer.
lización histórica, a no ser su esqueleto abstracto de universali-
dad. El resultado es que ha perdido totalmente el sentido de lo
que es un hombre; para colmar sus lagunas no tiene más que
la absurda psicologia pavloviana. Contra la idealización de la
filosofía y la deshumanización del hombre, afirmamos que la
parte de azar puede y debe ser reducida al mínimo. Cuando
se nos dice: "Napoleón, como individuo, sólo era un accidente;
lo que era necesario era la dictadura militar como régimen
que liquidase a la Revolución", casi no nos interesa, porque
siempre lo hemos sabido. Lo que queremos mostrar es que ese
Napoleón era necesario, es que el desarrollo de la Revolución
forjó al mismo tiempo la necesidad de la dictadura y la per-
sonalidad entera del que iba a ejercerla; y también que el
proceso histórico le dio al general Bonaparte personaluu;nte
unos poderes previos y unas ocasiones que le permitieron
-sólo a él- apresurar esa liquidación; en una palabra, no se
trata de un universal abstracto, de una situación tan mal defi-
nida que fueran jJosible-s varios Bonapartes, sino de una tota-
lización concreta en la que esta burguesía real, hecha con
hombres reales y vivos tenía que liquidar a esta Revolución
y en la que esta Revolución creaba a su propio liquidador en
la persona de Bonaparte en sí y para sí; es decir, para esos
burgueses y ante sus propios ojos. Para nosotros no se trata,
como tantas veces se ha pretendido, de "devolver sus derechos
a lo irracional", sino, por el contrario, de reducir la parte de
indeterminación y del no-saber; no de rechazar al marxismo
en nombre ele un tercer camino o de un humanismo idealista,
sino de reconquistar al hombre en el interior del marxismo.
Acabamos de indicar que el materialismo dialéctico se reduce
a su propio esqueleto si no integra ciertas disciplinas occiden-
tales; pero eso sólo es una demostración negativa: nuestros
ejemplos h;:¡n revelado que en el corazón de esta filosofía está
el lugar vacío ele una antropología concreta. Pero, sin un mo-
vimiento, sin un esfuerzo real de totalización, los datos de la

78 79
III

EL MÉTODO PROGRESIV O-REGRESIV O

He dicho que aceptamos sin reservas las tesis expuestas


por Engels en su carta a Marx: "Los hombres hacen la histo-
ria por sí mismos en un medio dado que les condiciona". Sin
embargo, este texto no es ele los más claros, y se pueden hacer
distintas interpretacion es de él. En efecto, ¿cómo tenemos que
entender que el hombre hace la Historia si por otra parte la
Historia le hace a él? Al parecer el marxismo idealista ha
elegido la interpretación más fácil: el hombre, enteramente ele-
terminado por las circunstancias anteriores, es decir. en último
término, por las condiciones económicas, resulta un producto
pasivo, una suma ele reflejos condicionados . Pero este objeto
inerte, al injertarse en el campo social, en medio de otras iner-
cias no menos condicionadas , contribuye, a causa ele la natura-
raleza recibida, a precipitar o a frenar "el curso del mundo";
cambia a la sociedad, de la misma manera que una bomba,
sin dejar de obedecer al principio ele inercia, puede destruir
una casa. En tal caso, no habría ninguna diferencia entre el
agente humano y la máquina. En efecto, Marx escribe: "La
invención de un nuevo instrumento de guerra, el arma de fue-
go, tenía que modificar forzosamente toda la organización in-
terior del ejército, las relaciones existentes entre los individuos
que forman un ejército y que hacen de éste un todo organiza-
do, y en fin, igualmente, las relaciones entre diferentes ejérci-
tos". Es decir, que aquí la ventaja parece que son el arma o la
herramienta quienes la tienen: todo queda revuelto a causa /

de su simple aparición. Esta concepción se puede resumir con


las siguientes declaraciones del Courrier Ew·opéen (ele San
Petersburgo) : "Marx considera la evolución social como un

81
proceso natural regido por unas leyes que no dependen de Engels: los hombres hacen la historia sobre la base de con-
la voluntad, de la conciencia, ni de la intención de los hom- diciones reales anteriores (entre las cuales hay que contar con
bres, sino que, por el contrario, las determinan." Marx las los caracteres adquiridos, las 、・セッイュゥョウ@ impuestas por el
cita en el segundo prefacio del CajJital. ¿Las toma por cuenta modo ele trabajo y ele vida, la ahenaoon, ・エセNIL@ per:o son el.los
propia? Es difícil de decir: felicita al crítico por haber descrito los que la hacen, y no las condiciones antenores, SI ョセL@ Nウセイ。ョ@
de excelente manera su método y le hace observar que ele los simples vehículos ele unas ヲセ・イコ。ウ@ ii:lmmanas que cluigi:I?n
/
1 hecho se trata del método dialéctico. Pero no se extiende so- a través de ellos el mundo sooal. Es oerto que estas condiciO-
bre los detalles de las observaciones y termina diciendo que nes existen y que son ellas, sólo ellas, las que. pueden dar_ una
el burgués pd.ctico toma netamente conciencia ele las contra- dirección y una realidad material a los cambws que se piepa-
dicciones ele la sociedad capitalista, lo que parece ser la con- ran; pero el movimiento de la jJTaxis humana las supera con-
trapartida de su afirmación de 1860: "(El movimiento obrero serv<índolas.
representa) la participación consciente en el proceso histórico Y verdad es que los hombres no miden el alcance r:.al
que trastorna a la sociedad". Ahora bien, habremos ele obser- de lo que hacen, o por lo menos ese alcance セ・「@ .de escap,tr-
var que las observaciones del Courrier Européen no sólo con- seles mientras el proletariado, sujeto ele la H1stona, no haya
tradicen el pasaje antes citado ele Herr Vogt, sino también realizado su unidad en un mismo movimiento Y tomado con-
otro texto muy conocido: la tercera tesis de Feuerbach: "La ciencia de su papel histórico. Pero si la Historia se me escapa,
doctrina materialista según la cual los hombres son un pro- la razón no es que yo no la haga; la razón es que la hace el
ducto de las circunstancias y de la educación. . . no tiene en otro también. Engels -de quien tenemos sobre este tema mu-
cuenta el hecho de que las circunstancias se modifican preci- chas declaraciones poco compatibles entre ウセML@ en La guen·a de
samente por los hombres y que el educador tiene que ser los camfJesinas, mostró en todo caso, el sentido que daba a e.sta
educado a su vez". O es una simple tautología y simplemente contradicción: tras haber insistido sobre el valor, la Nーセウゥᅮ_@
tenemos que comprender que el educador es un producto de de los campesinos alemanes, sobre l? justeza セ・@ sus reivmdi-
las circunstancias y ele la educación, lo que haría que la frase caciones, sobre el genio de algunos Jefes (particularn;ente ele
fuese inútil y absurda, o es la afirmación decisiva de la irre- Münzer), sobre la inteligencia y la habilidad de la セィエ・@ revo-
ductibilidad de la pmxis humana; el educador tiene que ser lucionaria, concluye: "En la guerra ele los campesmos, sólo
educado significa que la educación tiene que ser una empresa 1. los príncipes podían ganar algo, y e.se fue su resultado. gセᆳ
Si se quiere dar toda su complejidad al pensamiento mar- naron no sólo ele una manera relativa, porque sus comp?ti-
xista, habría que decir que el hombre, en el período de ex- dores, clero, nobleza, ciudad, se encontraron clebili taclos, smo
plotación, es a la vez el producto ele su propio producto y un también de una manera absoluta, porque se llevaron .los des-
agente histórico que en ningún caso puede tomarse como un pojos de las otras órdenes". ¿Quién ha ¡·abado la}raxzs ele los
producto. Esta contradicción no está estancada; hay que asirla rebeldes? Sencillamente su separación, cuyo ongen ・イセ@ una
en el movimiento de la pmxis; entonces iluminará la frase ele condición histórica determinada: la división ele Alemama. La
· ·
existencia de movimientos provmoa · · 1es numeras os. que . no !le-
1 Marx ha precisado su pensamiento: para actuar sobre el educa-
dor, hay que actuar sobre los factores que le condicionan. En el pensa- guen a unificarse -y cada uno ele los cuales, dzstznto de los
miento marxista se encuentran, pues, inseparablemente unidos los ca- demás, actuaba ele manera distinta- basta para que todo grupo
racteres de la determinación externa y los de esta unidad sintética y q uede privado del sen ticlo real ele su empresa. Lo que no
progresiva que es la j1raxis humana. Tal vez haya que considerar a esta .
qwere . que la empresa como acezan
cleor ·' ·real del !zomb1·e so-
voluntad de trascender las oposiciones de la exterioridad y de la inte-
rioridad, de la multiplicidad y de la unidad, del análisis y de la síntesis, bre la hzstona no exista, smo s o qu el resultado alcanzado
. . . . ól e .
como el aporte teórico más profundo del marxismo. Pero son indicaciones · ·
-aun confonne con e l o b7etzvo p 1.o p u esto- es radicalmente
a desarrollar: sería un error creer que es tarea fácil. distinto de lo que parece a escala local cuando se vuelve a

82 83
llegar a ウ・イセ@ y sin embargo es menos opaca de lo que ha sido:
colocar en el movimien to totalizado r. Finalmen te, la división
セッNァイ。ョ、L@ el proletana do ha descubier to y entregado "su secreto"; el
del país hace que la guerra. fracase, ョセ@ más resultado
esta セィカャsᅮョN@ _As1 ィ。セ・@ movimien to del capital es conscient e ele sí mismo, por el co-
que el de agravar y 」ッョウィセ。イ@ _el_ hom-
nocimien to que ele él hacen los capit:llist as y por el estudio
bre la Historia: lo que quiere deCir que s1 se obJetlviZa , se
que ele él hacen los teóricos del movimien to obrero. Para todos
aliena; con este sentido, la Historia, que es la obra propia
la multiplic idad ele los grupos, sus contradic ciones y sus se-
de toda la actividad de todos los hombres, se les presenta
paracione s aparecen situadas en el interior ele unificacio nes
como una fuerza extraña en la exacta medida en que no re-
ュセ■ウ@ profundas . La guerra civil, la guerra colonial y la guerra
conocen el sentido de su empresa (aunque localment e haya
extl:anjer a se ャセウ@ ュ。セャゥヲ・ウエョ@ a todos, bajo la cobertura orcli-
tenido éxito) en el resultado total y objetivo: al hacer la
ョ。セi@ de las mit?log1a s, como formas diferentes y compleme n-
paz por separado, los campesino s de una ーセᄋッカゥョ」。@ determi-
nada ganaron en cuanto a ellos; pero deb1htaro n a su clase tanas de una m1sma lucha de clases. Verdad es que la mayor
v su derrota habní de volverse contra ellos cuando los terra- parte ele los países socialistas no se conocen a ellos mismos;
tenientes, seguros de su fuerza, se nieguen a cumplir sus pro- y sin embargo, la desestalin ización -como lo ha mostrado el
El marxismo , en el siglo xrx, es un intento gigantesc o ejemplo polaco- es también un progreso hacia la toma de
mesas.
no sólo de hacer la Historia, sino de apoderars e de ella, concienci a. Así la pluralida d de los sentidos ele la Historia
no se puede descubrir y plantearse para sí sino en el fondo
pr:íctica y teóricame nte, unificand o el movimien to obrero e
ele una totalizació n futura, en función ele ésta y en contra-
iluminand o la acción del proletaria do con el conocimi ento
del proceso capitalist a y de la realidad objetiva de los tra- dicción con aquélla. Esta totalizació n en nuestro oficio teórico
bajadores . En la meta de este esfuerzo, por la unificació n y pdctico tiene que hacerla más próxima cada día. Todo est:.í.
de los explotado s y por la progresiva reducción ele las clases oscuro todavía y sin embargo todo está a plena luz; tenemos
en lucha, la Historia tendrá que tener por fin un sentido -para mantener nos en el aspecto teórico- los instrumen tos, po-
para el hombre. Al tomar concienci a de sí mismo, el prole- demos establecer el método; nuestra tarea histórica en el seno
tariado se convierte en sujeto de la Historia, es decir, tiene de este mundo polivalen te es la ele aproxima r el momento en
que reconocer se en ella. La clase obrera tiene que obtener que la Historia sólo tenga un sentido y en el que tenderá a
resultados conforme s con el objetivo a alcanzar, hasta en el disolverse en los hombres que la harán en común 1.
combate cotidiano , o por lo menos resultado s cuyas conse- El proyecto. La alienación puede modificar así los resul-
cuencias no acaben volviéndo se contra ella. tados ele la acción, pero no su realidad profunda . N os nega-
mos a confundir al hombre alienado con una cosa, y a la alie-
Pero no estamos en este caso: hay jJroletariados. Y esto
nación con las leyes físicas que rigen los condicion amientos
es así, sencillam ente, porque hay grupos de producció n na-
ele exteriorid ad. Afirmamo s la especifici dad del acto humano,
cionales que se han desarrolla do de manera diferente. Desco-
que atraviesa al medio social aun conservan do las determina -
nocer la solidarida d ele esos proletaria dos sería tan absurdo
como subestima r su separación. Verdad es que las divisiones 1 Resulta relativamen te fácil prever en qué medida se planteará
brutales y sus consecuen cias teóricas (podredu mbre de la cualquier intento (aunque sea el de ttn grupo) como determinac ión par-
ideología burguesa, detención momentá nea del marxismo ) ticular en el seno del movimiento totalizador, y, de esta manera, cómo
obligan a que nuestra época se haga sin conocerse , pero por obtendrá resultados opuestos a los que buscaba: será un método, una
teoría, cte. Pero también puede preverse cómo quedará roto más adelante
otra parte, aunque suframos su violencia, no es verdad que la su aspecto pardal, por una nueva generación, y cómo s..:rú integrada en
Historia aparezca para nosotros como una fuerza extraña. Se una totalidad más vasta en el seno de la filosofía marxista. Con esta
hace todos los días por obra ele nuestras manos ele otra ma- medida, puede decirse también que las generacione s que suben son m<ís
nera a como creemos que 'la hacemos, y, por una vuelta ele capaces de saber (al menos formalment e) lo que hacen que las que
nos precedieron .
la llama, nos hace de otra manera a la que creíamos ser o
85
84
ciones, y que transforma al mundo sobre la base de condicio- positividad, pero esta positividad desemboca en lo "no-existen-
nes dadas. Para nosotros, el hombre se caracteriza ante todo te", en lo que nunca ha sido aún. EI P.royecto, que :s al mis-
por la superación de una situación, por lo que logra hacer mo tiempo fuga y salto adelante, negativa y reahzaoón, man-
con lo que han hecho de él, aunque no se reconozca nunca en tiene y muestra a la realidad superada, negada por el mismo
su objetivación. Esa ウオー・イ。セゥ\ZGュ@ la encontramos gracias a la movimiento que la supera; así resulta que el conocimiento es
raíz de lo humano y en pnmer lugar en la necesidad: es lo un momento de la jJmxis, aun de la más rudimentaria; pero
que une, por ejemplo, la rareza de las mujeres de las islas este conocimiento no tiene nada de un Saber absoluto: defi-
mセイアオ・ウ。LN@ 」ッセ@ Aセ・」ィッ@ ・ウエセオ」Z。ゥ@ del grupo, con la polian- nida como est<Í. por la negación de la realidad rechazada en
dna como mstltuoón matnmomal. Porque esta rareza no es nombre de la realidad que tiene que producirse, queda cau-
una simple carencia; en su forma más· desnuda expresa una tiva de la acción que ella ilumina, y desaparece con ella. Es,
situación en la soc_iedad セ@ encierra un esfuerzo para su- pues, perfectamente exacto que el ィッセ「イ・@ es el ーイッセオ」エ@ de
perarla; la más rudimentana de las conductas se tiene que su producto; las estructuras de una sooedad que ha sido crea-
determinar a la カセコN@ en relación con. ,los ヲ。」エッセ・ウ@ イ・。ャセウ@ y pre- da por medio del trabajo humano definen para cada uno una
ウセョエ・@ que la condiCionan y en relacwn con oerto objeto que situación objetiva en su partida: la カ・イセ。、@ de un hom.bre es
tiene que llegar y que trata de hacer que nazca 1. Es lo que la naturaleza de su trabajo y es su salano. Pero le defme en
llamamos el proyecto. Definimos de esta manera una doble la medida en que la sul)era constantemente con su práctica
relación simultánea; en relación con lo dado, la ¡n·axis es ne- (en una democracia popular, al hacer trabajo clandestino, por
gatividad: pero se trata siempre de la negación de una nega- ejemplo, o al hacerse "activista", o resistiendo sordamente a la
ción; en relación con el objeto que se quiere alcanzar,'· es e-levación de las normas; en una sociedad capitalista afiliándose
al sindicato, votando a favor de la huelga, etc.) . aィッイセ@ bien,
1 Como no se desarrolla en investigaciones reales, el marxismo em- esa superación no es concebible sino como una relaciÓn de
plea una dialéctica detenida. Opera en efecto la totalización de las acti- la existencia con sus posibles. Además, decir lo que "es" de un
vidades humanas en el interior de un co!ltimwm homogéneo e infinita- hombre, es decir al mismo tiempo lo que puede, y recíproca-
mente divisible que no es otro que el tiempo del racionalismo cartesiano.
Esta temfJoralidad-medio no molesta cuando se trata de examinar el mente; las condiciones materiales de su existencia circunscri-
proceso del capital, porque es precisamente esa temporalidad la que ben el campo de sus posibles (su traba jo es. 、N・ュ。ウゥセッ@ duro,
engendra la economía capitalista como significación de la producción, de est<Í. demasiado cansado para tener una actiVIdad smdical o
la circulación monetaria, de la repartición de bienes, del crédito, de los política) . El campo de los posibles es así el fin hacia el cual
".intereses compuestos". Puede ser considerada así como un producto del
s1stema. Pero la descripción de este continente universal como momento supera el agente su situación objetiva. En :se 」。セーッ@ ?epencle
de un desarrollo social es una cosa y la determinación dialéctica de la a su vez estrechamente de la realidad sooal e lustónca. Por
temporalidad real (es decir, de la verdadera relación de los hombres ejemplo, en una sociedad donde todo se compra, las posibili-
con su pasado y con su porvenir) es otra. La dialéctica como movimiento dades de cultura están prácticamente eliminadas para los tra-
、セ@ la r_ealidad se va abajo si el tiempo no es dialéctico, es decir, si se
mega_ Cierta acción del porvenir en tanto que tal. Sería demasiado Jargl1 bajadores si el alimento supone ,el 50 % de su ーイ・セオウエッN@
estudiar aquí la temporalidad dialéctica de la historia. Por ahora no he La libertad de los burgueses reside, por el contrano, en la
querido más que seíialar las dificultades y formular el problema. En posibilidad de dedicar una parte ele sus ingresos セゥ・ューイ@ ma-
efecto, ⦅、セ「・@ comprenderse que no est<ln e11 el tiempo ni Jos hombres ni yor a los más variados gastos. Pero por muy reduodo アエセ・@ ウ・セL@
sus aCtiVidades, smo que el tiempo, como cadcter concreto de IJ ィゥセエッイ。L@
・セエ\ャ@ hecho por los hombres sobre la base de su temporalización ori.,.inal. el campo de lo posible existe siempre y no debemos nnagi-
El marxismo. presintió la verdadera temporalidad cuando criticó y"' des· narlo como una zona de indeterminación, sino, por el contra-
truy? la ョッciセ@ burguesa de "progreso" -que implica necesariamente un rio, como una región fuertemente estructurada _que 」ャ・ーョセ@
ュ・、セッ@ homogeneo y unas 」ッイ、・セ。ウ@ que permitan situar el punto de: de la Historia entera y que envuelve a sus propias 」ッョャイセ、ゥᆳ
partida y el de llegada. Pero -s111 que nunca Jo haya dicho- renunció
a sus búsquedas y prefirió volver a tomar el "progreso" por su cuenta. ciones. El individuo se objetiva y contribuye a hacer la H1sto-

86 87
'
1

exigid as, la medi cina se le convi erte en lo que le


falta, en su
y realiz an-
ria super ando el dato hacia el camp o de lo posib le deshu mani dad (más aún si consi deram os que much
as otras ca-
adqui ere enton ces
do una posib ilidad entre todas ; su proye cto rreras se le "cier ran" entre tanto ). Tal vez habrí a que abord ar
e y que, por los con-
una realid ad que tal vez ignor e el agent el probl ema de la paupe rizaci ón relati va con este punto de
dra, influy e en el curso de
flictos que manif iesta y que engen vista: todo homb re se defin e neg-a tivam ente por el conju nto
los acont ecimi entos . un porve-
des- de los posib les que le son impos ibles, es decir, por
Enton ces tenem os que conce bir la posib ilidad como nir más o meno s cerrad o. Para las clases desf:l vorec idas, todo
minad o; por una parte está en el coraz ón ad le
dobla mien to deter enriq uecim iento cultu ral, técnic o o mater ial de la socied
lo que
de la acció n singu lar, la prese ncia del porve nir como supon e una dismi nucio n, un empo breci mient o, el
porve nir se
falta y lo que descu bre a la realid ad por esta
ausen cia. Por ivame nte, los po-
sin cesar a la colec- le cierra casi totalm ente. Así, positi va y negat
otra parte , lo que mant iene y transf orma sibles sociales son vivido s como determ inacio nes
esque mátic as
anent e. Cuan do las necesi-
tivida d es el porve nir real y perm del porve nir indiv idual . Y lo posib le más indiv idual es la
ión de nuevo s oficio s (por
dades comu nes supon en la creac interi oriza ción y el enriq uecim iento de un posib le social. Un
de médic os en una socied ad que se o un
ejemp lo, la multi plicac ión miem bro del perso nal auxil iar de aviac ión ha tomad
oficio s at'tn no cubie rtos -o vacan tes a condu cido
indus triali za), esos avión en un camp o próxi mo a Lond res, y sin haber
algun os
causa de jubila cione s, de muer tes- const ituyen para antes nunca , ha atrave sado el canal de la Manc ha.
Es un hom-
medic ina,
un porve nir real, concr eto y posib le: puede n hacer bre de color : tiene prohi bido forma r parte del perso nal de
vida hasta
la carre ra no está reple ta, ele golpe se les abre la vuelo . Esta prohi bició n se vuelv e para él un empo breci mient o
son iguale s, las pro-
la muer te: adem ás, como todas las cosas subje tivo; pero lo subje tivo se super a en segui da en la objeti -
de camp o, de médic o
fesiones de médic o milita r, de médic o vidad : este porve nir neg-ad o le reflej a el destin o de su "raza "
por cierta s venta jas y cier-
colon ial, etc., están carac teriza das y el racism o de los ingleses. La rebel ión gener al
de los hom-
muy pront o. Este porve nir, el recha zo
tas obliga cione s que conoc erán bres de color contr a los colon os se expre sa en él por
te verda dero: supon e un statu nir posib le
claro está, sólo es parci almen singu lar de esta prohi bició n. Afirm a que un porve
lidade s) ,
quo y un mínim o de orden (exclu sión de las casua pam los blanc os es posib le para todos; esta posic
ión políti ca,
no contr adice la histor ializa ción const ante clara, la vive
lo que justam ente
e es él de la que segur amen te no tiene una conci encia
ele nuest ras sociedades. Pero tampo co es falso, porqu como obses ión perso nal; la aviac ión se convi erte en su posib i-
sión, de la
-dich o de otra mane ra, los intere ses de la profe lidad como porve nir cland estino ; de hecho elige una posib ili-
etc.- quien
clase, etc., la divisi ón cada vez mayo r del traba jo, dad ya recon ocida por los colon os a los colon izado s (senci lla-
ntes de la socie-
prime ro manif iesta las contr adicc iones prese mente , porqu e no se puede supri mir) : la de la
rebel ión, del
esque mátic a y siem-
dad. Se prese nta, pues, como posib ilidad riesgo, del escán dalo, de la repre sión. Ahor a bien, esa elecci ón
diata sobre el prese nte. cto indivi -
pre abiert a, y como acció n inme nos perm ite comp rende r al mism o tiemp o su proye
nte;
Inver same nte, defin e al indiv iduo en su realid ad prese dual y el estad io actua l de la lucha de los colon izado
s contr a
tiene n que cump lir los estud iantes de me- el mom ento
las condi cione s que
a la vez de los colon os (los homb res de color han super ado
dicin a en una socied ad burgu esa, son revela doras de la resist encia pasiv a y de la digni dad; pero el grupo del
social del que
la socied ad, de la profe sión y de la situac ión cual forma parte aún no tiene los medio s de super ar la rebe-
padre s ten-
habrá ele ejerce rla. Si todav ía es neces ario que los lión indiv idual y el terror ismo) . Ese joven rebel
de es tanto
becas no se ha exten -
gan medio s ele fortun a, si el uso de las más indiv iduo y singu lar cuant o que en su país la lucha re-
a sí mism o como miem bro larida d
dido, el futur o médic o se desig nará clama provi siona lment e actos indiv idual es. Así la singu
desqu ite, toma conci encia de su por-
de las clases media s; como única de esta perso na es la interi oriza ción de un doble
le hace posib le, es decir, a través de contr adic-
clase por el porve nir que s venir : el de los blancos y el de sus herm anos, cuya
a. Para el que no cump le las condi cione
la profe sión elegid
89
88
ción está cubierta y superada en un proyecto que la lanza . d . 1us trar por si mismos 0 .motivar su . acción; l'd d
Preoos pue en 1b. . . d d al final se reÍ! ere a una I ea I a
hacia un porvenir fulgurante y breve, su porvenir, roto inme-
pero toda esta o Jetlvi a tido lo ue sentirán otros. Ahora
diatamente por la cárcel o por la muerte accidental.
vivida: ウ。セ・@ lo que ha セ]Q@ hacii la q osibilidad de una trans-
Lo que les da al culturalismo americano y a las teorías de bien, ウセョエオ@ Y.a セウ@ セオー・@ la prueba. de セッ@ vivido, la subjetividad
Kardiner su aspecto mecanicista y terminado es que las conduc- formaoón objettva, en . · ele la desesperación
tas culturales y su actitud básica (o las funciones, etc.) nunca elve contra ella mtsma y se arranca . ,
sean concebidas con una verdadera perspectiva viva, que es se vu . ú. . . ' Así lo sub]. etivo mantiene en SI
medw de la o 7etzvaczon. b' t"
temporal, sino por el contrario, como determinaciones pasadas por . . . ue supera hacia una nueva _o jセ@ ;t·
a lo objettvo, que ュ・ァセᄋ@ y. q_ d d con su título de oújetzvaczon
que gobiernan a los hombres de la misma manera que una viciad; y esta セオ・カ@ セ@ Jettvt a to como subjetividad oh-
causa gobierna a sus efectos. Todo cambia si se considera que exterioriza la mtenondad del proyec l .. lo en tanto
la sociedad se presenta para cada cual como una jJe1"SjJectiva .Jetivada. Lo que qmere . el ect·r a la vez que o vtvtc 1 ,t" do
de jJorvenir, y que este porvenir penetra en el corazón de l ar en el resultado, y que e sen I
q ue tal encuentra su ug l l'd d del mundo ¡)ara
cada cual como una motivación real de sus conductas. Los 'ó ar)arece en a rea 1 a
proyecta d o d e la aco n r· · · 1 Sólo puede
marxistas no tienen excusa al dejarse engaí'íar por el mate- tomar Sll Vel·dacl en el proceso de tota ¡zacwn .
rialismo mecanicista, ya que conocen y aprueban las gigantes-
cas planificaciones socialistas: para un chino el porvenir es • 1\> Que esta ver d a d obj'etiva' de lo subictivo · .
1 Recuerd o aqu 1· -. d la única verdad de lo su 11,JC-
más verdadero que el presente. :Mientras no se estudien las . . ser cons1dera a como . ·
objetivado tiene que ara ob"etivizarse, se le JUZga en SI
estructuras del porvenir en una sociedad determinada, corre- tivo Ya que éste no existe más アセ・N@ p .ó Jes decir por la realilación.
· d por ]a obJCt!VaCI n, •
remos por fuerza el riesgo de no comprender nada en lo social. mismo y en e1 mun o . 'ó \l _ Que esta verdar.1 nos
d 'uzgarse por la mtenCI n. 2 .. t 1
La acción no ーセ・@ e J J'd· d el proyecto objetivado. Una accwn a
N o puedo describir aquí la auténtica dialéctica de lo permitirá aprecwr en エッセ。@ \aa historia contemporánea y de la coy_untura,
subjetivo y de lo objetivo. Habría que mostrar la necesidad y como aparece a la luz e , or el grupo que la sost1ene (o
P uede revelarse . ócomo ás nefasta en 1a rmz pf 'ón de clase- de la cual
conjunta de "la interiorización de lo exterior" y de la "exte- vasta -clase o racCI
por tal formao n m,. al mismo tiempo se puede revelar por sus
riorización de lo interior". La praxis, en efecto, es un paso forma parte este grupo) · Y esa de buena fe. Cuando se
ele lo objetivo a lo objetivo por la interiorización; el proyecto caracteres objetivos singulares 」セュ、ッN@ _e,lnjJprara la edificación del socialis·
como superación subjetiva ele la objetividad hacia la objetivi- consl'd era que un a acción es áperJ d u1 ICla el mismo movinllento . d e ¡ a e d 1- ·
dad, entre las condiciones objetivas del medio y las estructu- mo, sólo puede serlo co?sid_er, n o a .eln ún caso uede prejuzgar lo que
ficación; y esta caractenzaClón e_n md7 g tro セゥカ・ャ@ de la objetividad,
ras objetivas del campo de los posibles, representa en sí mismo .
es en sí m1sma, es
decir cons1dera a a o
•. . 1 s al condicionamiento e e
.· ¡ 1
la unidad moviente de la subjetividad y de la objetividad, referida a las circunstanCias partlcu dare ty blecer una peligrosa distin·
. . S · la costumbre e es a .
que son las determinaciones cardinales de la actividad. Lo mediO smgu 1ar. e tiene . . l ondenable (¡)or el PartHlo, por
. dr'a
1 ser ob¡etzvamen e e bl 1'
subjetivo aparece entonces como un momento necesario del Ción: un acto po
· f t ) aun mantem n ose s
"é d ub¡"ctivamente accj;ta e. o·
. 1o1. •
proceso objetivo. Para llegar a ser condiciones reales de la el Komm·orm, e c. • 1 t d y obj"etivamente traH
. t' amente de buena vo un a
dría uno ser su b JC IV .. ó ronnnciada en e1 pensa-
jJ1·axis, las condiciones materiales que gobiernan a las relacio- Esta distinción muestra una 、・ウセッューャ_ゥci@ n IPUI1tarista· resulta f;\cil ver
. . dec'r en el 1 ea 1smo vo '• · .
nes humanas tienen que ser vividas en la particularidad de miento sta l 1msta, es 1• _ b .. de las buenas intencwnes
d' · 'ó " ec¡ueno urguesa
las situaciones particulares; la disminución del poder de ad- que vuelve a la IStmCI n P b Id d .. etc_ y de sus con se·
-COn ]as cuaJes "e] infierno está Cll1 a OSr dOC ']a 。セ」ゥ￳ョ@ encarada y S\1
quisición nunca provocará una acción reivindicaclora si los cuencias reales. De hecho, el alcance セ・ョ。@ t ob "etivos (ya c¡ue son
trabajadores no la sintiesen en su propia carne bajo la forma singular significación . so.n. caracteres ョセァオ。@ セZ・@ 」ッュセイ・エョ@ la subjeti·
ele una necesidad o ele un temor fundado en crueles experien- descifrables en la ッ「jcエャカセ、。NI@ .Y u seJ en el movimiento total que la
cias; la práctica de la acción sindical puede aumentar la im- viciad -ya que son su ッ「ェ・エセカ。」ᄀ￳ョML@ d . t de la totali:ación, sea
def.cubre tal y como es segun el punáto e vzsta aún tiene otros niveles
portancia y la eficacia de las significaciones objetivas en el •
en una smtes1s · partlcu · ¡a r · Por lo dem, s• un ac 0
na oscura jerarquta, • •
smo a
militante entrenado: la tasa de los salarios y el índice de los de verdad; y esos niveles no representan a u

90 91
dar cuenta de ]a historia, es decir, de la 'creatividad ィオュ。セL@ consideracione s que forman la otra obra contenida en la se-
el rovecto como mediación entre dos momentos de la obJe- gunda parte de este volumen. Me limito, pues, aquí a hacer
tivfclacÍ. Hay que elegir. En efecto, o se reduce todo a la tres observaciones que en todo caso permitirán que esta expo-
identidad (que es lo mismo que ウセi⦅エゥオイ@ el materialismo 」ャセ。ᆳ sición sea considerada como una problemática somera del
léctico por el materialismo m:camosta), o セ・@ hace ele la clw- existencialism o.
lC·ctica una ley celeste que se Imponga al umverso, una fuerza l. El dato que superamos en todo momento, por el
mt?t:Jrísica que engendre el proceso histórico por sí misma simple hecho ele vivir, no se reduce a las condiciones materia-
(y es caer ele nuevo en el idealismo hege!iano) , o se 、・カエセャ@ les de nuestra existencia; ya he dicho que hay gue hacer en-
al hombre singular su poder ele superaciÓn por el trabaJO y trar en él a nuestra propia infancia. Ésta, que fue a la vez una
la acción. Esta solución sólo permite fundar en lo 1·eal el mo- aprehensión oscura ele nuestra clase, ele nuestro condiciona-
\·imicn to ele totalización: la dialéctica se tiene gue buscar en miento social a través del grupo familiar y una superación
la relación de los hombres con la naturaleza, con las "condi- ciega, un torpe esfuerzo para arrancarnos ele ella, acaba por
ciones ele partida" y en las relaciones ele los hombres entre sí. inscribirse en nosotros bajo la forma de caTácter. En ese nivel
r\hí toma su fuente, como resultante del enfrentamient o ele se encuentran los gestos aprendidos (gestos burgueses, gestos
¡05 proyectos. Los caracteres del proyecto humano permiten socialistas) y las funciones contradictoria s que nos oprimen y
por sí solos comprender que ese resultado sea realidad nueva nos desgarran (por ejemplo, para Flaubert la función ele nií'ío
y provista ele una significación propia, en vez de ser, simple- soñador y piadoso y la ele futuro cirujano, hijo de un ciruja-
mente, un promedio 1 • Resulta imposible desarrollar aquí estas no ateo). En ese nivel están también las huellas dejadas por
nuestras primeras rebeliones, nuestros desesperados intentos
un complejo movimiento de contradicciones que se plantean y se superan_;
por ejemplo, la totalización que encara el acto en su relación con la praxzs
para superar una realidad que ahoga, y las desviaciones, las
histórica y en la coyuntura se denuncia a sí misma como totalización torsiones que resultan de todo ello. Superar todo eso es tam-
abstracta e insuficiente (totalización pnictica), en tanto que no vuelve bién conservarlo: pensaremos con esas desviaciones originales,
sobre la acción para reintegrarla también bajo la forma de intento sin- actuaremos con esos gestos aprendidos y que queremos negar.
gular. La condena de los sublevados de Cronstand tal vez fuese inevitable,
tal vez fuese el juicio de la historia sobre ese intento trágico. Pero al
Al proyectarnos hacia nuestro posible para escapar a las con-
mismo tiempo, ese juicio práctico (el único real) se mantendrá como el tradicciones ele nuestra existencia, las clevelamos y se revelan
de una historia-esclava en tanto que no comparta el libre desciframien- en nuestra acción, aunque esta acción sea más rica que ellas
to de la rebelión a partir de los insurgentes y de las contradicciones del y nos haga acceder a un mundo social donde otras contradic-
momento. Este libre desciframiento, se dirá, no es práctico en absoluto, ciones nuevas nos lleven a observar nuevas conductas. Así pue-
porque se han muerto ya tanto los sublevados como los jueces. Pero eso
no es verdad: al aceptar el estudio en todos los niveles de la realidad,
el historiador libera a la historia futura. Esta liberación no puede tener dialéctico de su carácter a priori de fuerza incondicionada. Pero como
lugar, como acción visible y eficaz, más que en el marco del movimiento consecuencia la dialéctica desaparece. Es imposible concebir la aparición
general de la democratización. 3Q -· En el mundo de la alienación, el de procesos sistemáticos como el capital o la colonización si consideramos
agente histórico nunca se reconoce enteramente en su acto. Esto no signi- las resultantes de fuerzas antagonistas como promedios. Hay que com-
fica que los historiadores no tengan que reconocerlo en tanto que es prender que los individuos no tropiezan entre sí como si fueran molé-
justamente un hombre alienado. La alienación está ele alguna forma en culas, sino que, sobre la base de condiciones dadas y de intereses diver-
la base y en la {;Úspide; y el agente nunca emprende nada que no sea gentes u opuestos, cada uno comprende y supera al proyecto del otro.
negación de b alienación y vuelta a caer en un mundo alienado. Pero Por esas superaciones, y por las superaciones de las superaciones, se puede
la alienación del resultado objetivado no es la misma que la alienación constituir un objeto social que al mismo tiempo sea una realidad pro-
de la partida. Lo que define a la persona es el paso de la una a la otra. vista de sentido y algo donde nadie pueda reconocerse totalmente, es
decir, una obra humana sin autor. Los promedios, según los conciben
1 Al parecer el pensamiento de Engels vaciló precisamente sobre Engels y los estadísticos, suprimen, en efecto, al autor, pero suprimen
este punto. Ya se sabe el poco afortunado uso que a veces se hace de al mismo tiempo la obra y su "humanidad". Es lo que desarrollaremos
esta idea de pmmedio. Su finalidad es sin duda privar al movimiento en la segunda parte.

92 93
de decirse a la vez que superamos sin cesar a nuestra propia .
lo que es e1 d mero, y por lo tanto es .otra manera
l desafiante
d .
clase y que por esa misma separación se manifiesta nuestra . . ro ¡"o cuerrJo y su situaoón en e mun o, y es
de v1v1r su p P . d" 1 t ·e
realidad de clase. Porque la realización de lo posible termina una re lao"ó n con la muerte · Convendna estu. ¡ar . os carac ei · s
necesariamente en la producción de un objeto o de un suceso concretos sobre la base del movimiento economico, aunque sm
en el mundo social; es, pues, nuestra objetivación, y las contra- desconocer su espeo·r·10"d a d 1 · Sólo así podremos · apuntar a la
dicciones originales que se reflejan en ella atestiguan nuestra totalización.
alienación. Por esta razón se puede comprender a la vez que
' d Esprit dedicado a la medicina,
el capital se exprese por boca del burgués y que el burgués 1 A propósito de un numero e
1
a an cedido a sus ten-
no deje de decir más y algo más que el capital, de hecho dice Jean Marcenac reprocha
). "
a Jos redactoreds queadlo
que se hayan emor
\nucho en la relación
. d e-
cualquier cosa; dice sus gustos alimenticios, sus preferencias dencias "persona Istas Y ·calidad es "más humii
1
del médico con el enfermo. aゥGセ、ᆱ[@ アオuZN・エセイ@ Gᄀイ。セ[ゥウ・@ del 7 de marzo
artísticas, sus odios y sus amores, que en su totalidad, en tanto mente" y más simplemente econ. mica revenciones que esterilizan
que tales, son irreductibles al proceso económico y se desarro- de !957). Es éste un ・ク」セャョエ@ e¡ernplo Mセ・@ ャセョ[オゥウエ。@ francés. Nadie dis-
llan según sus propias contradicciones. Pero la significación a los intelectuales marxistas 、セャN@ Parti éo d' ·ollado en Francia por la
· · · d la 1ed1cma est con ICI • . ó
universal y abstracta de estas proposiciones particulares es, en cute que el e¡erciCIO e n . d d or las circunstancias lust -
estructura capitalista de nuestra sociiel a . y '¡sPino· 'que la rareza del mé-
efecto, el capital, y nada más que él. Es exacto que tal indus- . 1
ncas que nos 1an con u 1
d e' do al ma t 1us1an
.

ue tenga una reacciÓn en 1as
.
trial que está de vacaciones se entrega frenéticamente a la caza dico sea el efecto de. nuestro イ←ァセZ・ョ@ Yt セャ「ゥ←キ@ ゥセオ。ャュ・ョエ@ aceptaremos
o a la pesca submarina para olvidar sus actividades profesio- relaciones con los ー。」jセョエウL@
q ne en la mayor paite de los.
es ・カセ。@ et ・ョヲセャッ@
e In )etencia indudable entre los
sea precisamente un
nales y económicas; también es exacto que esta espera apasio- . 0 t a parte ex1sta una o 1 • f
clzente, y que por r ' . ue esta relación económ1ca, ·un-
nada del pez, o de la pieza a cobrar en la caza, tiene en él un profesionales que le ーオ・セ。ョ@ cura!, Ydq . .. tenga como función des-
sentido que nos puede hacer conocer el psicoanálisis, pero no dada a su vez en "relacwnes de ーイセ@ uccif6 n ' . ·r·carla ¿Y qué? Estos
'ó d' t y en c1erta arma !CI 1 •
por ello las condiciones materiales del acto dejan de consti- naturalizar la relaci n uec a . r t ansforman en muchos casos la
caracteres condicionan, desnatma Izan, r dell )r·Ivarle de su origina-
tuirle objetivamente como "expresando al capital", y además, · n pero no pue 1 •
relación humana, l a enmascaw ' 'b' bajo la influencia de los
este acto, por sus repercusiones económicas, se integra en el lidad. En el cuadro que acabo de. descn Ir, I{o セウエ。ュッ@ frente a un co·
proceso capitalista. También hace estadísticamente la historia factores precitados, no es menos Cierto アオ・イッゥjャ」セョエ@ al por menor, ni
. y en tratos con un セ@ ' . . ·
en el nivel de las relaciones de producción porque contribuye merc 1ante a 1 por
·¡· ma or
d Ja base en sus r elac'¡ones con un d1ngente, smo
a mantener las estructuras sociales existentes. Pero estas conse- frente a un mi nante e '
d f 1e en e m tenor 1 . . de nuestro régimen, por
frente a un hombre que se,.· ・ゥセ@ ' r y esta empresa tiene una doble
cuencias no deben desviarnos de tomar el acto en distintos medio de la empresa mate¡¡a e cura . 1 . de "1arx de que es
niveles, más concretos cada vez, y examinar las consecuencias d d )cando el engua¡e " ' •
faz; porque no hay u a, emp . r una parte )a enfermedad
que puede tener en esos niveles. Según este punto de vista, la enfermedad la que crea al méfdico; Y. posea ーイッヲ・ウゥュセ。ャ@ ni tampoco
. ól arque con recuenc1a ' .
todo acto y toda palabra tienen una multiplicidad jerarquiza- es soCial, no s o P . . . 1 de vida sino también porque
porque exprese por sí mismad 」|・イエセ@ nii;se técnicas ;nédicas- decide ウセ「イ・@
da de significaciones. En esta pirámide, la significación infe- la sociedad -por un estado セエ@ o. ero or otra parte, es una mamfes·
rior y más general sirve de marco a la significación superior sus enfermos y sobre sus セョオ・ゥエッウL@ p ur セョエ・M de la vida material, de
y más concreta, pero aunque no pueda salir nunca del marco, tación determinada Mー。イエᄀ」オャュ・ヲゥセ@ g al 111édico que engendra un
. d 1 te· con 1ere pues, ,
resulta imposible deducirla de él o disolverla en él. Por ejem- las necesidades, e a 111 uer • f' d con otros hombres que es tan
lazo específico y ーセイエゥ」オNャ。ュ・@ ウZセ。@ O (sufren, corren peligro, tienen
plo, el malthusianismo del patronato francés arrastra a ciertas a su vez en una SituaCión bJen . . 1 y material se afirma en la
capas de nuestra burguesía a mostrar una tendencia muy no- . d ) Esta relaCión soc1a
neces1dad de ayu a · . . tJe el acto sexual; pero esta
. ·ó nrís íntima aun q . ·
table por la avaricia. Pero si en la avaricia de tal grupo, o de pr<icuca como una オョセ@ n ' 'v'dades
1
técnicas precisas y ongma 1es
tal persona, sólo se viese el simple resultado del ,malthusianis- intimidad sólo se realiza por acti f.sona Que según los casos sea
q ue comprometen entre sí a una Y do.tr_a P 1 c.Ial··zada 0 en la medicina
mo económico, fallaríamos a la realidad concreta, porque la ·r·
radicalmente d 1 erente
(e 11 la me ¡cma s0 1'
cambie nada porque en los
avaricia nace en la infancia temprana, cuando apenas se sabe retribuida por el paciente) no es cosa que ' '

94 95
Lo que no quiere decir que la. condición. mate;ial (aquí descubrir, superar y conservar con un mismo movimiento la
el mal thusianismo francés, la cornente de mverswnes que inquietud del propietario al borde de la ruina y del hombre
determina, la reducción del crédito, etc.) sea insuficiente mente presa de la muerte; realizará entre uno y otro una nueva me-
"determina nte" en relación con la actitud considerada . O si diación que puede ser justamente la avaricia. Esos momentos
se prefiere, no es necesúio añadirle ningún otro factor, a diferentes de la vida del padre o del grupo familiar tienen
condición de que se estudie en todos los niveles la acción recí- como fuente común las relaciEmes de producción alcanzadas
proca de los hechos que engendra a través del proyecto huma- a través del movimiento de la economía francesa; pero estún
uo: el malthusian ismo puede ser vivido por el hijo de un vividos de manera diversa porque la misma persona (y con
"pcc¡uei'ío propietario " -esa categoría arcaica que conservan y mayor razón el grupo) se sitúa en diversos niveles en relación
so;tienen nuestros malthusian os- a través ele la pobreza y ele con esta fuente única pero compleja (patrón, productor -mu-
la inseguridad de su familia, y como perpetua necesidad ele chas veces trabaja él mismo-, consumidor , etc.). En el niño
calcular, de ahorrar céntimo a céntimo; este niño al mismo esos momentos se ponen en contacto, se modifican unos a otros
tiempo puede descubrir en su padre -que muchas veces es su en la unidad de un mismo proyecto y constituyen de esta ma-
propio empleado- un amor que se hace mayor cuanto más nera una rea,lidad nueva.
amenazada está la propiedad de éste; y en determinad as cir-
cunstancias puede sentir la lucha contra la muerte como otro Sin embargo, conviene indicar algunas precisiones. Re-
aspecto de este furor ele poseer. Pero esta relación inmediata cordemos en primer lugar que vivimos nuestra infancia como
con la muerte ele la que escapa el padre a través ele la pro- nuestro futw·o. La infancia determina gestos y funciones con
piedad, proviene justamente de la propiedad misma en tanto una perspectiva por venir. No se trata en absoluto de un rena-
que vivida como interiorizac ión de la exteriorida d radical; los cimiento mecánico de montajes: como los gestos y las funciones
caracteres específicos de la cosa poseída, sentidos como sepa- son inseparable s del proyecto que los transforma, son relacio-
ración ele los hombres y soledad del propietario frente a su nes independie ntes de los términos que unen y que tenemos
propia muerte, condiciona n su voluntad ele apretar sus lazos que encontrar en todos los momentos de la empresa humana.
de posesión, es decir, de encontrar su supervivenc ia en el ob- Superados y mantenidos , constituyen lo que voy a llamar la
jeto mismo que le anuncia su desaparició n. El niño puede coloración interna del proyecto; distingo así tanto las motiva-
ciones como las especificaciones: la motivación de la empresa
dos casos se trata de una relación humana, real y específica, y en los no forma m<ís que uno con la empresa misma; la especifica-
países capitalistas -por Jo menos en muchos casos- hasta de una rela- ción y el proyecto sólo son una y la misma realidad; y en fin,
ción de j1ersona a persona condicionada por las técnicas médicas, a las
que supera hacia sus propios fines. Médico y enfermo forman una pareja
el proyecto nunca tiene contenido> ya que sus contenidos le
unitla en una empresa común: uno tiene que curar, cuidar, y el otro están unidos y le son trascendent es a la vez. Pero su colora-
tiene que cuidarse, curarse; es cosa que no se hace si no hay una con- ción, es decir, subjetivame nte su gusto, objetivame nte su estilo,
fianza mutua. Marx se hubiese negado a disolver esta reciprocidad en Jo no es otra cosa que la superación de nuestras desviaciones ori-
económico. Denunciar sus límites y las condiciones en que se desenvuelve,
mostrar su posible reificación, recordar que los trabajadores manuales ginales. Esta superación no es un movimiento instantáneo , sino
crean las condiciones de existencia material de Jos trabajadores intelec- un largo trabajo. Cada momento de este trabajo es a la vez
tuales (y por Jo tanto del médico), ¿qué es Jo que cambia para la nece- superación y, en la medida en que se plantea para sí, la pura
sidatl pdctica de estudiar hoy, y en las democracias burguesas Jos pro- y simple subsistencia de esas desviacione s en un nivel dado de
blemas que esa pareja indisoluble, de esa relación compleja, humana,
real, totalizadora? Lo que han olvidado los marxistas contemporáne os es
integración : por esa razón una vida se desarrolla en espirales;
que el hombre alienado, mistificado, reificado, etc., no deja de ser un pasa siempre por los mismos puntos pero a distintos niveles
hombre. Y cuando Marx habla de la reificación, no entiende que estemos de integración y de complejidad . Flaubert niño se siente frus-
tr<msformados en cosas, sino que somos hombres condenados a vivir trad? por su hermano mayor en cuanto al afecto parteno;
humanamente la condición de las cosas materiales.
Achille se parece a Flaubert padre; para gustar a éste, habría
96 97
que imitar a Achille; el niño se niega manifestando enojos y padre para identificarse con su propio padre o sustituirle, o,
resentimientos. En el colegio, Gustave encuentra la misma por el contrario, para librarse de él, asumiendo su B。」エゥセ、[@
situación: para gustar al médico-jefe que fue un alumno bri- de todas formas, esta relación pasada (o en todo caso profun-
llante,_ Achille, nueve años antes, conquistó los primeros l)ues- damente vivida en el pasado) con sus padres no se manifiesta
tos. S1 su hermano menor desea forzar la estimación de su en él como la línea de escape de una nueva empresa; la pater-
padre, tiene que obtener en los mismos deberes las mismas nidad le abre la vida hasta la muerte. Si es un rol, es un rol
notas que su ィセイュ。ョッ@ ュ。ケセイ[@ セM niega a ello sin siquiera for- que se inventa, que no se deja de aprender en circunstancias
mular ウセ@ neg_ativ_a, lo que s1gmhca que le frena en su trabajo siempre nuevas y que casi no se sabe hasta el momento de la
una resistencia sm nombre; será un alumno bastanú bueno muerte. Complejos, estilo de vida y イ・カャセ」ゥ￳ョ@ del pasad_o-
lo アセQ・@ para los Flaubert era. una deshonra. Esta segunda ウゥセ@ superador como porvenir a crearse 11:o son _smo una y la ュセウᆳ
tuaoón no es otra q_ue la pnmera, 1·educida· por este nuevo ma realidad: es el proyecto como vzda onentada, como ahr-
factor que es el colegiO. Los contactos de Gustave con sus con- mación del hombre por la acción, y es al mismo tiempo esa
セゥウ」■ーオャッ@ no son セッNョ、ゥ」・ウ@ dominantes: tan grave es para bruma de irracionalidad no localizable que se rellep del
el el problema fmmhar que no se ocupa de ellos; si se humilla futuro en nuestros recuerdos de infancia y de nuestra infancia
ante, e! éxito セャ⦅・@ algunos ele sus condiscípulos, sólo es porque en nuestras elecciones razonables de hombres maduros 1 •
ウオセ@ ex1tos conhrman la superioridad de Achille (primer pre- La otra observación que debe hacerse se refiere a la tota-
miO セョ@ todas las clases) . El tercer momento (Flaubert acepta lización como movimiento de la Historia y como esfuerzo teó-
estudwr Derecho; para estar seguro de ser diferente de Achi- rico y práctico para "situar" un suceso, un grupo o un hombre.
lle,. deci?e _serle inferior. Odiará su futura carrera, prueba de He hecho observar más arriba que un m1smo acto podía ser
su ⦅ュヲ・ョッセQ、。[@ se lanzar,á a la sobrecompensación idealista y, apreciado en niveles cada vez más_ 」ッョセエウN@ y que por 」ッセャᆳ
ー。⦅セL@ エ・イュᄀセ。NL@ Lセッョ@ Mセュ。@ アセ・@ hacerse ーイセ」オ。ッA@ su escape siguiente se expresaba con una sene de s1gmhcados muy dis-
seia sus セョウQ@ lusteuformes ) es un ennqueomiento y un tintos. Sobre todo no habría que concluir, como hacen algu-
estrechamiento de las condiciones iniciales. Aislada, cada fase nos filósofos, que esas significaciones se mantienen indepen-
parece un_a repe_tición; por el セョエイ。ゥッL@ el movimiento que va dientes, separauas, por así decir, por distancias infranqueables.
desde la mfanoa hasta las cns1s nerviosas es una superación Claro está que el marxista en general no cae en este defecto:
ーセイ・オ。@ 、セ@ estos datos; en efecto, había de llegar al compro- muestra cómo las significaciones de las superestructuras se en-
nuso hterano de Gustave Flaubert 1 . Pero al mismo tiempo que gendran a partir de las infraestructuras. pオ・セ@ ir ュセウ@ ャセェッウ@
←ウエセ@ son pasado-superado, aparecen, a través de toda la ope- y mostrar -al mismo tiempo que su autonom1a- _la funoón
raoón, como .Pasado-sujJemdor, es decir, como porvenir. Nues- simbólica de algunas prácticas o de algunas creencias ウNオー・セᆳ
tms 1·oles * szempre son fu.tw·os: todos aparecen como tareas tructurales. Pero eso no puede bastar para la totalzzaczon,
que se tienen. que cumplir, como trampas que evitar, como como proceso de descubrimiento dialéctico. Las セゥァョ」ッ・ウ@
poderes アオセL@ eJercer, etc. pオセ、。@ ser que -como lo pretenden superpuestas están aisladas y enumeradas por el anallSl:· Por
。セァオョウL@ socwlogos norteamencanos- la paternidad sea un rol. el contrario el movimiento que los ha unido en la vzda es
1: amb1en puede ocurrir que tal joven marido quiera volverse sintético. El' condicionamiento sigue siendo el mismo, así ・セ@
1 Puede adivinarse que los problemas reales de Flaubert eran m:ís
que no quedan cambiados ni la importancia de los ヲ。」エッイセウ@ m
complejos. He "esquematizado" exageradamente con la única intención su orden; pero se perderá de vista la realidad humana s1 n?
de mostrar esta permanencia en la alteración permanente. se consideran las significaciones como objetos sintéticos, plun-
". Sartre se イ・ヲセ@ evidentemente a los roles de la sociología nor- dimensionales, indisolubles, que ocupan lugares singulares en
エセ。ュ・[ᄀ」ョN@ El térmmo se usa en la actualidad en la tenninología so·
cwlóg!Ca. 」。セエ・ャョ@ y. m.e ー。セ・」@ oportuno introducirla aquí, a pesar de
la prcscnpc1ón del D¡ccwnano de la Academia. N. del T. 1 Irracionalidad para nosotros, no hace fa:lta decirlo, Y no en s{.

98 99
'
que cada una ele estas determinaciones habría ele aportar .su
un espacio-tiempo ele dimensiones múltiples. Aquí el error propia riqueza, habría ele contener en ella a las otras (la m-
consiste en reducir el significado vivido al simple y lineal fancia, cualquiera que haya podido ser, no ha sido el apren-
enunciado que da el lenguaje. Por el contrario, hemos visto dizaje ele esta condición desesperada, de este porvenir sin por-
que la rebelión individual del "ladrón de avión" es t.ma parti- venir, etc. Tan estrecho es el lazo entre la muerte y la infan-
cularización de la rebelión colectiva de los colomzados, al cia, tan frecuente es en todos, que podemos preguntarnos si
mismo tiempo que, por su encarnación, es un acto emancipa- no ha habido a partir ele los primeros años un proyecto de
dor. Hay que comprender que esta compleja relación de la testimoniar-para-morir, etc.), y con una ャオセ@ ・ウーセ」ゥ。AL@ nos mos-
rebelión colectiva y de la obsesión individual no puede ser traría a su propia existencia en las otras sigmficacwnes como
reducida a un lazo metafórico ni disuelta en la generalidad. una presencia aplastada, como el lazo irracional de. determina-
La presencia concreta del objeto obsesionante, del avión, las dos signos, etc. Y la materialidad misma ·de la vida, ¿puede
preocupaciones prácticas (¿cómo subir?, ¿cuándo?, etc.) son creerse que está también como conclici?n セョ」ャュ・エ。@ y como
unos irreductibles: este hombre no quería hacer una demos- significación objetiva ele todas esas ウゥァュヲセ。」キョN・_@ El nove-
tración política; se ocupaba de su destino individual. Pero lista unas veces nos mostrará una ele esas dimensiOnes y otras
también sabemos c¡ue lo que hacía (la reivindicación colecti- como pensamientos que se alternan en el B・ウー■セゥエオ@ ele su
va, el escándalo emancipador) no podía dejar de estar implí- héroe. Mentirá: no se trata (por lo menos necesanamente) ele
citamente contenido en lo que creía hacer (y que por lo de- pensamientos, y todos están dados juntos, el hombre está en-
más también hacía, porque robó el avión, lo condujo y se mató cerrado dentro, no ha dejado ele estar unido a todas esas pare-
en Francia). Resulta, pl,les, imposible separar esas dos signi- eles que le rodean ni ele saber que está emparedado. Todas
ficaciones o reducir una a la otra. Son las dos caras insepara- estas paredes forman una sola cárcel, y esta cárcel es GセスMョ。@ sola
bles de un mismo objeto. Hay una más: la relación con la vida, un solo acto; toda significación se transforma sm cesar,
muerte, es decir, la asunción y conjuntamente el rechazo de y su transformación repercute en las clem<ís: Lo que. ti:ne アセQ・@
un porvenir cerrado. Esta muerte traduce al mismo tiempo la descubrir entonces la totalización es la wudad plundimensw-
rebelión imposible de su pueblo, es decir, su relación actual nal del acto; esta unidad, condición ele la interpretación recí-
con los colonizadores, la radicalización del odio y del rechazo, proca y de la relativa autonomía ele las ウゥセヲ」。ッョ・L@ corre
y por fin el proyecto íntimo ele este hombre; su elección ele el riesgo ele que la simplifiquen @ ウ 。 イ エ セ ・ Q ュ vieJaS @ ・ イ _ セ オ エ ウ ッ 」 de
una libertad ostenLosa y breve, ele una libertad para morir. pensar; la forma actual del lenguaJe es poco propicia para
Estos aspectos diferentes ele relación con la muerte están uni- restituirla. Sin embargo, tenemos que tratar de hacer. アセ・@ .la
dos a su vez y son distintos unos de los otros. Suponen nuevas unidad compleja y polivalente de esas facetas sea ley chalectica
dimensiones para el acto; al mismo tiempo reflejan la relación ele sus correspondencias (es decir, ele los lazos ele cada una con
con los colonizadores y la relación obsesiva con el objeto, es cada una y ele cada una con todas) , con esos malos medios y
decir, las dimensiones precedentemente mostradas, y se refle- con esas malas costumbres. El conocimiento dialéctico del
jan en ellas; es decir, que esas determinaciones contienen y hombre, después ele Hegel y ele Marx, exige una nueva racio-
recogen en sí mismas la rebelión por medio ele la muerte y la nalidad. Al no querer construir esta raciona_lidacl. con la .ex-
libertad para morir 1. Como es natural, nos falta toda otra periencia, denuncio que hoy en día セッ@ se che; m se escnbe:
información, ignoramos ele una manera precisa qué infancia, sobre nosotros y sobre nuestros semeJantes, ni en el Este m
qué experiencia, <¡ué condiciones materiales caracterizan al en el Oeste, ni siquiera una frase, ni siquiera una palabra,
hombre y colorean el proyecto. N o hay eluda, sin embargo, ele que no sea un grosero error 1 •
1 Entonces, se me objetará, ¿nunca se ha di.cho nada 9u7 sea
1 Que no se vaya a hablar de simbolización. Es una cosa muy cierto? Por el contrario: mientras el pensamiento mantiene su movimiento,
distinta: que vea el avión, y es la muerte; que piense en la muerte, y
para él es este avión.
101
100
palabras se cargan de significaciones nuevas; su sentido uni-
2. El proyecto tiene que atravesar necesariamente el
versal se restringe y se profundiza, la palabra "Naturaleza"
」セューッ@ de las ーッセゥ「ャ、。・ウ@ instrumentales 1. Los caracteres 1)ar-
crea en el siglo XVIII una complicidad inmediata entre los in-
ticulares de los ms.tr.umentos lo transforman m<ís 0 menos ro-
fundamente;. condiCionan la objetivación. Ahora bien, el セョウᆳ
terlocutores. No se trata de una significación rigurosa y no se
ha acabado de discutir aún sobre la Idea de Naturaleza en
trumento mismo. -sea el que fuere- es el producto de un
los tiempos de Diderot. Pero este motivo filosófico, este tema,
desarrollo
1 determmado de las técnicas ' , y s1' lo ,an a l'IZainos 11asta todos lo comprenden. Así las categorías generales de la cultu-
e_ fon?o, de las fuerzas productoras. Ya que nuestro tema es
ra, los sistemas particulares y el lenguaje que los expresa son
filosófico, tomaré mis ejemplos del terreno de la cultura. Ha
que セッューイ・ョ_@ que un proyecto ideológico, cualquiera sea ウセ@
ya la objetivación de una clase, el reflejo de los conflictos la-
tentes o declarados y la manifestación particular de la aliena-
apanenCia, tiene como fm profundo camb 1'ar ' la, s't 1 uac1'ó n d e ción. El mundo está fuera; ni la cultura ni el lenguaje están
b ase por オョセ@ エッュセ@ de conciencia de sus contradicciones. Nace en el mundo como una marca registrada por su sistema ner-
de un conflicto smgular que expresa la universalidad 1 1
clase y セ・@ la condición: trata de superarlo para 、・ウ」オ「セヲイャッ@
vioso; el que está en la cultura y en el lenguaje es el indivi-
duo, es decir, el que está en una sección especial del campo
de cambiarlo para mamfc:starlo a セッ、ウL@ de manifestarlo para de los instrumentos. Para manifestaT lo que muestra, dispone,
イヲ・ウッャカセ￳N@ セ「・イ

_@ entn; la simple acCIÓn de descubrir y la mani- pues, de elementos que son a la vez demasiado ricos y muy
estaCI セ@ pu 1ca se mterpone el campo restringido y definido poco numerosos. Muy poco numerosos: cada vocablo tiene con-
de los mstrumen tos culturales, y del lenguaje: el desarrollo
sigo un significado profundo que le da la época entera; en
de las ヲセQZイコ。ウ@ productoras condiciona el saber científico, ue
cuanto habla el ideólogo, dice más y otra cosa de lo que quiere
le condiciOna a su vez; las relaciones de producc 1'ón a t·1• q '
d b d'b · . aves decir, la época le roba el pensamiento; da vueltas sin parar
e .ese sa er 1 オQ。セ@ 1os lmeamientos de una filosofía, la bis- y al final la idea expresada es una desviación profunda, se ha
tona· concreta 1 y VIVIda da nacimiento a unos sistemas d e 1'd eas
dejado coger por la mistificación de las palabras. El marqués
ー。セエQ」オ@ ares que, en, ・セ@ cuadro de esta filosofía, traducen las de Sade -Simone de Beauvoir lo ha mostrado- vivió la deca-
act1tudes reales y practicas de grupos sociales definidos z. Estas
dencia de un feudalismo del que se discutían uno tras todos los
エッ、セ@ セウ@ verdad o mome_nto セ・@ la verdad; hasta los errores contienen co- privilegios. Su famoso "sadismo" es un intento ciego de reafir-
nocimientos reales: la fdosofJa de Condillac en su siglo en la co · t mar sus derechos de guerrero por la violencia, fundándolos
q ue lle vab a a 1a b urgues ¡a 11ac1a
• la revolución y el liberalismo,
' rnen
era mu·e en la cualidad subjetiva de su persona. Ahora bien, este intento
cho más verdadera -como factor real de la evolución histórica- de ¡0
e;¡ u e puede serlo hoy la filosofía de Jaspers. Lo falso es la m オ・イエセᄋ@ nuestras
ya est{t influido por el subjetivismo burgués, los títulos obje-
1deas presentes son _falsas porque están muertas antes que ョッウエセZ@ algu- tivos de nobleza están reemplazados por una superioridad in-
nas huelen a carrona y otras son pequeños esqueletos de lo más ¡¡ · . controlable del Yo. Su impulso de violencia queda desviado
valen lo mismo. ' mpws.
en cuanto comienza. Pero cuando quiere llegar más lejos, se
?e 1 hecho: los "campos sociales" son numerosos, y además varia- encuentra frente a la Idea capital: la Idea de Naturaleza.
bles segun la soc1edad considerada. No tengo el propósito de hacer
ョュセ・」ャ。、ッイ@ de todo ello. Elijo uno para mostrar el proceso de la su オZセ@ Quiere mostrar que la ley de Naturaleza es la ley del más
rac1ón en los casos particulares. p
2 Desanti muestra bien cómo el racionalismo matemático del trastorna a la nobleza de toga, reemplazada junto al rey por una bur-
·-
ァセッ@ XVIII, sostenido por el capitalismo mercantil y el desarrollo del cAセᆳ guesía de nueva factura y qu" no puede ni aceptar su caída ni rebelarse
contra el monarca de quien consigue su subsistencia. Estas dos interpre-
dJto, · E a concebir el espacio y el tiempo como 111edt1'os 110m ól oaos
· r· conduce .
0 taciones -que hacen pensar en el "panlogicismo" y en el "pantagricismo"
e 111 uutos. •n .consecuencia ' Dios ' que estaba' inmediatame ' n e presente en de Hegel- son complementarias. Desanti muestra el campo cultural,
e1 mun d o me d 1eval, queda fuera del mundo y se convie1·te . 1 u·
. el "el , . . en e . ws Goldmann muestra la determinación de una parte de ese campo por una
escon ¡ · 1 o.· 1 or su pa1 te, Goldmann ' en otra obra marxista
· , 111 ues·t ra eó mo pasión humana, sentida concretamente por un grupo singular en el
e . Jansemsmo アオセL@ _en lo más profundo, es una teoría de la ausencia de
Dws y de lo tragJCo de la VIda, refleja la pasión contradictoria que momento de su caída histórica.

102 103
fuerte, que los asesinatos y" las torturas no hacen más que re- propios instrumentos y que la cultura transforma en W elt-
producir las destrucciones naturales, etc. 1 . Ahora bien, la Idea anschauung particular. y es al mismo tiempo una lucha del
contiene un sentido que para él es desconcertante: para todo pensamiento contra sus instrumento5 sociales, un esfuerzo para
dirigirlos, para vaciarlos de su demasiado-lleno, para ィ。」・セ@ アセエ・@
hombre ele 1789, noble o burgués, la Naturaleza es buena. De ·
pronto todo el sisten;a _se desvía. Si el asesinato, y las torturas sólo la expresen a ella. La consecuencia de estas contrachcoo-
110 hacen más que Imitar a la naturaleza, seran
buenos los nes es que un sistema ideológico es un irreductible; ya que セッNウ@
peores crímenes y malas l_as más 「セャウ@ virtudes. En. ese mismo instrumentos, cualesquiera que sean, alienan al que !os utdi-
momento queda convencido el anstocrata por las Ideas revo- za y modifican el sentido de su acción, hay que considerar _la
lucionarias; siente la contradicción que atrajo a partir del 87 idea como la objetivación del hombre concreto y como su alie-
a todos los nobles que hoy llamamos "la revolución arísto- nación; es él mismo exteriorizándose en la materialidad del
cr<\tica"; a la vez fue víctima (fue detenido por real orden y lenguaje. Conviene, pues, estudiarla en todos sus desarrollos,
encerrado en la Bastilla durante varios años) y privilegiado. descubrir su significación subjetiva (es decir, para el que la
Esta contradicción que a otros les condujo a la gui11otina o a expresa) y su intencionalidad, para comprender después sus
la emigración, a él le transportó a la idea revolucionaria; rei- desviaciones y pasar por fin a la realización objetiva. Entonces
vindica la libertad (que para él sería libertad de matar) y la veremos que, como decía Lenín, la historia es "astuta", y que
comunicación entre los hombres (cuando trata de manifestar nosotros subestimamos sus astucias; descubriremos que la ma-
su experiencia estrecha y profunda de la no-comunicación) . yor parte de las obras del espíritu son objetos complejos y
Sus contradicciones, sus antiguos privilegios y su caída, le con- difícilmente clasificablés, que se· puede "situar" raramente en
denan, en efecto, a la soledad. Ver;í su experiencia de lo que relación con una sola ideología de clase, pero que en su es-
Stirner llamará más adelante lo único, robada y desviada por tructura profunda, más bien reproducen las contradicciones y
lo univcrsa lJ por la mcionalidad, por la igualdad, conceptos- las luchas de las ideologías contempodneas; que en un siste-
herramientas de su época; tratará con mucho esfuerzo ele pen- ma burgués ele hoy no 'hay que ver la simple negación del
sar a través de ellos. Resultará esa ideología aberrante: la úni- materialismo revolucionario, sino mostrar por el contrario
ca relación de persona a persona es la que une al verdugo con cómo sufre la atracción de esta filosofía, cómo está en él, cómo
su víctima; esta concepción es, al mismo tiempo, la búsqueda las atracciones y los rechazos, las influencias, las dulces fuer-
de la comunicación a través de los conflictos y de la afirma- zas de insinuación o los conflictos violentos se prosiguen en el
ción desviada de la no-comunicación absoluta. A partir de interior de toda idea, cómo 'el idealismo de un pensador occi-
aquí se edifica una obra monstruosa que haríamos mal en dental se define por una detención del pensamiento, por una
clasificar demasiado de prisa entre los últimos vestigios del neaativa a desarrollar determinados temas que ya están ーイセᆳ
pensamiento aristocnítico, y que m{ts bien aparece como una se::tes, en una palabra, por una especie de incompletud mas
reivindicación de solitario cogida al vuelo y transformada por bien que como un B」。セョカャ@ de la. subjetivid_ad". El pensa-
la ideología universalista ele los revolucionarios. Este ejemplo miento de Sacie no es nz el de un anstócrata nz el de un bur-
muestra hasta qué punto el marxismo contemporáneo se equi- gués: es la esperanza vivida de.un noble al margen de su clase,
voca al desdeñar el contenido particular de un sistema cultu- que para expresarse sólo encontró los conceptos dominantes
ral y al reducirlo en el acto a la universalidad de una ideo- de la clase ascendente y que se sirvió de ellos deformándolos '
logía de clase. Un sistema es un hombre alienado que quiere y deformándose a través de ellos. En particular, el universalis-
superar su alienación y se enreda con palabras alienadas, es mo revolucionario, que señala el intento .de la burguesía para
una toma de conciencia que se encuentra desviada por sus manifestarse como clase universal, está completamente falseado
por Sade, hasta el punto de convertirse en él en un procedi-
1 Ya es una concesión: en lugar de apoyarse en la Naturaleza,
un noble seguro de sus derechos hubiera hablado de la Sangre.
miento de humor negro. Considerando lo dicho, este pensa-

104 lOS
miento, que está en el seno de la locura, conserva aún un vivo " ulottes" está formado por elementos
poder de discusión; contribuye a derrotar, por el uso que hace el grup? de los' sans-c ueños burgueses, artesanos, obreros
de ellas, a las ideas burguesas de razón analítica, de bondad heterogeneos, reune a peq ias herramientas. Esta frac-
natural, de progreso, de igualdad, de armonía universal. El que en su mayoría poseen sus pセー@ (uno de nuestros histo-
pesimismo de Sade se une al de un trabajador manual a quien ción semiproletaria del Estado and?d llamarlo "Frente po-
1 0 '
la revolución burguesa nada dio y que hacia 1794 se da cuenta riadores, G eorges. Lefebvre . d' ha 1
po, gimen de la propiecla d pn- ·
de que est<Í excluido de esta clase "universal"; y está al mismo pular") se mantiene u m a. a re ésta fuese una especie de
'1 erría conseguir que ' ·
tiempo más acá y m<ís allá del optimismo revolucionario. vada. So o qu ' . . L • libertad de comerciO que
La cultura sólo es un ejemplo: la ambigüedad de la ac- deber social. Es deor, limitar オセ。@ tos Pero esta concepción
los acaparam1en · ,
ción política y social la mayor parte de las veces resulta de lleva b a a f omen tar ' ' el · de tener ciertos eqm-
contradicciones profundas existentes por una parte entre las ética de la propiedad 「オイァ・ウセ@ nfas セイウエゥヲ」。ッョ・@ de la bur-
necesidades, los móviles del acto, el proyecto inmediato, y por vocos: m<Ís adelante será una e e 1793 más bien parece el
, • . 1" ta Sin embargo, en , . 1
la otra, los aparatos colectivos del campo social, es decir, los guesia Impena IS . . f ucial paternalista naoda con e
instrumentos de la fJmxis. Marx, que estudió atentamente resto de cierta concepoón セ@ セ・@ )roducción en la época
nuestra Revolución, dedujo de sus investigaciones un principio Antiguo Régimen; las イ・ャL。」ゥoセウ@ en セ@ tesis de Ía ュッョセイアオ■。@
teórico que admitimos: las fuerzas productivas, cuando lle- feudal, encontraban su su;nbo te la tierra y Su Bien se
posee emmen temen ·
gan a cierto grado de su desarrollo, entran en conflicto con absoluta; e1 rey . . 1 . bl . los oúbclitos que son prol)le-
identifica con el Bien de . pue el o, bondad la garantía cons-
las relaciones de producción y el período que entonces se abre
tarías, lo son porque reo ben e Nウセ@ d Los "sans-culottes" re-
es revolucionario. No hay duda, en efecto, de que el comercio
y la industria no estuviesen ahogados en I 789 por las regla- tan temen te reno_v,ada de su セ[ー@ :s;a idea ambigua que se
mentaciones y los particularismos que caracterizaban a la pro- claman la tasaoon en . nom , ter periclitado no cono-
emana y cuyo carac
piedad feudal. Así se explica, pues, determinado conflicto de mantiene en su m . ti"empo un recuerdo y una
. ción es al mismo ,
clase: el de la burguesía y de la nobleza; así se determinan cen. Pero esta tasa . . . ó . los elementos mas cons-
los cuadros generales y el movimiento fundamental de la Re- anticipación. Es una . antici!)aCil n.ionario que sacrifique todo
dentes exigen del gobierno Ievoduc a república democrática.
volución francesa. Pero hay que darse cuenta de que la clase
a la edificación y a la defensa e unl dirigis17W" en cierto sen-
burguesa -aunque la industrialización sólo estuviese en sus . l 1 ecesariamente a ' .ó
comienzos- tenía una conciencia clara de sus exigencias y de La guerra conc uce I . decir. Pero esta nueva reclamao n
sus poderes: era a-dulta, tenía a su disposición a todos los téc- tido esto es lo que qmeren . ·r· do enveJ· e ciclo que la desvía
tl·avés de un sigm ¡ca ., " á .
nicos, todas las técnicas y todas las herramientas. Las cosas se expresa a . nar uía detestada: tasacwn, m, XI-
cambian totalmente cuando se quiere estudiar un mamen to hacia una práctica ele la mo q. los medios utilizados cons-
mo"' control de mercados, que ・セ@ an ombatir el hambre. En el
particular de esta historia: por ejemplo, la acción de los "sans-
culottes" en la Comuna de París y en la Convención. El prin- tantemente en el siglo XVIII ー。セ@ e la Montaña y los girondi-
cipio es simple: el pueblo sufría terriblemente por la crisis de programa propuesto por el¡ pue to,mbres autoritarias que aca-
subsistencias, tenia lzamb1·e y quería comer. Ésa es la necesi- nos reconocen co n horror as1. cos u-' Sus economistas el ec1aran
dad y ése es el móvil; y el proyecto básico, aún general y vago, ban de derribar. Es_,UI?a カオセ。@ ャZエイセᄀ。@ libertad de producir. y
pero inmediato, es el siguiente: actuar sobre las autoridades de una manera unamme q l 11 ar a la abundanCia.
. ¡ ' ·ca que puec e ev ,
para obtener una dpida mejora de la situación. Esta condi- de comeroar es a um t de la burgues¡a e1e-
'd e los representan es .
ción básica es revolucionaria a condición de encontrar los ins .. Se ha pretencl I o qu . d el ro no es lo esenoa 1: 1a
fendían intereses precisos; ,es ver セ@ . ーセ@ s defensores entre los
trumentos necesarios para la acción y de definir una política t ba sus mas eneal mza o b
por el uso que se had de esos instrumentos. Pero ocurre que liberta d encon ra el' e representaban so re
girondinos, de quienes se nos Ice qu
106 107
toe1o a 1os a r 1ョ "セ、ッイ・ウ@ •
a los ·banqueros, al comercio con el ex-
· , , 1 era vago. Baboeuf, dice Marx, llegó demasiado tarde. Dema-
tcrior; los intereses ele esa alta burguesw no pocl_wn ser エッセ。」@ os siado tarde y demasiado pronto. Por otra parte, ﾿。セウッ@ no fue
por l ..1 t·.1sac 1·t'>n ele los granos. Y de los que al1 fmal · se clepron el pueblo, el pueblo ele los "sans-culottes" el que hzzo la Revo-
[onar 1a 111 ..1110 , los ele la 1\Iontaña, se pretenc . e JUStamente que lución? ¿No fue posible Thermiclor por las disensiones cre-
, ¡·.1 ¡J.ll
es . 1 50 ,¡enidos de una manera particular por los compra-
.. - , • • b cientes entre los "sans-culottes" y la fracción dirigente ele los
1 .•. de bienes nacionales, a los que podwn hmltar los ene-
tmcs . l dll''. convencionales? ¿No iba también contra la corriente el sueño
[icins con las tasas. Rolancl, enemigo JUrac o e e 1ngismo, no ele Robespierre, la nación sin ricos ni pobres, donde todo el
ten i:t ninrruna propiedad. De hecho, los convencionales, gente mundo fuese propietario? La tarea, la única tarea ele los con-
pobre en"' general Mゥセエ・ャ」オ。ウL@ MセQッti_「イ・ウL@ d_e leyes, ー・セオ￱ッウ@ vencionales era que ante todo se ocupasen ele las necesidades
administradores- teman una paswn Icleologica y práctica por de la lucha en el interior contra la reacción, contra los ejér-
!a lihenacl económica. Lo que se objetivaba era el interés ge- citos de las potencias; realizar plenamente la Revolución bur-
neral de la clase burguesa, y ellos querían construir el porve- guesa y defenderla. Pero si esta Revolución se hacía por medio
nir m:ís bien que arreglar el presente; para ellos las tres con- del pueblo, ¿uo había que integrar en ella las reivindicaciones
diciones indisolubles del progreso eran la producción libre, la populares? Al principio ayudó el hambre: "Si el pan hubiese
libre circulación y la competencia libre. Sí; eran apasionada- estado barato -escribe Georges Lefebvre-, la intervención bru-
mente progresistas, querían アエセ・@ la historia セカ。ョコウ・L@ y en ・セZ」ᆳ tal del pueblo, que era indispensable para asegurar la caída
to hacían que avanzase recluoendo la propiedad a la relacwn del Antiguo Régimen, tal vez no se hubiese producido, y el
directa del poseedor con la cosa poseída. triunfo de la burguesía hubiera sido menos fácil." Pero a par-
A partir ele entonces todo se vuelve complejo y difícil. tir del momento en que la burguesía destrona a Luis XVI, a
¿Cómo apreciar objetivamente el sentido del conflicto? ¿Van partir del momento en que sus representantes asumen en su
estos burgueses en el sentido de la Historia cuando se oponen nombre las responsabilidades plenas, la fuerza pública tiene
al clirigismo más moderado? ¿Era prematura la economía ele que intervenir para sostener al gobierno y a las instituciones
guerra autoritaria? ¿Hubiese encontrado unas resistencias insu- y no ya para derribarlos. ¿Y cómo conseguirlo sin dar satis-
perables? 1 ¿Era necesario, para que algunos burgueses adop- facción al pueblo? Así la situación, la supervivencia de signi-
tasen ciertas formas de economía dirigida, que el capitalismo ficaciones envejecidas, el desarrollo embrionario de la indus-
desarrollarse sus contradicciones internas? ¿Y los "sans-culottes"? tria y del proletariado, una ideología abstracta de la universa-
Ejercen su derecho fundamental al reclamar la satisfacción ele lidad, son cosas que contribuyen a desviar la acción burguesa
sus necesidades. ¿Pero no va a llevarles hacia atdts el medio y la acción popular. Verdad es a la vez que el pueblo
que proponen? ¿Son, como se han atrevido a decirlo los mar- llevaba la Revolución y que su miseria tenía incidencias con-
xistas, la retaguardia ele la Revolución? Verdad es que la rei- trarrevolucionarias. Verdad es que su odio político al régimen
vindicación del "máximo", por los recuerdos que suponía, re- desaparecido tendía, según las circunstancias, a ocultar sus rei-
sucitaba el pasado para algunos hambrientos. Olvidando el vindicaciones sociales o a apartarse ante ellas. Verdad es que
hambre de la década del 80, gritaban: "En tiempos ele los no podía ser intentada ninguna síntesis auténtica de lo polí-
reyes, teníamos pan". Claro que otros tomaban otro sentido tico y de lo social porque la Revolución de hecho preparaba
ele la reglamentación, y entreveían a través ele ella cierto so- el advenimiento ele la explotación burguesa. Verdad es que la
cialismo. Pero ese socialismo no era más que un espejismo, burguesía, empeñada en vencer, era auténticamente la van·
porque no tenía los medios necesarios para realizarse. Además, guardia revolucionaria; pero también es ·verdad que se em-
peñaba al mismo tiempo en termznar la Revolución. Verdad
1 Se did que las encontró. I>ero no está tan claro; la verdad es es que al llevar a cabo una auténtica agitación social bajo la
que nunca se aplicó verdaderamente. presión de los "rabiosos", habría generalizado la guerra civil
108
109
y entregado el país a los extranjero s. Pero también es verdad
en su complejid ad a través de su desarrollo incomple to y de
que al desalenta r el ardor revolucio nario del pueblo, prepa-
su objetivaci ón desviada. Habrá que evitar las significac iones
raba a más o menos largo plazo la derrota y la vuelta de los
idealistas; habrá que negarse al mismo tiempo a asimilar a
Barbones . Y luego cedió: votó el "máximo "; los hombres de
los "sans-culo ttes" a un proletaria do auténtico y a negar la
la Montaila considera ron ese voto como un comprom iso y se existencia de un proletaria do embriona rio; habrá que negarse,
excusaron públicam ente: "¡Estamos en una fortaleza sitiada!" salvo en los casos en que la experienc ia lo imponga, a consi-
/ Por lo que yo sé, fue la primera vez que el mito de la forta- derar a un grupo como sujeto ele la Historia o a afirmar el
leza sitiada se encargase de justificar a un gobierno revolucio- "derecho absoluto" del burgués del 93 portador ele la Revo-
nario que transige con sus principios por la presión de los lución. En una palabra, se considera d. que la Historia ya vi-
necesitados. Pero no parece que la reglamen tación diese los vida muestra Tesistencia al esquemat ismo a j;riori,· se compren-
resultados con que se contaba; en el fondo la situación no derá que aunque esta Historia esté ya hecha y sea anecdótic a-
cambió. Cuando los "sans-culo ttes" vuelven a la Convenci ón mente conocida, tiene que ser para nosotros el objeto de una
el 5 de septiembr e de 1793, siguen teniendo hambre, pero esta experienc ia completa; se reprochar á al marxismo contempo rá-
vez les vuelven a faltar los instrumen tos: no pueden pensar
neo que la considere como el objeto muerto y transpare nte de
que el encarecim iento de los artículos tenga unas causas gene- un Saber inmutable . Se insistirá sobre la ambigüed ad de los
rales debidas al sistema del asignado, es decir, a la negativa hechos ocurridos : y por ambigüed ad no se entenderá , a la
burguesa de financiar la guerra por medio de los im- manera de Kierkegaa rd, no sé qué equívoca sinrazón, sino
puestos. Aún se imaginan que su desgracia está provocad a por simpleme nte una contradic ción que no ha llegado a su punto
los contrarrev olucionar ios. Por· su parte, los pequeño- burgue- ele madurez. Será convenien te iluminar juntamen te el pre-
ses de la Convenci ón no pueden incrimina r el sistema sin con- sente con el porvenir, la contradic ción embriona ria con la con-
denar el liberalism o económic o; también ellos quedan reduci- tradicción explícitam ente desarrolla da, y dejar al presente los
dos a invocar enemigos. De aquí la extraña jornada de enga- aspectos equívocos que le pertenece n por su desiguald ad vivida.
ños en que Billaud-V arenne y Robespier re, aprovech ando que
la delegació n popular ha pedido el castigo de los responsa- El existencia lismo tiene, pues, que afirmar la especifici-
bles, utilizan la oscura cólera popular, cuyos verdadero s mó- dad del acontecim iento histórico; trata ele restituirle su fun-
viles son económicos, para apoyar un terror político; el pueblo ción y sus dimension es múltiples . Claro que los marxistas no
verá caer las cabezas pero se quedará sin pan; la burguesía di- ignoran el acontecim iento: para ellos traduce la estructura de
rigente, por su parte, al no poder o no querer cambiar el la sociedad, la forma que ha tomado la lucha de clases, las
sistema, se diezmará a su vez, hasta Thermido r, hasta la reac- relaciones ele fuerza, el movimien to ascension al de la clase as-
ción, hasta Bonaparte . cendente, las contradic ciones que, en el seno ele cada clase,
oponen a los grupos particular es cuyos intereses difieren. Pero
Como puede verse, es un combate en medio de las tinie- desde hace casi cien aílos una ocurrenci a marxista muestra
blas. En cada uno de los grupos, el movimien to original que- que dan mucha importan cia a todo lo dicho: el hecho capital
da desviado por las necesidad es de la expresión y de la acción, del siglo xvm no habría sido la Revolució n Francesa, sino la
por la limitación objetiva del campo de los instrumen tos (teó- aparición de la máquina ele vapor. Marx no siguió _esta 、ゥイ・セᆳ
ricos y prácticos) , por la supervive ncia de significac iones pe- ción, como lo demuestr a su admirable 18 Brumano de Luzs
riclitadas y por la ambigüed ad de las nuevas significac iones Napoleón Bonapart e. Pero hoy el hecho -como la persona-
(con cierta frecuencia ocurre, por lo demás, que las segundas tiende a convertirs e cada vez en más simbólico . El aconteci-
expresan a las primeras) . A partir de este momento , se nos im- miento tiene la obligació n ele verificar los análisis a priori de
pone una tarea: es la de reconocer la originalid ad irreducti- la situación; o por lo menos no contradec irles. Por eso los
ble ele los grupos social-políticos así formados y de definirlos comunista s franceses tienen la tendencia á describir los hechos

110 111
rácter ele los agentes, anlbigüedacl, equívocos, etc.) es circuns-
con tt'·rminm de poder y de deber:ser. QMセ・@ aquí c?;no オセ@ .de tancia fortuita. De la misma manera que los individuos y las
ellos -y uno de los menores- ・クーセi」。@ la mter':_encwn ウッカゥ・エ」セ@ empresas, lo vivido cae del lado ele lo irracional, ele lo inutili-
en 1Iungría: "Los obreros han p_odido ウ・セ@ enganaclos, han podi- zable, y el teórico lo considera como un no-significante.
do seguir un camino que no creian que ヲオセウ・@ el セ・@ la 」ッョエイ。セ・ᆳ
El existencialismo reacciona afirmando la especificidad del
voluciún, pero luego eso.s obreros no セ」@ ..lwn de¡ar de Lイ・ヲャクセッᆳ
acontecimiento histórico, que se niega a concebir como la ab-
wzr solJre las consecuenoas de esta pohtiGI ... no podwn de;ar
surda yuxtaposición de un residuo contingente y de una sig-
de estar inquietos al ver (etc.) ... No podían ver (sin indig-
nificación a pn·ori. Se trata de volver a encontrar una dialéc-
nación) la vuelta del regente Horthy ... Es natural que en
tales condiciones la formación del actual gobierno húngaro tica ágil y paciente que una a los movimientos en su verdad
haya respondido a los deseos y a la esperanza de la clase obre- y. q_ue se niegue a considerar a pnori que todos los conflictos
ra ... cic Hungría." En este texto -cuya finalidad es más polí- vividos oponen contradictorios o hasta contrarios; para nos-
tica que teórica- no se nos dice lo que habían hecho los obre- otros, l.os intereses que están en juego pueden no encontrar
ros húngaros, sino lo que no podían dejar de hacer. ¿Y por necesanamente una mediación que los reconcilie; la mayor
qut: uo podían? Pues sencillamente, porque no podían contra- parte de las veces, unos son exclusivos de los otros, pero el
llecir a su esencia eterna de obreros socialistas. De una manera hecho de que no puedan ser satisfechos a la vez no prueba
curiosa, este marxista stalinizado toma cierto aire de inmovi- necesariamente que su realidad se reduzca a una pura con-
lismo, un obrero no es un ser real que cambia con el murr- tradicción de ideas. Lo robado no es lo contrario del ladrón,
clo, es una Idea platónica. De hecho, en Platón las Ideas son ni el explotado lo contrario (o lo contradictorio) del explota-
lo Eterno, lo Universal, lo Verdadero. El movimiento y el dor; tanto explotado como explotador son hombres en lucha
acontecimiento, confusos reflejos ele estas formas estáticas, están en un sistema cuya rareza es el carácter principal. Claro que
fuera ele la Verdad. Platón los trata ele mitos. En el mundo el capitalista .posee instrumentos de trabajo y el obrero no;
stalinista, el acontecimiento es un mito edificante: ahí encuen- eso es una contradicción pura. Pero precisamente esta contra-
tran las confesiones engañosas lo que podría llamarse su base dicción no llega a dar cuenta de cada acontecimiento; está en
teórica; el que dice: "he cometido tal crimen, tal traición, et- el marco, crea la tensión permanente del medio social, el des-
cétera", hace un relato mítico y estereotipado, sin ninguna garramiento de la sociedad capitalista; pero esta estructura
preocupación por la verosimilitud, porque se le pide que pre- fundamental de todo acontecimiento contemporáneo (en nues-
sente sus pretendidos crímenes como la expresión simbólica tras sociedades burguesas) no alumbra a ninguno en su reali-
de una esencia eterna; por ejemplo, los hechos abominallles dad concreta. La jornada del 10 de agosto, la del 9 de thermi-
que se nos confesaban desde 1950 tenían como fin mostrar la clor, la del mes de junio del 48, etc., no pueden ser reducidas
"verdadera naturaleza" del régimen yugoslavo. Lo que más a conceptos. La relación de los grupos fue en esas jornadas la
nos llama la atención es que las contradicciones y los errores lucha armada, desde luego, y la violencia. Pero esta lucha re-
de fechas que rellenaban las confesiones ele Rajk nunca hayan fleja en sí misma la estructura de los grupos enemigos, la insu-
despertado en los comunistas ni la más vaga sospecha. La ma- ficiencia provisional de su desarrollo, los conflictos larvados
terialidad del hecho no les puede interesar a esos idealistas; que los desequilibran desde el interior sin declararse neta-
para ellos sólo cuenta el alcance simbólico. Con otras pala- mente, las desviaciones que hacen sufrir los instrumentos pre-
bras, los marxistas stalinistas están ciegos para los aconteci- sentes á la acción de cada uno, la manera de manifestar cada
mientos. Cuando se reduce su sentido a lo universal, tienen uno de ellos sus necesidades y sus reivindicaciones. Lefebvre
que reconocer que queda un resto, pero ese resto para ellos ha establecido irrefutablemente que desde 1789 el miedo fue
es un simple efecto del azar. La causa ocasional de lo que no la pasión dominante del pueblo revolucionario (lo que no
ha podido ser disuelto (fecha, desarrollo, fases, origen y ca- excluye el heroísmo, sino todo lo contrario) y que todas las

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jornadas de ッヲ・ョセゥカ。@ popular (14 de julio, 20 de junio, 10 de a ellos como una existencia real en la medida en que la resis-
agosto,. 3 de ウ・ーエQセ「イL@ etc.) son fundamentalmente jornadas tencia del otro no les permite ver su actividad como una pura
defenszvas; las seccwnes tomaron las Tullerías al asalto por- y simple objetivación de ・セャッウN@ ュセウッ@ .. A partir de. aquí, y
que temían que durante la noche saliese ele ellas un ejército precisamente porque la feticlu.zaoón tiene 」ッセョN@ 1esultado
contrarrevolucionario para matar a la gente de París. Al aná- realizaT fetiches, hay que considerar el aconteCimiento 」ッョセ@
lisis marxista se le escapa hoy este simple hecho; el volunta- un sistema en movimiento que arrastra a los hombres haoa
rismo idealista de los stalinistas sólo puede concebir una ac- su propio aniquilamiento, el resultado rara vez es claro: en
ción ofensiva; los sentimientos negativos los pone en la clase la noche del lO de agosto el rey no está destronad?, pero tam-
セ・ウ」ョ、エL@ Y, sólo. ・セQNャ。@ Cuando se セᄋ・」オイ、@ además que los pow está en las Tullerías porque セ・@ ha puesto. baJO la protec-
sans-culottes , mistificados por los mstrumentos de pensa· ción de la Asamblea. Su persona s1gue siendo 1gualmen te mo-
miento de que disponen, dejan que la violencia inmediata de lesta. Las consecuencias más reales del 10 ele agosto son, en
sus necesidades materiales se transforme exclusivamente en primer lugar, la aparición del do.ble poder H」ャ£ウゥセ@ en las
violencia política, podrá hacerse del Terror una idea bastante revoluciones), luego es la convocaoón de Lt Convenoón, que
diferente de la concepción clásica. Ahora bien, el aconteci- vuelve a tomar por la base el ーイッ「ャ・セ。@ ョセ@ イ・ウセャエッ@ por . el
miento no es la resultante pasiva de una acción vacilante, de- acontecimiento; y finalmente están la msat1sfacoón y la. m-
formada y de una reacción igualmente incierta; no es ni si- quietud crecientes del pueblo de Parí;,. que no. sabe SI su
quiera la síntesis huidiza y resbalosa de ゥョ」ッューイ・セウ@ recí- acción ha tenido o ha dejado de tener exlto. El efecto de este
procas. Pero a través de todas las herramientas de la acción y miedo será la matanza de septiembre. Entonces, lo que muchas
del pensamiento que falsean a la pmxis, cada grupo, con su veces confiere su eficacia histórica al acontecimiento es la
conducta, descubre al otro de cierta manera; cada uno de ellos ambigüedad. Esto basta para que afirmemo.s su ・ウー」セAゥ_Z@
es sujeto en tanto que conduce su acción, y objeto en tanto porque ni queremos considerarle como la simple s19mhcaoon
que sufre la acción del otro; cada táctica prevé la otra táctica, irreal de encuentros y de choques moleculares, _セ@ como su
la frustra más o menos y se hace frustrar a su vez. Por la resultante específico, ni como un símbolo esquemauco ・ャセ@ mo-
razón de que cada comportamiento de un grupo mostrado vimientos más profundos, sino como la オュセ、@ movediza y
supera al comportamiento del grupo adverso, se modifica por provisional de grupos antagónicos que los ュッ、ャヲセ」。@ en la medi-
táctica en función ele éste y, como consecuencia, modifica las da en que ellos la transforman 1 • Al ser así, tiene caracten·s
estructuras del grupo mismo; el acontecimiento, en su plena singulares: su fecha, su velocidad, sus estructura.s, ・エセN@ El ・セエオᆳ
realidad concreta, es la unidad organizada de una pluralidad clio ele estos caracteres permite racionalizar la fhstona al mvel
de oposiciones que se superan recíprocamente. Como está per- de lo concreto.
petuamente superado por iniciativa de todos y de cada uno, Hay que ir más lejos Y. 」_ョウゥ、・イセ@ e? cada caso el pap;l
surge precisamente de esas superaciones como una doble orga- del individuo en el aconteom1ento lustónco. Porque esta clell-
nización unificada cuyo sentido es realizar en la unidad la nición no está definida ele una vez para todas; lo que la ele-
destrucción de cada uno de sus términos por el otro. Así cons- termina en cada circunstancia es la estructura ele los grupos
tituido, reacciona sobre los hombres que lo constituyen y los considerados. Así, sin eliminar la contingencia del todo, le res-
aprisiona en su ajJamto; como bien se entiende, no se erige tituimos los límites y la racionalidad. El grupo confiere su
en realidad independiente y no se impone a los individuos poder y su eficacia <1 los ゥNョ、カセオッウ@ gue ha ャセ・」ィッL@ que a su カセコ@
sino por una fetichización inmediata; por ejemplo, todos los le han hecho y cuya paruculandad uTeclucuble es una manei a
participantes en la "Jornada del 10 de agosto" saben que la
1 Desde luego que el conflicto se puede ュ。エ⦅ャゥセ・ウイ@ mús. ? ュ 」ョセ@
toma de las Tullerías y la caída de la monarquía están en claramente y que puede ser velado por la comphctdad prov!Slona Q
juego, y el sentido objetivo de lo que ィ。」・セ@ se va a imponer los grupos que se comba ten.

114 115
」ッョヲャゥセエ@ entre los propiet arios y la burgue sía nacida en el
de vivir la univers alidad. El grupo vuelve a sí mismo a través Impeno retrasó el desarro llo de las ciencias y de la industr ia;
del individ uo y se vuelve a encontr ar en la opacid ad particu lar el despert ar económ ico data de 1830. Puede admitir se que el
de la vida tanto como en la univers alidad de su lucha. O más impuls o ele la burgue sía no se habría detenid o con un empe-
bien, esta opacida d adopta el rostro, el cuerpo y la voz de los rador más pacífico y que Francia no habría conserv ado ese
jefes que se ha dado; así el acontec imiento , aunque sea un 。ウー・」セッN@ BaョセNゥァオッ@ Régime n" que tanto llamab a la atenció n a
aparato colectivo, queda más o menos marcad o por los signos los viaJero s mgleses; en cuanto al movim iento liberal, si se
individ uales; las persona s se reflejan en él en la medida en hubiese produc ido, no se habría parecid o en nada al ele 1830,
que las condici ones de lucha y las estructu ras del grupo le han porque precisa mente le habría fa! tado la base económ ica.
permiti do personi ficarse. Lo que decimo s del acontec imiento Aparte ele eso, claro que la evoluci ón habría sido la misma.
es válido para la historia total de la colectiv idad; ella es la Sólo que "eso" que clesdeñosamente se deja en la categor ía del
que determ ina en cada caso y en cada nivel las relacion es del azar· es toda la vida ele los hombre s; Plekhan ov conside ra ele
individ uo con la socieda d, sus poderes y su eficacia . Y estamos una ?Tianera impávi da la terrible sangría de las guerras napo-
de acuerdo con Plekhan ov cuando dice que "los persona jes in- ャ・￳ュセ。ウL@ 」セ・@ l.a cual tanto tardó Francia en recuper arse, se
fluyentes pueden ... modific ar la fisonom ía particu lar ele los mantie ne mchfer ente en cuanto a la disminu ción del ritmo
acontec imiento s y algunas ele sus consecu encias parciale s, pero ele la vida económ ica y social que supone la vuelta de los Bar-
no pueden cambia r su orienta ción". Sólo que no es ésa la cues- bones, y tanto hizo sufrir al pueblo; desdeña el profun do
tión: se trata ele determ inar en qué nivel hay que colocar se para malesta r que a partir de 1815 provocó el conflict o ele la bur-
definir la realida d. "Admit amos que otro general hubiese to- guesía con el fanatism o religioso. De esos hombre s que vivie-
mado el poder y se hubiese mostrad o más pacífico que Napo- ron, sufriero n y lucharo n bajo la Restaur ación, y que para
león, entonce s no habría hecho que toda Europa se levanta se acabar derriba ron el trono, ningun o habría sido lo que fue
contra él, habría muerto en las Tullerí as y no en Santa Elena. o .no habría ・クセウエゥ、ッ@ ,si セ@ apoleón no hubiese dado su golpe
Y los Barbon es no habrían vuelto a Francia . Para ellos, evi- de Estado. ¿Que habna sido ele Hugo si su padre no hubiese
dentem ente, habría sido un resultad o opuesto al que se pro- sido general del Imperio ? ¿Y Musset? ¿Y Flaube rt, de quien
dujo efectiva mente. Pero en relació n con la vida interio r ele hemos dicho que interior izó el conflict o del escepticismo y de
Francia en su conjun to, se habría disting uido muy poco del la fe? Si después de eso se dice que los cambio s no pueden
resultad o real. Tras haber restable cido el orden y asegura do modific ar el desarro llo de las fuerzas product ivas y de las rela-
el domini o de la burgues ía, esta «buena espada» no habría ciones de produc ción a lo largo del siglo pasado, es un truismo .
tardado en pesarle . . . Habría empeza do entonce s un movi- Pero si ese desarro llo tiene que ser el t.'mico objeto de la his-
miento liberal. .. Tal vez Luis-Fe lipe habría subido al trono toria human a, entonce s, simplem ente, caemos en el "econom is-
en 1820 o 1825 ... Pero el término final del momen to revolu- mo" que queríam os evitar y el marxism o se convier te en un
cionari o nunca habría sido distinto ele lo que fue." Cito este tex- in humani smo.
to del viejo Plekhan ov, que me ha hecho reír siempre , porque Cierto es que cualesq uiera que sean los hombre s y los
no creo que los marxist as hayan progres ado mucho en esta acontec imiento s, aquí aparece n en el marco de la mreza, es
cuestión . N o cabe ningun a duela ele que el término final no decir, en una socieda d que es aún incapaz de liberars e de sus
habría sido otro que el que fue. Pero veamos las variabl es que necesid ades, es decir, de la natural eza, y que se define en
se elimina n: las sangrie ntas batallas napoleó nicas, la influen - consecu encia según sus técnicas y sus herram ientas; el desga-
cia ele la ideolog ía revoluc ionaria en Europa , la ocupac ión de rramien to de una colectiv idad aplasta da por sus necesid ades
Francia por los Aliados , la vuelta ele los terraten ientes y el y domina da por un mundo de produc ción suscita antagon is-
Terror blanco. Económ icamen te, hoy está ya estable cido que mos entre los individ uos que la compon en; las relacion es abs-
la Restaur ación fue un período ele regresió n para Francia : el
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tractas de las cosas entre sí, de la mercancía y del dinero, etc.,
dificultan y condicionan las relaciones directas de los hombres te, tenemos cierto conocimiento fragmentario de nuestro ob-
entre sí; así las herramientas, la circulación de las mercan- jeto: por ejemplo, ya conocemos la biografía de Robespierre
cías, etc., determinan el porvenir económico y social. Sin esos en tanto que determinación de la temporalidad, es decir, como
principios, no hay racionalidad histórica. Pero sin hombres sucesión de hechos bien establecidos. Estos hechos parecen con-
vivos no hay historia. El objeto de.l existencialismo -por la cretos porque los conocemos con 、・セ。ャL@ pero l:s. falta la
1·ealidad, porque aún no podemos umrlos al mov1m1ento to-
/
/
」。イセョゥ@ de los marxistas-:- es el h_ombre singular en el campo
talizador 1 • Esta objetividad no significante contiene en ella
sooal, en su clase en medw ele obJetos colectivos y de los otros
misma, sin que se la pueda captar, la época entera _en que
hombres singulares, es el individuo alienado, reificado, objeti-
apareció, de la misma manera que la época, reconstrmda por
vado, ta!, y como lo han hecho la división del traba jo y la
explotacwn, pero luchando contra la alienación por medio el historiador, contiene a esta objetividad. Es sabido que :1
marxismo· contemporáneo se detiene aquí: pretende descubnr
de instrumentos deformados y, a pesar de todo, ganando te-
el objeto en el proceso histórico y el proceso histórico _en el
rreno pacientemente. Porque la totalización dialéctica tiene
que contener los actos, las pasiones, el trabajo y la necesidad objeto. De hecho, sustituye a uno Y. otro por u_na sene de
tanto como las c2 tegorías económicas, y tiene que colocar a consideraciones abstractas アオセ@ se refieren mmediatai?ente. a
la vez al agente ó al acontecimiento en el conjunto histórico, los principios. El método existencialista, por el c.ontrano, YNャセᆳ
re mantenerse heudstico. No tendrá más remediO que el vai-
definiéndolo en relación con la orientación del porvenir y ele-
vén": determinaní progresivamente la biografía (por ejem-
terminando exactamente el sentido del presente en tanto que
plo) profundizando en la época, y la. época profundizando
tal. El método marxista es progresivo porque en Marx es el
en la biografía. Lejos ele integrar inmediatamente オョセ@ en otra,
resultado de largos análisis; hoy la progresión sintética es
las mantendrá separadas hasta que el desarrollo reoproco se
peligrosa: los marxistas perezosos se sirven de ella para cons-
haga por sí mismo y ponga un término provisional en la
tituir lo. real セ@ ーイゥセQᄋ[@ los ーッャ■エセ」ウL@ para probar que lo que búsqueda.
ha ocurndo as¡ tema que ocurnr, no pueden descubrir nada
Trataremos de determinar en la época el campo de los
con este método de pura exjJosfción. La prueba está en que
posibles, el de los instrumentos, etc. Si, por ejemplo, se trata
saben por adelantado lo que tienen que encontrar. Nuestro
método es heurístico, nos enseña de nuevo porque es regresivo 1 Saint-Just y Lebas, en cuanto llegaron a Estrasburgo, hicieron de·
y progresivo a la vez. Su primer cuidado, como el del marxista, tener al acusador ptlblico Schneider, "por sus excesos". El hecho est.á
es colocar al hombre en su marco. Pedimos a la historia gene- establecido. En sí mismo, no significa nada: ¿hay アオセ@ ver en él .la m.am-
festación de la austeridad republicana (de la イ・ャ。」Qセョ@ de イ・セQーッョ、。@
ral que nos restituya las estructuras de la sociedad contempo- 1 que según Robespierre, mantienen el Terror y la Vutud)? Ésta es la
ránea, sus conflictos, sus contradicciones profundas y el movi- opi1;ión de Ollivier. ¿Hay que considerarlo como オョセ@ de los セュオ・ᆳ
miento de conjunto que éstas determinan. Así hemos visto en 1 rosos ejemplos del centralismo autori.tario de la _reque.na. 「オイァ・ウQセ@ ・セ@
1 el poder y como un esfuerzo del Comité de s。セカ」Q￳ョ@ pubhca para hqm-
la partida un movimiento totalizante del momento considera-
do, pero, en relación con el objeto de nuestro estudio, este
conocimiento se mantiene abstracto. Empieza con la produc-
ción material de la vida inmediata y termina con la sociedad
l dar a las autoridades locales cuando han surgrdo del pueblo y expresan
demasiado decididamente el punto de vista de los "sans-culottes"? Es. la
interpretación de Daniel Guérin. Según se elija una. u otra conclusión
(es decir, uno u otro punto de vi_sta sobre la. r・カッャオョセ@ total), NセQ@ .hecho
civil, el Estado y la ideología. Ahora bien, en el interior de se transforma radicalmente, Schne1der se conv1erte en tuano .0 nurtn,. sus
"excesos" aparecer<ln como crímenes o como pretextos. As1 la n;ahdad
este movimiento nuestro objeto ya [igum y est<Í condicionado
por estos factores, en la medida misma en que los condiciona.
Así su acción está ya inscrita en la totalidad considerada, pero
!
1
vivida del objeto implica que. tenga toda. su Bーイ_ヲセQ、ゥ。[@
sea al mismo tiempo mantemdo en su lrreductlbihdad y que esté atra-
es dec1r, que

vesado por una mirada que vaya a buscar a través de él todas las estruc-
se mantiene para nosotros implícita y abstracta. Por otra par- turas que le lleven a él, y finalmente a la Revolución, como un procero
de to talización.

ll8
1 ll9
de descubrir el sentido ele la accwu histórica ele Robespierre, de los protestantes. En este dominio es capital no omitir un
determinaremo s (entre otras cosas) el sector ele los instrumen- hecho que los marxistas desdeñan sistemáticame nte: la 1·uptura
to:; intelectuales. Se trata de formas vacías; las que aparecen de las generaciones. De una generación a otra, en efecto, una
en las relaciones concretas de los contemporáne os son las prin- actitud, un esquema, pueden cerrarse, convertirse en objeto
cipales líneas de fuerza. Fuera ele actos precisos de ideación, histórico, ejemplo, idea cerrada que habrá que volver a abrir
de escritura o de designación verbal, la Idea de Naturaleza no o imitar del exterior. Habrá que saber cómo recibían la Idea
tiene ser m:tterial (y existencia aún menos) en el siglo xvm. de Naturaleza los contemporáne os de Robespierre (no habían
Sin embargo es real, porque cada individuo la tiene como otra contribuido a su formación, la habían tomado de Rousseau,
distinta de su acto preciso de lector o ele pensador, en la me- por ejemplo, que iba a morir muy pronto; tenía un cadcter
dida en que es también el pensamiento de miles de otros; así sagrado por el hecho mismo de la ruptura, de esa distancia en
el intelectual toma su pensamiento como suyo y como otro al la proximidad, etc.) . De todas formas, la acción y la vida del
mismo tiempo; piensa en la idea, m<Ís bien que la idea est<Í en Antiguo Régimen (la plutocracia es un régimen peor, que
su pensamiento, lo que significa que es la marca ele su perte- el hombre que tenemos que estudiar no puede reducirse a esos
nencia a un grupo determinado (puesto que se conocen sus significados abstractos, a esas actitudes impersonales). Él es, por
funciones, su ideología, etc.) e indefinido (puesto que el in- el contrario, quien les dará fuerza y vida por su manera de
dividuo nunca conocerá ni a todos los miembros ni siquiera proyectarse a través de ella. Conviene, pues, volver sobre nues-
el número total). Tal y como es, ese "colectivo", real y virtual tro objeto y estudiar sus declaraciones personales (por ejem-
a la vez -real en tanto que virtualidad-, representa un instru- plo, los discursos ele Robespierre) a través del enrejado de los
mento común; el individuo no puede evitar el particularizar- instrumentos colectivos. El sentido de nuestro estudio tiene
lo proyectándose a través de él hacia su propia objetivación. que ser aquí "diferencial", como diría Merleau-Ponty . En efec-
Resulta, pues, indispensable definir la filosofía viva -como to, la diferencia entre los "Comunes" y la idea o la actitud
insuperable horizonte- y dar su sentido auténtico a los esque- concreta de la persona estudiada, su enriqueCimien to, su tipo
de concretización , sus desviaciones, etc., son los que ante todo
mas ideológicos. También resulta indispensable estudiar las
tienen que iluminarnos sobre nuestro objeto. Esta diferencia
actitudes intelectuales de la época (las funciones, por ejemplo,
constituye su singularidad; en la medida en que el individuo
muchas de las cuales son también instrumentos comunes),
usa los "colectivos", lo hace (como todos los miembros de su
mostrando a la vez su sentido teórico inmediato y su eficacia
clase o de su medio) partiendo de una interpretación muy
profunda (cada idea virtual, cada actitud intelectual aparecen
general que permite ya llevar la regresión hasta las condicio-
como una empresa que se desarrolla sobre· un fondo de con-
nes materiales. Pero en la medida en que sus conductas recla-
flictos reales y que debe servir) . Pero no prejuzgaremos , como
man una interpretación diferencial, tendremos que formular
Lukacz y tantos otros, sobre esta eficacia; pediremos al estudio
unas hipótesis singulares en el marco abstracto de las signifi-
comprensivo de los esquemas y de las funciones que nos entre-
caciones universales. Hasta es posible que nos veamos llevados
guen su función real, a veces mültiple, contradictoria , equívo-
a negar el esquema convencional de interpretación y a poner
ca, sin olvidar que el origen histórico de la noción o de la
el objeto en un subgrupo hasta entonces ignorado: como hemos
actitud puede haberle conferido primero otra función que se
visto, es el caso de Sacie. Pero aún no estamos en esa situa-
mantiene en el interior de estas nuevas funciones como una
ción: lo que quiero indicar es que abordamos el estudio del
significación envejecida. Los autores burgueses han usado, por diferencial con una exigencia totalizadora. No consideramos
ejemplo, el "mito del Buen Salvaje", hicieron de él un arma estas variaciones como contingencias a nómicas *, como azares,
contra la nobleza, pero se simplificaría el sentido y la natu-
raleza de esta arma si se olvidase que fue inventada por la •. Anomia significa etimológicamente desorden o violación de la
contrarreform a y empleada primero contra el servo-arbitrio ley. Cf.: A. Lalande: Vocabulaire technique et critique de la Philosophie .

120 . 121
como aspectos insignif icantes ; por el contrar io, la singula ridad
de la conduc ta o de la concep ción es ante todo la realida d vuelve a encontr ar como una opacida d particu lar, como una
concret a como totaliza ción vivida, no es un rasgo del indivi- finitud, y al mismo tiempo como una levadur a de su pensa-
duo, es el individ uo total, tomado en su proceso de objetiv a- miento más abstrac to; pero recípro cament e, en el nivel de su
ción. Toda la burgue sía de 1790 se refiere a los princif1!0S vida inmedi ata, su pensam iento, contraíd o, implíci to, existe ya
cuando trata de constru ir un nuevo Estado y de darle una como el sentido de sus conduc tas. El modo de vida real de
constitu ción. Pero Robesp ierre está en esta época comple ta- Robesp ierre (frugal idad, econom ía, habitac ión modest a, inqui-
/ lino pequeñ o-burgu és y patriot a), su manera de vestir, su toca·
mente en la manera de referirs e a los princip ios. No conozco
ningún buen estudio del "pensa miento ele Robesp ierre"; es do persona l, su negativ a a tutear, su "incorr uptibili dad", sólo
una lástima : veríamo s que en él· lo univers al es concret o (es pueden dar su sentido total en cierta política que se inspire
abstrac to en los otros constitu yentes) y que se confun de con en determ inadas visiones teóricas (y que las condici onará a su
la idea de totalida d. La Revolu ción es una realida d en vías vez). El método heurísti co debe, pues, contem plar lo "diferen -
ele totaliza ción. Es falsa en cuanto se detiene , y hasta más pe- cial" (si se trata del estudio de una persona ) en la perspec tiva
ligrosa, si es parcial, que la aristocr acia, pero será verdad era ele la biograf ía 1 • Como se ve, se trata de un momen to analític o
cuando haya alcanza do su pleno desarro llo. Es una totalici ad y regresivo. Nada puede ser 、・ウ」オ「ゥイセッ@ si primero no llegamos
que se está haciend o que se tiene que realizar un día como tan lejos como nos sea posible en la singula ridad históric a del
totalida d ya hecha. Recurr ir a los princip ios es, pues, en él objeto. Creo necesar io mostra r el movimi ento regresiv o con
un esbozo de generac ión dialécti ca. Como él mismo elijo, nos un ejemplo particu lar.
equivoc aríamos con los instrum entos y las palabra s si creyése- Supong amos que quiera estudia r a Flaube rt, que en las
mos (como él cree) que deduce las consecu encias de los prin- literatu ras se present a como padre del realism o. Me entero de
cipios. Los princip ios señalan la direcció n de la totaliza ción. que dijo "Madam e Bovary soy yo". Descub ro que los m;ís su-
Eso es Robesp ierre pensante: una dialécti ca nacient e que se tiles contem poráneo s, y en primer lugar Baudel aire, tempera -
toma por una lógica aristoté lica. Pero no creemos que el pen- mento "femen ino", habían present ido esta identifi cación. Me
samien to sea una determ inación privileg iada. En el caso de un entero de que, durante su viaje a Oriente , el "padre del realis-
intC:Iectual o ele un orador político , lo abordam os en primer mo" soñaba con escribir la historia de una virgen mística , en
lugar porque en general es más fácilme nte accesible: está de- los Países Bajos, carcom ida por los sueños, y que hubiera sido
clarado con palabra s impresa s. La exigenc ia totaliza dora im- el símbolo de su propio culto del arte. En fin, remont; ínclome
plica por el contrar io que el individ uo se vuelva a encont rar en su biograf ía, habría descubi erto su clcpenclencia, su obe-
totalme nte entero en todas sus manifes tacione s. Lo que no signi- diencia , su "ser relativo ", en una palabra , todos los caracter es
fica en absolut o que no haya jerarqu ía establec ida en éstas. Lo que en la época se solían llamar "femen inos". l\fe entero por
que querem os decir es que -en cualqui er plano, en cualqu ier fin que más adelant e sus médico s le trataron de vieja soltero-
nivel que se le consid ere- el individu e) siempre está entero:
su compor tamient o vital, su condici onamie nto materia l se 1 Este estudio previo es indispens nble si se quiere juzgar el papel
desempe iiado por Robespie rre desde el 93 hasta Thermid or del
9·L No
El término fue utilizado por E. Durkhei m (De la divition du basta con mostrarl e llevado, empujad o por el mo1·imiento de
travail la Re-
social) para designar la ausencia del elemento no contractu al, es volución ; hay que saber también cómo se inscribe en ella. O,
decir, si se
de aquellas reglas que deben surgir espont;ín eamente de la división quiere, de qué Revoluci ón es el compend io, la condensa ción vh·a.
del Esta
trabajo y que posibilita n el contrato . Más generalm ente, Durkhei dialéctic a es la sola que permitir á compren der Thennid or. Desde
m (Le luego
suicide) entiende por .anomia la debilitac ión de los esquema s que no hay que contemp lar a Robespie rre como a cierto hombre
ウセ」ゥ。ャ・@
(natu-
que sirven de referenci a a las conducta s de hombres de una sooedad raleza, esencia cerrada) determin ado por ciertos acontecim ientos,
sino
. que hay que restablec er la dialéctic a abierta que va de las actitudes
Dicha debilitac ión provoca formas de conducta divergen tes de las
que a los acontecim ientos y viceversa, sin olvidar ninguno de los
prescribe esa sociedad. N dd T. factores
originale s.

122
123
[セN@ nerviosa , y que se sentía vagamen te halagado . No hay, sin hechos -recogidos por los contemp oráneos y verificad os por los
Q historiad ores. La obra plantea pregunt as a la カゥセ。@ .. p・イNセ@ hay
」ュ「[セNイァッL@ ninguna eluda de que no era invertid o en ningún oon de
der en qué sentido: la obra como obJetlva
gr.ulo 1. Se tratará, pues -sin dejar la obra, es decir, los signi- que compren
ficados literario s-, de pregunta rse por qué el autor (es decir, la persona es, en efecto, más complet a, más total que la vida.
aquí, la pura activida d sintética que engendr a a Madame Bo- Sin duda que se enraíza en ella, la aclara, pero su explicac ión
,·ary) pudo ュ・エ。ッイヲウセ@ en mujer, qué ウゥァョヲ」。￳セ@ posee total sólo la encuent ra en ella misma. Sin embargo , todavía
en sí misma la metamor fosis (lo que supone un estud10 feno- es demasia do pronto para que nos aparezca esta explicac ión.
menoléwico ele Emma Bovary en el libro) , quién es esta mujer La vida está aclarada por la obra como una realidad cuya de-
(de quien dice Bauclela ire que tiene la locura y la voluntad terminac ión total se encuent ra fuera de ella, y est;í. al mismo
de un hombre) , qué quiere decir, en medio del siglo XIX, la tiempo en las condicio nes que la produce n y en la creación
transform ación del macho en hembra p()r medio del arte (se artística que la termina y la complet a al exjJresm·la. Así la
estudiad el contexto "Madem oiselle de Maupin ", etc.) .y fi- obra -cuando se ha escudriñ ado en ella- se conviert e en hi-
nalment e qué debe ser Gustave Flauber t para que en el campo pótesis y método de investig ación para aclarar la biografí a:
ele sus posibles tuviese la posibilid ad de pintarse como mujer. interrog a y retiene episodio s concreto s como respuest as a sus
La contesta ción es indepen diente de toda biografía , ya que pregunta s 1 • Pero estas respuest as no satisface n: son insuficie n-
este problem a podría ser plantead o en términos kantiano s: tes y limitada s en la medida en que la objetiva ción en el arte
"¿En qué condicio nes es posible la feminiza ción de la expe- es irreduci ble a la objetiva ción en las conduct as cotidian as;
riencia?" . Para contesta r no tendrem os que olvidar nunca que hay un hiato entre la obra y la vida. Sin embargo , el hombre,
el estilo de un autor está ligado directam ente a una concep- con sus relacion es humana s, aclarado de esta manera, se nos
ción del mundo: la estructu ra de las frases, de los párrafos , el presenta a su vez como un conjunt o sintético de cuestion es. La
uso y el lugar del sustantiv o, del verbo, etc., la constitu ción obra ha revelado el narcisism o de Flauber t, su onanism o, su
ele los párrafos y las caracterí sticas del relato -para no citar idealism o, su soledad, su depende ncia, su pasivida d, su feminei-
m;ís que esas particul aridades - traducen unas presupos iciones dad. Pero estos caractere s son a su vez una serie de problem as
secretas que se pueden determi nar diferenc ialmente sin recu- para nosotros : nos hacen adivinar al mismo tiempo estructu ras
rrir todavía a la biografí a. Con todo, no llegarem os aún más sociales (Flaube rt es terraten iente, corta cupones de renta, et-
que a ver p1'0blemas. Verdad es que las intencio nes de sus con- cétera) y un drama único de la infancia . En una palabra,
temporá neos nos van a ayudar: Baudela ire ha afirmado la estas cuestion es regresiva s nos procura n un medio para inte-
identida d del sentido profund o de La tentació n de San Anto- rrogar a su ambient e familiar como realidad vivida y negada
nio, obra rabiosam ente "artista" ele la cual decía Bouilhe t: "es el gigante
1 No recuerdo que nadie se haya extrañado de que
una diarrea de perlas", y que trata con la mayor confusió n normando se proyectase en mujer en su obra. Pero tampoco recuerdo
grandes temas metafísic os de la época (el destino del hombre, que se haya estudiado la femineida d de Flaubert (su lado エイオ」ャ・ョセ@ .Y
la vida, la muerte, Dios, la religión, la nada, etc.) , y de Ma- gritón ha engañado ; pero sólo es una engañifa, y Flaubert lo repitió
dame Bovary, obra seca (aparent emente) y objetiva . ¿Quién, cien veces) . El orden, sin embargo, es visible: el escándalo lógico es
Madame Bovary, mujer masculina y hombre feminizad o, obra lírica y
pues, puede y tiene que ser Flauber t para objetiva rse en. su realista. Es un escándalo con sus contradicc iones propias, que tiene que
obra, a varios años de distancia , bajo la forma de un fraile atraer la atención sobre la vida de Flaubert y sobre su femineida d vivida.
místico y la de una mujer decidida y "un poco masculin a"? Habrá que verle en sus conductas , y en primer lugar en sus conductas
A partir de aquí hay que pasar a la biografía , es decir, a los sexuales; ahora bien, sus cartas a Louise Colet en primer lugar son con·
lluctas, cada una de ellas es un momento de la diplomaci a de Flaubert
1 Sus cartas a Louise Colet le revelan narcisista y onanista;
pero frente a esta poetisa invasora. En la correspon dencia no encontrare mos
se jacta de unas hazañas amorosas que tienen que ser ciertas, ya que se a iHadame Bovary en germen pero aclararem os íntegrame nte la corres·
dirige a la única per5ona que pudo ser testigo y juez. pendencia por Madame Bovary (y, naturalme nte, las otras obras).

124 125
por el niño Flaube rt, a través de una doble fuente de infor- "élite" de los. industr iales y de los terraten ientes; o las raíces
mación (testim onios objetiv os sobre la familia : caracte res de de esta pequeñ a burgue sía, su origen campes ino, etc., su rela-
clase, tipo familia r, aspecto individ ual; declara ciones rabiosa - ción con los nobles en decaden cia 1 • En este nivel vamos a en-
mente subjetiv as de Flaube rt sobre sus pariente s, su herman o, contrar la mayor contrad icción que vivió este niño a su ma-
su herman a, etc.). En este nivel, hay que poder remont arse nera: la oposici ón entre el espíritu de análisis burgué s y los
sin cesar hasta la obra y saber que contien e una verdad de la mitos sintétic os de la religión . Tambié n aquí se establec e un
biograf ía que ni siquier a la corresp ondenc ia (alterad a por su vaivén entre las singula res anécdo tas que ilustran estas contra-
autor) puede contene r. Pero hay que saber tambié n que la diccion es difusas (porqu e las reúnen en uno solo y las hacen
obra nunca revela los secretos de la biograf ía; puede ser, sim- estallar ) y la determ inación general de las condici ones de vida
plemen te, el esquem a o el hilo conduc tor que permita descu- que nos permite reconst ituir progres ivamen te (porque ya han
brirlos en la vida misma. En este nivel, al tocar la primer a sido estudia das) la existen cia materia l de los grupos conside-
infanci a como manera de vivir oscuram ente las condici ones rados. El conjun to de estas diligenc ias, la regresió n, y el vaivén
general es, hacemo s que aparezc a, como sentido de lo vivido, nos han revelad o lo que yo llamarí a la profun didad de lo
la pequeñ a burgues ía intelec tual formad a bajo el Imperi o y vivido. Un ensayis ta escribía hace unos días, creyend o refutar
su manera de vivir la evoluci ón de la socieda d frances a. Vol- al existen cialism o: "Lo profun do no es el hombre , sino el
vemos a pasar aquí a lo purame nte objetivo , es decir, a la mundo ". Tenía totalme nte razón y estamos de acuerdo con él
totaliza ción históric a: tenemo s que interrog ar a la historia sin reservas. Sólo hay que añadir que el mundo es human o,
misma, al vuelo compri mido del capitali smo familia r, a la que la profun didad del hombre es el mundo , luego que la
vuelta de los terraten ientes, a las contrad iccione s del régimen , profun didad la tiene el mundo por el hombre . La explora ción
a la miseria de un proleta riado aún insufici enteme nte desarro - de esta profun didad es un descenso ele lo concret o absolut o
llado. Pero estas interrog aciones son constitu yentes en el sen- (Iv!adame Bovm·y en manos de un lector contem poráne o de
tido en que los concept os kantian os se llaman "consti tutivos" : Flaube rt, sea Baudel aire, la empera triz o el procura dor) a su
porque permite n realizar síntesis concret as donde sólo tenía- más abstrac to condici onamie nto (es decir, a las condici ones
mos condici ones abstrac tas y general es: a partir de una infan- materia les, al conflic to de las fuerzas produc tivas y a las rela-
cia vivida oscuram ente, podemo s reconst ruir los verdade ros ciones de las fuerzas de produc ción en tanto que aparezc an
caracte res de las familia s pequeíi o-burgu esas. Compa ramos la estas condici ones en su univers alidad y que se den como vivi-
de Flaube rt con las de Bauclel aire (de un nivel social más das por todos lm miemb ros de un grupo indefin ido 2 , es decir,
"elevad o") , los Goncou rt (pequeñ o-burgu eses ennoble cidos a práctic amente , por su jetos abstmc tos) . Podemo s y debemo s en-
fines del siglo xvm por simple adquisi ción de una tierra "no- trever a través de Afadam e Bovm·y el movim iento ele la renta
ble") , Louis Bouilhe t, etc.; estudia mos con este propósi to las ele las tierras, la evoluci ón ele las clases ascende ntes, la lenta
relacion es reales entre los sabios y los profesio nales (el padre madura ción del proleta riado: todo está ahí. Pero las signifi-
ele Flaube rt) y los industr iales (el padre de su amigo Le Poit- cacione s más concret as resulta n radical mente irreduc ibles a las
tevin). En este sentido , el estudio de Flauber t niño, como
univers alidad vivida en la particu laridad , enrique ce el estudio 1 El padre de Flaubcrt , hijo de un veterinar io
(monárqu ico) de
general de la pequeíi a burgue sía de 1830. A través de las es- pueblo y "distingu ido" por la administ ración imperial , se 」。セ@
con una
muchach a emparen tada con la nobleza. Está relaciona do con ricos
tructura s que ordena n el grupo familia r singula r, nos enri- indus-
triales y compra tierras.
quecem os y concret amos los caracter es siempre demasi ado ge- 2 En realidad, en 1830 la pequeña burguesí a es
un grupo numé-
nerales de la clase conside rada, alcanzamos "colectivos" desco- ricament e definido (aunque evidente mente existan unos intermed
iarios
nocidos , como, por ejemplo , la comple ja relación de una pe- inclasific ables que la unen a los campesin os, a los burguese s, a los
terra-
tenientes ). Pero, metodoló gicamen te, este universal concreto siempre
queíi.a burgues ía de funcion arios y de intelect uales con la mantend rá indeterm inado porque las estadístic as son insuficie ntes.
se

126 127
significaciones más abstractas; en todas las capas, el "diferen-
cial" significante refleja, ・G_ーッイ」ゥセョ、ャ@ y 」ッョエセ。ケ←、ャL@ al minada para manifestarse de tal manera en el mundo; en una
liferencial de la capa supenor; Ilumma al dlferene1al de la clase palabra, es la significación singular -en el marco de la ideo-
セョヲ・イゥッ@ y sirve de rúbrica en la オョゥヲ」。セ￳@ ウゥョエ←セ。@ de nues- logía contemporánea- que da a la literatura como negación
tros conocimientos más abstractos. El vazven contnbuye a en- ele ウセ@ セッョ、ゥ」￳@ original y como sobción objetiva de sus con-
riquecer al objeto 」ッセ@ to?a la Nーイッセオョ、ゥ。@ de Qセ@ Histo,ria, y tradiCCIOnes. Para volver a encontrar el sentido ele este "arran-
determina en la totahzae1ón lustónca el lugar aun vaClo del que hacia ... ", nos ayudará el conocimiento de todas las capas
significantes que atravesó, que desciframos como huellas suyas
objeto.
En este nivel de nuestra búsqueda sólo hemos logrado y que le llevaron a la objetivación final. Contamos con la se-
descubrir una jerarquía de significaciones heterogéneas: Ma- rie: se trata, desde el condicionamiento material y social hasta
dame Bovary, la "femineidad" de Flaubert, la infancia en un la obra, de encontrar la tensión que va de la objetividad a
edificio del hospital, las contradicciones de la pequeña burgue- la ッ「ェセエゥャ。、LN@ ,de 、・ウ」オ「イ■セ@ Qセ@ ley de desarrollo que supera a
sía contemporánea, la evolución de la familia, de la propie- una, sigmhcaClon con la siglllente y que mantiene a ésta en
dad, etc.I Cada uno de ellos arroja luz sobre los otros, pero aquella. La verdad es que se trata de inventar un movimiento,
su irreductibilidad crea entre ellos una auténtica discontinui- de volverlo a crear; pero la hipótesis es inmediatamente veri-
dad; cada uno sirve de marco al precedente, pero la signifi- ficable: sólo puede ser válido el que realice en un movimiento
cación envuelta es más rica que la significación envolvente. creador la unidad transversal de todas las estructuras hetero-
En una palabra, sólo tenemos las huellas de un movimiento géneas.
dialéctico, pero no el movimiento mismo. Sin embargo, el proyecto corre el riesgo de quedar desvia-
Entonces y sólo entonces tenemos que usar el método pro- do -como el de Sade- por los instrumentos colectivos, y así
gresivo: se trata de encontrar el movimiento de enriquecimien- la objetivación terminal tal vez no corresponda exactamente a
to totalizador que engendra a cada momento a par.tir del セᆳ la elección original. Convendría volver a tomar el anMisis re-
mento anterior, el impulso que parte de las oscundades VIVI- . gresivo, estrechándolo más, estudiar el campo instrumental
das para llegar a la objetivación final, en una palabra, el para determinar las posibles desviaciones, utilizar nuestros co-
j;royecto por medio del cual Flaubert, para escapar de la pe- nocimientos generales sobre las técnicas contemporáneas del
queña burguesía, se lanzará, a través de diversos campos de Saber, volver a ver el desarrollo de la vida para examinar la
posibles, hacia la objetivación alienada de sí mismo, y se cons- evolución de las elecciones y de las acciones, su coherencia o
tituirá ineludible e indisolublemente como autor de Madame su incoherencia aparente. San Antonio expresa a Flaubert en-
Bovary y como el pequeño burgués que se negaba a ser. Este tero con toda la pureza y con todas las contradicciones ele su
proyecto tiene un sentido, no es la simple negatividad, la fuga; proyecto original: pero San Antonio es un fracaso; Bouillet y
a través del hombre está apuntando a la producción de sí Maxime du Camp lo condenan sin recurso; le imponen que
mismo en el mundo como cierta totalidad objetiva. Lo que "cuente una historia". Ahí está la desviación: Flaubert cuenta
caracteriza a Flaubert no es la pura y simple elección abstracta una anécd<?ta, pero hace que todo esté en ella: .el cielo y el
de escribir, sino la elección de escribir de una manera cleter- infierno, él mismo, San Antonio, etc. La obra monstruosa y
espléndida que resulta de ello, y en la que se objetiva y se
1 La fortuna de Flaubert consiste exclusivamente en bienes inmue-
bles; este rentista de nacimiento quedará arruinado por la ゥョ、オウエイセZ@ aliena es 1\!Iadame Bovary. Así la vuelta a la biografía nos
al final de su vida, venderá sus tierras para salvar a su yerno (comerciO muestra los hiatos, las fisuras y los accidentes al mismo tiem-
exterior, relaciones con la industria escandinava) . Entre tanto le veremos po que nos confirma la hipótesis (del proyecto original)
quejarse porque las rentas de sus tierras muchas veces resultan inferiores al revelar la curva de la vida y su continuidad. Definiremos el
a ,las que le produciría el mismo capital si su padre lo hubiese invertido
en la industria.
método de acercamiento existencialista como un método re-
gresivo-progresivo y analítico-sintético; al mismo tiempo es un
128
129
vanren enriquecedor entre el objeto (que contiene a toda la momento es capital. Es, sencillamente, el de la alienación.
época como significaciones jerarquizadas) y la época (que A causa del éxito que tiene en su época, Flaubert ve cómo
contiene al objeto en su totalización) ; en efecto, cuando se ha le roban la obra, no la reconoce, le resulta extraña; de pronto
vuelto a encontrar el objeto en su profundidad y en su singu- pierde su propia existencia objetiva. Pero al mismo tiempo
laridad, en lugar de mantenerse exterior a la totalización (co- su obra alumbra a su época con una nueva luz; permite que
mo hasta entonces estaba, cosa que los marxistas toman por se haga una nueva pregunta a la Historia: ¿cuál podía ser,
su integración en la historia) , entra inmediatamente en con- pues, esta época para que reclamase ese libro y para que
tradicción con ella; en una palabra, la simple yuxtaposición encontrara en él, erróneamente, su propia imagen? Estamos
inerte de la época y del objeto deja lugar bruscamente a un aquí en el verdadero momento de la acción histórica o de lo
conflicto vivo. Si se ha definido a Flaubert, perezosamente, que llamaría con gusto el malentendido. Pero no es el mo-
como realista, y si se ha decidido que el realismo le convenía mento de desarrollar esta cuestión. Para concluir, baste con
al público del Segundo Imperio (lo que permitirá que se decir que el hombre y su tiempo quedadn integrados en la
haga una teoría brillante y perfectamente falsa sobre la evo- totalización dialéctica cuando hayamos mostrado cómo supera
lución del realismo entre 1857 y 1957), no se podr;í com- la historia esta contradicción.
prender ni este extraño monstruo que es j\1.adame- Bovary, ni 3. El hombre se define, pues, por su proyecto. Este ser
al autor, ni al público. Es decir, que estaremos jugando con material supera perpetuamente la condición que se le hace;
sombras una vez 1mís. Pero si se toma el trabajo -en un estu- descubre y determina su situación trascendiéndola para ob-
dio que sería largo y difícil- de mostrar en esta novela la jetivarse, por el traba jo, la acción o el gesto. El proyecto no
objetivación de lo subjetivo y su alienación, esto es, si se debe confundirse con la voluntad, que es una entidad abs-
toma en el sentido concreto que aún conserva en el momento tracta, aunque pueda estar revestido por una forma volun-
en que escapa a su autor y al mismo tiempo, desde fuera, taria en ciertas circunstancias. Esta relación inmediata con el
como un objeto que se deja desarrollar en libertad, entra Otro distinto de uno mismo, más allá de los elementos dados
bruscamente en oposición con la realidad objetiva que ten- y constituidos, esta perpetua producción de sí mismo por el
drá para la opinión, para los magistrados, para los escritores trabajo y la jJraxis, es nuestra propia estructura; no es ni
contemporáneos. Éste es el momento de volver a la época y una necesidad ni una pasión, ni tampoco una voluntad, sino
de hacernos, por ejemplo, una pregunta muy simple: ¿había que nuestras necesidades, o nuestras pasiones, o el m;ís abs-
entonces una escuela realista? Sus representantes eran Cour- tracto de nuestros pensamientos participan de esta estructura:
bet en pintura y Duranty en literatura. Duranty había ex- siempre están fuera de ellos mismos hacia . .. Esto es lo que
puesto su doctrina con frecuencia y había redactado unos llamamos existencia, no entendiendo por ello una sustancia
manifiestos; Flaubert odiaba el realismo, y lo repitió durante estable que descansa en sí misma, sino un perpetuo desequi-
toda su vida; sólo le gustaba la pureza absoluta del arte. ¿Por librio, un arrancamiento a sí de todo el cuerpo. Como este
qué decidió de golpe el pú?lico que el. realista ・イセ@ Flaubert, impulso hacia la objetivación toma diversas formas según los
y por qué le gustó ese realzsmo, es dec1r, esta 。、ョオイセャ「・@ con- individuos, como nos proyecta a través de un campo de posi-
fesión engañosa, este lirismo disimulado, esta metafísica sobre- bilidades, algunas de las cuales realizamos, excluyendo a otras,
entendida?; ¿por qué apreció como un car<kter admirable de también lo llamamos elección o libertad. Pero mucho se equi-
mujer (o como una despiadada descripción .de la mujer) lo vocarían si nos acusasen de introducir aquí lo irracional, de
que en el fondo sólo era un pobre ャセッュ「イ・@ 、Qウセイ。コッ_@ Enton- inventar un "comienzo primero" sin unión con el mundo o
ces hay que preguntarse qué especze 、セ@ イ・。ャコセュッ@ reclamaba de dar al hombre una libertad-fetiche. Este reproche no po-
ese público, o, si se prefiere, qué espeCie de hteratura recla- dría provenir, en efecto, sino de una filosofía mecanicista: los
maba con este nombre y por qué la reclamaba. Este último que nos lo dirigiesen querrían reducir la jJraxis, la creaCión,

130 131
que llamamos libertad es la irreductibilida d del orden cultu-
ral al orden natural.
· .encw1 · · 1 de re¡)roducir el dato elemental ·
de nuestra
1 f.
vida, Para alcanzar el sentido de una conducta humana, hay
l a un
· . ·j'•{¡'ca 1• la ob¡·a el acto, la actttuc,
' ' .
1 por os actores
.• _. que disponer de lo que los psiquiatras y los historiadores
qucrnan ex'
1 ondicionen; su deseo de exphcacwn1 escondetta la alemanes han llamado "comprensiém ". Pero no se trata en
que os C . . . 1 . d l
. 1 t·Hl de asumlar lo compleJO a o sunp e, e negar a este caso ni ele un don particular ni ele una facultad especial
\o llll ' d d . 1 b' l
cspecilicidad de las ・ウエイオ」セᄋ。@ y e re オッセᄋ@ セ@ cam. 10. @ セ . a de intuición; este conocimiento es sencillamente el movimien-
'd, · ¡- d
1 en 1ll , 1 •
E's recaer en el mvel del
. ,
determuusmo
. .
oentthos- . to dialéctico que explica el acto por su significación termi-
la. Por el contrario, el método dtalectlco se n1ega a _Z・」ャエセコイ[@ nal a partir de sus condiciones de partida. e Es originalmente
hace el camino inverso: supera conservando; pero. los termmos progresivo. Comprendo los gestos de un compaí'íero que se
de la realidad superada no pueden dar cuenta m de la supe- dirige hacia la ventana partiendo de la situación material
ración en sí ni de la síntesis ulterior; por el contrario, es ésta en que los dos nos encontramos: por ejemplo, es que hace
la que las ilumina y permite comprenclerla_s. Para nosotro.s demasiado calor. Va a "darnos aire". Esta acción no está ins-
la contradicción de base sólo es uno de los factores que deli- crita en la temperatura, no está "puesta en movimiento" por
mitan y estructuran el campo de .los ーッウセ「ャ・[@ si se ャセウ@ quiere el calor como si fuese un simple estímulo que provoca reac-
explicar con detalle, revelar su smgulandad (es deor, el 。セᆳ ciones en cadena: se trata ele una conducta sintética que uni-
pecto singular con que se presenta en este caso la generali- fica ante mis ojos el campo práctico en que estamos uno y
dad) y comprender. cómo han sido vividas, . a lo que, por el otro al unificarse ella misma; los movimientos son nuevos, se
contrario hay que mterrogar es a la elecoón. Lo que nos adaptan a la situación, a los obstáculos particulares; es que
revela el secreto del condicionamie nto del individuo es su los montajes aprendidos son esquemas motores abstractos e
obra o su acto. Flaubert, con su elección de escribir, nos eles- insuficientem ente determinados, se determinan en la unidad
cubre el sentido de su miedo infantil a la muerte; y no la de la empresa: hay que separar esta mesa; después la ventana
inversa. El marxismo contemporáne o, por haber desconocido tiene hojas, es de guillotina, es corrediza, o tal vez -si esta-
estos principios, se ha impedido comprender las significacio- mos en el extranjera- de una especie que aím no conocemos.
nes y los valores. Porque tan 。「ウGAイセッ@ es .reducir la signif.ica- De todas formas, para superar la sucesión ele gestos y perci-
ción ele un objeto a la pura matenahdad merte de este objeto bir la unidad que se dan, es necesario que yo mismo sienta
como querer deducir el derecho del hecho. El sentido ele オョセ@ la atmósfera recalentada, necesidad ele frescor, necesidad ele
conducta y su valor sólo se pueden aprehender en perspecti- aire, es decir, que yo mismo sea esa superación vivida de
va con el movimiento que realizan los posibles al mostrar nuestra situación material. Las puertas y las ventanas nunca
lo dado. han llegado a ser del todo realidades pasivas en la habita-
El hombre, para sí mismo y para los demás, es un ser ción: el trabajo ele los otros les ha conferido un sentido, las
significante, ya que nunca se puede comprender. ni el t?enor ha vuelto instrumentos, posibilidades para otro (cualquie-
de sus gestos sin superar el presente puro y sm explicarlo ra) . Lo que significa que ya las compYendo como estructuras
con el porvenir. Además es un creador de signos en la medida instrumentale s y como productos ele una actividad dirigida.
en que utiliza -siempre por delante de él mismo- ciertos Pero el movimiento de mi compañero hace explícitas las in-
objetos para designar a otros objetos ausentes o futuros. Pero dicaciones y las designaciones cristalizadas en esos productos;
tanto una operación como la otra se reducen a la simple y su comportamien to me revela el campo práctico como un
pura superación: es lo mismo superar las condiciones presen- "espacio hoclológico" GセL@ e inversamente, las indicaciones con-
tes hacia su cambio ulterior que superar el objeto presente • Se aplica al espacio considerado como camino de una acción y
hacia una ausencia. El hombre construye signos porque es como sede de las propiedades que la determinan (Lewin) . N. del T.
significante en su realidad y es significante porque es supe-
ración dialéctica de todo lo que está simplemente dado. Lo 133

132
tenidas en los utensilios se convierte ñ en el sentido cristaliza· trario, porque aún no se había abierto. La habitació n cerrada
' do que me permite comprend er la empresa. Su conducta
y calurosa revela un acto que no ha sido hecho (y que estaba
unifica a la pieza y la pieza define su conducta.
indicado como posibilida d permanen te por el trabajo colo-
De tal manera se trata de una superació n enriquece dora cado en los utensilios presentes ). Pero esta ausencia, esta obje-
para nosou·os dos, que esta conducta, en lugar de iluminars e
tivación del no-ser no encontrar á una consistenc ia auténtica
primero por la situación material, me la puede revelar: ab- salvo si sirve de revelador a una empresa positiva: a través del
sorto en un trabajo hecho en colaborac ión, en una discusión , acto factible y que no está hecho, este testigo descubrir á la
había sentido algo así. como un confuso e innomina do males· pasión que hemos puesto en nuestra discusión. Y si, riéndose,
tar; veo a la vez en el gesto de mi compañer o su intención nos llama "ratas de biblioteca ", encontrar á unas significacio-
práctica y el sentido de mi malestar. El sentido de la com- nes aún más generales de nuestra conducta y nos aclarará en
prensión es simultáne amente progresivo (hacia el resultado nuestra profundid ad. Como somos hombres y vivimos en el
objetivo) y regresivo (me elevo hacia la condición original). mundo de los hombres, del trabajo y de los conflictos , todos
Por lo demás, lo .que definirá el calor como in tolerable es el los objetos que nos rodean son signos. Indican por sí mismos
acto mismo: si no levantamo s el dedo es que la temperatu ra su modo de empleo y apenas tapan el proyecto real de los
se puede soportar. La unidad rica y compleja de la empresa que les han hecho tales pam nosotros y que se dirigen a nos-
nace así de la condición más pobre y se vuelve sobre ella para otros a través de ellos; pero su particular disposició n en tal o
iluminarl a. Por lo dem<ís, mi compañer o se revela por su cual circunstan cia nos vuelve a trazar una acción singular, un
comporta miento, aunque en otra dimensión : si se ha levanta- proyecto, un acontecim iento. El cine ha usado tanto este pro-
do tranquilam ente, antes de empezar el trabajo o la discusión, cedimient o que se ha convertid o en algo rutinario: muestran
para entreabri r la ventana, este gesto lleva a unos objetivos una cena que empieza y después cortan; unas horas después,
más generales (voluntad de mostrarse metódico, de cumplir unos vasos caídos, unas botellas vacías y unas colillas tiradas
con la función de un hombre ordenado, o amor auténtico por por el suelo de la habitació n vacía bastan para indicar que
el orden); parecerá diferente si se levanta de repente para los comensale s están borrachos . Así las significac iones ーイッカゥ・セ@
abrir la ventana de par en par, como si se estuviese ahogando . nen del hombre y de su proyecto, pero se inscriben en todas
Y para que pueda comprend er esto es necesario que mis pro- partes en las cosas y en el orden de las cosas. En todo mo-
pias conductas me informen en su movimien to proyectiv o so- mento todo es siempre significan te y las significac iones nos
bre mi profundid ad, es decir, sobre mis objetivos más vastos revelan a hombres y relaciones entre los hombres a través de
y sobre las condicion es que correspon den a la elección de esos las estructura s de nuestra sociedad. Pero esas significac iones
objetivos. Así la comp1·ens ión no es otra cosa que mi vida real, sólo se nos aparecen en cuanto somos significan tes nosotros
es decir, el movimien to totalizado r que recoge a mi prójimo, mismos. Nuestra comprens ión del Otro no es nunca contem-
a mí mismo y a cuanto nos rodea en la unidad sintética de plativa: lo que nos une a él es un momento de nuestra pra-
una objetivaci ón que se está haciendo. xis, una manera de vivir, en lucha o en convivenc ia, la rela-
La comprens ión puede ser totalment e regresiva precisa- ción concreta y humana.
mente porque somos fJrO·)'ecto. Si ninguno de los dos tuvimos Entre estas significac iones, las hay que nos llevan a una
concienci a de la temperatu ra, un tercero, al entrar, segura- situación vivida, a una conducta, a un suceso colectivo: si se
mente dirá: "Les absorbe de tal manera la discusión que se quiere, sería éste el caso de esos vasos rotos que se encargan
están ahogando ". Al entrar en la habitación esta persona vive de contarnos en la pantalla la historia de una noche de orgía.
el calor como una necesidad , como una voluntad de ventilar, Otras son simples indicacion es: una flecha en una pared, en
de refrescar; en el acto la ventana cerrada ha tenido un signi- un pasillo del subterdn eo. Otras se refieren a "colectivo s".
ficado para ella: no porque se fuera a abrir, sino, por el con- Otras son símbolos: la realidad significad a está presente en

134 135
ellas, como la nacrun en la bandera. Otras .son declaraciones fundonaric;:> el capitalista" t, los fines manifiestos pueden es-
de instrumentalidad; objetos que se proponen a mí como me- conder la necesidad profunda de una evolución o de un meca-
dios -un paso para peatones, un refugio, etc. Otras, que nismo montado. Pero incluso entonces el fin como significa-
se aprehenden sobre todo -aunque no siempre- a través de ción del proyecto vivido de un hombre o un grupo de hom-
las conductas visibles y actuales de los hombres reales, son bres se mantiene real, en la misma medida en que, como dice
scncillamen te fines. Hegel, la apariencia como tal apariencia posee una realidad;
Hay que rechazar decididamente el pretendido "positivis- convendrá, pues, tanto en este caso como en los precedentes,
mo" que impregna al marxista de hoy y que le lleva a negar la que se determine su función y su eficacia práctica. Mostraré
existencia de estas últimas significaciones. El supremo engaño más lejos cómo la estabilización de los precios en un mercado
del positivismo es que pretende abordar la experiencia social abierto a la competencia reifica la relación del vendedor y del
sin a priori cuando desde un principio ha decidido negar una comprador. Como la suerte está echada, las buenas maneras,
de sus estructuras fundamentales y reemplazarla por su con- las dudas, los regateos, son cosas ya sin interés, rechazadas; y
o·ario. Era legitimo que las ciencias de la naturaleza se librasen sin embargo, cada uno de estos gestos está vivido por su autor
del antropomorfismo que consiste en atribuir propiedades hu- como un acto; no hay duda de que esta actividad cae en el
manas a los objetos inanimados. Pero es perfectamente absur- dominio de la pura representación. Pero la posibilidad per-
do introducir por analogía el desprecio del antropomorfismo manente ele que un fin sea transformado en ilusión, caracte-
en la antropología: ¿Qué puede hacerse de más exacto, de más riza al campo social y a los modos de alienación; no le quita
riguroso, cuando se estudia al hombre, que reconocerle pTo- al fin la estructura irreductible. Mejor aún, las nociones de
piedades humanas? La simple inspección del campo social hu- alienación y de engaño precisamente sólo tienen sentido en la
biera debido hacernos descubrir que la relación con los fines medida en que roban los fines y los descalifican. Hay, pues,
es una estructura permanente de las empresas humanas, y que dos concepciones que hay que cuidarse de confundir: la pri-
los hombres reales aprecian las acciones, las instituciones o los mera, de numerosos sociólogos norteamericanos y de ciertos
establecimientos económicos según esta Telación. Hubiera de- marxistas franceses, reemplaza tontamente a los datos de la
bido verificarse entonces que nuestra comprensión del otro se experiencia por un causalismo abstracto o por ciertas formas
hace necesariamente por los fines. El que mira ele lejos a un metafísicas o por conceptos como los de motivación, actitud o
hombre trabajando y que dice: "No comprendo lo que hace", rol que sólo tienen sentido junto con una finalidad; la segun-
será iluminado cuando pueda unificar los momentos separa- da reconoce la existencia de los fines ahí donde se encuentran
dos de esta actividad gracias a la previsión del resultado que y se limita a declarar que algunos ele ellos pueden ser neutra-
se quiere obtener. Aún mejor: para luchar, para frustrar al lizados en el seno del proceso ele totalización histórica 2 • Es la
adversario, hay que disponer a la vez de varios sistemas ele fi-
nes. A una finta se le dad su verdadera finalidad (que es, 1 MARX, Das Kapital, 111, t. 1, pág. 293.
por ejemplo, obligar al boxeador a que suba la guardia) si se 2 La contradicción que existe entre la realidad de un fin y su
descubre y rechaza a la vez la finalidad pretendida (lanzar inexistencia objetiva aparece todos los días. Para citar sólo el ejemplo
un directo ele izquierda al arco superciliar) . Los dobles, tri- cotidiano de un combate singular, el boxeador que, engañado por la
finta, levanta la guardia para protegerse los ojos persigue realmente
ples sistemas de fines que utilizan los otros, condicionan tan un fin; pero para el adversario, que le quiere golpear en el estómago,
rigurosamente nuestra actividad como nuestros fines propios; es decir, en sí u objetivamente, este fin se convierte en el media de poder
un positivista que conserve en la vida pr<Íctica su daltonismo dar su. puñetazo. Al hacerse sujeto, el boxeador torpe se realiza como
teleológico no podrá vivir mucho tiempo. Verdad es que en objeto. Su fin se convierte en cómplice del adversario. Es fin y medio
una sociedad que esté toda alienada, en la que "el capital a la vez. Se ved en la Critica de la razón dialéctica cómo "la atomiza-
ción de las multitudes" y de la recurrencia contribuyen a volver los fines
aparezca cada vez más como una potencia social ele la cual es contra aquellas que los presentan.

136 137
posición del marxismo real y del existencialismo. El movimien- dente y ele contenido al siguiente. El fin se enriquece a lo
to dialéctico que va del condicionamiento objetivo a la obje· largo ele la empresa, desarrolla y supera sus contradicciones
tivación permite, en efecto, que se comprenda que los fines con la empresa misma; cuando la objetivación est<Í terminada,
de l>a actividad humana no son entidades misteriosas y añadi- la riqueza concreta del objeto procluciclo supera infinitamente
das al acto mismo; representan simplemente la superación y a la del fin (tomado como jerarquía unitaria ele los sentidos)
la conservación de lo dado en un acto que va del presente al en cualquier momento del pasado que se considere. Pero es
porvenir; el fin es la objetivación misma, en tanto que consti- que, precisamente, el objeto ya no es un fin; es el producto
tuye la ley dialéctica de una conducta humana y la unidad de "en persona" de un traba jo, y existe en el mundo, lo que
sus contradicciones interiores. Y la presencia del porvenir en implica una infinidad ele nuevas relaciones (ele sus elementos
el seno del presente no sorprenderá si quiere considerarse que entre sí en un nuevo medio ele la objetividad -ele él mismo
el fin se enriquece al mismo tiempo que la acción; supera a con los otros objetos culturales- ele él mismo como producto
esta acción en tanto que hace de ella la unidad, pero el con- cultural con los hombres). Tal como es, sin embargo, en su
tenido ele esta unidad nunca es más concreto ni más explícito realiclacl ele producto objetivo, remite necesariamente a una
ele lo que es en el mismo instante la empresa unificada. De operación transcurrida, terminada, ele la cual ha sido el fin.
diciembre ele 1851 al 30 ele abril ele 1856, Madame Bovary for- Y si no regresásemos perpetuamente (aunque vaga y abstracta-
maba la unidad real ele todas las acciones ele Flaubert. Pero mente), durante la lectura, hasta los deseos y los fines, hasta
esto no sig;nifica que la obra precisa y concreta, con todos la empresa total ele Flaubert, fetzchi:aríamos ese. libro (cosa
sus capítulos y todas sus frases, figurase en 1851, aunque fuera que por lo demás ocurre con frecuenoa) , de la misma manera
como una enorme ausencia, en el corazón ele la vida del es- que una mercadería, al considerarla 」ッセN@ una cosa que ィ。セャ@
critor. El fin se transforma, pasa ele lo abstracto a lo concreto, y no como la realidad ele un hombre obJetivada por su trabaJO.
ele lo global a lo cletallaclo; es, en cada momento, la unidad De todas formas, para la regresión comprensiva del lector, el
actual ele la operación, o si se prefiere, la unificación en acto orden es inverso: lo concreto totalizador es el libro; la vida y
ele los medios: siempre del otro lado del p1·esente, en el fondo la empresa, como pasado muerto que se aleja, s: escalonan e.n
sólo es el fJ?·esente mismo visto desde su otro lado. Sin embar- series ele significaciones que van ele las más ncas a las mas
go en las estructuras con tiene relaciones con un porvenir más pobres, de las más concretas a las más abstractas, de ャ[セウ@ más
alejado: el objetivo inmediato ele Flaubert, que es terminar singulares a las más generales, y que a su vez nos env1an ele
ese párrafo, se ilumina a sí mismo con el objetivo lejano que lo subjetivo a lo objetivo.
resume toda la operación: producir ese libro. Pero el resulta-
Si nos· negamos a ver el movimiento ?ialécti.co original. ・セQ@
do que se quiere alcanzar resulta más abstracto cuanto más el inclivicluo y en su empresa ele procluor su VIda, ele ohJeti-
es totalización. Flaubert escribe primero a sus amigos: "Que- varse, habrá que renunciar a la dialéctica o hacer ele ella la
rría escribir un libro que fuese ... así ... o asá ... ". Las frases
ley inmanente de la Historia. Se han visto esos. dos extremos:
oscuras que entonces usa tienen desde luego más sentido para a veces, en Engels, la dialéctica explota, los hombres 」AQッセョ@
el autor que para nosotros, pero no clan ni la estructura ni como moléculas físicas, la resultan te de todas estas ag1 taoo-
el contenido real ele la obra. Sin embargo, no dejarán ele ser- nes contrarias es un pmmedio; pero a un resultado medio no
vir ele marco a todas las búsquedas posteriores, al plan, a la se puede convertir por sí solo en aparato o en proceso, se re-
elección ele los personajes: "El libro que tenía que ser ... esto gistra pasivamente, no se impone, mientras que el capital セᄋ」ッᆳ
y aquello" es también Madame Bovary. En el caso ele un es- mo potencia social alienada, autónomq, en tanto que obJe.to
critor, el fin inmediato ele su trabajo presente sólo se ilumina y en tanto que potencia del capitalismo, se opone. a la socie-
en relación con una jerarquía ele significaciones (es decir, ele dad por interposición de este objeto" (Das k。ーコエセャL@ t. jiセL@
fines) futuros, cada uno de los cuales sirve ele marco al prece- p<ig. 293) ; para evitar el resultado medio y el fet1clmmo stah-
138 139
nista de las estadística s, algunos marxistas no-comun istas han
preferido disoh·er al hombre concreto en los objetos sintéticos , cuencia セッエイ。@ .e.llos- fines que ya no son de nadie, pero que,
estudiar las contradic ciones y los movimien tos de los colectivos como o?JetiVao on alienaclor a de fines realmente perseguid os,
en tanto que tales: nada han ganado con ello, la finalidad se se 」ッョカゥ・セエ@ en la unidad objetiva y totalizado ra de los obje-
refugia en los conceptos que toman o que forjan, la burocra- tos 」セャ・エコカッウN@ El proceso del capital no tiene este rigor y esta
cia se convierte en persona, con sus empresas, sus proyectos , necesidad sal":o con una perspectiv a que hace de él, no una
etcétera, atacó a la democrac ia húngara (otra persona) por- estru.ctur a sooal. o .un régimen, sino un ajJarato material cuyo
que no podía tolerar ... y con la intención ele ... etc. Se esca- des.p1adado セ_vャュゥ・ョエッ@ es el reverso de una infinidad de supe-
pa al determini smo cientificis ta para caer en el más absoluto mczones オョセィ」。、ッイウN@ Convendr ú, pues, volver a considera r,
idealismo . en una ウッ・セ。、@ dada, los fines vivos que correspon den al
La verdad es que el texto ele Marx muestra que había ・ウヲオセMコッ@ _rropw .ele una persona, de un grupo o de una clase y
comprend ido la cuestión admirable mente:" el capital, dice, se las hnahdade s Impersona les, subprodu ctos de nuestra activi-
opone a la sociedad. Y sin embargo es una potencia social. La dad gue ・クエイセョ@ de ella su unidad y que acaban por ser lo
con エイ\セ」ャ@ icción se explica por el hecho ele que ha devenido ob- esenoal, por Imponer sus marcos y sus leyes a todas nuestras
jeto. Pero este objeto que no es "promedi o social" sino, por empresas 1 • El campo social está lleno de actos sin autor, de
el contrario, "realidad antisocial ", no se mantiene como tal construcc iones sin constructo r; si redescubr imos en el hombre
sino en la medida en que está sostenido y dirigido por la po- su verdadera humanida d, es decir, el poder de hacer la l-Iisto-
tencia real y activa del capitalista (el cual, a su vez, está total- ria persiguie ndo sus propios fines, entonces, en período de
mente poseído por la objetivaci ón alienada ele su propio poder, alienación , veremos que lo inhumano se presenta con aspecto
porque este poder es el objeto ele otras superacio nes por otros ele humano, y que los "colectivo s", perspectiv as ele fuga a tra-
セ。ーAエャゥウIN@ eウエ。セ@ relaci5mes son molecular es porque sólo hay vés ele los hombres, retienen en sí la finalidad que caracteriz a
mdividuo s y relacwnes smgulares entre ellas (oposició n, alian- a las relaciones humanas.
za, dependen cia, etc.) ; pero no son mecánica s porque en nin- Esto no significa, desde luego, que todo sea finalidad per-
gzín caso se trata ele choques de simples inercias. En la unidad sonal o imperson al. Las condicion es materiale s imponen su
セゥウュ。@ ele su propia empresa, cada una supera a la otra y la necesidad ele hecho: el hecho es que no hay carbón en Italia;
mcorpora a título ele medio (y viceversa) , cada pareja ele rela- toda la evolución industrial de este país en los siglos XIX y
ciones unificado ras está a su vez superada por la empresa de xx depende de este elato irreductib le. Pero, como Marx ha
un tercero. Así se constituy en en cada nivel jerarquía s de fines insistido con frecuencia , los elatos geográficos (u otros) sólo
envolvent es y envueltos , los primeros ele los cuales roban la
significac ión ele los ül timos, y los ültimos de los cuales tratan 1 La Peste negra hizo que se elevaran los salarios agrícolas en In-
de hacer que estallen los primeros. Cada vez que la empresa glaterra. Obtuvo, pues, lo que sólo podía obtener una acción concertada
de un hombre o de un grupo ele hombres se convierte en obje- de los campesinos (que por lo demas era inconcebibl e en aquella época) .
¿De dónde proviene esta eficacia humana lograda por una plaga? Es
to par.a otros ィッュ「イセウ@ que la superan hacia sus fines y para que su lugar, su extensión, sus víctimas están decididas por adelantado
el con JUnto ele la sooedad, esta empresa mantiene su finalidad por el régimen: los terratenient es están resguardado s en sus castillos; la
como su unidad real, y para los que la hacen (más adelante multitud de ·campesinos es el medio soñado para la propagació n del mal.
veremo5 セャァオョ。ウ@ 」ッセ、ゥョ・ウN@ generales de esta alienación ) , se La Peste sólo actúa como una exageración de las relaciones de clase; elige:
a dominarle s y a sobrevivir - ataca a los pobres y deja de lado a los ricos. Pero el resultado de esta
vuelve Ob]et.o extenor 9ue tiende finalidad invertida se une con el que querían alcanzar los anarquistas
les. S.e COns.tltuy en @ ヲ セ 。 SIStemas, aparatOS, instrumen tos, que son (cuando contaban con el malthusiani smo obrero para provocar el alza
al _mism? tiempo obJetos reales que poseen bases materiale s de de ャッセ@ ウ。ャイゥッセI@ : la penuria de la mano de obra -resultado sintético y
ex1stenoa y procesos que persiguen -en la sociedad y con fre- colect1vo- obhga a los barones a pagar más caro. Las poblaciones tuvieron
razón al personaliza r esta plaga y llamarla "la Peste". Pero su unidad
refleja inversamen te la unidad desgarrada de la sociedad inglesa .
140
. 141
pueden actuar en el marco de una sociedad dada, de acuerdo aprendidas; son significaciones que no produce él, sino que se limita
a reconstituir. Estas consideraciones se pueden extender a las ropas civi-
a sus estructuras, a su régimen económico, a las instituciones les, a su presentación. El traje hecho que se compra en las Galeries
que se ha dado. ¿Qué quiere decir esto, sino que la necesidad Lafayette es una significación por si mismo. Y como bien se entiende,
del hecho no puede ser alcanzada salvo a través de las cons- lo que significa es la época, la condición social, la nacionalidad, la edad
trucciones humanas? La indisoluble unidad de los "aparatos" del que lo lleva. Pero nunca tenemos que olvidar -o renunciamos a
toda comprensión dialéctica de lo social- que lo inverso es igualmente
-esas monstruosas construcciones sin autor en las que el hom- verdad: la mayor parte de esas significaciones objetivas que parece que
bre se pierde y que se le escapan sin cesar-, de su funciona- existen solas y que se presentan en hombres particulares, también las
miento riguroso, de su finalidad invertida (que me parece han creado los hombres. Y los que las revisten y las presentan a los de-
que habría que llamar contm-finalidad), ele las necesidades m;ís, no pueden parecer significados sino haciéndose significantes, es de-
cir, tratando de objetivarse a través de las actitudes y de los roles que les
puras o "naturales" y de la furiosa lucha entre los hombres impone la sociedad. También aquí los hombres hacen la Historia sobre
alienados, esta indisoluble unidad tiene que aparecérsele a la base de condiciones anteriores. Todas las significaciones los vuelve a
todo investigador que quiera comprender el mundo social. tomar y los supera el individuo dirigiéndose hacia la inscripción en las
Esos objetos están delante de sus ojos: antes ele mostrar los cosas de su propio significado lota/; el coronel sólo se hace coronel signi-
ficado para significarse él mismo (es decir, una totalidad que estima más
condicionamientos infniestructurales, tiene que imponerse el compleja); el conflicto Hegel-Kierkegaard encuentra su solución en el
verlos como son, sin dejar ninguna ele sus estructuras; porque hecho de que el hombre no es ni significado ni significante, sino, a la vez
tendrá que dar cuenta de todo, de la necesidad y de la fina- (como el absoluto-sujeto de Hegel pero con otro sentido), significado-
lidad tan extrañamente mezcladas; tendrá que deducir a la significante y significante-significado.
vez las contrafinalidades que nos dominan y tendrá que mos-
trar las empresas más o menos concertadas que las explotan o
que se oponen a ellas. Tomará el dato tal y como se manifies-
ta, con sus fines visibles, aún antes de saber si estos fines
expresan la intención de una persona real. Y con más facili-
dad, ya que dispone de una filosofía, de un punto de vista,
de una base teórica de interpretación y de totalización, se im-
pondrá el abordarlos con un espíritu de empirismo absoluto
y los dejará desarrollarse, librar por sí mismos su sentido in-
mediato, con la intención de aprender y no de volver a en-
contra?·. En ese libre desarrollo se encuentran las condiciones
y el primer esbozo de una situación del objeto en relación
con el conjunto social y su totalización, en el interior del pro-
ceso histórico 1.

1 Est<í hoy de moda en determinada filosofía, reservar a las insti-


tuciones (tomadas en su más amplio sentido) la función significante, y
reducir al individuo (salvo en algunos casos excepcionales) o al grupo
concreto a la función de significado. Esto es verdad en la medida en que,
por ejemplo, el coronel de uniforme que va al cuartel está significado en
su función y en su grado por el uniforme y sus atributos distintivos.
De hecho percibo el signo antes que el hombre, veo un coronel que
cruza la calle. Esto es también verdad en la medida en que el coronel
entra en su rol y se entrega ante sus subordinados a las danzas y a las
mímicas que significan la autoridad. Las danzas y las mímicas son

142 143
CONCLUSió N

A partir de I<ie1·kegam·d cierto número de ideólogos) en


su esfuerzo pam distinguir el ser del saber) han sido llevados
a describir mejor lo que podríamos llamaT la "Tegión ontoló-
gica" de las existencias. Sin prejuzgar sobre los datos de la
jJsicología animal, y sobre la psico-biología) está claro que la
presencia-en-e l-mundo descrita por estos ideólogos camcteriza
a un sector -o tal vez al conjunto- del mundo animal. Pero)
en este universo vivo) el hombre ocupa para nosotros un lugaT
jJrivilegiado. Prime1·o) porque puede ser histórico l) es decir)
porque se puede definir sin cesar por su propia praxis a tm-
vés de los cambios sufridos o provocados y su interion"zación)
luego la superación misma de las relaciones interioúzadas.
i Después porque se camcteriza como el existente que somos.
;, En este caso el interrogador se encontrará con que es precisa-
mente el interrogado) o si se quiere) que la realidad humana
es el existente cuyo ser está cuestionado en su seT. Desde lue-
go que este "ser-cuestionado" tiene que tomarse como una de-
terminación de la praxis y que la discusión teóTica no inter-
viene más que a título de momento abstracto del proceso total.
Por lo demás) el conocimiento mismo es forzosamente prácti-
i',,i co: cambia lo conocido. No en el sentido del racionalismo
l t)
clásico) sino como la experiencia) en microflsica) tmnsforma
\lr necesariament e su objeto.
El existencialism o) al reservarse el estudio) en el sectoT
!,1
1 No habría que definir al hombre por su historicidad -puesto
!! que hay sociedades sin historia-, sino por la permanente posibilidad
r
ᄋセN@ de vivir históricamente las rupturas que conmueven a veces a , las so·
ciedades de repetición. Esta definición es necesariamente a posteriori, es
decir, que nace en el seno de una sociedad histórica y que es en sí misma
el resultado de transformaciones sociales. Pero vuelve a aplicarse a sacie·
{i dades sin historia de la misma manera que la historia vuelve sobre
:¡. éstas para transformarlas, primero exteriormente y luego en y por la
1,
interiorización de la exterioridad.
í
145
a.ntmpología debe ser un todo organizado, debe superar esta
ontológico, de este existente privilegiado (privilegiado para
contradicción -cuyo oTigen no reside en un Saber sino en la
nosotros) que es el hombre, desde luego que plantea la cues-
realidad misma- y constituirse por sí misma en antropología
tión de sus relaciones fundamentales con el conjunto de las
estructuml e histórica.
disciplinas que se reúnen c?n セ@ nom_b;e de antropolol?-ía. Y
-aunque su campo de aphcaczon teoncamente sea nws am- Esta tarea de integración seda fácil si pudiese sacarse a la
plio- es la antmpología misma en tanto que trata de darse luz del día algo así como una esencia humana, es decir, un
un fundamento. Notemos, en efecto, que el pmblema es el conjunto fijo de determinaciones a jJartir de las cuale·s pudiem
mismo que Husserl definía a propósito de las ciencias en ge- asignarse un lugar definitivo a los objetos estudiados. Pem
neral: la mecánica clásica, por ejemjJlo, utiliza el espacio y el -el acuerdo está hecho sobre este punto entre la mayor paTte
tiempo como medios ィッ[ョァセ・ウ@ y 」ッョセゥオウL@ ーセイッ@ no se .inte- de los investigadores- la diversidad de los grupos -considem-
rroga ni sobre el ・セー。」コッL@ m sobre el. tzen:po, m sob1·e el nw- dos desde el punto de vista sincrónico- y la evolución diacró-
vimiento. De la mlS1na manera, las czenczas del hombre no se nica de las sociedades impiden que se funde la antTopología
interrogan sobre el homb1·e: estudian el desarrollo y la·s rela- sobTe un sabeT conceptual. Sería imposible encontrar una natu-
ciones de los hechos humanos y el hombre ajJarece como un mleza humana común a los muria -por efemplo- y al hom-
medio significante (determinable po1· significaciones) en el cual bre históTico de nuestms sociedades contempoTáneas. Pem in-
se constituyen hechos pm·ticulares (estructums de una sociedad, ve7·samente, se establece o puede establece1·se una comunicación
de un grupo, evolución de las instituciones, etc.). Así, aun real y, en ciertas ocasiones, una comprensión recífJ7·oca entTe
cuando supusiémmos que la experiencia nos habría dad.o la co- existentes tan distintos (por ejemplo, entre el etnólogo y los
lección comfJleta de los hechos concernientes a un grupo cual- jóvenes muria que hablan de su gothul). Para tene1· en cuenta
esos dos caracteTes opuestos (no hay naturaleza común, la co-
quiem y que las 、ゥウ」ーャョセ@ セョエイッェjャ_ァゥ」。ウ@ hab1·ían オQWZゥセッ@ estos
hechos con 1·elaciones ob¡etzvas y ngurosamente defmzdas, la municación siemp1·e es posible), el movimiento de la antropo-
"realidad humana" no nos sería más accesible en tanto que· logía suscita de nuevo, y con una nueva forma, "la ideología"
tal que el espacio de la geometría o de la mecánica, jJor la de la existencia.
razón fundamental de que la investigación no trata de 7JWS- Ésta considera, en efecto, que la realidad humana, en la
trarla, sino de constitui1· leyes y de sa·car a la luz del día rela- medida en que se hace, escapa al saber di1·ecto. Las determi-
ciones funcionales o procesos. naciones de la persona sólo aparecen en una sociedad que se
Pero en la medida en que la antropología se da cuenta, constituye sin cesar asignando a cada uno de sus miembms un
en un momento determinado de su desarrollo, de que niega al tmbajo, una relación con el producto de su tmbajo y relacio-
homb1·e (por la negativa sistemática del 。ョエW[ッーュᄋヲゥウセw@ ), o nes de pmducción con los otros miembTos, todo ello en un
de que le presupone (como hace la etnologza· en cada コョセエ。ᆳ incesante movimiento de totalización. PeTo esas determinacio-
te), 1·eclama implícitamente saber cuál es el ser de la 1·ealzdad nes están sostenidas, inteTiorizadas y vividas (en la aceptación
humana. Ent1·e un etnólogo o un sociólogo -pam los cuales la o en el 1·echazo) po1· un proyecto personal que tiene dos camc-
histoTia muchas veces no es más que el movimiento que per- teTes fundamentales: en ningún caso se puede definir con con-
turba a las líneas- y un historiador -pam el cual la penna- ceptos; en tanto que proyecto humano siempTe es comprensi-
nencia de las estructums es ca1nbio perpetuo- el OTigen de la ble (de derecho si no de hecho). Hacer explícita esta comp7·en-
dife7·encia esencial y de la aposi:ión consiste. en una con.- sión no conduce de ninguna manem a encontmr las nociones
tmdicción más pmfunda que conczerne al sentzdo de la· reah- abstmctas cuya combinación podda restitui1·la al Saber con-
dad humana antes que en la diveTsidad de métodos . Si la
1 ceptual, sino a 1·epmducir uno mismo el movimiento dialéc-
tico que paTte de los datos experimentados y se eleva a la
1 En una antropología racional, podrían ser coordinadas e inte· actividad significante. Esta comprensión, que no se distingue
gradas.
147
146
ra- sino com.o ウエセ@ fundam ento origina l y su estructu ra. Y la pa-
de la praxis, es al mismo tiempo la existenc ia inmedia ta (pues-
labra lenguaJ e s:n duda tiene un sicrnific ado concep tual: una
to que se produc e como el movimi ento de la acción) y el puede indicar el エセ、ッ@
.indirec to de la existenc ia parte del セ・ョァオ。ᄀ@ concep tualmen te. Pero
fundam ento de un 」ッョゥュセエ@ como la realida d que funda
compre nde la ex-zsten cza del otro). el lenguaJ e no .está en la palabra
(¡1 uesto que más bien lo contrar io y toda palabra es
iento indirec to el resulta- todo nombra mz.ento ; es
Hay que entende r por conocim origina lmente
existenc ia. Este conocim iento es t?do el ャセョァG。j・N@ La palabra "proye cto" indica
do de la reflexió n sobre la human a (se "hacen " proyect os) que su.pone como
presupu esto por todos los czerta actztud
indirec to en el sentido de que está pro-yec to, estruct ura existenc ial; y esta pala-
sean, sin que su_ fundam ento el
canee ¡;tos de la antropo logía, cualesq uiera que bla, .en tanto que jJalabra, sólo es posible como efectua ción
él mismo sea el objeto de concept os. Cualqu iera que sea la
s sus más partzcu lar de la: イ・。ャゥ、セ@ .human a en tanto que ella es pro-yec-
discipli na conside rada, resultar ían incomp rensible
compre nsión del pro- to. En ・ウセ@ sentzdo manzfze sta por sí misma el jJroyecto del que
elemen tales nocione s sin la inmedi ata,
emana セッャ。@ de la . manera como la mercan cía retiene en sí y
yecto que los subtien da de la negativ idad como base del nos ・セカコ。@ el tmba¡o human o que la ha produc ida 1.
pro)'ecto, de la trascen dencia como existenc ia fuera-de-sí en _ . Szn embarg o, se trata aquí de un jJroceso perfect nmente
relación con el Otro-di stinto-d e-sí y el Otro-di stinto-d el-hom- 1aczonal: en セヲ・」エッL@ la palabra , aunque indique 1·egresiv amente
bre, de la superac ión como mediac ión entre el dato experi- su acto, remzte a la compre nsión fundam ental de la realida d
mentad o y la signific ación práctica , de la necesid ad en fin 1 human a ・セ@ todos y en cada un?; セ@ ・ウセ。N@ compre nsión, siemp 1-e
como estar-fu era-de- sí-en-el -mundo de un organis mo práctico . actual, estn dada en エッセャ。@ ーイセZQウ@ (zndzvz dual o colectiv a) aun-
Se trata en vano de ocultar la con un positivi smo mecani cista, アエセ・@ en una forma no szstema tzca. De tal manera , las palabra s
con un "gestal tismo" cosista: se mantie ne y sostiene el discw·- Mセョ」Lャオッ@ las que no tratan de remitir regresi vament e al acto
so. La dialécti ca misma -que no podría ser objeto de con- dzalectzc? fundam ental- .contie nen una indicac ión reg1·esiva
ceptos, porque los engend ra su movimi ento y los disuelve a que remzte a la compre nszón de este acto. Y los que tmtan de
todos- no aparece , como Histori a o como Razón históric a mostrar ・クーャ■」ゥエセュョ@ las estructu ras existenc iales, se limitan
sino con el fundam ento de la existenc ia, p01·que es por sí mis- rz denotar regreszvarn_ente セャ@ acto reflexiv o en tanto que es una
ma el desarrollo de la praxis y la praxis es en sí misma incon- est;uctu :a de la exzstencza y una operac ión práctica que la
cebible sin la necesid ad, la trascen dencia y el proyect o. La ・クコウセョ」。@ ・ヲセ」エ。@ ウッ「イセ@ sí misma. El irracion alismo origina l
utilizac ión de estos vocablo s para señalar la existenc ia en las del zntento ャセコイィ・ァ。、ョッ@ desapar ece enteram ente para dejaT
estructu ras de su descub rimient o nos indica que es suscept ible lug.ar al antz-mt electua lzsmo. El concep to, en efecto, apunta al
d.e denotac ión. Pero la relación del signo o de· lo signific ado no o.b¡eto (ya esté este @ エ ・ ェ セ ッ fuera セ・ャ@ hombre o en él), y pre-
puede ser concebi da, aquí, con la fo¡·ma de una signific ación 」コセ。ュ・ョエ@ por esta mzon es Saber zntelec tual 2. En el lenguaj e,
empíric a: el movimi ento signific ante -en tanto que el lengua- dzcho de otra manera , el hombre se designa en tanto que es
je es al mismo tiempo una actitud inmedia ta de cada cual en el objeto del ィッセ「イ・N@ PeTo en el esfuerz o pam volver a la
relación con todos y un produc to human o- es proyect o. Lo fuente de. todo szgno y por consigu iente de toda objetiv idad,
que signific a que el proyect o existenc ial estará en la plabra que el lengua7e se vuelve sobre sí mismo pam indicar los momen -
lo denote, no como lo signific ado -que en princip io, está fue-
1 Y esto tiene que ser primero -en nuestra
sociedad - bajo la
de la necesidad ; forma de fetichiza ción de la palabra.
1 No se trata de negar la prioridad fundame ntal
en sí 2 El error セ・■。@ creer ,aquí que la compren sión remite a lo subje-
Jo citamos al final, por el contrario , para seíialar cómo resume
.
o tivo. P?rque sub¡etzvo y ob7etwo son dos caractere s opuestos y comple-
todas las estructur as existenci ales. La necesida d es en su pleno desarroll en tanto que objeto de saber. De hecho, se trata
ad (negació n de negación en tanto que se pro- mentano s. del セッュ「イ・@
trascende ncia y negativid d.e _la acCIÓn misma, en tan!o que es acción, es decir, distinta por prin-
(pro-
duce como carencia que intenta negarse) , luego sujJeración-hacia CipiO de los resultado s (ob¡etivo s y subjetivo s) que engendra .
yecto rudimen tario) .
149
148
mas declararnos a la vez completamente de acuerdo con la
tos de una comprensión que esté perpetuamente en acto, ya filosofía marxista y mantener jJrovisionalmente la autonomía:
que no es otra cosa que la existencia misma. Al dar nombres de la _ideología existencial. No hay duda, en efecto, de que el
a eso.s ュッ・ョエセL@ no se los transfonna en Saber -ya que éste marxzsmo aparece h?Y N」セュッ@ la única antropolof?Ía jJosible que
conczerne a lo zntenw y a lo que más abajo llamaremos lo deba ser a la vez hzstonca y estructural. Al mzsmo U:empo es
pNイ£」エゥッMヲス・セL@ sino que se ェセャッョ。@ _la actualización compren- la única que toma al homb1·e en su totalidad, es decir, a partir
sz.va con コQセ、」。ッョ・ウ@ que. remzten szmultáneamente a la prác- de la materialidad de su condición. Nadie puede projJone,·
エャ」セ@ reflexzva セ@ セャ@ contenzdo セイᄀ@ la reflexión comp1·ensiva. Ne- otro punto de paTtida jJorque sería ofrecer otro hombre corno
ceszdad, negatzvzdad, superaczon, proyecto, trascendencia, for- obje!o de su est.udin. Es en el interior del movimiento del pen-
man en efecto una totalidad sintética en la que cada uno de sarnzento marxzsta donde encontramos una falla, en la medida
ャセ@ ュッ・ョセウ@ indicados contiene a !odas los otros. La ッェj・ュセ@ en que, a pesar de él mismo, el marxismo tiende a elimina1·
czon GᄋN・ヲャクコカセ@ Mセョ@ ta;It.o que acto szngular y fechado- puede al セョエ・イッァ。、@ de su investigación y a hacer del interrogado el
ser asz rejJetzda zndefmzdamente. Y de esta manera también, la ob¡eto de un Saber absoluto. Las nociones que utiliza la in-
、ゥ⦅。ャセ」エ@ se ・ョァセイ。N@ ゥセQ、・{ョ。ュエ@ entera en cada jJroceso vestigación marxista· jJam desaibir nuestra sociedad histórica
dzalectzco, ya sea zndzvzdual, ya colectivo. -explotación, alienación, fetichización, reificación, etc.- son
Pem no tendría esta ojJemción reflexiva ninguna necesi- jJrecisamente las que remiten de la manera más inmediata a
dad de ser repetida y se tmnsformada· en un saber formal si las estructuras existenciales. La noción de praxis y la de 、■。セ@
su contenido pudiera existir por sí mismo y separarse de las léctica -insepamblemente unidas- están en contmdicción con
acciones concretas, históricas y rigurosamente definidas por la la idea intelectualista de un saber. Y para llegar a lo jJrincipal,
situación. La verdadera función de las "ideoloe:ías de la exis- el trabajo, como repmducción por el hombre de su vida, no
tencia" no es describir una abstracta "1·ealidad humana" que jmede consemar ningún sentido si su estructura fundamental
ョセN」。@ セコ@ exis.tido, セゥョッ@ recordar sin cesm· a la antropología la no es pro-yectar. A paTtir de esta carencia -relacionada con el
dzmenszon ex1stenczal de los Procesos estudiados. La antropo- acontecimiento y no con los páncipios de la doctrina-, el
logía sólo estudia objetos. Ahora bien, el hombre es el se1· existencialismo, en el seno del marxismo y partiendo de los
por el cual el deveniT-objeto le viene al hombre. La antl·ojJo- mismos datos, del mismo Saber, debe intentar a· su vez -aun-
logía no merecerá su nombre si reemplaza el estudio de los que sea a título de experiencia- el descifmmiento dialéctico
objetos humanos por el de los diferentes procesos del devenir- de la Histo1·ia. No somete nada a discusión, salvo un detenni-
objeto. Su función es la de fundar su saber en el no-saber m- nismo mecanicista que no es precisamente marxista y que se
cional y comp1·ensivo, es decir, que la totalización histórica ha intmducido desde fuera en esta filosofía total. Quiere tam-
セ￳ャッ@ será posible si la antropología se comprende en lugar de bién él situar al hombre en su clase y en los conflictos que
zgnorarse. Comprenderse, comprender al otro, existir, actuar: le oponen a las otras clases a pa1·tir del modo y de las ¡·ela-
un solo y el mismo movimiento que funda el conocimiento ciones de pmducción. Pero puede intentar esta "situación" a
directo y conceptua1 sobre el conocimiento indirecto y com- partir de la existencia, es decir de la comprensión; se hace
prensivo, aunque sin abandonar lo concTeto nunca, es deci1·, la pregunta e interrogado en tanto que inten-ogador; no ojJone_.
historia, o más exactamente, que comprende lo que sabe. Esta como KieThegam·d a Hegel, la singularidad i1-racional del in-
disolución perpetua de la intelección en la comp1·ensión e, in- dividuo al Saber unive1·sal. Pem en el Saber mismo y en la
ve¡·samente, el pape·tuo descenso que intmduce a la compren- unive1·salidad de los conceptos quiere volver a intToduci1· la
sión en la intelección como dimensión de no-saber racional en insujJerable singulm·idad de la aventum humana.
el seno del saber, es la ambigüedad de una disciplina en la La comprensión de la existencia se presenta como el fun-
cual el inten·ogador, la jJl·egunta y el interrogado son sólo uno. damento humano de la antropología ma1·xista. Sin embargo,
Estas considemciones permiten comprende1· por qué pode-
151
150
pam que estas relaciones puedan apm·ecer en algunas sociedades
hay que precaverse en este terTeno y no ca.e1· ・セ@ una confusión
definidas como las relaciones de las cosas entre sí? Si es posi-
que podría tener muy gmves consecuencz as. En efecto, en el
tos de principio o los ヲオョセ。ᆳ ble la reificación de las relaciones humanas, es que estas rela-
orden del Saber, los conocimien
」ゥッセQ・ウL@ aun reificadas, son princijJalm ente distintas de las re-
mcntos de un edificio científico, aun ,cuando hayan 。Nーイセ」エ、ッ@
lacwnes de cosa. ¿Qué debe ser el organismo práctico que re-
-y es el caso ordinariam ente- despues de las dete1·mmac wnes
produce su vida po1· el trabajo, para que su trabajo, y final-
cm piricas, están expuestos antes;. y de ellos se deducen las de-
mente su 1·ealidad misma, sean alienadas, es decir, para que
terminacion es del Saber de la mtsma manera que se construye
después de haberse asegurado sus cimientos. Pem vuelvan sobre él pm·a dete-rminar le en tanto que otros? Pe1·o
1111 edificio antes de volve1· sobre estos problemas, el marxismo, nacido en
ocurre que el fundamento es conocimien to y si se pueden de-
ya garantizada s por la expe- la lucha social, tenía que asumh· jJlenamente su función de
ducir de él algunas セ「イッーウゥ」ョ・@
filosofía prdctica, es decir, de teoría que iluminase la praxis
n"cncia, es que se le ha inducido a partir de ellas como la hi-
el セッエZ。イゥL@ social y política. De aquí resulta una carencia profunda en el
jJÓtesis mds general. pッセ@ el fundamento del mm·-
y estructural, es el hombre interior del marxismo contemporá neo, es decir, que el uso de
:-.:ismo, como antropologz a htstonca
la existencia humana y la comprensió n las nociones precitadas -y de muchas otras- lleva a una com-
mismo, en tanto que
humano no son separables. Históricam ente, el Saber mm·- prensión de la realidad humana, que falta. Y esta cm·encia no
de lo
xista jJroduce su fundamento en un momento dado de su des- es -como declaran hoy algunos marxistas- un vacío locali-
zado, un agujem en la construcció n del Saber: es inasible y
m-rollo, y este fundamento se presenta encubierto; no aparece
está presente en todas partes, es una anemia generalizad a.
como los cimientos prácticos de la te01·ía, sino como lo que
rechaza por principio todo conocimien to teórico. La singula- No hay duda de que esta anemia práctica se convertirá
ridad de la existencia se presenta así en K.ieThegaard como lo en una anemia dd hombre marxista -es decir de nosotros, hom-
que, por principio, se mantiene fuera del sistema hegeliano (es bres del siglo XX, en tanto que el marco insuperable del Sa-
decir, del Saber total), como lo que de ninguna manera· se pue- ber es el marxismo y en tanto que ese marxismo ilumina nues-
de pensar sino solamente vivirse en un acto de fe. El intento tra praxis individual y colectiva, luego nos determina en nues-
dialéctico de la reintegració n de la existencia no sabida en el tra existencia- . Muchos carteles cubrieron hacia 1949 las pare-
seno del Saber coma fundamento , no podía, pues, ser ensa- des de Varsovia: u La tuberculosis frena la producción ". Su
yado, ya que las actitudes puestas en pTesencia (sabeT idealista, oTigen estaba en alguna decisión del gobierno, y esta decisión
existencia e'SpiTitualista) no podían pTetender, ni la una ni la partía de un sentimiento muy bueno. Pero su contenido seña-
otm, la actualizació n concTeta. Estos d.os téTminos esbozaban en la de una manera más evidente que cualquiem otro hasta qué
lo abstmcto la futura contradicci ón. Y el desarrollo del cono- punto el hombre está eliminado en una antropologí a que se
cimiento antTOpológico no podía conducir entonces a la s_ínte- tiene por jmro saber. La tuberculosis es el objeto de un Saber
sis de estas posiciones f01·males: el movimiento de las tdeas práctico: el médico la conoce pam curarla; el partido deteT-
mina por medio de las ・ウエ。、■ゥ」セ@ la importancia que· tenía en
-como el movimiento de la sociedad- tenía que pTOduciT pri-
meTO el maTxismo como única forma posible de un SabeT Teal- Polonia. Mediante unos cálculos bastm·á con unir éstas a las es-
mente concreto. Y, como fhemos señalado al PTincipio, el maT- tadística de producción (variaciones cuantitativa s de la produc-
xismo de 1\!faTx, al señalaT la oposición dialéctica entTe el cono- ción en cada conjunto industrial en proporción con la canti-
cimiento y el seT, contenía a título impllcito la exigencia de dad de casos de tuberculosis ) para obtener una ley del tipo
un fundamento existencial de la teoda. Por lo demás, pam que = y f (x), donde la tuberculosis tiene una función de variable
tengan su sentido completo nociones como Teificac_ión o alie- independie nte. Pem esta ley, que es la misma que se podía
nación, habría hecho falta que el interTogadoT y el mteTrogado leer en los carteles de propaganda , al eliminar totalmente al
sólo formasen uno. ¿Qué pueden seT las relaciones humanas tuberculoso , al negarle hasta el papel elemental de mediador

153
152
entre la enfer meda d y la canti dad de produ ctos
fabric ados, re-
vela una aliena ción que es nueva y doble : en recida s se hace a la luz de las técnic as de restit
una socied ad ución y a tra-
social ista, en un mome nto dado de su crecim iento, vés de las aliena cione s que nos encad enan) . O, si
el traba ja- quere mos ate-
dor está aliena do a la produ cción ; en el orden nerno s a una prior idad lógica , habTí a que supon
teórico-jJrácti- er que la li-
co, el funda mento huma no de la antro jJolog ía berta d del proye cto podrí a volve r a encon trarse en
está abs01·bido su Tealid ad
por el Saber . plena bajo las aliena cione s de nuest ra socied ad
y que podrí a
Esta expul sión del homb re, su exclu sión del Saber pasarse dialéc ticam ente de la existe ncia concr eta
mar- y que com-
xista, es jJreci samen te lo que tenía que produ prend e su libert ad a las divers as altem cione s que
cir un renac i- la desfig u-
mien to del jJensa mient o existe ncial fuera de la totali ran en la socied ad prese nte. Esta hipót esis es absm
zació n his- da: desde
tórica del Sabe1·. La cienc ia huma na queda cuaja luego sólo se esclav iza al homb1·e cuand o es libTe.
da en lo in- Pero para
huma no, y la realid ad-hu mana tmta de comp rende el homb1·e histór ico que se sabe y se comp rende
rse fuem de , esta libert ad
la cienc ia. Pem esta vez la oposi ción es de las jJráctica sólo se capta como condi ción perm anent
que exige n di- e y concr eta
recta mente su super ación sintét ica. El 717a1·xismo de la seroid umbr e, es decir, a través de esta seroid
degenera1·á en umb1 ·e y po,-
una antro jJolog ía inhum ana si no Teinte gm a ella como lo que la hace posib le, como su funda
sí al homb re mento . Así el
como funda mento suyo. PeTo esta c07njJrensión, Saber marxi sta está sosten ido por el homb1·e aliena
que no es otra do, pero si
que la existe ncia, se mues tm a su vez jJor el movi no quieT e fetich izar el conoc imien to y disolv er
mien to his- al homb re en
tórico del nw1·x ismo, po,- los conce ptos que lo ilumi el conoc imien to de sus aliena cione s, no basta con
nan indi- que descr iba
Yecta mente (aHen ación , etc.) y al mism o tiemp o el proce so del capita l o el sistem a de la colon izació
jJo1· las nueva s n: es nece-
aliena cione s que nacen de las contr adicc iones de sario que el interr ogado r comp renda cómo el interr
la socied ad ogado -es
wcial ista y que le revela n su aband ono, es decir, deci1·, él mism o- existe su aliena ción, cómo la super
la incon men- a y se alie-
sumb ilidad de la existe ncia y del Saber prácti co. na en esa mism a super ación ; hace falta que el
Sólo se puede pensa mient o
pensa r en thmin os marx istas y comp rende rse como mism o sujJere en cada instan te a la íntim a contr
existe ncia adicc ión que
aliena da, como realid ad-hu mana cosifi cada. El une a la comp ¡·ensi ón del homb re-ag ente y al
mome nto que conoc imien to
super ará a esta oposi ción tiene que ¡·eintegrar del homb 1·e-ob jeto, y que forje nuevo s conce ptos,
a la comp ren- deteT mina-
sión en el Saber como su funda mento no teó1·ic cione s del Saber que emerj an de la comp rensi ón
o. Con otros existe ncial y
térmi nos, el funda mento de la antro polog ía es el que regul en el movim iento de sus conte nidos sobre
homb re mis- ウセ@ セオLMウッ@
mo, no como objet o del Saber p1·áctico, sino como dialéc tico. Diver same nte, la comp1 ·ensió n -com
organ ismo o movz mzen to
prácti co que produ ce el Saber como un mome nto vivo del organ ismo práct ico- sólo puede tener
de su praxi s. lugar en una
Y la Teint egmc ión del homb 1·e, como existe ncia situac ión conc1·eta, en tanto que el Saber teóric
concr eta, en o ilumi na y
d seno de una antro polog ía, como su const ante descif ra esta situac ión.
sostén , apm·ece
neces ariam ente como una etapa del "deve ni1·-m Así la auton omía de las invest igacio nes existe nciale
undo" de la s ¡·es?.d-
{ilosof{a. En este sentid o el funda mento de la antro ta neces m·iam ente· de la negat ividad de los marxi
polog ía no stas y no del
fJUede p1·ecederla (ni histór ica ni lógica mente ): maTx ismo ). !11 ientm s la doctr ina no recon ozca su
si la existe n- anem ia, mien-
cia jJrecediera en su libre comp rensi ón de ella mism tms funde su Saber sobre una metaf ísica dogm ática
a al cono- (dialé ctica
cim icnto de la aliena ción o de la explo tación , habrí de la Natur aleza ) en lugar de apoya rlo en la comjJ
a que su- rensió n del
poner que el libre desar rollo del 01·ganismo jJ1·áct homb1·e vivo, mien tms recha ce con el nomb1·e de
ico ha p¡·e- i1Tacionalis-
ccdid o histór icame nte a su decad encia y su cauti mo las ideolo gías que -com o hizo LHaT x- quie1·
vidad actua - en sejJarm· al
lrs (y aun cuand o esto queda se establ ecido , esta ser del Saber y funda r, en antro jJolog ía, el conoc
prece denci a imien to de_l
histór ica apena s si nos perm itiría progr esar en homb re sobre la existe ncia huma na, el existe nciali
nuest ra com- smo seguz-
fJrensión, ya que el estud io ¡·etro specti vo de socied rá su invest igació n. Lo que signif ica アキセ@ エセᄋ。ュ£@
ades desap a- 1e セ」ャ。イ@ los
datos del Saber mm·x ista con los conoc muen tos
md11·ectos (es
154
155
que deno tan regresiva-
decir , com o hem os visto ,. con pala bras
ales) y de enge ndra r en el marc o del
m elite estru ctum s exist enci
com pres ivo que vuel va
marx iSmo un verd ader o. cono cimi ento
l y le siga en su pra-
a erLC01Ltra1· al hom bre en el mun do socia
le lanza hacia los posi-
xis o, si se jnefi ere, en el pmy ecto que ida. Apar ecer á,
ción defin
bles sociales a part ir de una situa del Saber. El
siste ma, caíd o fuera
pues , com o un frag men to del
la dime nsió n hum ana
día en que la búsq ueda marx ista tome
el fund ame nto del Sa-
(es decir , el jJroyecto exist enci al) com o
no tend rá más razó n
ber antr opol ógic o, el exist enci alism o ya
do por el mov imie nto
de ser: abso rbid o, supe rado y cons erva
una inve stiga ción par-
total izad or de la filos ofía, dejará de ser
ame nto de toda inve stiga -
tiettl ar jJara conv ertir se en el fund
largo del pres ente A
CR íTI CA DE LA RA ZóN DIA LÉC TIC
os hech o a lo
ción . Las indic acio nes que hem
en que nues tros med ios lo perm i-
ensa yo, en la débi l med ida
esta diso lució n.
ten, trata n de apre sum r el mom ento de

156
A
DIALÉ CTICA DOGM ATICA Y DIALÉ CTICA CRíTIC A

I
Todo lo que hemos estable cido en Cuestiones de método
procede de nuestro acuerdo de princip io con el materia lismo
históric o. Pero nada habrem os hecho mientra s present emos este
acuerdo como una simple opción entre otras opcione s posibles.
Nuestra s conclus iones no pasarán de ser simples conjetu ras:
hemos propue sto algunos arreglos en el método ; éstos sólo son
válidos, o por lo menos discutib les, manten iendo la hipótes is de
que la dialécti ca materia lista sea verdade ra. En efecto, si se
quiere conceb ir el detalle de un método analític o-sintét ico y
regresiv o-progr esivo, hay que estar conven cido de que una ne-
gación de negació n puede ser una afirmac ión, de que los con-
flictos -en el interio r de una persona o de un grupo- son el
motor de la Histori a, de que cada momen to de una serie debe
compre nderse a partir del momen to inicial, y que es ineduct i-
ble a éste, que la Histori a lleva a cabo en cada instante totali-
zaciones de totaliza ciones, etc. Ahora bien, no se permite con-
siderar a estos princip ios como verdade s recibida s; muy por el
contrar io, la mayor parte de los antropó logos las niegan; claro
que el determ inismo de los positivi stas es necesar iamente un
materia lismo; cualqui era que sea el objeto estudia do, le da los
caracte res de la materia lidad mecáni ca, es decir, la inercia y el
condici onamie nto en exterio ridad. Pero lo que de costum bre
se niega es la reinteri orizaci ón de los momen tos en una progre-
sión sintétic a. Donde vemos la unidad de desarro llo de un
mismo proceso , se esforza rán por hacerno s ver una pluralid ad
de factores indepen dientes y exterior es de los cuales el aconte-

161
cimiento considerado es la resultante. Lo que rechazan es el mo- posibles, sino de establecer que son necesarias. Y no ésta o
nismo de la interpretación. Tomo, por ejemplo, al excelente aquélla, sea la que fuere, sino que el sabio debe tomar en todo
historiador Georges Lefebvre; reprocha a Jaures que haya des- caso y en todos los niveles una actitud totalizadora en rela-
cubierto en los sucesos del 89 la unidad de un proceso: "Tal ción con lo que estudia.
como lo presentaba J aures, el suceso del 89 parecía uno y sim- No olvidemos, en efecto, que los antropólogos nunca re-
ple: la causa de la Revolución era el poder de la burguesía que chazan absolutamente el método dialéctico. Lefebvre mismo no
había llegado a su madurez, y el resultado era consagrarla legal- critica en general todo intento de totalización; por el contra-
mente. Ahora sabemos que la Revolución de 1789, como hecho rio, en su t'amoso curso sobre la Revolución francesa, estudió,
específico, necesitó un concurso verdaderamente extraordinario por ejemplo, como dialéctico, las relaciones de la Asamblea,
e imprevisible de causas inmediatas: una crisis financiera cuya de la Comuna y de los distintos grupos de ciudadanos entre
excepcional gravedad provenía de la guerra de América; una el 10 de agosto y las matanzas de septiembre; a este "primer
crisis de trabajo engendrada por el tratado de comercio de 1786 Terror" le dio la unidad de una totalización en curso: senci-
y por la guerra de Oriente; en fin, una crisis de carestía y de llamente, se niega a tomar en todo caso la :tctitud totalizadora;
penuria provocada por la mala cosecha de 1788 y por el edic- supongo que si quisiera contestar a nuestras preguntas decla-
to de 1787 que vació los graneros ... " 1 raría que la Historia no es una, que obedece a leyes diversas,
En cuanto a las causas profundas, insiste sobre el hecho que el puro encuentro accidental de factores independientes
de que sin la revolución aristocrática (que empieza en 1787 y puede producir un determinado acontecimiento y que el acon-
que aborta) , la revolución burguesa hubiera sido imposible. tecimiento se puede desarrollar a su vez según los esquemas
Concluye: "El ascenso de una clase revolucionaria no es nece- totalizadores que le son propios. Esto es, nos diría limpiamen-
sariamente la única causa de su triunfo, y no es fatal que lle- te que niega el monismo, no porque es un monismo, sino por-
gue este triunfo, o eu todo caso que tome un aspecto violento. que le parece un a priori.
En el presente caso, la Revolución fue desencadenada por los Esta actitud ha sido precisada en otras ramas del Saber.
que tenía que aniquilar, no por los que la aprovecharon, y ... Un sociólogo, G. Gurvitch, la ha definido exactamente como
nada nos dice que grandes reyes no hubiesen logrado detener un hiperempirismo dialéctico. Se trata de un neopositivismo
los progresos de la aristocracia en el siglo xvm." N o se trata que rechaza todo a priori; no se puede justificar racional-
de discutir este texto. Al menos por ahora; desde luego que mente ni el recurso exclusivo a la Razón analítica ni la in-
podría convenirse con Lefebvre que la interpretación de Jau- condicionada elección de la Razón dialéctica; sin prejuzgar
res es simplista, que la unidad de un proceso histórico es más sobre los tipos de racionalidad que encontramos en nuestras
ambigua, más "polivalente" -por lo menos en su nacimiento-, investigaciones, tenemos que tomar el objeto tal y como se da
podría tratarse de encontrar la unidad de causas dispares en y dejar que se desarrolle libremente ante nuestros ojos: es él
el seno de una síntesis más vasta, mostrar que la impericia de el que nos dicta el método, la manera de aproximarnos. Poco
los reyes del siglo xvm es tanto condicionada como condicio- importa que G. Gurvitch llame dialéctico a su hiperempiris-
nante, etc., de encontrar las circularidades, de mostrar cómo mo: lo que con eso quiere indicar es que su objeto (los hechos
el azar se integra en esas verdaderas máquinas de feed-back sociales) se da en la experiencia como dialéctico; su dialecti-
que son los sucesos de la Historia y que queda digerido en cismo es también una conclusión empírica; lo que significa
seguida por el todo hasta el punto que aparecer ante todos que el esfuerzo hecho para establecer movimientos totalizado-
como una manifestación providencial, etc. Pero no es ésa la res, reciprocidades de condicionamientos, o, como muy justa-
cuestión; ni siquiera se trata de probar que esas síntesis son mente dice, "perspectivas", etc., se funda en experiencias pa-
1 Eludes sur la Revolution fran¡;aise [Estudios sob1·e la Revolución
sadas y se pnteba a lo largo de las experiencias presentes. Al
francesa], pág. 247. generalizarse esta actitud, creo que podría hablarse de un neo-

162 163
cantid ad s·uficiente como para fundar un materi alismo dialéc-
tico; una extrap olació n ele tal amplit ud -es decir, infinit a-
positiVIsmo que descub riese ・セ@ tal. o cual región de la antro- mente infini ta- es radica lmente distint a de la inducc ión cien-
pologí a, unas veces campo s dialéct icos, otras campo s de deter- tífica.
minism o analíti co, y otras, si cabe, otros tipos de racion alidad 1.
Esta descon fianza del a priori está justifi cada perfec ta- II
mente en los límites de una antrop ología empíri ca. Ya he se-
ñalado en la primer a parte cuál sería la condic ión que permi- ¿Se acusar á ele idealis mo la preocu pación ele fundar la
tiría que un marxis mo vivo se incorp orase las discipl inas que dialéct ica marxis ta ele otra maner a que por su conten ido,
es
se
hasta ahora se mantie nen fuera de él. Pero se diga lo que decir, ele otra maner a que por los conoci miento s que ha per-
diga, esta incorp oració n consist irá en volver a descub rir, bajo
mitido adquir ir? En primer lugar, podría decirse, Diógen es
el determ inismo clásico ele alguno s "camp os", su unión dialéc- ーイッ「。セ@ el movim iento anclan do; ¿pero qué habría hecho si
tica con el conjun to, o, si se trata ele proces os ya recono cidos se hubies e paraliz ado momen táneam ente? Hay una crisis ele
la
la
como dialéct icos, de mostra r esta dialéct ica region al como cultur a セ。イクゥウエL@ mucho s ele cuyos signos indica n hoy que
expres ión ele un movim iento más profun do y totaliz ador. Lo n
será pasaJe ra, pero que impide que los princip ios se pruebe
que despué s de todo signifi ca que se nos remite a la necesi dad por los resulta dos.
de fundar la dialéct ica como métod o univer sal y como ley Pero el materi alismo históri co tiene sobre todo el carác-
-
univer sal ele la antrop ología . Lo que supone pedir al marxis ter paradó jico ele ser a la vez la sola verdad de la Histor ia y
mo que funde su métod o a priori; en efecto, cuales quiera que
una total indete rminac ión ele la Verdad . Este pensam iento to-
sean las unione s vistas en la experi encia, nunca lo serán en talizad or ha fundad o todo, except o su propia existen cia. O
si
se prefier e, este pensam iento, contam inado por el relativ ismo
1 El psicoaná lisis teórico usa a la vez el determi
nismo, la dialéc-
tica y la "parado ja" en el sentido kierkeg aardian o de
la palabra . La históri co que siempr e ha comba tido, no ha mostra do la ver-
ambival encia, por ejemplo , no puede ser, en la hora actual,
ni conside ra- dad ele la Histor ia definié ndose a sí mismo y determ inando
da como una contrad icción, ni tampoco del todo como una ambigü edad
e en una
su natura leza y su alcanc e en el curso ele la aventu ra histó-
kierkeg aardiana . Según el uso que se haga, podría pensars
o, si se pre- rica y en el desarr ollo dialéct ico ele la praxis y de la experie n-
contradi cción real pero cuyos término s se interpen etren,
fiere, en una contrad icción sin oposició n. A mi parecer , lo
que les falta cia human a. Con otras palabr as, para un histori ador marxis ta
a los psicoan alistas es la oposició n, por Jo menos en
algunos puntos no se sabe lo qué es decir lo verdad ero. No porque sea falso
(porque hay conflict o dialéctic o entre el ello, el superyó
y el yo) . Pero
escanda lizaría
el conten ido ele lo que enunci e, ni mucho menos , sino porque
no dispon e del signifi cado Verdad. Así el marxis mo, para nos-
no han dejado de constru ir una raciona lidad y -Jo que
de la ambi-
al pobre Kierkeg aard- lo que podría llamarse una lógica y
de hechos otros, ideólog os, se presen ta como un clevela miento del ser
güedad. Esta lógica es no-arist otélica (ya que muestra la unión una interro gación mante nida en el
y actitude s que se superan , se juntan, se combat en, y ya que, finalme nte, al mismo tiempo como
se aplica a neurosis , es decir, a seres ci1·cu/ares), pero tampoco
es total-
idad de
estadio ele la exigen cia no satisfe cha sobre el alcanc e ele este
mente hegelian a, porque más bien se preocup a por la reciproc clevela mien to.
totalizac ión. Sin embarg o, el sujeto anali-
Se contes ta a esto que a los físicos no les preocu pa en-
condicio namient o que por la
que, para ella,
zado aparece como un todo verdade ro en la medida en
una conduct a definida es la expresió n de la circular idad
de las condi- contra r el fundam ento de sus inducc iones. Es verdad . Pero se
ciones y de la historia individu al. La verdad es que su ser es pasivida d, trata de un princip io genera l y formal : hay relacio nes rigu-
efecto, que
rosas entre los hechos. Lo que signifi ca que lo real es racion al.
lisis "clásico ". Poco importa , en
al menos para el psicoaná
importa ncia
los analista s freudian os hayan sido llevados a atribuir una ¿Es siquie ra un princip io en el sentido ordina rio ele la pala-
Anna Freud,
cada vez mayor a las funcion es del Yo. El solo hecho de que
como tantos otros, pueda definir estas funcion es como "mecan ismos de bra? Digam os más bien que es la condic ión y la estruct ura
defensa" , hace que el trabajo del Yo quede marcad o por una inercia fundam ental ele la praxis científ ica: la acción human a coloca
", sin dejar
a priori. Así se habla en física de "fuerzas " y de "trabajo
por eso el terreno de la exterior idad. 165
164
que sea) es él mismo dialéctico y que estas dos dialécticas son
e _⦅ゥューッセ・@ su propia posibilidad セ@ través de la experimenta-
sólo una. Este conjunto de proposiciones tiene un contenido
ClOn as1 como a traves de cualqmer otra forma de actividad.
mate-rial; en su conjunto forman conocimientos organizados
La praxis no afirma ni siquiera dogmáticamente las raciona-
o, si se prefiere, definen una racionalidad del mundo.
lidad セ「ウッャオエ。@ de lo real, si con esto hay que entender que
la reahdad_ oJ:edecería a un sistema definido de principios de El sabio moderno considera a la Razón independiente de
leyes a jJnon o, con otras palabras, que se conformaría con todo sistema racional particular: para él la Razón es el espíritu
cierto tipo de razón const!tuida; el sabi?,. busque lo que bus- como vacío unificador; el dialéctico, por su parte, se coloca
que y vaya don_de vaya, セヲゥイュ。@ en su actiVIdad que la realidad en un sistema: define una Razón, rechaza a pTiori a la Razón
ィ。「イセ@ d_e mamfestarse ウQ・セーイ@ de manera tal que se pueda puramente analítica del siglo xvu o, si se quiere, la integra
constltmr. po_r ella_ y a traves de ella una especie de racionali- como el primer momento de una Razón sintética y progresiva.
dad provisona y s1empre en movimiento. Lo que supone afir- Es imposible que se vea en ello una especie de afirmación en
mar que. el セウー■イゥエオ@ humano. aceptará todo lo que le presente acto de nuestra disponibilidad; es imposible que se haga de
la expenenc1a y que su bordmará su concepción de la lógica y ello un postulado, una hipótesis de traba jo: la razón dialécti-
de la inteligibilidad a datos reales que se descubren en s'us in- ca supera el marco de la metodología; dice lo que es un sec-
vestigaciones. Bachelard mostró cumplidamente cómo la física tor del universo, o, tal vez, lo que es el universo entero; no
moderna es por sí misma un nuevo racionalismo: la única se limita a orientar sus investigaciones, ni a prejuzgar sobre el
afirmación que está implicada por la jJraxis de las ciencias de modo de aparición de Jos objetos: legisla, define el mundo
la Nセ。エオイャ・コ@ es Qセ@ de Qセ@ unidad concebida como perpetua (humano o total) tal y como debe ser para que sea posible
umhcaCión de un d1verso siempre más real. Pero esta afirmación un conocimiento dialéctico, ilumina al mismo tiempo, y a uno
considera más bien la actividad humana que la diversidad de por el otro, el movimiento de lo real y el de nuestros pensa-
los fenómenos. Por lo demás, no es ni un conocimiento ni un mientos. Sin embargo, este sistema racional singular pretende
postu.lado, ni un a priori ォ。ョエゥセッZ@ セウ@ Qセ@ acción misma que superar a todos los modelos de racionalidad e integrarlos: la
se 。ィセt_@ セョ@ la empresa, . en la Ilum!naCIÓn del campo y en Razón dialéctica no es ni razón constituyente ni razón constitui-
la umhcaCIÓn de los mediOs por el fm (o de la suma de los da, es la Razón que se constituye en el mundo y: por él, disol-
resultados experimentales por "la idea" experimental) . viendo en ella a todas las Razones constituidas para constituir
Precisamente por eso la comparación entre el principio otras nuevas, que supera y disuelve a su vez. Es, pues, a la
científico de racionalidad y la dialéctica no es absolutamente vez, un tipo de racionalidad y la superación de todos los tipos
racionales; la certidumbre de poder superar siempre se une
admisible.
aquí con la disponibilidad vacía de la racionalidad formal: la
En efecto, la investigación científica no es necesariamente
posibilidad siempre dada de unificar se convierte para el hom-
consciente de sus principales caracteres: por el contrario, el bre en la necesidad permanente de totalizar y de ser totalizado,
conocimiento dialéctico de hecho es conocimiento de la dia- y para el mundo en la necesidad de ser una totalización cada
léctica. Para la ciencia no se trata de una estructura formal
vez más amplia y siempre en curso. Un saber de esta ampli-
ni de una afirmación implícita que concierna a la racionali- tud no es más que un sueño filosófico si no se descubre ante
dad del universo, lo que supone decir que la Razón está en nuestros ojos con todos los caracteres de la evidencia apo-
curso y que el espíritu no prejuzga nada. Por el contrario, la díctica. Lo que significa que no bastan los éxitos prúc-
dialéctica es un método y un movimiento en el objeto; en el ticos: aun cuando las afirmaciones del dialéctico fuesen inde-
dialéctico se funda en una afirmación de base que concierne finidamente confirmadas por los resultados de su investiga-
al ュセウッN@ tiempo a la estructura de lo real y a la de nuestra ción, esta confirmación permanente no permitiría salir de la
jJraxzs: afirmamos juntamente que el proceso del conocimiento
es de orden dialéctico, que el movimiento del objeto (sea el contingencia empírica.

167
166
uya en ella -lo re-
desde el prin cipi o zo 3e su Sabe r y lo deja que se reco nstit pala bras , que capt e
Hay que volv er así a toma r el prob lema cons tituy a para ella.:_ en liber tad; con otra s
te, la valid ez y la exte nsió n de to y de los mom ento s
y preg unta rse 」オセ■ャ・ウ@ son el lími la nece sida d rigu rosa del enca dena mien
la Razó n dialé ctica . Y si se dice que
esta Razó n dialé ctica sólo el mun do en total idad conc reta
Kan t tomó este tér- que cons tituy en poco a poco
pued e ser criticada (en el sent ido en que se cons tituy e para sí mism a com o
cont estar emo s que es porq ue es ella mism a la que
mino ) por la Razó n dialé ctica mism a, de su nece sida d rigu -
rla que se fund e y Sabe r abso luto , en la abso luta libe rtad
verd ad pero que prec isam ente hay que
deja de los nóum enos y
al mism o tiem po rosa . Kan t pued e cons erva r el dual ismo
se desa rroll e como libre críti ca de sí mism a de la expe rien cia sen-
cono cimi ento . Es de los fenó men os porq ue la unif icac ión
que com o mov imie nto de la Hist oria y del ales e intem pora les:
bloq uead o en el sible en él se oper a con prin cipio s form
lo que hast a ahor a no se ha hech o: la han el mod o de cono cer.
el cont enid o del Sabe r no pued e cam biar
form a y el cono cimi ento ,
dogm atism o. Pero cuan do se mod ifica n junt os la
sida d no es la de una pura
y uno por el otro , cuan do la nece tran sfor mac ión
III de una perp etua
activ idad conc eptu al, sino la
que ser sopo rtad a
que busc ar en la y perp etua men te total , la nece sida d tiene
El orig en de este dogm atism o se tiene desa rroll o del Saber,
en el ser para que sea reco noci da en el
o dialé ctico ". Al volv er del cono cimi ento para
dific ultad fund ame ntal del "ma teria lism tien e que ser vivi da en el mov imie nto
a pone r sobr e su base a la dialé ctica , desc
ubre Mar x las verd ade- o del obje to: la conse-
que pued a ser afirm ada en el desa rroll
s cont radic cion es habí an pare ce ser en tiem pos de
ras cont radic cion es del reali smo . Esta cuen cia nece saria de esta exig enci a
, pero se ha pref erid o en- de su obje to; la conc ienc ia es
de ser la mate ria del cono cimi ento Heg el la iden tida d del Sabe r y
, a ellas com o a nues tro pun- es el ser-o tro de la conc ienc ia.
masc ararl as. Hay que volver, pues conc ienc ia del Otro y el Otro
to de part ida.
-a cond ición
La supe riori dad del dogm atism o hege liano
prec isam ente en lo que hoy rech a- IV
de que se crea en él- resid e
dialé ctica no tiene ne-
zamos de él: en su idea lism o. En él la
se ha colo cado -cre e r irref utab leme nte
cesid ad de prob arse . En prim er luga r La orig inal idad de Mar x es estab lece
oria , es decir, en este o, que el ser se man -
él- en el com ienz o del fin de la Hist cont ra Heg el que la Hist oria está en curs
Es hora de juzg ar, ya el quer er cons erva r el
insta nte de la Verd ad que es la mue rte. tiene irred uctib le al Saber y, a la vez,
disc utir ni al filósofo Saber. Prác ticam ente
que desjmés no habr á nada que pued a mov imie nto dialé ctico en el ser y en el
recla ma este Juic io Fina l, por no habe r ·uuelto a
ni su juici o. La evol ució n histó rica tiene razó n. Pero la cues tión es que,
á de ser su filósofo. Así que- han hech o el jueg o de
ya que セ・@ term ina en el que habr pens ar en la dialéctica, los marx istas
falta hace r la raya . Pero adem ás les preg unta n con ciert a fre-
da hech a la total izaci ón: sólo los posi tivis tas; en efecto, éstos
es uno con el proc eso sorp rend er las
-y sobr e todo - el mov imie nto del ser cuen cia con qué dere cho pret ende el marx ismo
dice Hyp poli te, el Sa- del prol etari ado, la di-
del Sabe r; ento nces , como muy bien lo "astu cias " de la Hist oria , el "sec reto"
ber del Otro Hッ「ェセエL@ mun do, natu ralez a) es un Sabe r de sí recc ión del mov imie nto histó rico, ya que
Mar x tuvo el sen-
el: "El cono cimi ento ria" aún no se habí a
y recíp roca men te. Así pued e escr ibir Heg tido com ún de reco noce r que la "pre histo
vida del obje to o, lo que sólo es posi ble en
cien tífic o exige aban dona rse a la term inad o; para el posi tivis mo la prev isión
y que se expr ese la nece- en curs o repr oduc e un
es lo mismo, que se teng a pres ente luto se iden - la med ida en que el orde n de suce sión
to." El emp irism o abso porv enir es repe tició n del
sida d inte rior de este obje
el obje to tal y com o orde n de suce sión ante rior. Así el prev eía en el
tific a con la nece sida d abso luta: se toma do cont estar les que
Mun do y del Espí ri- pasa do; Heg el hubi era podi
se da, en su mom ento en la Hist oria del ada y que, en efecto,
pasa do al volv er a traza r una histo ria cerr
tu, pero esto quie re deci r que la
conc ienc ia vuel ve al com ien-
169
168
el momento que se plantea para sí en el curso de la Historia Pero es también conoctmtento de la dialéctica como Razón,
viva sólo puede sospechar el porvenir como verdad incognos- es decir, como ley del ser. Esto supone un retroceso esclarece-
cible j;ara él de su incompletud. Pero el porvenir marxista .es dor en relación con los objetos dialécticos, que por lo menos
un verdadero porvenir, es decir, en todo caso nuevo, irreducti- permita mostrar su movimiento. ﾿セッN@ hay en esto una con-
hle al presente; sin embargo Marx prevé, y más aún a largo u-adicción insuperable entre el conocumento del ser y el ser 、セャ@
que a breve plazo. De hecho, el racionalismo positivista aun- conocimiento? El error consistiría en creer que se ha cono-
que no sólo se ha quitado el derecho de prever, sino que, al liado todo al mostrar el pensamiento en tm:to que ser arras-
ser él mismo prehistórico en el seno de la prehistoria, sus trado por el mismo movimiento que. la Htstona ・ョエセイ。Z@ en
juicios sólo pueden tener un alcance relativo e histórico, inclu- esta medida no se puede alcanzar él mtsmo セョ@ la ョ・⦅」ウセ。、@ de
\O cuando conciernen al pasado. Así el marxismo como dia-
su desarrollo .dialéctico. En la Fenomenologza del eウーコョエセL@ la
léctica debe poder rechazar el relativismo de los positivistas. conciencia capta en el Otro su propia nc:cesidad, y al mtsmo
Y que se me entienda bien, el relativismo no sólo se opone a tiempo encuentra en sí misma la ョ・セエ、。@ del Otro; ー・イセ@
las vastas síntesis históricas, sino al menor enunciado de la según Hegel el cristianismo y el ・ウ」セーオッュ@ セ・N@ dan una luz
Razón セゥ。ャ←」エ[@ digamos lo que digamos o sepamos lo que para comprender el momento antenor, el estorosmo, .Y sobre
sepamos, por muy cerca que esté de nosotros el acontecimien- todo que el Ser es Saber, así セ」オイ・@ que el ーZョウセュ・エッ@ se
to presente o pasado que tratamos de reconstituir en su mo- encuentra que es a la vez constttuyente y consutm.do: en un
vimiento totalizador, el positivismo nos negará el derecho de mismo movimiento sufre su ley en tanto que 」ッョウエオセ、@ y la
hacerlo. No es que juzgue que la síntesis de los conocimientos conoce en tanto que constituyente. Pero st el pensamtento ya
es completamente imposible (aunque más bien vea en ella un no es el todo asistirá a su propio desarrollo como a una suce-
inventario que una organización del Saber) : sencillamente, la sión ・ュー■イゥ」セ@ de momentos, y esta ・クーイゥョセ。@ le entregará
juzga imposible hoy; hay que establecer contra él cómo la lo vivido como contingencia y no como necestdad. Aunque se
Razón dialéctica puede enunciar hoy mismo si no, claro está, viese él mismo como proceso dialéctico, no yodría mostrar su
toda la Verdad, por lo menos verdades totalizadoras. descubrimiento más que como オセ@ hecho ウョセー⦅ャ・N@ Con mayo:
razón, nada hay que pueda autonzarlo a 、・セエイ@ アセ・@ _el ュッカエセ@
miento de su objeto se regule sobre su propw m?vtmtento, m
V que regule su movimiento por el de _su obJeto. St セョ@ efect? el
ser material, la j;raxis y el conocimtento son realidades セイ・ᆳ
Pero hay algo más grave. Hemos visto que la apodicticidad ductibles, ¿no hay que recurrir a la armonía ーイ・[ウエ。N「ャッ、セ@
del conocimiento dialéctico implicaba en Hegel la identidad para hacer concordar sus desarrollos? cセョ@ ,ot:os ternunos: st
del ser, del hacer y del saber. Ahora bien, Marx empieza por la búsqueda de la Verdad tiene que ser 、エ。ャ・」セ@ en sus pasos,
plantear que la existencia material es irreductible al conoci- ¿cómo probar sin ideall:smo アオセ@ ウセ@ une a_l movtmtent? del Ser?;
miento, que la praxis desborda al Saber con toda su eficacia si, por el contrario, el Conoomtento uene que d_eJ3r que el
real. Desde luego que esta posición es la nuestra. Pero provo- Ser se desarrolle según sus propias leyes, ¿cómo evitar アセ@ los
ca nuevas dificultades. ¿Cómo establecer después que es un procesos -cualesquiera que sean-: no s_e den como em.fJzncos?
mismo movimiento el que anima a estos procesos dispares? Por lo demás, en esta segunda lupótests nos preguntaren?os. a
Particularmente, el pensamiento es a la vez del ser y conoci- la vez cómo un pensamiento pasivo y j;or lo tanto no 、エ。ャセ」ᆳ
miento del ser. Es la jJraxis de un individuo o de un grupo tico puede apreciar la dialéctica, o, con términos de ontolog1a,
en condiciones determinadas, en un momento definido de la cómo la única realidad que se escapa a las leyes de la r。コ￳セ@
Historia: como tal, sufre a la dialéctica como ley suya, por la sintética es precisamente la que las decreta. N o se crea que es
misma razón que el conjunto y el detalle del proceso histórico. posible escaparse con respuestas seu d o el ta . 1'ect1cas, · como ésta

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entre otras:· el Pensamiento es dialéctico por su obJeto, sólo
es ]a dialéctica en tanto que movimiento de lo real; porque si VI
es verdad que la Historia se ilumina cuando se la considera
dialécticamente, el ejemplo de los positivistas prueba que se Esta dificultad les ha parecido insuperable a los marxis-
la ptiecle considerar como simple determinismo; hay que estar, tas ele hoy; sólo han visto una manera ele resolverla: negar
pues, ya establecido en la Razón dialéctica constituyente para al pensamiento toda actividad dialéctica, disolverlo en la dia-
ver en la Historia una Razón dialéctica constituida. Sólo que léctica universal, suprimir al hombre desintegrándolo en el
si la Razón dialéctica se hace (en lugar ele sufrirse), ¿cómo se universo. Así pueden sustituir a la Verdad por el Ser. Propia-
puede probar que se une con la dialéctica del Ser sin volver mente hablando, ya no hay conocimiento, el Ser ya no se
a c<J.er en el idealismo? El problema es viejo y reaparece cada manifiesta, de ninguna manera: evoluciona según sus pro-
vez que resucita el viejo dualismo dogm{ttico. Podrán extra- pias leyes; la dialéctica ele la Naturaleza es la Naturaleza
ñarse de que llame dualismo al monismo marxista. De hecho sin los hombres; entonces ya no hay necesidad ele certezas,
es a la vez monismo y dualismo. ele criterios, hasta se vuelve ocioso querer criticar y fundar
Es dualista porque es monista. Marx definió su monismo el conocimiento. Porque el Conocimiento, con cualquier for-
ontológico al afirmar la irreductibilidad del ser en el pensa- ma que sea, es cierta relación del hombre con el mundo
miento y al reintegrar por el contrario los pensamientos en circundante: si el hombre ya no existe, esta relación desapa-
lo real como cierto tipo de actividad humana. Pero esta afir- rece. Ya se conoce el origen ele este desgraciado intento:
mación monista se da como Verdad dogmática. No podemos Whitehcacl ha dicho muy justamente que una ley empieza
confundirla con las ideologías conservadoras que son simples siendo una hipótesis y acaba convirtiéndose en un hecho.
productos de la dialéctica universal; así el pensamiento como Cuando decimos que la tierra gira, no tenemos el sentimiento
portador ele verdad vuelve a tomar lo que había perdido ele enunciar una proposición o de referirnos a un sistema ele
ontológicamente a partir del derrumbe del idealismo; pasa a conocimientos; pensamos estar en presencia del hecho mismo
la categoría ele Norma del Saber. que, de pronto, nos elimina como sujetos conocedores para
Sin duda que el materialismo dialéctico tiene sobre las restituirnos a nuestra "naturaleza" de objetos sometidos a la
ideologías contemporáneas la superioridad práctica de ser la gravitación. Para quien quiera tener sobre el mundo un pun-
ideología de la clase ascendente. Pero si fuese la simple expre- to de vista realista es, pues, perfectamente exacto que el co-
sión inerte de este ascenso, o aun de la praxis revolucionaria, nocimiento se suprima a sí mismo para cleveni1·-mundo, y
si se volviese sobre ella para iluminarla, para mostrársela a sí que esto es verdad no sólo en filosofía, sino en todo el Saber
misma, ¿cómo podría hablarse de un progreso en la toma de científico. Cuando el materialismo dialéctico pretende esta-
conciencia? ¿Cómo podría ser presentada la dialéctica como blecer una dialéctica de la Naturaleza, no se descubre como
el movimiento real de la Historia develándose? En realidad un intento por establecer una síntesis muy general de los
sólo se trataría de un reflejo míti!=o como hoy es el liberalismo conocimientos humanos, sino como una simple organización
filosófico. Por lo demás, aún las ideologías más o menos mis- ele los hechos. No deja ele tener razón al pretender ocuparse
tificadoras tienen para el dialéctico su parte de verdad. Y Marx ele los hechos, y cuando Engels habla de la dilatación ele los
insistió sobre ello con frecuencia: ¿cómo funda esta verdad cuerpos o de la corriente eléctrica, habla sin eluda de los
parcial? En una palabra, el monismo materialista ha suprimi- hechos mismos, aun considerando que estos hechos corren el
do felizmente el dualismo del pensamiento y del ser en bene- riesgo ele modificarse en su esencia co1_1 los progresos ele la
ficio del ser total, luego alcanzado en su materialidad. Pero es ciencia. Llamaremos, pues, a este intento gigantesco -y abor-
para restablecer a título ele antinomia -al menos aparente- tado, como hemos ele ver-, para dejar que el mundo devele
el dualismo del Ser y de la Verdad. por sí mismo y a nadie; el materialismo dialéctico desde
afuera o trascendental.
172
173
VII éxito o normalidad tales como se tiene costumbre de utilizar
en los tests: "Como centro de reacciones más o menos diferi-
Sabemos de sobra que este materialismo no es el del mar- das, el cuerpo efectúa unos movimientos que se organizan eu
xismo, pero sin embargo su definición la encontramos en un comportamiento. Resultan unos actos. (Pens.ar es un acto.
Marx: "La 」ッョ・ーゥセ@ materialista del mundo significa sim- Sufrir es un acto.) Estos actos pueden セ・Z@ constderados 」セッ@
/
1
.?e
P!emente Qセ@ _concepCió_n la Naturaleza tal y como es, sin «tests ... pruebas» t. Volvemos al esceptiCismo velado del re-
flejo". Pero en el momento en que t?do se acaba en e_ste objc-
nmguna adiCIÓn extrana. En esta concepción el hombre vuel-
ve al seno de la Naturaleza como uno de sus objetos y se des- tivismo escéptico,. de repente descubnmos que nos lo Imponen
arrolla ante nuestros ojos conforme a las leyes de la Natura- con una actitud dogmática, con otros エセイュッウL@ _que es la Ver-
ャ・コセL@ es decir, como pu;a ⦅ュ。エ・イゥャセ、@ gobernada por las leyes dad del Ser tal y como aparece a la contiende umversal. El espí-
umvcrsales de la dialectica. El objeto del pensamiento es la ritu ve la dialéctica como ley del mundo. El resultado es que
Naturaleza tal y como es; el estudio de la Historia es una volvemos a caer en pleno idealism_o dogmático .. セョ@ efecto, las
・ウー」ゥヲ。セ￳ョ@ suya: セQ。「イ£@ que ウ・ァセゥイ@ el movimiento que engen- leyes científicas son hipótesis expenmentales venhcadas por I_os
dra a la vida a partu de la matena, al hombre a partir de las hechos. El principio absoluto de que "la セ。エオイャ・コ@ _es dw·
fm:mas ・ャュョエセウ@ de la vida, a la historia a partir de las Iéctica" hoy por hoy no es, por el contrano, セオウ」・ーエゥ「ャ@ de
pnmeras comumdades humanas. Esta concepción tiene la ven- ninguna verilicación. Si se declara que _un 」ッョju_エセ@ de ley_es
taja de escamotear el problema: presenta a la dialéctica a estabecidas por los sabios representa a cゥ・イセッ@ ュッセiゥN・ョエ@ di:t·
priori y sin justificación como ley fundamental de la Natura- Iéctico en los objetos de esas leyes, no se uene nmgun medw
leza. Este materialismo de lo exterior impone la dialéctica como válido de probarlo 2. Las leyes no cambiarán エ。セーッ」@ las "gran·
exterioridad: la Naturaleza del hombre reside fuera de él en des teorías", cualquiera sea la manera de considerarlas. No se
una regla a priori, en una naturaleza extra-humana, en una trata para usted de establecer _si la. luz c;de セ@ no 」・、セ@ granos
historia que comienza en las nebulosas. Para esta dialéctica uni- de energía a los cuerpos que iャオュセL@ ウセョッ@ si. Qセ@ エセッョ。@ 」オ£セᄋ@
versal, las totalizaciones parciales no tienen ni siquiera va- tica puede ser integrada en una エッ。ィZセciᅮョ@ 、ゥ。ャ・N」エセ@ セ・⦅i@ um·
lor provisional: no existen, todo remite siempre a la totalidad verso. Ni de volver a poner en cuestwn la teor_m セュ・オ」@ de
de la Historia natuml, cuya historia humana es una especifi- los gases, sino de saber si invalida o no a la totahzaCión. DI cbo
cación. Así todo pensamiento real, tal y como se forma presen- de otra forma, se trata de una reflexión sobre el Saber. Y _cor:w
temente en el movimiento concreto de la Historia, se conside- la ley que acaba de descubrir el sabio, aislada no es m dta·
ra como una deformación radical de su objeto; será una ver- Iéctica ni antidialéctica (sencillamente porque sólo se trata de
dad si se la ha podido reducir a un objeto muerto, a un re- determinar cuantitativamente una relación funcional) , no pue-
sultado; nos ponemos fuera del hombre y del lado de la cosa de ser la consideración de los hechos científicos (es decir, de
para aprehender la idea como cosa significada por las cosas
y no como acto significante. Al mismo tiempo separamos del de Frédéric Engels [Introducción general a "La dia_lé.ctica 、セ@ la Natu-
mundo "la. adición extraña". que no es otra que el hombre raleza" de Federico Engels], París, Librairie Maree! Rxvxcre, 19:J0, pág. 59.
concreto, vivo, con sus relaciOnes humanas, sus pensamientos fo., ibid.
1
verdaderos o ヲ。ャセッウL@ sus actos, sus objetos reales. En su lugar Todas estas indicaciones como bien se セョエゥ・、@
2 sólo セ・@ aplican
ponemos un ob¡eto absoluto: "lo que llamamos sujeto no es a la dialéctica tomada como ley abstracta y umversal de la n。エオセャ・コN@
' el co 11 rrario que la dialéctica, cuando se trata de la lllstona
otra cosa que un objeto considerado como sede de reacciones Veremos, por • . . 'd 1 1
humana, conserva todo su valor heunstzc_o. Presx e, ocu ta, e esta . ecx·
bl .·
particulares" 1 • Reemplazamos la noción de verdad por las de · t d 1 ¡ ecl os y se descubre hacxéndolas comprender, totahzán·
mxen o e os 1 1 , • • H' ·
dolas; esta eomprcnsión revela . オ⦅ョセ@ dxmensxón nueva de 1a xstona y
1 NAVILLE, Introduction générale a "La Dialectique de la Nature" finalmente su verdad, su inteligxbxlxdad.

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que ha robado las palabras de la ciencia para nombrar a algu-
las viejas leyes) lo que no.s dé una ・クーイゥョ」セ@ dialéctica, o ni nas セ、・。ウ@ de un contenido tan pobre que se ve la luz a su
siquiera nos la sugiera. SI hay una aprehensiÓn de la r。セ￳ョ@ traves. Pero lo que nos importa es lo siguiente: si se expulsa
dialéctica, tiene que tener lugar fuera ,Y. que セ・@ .haya quendo a la Verdad (como empresa de los hombres) del Universo, se
imponer por fuerza a l.os da.tos de la ヲゥセi」ッMアュ。@ .. De .hecho volverá a セョ」ッエイ。@ en las mismas palabras que se utilizan
sabemos que la ゥ、・セ@ dialéctica ha surgido en la Histona por como el objeto de una conciencia absoluta y constituyente. Lo
muy diferentes 」。イセオキウL@ y que tanto I¿:egel como Marx la des- que アオゥ・イセ@ decir. que nos escapamos al problema de lo Vercla-
cubrieron y la deflmeron en las relaciOnes del hombre con la dero: Navllle pnva a sus "centros de reacción diferida" de los
materia y en las de los hombres entre sí. Después, y por vo- ョセ・、ッウN@ de ?istinguir lo Verdadero de lo Falso, les impone la
luntad de unificar, se quiso encontrar el movimiento de la 、セ。ャ・」エゥ@ sm darles la posibilidad de conocerla; lo que dice
historia humana en la historia natural. Así la afirmación de se vuelve verdad absoluta y sin fundamento.
que hay una dialéctica de la Naturaleza recae sobre la totali- ¿Cómo arreglarse con este desdoblamien to de personali-
dad ele los hechos materiales -pasados, presentes, futuros- o, dad? ¿Cómo un hombre perdido en el mundo, atravesado por
si se quiere, se acompaña con una totalización de la tempora- un movimiento absoluto que le viene de todo, puede ser tam-
l ida el 1. Se parece, de una manera curiosa, a esas 1de as de la bién esta conciencia segura de sí misma y de la Verdad? Poco
Razón, de las cuales nos explica Kant que son reguladoras y importa que señale que "estos centros de reacción elaboran sus
que no las puede justificar ninguna experiencia singular. comportamien tos según unas posibilidades que conocen en el
individuo, y tal vez en la especie, un desarrollo ineludible,
・ウエイセ」ィ。ュd[@ 」ッョ、セゥZュ。B@ y. que "los condicionamie ntos y
VIII las mtegracwnes refleJas, expenmentalm ente establecidos, per-
miten apreciar el reducido margen en el cual se puede llamar
De pronto nos enfrentamos con un sistema de ideas con- autónomo al comportamien to orgánico". Todo eso lo sabemos
templado por una conciencia pura, que ya les ha constituido como él; lo que cuenta es el uso que haga de esas verificacio-
su ley 2, aun siendo perfectamente incapaz de fundar ese ukase. nes. Este uso lleva necesariament e a la teoría del reflejo, a
No basta, en efecto, con discurrir sobre la palabra materia dar al hombre una razón constituida, es decir, a hacer del
para apuntar a la materialidad en tanto que tal, y la ambi- pensamiento un comportamien to rigurosamente condicionado
güedad del lenguaje proviene de que las palabras tan pronto por el mundo (lo que es), omitiendo decirnos que es también
designan a objetos como a sus conceptos. Es lo que hace que conocimiento del mundo. ¿Cómo podría pensar el hombre
el materialismo en sí no se oponga al idealismo. Muy por el "empírico"? Está tan cierto frente a su propia historia como
contrario: hay un idealismo materialista que en el fondo sólo frente a la Naturaleza. La ley no engendra por sí misma el
es un discurso sobre la idea de materia. Su verdadero opuesto conocimiento de la ley; muy por el contrario, si se soporta
es el materialismo realista, pensamiento de un hombre situado pasivamente, transforma a su objeto en pasividad, luego le
en el mundo, atravesado por todas las fuerzas cósmicas y que priva de toda posibilidad de recoger su polvo de experiencias
habla del universo material como de lo que se revela poco a en una unidad sintética. Y el hombre trascendental, que con-
poco a través de una praxis en usituación". En el caso que templa las leyes, por su parte no puede alcanzar, en el grado
de generalidad en que se ha colocado, a los individuos; Aun
nos ocupa, resulta evidente que estamos ante un idealismo
a pesar de él, nos vemos provistos de dos pensamientos, ningu-
no de los cuales llega a pensarnos a nosotros. Ni a pensarse:
1 Hay una totali%ación desde adentro de la temporalización como
sentido de la Historia. Pero es otra cosa muy distinta. porque uno es pasivo, recibido, intermitente, lo tenemos por
2 Engels, en La dialéctica de la naturalew, llega hasta sostener la
un conocimiento y sólo es un efecto diferido de causas exte-
teoría del eterno retorno.
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riores y el otro, que es activo, sintético y des-situado '*', se ig- encontró el prinCipiO de atracción. Cuando éste respondía:
nora y contempla en la más completa inmovilidad un mundo "Hypotheses non fingo", quería decir que el cálculo y la ex-
en el que no existe el pensamiento. De hecho nuestros doctri- periencia le permitían establecer la existencia de hecho de la
narios han tomado por real aprehensión de la Necesidad una gravitación, pero que se negaba a fundarla por derecho, a
alienación singular que les presentaba su proj;io pensamiento explicarla, a reducirla a algún principio más general. Así, para
vivido como un objeto para una Conciencia universal y que lo sus contemporáneos, la racionalidad parecía detenerse con las
somete a su propia reflexión como al Pensamiento del Otro. demostraciones y las pruebas: el hecho en sí mismo quedaba
Hay que insistir sobre este hecho capital de que la Razón inexplicable y contingente. De hecho la ciencia no tiene que
no es ni un hueso ni un accidente. Dicho de otra manera, si dar razón de los hechos que descubre: establece irrefutable-
la Razón dialéctica tiene que ser la racionalidad, tiene que dar mente su existencia y sus relaciones con otros hechos. Después
sus propias razones a la Razón. Según este punto de vista el el movimiento mismo del pensamiento científico tiene que
racionalismo analítico se prueba por sí mismo, ya que, según levantar esta hipótesis: en la física contemporánea la gravita-
lo hemos visto, es la pura afirmación -en un nivel muy su- ción ha tomado otro aspecto muy distinto; sin que haya deja-
perficial- del lazo de exterioridad como posibilidad perma- do de ser un hecho, ya no es el hecho insuperable por exce-
nente. Pero veamos lo que nos dice Engels de las "leyes más lencia, se integra en una nueva concepción del universo y sabe-
generales de la historia natural y de la historia social". Esto: mos ahora que todo hecho contingente, por insuperable que
"En cuanto a lo esencial, se las puede reducir a tres: parezca, será superado a su vez hacia otros hechos. ¿Pero qué
"La ley de inversión de la cantidad en calidad e inversa- se puede pensar de una doctrina que nos presenta la leyes de
mente. la Razón como Newton hacía con la de la gravitación? Si se
"La ley de la interpenetración de los contrarios. hubiese preguntado a Engels: ¿Por qué hay tres leyes y no
"La ley de la negación de la negación. diez o una sola? ¿Por qué las leyes del pensamiento son ésas
"Las tres están desarrolladas por Hegel según su estilo y no otras? ¿De dónde nos vienen? ¿Existe un principio más
idealista como simples leyes del pensamiento ... El error con- general del cual podrían ser consecuencias necesarias en lugar
siste en querer imponer estas leyes a la Naturaleza y a la His- de aparecérsenos en toda la contingencia del hecho? ¿Existe un
toria como leyes del pensamiento en lugar de deducirlas de medio de unirlas en una síntesis organizada y de jerarquizar-
ellas." las? Etc. Yo creo que se habría encogido de hombros y que
habría declarado como Newton: "Hypotheses non fingo". El
La incertidumbre de Engels se puede ver en las palabras
resultado de este considerable esfuerzo es paradójico: Engels
que emplea: abstraer no es deducir. ¿Y cómo se deducirían unas
le reprocha a Hegel el que imponga a la materia leyes de
leyes universales de un conjunto de leyes particulares? Si se
pensamiento. Pero es precisamente lo que hace él, ya que obli-
quiere, eso se llama induci1·. Y ya hemos visto que de hecho en
ga a las ciencias a verificar una razón dialéctica que él ha des-
la Naturaleza sólo se encuentra la dialéctica que se le ha
cubierto en el mundo social. Sólo que en el mundo histórico
puesto. Pero admitamos por un instante que efectivamente se
y social, como ya veremos, se trata verdaderamente de una ra-
les pueda inducir, es decir, que se provea a la vez un medio
zón dialéctica; al transportarla al mundo "natural", al gra-
de organizar el Saber científico y un procedimiento heurístico.
barla en él por la fuerza, Engels le priva de su racionalidad;
No serán, claro está, más que probabilidades. Admitamos aún
que esta probabilidad sea muy grande y que, en consecuencia, ya no se trata de una dialéctica que hace el hombre al hacerse
haya que tenerla por verdadera. ¿Adónde llegaríamos? A en- y que además le hace, sino de una ley contingente de la que
contrar las leyes de la Razón en el universo como Newton sólo se puede decir: es así y no de otra manera. Esto es, que
la Razón vuelve a ser un hueso ya que sólo es un hecho sin
• El término que utiliza Sartre es de-située. N. del T. necesidad conocible. Ocurre que los contrarios se interpene-

178 179
-po bre za o
os los hec ho s ma ter ial es
eso: un .a ley ins upSera ble y un i- d_ esg arr ada -; des cub rir em la con dic io-
La rac ion ali dad sólo es l ura . cw na l'd d tor cli má tic o, etc .- qu e
i a . e tom · e ·com1:
o nq ue za del su? sue lo, fac ell a mi sm a en
tra n. 1 z11 ego un a pu ra y sim p e cuales se ha def ini do
. ,
\ crsa , al aca ba en ,1.o ura oo na na n y en rel aci ón con los ram ien tas y
. sce nd ent
ma ter ial ism o. tra ?e un a soc ied ad qu e ya
posee sus her
se tom e , el del @ ・ イ 「 ュ ッ セ ャ em pin co , o crean- el ゥセエ・イッ@ a de la Na tur ale za,
0 sup rim ien do
el pen sam ien to nto a la dia léc tic
en al qu e tm po ng a su ley
セ_ッ@ u? sus ms tttu cw nes . En cua e ser el ob jet o ele un a
do un a con cie nci a no um co ntr ar en la Na tur ale za sm adi- con si_c lere @ セ ッ 」 se con sid ere , sólo pu ed ten te
se. írit u con sis
cap ric ho , o vo lvi end o a
en
la for ma ele lup óte sis セ・エ。ヲャs」N@ El. mo vim ien to del esp
ele la Ra zón dia léc tic a con en la jJra xis, en proyec-
en_ des cub ro- la イ。」ゥセョィ、_@
ció n ext raí ia" las ley es _dialéctic a
no org ani za-
hec hos con tin gen tes . dic ion ada en el mu nd o
tad a com o un a ley mc on die nd o qu e la
í a_ las .sociedades pre ten
do y en vo lve r des de ah , las con dic ion a,
irr acw nal op aci dad
ley ele nat ura lez a, en su ien to má s abe rra n-
IX em os po r el pro ced im ien to de pen sam
la ten
un a rel aci ón ィオュ。セQ@ qu e se ap reh en de po r-
dialéc- en cu :nt ra qu ita tod o
la exi ste nci a de un ion es te; se
mb re, se lup ost así a, se le
·En ton ces hay qu e neg ar abs olu to. A , un o mi sm o es un ho irra -
tur ale za ina nim ada ? En que , se sus titu ye est a cosa
ticas <:en el sen o de la Na nu est ros co- 」セイ。エ・@ hm ?an o y, pa ra ter mi nar e se ha-
ele la カ・イセ。、@
e en el est ado act ual de rel aci ón qu
dec ir ver dad , no veo qu cua l pue .de cr.e er . o,o nal y foq ad a en ャセァ。イ@ del mo nis mo
ar o afi rm ar; cad a
no cim ien tos po dam os neg ma nif ies tan un a raz ón dia léc tic a, r lug ar. Asi, en no mb re
bm en co ntr ad o en pn me ho mb re hac ien do
qu e las leyes fís ico -qu ím
ica s ali dad prá cti ca del
セ[」ィッウ@ de se sus titu ye a la rac ion lo osc uro ,
for ma s, en el ter ren o d: los esi dad ant igu a, lo cla ro po r
o no cre erl o; de tod as
a, se tra tar á ele un a ah
rm ao on ext ra- hゥウエセイ。@ po r la cie ga ?ec
ien cia .. fic ció n".
la Na tur ale za ino rgá nic ura , la Ve rda d po r la "C
qu e se res tab lez ca el ord en lo evi den te po r la con jet qu e fun dar la, la busca-
cie ntí fic a. No s lim ita rem
os a pe dir
algo com? y un a dia léc tic a y si ten em os
des cub rim ien tos ; si exi ste la pm xzs
Si hay ho de qu e el ho mb re es un
de las certezas y de los rem os 、ッセ・@ esté: ace pta rem os la is:lea
des cub re y se fun da en y
po r tan to qu e tal de un
un a raz ón dia léc tic a, se y en ser ュ。エ・Zゥセャ@ ・セエイ@ otr_os _Y qu e no goza en la pos ibi li-
os en un a soc ied ad 、・エイュゥセ。@ me ra neg are mo s a pri ori
hu ma na a ho mb res sit uad A pa rur de este sta tus pn vll egi ado , m siq ale za pu ed a des-
do de su des arr oll o. a con cre ta de la Na tur
un mo me nto de ter mi na y la @ コ セ 、 ゥ ャ 。 カ de da d de qu e un a dia léc tic tod o dia léc tic o se
establece.r los ャ■ュゥエセウ@ sig nif ica qu e el mé
des cub rim ien to hay qu e á efi caz com o m_ eto d? cub rir se un día , lo qu e Na tur ale za y ser ía
den cia dia léc tic a: la dia léc tic a ser heu rís tic o en las ciencias de la
la evi com o ley de Qセ@ m_ t:h- vo lve ría l de la exp e-
nte ng a ュセ」・ウ。イゥ@ @ セ ッ ー @ ッ ゥ 「 セ ウ mismos y con el con tro
sie mp re y cua nd o se ma ser. セョ。@ セゥ。ャ←」エ@ u_tiliz .ad o los léc tic a deb ía
tm :a イ。セキョャ@ del
gib ilid ad y com o . est ruc tid o Si est abl ece en el mt en or de la om os sim ple me nte qu e la Ra zón dia
nen Cia . De qu e ser ap reh en did a
ma ter ial ist a sólo tie ne sen ter ial es, ta- ser da da カオセャエ。@ un a vez más, qu e tie ne ten em os los
cía de las con dic ion es ma de soí iar la do nd e aú n no
his tor ia hu ma na la pri ma @ イ _ オ セ ウ ・ 、 y l_as do nd e se de¡e ver , en vez m_aterialismo his tór ico y
la
ho mb res situ ado s las Ha y セュL@
les com o la pra xis de los , rr.m ten ahs m? di.a- me dio s de 。ーイ・ィセョ_ャN@ si, com o alg un os
alg o ・クセウエN@ com o l!n es la dia lec tic a. Pe ro
suf re. En un a pa lab ra, si es @ N イ セ 」 ・ 、 un ley de este ュセエ・ョ。ィウッ@ léc tic o un
em os po r ma ter ial ism o dia
ma ten ah sm o hzs ton co,
un
léc tic o, tie ne qu e ser
o; es un a sol a cosa hac erl
o y suf nrl o, aut ore s lo qm ere n, ent end nar des de el ext eri or la his tor ia
ma ter ial ism o desde ade ntr e ma ter ial ism ? mo nis mo qu e pre ten de go ber
no ha y toda-
la mi sm a ma ner a, si est qu e dec ir qu e no hay -o
viv irlo y con oce rlo . De de nu est ro um - hu ma na , ent on ceso hay
ver da d en los ャ■セゥエ・@ vía - ma ter ial ism dia léc
tico 1.
exi ste , sólo pu ed e ten er qu e pro vo qu e
de un a nu eva ma qu ma
verso social: la apa ric ión las est ruc tu- hip óte sis me tafí sica de
una dia léct ica de
da s qu e rep erc uta n des de Tal vez se dig a que la 」オ。ョセッ@ ella par a com-
tra nsf orm aci on es pro fun uct ura s, ten drá lug ar en el fon do 1
es más @ セ ウ イ ・ エ ョ ゥ nos serv imo s de
ani zad os y la
has ta las sup ere str la Nat ura lez a cue rpo s org
ras de bas e sm o tie mp o ma ten a mo rgá mc a a ]os
un a soc ied ad org ani zad a y est rat ific ada -y al mi pre nde r el pas o de 1a
de
181
180
No habrá sido inútil esta larga discusión; en efecto, habrá
ー・イュゥエセ、ッ@ formula: ョオ・ウセイ_@ problema, es decir, que nos ha cho, pero no la necesidad, y ya que rechazamos las soluciones
descubierto en que condzczones puede ser fundada una dia- idealistas. Husserl pudo hablar sin mucha dificultad ele evi-
léctica. No hay duda de que esas condiciones serán contradic- dencia apodíctica, pero es que estaba en el terreno de la pura
torias, pero son las contradicciones movedizas que nos llevarán conciencia formal aprehendiéndose a sí misma en su formali-
al movimiento de la dialéctica. El error de Engels, en el texto dad: hay que encontrar nuestra experiencia apodíctica en el
que hemos citado, . consiste en haber creído que podía dedu- mundo concreto de la Historia.
cir sus leyes dialécticas de la Naturaleza con procedimientos 2. Hemos visto en Marx las aporías del ser y del conocer.
no dialécticos: comparaciones, analogías, abstracción, induc- Queda claro que aquél no se reduce a éste. Por otra parte, la
ción. De hecho, la Razón dialéctica es un todo y debe fundarse "dialéctica de la Naturaleza" nos ha mostrado que se hace que
a sí misma, es decir, dialécticamente.
el conocer se desvanezca si se trata de reducirlo a una moda-
_1., セャ@ fracaso del. dogi?atismo ,dialéctico nos muestra que lidad del ser entre otras. Sin embargo, no podemos mantener
la dwlect1ca como racwnahdad tema que descubrirse en la ex- ese dualismo que puede conducirnos a algún espiritualismo dis-
periencia directa y cotidiana, como unión objetiva de los he- frazado. La ünica posibilidad de que una dialéctica exista es
chos y a la vez como método para conocer y fijar esta unión. a su vez dialéctica; o si se prefiere, la única unidad posible
Pero ーッセ@ o_tra parte, <:1 carácter p_rovisional del hiperemjJiris- de la dialéctica como ley del desarrollo histórico y de la dia-
mo dzalectzco nos obliga a conchnr que la universalidad dia- léctica como conocimiento en movimiento de ese desarrollo
léctica se tiene que imponer a pnori como una necesidad. A tiene que ser la unidad de un movimiento dialéctico. El ser
prioTi no tiene aquí relación con no sé qué principios constitu- es negación del conocer y el conocer toma su ser por la ne-
tivos ,y anteriores a la experiencia, sino con una universalidad y gación del ser.
con una necesidad contenidas en toda experiencia y que des- 3. "Los hombres hacen la Historia sobre la base de co-
borden cada experiencia. :Ca contradicción queda manifiesta, nocimientos anteriores." Si esta afirmación es verdadera, Techa-
ya que sabemos desde Kant que la experiencia entrega el he- za definitivamente el determinismo y la razón dialéctica como
método y regla de la historia humana. La racionalidad dialéc-
evolución de la vida en el globo. Es verdad. Pero me permito sef'íalar tica contenida ya entera en esta frase, se tiene que presentar
que esta interpretación fonnal de la vida y de la evolución sólo será como la unidad dialéctica y permanente de la necesidad y de
un sueño piadoso hasta que los sabios no tengan los medios de utilizar la libertad; con otras palabras, ya hemos visto que el universo
como hipótesis directriz a la noción de totalidad y a la de totalización.
De nada sirve decretar que la evolución de las especies o que la apa- se desvanece en un sueño si el hombre sufre la dialéctica desde
rición de la vida son momentos de la "dialéctica de la Naturaleza", mien- afuera como su ley incondicionada; pero si imaginamos que
tras ignoramos cómo apareció la vida y cómo se transforman las especies. cada cual sigue sus inclinaciones y que estos choques molecu-
De momento, la biología, en el terreno concreto de sus investigaciones,
sigue siendo positivista y analítica. Tal vez ocurra que un conocimiento
lares producen resultados ele conjunto, entonces ・ョ」ッエイ。セQウ@
más profundo de su objeto, a causa de sus contradicciones, le confiera resultados medios o estadísticas, pero no un desmTollo Insto-
la obligación de considerar al organismo en su totalidad, es decir, dia- rico. En cierto sentido, por consiguiente, el hombre sufre la
Iécticamente, y de considerar todos los hechos biológicos en su relación dialéctica como si fuera una potencia enemiga, y en otro sen-
de interioridad. Esto es posible que ocurra, pero no es segum. De todas
formas resulta curioso que los marxistas, dialécticos de la Naturaleza,
tido la hace; y si la Razón dialéctica tiene que ser la Razón
エセ」ィ・ョ@ de idealismo a los que, como Goldstcin, tratan (con razón o de la Historia, es necesario que esta contradicción sea vivida
ウセョ@ ella) de considerar a los seres organizados como totalidades; lo que ella misma dialécticamente; lo que significa que el hombre
s1!1 ・Qセ「。イァッ@ supone mostrar (o tratar de mostrar) la irreductibilidad sufre la dialéctica en tanto que la hace y la hace en tanto
chaléctica de este "estado de la materia", la vida, a este otro estado -la
IUateria no organizada- que sin embargo la ha engendrado. que la sufre. Hay que comprender aún que el Hombre no
existe; hay personas que se definen completamente por la so-
182
183
ciedad a b. cual pertenec en y por el セッ[ゥイ_・ョエ@ histórico que Otro siempre es accident al, aunque siempre presente · su rela-
las arrastra; si no queremo s que la dialectic a vuelva a ser una ción de interiori dad con los hombres y con las cosas セウ@ funda-
ley divina, una fatalidad , ュ・セ。ヲ■ウゥL@ tiene que. ーイ_セ・ョゥ@ de lo_s mental, aunque con frecuenc ia esté escondid a.
individu os y no de no se que conJunto s supermd iVIdual: s·. セiᆳ 5. P_ero la 、セ。ャ←」エゥL@ si tiene que ser una razón y no
cho de otra manera, encontra mos esta nueva contradi ccwn: オセ@ ley .oega, se tiene que dar a sí misma como una inteligi-
la 、ゥ。ャセ」エ@ es la ley de totalizac ión que hace que haya colec- bthd_a? msupera ble. E_l contenid o, el desarrol lo, el orden de
tivos, sociedad es, una historia, es decir, realidad es que se im- apanoó n de las negaciOnes, negacion es de negacion es, conflic-
ponen a los individu os; pero tiene que estar entretej ida por tos, etc., las fases de la ャオ」セ。@ entre términos opuestos , su sali-
millones de actos individu ales. Habrá que establec er cómo da, en una palabra, la realtdad del movimie nto dialéctic o, est<Í
puede ser a la vez resultar; te sin ser promedi o pasivo, y ヲオ・イコセ@ todo goberna do por los condicio namient os de base, las estruc-
totali:ad om sin ser fatalida d trascend ente, cómo debe reali- エセイ。ウ@ de material idad, la situació n de partida, la acción con-
zar en cada instante la unidad del pulular clispersivo y ele la tmuada de factores exteriore s e interiore s, la relación ele las
integrac ión. ヲセQ・コ。ウ@ en ーイ・ウセョ」ゥ。[@ dicho de otra manera, no hay una dia-
4·. Se trata ele una dialéctic a material ista. Entende mos lecttca que se 1m ponga a los hechos como· las ca teg-orbs de
con estas palabras -colocán donos según un punto ele vista Kant a los fenómen os; pero la dialéctic a, si existe, ・セ@ la aven-
estrictam ente epistem ológico - que el pensami ento tiene que エセイ。@ singular de su objeto. No puede haber en ninguna parte,
descubri r su propia necesida d en su objeto material , descu- m en _una cabeza セゥ@ en el cielo inteligib le, un esquema prees-
hrienclo en él, en tanto que él mismo es un ser material , la エセ「ャ」ゥッ@ アエセ・@ se Imponga a los desarrol los singulare s: si la
chalecttc a existe, es porque algunas regiones de la material idad
necesicb.cl de su objeto. En el idealism o hegelian o era posible:
es uecesari o que la dialéctic a sea un sueño o que sea igual- son tales por estructu ra que no puede no existir. Dicho de
mente posible en el mundo real y material del marxism o. Esto otra ュ。ョセイLN@ el movimie nto dialéctic o no es una poderosa
debe llevarno s necesari amente del pensami ento a la acción. fuerza umtana que se revela detrás de la Historia como la
De hecho, aquél no es más que un moment o de ésta. Tendre- voluntad divina: primero es una resultan te; no es la dialéc-
mos, pues, que ver si en la unidad de una experien cia apo- エセ」。@ quien impone a los hombres histórico s que vivan su histo-
d.íctica cada praxis se constitu ye en y por el universo material na a través de contradi cciones terribles , sino que son los hom-
como superaci ón de su ser-obje to por el Otro, aun develand o bTes, . tal y como son, bajo el dominio de la rareza y de la
simultán eamente la praxis del Otro como un objeto. Pero al ョ・セウエ、。L@ quienes. se enfrenta n en circunst ancias que la His-
mismo tiempo se tiene que establec er una relación a través y ton_a o la @ 。 エ ュ _ ョ セ 」 ・ N pueden enumera r pero que sólo la racio-
por el Otro entre cada praxis y el universo de las cosas, de nalidad chalectic a puede hacer inteligib les. Antes de ser un
tal manera que en el curso de una totalizac ión que no se セャ・ᆳ motm·, la contradi cción es un resultad o y la dialéctic a aparece
tiene nunca, la cosa se vuelve humana y el hombre se realiza en el plano ontológi co como el único tipo de relación que
como cosa. En la realidad concreta hay que mostrar que el pueden establec er entre sí en nombre de su constitu ción in-
método dialéctic o no se distingu e del movimie nto dialéctic o, dividuos situados y constitui dos de una manera determin ada.
es decir, de las relacion es que sostiene cada uno con todos a La dialéctic a, si existe, sólo puede ser la totalizac ión de las
t;>talizac_iones 」ッョセ・エ。ウ@ operadas por una multipli cidad de
través de la materia lidad inorgáni ca y de las que sostiene con
esta material idad y con su propia existenc ia de materia orga- ウセョァオャ。イ、・@ totalizad oras. Es lo que yo llamaría el i1omina-
nizada a través de sus relacion es con los ッエイセN@ Hay que esta- ャエセイ[Mッ@ dtalectic o. Pero desde luego que la dialéctic a sólo es
blecer, pues, que la dialéctic a se funda sobre esta experien cia vahda, en cada uno de los casos particul ares que la recrean, si
uno: en el universo de exterior idad su aparece cad_a vez en la ・クーセイゥョ」。@ que la vuelve a descubri r
permane nte de cada si nos da la clave de
exterior idad con el universo material y con el como necestda d; es sólo vahda, además,
relación de

184 185
la aventura que la manifiesta, es decir, si la aprehendemos la hace y como necesidad absoluta en tanto que se lé escapa,
como inteligibilidad del proceso considerado 1. es decir, sencillamente, mientras la hacen los otros; para aca-
bar, en la medida en que se reconoce en la superación de sus
La necesidad y la inteligibilidad de la Razón dialéctica
necesidades, reconoce la ley que le imponen los otros al supe-
unidas a la obligación de descubrirla empíricamente en cada
rar las suyas (la reconoce, lo que no quiere decir que se
caso inspiran algunas reflexiones: primero, nadie puede des-
someta a ella), reconoce su propia 。オエッョュ■セ@ (rr:ientras ーセ・ᆳ
cubrir la dialéctica si se mantiene en el punto de vista de la de ser utilizada por el otro y que lo es cada dm, hntas, mamo-
Razón analítica, lo que significa, entre otras cosas, que nadie
bras, etc.) como potencia extraña y la autonomía de los otros
puede descubrir la dialéctica si se mantiene exterior al objeto
como la ley inexorable que permite obligarles. Pero por la
considerado. En efecto, para que considere un sistema cualquie-
misma reciprocidad de las obligaciones y 、セ@ ャセウ@ 。オエッNョュ■セウL@ la
ra en exterioridad, no puede decidir ninguna experiencia parti-
ley acaba por escaparse a todos y es el movim.Ien,to.giratono ?e
cular si el movimiento del sistema es una continua dilatación
la totalización donde aparece como Razón 、ゥ。ャ・」エセL@ es. deor,
o si es una sucesión de instantes; pero la posición del experi-
exterior a todos porque interior a cada uno, .Y エセ。ィコッ￳ョN@ en
mentador des-situado tiende a mantener a la Razón analítica
curso pero sin エッ。ャゥコセイ@ de todas ャセウ@ totahzaoones totaliza-
como tipo ele inteligibilidad; la propia pasividad del sabio en
das y de todas las totalidades destotahzadas.
relación con el sistema le descubriría una pasividad del siste-
ma en relación consigo mismo. La dialéctica sólo se descubre Si la Razón dialéctica tiene que ser posible como N。カ・エセオᆳ
a un observador situado en interioridad, es decir, a un inves- ra de todos v como libertad de cada uno, como expenenoa Y
tigador que vive su investigación como una contribución posi- como necesidad, si vamos a poder mostrar a la vez su total
ble a la ideología de la época entera y al mismo tiempo como traslucidez (sólo es nosotros mismos) y su insuperable rigor (es
la praxis particular de un individuo definido por su aventura la unidad 、セ@ todo lo que nos 」ッョ、ゥセ。IL@ si tener_nos. que fun-
histórica y personal en el seno de una historia más amplia que darla como racionalidad de la praxzs, de la totahzaoón Y del
la condiciona. En una palabra, si voy a poder conservar la porvenir social, si después la ten;r_nos que 」QZゥエセイL@ como se ha
idea hegeliana (la Conciencia se conoce en el Otro y conoce podido criticar a la Razón anahuca, es .cleor, SI tenemos アセ・@
al Otro en sí) , suprimiendo radicalmente el idealismo, voy determinar su alcance, tenemos que reahzar pm· nosotros nHs-
a poder decir que la praxis de todos como movimiento dia- mos la experiencia situada ele ウセ@ ap.odicticiclacl. Pero no vaya-
léctico se tiene que descubrir en cada uno como la necesidad mos a imaginar que esta expenenCia es 」ッュー。イセjャ・@ a las m-
de su propia praxis, y, recíprocamente, que la libertad en cada tuiciones de los empiristas ni siquiera a 、・エイュセ。Nウ@ expe-
uno de su praxis singular tiene que volver a descubrirse en riencias científicas, cuya elaboración es larga y difi.ol, .Pero
todos para descubrir una dialéctica que se hace y la hace cuyo resultado se verifica instantáneamente. La セクー・ョNcゥ。@ de
en tanto que está hecha. La dialéctica como lógica viva de la la dialéctica es dialéctica a su vez; lo que qmere cleor. que
acción no puede aparecer a una razón contemplativa; se des- se ·persigue y se organiza en todos los planos ..E? al nusmo
cubre durante la praxis y como un momento necesario de ésta, tiempo la experiencia misma de vivir, ya que viva· es actuar
o, si se prefiere, se crea de nuevo en cada acción (aunque éstas y sufrir y ya que la dialéctica .es, la イ。」ゥュセA、@ de la praxzs:
sólo aparezcan sobre la base de un mundo totalmente consti- será 1·egresiva puesto que parura de lo vivido_ pai:a encont_rai
tuido por la jJraxis dialéctica del pasado) y se vuelve método poco a poco todas las estructur.as セ・@ la ヲjLイセクコウN@ Sm embargo,
teórico y práctico cuando la acción que se est<Í desarrollando hay que prevenir que la expenenoa aqm mtentada, aunque
se da sus propias luces. Durante esta acción, el individuo des- sea histórica por sí misma, como toda empresa, no trata Nセ・@ vol-
cubre la dialéctica como transparencia racional en tanto que ver a encontrar el movimiento de la Historia, la eYolucwn del
traba jo, las relaciones de produc:ión, los 」ッョヲャゥエセウ@ . de 」セ。ウ・N@
1 Y, según este punto de vista, el nominalismo es al mismo Su fin, sencillamente, es descubnr y fundar la 1 acwnahdad
tiempo un 1·calismo dialéctico.

186 187
car y ele
セッイゥ。N@ Per o se エイセ。@ .pre cisa men te de sen tir, de cnt1 llo ele
este mo men to del des arro
os jueg os de la pra xis y de la fun dar , en la Hzs ton a y en
dial écti ca, es dec ir, los com plej os rum ent os de pen sam ien to se-
lleg ado a los con dic ion ami ent la,s soc ieda des @ L ウ セ 。 ュ オ ィ los inst
tota liza ción . Cua ndo hay amo s pre y cua ndo sea n
eria lida d, será el mo me nto de
gun セウ@ cua le: la I-hs tori a se pien sa, siem
m:ís gen eral es, es dec ir, a la mat prá ctic os por los cua les se hac
e.
tir de nue stra exp erie nci a rec ons truy amo s el esq ue- エ。セ「Q・ョ@ los ュウエイオ・セャ⦅ッ@ del con oce r
que a par con oce r y
ele la tota liza ción . Est a seg und
a
Cla ro アセ・@ seremos. rem1t1clos del hacer al
ma de la inte ligi bili dad pro pia una cl.e un pro ceso que a su vez sed dial éc-
a! hace1 en la オュ」ャセ@
ent e, será , si se qui ere ,
par te, que apa rec erá pos teri orm hda d rea l es teór ica; se pue de
form u-
gre siva de la "ra cio nal ida d ele la ac- tiCO. Per o nue stra fma
def inic ión sint étic a y pro ¿En qué con dici one s es posi-
cóm o des bor da la Raz ón dia- lar con los t.ért;Iinos sigu ient es:
ción ". Ver emo s a este pro pós ito ? ¿De ntro ele qué lím ites
o com por ta en sí mis ma su ble el con oc1 m1e nt? de una hist
oria
léct ica a la Raz ón crít ica y cóm las セョゥッ・ウ@ das a la luz? ¿Qu é es la
Per o no que rría mo s insi stir so- セオ、・ョ@ .ser ョ・セウ。@ saca
pro pia crít ica y su sup erac ión . dial écti ca, cua les son sus lím ites
y su fun dam ent o?
stro pro yec to: he dic ho y lo 1 。ッセョィ」ャ、@
bre el cará cter lim itad o ele nue rela ción con la letr a de la
ón vál ida de la His tori a hu- El h&'ero イ・エッセウ@ que hici mos en
rep ito, que la úni ca inte rpre taci ind iqu é en Cue stio nes de mét
o-
o. No se trat a, pue s, de re-ex- doc tnn a mar xi.s ta (y que ya
man a es el mat eria lism o hist óric es cap tar el sen tido de esta cue stió n com o una
otro s mil veces; y ade más no do) , .nos ーセイュQ・@
pon er aqu í lo que han hec ho cció n, erie ncia ver dad era que se nie-
mi tem a. Aho ra bie n, si se qui
ere resu mir esta intr odu esp eoe de mq me tud de esta exp
o hist óric o es su pro pia pru e- dad . A ella trat amo s ele contes-
eria lism ga a der rum bar se en la no- ver
pod ría decirse que el mat - aisl ado de un ind ivid uo pue -
ad dial écti ca, per o que no fun tar, per o no creo que el esfu erzo
ba en el med io de la rac ion alid to- sfac tori a -au nqu e sea par cia l-
re tod o si rest ituy e a la His da pro cur ar. ,un a respues.ta sati
da esta rac ion alid ad, aun y sob es am pha y que pon e en jue go a
la tota lida d
ón con stit uid a. El mar xism o a una ョセ・ウエQ@ エ。セ@
ria en su des arro llo com o Raz por su s inv esti gac ion es me han per-
la His tori a mis ma tom and o con
cien cia de sí; si vale , es de. セ。@ H1s to:w . S1 estas prim era de ver ific acio nes pro vi-
está pue sto en tela ele juic io ni セャエゥ」ッ@ pre osa r el pro ble ma, a través
con ten ido mat eria l, que no se disc uta n y sea n moc lifica-
te por que su rea lida d resi de en swn al:s que ahí está n par a que
pue de esta rlo. Per o pre cisa men , una disc usió n y -en el mej or de los cas os-
rna s que pon e a la luz del día cl.as, SI iセイッカ⦅」L。ョ@
su con teni do, las uni one s inte , está n for- a a cab o cole ctiv ame nte en alg uno s gru -
su con ten ido real SI esta d1s cus wn se llev
en tan to que form an par te de sfecho.
min ada s. En par ticu lar, cua ndo un ma rxis ta pos de trab a jo, me dar é por sati
mal men te ind eter -
ces ida d" par a cali fica r la rela
hac e uso de la noc ión ele "ne pro -
el inte rior de un mis mo
ción ele dos aco ntec imi ento s en da nos
ndo la sínt esis inte nta
ceso, que dam os dud oso s, aun cua
esto no sign ific a -sin o tod o lo
hay a con ven cido del tod o. ·Y
esid ad en las cosas hum ana s,
con trar io- que neg uem os la nec
esid ad dia léct ica por def inic ión
sino , sim ple men te, que la nec
esid ad de la Raz ón ana lític a,
es otra cosa dist inta que la nec
o no se pre ocu pa -¿p or qué
y que , pre cisa men te, el mar xism
ina r y fun dar esta nue va es-
hab ría ele hac erlo ?- por det erm
erie ncia . Así nue stra tare a de
truc tura del ser y de la exp
ir en res titu ir a la His tori a
nin gun a man era pue de con sist to
con sist a en un estu dio con cre
real en su des arro llo, ni que dia n el
de los gru pos que estu
ele las form as de pro duc ció n o ico. Y sin
stro ·pro ble ma es crít
soc iólo go y el etn ógr afo . Nue
pro voc ado él mis mo por la His -
eluda que este pro ble ma está 189
188
¿Por qué experimentación definida ・ウーイ。セッ@ manifestar y
probar la realidad del proceso dialéctico? ¿Cuáles son nuestros
instrumentos? ¿Cuál es el punto de aplicación de éstos? ¿Qué
sistema experimental debemos construir? ¿Sobre qué hecho?
¿Qué tipo de extrapolación permitirá? ¿Cuál será la validez
de la prueba?
2. Para contestar a estas preguntas tenemos que disponer
B de un hilo conductor, y éste no es otro que la exigencia mis-
ma del objeto. Tenemos, pues, que volver a esta exigencia fun-
CRíTICA DE LA EXPERIENCIA CRíTICA damental. Esta exigencia corre el riesgo ele ser ininteligible y
de remitirnos a algún hiperempirismo o a la opacidad y a la
contingencia de las leyes formuladas por Engels si la reducimos
セMN@ Si esta experiencia tiene que ser posible, sabemos las a esta simple pregunta: ¿hay sectores ontológicos en los que
condiCIOnes abstractas que tiene que poder cumplir. Pero estas la ley del ser y, correlativamente, la del conocer, pueden ser
・クゥァョセ。ウ@ la dej_an セョ@ indeterminada en su realidad singu- llamadas dialécticas? Si, en efecto, tenemos que descubrir estos
lar. Asi, en las oenoas de la Naturaleza se puede conocer en sectores como, por ejemplo, se descubre un sector natural (por
ァ[ョ・セ。ャ@ l_a finalidad y las condiciones de validez de una expe- ejemplo, una región del globo con su clima, su hidrografría,
:Ienoa sm conocer e! !1echo físico sobre el cual se ejercerá, los su orografía, su flora, su fauna, etc.) , el descubrimiento par-
ュウセイオ・ョッ@ que セエ、ゥz。イ£@ y el sistema experimental que cons- ticipará de la opacidad y de la contingencia de la cosa encon-
trUirá y mslará. Dicho de otra manera, la hipótesis científica trada. Si, por otra parte, como hizo Kant con la Razón posi-
comporta sus propias exigencias experimentales, indica a gran- tivista, tenemos que fundar nuestras categorías dialécticas so-
des trazos ァ・ョセ。ャウ@ las condiciones que debe cumplir la prue- bre la imposibilidad de que tenga lugar la experiencia sin
ba, pero este pnmer esquema no se distingue -sino formalmen- estas categorías, claro que alcanzaremos a la necesidad, pero
te- de la conjetura que se tiene que verificar, y por eso se ha la infectaremos con la opacidad del hecho. Decir, en efecto:
podido llamar hipótesis a una idea experimental. Son los da- "Si tiene que tener lugar algo como la experiencia, es necesario
tos históricos Hィゥウセッイ。@ de los ゥョウエイオュ・セッL@ estado contemporá- que el espíritu humano pueda unificar la diversidad sensible
?e セ・ッ@ los conocumentos) los que vienen a dar a la expe- para determinados juicios sintéticos", es, a pesar de todo,
nenoa pro-yectada su particular fisonomía: Faraday, Foucauld, hacer que el edificio crítico descanse sobre este juicio ininte-
Maxwell construirán tal sistema para obtener tal o cual re- ligible (juicio de hecho) : "Ahora bien, la experiencia ha
sulta?o. En el caso que nos ocupa, se trata de una experiencia tenido lugar". Y más adelante veremos que la Razón dialécti-
totah:zadora, lo que desde luego significa que se parece muy ca es también la inteligibilidad de la Razón positivista: por
ele leJOS a las experiencias de las ciencias exactas. Pero no es eso, precisamente ésta empieza por darse como la regla ininte-
ュ・セQッウ@ cierto. que tiene que 。ュセョ」ゥイウ・@ también en su singu- ligible de toda inteligibilidad empírica 1 • Pero los caracteres
landad técmca, enumerar los mstrumentos de pensamiento fundamentales de la Razón dialéctica -si tiene que aprehen-
que_ utiliza, :sbozar. el sistema concreto que constituirá (es derse originalmente a través de las relaciones humanas- impli-
cl.eCir, la イセ。ィ、@ estructural que se exteriorizará en su p,-ác- can que se entrega a la experiencia apodítica en su inteligi-
tzca expenmental) . Es lo que ahora vamos a determinar 1.
1 Estoy pensando aquí en la Crítica de la Razón Pura, y no en las
1De hecho, la mayor parte del tiempo, esos momentos son inse- últimas obras de Kant. Se ha demostrado muy bien que en la última
parables. Pero conviene que la reflexión metodológica señale por ¡0 parte de su vida, la exigencia de inteligibilidad condujo a Kant hasta
menos, una obstinación de razón. ' las puertas de la Razón dialéctica.

190 191
bilidad misma. No se trata de verificar su existencia, sino, sin otro ejemplo, parece difícil que una nueva realidad al supe-
descllúrimiento empírico, de probar esta existencia a través rar '. a los . con t ra. - d letonas
· · y conservarlos en ella, pueda ' ser al
de su inteligibilidad. En otros términos, si la dialéctica es la m1smo エQ・ューセ@ Irreductible a éstos e inteligible a partir ele
razón del ser y del conocer, al menos en algunos sectores, tiene ellos. Ahora .b1en , estas cl·r· 1t1cu 1ta el es prov1enen
· ·
s1mplemente ele
que manifestarse como doble inteligibilidad. En primer ャオセ。イL@ q ue se cons1cleran los " pnnopws · · · , clwlectlcos
. , . .
como s1mples
la dialéctica misma, como regla del mundo y del saber, t1ene el atas o con1o .reglas induc·1c1as, esto es, que se cons1deran · según
que ser inteligible, es 、・」ゥセ@ Mセッョエイ。ゥュ・@ 9-ue NQセ@ セN。コ￳ョ@ e•1 punto, ele v1sta • de la< Ra zó n posltlVlsta · · . .
y de la nusma mane-
positivista-, compor.tar e? s1 m1sma su prop1a. mtehg1b1hdacl. ra que esta cons1clera . a sus "catego 1· 1'as" . D e 11ec110 ca el a una
En segundo lugar, s1 algun hecho real -por eJemplo, un pro- el. e estas . . .pretendidas
. . leyes el"1a1'ect1cas
·· '
vuelve a encontrar una
ceso histórico- se desarrolla dialécticamente, la ley de su apa- ュエ・ィァQ「」ャ。セ@ ー・Zセ」エ。@ si nos colocamos según el punto de カゥウMセ@
rición y de su devenir tiene que ser -según el punto de vista ta ele1 la totallzacwn. . , Conviene . ., pues , que 1a expenenoa · · cntl-
, .
del conocimiento- el puro fundamentó de su inteligibilidad. ca p antee la 」オ・セエキ_L@ ヲオョ」ャ。ュセエZ@ ¿Existe un sector del ser
No consideramos de momento más que la inteligibilidad ori- en el que la totahzacwn es la forma misma ele 1a ex1stenoa · · ?
ginal. Esta inteligibilidad -o traslúcida de la dialéctica- no 3·. セ・ァョ@ este punto de vista, antes de continuar conviene
puede aparecer cuando nos limitamos a enunciar leyes dialéc- アオセ@ cl1_stmgamos 」ャセイ。ュ・ョエ@ las nociones ele totalidad y ele to-
ticas, como lo hacen Engels y Naville, a menos que cada una tahzaoón. . .La totalidad se define como un ser que es ra el"!Ca- 1
de estas leyes se dé como un "perfil" que revele a la dialéctica mente d 1stu1to ele la suma ele sus partes, se vuelve a encontrar
como totalidad. Las reglas de la Razón positivista aparecen co- entero MZセッョ@ una. u otra forma- en cada una ele éstas y entra
n1o consignas separadas (salvo si se considera a esta Razón en. _relacwn cons1go mismo ya sea por la relación con una 0
como un límite de la Razón dialéctica y con el punto ele vista vauas ele ウオセ@ partes, ya por su relación con las relaciones que
ele ésta) . Las pretendidas "leyes" de la Razón dialéctica, son, todas o vanas ele sus partes mantienen entre ellas. Pero al
cada una ele ellas, toda la dialéctica: no podría ser ele otra estar セQ・」ィ。@ esta re_aliclad セョ@ cuadro o una sinfonía son ejem-
manera sino la Razón dialéctica dejaría ele ser un proceso dia-
léctico y el pensamiento, como praxis del teórico sería necesa-
plo: s1 s: ャセカ。@ la ュエセァイ。」キョ@ al límite), sólo puede existir en
Qセ@ セァュョッL@ es deor, como correlativa ele un acto ele ima-
riamente discontinuo. Así la inteligibilidad ele la Razón dia- gu:acwn. El estatuto ontológico que reclama con su definición
léctica -si ésta tiene que existir- es la ele una totalización. O, セウ@ es el del en-sí, o, si se quiere, ele lo inerte. La unidad
para volver a la distinción entre el ser y el conocer, hay dialéc- smtet1ca que _rroducirá su apariencia ele totalidad no puede
tica si al menos existe en un sector ontológico una totalización ウ・セ@ un acto, smo sólo el vestigio ele una acción pasada (ele la
en curso que sea inmediatamente accesible a un pensamiento セZオウュ。@ manera_ アエセ・L@ la unidad ele la medalla es el residuo pa-
que se totalice sin cesar en la comprensión misma ele la totali- ウセカッ@ セ・@ la 。」セョキI@ . La inercia del en-sí corroe a esta a a-
zación ele la cual emana y que se hace su objeto ella misma.
Se ha señalado muchas veces que las leyes enunciadas por
イセ・ョッ。@ セ・@ オュ、セ」ャ@ con su ser-en-exterioridad ; la totalidad セ。ᆳ
sャvセ@ esta 」ッイQ、セ@ ele hecho por una infinita divisibilidad.
Hegel o por sus discípulos al principio no parecen inteligibles; aウセL@ como potencia en acto ele retener partes, sólo es el corre-
si se las toma aisladamente, hasta pueden parecer falsas o gra- latiVO ele un acto ele la imaginación: la sinfonía 0 el cuadro
tuitas. Hyppolite ha demostrado que la negación ele la nega- -lo ィセ@ mostrad.? en otra parte- son imaginarios apuntados
ción -si se considera este esquema en sí mismo- no es nece- a tr.aves del 」ッョjセエ@ ele colores secos o del desgranamiento de
sariamente una afirmación. Igualmente, a primera vista, la ウッュ、セ@ セオ@ e les sirven de analogon. Y cuando se trata ele ob ·e-
oposición ele los contradictorios no parece que sea necesaria- tos ,practicas -máquinas: utensilios, objetos de puro 」ッョウオセL@
mente el motor ele la dialéctica; Hamelin, por ejemplo, ha ・セ」エイ。M ・セ@ nuestra acciÓn presente la que les da la aparien-
construido su sistema sobre la ele los contrarios. O, para dar Cia de totahclacles al resucitar -sea como sea- a la praxis que

192 193
ha tratado de totalizar a su inercia. Más lejos veremos que jJraxis, al diferenciar a determinados conjuntos, los excluye
esas totalidades inertes tienen una importancia capital y que del ァイオャセM formado por todos los otros y la unificación en curso
crean entre los hombres ese tipo de relación que más lejos se mamhesta a la vez por los productos más diferenciados
llamaremos lo práctico-inerte. Estos objetos humanos valen (que indican la dü:ecc_ión del movimiento), por los que lo
para ser estudiados en el mundo humano: ahí es donde reciben son ュ・_セウ@ (y que md1can las permanencias, las resistencias,
su estatuto práctico-inerte, es decir, que pesan sobre nuestro las tradiCiones,. una unidad más rigurosa pero más superficial)
destino por la contradicción que en ellos opone la praxis (el y por el conflicto de los unos con los otros (que manifiesta
trabajo que los ha hecho y el trabajo que los utiliza) y la e! estado presente de la totalización en curso) . La nueva nega-
inercia. Pero estas indicaciones muestran que son productos y CIÓn アセ・L@ al_ determinar los conjuntos menos diferenciados, los
que la totalidad -contrariamente a lo que podría creerse- elevara al mvel de los otros, hará desaparecer necesariamente a
sólo es un principio regulador de la totalización (y se reduce, la negación que hacía de cada conjunto un antagonista del otro.
simultáneamente, al conjunto inerte de sus creaciones provisio- Así, pues, ウ・イセN@ セョ@ el int;ri?r de una unificación en curso (y
nales). que ya ha defuudo los hmltes de su campo) y solamente ahí,
En efecto, si tiene que existir algo que se presente como donde una determinación puede ser llamada negación y don-
la unidad sintética de lo diverso, sólo se puede tratar de una de la iセ・ァ。」ゥ_@ de _una negación tiene que ser necesariamente
unificación en curso, es decir, de un acto. La unificación sin- una ahrmacwn. S1 la razón dialéctica existe, sólo puede ser
tética de un habitat no es simplemente el trabajo que lo ha -según el punto de vista ontológico- la totalización en curso,
producido, sino que es también el acto de habitarlo: reducido donde esta totalización ha tenido lugar, y -según el punto
a sí mismo, vuelve a la multiplicidad de inercia. Así la totali- de vista epistemológico- la permeabilidad de esta totalización
zación tiene el mismo estatuto que la totalidad: a través de las a_ un conocimiento cuyos movimientos por principio sean tota-
multiplicidades prosigue ese traba jo sintético que hace de cada hzad?res. Pero como no se puede admitir que el conocimiento
parte una manifestación del conjunto y que lleva al conjunto totahzador venga a la totalización ontológica como una nue-
a sí mismo por la mediación de las partes. Pero es un acto en v_a totalización de ésta, es preciso que el conocimiento dialéc-
curso y que no se puede detener sin que la multiplicidad vuel- tico sea_ un_ momento de la totalización, o, si se prefiere, que
va a su estatuto original. Este acto dibuja un campo práctico la totahzaCión comprenda en sí misma su retotalización refle-
que, como correlativo indeferenciado de la praxis, es la unidad xiva como una estructura indispensable y como un proceso
formal de los conjuntos que se tienen que integrar; en el inte- totalizador en el seno del proceso de conjunto.
rior de ese campo práctico, trata de operar la síntesis más ri- 4. La dialéctica es, pues, actividad totalizadora; no tiene
gurosa de la multiplicidad más diferenciada: así, por un doble In<Í.s leyes que las reglas producidas por la totalización en cur-
movimiento, la multiplicidad se multiplica hasta el infinito, so y éstas evidentemente conciernen a las relaciones de la uni-
cada parte se opone a todas las demás y al todo en vías de ficación con lo unificado l, es decir, los modos de presencia
formación, mientras la actividad totalizadora aprieta los lazos
y hace de cada elemento diferenciado su expresión inmediata 1 Algunos ejemplos: el todo está enteramente presente en la parte
y su iセQ・、ゥ。￳ョ@ en relación con los otros elementos. A partir como su sentido actual y su destino. En este caso se opone a sí mismo co-
mo la parte se opone al todo en su determinación (negación del todo)
de al11, la mteligibilidad de la Razón dialéctica se puede es- y como las partes se oponen entre sí (cada una es la negación de las
tablecer {[■Nセゥャ・ョエZ@ no es otra cosa que el movimiento mismo otras pero cada una es el todo determin<lndose en su actividad totali-
de la totahzaCI?n. Entonces -para no tomar más que un ejem- zadora y dando a las estructuras parciales las determinaciones que re-
plo- la negación de la negación se vuelve afirmación en el clama el movimiento total); la parte, en tanto que tal, est<i mediada
por el todo en sus relaciones con las otras partes: en el interior de una
marco de la totalización. En el seno del campo práctico, co- total_ización, las multiplicidades (como uniones de exterioridad absoluta:
rrel(lti\'O de la praxis, toda determinación es negación: la cantlClades) no se suprimen, pero se interiorizan, el hecho (lo veremos

194 195
en cu rso , en
to re al de la to ta liz ac ió n
sin o qu e es un m om en se re ali za co m o
セ@ el c?- rn a en to da s sus pa rte s y
iza da s. cw
pa rte s tolatalto nus- ta nt o qu e és ta se en ca ed ia ci ón de alg u-
. . do r a alas su vez • es tal iza n
o ele sí m ism a po r la m
totah lz. a d . co no ci m ie nt o sin té tic qu e la ex pe rie nc ia
. ica. z .
t•f de l de ve m r
es to ta ¡za or
se nt e en de te rm m ad
as es tru
, ·
ctu -
tic am en te ; es to sig ni fic a ra .
. , re os , na s de ell as . Pr ác fle xi va de cu al qu ie
no cm ue nt o, qu e és ta es ta p de te rm in ad o. Co e
. , n ot ro s ter m m
, · ma ' pu ed e y de be se r la ex pe rie nc ia re tér -
, s cr íti ca ita r los
ma , en la nt o qu
.. 1 , de un ca ra. ct er d la to tal iza cw. n. pa . n f' or m a1
ra SI mi
ba rg o, ha y qu e pr of un di za r y lim go qu e la
ra. s pa ro .t es en te e Id ad au 5. Sin em ef ec to , cu an do di
. da co ns Ci e és ta es la ac tiV T po r os de ut ili za r. En dis-
SI ha y ele ser en ta nt o qu tic am en te , pe ro qu e um Ica ..
pr es en m in os qu e ac ab am e se r Te fle xiv a, en tie nd o qu e no se
qu de
ウ￳ャセ@ ーオセ@ .セ@ qu e セ。ャゥ、・ウ@ nifica sm tédi fe re nc iad as qu e ovlaimeniecantrno annu..sm eh - ex pe rie nc ia tie ne la sin gu la rid ad
to tal iza ció n en cu rso en de la
y su! @ ⦅ ゥ エ ウ セ イ 1'Izan po r el m f .o tin gu e má s de la
de lo qu e la re fle xi ón se di sti ng ue
ha bí a qu e
de
la mecltaCion ta nt o qu e se toin di ca cio ne s nos pe rm ite n ele 1 ta _u ur sus m ov im ie nt os os tra do en ot ro lu ga r qu e no
H e m di sti n-
ca zm en le en .
' tas ha ce en el mt e- pm xi s hu m an a. nc ien cia pa rá sit a y
pe rie nc ia C1:ítica: se xi ón co m o un a co
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v·1 m ie nt o ta•ta Iza ma . de la to tal iza cio
re al id ad , es ta to ta liz ac ió n se gü n el
mo au to no qu ie ra de la es sin gu la re s y,
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pl iza cióen sin gu la r y
talva en un as co nd ici on e la
o de ャセウ@ av en tu ra sin gu la r ico , pr od uc e los un iv er sa les qu
qu ed a ョセッ、jZ@
cad a un ist em ol óg efecto, de
. . d ' ser cie n se ha ce pa ra 99;
los otr os pu nt o ele vista ep a al in te rio riz ar lo s (en
los ⦅ァキーッウセ@ o ior ida d co n sin gu la n'z
o de ser -ce nté snn o, ilu m in an y ell a los sto ria , com-
cu an do ha ble mo s d':
@ 。 ᄀ セ 」 エ ュ ウ de @ イ セ エ ュ el car áct er nu mc ric de cla ra En ge ls des-
do s los co nc ep to s fo rja do s po r la hi do s y no
cie n un a rcl aci ór: l'd d (como lo
es ta m an er a to les sin gu lar iza
ficado en su rea hd
ad sm gu lar po
@ ッ ゥ イ 。 ・ エ セ 」 ha sta las rel aci on
es de
m br e, so n un iv er sa sin gu la r). La
da d sól o pu ed e vo lve rse
o tot ali zad or) se ha ce pr en di do el de l ho fu er a de esta av en tu ra de esta aven-
así la ca nti
o qul et 0 d 0 (co mo
alt ció n es ün se nt id o
P ués de He gelD) en un tod 1a tot a rza tie ne n ni ng m am en to
ra n· e h d otr a ma ne ra, mi na cio ne 1 só lo pu ed e se r un uc e
ex pe rie nc ia cr íti ca
co mo
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ex ter ior i a . e est a ma ne
JC. do @ ウ 。 セ en sus de ter
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est a es ta av en tu ra to ta liz ad or a se pr od
pa rte s. y po r
tu ra , o, si se pr ef
ier e, de -
ter
a en un m om en to
las de un a tot ali zac ión
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las pa rte s H」セョj@ エセッイ@ aci ón con c_ada
cr íti ca de sí m ism
rel alc an za
ori da d: en e |セ、。@ co mo ex pe rie nc ia
me dia ció n en tre or tod as en su
rel aci ón de int eri rte ⦅・ウセ£@ @ ᄋ ウ 。 セ ッ エ la ne ga ció n (como
de ter nu na -
llo . Y es ta ex pe rie nc ia cr íti ca
@ 。 セ ュ m in ad o de su de
sa rro de cir qu e
la r: lo qu e qu ie re
pa me d de las
tot ali zac ión , cad a. cad a
@ ョ セ c 。 j 、 ・ ュ @ ・ セ de cad a pa rte con o, el
po r re fle xi ón al m ov im ie nt o sin gu
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un a es al mi sm o ue mp
un a y cad a o @ 」 エ ュ セ co n el tod o. Pe ro nte , @ ・ セ op on e nt o sin gu la r en el
alé cti ca -p ri n-
ción) se vu elv e un otr as y
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nm ma ᆳ セ Q A es el m ov im ie a los un iv er sa les de la di
otr as, co n tod as
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.¿n e 。セッャオエ@ y esto es así en lapu ed e ex¡stJr t;d m an er les sin gu lar iza -
las pセ・ウ@ re fle xi va . De cl ad - son un iv er sa
sis tem a lig ad o deo d_e um ¡cae¡ n . ᄋ・ョエセ@ no ex ist e y no
uí, 。ャセッイI@ es de in te lü 6b ili
sa liz ac ió n lle ga d
al tod o como act lid ad pre sen te (aq relaciOnes cip io s y ley str ac ció n y ele un iv er
e @ 。 オ セ ・ エ j ウ en.. mo vJm :a rea
ne ra, las dos: to do es fu er zo de ab vá lid os para esta
as co ns ta nt em en te
díd a en qu e est la mi sm a ma . or
na ció n mi sm a. YD e ' tre sí, pre Ci sam en tepa rte ,
p - er es qu em fo rm a-
sin o como la en car ' t ·s en 1cu rso art es sos tie ne n en sólo a pr op on
é m ed id a las ex tra po la ci on es
. on en a cad a otr a en qu ot ro s sec-
av en tu ra . Ve re mo s
es!
de to_do como sm (o. n +) p d 1 t do las op cu en cia al tod o co n su pó tes is ab str ac ta en qu e cio ne s)
s la hi
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qu e do co nse (en
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s ' en les
sin tét iCa
Ci ón . eficaz .e o
res en cia eficaz pa ra r alg un os
tod a pa rte les so n co nc eb ib ié n so n to tal iza
ue son la en car na n ig no ra do s ta mb da r
otr as co m? SJS_tema ta de ind ica tores on to ló gi co s aú , estas ex tra po la ci on es no se pu ed en
de las オョゥ_jセ・ウ@
; tod as las ' sf¡ o se tra
sm tes ¡s :n. cu A ' da s fo rm as po sib les,
tri ple ac tua lid ad de
en sup erh CJ e. @ ャ セ ゥ 。 mo str ar el sen tid o
go estas opostcJo-
pe ro , de to
s y su ún ic a ut ili da d, cu an
do so n
or a
ció n lue to ta liz ad
y de org an iza
Pe ro @ ャ ᄋ ョ 。 エ セ 「 n cur so. De sde
ión , lo qu e es po r co no cim ien
gu la rid ad de la av
en tu ra to
eje mp los ab str act os.
@ セ 」 。 コ エ @ 。 セ serlo si la tot ali zac
me nte ela es de sc ub rir m ej or la sin
d en un a tot a n pe rpe tua la ex pe rie nc ia.
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cas (co mo . pod ) n r 0 tra ns for ma
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en qu e tie ne lu ga r nt id o ten em os qu e
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m pr en de r en qu é se ció n se da un mo-
nes no son est áti tot ah da d'd '
1. ' · , aca ase . b en . mo tod d' o no es un a s ha ce co
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,<u efi. cac . la s tot ali zad as.
tot ah da d,
car sm
na o en las div ers ida de 197
y se en
196
m_ento d_e 」ッョゥ・セ。@ crítica, como avatar necesario de la pra- individual, el poner en tela ele juicio a sus herramientas inte-
xzs エッ。セQコ、イL@ es 1!ldudable que ・セ@ momento no podría apa- lectuales, lo que de hecho representa un nuevo momento más
recer m en cualqUier momento m en cualquier lugar. Está detallado, más integrado y más rico ele la aventura humana.
condicionado tanto en su realidad profunda como en sus modos De hecho se ve nacer hoy numerosos intentos -todos intere-
de aparición por la regla sintética que caracteriza a esta tota- santes y todos discutibles (comprendido éste, naturalmente)
lización tanto como por las circunstancias anteriores que tiene para cuestionar a la dialéctica sobre sí misma -lo que significa
que superar y retener en él según esta misma regla. Para que que el origen de la experiencia crítica es a su vez dialéctico,
se me comprenda mejor, diré que -si, como es la hipótesis, el pero también que la aparición en cada uno de la conciencia
sector ele la totalización es para nosotros la historia humana- reflexiva y crítica se define como intento individual para al-
la crítica de la Razón dialéctica sólo puede aparecer antes ele canzar a través de su propia vida real (comprendida como ex-
que la totalización histórica haya producido lo universal sin- presión del todo) el momento de la totalización histórica. En
gularizado que llamamos dialéctica, es decir, antes de que se su carácter más inmediato y más superficial, la experiencia
haya presentado por sí misma a través de las filosofías de He- crítica de la totalización es así la vida misma del investigador
gel y de Marx; エセNューッ」@ puede aparecer antes de los a!Jusos en tanto que se critica ella misma reflexivamente . En términos
que han oscurecido nuestra noción de racionalidad dialéctica abstractos, esto significa que sólo puede aprehender los lazos
y que han producido un nuevo divorcio entre la jJraxis y el de interioridad que le unen al movimiento totalizador un
conocimiento que la ilumina. La Crítica, en efecto, toma su hombre que viva en el interior de un sector ele totalización.
sentido etimológico y nace de la necesidad real ele separar lo 7. Estas indicaciones coinciden con las que he hecho en
verdadero de lo falso, de limitar el alcance de las actividades Cuestiones de método sobre la necesidad de abordar los pro-
totalizadoras para darles su validez. Dicho de otra manera, la blemas sociales situándose en relación con los conjuntos con-
experiencia crítica no puede tener lugar en nuestra historia siderados. Nos recuerdan también que el punto ele partida
antes de que el idealismo stalinista hava "esclerosado" a la epistemológico siempre tiene que ser la conciencia como cer-
vez las prácticas y los métodos epistemológ-icos. Sólo puede te- teza apodíctica (de) sí y como conciencia de tal o tal objeto.
ner lugar como la expresión intelectual de la puesta en orden Pero aquí no se trata de cuestionar a la conciencia sobre sí
que caracteriza en este one World que es el nuestro, al período misma: el objeto que tiene que darse es precisamente la vida)
poststalinista. Así, cuando descubrimos que cualquiera puede es decir, el ser objetivo del investigador, en el mundo de los
realizar la experiencia crítica, no significa que la época de Otros, en tanto que este ser se totaliza desde el nacimiento y
esta empresa sea indeterminada . Se trata de cualquiera hoy. se totalizará hasta la muerte. A partir de aquí el individuo
¿Qué quiere decir entonces cualquiera? Entendemos por esta desaparece de las categorías históricas: la alienación, lo prác-
palabra que cualquier vida humana, si la totalización histórica tico-inerte, las series, los grupos, las clases, los componentes de
tiene que poder existir, es la expresión directa e indirecta la Historia, el trabajo, la praxis individual y común, todo eso
del todo (del movimiento totalizador) y de todas las vidas, en ha vivido y vive en interioridad: si existe el movimiento de la
la misma medida en que se opone a todo y a todos. En con- Razón dialéctica, ese movimiento produce esta vida, esta per-
secuencia, en cualquier vida (pero más o menos explícita- tenencia a tal clase, a tales medios, a tales grupos, es la tota-
mente según las circunstancias ) la totalización realiza el di- lización misma la que ha provocado sus éxitos y sus fracasos,
vorcio de la jJraxis ciega y sin principios y del pensamiento a través de las vicisi tu eles de su comunidad, sus dichas, sus
esclerótica, o, con otras palabras, el oscurecimiento ele la dia- desgracias particulares; son los lazos dialécticos los que se ma-
léctica que es un momento de la actividad totalizadora y del nifiestan a través de sus uniones amorosas o familiares, a tra-
mundo. Con esta contradicción vivida en el malestar y a veces vés de sus camaraderías y de las "relaciones de producción"
en el desgarramient o, prescribe. a cada uno, como su porvenir que han señalado su vida. A partir ele ahí su comprensión de

198 199
·· 1 t" e que ir ·hasta la negación de la determina- mientas cada vez más profundos, la totalidad de sus lazos
s:! propia ' 'Ie a i・セエ@
Qra para buscar su inteligibilidad dialéctica prácticos con los otros, las estructuras de las diversas multipli-
CIÓn SinCTU 1ar e e CS < ' ' • ' ' 1 t ma cidades prácticas, y, a través de las con traclicciones y las lu-
en la atcntura humana entera. y no pienso セアオエ@ en a o. chas ele éstas, lo concreto-absoluto: el hombre histórico. Lo
• · e le haría alcanzar el contenzdo de esta VIda
e1e conocnoa q 11 1 que supone decir que el individuo -interrogador interroga-
• 1 la historia concreta, de la clase a la cua pertenece,
セ@ セイエゥ@ー e e オセ。、ゥ」ッョ・ウ@ propias de esta clase y de sus luchas do- soy yo y no es nadie. Queda el lazo de los colectivos y
e e as 」ッョエセ。ウ@ャ clases· no es la historia real de la especie hu- de los grupos: a través de la unión vivida de las pertenencias,
contra as ' ' . . t t r de aprehenderemos -en ese yo que desaparece- las relaciones
1 que queremos restitmr: 1o que vamos a ra a
manlal caer es la Verdad de la historia. Se trata, pues, de que dinámicas de las diferentes estructuras sociales en tanto que se
a la naturaleza d e 1os 1azos
esta J e
·encia' crítica se refiera
. .•
. transforman a través ele la historia. Por ejemplo, tenemos que
1
・ャセ@ ・ゥセZ[iッイ、。@ (si tienen que. ・クゥウエセイI@ a pa:ti: ele las rela- aprehender el grupo cuando se constituye en la disolución ele
ciones humanas que definen al ュカ・ウエゥァ。セッイN@ SI tiene アエセ・N@ estar lo colectivo, y también la vuelta de ciertos grupos a la socia-
totalizado por la historia, lo que aquí 1mporta es rev1v1r セオウ@ liclad a través del movimiento de la praxis común y de su
descomposición.
Jertenencias en los conjuntos humanos de. estructuras ,dlfe-
セ・ョエウ@ y determinar la realidad de estos セッョjオエウ@ a trav:s ele 8. Sin embargo, hemos dejado de lado una dimensión
los lazos que los constituyen y las prácticas que los de!m:n. 」。ッゥエ\セャ@ de lrt experiencia crítica: el pasado. Vemos cómo yo me
y en la misma medida en que es, en su persona, la セ・、キッ￳ョ@ disuelvo prácticamente en la aventura humana, pero nos man-
viva entre esos conjuntos heterogéneos. H」ッセ@ Qセ@ .es iセオ。ャュ・ョᆳ tenemos aún en el ol<Jno sincrónico. Ahora bien, ocurre que
te cualquier otro individuo), su ・クーセQ[ョ」キ@ cntica t.Iene que la tntalización se distingue de la totalidad porque ésta está
descubrir si ese lazo mediador es tambien una ・クーイZウQ￳セ@ de !a totalizada v aqurlla se totaliza. Con este sentido, queda claro
totalización. En una palabra, si la unidad ele la Histor!a ・セiウᆳ que totalizarse ウゥセョヲ」。@ temporalizarse. En efrcto -ya lo he
te el experimentador tiene que aprehender su propia vida mostrado en otro lugar-, la única temporalidad concebible
c;mo el Todo y como la Parte, como el lazo de ャ。セ@ Partes con es l<1 de una totalización como aventura singular. Si la totali-
1 Todo y como la relación de las Partes entre SI, en el mo- zación tiene aue ser descubierta como totalización en curso,
セゥュ・ョエ@ dialéctico de la Unificación; エゥセョ・@ que ーッ・セイ@ saltar no sólo significa que deviene y devendrá, sino también que
de su vida singular a la Historia por la ウゥュセャ・@ negaoón prác- ha devenido. Esta vez mi vida, en su movimiento singular, es
tica de la negación que la determina. Segun este punto. de demasiado corta para que podamos tener la esperanza de
· ta el orden de la experiencia nos aparece claramente: ttene aorehender en ella la aventura diacrónica de la totalización.
VIS ' , · • · ' · l 1
que ser regresivo. A la inversa del movimiento smtctic.o セ・@ a sino en tanto aue el lazo totalizador en el pasado que cons-
dialéctica como método (es decir, la inversa del. movimiento tituve al individuo puede servir ele símbolo a una totalización
del pensamiento marxista que va ele la producoón y ele las de los individuos.
relaciones ele producción a las estructuras de los grup.os, luego Es verdad. O más bien, sería verdad si tuviéramos que
a las contradicciones interiores ele ←ウセッL@ .a lo; .medws,. セ@ en 、・ウ￱セイ@ la estructura cultuml ele toda experiencia diacrónica.
caso necesario al individuo) , !a. expenenoa cntica part1ra ・ャセ@ Ahora bien, si la cultura no tiene que ser un montón de cono-
lo inmediatO, es decir, del indiVIdUO 。ャ」ョコ£セ、ッウ・@
abstracta 1 para volver a encontrar, a traves de condicwna-
r:axlS
en SU cimientos heteróclitos y de fechas (esto es, si -y ésta es la
cuestión- la totalización está en curso), lo que yo sé existe
en mí y fuera de mí como un campo de tensiones particulares;
1 T aquí "abstracto" en el sentido de incompleto. Segtín el
unto de セエ。@ de su realidad singular, el individuo no N・セ@

abstracto
constituyen en su existencia como agente histórico y al mismo tiempo
PI asta se uede decir que es lo más concreto), pero a cond1c1ón de que como producto de la historia.
セケ。@ ・ョ」ッセエイ。、@ las determinaciones cada vez más profundas que le

200 201
los saberes, por dispares que puedan ser por su contenido o
las fechas de su ap;wición (en el mundo y en mi aprendizaje y totalizador de la 。カセョエオイ@ humana: como homb.re de cultu-
cultural), están unidos por 1·elaciones de intaZ:m·idad. Además, ra (expresión que designa a todo hombre, cualqUiera que sea
en el interiO?" de la cultura total hasta este día lo que yo sé su cultura, incluso a un iletrado), me totalizo a partir de una
tiene que estar condicionado dialécticamente por lo que igno- historia milenaria y, en la medida de mi cultura, totalizo esta
ro. Una vez más, en el momento en que estamos, esto no apa- experiencia. Lo que significa que n_1i vida misma es ュゥャ・エセ。NイL@
rece como una evidencia: nada parece impedir que la cultura ya que los esquemas que me permiten comp.render, mod1hca.r
sea una colección o, en rigor, una superposición de estratos y totalizar mis empresas prácticas (y el conJUnto de deternu-
cuyo único lazo (la superposición) estaría en exterioridad. naciones que las acompañan) son pasado en lo actual (presen-
Hasta se puede considerar, como hacen nuestros eclécticos, sec- tes por su eficacia y pasados por su historia devenida). En este
tores culturales que se condicionen en interioridad, otros que sentido, la evolución diacrónica es actual (en tanto que pasa-
sean sumas, otros que posean (seRÚn sus conocimientos) uno da y, como más tarde veremos, en tanto que futura)_ en _la
y otro carácter. Se puede definir igualmente a los sectores por totalización sincrónica; los lazos de una y otra son de mteno-
su condicionamiento interno -que sería dialéctico- y negar ridad y, en la medida en que la experiencia セイ■エゥ」。@ es posible,
que sus relaciones sean diferentes de la 」ッョエゥセ、。@ pura (o la profundidad temporal 、セ@ la aventura エッセ。ィコ、イ@ se イ・カセャ。@
de algunos lazos exten'ores) . Pero si la Historia es una totali- desde el momento en que mterpreto イ・ヲャクQカ。ュセエ@ _la.s apela-
zación que se temporaliza, la cultura es totalización tempora- ciones de mi vida singular. Aquí, claro está, el iセャ、ョイQオ_@ no
lizante y temporalizada a pesar de la "disparidad" que caracte· es el punto de partida metodológico, y su corta v1da se 、セケ・@
riza a mis conocimientos, y tal vez a los conocimientos, en ge- en el conjunto humano y ーャオイゥ、ュ・セウッョ。@ que tem?orah;-a
neral, en la Cultura objetiva ele este siglo. Es precisamente lo su totalización y totaliza su temporalidad. En la medida mis-
primero que tiene que decidirse, según la experiencia dialéc- ma en que sus universales singulares están perpetu.am.ente sus-
tica sect. o no, posible. Si, en efecto, suponemos un instctnte su citados -tanto en mi vida inmediata como en m1 vida refle-
posibilidad, vemos en seguida que mi cultura no puede darse xiva- y desde el profundo pasado donde se han actualizado
como un montón subjetivo de conocimientos y de métodos "en dan las claves o las reglas de mis conductas, en nuestra
nú espíritu"; más bien hay que considerar a esta cultura que experiencia regresiva tenemos que poder Nオエゥャセ。イ@ todo el sa-
llamo mía como unct determinada participación en interiori- be?· actual (al menos en principio) para dummar エセャ@ o セオ。ャ@
dad en la cultura objetiva. Y esta participación me define (se- empresa, tal conjunto social, tal avatar de la fJraxzs. Dicho
gt'm determinado juicio) en vez de ser yo primero un deter- de otra manera, el primer uso de la cultura debe .ser el con-
minado éltomo social definiendo él mismo posibilidades de tenido irreflexivo de la reflexión crítica en la medida en que
cultura. En el momento en que aprehendo reflexivamente este ésta primero alcanza los sincronismos a través del ゥョ、セ」ャオッ@
lazo de interioridad en la totalización cultural, desaparezco presente. Lejos de suponer -como I:an. hecho algunos f1lóso:
como individuo culto para manifestarme como lazo sintético fos- que no sepamos nada, como hm1te deberemos suponer
de cada uno en lo que se puede llamar campo cultural. Y esta (aunque sea imposible). アセQ・@ sabemos エッ、Nセ@ todo caso •. acep-
unión aparecerá en .sn complejidad (relación del Todo con el tamos todos los conocimientos para des oh \セイ@ los con¡un tos
Todo por mi mediación, oposición del Todo con la parte y humanos que constituyen al. ゥョ、カオセ@ _Y que el individuo
con el Todo, oposición de las partes a la parte y al Todo, etc.) , totaliza por la manera 9ue エQ・ョセ@ de VIVIrlos. Los aceptamos
Adem;ís -siempre dentro de la hipótesis de que la experiencia porque el sueño de la Qァョッイ。」セ@ セ「ウッャエ。@ que 」ャ・セオ「イ@ lo
dialéctica es posible- ese lazo hace acceder a la Cultura como real preconceptual es una ton r_ena ヲᄀセウ￳ゥ」。@ P,;
tan. hgrosa co-
totalizaciún y como temporalización. De esta manera me en- mo fue, en el siglo xvm, el sueno. del buen salvaJe .. Se puede
cuentro condicionado dialécticamente por el pasado totalizado tener la nostalgia del analfabetismo, pe.ro eso mismo es un
fenómeno cultural, porque el analfabetismo absoluto no se
202
203
, do se conoce trata de suprimirse-. realidad pasada, es decir, superada, al volverla a encontrar a
conoce como. エ。Nセ@ -) cu:;os que no conocemos nada", como través ele la superación presente que la conserva; y está cons-
Así el exordiO supong, más que la cultura -en un mo- truida ella misma por ese pasado resucitado que la transforma
., lelacultura ,noes' .. , .
negacwn e . d de la temporaltzaoo n totalizadora- . tra- en la medida en que lo restituye). Además, -como pasado su-
mento dctermma o propio beneficio. Es si se qmere, perado-- forma necesariament e parte ele nuestra praxis pre-
t lo de ignorarse en su ' ,
anc . , t nto precrítico de criticar el saber en una epoca sente como su profundidad diacrónica. Así la crítica reflexiva
como un] ゥャ、セ@ l' tica no ha llegado al punto de criticarse a se vuelve conocimiento crítico y casi reflexivo cuando es a la
en que a ta ec ' Cultura objetiva a la que pide sus ejemplos y sus luces. No
sí misma. . olvidemos, adem(ts, que la elección de los recuerdos sociales
F nuestra experiencia, por el contrano, アオ・ュ。セッ⦅ウ@
..In leña porque en las vidas singulares, cada pmxzs utt· define a la vez a la praxis actual (en tanto que motiva esta
la a · ó · (en el con- elección) y a la memoria social en tanto que ha producido
tot
. t l 'la' cultura' y se hace a 1a vez smcr mea
!tza a acta l) y diacrónica (en su profundidad humana) y nuestra praxis con la elección que la caracteriza.
JUnto ac ua ' . h h l l En esas condiciones, la experiencia reflexiva y el conoci-
. or ue nuestra experiencia es por si mtsma ?n _ec o セ・@ cu -
p . q E 1 reconstrucción metódica ele la Htstona, esta prác- miento casi reflexivo son perlectamente homogéneos cuando
tm a. Jn a · 1 • en tre los con- se trata de poner al día los lazos sintéticos de la Historia. El
. nte prohibido dejarse glllar por ana og1as 1 ·é o la ele
ucame · contenido mismo de estos lazos, en su materialidad, tiene que
tenidos e interpretar, por ejemplo, una revo uct m com , .
Cronrwell a partir de la Revolución francesa. Por el co?trano, servir solamente para distinguir y para diferenciar: debemos
formales (por eJemplo, hacer constar que una amistad de los tiempos de Sócrates no
cuan (lo Se tl·ata de aprehender lazos 1 · el" "el l
toda es ecie ele lazo de interioridad) entre os 111 !VI. オ_セ@ o os tiene ni el mismo sentido ni las mismas tunciones que una
P de estttcliar las diferentes formas ele multipltoclacle s amistad contemporáne a; pero con esta diferenciación , que
grupos, ' l . r "el l excluye rigurosamente toda creencia en una "naturaleza hu-
rácticas y los tipos ele interrelacione s en esas m? ttp tCl ac e;,
セョエイ・@ los ejemplos que ofrece la cultura, el me1or es el m_as mana", no hacemos más que poner al día más claramente la
la . ella· unión sintética de 1·eciprocidad (que por lo demás describire-
el aro, s1n · cons1"deración ele fecha. Con . .otras. palabras,
. .
léctica no es una conclusión ele la htstona; st エ・セ@ ア⦅エセ・@ extsttr, mos más lejos) que es un universal singularizado y el funda-
lo es como el movimiertto original ele la t?tahzaoon .. cャセイ_@ mento de todas las relaciones humanas. Si tomamos estas pre-
que primero tiene que ser lo inmediato, ャセ@ sn:nple jJraxzs VlVl· cauciones, bastará con elegir los mejores ejemplos ele esta reci-
cla y en la medida en que actúa sobre s1 mtsma en el 」セイウ_@ procidad fundamental en ese pasado no vivido por nosotros y
ele ャセウ@ tiempos para totalizarse, se descubre y se hace mecltatl- que sin embargo -por el intermediario de la cultura- es
zar progresivamen te por la reflexión crítica .. セ・ZッL@ para esta nuestro de parte a parte. En efecto, no se trata de volver a
reflexión, lo inmediato no existe más, por cleh?tctón, ya se tra- escribir la aventura humana, sino de hacer la experiencia crí-
te ele una praxis presente o pasada. En el ttempo actual _de tica de los lazos de interioridad, o, con otras palabras, de
la ex eriencia crítica, la primera s: da_ la estructura reflextva aprehender a propósito de empresas, de estructuras o de acon-
eF en momento mismo ele su constttuoón; la otra, po: _:1 he- tecimientos reales pero cualesquiera, la respuesta a esta cues-
セィッ@ mismo de estar conservada (al menos por sus vesugws), セ@ tión de principio: cuál es, en la aventura humana, la función
reconstituida está ya mediatizada cuando se la p_one セQ@ セ。N@ respectiva de las relaciones de interioridad y de exterioridad.
la disparidad' reflexiva se convierte aquí en una dzstanczaczon. Si en esta experiencia total -que es, ・セ@ suma, la de toda mi
Pero la crítica reflexiva forma parte ele lo que llam.aremos la vida en tanto que se disuelve en toda la historia, de toda la
praxis reconstituyent e (la del historiador o del ・セョッァ⦅イL。ヲI@ Y historia en tanto que se recoge en toda una vida- tenemos
la praxis reconstituyent e, en tant? que es. イ・セッョウエオL@ está que establecer que el lazo de exterioridad (razón analítica y
inseparableme nte unida a la praxzs reconstttlllcla (construye la positivista) está él también interiorizado por las multiplicida-

204 205
des práctic:as y que sólo actúa en ellas (como fuerza histórica) sitivista y analítica del seno de su propia actividad totalizado-
en la medida en que se vuelve negación interior de la interio- ra; tiene que revelar estructuras, relaciones y significados que
ridad 1 , nos encontraremos situados por esta búsqueda misma escapan por principio a todo positivismo; además, el aconteci-
en el corazón de una totalización en curso. miento mismo (si suponemos el caso-límite de una información
9. Pero Nセッ@ es nuestro ーイッ￳セゥエ_@ el de esta?lecer simple- perfecta) tiene que volverse transparente, es decir, se tiene que
mente que existe un sector ontologiCo de totahzación y que revelar como siendo permeable sólo a la Razón dialéctica. Lo
e_stamos situados en el interior de este campo. En efecto, si que significa que el movimiento por el cual unos agentes tota-
tiene que haber una razón dialéctica, el movimiento totaliza- lizadores, superando sus contradicciones, producen un mo-
セッイ@ セゥョ・@ que sernas en todas partes y en todos los tiempos mento nuevo e irreductible de la totalización tiene que apa-
zntelzgz.ble, al menos por. セ・イ」ィッ@ (puede ocurrir que las in- recérsenos a la vez como realidad y como iluminación. Dicho
formaciOnes no ウセ。ョ⦅@ sufiCientes como para que nos sea per- de otra manera, si existe la Razón dialéctica, tiene que defi-
meable el acontecimiento. Pero, aun cuando fuese el caso más nirse como la inteligibilidad absoluta de una novedad irre-
frecuente, la inteligibili_dad. de derecho tiene que estar asegu- ductible en tanto que ésta es una irreductible novedad. Es lo
イセ、N。@ por nuestra ・クーョ\セcゥ。I@ . Se trata aquí de una inteligi- contrario del esfuerzo positivista y analítico, que trata de ilu-
「ゥィ、⦅。セ@ ウ・ァセョ、。N@ La pnm:ra, como . hell_los visto, tiene que minar los nuevos hechos remitiéndolos a hechos pasados. Y, de
consistir -si puede ser posible, es decir, si alguna existe como cierta manera, la tradición del positivismo está tan dentro de
オセ。L@ エ・セーッイ。ャゥコ」￳ョ@ totalizadora- en reducir las leyes de la nosotros, aún hoy, que la exigencia ele inteligibilidad puede
dialectica a l?s ⦅ュッセ・エウ@ de la totalización. En lugar de apre- parecer aquí paradójica. Lo nuevo, en tanto que es nuevo,
hender a pnon ーョセcゥキウ@ en nosotros (es decir, límites opa- parece que escapa al intelecto: se acepta la cualidad nueva
c?s para el ャセ・ョ⦅ウ。ュゥエッIL@ tenemos que aprehender la dialéc- como una aparición bruta o, mejor, se supone que su irreduc-
tica en lo ob;e-tzvo_ y 」ZッセQーイ・ョ、ャ。@ -en la medida en que cada tibilidad es provisional y que el análisis describirá en ella más
uno de nosotros, mdividuo y todo de la historia humana la tarde elementos antiguos. Pero lo nuevo viene al mundo pre-
hace con ese doble punto de vista y la sufre al hacerla -c;mo cisamente por el hombre: es su praxis (en el nivel de la per-
e! movimiento totalizador-. p・セッ@ lo que llamamos inteligibi- cepción: colores, olores) la que, por la reorganización parcial
o total del campo práctico, produce el nuevo utensilio en la
lidad segunda no es la transluCidez de la Razón dialéctica: es
la inteligibilidad de los momentos parciales de la totalización nueva unidad de su apariencia y de su función; es la praxis
gracias a la totalización misma en su temporalización, es decir de los usos la que -en complicidad con las de los producto-
por Qセ@ aplicación crítica de los esquemas dialécticos. Ya ィ・セ@ res- mantendrá al utensilio en el mundo humano, unirá con
ョセッウ@ VIsto que la Razón dialéctica, cuando se aplica a las cien- el uso a sus pretendidos "elementos" para conservar entre los
cias de la Naturaleza, no puede ser "constitutiva"; dicho de hombres y para ellos su irreductibilidad. La "realidad huma-
otra ュ。ョ・セL@ ョセ@ es más que Qセ@ idea vacía de totalización pro- na" es síntesis en el nivel de las técnicas y de esta técnica
yectada mas. alla de las leyes ngurosas y cuantitativas que fue- universal que es el pensamiento. Eso ya lo sabemos. También
ron establecidas por la Razón positivista. Pero en la totaliza- sabemos -y lo voy a mostrar aún mejor- que la Razón ana-
ción en que estamos y que somos, esta Razón dialéctica tiene lítica es una transformación sintética cuyo pensamiento se
que probar ウセ@ ウNオー・イゥッセ、。@ en tod? caso por la inteligencia ele afecta intencionalmente: este pensamiento tiene que hacerse
los hechos l11stoncos; tiene que disolver la interpretación po- cosa y gobernarse a sí mismo en exterioridad para convertirse
en el medio natural en que el objeto considerado por él se
1 Se verá más セ・ェッウL@ por ejemplo, cómo la multiplicidad numérica
defina en sí como condicionado por el exterior. En esto, como
para _ha_cerse grupo, uene que intcriorizar su número (su cualidad 」ッュセ@ veremos con más detalle, obedece a la regla del organismo
extenondad) . práctico en todos los niveles cuando se hace inercia dirigida

206 207
para actuar sobre la in:rcia. Pero al mismo ti:mpo Yセ・@ el ョゥエ・ャヲ_「@セ de la especie humana, ni no sé qué actividad
pensamient o se hace objeto. de ・ウエセ@ metamorfos is, la @ セ ァ ョ ィ 」 y znconsczent e 9w; sólo descubrimo s a través ele los métodos y
Ja realiza en unión con el sistema mene que quería estu<.har. ele los 」ッョセオ・エウ@ ele ャセウ@ ciencias naturales. Comprende r
Se convierte en la ley de los cuerpos en movimiento (primero una demostraciÓ n @ 」 ゥ エ £ ュ ・ 。 セ o una prueba experiment al es
como esquema indetermin ado y para convertirse en esta ley 」ッセーイ・ョャ@ el movimiento mismo del pensamient o y su orien-
especificada ) o en la regla de las combinacio nes químicas (co- エ。」セ￳ョN@ Dich?. de otra manera, es, a la vez, aprehender la ne-
mo simple certeza a pnori de que esas combinacio nes no pue- ces,Idad anahtica de. los cálculos \como sistema de igualdades,
den ser totalizacion es). Así la Kazón analítica, como esquema ャセ・ァ_N@ como reducciÓn. del 」セュ「キ@ セ@ cero) y la orientación
universal y puro de las leyes naturales, sólo es el resultado de smtetica de estas equivaleno as haoa el establecimi ento de
una transformac ión sintética o, si se prefiere, sólo un deter- u_n nuevo conocimi_ento. En efecto: セオョア・@ alguna demostra-
minado momento práctico de la Razón dialéctica: ésta, como ciᅮセ@ ャセ・ァオ@ a reducu lo nuevo a VIeJo, la aparición de un co-
los animales-he rramientas, utiliza sus poderes orgánicos para セッュゥ・ョエ@ probado donde aún no había más que una hioóte-
-en algunos sectores hacerse residuo casi inorgánico que des- sis vaga y, en todo caso, sin Verdad, tiene que aparecer セッュ@
cifra lo inerte a través de su pmpia inercia; el pensamient o オョセ@ novedad i;reductib.le en el セイ」ャ・ョ@ del Saber y ele sus apli-
cientílico es sintético en cuanto a su movimiento interior (in- cacwnes ーイ£」エセ。ウN@ Y .si. I?o hub1era una inteligibilid ad com-
vención de experiencia s y de hipótesis) y analítico (si se trata pleta. ele セウエ。@ Irrecluctibi hdad, no podría haber ni conciencia
de las ciencias de la Naturaleza en su estado presente) en del fm m. aprehensión セ・ャ@ ・ョ」セュゥ。エッ@ progresivo de la
cuanto a su proyección noemática de sí misma. Sus hipótesis 」ャ・ュッセエイ。￳ョ@ (en el sabw que mventa la experiencia 0 en el
son sintéticas por su función unificadora [y =
f (x)] y analí- ・セエオ」ャQ。ョ@ que escucha la explicación ) . Así la ciencia natural
ticas por la inercia dispersiva de su contenido material. Más エャ・ョセ@ el:
la ・ウエイオ」セ。@ misma la ュ£セオゥョ。Z@ la gobierna un pen-
lejos veremos -si tiene éxito nuestra experienci a- que la ra- ウ。ュゥセョエッ@ t?tahzaclor, la ennquece, mventa sus aplicacione s y,
zón dialéctica sostiene, dirige y vuelve a inventar sin cesar a la al セュウッ@ エャ・セーッL@ la unidad ele su movimiento (que es acumu-
Razón positivista como su relación de exteriorida d con la ex- laoón) totaliza para el hombre unos conjuntos y unos siste-
terioridad natural. Pero esta razón analítica, producida como :nas セ・N@ orden ュ・」£ョZゥセN@ La ゥョエ・イセ」ャ。、@ se exterioriza para
ュエ・イセッョコ@ la extenonclac l. La misma transparenc ia de la
los carapachos quitinosos ele algunos insectos, sólo tiene su
praxts @ L ウ ッ ュ 。 ァ Q セ H @ ・ セ @ L エ ョ ・ ュ ッ セ de la praxis individual) tiene
fundamento y su inteligibili dad en la Razón analítica. Si es
」ッュセ@ @ セ ョ ッ la umón @ ャ 「 イ 。 セ ・ ウ ュ ele la negación (que totaliza
verdadero e inteligible en algunos casos que un objeto tiene
su unidad por las fuerzas exteriores y -poco a poco- si esas en sztuac_wn lo que ella mega) y del proyecto que se define
fuerzas están condiciona das a su vez por la exteriorida d indefi- en relaciÓn con el todo abstracto -y aún formal- que pro-
nida del Universo, es que el hombre está en este Universo y yec.ta el agente práctico en el porvenir y que aparece como la
rigurosame nte condiciona do por él; es que toda praxis (y en umdacl reorgamzac la ele la situación negada. En este sentido,
consecuenc ia, todo conocimien to) tiene que unificar a la dis- la temporaliza ción ュセウ。@ ele una empresa es permeable, ya que
persión molecular (ya sea que construya una herramient a, ya ウセ@ comprende a ー。イエセ@ del porvenir セオ・@ la condiciona (es cle-
sea que unifique en un grupo a la multiplicid ad social interio- c.Ir, del Todo 」ッョ・「セ、@ por la praxzs como teniendo que rea-
rizándola) . Así las ciencias ele la Naturaleza son analíticas por hzars_e) . Así la. @ L ョ ￳ ッ 。 ァ ・ セ por el acto mismo de negar, crea una
su contenido, mientras que el pensamient o científico es a la totalidad prov1s10nal; es totalizadora antes de ser parcial. y
vez analítico por sus movimiento s particulare s y sintético por 」セ。ョャ⦅ッ@ se determine a negar tal estru'ctura particular ele la
sus intenciones profundas. siNエセ。ッ￳ョ@ イ・」ィ。コセ、L@ lo. ser.á sobre un fondo de totalización pro-
Pero si existe la totalización , no habría que creer que el VISIOnal; la part1Culanzac1ón ele la negación no es un análisis
pensamient o organizado r y creador sea en sí mismo el hecho puro, es, por el contrario, un movimiento dialéctico; la es-

208 }09
Estas indicaciones no prejuzgan a la experiencia crítica
tructura secundaria aparece en el todo provisional como expre- que vamos a emprender. Sólo indican su intención. Es posible
sando la totalidad y no pudiendo ser cambiada sin que tai?· -aunque no lo hayamos probado- que la praxis individual, en
bién la totalidad sea modificada (o no pudiendo ser 」。ュセャᆳ determinado plano, sea transparente a sí misma y que con
da sino por la modificación previa _de_ la totalidad). Precisa- esta transparencia dé el modelo y las reglas de la inteligibili-
mente esta unificación (y el descubnm1ent o que se hace en el dad plena. También es admisible, al menos a título de hipó-
campo totalizado) es primero la ゥョエ・ャァセ「、。L@ en ta?to que tesis, que el pensamiento humano (en tanto que es él mismo
la praxis humana, transparente a sí ュゥウセ@ como um?ad en praxis y momento de la p1·axis) se caracterice fundamental-
acto (de un rechazo o de un proy_ecto) 、・セュ@ su propia 」ッセᆳ mente como la inteligencia de lo nuevo (como reorganización
prensión práctica como aprehensión エッ。ィコ、セイ@ de '!na di- perpetua de lo dado en función de actos iluminados por su
versidad unificada (comprender -para cualqmer técmco-. es fin) 1 • Pero de sobra sabemos que no es ésa la cuestión. En
ver el todo -por ejemplo, el ヲオョ」ゥッ。ュ・セエ@ de una ュセアオ。@
que tiene que reparar- y buscar a partzr de la funCIÓ? de la pura unificación diversificante: por ejemplo, por su utilidad. Además,
conjunto las estructuras de detalle que molestan al funciOna- veremos que la totalidad forjada se le escapa en la medida en que su
realización la hace caer en la inercia original y en la pura exterioridad.
miento). En suma, se trata de. lo que _mostrábamos antes: la
1 Con la perspectiva de la totalidad futura, cada nuevo estado
totalización se diversifica y la mtegraCión se ref'!erza en pro- del sistema organizado es, en efecto, una fne-novedad, lo es en tanto que
porción. Pero al mismo tiempo es ir del porvemr (por eJem- ya está sufJerado por la unidad que tiene que venir, y entrega su inte-
plo, la máquina a punto para marchar) al pasado: Qセ@ repara- ligibilidad en tanto que no bastante nuevo. Tomaré el ejemplo simple
ción aprehende la integridad del obJeto que se tiene que de una evidencia intuitiva (y dialéctica) comparada a una demostración
reparar a la vez como abstracto temporal y como estado futu- geométrica. Es muy evidente -primero y sobre todo para un ni1io- que
una recta que atraviesa a un círculo en un punto cualquiera, lo tiene
ro que' se tiene que reconstituir. A partir de ahí, todos los que atravesar también en otro punto. El niiío o el hombre iletrado apre-
movimientos del agente práctico se comprencl_en por el }orve- hended esta evidencia en el círculo mismo; dirá de la recta dibujada
·r como retotalízación perpetua de la totalidad provlSlonal. en la pizarra: si entra, tiene que salir. El matemático no se contenta
セ・ャ@ conjunto ele esos momentos, イ・エッ。ャゥコセNウ@ セNウオ@ vez ーセイ@ la
con esta evidencia ingenua: necesita una demostración. Primero por todas
las razones que se saben (y que hacen de la geometría un sistema ri-
temporalizació n, son precisamente la ゥョエ・ャァ「セi、。⦅」@ ongmal, guroso. Lo que implica que un conocimiento no puede ocupar un lugar
porque el agente práctico es transparente p_ara si mismo, como en el sistema salvo si está demostrado, es decir, probado según las re-
unidad unificadora de sí mismo y ele lo Circundante. En est,: glas propias de la geometría.), pero sobre todo porque la demostración
sentido lo nuevo le es inmediatamen te inteligible en su acti- es analítica, mientras que la evidencia intuitiva de que ya he hablado
es dialéctica. Se hace desaparecer el círculo-objeto-se nsible, se le mantiene
vidad (en tanto que esta actividad lo pmduce y no en tanto en un segundo plano, se le reemplaza por una de sus propiedades: existe
que viene de fuera) porque para el agente práctico no es otra un punto situado en el interior de un circulo que está a la misma
cosa que su propia unidad práctzca en エ。ョセ@ qu_: la ーセッ、オ」・@ distancia de todos los puntos del círculo; todos los puntos del ch·culo
sin cesar fuera de él como sello de una diversidad siempre est;\n a la misma distancia de un punto llamado centro. Supongamos un
punto, bautizado centro; se le une a una recta con un segmento de recta
profundizada. La inteligibilidad dialéctica _・ウ」セョ。L@ pues, so- que se bautiza radio. Se prueba entonces que en la recta existe otro
bre la inteligibilidad de toda nueva determmaCIÓn de una to- punto que puede ser unido al centro por un segmento igual al primero.
talidad práctica, en tanto ァセ・@ esta . determinación sólo es ,:1 Esta demostración aquí no nos interesa; volveremos a ella al hablar
mantenimient o y la superaoon totalizadora de toda_s, las deter- de la necesidad. Pero lo que para nosotros cuenta es que destruye la
unidad sensible y cualitativa del círculo-gestalt en beneficio de la inerte
minaciones anteriores, en tanto que esta ウオー・イセ」キョ@ Y este divisibilidad de los "lugares geométricos". En la medida en que la
mantenimient o están iluminados por una totalidad que se gestalt aún existe, está como inhibida en el saber implícito. Queda la
tiene que realizar 1 • exterioridad, es decir, el residuo del movimiento generador. Por el con-
trario, el círculo-gestalt es mucho más que una forma sensible: es el
1 Esta totalidad sólo es un momento de la totalización práctica. movimiento organizador que se ha hecho desde la concepción de la figura
Si el agente la considera como definitiva, es por イ。コッョ・Nセ@ exteriores a
2ll
210
sólo . de examinar .a un individuo en el
efecto, no se エイセ。@

ocupar
trabajo. Una 」ョエャセ@
poru eelhaber
d:
campuna v・セ、。@
d la Razón dialéctica se tiene que pre-
a licación y los límites de esta razón.
sin que la mayor parte tengan por ello alguna preocupación
aparente.
.. . . ' de la Historia (y no verdades, 1O. Si la Historia es totalización y si las prácticas indi-
St ucne q . 1 sistema) es necesario que ョオ・ウエセ。@ セクー・M viduales son el único fundamento de la temporalización tota-
aun
· orgamzac
· os descu asbenra qu e el tipo de inteligibilidad d!alecuca lizadora, no basta con encontrar en cada uno -por consiguien-
ncnCJa n t descrito se aplica a la aventura ィオュセョ。@ en- te, en nuestra experiencia crítica- la totalización en curso, a
ーイ」ャ・ゥセエュョ@ t . o SI se pre ヲセ@ ¡ere, q ue hay una temporalización . l. "bl
totalizadora
ue través de las contradicciones que la ocultan y la revelan jun-
CL! ' 1 . 1" idad práctica y que es mte ¡g¡ e, aunq tamente. Es necesario que nuestra experiencia nos revele cómo
de ョオ」ウエイセ@ m_u エゥーョセ」@ com arte un gran totalizador. Una cosa la multiplicidad pdctica (que se puede llamar set,·ún se quie-
」ウエセ@ エセ。ィコッ￳@ ゥョ、カセオッウ@ (tal vez "átomos sociales") , que ra "los hombres" o la Humanidad) realiza su interiorización
es ュセィ」。イ@ アオセゥウ@ セイウゥッョ・@ or su existencia (aunque a エャセオッ@ en su misma dispersión. Además, tendremos que descubrir la
エッセィ。ョ@ l :as uno en セQ@ sector particular de su trabaJO), necesidad dialéctica de ese proceso totalizador. Con la primera
inchVIdua
y otra mostrar que se tata ¡zan ellos mismos inteligiblemente
y ca a 1" mirada, en efecto, la multiplicidad de los agentes dialécticos
(es decir, de los individuos que producen una praxis) supone un
y que el ojセ@
.
イ・セャ。」@ Sin d ¡f
. cesar A aTtir de ahí podemos comprender que
esta deternunaCión humana : 'b t acta que resume en ella todas las
indiferenciación espacial sea prdctzca, gado al infinito cuando vemos que corta al círculo. Y sin duda que es
b. le sea la praxzs a s r • . d . un nuevo conocimiento el que supone el encuentro con esta doble orga-
o m;\s 1en, qt . ' ' 1 . a manera la recta considera a ya nización. Pero la inteligibilidad proviene aquí de la aprehensión intuitiva
prácticas del encierro. De a md lfs'rnn_,dos·' es t;n movimiento: el camino
11· unto de puntos e 1 1 • . de dos prácticas (por ejemplo, la muralla y el carril) contradictorias,
no es un COI decir una construcción de camino Y una de las cuales domina a la otra sometiéndose a su ley. La rigidez
más corto de ur: punto a otro, es. 。、セ@ a tal o cual móvil. Partiendo inflexible de la trayectoria y la dureza absoluta del móvil forman un
a la vez una ley rigurosamente asign イセョ、・@ la inteligibilidad dialéctica todo con la resistencia circular de la muralla. El sentido de ésta es
de estas consideraciones podemos clomp o ideal abstracto del encierro,
s· derado El círcu o, com ' d l crear un interior (y ahí también el movimiento acabado nos hará apre-
del. teorema con 1 .ideal del tra ecto riguroso, rompe los obst cu os: hender el ch·culo -que puede ser trazado por un matemático o construido
enczer;a. La recta, como rlos- .. Ysarla" delante de una muralla, de por hombres en peligro- como temporalización totalizada). Nada tiene
O -si l no tenía que rom:re 1 pro o hacer un túnel. Pero como se que comprenderse aquí salvo el acto generador, la síntesis que reune a
. . habría que tuar e mu h d .
una co Ina, . . . obstáculo real- apre en emos las empalizadas o que retiene juntos a los elementos abstractos del espacio.
d t ·ayecto infinito - 1uego Sin ' ' llá d ¡
trata e un 1 d'b
1 . étrico la recta llegada más a ' e
inmediatamente en el
· ¡
セjo@
para decu to o s o '
gdeom ól aprehendemos su movimiento a
·
Lo nuevo es el rastro dejado por una temporalización totalizadora en
la absoluta dispersión inerte que representa el espacio. Es inteligible
」・イセ@ !•
Circu ar 、ッセ@ en la pizarra 0 en el croquis y 」セオ・@ en tanto que la inercia dispersiva que reune no miade nada por si misma
partir de Iugales no representa 1 ue vemos como el destino, el sentido y sólo es la reproducción fijada del acto generador. En todo punto de
est;\n virtualmente presentes ・セ@
0
qd'da en que este porvenir indefinida- la curva el círculo se tiene que hacer y está ya hecho. En todo punto
y el porvenir de éste. Pero en セ@ ュ・セャ@ 1la aprehensión perceptiva, lo que de la curva el movimiento que tiene que hacerse (la regla de la cons-
mente reculado está ya presen e lo ue no podemos ver. El
1 t st'\ ya con retraso con q trucción) está comprendido a partir del movimiento hecho (la totalidad
vemos de a rec asacio e ' de alguna manera po rque el móvil se encuentra temporalizada de la síntesis) y recíprocamente (la opacidad nueva de la
presente es ya Pa . . . . 1 línea se convierte en un trazo, un
simultáneamente en :I ュヲゥョャセN@ I セ@ vemos arriba y en el ángulo de la
determinación sensible se disuelve en la regla que la produce, se con-
rastro que se va_ a dispersar .. セ@ lo
vierte en cada punto en el esbozo de un pasado y de un porvenir en
derecha de ᄀセ@ piZarra (polr
dos intersecciOnes con e e rcu
er r 0
IHセエ[ケ。@
endo hada el cielo. y luego, sus
figura está en medio de la
lo superado Por restrin<>ida y
movimiento).
En cuanto a la relación entre la recta y la curva cerrada, aparece
pizarra) aparecen セョ@
1 figura como pasac · · o aquí como una aventura temporal y casi singularizada: es la síntesis de
a una temporalización esquemática (que sólo dos consigns contradictorias y ya ejecutadas. La curva cerrada resiste a
abstracta que pue a ser,_ recta como factor) totaliza la aven· la exterioridad. Doblemente: opone un recinto a toda fuerza exterior;
explicitaría la transformación del 1a í 1 por vagamente que sea, está
tura de la recta. Esta, como e e rcu セ@ cuando venimos a este móvil
encierra en este recinto a una interioridad. Pero la recta que la atra-
ウque ゥョァオャ。イコセ、@ atrav1esa por una la cerra 、ィオイ[。ョセ」ッ@ a, e
aventura
curva volvemos: la recta ya ha lle-
viesa, al romper el cerco, se encuentra sujeta a la ley de interioridad;
es necesario que vuelva al exterior, de donde ha venido, según la regla
que define su movimiento. En el acto, "la ·entrada" del móvil exige セオ@
212
213
por los conjuntos que componen. Habrá que mostrar en cada
atomismo de segundo grado, es decir, la multiplicidad de las caso la inteligibilidad dialéctica de estas transformaciones.
totalizaciones. Si tal fuera el caso, encontraríamos, en la se- Naturalmente, se trata de una inteligibilidad formal. Enten-
gunda instancia, el atomismo ele la Razón analítica. Pero ya demos con esto que hay que comprender los lazos de la jJraxis
que partimos de la jJraxis individual, tendremos que seguir -como consciente de sí- con todas las multiplicidades comple-
con cuidado todos los hilos de Ariadna que, en esta jJraxis, nos jas que se organizan por ella y donde se pierde como jJraxis
conducirán a las diversas formas de conjuntos humanos; habrá para devenir jJraxis-jJroceso. Pero de ninguna forma entende-
que buscar, en cada caso, las estructuras de estos conjuntos, su mos -y tendremos la ocasión de repetirlo aún más claramen-
moclci real de formación a partir ele sus elementos, luego su te- determinar la historia concreta de esos avatares de la
acción totalizadora sobre los elementos que los han formado. jJraxis. En particular, veremos más lejos que el individuo
Pero en ningún caso bastará con mostrar la generación de los práctico entra en conjuntos muy diferentes, por ejemplo, en lo
conjuntos por los individuos, o los unos por los otros, ni con que llamo series y en lo que se llama grujJOs. No está dentro
mostrar inversamente cómo los individuos están producidos de nuestro proyecto el determinar si las series han precedido
a los grupos, o recíprocamente, ya haya sido originalmente ya
"salida", porque la primera ha transformado a éste en determinación en un momento particular de la Historia. Por el contrario,
de la interioridad del círculo. Pero, inversamente, la recta, al atravesar veremos que los grupos nacen de las series y que muchas veces
la curva, realiza la exterioridad del contenido interior. La inteligibilidad acaban por realizarse a su vez. Nos importará, pues, única-
práctica de la aventura geométrica es セウエ。@ nueva ッイァ。ョゥコ_￳セQ@ que la mente, mostrar el paso ele las series a los grupos y de los gru-
proporciona al realizar, po: 17;oso_tros mzsmo_s y por el I_novmuento que
volvemos a hacer, la extenonzaciÓn de lo mtenor (acnón de la recta pos a las series como avatares constantes de nuestra multipli-
sobre el círculo) y la interiorización de lo exterior (la recta se hace cidad práctica y sentir la inteligibilidad dialéctica de estos
interior para atravesar el obstáculo, obedece a las estructuras del círculo).. procesos reversibles. De la misma manera, cuando estudiemos
Pero esta síntesis de contradictorios, en su novedad superada, está desci- la clase y el ser-de-clase, habrá de ocurrimos que tomemos
frada a partir de las totalizaciones futuras, es decir, de operaciones que
se efectúan por la única indicación de que hay que efectuarlas. ejemplos de la historia obrera. Pero nuestra intención no será
Si consideramos bien este caso simple, se ve que la intuición sen- definir a esta clase particular que se llama el proletariado: no
sible es simplemente el acto generador de las dos determinaciones espa- tendremos más finalidad que buscar a través de estos ejemplos
ciales, en tanto que el agente comprende su ッー・イ。セゥ￳ョ@ parcial a partir d_e la constitución de una clase, su función de totalización (y ele
una doble praxis total (trazar la recta, cerrar el ctrculo) . Esto. es, la evi- destotalización) y su inteligibilidad dialéctica (lazos de in te-
dencia dialéctica ilumina el acto en curso por el acto totalizado y la
naturaleza del material no interviene sino para calificar a la jJraxis riaridad y de exterioridad, estructuras interiores, relaciones
informadora (claro que esto ya no es verdad cuando el material se con las otras clases, etc.). En una palabra, no abordamos ni
vuelve concreto; pero ya hablaremos de ello más adelante; el principio la historia humana, ni la sociología, ni la etnografía: más bien,
de la evidencia dialéctica tiene que ser, en cualquier caso, la aprehensión parodiando un título de Kant, pretendemos echar las bases de
de una jJraxis en curso a la luz de su término final). Si esta compren-
sión inmediata de la novedad pníctica parece imhil y casi pueril en unos "Prolegómenos de toda antropología futura". Si, en efec-
el ejemplo citado, es que al geómetra no le interesan los actos, sino lo to, nuestra experiencia crítica tuviera que dar resultados po·
trazado. Le preocupa poco saber si las figuras geométricas no son sitivos, habríamos establecido a jJrion: -y no, como los mar-
abstracciones, esquemas límites de un trabajo real; lo que le interesa es xistas creen haberlo hecho, a jJosteriori- el valor heurístico
encontrar las relaciones de exterioridad radical con el sello de interiori-
dad que se impone a las figuras al ・ョァ、イ。ャセN@ Pero al, ュゥウセQッ@ エゥ・Qセーッ@ del método dialéctico cuando está aplicado a las ciencias del
desaparece la inteligibilidad. En efecto, se estudian. una;; sm tesi_s pníctw:s hombre y, cualquiera que sea el hecho considerado, con tal de
en tanto que la acción sintética se hace pura des1gnaoón pasiva pernu- que sea humano, la necesidad de reemplazarlo en la totaliza-
tiendo que se establezcan relaciones de exterioridad entre los elementos ción en curso y de comprenderlo a partir de ella. La experien-
que ha acercado. Veremos cómo lo práctico-inerte vuelve a encontrar
esta exteriorización en pasividad de la interioridad práctica, y cómo, al Cia se presentará, pues, en cada momento como una investiga-
seguir este proceso, se puede definir a la alicllación en su forma original.
215.
214
reunió n human a y la alienac ión como relació n media da con
oon doble: si la totaliz ación existe, nos tiene que entreg ar, objeto s del trabajo , en el terreno serial y
_regresivo)_ todos los medios_ ーオセウᆳ la otra y con セッウ@
por una Jwrte (y en el ッセᄋ」ャ・エZ@
como modo sena! de coexis tencia 1. En este nivel descub rire-
tos eri. obra por la totahzac101!, e? deor, to?as las totahzacJO-
mos セュ。@ equiva lencia de la _praxis aliena da y de la inercia
nes, clestotalizaciones y retotah zacwn es paroal es en sus estruc-
trabaJé lda, y llamar emos práctzc o-inert e al terreno de esta equi-
turas abstrac tas y sus funcio nes, y por otra parte, tiene que surgir el grupo, contra lo práctic o-inert e
カ。ャ・セ」ゥN@ v・イセュッウ@
dejarn os ver cómo se engend ran dialéct icamen te esas formas
unas ele otras en la intelig ibilida d plena de la praxis. Ademá s, y la Impot enoa, como segund o tipo ele reunió n dialéct ica. Pero
como veremo s, disting uiré a la dialéct ica constit uida de la dia-
en la medid a en que nuestr a experi encia va de lo simple a lo en la medid a en que el grupo tiene que
de lo 」ッョウエゥオケセ・@ _a ャ←」エゥセ@ 」セZュウエゥオケ・ョ@
comple jo, ele lo abstrac to a lo 」ッョイ・エNセL@
fuera de la htston a constt tuu su praxzs común por la praxis individ ual de los
lo constit uido, tendre mos que poder fipr,
individ ual, los marcos for- agente s que lo compo nen. Entonc es, si la totaliz ación existe,
concre ta, los avatare s ele la pmxis
habrá que encon trar la intelig ibilida d de la Razón dialéct ica
ma les tlc su alienac ión 1, y las circun stancia s abstrac tas que in· la
. const_ituida (inteli gibilid ad de las accion es comun es y de
citan a la constit ución ele una,pm xis común . Esto nos llevad a partir ele la Razón dialéct ica constit uyente
este primer tomo: la dialéct ica ーイ。クコウセッ」・I@
a las grande s divisiones de (praxzs abstra cta e indivi dual del hombr e trabaj ando). Podre-
constit uyente (tal y como se aprehe nde en su abstrac ta trans- mos defini r aquí, en el marco de nuestr a experi encia, los
lí-
lucidez a través ele la praxis individ ual) encuen tra su límite ョZゥエセウN@ de la inte!ig ibilida d dialéct ica, y, al mismo tiempo , el
en su obra misma y se transfo rma en antidia léctica . Esta anti· stgmft cado propw de la totaliz ación. Tal vez nos parezc a en·
dialéct ica, o dialéct ica contra la dialéct ica (dialéc tica de la tonces que realida des, como la clase, por ejempl o, no tienen
pasivid ad 2 ) tiene que revelar nos las series como tipos
de
un tipo ele ser único y homog éneo, sino que son y se hacen
-
en todos los planos a la vez, con el sentido de una totaliza
de la s (pues-
1 Con esto hay que entende r: la experien cia dialéctic a ción más compl eja de lo que al princip io imagin ábamo
a partir de
alienaci ón como posibili dad a priori de la praxis humana to que la anticli aléctic a tiene que ser integra da y totaliz ada,
No seria, en
las alienaci ones reales que ofrece la Historia concreta .
efecto, concebi ble que la activida d humana fuese alienada o que las pero no 、ゥウセ・ャエ。@ por la dialéct ica constit uida, y que ésta sólo
).
relacion es humana s pudiese n ser reificad as si algo como la
alienaci ón y puede totahz ar sobre la base de una dialéct ica constit uyente
la reificaci ón no estuvies e dado en la relación prdctica
del agente al
En este nivel, parece rá que la experi encia progre siva ha tocado
la libertad des-situ ada de deter·
fondo. Dicho de otra maner a, habrem os aprehe ndido nuestra
objeto del acto y a los otros agentes. Ni
cia consigo
minados idealista s, ni la relación hegelian a de la concien
misma, ni el determi nismo mecanic ista de algunos seudo-m arxistas po- profun didad indivi dual en tanto que nuestr as raíces, a través
drían dar cuenta de ello. Podrem os encontr ar los fundam
entos de tod:1 del movim iento de los grupos y de las series, se hunde n hasta
alienaci ón posible en la relación concreta y sintética del
agente al otro
otro. la materi alidad fundam ental. De todas formas , aunqu e todo
por la mediaci ón de la cosa y a la cosa por la mediaci ón del mome nto de la regres ión parezc a más compl ejo y más genera
l
2 La dialéctic a de la pasivida d no es reducib
le de ninguna forma
a la razón analítica , que es la constru cdón a priori del marco inerte Esta seudo-
, que es praxis "pasiviz ada" (ej.: la circulac ión de numera rio).
(espacio -tempor al) de la exterior idad como tal, o, si se prefiere dialécti ca o dialécti ca invertid a tiene las aparienc ias inmedia tas de la
una exterior idad para aprehen der lo exterior no que descubr ir.
la dialéctic a dándose
de movi· magia, que posee su tipo de raciona lidad que tendrem os
manifes tándose implícit amente sino en la direcció n unitaria mucho
dialéctic a de La alienaci ón -como bien se entiend e- es un fenómen o
miento pasivo de la exterior idad exterior izada. Llamam os
1
sitúan en todos
que corres· más complej o y cuyas condicio nes, como ya veremos , se
la pasivida d o anti·dia léctica al momen to de la inteligib ilidad hay que indicar aquí el
vuelta contra sí misma en tanto que está restituid a los niveles 、セ@ la . experien cia .. Sin ⦅・ュ「。イセッL@
ponde a una praxis ahenaCi ón exrste en el grupo práctico como
como sello perman ente de lo inerte. En este nivel, tendrem os que ocupar· fun_dam ento. 1 or CJemplo: la
sino porque el
nos· de la inercia misma haciénd ose dialéctic a en tanto que
sellada: no en pehgro perm_an ente. Pero eso. no se P?drla compre nder
según el vrvo y el más umdo está srempre en peligro de volver a la
tanto que es pura inercia, sino en tanto que· se tiene que colocar ar a la grupo más
para volver a encontr serie de la que ha salido.
punto de vista de la exterior idad inerte

216 217
que el momento aislado y su e f .
vidual, se mantiene segú p r IClal de nuestra praxis indi- componer la inteligibilidad del movimiento histórico en el
, n otro punto de vist f
a1>stracto, es decir que no e , a, per ectamente interior del cual se definen por sus conflictos los diferentes
1 1 ,
1Cc 10, con este procedimient f
s aun más que u
1
p
na osz z z ad. De
"b Td
conjuntos. Partiendó de las estructuras sincrónicas y de sus
lm·idad dialéctica· sea que o .odrma alcanzaremos una cil·cu- contradicciones, busca la inteligibilidad diacrónica de las trans-
. · cons1 eremos for 1
Clones del grupo y de la se . ma mente 1as rela- formaciones históricas, el orden de sus condicionamientos, la
. ne en tanto que d d
d os cOnJuntos . a 1 otro sea q ca a uno e los razón inteligible de la irreversibilidad de la Historia, es decir,
• puede prodti or 1
en 1a expenencia al individ ' ue apre 1endamos de su orientación. Esta progresión sintética, aunque se manten-
un conjunto y al conJ"unto cuoo セッ、ュ@ fundamento práctico de ga formal, tiene que poder cumplir varias funciones: por re-
· d" · ns¡ erado como d · composición de las instancias a través de los procesos, tiene
111 Ividuo en su realidad de a l . ó . pro uoendo al
existe: hasta es (tanto para Egen\e ust neo. Esta circularidad q•1e conducirnos, si no a lo concreto absoluto, que sólo puede
racterística del orden di<Iléctic:ge セ。ュッN@ ー。イセ@ Nh[セ・ャI@ una ca- ser singularizado (este acontecimiento en esta fecha de esta
das formas, la reversibilidad . y! su mtehgibihdad. De. to- historia), por lo menos al sistema absoluto de las condiciones
. orcu <Ir está en co t d' . '
1a. Irreversibilidad de la Histor· n ra ICCion con que permitan aplicar al hecho de una historia la determina-
. S' Ia, ta 1 y COmO Se da 1 ción de "hecho concreto". En este sentido, se podría decir que
nencra. 1 es abstractamente verdad . a a .expe-
pueden producir indeferentem t 1 que giUpos y senes se la experiencia crítica trata de fundar una antropología estruc-
セ@ · · en e os unos a lo
uien . es verdad que es tal nO"rUJ)O 111st . ó neo . el que scootros, t<Im-• tural e histórica, que el momento regresivo de la experiencia
f' , 1
ICaCJon por series, ha producido tal . , セ@ su e asi- funda la inteligibilidad del Saber sociológico (sin prejuzgar
versamente) y que, si el conjunto de ウセョエッN@ de se.nes (o in- sobre ninguno de los conocimientos que constituyen este Sa-
nuevo grupo, éste, sea el que fuere es . . セ。@ si?o ongen de un ber) y que el momento progresivo debe fundar el Saber histó-
Además, esta experiencia regresiva 'a mee uctible al primero. rico (sin prejuzgar sobre el desarrollo real y singular de los
go determinados conflictos ól 0 , unque haga entrar en jue- hechos totalizados). Y, naturalmente, la progresión no tendrá
, ' s nos puede revel ·
」セエイオウ@ profundas y su inteli ibil'd d . ar nuestras que tratar con otras estructuras que con las sacadas a luz por
cwnes dialécticas de los grupos g 、セ@ セ@ , sm. revelar las reJa- la experiencia regresiva. Sólo se preocupará por volver a en-
entre ellas, y de los (Trupos entre yell Aas .selnes, de las series contrar los momentos de sus interrelaciones, el movimiento
1, . n os. SI a experie . d. cada vez más vasto y más complejo que las totaliza y finalmente
ectica, en su movimiento reiTre . noa la-
ue 1 d" . SIVO, no nos puede d á
ar セG@ s
n
q. ' as con. ICJones estáticas de la posibilidad d la orientación de la totalización, es decir, el "sentido de la
cion, es deor, de una historia Con d , e una totaliza- Historia" y su Verdad. En el transcurso de estos nuevos movi-
experiencia inversa y compl . カセョ@ ra, pues, proceder a la mientos, veremos los lazos múltiples y fundamentales de la
. ementana · al recom
Sivamente el proceso histó¡·¡"co a partir '. de las r poner dialéctica constituyente con la dialéctica constituida, y de ésta
. ¡ · progre-
vwntes y contradictorias el 1 f . e aoones y la constituyente por la constante mediación de la antidia-
. 1 . e as ormacwnes conside. d mo- h
1 ・ュッセ@ a expenencia de la Ir . . . . r a as, a- léctica. Si los resultados de la experiencia son positivos, se nos
tiene que poder mostrarn iセエッャ@ na. esta ・セーョッ。@ dialéctica permitirá que definamos por fin a la Razón dialéctica como
. os s1 as con trad1coones y ¡ 1 1 razón constituyente y constituida de las multiplicidades pd.c-
socia 1es, la jJraxis comím e me . 1lVI. "d u a 1 el trabaJO . as uc 1as
el uctor de herramientas la 1 . , , como pra- ticas. Comprenderemos el sentido de la totalización, sentido
, , 1erram1enta como pr 1 d totalizador o totalización destotalizada, y por fin podremos
l1001 l •res y como regla de los t ra 1JaJOS • Y el e las relac· oc uctor 1 e
ュ。ョ\セウL・エ」Nッーャオᄋ、@ del . '. IOnes lU- uemostrar la rigurosa equivalencia de la pmxis con sus articu-
inteligible (luego ッイゥ・ョセ。、I
Q@
ap . e un movumento totalizador laciones definidas y de la dialéctica como lógica de la acciéJn
. . · e1 o ante todo aunque 1
cu b um.Ientos tengan que ser hechos fi"ad ' セオウ@ e es- creadora, es decir, en definitiva, como lógica de la libertad.
estos eJemplos particulares la ex
,
.Y J os, セョ@ relaoón con
penenoa cntica trata de re-
El tomo I de la Crítica de la razón dialéctica se detiene
en el momento en que alcanzamos el "lugar de la historia",
218
219
イゥ・ョ」セ@ revelará este juego de facetas en tanto que el totaliza-
es decir, que se buscarán exclusivament e los fundamentos in-
dor siempre está totalizado al mismo tiempo, aunque, como
teligibles de una antropología estructural, en tanto, como bien
ver:emos, sea el Príncipe en persona. Y cuando descubramos
se entiende, que estas estructuras sintéticas constituyen la con-
:-si Nィセ@ de tener lugar-, bajo la translucidez de la libre praxis
dición de una totalizacióri en curso y perpetuament e orientada.
mdividual, el subsuelo rocoso de la necesidad, esperemos que
El tomo 11, que aparecerá pronto, volverá a trazar las etapas
hayamos elegido el buen camino. Adivinaremos entonces lo
de la progresión crítica: tratará de establecer que hay una his-
que el conjunto de los dos tomos tratará ele probar: la necesi-
toria humana con una verdad y una inteligibilidad . No consi-
dad 」セュッ@ Zウエイオ」セ@ apodíctica ele la experiencia dialéctica
derando el contenido material de esta historia, sino demos-
no reside 111 en el hbre desarrollo de la interioridad ni en la
trando que una multiplicidad práctica, cualquiera que sea,
ゥョ・イセ@ N、ゥウー・イセ￳ョ@ de la e.xterioriclacl; se impone, a título ele
tiene que totalizarse sin cesar interiorizando su multiplicidad e Irreductible, en la interiorización ele
movimiento mevltable
en todos los niveles.
lo exterior y en la exteriorizació n de lo interior. Este doble
ll. El lugar de nuestra experiencia crítica no es otra
movimiento será el de toda nuestra experiencia regresiva:
cosa que la identidad fundamental de una vida singular y ele individual nos mostrará que in-
el セィョ、。ュゥ・エッN@ ele la ⦅pイセクゥウ@
la historia humana (o, seg{m un punto de vista metodológico, (dibupnclo por la acción un campo prác-
エセョッコ。@ lo セクエ・ョッイ@
de la "reciprocidad de sus perspectivas") . A decir verdad, la
tico); pero mversamente, aprehenderem os en la herramienta y
identidad de estos dos procesos totalizadores se tiene que pro-
en la objetivación por el trabajo una exteriorizació n intencio-
bar. Pero precisamente la experiencia parte de esta hipótesis y
nal de la interioridad (el sello es a la vez el ejemplo y el sím-
cada momento de la regresión (y, más tarde, de la progre-
bolo); de la misma manera el movimiento por el cual la vida
sión) la pone directamente en tela de juicio. La persecución
práctica del individuo se tiene que disolver, en el curso ele
de esta regresión quedaría interrumpida en cada nivel precisa-
la experiencia, en totalizaciones sociológicas o históricas, no
mente si la identidad ontológica y la reciprocidad metodoló-
conserva en la nueva forma que aparece como la realidad ob-
gica no se descubriesen cada vez como un hecho y como una
jetiva de la vida (serie, grupo, sistema, proceso) la interiori-
Verdad inteligible y necesaria. En realidad, la hipótesis que
dad translúcida del agente totalizador. En términos menos
permite intentar la experiencia es precisamente la que la ex-
precisos -pero que tal vez parezcan más claros al principio-,
periencia trata de demostrar. Si la dialéctica existe, tenemos
la libre subjetividad descubre primero en sí misma su objeti-
que sufrirla como insuperable rigor de la totalización que nos
vidad como la necesidad inteligible de su puesta en perspec-
totaliza, y aprehenderla en su libre espontaneidad práctica
tiva en totalizaciones que la totalizan (que la integran en
como la praxis totalizadora que somos; en cada grado ele nues-
formas sintéticas en curso) . La subjetividad aparece entonces,
tra experiencia tenemos que reencontrar en la unidad inteli-
en toda su abstracción, como la condena que nos obliga a rea-
gible del movimiento sintético la contradicción y el lazo in-
disoluble ele la necesidad y de la libertad, aunque, en cada lizar libremente y por nosotros mismos la sentencia que una
sociedad "en curso" ha llevado sobre nosotros y que nos define
instante, este lazo se presente con formas diferentes. De todas
formas, si mi vida, al profundizarse, se vuelve Historia, ella
a priori en nuestro ser. En este nivel volveremos a encontrar
misma tiene que descubrirse en el fondo de su libre desarrollo lo práctico-inerte .
como rigurosa necesidad del proceso histórico para volver a Sin embargo, hay que comprender que la praxis supone
encontrarse más profundament e aún como la libertad ele esta
circularmente otros momentos dialécticos en' los que encontraríamos la
necesidad y en fin como la necesidad de la libertad 1. La expe- sucesión de las unidades precitadas al revés. Si detengo aquí la enu-
meración, es que el movimiento de la totalización estructural e histórica
1 Cuando doy esta forma como última unión de estas realidades,
exige -{;Omo veremos- que esas unidades y sólo ellas indiquen los mo-
no detengo la enumeración de las unidades mntradictorias en conside- mentos de nuestra experiencia.
ración a los dos términos de la comparación; y nada impediría concebir
221
220
un agente material (el individuo orgánico) y la organización ·
material de una empresa sobre la materia por la materia. Así t1ca) , y que es al mismo tiempo la manera permanente b" · y la
ocas1 n pro un a "ó [ d de la lotalización.
. Veremos 1 tam 1en· que
· c:s
nunca encontraremos hombres que no estén mediados por la
la esencia del hombre en el sentido de que. セ@ ・ウセョ￳cゥ。@ -cmndo
materia al mismo tiempo que median sectores materiales entre d es inerte y se vuelve la objetivao n supera a
ellos. Una multiplicidad práctica es una determinada relación pasa d o supera o- d" 'ó t
del a ente práctico (lo que provoca Qセ@ contra ICCI n _rerpe ャjセM
de la materia consigo misma a través de la mediación de la
pmxis que transforma lo inerte en materia trabajada, así como
ュ・ョエセ@ resuelta y perpetuamente イ・ョ。セiエ@ del ィッュ「ゥ・Mーイ、オセᆳ
tor del hombre-producto, en cada ュ、ゥカオセ@ y en el seuo < e
la colecciém de objetos· que nos inviste impone su mediación y 1 · 1· 'd l) 1 Nos enteraremos ademas, en el segundo
a la multiplicidad pníctica que nos totaliza. La historia del to d a mu t1p ICl ac · ' . t ólo
tomo ue es el motor inerte de la Histona, en tan o que s .
hombre es, pues, una historia de la naturaleza. No sólo porque ella セオ、・@ soportar la novedad que. la sella y que ella gurrdr,
el hombre es un organismo material con necesidades materia-
les, sino porque la materia trabajada, como exteriorización de
a su vez como un momento irreductible y como セョ@ recuen o <:
la Hum'anidad. La materia inorgánica (aunque.stempre ッセァュiᆳ
la interioridad, produce al hombre, que la produce o que la
zada ara nosotros) , motor inerte y memona creador.t,. t?
utiliza en tanto que, en el movimiento totalizador de la mul-
tiplicidad que la totaliza, tiene que reinteriorizar la exteriori-
セゥョ@ セ@ caso est<Í ausente de la historia de ョオ・ウエイセ@ ュセエNョ。ャM
g , . . 1 ondición de exterioridad mtenonzada
dad de su producto. La unificación de lo inerte exterior, ya dades orgamcas, es a e . . 1 .· i io es
sea por el sello o por la ley, y la introducción de la inercia para que haya una historia, y esta condici?n e e ーセュゥ」ャrエッイ。@
en el seno de la jJmxis . tienen por resultado, una y otra, como la exi encia absoluta de que ha)'a una necesidad de a - ..
en el gcentro de la m . 'b'l'd
. te 11g1 1 1 a
d (y perpetuamente, chsuelta t
hemos visto, producir la necesidad como determinación rigu-
rosa en el seno de las rela..ciones humanas. Y la totalización en el movimiento de la mte 1ecCI'ó n pi·á etica) 2 . Asi nues ra
.
sufrida, en tanto que la descubro en el seno de mi libre tota- . 11 do As! la ob jctiva-
lización vivida, no toma la forma de una necesidad sino por 1 La objetivación del hombre es lo ュ」イセ@ se a u. 」ウセョゥ。@ en cllo--
dos razones fundamentales: una es que la totalización que me ción superada -en tanto que el hombre ーイ[|セエャ」ッ@ :e dscscribimos el IObot
es, finalmente, el robot. En este ュオョセッ@ 」クセイ。jッ@ qu se supera ・セ@ libt'rtad
totaliza tiene que utilizar la mediación de los productos iner- es la esencia del hombre; lo que c:¡.mcrc ccn アlセッ@ en cuanto se vuel-
tes del trabajo; la otra, que la multiplicidad práctica tiene .
hac1a un pon cmr
, · pero que se p1ensa como ro
b . erte y como consccucnc1a, es
.
que ocuparse en todo caso con su propia inercia de exteriori- ve hacia su pasado. Se ap:ende so re 1o 111 tod'a alienación.
dad, es decir, con su carácter de cantidad discreta. Veremos víctima de su imagen rc1hcada, aun antes de . . . . 1
d' 'ó entre la intchg1b1htlad Y a
que la interiorización del número no siempre es posible y 2 En efecto, hay una contra 1CC1 n 'd ·a de lo nuevo a partir
'd d L . r 'bil'd·¡d da la dperfecta
ncccs1 a . a mtc 1g1. .1 '
CV1 cnc1
'ó transparente y práctica de o
1
que, cuando ha tenido lugar, la cantidad, aunque vivida dia- de lo viejo; hace aS1Stlr a Ja pro ャセcQ@ n d f' . d S y a Ja Juz de la
lécticamente en interioridad, produce en cada miembro del nuevo a partir de los :actores 。ョエ」ッイュセオコ@ 」・セ@ セョ@ todas panes, di-
grupo una capa profunda de inercia (de exterioridad en la totalización. Pero prec¡samente polque a s y q'uc permanece la nccc-
interioridad). En consecuencia, el problema de la necesidad b'erno por lo cxtenor que e . E
suclvc a este go 1 los movimientos del pcnsanuento. 'ste,
-que se da inmediatamente como una estructura de nuestra sidad -como veremos- ィ。ウセ@ セョ@ d 'bTdad poniendo simplemente
en efecto, se limita a ウオセイョ@ to ad p;s1 1 1 z de que no se pwduzca
experiencia crítica- nos remite necesariamente al problema desde el exterior la impos1b1hdad, o a_ as セN「yGャゥ、。@ concierne al mismo
fundamental de la antropología, es decir, a las relaciones de naturalmente esta unpos1 1 .
el fcn Ómeno x ( y, • . t ) L·¡ intelección dialéctHa, en
los organismos prácticos con la materia inorg<ínica. No habrá tiempo a Jos movimientos del pensanuen o . ' ·aJ'zada del movintiento
• t · "ó 1 plena y tcmpor, 1 •
que perder nunca de vista que la exterioridad es decir, la can- la medida en que d a 1a lll u 1c1 1 . ·ficadas en x por su simple
. d 1 cual g y z se encuenttan u1 1 1 •
tidad, y, con otras palabras, la Naturaleza- es a la vez y para orgamza or por e r 'ó e 1 curso) tiende a absor b erse
lazo de interioridad (en la エッセ、Qコ。」@ nL 1 transpa;cncia es por sí misma
toda multiplicidad de agentes la amenaza desde fuera y la en la tcmporalización de esta ev1 cnoa. a¡· '.l los osiblcs sino aprc-
, 1 . bl original no es lllll ar P •
nada desde dentro (veremos que sin función en la antidialéc- su garantta y e pro ema. . . ·t' do de la totalitlad futura,
hender en todos los movmucntos, Y par 1Cn

222 223
experiencia crítica nos tiene que ・ョエイァ。セ@ la 。ーッ、ゥセエ」@ total. A partir de aquí podremos ver con su verdadera luz la
indisoluble unidad -en todos los mveles totalizadores cuestión de la posibilidad en historia (y, en general, para la
como l a , ·
y totalizados- de lo inorgánico y de lo organu;:o a trav és el e praxis) y de la necesidad histórica. También a partir de este
todas las formas que puede presentar esta um.ón (de.sde la momento progresivo comprenderemos por fin el sentido de
presencia de lo inorgánico en el seno del orgamsmo mismo y nuestro problema original: qué es la Verdad como praxis de
en su derredor hasta la organización de lo inorgánico y hasta unificación sintética, qué es la Historia; por qué hay algo
la presencia del número como ・クエイゥッZ」セ@ pura en セャ@ seno como una historia humana (ya que el etnógrafo nos hace co-
del número interiorizaclo por la mult1phoclad orgamzaJ.a y nocer sociedades sin historia) ; cuál es el sentido prcíctico de
pdctica) . Encontramos así el mismo esquema ele la experien- la totalización histórica en tanto que se puede mostrar hoy a
cia crítica. En efecto, en el momento regresivo encontraremos un agente (totalizador y totalizado) situado en medio de la
la dialéctica constituyente, la anticlialéctica y la dialéctica Historia en curso.
constituida. En el momento ele la progresión sintética, ten- 12. Sin duda se habrá visto el estrecho lazo que une a
dremos que seguir el ュッカゥセ・ョエ@ totalizador que ゥョエ・セイ。@ a la comprensión, tal y como la he definido en Cuestiones de
estos tres movimientos paroales en el seno de la totahzaoón método y la intelección tal y como tenemos que poder defi-
nirla si existe la dialéctica. En efecto, la comprensión no es
la plena realización de una posibilidad. La セカゥ、・ョ。@ tiende a rechazar otra cosa que la translucidez de la praxis misma, ya sea que
a la apodíctica en la medida en que la necestdad tiende a セ・」ィ。[Nイ@ a la
evidencia. Pero la necesidad aparece en el corazón de la ・カエ、ョcャセ@
al constituirse, produzca sus propias luces, ya que se encuentre
」ッセ@
la inercia formal de la inteligibilidad, en la med.ida セョN@ que la evtdenCla
en la praxis del otro. De todas formas, la comprensión del
histórica tieue que mostrar siempre los Nャ。コッセ@ de ュエ・ョセ、。@ que unen セ@ acto se hace por el acto (producido o reproducido) ; la estruc-
transforman -parcialmente- a una 、Av・イウエセ。@ ・クエョセイ@ (cada uno de tura teleológica de la actividad no se puede aprehender sino
cuyos elementos es exterior a los otros, extenor a sl mtsmo y ァッ「・イセ。、@
desde el exterior) , y en la medida también e? que. es.tos lazos extenores
en un pro-yecto que se define a sí mismo por su fin, es decir,
están afectados por su actividad de una cast-extenondad; エセ、@ arreglo
por su porvenir, y que vuelve de este porvenir hasta el pre-
tiende a disolver a la necesidad en el ュッカゥ・セエ@ que hmtta a .la sente para iluminar a éste como negación del pasado superado.
inerte diversidad y por un momento parec.e comumcarle セョ。N@ fuerz.a セョᆳ Según este punto de vista, cada praxis es retotalización parcial
terna y autónoma; pero reaparece al ténnmo de la. エッ。セ」￳ョ@ pa;Clal 1
como la estructura ósea, como el esqueleto de la evtdenCla. as! la mte- 1
del campo práctico (en tanto que éste está definido por su
ligibilidad de la praxis llegad a tropezar contra el remltado de esta
1 negación misma, primera totalización interna operada por el
1
/'raxis, tal y cmno estaba pro-yecta?o y a la vez siempre otro, y este agente o la multiplicidad práctica) , y porque mi vida es reto-
resultado en tanto que otro (es dec1r, en tanto que tnu?o a tod.o tam- 1 talización perpetua (horizontal y vertical) es por lo que puedo
bién por la exterioridad) se dad como n? l.wbiendo P?dzdo ser dtferente
de lo que es (y al mismo エゥ」ュセッ@
acceder al presente del otro a partir de su porvenir. Ahora
los ュッカQセョエウ@ totahzadores .del ー・ョウセᆳ
miento se darán como no pudtemlo haber stdo lo que han stdo). Par,\ bien, como hemos visto, la inteligibilidad dialéctica está defini-
dar de esto una imagen más bien que un ejemplo, セ・」ッ、。イ←@ que en ャセウ@ da por el grado de transparencia de la totalización en curso y
novelas y las obras dramáticas la lectura es セョ。N@ totahzaClón (como la VI- 1 el agente práctico no puede temporalizar una evidencia inte-
da del lector) . A partir de esta doble totahzaClón que se opera por la
Historia y como su propia vida sin&ular, el lecto; 。「ッイセ@
ligible sino en la medida en que, situado como esd en el
la obra. como
totalidad que se tiene que retotahzar .en su sm?ulandad ーイセエ。N@ La interior de esta totalización, es también él totalizador y tota-
intelección de las conductas o de los dtálogos -s1 la obra satisface al 1 lizado. Parece, pues, que la intelección no es sino un término
espíritu- tiene que ser. al. ュゥウセ@ o エセ・ク⦅ョーッ@ la エイ。ョウィセ」ゥ・コ@ de lo . impre- nuevo para designar a la comprensión. En este caso, nos arries-
visible (se asiste al naClm!Cnto mtehgtble de una repizca! por eJemplo, 1
como retotalización parcial de la situación y de los 」セョヲィNエッウI@
garemos a encontrarlo inútil. De hecho se tiene la costumbre
y,. en l.a
medida en que cada momento cae en un pasado de merCia, la Imposi- de oponer la intelección (reservada a los movimientos de la
bilidad sufrida (por la memmia inmediata) de que ese momento no Razón analítica) a la comprensión (que sólo se encontraría
haya sido lo que ha sido. en las ciencias humanas) .

224 225
, Esta _distinción Mセッイ@ n:u_y .c?mtín que sea- no ofrece nin- intención quede oscura o implícita para el agente mismo-,
gun sentido. No hay zntelzgzbzlzdad en las ciencias de la Na- hay comprensión. Pero la experiencia crítica nos llevará a des-
turaleza: cuando la praxis impone su sello a un sector de la cubrir acciones sin agente, producciones sin productor, tota-
exterioridad de inercia, produce y descubre la necesidad como lizaciones sin totalizador, contra-finalidades, circularidades in-
imposibilidad de que los hechos considerados sean otros dis- fernales. También veremos multiplicidades que produzcan ac-
tintos de los que son; hemos visto cómo la Razón se hace en- tos y pensamientos totalizadores sin que los individuos que
tonces sistema de inercia para encontrar las sucesiones en exte- las componen se consulten, o sin que ni siquiera se conozcan.
rioridad y para producir y descubrir a la vez la necesidad co- En todos esos casos -y en muchos otros que descubriremos poco
mo la única unidad exterior. La necesidad como sucesión en a poco- la Verdad de la Historia no es una, o la intelección
セクエ・イゥ、。」ャ@ (los instantes son exteriores unos a otros y es totalizadora tiene que ser posible. Estas libres acciones vaga-
iュセウQ「ャ・@ que ?e sucedan en un orden diferente) sólo es el bundas y sin autor, que conmueven a una sociedad o a las
espmtu ーイッ」ャオciセョ@ y descubriendo la imposibilidad de j;en- instituciones muertas y que quedan con el significado perdido
@ 。 、 ョ ッ コ Z Q エ セ ・ . eセ@ (y tal vez habiendo adoptado un nuevo sentido) , es necesario
1
sar en_ la descubrimiento del pensamiento
como unposibihclad es precisamente lo contrario de la intelec- que sean totalizaules, que no se queden en Ja Historia en curso
」セ￳NョL@ ya que ésta tiene que ser _la 。ーセᄋ・ィョウゥ￳@ de una permea- como cuerpos extraños y, en consecuencia, que sean inteligi-
IHhclacl ・ャセ@ lo real en la jJmxzs racwnal. Por otra parte, la bles. Aquí, la intelección, más compleja, tiene que poder
」ッューイ・ョウセ￳L@ que aprehende esta permeabilidad en el sector aprehender a la vez, partiendo de la totalización en curso, su
de las 」ゥセョ。ウ@ humanas, está insuficientemente fundada y fuente, las razones (interiores en la Historia) de su inhuma-
」ッセイ・@ el nesgo de_ acabar en la intuición irracional y mística nidad y su permeabilidad, en tanto que tales, a la antropo-
(simpatía, etc.) SI no se reduce a la pmxis misma en tanto logía totalizadora; tiene que verlas surgir y disolverlas en la
que se produce con sus Aセ」・ウN@ Y si tenemos que tomarla como unidad de un proceso dialéctico, es decir, en unión directa
un momento de la ーセ。クコウLN@ desde lueg? que es totalizadora y con la jJraxis misma y como la exterioridad pasajera de una
que aprehende a la evidenCia temporahzadora y temporalizada interioridad. Nombro, pues, intelección a todas las evidencias
de las prácticas -dondequiera que se produzcan- en tanto que temporalizadoras y dialécticas en tanto que tienen que poder
son totalizaciones. totalizar a todas las realidades prácticas, y reservo el nombr_e
En verdad, no tenemos que retener esta oposición de lo de comprensión a la aprehensión totalizadora de cada praxzs
inteligible y de lo comprensible. No se trata de dos órdenes en tanto que ésta es intencionalmente producida por su autor
de evidencias principalmente distintos. Sin embargo, si con- o por sus autores.
servamos los dos términos es porque la comprensión es como
una especie de la cual la intelección sería el género. De hecho,
」ッョウ・イカセュ@ la palabra "comprensible" para nombrar a toda
la praxzs (de un individuo o de un grupo) intencional. Se
sabe que. la afectividad ュAセ。@ es jn·áctica. Así, pues, no pensa-
mos セiュゥエ。イ@ la comprenswn a la pura y simple acción o al
u;abaJO. Cada vez _que se puede referir una pmxis a la inten-
CIÓn de un orgamsmo práctico o de un grupo -aunque esta

" 1 」セョッ@ ?igo "producien?o", desde luego que no pienso en las


categorías ォ。セエQョウN@ El sello Impuesto a la exterioridad no es más
que オセ。@ operac1ón prdctica (por ejemplo, la construcción de un modelo
mecámco o de un sistema experimental).

226 127
.,

LIBRO I

DE LA "PRAXIS" INDIVIDUAL A LO
PRACTICO - INERTE
A
DE LA "PRAXIS" INDIVIDUAL COMO
TOT ALIZACióN

Si la dialéctica es posible, tenemos que poder contestar a


estas cuatro preguntas: ¿cómo la pmxis puede ser en sí misma
y a la vez una experiencia de la necesidad y de la libertad,
ya que, según la tesis de la lógica clásica, no se puede apre-
hender ni a la una ni a la otra en un proceso empírico? Si es
verdad que la racionalidad dialéctica es una lógica de la tota-
lización, ¿cómo la Historia, ese pulular de destinos individua-
les, puede darse como movimiento totalizador y no caemos en
la extraña aporía de que para totalizar hay que ser ya un
principio unificado o, si se prefiere, que sólo las totalidades
en acto pueden totalizarse? Si la dialéctica es una compren-
sión del presente por el pasado y por el porvenir, ¿cómo pue-
de haber un porvenir histórico? Si la dialéctica tiene que ser
materialista, ¿cómo debemos comprender la materialidad de la
praxis y su relación con todas las otras formas de la materia-
lidad?
El descubrimiento capital de la experiencia dialéctica, pre-
fiero recordarlo ya, es que el hombre está "mediado" por las
cosas en la medida en que las cosas están "mediadas" por el
hombre. Tendremos que mantener esta verdad entera en nues-
tra cabeza para desarrollar todas sus consecuencias: es lo que
se llama la circularidad dialéctica; como veremos, la experien-
cia la tiene que establecer. Pero si no fuéramos ya seres dia-
lécticos, ni siquiera la podríamos comprender. La presento al
empezar, no como una verdad, ni siquiera como una conje-
tura, sino ·como el tipo de pensamiento que hay que tener, a
título prospectivo, para iluminar una experiencia que se des-
arrolla por sí misma.

231
En el terreno más superfic ial y m<ís familiar, la experien -
hace superan do a lo orgánico hacia lo inorgáni co: la necesi-
cia descubre primero , .en.· la unidad de オセゥョ・@ セャゥ。←」エウL@ la
unificaci<Sn como movimi ento de la praxzs mchvidu al, la plu- dad es lazo de inmanen cia unívoca con la material idad cir-
r:didad, Ja organiza ción de la pluralid ad y la pluralid ad de las cundant e en tanto que el organism o trata de alimenta rse de
org::ll1izaciones. Todo eso, basta con abrir los ojos para verlo. ella, ya es エ_。ャゥコセッイL@ y dobleme nte, porque no es otra cosa
f';;ra nosotros, el problem a es el de las uniones. Si hay indi- que la totahdac l VIVa que se manifies ta como totalidad y que
viduos, ¿quién totaliza? ¿O qué? muestra Jo circunda nte inmedia to, hasta el infinito, como cam-
po total de las ーッセゥ「ャ、。・ウ@ de saciedad . En el plano que nos
La respuest a inmedia ta, aunque insuficie nte, es que si el ocupa, la superaci Ón por la necesida d no tiene nada de mis-
individu o no fuese totalizad or por sí mismo, no habría ni si- terioso, ya que la conduct a original de la necesida d de ali-
quiera un esbozo de エッ。ャゥコ」セョN@ ー。セ」ャN@ Toda la dialéctic a mento, por ejemplo , repite las conduct as elementa les ele la
/iistrírica descansa sobre la praxis zndwzdu al en tanto que ésta nutrició n: masticac ión, salivacio nes, contracc iones estomaca les,
t's )'n dialéctica, es decir, en la medida en que la acción es por etcétera. La superaci ón se manifies ta aquí como la simple uni-
sí misma superaci ón negador a de una contradi cción, deter- dad ele una función totalitar ia que funciona vacía. Sin la
minació n de una totalizac ión presente en nombre de una tota- unidad de las conducta s elementa les en el seno del todo el
lidad futura, trabajo real y eficaz de la materia. Todo eso, hambre no existiría , no habría sino un esparcim iento ele 」セュᆳ
como sabemos, nos lo ha enseñad o ya hace tiempo la experien - portami entos enloquec idos y sin unión. La necesida d es una
cia subjetiv a y objetiva . Nuestro problem a consiste en eso: qué función アセQ・@ se pone para sí y se totaliza como función porque
sed. la dialéctic a, si sólo hay hombres y si todos son dialéctic os. estcí reduCida a volverse gesto, a funciona r para sí misma y no
Pero ya he dicho que la experien cia proporc ionaba ella misma en la integrac ión de la vida org<í.nica. Y, a través ele este aisla-
su inteligib ilidad. Es, pues, necesari o ver en el nivel de praxis miento, el organism o entero corre el peligro de desinteg rarse;
individu al (de moment o, poco nos importa saber cuáles son las es el peligro de muerte. Esta totalizac ión primera es trascen-
fuerzas colectivas que la provoca n, la limitan o le privan de dente en la medida en que el organism o encuent ra su ser fuera
su eficacia) cmi.I es la racional idad propiam ente dicha de la de sí -inmedi atament e o mediata mente- en el ser inanima -
acción. do; la necesida d instituye la primera contradi cción, ya que lo
Todo se descubre en la necesida d: es la primera relación orgánico depende en su ser, directam ente (oxígeno ) o indirec-
totalizad ora ele este ser material , un hombre, con el conjunto tamente (aliment os) del ser inorgani zado, y que, recíproc a-
material de que forma parte. Esta relación es unívoca y de mente, el control ele las reaccion es impone a lo orgánico un
interiori dad. En efecto, por la necesida d aparece en la mate- estatuto biológic o. Se trata, en efecto, de dos estatutos de la
ria la primera negación ele negación y la primera totalizac ión. misma material idad, ya que -todo hace que lo creamos 1_ los
La necesida d es negación de negación en la medida en que se cuerpos vivos y los objetos inanima dos están constitu idos por
denunci a como una falta en el interior del organism o, es posi-
las mismas molécula s; pero esos estatutos son contradi ctorios,
tividacl en la medida en que por él la totalidad orgánica tiende
ya que el uno supone un lazo de interiori dad entre el todo
a conserva rse como tal. La negación primitiv a, en efecto, es
como unidad y las relacione s molecula res, mientras que el otro
una primera contradi cción de lo orgánico y de lo inorgáni co
es de pura exterior idad. Sin embargo , la negativi dad y la con-
en el doble sentido de que la falta se define como una totali-
dad .. pero que una laguna, una negativi dad en tanto que tal tradicció n llegan a lo inerte por la totalizac ión orgánica . La
tiene un tipo de existenc ia mecánic a, y que, como último aná- materia circunda nte recibe una unidad pasiva en cuanto apa-
lisis, lo que falta puede ser reducido a elemento s no organiza - rece la necesida d, por el sólo hecho de que una totalizac ión
dos o menos organiza dos, o, simplem ente, a carne muerta, etc. en curso se refleja en ella como una totalidad : la materia
Según este punto ele vista, la negación · ele esta negación se
1 Aunque no lo haya probado una experienc ia precisa.

232
233
mostrada como totalidad pasiva por un ser orgánico que trata nivel, la superación ele la exterioridad hacia la ゥョエ・Nイッコ。」セ￳@
de encontrar ahí su ser es, en cuanto a su primera forma, la se caracteriza a la vez como existencia y como ーイ。クエセN@ FunCión
Naturaleza. La necesidad busca ya a partir del campo social org·\nica necesidad y jJ1'axis están rigurosamente umclos en un
sus posibilidades de saciarse; y es la totalización la que des- orcl,en dialéctico: en efecto, el tiempo dialéctico entra en el
cubrirá en la totalidad pasiva a su propio ser material como ser con el organismo, ya que el ser vivo no puede perseverar
abundancia o rareza. sin renovarse; esta relación temporal del futuro セッョ@ el ーセウ。」ャッ@
/ Pero al mismo tiempo que aparece la Naturaleza, por la a través del presente no es otra cos_a que la Z・ャ。」セ￳ョ@ ヲセュ」キョ。ャ@
mediación de la necesidad, como falso organismo, el organis- de la totalidad misma: es su propiO porvemr mas all,\ ele un
mo se t."xterioriza en ella como pura materialidad. En efecto, presente de desintegración reintegrada. En . una palabra, la
el estatuto biológico se superpone en el organismo al estatuto unidad viva se caracteriza por la 、・ウ」ッューイセi￳ョ@ de la エ・セーッᆳ
físico-químico. Ahora bien, si es verdad que en la interioridad ralidad del instante; pero la nueva temporalidad es una smte-
de la 。セゥュャ」￳ョ@ nutritiva las moléculas están controladas y sis elemental del cambio y de la identidad, ya que el ーセイカ・ᆳ
filtradas en íntima unión con la totalización permanente, cuan- nir gobierna al presente en la medida en que este po;vemr se
do el cuerpo vivo está descubierto según el punto de vista iden'rifica rigurosamente con el ーセウ。ャッZ@ El proceso Clchco. Mアセ・@
ele la ex terioriclad, satisface a todas las leyes exteriores. En este caractenza a a · 1 vez al ti"empo bwlog¡co y al .de las prnne1. as
sentido se podría decir que la materia, fuera de él, le reduce sociec a es - · 1 el 1 quecla roto desde
· fuera
· y por Jo Circundante,
. . Slm-.
al estatuto inorgánico en la misma medida en que él la trans- plemente porque la rareza, com_o hecho セッョオァ・Qエ@ e ュセ⦅カゥM
forma en totalidad. Por eso mismo, est<Í en peligro en el uni- table, interrumpe los in tercamb1os. Esta m te_rr:lpCIÓn .se.' ¡ve
· · en el sentido ele que el movimiento Clclico o
verso; éste encierra también la posibilidad del no-ser del orga- como negacwn . 1 1r
nismo. Inversamente, para encontrar su ser en la Naturaleza función セ・@ reproduce vacío, nega_ndo así la ゥ、・ョエセ@ c. e オ⦅エセイッ@
o para protegerse contra la destrucción, la totalidad orgánica el asado y cayendo en el mvel ele una ッイァ。ュコciセョ@ cn cu-
en P . . d 1 lo· esta separaCIÓn es la
tiene que hacerse materia inerte, y puede modificar lo circun- lar jn·esente· y condiciOna a por e pasac • ' .
dante material en tanto que sistema mecánico: el hombre ele condición necesaria para que el organismo ya no sea el セ・io@
la ョ・」セゥ、。@ es una totalidad orgánica que se hace perpetua- el destino de la función, sino su fin; en. er.e:to, la_ オセャ」。@
mente su propia herramienta en el medio de la exterioridad. セh・イョ」ゥ。@ que hay entre la temporalidad smtet1ca. prnmtiva
La totalidad orgánica actúa sobre los cuerpos inertes por el y el tiempo de la fJraxis elemental proviene ele lo 」ᄀイオセ、。ョエ・@
intermediario del cuerpo inerte que ella es y que ella se hace material que transforma -por la ausencia de l_o que e セイァ。M
ser. Lo es por cuanto ya está sometida a todas las fuerzas físi- . b usca en e 11 a- a la totalidad como realidad fu·ótUI a en1
msmo
cas que la denuncian como pura pasividad; se hace ser su ser Josibilidad. La necesidad como negación ele la .negaCI n es e_
en la me1licla en que un cuerpo puede actuar sobre otro cuer- torgamsmo . .
mismo . "éndose en el futuro . a u·avcs de los
VIVI . clesór- .
po, por la inercia misma y desde fuera, en el medio de la cienes presentes como su posibilidad ーイッQセᄋM Y por 」ッョウゥセuiエ・L@
exterioridad. La acción del cuerpo vivo sobre la inercia 'se "b"l"dad de su pro¡)ia imposiblhdacl; ye· la pwxzs, al
como 1a pos! 1 1 ' l .
puede ejt!rcer o directamente o por mediación ele otro cuerpo · ·
pnnCipiO, s o · ól es la• relación del organismo como m ex enor y
inerte. En este caso llamamos herramienta al intermediario.
Pero la instrumentalidad, el fin y el trabajo se dan conjunta- estas sociedades sean orgánicas -ya veremos que el
mente en cuanto este cuerpo organizado toma su propia iner- セ@ . No P?rque ue ser absolutamente rechazado-, sino porque ws
orgamc1smo uene q d 1 · orrránico de
cia como mediación entre la materia inerte y su necesidad; en ·embros aún están, individualmente, muy _cerca e. tiempo ,.
mi .' 'ó • 1" a y el modo de producc1ón contnbuye a mantener el
efecto, la totalidad que tiene que conservarse est<Í proyectada la repet¡c¡ n c¡c IC • · 1 tipo de me-
roceso de re Jetición. Primero por é 1 nusmo; 1uego, _ror e. . . .
como Lotalización del movimiento por el cual el cuerpo vivo P. . E. . -
d¡ac1ón y de mteg¡acl 6 n: q
ue introduce en las relacwnes 111SULUC!Onales
utiliza su inercia para vencer a la inercia de las cosas. En este de los hombres entre SI.

234 235
futuro con el organismo presente como totalidad amenazada; como negaciones, sino por los hombres, y para indicar conven-
es la función exteriorizada. La verdadera diferencia no reside cionalmente la dirección del proceso. Sin duda que la materia
entre la función como asimilación interna y la construcción pasa de un estado a otro. Lo que quiere decir que hay cambio.
de herramientas con vistas a un fin. En efecto, muchas especies Pero un cambio material no es ni afirmación ni negación, no
animales se hacen herramientas ellas mismas; es decir, que la ha destruido porque nada estaba construido, no ha roto re-
materia organizada produce por sí misma lo inorgánico y lo sistencias porque las fuerzas en presencia simplemente han
seudo-inerte: ya he dicho que el organismo sólo puede actuar dado el resultado que tenían que dar; sería igualmente absur-
sobre Jo circundante cayendo provisionalmente en el nivel de do declarar que dos fuerzas opuestas y que se aplican a una
la inercia; los animales-herramientas se hacen inertes en per- membrana se niegan, o decir que colaboran, para determinar
manencia para proteger sus vidas, o, si se prefiere, en vez de cierta tensión; todo lo que puede hacerse es utilizar el orden
utilizar su propia inercia la resguardan tras una inercia for- negativo para distinguir una dirección de la otra.
jada: en este nivel ambiguo se puede ver el paso dialéctico No puede haber resistencia, y por consiguiente fuerzas
de la función a la acción. El proyecto como trascendencia sólo negativas, sino en el interior de un movimiento que se deter-
es la exteriorización de la inmanencia. De hecho, la trascen- mina en función del porvenir, es decir, de determinada forma
dencia es ya el hecho funcional de la nutrición y de la desasi- de integración. Si el término que se tiene que alcanzar no se
milación, ya que descubrimos en ella una relación de interio- ha fijado al principio, ¿cómo podría concebirse un freno? Di-
ridad unívoca entre dos estados de la materialidad. Y, recí- cho de otra manera, no hay negación si la totalización futura
procamente, la trascendencia contiene en sí la inmanencia, ya
no está presente en cada momento como totalidad destotaliza-
que su lazo con su fin y con lo circundante se mantiene en el
de interioridad exteriorizada. da del conjunto considerado. Cuando Spinoza dice: "Toda
determinación es negación", tiene razón según su punto de
. Así pues, aunque al principio el universo material pueda
vista, porque la sustancia, para él, es una totalidad infinita.
hacer imposible la existencia del hombre, la negación les llega
al hombre y a la materia por el hombre. A partir de ahí
en determinadas condiciones experimentales, dos substancias -que lla-
podemos comprender en su inteligibilidad primitiva la famosa maremos a y b-, pretende producir otras dos substancias, e y d, la
ley de "la negación de la negación" que Engels, en el fondo, reacción directa, a + b = e + d suele ir acompañada generalmente por
hizo mal en dar como un irracional "abstracto" de las leyes la reacción inversa: e y d actúan una sobre otra y se transforman en a
naturales. De hecho, la dialéctica de la Naturaleza -ya se la y b. Se llega, pues, a un equilibrio químico, es decir, que la transfor-
mación se detiene en el camino. Aqul, en efecto, tenemos dos formas de
busque en los "cambios de estado" en general, o ya se haga reacción y nada le impide al sabio que llame positiva a una y negativa
de ella la dialéctica desde afuera en la historia humana- es a la otra a condición de que sea en relación con su empresa humana
incapaz de contestar a estas dos preguntas esenciales: ¿por qué -que es experimental o industrial-. En efecto, si se considera a las
hay algo como una negación en el mundo natural o en la reacciones "inversas" como negativas, significa que su existencia impide
que sea obtenido un determinado resultado; son fuerzas de freno en
historia humana? ¿Por qué y en qué circunstancias definidas relación con el conjunto orientado. Pero .si se tratase de reacciones estric-
la negación de una negación da una afirmación? En efecto, tamente naturales, es decir, producidas fuera del laboratorio y de toda
no se ve por qué las transformaciones de energía -aunque sean hipótesis preconcebida, aún se podría tratar a una como cantidad posi-
"vectoriales" como quiere Naville, aun si unas son reversibles tiva y a la otra como cantidad negativa, pero sería justo para indicar el
orden en el cual se producen. En todo caso se trata de una redistribución
y otras irreversibles, aun si, como en las experiencias químicas, molecular que, aunque sea orientada, no es en si ni positiva ni nega-
algunas reacciones parciales se producen en el interior de la tiva. Por lo demás, vale la pena señalar que ·aunque se quisiese consi-
reacción de conjunto y la alteran 1 - podrían ser consideradas derar la reacción inversa como negación de la reacción directa, el resul-
tado definitivo no es una forma sintética, sino un equilibrio inerte, es
1 セゥ・ョウッL@ por ・ェセーャッL@ en lo que se l.lama el equilibrio qulmico decir, la pura coexistencia de los resultados, que por lo demás son todos
desde Samte-Cia1re Dev1lle: cuando el qufm¡co, ·al poner en presencia, "positivos", ya sea el origen "positivo" o "negativo".

236 237
Esta fórmúla es, pues, un instrumento de pensamiento para dad. y no en jJrimer lugar como ヲオ・イセ。@ 、セ@ ウ・ョエゥ、セ@ contrario,
describir y comprender las relaciones internas del todo. Pero sino, lo que es lo mismo, como 、・エイュ。セQ￳ョ@ pai nal del todo
si la n。セオイャ・コ@ es una inmensa descompresión dispersiva, si en tanto que se establece para .sí: A セ。イオN@ de estas experi_en-
las relacwnes de los hechos naturales no se pueden concebir cias se podría establecer una ャッァゥcセ@ dialéctica de Qセ@ negaciÓn
sino sobre el modo de exterioridad, la atracción particular de como relación de las estructuras mternas entre SI y con el
determinadas partículas y el pequeño sistema solar que resul- todo en una totalidad hecha o en una totalización en curso.
ta provisionalmente no es de ninguna de las maneras una Se vería, en efecto, que en el campo 、セ@ exist_enda y de ten-
pa.rticu!m·ización} salvo en .un sentido ーオイ。セ・ョエ@ formal, lógico sión determinado por el todo, toda paruculanclad se ーイッ」ャオセ@
e Idealista. En efecto, d:or .que cada セッャ・」オ。@ del hecho que en la u'hiclad ele una contradicción fundamental: es determi-
entra en tal o tal combmacwn no esta en tal otra, es repetir nación del todo y, como tal, es el todo el que le セ。@ su ser; ・セ@
de un modo negativo la proposición que se quiere afirmar, cierta manera, en tanto que el ser del todo e:uge que este
como los lógicos que reemplazan: "Todos los hombres son mor- presente en todas sus parte_s, es ella el todo NュコウイセQP[@ pero al
tales" por "Todos los no-mortales son no-hombres". mismo tiempo, como detenoón, vuelta sobre SI, cercado, no es
La determinación será negación real si aísla al determi- el todo, y se particulariza precisamente contra él (y no ⦅」ッョエイセ@
nado en el seno de una totalización o de una totalidad. Aho- seres trascendentes de esta totalidad) ; pero esta ー。イオ」ャセョᆳ
ra bien, la jJraxis nacida de la necesidad es una totalización zación en el marco de esta contradicción se produce preosa-
cuyo movimiento hacia su propio fin transforma práctica- セ・ョエ@ como negación de interioridad: como particularización
mente a lo circundante en una totalidad. El movimiento nega- del todo, es el todo oponiéndose a sí mismo a エイセカ←ウ@ de una
tivo recibe su inteligibilidad según este doble punto de vista. particularidad que gobierna y que 、・ーョセN@ de . ;1; en エ。Nセッ@
En efecto, el organismo engendra por una parte lo negativo que determinación, es decir, en tanto. アオセ@ limitacwn, se defme
como lo que destruye su unidad: la desasimilación y la excre- como ese nada que impide la retotalizaoón del tod? y アセ・@ se
ción son las formas aún opacas y biológicas de la negación en liquidaría en ella si debiera tener lugar. Es la ・クゥウエ⦅ョ」セ。@ de
tanto que son un movimiento orientado de desecho; de la ese no-ser como relación en curso entre el todo constitllldo y
misma. manera, la falta aparece por la función, no sólo como la totalización constituyente, es decir, .entre el Nエッセ@ Fomo re-
simple' laguna inerte, sino como una oposición de la función sultado futuro, abstracto, pero ya a!n, y la di;dectica como
a sí misma; la necesidad, en fin, establece la negación por su proceso que trata de constituir en su イ・セャゥ、。@ 」PQセイ・。@ la tota-
existencia, ya que ella misma es una primera negación de la lidad la que le define com? su ーッイカセュ@ y su エ・イュセョッL@ es la
falta. En una palabra, la inteligibilidad de lo negativo como existencia de esa nada activa (totalizaoón estableoendo ウセ@
estructura del ser no puede aparecer sino unido al proceso momentos) y al mismo tiempo pasiva (el todo 」セQPN@ ェjイ・ウ⦅Lセ」コ。@
de totalización en curso; la negación se define como fuerza del porvenir) la que constituye la primera negaoón mtelig1ble
o¡mesta a partir de una fuerza primera de integración y en de la dialéctica. Y es en la totalidad como unidad abstracta
relación con la totalidad futura como destino o como fin del de un campo de fuerzas y de te.nsión. ,donde la negación de
movimiento totalizador. Más profundamente y más oscura- la negación tiene que volverse aflrmacwn. En ・ヲ」エセL@ セ・@ 」エセ。ャᆳ
mente, el organismo mismo como superación de la multipli- quier manera que se manifieste, MZyセN@ se trate de la hqllldaoón
cidad ele exterioridad es una primera negación unívoca, puesto del momento parcial, de la apancwn de _otros セQ・ョエッウ@ en
que conserva en sí la multiplicidad y se unifica contra ella sin conflicto con el primero (esto es, ・ャセ@ una 、ゥヲ・セᄋョッ。@ o ィ。ウセN@
poder suprimirla. Es su peligro, su riesgo perpetuo y, al mismo de una fragmentación de la totalidad paroal en ー。イエ・セ@ m,ls
tiempo, su mediación con el universo material que le rodea pequeñas)-, la nueva estructura es negación de la ーョセ・イ。@
y que puede negarle. La negación está, pues, determinada por (ya sea directamente, ya atrayendo por su sola ーイ」ウ・ョセj@ la
la unidad; hasta puede manifestarse po1· la unidad y en la uní- relación de la primera con el todo) ; así el todo se mamüesta

238 239
en esta segunda estructura, que él sostiene y que ella produce cesar el orden ele exterioridad sobre la base de una unidad
también, como totalidad que vuelve a tomar en ella las deter- profunda. !'-- partir ele ahí nace un segundo tipo de negación,
minaciones particulares y suprimiéndola s, ya sea por una li- ーッセアオ・@ existe una nueva totalidad, pasiva y al mismo tiempo
·
quidación pura y simple de su particularidad , ya sea diferen- umhcada
. ' pero que n o cesa el e retocarse ya sea por la acoón
d rrecta del hombre ' y·a en vutu · d de sus ' propras . leyes de exte-
cüíndose alrededor de ellas y en relación con ellas para inser- . . ·
tarlas en un orden nuevo que a su vez se vuelve él mismo el nondad. Tanto en un o como en otro caso los cambiOs se
11acen sobre un fondo ele un1"d a d previa ·
· y se convrerten en el
todo en tanto que estructura diferenciada. Esta lógica de las .
destmo de esta totalidad a unque tengan su ongen ·
diferenciacion es sería un sistema abstracto de proposiciones refi- en otro
riéndose a la multiplicidad posible de las relaciones 'entre un lugar, en la ?tra punta del mundo; todo lo que se produce
la des1'ntegrao"ó n, es un aconteCimient · · o
todo y sus partes, entre las partes entre ellas, directamente y en . un todo • mcluso .
a través de su relación con el todo. Es totalmente inútil recons- total. ele la totalidad . en tanto que tal y sól o es mte rgr"bl e a · 1'
truir aquí ese sistema que cada uno puede encontrar por sí partrr de Qセ@ totalidad: Pero en cuanto la mezcla ele la totali-
mismo. Señalo solamente que el contenido de estas proposicio- dad pluralizada constituye aquí o allá s1'ntes 1·s pasrvas, · rompe
. .
nes, aunque fuera abstracto, no estaría vacío como los juicios セョ@ el セョエ・ッイ@ del todo constituido la relación de integración
analíticos de la lógica aristotélica; y que, aunque sean sinté- el mmecl1ata 1 de los, elementos . con el todo·'
la autonon1 ra '
re 1a t"1va
ticas estas proposiciones, representan por sí mismas una ve1·- e a parte as1 @ ャ 」 。 ュ セ ッ ヲ tiene que actuar necesariament e como
dadera inteligibilidad ; dicho ele otra manera, basta con esta- オセ@ freno en イ・ャ。セQ￳ョ@ con el セッカゥュ・ョエ@ ele conjunto; el movi-
blecerlas a partir de una totalidad (por lo demás, cualquiera) mrento en remolmo ele totahzación parcial se constituye pue
para que podamos comprenderlas en la evidencia. Ya lo vere- como una negación del movimiento total. Al mismo エゥ・ューセG@
mos más lejos. 。オョアセ@ se . trate ele un retoque necesario para la praxis, ウセ@
Volvamos a la necesidad. En el momento en que el cletermmac1ón se vuelve negación de él mismo: la relación
proyecto atraviesa el mundo circundante hacia su propio fin, de los セN・ュョエッウ@ Nゥョエ・ァセ。、ッウ@ en el todo parcial es más precisa,
que es aquí la restauración de un organismo negado, unifica ュ・セッウ@ mdetermmad a que su relación con la totalización de
el campo de "utensiliaridac l" a su alrededor, para hacer ele él conJunto, _pero. es. menos amplia y menos rica. Con este nuevo
una totalidad que sirva ele fondo a los objetos singulares que ャ。コセ@ de mtenondad exteriorizada, el elemento rechaza un
tengan que ayudarle en su tarea; esto quiere decir que el mun- conJunto ele posibilidades objetivas que eran las ele cada ele-
do de los alrededores está pdcticamente constituido como la mento en el ウ・セッ@ del movimiento general, se empobrece. En-
unidad de los recursos y de los medios; pero como la unidad tonces, la イ・ャセ」￳ョ@ ele esta totalidad parcial con la totalidad
de los medios no es otra que el fin y que este fin representa エッセ。ャ@ se mamflesta como conflicto, la integración absoluta
la totalidad orgánica en peligro, aprehendemos aquí por pri- exrge que se rompa. la determinación singular en tanto que
mera vez una relación original e invertida de los dos "estados セ・@ expone a consti.tmr una セオ・カ。@ pluralidad. Inversamente, la
de la materia": la pluralidad inerte se vuelve totalidad por merc1a Y las nec:s1dades @ ・ セ mtegración parcial obligan a cada
haber sido unificada por el fin como campo instrumental, |。イエセ@ de la エッ。ャゥ」セ、@ r_elat1va a resistir a las presiones del todo.
es al mismo tiempo el fin caído en el dominio de la pasivi- En fm, la _determmaciÓn de una totalidad parcial, en el seno
dad. Pero lejos de perjudicar su inercia a su carácter de totali- de_ la エッ。ャイセ、@ destotalizacla, .tiene por efecto necesario cleter--
dad hecha, es ella la que lo soporta. En el organismo, los mmar エ。ュ「Q・セL@ aunqu_e negativamente , al conjunto que queda
lazos de interioridad recubren a los de exterioridad; en el fuera de esta. Qセエ・ァイ。」￳ョ@ como una totalidad parcial. La uni-
campo instrumental es al revés: la multiplicidad de exterio- dad ele ・クエョッセ。、@ ele セ。ウ@ regiones no integradas en relación
ridad está sobre-tendida por un lazo de unificación interna, y con Qセ@ zo?a de mtegraoón parcial (son primero las que no
es la praxis la que, en función del fin perseguido, retoca sin han Sido mtegradas) se cambia en una unidad ele interioridad
'
240 241
es decir, en una determin ación integrant e, por el solo hecho que es la negación de la negación reside precisame nte, también
de que, en una totalidad, la exteriorid ad se manifiest a en rela- esta vez, en la totalidad primera. Nada permite afirmar a prio1·i
ciones de interiorid ad. Varía, al mismo tiempo, la relación en un sistema realista y materialis ta que la negación de la nega-
con el todo de esta nueva totalizaci ón: ya sea que ésta se ponga ción tenga que dar una nueva afirmació n en tanto que no se ha
para sí a su vez, lo que tiene por efecto que estalle definitiva - definido el tipo de realidades en el cual se producen esas ne-
mente la totalizaci ón en curso, ya que se identifiqu e con el gaciones. Aun en el universo humano, que es el de las totali-
todo y luche para reabsorbe r a la enclavadu ra que acaba de dades, existen situacione s perfectam ente definidas y que pue-
aparecer, ya, en fin, que esté desgarrad a por la contradic ción, den ser clasificadas donde la negación de la negación es una
establecié ndose a la vez como el todo o, en todo caso, como nueva negación: es que en esos casos excepcion ales se interfie-
·el proceso de totalizaci ón y como momento parcial que obtiene ren totalidad y recurrenc ia. Pero no se puede hablar aquí de
sus determina ciones de su oposición al Otro. ello. Lo que en todo caso es seguro, es que la negación de la
El hombre que produce su vida en la unidad del campo negación constituye un conjunto determina do, salvo si está
material está llevado por la pmxis a determin ar zonas, siste- considera da como producién dose en el interior de una totali-
mas, objetos privilegia dos en esta totalidad inerte; no puede zación. Pero la negación de la negación sería, aun en la tota-
construir sus herramien tas -y esto vale tanto para los instru- lidad, una vuelta al punto de partida si no se tratase de una
mentos de cultura en los primitivo s como para la utilizació n totalidad superada hacia un fin totalizado r. La supresión de
práctica de la energía atómica- sin introduci r determina cio- las organizac iones parciales del campo instrumen tal tendría
por consecuen cia el llevarnos a la indiferenc iación original de
nes parciales en lo circundan te unificado (sea este circundan -
te la tierra o una estrecha franja de terreno entre el mar y la lo circundan te unificado (como cuando se hace desaparec er los
rastros de un acontecim iento, de una experienc ia, de una cons-
selva virgen) ; así se opone a él mismo por la mediació n de lo
inerte; y, recíproca mente, la fuerza construct ora del trabajado r trucción) si el movimien to para suprimirl as no estuviese acom-
pañado por un esfuerzo para conservar las: es decir, si no se las
opone la parte al todo en lo inerte en el interior de la unidad
"natural" ; más lejos veremos cien ejemplos. Esto quiere decir, considera se como una etapa hacia una unidad de diferencia -
ción, en la cual se tiene que realizar un nuevo tipo de subordi-
primero, que la negación se hace interior en el medio mismo
nación de las partes con el todo y de coordinac ión de las par-
de la exteriorid ad, luego, que es una real oposición de fuer-
tes entre ellas. Es lo que ocurre necesaria mente, ya que el fin
zas. Pero esta oposición le viene a la Naturalez a por el hombre
doblemen te, ya que su acción constituy e a la vez el todo y el no es preservar para sí y en sí la unidad del campo de acción,
desgarram iento del todo. El t1·abajo no puede existir, sea el sino encontrar en él los elementos materiale s que puedan con-
que sea, sino como totalizaci ón y contradic ción superada. En- servar o restaurar la totalidad orgánica que contiene. Así, en
tonces, aunque en un primer momento constituy a lo circun- la medida en que el cuerpo es función, la función necesidad
dante como el medio en el cual el trabajado r se tiene que pro- y la necesidad pmxis, se puede decir que el tmbajo humano,
、セ」ゥイ@ él mismo, todos los movimien tos posteriore s serán nega- es decir, la praxis original por la cual produce y reproduce
Ciones en la medida en que son positivos. Y estas negacione s no su vida, es enterame nte dialéctica : su posibilida d y su necesi-
pueden ser aprehend idas sino como momento s que se estable- dad permanen te descansan sobre la relación de interiorid ad
cen por sí, ya que al volver a caer la inercia, aumenta su se- que une al organism o con lo circundan te y sobre la contra-
seno del todo. El movimien to posterior del tra- dicción profunda que hay entre el orden de lo inorgánic o y el
paración
1 • . en el
laJO t1ene que ser, pues, necesaria mente, la puesta en con- orden de lo orgánico, presentes ambos en todo individuo ; su
Llt:to del objeto creado en el interior del todo con los otros movimien to primero y su carácter esencial se definen por una
, . .
•euort:s y su un"["1 1cac1"ó n segun un punto de v1sta nuevo· n1ega doble transform ación contradic toria: la unidad del proyecto
1.;a ••eparnción Pero 1 · "b" . .' .
· a Inte l"1g1 1hdad de este nuevo mov1m1ento da al campo práctico una unidad casi sintética, el momento

242 243
· 1 l 1 t ba]· es aquel en que el organismo se hace inerte
material. Y de ninguna de las maneras pretendemos haber des-
ca pita e e ra ' 0 f l . cubierto • aquí el momento históricamente primero de la, el'Ia 1'cc-
(el hombre pesa en la palanca,. etc.) para trans ormar a mer-
. · eJa 11 te Esta permutaoón que opone la cosa humana ttca: lo . que
. hemos querido mostrar es que nuestra m:ís el'· 1,1na·
oa orcun·e-cosa ' ·se volverá a encontrar en todos los mveles · de ・クーセQョ」。@ -que seguramente es la del trabajo- tomada en
a1·l 1e10111 bl 1 'd d l b · su mvel más abstracto • • -el de la acción del individuo a· , IS 1a-
·pcriencia dialéctica; sin embargo, e sentl o e tra aJO
d:t/dado por un fin, y la necesidad, lejos ele se: una vis a do-:-, nos イ・セャ。@ ュセ・ィ。エョ@ el carácter dialéctico de la
tcrgo que empuje al trabaJador, es, P?r el contrano, el descu- accwn. O, セ@ se prefiere, que la dialéctica, en el mayor grado
brimiento vivido de un hn que se tiene que_ ,alca nz ar y q\1e d,e. abstracCIÓn, -y aunque se concediesen al racionalismo ana-
principio no es otro que la restauracwn e1e1 orgams- htiCO sus teonas moleculares-, ya tiene la forma elemental y
cn •l 111 En fin, la acción hace que イセ。ャュ・ョエ@ ·
exista 1o_ orcun- · 」_ョ[セャ・エ。@ de una ley de desarrollo y de un esquema de inteli-
1110
lante material como un todo a partir. de lo..cual es posible una giblhdad. Desde luego, si la existencia real de las totalida-
l .
oro·anización de medios para llegar a un hn, y esta _orgamza- des orgánicas y de los procesos totalizadores revela el movi-
ciÓn en las formas más simples de actividad, está dada por mi_ento :Iialéctico, la 、ゥ。ャ←L」エセ@ no justifica, por su parte, la
el fin mismo, es decir, que sólo es una exteriorización de la ex1stenoa ・ャセ@ cuerpos ッセァ。ュウN@ Cualquiera que sea el des-
función: es la totalidad que define su medio por lo que le arrollo ultenor de la bwlogia, no podemos considerar a los
falta; se acecha en la caza, en la pesca, se busca en la cosecha. cuerpos organizados sino como realidades de hecho, y no tene-
Es decir, que se realiza ャセ@ unidad del campo para 。ーイセィ・ョ、@ mos la セ。ョ・イ@ de ap.oyarlas con .razones. Afirmar que su ori-
ァ・セ@ esta en la matena no orgamzada es una hipótesis econó-
mejor en el fondo el objeto .「オウセ。、ッN@ セ@ ーセエQイ@ de alu el tra-
bajo se organiza por determznaczones ウュエ・ャAセ@ del 」ッョェセュエL@ mtca y razonable con la cual todos -hasta los cristianos-
por puesta a la luz del día o _ror _construccwn de relaoones pueden estar de acuerdo. Pero esta hipótesis está en cada uno
cada vez más estrechas en el mtenor del campo para trans- de nosotros en el estado de creencia. Así ni la Razón analí-
formar en una perfecta circularidad de condicionamientos lo tica -que se aplica a las relaciones en exterioridad- ni la
que al principio no era sino una relación muy vaga de las Razón dialéctica -que obtiene su inteligibilidad de las tota-
partes con el todo y de _las partes ・セイ@ sí. Det:rminación del lidades y qu.e rige la relación entre los todos con sus partes y
presente por el porvemr, セ・イオエ。ッョ@ de lo merte_ ,Y de lo de las totalidades entre ellas en el seno de una integración
orgánico, negación, contraehccwnes superadas, negaoon de la cada vez más estrecha- pueden dar a los cuerpos organizados
negación, es decir, totalizaciones. en curso: セッョ@ ャセウ@ セッNュ・ョエウ@ ni el menor estatuto de inteligibilidad: si han salido de la ma-
de un trabajo, el que sea, salvo s1 -en un ュカ・セ@ 、エ。ャ・」セッM que teria inorgánica, no sólo ha habido un paso de lo inanimado
aún no hemos considerado- la sociedad empup a la dtvlSlón a la vida, sino de una a otra irracionalidad. ¿Habremos vuelto,
del trabajo hasta ・ウー」ゥ。ャコセ@ a las ュサエアオゥセ。ウ[@ _rero, ・セ@ ese 」セウL@ dando un rodeo, a los irracionales de Engels? De ninguna ma-
se produce precisamente lo mverso: la maquma semiautomáti- nera: en Engels, en efecto, los irracionales son las leves como
ca define a lo que la circunda y se construye_ su hombre, de principios opacos y formales del pensamiento y de la セ。エオイᆳ
tal manera que la interioridad (fa_lsa_ pero ehcaz) queda del leza. Para nosotros, lo que es contingente es la existencia de
lado de lo no organizado y la extenondad ?el lado del 」オ・セーッ@ determinados objetos. Pero de la misma manera que la Razón
orgánico; el hombre es ・ョセッ」ウ@ セ。@ セ£アオュ。@ de la ュ£アャセ。@ analítica. no セ・@ エゥセョ・@ que preguntar por qué hay algo como
y es para él mismo su propta extenoncl_ad. En todos_ los demás la matena mas b1en que nada, tampoco tiene la Razón dia-
casos, la dialéctica aparece como la lógtca del trabaJO. r・ウオセエ。@ léctica la obligación de preguntarse por qué hay todos orga-
perfectamente abstracto considerar a un hombre en ・セ@ trabaJO, nizados más bien que materia inorgánica. Estas preguntas, que
ya que, en la realidad, el trabajo es tanto una relaoón entre se Pt:ed_en volver 」ゥ・ョセ■ヲウ@ (resulta imposible señalar a priori
los hombres comp una relación entre el hombre y el universo los hmttes de una oenoa), aún no lo son. Lo que por el

244 245
o la tota lida d com pre nde a la
aniz ado s, su tipo de ella a la Raz ón ana lític a com
!mp orta es gue ウセ@ hay tod os org del trab ajo es nec esa rio que la
[ッョエセ。Zゥ@ cisa men te, el tra- plu rali dad . En el mo vim ien to
es la dial écti ca. Y ya que , pre ya real izad o par a que el tra-
ュセ・ィァQ「、@ no pue de com- uni dad del cam po prá ctic o esté
bap dor md1V1dual es una de esas
tota liza cion es, aná lisis de las difi cult ade s. Este
baj ado r pue da pas ar a hac er el
;ela ció n con la Nat ura leza (ni, llev a a cab o con los mét odo s
y
pre nde rse en sus acto s ni en su a "an ális is de la situ ació n" se
oon es con los otro s) si en cad de la Raz ón ana lític a; es in-
com o vam os a ver, en sus rela tota - seg ún el tipo de inte ligi bili dad
par cial es a par tir de la la tota liza ción . En fin, con-
caso no inte rpr eta las tota lida des fin, disp ens abl e, per o prim ero sup
one
liza ción de con jun to y sus rela
cion es inte rna s a par tir del , es dec ir, a los elem ento s en
duc e a la plu rali dad sub yac ente
rela ció n que une al futu ro con el s de ext erio rida d. Per o el mo-
y el pre sen te a par tir de la
- tan to que está n uni dos con lazo
pas ado . Per o, ゥョセ・イウ。ュエL@ su pra xis, que es dial écti ca, com a esta disp ersi ón mo lecu lar de
tom ar vim ien to prá ctic o, que sup era r
por ta en ella m1sma su pro pia
inte ligi bili dad . Par a no por sí mis mo la uni dad al crea
con dic ion ami ent os, enc ont rará
ley, bru talm ent e pre sen tad a por En- ción . Por lo dem ás, esta uni dad
más que un ejem plo , la
con trar ios, se hac e per - a la vez el pro ble ma y la solu
de ャセウ@ en ella don de se ha bus cad o la
gels, de la i.nt erpe _ne trab ilid ad nun ca se ha per did o, ya que es
jJraxts que se ilum ina por su se hac e prim ero con el 、ゥセ」オイウ_@
fect ame nte mte hg1 ble en una ; disp ersi ón. Sólo que el aná lisis
futu ra y por ャセウ@ tota lida des hec has que la rod ean pué s hay a que usa r un disposi-
エッ。ャゥコ⦅」￳セ@ - y el pen sam ien to, aun que des
en el mte nor de una tota lida d
(he cha o en cur so) , cad a tota del obj eto, por el con trar io, es
tod o tivo mat eria l; la jJro duc ción luces
lida d par cial , com o det erm ina
ció n del tod o, con tien e al que la pra xis se dé ウセ@
com ple tam ent e prá ctic a. Y aun
y por con sigu ient e tam bié n a no se exp resa nec esa nam ent e
com o su sen tido fun dam ent al, y sea tran spa ren te par a sí mis ma,
así el secr eto de cad a par te está ocir nien to apa rece com o el de-
las otra s tota lida des par cial es; con pal abr as. De hec ho, el con
ame nte , que cad a par te dete r- y prá ctic o por el fin, es de-
en las otra s. Est o sign ific a, prá ctic vel ami ent o del cam po per cep tivo @ ᄋ セ _ イ 。 ャ
ción con el tod o, es dec ir, en su ía fácil, per o @ セ ゥ ウ 。 ュ ・ 、
min a tod as las· otra s en su rela inte ligi bi- cir, por el no- ser futu ro. Ser la セョエィァゥᆳ
e_xistencia セゥョァオャ。イ[@ :n est; niv el apare.ce el tipo de mo stra r que sólo la dia léct ica pue de ヲオョ、。セ・エイ@
ocu men to
com bm a a la vez al con flic to dad por que m el con
lida d pro pia men te dia léct ica que Raz ón dia- bili dad del con oce r y de la ver ser con el
s (en tan to que la rela ción pos itiv a del
dire cto de las par tes ent re ella y al call ado ni la ver dad pue den ser una y med iad a por
la Raz ón ana lític a) rela ción neg ativ a
léct ica com pre nde y sup era a cad a una des de ser, sino , por el con trar io, una y de su sup era-
r, mo difi ca a de lo sup era do
con flic to que se des plaz a sin cesa tod as las otra s una nad a; el des cub rim ien to por ven ir que no es
s inte rno s de par tir de un
den tro en fun ció n de los cam bio
a la vez com o lo que es 1;
y ció n no pue de hac erse sino a
a de una tota liza ción en curs o.
inst ala la alte rida d en cad a una tod aví a y en la uni dad prá ctic de
y aqu ello de que es pos eída . Con tien e prá ctic o y no se pue
que no es, com o lo que pos ee Per o ese des cub rim ien to se man
sim ple men te, sino dar cue nta soc ieda d que , en su con jun to,
estas obs erv acio nes no he hec ho, fija r por el disc urso en una
estos obj etos , es dec ir, del lazo y su con tem plac ión . Así el es-
del tipo de uniói:J, pro pio de con fun de aún el con oci mie nto
la exp erie nci a dial écti ca pue de exp resa r sob re todas las cosas
ele inte rior ida d. En este niv el fue rzo de cad a uno con sist e en
o es com ún a tod os y con stan te. térm ino s de rac ion alid ad ana -
resu ltar difí cil de exp one r; per una exp erie nci a dia léct ica con
de la gen te se exp resa en el dis- a uno , si está pre ven ido , pue -
Ver dad es que la may or par te lític a y mec ánic a. Cla ro que cad
ad ana lític a; per o eso no su exp erie nci a fun dam ent al. El
」セイウ_@ _según las reg las セ・@ la rac ion alid de tem atiz ar en cad a mo men to
con scie nte de ella mis ma. En dor es él mis mo la inte ligi bili -
s1gmhca que su pra xts no sea hom bre com o pro yec to tota liza
ón dial écti ca com pre nde en es; ya que la alie nac ión セョ@ no
prim er lug ar 1, en efec to, la Raz dad en acto de las tota liza cion emo s deo r @ 、 ッ セ
por que no pod
expe rien cia dial éctic a es a la
vez ent ra en jue go (sen cill ame nte,
Ya vere mos más lejos que la o siem - com pre nde r está n ind isol ubl eme nte umd os.
1 ajan y han trab ajad a la vez ), hac er y
, en la med ida en que pre-
tant o que los hom bres trab
perm anen te セ・ョ@
pre) y dcve ntda en tant o que
es desc ubri mien to fech ado de
la dial éctic a Sin emb arg o, esta exp erie ncia
d de la Hist oria .
como inte ligib ilida
247
246
scnta a P 1ena 1uz a la' lógica de los todos .
y a la inteligib ilidad
' l
·ones del hombre con el umverso , aun no poc emos
e1e 1as re 1aCI ·ó d 1
cons1c· 1erar 1 on1 o apoclíctica. La plena compren si n e acto
a e '
del objeto se caracteri za como el desarrol lo .tempora l d e una
Y ·
¡ntuiCI"ó n pra'cti·ca
' ''
pero no como la aprehens iÓn de una nece-
· 1 1 Porque la necesida d nunca ーオ・セャ@ 1 ·
estar dada en a m-
sic ac .
· ·' si no es como una línea de fuga o, con otras pa 1a b ras,
tUICIOn · 1· ·b·l·d 1
como un límite inteligib le ele la mte Igi 1 I ac. B
DE LAS RELAC IONES HUMA N AS COMO
MEDIA CióN ENTRE LOS DISTIN TOS
SECTOR ES DE LA MATER IALIDA D

La experien cia inmedia ta da el ser más concreto , pero le


toma en su nivel más superfic ial y queda ella misma en lo
abstracto . Hemos descrito al hombre de la necesida d y hemos
mostrad o su trabajo como desarrol lo dialéctic o. Y no digamos
que no existe el trabajad or aislado. Por el contrario , existe en
todas partes cuando las condicio nes sociales y técnicas de su
trabajo exigen que trabaje solo. Pero su soledad es una desig-
nación histórica y social: en una sociedad determin ada, con
un grado determin ado ele desarrol lo técnico, etc., un campesi-
no, trabaja en determin ados moment os del año en la más
complet a soledad, que se vuelve un modo social de la división
del trabajo. Y su operació n -es decir, su manera de produ-
cirse- condicio na no sólo la saciedad de la necesida d, sino
también la necesida d misma. En el sur de Italia, los jornaler os
agrícolas -esos mecliohu elguistas sin trabajo llamado s "brac-
chiante "- no comen más de una vez por día y -en algunos
casos- hasta una vez cada dos días. En ese moment o desapare -
ce el hambre como necesida d (o más bien sólo aparece si brus-
camente se encuent ra en la posibilid ad de hacer cada día o cada
dos días esta única comida) . N o es que ya no exista, sino que
se ha interiori zado, estructu rada como una enferme dad cróni-
ca. La necesida d no es ya esta negación violenta que acaba
en fJraxis: ha pasado a la generali dad del cuerpo como exis,
como laguna inerte y generali zada a la que trata ele adaptars e
todo el cuerpo, degradán dose, disminu yendo él mismo sus
exigencias. No importa, porque está solo, porque, en el mo-

248 249
No son los problemas de organización y de セゥカウ￳ョ@ del tra-
mento actual, en la sociedad actual, con los objetivos especia-
bajo los que han hecho que se establezcan relacwnes entre estos
les que ーセ・エョ、@ alcanzar, y 」セZュ@ las herramientas de que dis-
objetos primero separados que son los hombres. Pero, p_or el
pone, decide ウッ「イセ@ este trabaJO o sobre este otro, y sobre el
orden. de los medws; puede ser el objeto de una experiencia contrario, si la constitución de un grupo o 、セ@ una sooedad
-alrededor de un conjunto de problemas técmcos. y de deter-
イセァ・ウゥカ。[@ yo tengo _el derecho de aprehender y de fijar su pra-
minada masa de instrumentos- tiene que ser ーッウセ「ャ・L@ es que
XIS como temporalizándose a través de todos los acondiciona-
la relación humana (cualquiera que sea ウセ@ contemdo) es una
iャ⦅セ・ョエッウN@ Sólo hay que sei!alar que ese momento de la regre-
.d d de hecho permanente en cualqmer momento de la
swn -verdadero como pnmera aproximación al seno de una rea l1 a · d" ·d d
Historia que nos coloquemos, aun entre m I."I uos separa os,
experiencia dialéctica- sería falso e idealista si pretendiésemos
que pertenezcan a sociedades de regímenes diferentes y que se
detenernos . en él. Invenamente,_ 」オセョ、ッ@ hayamos cumplido
ignoren una a otra. Lo que significa que de saltar la ・エセー。@
セッョ⦅@ Qセ@ totalidad セ・@ nuestra expenenoa, veremos que la praxis
abstracta de la relación humana y de establecernos en segmda
mdividual, que s1:11_1Pre es ゥョウ・ー。イセャ@ del medio que consti-
en el mundo, caro al marxista, de las _fuerzas ーイセ、オ」エッ。ウL@ ?el
tuye, アセ・@ la 」セョ、ゥキ。@ セ@ que la ahena, es al mismo tiempo
modo y de las relaciones de producoón, 」ッイ・ョセュウ@ セQ@ nes-
la rセコッョ@ 」ッョウエゥオケセ・@ mis'?a. en el seno de la Historia apre-
hendida como Razon 」ッョウエゥu、セZ@ Pero precisamente por eso, go, sin quererlo, de dar razón al 。エッュゥセ@ del ャゥ「・イ。ィウj_セ@ .Y
de la racionalidad analítica. Es la tentaciÓn d: 。⦅iァオセQッウ@ ュセイクゥウᆳ
el segundo momento de la regreswn no puede ser di¡·ectamente
tas: los individuos -contestan- no son a jJnon, m particul_as
la セM・ャ。」ゥ￳ョ@ del ゥョ」ャ⦅カ、セッ@ :on los cuerpos sociales (inertes 0
aisladas, ni actividades en relación directa, ya que es _la sooe-
。\⦅]エゥセッウI@ , y con las. mstitucwnes. Marx indicó muy bien que
dad la que decide en cada caso, a través de la totalidad del
chstmgma las Telaczones humanas de su reificación, o, de una
movimiento y de la particularidad de la coyuntura. Pero ,;sta
ュ。セQ・イ@ general, de su alienación en el seno de un régimen
respuesta que precisamente pretende rechaza:, nuestro for-
social dado. Hace notar, en efecto, que en la sociedad feudal . o" contiene la entera y formal aceptacwn de la recla-
fundamentada sobre otras instituciones, otras herramientas, ; ma 1Ism , . ·d 1
mación liberal; la burguesía individua11sta p1 セ@ que se e ⦅」oiセM
que ーャ。ョエセ@ a sus ィッュセイ・ウ@
ceda una cosa, y nada más que ュセ。Z@
otros problemas, sus propios pro-
la relaciÓn de los mdi-
blemas, ・セiウエゥ。@ la ・クーャッセ。￳ョ@
viduos entre sí está mantenida pasivamente セッイ@
del hombre por el hombre, junto
cada uno de
ellos y condicionada en exterioridad por otras fue;zas Hエセ、。ウ@
con la mas feroz opresiÓn, pero que todo ocurría de otra ma-
las
ョ・⦅tセ@ y que_ la rela<_=ión humana no estaba particularmente ni uieran) · lo que significa que se la dep en libertad
イセiヲゥ」。、@ 111 destruida. Se entiende que no pretende apreciar que se q • · · · d t
de aplicar el principio de inercia y las leyes positiVIstas e ex e-
111 c?mpa1:ar_ 、ッセ@ イ・ャ_■ュゥセウ@ 」ッョウセイオゥ、@ sobre la explotación y rioridad en las relaciones humanas. En ese _momento, poco
la vwlencm mstltucwnalizada. Solo dice que la unión del sier-
importa que el individuo viva realmente ⦅。QウャセッL@ como un
vo o del esclavo negro con el propietario, con frecuencia es
campesino en determinadas. ?pocas o en el Qセエ・ョイM d: grupos
personal (lo que en cierto sentido la hace aún más intolerable
mu integrados: la sepamczon absoluta. co;!Slste pi_eosamente
y humillante), y que la relación de los obreros con el patrón en y ue cada individuo sufre en la extenondad rachea! el esta-
(o de los obreros. ・⦅ョエイセ@ sí en la ュ・セゥ、。@ en que son el objeto tutd histórico de sus relaciones con los otros o -lo que es lo
de fuerzas de mas1hcaoón) es una simple relación ele exterio- ·smo aunque engaña a los marxistas poco exigentes- que los
ridad. Pero esta relación de exterioridad sólo es concebible '?Id .. d' uos en tanto que productos de su propio produc_to
como reificación de una relación objetiva de interioridad. La 111 !VI . · · } '!O
(luego, en tanto que pasivos y alienados) mstzt:')'en re ac -
Historia determina el contenido de las relaciones humanas en llos (a partir ele las que han establecido las gene-
セオ@ .totalidad, y estas relaciones -cualesquiera que sean, por nes · en tr e e · de su constitución prorJia · y d e 1as rl • 1erzas
mtunas o breves que puedan ser- remiten a todo. Pero no raoones antenores,
· d 1 'poca) Volvemos a encontrar e pro ema
1 bl
es ella la que hace que haya relaciones humanas en general. y urgenoas e a e ·
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250
orgánica y ー・イエオ。ュョセ@ en curso. Sin duda que la palabra
de la primera parte: ¿qué quiere decir hacer la Historia sobre la
separa tanto como une, sm duda que se reflejan en él las ro-
base de las circunstan cias anteriores ? Decíamos entonces que si del grupo, sin duda que los
エセ。ウL@ los estratos, las ゥセイ」。ウ@
no distinguim os el proyecto -como superació n- de las circuns-
d1alogos en parte son chalogos de sordos: el pesimismo del
tancias como condicion es, sólo hay objetos inertes y la Historia
burgués hace tiempo que decidió mantener se en esta verifica-
se desvanece. De la misma manera, si la relación humana sólo
」ゥ￳Aセ[@ la relación original de los hombres entre sí quedaría re-
es un producto, está reificaclo por esencia y ya ni siquiera se
duoda a la pura y simple coinciden cia exterior de sustancias
puede comprend er lo que podría ser su reificació n. Nuestra ヲッイセ@
inalterabl es; en estas condicion es, desde luego que la palabra
ma!im1o, que se inspira en el de l'viarx, consiste simpleme nte
de cada uno depender á, en su significad o actual, ele sus referen-
en recordar que el hombre hace la Historia en la exacta me-
cias con el sistema total de la interiorid ad y que sed el objeto
dida en que ella lo hace. Lo que quiere decir que las relacio-
ele una comprens ión incomuni cable. Sólo que esta incomuni -
nes entre los hombres son en todo instante la consecuen cia
cabilidad -en la medida en que existe- no puede tener sen-
dialéctica de su actividad en la misma medida en que se esta-
tido salvo si está fundamen tada sobre una comunica ción fun-
blecen como superació n ele relaciones humanas sufridas e
damental , es decir, en un reconocim iento recíproco y en un
institucio nalizadas . El hombre sólo existe para el hombre en
proyectó permanen te ele comunica r; aún mejor, en una co-
circunstan cias y en condicion es sociales dadas, luego toda rela-
municaci ón permanen te, colectiva, institucio nal de todos los
ción humana es histórica. Pero las relaciones históricas son hu-
franceses, por ejemplo, por el intermedi ario constante , aun en
manas en la medida en que se dan en todo momento como
el silencio de la materiali dad verbal, y con el proyecto actual
la consecuen cia dialéctica de la praxis, es decir, ele la plurali-
ele tal o tal persona de particular izar esta comunica ción gene-
dad de las actividad es en el interior ele un mismo campo
ral. En verdad, cada palabra es única, exterior a cada uno y
práctico. Es lo que muestra muy bien el ejemplo del lenguaje.
a todos; la palabra sólo es una especifica ción que se manifies-
La palabra es materia. En aparienci a (una apariencia que ta en el fondo del lenguaje 1 ; la frase es una totalizació n en
tiene su verdad en tanto que tal) me golpea materialm ente, acto en la que cada palabra se define en relación con las
como un sacudimie nto ele aire que produce determina das con- ?tras, con la situación y con la lengua entera como una parte
mociones en mi organismo , particula rmente determina dos re- mtegrant e del todo. Hablar es cambiar cada vocablo por todos
flejos condicion ados que la reproduce n en mí en su materia- los demás sobre el fondo común del verbo; el lenguaje contie-
lidad (lo oigo al hablar lo en el fondo ele la garganta) . Esto ne todas _las palabras y cada palabra se comprend e por todo
permite decir, más brevemen te -es igual ele falso e igual ele el lenguaJe, cada una resume en sí al lenguaje y lo reafirma.
justo-, que entra en cada uno de los interlocut ores como ve- Pero esta totalidad fundamen tal no puede ser nada si no es
hículo ele su sen ti do. Transpor ta hacia mí los proyectos del la praxis misma en tanto que se manifiest a directame nte a
Otro y hacia el Otro mis propios proyectos . No cabe duda ele otro; el lenguaje es praxis como relación práctica ele un hom-
que se podría estudiar el lenguaje ele la misma manera que bre con otro y la praxis siempre es lenguaje (tanto si miente
la moneda: como materiali dad circulante , inerte, que unifica セ_ュッ@ si dice la verdad), porque no puede hacerse sin signi-
dispersion es; cabe advertirse , por lo demás, que en buena ficarse. Las lenguas son el producto ele la Historia; en tanto
parte eso es lo que hace la filología. Las palabras viven ele que tales, se encuentra n en cada una la exteriorid ad y la
la muerte de los hombres, se unen a través de ellos; en toda unidad de separació n. Pero el lenguaje no puede haber venido
frase que yo forme, se me escapa el sentido, me lo roban; al hombre, ya que se supone a sí mismo; para que un individuo
cada día y cada "hablado r" altera los significad os para todos, pueda descubrir su aislamien to, su alienación , para que pueda
los otros vienen a cambiarlo s hasta en mi boca. No cabe eluda
de que en cierto sentido el lenguaje es una totalidad inerte. 1 Por eso cada vocablo es todo el lenguaje actualizado. La espe·
cificación es totalización .
Pero esta materiali dad es al mismo tiempo una totalizació n

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253
sufrir セ@ causa del silenci.o, y también para que se integre en un muro con unos cascos de botella puestos encima que de-
cualqmer empresa colectiva, es necesario que su relación con fienden a la propiedad burguesa donde trabaja el jardinero.
ッエイセL@ tal y com.o se expresa por y en la materialidad del len- Cada uno de ellos ignora, pues, totalmente la presencia del
otro; cada uno de ellos, absorto en su propio trabajo, ni si-
guaje •. le 」ッョウエセオケ。@ :n セオN@ realidad. misma. Lo que significa
q.ue s1 la praxzs del md1v1duo es dialéctica, también su rela- quiera piensa en preguntarse si hay ィセュ「イ・ウ@ セ・ャ@ ッエイセ@ ャ。、セ@ ?el
」セ￳ョ@ 」ッセ@ .el otro es dialéctica, y es contemporánea de su rela- muro. En cuanto a mí, que les veo sm ウ・セ@ セᄀウエッL@ m1 pos.!CIÓn
CIÓn o.ngmal, en él y _fuera de él, con la materialidad. y no y este sobrevuelo pasivo de su labor me s1tuan en .relaoón セ@
se entienda esta relac1ón como una virtualidad incluida e ellos: "estoy de vacaciones" en un ィッエ・ャセ@ me real,Izo e? m1
ca d a uno, como オセ。@ '' abertura al otro" que se actualizaría enn inercia de testigo como intelectual pequeno hurgues; m1 per-
algunos casos particulares. Sería encerrar estas relaciones e cepción sólo es un momento de una empresa (trato de des-
1 cansar tras un "surmenage", o busco la "soledad" para hacer
l a.s " ョセ@ tセイ。@ ezas" N」ッセ@ en unos cofres, reduciéndolas a simplesn
d1sposic10nes subjetivas. Volveríamos a caer en seguida en la un libro, etc.) que remite a posibilidades y a ョ・」ウゥ、。セ@ pro:
razón analítica y en el solipsismo molecular. De hecho las pias de mi oficio y de mi medio. s・セョ@ este ーセュエッ@ de Nカセウエ。G@ セュ@
"relaciones humanas" son estructuras interindividuales セオケ@ presencia en la ventana es una actividad ーセウᄀ。@ HアセNQ・P@ セ[ᆳ
lazo común es el lenguaje y que existen en acto en todo ュッセ@ pirar el aire puro" o encuentro que el paisaJe es ;edante ,
mento de la His.toria. La Nウッャ・、セ@ sólo es un aspecto particu- etc.) y mi percepción actual ヲゥァオイセ@ a título. de. med10 en un
lar de estas イ・ャ。」セッョウN@ La mvers1Ón de nuestra experiencia nos proceso compleJO que es la expres1ón de m1 セQ、。@ entera. En
muestra a los mzsmos hombres, sólo que anteriormente los en- este sentido, mi primera relación con los trabapdores es neg.a-
tiva: no soy de su clase, no ejerzo ninguna de sus dos profe-
frentábamos en エ。ョセッ@ que cada uno. ignoraba a la mayor parte
siones, no sabría hacer lo que ellos hacen, no comparto sus
de los otros (a deor verdad, a cas1 todos), y ahora los consi-
preocupaciones. Pero estas negaciones tienen un doble caní.c-
deramos en tanto qu: .cada uno está unido por el trabajo, el
ter. En primer lugar, sólo se pueden develar sobre .un fondo
interés, los lazos fanuhares, etc., a otros, cada uno de éstos a
indiferenciado de relaciones sintéticas que me mant1enen con
otr?s, etc. No ・Qセ」ッョエイ。ュウ@ aquí totalizaciones, ni siquiera to-
ellos en una inmanencia actual: no puedo oponer sus fines
. tahdades: más ?1en セ・N@ trata de una dispersión de reciprocida-
a los míos sin reconocerlos como fines. El fundamento de la
des mov1ble e mdefuuda. Y nuestra experiencia aún no está
comprensión es la complicidad de pr_incipio con toda empresa
a!·mada como para comprender las estructuras de este grupo,
smo que .busca el lazo elemental que condicione todas las es- -aunque después haya que combat1rla o condenarla-; セ。、@
エイオ」。ッセャ・ウ[@ se trata. セ・@ saber en el nivel más simple -el nuevo fin, en cuanto está significado, se separa de セ。@ mudad
de la duahdad y la truudad- si la relación de los hombres orgánica de todos los fines humanos. セョ@ セャァオョ。ウ@ actitudes pa-
en.tre sí es específica y en qué puede serlo. Esto, como lo de- tológicas (por ejemplo, la despersonahzac.Ión), :l_homb_re 。ーセᆳ
ma:, .es algo que se tiene que descubrir en la sim¡)le praxis rece como el representante ele una espeoe ex u 。ョセ@ pm que ! a
cotidiana. no se le puede aprehender en su realidad teleológ1ca, セウ@ 」ャセッイL@
Ya que hemos partido de la dispersión de los organismos porque el lazo existente entre el enfermo y sus propws fmes
h_umanos, カ。ュッセ@ a. 」ッセウゥ、・イ。@ a individuos totalmente sepa- queda provisionalmente roto. A todos los que se エュョ。セャ@ .. por
イセエ、ウ@ (por la: mstltucwnes, por su condición social, por los ángeles, les parecen absurdas las actividades ele su ーイセjュッL@
。コセウ@ de la Vl?a) y vamos a tratar de descubrir en esta sepa- porque pretenden エイセウ」・ョ、@ la empresa l?umana セQ@ iセ・ァ。ゥ@ se セ@
イセッョ@ -es deor, en una relación que tiende hacia la exterio- participar en ella. Sm embargo,. no habna que CI eci. アエセ@ m1
ndad absoluta- su lugar histórico y concreto de interioridad. percepción me descubre a mí m1smo como un homb1e 「・セエ@
Veo N、・ウセ@ la ventana a un peón caminero en la carretera a otros dos hombres; el concepto de hombre es una 。「セエゥ@ ac-
ción que no se da nunca en la intuición concreta: en reahdad,
v a un prdmero que trabaja en un jardín. Hay entre ellos

254 255
yo me aprehen do como un "verane ante" que está frente a un vidad. Su relació n practic a con las cosas que veo implica un
jardine ro y a un peón camine ro; y al hacerm e lo que soy, les develam iento concret o de las cosas en el seno mismo de la
descubr o tales y como se hacen, es decir, tales y como les pro- praxis; y _e:te develam iento está implica do en mi percepc ión
duce su trabajo ; pero en: la misma medida en que no puedo de Nセオ@ act1v1dad. Per<;> セョ@ la medida en que esta activid ad les
verlos como hormig as (como hace el esteta) o como robots 、・ヲュセ@ como ッエイセウ@ dtstmto s que yo, en la medida en que me
(como hace el neuróti co), en la medida en que, para diferen - 」ッョウオエセ・@ como mtelect ual frente a trabaja dores manual es, el
ciarlos de los míos, me tengo que proyec tar a través ele ellos al clevelam1ento 9-ue es un momen to necesar io suyo se me aparece
encuen tro de sus fines, me realizo como miemb ro de una so- como descub nendo en el corazón de la objetiv idad una obje-
ciedad definid a que decide los fines y las posibili dades ele twtdad- para-el -otro que se me escapa • Cada uno de los dos estú
1

cada uno; m<ís allá de su activid ad present e, descub ro su vida aprehen dido de nl!evo y fijado en el campo percept ivo por mi
misma, la relación entre las necesid ades y el salario, y aún acto de compre nsión; pero cada uno de ellos, a través de las
nds alhí, los desgarr amiento s sociales y las luchas de clase. A manos アセ・@ escarda n, que escamo ndan o que cavan, a través
partir ele ahí, la cualida d efectiva ele mi percepc ión depend e de los OJOS que miden o que acechan , a través del cuerpo
a la vez de mi actitud social y política y de los acontec imien- entero como instrum ento vivido, me roban un aspecto de lo
tos contem poráneo s (huelga s, amenaz a de guerra civil o ex- real. Su trabajo se lo descubr e y yo lo aprehen do como una
2

tranjera , ocupac ión del país por las tropas enemig as, o "tre- 」。イ・ョセ@ de s_er al_descu_brir su エイ。セェッN@ Así su relación negativ a
gua social" más o menos ilusoria ) . con m1 prop1a existenCia me constitu ye en lo más profun do de
Por otra parte, toda negació n es una relació n de interio- mi como ignoran cia definid a, como insufici encia. Me resiento
ridad. Entiend o con estas palabra s que la realida d del Otro c?mo intelec tual por los límites que prescri ben a mi percep-
me afecta en lo más profun do de mi existen cia en tanto que CIÓn.
no es mi realida d. Mi percepc ión primer o me da una multi- Cada uno de estos hombre s represe nta, pues, un centro
plicida d de utensili os y de aparato s, produc idos por el trabajo hemorr ágico del objeto y me califica de objeto vivo hasta en
de los Otros (el muro, la carrete ra, el jardín, los campos , etc.), su subjetiv idad; en un princip io así están unidos en mi per-
y que unifica de una vez según su sentido objetiv o y según mi cepción , es decir, como dos deslizam ientos centrífu gos y diver-
propio proyect o. Cada cosa soporta con toda su inercia la ge_ntes en el seno del mundo . Pero precisa mente porque es el
unidad particu lar que le impuso una acción hoy desapar ecida; m1smo mundo , se encuen tran unidos, a través de mi percep-
su conjun to tolera con indifer encia la unifica ción viva pero ción singula r, por el univers o entero en tanto que cada uno
ideal que yo cumplo en el acto percept ivo. Pero las dos per- se lo quita al Otro. Para cada uno de ellos, el solo hecho de
sonas me son dadas simult< ineame nte como objetos situado s ver lo que el Otro no ve, de develar el objeto por un trabajo
entre los otros objetos , en el interio r del campo vtsible y como particu lar, establec e en mi campo percept ivo una relació n de
perspec tivas de fuga, como centros de paso ele la realida d. En recipro cidad que trascien de a mi misma percepc ión; cada uno
la medida en que les compre ndo, a partir de su trabajo , per- de ellos constitu ye la ignoran cia del Otro. Y como es natural ,
cibo sus gestos a partir de los fines que se propon en, luego est.as ゥァセQPイ。ョ@ イ・」■ーッセウ@ sin ュセ@ no tendría n lugar como
a partir del porven ir que proyect an; el movim iento de la existenCia objetiVa; la m1sma noCión de ignoran cia supone
compre nsión intrape rceptiv a se hace, pues, invirtie ndo la sim-
ple aprehen sión de lo inanim ado: el present e se compre nde a 1 . pN・セッ@ -como vamos a ver en el próximo capitulo - que, en tanto
partir del futuro, el movim iento singula r a partir de la ope- q_ue ob¡etzvzd ad アNオセ@ se me escapa (y que en circunsta ncias precisas puedo
ración entera, es decir, el detalle a partir de la totalida d. Al a!slar o セ。ウエ@ ad1vmar) , forma parte de la objetivid ad del campo prác-
セゥウュッ@ tiempo lo circund ante materia l se me escapa en la me- tico to ta hzado.
de compete ncia y
• 2 En. efecto, es el a_cto el que. define las zonas
dida en que se convier te en el objeto o el medio de su acti- de 1gnorancw en la extens1ón real y en relación con el pasado.
256 257
que haya un tercero que interrogue o que ya sepa; de no ser singulares que realiza este trabajo; cada uno tiene, pues, en su
así, no puede ser ni vivida, ni nombrada siquiera, la única situación, la posibilidad de descubrir al Otro como objeto ac-
relación real es de contigüidad, es decir, de coexistencia en tualmente presente en el universo. Y como estas posibilidades
la exterioridad. Pero a causa de mi percepción, me hago media- son objetivamente aprehensibles desde mi ventana, como mi
ción real y objetiva entre estas dos moléculas: en efecto, si única mediación descubre los caminos reales que podrían
puedo constituirlas en reciprocidad de ignorancia es que sus unirlos, la separación, la ignorancia, la pura yuxtaposición en
actividades me determinan conjuntamente y mi percepción me la ignorancia están dadas como simples accidentes que ocultan
da mis límites al descubrir la dualidad de mis negaciones in- la posibilidad fundamental inmediata y permanente de un des-
ternas. Objetivamente designado por ellos como Otro (otra cubrimiento recíproco; luego, de hecho, la existencia de una
clase, otra profesión, etc.) hasta en mi subjetividad, al interio- relación humana. En este nivel fundamental me he designado
rizar esta designación me convierto en el medio objetivo en a mí mismo y me pongo en tela de juicio; a mi percepción
que estas dos personas realizan su mutua dependencia fuera le son dadas tres posibilidades: la primera consiste en estable-
ele mí. Guardémonos de reducir esta mediación a una impre- cer yo mismo una relación humana con uno u otro; la segun-
sión subjetiva: no hay que decir que para mí estos dos jorna- da, ser la mediación práctica que les permita comunicarse
leros se ignoran. Se ignoran por mí en la exacta medida en entre sí, dicho de otra manera, ser descubierto por ellos como
que yo me vuelvo para ellos lo que soy. De golpe cada uno ese medio objetivo que ya soy; la tercera consiste en asistir
entra en lo circundante del Otro como realidad implícita; pasivamente a su encuentro y verles constituir una totalidad
cada uno ve y toca lo que el Otro vería y tocaría si estuviese cerrada de la que yo quedaría excluido. En el tercer caso, estoy
en su lugar, pero cada uno devela el mundo a través ele una directamente tocado por esta exclusión y exige de mí una
praxis definida que sirve de regla a este develamiento. Al limi- elección práctica: o la sufro, o la asumo y la. refuerzo (por
tarme, cada uno constituye, pues, el límite del Otro, le roba, ejemplo, cierro la ventana y me pongo a エイセ「。ーIL@ o ・ョエイセ@ a
como a mí, un aspecto objetivo del mundo. Pero este robo mi vez en relación con ellos. Pero al cambiarlas yo también
recíproco nada tiene en común con la hemorragia que prac- me cambio 1. De una manera o de otra, tome el partido que
tican en mi propia percepción: uno y otro son trabajadores tome, y aunque no tenga lugar el encuentro de los dos hom-
manuales, uno y otro son rurales; difieren menos entre sí de bres, en su ignorancia del Otro -ignorancia que para mí se
lo que difieren de mí, y, finalmente, descubro en su negación hace real z_ cada uno interioriza en conducta lo que era exte-
recíproca algo así como una complicidad fundamental. Una rioridad de indiferencia. La existencia escondida de una rela-
complicidad contra mí. ción humana rechaza los obstáculos físicos y sociales, esto es, el
En realidad, en el momento en que descubro a uno o a mundo de la inercia, a la categoría de realidad inesencial:
otro, cada uno de ellos hace aparecer al mundo en su proyecto, esta inesencialidad permanente está ahí como posibilidad pa-
como envolvimiento objetivo de su traba jo y de sus fines; este siva; o el simple reconocimiento tiene por resultado el hundi-
clevelamiento esférico vuelve sobre sí para situarlo tanto en miento de la distancia, o el trabajo dibuja en la materia el
relación con lo que está detrás de él como con lo que está movimiento inanimado de la aproximación. En una palabra,
delante, tanto en relación con lo que ve como con lo que la organización del campo práctico en ュオョ、セ@ セ・エイュゥョ。@ セ。イ@
no ve; lo objetivo y lo subjetivo son indiscernibles: el traba- cada uno una relación real, pero sólo ella dehmrá la expenen-
jador se produce por su trabajo como un determinado deve-
lamiento del mundo que le caracteriza objetivamente como 1 Ver más lejos, en el § 3.
producto ele su propio producto. Así cada uno ele ellos como 2 Es una realidad desde el momento en que cuento セッョN@ ella. Que
objetivación de sí en ;z mundo 。ヲゥイセ@ la unidad de N・セエ@ セオョᆳ ,m jefe militar utilice la ignorancia del enemigo para am9-mlar a. dos
unidades que no conocen sus posiciones recíprocas, y esta Ignorancia se
do al inscribirse en el por su trabaJo y por las umf1cacwnes convierte en falta de e11lace, impericia, etc.

258 259
」。、セ@ セョッL@ en la medida en que me descubro en el momento
セオィᄀ・⦅エゥv_@ de la praxis como objetivamente calificado por esta
cía con todos los individuos· que figuran en este campo. Sólo se mtenondad. En este sentido elemental el individuo vuelve a
trata de la unilicación por la pTU.xts; y cada uno, siendo uni- pasar de lo ウオ「ェ・セゥカッ@ a lo objetivo, no ;a, como antes, al cono-
ficador en tanto que con sus actos determina un campo dialéc- cer a su ser segun el punto de vista de la materia sino al
tico, es unilicado eu el interior de ese campo por la unilica- real_izar su obietividad humnna como unidad de エッ、セウ@ las ne-
ción del Otro, es decir, tantas veces como hay pluralidad de gaoones que le unen por el interior al interior de los otros y
wttficaciones. La reciprocidad de las relaciones -que examina- d_e su proy:cto c?mo オセゥヲ」。￳ョ@ positiva de esas mismas nega-
remos más lejos detalladamen te- es un nuevo momento de la cwnes. Es Qセーッウ「ャ・@ exzstzr en medio de los hombres sin que se
contradicción que opone a la unidad edificante de la praxis カオセャ。ョ@ obJetos para mf y para ellos por mf sin que yo sea
y a la pluralidad exLeriorizador a de los organismos humanos. ob1e_to para. el.los, sin que por ellos tome mi subjetividad 'su
Esta relación está invertida en el sentido de que la exteriori- realidad obJetiva como interiorización de mi objetividad hu-
dad de multiplicidad es condición ele 'la unificación sintética mana.
del campo. Pero la multiplicidad se mantiene también como E_l ヲオョ」セ。ュ・エッ@ ele la relación humana como determina-
factor de exterioridad, ya que, en esta multiplicidad de centra- ción ュ・、キセ。@ y perpetua de cada uno por el Otro y por
lizaciones totalizadoras en que cada uno escapa al Otro, el ver- エッ、セウ@ no es 111 una ーオ・セエ。Mョ」ッュゥ￳@ n pri01·i hecha por
dadero enlace es negación (al menos en el momento que hemos algun cZイセョ@ Stanclardista, ni la incldinida repetición de
alcanzado). Cada centro se afirma en relación con el Otro 」ッューセイエQ・ョウ@ separados por esencia. Esta ligazón sintética,
como un centro de fuga, como otra unificación. Esta negación que Siempre s.urge para determinados individuos en un mo-
es de interioridad pero no totalizadora. Cada uno no es el mento determmado de la Historia y sobre la base de relacio-
Otro de una manera activa y sintética, ya que no ser alguno es nes de ーイッ」ャオゥ￳セ@ ケセ@ definidas y que se devela al mismo tiem-
aquí hacerle que ligure a título m<ís o menos diferenciado, po :omo u.n n @ L ョ ッ コ イ セ Q no es otra cosa qne la praxis misma -es
como objeto -instrumento o contra-fin- en la actividad que セャ・」イ@ .. la chaléctica como desarrollo de la acción viva en 」\セ、。@
aprehende la unidad del campo pdctico, ya que al mismo mchvicluo-, en tanto que está pluralizada por la multiplici-
tiempo es constituir esta unidad contra él (en· tanto que él dad d.e los hombres en el interior de una misma 1·esidencia
mismo es constituyente) y robarle un aspecto ele las· cosas. La matenal. Cada existente integra al otro en la totalización en
pluralidad de los centros, doblemente negada en el nivel de la curso, y de esta manera -aunque no lo vea nunca- se define
unidad pdctica, deviene en pluralidad ele los movimientos -a P.esar de las pantallas, los obstáculos y las distancias- ·en
dialécticos, pero esta pluralidad de exterioridad estú interiori- relanón con la totalización actual que el Otro está haciendo.
zada en el sentido de que califica en interioridad a cada pro- . Hay que señalar, sin embargo, que la relación se ha des-
ceso dialéctico, y por la única razón ele que el proceso dia- cubierto por la mediación de un tercero. Por mí se ha vuelto
léctico sólo puede ser marcado desde el interior por califica- recípmcn la ignorancia. Y al mismo tiempo, la reciprocidad
ciones dialécticas (es decir, .organizadas sintéticamente con el apenas 、・カャセ。@ ュセ@ イ・」ィセコ。「[@ hemos visto que se encerraba
conjunto). sobre ella. misma: SI la tnada es necesaria en el caso-límite de
Este nuevo estaclio de la experiencia me descubre, pues, una セ・ャ。Nッ_ョ@ enarenada en el universo y uniendo de hecho a
la relación humana en el seno de la exterioridad pura en la dos mdividuos que se ignoran, se rompe por exclusión del
medida en que descubro la exterioridad objetiva como vivida tercero cuando se ⦅。ケセ、ョ@ o se combaten unas personas o unos
y superada en la interioridad de mi praxis y como indicando grupos con conoczmzento de causa. El médiador humano sólo
un en-otra-parte que se me escapa y que escapa a toda totali- puede transformar e? otra cosa (más lejos veremos el sentido
zación porque es una totalización en curso. Puede decirse, in- de esta metamorfosis) a esta relación elemental cuyo rasgo
versamente, que descubro ese rudimento negativo de la rela-
ción humana como interioridad objetiva y constituyente para 261

260
esencial sigu_e siendo que se'a vivida sin más mediación que la develamiento aterrorizado de la alteridad implica necesaria-
de la matena. Pero hay más: aun cuando los hombres estén mente el reconocimiento: la praxis humana viene a ellos como
cara a cara, la reciprocidad de su relación se actualiza por la una fuerza enemiga. Pero este reconocimiento queda aplastado
mediación de este tercero, contra el cual se vuelve a cerrar por el carácter de extrañeza que produce y soporta. Y el
en seguida. Lévy-Strauss ha mostrado, después de Mauss, que don, como sacrificio propiciatorio, se dirige a la vez a u?
el potlatch tiene un carácter "supra-económico": "La mejor Dios cuya cólera se apacigua y a un animal que se 」。ィセ@ .ali-
p_rueba ... e.s que resulta un mayor prestigio de la aniquila- mentándole. Es el objeto material el que, por su mediación,
CIÓn de la _nqueza que de su distribución, aunque sea liberal, desprende la reciprocidad. Pero aún no está vivida como エ。セ[@
pero que siempre supone una vuelta" 1 • Y nadie discutirá que el que recibe, si acepta recibir, aprehende el セッョN@ como エ・ウセᆳ
el don tenga aquí un carácter primitivo de reciprocidad. Sin monio de no-hostilidad y a la vez como obligaCión para el
embargo, hay que notar que con su forma destructora consti- mismo de tratar a los recién venidos como huéspedes; se ha
tuye no tanto una forma elemental de cambio sino una hipo- franqueado un umbral, y nada más. Mucho habría que insistir
teca de ;tno sobre el otro: la duración que separa a las dos sobre la importancia de la temporalidad: el. d?n es y n? es
ceremomas, aun miando quedase reducida al mínimo oculta intercambio; o, si se quiere, es intercambiO vivido como u-re-
su イ・カウゥ「ャ、セ[@ en realidad, hay un primer 、ッョ。エセゥ@ que versibilidad. Para que se disuelva su carácter t7mp?ral セョ@ la
lanza un desafiO al segundo. Mauss ha señalado con insistencia reciprocidad absoluta, es necesario que sea ュセエコ」キョ。ャZッL@
el carácter ambiguo del potlatclz, que es simultáneamente un es decir, aprehendido y fijado por una totalizaCIÓn ッ「j・セiカ。@
acto de amistad y una agresión. De hecho, con su forma más del tiempo vivido. La duración aparece entonces como oセj・エッ@
simple, el acto del don es un sacrificio material cuyo objeto es material, como mediación entre dos actos que se determman
transformar al Otro absoluto en obligado; cuando unos miem- 1 uno a otro en su interioridad; puede ser definida por la tra-
bros de un grupo tribal encuentran, en el curso de un despla-
1 dición, por la ley, y como 」ッョウ・エセゥ。L@ la ィッュセ・ョゥ、。@ de
l los instantes cubre a la heterogeneidad de la sucesiÓn. Pero la
zamiento, a una tribu extraña, descubren de repente al hom- l
bre como especie extraña, es decir, como un animal carnicero institución (por ejemplo, el matrimonio ・セエイ@ ーセゥュウ@ cruza-
y feroz que sabe tender trampas y forjar herramientas 2. Este 1 dos) se manifiesta sobre el fondo de セウエ。@ orgamzación 、オセᆳ
lista" que Lévy-Strauss ha descrito 。セュゥ「ャ・ョエ@ y cuyo ッイセᆳ
1 Les Structures élémentaires de la parenté [Las estructuras ele-
¡ gen es una reacción contra la plurahzaoón de los grupos pn-
mentales del parentesco], pág. 70. Desde lueg-o que insiste sobre el hecho mitivos. Los movimientos migratorios "han introducido ele-
de アセ@ el carácter económico siempre subsiste "aunque sea limitado mentos alógenos", la ausencia de poder ce?tra.l "ha fa':orecido
Y 」_セiヲhZ。、ッ@ por ャッセ@ otros 。ウー・セエッ@ de la institución". Podría objetársele, las fisiones", etc. Se tiene, pues, una orgamzaoón dualista que
ha.ciéndose referenCia a unas Interesantes observaciones de Georges Ba- 1 se "superpone" a una pluralidad de clanes y de "secciones" Y
エ。セャ・@ (La P_art maudite [La parte maldita]), que el g-asto suntuario
(hgado prec!samente a .otras instituciones de carácter político-religioso)
es una ヲセャAciᅮョ@ económ1ca en determinadas sociedades y en determina-
¡ que funciona como "principio regulador": los mekeo (Nueva
Guinea) declaran que "la confusión aparente de sus grupos" セョ@
、セウ@ 」セョ、ャcッ・ウN@ La economía como ciencia de la producción, de la dis- realidad disimula un orden dualista fundado en las prestaciO-
t!Ibución y de la consumición de los bienes en el marco de la rareza
tiene que estudiar el gasto gratuito en las sociedades de consumo.
nes recíprocas. Es que la reciprocidad como イ・ャ。セゥ￳ョ@ en ,el in-
2 Cf.. las excelentes 、・セ」イゥーッョウ@
terior de la totalidad sólo puede ser aprehendida segun el
de Lévy-Strauss (págs. 75-76)
de. la relación .en.tre desconoCidos que comparten la misma mesa 0 d punto de vista de la totalidad, es decir, por cada grupo en
mismo compartimiento en nuestra sociedad. "Un conflicto ... existe en 1 tanto que reclame su integración con todos los otros. En este
el ul!o Y.. en el otr_o entre la セッイ。@ de la soledad y el hecho de la co-
mumdad . Y también su descnpCión de los antiguos mercados Shukchee· 1 de pan, de tan listo como se estaba para la lucha a la menor provocaci?n·
"Se llegaba armado y los productos se ofrecían con la punta de la lanza .. : El mercado antaño se nombraba con una sola palabra... que también
a veces se tenía un fardo de pieles en una mano y en la otra un cuchillo se aplicaba a las venganzas" (págs. 77-78).
1
262 1
263
samente): se trata de relaciones vividas cuyo contenido se ha
caso el todo precede a las partes, no como sustancia en reposo,
determinado en una sociedad ya existente, que están condicio-
sino como totalización que gira. Volveremos セッ「イ・@ ello. Pero
nadas por la materialidad y que sólo se pueden modificar
lo que aquí se ve claramente es que la duahd?d queda des-
con la acción.
prendida como regla general y en cada caso part1ndar ーッセ@ una
especie de trinidad comutat1va que supone la pluralidad; Volvamos, sin embargo, a la formaciém binaria que estu-
en efecto, es el tercero, y sólo él, el que puede hacer que apa- diamos antes por la t'mica razém de oue es la más simple, y
rezca por su mediación la equivalencia de los bienes intercam- sin perder de vista el conjunto sintético en relación con el
biados y por consiguiente de los actos. suces!vos. Para. él, que cual se define. Como hemos visto, no es algo que pueda lle-
es exterior, el valor de uso ele los bienes mtercamb1ado s se garles a los hombres desde afuera o que puedan establecer en-
エイ\セョウヲッュ。@ evidentemente en valor de cambio. Así, en la me- tre ellos de común acuerdo. Cualquiera que sea la acción de
dida en que no figura como agente en la operación, deter- los terceros o por muy espontáneo que parezca el reconoci-
mina negativamente el potlatch, saca a luz, para los que lo miento recíproco de dos extraños que se acaban de encontrar,
viven, el reconocimient o recíproco. Y el tercero, aquí, sea cual sé)lo es la actualización de una rel;-¡ción que se da como ha-<
sea la sociedad considerada, es cada uno y todo el mundo; biendo existido siempre, como イ・。ャゥ、\セ@ concreta e histé)rica
cada uno vive así la reciprocidad como posibilidad objetiva y de la pareja que se acnlm de formar. En efecto, hay que ver
difusa. Pero en cuanto se actualiza, es decir, en cuanto deja en ella la manera de existir de cada uno de los dos -o dicho
de ocultarse, se encierra en sí misma. La organización dualista de otra manera, de hacerse ser- en presencia del Otro y en
se establece por la totalización que gira y que niega a esta el mundo humano; con este sentido, la reciprocid<Jd es una
totalización desde su establecimient o 1 • La reciprocidad se aísla estructura permanente de cada ohieto: definidm por adelan-
iaualmente como relación humana entre individuos, se pre- tado como cosas por la jJraxis colectiva, superamos nuestro
ウセョエ。@ como lazo fundamental, concreto y vivido. Cuando quie- ser y nos hacemos conocer como hombres entre los hombres,
ro situarme en el mundo social, descubro en mi derredor for- dei<índonos ゥョエ・ァイ\セ@ por cmla uno en la medida en aue cada
maciones ternarias o binarias, las primeras de las cuales están uno tiene aue estar integ-rado en nuestro provecto. Como el
en perpetua desagregación, apareciendo las segundas sobre un contenido histé)rico de mi provecto está condicionado por el
fondo ele totalización que gira, y pudiendo integrarse en cada hecho de estar ya entre los hombres, reconocido por adelantado
instante en una trinidad. N o es, pues, posible concebir un por ellos como un hombre de una especie determinada, de un
proceso temporal que parte de la pareja para llegar a la tríada. medio determinado, con un lugar ya fiio en la sociedad por
La formaciém binaria, como relación inmediata de hombre a las significacione s grabadas en la materia, la reciprocidad es
hombre, es el fundamento necesario de toda relación ternaria; siempre concreta; no se puede エイ\セ。@ ni de un lazo universal
pero inversamente, ésta, como mediación del hombre entre los y abstracto -como la "caridad" de los cristianos- ni de una
hombres, es el fondo sobre el cual se reconoce la reciprocidad volunt<Jd a p1'iori de tratar a la persona humana en mí mismo
como ligazón recíproca. Si la dialéctica idealista ha hecho un y en el Otro como fin absoluto, ni de una int11ición puramente
uso abusivo de la tríada, en primer lugar se debe a que la contemnlativa que entreg-aría "la Humanidad" a cada uno co-
relación real de los hombres entre ellos es necesariament e ter- mo si fuera la esencia de su pré)jimo. Lo que determina los
naria. Pero esta trinidad no es una significación o un carácter lazos de reciprocid(ld de cada uno es la Praxis de c<1da uno en
ideal de la relación humana: está inscrita en el ser, es decir, tanto que realización del proyecto. Y el carácter del hombre
en la materialidad de los individuos. En este sentido, la reci- no existe como tal; pero ese cultivador Zセ・」ッョ@ en ese peón
procidad no es ni la tesis ni ,la trinidad la síntesis (o in ver- caminero un proyecto concreto que se manifiesta por sus con-
ductas y que otros ya han reconocido por la tarea que les han
1 Ya veremos que la reclama en un momento ulterior de su reconoce al otro sobre la base de un
prescrito. Así cada uno
desarrollo.
265
reconocimiento social, y sus trajes, herramientas, etc., lo testi- siglo xvn se negaban a enseñar la religión cristiana a los
monian pasivamente. Según este punto de vista, el simple uso niños negros para poder seguir tratándolos como sub-hombres.
de la palabra, el más senciJlo gesto, la estructura elemental de Era reconocer implícitamente que ya eran hombres: la prue-
la percepción (que descubre los comportamientos del Otro al ba es que no diferían de sus amos sino por una fe religiosa
ir del porvenir al presente, de la totalidad a los momentos que se confesaba que podían adquirir precisamente por el
particulares), implican el mutuo reconocimiento. Se haría mal cuidado que se ponía en negársela. En verdad, la orden más
si se me opusiese !a explotación capitalista y la opresión. En insultante tiene que serie dada al hombre por otro hombre,
efecto, hay que senalar que la verdadera estafa que constituye el amo tiene que dar confianza al hombre en la persona de
a la primera tiene lugar sobre la base de un contrato. y si es sus esclavos; ya se conoce la contradicción del racismo, del co-
verdad <JUe este co.ntrato transforma necesariamente el trabajo lonialismo y de todas las formas de la tiranía: para tmtar a
-es deor, la j;raxzs- en mercancía inerte, también es verdad un hombre como a un perro, primero tiene que habérsele reco-
que en su forma misma es relación recíproca: se trata de un nocido como hombre. El malestar secreto del amo es que está
libre intercambio entre dos hombres que se reconocen en su perpetuamente obligado a tomar en consideración la realidad
!ibertad, pero ocurre, simplemente, que uno de ellos finge humana de sus esclavos (ya sea que cuente con su habilidad,
Il?norar que el Otro se ve empujado por la fuerza de la nece- o con su comprensión sintética de las situaciones, o que tome
sidad a カ・ョ、イセ@ c?mo un objeto material. Sin embargo, toda precauciones por la permanente posibilidad que estalle una
la buena conoenoa del patrón descansa sobre ese momento rebelión o de que se produzca una evasión) , negándoles al
del inte_rcambio en que el asalariado se supone que ofrece con mismo tiempo el estatuto económico y político que define en
plena lzbertad su fuerza de trabajo. De hecho, si no está libre estos tiempos a los seres humanos.
frente a su ュゥウ・イセ。L@ está jurídicamente libre frente al patrón, Así la reciprocidad no protege a los hombres contra la rei-
ya que éste no e.1erce -al menos en teoría- ninguna presión ficación y la alienación, aunque les sea fundamentalmente
sobr: l.os エイ。「Nセェ、ッ・ウ@ en セQ@ mom:nto del enganche, y ya que opuesta; más adelante veremos el proceso dialéctico que. en-
ウセ@ hmlta a fiJar Nセョ@ precw máximo y a rechazar a los que gendra estas relaciones inhumanas a ーセイエゥ@ de su contradicto-
ーQ、セョ@ más. Tambten en este caso es la competencia y el anta- rio. Las relaciones recíprocas y ternanas son el fundamento
ァッュセ@ de los obreros lo que hace que disminuyan sus exi- de todas las relaciones entre los hombres, cualquiera que sea
genoas; el patrón, por su parte, se lava las manos. Este ejem- la forma que después puedan tomar. La reciprocidad está c.u-
plo ュオ・ウセイ。@ 」￳セッ@ el hombre .no deviene cosa para el otro y bierta muchas veces por las relaciones que fundamenta y sostie-
para sí mtsmo siセャッ@ en la med.Ida en que primero está presen- ne (y que, por ejemplo, pueden ser opresivas, reificadas, etc.) ,
tado por la pmxzs como una hbertad humana. El respeto abso- y cada vez que se manifiesta セ・N@ hace evidente . que セ。、@ uno
luto de la libertad del miserable, en el momento de hacerse de los dos términos está modificado en su existencia por la
el contrato, es la mejor manera de abandonarle a las suje- existencia del Otro; dicho de otra manera, los hombres están
ciones materiales. unidos entre ellos por relaciones de· interioridad. Se podrá ob-
En cuanto a la opresión, más bien consiste en tratar al jetar que esta relación recíproca no tiene セョエ・ャァ「、。Z@ en
Otro 」ッセ@ u.n animal. Los sudistas, en nombre de su respeto efecto, hemos pretendido mostrar que la ュエ・ィァゥ「セャ。、@ セ・ャ@
de la ammahdad, 」ッセ、・ョ。「@ a los fabricantes del Norte que lazo sintético se manifiesta a lo largo de una praxzs totaliza-
trataban a los trabapdores como material; en efecto, es al dora o se mantiene fijado sobre una totalidad inerte. Pero .aquí
animal y no al, "material" al que se fuerza a trabajar adies- no existen ni la totalidad ni la totalización, y estas relacwnes
エイ£Nョ、セャL@ golpc:and?lo, amenazándolo. Sin embargo, el amo le se manifiestan como pluralidad en el seno de la exterioridad.
adJuchco la ammahdad al esclavo después de haber reconocido A esto primero hay que contestar que no estamos afolte una
su humanidad. Ya se sabe que los plantadores americanos del dialéctica, en tanto que nos mantenemos en este estadw de la

266 267
experiencia , sino ante una relación externa N、・Lゥセャ←」エ。ウ@ entre
sí relación que tiene que ser a la vez dtalecttca y externa. cuencia que se añade al fin. El fin es la producción de una mer-
n'icho ele otra manera, ni la relación de reciprocida d ni la cancía, de un objeto de consumo, de una herramient a, o la
rcÍación ternaria son totalizadora s: son adherencias mt'tltiples creación de un objeto de arte. Y por esta producción , por esta
entre los hombres y que mantienen una "sociedad" en estado creación, el hombre se crea a sí mismo, es decir, se separa
coloidal. Pero además, ahora y en cada caso, para que haya lentamente de la cosa a medida que inscribe en ella su trabajo.
algo así como una reciprocida d es necesario que se utilice, En consecuenc ia, en la medida en que mi proyecto es supera-
para que se comprenda, Nセ@ la totalidad de los momentos ele la ción del presente hacia el porvenir y de mí mismo hacia el
experiencia que hemos fiJado ya; verdad es que no basta con mundo, yo me trato siempre como medio y no puedo tratar
la materialida d dialéctica de cada uno; hace falta por lo me- al Otro como fin. La reciprocida d implica: 19) que el Otro
nos una casi-totalida d, pero ocurre que esta casi-totalid ad exis- sea medio en la exacta medida en que yo mismo soy medio,
te, la conocemos, es la materia trabajada ,en tanto que se hace es decir, que sea medio de un fin trascendent e y no rni medio;
mediación entre los hombres, y la reciprocida d aparece sobre 29) que reconozca al Otro como praxis, es decir, como totali-
la base ele esta unidad negativa e inerte; lo que si.gnifica que zación en curso al mismo tiempo que lo integro como objeto
siempre aparece sobre una base inerte ele institucione s y ele a mi proyecto totalizador; 39) que reconozca su movimient o
instrumento s por los cuales está ya definido y alienado cada hacia sus propios fines en el movimient o mismo por el cual
hombre. me proyecto hacia los míos; 49) que me descubra como obje-
No vayamos a creer, en efecto, que hemos entrado en la to y como instrument o de sus fines en el acto mismo que le
ciudad ele los fines y que cada uno reconoce y trata al Otro, constituye para mis fines como instrument o objetivo. A partir
en la reciprocida d, como un fin absoluto. Esto sólo sería for- de ahí, la reciprocida d puede ser positiva o negativa . .En el
malmente posible en la medida en que cada uno se trate o primer caso, cada uno puede hacerse medio en el proyecto del
trate en él a la persona humana como fin incondicion ado. Otro para que el Otro se haga medio en su propio proyecto;
Esta hipótesis nos conduciría al idealismo absoluto: sólo se los dos fines trascendent es quedan separados. Es el caso del
puede presentar como su propio fin una ゥ」ャセ。@ en ュ・」ャセッ@ ele inteTCamúio o de la prestación de servicios. O bien, el fin es
otras ideas. Pero el hombre es un ser matenal en mecho ele común (empresa, trabajo en común, etc.) y cada uno se hace
un mundo material; quiere cambiar al mundo que le aplasta, medio del U tro para que sus esfuerzos conjugados realicen su
es decir, actuar con la materia en el orden ele la materialida d: fin único y trascendent e. En el caso de la reciprocida d nega-
luego cambiarse a sí mismo. Es otro arreglo セャ・@ Universo con tiva, se cumplen las cuatro condiciones exigidas, pero sobre la
otro estatuto del hombre que busca en cada mstante; y a par- base de una denegación recíproca: cada una se niega a servir
tir ele este nuevo orden se define a sí mismo como el Otro de tin a la Otra, y, aun reconociend o su ser objetivo de medio
que será. Así en cada instante se ィ。セ・@ el instrumento , el I?e- en el proyecto del adversario, aprovecha su propia instrumen-
dio ele ese futuro estatuto que le reahzará como otro; le es Im- talidad en otro para hacer de éste, aun a pesar de él mismo,
posible tomar como fin a su propio presente. O, si se prefiere, un instrument o de sus propios fines: es la lucha; cada uno se
el hombre como porvenir del hombre es el esquema regulador resume en ella en su materialida d para actuar sobre la del
de toda empresa, pero el fin siempre es un arreglo del orden Otro; cada uno, por sus fintas, sus argucias, sus fraudes, sus
material que por sí mismo hará posible al hombre. O, si se maniobras, se· deja constituir por el Otro como falso obje·to,
quiere tomar la cuestión desde otro ángulo, el error ele Hegel como medio engarzador. Pero también .en eso nos engañaría-
fue creer que hay en cada uno algo que se tiene que objetivar mos mucho si creyésemos que el fin es la aniquilació n del
y que la obra refleja la particularid ad ele su 。セャエッイ@ .. En realidad, adversario o, para emplear el lenguaje idealista de Hegel, que
la objetivació n, en tanto que tal, no es el fm, smo la canse- cada conciencia persigue la muerte del Otro. En verdad, el
origen de la lucha es en cada caso un antagonism o concreto
268
269
que tiene la rareza 1, con una forma definida como condición Pero aquellos que los designan por intermedio de los obje-
ュ。エ・セᄋゥャL@ y el fin real es una conquista ッ「ェセエゥカ。@ 0 hasta una
tos son precisamente los terceros; o, si se prefiere, la unidad
creaciÓn en la cual la desaparición del adversario sólo es el de su equipo está inscrita en la materia como un imperativo
medio. Incluso si el odio -que es un reconocimiento- se afir- inanimado. Cada uno está designado realmente como indivi-
ma por sí, sólo ?erá una ュッセゥNャコ。」￳ョ@ de todas las fuerzas y duo de clases para los objetos que utiliza o que transforma en
de todas _las paswnes al serviciO de un fin que reclama este la medida en que les utiliza, es decir, en que despierta y sos-
」ッセーイュゥウ@ エッセャN@ セッョ@ ·otras palabras, Hegel suprimió la ma- tiene por medio de su praxis a las significaciones materializa-
tena セッゥ_@ ュセ、ゥ。c￳ョ@ entre los .individuos. Pero si se adopta das 1 ; se hace el trabajador manual, el proletario que exige
su ,tetmmologia, habrá que decir que cada conciencia es la esta máquina. Pero la unidad de los dos se mantiene en la ma-
イ・cゥーセMッ@ _de la Otra, aunque esta reciprocidad pueda tomar teria, o más bien pasa de la herramienta al material; su doble
una mhmdad de formas diferentes -positivas o negativas- y praxis se objetiva como praxis común en el producto termina-
que_ es la mediación de la materia la que en cada caso concreto do; pero pierde de golpe su carácter de unidad de una duali-
deCide sobre estas formas. dad, simplemente se vuelve la unidad del objeto, es decir, la
Pero esta relación, que va de cada hombre a todos los cristalización de un traba jo anónimo y del cual nada permite
homb1·es en tanto que se hace hombre en medio de ellos con- decir a priori cuantos obreros lo han ejecutado.
エセ・ョ@ su 」ッョエイ。セゥ￳Z@ es una. totalización que exige se; tota- Sin duda que durante el trabajo mismo cada uno ve cómo
lizada por el セQウュッ@ que totaliza;. plantea la equivalencia ab- nace esta unidad objetiva y cómo su propio movimiento se
soluta de dos sistemas de referencia y de dos acciones; en una refleja en el objeto, siendo a la vez suyo y otro; sin duda que
palabra, no plantea su propia unidad. El límite de la unifica- al acercarse al Otro, que se acerca a él al mismo tiempo, cada
ción se encuentra en. el セオエッ@ .rec??ocimiento que se opera a uno ve que ese acercamiento le llega desde fuera; sin eluda
lo largo de _dos エッセャz。」キョ・ウ@ smteticas; por muy lejos que se que los momentos de este continuum son ambivalentes, ya que
lleve? esas mtegracwnes, se ¡·espetan, y siempre serán dos las la praxis de cada uno habita en la del Otro como su exterio-
que mtegren cada una a todo el universo. ridad secreta y como su profunda interioridad. Pero esta reci-
Dos hombres hacen juntos un trabajo determinado; cada procidad está vivida en la separación; no podría ser de otra
uno adapta su esfuerzo al del Otro, cada uno se acerca o se manera, ya que la mutua integración implica el ser-objeto de
aleja ウ・ァQセ@ lo exija el momento, cada uno hace de su propio cada uno para el Otro. Cada uno refleja al Otro su propio
cuerpo el ュウエイオセョッ@ del Otro en la medida misma en que proyecto llegando a él en lo objetivo, pero estas experiencias
hace d:l ?tro su ュウエイオ・ョセッL@ cada uno prevé en su cuerpo ordenadas y unidas en la interio1·idad no están integradas en
el ュッカゥセョエ@ del Otro, lo mtegra en su propio movimiento una unidad sintética.
セッュ@ medw superado, y entonces cada uno se mueve para ser Es que, en el reconocimiento, cada uno devela y respeta
mtegrado como medio en el movimiento del Otro. Sin embar- el proyecto del Otro como existiendo también fuera de su
go, esta r:lación íntima es en su realidad misma la negación propio proyecto: en suma, le designa como superación que no
de NQセ@ オセ、。N@ _Desde luego que la posibilidad objetiva de la se resume en su simple objetividad de superación superada,
セiュィ」。cᅮョ@ ex_Iste de una manera permanente; está prevista, sino que ella misma se produce hacia sus propios fines, por
mcluso requenda por lo circundante material, es decir, por la sus propias motivaciones; pero precisamente porque está vivido
naturaleza de las .herramientas, por la estructura del taller, por allá, fuera, cada superación en su realidad objetiva se le escapa
la エ。イ・セ@ .que se tiene que cumplir, por el material que habrá al Otro y no puede pretender alcanzarse, a través de la obje-
que utilizarse, etc. tividad de las conductas, sino como significación sin contenido

1 Desarrollaremos este tema en el capítulo siguiente. 1 Cf. más lejos "el ser de clase".

270 271
infernal cuando cada uno se empeña en seguirla en consider a-
ción del Otro: dos aprendic es de boxeado res est;ín dominad os
aprehen sible. Es, pues, imposib le セョゥヲ」。イ@ el equipo . en. su con frecuenc ia por su combate, se diría que se ahogan en esta
movimie nto totalizad or, ya que, preosam en te, esta totalizao ón unidad que est<í en perpetua desagreg ación; golpean en el v.a-
en curso encierra un element o de desinteg ración: el oセイッ@ co- cío, se unen bruscam ente uno y otro con un mismo cansanciO
mo objeto totalizad o que remite fuera del proyecto . haoa otra que sugiere la sombra de una reciproc idad positiva, o s: bus-
totalizac ión vivida y trascend ente o la pnmera hgura como can por los cuatro rincones del úng, se poseen: se conviert en
objeto recíproc o e ゥァオ。ャュ・ョエセ@ corrosivo. Que t.ambién es im- en lo inesenci al y el combate pasa a ser lo esenoal.
pmible, porque 」。、セ@ totalizao ón ウセ@ plantea aquz y セャコイ。@ como Claro que en la realidad concreta , cada miembro de la
la co-eseno alidad del ーセイ。@
esencial en la medida en que ahrma pareja posee un conjunto de designac iones 。「ウエイ」\セ@
Otro. manifes tar al Otro y para apuntar en el vacío a esta fug1t1va
Cada uno vive así en la interiori dad absoluta de una re- unidad. Pero ante todo hay que observar si セウ。@ designac i?nes,
lación sin unidad; su certeza concreta eso la adaptaci ón mutua e incluso la posibilid ad de usarlas, es deor, de concebir la
en la separaci ón, es la existenc ia de una relac.ión con doble doble totalizac ión como totalidad objeto, no le llega a cada
foco que nunca puede aprehen der en su totalidad ; esta des- uno de la presenci a del tercero. Porque, como hemos visto, el
unión en la solidarid ad (positiva o negativa ) proviene de un tercero clescu bre la reciproc idad para ella misma, encerrán -
exceso más bien c1ue de una falta: en electo, está producid a dose sobre ella, negándo lo para pretende r alcanzar lo de nue-
por la existenc ia de dos オョゥャ」。ッセ・ウ@ sinté.ticas y イゥァオッウ。ュセョᆳ vo con su propia insuficie ncia; en este sentido, la relación ele
te equivale ntes. Encont.r amos aqui un..ッ「j・セ@ real y matenal los terceros entre sí -en tanto que cada uno se absorbe para
pero ambiguo : los エ←イュセョッウ@ de l.a relaoon. m se pueden. 」ッョエセA@ mediar en una relación recíproc a- es una separaci ón que
ellos mismos como cantidad es discretas , m pueden realizar eh- postula la reciproc idad como lazo fundame ntal. entre los hom-
cazment e su unidad. La unidad de estos epicentr os, en efecto, bres, jJero la reciproc idad vivida siempre remite al tercero y
sólo puede ser un hiper-ce ntro エイ。ウ」・ョ、セN@ O, si se ーイ・ヲセZ@ la descubre a su vez la relación ternaria como su fundame nto y
unidad de la díada sólo se puede realtzar en una totalizaC ión su terminac ión. Es la nueva relación que tenemos que exa-
hecha desde fuera por un tercero. Cada miembro del equipo minar ahora: ¿qué significa para la relación binaria el hecho
descubre esta unidad como una negación , como una falta, en de integrars e en una relación ternaria?
una especie de inquietu d; es a la vez una oscura deficienc ia Volvamo s a nuestro ejemplo : dos obreros ejecutan un tra-
que aparece en la exige?ci a de cada totalizac ión,. u.n envío in- bajo en común. Suponga mos que se trate de establece r una
definido hecho a un testigo ausente, y la certeza VIVIda pero no norma. La presenci a de un cronome trista y su tarea bastan
formula da de que la reahdad total de la ・ュャ_イセ。@ común sólo para reanima r los sentidos inertes. tセ。エ@ de controla r Nオセ@ s.uce-
puede existir si es en otra parle, por la mediaoó n de Otro y so determin ado; aprehen de cada movimie nto en su obJetivi dad
como objeto no recíproc o. De esta manera, la relación recípro- a panir de un determin ado fin objetivo que es el aumento de
ca está frecuent ada por su unidad como por una insuficie ncia la producti vidad; la heteroge neidad irreduct ible de la díada
de ser que le transform a en su estructu ra original. Y esta in- queda oculta, ya que, a la luz de la tarea prescrita , el conjunto
quietud de la reciproc idad es a su vez inteligib le como el mo- de los trabajad ores y de las herrami entas se descubre como
mento en que la dialéctic a hace en cada uno la experien cia de un conjunto homogén eo; las dos acciones recíproca s forman
la dialéctic a del Otro como detenció n impuest a en y por el el ol1je-to de su vigilanci a; y ya que es el ritmo lo que se tiene
esfuerzo sintético al proyecto de totalizac ión. Por esta razón que fijar, con una precisión que sea lo imís rigurosa posible,
es siempre posible que la reciproc idad vuelva a caer sobre sus ese ritmo común, a la luz del fin objetivo , se muestra como
términos como una falsa totalidad que les aplaste. Y esto se la unidad viva c1ue posee a los dos trabajad ores. De esta ma-
puede produci r tanto en lo positivo como en lo negativo ; una
empresa común puede converti rse en una especie de impulso 273

272
nera se invierte el movimiento de ·la objetividad: lo primero cid o que la condiciona. Objetivamente Y. por. el tercero, _la
que el cronometrista aprehende como sentido y unidad de independencia del fin transforma a la reoproodad en 」ッョ}ャセᆳ
su proyecto es el fin que persigue. Tiene que medir velocida- gación de movimiento, la adaptación mutua en 。オセッ、・エイュゥᆳ
des; a través de la relación que define a su praxis, aprehende nación interna de la jJraxis; metamorfosea una acoón doble
el· fin que se impone a los trabajadores en su plena unidad en un suceso que se subordina a los dos trabajadores como es-
objetiva; porque no es su propio fin, aunque esté íntimamen- tructuras secundarias cuyas relaciones particulares dependen
te unido a él: en tanto que fin de los Otros, es el medio esen- de las relaciones globales y que se comunican entre sí por las
cial que le permite cumplir con su oficio. La ligazón objetiva mediación del todo. Esta totalidad viviente, que comprende
y subjetiva de su propio fin y del fin de los otros le descubre los hombres, sus objetos y el material que trabajan, es a la
el ritmo como su objeto, y a los obreros como el medio de vez el suceso como temporalización de lo imperativo objetivo y,
mantener o de aumentar su velocidad. La reciprocidad como lo que es lo mismo, el descubrimiento regresivo del fin (del
lazo real de una doble heterogeneidad pasa al segundo plano; porvenir al presente) como unidad 」ッョセ・エ。@ del ウオセ・ッN@ Las
esta interioridad desprovista de centro, esta intimidad vivida subjetividades están envueltas en esta totalidad ュッカセ」ィコ。@ como
por separado, se aparta bruscamente y se arranca a sí misma significaciones necesarias e inasibles; pero se defmen como
para convertirse en una sola praxis que va a buscar su fin una relación común con el fin trascendente y no como apre-
fuera. Este fin de los Otros que se descubre como su fin y hendiendo cada una sus propios fines en una reciprocidad ele
como su medio, le está dado al testigo en su totalidad objetiva. separaciones; ele esta manera, en su significación objetiva, estas
Al mismo tiempo que descubre su contenido -que remite a la significaciones, vueltas homogéneas, se juntan y se fundamen-
actividad de toda la fábrica y al sistema social entero-, se tan en la aprehensión del ゥュー・イ。エカセ@ .trascendente. s・セャ」ゥN。ᆳ
revela como estructura de constreñimiento establecida desde mente, es que este imperativo se mamhesta por la mecliaoon
fuera por los servicios técnicos en función de las exigencias de del Otro como esencial y que la subjetividad se vuelve su me-
la producción. Lo que define la relación del cronometrista con dio inesencial ele hacerse aprehender como imperativo: a par-
los dos obreros y con sus jefes es el develamiento; dicho de tir de aquí, la subjetividad sólo es el medio interno YNオセ@ me-
otra manera, es el que apunta hasta en su subjetividad su ser diatiza al imperativo como interiorización del 」ッョウエイ・￱セオN_[@
objetivo: es aquel por el cual se pone el fin como estructura el individuo, en este medio, aparece como una 、セエ・ョュ。」⦅キ@
de trascendencia en relación con los trabajadores. La descubre a. posteriori, y además cualquiera, de la ウオエ。ョッセ@ セオ「}・エQカ。[@
así como un objeto autónomo. Pero esta estructura de cons- el principio ele ゥョ、カ」ャオ。セ@ Mセッュ@ en la. mecamca ondu-
treí'íimiento en su objetividad misma remite a la subjetividad latoria- sólo se aplica en apanenoa; cualesqme:a. que sean ャセウ@
de los que constrií'íe: ese fin se tiene que alcanzar, se impone diferencias exteriores, las personas quedan clehmdas a partir
a ellos como un imperativo común; el fin, aunque totalmente del fin como interiorización total de todo lo imperativo, luego
presente en el campo objetivo, escapa al testigo por medio de por la presencia en ・ャ。セ@ ele toda. la ウセi@ bjetividad. _El grupo
este carácter imperioso, se esconde en las dos subjetividades social aparece aquí reduodo a su m;ís simple セクQZイウゥᅮョN@ Es la
que iguala revelándoles su faz interna, la que el cronometrista totalidad objetiva en tanto que defme su ウオ「j・エゥvi」ャ。セ@ ¡;>Or la
tiene que aprehender como pura significación, como dimen- sola interiorización de los valores y de los fmes obJetiVOs y
sión de fuga en el seno de la plenitud. Objetivamente, la tota- que subordina a ellos, en el seno セャ・@ una ・ョセーイウ。L@ a los ゥョ、セᆳ
lidad abraza a las dos acciones simultáneas, las define y las vicluos reales como simples modos mtercambwbles ele la jJmx1s
limita al mismo tiempo que al envolverlas las sustrae a la subjetiva. La subjetividad del grupo, セャ・ウ」オ「ゥ⦅イエ。@ como indivi-
aprehensión directa. Es una estructura del mundo, existe por sa por intermedio de los エ・セᄋ」イッウL@ cm:ula libremente en セャ@
sí; está manifiesta y sostenida por una doble praxis, pero sólo interior del objeto como mediO, sustancia y jmeuma; se mam-
en la medida en que ésta se somete al imperativo preestable- fiesta a través de la objetividad que se temporaliza como rea-

274 275
lidad intersubjetiva. La ゥョエ・イ[Nオ「ェセカ、。@ se ュ。ョゥヲセウエ@ en las
reuniones 111 ;¡ 5 fortuitas y mas efuneras: a esos mirones que reciprocidad entre la díada y el tercero, la causa est<\ en la
se inclinan sobre el agua les une la misma curiosidad para estructura de La ,·elación de tercero; pero esto no prejuzga
c1 chofer de taxi que les mira desde su coche. Y esta curiosidad sobre .ni.nguna jerarquía a jniori, ya que los tres ュセ[「イッウ@ ele
acliua (se empujan, se. incli!lan, se 。ャコセNョ@ sobre la punta ele la Tnmdad pueden convertirse en tercero en relanon con los
los pies) revela la ex1sten_na de un. lm trascendente pero Otros dos. Sólo la coyuntura (y a través ele ella la Historia
ゥョカセャj・Z@ hay algo que se lLene que m1rar. A causa ele su me- entera) decide si esa relación que gira se mantendrá conmuta-
ditación, el tercero reanima las significaciones objetivas que tiva (ya que cada uno se vuelve tercero cuando le toca el turno,
cst;ín ya inscritas en las cosas y que constituyen el grupo como como en esos juegos de niños en que a cada uno le toca el
totalicÍacl. Estas significaciones cristalizadas representan ya la turno de ser jefe del ejército o de la banda ele bandidos) o si
j 1 raxis anón_im_a del ?.tro y a través ele la materia manifiestan quedad fija bajo la forma de jerarquía primitiva. En reali-
un dcscubnm1ento hpclo. Al despertarlos, el tercero se hace dad, adivinamos ya que el problema se va a complicar hasta
mediador entre el pensamiento objetivo como Otro y los in- el infinito, ya que, en la realidad social, tenemos que conside-
dividuos concretos; a través de él los constituye una universa- rar a una multiplicidad indefinida de terceros (indefinida
lidad fija, por su operación misma. aunque el número de los individuos sea numéricamente defi-
La unidad le viene, pues, de fuera a la dualidad por la nido, y simplemente porque gira) y una multiplicidad inde-
¡;raxis del tercero; luego veremos cómo lo interiorizadn los finida ele reciprocidades, y ya que los individuos se pueden
miembros de los grupos. De momento es una metamorfosis constituir como terceros en tan.to que grupos y que puede
que le queda trascendente. Claro que la relación del tercero haber reciprocidades de reciprocidades y reciprocidades de gru-
con la díada es de interioridad, ya que se modifica al modifi- pos; en fin, el mismo individuo o el mismo grupo puede estar
carla. Pero esta relación no es recíproca: al superar a la díada comprometido en una acción recíproca y al mismo tiempo se
hacia sus propios fines, el tercero la descubre como unidad- puede definir como tercero. Pero de momento no tenemos
objeto, es decir, como unidad material. Sin eluda que la rela- ningún medio para pensar esas relaciones móviles e indefini-
ción de los términos integrados no es ni exterior ni molecular das en su inteligibilidad; aún no hemos conquiostado todos
sino en la medida en que cada uno excluye al Otro por su nuestros instrumentos. Lo que conviene recordar como con-
Teconocim iento efectivo; dicho de otra manera, en la medida clusión es que la relación humana existe realmente entre todos
en que esta relación sólo puede unir sin unificar, la unidad los hombres y que no es otra cosa que la relación de la praxis
est<Í impresa desde fuera y, en el p1·imer momento, está re- consigo misma. La complicación que hace nacer estas nuevas
cibida pasivamente: la pareja forma equipo no al producir relaciones no tiene otro origen que la pluralidad, es decir, la
su totalidad, sino al sufrirla ante todo como determinación multiplicidad de los organismos actuantes. Así -fuera de toda
del ser. cuestión de antagonismo- cada praxis afirma a la otra y al mis-
Se habrá notado sin duda que esta Trinidad aparece como mo tiempo la niega, en la medida en que la supera como su
jerarquía embrionaria: el tercero como mediador es poder objeto y se hace superar por ella. Y cada praxis, en tanto que
sintético y el lazo que mantiene con la pareja carece de reci- unificación radical del campo práctico, dibuja ya en su rela-
procidad. Nos preguntaremos, pues, en qué se funda esta je- ción con todas las demás el proyecto ele la unificación ele todas
rarquía espontánea, ya que la consideramos de una manera por supresión de la negación ele pluralidad. Ahora bien, esta
abstracta, es decir, como un lazo sintético, sin examinar las pluralidad no es en sí misma otra cosa que la dispersión inor-
circunstancias históricas en que se manifiesta. Hay que res- gánica de los organismos. En verdad, como siempre aparece
ponder a esto con dos observaciones que nos permitirán ade- en la base de una sociedad preexistente, nunca es enteramente
lantar en nuestra experiencia regresiva. Ante todo, si no hay natuml, y hemos visto que se expresa siempre a través de las
técnicas y de las instituciones sociales; éstas la transforman en
276
277
la misma medida en que ella se produce en ella. Pero aunque ni セ。ウ@ instituciones o esos conjuntos complejos que se llaman
la dispersión natural no pueda ser sino el sentido abstracto de soczedades. La inversión de la experiencia tiene lugar justa-
la dispersión real, es decir, social, es este elemento negativo mente bajo la forma ele materialismo histórico: si hay tolali-
de exterioridad mecánica el que siempre condiciona, en el zación como proceso histórico, les llega a los hombres por la
marco de una sociedad dada, la extraña relación de recipro- materia. Dicho de otra manera, la jJraxis como libre desarro-
cidad que niega a la vez a la pluralidad por la adherencia de llo del organismo totalizaba a lo circundante material bajo
las actividades y a la unidad por la pluralidad de los recono- la forma de campo práctico; ahora vamos a ver el medio ma-
cimientos, y el del tercero a la díada, que se determina como terial como primera totalización de las relaciones humanas.
exterioridad en la pura interioridad. Hemos observado, ade-
más, que la designación del tercero, como actualización en un
determinado individuo de esta relación universal tiene lugar
prácticamente en una situación dada y por la presión de las
circunstancias materiales. Nuestra experiencia se invierte, pues:
partiendo del trabajador aislado, hemos descubierto la jJmxis
individual como inteligibilidad plena del movimiento dialéc-
tico; pero al dejar ese momento abstracto, hemos descubierto
la primera relación de los hombres entre sí como adherencia
indefinida de cada uno con cada uno; estas condiciones forma-
les ele toda la Historia se nos aparecen de repente como con·
clicionadas por la materialidad inorgánica, como situación de
base determinando el contenido ele las relaciones humanas y
a la vez como pluralidad externa en el interior ele la recipro-
cidad conmutativa y de la Trinidad. Descubrimos al mismo
tiempo que esta conmutatividad, aunque una poco a poco
cada uno a todos, es incapaz por sí misma de realizar la tota-
lización como movimiento de la Historia, precisamente porque
esta sustancia gelatinosa que constituye las relaciones huma-
nas representa la interiorización indefinida de los lazos de ex-
terioridad dispersiva pero no su supresión o su superación tota-
lizadora. Les supera sin duda pero en la simple medida en
que la multiplicidad discreta ele los organismos se encuentra
comprometida en una especie de ronda con multiplicidad in-
definida y giratoria ele los epicentros. Y esta ambigüedad da
bastante cuenta ele nuestras relaciones privadas con amigos,
conocidos, clientes de paso, "encuentros" y hasta con nuestros
colaboradores (en la oficina, en la fábrica) en tanto que son
precisamente el medio vivo que nos une a todos y esta dife-
rencia meccínica que los separa de nosotros al final del trabajo.
Pero no puede explicar las relaciones estructuradas que hacen
en todos los planos los grupos activos, las clases, las naciones,

278 279
y sólo dura
mome ntos dialéc ticos de la acció n se vuelv e en ella
que ningu na
por exte1·io1·idad -es decir, en la medi da en
neces ario, como
fuerza exter ior viene a destr uirla -, se hace a
ria huma na sea vivid
muy pront o vamos a ver, que la histo
como la histor ia inhum ana.
-en este nivel de la expe rienc ia-
a prese ntar
Y esto no signif ica que los sucesos se nos vayan
aria de hecho s irraci onale s, sino por
como una suces ión arbitr
a de una
el contm1·io, que van a toma r la unida d totali zador
e negac ión del homb re. La Histo ria, toma da a este
nivel, ofrece
los
en efecto , que
un sentid o terrib le y deses peran te; parec e,
DE LA MAT ERIA COM O TOT ALID AD homb res están unido s por una negac ión inerte y demo ní::tca
TOT ALIZ ADA Y DE UNA PRIM ERA volve rla
que les toma su sustan cia (es decir, su traba jo) para
EXPE RIEN CIA DE LA NECE SIDA D de ine1·c ia activa y ele totali zació n
contr a todos bajo la forma ón
Vamo s a ver que esta extra ña relaci
por exter minac ión. su
comp orta
-con la prime ra aliena ción que de ella resul ta-
RARE ZA Y MODO DE PROD UCCi óN exam ina la re-
l. - propi a inteli gibili dad dialéc tica en cuant o se
el camp o
laci6n de una multi plicid ad de indiv iduos con
e in- para cada
La mater ia, en tanto que pura mate ria inhum ana práct ico que los rodea , en tanto que esta relaci ón es
no en sí sino en el estad io de interi orida d al unirla dialéc tica-
orgán ica (lo que quier e decir uno una relaci ón unívo ca ele
bre a la exper imen tació n cientí fica), recípr ocas que les unen.
la pmxi s en que se descu ment e con las relaci ones
d que realiz a
está regid a por leyes de exter iorida d. Si es verda Conv iene obser var, sin emba rgo, que esta relaci 6n
unívo ca
en tanto que
una prime ra unión de los homb res, debe de ser ele la mater ialida d circu ndant e con los indiv iduos se mani-
e y que ella
el homb re práct icame nte ha inten tado ya unirl fiesta en nuest ra Histo ria con una forma partic ular y contin -
d. Dicho ele otra
sopor ta pasiv amen te el sello de esta unida gente , ya que toda la avent ura huma na -al meno s hasta aho-
d disim ula una dispe r- todos los
mane ra, una síntesis pasiv a cuya unida ra- es una lucha encar nizad a contr a la mreza . En
zació n de organ ismos cuya la base
sión mole cular condi ciona la totali niveles de la mater ialida d traba jada y social izada , en
sus lazos profu ndos de interi o- la estruc -
dispe rsión no puede ocult ar de cada una de sus acciones pasiv as, encon trarem
os
la condi ción mate rial de la histor ici- d, que a la
ridad . Repre senta , pues,
moto r pasiv o tura origin al de la rareza como prime ra unida
dad. Es al mism o tiemp o lo que podrí a llama rse mater ia le llega por los homb res y que a los homb res les
tació n hacia
de la Histo ria. En efecto, la histor ia huma na, orien vuelv e a través de la mater ia. Por nuest ra parte , la contin -
pasad o, se defin e
el porve nir y conse rvació n totali zador a del genci a de la relaci ón de rarez a no nos moles ta. Claro que,
ocun· e a los homú1·es.
tamb ién en el prese nte porqu e algo les lógica mente , es posib le conce bir para otros organ
ismos y en
inerte de la mater ia traba jada debid a a la
Vamo s a ver que la totali dad o otros plane tas una relaci ón con el medio que no sea
mina do, regis trand o y conse rvand inM lo que
en un camp o social deter so rareza (aunq ue seamos un tanto incap aces de imag
de todos a las forma s que le ha impre otros plane tas
como memo ria inerte
cada situa- podrí a ser y que, acept ada la hipót esis de que
el traba jo anter ior, perm ite, sola, la super ación de est<Ín habit ados, la coyun tura más veros ímil es que el ser vivo
y como jui-
ción histór ica por el proce so total de la Histo ria, sufre por la rareza tanto allí como aquí) ; y sobre todo, aunq ue
iento del acon-
cio sintét ico mater ial, el conti nuo em·iq uecim la rareza sea tmive1·sal, varía para el mism o mom ento histór ico.
rialid ad inorg ánica en
tecer histór ico. Pero ya que la mate Según las region es consi derad as (y algun as razon es ele estas
s se prese nta como unida d su-
tanto que sellad a por la praxi variac iones son histór icas -exce so de pobla ción,
subde sarro-
de interi orida d que es la de los
frida, y ya que la unida d
281
280
llo, etc.-, luego son plenamente inteligibles en el seno de la la rareza en primer lugar y que dejemos que las relaciones
Historia misma, mientras que otros -por un estado dado de universales de la dialéctica con la inercia se separen después
las técnicas- condicionan a la Historia a través de las estruc- por sí mismas. Describiremos brevemente la relación de rareza,
turas sociales sin estar condicionadas por ellas -clima, rique- por la razón de que todo ha sido dicho ya; el materialismo
za del subsuelo, etc-) . Pero ocurre que las tres cuartas par- histórico, particularmente, ha dado sobre este punto todas ャセウ@
tes de la población del globo est<Ín subalimentadas, tras miles interpretaciones deseables como interpretación de nuestra His-
de años de Historia; así, a pesar de la contingencia, la rareza toria. Lo que por el contrario no ha intentado en absoluto es
es una relación humana fundamental (con la Naturaleza y estudiar el tipo de acción pasiva que ejerce la materialidad en
con los hombres) . Hay que decir en este sentido que es ella tanto que tal sobre los hombres y sobre su hゥウエッイセ@ al ;olverles
la que hace de nosotros esos individuos que producen esta una praxis robada bajo la forma de una 」ッョエイセヲュィ、。N@ s;-
Historia y que se definen como hombres. Sin la rareza, se guiremos insistiendo sobre esta 」オ・セエゥ￳ョZ@ la セiウエッョ。N@ es セ。ウ@
puede concebir perfectamente una fJraxis dialéctica y hasta el compleja ele lo que cree un determmado marxismo simplista,
trabajo: en efecto, nada impediría que los productos necesa- y el hombre no sólo tiene que luchar contra la Naturaleza,
rios para el organismo fuesen inagotables y que a pesar de contra el medio social que le ha engendrado, sino también
todo haga falta una operación práctica para arrancarlos ele la contra su propia acción en tanto que se vuelve otra. Est.e tipo
tierra. Según esta hipótesis, la unidad invertida de las multi- de alienación primitiva se expresa a través de las otras formas
plicidades humanas por las contrafinalidades de la materia sub- de alienación, pero es independiente de ellas y por el contra-
sistiría necesariamente; porque está unida al trabajo de la mis- rio es él el que les sirve de fundamento. Dicho de otra mane-
ma manera que lo está a la dialéctica original. Pero lo que des- ra, descubriremos ahí la anti-jJraxis permanente como momen-
aparecería es nuestro carácter de hombres, es decir, la singu- to nuevo y necesario ele la praxis. Sin hacerse un esfuerzo para
laridad propia de nuestra Historia, ya que este carácter es determinarlo, la inteligibilidad histórica (que es la evidencia
histórico. Un hombre cualquiera de hoy puede, pues, recono- en la complejidad de un desarrollo temporal) pierde un mo-
cer en esta contingencia fundamental la necesidad que (a tra- mento esencial y se transforma en ininteligibilidad.
vés de miles de años y muy directamente, hoy mismo) le im- l. La rareza como relación fundamental de nuestra His-
pone ser exactamente lo que es. En el momento progresivo ele toria y como determinación contingente de nuestra relación
la experiencia estudiaremos el problema de la contingencia de unívoca con la materialidad.
la Historia y veremos que el problema es importante sobre La rareza -como relación vivida de una multiplicidad
todo con la perspectiva de un porvenir del hombre. En el caso práctica con la materialidad circundante y en el interior de
que nos ッセオー。L@ la rareza parece cada vez menos contingente ella misma- funda la posibilidad de la historia humana. Lo
en la medzda en que engendramos nosotros mismos sus nuevas que implica dos reservas patentes: para un historiador situado
formas como medio de nuestra vida sobre la base de una con- en 1957 no funda la posibilidad de toda Historia, porque no
tingencia original; si se quiere, se puede ver en ello la necesi- tenemos ningún medio de saber si otra Historia, constituida
dad de nuestra contingencia o la contingencia de nuestra nece- sobre otra base, con otras fuerzas motrices y con otros proyec-
si.da.cl. pセイッ@ ocurre セオョ@ que. un セョエ・ッ@ de crítica tiene que tos interiores, es o no lógicamente concebible, para otros orga-
(hstmgmr esta relaCión particulanzada de la relación general nismos de otros planetas o para nuestros descendientes, en el
(es decir, independiente de toda determinación histórica) de caso en que las transformaciones técnicas セ@ ウッ」ゥ。ャ・セ@ rompan
una praxis dialéctica y múltiple con la materialidad. Sin em- el marco de la rareza (con esto no sólo qmero decir アセhGAN@ no
bargo, como la rareza es la determinación de esta relación sabemos si, en otro lugar, la relación de los ウ・ョセ@ .orgamcos
general, como ésta no se nos manifiesta a nosotros sino a con los seres inorgánicos puede ser otra que. sea chstm ta N・ャセ@ la
través ele aquélla, para no perdernos conviene que presentemos rareza, sino, sobre todo, que si esos seres existen, es dcCichda-

282 283
repetición,. produciendo su vida con técnicas e instrumentos
mente imposible decidir a pr/ori si su temporalización tomad o rudimentarios, e ignorándose totalmente Jos unos a los otros.
no la forma de una historia). Pero decir que nuestra Historia es Ya sé que se ha dicho que estas sociedades sin Historia en
la historia de los hombres, o decir que ha nacido y se desarro- realidad son sociedades en las que la Historia se ha detenido.
lla en el marco permanente de un campo de tensiém engen- Es muy posible, ya que, en efecto, disponen de una técnica, y
drado por la rareza, es lo mismo. La segunda reserva: la rareza que, por primitivas que sean sus herramientas, ha sido nece-
fundamenta la posibilidad de la historia humana, y no su sario un proceso temporal para llevarlas a ese grado de dica-
realidad; dicho de otra manera, hace que la Historia sea posi- cia, a través de unas formas sociales que a p'esar de todo pre-
Lle y tiene necesidad ele otros factores (que tendremos que sentan, en unión con este proceso, cierta diferenciación, luego
determinar) para que ésta se produzca: la razón de esta res- también ellas remiten a esa temporalización. Esta manera ele
tricción es que existen unas sociedades atrasadas que sufren, ver, en realidad oculta la voluntad a p1·i01·i de determinados
en un sentido, m;ís que otras por el hambre o por la supresión ideólogos -tan visiLle en los idealistas como en los marxistas-
temporal de las fuentes de alimento y que sin embargo ・ウエセ■ョ@ de fundar a la Historia como necesidad esencial. Con esta
clasificadas por los etné>grafos justamente como sociedades sin perspectiva, las sociedades no hist6ricas serían por el contrario
historia, fundamentadas sobre la イセー・エゥ」←^ョ@ 1 • Lo que significa determinados momentos muy singulares en los que el desarro-
que la rareza puede ser grande. St se establece un equilibrio llo histórico se frena y se detiene volviendo contra sí sus pro-
por un modo de producción dado, y si se conserva de una a pias fuerzas. En la posici6n crítica resulta imposible admitir
otra generación, se conserva como exis, es decir, como deter- esta concepción, por muy halagadora que pueda ser (ya que
minacié>n fisiológica y social de los organismos humanos y a la le introduce en todas partes la necesidad y la unidad), simple-
vez como proyecto práctico de mantener a las instituciones y mente porque se da como una concepción del mundo sin que
al desarrollo corporal en este estadio, lo que ideolé>gicamen te los hechos puedan ni invalidarla ni confirmarla (es verdad
corresponde a una decisión sobre la "naturaleza" humana: el que muchos grupos estabilizados en la repetici6n tienen una
hombre es ese ser achaparrado, deforme, pero sufrido en e 1 historia legendaria, pero eso no prueba nada, porque esta
trabajo, que vive para trabajar desde el alba hasta la noche leyenda es una negación de la Historia y su función es volver
con esos medios técnicos (rudimentarios) en una tierra in- a introducir el arque-tipo en los momentos sagrados de la re-
grata y amenazadora. Más adelante veremos cómo determina- petición). Lo único que podemos concluir en tanto que exa-
das rarezas condicionan un momento de la Historia cuando minamos la validez de una dialéctica, es que la rareza -en
en .el marco de unas técnicas que se cambian (y habd アオセ@ toda hipótesis- no es suficiente por sí sola para provocar el
deCir por qué), se producen ellas mismas bajo la forma de desarrollo histórico o para hacer que estalle durante el des-
cambio brusco en el nivel de vida. La Historia nace ele un arrollo un gollete de embotellamiento que transforme a la
desequiliLrio brusco que agrieta a la sociedad en todos los Historia en repetición. Por el contrario, es ella -como tensión
niveles; la rareza funda la .posibilidad de la historia humana real- y perpetua entre el hombre y lo circundante, entre los
y sólo su posibilidad en el sentido de que puede ser vivida hombres- la que en cualquier caso da cuenta de las estructu-
(por a el a ptación in terna ele los organismos) entre determina- ras fundamentales (técnicas e instituciones): no en tanto que
dos límites como un equilibrio. En tanto que nos mantenga- las habría producido como una f.uerza real sino en tanto que
mos en este terreno, no hay ningún aLsurdo 16gico (es decir, han sido hechas en el medio de la rareza 1 por hombres cuya
dia!éctico) si concebimos una エセ・イ。@ sin Historia donde vege- praxis in terioriza esta rareza a un queriendo superarla.
tanan grupos humanos que hubtesen quedado en el ciclo de la
1 La rareza es medio, como vamos a ver, en tanto que es relacitSn
1 En verdad veremos que empiezan a interiorizar nllestra Historia,
unitaria de una pluralidad de individuos. Dicho de otra manera, es
porc¡t!e han. sufrido ー。ウゥカセュ・QエN@ como fenómeno histórico la empresa relación individual y medio social.
lOlomal. Pe10 lo c¡ue las lustonahza no es una reacción contra su rareza.
285
284
De una manera abstracta, se puede tener a la rareza por ignoren, aunque unas estratificaciones sociales, unas estructu-
una relación del individuo con lo circundante. Préí.ctica e his- ras ele clase rompiesen ele golpe la reciprocidad, cada uno exis-
tóricamente -es decir, en tanto que estamos situados-, lo te Y. actúa en el interior del campo social definido en pre-
circundante es un campo práctico ya constituido, que remite senCia de todos y de cada uno. Ese miembro de esta sociedad
a cada uno a estructuras colectivas (más lejos veremos lo que tal vez no sepa ni _siquiera la 」。セエLゥ、@ de miembros que la
esto significa) , la más fundamental, de las cuales es precisa- componen; tal vez Ignore la relae1on exacta del hombre con
mente la rareza como unidad negativa de la multiplicidad de las sustancias naturales, セッョ@ los instrumentos y con los pro-
los hombres (de esta multiplicidad concreta). Esta unidad es ductos humanos que dehne la rareza con precisión; tal vez
negativa en relación con los hombres, ya que le viene al hom- explique la escasez actual con razones absurdas y carentes ele
bre por la materia en tanto que es inhumana (es decir, en ve:dad. セッ@ es menos cierto que los otros hombres del grupo
tanto que su presencia de hqmbre no es posible sin luchar en existen JUntos para él, en tanto que cada uno de ellos es una
la tierra) ; lo que significa que la primera totalización por la 。ュ・セQコ@ para su vida o, si se prefiere, en tanto que la exis-
materia se manifiesta (en el interior de una sociedad deter- tenCia. de cada uno es la. interiorización y la asunción por
minada y entre grupos sociales autónomos) como posibilidad una vida humana de lo circundante, en tanto que negación
ele una destrucción común de todos )' como posibilidad per- ele los hombres. Solamente el miembro individual que consi-
manente para cada uno de que esta destrucción por la materia deramos, si se realiza por su necesidad y por su pmxis como
le llegue a través de la jJmxü ele los otros hombres. Este pri- en medio de los hombres, clevela a cada uno a· partir del ob-
mer aspecto ele la rareza jmede condicionar la unión del grupo jeto de consumo o del producto manufacturado y -en el
en el sentido de que éste, colectivamente alcanzado, se puede plano elemental en que estamos colocados- los devela como
organizar para reaccionar colectivamente. Pero este aspecto la simple posibilidad de consumo ele un objeto que necesita.
dialéctico y propiamente humano ele la pmxis en ningún caso Es decir, lo descubre como posibilidad material de su propia
puede ser contenido en la relación ele rareza misma, precisa- aniquilación material ele un objeto ele primera necesidad. Na-
mente porque la unidad dialéctica y positiva ele una acción turalmente, hay que poder tomar estas indicaciones como la
común es la negación ele la uniclacl negativa como vuelta de descripción de un momento que es aún muy abstracto de
la materialidad circundante a los individuos que la han tota- nuestra experiencia regresiva; en verdad, todos los antagonis-
lizado. En verdad, la rareza como tensión y como campo de mos sociales están calificados y estructurados en una sociedad
fuerzas es la expresión de un hecho cuantitativo (más o me- dada que define de por sí (al menos hasta cierto punto) los
nos rigurosamente definido): tal sustancia natural o tal pro-
límites de la rareza para cada uno de los grupos que la cons-
ducto manufacturado existe en cantidad insuficiente, en un
tituyen y en el marco fundamental de la rareza colectiva (es
campo social determinado, dado el número de miembros de
los grupos o de los habitantes ele la región, porque no hay decir, de una relación original de las fuerzas productoras con
bastante jJara todos. De manera que para cacla uno todo el las relaciones de producción) . Lo que en este momento nos
mundo existe (el conjunto) en tanto que el consumo de tal importa es sólo sefíalar en orden las estructuras de la inte-
producto hecho allá, por otros, le priva aquí de una posibi- ligibilidad dialéctica. Ahora bien, según este punto de vista,
lidad ele obtener y de consumir un objeto de la misma clase. aprehendemos inmediatamente que la totalización por la ra-
Al examinar la relación vaga y universal de reciprocidad no reza es giratoria. En efecto, la rareza no manifiesta la imposi-
determinada, hemos notado que los hombres podían estar uni- bilidad radical de que exista el organismo humano (aunque
dos indirectamente unos a otros por adherencias en serie y sin -como hemos visto- pueda preguntarse si la fórmula no sería
siquiera suponer la existencia ele tal o tal otro. Pero en el verdadera con esta forma: la imposibilidad radical de que el
medio de la rareza, por el contrario, aunque los individuos se organismo humano exista sin trabajo) , pero, en una situación

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ciuda d ya que tra-
、。\セL@ ya se trate de la balsa; de la Medu sa *•, de una ele juicio esta evide ncia de una mane ra direct a,
(llue como juicio de una
italia na sitiad a 0 de una soned ad conte mpor anea duce la super ación del haber puest o en tela de
tos con el sunpl e re- el indiv iduo está
sa!Jcmos eli[Te discre tamen te a sus muer mane ra radic al al homb re por la mater ia. Pero
que, en sus capas @ ウ ■ セ N ュ pro- uno en su ser y pre-
parto de lo; puest os de defen sa y al mism o tiemp o en tela ele juicio por cada
los. @ ウ ッ 」 セ イ y de los. ᆳ 。 エ ・ ョ ャ I セ オ ウ to que super a a toda puest a
funda s, ya es una selecc ión ele cisam ente por el mism o movi mien
dos), la rareza realiz a セ。@ エッセャ@ .P.astvtdacl ele セッウ@ ュセィカエ、オッ@ ele
en tela ele juicio . De tal mane ra, su projJi a activi dad se vuelv e
como unpos tbthd acl ele coext steno a: el gt.ui?o Otro a través del medio social . El
una colcc tivida u contr a él y le llega como
subst sur,
esd ddini do en la nació n por sus so/na ntes; para 1: homb re, a través ele la mate ria socia lizada y la negac
ión mate-
que @ N 。 エ セ ・ reduc - to del
se tiene que reuuc ir numé ricam ente. Notenw.s ca, no rial como unida d inerte , se const ituye como Otro distin
como neces tuacl practt que homb re
¡ 0· 11 71111 n 1!rica, siemp re prese nte • · ¡· 1e l1epr • homb re. Para cada uno el homb re existe en tanto
etoma neces ariam ente la forma del homt
」ャ・ュ。ウゥセ、ッ@
oc 10: se puel
nii'íos bajo
11 inhum ano o, si se prefie re, como espec ie extra
ña. Y esto no
morir (es lo que ocurr ía cuand o ィ。「■セ@ l; en signif ica neces ariam ente que el confl icto esté interi
oriza do y
en); se puede pracu car el bz¡·tlz contro por la vida, sino solam ente
el Anti[Tuo Régim vivid o )'a con la forma ele lucha
consu -
este gisセ@ es el niño que tiene que nacer , como futuro que la si1npl e existe ncia de cada uno está defin ida por la
decir, _que @ ・ セ @ セ Q ⦅ y para
mido r, el que es consi derad o indes eable , es rarez a como riesgo const ante de no-ex istenc ia jJaTa otro
la Nオョーセウエ「ャᆳ ilació n de mí
apreh ende, en las demo cracia s burgu esas, o como todos . Aún mejo r, este riesgo const ante ele aniqu
anos en una famth a mdtvt - tras, sino que
dad ele segui r alime ntand o herm
lo, Chin a-, 1 mism o y ele todos , no sólo lo descu bro en los O
n social ista -por ejemp es decir, en tanto
clual o como en una nació
determ i-
,,1 soy yo mism o este riesgo en tanto que Otro,
」ッイセ@ Qセ@ impo sibili dad ele mant ener una propo rción ,.'
que desig nado con los Otros como posib le sobra nte por
no pueda estruc-
nada de crecim iento de la pobla ción en tanto c1ue la realid ad mate rial de lo circu ndant e. Se trata de una
mina do crecim iento ele la produ cción . Pero ya que soy realm ente peligr oso para
super ar un deter tura objet iva de mi ser,
, la exige ncia mism o,
cuand o se trata de un contr ol ele los nacim ientos los Otros y, a través de la totali dad negat iva, para mí
@ エ セ ・ ュ 。 」 ゥ ョ  con un adela nte ve-
negat iva de la mater ialida d se manif iesta en tanto que formo parte ele esta totali dad. Más
@ | 。 ュ ョ Z イ エ ・ ャ セ @ セ ョ 。 」
aspec to cuant itativ o. Es decir, que se ーセエ・、@
la qué vende dores y client es, unos y otros estab lecen
remo s por
clual . Aqm sí y para
tidacl ele los sobra ntes, pero no su carac ter mdtvt el preci o en un merc ado libre en tanto que son en
fuerza esta conm utativ idad cuya im- ir algun as conse cuen-
se manir iesta con toda su sí los Otros . Limit émon os aquí a deduc
nte y que mani_ fiesta cada @ ッ イ 「 ュ ・ Q セ
porta ncia verem ?s más .adela cias de estas obser vacio nes.
del grupo al mzsrno エコセュヲッ@ como un postb le, ウオᄀセ」イカエョZ@ y con los
Y cada uno esta i!SI const ttllldo Cuan do digo que el homb re existe como Otro
nte supnm tble. os que en-
como un sobra
movi mient o rasgo s del homb re inhum ano, evide ntem ente tenem
en su objet ivida d por sí mism o y por todos . El tende rlo para todos los ocupa ntes huma nos del camp o social
nte como
direc to de la neces idad lo afirm a incon dicio nalme consi derad o, para los otros homb res y para sí mism os. O, con
del hamb re
tenien do que sobre vivir: es la evide ncia pd1ctica otras palab ras, cada uno es homb re inhum ano para todos los
ponga en tela trata
y del traba jo; no se puede conce bir el que se Otros , consi dera a los Otros como homb res inhum anos y
a ver lo que
realm ente al Otro con inhum anida d (vamo s
nes hay que
quier e decir esto) . Sin emba rgo, estas obser vacio
T.
Sartre se refiere al cuadro de Delacr oix. N. del

veremo s las instit.n- decir, con la pers-
enten derla s con su sentid o verda dero, es
1 Ya he dicho, y lo repito, que m;\s adelan te
n estrati ficada e inerte que hace una socie- na. Sin emba rgo, hasta
ciones sociale s como elecció
de los aspecto s de la pectiv a ele que no hay natur aleza huma
dad de sus muerto s (natur almen te, sólo es ttno nuest ra prehi storia , la rareza ,
institu ción) . Pero aun cuando esté hecha esta elecció n: aun cu.and?, una este mom ento, por lo meno s, de
mdete rnunac wn se tome, domi na a toda la praxi s.
clase oprim ida y explot ada tenga que soport arla, la cualq uiera sea la forma que d
clase y al nivel de los individ uos. rende r a la vez que la inhum anida
mantie ne en el interio r de esta Enton ces hay que comp
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del hombre no proviene de su naturaleza, アセ・L@ lejos de excluir
a su humanidad, no puede comprenderse smo por ella, pero reza. Su relación con el Otro en tanto que le llega de la ma-
que, en tanto que no haya llegado a su fin el reino _de la teria, es una relación de exterioridad: en primer lugar porque
rareza habrá en cada hombre y en todos una estructura merte el Otro es pura posibilidad (vital pero abstracta) de que el
de ゥョャセオュ。、@ que en suma sólo es la negación material producto necesario sea destruido y, por lo tanto, porque se
en tanto que está interiorizad.a. Comprendamos, en ・ヲ」セッL@ que define en exterioridad como una posibilidad amenazadora pero
Ja inhumanidad es una relacrón de los hombres entre sr .Y セ・@ contingente del producto mismo como objeto exterior; en
sólo puede ser eso: sin 、オセ。@ que se. puede ser cruel, e mutrl- segundo lugar, porque la rareza como esquema fijado de ne-
rnente con tal o cual ammal partrcular; pero esta crueldad gación organiza, a través de la praxis de cada uno, cada grupo
está 」セョウオイ。、@ o castigada en nombre de las relaciones ィオイョセᆳ de sobrantes posibles como totalidad que se tiene que negar
nas; en efecto, ¿a quién se le podría hace.r creer qu; la especre en tanto que totalidad que niega todo lo que no es ella. La
carnívora que domestica a cientos de miles .de amrnales para unidad negativa por la materia tiene así como resultado tota-
matarlos o para utilizar su fuerza セ・N@ trabaJO y que destruye lizar falsamente, es decir, inertemente, a los hombres, como
sistemáticamente a los otros (por hrgrene, para protegerse, o, las moléculas de cera están unidas inertemente desde fuera por
gratuitamente, como juego), a quién se le podría hacer c_reer un sello. Pero como las relaciones de reciprocidad no quedan
que esta especie de presa ha puesto -excepto para los 。セオュᆳ por eso suprimidas, la exterioridad se desliza hasta ellos. Lo
Ies castrados, domesticados, y como consecuencra de un ウイセ「ッᆳ que significa que se mantiene la comprensión de cada uno
por la praxis del Otro, pero que esta otra jJraxis se comprende
lismo simplista- sus valores .Y su definición .real de sí セイウュ@
en sus relaciones con los amrnales? Ahora bren, las relacrones en el interior en la medida en que la materialidad interiori-
humanas (positivas o negativas) son de イ・」ゥーッ、。セャL@ lo que zada en el agente que comprende constituye al Otro en mo-
significa que la praxis de uno, en su estructura セイ£」エ。@ y para lécula inerte y separada de toda otra molécula por una nega-
ción de exterioridad. En la reciprocidad pura, el Otro que
cumplimiento de su proyecto, イ・」ッョセ@ la praxzs del NッセイL@ es
decir, en el fondo, que juzga la duahdad de las セ」エイカ、。・ウ@ no soy yo es también el mismo. En la reciprocidad modificada
como 1111 carácter inesencial y la unidad de las praxzs en tanto por la rareza, nos aparece el mismo como el contra-hombre
en tanto que este mismo lzomú1·e aparece como radicalmente
que tales como su セ。イ£」エ・Z@ ese,ncial. En cierto modo: en Qセ@
reciprocidad, la praxzs de mr recrproco en el fondo es mz praxzs Otro (es decir, portador para nosotros de una amenaza de
muerte). O, si se quiere, comprendemos de una manera gene-
que un accidente ha separado en dos: y cuyos dos trozos セアオ・@
se han vuelto separadamente p1·axzs completas- 」ッョセ・ゥ。@ ral sus fines (son los nuestros), sus medios (tenemos los mis-
mutuamente, ele su indiferenciación original, una apropracrón mos, las estructuras dialécticas de sus actos; pero los compren-
demos como si fuesen los caracteres de olm esjJecie, nuestro do-
profunda y una comprensión ゥョセ・。エN@ No pretendo que la
ble demoníaco). En efecto, nada -ni las grandes fieras ni los
relación de reciprocidad haya exrstrclo en el hombre antes_ d,e
la relación de rareza, ya que el hombre es el producto Justo-
microbios- puede ser más terrible para el hombre que una
especie inteligente, carnicera, cruel, que sabría comprender y
rico de la rareza. Pero digo que, sin esta relación ィセi。Nョ@ de
reciprocidad, la relación inhumana de rareza no exrstrna. En frustrar a la inteligencia humana y cuyo fin sería precisamente
la destrucción del hombre. Esta especie, evidentemente es la
efecto, la rareza corno relación unívoca de cada uno .Y .ele
todos con la materia se vuelve finalmente estructura ob]etrva nuestra aprehendiéndose por todo hombre en los otros en el
medio de la rareza. Es, en cualquier caso y cualquiera que sea
y social de lo 」ゥイオョ、。セエ・@ セエ・イゥ。ャ@ y así, a su vez, ,co"? su dedo
la sociedad, la matriz abstracta y fundamental de todas las rei-
inerte designa a cada mdrvrduo corno factor y vrctrma de. la
ficaciones de las relaciones humanas. Al mismo tiempo es el
rareza. Interioriza en cada uno esta estructura en el sentrdo
primer estadio de la ética, en tanto que ésta sólo es la praxis
de que por sus comportamientos se hace el hombre de la ra-
iluminándose sobre la base de circunstancias dadas. El primer
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una pmxis humana. Y en el combate, lo que quiere destruir
movimiento ele la ética es aquí la constitución del mal radical en el otro cada adversario no es el simple peligro de rareza,
y del maniqueísmo; 。ーイセゥ@ y valoriza (no podemos detener- sino セM。@ _p1·axis misma en tanto que es traición del hombre. en
nos aquí en la producoo? ele los valores) la ruptura ele_, la benehoo del contra-hombre. Consideramos, pues, en el mvel
reciprocidad ele inmanencia por la. rareza, pero aprehemhen- mismo ele la necesidad y por la necesidad, que la rareza se
dola como un producto ele la praxzs del Otro. El contra-hom- vive pní.cticamente por la acción maniquea y que la ética se
bre, en efecto, prosigue la liquidación ・ャセ@ los hombres com- manifiesta como imperativo destructivo: hay que destruir _el
partiendo sus fines y adoptando su: ュ・セャキウ[@ la nptura apa- mal. Es también en este nivel donde hay que definir a la vzo-
rece en el momento en que esta rectprooclad enganaclora eles- lencia como estructura ele la acción humana en el reino del
enmascara el peligro ele muerte que recubre o, si se prefiere, maniqueísmo y en el marco ele la rareza. La violencia se da
la imposibilidad que tienen estos hombres comprometidos por siempre como una contra-violencza, es decir, como una res-
lazos recíprocos ele mantenerse to5los セョ@ el suelo sobre _el アオセ@ puesta a la violencia del Otro. Esta violencia del Otm sólo es
est<Í.n y que les alimenta. Y. no iュ。ァセョ・_ウ@ que ・ウセ。@ _Imposi- una realidad objetiva en la medida en que existe en todos
bilidad interiorizacla caractence a los mclivJcluos sub¡etzvamen- como motivación universal ele la contra-violencia. Es, sencilla-
te; muy por el contrario, hace a :acla uno ッセェ・エゥカュョ@ pe- mente, el insoportable hecho ele la reciprocidad rota y ele la
ligToso para el Otro y pone en peligro a la existenoa concreta utilización sistemática de la humanidad del hombre para reali-
ele cada uno en la del Otro. El hombre está así objetivamente zar la destrucción ele lo humano. La contra-violencia es exac-
constituido como inhumano y esta inhumanidad se traduce en tamente lo mismo pero en tanto que proceso ele volver a poner
la praxis por la aprehensión del mal como estructura del Otro. en orden, en tanto que respuesta a una provocación: al des-
Por eso, los combates ele un origen muy ambiguo y de natu- truir en el adversario a la inhumanidad del contra-hombre, en
raleza turbia que libran las エイゥ⦅「セiウ@ nómades 」セ。ョ、⦅ッ@ se encuen- verdad sólo puedo destruir en él la inhumanidad del hombre
tran por casualidad han permtttclo que los htstonaclores y l_os y realizar en mí su inhumanidad. Ya se trate de matar, ele
etnógrafos discutan algunas verdades elementale.s del ュセエ・イ⦅。ᆳ torturar, ele sojuzgar o sencillamente ele confundir, mi fin es
lismo histórico. En efecto, es exacto que el motiVO econ01mco suprimir la libertad extraña como fuerza enemiga, es decir,
no siempre es esencial, y a veces ni siquiera lo notamos: estos como la fuerza que puede rechazarme del campo práctico y
grupos errantes tienen para ellos toda セ@ sabana,_ no se molestan hacer de mí un "hombre ele más" condenado a morir. Dicho
unos a otros. Pero no es ésa la cuestwn, no siempre es nece- de otra manera, desde luego que ataco al hombre en tanto que
sario que la rareza esté explícitamente en. tela ele juicio; lo hombre, es decir, en tanto que libre praxis ele un ser organi-
que ocurre es que, en cada una cl_e estas tnbus, el hombre ele zado; en el enemigo odio al hombre y nada más que al hom-
la rareza encuentra en la otra tnbu al hombre de la rareza bre, es decir, a mí mismo en tanto que Otro, y es a mí a quien
con el aspecto de contra-hombre. Cada uno está constituido quiero destruir en él para impedirle que me destruya realmente
ele tal manera por su lucha contra el mundo físico y contra en mi cuerpo. Pero estas relaciones ele exterioridad en recipro-
los hombres (a menudo en el interior ele su grupo) que la cidad se complican con el desarrollo de la praxis, que resta-
aparición ele desconocidos Mアエセ・@ ponen para él el lazo ele blece la reciprocidad en su forma negativa ele antagonismo, a
interioridad y a la vez ele extenondacl 。「ウッャオエセM le ha:e eles- partir del momento en que se desarrolla una lucha real. Par-
cubrir al hombre con la forma ele una espeCie extrana. La tiendo ele las necesidades concretas de la estrategia y de la
fuerza ele su agresividad, de su odio, Teside en la necesidad, táctica, estamos obligados a perder si no Te·conocemos al adver-
pero poco importa que esta 1.:1ecesidad acabe ele ser saciada: su sario como otro grupo humano capaz· de tender trampas, ele
perpetuo renacimiento y la ansiedad ele. ca_cla uno, 」セャ。@ vez descubrirlas, de dejarse caer en algunas de ellas. Los conflic-
que aparece una tribu, acaban por constituir a sus miembros tos de rareza (ele la guerra ele nómades a la huelga) oscilan
como el hambre que le llega al otro grupo con la forma ele
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perpetuamente entre dos polos: uno hace del conflicto una unos grupos vecinos, aunque de estructura diferente -por
lucha maniqueísta de los hombres contra sus terribles dobles, ejemplo, los campesinos chinos y los nómades, en las fronteras
el otro lo reduce a las proporciones humanas de un diferencio de China, en la época de los T'ang- estén unidos material-
que se resuelve por la violencia porque las conciliaciones están mente en un mismo lugar definido a la vez por una configu-
agotadas o porque no hay mediaciones. Lo que aquí importa ración material determinada, un determinado estado de las
es que la praxis, en cuanto se constituye como acción de un técnicas y, singularmente, de las comunicaciones. Los nómades
ejército, de una clase o hasta de un grupo más limitado, supera tienen un margen de desplazamiento limitado, pues a pesar
en principio a la inercia reificante de las relaciones de rareza. . de todo se quedan en las cercanías del desierto; los campesi-
Quiero señalar con esto que la I?oral. inerte. del ュ。ョセアオ・■ウッ@ nos chinos, ese ejército de pioneros, avanzan paso a paso, arran-
y del mal radical supone una distancia sufnda, una Impoten- can cada día un pedazo de tierra arable al desierto impro-
cia vivida, una manera determinada de descubrir la rareza ductivo. Los dos grupos se conocen, les opone y les une una
como destino, esto es, un auténtico dominio del hombre por tensión extrema: para los chinos, los nómades son unos ladro-
lo circundante materi'al interiorizado. No se trata, pues, de una nes que lo único que saben hacer es robar el fruto del trabajo
estructura permam.:nte en el sentido de que quede fija e inerte de los demás; para los nómades, los chinos son unos auténticos
en un determinado nivel del espesor humano, sino más bien colonos, que les hacen retroceder poco a poco hacia un desierto
de un momento determinado de las relaciones humanas, siem- inhabitable. Cada grupo en tanto que jJmxis (más adelante
pre superado y parcialmente ャゥセオ、。ッL@ siempre. イ・セ。」ゥョエN@ En volveremos sobre el grupo) hace que el Otro figure como
realidad, este momento está situado entre la hqUidaoón por objeto en la unidad de su campo práctico; cada uno sabe que
la rareza de las reciprocidades positivas (en cualquier grado figura como objeto en el grupo del Otro. Este conocimiento
de la praxis social que se produzca セウエ。@ liquidación) y. la r:- utilitario se expresará, por ejemplo, en las precauciones que
aparición, bajo el 、ッュゥョセ@ de la misma rareza, .de イ・ッー[セiᆳ tomarán los campesinos contra los ataques inopinados, por el
dades negativas y antagómcas. Y este momento mtermediano cuidado que pondrán los nómades al preparar su siguiente
es precisamente el momento primero y el esquema productor razzia. Pero es eso mismo. lo que impide que los dos movi-
del complejo proceso de la reificación. En este momento los mientos de unificación práctica constituyan en el mismo con-
individuos de un campo social viven con lo circundante en torno dos camjJos de acción diferentes. Para cada uno, la exis-
una falsa relación de reciprocidad (es decir, que se hacen de- tencia del Otro como el objeto de que es objeto constituye sim-
signar lo que son y lo que son los otros por QセL@ materia セョ@ plemente el campo material corno minado, o, con otras pala-
tanto que cantidad pura) y transportan esta relacwn al ュ・セQP@ bras, como con doble fondo. No hay dualidad en esta coexis-
social viviendo su reciprocidad de seres humanos como una In- tencia si no es como dualidad de significaciones para cada
terioridad negada o, si se prefiere, viviéndola falsamente como objeto material. El campo se constituye prácticamente como
exterioridad. medio que puede ser utilizado por el Otro; es mediación entre
Puede decirse que queda por explicar cómo la materia los dos grupos en la medida en que cada uno hace de ello el
como rareza puede unir a los hombres en un campo práctico medio contra el medio del Otro. Todo es al mismo tiempo
común, si las libres relaciones humanas, tomadas fuera de la trampa y ostentación; la realidad secreta del objeto es qué
presión económica, se reducen a constelaciones de reciprocidad. hará el Otro de él. Al mismo tiempo que la pura materialidad
Dicho de otra manera, ya que el poder totalizador ーイッカゥ・セ@ de circundante se convierte en la unidad contradictoria de dos
la jJraxis, cómo gobierna la materia a las acciones totalzzado- totalizaciones opuestas, cada grupo, en tanto que objeto entre
ras por la rareza de manera que les haga operar la totalización los objetos, es decir, en tanto que medio elegido por el Otro
de todas las totalizaciones individuales. Pero la respuesta está para llegar a sus fines, se encuentra objetivamente totalizado
contenida en la pregunta: en efecto, hay que concebir que como fragilidad material con todas las otras estructuras ma-

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Sin emba rgo, no
rada , burla da, en co1_11o sínresis inert e de la plur alida d hum ana.
teria les del camp o. En tanto que prax is supe deJa remo s este estad io sin habe r hech o algu
nas indic acion es
tanto que liber tad :nga ñada , オエゥャセコ。、@ cont ra su カッィセョエ、N@ (he
pero únic amen te en
part e), cada mdiv iduo sobr e estos grup os unid os y difer encia dos,
indic ado estas relaciOnes en la pnm era エセョッ@ que luch an cont ra la rarez a y que la rarez
a les cond i-
ッ「ェ・エゥ⦅カ。セョ@
y cada pueb lo se reali:-an como 」。イエ・ゥコ、セウ@ obJe tivo se oona en sus estru ctura s. Se cons tituy en y se insti tucio naliz an
ndan te; y este _cara cter
por la inerc ia de ャセ@ orcu no. en tanto q,ue la rarez a _se le apar ece a cada uno en la ne-
s que teme n a la
mani festa rá aún meJo r porq ue los camp esmo cesid ad a traves de la nece sidad de los Otro s, sino en tanto que
m:::.i a toma rán medi das m{ts preci sas
para evita r a ésta supe - la prax is.
hemo s visto, el está nega_cla ーセイ@ _el traba jo en el camp o unifi cado de
rami o aqué lla. En la prax is solit aria, como tenem os que ente nder que el traba jo,
actu ar sobre el suelo ; Con lo dich o セュ」。・ョエ@
culti vado r se vuelv e obje to inert e para ィ・セッウ@ セQZエL@ es el orga nism o que se redu ce a
llega por otros hom bres. Pero 」ッュセ@ ante todo
ahor a reap arece su inerc ia, le una mern a d1ngicla para actu ar sobr e la
inerc ia y satisfacerse
ión ele fuerz as le es favo rable , des-
en un comp romi so la relac en tanto que nece sidad . Lo que, como sabem os, en sí no sio--
traba jo del hom bre
cubr e su nuev o traba jo (la guer ra es un nific a ni que exist a en el camp o de la rarez a ni que haya q;e
jJOder. Hay que en-
cont ra el hom bre) con el aspe cto de un defin ir al traba jo como una luch a cont ra la rarez a. Pero en
es decir, la efica cia
tend er con lo dich o algo total men te nuev o, un camp o social defin ido por la rarez a -es
decir, en el camp o
ria cont ra la prax is
ele una tJraxis hum ana a través de la mate hum ano e histó rico- , el traba jo se defin e
nece saria ment e para
form ar a un obje to obje ti-
del otro y la posi bilid ad ele trans parti cular - el hom bre como jJraxis que trata de sacia
r a la nece sidad en
lo que nos inter esa
vant e en obje to abso luto. Pero el marc o de la rarez a y por una nega ción parti cipa r ele ésta.
cada metr o cua-
ment e, segú n nues tro punt o de vista , es que En la caza, por ejem plo, dond e no se trata ele la prod ucci ón
dos grup os y a sus
drad o de camp o prftctico total ice a los siste máti ca de una herra mien ta, sino ele enco ntrar anim ales
en tanto que el
activ idad es para cada uno ele sus miem bros que ya est<ín en el camp o, no hay que olvid ar que la rapid ez
anen te de alien a-
terre no se prese nta como posi bilid ad perm ele la "pre sa", la dista ncia a la cual se man
tiene como térm ino
unid ad nega tiva de la
ción para cada uno y para todos. La medi o (vue lo ele las aves migr atori as al
cielo, etc.) , los peli-
de la recip rocid ad se reex-
rarez a inter ioriz ada en la reific ación como lu- gros de toda especie, son facto res de rarez
a. El arma de caza
unid ad del mun do
terio riza para todo s noso tros en nos la rein- apar ece así como cread ora en el senti do en
que, nega tivam ente,
icion es; y esta unid ad
gar com ún de nues tras opos os por destr uye en form a parc ial la dista ncia, opon e su velo cidad a la
a unid ad nega tiva: estam os unid
terio rizam os como nuev rarez a. velo cidad del anim al perse guid o y dond e, posit ivam ente, mul-
ido por la
el hech o de vivir todo s en un mun do defin tiplic a para el caza dor el núm ero de presa s posib les o las oca-
s visto - pued e
Desd e lueg o que la rarez a -com o ya hemo セゥッョ・ウ@ (lo que es lo mism o) de alcan zar una. Y -lo que es
tos sinté ticos cuyo proy ecto sea resul ta lo mism o
ser la ocas ión de reag rupa mien en med io Impo rtant e en la persp ectiv a eleg ida- aquí
hom bre prod uce su vida des para que
comb atirla . En efecto, el decla rar que la cant idad que hay de posib
ilida
(o que la hace n
de otros hom bres que tamb ién la prod ucen un indiv iduo o una fami lia estén alim entad
os se mult iplic a
social de la rarez a.
prod ucir por otros) , es decir , en el camp o con la herra mien ta en un camp o prác tico dado (por que este
de grup os, de colec-
No teng o la inten ción de estud iar el tipo camp o pnl.ctico, en el nivel cons idera do,
no está verd ader a-
el camp o social: no meno s, por el con-
tivos, de insti tucio nes que se form an en men te camb iado por la herra mien ta) , o al
s de la Hist oria o las des- form ación del
se trata de reco nstru ir los mom ento trari o, que la herra mien ta supo ne una trans
otra parte , no es el mom ento viven de la pesc a y
cripc iones de la socio logía . Por camp o prác tico para las pobl acion es que
anos en tanto que se unifi can litud , al meno s en
de habl ar de los camp os hum de la caza, si no, tal vez, en toda su· amp
orga nizac ión activ a de la mult iplic i-
por el impu lso de una El traba jo hum a-
que pros egui r nues- su difer encia ción y su aum ento de rique zas.
dad, con func iones difer encia das: tenem os rialid ad no del indiv iduo (y en cons ecue ncia el
del grup o) está así
er a la mate
tra expe rienc ia en el orde n regre sivo y volv
297
296
ment arios repre sen-
imie nto, por el pro- pued e perm itü'. Los no-p rodu ctore s suple
cond icion ado en su fin, lueg o en su mov pued e vege tar en la suba lime ntac ión 0
-par a él o para el tan un exce dent e que
yecto fund amen tal del hom bre de supe rar form a de la rarez a
sufri mien to pre- aniq uilar se. Desd e lueg o que esta nuev a
grup o- a la rarez a como pelig ro de muer
te, deter mina dos traba -
la Natu ralez a supo ne una socie dad que descanse sobre
tituy e a la vez o. Pero con esto
sente y relac ión prim itiva que cons
Pero jJrectsa- jos hech os en com ún por un grup o orga nizad
por la Natu ralez a. rica parti cula r: la so-
por el hom bre y el hom bre
relac ión fund a- no hemo s defin ido a una socie dad histó que está
sin deja r de ser esta rado res -en tanto
men te por eso, la rarez a, cieda d chin a de tiem pos de los empe
al indiv iduo que la ríos - o la so-
men tal, va a calif icar al grup o enter o o cond icion ada ante todo por el régim en de sus
. En dete rmin adas del mun do
com bate n hacié ndos e raros para destr uirla cieda d roma na -en tanto que aseg ura el dom inio
técni ca perm ite su- inme nso siste ma de
cond icion es histó ricas parti cula res, y si la med iterr áneo con la cons trucc ión de un
a, o con otras pala- es exigi das tan bien
pera r un estad io dete rmin ado de la rarez com unic acio nes- respo nden a las cond icion
racio nes prec eden tes y rarez a se haya des-
bras, si el med io traba jado por la gene como el capit alism o, aunq ue ese tipo de
y por su calid ad) perm ite mov imie nto de indu s-
los instr ume ntos (por su cant idad
ente su prod uc- arrol lado esen cialm ente en el curso del
que un núm ero defin ido de traba jado res aum a man era y en deter mi-
bres los que triali zació n mod erna . Pero de la mism
ción en unas prop orcio nes defin idas, son los hom estru ctura das, la desig uald ad
nada s circu nstan cias histó ricas
o de ser raros en las cond icio-
se vuel ven raros o los que corre n el riesg insti tucio nalm ente estab lecid a ele las clase s y de
a la rarez a sobr e ción , es decir ,
tanto que unid ades de traba jo que supr imen nes pued en caus ar una inver sión total de la situa
hay que enten der- el obje prod uci-
to
la base de una prod ucci ón orga nizad a. Pero una rareza del cons umid or en relac ión con
na a los hom bres iva que se expli ca
se: es la rarez a de los prod ucto s la que desig do. Se trata , claro está, de una rarez a relat
nstan cial (no en todos) rial de la prod uc-
como rarez a en un camp o socia l circu a la vez con una dete rmin ada rigid ez mate
oles como sobr antes con- dos límit es) y con
al mism o tiem po que sigue desig nánd ción (que se pued e reba jar bajo deter mina
hom bres de la nece sidad . Y na- de los cons umid ores (o
muta tivam ente en tanto que
una estruc- una elecc ión socia l insti tucio naliz ada
bres pued e desig nar umid ores, que traic iona a
tural men te, esta rarez a de hom más bien de la jerar quía de los cons
(falta de man o de mod o de pro-
tura de la orga nizac ión tanto como otra las estru ctura s sociales crista lizad as alred edor del
de técnicos, falta de de prod ucci ón).
obra , falta de obre ros profe siona les, falta ducc ión, lo que los marx istas llam an relac iones
es lo sigui ente: en sobr e todo a
cuad ros) . De todas form as, lo que cuen ta Resu lta muy claro que esta inver sión carac teriz a
está cons tituid o en una expr esión de
el inter ior de un grup o dado , el indiv iduo nues tra socie dad capit alist a y que repre senta
como un sobr ante y n. Pero lo que
su hum anid ad por los otros indiv iduo s su cond ición fund amen tal: la supe rprod ucció
sobr ante es inme diato . Su pañí as marí tima s
a la vez como raro. Su aspe cto de prim itiva s desd e la antig üeda d ha hech o que las com
en las form as más decir , a la búsq ueda de
aspe cto de obje to raro apar ece en una se dedic asen al come rcio por mar (es
crea una tensi ón perp etua prim as, y sobr e todo a la
de la asoci ación prác tica y mina das, nuev os prod ucto s o de mate rias
Pero en unas socie dade s deter ad de merc ados ) es la ause ncia
socie dad dete rmin ada.
hom bre en orga nizac ión de una recip rocid ucció n,
a del la prod
para modo s de prod ucci ón defin idos, la rarez el efect o de un merc ado inter no capa z de abso rber toda
form ar, con do a las pote ncias
relac ión con la herr amie nta se pued e trans ta en rela- y es tamb ién esta ause ncia lo que ha lleva
herra mien esta rarez a del hom-
de sus prop ios efectos, en rarez a de la cont inen tales al impe rialis mo milit ar. Pero
tión sigue siend o el de la dialé ctica
ción con el hom bre. El fond o de la cues bre en relac ión con su prod ucto , últim a vuel
ta
, la cant idad de herra mien tas esen cial la rarez a del
mism o: para una socie dad dada de la rarez a, supo ne como su cond ición
uctor es, y, como cons ecue ncia, rarez a exist e como
desig na por sí mism a a los prod
prod ucció n prod ucto en relac ión con el hom bre. Esta
res y de los medi os de ya se sabe que la
el conj unto de los prod ucto
en de no-p rodu c- dete rmin ació n fund amen tal del hom bre:
defin en los límit es de la prod ucció n y el marg ime sino en el curso
socia lizac ión de la prod ucció n no la supr
que la socie dad se
tores (es decir, de prod ucto res rechazados)
299
298
de un Iarao proceso dialéctico del que aún no conocemos el RAREZA Y MARXISMO
término. La rareza del consumidor en relación con tal o tal
producto est;í condicionada por la イ。セコ@ de todos los produc- Hd ay que señalar que 1\tfarx 1, tan claro, tan inteliaible
tos en relación con todos los consumidores. En efecto, deter- cuan o ,reconstruy e e1·I? 1ectlcamente · · el proceso capitalista yt> que
minadas relaciones de producción que excluyen institucional- nos mtkstra su nec:es¡dad, siempre se negó -y con razón- a
mente a determinados grupos sociales del consumo pleno y presentar al marxismo . · COnlO " una teona , 1ustonco-
. ' . f"l ' .
1 osof¡ca
que reservan este consumo ーセイ。@ otros grupos セョN@ cantidad cuya . _ suprema . VIrtud
. · · • en ser supra-lustónca".
consiStiria . . Pero
insuficiente como para consumu todo) , se han dehmdo, a par- JUzaa . セ@ al . mismo , . tiempo - t"Iene Iaz . ó n tamb1cn,. . aunque sin . prue-
tir del modo de producción, sobre la base de aquella rareza b as 1ustoncas- que el mate1.·Ia 11smo . . , .
h1stonco .
es aplicable a
fundamental. Es totalmente inútil exponer aquí la dialéctica tO(. los . 1os momentos del proceso 111stonco. · • · En un texto notable
de la "superproducción" y ele las crisis que engendra: lo que cntlca
"(E a nuestros b ma'rxistas
.· contemporaneos , y su cloamatismo:'
importa es sólo indicar que, en el conjunto del proceso, arrui- •.sos p .1e e)' Os) ele 1a antigua · R ama eran en su ongen t>. cam-
na al capitalista -por falta de salidas, en régimen ele compe- pesmos . J¡ bres que cu 1t.na ' 1)an, cael a uno por cuenta propia, e sus
tencia- en la medida en que aumenta la pauperización del ヲセiーキウ@ ー。イ」・ャセN@ qオ・セャ。ᄋッョ@ expropiados a lo largo ele la his-
proletariado, es decir, en que aumenta para él la rareza de los a イッセ。ョN@ El movimiento que les separó ele sus medios de
objetos ele primera necesidad. En este nivel de la contradic- ーセッ、オ」￳ョ@ y ele ウセi「ゥエ・ョ」。@ no sólo implicó la formación ele
ción resulta perfectamente lógico que veamos a una misma ァセ。ョ、・ウ@ f;melos, smo también la ele graneles capitales finan-
sociedad liquidando a una parte de sus miembros como so- cゥ・イッセN@ Asi, un buen día, había por un lado hombres libres des-
brantes y destruyendo a una parte ele sus productos porque provistos de todo, excepto 、セ@ su fuerza de trabajo, y )Or el
la producción da excedentes en relación con el consumo. Aun- o_tro, para exJ:ll?tar ese trabaJO, los detentadores ele todas las
que se distribuyese por nada y precisamente a los que se deja nquezas t r aclqlllnclas. ¿Qué ocurrió? .. Los pi·oletar·10s romanos se
morir, ele todas formas sabemos que apenas si mejoraríamos イエセウ@ セイ。ッョL@ no en trabaJadores asalariados, sino en una
su suerte: el cambio tiene que tener lugar en el nivel del modo r:,P e lO gaza na· . . Y a su lado se desplegó un modo de ro-
ele producción y de las relaciones fundamentales que engendra 、オセッ_ョ@ 」。ーゥエセウL@ que no era 。セッョᆳ
sino esclavista. Así, pues,
para que la posibilidad de la rareza ele los consumidores en エ・」オセョ_ウ@ de una analogia sorprendente que tenían lugar en
todo caso sea excluida y para que la realidad fundamental medws 、QセZイ・ョエウ@ llevaron a resultados completamente dispa-
pueda ser eliminada en un proceso de larga duración. Según res ... eウエオセキョ、ッ・@ aparte cada una de esas evoluciones y com-
el punto de vista ele las estructuras lógicas de la Historia, lo セ。イZュ」ャッウ@ después, se obtendrá fácilmente una clave ele esos
que nos interesa es que el proceso histórico se constituya a fenomenos.:." 2 _ Este texto muestra claramente que, para
través del campo ele la rareza: si actualiza todas las posibili- Marx, la f-listona de las sociedades no capitalistas o pre-capi-
dades dialécticas, es por su materialidad ele hecho contingente,
surgido ele una primera contingencia. Pero, considerando cada 1
b Marx constituyó la dialéctica materialista a partir de los econo-
.
caso aisladamente, aunque no hayan podido desarrollarse todos セエZウ@ 。オエセァ・ウ@
de la rareza Y contra ellos; entonces la discusión ue
estos momentos dialécticos (basta con considerar a los pueblos エ・セイ。[ᄋ@
a ャセオ・@
pueda parecer una digresión, es necesaria: trata de r¿in-
sin historia o a determinadas naciones asiáticas que han tenido N t . 1 , rareza como hecho humano (y no como maldad de una
a lila eza madrastra) en la Historia humana.
que inteTiorizar la relación fundamental del hombre con la
R b セ@ Rf esfn:esta a Nicolds Mihhailovshi (1877)' citada por Maximilien
máquina que el Occidente capitalista les impuso primero en d u le' 0 lb. cll., págs. 426- 427. Se trata de mostrar que la proletarización
su empresa colonialista) , en cuanto aparecen como estructuras e aparte
una p 1e ederomana los セᄋウ@ a pesar d e su ana 1og ¡a con la proletarización de
de inteligibilidad en una historia en curso, son ellos los que tados y p 1 es contemporáneos, no engendra los mismos resul-
será 、ゥヲ・セZョ@ ・セ@ 」セウオ・エゥ。L@ Jla ュ。イ」セQ@ _de Rusia hacia el socialismo
permiten aprehenderla como racionalidad total. os pa ses capitahstas avanzados.

300 301
talistas del pasado no está hecha; conviene estudiar el desarro- ィゥウエ_イセL@ de la antigüedad, de la edad media y del período pre-
llo de esas sociedades, compararlas entre sí y con las socieda- capltah.sta セ・N@ han presentado raramente para Marx en una
des modernas, al menos en el caso en que se imponga la ana- forma zntelzgzble. Ante todo no duda -éste es su mérito- en
logía, y del estudio separado y de su comparación resultará la r«;tocarlos en función de los historiadores no-marxistas. Por
inteligibilidad. Naturalmente, la comparación las hará inteli- eJemp_Jo, セ。@ como オセ。@ verdad muy general (y deducida de la
gibles en tanto que son diferentes por haberse producido en expenenoa) su teona de la lucha de clases: "La historia de
medios enteramente diferentes. Pero no sólo descansa sobre toda sociedad pasada es la historia de la lucha de las clases" 1.
la analogía exterior del proceso: la analogía está fundamenta- Y Engels añade después esta nota: "Es decir, para hablar más
da aunque a su vez funde a la diferencia. Está fundada esen- exactamente, la Historia transmitida por escrito. En 1847, la
cialmente en el desarrollo dialéctico de determinadas relacio- prehistoria de la sociedad, la organización social que precedió
nes del hombre con su praxis, es decir, con su trabajo (campe- a toda historia escrita era casi desconocida. Desde entonces ...
sinos libres, es decir, que trabajan sus campos libremente, con- se encontró que las comunas rurales con propiedad fundiaria
centración de los bienes fundiarios y de capitales financieros común eran la forma primitiva de la sociedad. La escisión de
que reducen a los expropiados al estado de trabajadores posi- iセ@ sociedad en clases particulares y finalmente opuestas em-
!Jles, pero para los cuales el trabajo, como condición de la pro- pieza con la desagregación de esta sociedad primitiva."
ducción de su vida, se ha convertido en la primera rareza) . "Se encontró ... " ¿Quién? Max Shausen, Maurer, Mor-
Sólo que todo esto está indicado, de forma que la evolución ァ。ᄀセᄋ@ eウエオ、セ。イッョ@ los 、。エセウ@ de la prehistoria, formularon hipó-
de las transformaciones de la sociedad romana tiene la forma tesis y las juzgaron confirmadas por los acontecimientos. Con
de un relato sin inteligibilidad real. Y no se vaya a decir que esta f:robabilidad, Engels (y Marx antes que él) no duela en
la razón que diferencia a los dos procesos reside en la dife- cambiar su concepción de la Historia, es decir, en transfor-
rencia radical de los modos de producción. Porque en cierto mar un desarrollo inteligible en condicionamiento empírico.
sentido es verdad que la constitución de la plebe romana セッ@ dudaría, sobre la base de trabajos recientes de la prehisto-
supone que en su época no hubo industria en el sentido na Y de la etnografía, en cambiar una vez más y en reconocer
moderno-de la palabra, pero esto es lo mismo que decir, sim- que la verdad, sin privarle enteramente de la razón, es m;ís
plemente, que la proletarización de los campesinos expulsados compleja de lo soñado por el simplismo ele los historiadores
del campo ha tenido, entre nosotros, como condición directa, del siglo XIX.
la industrialización y la concentración industrial. Con otras ¿Pero por qué se produjo esta desagregación? En primer
palabras, el movimiento de industrialización es para el fenó- lugar, no tuvo lugar en todas partes según Engels mismo, que
meno contemporáneo una fuente ele inteligibilidad positiva; c?mo se sabe quería a los iroqueses y creía que la pureza ori-
pero su ausencia, en Roma y para los romanos, sólo tiene sig- gmal se había con.servado en ellos durante más tiempo. Lue-
nificación para nosotros y como estricta negación de total ex- ァセL@ en muchas ウッ・、。セ@ que cita, se produjo en épocas muy
terioridad. Porque es una fuente negativa de exterioridad el d!versas y con frecuenoa desde fuem por contacto con las so-
mostrar, por ejemplo, que una nación ha perdido la guerra Ciedades más "evolucionadas". En el Anti-Dü!zring, por ejem-
por insuficiencia de armamento (en relación con el armamen- plo, escribe: "El despotismo oriental y el dominio cambiante
to del enemigo) . Pero se enunciaría una proposición total- de. los pueblos nómades conquistadores, en el transcurso de
mente desprovista de sentido si se dijese que Napoleón fue miles. de años, no pudo prender en estas comunidades; lo que
vencido en \Vaterloo porque no disponía de aviación. De he- las disuelve cada vez más es la destrucción gradual de su in-
cho, el proceso romano tiene que dar por sí mismo sus fuentes dustria primitiva por la competencia de los productos de la
positivas de inteligibilidad.
1 Manifiesto comunista, trad. Molitor, pág. 54.
Ahora bien, es de señalarse que los esquemas ele la pre-

302 303
. .
bies, su con reni do es ョッMィゥウエ\jセᄀ@ @ L ッ セ ᄋ ton a, por el con tra-
par te, al hab lar de la com una rio, la que nos tien e que
y es la H1s
gran ind ustr ia" 1. Y Ma rx, por su セ。イ@ cóm ? Y por qué en セ。ャ@ sacie-
rusa dice que Rus ia es "el úni
co .Paí s eur ope o en el que la dad se acel eró brus ca ュ・セI@ que en tal
do en una esca la nac ion al otra la tran sfor mac ión pr·' .
velo Cid ad y por
'com una aarí cola ' se hay a man tem side raci one s nos rem iten lcam · ente no tuvo ·lubr rar. Es esta
has ta ョオ」ウNセイッ@ días ". Tod as esta s con His tori a 1··" que t'1ene que dCt pro . . .
a de los pue blos sin hist o- . qtie por cwn ar su. pro pw mte hgi bi-
sin nin gun a eluda al difí cil pro blem hela d en ' t·mt o ave ntu ra tem par a 1, nue ntra s gue la ley
a y lo exa ger an, ya que pare - ana lític a no tien e qu e 1. 1um •mar el p .
ria, pero amp lific an el pro blem cons1e1erad o. .. Acle-
enc ia el ord en tem por al de la , u E イッセ・ウN@
la s Igu ¡ent e r· rase qu1s1era
cen pres enta r en una tota l con ting mas es sorp rend ente
q eel nge 1s ' en
lueg o que no pre tend o que ., .
apa rici ón de las hist oria s. Des de el ar un ejem plo ele esta, esag rega cwn co ·
mo .mt e 1¡g¡ 1 Iciacllus-
. ·b·¡ ·
deta llad a com o irre duc tibl e . I 1 1
con side rase n esta con ting enc ia tón ca y que tom ase el e·e 0 e e as セッNュオョQ」ャ。、・ウ@ asi<íticas. En
1m\.s gen eral ele que hay a una efecto, la frase qu"セ@ ' siguJ emp
(po r ejem plo, a la con ting enc ia es 1a que ctta bam mas , .
arn 1Ja: nos
Lo que es seg uro es que en _ s comtin¡'el·\セ・@ 1es resz.st1e . ron 'todos
hist oria ; volv erem os sob re ello ). ens ena . que esta
vast as hip ótes is sob re la suce- · ' . 1ustn•a D o,¡ exc epto la com-
los casos con side rado s se trat a ele pete nCi a mod ern a, ele la' g ran 1ne . ese e 1ueg o que hay
gun a inte ligi bili dad dial écti ca. esta fra se en e1,. con
sión de aco ntec imi ento s sin nin que volv er a colo car , text . E nge 1s, con
crib e Eng els mis mo la desi nte- . , r. D"l . o.
Vea mos por lo dem ás cóm o des JUsta razó n, trat a ele mo stra ' 1 d . u11rtn. g que la, piop . ¡ee . 1acl pn- .
s. He aqu í dos text os ele la
grac ión ele las com una s agrí cola d
va a no está fun dad a en
a VIO enCia 1 Cla ro ¡
os: "La pro pie dad priv ada ... . .' • que e a com o
mis ma obr a. En el prim ero , leem eJem plo la acci ón ele una soci eda'e·e m セ@ stna h.za da ウッ「セᄋ・@
d incl.
rmi nad os obje tos, en la anti - una
exis te ya, aun que lim itad a a dete com uni dad cam pesi na. y el otro Z
s los pue blo s civi liza dos . Cua - 1 el .J 1 P. eleg ido es mas con -
gua com uni dad prim itiv a ele todo el u yen te toda vía: nos exp lic a de
er lug ar en el inte rcam bio t1'er¡·asa ab!Iesso en uc¡ n con tem ¡JO ráne
ja ya en esta com uni dad , y en prim ¡ la comuniclacl de las ara pro p · 1ae¡es agn.cola s,
a de mer can cía. Cua nto más . ' el H 1 Iee
con los extr anje ros, en la form en las onl las del Mos ela o en
@ Z ッ ョ セ イ 。 i N 」 ・ 、
pro duc tos de la com uni dad , es enc uen tran bue nam ente ッセ[Zi、L@
1 "Lo s
form a de mer can cía tom an los 」。ュー・ウゥセッ@
dec ir, cua nto men os de ello s son
pro duc tor y más con vist as al cam
crea dos par a uso pro pio del
bio, más sup lant a el cam bio ¡ la prop1eclacl ind ivid ual del suel ol reem plac e a la pro p1e dad
com ún" . De su pro pio in ter • ·.
S1. 10y ' en una' Ale man w
pro pio mte
. 1n
re: que
. d us-
la divi sión nat ura l y prim itiv a . ¡·Izada Per o las ge . es,
en el inte rior de la com uni dad a tna .
neracJOnes ante rior
. es no VeJan que su

l se vue lve tam bién el esta do 1 • e
del trab ajo, y cua nto más des igua mte rés consistiese en eso Es

mbT os ele la com uni dad , más de la His tori a desc anse セッ「G@ pu.es, cun oso que la exp lica ción
de la fort una de los dive rsos mie
ant igu a pos esió n com ún del soci eda des sin hist oria ・ョァャッセ@ ャ・jュセッウ@ que mue stra n a una s
pro fun dam ente que da dañ ada la @ セ ltas por la hist oria ele
a diso lver se la com uni dad en los otro s. Aho ra bien esa . ae as 1sue
suel o, m<\.s ráp idam ente tien de 1
' es preC isam ente la que hab ría
ario s de parc elas de sue lo 2. rQ ¡ ¡ 1 ' '. que
un pue blo de cam pes inos pro piet
1¡ con clui r: "AW
<;xP. セ。イN@ Y ele nad a sirv e pied ad
en el sen tido pos itiv ista de ! @ セ \ e om e a pro
Per fect o: se trat a aqu í de una ley md¡ v¡d ual se con stitu ye ' lo es a cau sa de un .ca' m b'10 en 1as
ción y de la dete rmi nac ión de .
re 1aCiones ele pro duc ción y dye dmt . .
la pala bra , es dec ir, de una fun w, en mte rés del cre-
d con que se tran sfor ma una cim ient o ele la pro duc ción elrc amb
su vari able . Y= (!) : la velo cida 1 e 1 os prog reso s del com ercw · ;
pro piet ario s es dire ctam ente 1uego, J)Or causas eco nóm ·Icas " -o que qu 1.e re (1eCir •
com una en pue blo ele cam pes inos todo y
que un núm ero crec ient e ele no sign ific a nad' a- • lo q ue, en to o caso • a un
d •
pro por cion al a la velo cida d con no es más que
ma en mer can cía. Per o pre- una fun ción univ ersa l.
pro duc tos "na tura les" se tran sfor 1
toda s las leyes de la Nat ura - En els
cisa men te por que esta ley, com o セ・@ hab rá nota do que en este text o セ@ pon e a la pro -
rela ción uni ver sal entr e posi- duc ción de mer can cía com o . df u ente ele cles¡gualclades ele for-
leza, sólo trat a de alca nza r una
tuna . Per o no se pue de
pág. 33. igua ldad es pro duz can 」ャ。セョウj@ ・セイ@ en. abs olut o que estas eles-
1 Anti -Dii hrin g, trad . Mol itor, II, en e as mis mas , y Eng els tam poc
o
2 lbid em.
305
304
.
lo cree, ya que en el tercer tomo de su obra nos da una inter- do desguarnecido. frente a una clase de grandes propietarios
pretación completamente diferente a la división de clases: (con otras _clases mtermedias). En la edad media, igualmen-
"La división de la sociedad en una clase de explotación y te, como chce mセイ」@ bャッ」AセL@ el no_ble, en un r:riucipio, es el que
posee un caballo, y en efecto, s1 los campesmos se amontonan
una clase explotada, en una clase reinante y una clase oprimi-
alrededor del castlllo y aceptan. las obligaciones de la ser ·-
da, ha sido la consecuencia necesaria del débil desarrollo de
la producción en el pasado. En tanto que el trabajo total ele la
、オュセイ・L@ de la prestación de trabajo, del horno de poya, lo v:s
en v1rtud セ・@ una determinada división del trabajo, pero no
sociedad sólo da un rendimiento muy poco superior a lo es-
de la qu_e d1ce Engels: el 」。ューセウゥョッ@ le pide al noble que haga
tricto necesario para asegurar la existencia ele todos, en tanto
el エセ。「jo@ de _la ァオセイ。L@ es deClr, que le defienda por la vio-
que, como consecuencia, el trabajo reclama todo o casi todo
lenCia ・ャセ@ la vwlenCl?, en el me_dio de la rm·eza. Lo que llama
el tiempo de la mayoría ele los miembros de la sociedad, ésta
la atenCiÓn en las mterp,retacwnes de Engels -y en las de
se divide en clases necesariamente. Al lado de esta gran mayo-
Marx ュセ」Q。ウ@ セ・」ウ@ tamb1en- es que las referencias a la rareza
ría exclusivamente dedicada al trabajo, se constituye una clase
sean_ cas_1 mas1bles y adem<is ambiguas. Sin embargo, en esta
liberada del trabajo productivo y que se encarga de los asun- exphcaClÓn de la dualidad de clase se encuentran algunos ras-
tos comunes ele la sociedad: dirección del trabajo, gobierno,
gos, aunque la sociedad considerada está dada como produc-
justicia, ciencias, artes, etc. En la base de la división en clases
tora ele セュ@ ェjッ」セ@ más ele lo necesario. Y la rareza no es ni la
está, pues, la ley de la división del trabajo" 1 . de los b1enes, m la de las herramientas, ni la de los hombres:
Esta vez la explicación es histMica; por lo demás es lo es la rareza d:l tiempo. !'Jaturalmente, ésta refleja en ella a
que permite ver hasta qué punto es falsa. Y ante todo sabemos todas las ?tras, corno el_ t!empo es raro para el trabajador (ya
que las sociedades del pasado -las de la Historia "escrita", que no ,d1spone del suhoente como para ejercer él mismo su
que, por lo tanto, se caracterizan por las clases- se dividen en ウッ「・イセュ。I@ , hay que pensar, evidentemente, que la rareza de
una pluralidad de clases (que sus luchas tienden a reducir los セQ・ョウ@ y de los productores se ha transpuesto y se ha con-
poco a poco) y no a esta dualidad esquemática que ni siquie- vertido en rareza temporal. Pero esta forma quintaesenciada
ra hoy es verdadera en los países industrializados. Adem<is, po- no da cuenta, del ィ・」セQP@ real de la ウャA「セゥュ・ョエ。」￳@ de hoy bajo
demos aceptar la idea ele que la clase superior se constituye エセ、ッウ@ !os regunenes, mcluso los soczalzstas. Las interpretaciones
primew como clase di,-igente y se libera del trabajo directa- ィセウエ￳ョ」。@ de Marx y de Engels harían pensar, si se tomasen al
mente productivo por su nueva función, cuando, según Engels, p1e 」セ・@ la letra, que toda sociedad goza siempre de lo necesario
precisamente, la institución de la esclavitud libera a la mayoría Hエ・ュセョ、ッ@ en cuenta los ゥョウセイNュオ・エッ@ de que dispone y las
de los "hombres libres" de una parte de los constreñimientos neces1dades que se han estrat1hcado en los organismos) y que
del trabajo, cuando, también, el momento de la expropiación セウ@ e_l ュセョ、ッ@ de la producción el que produce, a través de las
y de la concentración de los bienes fundiarios es el que sucede, mst1tu_oones アセ・@ condiciona, la rareza social de su producto,
según Marx, a la posesión individual del suelo por los cam- es dec_1r, la.. desigualdad de_ las clases. Marx escribe, en Salario
pesinos y que ese momento crea precisamente un proletaria- Y 」。セエャZ@ En la producCiÓn los hombres no sólo entran en
relaClon con la n。エオイセャ・コN@ Sólo pueden producir cooperando
1 Anli-Dilltring, 111, pág. ,18. Adem;ís de las contradicciones que de una manera determmada e intercambiando mutuamente sus
imlico mús arriba, es curioso que se pueda presentar al gobierno y a 。セエカゥ、・ウN@ Para producir, establecen entre sí relaciones y con-
la justicia como elementos que engendran a la clase, cuando en otro
lugar, y con razón, se ha sostenido que la clase dominante produce al dlcwnes. determinadas; su dominio sobre la Naturaleza y su
Estado como uno de sus órganos. Sin duda que no hay contradicción, producoón sólo se establecen en el marco de estas condiciones
pero esta "circularidad" es de lo mús dudosa. Una clase que se desarrolle Y de. estas relaciones sociales." Y, un poco m;ís abajo: "Las
a partir de su soberanía J?olítica y judicial no poseerá los caracteres que
caracterizan a los terratementes o a los burgueses del Antiguo Régimen. relaCiones de producción, en su conjunto, forman lo que se lla-

306 307
M
nto est am os tic a de no-11umanidac! e arx ha ?Ia mu y po co de la rar eza , y
la soc ied ad. " En este pu po r lo qu e creo es , オセ@ n ele la eco-
ma las rel aci on es sociales,
tot alm en te ele acu erd o
con el ma rxi sm o: y en
op era
cu an to est án
ció n" rev ela no mí a cUsica ーオ・ウセ@ el: tralta ele un lug ar co mú
moe aTpor Aclam Sm ith , de sar rol lad o
ir, en cu an to la "co po r Ma lth us 'y sus Sttc esores. om a' la, cosa po r ael qu mc la y
..
dadas las clases, es dec @ ウ ッ ュ セ ャ _ カ N á en-
do an tag on ism o qu e la ウオ「Mエゥ・セ、L@ . To da i
pre 1er
.. e --c on J·usta ó
' raz n, pu est o qu e e ma rxt sm
1 • o es es o-
el pro fun gtb dtd acl
ntr ar en él las bas es de un a ve rda de ra mt eh a, qu e el
.
constclerar el trabaJ· 0 com o pro du cto r el e 11erram1en . tas y de
co y un . o el e r·lnt.do
mp ren de mo s qu e sólo ha . es ele co nsu mo y 1 . .
b. cu est ión -y ah ora co co mu na s agr í- b ten a mt sm o tiepmp o co mo un tip
ega ció n his tór ica de las 1 •
el e re aCtón en tre los h om res. ero ha b , ,
pro ble ma de la des agr tal le- es sab er, , y au n mas, ーッイアオ・セ@
a com o pro ble ma de de 1o me nc ion a la rar eza -e s 1 .
po bla -
colas for ma pa rte de ell o de lo po sit ivo 」セエ。ョ・@ el eCtr, el exceden,te . ele
o, cóm o se ha ce el pas Ct ón -. y la em igr aci ón qu e res u ta ele e 11 a, 1a un
en el seno del ma rxi sm vem os qu e los tra ba jad ore s cre an , t · .
tca Ra zó. n
. oranCta.
a lo neg ati vo ; en En gel s
ap reh en de mo s ncg a zva de esta em igr ,t(l 6 n 1e pa rec e q ue es 1a tgn
mi nis tra do res ; en Ma rx "E n e f ecto, en la An tig iie da 1 1 . .
ell os mi sm os a sus ad ele un mo do le 1a emtgraC tón forzada ... for ma -
los ind ivi du os alr ed ed or nto con st·t n.t e · 1... Co mo los
la co op era ció n dir ect a ele ¿P or qu é est as ba un ele
. uo s ign ora ba n la' l.
me e e "óa est tur
ruc a socta
mi na sus co nd ici on es. el . el
de pro du cci ón qu e de ter a ap ari en cia an ttg ap ICa·Ct1 n , e las cie
netas e ·la Na tur a-
o qu e inc lus o tie ne n un 1eza en la pro du cci ón ma te.11a ·
tra nsf orm aci on es dir ect as, e ne ces ari am en te , ten tan qu e seg セNオᄋ@ stene1o po co
, tie ne n qu e hac ers seg uir sien 1 . . . aclos l. Pe ro com o
co ntr act ua l a lo Ro uss eau 1u me ros os pa ra po de ra Ra zó n
l
ba jo soc ial qu e es e o. Ctv tltz
é la div isi ón de l tra an tes he mo s visto est
ant ago nis tas ? ¿P or qu ele clases, ue h; ue セ・ァ。エカ@ en ver dad es un a na da
iac ión po sit iva se tra nsf orm a en luc ha ele Ra zó n. dゥイ■。ウセ@ a negación in-
un a dif ere nc
iac ión neg ati va? De spu és de tod
o, los mi li-
en el gru po q .· q nd o otraespo ne r un ·ó
es dec ir en dif ere nc y los ad mi nis tra - ter ior g11ego1 o 185 rom an n negact n ext eri or, lle-
ho y los org an iza do res ga( a de l cielo, es de cir
3,
tan tes sin dic ali sta s son
en alg un os paí ses oc urr
e qu e tie ne n @ ャ セ ョ [ ー ッ al .dP or lo 、セュ■ウZ@ sólo ha cit ad o
do res de la clase ob rer a; bu roc rat iza n, este. ・ェセューャッ@
' pa ra
e la em tgr ao ón en pe río do
o qu e los dir ige nte s se ca¡ nta lts ta qu e se e xp1"tea po r el exc eso ·• "N o es 1a pe nu ria de
de ma sia da im po rta nc ia a clase ni qu e
ten de n qu e for me n un 1 1. uerzas pro du cto r 1 •
ció n
pe ro los ob rer os no pre clase. ¿Es qu e la dif ere nc iac ión se as
@ ウ セ ョ ・ ュ オ 。 do qlu e cre a el ex ced en te. de po bla .'
tirs e en un a sin o qu e es . el s pro d t
vay an a con ver a las otr as o e ob l . ' as fue rza セ・@ ma s o qu ext-
1 e
el int eri or de la clase ex plo tad a y co ntr po r los ge un a clt sm mu ció n
. de la ell a po r el
ma nti en e en
cu an do el gru po , ab sor
bid o .P , acw n, Y se hb ra de
clases? Sin duela, pe ro du ce -se gú n En - ha mb re o po r la em ·tgraCt 6 n ' 2 . Co n es t o sól o ten em os un a
tod o el tie mp o, pro . 1
tra ba jos qu e le oc up an
ión , estos ap a- a 1ust ón he ch a sob re 1 Q
セ@ a 11a hu elg a tecnollaó¡sInd ica y al
ol, de ges tió n o de dir ecc 」Nイ・ゥセョエ@ @ セ 。 ョ Z ゥ 」 イ 「 ッ ー ュ ・ ust ria -
ge ls- ap ara tos ele co ntr ied ad aú n rm li- e ase ob rer a po r
el int eri or de est a soc Pe ro el ace re . r caso
rat os se ma nti en en en isi on es int e- ltz ao ón .
ョ。・ュエセッ@ ・セ@ típ ico· : en el pri me
mi sió n op on ers e a las div Ma rx evo ca la Ra' ,zón · '
me nta ria y tie ne n como s. ¿P or qu é ha - ga ttv a (m su
f"
ICiencta de l sab er, lue go
tur ale s, a los ene mi go ele Ias fue rza s pro du cto ra )
rio res , a los pel igr os na ra for ma r clases? セ。@ !es cam ote arl a,. y en el seg
un do
le da a un 。」ッョエ・ゥュセウ@
ida d· de la soc ied ad pa
de rom pe r la un ica de tal vo (li qu ida ció n
brí an
-n o com o Ra zó n his tór lo a me nte neg atz
La ún ica res pu est a po sib le
ele la int eli - ele los sob ran tes ーセイ@ el h
a.m :re o ella 1em f igr aci ón ) un a cau sa
ces o pa rti cu lar , sin o com o fun da me nto tot alm en te po sit iv· t· el
cre Ctm ten to •e, as オ・イセ。ウ@ _rrocluctJvas.
.
o cua l pro tie ne qu e ser '·
- es qu e la ne ga ció n E ,
s ah t ad on de qu erí a ce 11e ar: en u a, el mo do
gib ilid ad ele la Hi sto ria ra ind ife ren cia ció n, ya sea co mu na pro du gl n pen ocl o cap Ha ltst
me ón ede n en
da da pri me ro y en la pri se co mp ren - de pro du cci
. a セ。￳イ・コ@ (ho mb res qu e exc
nó ma de . Y est a ne ga ció n, co mo un a soc ied ad da da • dt"s mmuc1 n de l po d er. e1e a d qul.. Slción pa ra
agr íco la u ho rda s ho mb res po r
ori zad a ele de ter mi na do
de, es la neg aci ón int eri de ele gir a sus bu e g d do por Ru bel ,
esi dad pa ra la soc ied ad 1 New-Yor}¡ Tri e feb rer o de 1853, cita
la rar eza , es decir, la nec ma ra, es la
ne 2YB. n ,
nta do s. Di ch o de otr a p;lg .
mu ert os y a sus sub ali me en sió n pní.c- 2 Id., ibid .
de la rar eza , de un a dim
.existencia, en el ho mb re
309
308
que está ausente, en tanto .que acto, de muchos procesos; no
cada uno de ellos) porque entra en contradicción con las rela-
es エ。セーッ」@ un .rasgo de la Naturaleza o una virtualidad es-
ciones de producción. Lo que significa, según Marx, que la
condrda. Es la mhumanidad constante de las conductas hu-
Revolución -que él creía muy cercana- no sería simplemente
manas en tanto que rareza interiorizada, es decir, lo que hace
la heredera de una bancarrota y que transformando las rela-
アセQ・@ cada uno vea ・セ@ cada uno al Otro y el principio del 1\lal.
ciones de producción, el proletariado podría reabsorber en
'I.ampo:o es necesano -para que la economía de la rareza sea
seguida esta rareza social en el seno de una nueva sociedad.
vwlenoa- que haya matanzas o encarcelamientos, un uso visi-
La verdad aparecerá más tarde, cuando se vea nacer en la
ble de la fuerza. セゥ@ siquiera el proyecto actual ele usarla. Basta
sociedad socialista unas contradicciones nuevas originadas en
con que. las relacwnes de producción estén establecidas y sean
la lucha gigantesca emprendida contra la rareza. Es esta cer-
ーイッウ・ァュ、セ@ セョN@ un clima de temor, de desconfianza mutua
tidumbre positiva la que impide que Marx y Engels pongan
ャセッイ@ オセキウ@ mdrvrduos que estén siempre dispuestos a creer que
de relieve la rareza como unidad negativa a través del trabajo
・セ@ ?tro es un contra-hombre y que pertenece a la especie ex-
y de la lucha de los hombres por la materia. Es también ella trana; con _otras ー。ャセ「イウL@ que el Otro, cualquiera que sea,
la que causa tanta incertidumbre en las reflexiones de Engels pueda mamfestarse siempre a los Otros como "el qtie 11a, ern-
sobre la violencia. Porque, en cierto sentido, la ve en todas d " . . ..
l1 eza o · Lo que srgmhca que la rareza como neo-ación en el
partes y, siguiendo a Marx, hace de ella la partera, y si tienen
un sentido las palabras, la lucha conduce a la violencia y, en
ィ_イセ・@ del. h?m.bre por Qセ@ materia es un princi¡;¡o de inteli-
gr b.r!rdad dralectrca. N o prenso ni en dar aquí una in terpre-
otro sentido, se niega -con mzón- a seguir a Dühring cuando tacwn de la prehistoria, ni en volver sobre la noción de clases
éste quiere fundamentar la propiedad y la explotación con Y, en mostrar después de tantos otros cómo se han fundado. No
la violencia. Ahora bien, Dühring era un imbécil y sus robín- solo supera ese 1Jroyecto a las fuerzas · ¡·lVI"d UO, SinO
de u n lllC ·
<
sonadas son absurdas; pero Engels no vio que este pensamien- que 。セ・ュ£ウ@ n.? es mi propósito. Yo sólo quiero mostrar que
to idealista y novelero, en medio de sus locuras, reclamaba la desmtegraoón de la comuna agrícola (donde haya existi-
la presencia de lo negativo en Historia. Es lo que quería do) Y 1a apancwn · · · de las clases (inclusive admitiendo, como
L •

decir Dühring con su "violencia"; el proceso histórico no se Engels, gue nacen de una diferenciación de las funciones),
comprende sin un elemento permanente de negatividad, si- cuales_qurera que ウ・。ゥセ@ sus セッ、ゥ」ョ・ウ@ reales, no son inteligi-
multáneamente exterior e interior en el hombre, que es la bles セュ@ o. en la negaoón ongmal. En efecto, materialmente, si
perpetua posibilidad, en su pwjJla existencia, de セ・イ@ el .que los エイ。「ー、ッセウ@ producen un poco más de lo que es estricta-
hace morir a los Otros o que los Otros hacen monr, o drcho mente nece?ano para la ウッ」ゥセ、。L@ y si セウエ£ョ@ administrados por
de otra manera, la rareza. Los errores ele los economistas clá- un grupo ィセ・イ。、ッ@ セ・ャ@ trabaJo productivo que -necesariamen-
sicos y de Dühring son exactamente lo contrario: los primeros
セ・@ en ー・アオセョ。@ セ。ョエイ、M puede イ・ーセエゥウ@ lo superfluo, no se
creen en la naturaleza humana, como creía su siglo; ponen e ーセイ@ que la srtuaoon -en cualqmer circunstancia- podría
al hombre en unas situaciones de rareza -es lo que define a cambiar; por el 」セョエイ。ゥッL@ me parece que captamos el marco
la economía- y tratan de estudiar sus comportamientos y las de las transformaoones y su inteligibilidad si admitimos -lo
relaciones que resultan de ello entre los objetos de la econo- que en t?das partes (y en todos los niveles de la técnica, luego
mía. Sólo que ya sabemos que el hombre es lo que es al partir de la exrgenoa humana) es la verdad- que la diferenciación
y que la rareza lo condiciona desde fuera. Dühring, por el se produce en una sociedad cuyos miembros producen siempre
contrario, le da inmediatamente al hombre un poder de vio-
un poco menos de lo que le es necesario al conjunto, de tal
lencia y una voluntad de usarla que sólo puede tenerla por
manera アオセ@ ⦅Qセ@ constitución de un grupo improductivo tenga
su arbitrio determinado. Adivinamos lo que esta malísima
como co.ndioon la. sub-alimentación de todos y que una de
criatura hace cuando le falta el pan. En verdad, la violencia
sus funcwnes esenciales sea elegir los sobrantes que se tienen
no es necesariamente 'un acto, y Engels tiene razón al mostrar
311
310
. . . • •
or del de los hom bre s . por 1a ma lcn a Int eno nza da, esta. pri.me ra ma -
der ech o de con sid era r el terr ner a ele toril ar a car go en 1
que elim ina r. Na die tien e el su 「、・ウ。イッャセᆳ _e cor azo n . e e. 1la el pra xts mis
' 1 ma y en
te en las ウセ」ゥ・、。@ tod o rno me nt o a esta Ine .
ham bre , que es ウッイー・セQ」ャョ@ feu cla hsm o y ele los cam pes i- .·
rcn
, ' e e ext
1 eno nc a que la con trad ice .
s del Es eso en su 0 llg
das, 0 . esos Graneles ]\•hedo sim ple s afec- ' en y aun oy, o que e1a un fun dam ent o deh l
bre com o si fue ran int elig ibi lid ad a e s t e asp ect o m l e¡·Ito e1e 1a llist . hum ana
nos ant e el esp ect ro del ham ent an la inte rio - a
. ona
el con trar io, rep res el hom b . '
cio nes sub jeti vas ; mu y por com ien zo ele pra xis. en la que re ve en cad ' ' Ins ant e su acc
a . t wn rob ada y
etiv a y son un tota 1me nte def orn lad . .
rila ció n de la con dic ión obj , mil lon es ele hom bre s ' a por e 1 me d·10 en que se 1ns cnb e. Es ant e
de, aún hoy r la q
Es e 11 una hum ani dad don se ha tod o esta ten sió 1 ue por . el r·Iesgo pro fun do que hac e que
ham bre , don de la His tor ia cor ra tod o hom bre en 1a SOClec1acl por 1a VIO
se mu ere n lite mlm enl e ele y ele los 1 . 1enc w . el"f· 1 usa que
aci ón ele las fun cio nes t el '
des arr olla do por la dif ere nci pos ele í cre a en cad a uno y en
セャ@ os, por la ibil ida d que da a
cue nta en el act o que los gru i.
cad a uno de ver lleg,ar a e a su m·' Q ·セエQP@ ·
pos
sub -gr upo s. No s dam os así son a la vez los l
as am igo corno un
y de dir ecc ión .
ani ma l ext rañ o y fero z ' d a a toe 1a jJraxts , e n e1 ma,s e l em ent al
:alm inis trac ión , de ger enc ia que ésto s los ace p- 1
os (en tah to . ele s un est atu to pe .
mis mo s que sus adm inis trad a la vez los que est< ln d e 1os niv
' ' rpe tuo cee 1 ·t rem a urg enc ia
r· x y hac e
s. Por que son 1 qtle s .
tan ) y otr os dis tint os a ello ir, ele d e cad a una , cua lc¡u iera ea su l1l rea' l , un act o e,1e hos ti-
los Otr os en el gru po, es dec l I.d a d con tra otr os 1·ncl·IVI·d uos u otr os g
enc arg ado s ele det erm ina r a mis- rup os. SI a.•Eng els y
.
rep arto y los que son ello s M arx se les da la< luc lla' d e e1ases es de e· 1a neg acw
ele gir las víc tim as del nue vo sob ran tes, n de los
ele que son tota lme nte ot a , 1 b. Ir, ,
mos los Otm s en el sen tido par a cad a uno uno s por .los otr os ' o con r, s pa a 1 as , .la neg CI n sm ma s,
a ·ó ·
y que con stit uye n b ast ant e tien en par a com pre d 1 H'Isto na. Per o aún hay c¡ue
que con sum en sin pro duc ir cia -
el me dio ele la rare za, la dife ren enc ont rar .la neg aci ón en sttncom ten w . .y aca
er. a
una pur a am ena za. En a que ten ga lug ar, , ime n de la r
b
, < amos e1e ver que
cua lqu ier ma ner 1
ció n de las fun cio nes (ele im- en el reg
a ョセァ。ッ_N@ del hom bre por ei
hom bre era , tom ada 、Zイセカ@
ext rem o sim plis ta)
ma ner a en
pue s Eng els la ve ele una ran te la o e ュセ・ョッコ。、@ por la pra xis,
me nte la con stit uci ón ele un gru po sob la neg aci ón del hom bre or
plic a nec esa ria la com - ャュセ・ョ。@ en tan to que la org ani -
uci ón de éste a trav és ele zac ión de su ser fue ra dep 'l
(pe ro ace pta do) y la con stit es sub - enor a , atu rale za. Per o no pod
em os
det ene rno s aqu í. An te エッセ@
ele un gru po de pro duc tor
plic ida d ele mu cho s Otr os uct ivo s, per pe- p qdue la rare za es una exp res ión
los gru pos imp rod fun dam ent al per o co n t"mg ent e e la rea co"ó n d e la ma teri a
alim ent ado s. Inv ers am ent e, son el Otr o ab- ,
liqu ida dos , ya que sob re el org ani sm o lue
1
tua me nte en pel igr o de ser n esta @ セ オ ア abo rda r オョセ@ teo ría gen era l
sol uto (el que viv e del trab
ajo de los Otr os) inte rio riza
de las rela cio nes @ ャ ッ ァ ・ イ エ ョ セ lay
a y la pm t
com por tan fre nte a los ind
ivid uos a ma ten s, en e 1 ma rco
alte rid ad am biv ale nte y se . .
me vit abl e ele la rar eza que nos pro duc e · x .
dis tint os que el hom bre (au nqu e ' '
elJ . sm cesar, aun que sm
ya sea com o si fue ran Otr os .fu era n ocu par nos de ésta por
br; Ism a: Lu ego por que el
bie n, el
), ya com o si sol am ent e pro duc to, etc ., tien e un da
pos itiv am ent e, com o dio ses al est ado er en su rela ció n con el
a esp ecie (pe ro red uci da hom bre : por una< par te o fe car act rar
hom bre s, en me dio ele la otr o, ver dad e- , en e ·ect o es < o,. por otr a par te, este
nto al gru po sac rifi cad pro duc to, por eje mp lo
'
,
ele sub -hu ma nid ad) . En cua ific ar su rela ció n ser rea l y pre sen te d (qu e yo he
luc ha par a cal pos eo , es un
ram ent e se pue de hab lar ele ade ne la vio len cia , pro duc ido
'
que
, que con sum o et c. ) · y sm ·
uda que la
no se des enc '
con los Otr os, por que aun que za a trav és ele tod os, rar eza se ma nti ene en e'l com o un ser neg ativ o, con 1as pre -
ir, por la rare · . .
está neg ado por tod os, es dec sin o cau cw nes que tom o p ara u ti 11zar1o per o セ@ tan to que lo pro -
and o esta neg aci ón, no al niv el ele la pra xis, que lo uso t '
y res pon de neg duz co, en tan to イ・ャN。」ゥッセZ@
fi'n e:n g:n エセュ「・ョ@
nec esi- en las
ón ele neg aci ón que es la
sim ple me nte por · esta neg aci s que le sup ero hac ia mis
cóm o de hec ho se tran sfo rma
n esta
res ulta ( . as. 9ue mi pm xzs es su
dad . M:í.s ade lan te ver em os neg aci ón) y en las ue el
en seres, es dec ir, en col ect ivo
s y en , do ms cnb e en él, en el lazo
con duc tas y esta s act itud es de int eri ori dad オョ■カセ」。@ el 1 1
adq uis ició n pos itiv a. La 」セ・。Z「@
gru po. con la _Naturaleza, es una
la ver dad era est ruc tur a del
act itud es. Tam bié n ver em os am ien to n e un obj eto ele con sum 0
o
era este pri me r con dic ion
Lo que imp ort aba mo stra r
313
312
de una herramient a disminuye la rareza -negación de nega- so capitalista como uno de los momentos históricos posibles
ción-, luego en tanto que tal debería aflojar las tensiones de de la alienación. Dicho de otra manera, hemos visto establecerse
alteridad en el grupo, sobre todo en la medida en que el tra- la producción y determinar la alteridad como carácter de las
bajo productivo individual es al mismo tieii_Ipo. tmbajo soc_ial, relaciones de producción en el medio ele la rareza -o nega-
es decir, en la medida en que (ya sea sohtano o colectivo) ción del hombre por la materialida d como ausencia inerte de
aumenta los bienes de la comunidad . Ahora bien, en este nivel la materia-; vamos a descubrir la alienación como regla de la
de jJositividad, es decir, muy exactament e en el nivel de la ob- objetivació n en una sociedad histórica en tanto que la mate-
jetivación, la materia traba jada se muestra en su plena docili- rialidad como presencia positiva de la materia trabajada (de
dad como una nueva totalización de la sociedad y como su la herramient a) condiciona las relaciones humanas. Entonces
negación radical. En este nivel aparecen los fundamento s イ・。セウ@ comprende remos por la ligazón ele estos. dos momentos dialéc-
de la alienación: la materia aliena en ella el acto que la trabap, ticos cómo puede ocurrir que algo como clases pueda existir.
no porque ella misma es una fuerza ni tampoco porque es Pero en el momento en que nuestra ¡n·axis hace la experiencia
inercia, sino porque su inercia le permite absorber y volver ele su alienación, se descubre una estructura interna-ext erna
contra cada uno la fuerza de traba jo de los Otros. Su rareza de la objetivació n, que es precisamen te la Necesidad. De tal
interiorizad a hacía aparecer a cada uno frente a los Otros como manera, la continuació n de la experiencia regresiva no se
Otro, en el momento de la negación pasiva. En el momento del limita a mostrarnos la inteligibilid ad ele la formación ele las
trabajo -es decir, en _el ュッセ・ョエ@ ィオ⦅ュ。ョセ@ en que el ャAッイセi「・@ clases (a partir del modo de producción , en el marco ele la
se objetiva al produCir su vida- la merCia y la extenonda d rareza y como estructuras complejas de alteridades estratifica-
material de la objetivació n hacen -cualesqui era que puedan das, de contradicci ones interiorizad as y luego reexterioriz adas,
ser las relaciones humanas- que sea el tn·oducto el que designa y de antagonism os) , sino que también se nos hace Yolver a
a los hombres como Otros y el que se constituye él mismo en encontrar su primera estructura de apodicticicl ad 1 •
otra Especie, en contra-hom bre, que sea en el producto donde
cada uno produce su propia objetividad , que le vuelve como 1 Hay qne entender aquí que el redescubrimie nto de la rareza. en
la experiencia no pretende en absoluto ni _op?nerse a Qセ@ teoría ュ。イセQウエ@
enemiga y le constituye a él mismo como Otro. Para que la ni completarla. Es de otro orden. El descubnnuen to esenCial del marx1smo
sociedad histórica se produzca a través de las luchas de clases, es que el trabajo como realidad histórica y como utilización de herra-
es precisamen te necesario que la praxis separada de ella vuelva mientas determinadas en un medio social y material ya determinado es
a los hombres como realidad independie nte y hostil. No sólo el fundamento real de la organización de las relaciones sociales. Este
descubrimien to ya 120 jJUede ser puesto en tela de juicio. Lo que nosotros
en el marco del proceso capitalista, sino en cualquier mo- mostramos es esto: la posibilidad de que estas relaciones sociales se
mento del proceso histórico. Marx mostró las condiciones ma- vuelvan contradictoria s proviene de una negación inerte y material
teriales de la aparición del Capital, fuerza social que acaba que reinterioriza el hombre. Es también que la violencia como relación
por imponerse a los individuos como fuerza antisocial. Pero negativa de una praxis a otra caracteriza la relación inmediata de todos
los hombres, no como una acción real, sino como estructura inorg;\nica
se trata de hacer la experiencia concreta de las condiciones reinteriorizad a por los organismos, y que la posibilidad de la reificación
generales y dialécticas que producen en las relaciones del hom- está dada en todas las relaciones humanas, incluso en período precapita-
bre y de la materia una inversión definida como momento del lista, e incluso en las relaciones familiares o de amistad. En cuanto a
proceso de conjunto y en ese momento definido el dominio la rareza misma, tiene una dialéctica formal que ya hemos esbozado:
rareza del producto, rareza de la herramienta, rareza del trabajador, ra-
del hombre por la materia (por esta materia ya traba jada) a reza del consumidor, y una dialéctica histórica y concreta de la que nada
través de la jJraxis de los Otros y de su propia pmxis en tanto tenemos que decir, porque es cosa de los historiadores trazar sus mo·
que Otro como resultado necesario del dominio de la mate- mentas. En efecto, habría que mostrar el doble paso (bajo la influencia
de ese 」ッセー・ェ@ de la producción misma) de la rareza como carácter sobrante de. cada
ria por el hombre: en el ゥョエ・イセ@ de relacio-
uno en relación con todos a la rareza como designación por la soc1edad
nes dialécticas es donde se constituye la posibilidad del proce- de grupos de productores sub-consumid ores (en este momento, la rela·

314 315
AJADA COMO OBJETIVACióN ALIENADA
ele fines del siglo xvm y la del siglo XIX descansan enteramente
II.- LA MATERIA TRAll .. INDIVIDUAL y COLECTIVA sobre la combinación hierro-carbón. Es decir -ya veremos m:ís
DE LA "PRAXlS tarde el sentido y la inteligibilidad de esta verificaciém-, que
el carbón como fuente de energía condiciona a los medios que
. ue una sociedad designa a sus producto- habdn ele hacer que esta energía sea efectiva (la m:íquina de
Cuando deomos q l" sus muertos, se nos tiene que
. t dos y que e ¡ge a . . l vapor) y, a través ele las nuevas herramientas, a los nuevos
res sub.a l unen a (e eJ·em¡Jlo el d-e la victona e e
I<YUnos casos por ' · métodos para trabajar el hierro. De esta manera la humanidad
entender. E n a <:> • 1 le saclueo y }Jara los vencie1os,
.. obre otra segu1e a e ' ' ' .1 entra en posesión ele un potencial de energía acumulada, que
una nacwn s ' poder organizado cleClC e cons-
. 1 1 re) ocurre que un . . os proviene ele vegetales desaparecidos; si se quiere, es un capital
ele servit um? nte someter y explotar a oertos grup que le dejan como herencia otros seres vivos. Pero cada pro-
ciente y MセiZィ「・イ。、@ Pero este caso evidentemente no es el pietario se come al mismo tiempo su capital, porque las minas
en beneiiciO ele ot · d t .,rio y Engels tiene razón
. sino to o 1o con r.. . no son inagotables. Este canícter particular ele la mina, acle-
mús [recuente, l al entreg·arse dos grupos a una
1 el"ce que mue las veces, , , l b l m{ts de que va a favorecer a la primera industrialización, le
cuanto I . tuales uno ele los dos, a ca o e e
. l . tercambws contrae , , h da a ese primer momento del capitalismo industrial un cadc-
sene t e m . lo roletarizaclo y mue as veces
la serie, se ・ョセオエイ。@ ・[セイーッ@ LQセ@ realizado la concentración ter violento y febril; todas las actividades ele explotación se
explotado, Imentras q . "ele qtle todo ocurra en la constituyen sobre el modo ele la explotación obrera, es decir,
. Esto no 1mp1 con la perspectiva ele un rápido y brutal enriquecimiento antes
ele todos los b ¡enes. . l ·a-· esta manera de vivir el
. 1 • la VIO ene¡, , ele llegar al agotamiento ele la materia prima. A partir ele
violencw -y n 0 101 d 1 eteriza al hombre de 1a rare-
. b" omo un ue o cara , . l aquí nacen los medios ele locomoción a vapor, el ferrocarril
mtercam IO e 1 . ltaclo sea asumido con vw en-

za. m em Jai ' ' .
1 ·go aunque e ¡esu ' .
. siquiera estaba previsto por os
1 (íntimamente unido a la mina, ya que su primera función es
cia por la clase clommante, m ,p lo que sobre todo llama vaciarla), la iluminación de gas, etc. En el interior ele este
. .1 e la componen. ero 1 . complejo ele materiales y ele instrumentos, es necesaria una
ineliv1e uos qu . . arxistas no es tanto os mter-
.' las descnpcwnes m, , . l d división del trabajo: las minas y las fábricas crean sus capita-
la atenoon en . · . herramienta. La sooee a
cambios como las ex¡genoas e1e 1a listas, sus técnicos y sus obreros. Marx y muchos otros después
No porque haya sido establecido
ele él, han mostrado el sentido ele estas exigencias de la materia,
ción se vuelve カゥッャ・ョ」セ@ ・ョエイセ。@ los ゥセオᄀ|・ョ@ razón-, sino porque es en cómo la combinación hierro-carbón se presenta en el fondo
forzosamente ro: la カᄀッャセョLc@ .- ・ョセイ@ hombres violentos) y de la r_areza de una sociedad como condición de desordenamiento y ele
ella misma relactón de vw ・ョセエ。@ ·¡·¡·dad
11 1 ' de existir juntos en ctertas reorclenamiento, ele funciones e instituciones nuevas, ele dife-
absoluta como d e terminada tmpost . 1 · b ros d e1 g r upo
ara todos los nllelll renciaciones más avanzadas, de cambios en el régimen de la
condiciones materiales, 、・エイュセ「ャ⦅。LZ@ 1Pd' r' ara el grupo en las circunstan-
a la rareza re 1auva •
co mo impost . 1 Halímite 'determinado sin que cam 1ャセ@ ·en propiedad, etc. Pero el resultado -que nadie puede negar-
das dadas de crecer m;\s al!.\ dedun 'ó (es decir de la rareza reasunuda de lo que se ha podido llamar la fase paleotécnica ha sido li-
el modo o 1as re 1acw · ncs de pro ucc1 . n d ctivos • en el .mtenor . d e u na'
. . "ó d" ·creta de los tmpro quidar en parte las estructuras de la vieja sociedad, ele prole-
como hqtndaCI n !S , • d glas al mismo tLempo que com o
u .
tarizar determinados grupos sociales y de someterlos a dos
· determma as re ' ¡ · e
sociedad da d a Y segun b 1. tados) Esta rareza re auva qu
elección de 1os pro ductores . . su -a dunen · una ·historia· · ·¡ J ¡e) • en las
intehgt fuerzas inhumanas: el cansancio físico y la rareza. Como con-
tiene una dialé·ctica htstónca (es ecltr, tegoda de institucián. El estu- secuencia de lo cual han nacido hombres nuevos, hombres
sociedades divididas en clase. pasa da a ca a se llama economía polftica. "hierro y carbón", productos de la mina y de las nuevas téc-
' . d 1 ·nstitucwncs e rarez . .
dio anahuco e as セ@ d la rareza la importanCia que uene,
Todo esto quiere deCir que a 1 ar a ' ·s.ta de la preeminencia del nicas ele fundición, los proletarios ele la industria (y por lo
sé qué teoría premarxt ' ' . 1' demás, también los industriales, los técnicos, etc.). Eso lo sabe
no se vue 1ve a no · 1 ne atividad como motor unp t-
facLOr "consumo", sino. qu: se sepa;a 、セ@ u g inteligibilidad. En el medio todo el mundo. Pero lo que en un primer momento parece
cito de la dialcctica htstónca y se e ,¡ s . dad determinada descansan
de la rareza todas las estructuras de una socte paradójico es que la despiadada proletarización ele los campe-
sobre su modo de producción.
317
316
sinos (que se prosigue a lo ャ。イァセ@ del WゥァセッI@ nazca y se 、・ウセイッᆳ sus ーッ「イセウL@ es una práctica ético-religiosa, último vestigio de
lle partiendo de un fabuloso ennquecumento de la humamdad las relaoones ,feudales con la. ,iglesia (de las que ya se sabe
y de un progreso absoluto de sus técnicas. Las razones histó- que Marx deoa que la opreswn y la explotación en ellas no
ricas aún no las conocemos bien; se ha mostrado cien veces logran ocultar la relación humana no-reificada) . La industria
-limitémonos a citar sólo dos ejemplos bien claros- cómo la y los イ・ーウョセエ@ políticos de. l?s industriales en tanto que
industria produce bajo el Segundo Imperio la concentraci?n se ーッョ・ᄀセ@ pollllcament: al serviciO de esta industrialización,
de los bienes fundiarios a partir del momento en que los m- pronunoan su sentenoa contra los pobres; se los arranca de
dustriales se ponen a construir ゥョウエイオセ・ッN@ agrícolas qu: per- sus pu:blos, se realiza con ellos verdaderas transferencias de
miten que se enriquezcan los campesmos ョ・ッセL@ que ッ「ャセァオ・ョ@ P?blaoón, se reduce a cada individuo a la unidad intercam-
al campesino pobre y arruinado a vender sus tierras y a Irse a biable de una fuerza de trabajo abstracta (e igual en todos)
la ciudad. Se ha mostrado también cómo el barco de vapor que a su vez se vuelve mercancía, la masificación termina el
acabó la transformación demográfica de Inglaterra, a fines del trabajo y constituye a los trabajadores bajo ese primer aspec-
siglo pasado, al provocar una 」イゥウセ@ agrícola .sin ーイ・」、ョセウ@ to:. szmples cosas znertes cuya única relación con. los otros tra-
por el simple hecho de poner .el tngo ar9entmo a unos セコ。ウ@ bap?ores es un antagonismo competitivo, cuya única relación
de Inglaterra. Pero lo que nos mteresa segun el punto de セiNウエ。@ conszgo es la "libre" posibilidad de vender esta otra cosa, su
de la inteligibilidad, es comprender cómo un hecho ーッウゥエセo@ fuerza de trabajo (es decir, también la posibilidad de trabajar
-como la utilización del carbón en gran escala- en una socze- 」ッュセ@ un hombre y no como un burro, la de o¡·ganizm· su
dad que trabaja -y que trata de aumentar su riqueza soc;:ia.l pmxzs de manera que pueda servir m;ís a la producción, la
por todos los medios- se puede volver. la fuente de más セ・ィュᆳ de ser un hombre en general, ya que la praxis es la humanidad
tivas y violentas divisiones entre lo.s ョオ・ュ「セッウ@ de esta sooedad, real del hombre) . En todas estas negaciones específicas, ya no
y cómo las exigencias del compleJO matenal que heredan los encuentro la rareza y las estructuras sociales precapitalistas
hombres pueden designar ョ・ァ。エゥカュセQ@ a los nu.evos grupos (aunque naturalii_Iente sea sobre la base de las viejas negacio-
de expropiados, de ・クーャッエ。、セ@ y ウオ「。ィュ・セエ、ッN@ Sm eluda que nes, que se constituyen las nuevas) , sino que obtienen real-
este nuevo modo de producoón no ー・イュャエセ。@ vencer a la イセ・ᆳ mente su carácter negativo del modo de producción en tanto
za; en consecuencia, ni siquiera era concebible que se pudiera que 、・ウ」セョ。@ ウセ「イ・@ esas fabulosas riquezas. En otro punto y
socializar los medios de producir. Pero esta explicación nega- con, ?.tra mtenoón! Engels señala claramente este carácter pa-
tiva no tiene más valor que la que explicaba la emigración de イセ」ャ_fNッZ@ la negaciÓn como resultado ele la positividad. "La
los antiguos griegos por su ignoran ・セ@ a セャ・@ ャセウN@ ciencias de la divisiOn natural en セQ@ seno de la familia agrícola permitía, al
naturaleza. Sería m<ís razonable y mas mtehg1ble mostrar la !legarse a un 、・セイュ。ッ@ grado de bienestar, que se introclu-
industrialización como un proceso en curso de desarrollo ウセ「イ・@ jcZセ・ョ@ una o カ。ョセウ@ fuerzas de trabajo extraí'ías ... La produc-
la base de la rareza anterior, que es un factor real de la Histo- cwn (en determznados lugares, en determinadas condiciones)
ria (en tanto que cristalizada en instituciones y en prácticas) , ・ウエ。「セ@ lo bastante 、・ウ。イセッャ@ como para que la fuerza de
luego sobre una base de negación de los ャセッュ「イ・ウ@ por ャセ@ mate- trabaJO del hombre pudiese producir en adelante más de lo
ria a través de los otros hombres. Es evidente, por eJemplo, que era necesario para su propio mantenimiento; se tenían los
que los primeros que trabajaron, en iョァャ。エセイL@ en las. fábricas medios de conservar fuerzas de trabajo más numerosas y tam-
y en las minas fueron miserables, es deor, campesmos .que bién la manera de ocuparlas; la fuerza de trabajo adquiere
habían designado como sobrantes (a veces ele padre a hiJO) un valor. Pero la comunidad. . . sólo proveía las fuerzas de
el complejo movimiento de la economía 。ァイ■セッャ@ y ャセ@ cl\1ra trabajo como excedente: la guerra las proveía y la guerra
política de los burgueses r:>r.opietarios. Adei_Bas l.a maquma era. tan vieja como la existencia simultánea de varios grupos
rompe un último lazo positivo: la parroquia ahmentaba a sociales ... Hasta entonces ... se mataba a los prisioneros de

318 319
r, re pr es , . .
cu an do tie ne ·Jus;gaes <le!
de jó カゥセイL@ so- u @ 」 セ ョ ・ .un a m di fe re nc ia (le . Vencedor
ido o
lo r: en to nc es se les po r los ve nc de ter m mal cla . es tat ut VI ole ·
gu er ra .. . Ad qu irí an un va
í, la fuerza, en セオァ。イ@
do m m ar al ?e el qu e la' m -.
uer te se vu elv 1·tzo ・セ@
n
rec rp ro cid ac l 。オエイGスcセ@
en
ju zg an do su tra ba jo
.. . As
no , SUJeta al es tad
o
ón ele la @ セ ᄋ カ 。 ャ 」 ウ ・ po sit i . ,o nk a y
ico , qu ed ó, po r el co nt ra1 la ap ar ici
- ' セ@ ue se vrve co mo
」イセN@ t,anto
qu e un a fu er za d y ウオーゥ・ュョエ。セᄋGi@
o ec mH )m
es tad
ec on úm ico . Se en co
nt ró la es cla vit ud ..
." .
la = @ o j エ 「 セ @ G カ エ ゥ ウ ッ セ ャ es ta ac-
re lac ió n co n la ev ol uc ió n ec on óm ica , tu ai m en te pr e;e nt
a cx pl ot ac ro n, co mo ttc rr
MNセ@ tr.zon de ll'
.. '
Co ns id er ad a en a un a res pu es - gu en a y ba 'o a· er ra (es d .
sí mi sm me na za de gu
a ZセL|オ。ュ・ョエIN@
res o, ma ni fie sta en Q
esta tu to ゥューオ・セイL@
d es un pr og n na ce r: es co P@ . J
vi tu ha ce
Lセ b・ゥZァイエセ。ヲᄀ[オッ@
es cla qu e la
ta po sit iva a las co
nd ici on es po sit iva s
len ism o y de l Im pe rio Ro ma no
. Q n e1e Ia su er te ele
Jos ... 1no. Acle-
y ba jo la ゥョスセ⦅ッ・イウ@
rá la ba se de l he on er o e o . , cro de
ul qu e se en qu e el pr isi gu er ra
@ 。 エ ー ャ セ ゥ ウ
1 ,cr dr
sm a y en la me di da
Co m id cr ad a en sí mi lo r po r su po sib le tra ba jo , tam bi én
re va mo
se ar ro llo ' @ 。 ョ イ ヲ ￳ セ ッ 」 ・
es tá , srg uel srenclo hiestocoria 1 . . , • r¡ r¡ue, po r
no ve lad ·, ;'·1 de l de s-
de gu er ra ad qu ie ele la gu er ra y co el co nt ra rio
co mo hu ma ni za ci6 n .' mu y e ar o es qu llalización
la pu ed e co ns id er ar es mu y du do so - qu
e ele 1 laa /airlsc·tzlltHI:io
(si ad mi tim os -l o qu e
tan @ G ウ エ ョ ッ £ 」 イ ー ・ セ en co rre sp on de nc ia conn ' .a ( (' ¡.,, es cla n- .
ele me nt o po sit iv o ue de un a ma ne ra tu el uy e un · t em a co mp lej o qu e su . . J· 1 .
es cla vi tu d se ex pl iq im er pu nt o de vista, ' 1 srs }JO IIe
la ap ar ici ón de la pl ica ció n d e 1as gu er ra s o d 1
nos coloc am os en el pr
de l
ッイァ。ョセコi￳]・」ゥZL@ ァセ・ャt」[ᄋウュ。ZNM
sim pl ist a) . Pe ro si
tam bi én se pu ed e de cla ra r qu e se gú n el pu nt o ele vista
ad , el pr ol eta ria - セ[ァZ@ ・セ」ャ。カッウ@ y la
@ ッ セ tra ta de エッセ@ セ⦅ャ[オZ」@ la lu
éti co ele la hu m an id s;
se nt id o- ni de ャゥセjLᄀ@ crmdena 1
a no so tr; >s posición
pr og re so téc nic o y ha sta
n po sit iv a, ya qu e la m or al - ue ar
en ta un a ad qu isi ció n es cla vi tu d de nloa an trg ue da cl Lo @ イ セ ョ ・ エ nr ng un
セ@
do in du str ial re pr es a ca bo a tra vé s de la pr ol eta riz ac ió アセ・@
1
lem as qu cr id l) . 、セ@
lle va f
in du str ial iza ció n se
qu e ha br á de eje cu tar
es qu e En ge ls es cr ib ió su pá r.
o so. :e la es cla vitJr ud イZッセョ@ ,ca ¡
así pr od uc id o es el is- ・ョエイ。ュセ@
y ya qu e el ob re ro tal ism o lle va en sí. Y en eso el ma rx br as y ex p: es io ne s ól po
e . 1 • szt tva s co nt ra ¡ . pa b-
u ltn w qu e
•1

el ca pi ria 1
la se nt en cia qu e e hoy, en la Hi sto en la se rv rd um b
re s d 1 o ve un
a VIO en cr a or ig in . Jr /o un a al }¡ ., o• i
de ac ue rd o; sólo qu sit iv o de l pr o-
.
m o no de ja de es tar en ta el ca rá r pocte nega cz ón fu nd am en tal
r el ho rni J;c 1
e ha ce r, pr es
praxis) de un a nega
- co n. e ho m br e po on es ェhjNイゥエセ[@ 1 ero no
qu e se tie ne qu lle ga a oc ul tar este
1

ga ció n (h um an a = pr op os ici fJ.s nu e h•


1

co mo la ne po co s po r se an un c· JU nto de
ャ・エ\セイゥ。、ッ@
ra , la em an cip ac ió n
de los es cla vi tu d to do. co mo un a eleccj( de1 un:1
la mi sm a ma ne ció n de la . , de sub! rab an te · m
ció n. De co mo ne ga ca te go na su ba lrm en t d . po r unrr¡ fl!JTflbres
mu ch os se pr es en ta os , 10m res a os
la es cla vi tu d de los id um br e im pu es ta a alg un qu e es tan co ns cie nte s de su ro ia 1mm an 1d ad y r¡ur; . -
id um br e de tod os y co mo se rv o. La es cla vi tu d pe sa r de l P P @ イ Z N O ■ セ @ ッ イ ョ セ エ
se rv an tig uo en ter qu e tal -a セ@ !a lso arg um en tr¡ J. l."' "'ue-
en la perst;ectiv a de l mu nd o
cu an do En ge ls no s lo 」ッセ・キウ@
se rv id um br e. Pe ro rr a- , se ma ni fie sta o nega lclad. d¿Se trv podr-J 1 Ir qt'
'
ev ita un a po sib le sus or íge ne s, tiv id ad e t,f,
ad 1 or lltn esplazamir:r¡¡,,· d,._ jc
<:r
ne s, o en lo qu e cree qu e so n es ta ne ga
' s " ca us a )
mu es tra en su s or íge sa rro llo posi- de l tra ba ]· o Nセ@ -3
re su lta do ne ga tiv o de un de rar ez a? .¿La ra re za1 d 1 re em p. azanclo a J,.ᄋセ@ J·,J u· r l 1
la es cla vi tu d es el ba jan pa ra ellos he rra mr en tas y a a e a m atle7. a pn m a? Es cien(), ALZセBG@ ue :1
n: ho mb re s libres, qu e tra • @ G ッ ャ セ ・ ュ
tivo ele la pr od uc ció os a su fuerza de s lle va al r; r··., ·,. J pe n-
ni da d, es tán re du cid sa me nt e no e e ーセッ「ゥ・ュ。L@ ya qu
ne; Mセᄋ[@ ·,. dr: sp b-
co mu
mi sm os o pa ra la o en be ne fic io de za mi en to de la rar ez ' セッュ@
a
e tie ne n qu e em pl ea r po r en ter lad o ne- vé s de ne ga cró n .q.ue se tie , . . ; . TJ'::;n .r,
tra ba jo , qu
e es té pe rfe cta me nt e ma ni fie sto este se rev ela a
.
tra
n pr oc es o po srt rv o
, y cZsャLセ@ ¡,rr,rJu u:w -:.
n
un ex tra nj er o. Qu Jo qu e cle l ne ga trv o no provr"ene d"rre cta me nt e d 1 イ[ョZEセ@
up os en qu e ex ist e la es cla vi tu d, es o , e a t ' rr ' セ@ ,
@ 。 」 セ ・ Z G j N
ga tiv o en los gr de ·r
ra m en to s (en caso s de la ne ce sid ad
y
' f' a "1·qu e se m an i セ・ウエ。@ .. c:n ]r," ?l1 1'" '0s
ba n so br ad am en te los re pe tid os ju to nc es no es a trave · en las r- .
pr ue
an tes qu e se r he ch o esclavo. En ( pa rti cu la nn en
. es tar " SóJ
te am1 1as) q ue go za n ele IJr 1 1-':t ' ,
r:T ml -
gu er ra ) de m or ir on er os , d
s ve rd ad qu e la ma tan za de Jos pr isi na (l o br en · eso d pu.e en ap r e en er la en エセュNイ@ . ' fjt::: es
h d
ni m uc ho me no falta de ga na nc ia ' ecrr, en tan to qu e se rnarnj¡,_,,_ "'n _.J. ....
¡
';)l/ .:,

An ti-D üh rin g, II,


pág. 65.
1
321
320
. la roturación en la organización técnica de léctica, en el interior de la praxis, entre la acción como ne-
herram1enta, "ó en
f I"l¡"ar como una ' posl"b"l!dad positiva que crea
1
la exp otaCl n an 1 • • •
1 1
• r d d descu- gación de la materia (en su organización actual y a partir de
. ia ne ación en su posltlvldad. La matena Nセ。⦅@ una reorganización futura) y la materia, en tanto que soporte
su pi op 1 g . , en efecto esta vez toda posltJVldad: en
bierta por a. ac_cwn es, es uiセ@ suelo ue se tiene que rotu- real y dócil de la reorganización en curso, como negación de
el campo ーイ。セエゥ」M el ウアセ・ッエ。ュ「ゥ←ョ@ ゥョ、セ@ los medios de rotu- la acción. Y esta negación de la acción -que no tiene nada
rar. Lo que sig_m lca d, br·e como tal a través de las en común con el fracaso- sólo se puede traducir a través de
.ó (es denr que se escu d la acción con términos ele acción, es decir, que sus resultados
1ran nm¡entas . y d'e .1 a orgamz, • ación que realmente han rotura .. o
positivos, en tanto que se inscriben en el objeto, se vuelven
lerra . del mismo suelo). Pero este conjunto _P?SltlVO se
ッセイ。@ par t: nte como una vuelta negativa y condiciOna エッ、セ@
contra ella a título de exigencias objetivas y negativas. Estas
observaciones no pueden sorprenderle a nadie, todos compren-
VIVe prensame . e ca tura a los hombres como SI
la negatividad (la mlzzza qut , Pue les confiere en la nueva demos la necesidad de las transformaciones sociales a partir
·males y e estatu o q . ele los complejos materiales y técnicos. Para cada uno ele nos-
fueran am ' l .0 ductor necesario y ele consumic1or
sociedad un lugar e e pbr umo y que al constituir al Otro otros hay hoy una verdadera inteligibilidad en el proceso obje-
b t reducido al su ·cons 1 b tivo (mucho m;ís complejo de lo que lo ha mostrado el marxis-
so ran e
como sub-hom re laceb 1 del proiJietario de esclavo un wm re
1
mo de Engels) que prefigura al esclavo como porvenir de sub-
ot·ro distinto del hombTe. )_- • lé · relación día- hombre para unos individuos aún indeterminados a paTtir de
Hay, pues, un movimiento ella ctlCO y una un progreso técnico y de un crecimiento de bienestar que arran-
can algunos grupos (comprendidos, en muchos casos, los que
e al he elianismo y de hacer del eセM
1 No se trata aquí de カセ@ セ・ャ@ as !cto idealista del famoso pasaJe quecladn reducidos a la servidumbre) a lo que llama Engels
clavo la Verdad del Amo. aセ・ュL@ le ッ、セ。@ reprochar a Hegel que haya el constrefiimien to de la animalidad. Cada uno comprende o
sobre "el Amo y el Esclavo ' se pd . a través de lo universal, las puede comprender hoy que la máquina, por su estructura y
· l A el Esclavo es eClr, . de
encarado e mo Y . ' su esclavo independ!Cntemente sus funciones, determina como porvenir rígido y sufrido de
relaciones de un amo cualqmera con Jnos Én realidad la pluralidad
sclavos y con otros a · ' A inclivicluos incleterminaclos el tipo de sus sirvientes y, de esta
su relación con otros e . 1 .. de toda la sociedad hacen que e 1 mo
de los amos y el carácter sena . Jos términos del idealismo, encuen- manera, crea homb1·es.
t 1 un si se mant!Cnen 1 1d
en tanto que a • a . de su clase. Los esclavos son a ven a
tre otm verdad en el conJunto b"é la verdad de los amos, y estas Verclacl es que la inteligibilidad y la necesidad objetiva,
de los amos, pero los amos ウッョャ。セ@ セ。エ・ァッイ■ウ@ de individuos. セッイ⦅@ lo contenidas en el proceso entero, sostienen e iluminan nuestro
dos verdades se oponen como) concentración de bienes fundJanos, conocimiento de este proceso, pero, por el contrario, quedan
demás -salvo en Qセ@ época de a セ。ャ@ Amo también trabaja. As! el prb· escondidas para nosotros en la medida en que el contenido
en Roma, y a partu de ・ョエッjセ」ゥᅪャo@ erezoso en el trabajo con su forma
blema ya no es comparar オセ@ セ@ P n el Ptrabajo total), sino, en un artesano material las absorbe y las descubre al conocimiento a tmvés ele
servil (que de golpe se 」ッョカャセエN・@ \b (que sigue siendo manual) y el su temporalización propia como la regla particular ele su eles-
griego, por ejemplo, el tra セNQ@ 1
re. a no es todo el trabajo, arrollo histórico. Hemos inventado un lenguaje social e his-
trabajo servil que es la 」ッョ、jciᅮセ@ . (pero エセオ・@ セ・@ encomiendan las tareas
en el sentido de que al esclavo オュ」。セョ@ ) Si el esclavo detenta el
tórico, del cual no sabemos dar cuenta dialécticamente. Leo en
penosas y que no ョ・」Nウゥエ。セ@ 、・ウセ@ セ、。N@ en que el destino de su el excelente libro ele Mumford: "Ya que la máquina de vapor
secreto del amo, es mas bien e
·trabajo es acercarse a 1 m omento en que costar,
á ·\s que lo que pro·
m.do antio-uo.
exige un cuidado constante por parte del fogonero y del ma-
duce, suponiendo, por lo mismo, la ruma de mun
. 1
o quinista, las grandes uniclac!es tienen un mejor イ・ョ」ャゥュセッ@
que las pequei'ias ... Así el vapor provocó la tendencia haCia
las graneles fábricas ... ". N o discuto aquí el fundamento ele es-
• El adjetivo "serial" integra 1ad ᄋセ、ュᄀ@ セッ、。ウ@
f Ta de términos derivados
ellos como "seriali· tas observaciones, sino que sei'ialo, sencillamente, este raro len-
. utiliza sanre. Hemos tra uc1 o ' .
de sene q_ue..
d d" "senal ' sena 1men , .. . te" etc ., en cspalíol
. sin aclaraCiones,
N d l T porque guaje -que es el nuestro desde Marx y que comprendemos
sua s.'
1gm · "r·
¡cao "ón se encuentra en la texto mismo. · e • muy bien- en el que la misma oración une la finalidad con
322 323
menta}¡ ·
. L a pr ax isre , cu al qu ie ra, q_u e sea, an te to do es instru . ' -
sa be si es el al id ad m at en a1 E 1ve a la cosa m an im
ad a
en te · qu e ya no se za oó n de la
n in di so lu bl em tic o. C ad a un o zad . nv ue
. se ud o
la ne ce si da d ta ui na el qu e es pr oy ec to pr ác pr oy ec to total¡" , or es qu e 1 Im po ne un a un id ad
ho m br e o la m
áq r? _al m is m o エゥセュᆳ en un , . o de ci r qu e ta e.
un to do , pe ro
ua je es el ve rd ad er o, pe c1 ta su ex pe ne n- orgal1Ica. Q ui er social y hu m aUI1Idad es Ja de
le ng
si en te qu e es te de qu e no pu ed e ha ce r ex ph en sí las
ele qu e el qu e se m an ti en ri or id ad ue 」セ。L@
e gu e no alcanza
po se da cu en ta do nos en te ra m os ele ex te el m un do m ol ec
u-
cia. D e la m is
m a m an er a, cu an de l ca rb ón
de la ut ili za ci ón qu e ha ga n
・ウエイオ」セ。@
co nt ra ri o la @ ・ ᄋ A オ イ エ ウ 。 、 ゥ ョ セ r la in er ci a
s -c on se cu en ci a
es la r. sセ@ po r el id d lf er si st e, es po de
al um br ad o a ga er gí a- les pe rm it e a los pa tr on no sabemos ュ。エ・ョセN@ Pe ro co m o es ta un
o es el re fl ej o
pa si vo
co m o fu en te de en
s a su s ob re ro s,
de ci r, un a em pr es : 1 s e se ha ef ec tu ad
o 1
o dieciséis ho ra ad o po r el car- la praxzs , es in ad lu m an a qu de fi-
tr ab aj ar qu in ce el co nj un to in du st ri al do m in n pr od uc id o ei? un as co nd ic
io ne s de te rm
s, co n he rr am ie
nt as m uy 1
ex ac ta m en te si
es
ele los ho m br es
qu e ha un a so ci ed ad hi st ór ·a _un de te rm in ad
o gr ad o
és re ro , o si es セi、。ウ@ y en
el ob je to ーイッ、オ」ゥセ@
e a tr av rc :r7 id ad en-
bó n el qu e ex ig s ho ra s po r ob .¿ a a la co le ct iv
vi du al de di ec is éi , el qu e se e 、・ウセイッQL@ di m
un tr ab aj o in di ho m br e de l ca rb ón od uc ci ón la re fl ej a en la
n de la pa si vi da a ele
d. T o-
ta nt o qu e es pr te ra . So lo qu e @ N Q Z W セ ・ ウ
el in du st ri al , en ra au m en ta r la em pl o, el ac to de
. se cu metpl e) a
ca us
il um in ac ió n co n gas pa s as pe ct os de un a :e m os : po r ej re m on ia s (t ra ta do s .
si rv e de la s no in di ca n do
nd e as ce , co nt ra to s ' c. po r m ed w
fo rm ul ac io ne en este ni ve l do in- etedrmmad· d .w nt a L' , su in - er
o au n si am ba s pr ec is am en te d e et er m m a a 11e rr am @ セ [ ・ , vu el ve ese acto
al éc tic a. Es tr eg ar su pr op ia . @ セ イ オ ce ra
l, la pr ác ti-
ci rc ul ar id ad di no s tie ne qu e en re la ci ón de Cia re fl ej a el ha
ce r co m o -a hl ..E n este ni ve tu ra nw-
r su Bュ。エセイゥQ@
al éc tic a ar
la ex pe ri en ci a di n ge ne ra l de la ca ?b so rb id a po o. El ッ「ェセエ@
ca ri ca
ta nt o qu e co nd ic ió
a ge ne ra l, co n セ@ tr a7 s1 or m a en pr op on e y se
te li gi bi li da d en he rr am ie nt a y, de un a m an er セ・ョ。Q@ de lo hu m an
si an u 。」エオセ、@
se
sl uc id ez de la ho m br es ; Jos de gn a, les mchca su m od o
d
la pr ax is co n la o qu e si gn if ic a qu e la tr an Im po ne a lo s qu ie re 1
L ga ni za do ra de @ セ ッ 。 ャ 」 ョ ゥ
la m at er ia li da d. re su pe ra ci ón re or un m om en to em pl eo . Si se qu e :s te . セッューャ・ェ@
de
ía ・セ@
co m o lib
al
praxis in di vi du ic io na m ie nt os , es en re al id ad ese m om en - en un a te or di re m os qu e la 1
ad os co nd nq ue en en tr e
@ L ウ ・ キ Q ャ i M 。 」 ヲ ゥ ョ ァ ᄋ セ e es aq uí un
de te rm in
la ex pe ri en ci a di al éc tic a, au ta en ca da em pr es a ィセイゥ・ョエ。@ es un a
he ch o la . T y q_ ue el ho m br
he rr a-
ab st ra ct o de al id ad co nc re szgnzjzcado. D e Ie vi en e a la . ed e !
rr ol la r co m o re ia do (p or
an ua l de l as al ar au nq ue @ ョ ￳ ッ Z [ セ
to se pu ed a de sa el tr ab aj o m
セゥ・_エN。@ po r el tr ab aj o' E
de l
'. y el ho m br e
sólo pu
st a en ic ad o, es, qu e la
pa rt ic ul ar y ha ed id a en qu e el ob re ro ca lif Slgl1IfJcar lo qu e sa be
@ L ッ 、 エ _ i セ ウ pa re ce , pu !1
en la m er za de tr ab aj o, siga lo re fl ei a an J:: Sn .
io sa be r. Es
ej em pl o, id o su fu he rr am ie nt a sÓ IVIduos su pr op e el tr ab a-
nd . L a pr of un di -
ve 1
es té co ns ci en te
de ha be r
xis pr of es io na l) tie m po pr o- rse en la @ セ ョ ゥ エ オ イ en Ja qu
za do r de su jJ ra o !o qu e pu ed e ve av és de Ja 1 , 。イセ・ウョャ@ fa-
si en do el or ga ni ri en ci a tie ne qu e se r al m is m ーセッイ@ pt a, a tr qu e él m is m o ha
la ex pe s m is m a, en ta nt o qu e ca
no re to rn o @ エ ョ N ゥ ュ 。 イ セ ・ Z 、 de fi ne n
za ci ón de
la praxis: es en la p- ra xi
om en to de bn ca do , el et er @ ウ セ m is m os gestos qu e
fu nd iz ac ió n de ra r este nu ev o m rm an en te en el
_ Ja c? rp or ac ió n, de Ja
nd e va m os a en co nt o como ne- t:n es ta tu to pe 1" e no 1 de
se ob je tiv a, do tit uy e el re su lt ad ci ón con un a
' e Ie nt e a In va
na bJ e.
di al éc tic a qu e co ns tr uc tu ra de cm da d, en re la
in te li gi bi li da d am os a es ta nu ev a es
pr es a. Y lla m rq ue en su pu - . en r .•
ga ci ón de la em a in te li gi bi li da d di al éc tic a po al éc tic a qu e pa rti cu la r como obJe ' t"
tvactón al ie na da @ ᄀ ・ キ 」 ョ セ 「 ュ 。 エ cl?bn Jas es(tru ct
ur as
la ra ci on al id ad
un de te rm in ac ió n
di su er ad as
ao セ。ョ@ de ja do de @ セ エ ウ ゥ ク ・ · 1 er ra d
ne s recí es
d ·
ectr,
in m ed ia ta só lo es un a nu ev a ra s ap ar ec id as pr ec ed en te - en p el con·-dfcet.onn m ie nt o rig u roso de sus de te rm in ac io

セᄀ」。エゥャOッZア、[@
reza es tr uc tu su pe ra ci ón )
rt ir de la s qu e en ge nd ra fu er a de to da
se pr od uc e a pa ya ot ro nu ev o fa ct or qu e el
ha
m en te sh qu e ir de esas es tr uc tu ra s co m o la
to ta liz ac ió n de
セ・ャウョA@ セエウ@
P ea r un e1em セャZjRッ^ュョ[。@
pl Q
ue
セZァ@ ¡1
ウセ U イ」セLャウエヲNゥ・@
1
a su pe ra ci ón .
セ@
rt b .
el la m is m a a pa m o la ne ce si da d ri gu ro sa de es a cc to r a la 1
las islas
su su pe ra ci ón y
co
bi én [イアセZ」オ。ュョ・ゥャ@ In tgenas de

se vuelve ta m •
ón , la to ta liz ac ió n
Des¡JU¿s de la su pe ra ci
l 325
324
Y hace que se desborden. Así, el roces .
Pero la significación entra en relación con el Universo mundaciones chinas aparece 」ッセ@ o ・ョエイセ@ de las ternbles
entero precisamente por haber tomado el carácter de la mate- intencionalmente l. Si algún enem 1·cr Uldl mllecanblsmo co_nstruido
rialidad. Lo que significa que, por intermedio de la prc\ctica ·'d . t>o e 1om re hub1ese qt1e
11 o persegu1r a los trabajadores de la Gran China ¡ b ·-

セ。[、ッ@l セZーウ・@ セ・イ」ョ。ゥ@ 。イセョ」ウ・@ セᅪウエMZ@


social, se establecen una infinidad de relaciones imprevisibles
entre la materia que absorbe a la jJraxis y las otras significa- que
1• as montanas. El SIStema positivo ele
ciones materializadas. 「セウ@ cu セャカッウ@ se. ha transformado en máquina infernal. Ahora
La jJra.xis inerte· que embebe a la materia transforma las len, e enemigo que ha hecho que entren el limo el río 1
fuerzas naturales no significantes en· prácticas casi humanas, plesadez, t?cla 1': lHdrodimímica en este aparato cles,tructor' ・セ@
es decir, en acciones pasivizadas. Los campesinos chinos, como e campesmo mrsmo. Pero su acción, cometida durante el セッᆳ
dijo justamente Grousset, son colonos: han conquistado a lo セエッ@ en que se vuelve viva, no comporta ni intencional ni
largo de cuatro mil afios el suelo arable en las fronteras del ィッュセョエ・@ el pro!Jlema ウオ「セァゥ・ョエZ@ en ese luf!;ar, para ese
país contra la Nat·1raleza y los nómades. Uno de los aspectos b_ e que. 」エセャカ@ •• sólo existe una unión org;\nica entre lo
de su actividad es ·:d desmonte que se prosigue siglo tras siglo. セ Q ゥセァ[エQ カッ@
Esta praxis es viva y real y mantiene un aspecto tradicional: ョ・」ウ\セャ@ Q (elmunaClon del obstáculo) y lo positivo (am Jlia-
sector ⦅。イセャ・IN@ Para que exist_a la contrafinalidaft, es
ayer aún el campesino arrancaba los árboles para dejar espa- . o que. l.t pr e-esboce una espeoe ele disposición ele la
cio libre para el mijo. Pero al mismo tiempo se inscribe en m a tena (aqu 1 la' estruct m·a geo 1og1ca • · ·
e h 1clrogd fica de Cl11·
la naturaleza positiva y negativamente. Su aspecto positivo es na) . Pare e 1 b. • _'
. セ@ que no la r ra bastado con no arrancar ' los árboles
' ·
el aspecto del suelo y de la distribución de los cultivos. Su ャセイ。@ ・ャゥュセイ@ del todo el peligro de la inundación. Habría
aspecto negativo, es una significación que no es captada por SI o necesana, desde la antigüedad, una ¡·ej'Joúfación de los
los mismos campesinos, precisamente porque es una ausencia: montes · En segu n c1 o. t ermmo, · · es necesario que la praxis hu-
la ausencia de árboles. Este hecho llama inmediatamente la mana se vuelva fatahdad , que que el e a b sorb1da . por la inercia
atención de todo europeo que pasa hoy por China en avión. Ybアエセ・@ エセュ・@ a Nコセ@ .vez el rigor del encadenamiento físico y la
Los dirigentes actuales han tomado conciencia de ello y se
han dado cuenta del peligro. Pero los chinos tradicionalistas
f ウセョ。」@ a preCislon del エゥセ。「ェッ@ humano. La destrucción por
ta. 。エセイャ・コ@ es v_a,ga: deJa subsistir islotes, archipiélagos en-
de los siglos pasados no podían notarlo, porque su fin era .eiOs. el a 」ャ・セエイオキョ@ humana es sistem:ítica: este cultivador
conquistar el suelo; veían la plenitud que representa la cose- p_roce e partlen_do de una superación del límite que condi-
cha, no tenían ojos para esa carencia que para ellos no era CIOna a su j'Jmxts · y que es 1a 1·c1 ea; to d os los arboles • que crecen
más que una liberación, la eliminación de un obstáculo. A en su campo . . serán el es tru1c . l os. ASI. la ausenoa . de <lrbol ue
partir de ahí, el desmonte -como pdctica pasivizada y con- es negacló n merte, luego material, tiene al mismo tiem¡J'o qe 11
vertida en ca.ráctet· de las montañas (particularmente las que e 1. seno . E e1e r· 1a matena · 1·1c1ad, el cadcter sistem;ítico de •una
dominan el Sseu-t'chuan)- transforma el sector físico-químico 1 .
J1GXIS. 'n 1nys! o Jre toej o, es necesano . que la actividad se
que se podría llamar "salvaje" porque comienza donde termi- prosiga en otm pa 1·te •.. que 1os campesmos . quemen o arran-'
na la pdctica humana. En un principio, ese sector salvaje es quen
. • • ar b ustos en todas jJ ·te
a1 s. E .
stas accwnes, que son nume-
humano en la medida en que mani(iesta para la sociedad su lOSISimas,
... d . y que ' en ta n t o que ta 1es, son a la vez idénticas e
límite histórico en un momento determinado. Pero sobre todo, t11e1 ucllúles ' se .unen por 1a matena
ele • que umf1can:.. a través
el desmonte como eliminación de obstáculos se vuelve negati- a 1lOmogeneJdad molecular, la multiplicidad de las accio-
vamente ausencia de protección: como el limo ele las mon tafias nes se funde en ¡a " comum'd a d" del ser. Las acciones sinrru- o
y de las pleniplanicies no está fijado por los <írboles, obstacu-
1
liza los ríos, los eleva por encima del nivel ele las llanuras, y, finalidad.Cf. lo que 1ICmos d1cho
· más arriba a propósito de la contra-
en las partes inferiores de su curso, los obtura como un tapón

326 327
dセ@ tal manera, apenas "cristali zado" ' el trabaJO .
se ennquec e con significa' c·IOnes nuevas en humano
lares,. impresas en ese ウセ・ャ@
1 ·
rojo,. que se da _como _desplega-
ldacl, p1erden al m1smo tiempo su
e
セ@ que escapa al trabajad ·b·
or or su
P
' . . a mlSlna medida
matenah clad. En este esta-
miento infinito ele matenal cl10 element al al · '
' , ' Inscn Irse en el medio natural, se extiende
individu alidad y su relación ele identida d (en el espacio y en a to d a la Naturale za y se ·
el tiempo) : se extiende n, sin frontera s, llevadas por ese des- en él y por él ésta se lJncorlpo ra a la Naturale za entera·
·r ' ' vue ve a l a vez. n ueva reserva de uten-·
plie;>"ue material , y se confund en con él; queda un solo sello SI lOs y nuevo peligro lo f'
ゥューセ・ウッ@ en una sola tierra. Pero este desplieg ue, su movimie n· en su derredor un cm'n セ@ c{;:s m_ma_nos,_ al realizars e, definen
tu pasi\·o, es el resultad o de una primera jJmxis; la ligazón ?e esta contra-f inalidad , el 、・セエャ。Mヲュィ」N@ y por la unidad
ante une negatiVa mente a la
móvil ele los grupos entre sí, por los ríos, los canales y los
caminos , ha creado el aceTcam iento y el alejamie nto en el seno
mmensa multitud
solidarid ad ele todoque puebla las graneles llanuras ; crea オョセ@
s ante. una nueva amenaza ; agrava al mis-'
de una primera unidad que es la vicla en común de las mis- mo tiempo los ant · soczal
, ag01usmos re¡Jresen ta un porvenzr
mas condicio nes geográfi cas por una sociedad ya estructu rada para los siervos y tamb', 1cn para
' los · ·
por sus herrami entas y por su trabajo. Así, el desmont e como a la vez absurdo y l , propieta nos. Un porveni r
unidad material de acciones humana s se inscribe como ausen- y racional , ya @ セ オ ア nao @ イ 「 ッ ュ 。 ・ Z セ ヲ le llega de lo inhuman o,
cia universa l en una primera síntesis inerte, que es ya mate- de la sociedad . la f t . ,ts q エセ・@ acusar los rasgos esenciale s
. . ' ' ' u ura 1nundaC JÓn se vzve· como un car<tcter
rializaci ón de lo humano . Y la unidad pasiva, como aparienc ia tradiciO nal de las socied d .
sintética de la pura dispersi ón y como exterior ización del lazo plazami ento ele las ヲッイエセ@ es 」セオョウZ@ pro?uce el perpetuo des-
ele interiori dad, es para la pmxis su unidad como Otro y en catástrof e, seguida de nas, a ¡gu_alaCJ ón por medio de la
el dominio del Otro 1 • A partir de aquí, el desmont e como dalismo sin memor· una nueva desigual dad; ele aquí ese fe.u-
Ja en el que l セ@ repetJCJ · 'ó n reempla za a la
acción ele los Otros se vuelve para cada uno en la materia su transfor mación en el
acción en tanto que Otro; la objetiva ción es alienació n: esta terrateni entes--' el ric que .-I?omen clo aparte a los graneles
tarde, reconoci do comoo cf?l ウj・ョセーイ@ es un nuevo rico. Más
alienaci ón primitiv a, en un principi o no traduce la explota-
ción -aunqu e le sea insepara ble-, sino la material ización de 1 siendo unidad negativa セァヲZ@ ;umero uno, el desmont e sigue
, arma de amenaza· que se tiene
la recurren cia; no hay empresa común, pero sin embargo la que suprimir ele tar
' ea comun cuyo result acl o sera' prop1cio ·
fuga infinita ele las empresa s particul ares se inscribe en el ser para todos.
como resultad o común. En el acto, los Otros quedan fundidos
en tanto que Otros en la síntesis pasiva de una falsa unidad, que la Naturale za se hace ne ッセ@
Esta primera relación del h b
イセ@ 」ャッセ@ lo mhuman.
o, en la
y, recíproc amente, el Uno sellado en la materia se devela como medida en que el hombre se @ j c セ ァ n _e __ wmbre en la exacta
nes en exterior idad de u ce_ antlhsls y en que las aedo-
Otro distinto de Uno. El trabajad or se vuelve su propia 2fata-
el carácter común de na mlultitucl atomizad a se unen por
lidad material ; produce las inundac iones que lo arruinan . , su resu taclo esta' re 1aCJ'ó n no integra
'
aun 1a material idad con 1 .
1 de la simple Natura-
1 El ejemplo que he elegido, evidentem ente sólo puede compren· leza una unidad de los horno bsoCJa y, hace de lim't 'ó .
l · d res a titulo
derse en el medio de la rareza y como un desplazam iento de ésta. y sa VaJe e la sociedad Les l . 1 aCJ n extenor
2 Esta extraordin aria separación en China de los trabajado
res ru- la mediaci ón ele la mat.e rta, . la oclurnclo a los hombres , por
' ' que lan re a l'¡zael o Y concluid o
rales, que el sistema de las cooperativ as apenas si acaba de hacer que una empresa común a causa ce ' 'ó .
desaparezc a, está evidentem ente unida al carácter primitivo de las téc- 1 su sep
nicas y a su estancami ento, hechos que condicion an y traducen un deter-
minado sistema de relaciones sociales y un determina do modo de pro-
1 N
aturalez a, como límite t
ex enor
. ele la
araCJ n rad1cal.
sociedad , es,
y la
por lo ¡'
1

piedad. Pero aunque la explotació n como alienación se inscriba con sus sólo aparezca en un determina do nivel .
propias panicular idades en la materialid ad y se mezcle indisolubl emente, es un tipo permanen te de separación e técn¡co con el aspecto considerad o,
por recurrenci a, con la alienación , ésta no es reducible a aquélla; la y que les corroe hasta en su unió ontra el cual se unen los hombres
n.
primera define la relación de las formas de producció n con las fuerzas
producwr as en una sociedad histórica y concreta; la segunda, aunque
329
328
menos con esta forma, un límite セ・@ _la sociedad 」ッセ@ ゥョエ・イセッᆳ
nado poder de adquisición moment;íneo. Se comprende que no
ridad por la objetivación en ・クエイセッN、。@ de _esta. mt.sma セッcャ・ᆳ
se trata en absoluto ele hacer un estudio económico o histórico:
dad. Pero este límite est<Í reintenonzado e msutucwnahzado
Pero, a causa de los trabajos hechos por historiadores y econo-
en la misma medida en que el desmonte como resultado ーイ£セᆳ
セゥウエ。@ sobre la circulación de los metales preciosos en el mundo
tico aparece como medio elegido por el oエイセ@ para l?roduor mediterr;íneo del Renacimiento, habrá ·que tratar ele aprehen-
inundaciones y en la medida en アセ・@ ・セエ。ウ@ mundacwnes se der en lo vivo la ligazón inteligible de la exterioridad y la
presentan a través de la sociedad htstónca c?mo. plagas YNオセ@ in terior!dad en esta circulación, en tanto que transforma a
se tienen que combatir, lo que en todo セ。ウッ@ 1mphca una Cl- la jJmxzs humana, en el oro y la plata como materialidad, y
T·Q "ón fluvial" (condicionada necesanamente por grandes
カセ@ u a 「コ。セi@ aJOS, tratlsferencias de ¡)oblación, autoridad implacable ¡ de1 en el hombre como producto de su producto, en antipmxis, es
decir, en pmxis sin autor y superando lo dado hacia unos
1os 1 1 d ·r·gentes etc.). Em1)ezamos así a entrever un estaco rea
' • • • l d 1 fines rígidos cuyo sentido oculto es la contra-finalidad. Me
del trabajo como relación unívoca de mtenonc a ・ョセイ@ e limitaré, pues, a examinar un ejemplo tomado de la historia
110 b la materia circundante en el cual hay una petpetua de Espaiia: tiene la ven taja de mostrarnos el proceso de in-
m fre
trans Y "ón de la exigencia
ormao , '· del hombre
., en relación con la
versión práctica con toda claridad. Desde luego que este pro-
materia exigiendo materia en relacwn con el hombre, y en ceso se desarrolla en sociedades divididas en clases. Pero no
·el que la exigencia del hombre, en tanto que expresa su ser, son las clases lo que vamos a tratar de comprender en él, es,
de producto mate:ial, セウ@ h?m?génea por s_u ヲゥQセ。ャ、@ y ウセ@
rigidez de exteriondad mtenonzada a la extgenoa
teria en tanto que se expresa a través de ella una pwxts hu-
d: Qセ@ ma
lo que por lo demás es igual, la dialéctica de la antipmxis
como relación objetiva ele la materia con el hombre. A partir
de este examen tal vez nos sea posible fijar las condiciones
mana cristalizada e invertida. de inteligibilidad dialéctica de la constitución de las clases
Pero estas uniones racionales 。ーイ・」セョ@ meJor en un ni- como desgarramiento y conflicto en un grupo dado.
vel de integración más complejo. La jJraxts se strve de ィセイ。M En el ejemplo elegido, como en los que citábamos más arri-
. t s que son a la vez el medio por el cual el orgamsmo ba, una herencia social se transforma en desastre, la abundan-
mten a d" · 1 '
realiza su inercia para actuar sobre el _me 1_o I_nerte,, e. sosten cia misma (como más tarde en la época de la civilización mi-
de esta inercia exteriorizada por una meroa morgamca y la nera) se vuelve negatividad. El descubrimiento de las minas
unidad pasiva ele una relación práctica de una ・ューイセ。@ con peruanas se da en los contemporáneos como un enriquecimieu-
su [in. La naturaleza, aunque superada, se N・Lョ」オエイセ@ as1 en el to y provoca en mitad del siglo XVI una nueva técnica de la
interior de la sociedad misma como relacwn total!zatlora de a_malgama. Ahora bien, el crecimiento continuo de la provi-
toda la materialidad con ella misma y 、セ@ los trabapd_ores en- srón de metales preciosos en EsjJaíia, tendrá como efecto el
tre ellos. En este nivel se podría estuchar la matena como encarecimiento de la vida en todo el litoral mediterráneo, la
jJmxis invcTlida. Por ejemplo, en una _situación hi_stc'Jrica dada creciente miseria de las clases explotadas, la paralización de
(la hegemonía espaí1ola, la decadenCia del Mechterráneo, el los negocios y la ruina de muchos comerciantes e industriales;
. ·t.,lismo
capt " mercantil
' luchando contra las , formas
· , feudales,, la . en el terror espaí'íol provocado por la fuga del oro, tenemos
explotación ele las minas de oro del Peru ウセァオョ@ nuevas tecm- que ver, para acabar, el anuncio profético, el resultado y una
. ) vamos a considerar a los metales p1·ecwsos en tanto que condición (entre otras) ele la decadencia espai1ola y del 1\Ie-
cas •al 'mismo tiempo productos, mercanCJas:
son ' ·
stgn.os, pocle 1·es-·e diterráneo. ¿Cómo puede producir a la negación la afirma-
·
mstrum e 11 tos y en tanto que se vuelven extgenoas, constrenl- . ción de la afirmación?
ml ·entos , em¡))·esas, actividades inhumanas
. (en el., sentttlo
1 en. Apenas acuii.ada la moneda espaiiola, se establece un lazo
ue lo inhumano es la otra espeoe), aun Qセ。ョエ・ュ」@ ose ー。Qセ@ vivo a través de los aparatos y de las estructuras del capita-
2acla uno, de otra manera, la indicación pasrva de un cletennr- lismo mercantil y a través de la pTaxis histórica de Carlos V
330 331
flictos quemar.
cerca del oponen
En una un a ャ」ゥセ。、@ . a otra; _hoy, Florencia está
y de Felipe II, entre ellas, todas las otras monedas del país, límite de la sirrnifica'. !)a a I a, en este mvel la materia como
las monedas de los dem<ís países, y también entre todas ellas •
oones entre sí.b Es e< oonll se hace ' m e ertacwn
. ' el e l as significa-
.
y todas las minas de donde se extrae el oro. Este lazo ante (praxis cristalizada) セ・@ e a by. por ella donde los significados
todo es humano: la extracción, el transporte, la fundición, la .
siempre .
u1erte. cmn Inan en l ma smtests , .
nueva pero
acuilación, son otras tantas modalidades del trabajo; estos tra-
, iコセ」キョ・ウ@
bajos definen técnicas y estructuras sociales. La circulación y En el centro de estas totar . .
plata americanos toman pasivas, el oro y la
el atesoramiento son formas de la praxis. Lo que ponía bajo ' su autentico e ,
vue ven cantidades huma b. . aracter. Las monedas se
el Antiguo Régimen a la totalidad del numerario español en inertesl que las rodean .Enas . aJO la influencia de los actos
permanente relación con la mina como fuente de crecimiento .1 d , . n oerto sentid o, el aro esta, , la can-
t Ie a esta ya en ellas puest
constante y limitado era el trabajo de las minas peruanas, el la materialidad ni ウセ「イ・@ tool qtdte lno se la puede separar de
largo y difícil transporte por los senderos que atravesaban el ' e o e ser en e t . 'd
no es un quantum diferen . d . x enon ad. Pero
o, セQッ@
istmo de Panam<í, las idas y vueltas de la flota española. Pero a l d oa o, Y sobre tocl
1 as mane as en tanto que tal y concierne
son los instrumentos de extracción, los medios de transporte, 1
su valor, sobre el cual volvere es. ョセ@ hablo m siquiera ele
las técnicas de acuilación, etc., los que, al menos parcialmen-
1
trata ele su peso éste ól mas ュ。セ@ adelante; si sólo se
te, dan cuenta del depósito monetario en tal o tal momento ., ' s o toma su reahclacl
oon con los galeones que lo t , concreta en rela-
del reino de Felipe II. 1 lo llevan ele la costa a l セ。ウーッイエョL@ con los acarreos que
En los principios del siglo XVI, el Mediterráneo tiene
"hambre de oro": la fuente africana se ha agotado. América la
¡ ticlacl si no es en rel; 'óa capita . y cómo determinar su cm-
se acumulan sin que
, 0 n con un contin
. el
el ·
ente efmiclo donde
'
releva; España importa a la vez oro y plata hasta 1550. Si en la · pue an volver a sar E -
extste: es España misma " aís r : : tr. , se continente
segunda mitad del siglo predomina la plata, es que Bartolo- aduanas ... En princip', lp p oteccwmsta, atrincherado de
mé ele Medina introduce una nueva técnica ele amalgama en 10• a enorme fortun ·
pues,. a terminar en un prr . ó n cerrado" 1 ya eamencana 1 . 1 viene '
las minas americanas. De 1580 a 1630 se decuplican las impor-
taciones de metales preciosos. Aquí la materia reacciona so-
\ contmente, la barrera aduanera . l
narquía absoluta lo que . ' e tutontansmo ele una mo-
·. . s a ume acl del
bre la materia: el tratamiento del mineral de plata por el dacl ele monedas o de met セ・イュエZ@ a macenar, contar la canti-
mercurio condiciona toda la evolución monetaria hasta me- dad, se determinará la caa ーエセ・ャッ@ so. En relación con esta u ni-
diados del siglo siguiente. Pero esta materialidad instrumental ' , , n Ie ae como abuncl .
rareza; en el fondo del . l 1 anoa o como
es una práctica materializada. Más adelante, cuando los pre- de las monedas se va a cnso ' a pesada carga ele los lingotes y
cios suban, los efectos del alza serán particularmente sensibles , poner a jJesar· e 'l -
establecer unas relaciones entre ' -n e. y P?r él se van a
en Florencia y en Castilla. Braudel da la razón: "Los precios objetos materiales -productos セウエ。ヲ@ matena nuneral y otros
continentales traducen la tensión constante de economías mo- 1 menticios, etc.-. Ahora b. ュ。セオ@ 。セエオイ」ャッウL@ productos ali-
lestadas por las distancias hostiles que las separan del mar" . infranqueable (por lo ten, ¿a cnsol, a este continente
Pero las distancias hostiles traducen a su vez la praxts mate- . menos en teoría) h ll
matenal, en el sentido en ' ay que amarle
fronteras españolas (el m quel a ーセ。オイャ・コ@
rializada: la distancia como materialidad es función del esta- 1
misma de las
do de los caminos, de los medios de comunicación, de los con- ar, os Inneos) ·
b arrera natural ' en el senti'd o en que la · constituye . . una
1 13RAUDEL, La 1\féditerranée et le monde méditerranéen a l'époque
estructuras sociales , el r,egimen,
. . 's
son prácticas cristalizadas? ¿O mstttuoones, las
de PhilijJpe II (El 1\Iediterráneo y el mundo mediterráneo en la época
de Felipe Il; trad. esp., F.C.E.), U, pág. 413. Toda la exposición siguiente
1. _BRAUDEL, La M éditerranée et
no es más que un comentario de esta admirable obra. Cf. sobre todo la de Phzlzppe 11, págs. 374, 375. le monde méditerranéen a l'époque
segunda parte: "Destinos colectivos y movimientos de conjunto", Cap. Il:
''Las economlas". 333
332
hay que llamarle ーュクセウN@ en el セ・ョエゥ、ッ@ en 9-ue los gobiernos
que persiguen una polltlca preCisa y sostemdos P?.r _las clases sus caminos de agua (su automático cambio libre, como dice
dirigentes han encargado a unos hombres ュオセ@ ?elimdos -:-ad- Ernest Labrousse) , con sus ciudades, hijas y madres del mo-
ministradores, policías, aduaneros, etc.- que vigilen l_as ウ。ャセ、@ vimiento". No es una metáfora. Para conservar su realidad de
del oro y de la plata? A decir verdad, es totalmente Imposible permanencia, una casa tiene que estar habitada, es decir, man-
separar la primera interpretación ele la otra; _llegamos aquí tenida, calentada, limpiada, revocada, etc.; si no, se dcoTacla;
a la realidad concreta y fundamental: !a matena como recep- este objeto-vampiro absorbe sin parar la acción ィオュ。セQL@ se
táculo de prácticas pasivizaclas está ゥョ、ウッャセ・ュエ@ lil?acla alimenta de una sangre sacada del hombre y finalmente vive
a la pmxis vivida, que se adapta a las condiciOnes mat.enales con él formando una simbiosis. Todos sus caracteres físicos,
y a la vez a las significaciones inertes, y renueva su sentido, lo comprendida la temperatura, provienen de la acción humana,
re-constituye superándolo, aunque セ・。@ para transforma:lo. En y, para sus habitantes, no hay diferencia entre la actividad
este nivel, el clevelamien to es constitu Livo porque realzza una pasiva que se podría llamar la "residencia" y la pura jJraxis
unidad que sin el hombre se desharía _en el acto. España es 1·econstituyente, que defiende a la casa contra el U ni verso, es
la unidad viva de una empresa, que restituye su valor y su sen- decir, que se hace mediación entre el exterior y el interior. En
tido a los signos inscritos en un sector ele la materia y al este nivel, se puede hablar del "Mediterráneo" como de una
mismo tiemfJo es una mate:ia 、・ヲセョゥ」ャ。L@ セオ@ conjunto de con- simbiosis real entre el hombre y la cosa, que tiende a petrificar
diciones geográficas, geológicas, climatologiCas, que ウセーッイエ。@ y al hombre para animar a la materia. En el seno de una socie-
modifica los ウゥァョヲ」。、ッセ@ institucionales que ha , ウオcゥエ。、セL@ y dad histórica, ele una economía determinada fundada sobre
así, condiciona a la praxzs de los ィッュ「セ・ウN@ que estan ウッュ・エゥ」セ@ ciertos tipos ele intercambio, y, como último análisis, en una
a esta unidad de hecho hasta en el movimiento que les permite determinada producción, el Mediterdneo, conclicionaclor con-
superarla. En el nivel de este doble movimiento reg:esivo. y dicionado, se revela como "vacío creador", se manifiesta pam
progresivo, descubrimos una nueva ・ウエイセ」オ。@ ?<: la dialéctica barcos, por barcos, la libertad ele sus caminos de agua, etc.;
real: no hay praxis que no se_a ウセー・イ。cゥ￳ョ@ オュィセ。ョNエ・@ y deve- el hombre, al superar su condición material, se objetiva en la
lante de la materia, que no cnstalice en la _matenalidad 」セュ_@ materia por el trabajo: lo que quiere decir que se pierde para
superación ウゥァョヲ」。セエ・@ de las 。ョエゥセオウ@ acciOnes ya. matenali- que la cosa humana exista 1, y que puede volver a encontrarse
zaclas, no hay matena que no condiciOne a la pmxzs ィセュ。ョ@ en lo objetivo como la significación para el hombre del ob-
jeto que ha producido.
a través ele la unidad pasiva ele significaciones prefabncadas;
no hay objetos ュセエ・イゥ。ャウ@ que no se comuniquen entre ell?s Sin embargo, hay que distinguir dos tipos de mediación
por la mediación de los hombres, no hay ャセッュ「イ・@ que ョセ@ suqa humana: el primero es una praxis común, deliberada, sintética,
en el interior de un mundo de matenahclades huma111zadas, que une a los hombres (sean o no explotados) en una misma
de instituciones materializadas y que no se vea prescribir un empresa que quiere llegar a un mismo objeto; tal es la po-
porvenir general en el seno del ュッカゥョセ・エ@ ャゥウエセイ」ッN@ Como lítica del gobierno ele Felipe 11, en particular, puesto que es
consecuencia, la sociedad, en su movimiento mas concreto, el caso que nos ocupa, cuando se trata de los metales precio-
queda atravesada por la pasividad,_ セッ@ deja de_ tot.alizar sus sos. Esta empresa concertada 2 conduce a la acumulación ele
multiplicidades inertes, ni de inscnbir su totahzaCIÓn en la los lingotes y de las monedas, en el fondo del crisol español.
inercia, mientras que el objeto material, cuya unidad se rehace,
1 Es lo que da la profundidad del famoso título que puso Zola
se redescubre y se impone por eso mismo, se. vuelve_ オセ@ ser a una de sus novelas: La bestia humana; es la máquina humanizada y
extrai'ío y vivo, con sus costumbres y su propiO movimiento. es el hombre con sus necesidades anima les, es el hombre víctima de la
Con este punto de vista puede escribir Braudel: "El Medite- máquina y es la máquina tomando del hombre una vida par;\sita.
rráneo, con su vacío creador, con la sorprendente libertad ele 2 Volveremos ampliamente sobre estas empresas colectivas en tanto
que hacen la historia. Pero aún no tenemos el medio de empujarlas.
334
335
s· ca d a p r . co n ti en e su - .
re ct am en te del u1n a p ra xi - ov ax zs op ¡a JUstificación
ia p ro d u ce di . ic a, el m í . ac um ul -. . , n pr t ri a-
, la m at er filosófi- JC eo óg d m ie n to de u cw co ni :o rt a ne ce sa
esta m ed ia ci ón tr at a ele estas co nc ep ci on es up er es - m en te la id ea e q u e 1a ac u m u la ci ó n el u n bJen co nd uc e al
A tr av és · de se s "s · o e
su p ro p ia id
ea . P er o no el ni ve l de la as de la nt o·
e_ nn qu ec im ieo n e '¡ ya q u e se ac u m u h' ro Y })lata, , cu an to s m ás
@ ・ セ co ns ti tu ye n en y m u y al ej ad e es la
as q u e
cas o re li gi os o po si bi li da de s m u er ta s h n g o te s o m e as se te ng a, m ás ri c lo r de u n a
es de ci r, q u · ¡ad ti en e ia n @ セ se ser;í. El va ez a con-
tr uc tu ra s' ; co
rn Í. en la cosa, pr ác ti ca q u e
un ¡c se:¡'. J?Ues,de u n id ad , ya qnu et la· ri qu vercla-
in v ar
siste en Ja ウゥュセ・@
la co sa est<
re al id ad . L a
id ea de a través de la s q u e la n ' res? m o e an as . ¿Es
re al id ad
re ve la nd o su m en to s y las in st it uc io ne z"de e ae 1lCIÓ el E re
co 'a m is m a, - daclera esta a mo n ed a d e o 'n ·l ·¡ ad , no es n i
, de los in st ru
, en el siglo \'I es ne
X n i Ea1sa ·e na 1 o v im ie n to el e u. n p o n
o '' zc .ó
o
la co m ti tu ye as co lo ni al es br ut os de カ・イ」ャZセ、。@ e m ac¡ n es el or
p lo ta r las m in m et ró p o li los pr od uc to s E sp añ a. . b r. , .1
m is m o de sc u Ie.nc ose co m o m et a l p re czoso·' 1) er o a 1 m is m o
.
de si gn an . E x en la pr ec io so en el 1
im p o rt ar t. m po es in e n
e. n o es u n a In ve nc ió n e es pí ri t u, s1· no u n a
.
ce sa ri am en te de ci r, ac u m u la r el m et al ta co m o m er ca nc ía . )e
ze ·
t r¡·eIc ac ió n d el d 1 e
es la p la s ve a so br ed a, p o r
la co lo ni a; or o y a nt il is m o l ac to E r ac er ó y e;z la m on h o m b re
ti ca de ve la al nd e al m er ca el m · e1·IV·Ic/uo en 1 . · o Ji az
P er o es ta pr ác ve la m ie nt o q u e co rr es po o m er ca nc ía p o rq u e e In st an te y
co m
el ve fa ls !' ・ウョ、ゥセ」エ。@
de l
de
A d en d s es el la m o n ed a se de sc ub re co si da de s de la colo-
m co n su ーイッ、セ」エ@ p er o se vu ec n in co m pl et a, a
am e' 1. tr o ,
de la ép oc a. Y
ía ; co m o la s ne ce
co lo ni - p ar ti r de ) m n to en q u e e Ju eg o de l re イセウッ@ ヲ。セウ・@ to ta i-
tr at a co m o m er ca nc
n d el or o en el pa ís m e n te 1a em pr es a u n i . @ 、 。 ・ ョ セ 」 de l pr e es
1
sp or te
p ar a エ。セョ@
se la ul ac ió y . S ie m 1
li ca n la ac um o p ar a ese tr an evi- l y cuaJes g_ poq u e sean las
ni za ci ón im p tr ab aj o he ch m ás カセイ、。@ a q u セッQ・イョ。エL@ アセi・イ。@
en te q u e el P er o es aú n 」セイオョウエ。ゥ@
y el to de los r
za do r, es ev id to corno u n bi en 1·eal. l de l ob je to , su ch e. s. @ ョ ・ ゥ カ セ ュ d e @ ウ セ ゥ 」 ・ •. q u e ser;í m
ás
de si gn a al o
b je id ad m at er ia rzco es ta n o
m il du ca do s fa lso
la de ns id ad ,
la op ac au tó n o m a to d ;l rpeCibe m as , p er o es
d en te p o rq u e u n a su st an ci a co n ju n en ri ue ce id ad
ci ó n el :o ce m on et ar io ?. A オセ@
él aú n m ás a testimo- en el so q u e un a colect iv
ll o ha ce n de de la m o n ed re la ci ón p o r ac u m u la
pe so y su b ri ar se : la re al id ad física
st
q u e pa re ce ba s in tr ín se ca 1 . E l pr ec io
se vu el ve u a o b je to
n
s: el de l
1 。」エ■セゥ、@ pa si va e
y co n tr ah
@ セ ョ ァ ᄀ ウ
n al id ad co nt ra d} c; la m ' ?t er ia co m o
a su Id ea p o r
su
n ia ele su bo
ni ta
lo re s de dos m er ca nc ía ar ia . E st a id ea m ov im ie nt o. . ;
tr e los va
n id ad m on et rv ad o u
in tr ín se ca en r y el de la u la m at e- . E st as o b se u nes no s ll ev an a l se g n d o ti po d e med¡"a- 1

q u e se q u ie re co m p ra
at er ia li st a p o rq u e es a
n ó n h u m an ' q e se d a en se ri e • .é.n este se gu nd o caso al
v
es n at u ra li st a
y m e no es
ia li st a p o rq u m ar g en de 1a em p re sa, 1os m is m os h o m b res (u o tr os) se co' ns-
de la m at er ia u ci en d o la id ea ; es m at er at er ia li d ad . Ja "ó ·
ri a m is m a p
ro d
to ap re h en d id o en su m er es na - tH uy en •en re 'C l n co. n ,la. pTaxzs co m ú n co m o Otros, es de ci r
el in st ru m en son los ca ra ct q Ie a In te ri o ri 1 d ad l g ru o d q u ed a at ra :
o tr a cosa q u e
l
li st a p o rq u e . sm te ti ca de jッセ@ ⦅エイ。セェッ@
re cí pr oc a セ・@
es n at u ra n d am en to de la e
vi si bl e y ta ng
ib le ; d an co m o fu ve sa da p o r en ta n to
at er · 1 セ、ゥviオッウ@
se
q u e és ta 」ッョウエゥセ・イ、。@
b je to físico lo s q u e p o r la cosa
re ve rb er ac ió n ón m las ba-
tu ra le s de l 2o ne s セ@ . 1 ーセウ。イ@
ci
er ケセ@ su se
to do es la pa ra de
P er o so br e rr er as ac lu an oh ib ic io ig ac io ne s
su u ti li d ad • ur ri do en 17
92 consi-
lo s @ ᄋ エ セ e las pr
@ ・ イ エ ョ セ as In ve st
se le ha br ía
oc
o, la te or ía po li cí ac as , ec io so s só lo a p ar a
ri o, a na di e nc ía . C om o, sin em ba rg ci ar io s res- r de f/e.s pr o ro se fu a an en E sp añ te ra s
r el co nt ra
セッャカ・イ@ a sa li
to da s las fr on
fr au de s: ・セ@ ャ。ーセ@
1 Po un a m er ca te ní a po r si
gnos fi du e ' a. el
na do como m ed ia ci ón E n p ri m er lu unu;
de ra r el as ig pl en do r, se le e se rv ía a su vez de a .época el m
ta es ta ba en su es
ca nc ía , qu
m ec lü er rú ne o @ Z セ ァ es t? n lo s
m er c/ o Is m
a or o, el co
m et al is m er
un a m on ed a- al es . e 11a ces¡dto· es ac ti vo . y 1a fu en
te
pa ld ad os po r bo no s na ci on na ci on al es qu su da ne sa se
en tr e el bi lle te y los
s tít ul os so br e los bi en es cesa. N . de l T.] seca , los, co m er ci an te s ex tr an Je ro s, es ta bl ec i-
da un o de lo ol uc ió n Fran
[Asignado: ca l m on ed a du ra nt e la R ev eso de l pe ns
a- - m un do
. ·
ie ro n co m o pa pe
l: "P ar a H eg el , el proc to au tó no m o, uc
:n ad a: y este r . m at en al ha 、・セᄋ@ tr ad rd o y tr an sf or m ad
o
pr ax is
si rv l capi ta
es cr ib ió en E br e de id ea , ha he ch o
un su je
Pa ra m í, w m an a a su w le ng ua je , es minos de in er ci /a La la
m on ed a-1
2 M ar x no m en o ex te ri or . ad uc id o nc ía e p op a er :\ aa térb
un . . a
n el fe nó m m er ca m at er ia open ac ca eza de m w rs. tr o es pa
f
m ie nt o, de l qu e, co
qn e só lo es el
sp ue st o y tr
en la ex ac ta s
ュオ」セ、@ l p. o ' 10
de la re al id ad m at er ia l tr an qu e se J a en qu '
e a zeza de or , es un a id ea
es el cr ea do r las id ea s sólo es el m un doac ue rd o. A co nd ic ió n de
el m un do de Es ta m os de
tu hu m an o" . 337
en el es pí ri
336
dos en España, repatrian especies acuñadas. Y además contemos absorbe
. la recurrencia
, para hacer de él una especie de IeSIS .. · _
con las salidas lícitas: las importaciones de cereales y ele al- tenoa espontanea de la materia a los deseos y a las prácticas
gunos productos manufacturados necesitan pagos en especies. d7 los hombres. セウエ。@ vez es la inercia misma la que, confun-
En fin, la política imperialista de España le sale cara: los Países dzda con la altendad, se vuelve principio sintético y produce
Bajos se tragan una parte considerable del oro peruano. Eran- セオ・カ。ウ@ ヲNセ・イコ。ウ@ p・イセ@ セウエN。@ ヲオ・イコ。セ@ son negativas: el oro adquie-
del puede concluir que "la Península ha desempeñado ... un Ie una VIda propia mtermedia entre la praxis real (de la
papel ele depósito qe agua para los metales preciosos". En que セ「ウッイ・@ el poder オョゥヲ」。、セイ@ y la negatividad) y la simple
efecto, en la medida en que son Ot1·os los que cometen los ウオ」・セi￳ョ@ de los セ・ョ⦅￳ュッウ@ físicos (de los que afirma la clis-
fraudes (por los extranjeros para los extranjeros), en la me- persión en extenondad). セッウ@ caracteres de esta vida mágica
dida en que el imperialismo español se constituye como política que vuelve en ella la praxzs y transforma los fines en contra-
del Otro en relación con la política monetaria, dicho de otra fmes no pueden ser analizados aquí. Sin embargo, querría
manera, en la medida en que el rey es otro distinto de sí mostrar lo que llamaré la cantidad encantada.
mismo cuando contradice sus propias decisiones, ya no es reve- Así es que el gobiemo esfJai1ol acumula el oro, pero el
lable ninguna acción común, se trata realmente de innumera- o:? se ヲオNァセ@ En este plano, tenemos en primer lugar una ac-
bles acciones, separadas, sin unión concertada; los defrauda- oon positiva y lógica de la cantidad: parece, en resumidas
dores cometen fraudes individualmente o formando pequeños cuentas, que desaparece más rápido y de manera más fuerte
grupos organizados, pero en su mayor parte se ignoran, porque 」オ。セエッ@ más ・ャカ。、セ@ es ・セ@ ーセエ・ョ」ゥ。ャ@ monetario del país; lo que
tienen que hacerlos en la clandestinidad; el rey no conoce a B.Iaudel le permite anadu la metáfora: "España es un ele-
su propia contradicción, la compra de trigo, de los productos pósito de agua". En la medida en que esta acción es negativa
de primera necesidad está ゥセオョ・、。エュ@ 」セョウゥャ・イ。@ según s¿lo. 1? es en relación con la empresa humana, pero esto ウ￳ャセ@
otro punto de vista, en umón con las necesidades VItales de sigmflca que hay que considerar en la acción las posibilidades
España. Pero· estas acciones aisladas encuentran un lazo セクエ・ᆳ d:structoras ?e _la acumulación de la misma manaa que, por
rior en la inerte unidad del depósito de oro y en la Idea eJemplo, se ィセャエ。@ el cargamento de un galeón. Si se va a pi-
inerte que se ha inscrito en cada ャゥョァセエ・[@ el metal precioso セ・@ que, ・セ@ naufragw lo ha producido la acción positiva del amon-
da como la riqueza de España, es decir, que apare:e, a traves tonam!ento: pesa más cuanto más lingotes hay. En verdad, esto
ele las empresas lícitas de los comerciantes y del gobierno como no esta tan claro, y encontramos lo negativo en cada corriente
un poder material y sintético capaz de crecer y ele decrecer. particula.r. pセイッ@ en fin, un símbolo físico puede ser utilizado
Las fugas de oro eran así consideradas por las Cortes como por el ャQウエッイセ。、@ o por el economista para describir el fenó-
un emfJobrecimiento sistemát1:co del país. La unidad del pro- meno セ・@ conJunto. Lo que por el contrario llamaremos el en-
ceso concertado de acumulación da a la materia su unidad pa- セ。ョNュゥ・エッ@ ?e la 」。Aセエゥ、ャ@ es otro aspe:to del hecho comple-
siva de riqueza y esta unidad material a s_u vez オセゥヲ」。@ el in- JO acumulaoón-fuga . La fortuna amencana, tras una estada
distinto pulular de los fraudes y de las ImportaciOnes. Pero más o menos larga en España, va a parar a los países medite-
de pronto es la materia la que se vuelve esencial; y _Jos ゥョセカᆳ rráneos; セオイ。ョエ・@ cerca de un siglo, las existencias españolas
duos, ignorados, intercambiables, se borran en la mesenoah- se reconstituyen Z 。セュ・ョエ@ con nuevas importaciones. Aquí
dacl. Lo que hay que detener es la fuga del o1·o. Y esta fu&"a estalla .la 」ッョエイ。セィN￳@ que ャセ。ケ@ entre la moneda-mercancía y
por el Otm se vuelve movimiento espontáneo de la ュ。エセョ@ la reahdad econonuca: en la zdea entra la noción cuantitativa;
en tanto que Otm. Es decir, en tanto que en su humamza- ya que el valor de la unidad monetaria es fijo, mayor sed la
ción misma es Otm distinta del homb1·e. Pero puesto que es suma y mayo1· su valor. Y como ya he dicho, eso es verdad en
Otra por su inercia, por su estructura. molecular, por la ・クセᆳ todo momento pam el individuo; pero al mismo tiempo que,
rioridad recíproca de sus partes, es decu, en tanto que matena, pam él, toda nueva cantidad aumenta su riqueza, en b comu-

338 339
alza de los precios encontramos lo que podría llamarse una
¡ T de l a un1"dad· ' , y como conse- totalidad-fantasma, o, si se prefiere, la suma actúa negativa-
. . l disminuye e z va o . las manos del comer-
melad naoona ¡"ndividual sufre entle . ua cuya causa es mente sobre las partes de la misma manera que un todo. Por-
· · 1 fortuna d "ón contu1 '
cuenoa a . dustrial una degra ⦅。」セ@ y sin duda alguna, que, como hemos visto, lo que ordena la degradación de cada
ciante o del ¡n ropio enriquecuntento. . nales entre dos unidad es el aumento de las existencias. Luego los elementos
· 1 te su P 1 · es funoo , est:l.n condicionados por su relación en todo instante. Sin em-
paroa mcn. - físicas establecen re aClon la medida en que la
mucl:as ャア・ZNオョセ@ de las cuales crece. c:n, ue los metalistas de bargo, esta relación se mantiene cuantitativa en apariencia;
」。ョオ、ZセL@ ;. eso es lo que permtura d la desvalorización se trata, en efecto, de una relación de cantidad a cantidad.
ッエイZセN@ Iセョ・。Gャ@ presenten. el ヲ・セ|Z@ v:riables: la moneda- Pero esta relación ele exterioridad est:l. corroída por una rela-
ción de interioridad. Esto lo veremos aún m:l.s claramente si
la e¡ . de una relaoón e . do crece l:t can-
con la [arma c•'a no monetana; cuan . suben. colocamos el fenómeno en la temporalidad de la praxis en lugar
, la mercan , . 1 · • los preoos
mercanoa y , ·es acuñadas en Clrcu acwn, , y su valor-tra- de acantonarlo en el perpetuo presente del mecanismo. Enton-
ticlad de edspecll valor de uso de la mercanc!a t-ambién se eleva ces aparece un porvenir: en el seno ele la acción concertada que
pero ct, l •1 n o e. ' E" por h 1. potests, ' · el preciO · Volve- se define, como hemos visto, a partir ele su totalidad futura
. - se manuene IJO, l unidad monetana. . .
baJO ue se hunde el valor de a l ele las monedas chsml- y que se manifiesta, por consiguiente, como una totalización,
sólo porq t llecho primario: el va or 'a 5 000 ducados, el proceso de la desvalorización se vuelve un movimiento cuyo
así a es e 'd d Ayer tem ·
tnos ' uando aumenta su cantl セ@ . este ducado particular que porvenir (la perspectiva de un aumento siempre más conside-
nuye e ' lO OOO· en 」ッョウ・オセL@ b' r de naturaleza ha rable de las existencias) determina al presente y a la praxis
hoy tengo d. d, o mi bolsillo, sm caro ¡a , d'da de energía de los grupos o de los individuos (así se podrá "jugar a la
no lla aban ona . e de degra d a o"ó n, ele . . {Jer 1 ,t, en relaClon
. ,
baja" m:l.s adelante). Finalmente, la desvalorización les llega
sufrido una espeCI ' e el enriqueClrntento es e a los españoles del futuro; la pueden prever. Claro que en el
. ·endo claro esta, qu .
(aclmttl ' d las existenoas) . . " . , loco siglo XVI la teoría metalista oscurece las ideas y el comerciante
con el aumento e t ele los preciOS parecw no comprende que el crecimiento de las existencias ordene a
E s sabido que el aumen o'o ele 500 toneladas vale TNPセQ@ toda la economía. Lo que por el contrario comprende muy
, " . Un nav• 15 000 en lGL. ? E 1 Ham•-
los contemporaneos •ar , bien es que va a seguir el alza de los precios. Lo comprende
a d en tiempos ele Carlos V y . ele la llegada de meta-
duca os 1 " tre la carrera .1 la porque es esta alza la que va a producir en él la extrapolación:
lo ha demos trae o, en d l precios, tan evtc ente, e: como pmceso en cuno proyecta a través de él su propio por-
セーイ・」ゥッウ@ de América y la le: セ・@ un lazo físico, ュセ」。ョエo@ venir. Habd como resultado actos y decisiones: se protegerán
oinciclencia que parece que umento de los fondos e e me a contra el peligro presente, pero con la perspectiva de una con-
セッ、。@ ィセ@ ウゥ、セ@ 」ャ￉ゥイァ、セ・@ pセ」イッョ@ a lo la;go ddel ウゥァセャ[Zᄋ@ ¿ tinua agravación de la situación; en particular, el industrial
1 recwsos · · stos . , 1 dos terciOS e su ' tratará de bloquear los salarios. En .Espaíia (tomando la base
eas セョゥ・ャ。、@ monetaria percho toas ele una acción mednica. Pero
l
decir, que ーッセ@
P
r
or la otra, hay un,
el sentido estncto e
arte se tra ,
una acción dialéctica 」セ・ャ@
. el l térmmo, e azo
エッ、ャセ@
b las partes.
イセ・」ョゥッ@
se ejercen sobre un
es
1571-1580 =lOO), tienen éstos el índice 127,84 en 1510 y, su-
biendo y bajando, llegan en 1600 a 91,31. El aumento de los
precios, por el intermedio de la praxis en altaidad (porque
Porque en . 'clad· las fuerzas que de un sistema el bloqueo no es el hecho del gobierno, sino el resultado de
de extenon ' · . 1 elementos una infinidad de iniciativas privadas 1 ) determina unos cam-
el 1azo . ·1ndepencl•entes, os e les puede
ó ·1 manuenen . te por eso s bios profundos en otros sectores de la sociedad. Una praxis
セ@ セ。ゥ・ョ@ ゥョセイ「ャN・ウ@ セウZ・」エ。@ sobre _las ー。イエウセ@
tratar como 」。セオ@ ac ・ウセ@ no hay todo; _hay 」ッョjオエセ@ no son 1 Y como se comprende, expresa la actitud de una clase pero .

la sencilla razon de q o los térmmos que un l . del at'm no tenemos Jos imtrumcntos para pensar la acción y los intereses
de una clase. Cf. nuls lejos.
las relaciones cambian, p:;os. Por el contrario, en e caso
modificados por esos caro
341
340
cantidad ele los hombres-mercancía . • 1·0 · p 0 1que,
y su sahr . •
segun
concertada no se puede oponer a estos cambios: los trabaja-
este セョエ_@ de VIsta, la relació': del hombre-cosa, es tlecir, su
dores, sin órganos defensivos, quedan sometidos a esta dura
オセ・Qウィ。ョ、L@ es ya su trabaJ.O descompuesto, clestotalizado,
ley, que nos descubre a su vez la acción de la cantidad conw
、Qセッ@ ・Qセ@ e_stos 。エセュッウ@ extenores que son las horas de tra-
totalización. Si los salarios vuelven a subir rápidamente en
「セjoNG@ y la umca realidad de la hora ele trabajo es social: es el
1611 (130,56), es que la miseria y las epidemias "reducen con-
イ・セキ@ セ@ que se paga 1 • La abundancia produce, pues, la desva-
siderablemente la población de la Península". Descubrimos a onzaCión y la consecuencia es que el material humano se
la vez: 19) Que la acción de los patrones -como la de los enr.arece: como 」ッョセ・オゥ。L@ la rareza revaloriza las moléculas
campesinos chinos- produce el resultado contrario del espe-
soCiales. L_a イ。セヲ」Q￳ョ@ desempei'ía aquí el papel de crecimiento
rado. Al bajar el nivel de vida de la población, la dejan a de las ・クゥセエョc。ウ@ I:rwnetarias: es una disminución numérica
merced del hambre y de las epidemias. Provocan una crisis de
que -por. ュエZセM・、キ@ de la oferta y la demanda- actúa como
mano de obra. 29) Que la masa "atomizada" por la falta de una totahzacwn sobre sus unidades acrecentando la cantidad
lazos políticos, está "materializada" por las fuerzas de masifi-
d_e cada セョ。N@ ele ellas. セッ、・イ@ estar sumados como cupos adi-
cación. Las aprehendemos aquí en su realidad mecánica en el
ciOnales 」ャQウゥ・セッL@ es deCir, en suma, no estar juntos, se vuelve
sentido de que el aspecto orgánico y humano de cada individuo para los trabaJadores una esj;eáe de lazo de interioridad. Se
no impide que su relación con el otro sea puramente molecular
ha ッー・イセ、@ una 、ッ「ャセ@ transformación: el grupo atomizado se
según el jJunto de vista de la: defensa de los salm·ios; el aisla-
vuelve Sistema mecámco, pero la pura exterioridad de la suma
miento ele cada persona acaba por constituir el conjunto de se vuelve totalidad humana o seudo humana actúa contra los
los asalariados en un vasto sistema inerte y condicionado desde patrones de la misma manera que una ィオ・ャセ。@ general 2.
el exterior. En este nivel descubrimos que la materia inani-
mada no está definida por la sustancia propia de las partícu- 1 Uno de los engaños de la plusvalía es que se sustituye el tiempo
las que la componen (pudiendo ser éstas inertes o vivas, conc:eto Y humano del trabajo real, es decir, de una empresa humana y
inanimadas, vivas o humanas) , sino en las relaciones que las エ_。セiコN、イL@ por el tiempo muerto de las horas-trabajo. '.Iarx lo dice
unen entre ellas y con el universo. También podemos señalar sm msistir. Volveremos sobre ello.
bajo esta forma elemental a la Naturaleza de la reificación: : yol_veremos a encontrar esta transformación de la materia y esta
matenahzación de lo llUIJJano e n e1 1n · d'IVI'd uo mismo
· ·
con el margmahs· ·
no es una metamorfosis del individuo en cosa, como muchas ュセN@ セッョ@ esta ー・セᄋウ」エゥカ。L@ los deseos y las necesidades de la persona se
veces se podría creer, es la necesidad que se impone a los o「j・セiカ。ョ@ Y se alienan en los valores de uso de la cosa donde se hacen
miembros de un grupo social a través ele las estructuras ele la cantidad. Pero 'al mismo ti.eillpo , 1as "dos1s · " ya no se 1·Imllan
· · ·
a coexistJr
como ュッョ・セ。ウ@ セョ@ un calcetín de lana: o más bien, la coexistencia se
sociedad de vivir su pertenencia al grupo, y a través de él, a vt.Ielve イ・ャ。セQ￳ョ@ Qョエ・イセ[@ la "dosis marginal" -la que posee el valor de
la sociedad entera como un estatuto molecular. Lo que vive uso más baJO- セ・エイョオ。@ el valor de todas las demás. Al mismo tiempo,
y hace en tanto que individuo se mantiene, en lo inmediato, no ・ウセ。ュッ@ 」ッョウQ、・イセ@ una síntesis real, sino una interiorización fan-
como j>mxis real o trabajo humano; pero a través de esta em- tasma. en オセQ。@ ⦅ウゥセjエ・@ real, la relación se establecería entre partes reales,
coiセ」イ・。ウ@ e ュ、ゥセiオ。コ」ャウN@ En el marginalismo, la última dosis es cual·
presa concreta de vivir, le frecuenta una especie de rigidez q_uzera. ele las diez monedas de oro que poseo, cada una puede ser con-
mednica que somete los resultados de su acto a las extrañas Siderada como la última que gastaría; de los diez obreros que emplea
leyes de la aclición-totalización. Su objetivación está modificada セョ@ patrón cada uno ーセ・」ャ@ ser considerado como el último y su trabajo
desde fuera por el poder inerte de la objetivación ele los otros. Siempre puede ser considerarlo seglÍn su jJroduclividad marginal. De he·
・ィセL@ lo que forma este lazo ele interioridad conmutativo es la materiali·
39) Que es la materialidad la que se opone a la materialidad: zac1ón de la necesidad: es él el que a través ele la descomposición que
la despoblación aumenta el valor del individuo. Tenemos la lleva a cabo la ley de Gossen impregna con su proyecto unitario a la
relación inversa de la que descubrimos por la moneda; esta suma de las dosis materiales. La verdad del marginalismu no estü ni
vez es el menos el que engendra el más. Y también aquí se fuera, en la cantidad pura, ni dentro, en el seno de lo "¡Jsicológico": csl<Í
en el dese u b unuento ·· · d'1a 1"eCtiCo
· de un perpetuo intercambio entre la in-
trataría en vano de establecer una relación funcional entre la
343
342
es verdad 'que el Estado puede ser considerado como el destino
. mantiene en España un sen- de cada ciudadano, inversamente, en el medio ele recurrencia
Pero el conjunto del pr?cesof セ。@ desde la fuga del oro
e en oerta or ' . t lo y de la alteridad, el conjunto atomizado ele los ciudadanos
tido humano, ya. qu , ando or el alza de los pr?o?s, oc. (por lo menos los que pertenecen a la burguesía mercantil)
hasta las epide:lllas, ー。セッョ@ el セ・ウオャエ。、ッ@ de esta pracuca deh- aparece como el destino del Estado: en los mercados medite-
pueclc ser 」ッョセエャ・イ。@ acumulación monetaria: Pero en ャセウ@ rdneos el ducado español y los reales de plata son más apre-
beracla y ッ「ウエュセ」ャ。@ , . parece el metal preooso -a エイセ・ウ@ ciados; se les da más valor que a la moneda acuilacla en el
otros Jaíses mecltterraneos. ,¡ • . uales- en forma de invaswn;
ele los¡ diferentes ヲイセオ、・ウ@ セゥエカ@ país mismo; se imponen a través de ellos y a través del alza
medio legal ele [avorer.er. el
de precios que provocan una especie de presencia y ele hegemo-
los aobiernos no uenen, セ@ pueden hacer es cerrar l'JS OJOS
nía española. Resulta inútil continuar, pero vale la pena se-
aDuJo ele moneda; _Ion セッエゥ」。N@ Esta vez, la moneda 。ーセ・」@ ñalar cómo, a través ele ellos, la realidad social ele la clase
ante esta 。」オセNャッ￳@ ·. l or pequeñas sumas separadas ' o burguesa se impone como un constreílimiento intolerable en
'"'11 su disperswn matena' p . o'tra relación fuera ele la
" l' "tos aunque sm ., el mundo ele los trabajadores. Pero la burguesía es su propia
a causa ele tratos ICl L unidad es humana aquí tambien: e_s 1
víctima: sufre en tanto que clase por la actuación de sus
coexistencia temporal. a l ay que entender una necesi-
• .t 1 , Pero con esto 1 . , "n- miembros; los banqueros y los fabricantes quedan rudamente
"hambre ue oro . . . del comercio mecltterraneo, ウセ@
.t.,-1 difusa ele la mclustna y . noran La unidad no es resentidos por la inflación. No hay duda ele que a través de
u, u
. l a través ele me 1V1C UOS .
. ¡· · ¡ que se 1g ·
!"dad material que 1 esta revolución monetaria, el mundo mediterdneo, brusca-
uc o . . "d alcTtuen; es una rea 1 ' . E roen te detenido en su desarrollo económico se enteró de la
una real1dad vzvL a ,por ' o b ele pedidos paruculares. n
se mambesta ,
· ·· a .1travesmerciante
ele una nu e ·
que rec lama, espeoes acuna ,
- clas \ fatalidad de su decadencia.
un sentido, caua co . "t ¡"ones en las estructuras so- ¿Qué nos ha enseñado este dpiclo examen? Ante todo,
.1 • en las ¡nstl uc ' e que sólo la materia compone significaciones. Las retiene en
re 'aliza fuera ue. st,"ó el l a e con omi'a · De esta manera, .,
s
f.·
ciales la totahzao n e . o· hay una atracoon su 11- ella, como inscripciones, y les da su verdadera eficacia: al per-
ャセュ。G@ y se sufre el aflujo ュッセ￳・エ。ョウ@ .concreta y activa cuando der sus propiedades humanas, los proyectos de los hombres se
·
da como ¡nvas1 n. , "ó La atraco n e -'as particulares; en e 1 co n - graban en el Ser, su traslucidez se cambia en opacidad, su te-
. el" . l o ele compani, A , nuidad en espesor, su vol{ttil ligereza en permanencia; se vuel-
se trata de m .IVIC uos l Estado, es pasiva y sufrida. 51, 51
junto de la ouclad o ele ven Ser perdiendo su carácter de suceso vivido; en tanto que
. 1 una seuuo-ma ·' t ent''t"tca son Ser, se niegan a disolverse en el conocimiento, aunque
,, ." sobre
.
terioriclacl y la exterioridad que ャ⦅ヲオ。ョ」・セ@ エゥ・セーッ@ vivido de la necestdad sean descifrados y conocidos. Sólo podd clesagregarlos la mate-
. 1 , y que cnsta IZ ria pegando contra la materia misma. El sentido del trabajo
una seudo-psiCO ogta . secreto del cardinal. .
saciada en un ordenahsmo doza hizo registrar a los pasaJeros humano consiste en que el hombre se reduce a la materialidad
1 "En 15'i9 .. , D. Juan de Men 1 Mセ@ a Ital"ta Resultado: fueron inorg<ínica para actuar materialmente sobre la materia y cam-
· · 1 Cata una ' '·
que transportaban sus galeras e e エ・ョセゥ。@ en su mayor parte a comer-
biar su vida material. El proyecto inscrito en la cosa por nues-
recogidos 70.000 セオ」H、﾿・ッイゥエNL@ p<\g. 376.) tro cuerpo toma por transustanciación los caracteres sustancia-
ciantes genoveses. ' . icle
lo {stica. En efecto, nada セー@ les de esta cosa sin perder del todo sus caracteres originales.
,. Más bien se エイセ。、⦅@ de オセ。@ [u\セョᄋエッ@サ se han 、ゥエセッ@ relacwnes Posee así un porvenir inerte en el seno del cual tendremos
ue se constituya un sャセエ「ィウュッ@ e con ue la exteriondad se カセ」ャ。@ que determinar nuestro propio porvenir. El porvenir Ie llega
セョゥカ・イウ。ャ@ de seudo-intenondaf. ャ。セ、・イ@ セエ・イゥッ、。@ de las イ・ャ。」キョセウL@
resenle por alguna parte. Es a ver la arte individualizada al t? o, al hombre por las cosas en la medida en que les ha llegado
セウ@ decir, la pertenencia concreta derdracfaria a ser sitnholiz.ada. Dtcho a las cosas por el hombre. Las significaciones como impene-
la que se mantiene 。「ウッャオエュ・ョセ@ de la dialéctica son ウオ」・ーセエ「A@ de ウ・セ@ trabilidad pasiva se vuelven los reemplazantes del hombre en
de otra manera, algunos ュ⦅ッセ[Z。@ dialéctica está en su movmuento rea el universo humano: el hombre les delega sus poderes. Madi-
expresados por un álgebra,. P
m;\s allá de toda matemática.
345
344
fican· todo el universo material por contacto y por acción pa- se manifiesta de una dispersión I1 umae na COnlo una
siva a distancia; lo que significa a la vez que se les ha grabado ·¿ el el enel medio .
comum a e estmo y como un conflicto ele intereses
en el Ser y que se ha deslizado el Ser al mundo de las signi- カセ・ャ@ en 」。セ@ u?o, 」セュッ@ proyecto de unión y separaciói; Zセ@
ficaciones. Pero esto significa además que esos objetos con
peso e inertes están situados en el fondo de una comunidad tvida,
el cletennmaoón smtética . de cada uno e 11 r·el acwn
· · con
o os y, en consecuencza, una unión más o mer1 os a t ' ·
cuyos lazos jJor una parte son lazos de interioridad. Un ele- el 1 1 b , n agomca
e os 1o.m res entre SI: セ・@ esta manera, la materia traba"acla
mento material puede modificar a distancia por esa interio- nos refleJ_a. nuestra actividad como inercia y nuestra ゥョセイ」。@
ridad a otro elemento material (por ejemplo, el descenso en el セ_ュ@ actividad, nuestra interioridad en el grupo como exte-
rendimiento de las minas americanas detiene la inflación en iスッイセ、。L@ nuestra ・クエセイゥッ、。@ como determinación de inte-
el Mediterráneo a mediados del siglo xvn) . Pero con esta 1I,or.Idad; en ella lo vivo se transforma en mecánico, y lo me-
modificación contribuye a romper el lazo de interioridad que 」。セiッ@ s_e ele':a hasta una especie de vida parásita; es nuestro
une a los hombres entre sí. Según este punto de vista, se puede セ@ ejo mverticlo, en ella "la Naturaleza se muestra como la
aceptar a la vez la prescripción de Durkheim: "Tratar como , ea con l.a forma del Ser otro", para tomar de nuevo una
cosas a los hechos sociales", y la respuesta de Weber y de los f?rmula_ celebre ele_ Hegel_. Sencillamente, no hay a uí Idea
contemporáneos: "Los hechos sociales no son cosas". O si se ZNセョッ@ acoon_es iセ。エ・ョャL@ ejecutadas por individuos; yqla ュ。エ・セ@
prefiere, los hechos sociales son cosas en la medida en que óa es ese イセヲャ・jッN@ cambiante ele exterioridad y ele interioridad
todas las cosas, directa o indirectamente, son hechos sociales.
N o hay que buscar, como Kant, el fundamento del enriqueci-
.:1 s セッ@ en mtenor ele un mundo social que rodea y que al
ュゥウセ@ tiempo AI・セエイ。L@ es decir, en tanto que está trabajada.
miento sintético en un juicio sintético a prim·i, sino en una
. sセ@ !a I?atenahclacl se vuelve a encontrar en todas partes y
reunión inerte de significaciones en tanto que son fuerzas. Pero
SI esta I?clis?lublemente unida a las significaciones que graba
en la medida en que estas fuerzas son fuerzas de inercia, es
la praxis,, s.I tal ァセオーッ@ ele hombres puede actuar en sistema
decir, que se comunican desde fuera por la materia a la ma-
:asi mecamco Y SI la cosa puede producir su propia idea,
teria, introducen a la exterioridad con forma de unidad pasi-
セ」ャ￳ョ_・@ セ・N@ ・ョ」[Zセエイ。@ la matena, es decir, el Ser totalmente puro
va como lazo material de interioridad. De tal manera, la
: sigmfrcacwn? La respuesta es simple: no se presenta en
praxis materializada (la moneda acuñada, etc.) tiene como nznguna jJarte en la experiencia humana. En cualquier mo-
efecto unir a los hombres en la misma medida en que los mento de la Historia que nos coloquemos, las cosas son hu·
separa imponiendo a cada uno y a todos una realidad signifi-
ュ。ョセ@ .en la e;a.cta medida en que los hombres son cosas; una
cante infinitamente más rica y más contradictoria que el re- erupoon volcamca puede destruir a Herculanum; en cierta for-
sultado que descontaban individualmente. Las prácticas mate- ma, el h?mbre se ィセ」・@ destruir por el volcán; es la unidad social
rializadas, deslizadas en la exterioridad de las cosas, imponen Y matenal ele la 」ュャセ@ y ele sus habitantes la que da en el
un destino común a hombres que se ignoran, y, al mismo :n:undo humano la umclacl ele un acontecimiento a aquello que
tiempo, reflejan y refuerzan con su ser la separación de los sm l?s hom?res,_ se. 」セゥウッャ⦅カ・イ■。@ tal vez en un proceso sin límites
individuos. En una palabra, la alteridad les llega a las cosas ーイセッウ@ _Y siセ@ sigmfrcacwnes. La mat.eria sólo podría ser ma-
por los hombres y vuelve a las cosas hacia el hombre en forma te,na para Dws o para la ーセイ。@ matena, lo que sería absurdo.
ele atomización: el que produce las fugas del oro es el Otro. ¿Entonces volvemos al cluahsmo? De ninguna manera: situa-
Pero el oro, como dispersión inerte de las unidades monetarias, mos al hombre en el mundo y verificamos, sencillamente, que
se empapa con esta alteridad y se vuelve el Otro distinto del este ュオョセNッ@ Npセイ@ y para セャ@ hombre sólo puede ser humano.
hombre; para él, la alteridad se refuerza en cada uno. Sólo Pero la clialectica es precisamente un monismo en la medida
que como esta alteridad se vuelve la unidad ele un objeto o en · que l as oposiciOnes · · se le presentan como momentos que
de un proceso -el Oro, la fuga del Oro- y esta unidad se ponen un mstante para sí, antes ele estallar. Si no fuéramos

346 347
Heidegger 'hizo el el ogw . del
ve una manera de m· ·r . marxismo, . .
es que en esta filosofía
totalmente materia, ¿cómo podríamos actuar sobre la materia, del existencialismo セᄀ・ウエ。イL⦅@ como dice 'Vaelhens (al hablar
cómo podría actuar ella sobr: nosotros? セゥN@ el hombre no fu_e,se ¡n' [ IC eggenano)
I. . . ,Y, 9-ue] el hombre.. s,
"Q
o
. , u: e er es Otro en
1S e
un existente específico que vtve su condtctón en la superacwn no es el 2. Pero toda fil . f'olo es el mtsmo por el Ser, que
totalit.adora, ¿cbmo podría haber en él un mundo material? Otro distinto del hombr oso Ia que subordina lo humano al
·Cómo concebir que una actividad cualquiera en general sea o mar .
' xtsta, .
tiene por Iund e, ya sea un It . 1ea ¡·ismo extstencialista .
セ。ウゥ「ャ・_@ Sentimos en todo _instante la イセ。ャゥ、@ material como ele! ho m.b re: 1a Historia ¡amento ha r y co mo consecuencia el odioe
que セャ・ァエZ@ el hombre es prime:O セ。」ャ_@
0
amenaza contra nuestra vtda, como resistenCia a nuestro tra- en ambos casos. Hay
bajo, como límite de nuestro 」ッセゥュ・ョエL@ y tam?ién como que el mtsmo. y si se eli e la mtsmo o es Otro distinto
utensiliaritlad ya develada o postble. Pero la senumos tanto ュ・セ@ ví;tima y cómplic! ele' ャセ・ァ|エNョ」。@ セャッ」エイゥョ。L@ se es simple-
en la sociedad, donde la inercia, los automatismos y la impe- nacwn solo existe si el hombre セ@ ienaCión real. Pero la alie-
netrabilidad frenan a nuestra acción, como en el objeto inerte エセャ@ ᄀセ@ que funda la serviclumbr! セZョ・ッᄀ@
que resiste 。セ@ ・ウ{セイコッN@ Y en ambos casos NウZョエゥセッ@ ⦅・ウエセ@ _fuerza
es acción; es la liber-
セᄋᄀ」@ ac 1」ッセ@ tipo original de las イ・ャ。」ゥッセ@ ';;'o directo ele interio-
pasiva en el mtenor de un proceso de umhcaCIÓn stgm[Icante. a _re aCIÓn humana de exterioridad セᄀ@ セエュ。ョウ@ el que funda
La materia se nos escapa en la medida en que se da a nos- umverso _en el que el porvenir es un.a lombre vive en un
otros y en nosotros. El universo de la ciencia es un encadena- セNウ@ un obJeto, en el que las violencias ed cosa, en el_ que la idea
miento riguroso de significaciones. Estas significaciones naci- comadronas ele la Historia" p , e la matena se vuelven

セョZエᄋ@ t pocveni<, '"' セューゥッ@ 」ッョセ@


das de la pdctica se vuelven sobre ella para aclararla, pero cosa su propia praxis . _ero es el el que ha puesto en 1
cada una ele ellas se da como provisional; incluso si se tiene fl!iento•; ,¡ pudie•e
que mantener en el sistema ele mañana, el trastorno ウゥ・セーイ@ nenCia, sería un dios o una . ュセエ・ョ。@ salvaJe en la expe-
posible del co:njunto le con[erirá otro alcance. El solo montsmo t:nclría sin acción sobre él· セエ・ᄀ@ ra. en. ャセウ@ dos casos se man-
que parte del mundo humano y que sitría a los hombres en la sible fulguración ele su . , e procluCJna en la incompren-
o o

Naturaleza es el monismo de la materialidad. Es el único que en ene .ICIO . de S 111 lUiCIOnes O la


simples .. 1 , . accwn ·•
se desvanecería
m b. . [
es un realismo, el único que aparta a la tentación puramente·
teológica ele contemplar a la Naturaleza "sin extraña adición";
⦅ッカセュA・ョエ@ ・アオエカ\セ@
temporal sería el de la e
enCJas ene , .
セ」オ。ウ[@ el único
el!alccttca al revés que , e degraclacwn, es decir una
es el único que no hace del hombre ni una dispersión mole- ¡ . , pasana de lo compl · 1 . •
as nquezas concretas de 1 . eJO a o simple de
·¡·b . a uerra a la in l"f . .
cular ni un ser aparte, el único que ante todo lo define por su equt I no perfecto es el • 1 . e e I erenCJaCJÓn ele• un
praxis en el medio general ele la vida animal, el único que re 1 , , ecu, a mvolució 1
puede superar estas dos セ{ゥョ。」ッ・ウ@
emp azanan a la evolución. n y a disolución
i&ualm:nte verdad_eras y
contradictorias: en el untverso toda existenCia es matenal, en Hemos visto en el e"em 1 .
toda actividad humana YJ 1 p o preCitado que la cosa absorbe a
1 1 e < a restituye mate r ' 1
el mundo del hombre todo es humano. e e ser e e otro modo N l 1 e na tzanc ola: no pue-'
o

objetos fuera ele su ウセイ@ セ・イヲZᄀ@ los ィ⦅ッセ「イ・ウ@


En efecto, ¿cómo fundamentar la praxis si no se debe ver
ocurre
y e e laa matenahclad y a Ser.
los
en ella más que el momento inesencial ele un proceso radical- del
mente inhumano? ¿Cómo presentarla como totalización real
y material si, a través de ella, es el Ser entero el que se tota- una interpretación del hombre"
que
.
d 1 Shemos llamado d"Ja lé cuca
. (llnd.)t . dEste método le aproxima
material" . a Jo
セャ。Hッ[Zコ@ セクエ。ゥ@ 。、 ゥセョI・@

ーセ・イZヲ。[「←ョ@
1
liza? El hombre se volvería entonces lo que llama \Valter
Biemel, comentando los libros ele Heidegger, "el portador de bfén /in parte セャ。@
2 'W n em a en el hombre por el Sido {ャG￉OZ}セ。@
[l'Étant] ma t "d onocmuento-reflejo como .. wm ue: tam-
la Apertura del Ser" l. Este acercamiento no es incongruente: si apertura al Siemlo
C 1 • AELHENS, Phénoméno[o • , . ' e •
1 '1\TALTER BtEMEL, Le concejJt du monde chez Heidegger (El con- o eccJón Épithémée, pág. 16. g¡e et vente (Fenomenologla y verdad),
cepto del mtmdo e11 Heidegger), p<\gs. 85-86. Biemcl atiade que en los
escritos posteriores a Sein tmd Zeit, "Heidegger parte del Ser para llegar a
349
348
Pero el hombre es precisamente esa realidad material por la que, al impregnar a la materialidad, se transforma en potencia
que la materia recibe sus funciones humanas. Todos los avata- destructiva 1 • Así la negación como puro arrancamiento del
res de la moneda española son transformaciones y vueltas de Ser y descubrimiento ele lo real con la perspectiva ele un arre-
la actividad humana; en todas partes donde encontramos una glo de datos anteriores, se cambia en poder inerte de aplastar,
acción del oro que trastorna las relaciones humanas y que no de demoler, ele degradar; en la herramienta más adecuada, en
fue deseada por ningún hombre, 、・ウ」オ「イゥュセL@ por debajo •. un la más cómoda, hay una violencia oculta que es lo inverso de
pulular de empresas humanas que pretendian alcanzar fmes su docilidad: su inercia siempre le permite "servir para otra
individuales o colectivos y que se metamorfosearon por la me- cosa"; o mejor aún: ya sirve para otra cosa; y es así como ins-
diación de la cosa. En la pareja indisoluble "materia-empresa taura un nuevo régimen. Los que a su vez superen este régi-
humana", cada término actúa como transformador del otro: men, deberán tener un proyecto que se proponga una doble
la unidad pasiva del objeto determina circunstancias materia- finalidad: resolver las contradicciones con una totalización más
les que el individuo o el grupo ウオQセ・イ。ョ@ con el proyecto,. es amplia y disminuir el imperio de la materialidad sustituyendo
decir, con una totalización real y actwa que pretende cambiar ya la opacidad con la tenuidad, la pesadez con la ligereza, es
el mundo; pero esta totalización sería pura negac_ión si no セ・@ decir, creando una materia inmaterial.
inscribiese en el Ser, si el Ser no la captase en el mstante P.US- De esta manera, la materia trabajada, a causa de las con-
mo en que se esboza para metamorfosearla ele nuevo en la tradicciones que lleva en sí, se vuelve jJor y para los hombres
seudo totalidad ele la herramienta y para ponerla, como ele- el motor fundamental de la Historia. Se unen en ella las ac-
terminación terminada, en relación con todo el universo. El ciones de todos y toman un sentido, es decir, constituyen para
arrancamiento totalizador con significados inertes implica un todos la unidad de un porvenir común; pero al mismo tiem-
desciframiento y una comprensión más o menos profunda y jJo se escapa a todos y rompe el ciclo de la repetición porque
más o menos explícita del 」ッョェセエ@ ウゥァョヲ」セエ・[@ el ーイッケセ」エ@ este porvenir -siempre proyectado en el marco de la rareza-
despierta significaciones, les confiere. por un mstante su Vigor es inhumano; en el inerte medio ele la dispersión, su finalidad
y su verdadera unidad en l.a ウオー・イセッョN@ que acaba l?or grabar se cambia en contra-finalidad o produce, aun siendo ella
esa totalidad en un matenal ya stgmflcante y perfectamente misma, una contra-finalidad para todos o para algunos. Crea,
inerte -ya sea hierro, m::í.rmol o lenguaje-, pero アセ・@ otros, pues, jJam ella misma y como resumen sintético ele todas las
por debajo, animan con セオ@ ュッカゥ・セエL@ como esos flgurantes acciones (es decir, ele todos los inventos, ele todas las creacio-
que· hacen las olas 。イウエセョ、ッ・@ debaJO ele una_s telas. Todo se nes, etc.) la necesidad del cambio. Es a la vez la memoria
altera, se revuelve, los diversos senudos se anaclen y se con- social de una colectividad, su unidad trascendente y sin em-
funden en una recomposición pasiva que, al subst_i.tuir al pro-
<rreso indefinido de la totalización en acto por la ÍlJeza del Ser, 1 Es lo que aprehende inmediatamente el primitivo cuando teme
セョ」ゥ・イ。@ a la totalidad-objeto en sus límites y produce el con- o venera en la flecha o el hacha su propio poder, vuelto maléfico y con-
junto ele las contradicciones que le oャセ_ョ」イ£N@ al. yni;erso. tra él. En este sentido, no podemos extrañarnos de las ceremonias reli-
Porque no es el entendimiento el アセ・@ .hp las sigmhcacwnes, giosas en que se conliere un poder sobrenatural a las armas cuya eficacia
muestran todos los días la técnica y la experiencia. Porque esta eficacia
sino el Ser; en este sentido, la matenahclad ele la cosa o de la es a la vez la cristalización de un trabajo humano (del trabajo de otm)
institución es la negación radical ele la invención o de la crea- y la indicación fija de una conducta futura. En esta fusión del Otro y de
ción, pero esta negación le viene al Ser por el proyecto que sí mismo en una especie de eternidad, en esta posesión del cazador por
las capacidades técnicas del herrero, y finalmente en esta petrifica;i_ón
niega las negaciones anteriores; en la pareja Bュ。セ・イゥMーᆳ del uno en el otro, el primitivo ve al mismo tiempo un poder bene!Ico
sa", es el hombre el que se hace negar por la ュ。エ・イセZ@ al ーッセ・イ@ y una amenaza; adivina su secreta hostilidad bajo la utensiliaridad _de. _la
en ella sus significaciones (es decir, la pura ウオー・イ。」セ￳ョ@ エッ。ャセコᆳ materia labrada. Como sabemos desde hace tiempo, esta contracl!ccwn
clora del Ser anterior) , se deja tomar su potenoa negativa, caracteriza a la relación con lo sagrado.

350 351
trabaja da. Pero en ャセ@ ャᄋWセiュッ@
Historia real: esto es el _1 • •
del hombre por la materia
bargo interior, la totalidad ィセ」。@ con エセ」ャ。@ _las 。」エゥカ⦅セャ・ウ@ con un eJ· eml)lo el m i_・セ@
OVImiento de
Ie a en que hemos podido seauir
l . . o
dispersas, la [ija amenaza del futuro, la smteuca _relacwn ele es 1)Ozarse el terrible rostro del ho este e om¡mo, hemos visto
alteridad que se une con los hombres. Es su prop1a Icle_a y Qセ@ dueto de su producto ( mbre en tanto que es el l)rO-
nerración de la Idea, es en todo caso el perpetuo ennqueCI- .,
cwn- solo es eso) E
, y que -en e ·t
@ Q セ . 1 1
. s e m ve e e la mvestiga-
.
ュゥセョエッ@ ele todos: sin ella se desvanecerían los pensamientos y 1a umdad . . s a e
de ese moment el l . enemos que estudiar en a qmen t L

los actos; en ella se inscriben corno fuerza enemiga, por ella um'ó n con la inhumana h o · e . a .Inve st"Igacwn . ' Y en estrecha
actúan materialmente en los hombres y en las cosas -es decir, ,
preguntabamos, en efecto
' umamzaCIÓn c1 1
セ@ . : a matenahdad. Nos
. .
mecúnicamente-; en ella sufren la acción mecánica ele las tener las curiosas ャッ」オゥ、ョセウ・N@ titP,o. de mteligibiliclad podían
cosas y ele las ideas reHicadas. Una moneda como objeto hu- cuyo sentido creemos qtie sin eti1cas que usamos cada día
mano circulante sufre las leyes de la naturaleza a través de · d· comprene em '
mr ¡soluble ·
totalización
.
a' la' tot a 1'1e1ae1 os y ay 1quer· unen 1. en una
otros objetos humanos (carabelas, carros, etc.); une en ella axzs y a la mercia ' etc • "1. カ・セ。ュッウ@ ,
a esas leyes de la Naturaleza en tanto que su circulación es P , que ' a ma l' Iclad ' a la
mente a la acción humana o l " se ap Icaban igual-
una inercia par<isita que vampiriza las acciones humanas; tan- materia trabaJ· acla como .' 1 la os comportamientos" ele la
to a través ele esta unidad en movimiento ele las leyes natura- ' SI e 1ombre en t
hor su producto y la materia en ta t anto que producido
les corno a través ele las leyes humanas que resultan de la ombre tendiesen ha e¡' a una . ln o. que trabajada por el
circulación, une a los hombres al revés. Podemos resumir todo 'ó
Cl n progresiva ele todas las el"f
' • eqmva enCia . . per f ecta, por anula-
con una palabra: la praxis como unificación de la pluralidad c!uso, como si esta e uivaÍenci ・イョci⦅。セウ@ originales e in-
inorgánica se vuelve unidad práctica de la materia. Las fuer- signar y pensar por e'1as . a, ya セ@ ealizada, permitiese de-
zas materiales reunidas en la síntesis pasiva de la herramienta . , • nocwnes objetos d .
pero el e Iclentica naturaleza 1 ¡· d e aspecto ehverso
o ele la máquina hacen actos: unifican otras dispersiones in- h b ' , Jue 1en o ser el
om re o un grupo de h b uno e ellos un
org<í.nicas y, asimismo, imponen una determinada unificación no · o un · gruiJO de Ináq om . resE y el otr . o un Sistema · ferrovia-
material a la plurali(lad ele los hombres. En efecto, el movi- ' u mas. • n reahcl el ·
a mayor parte del t'e a ' no siempre es así·
Cla, no se trata ele un ob. ・セ@
miento ele la materialidad proviene de los hombres. Pero la 1· 1 mpo en el a t 1 · 1 ·
h 'e u a m ve de la experien-
praxis inscrita en el instrumento por el traba jo anterior define セ。ッ@ que se habrían カイャ・コエセ@ ゥセ。ッ@ 0
セ・@ un utensilio inani-
a priori las conductas, esbozando en su pasiva rigidez una mdisoluble del conjunto m t Zセエコ」ッウL@ smo de una simbiosis
especie de alteridad mecánica que llega a una división del manizada y ele un . a ena ' en tanto que materia hu-
trabajo. Precisamente porque la materia se vuelve mediación ' conJunto hum .
tanto que hombres de l . ano correspondiente en
entre los hombres, cada hombre se vuelve mediación entre "la empresa" para s lbumamzaclos; así se dice "la fáb;ica"
' ' nom rar a una clet . el
e utensiliaridacl イセ、・。」ャ@
praxis materializadas y la dispersión se ordena en una especie , '
d ' ermma a combinación
ele jerarquía casi sintética que reproduce en forma ele orden el ' a e muros qu 1'
mente su unidad o al pe l e rea Izan material-
humano el ordenamiento particular que impone el trabajo ' rsona que lo 0
a vez y en la incleferenc¡'a . ' . . cupa, o a los dos a
. セョ@ embargo, esta
! . · 'ClOn IntenciOnal S'
anterior a la materialidad. tota lIzaCIÓn no puede tener lu ar
En el nivel a que hemos llegado, nuestra experiencia, aun- lo entendemos sino en 1 . g ' en. el sentido en que aquí
que haya alcanzado significaciones que son ya más ricas, aún · ' a misma medida ·
una ngurosa equivalencia entre 1 , . en que sm que1 haya 1
. · . e matenal y el
se mantiene abstracta; sabemos que el mundo humano no srHo convemenCia de éste hacia a él s· persona ' lay
es esta inhumanidad; tendrá que atravesar otras capas ele in- en tanto que producto ele qu b. . セN@ en efecto, los individuos
·, su tra aJO fuer ól '
, superr··¡Cial) . '
teligibilidad para alcanzar a la totalidad de la experiencia zen son en un ni'vel más anl'bs o· (lo que tam-
dialéctica. Sin embargo, cualesquiera que sean las relaciones b
zando a la materia, el lazo el . u_na. I re praxis organi-
con otros momentos ele la experiencia, éste se da con derecho e mtenondad se mantendría
como la determinación de una determinada estructura de la
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352
unívoco y podríamos hablar de esta unidad tan característica
que se manifiesta en el campo social como actividad pasiva, pmxis 」イゥセエ。ャコ、@ e invertida por la inercia que la sost'
esta pm z d' . l l Iene, y
pasividad activa, j;raxis y destino. Para que tenga un ser el . , x s se I:Ige en a 1erramienta a cualquiera: un ber-
objeto social así constituido, es necesario que el hombre y su biqm, una llave mglesa, me designan tan bien como mi ve ·
producto intercambien en la producción sus cualidades y sus Pero .cuando esas designaciones se dirigen a mí, en ァ・ョイセ@
estatutos. Veremos muy pronto al ser de los objetos sociales mantienen 。「セエイ」ウL@ ーオイ。ュセョエ・@ Ió?'iCas, porque soy un inte-
primitivos; lo que ahora tenemos que estudiar es el hombre !ectual pequeno-burgues, o, SI se qmere, estoy designado como
en tanto que está dominado por la materia trabajada. mtelectual p:queíi.o-burgués por el hecho de que estas relacio-
Este hombre ha seguido siendo el hombre de la necesidad, nes se .mantienen. como puras posibilidades muertas. Por el
de la j;raxis y de la rareza. Pero en tanto que está dominado 」ッョエイセL@ el .trabapdor especializado, en el campo práctico del
por la materia, su actividad ya no se deriva directamente de エイ。セjo@ 」ッュセ@ Y en acto, está real y directamente designado
la necesidad, aunque ésta sea su base fundamental; está susci- poi la herramienta o por la m;íquina que emplea. En verdad
tada en él, desde fuera; por la materia trabajada como exi- el modo de empleo -tal y como lo estableció en el el '
el prod t l 1 , . pasa o
gencia pdctica del objeto inanimado. O, si se prefiere, es uc. or e e a セ。アオュNM no lo designa más que a mí; lo
el objeto que designa a su hombre como aquél de quien se ァセ・@ constituye el objeto mismo, cualquiera que sea el servidor

espera una conducta determinada. En efecto, si se trata de セ@ 0 1 es una 、・エZュゥョセ。@ manera de hacerse servir. Pero ;
un campo social y práctico restringido, la necesidad del tra- ti a_vcs de ・ウセ。@ des1gnacwn muerta de inercia, el grupo de tra-
bajador y la necesidad de producir su vida (o de vender su baJO lo designa en la misma medida en que el trabajo de
fuerza de trabajo para comprar subsistencias) bastan para que エッ、セウ@ 、・ーョセ@ セャ・@ trabajo de cada uno. Aunque, como mostró
se cree en cada uno la tensión unificadora y totalizadora del Malx, la ュ。アオNiセL@ en tanto que materialidad pasiva, se reali-
campo; pero esta necesidad no está necesariamente p:esente za como negaczon de esta interdependencia humana, se inter-
"en nadie", sencillamente es aquello a lo cual se refiere la pon.e entre los trabajadores en la medida en que es el medio
pmxis entera. Por el contrario, en .tanto que セウエ・@ Zセューッ@ ュ、ゥウー・ョセ「ャ」@ de su trabajo; la solidaridad viva del grupo que-
social (la fábrica o el taller, por eJemplo) esta umhcada da destrUida aun antes de que haya podido formarse. Lo que
por todos los otros, a través de una jerarquía ya constitui- un hombre espera de otro hombre, cuando su relación es
da, el trabajador individual sufre esta unificación en las cosas ィオュセョ。L@ es cosa que se define por la reciprocidad, porque la
mismas como una fuerza extraña y, al mismo tiempo, como esp:Ia es un acto humano. No podría tratarse ele cxie;encia
su propia fuerza (esto, fuera de la estructura propiamente fJaszva entre ell_os, salvo si, en un grupo complejo las cÜvisio-
dicha de alienación en tanto que está unida a la explotación nes, .las separaciOnes, la rigidez de los órganos de' transmisión
capitalista) . Y esta unificación que la remite a los Otros y a ウオNエゥセケ・ョ@ a los lazos vivos por un estatuto mecánico de ma-
sí mismo como Otro, es sencillamente la unidad colectiva del tenalidad (volverem?s sobre ello); porque la pmxis en tanto
trabajo (del taller, de la f<íbrica) en tanto que no la puede セオ・@ tal se puede umr con la .Pmxis en la acción recíproca y
aprehender concretamente sino con la perspectiva de su pro- cada uno puede proponer su fm. en la medida en que reconoce
pio trabajo. De hecho, si ve trabajar a los otros obreros, la la del Otro: pero iセュァオョ。@ pmxzs en tanto que tal puede for-
unificación de sus movimientos es un saber abstracto, pero ュオセイ@ un Imperativo, sencil!amente porque la exigencia no
siente su trabajo como el trabajo de los Otros, de todos los ent1 a en la estructura de reCiprocidad l. En cuanto a la sobe-
Otros de los cuales es, en tanto que el movimiento general ranía -de la que veremos que el detentador es el tercero-,
de la ¡n·axís colectiva despierta las significaciones pdcticas que trataré de probar que sólo es la libertad poniéndose para sí.
un trabajo ya hecho, en otros tiempos, en otros lugares, depo-
sitó en las herramientas. En verdad, una herramienta es una .
1
Veremos más adelante al individuo carg;lndose de inercia por
el JUramento. La exigencia se vuelve posible. ·
354
355
del ュ。エ・イゥセャ@ .
que d estgna al. tr b . l
se esperan algunos gestos s· a a peor como el Otro del cual
contexto concreto es dect" . Nセ@ colocam os esta exigenci a en u
Por el contrario , la espera ele los otros, tratando de alcanzar lrot a d e 1os trabajad ' ores r,enSI re comイIセョ@ el emos que la solidarid ad n
al traba jaclor individu al a través de la máquina , se califica
por la 1{tquina misma; es ella la que por su simple estructu ra
セ@ ーイセ、オ」ゥ←ュL@ y si recorclam
m<Ís
o
os セ・ョウゥ￳@
a
que
te a
la
es su sujeción
del campo ーイ£セᆳ
común, 't

tlco tiene como origen


indica 11la tarea que tiene que realizars e; pero al mismo tiempo a la necesida d, sin ni siquiera セョッ@ dnecto pero fundame ntal
'l'" b c;pcca lnm<ana, si po' lo menos toma conciencia de ュ・セエ@ capitalis ta de la exige n_ste!erar la estructu ra propia-
sí misma y si el grupo no es demasia do numeros o, trata ele po emos concluir que todas l ncfta (el trabajo- mercanc b)
alcanzar al trabajad or jJersona lmente, con su nombre, su ca- nen al h b as armas d · ' •
nifica e onne pm la mateda "aba"ad e unpmti vo le vie-
r;'1ctcr, etc., a la máquina , que la absorbe, la desperso naliza . セ@ su generali dad en el . J. a en tanto que le szg-
y \a traduce como espera de cualquie ra, es decir, ele éste, pre-
cisamen te en tanto que no es sí mismo, sino definido por una
si se qutere en l .
interior idad' e mvel consider ado, la rela 0'.ó po
mtcnor del cam
ウセッ。ャN@ .
n u m vaca de
O,
.d se transfor ma en rel . ó .
conduct a universa l, luego otro. Como consecue ncia, cambia a proo セ、[@
セ|@ [セュ・@
a través de la m t . ao n Q mterior ele falsa rec·-
sus camarad as en Otros distintos de ellos mismos, ya que son
los servidores cualesqu iera de otras máquina s, y remite por su
[セァZィLュ。@ su P"emin enc:a ・ZセGウ@ como Otw :1
・セ@
. que se la manteng a e d om re; la máquixn
petición a la petición que hacen las otras máquina s a los Otros,
セ。エ・ョィ、@
pnl.cttca del hombre con la n or . de marcha y la relació,
de tal manera que la petición , como conclusi ón, es la de un a las exigenci as de la má se vuelve su res ue tn
grupo de máquina s a hombres cualesqu iera. Pero esta peti- testar que la mate na . . quma. Y, claro, está .,
resulta fá pl s a
C1 con-
ab 1 merte que es l
ción de una herrami enta que espera ser manejad a de una
manera determin ada, con un determi nado ritmo, etc., sufre he 、ゥセィッL@
so utament e nada· sól
úcmpre エ、ョ・ュセ@ que en la medida en que,
a maquma no puede e ..
」ッュセエァオ@
además una transform ación capital por su material idad misma: sooaltza da, el argum s que tratar con materia trab . d ya
ento ya no vale: tal á . ap a y
se vuelve exigenci a porque recibe el doble carácter de alteri- es a la . l
. vez e product o real de . m, quma o tal otra
dad y de pasivida d. La exigenci a, en efecto -ya se trate de una cono<;tdos) en una sociedad 、セョ@ trabaJO real (de varios eles-
orden o de un imperati vo categóri co- se constitu ye en cada propied ad privada, a título de 」。・ウセイオエ@ ya. capitalis ta, la
uno como otro distinto de él (no tiene los medios para mo- un grupo estructu rado en f . ' pttal, de un mclividu o o de
dificarla , sólo puede conform arse; está fuera de su alcance esos セキュ「イ・ウ@ ele produci r @ ョ セ Z de @ L 。 ャ セ la posibilid ad para
y puede cambiars e del todo sin que cambie, esto es, no entra
Bセ[@
canoas, en una unidad el . etermm ada cantidad ele me
en el movimie nto dialéctic o del comport amiento ) y al mismo homb"s que lo animm· \: ttempo dado, po' medio de
、ュB@ ュ。エキLャセウ@ セヲョッjLオMZ[。@

tiempo lo constituy e como otro distinto ele él mismo; en tanto セェ・。「 de dtrabajo, y, para
que se caracteri za por su pmxis, ésta no tiene su fuente en la s y e ande los gestos están . smo, el que son los
necesida d o en el deseo, no es la realizac ión en curso de su セウ。ャ@ m{tquin a aparece en el @ | ッ ョ ウ セ ャ 」 ・ オ G エ por adelanta do. Pero
proyecto , sino que en tanto que se constitu ye para alcanzar Zセ@ , es el product o de esta co 10 e e. a compete ncia indus-
un objetivo extraño, es, en el agente mismo, praxis de otro, stf!carla . La compete ncia com:pe tenoa. y contribu ye a inten-
y es otro el que se objetiva en el resultad o. Pero para escapar ュセ@ al patrón mismo como Otantda&"ox:nsmo recurren te cleter-
así al movimie nto dialéctic o que va de lo objetivo a lo obje- meehcla
1 . en que el etermina su acció ro zstmto f ·
. sz' mzsmo
de en la
tivo y que totaliza todo en su progresi ón, es necesari o que esté
en el dominio de la inercia y de la exterior idad. El carácter 1 a acCIÓn del Otro
Otra (por ejemplo , véanse las rpors:tmeras
sobre los Ot _n. en
Importa
unCIÓn
da
y pr d
a
del Otro
Francia .
y de
como
de lo imperati vo es la persever ancia por la inercia, en una 1 u entes Importa-
En las sociedades social"
palabra, es la material idad. Y la orden sólo es una orden por-
1
para determina das fábricas Y enlstas la d_escripció
determma n valdrla
das cond" . P or lo menos
que no se puede cambiar (el que la ha dado, se ha ido, !CLOnes.
sólo queda cumplir la). Precisam ente por eso, la forma origi-
nal de la exigenci a está en la espera inerte del instrum ento o 357

356
ciones de máquinas inglesas en l?s 。ャイ・セ、ッ@ de セXSP@ por gunas condiciones históricas y sociales determinadas (por
detenninados productores de la mdustna textil) , tie.ne que
ejemplo, para los indios resulta del establecimiento de los eu-
inaugurar para todos y _entre todos nuevos 。ョエァッュセウ@ y ropeos en América Central y en América del Sur, lo que supone
nuevos destinos (que defmen a las clases y a los medws con para los vencidos, sojuzgados, una transformación del modo
esta perspectiva constituyéndolas necesariamente como ッNエセ。ウ[@ ele trabajo y de vida, lo que supuso, a través del organismo
veremos que hacia 1830, los obreros y _los 。イセ・ョッウ@ 、・ウ」。ィヲセᆳ
mismo y de su perpetua inadaptación, que se pusiese a la vida
dos y proletarizados por estas. ュセアオ⦅。ウ@ カゥ・セッョ@ su destmo en tela de juicio 1). De tal manera que la hipótesis "si quieres
como un juego de mahos de lluswmsta que, sm tocarlos, de recibir un salario ... " no puede aparecer concretamente en la
refilón los arruinaba, los metamorfoseaba totalmente). N? hay jJmxis ele cada uno, salvo si la sociedad pone en tela ele juicio
duda de que una máquina determ.ina_da, de un determmado a la vida de sus miembros a través de las modificaciones que
tipo, que expresa en su forma ャセウ@ t:cmcas y las ・ウエセオ」イ。@ ウセᆳ
les impone. En el medio ele la vida org<ínica como posición
ciales de la época, no sea en sz nusma, como medw de reah- absoluta de sí misma, el único fin ele la praxis es la reproduc-
zar, de mantener y de aumentar una determinada _producción, ción indefinida ele la vida. En la medida en que los medios ele
lo que acabo de decir, esto es, el Ot1·o en el セ・、キ@ del Otro; subsistencia estén determinados por la sociedad misma, así
y tampoco se puede dudar ele que en ese meclw n_o haya ab- como el tipo ele actividad que permita procurárselos (directa
sorbido ya en ella las エ・ョセゥッ@ de la competenoa_ para en- o indirectamente), la tensión vital del campo práctico, por el
viarlas al patrón como ex.zgencw y las de ャセ@ nec.esiclad y ele contrario, tiene como resultado efectivo presentar la exigencia
los constreñimientos sociales para hacerlas exrgenoas en cuan- como un imperativo categórico. Y en la medida en que el
to a los obreros. patrón, como veremos, tiene a su praxis subordinada al Estar-
A partir de aquí, todo objeto, e_n tanto アエセ・@ existe en un fuera-de-sí en el mundo (como fábrica, como propiedad del
complejo económico, técnico y so o al cualqmera, ウセ@ vuelve suelo o del subsuelo, como grupo de máquinas) con el nom-
exigencia a su vez, a través ・ャセ@ ュッセ@ y de las イ・ャセ」キョウN@ de bre común de interés, el imperativo también le llega de la
producción, y provoca ot:as ・クイァョッ。セ@ en otros. ッ「ェ・エセN@ eセエ。@ necesidad, aunque esa necesidad no esté ahora ni sentida ni
transformación a distancw ele un objeto matenal pm otws siquiera directamente puesta en tela de juicio (la ruina mis-
encuentra naturalmente su inteligibilidad fundamental en la ma de un patrón no es para él necesariamente la imposibili-
acción en serie ele los hombres, pero esta inteli&"ibiliclad exi_ge dad de saciar sus necesidades y las de su familia) .
precisamente que la acció_n_ del hor?bre se c?nstituya como 11_1- Pero también hay que volver sobre el objeto en sentido
csencial, es decir, que venhque su Impotenoa y se haga セョ・、キ@ inverso: en tanto que, en efecto, es imperativo categórico para
en beneficio ele un fin inhumano, es decir, de ⦅Qセ@ ュ。エ・ョセ@ tra- los Otros y en el medio del Otro, del que cada uno forma
bajada en tanto que ésta se da como una actwzdad ー。セコ@ y parte, vuelve sobre cada uno, condensando en él como poder
sola jJroductom de bienes, en nombre ele lo cual se ⦅ュ。ィ・セエ@ imperativo toda la dispersión social reunida por la negación
como fuerza social, como poder social y como. exigenCia ョセᆳ ele la materialidad. Así el imperativo categórico vivido en el
condicionacla. Claro que sería abstracta y ャ⦅￳ァゥ」。ュセョエ・@ p_osi- medio directo de la urgencia vital se vuelve y apunta a cada
hle considerar las exigencias materiales como unperativos ャオーセᆳ uno categóricamente en tanto que Otro, es decir, en tanto
téticos: "Si quieres recibir un salario ... " o "si la productiVI- que cada uno es mediación entre el objeto material y el im-
dad tiene que ser aumentada y reducido el_ número ele obr_e- perativo ele los Otros. Podría decirse aquí que el imperativo
ros ... ". Pero esta visión abstracta se mantiene en el meclw tiene una doble estructura -y doblemente categórica-, ya que
de la Razón analítica. Por una parte, en efect?, la ーッウゥ「ャ」。セ@ la tensión ele la vida, para cada uno, sostiene la alteridad en
de quitarse la vida no está dada con la vida nusma, cuya reah-
1 Parece, en efecto, que, m;\s que por la derrota y la servidumbre,
tlatl reside en la sola perpetuación ele su ser: aparece en al- sufrieron por el paso sin transición de la vida nómade al trabajo seden-
tario del campesino.
358 359
. · 1a. A partir circunstancias de la producción puede ser una exigencia del
ll ara comhcwnar . .de. Ser práctico-inerte que acabamos de definir. En la medida en
serie que vuelve sobre e a Mァセョゥコ。」キ@ cualquiera, los ュセィカM
, en el marco ele nna m_ 'd la materia para reextenon- que la mina es un "capital" que se destruye progresivamente,
aqui, exig"nc1a e ' ' "pos ele en la medida en que su propietario está determinado por la
duos interionz:u1 1a_ .el ャセ@ hombre, A través ele los ・アセオ」ャ@ . un exigencia del objeto a proseguir la explotación horadando
zar la 」ッセョ@ ・セエァッャL@ la máquina le exig_e a\ エイ。「セオッ・ウ@ nuevas galerías, el precio líquido del mineral extraído tiene
vigila no a y e e e lo mismo someter a os p . l que aumentar 1 • Pero en la medida en que el carbón se vuelve
.·, o determinado; y es 1 b es o si las herranuentas o
IItll1 . l .ertos zom r , ' . ele la primera exigencia en un mundo industrial que se esuí equi-
·¡ la vioilanoa e e el estos vigilantes por un s1ste_ma .
, , " el reemplazar a f la extgenoa pando, la necesidad de "devorarse a si misma" alcanza a la vez
!Jcnni ten, , e menos autom, . ático· ele todas ormas, '
• , ·na por una a la mina y a su propietario en tanto que son Otros y que
! .Juntos n1aS o ·r·este por un hombre-maqm , 0 la están fundidos por la demanda en una alteridad común. La
· ¡ ya se mam I . . el hombre en '
matcna ' ' l llega a la máquma pOI . , / "na· exigencia común sube entonces ele la mina como si la materia
ュセ■アオゥョ。@ humana, e le llega al hombre por la maq¡ t/n , pudiese interiorizar a la exigencia ele otros sectores materiales,
cxacta n1ecl 1'cla' en que era im erativa, po el er y ' en e tom- como un nuevo imperativo: hace falta (para reducir los cos-
en la máquina, como ・ウHセ@ .'t セ@ lo inerte dando la orden), tos) quitar el agua ele las galerías profundas; no basta con el
/¡re como mimetismo_ . tm1 セュᄋ@ re es el hombre como age?te
' potencia coerot1va, s p trabajo de los hombres o de los animales. En el siglo XVIII, la
gesto y . producto tra ba]· a do en una S1m- primera bomba de vapor, que es inglesa, se inscribe ya en una
Jrúctico y la matena co;noexactamente un ser nuevo 。ーセ・」Z@
tradición ele esfuerzos y de investigaciones que está cristalizada
biosis inseparable. O mas ¿· léctico en el que la matenall1-
en objetos materiales, en experiencias que tienen que volver a
como resu l ta el o del proceso . ta
la lnunamzao , . "6
n neg,ativa' ele
. el"a hacerse, en significaciones depositadas en los libros. Dicho de
zación total de la ー[ᄋ。クセウ@ es su realidad verdadera. al m ¡- otra manera, la exigencia de la materia a través de sus hom-
materia, y que trasoen. e por a la materia inorgámca como
"duo como agente sohtano y b . dor Podemos comprender bres acaba por nombrar al objeto material que exige. Papin y
VI l" dad inerte y sellada, el tra a ]a . e la tendencia en las Newcomen, al definir la exigencia misma, habían establecido
rea 1 ' ' "el vapor jJrovoqu l omo- los esquemas y los principios generales del invento antes de
a partir de alu que "l flo. as j>erformances ele las oc . que estuviese hecho; a partir de entonces, soportado por el
graneles fábricas", que as.· ]'al 2<;1¡ obligasen (en los pn-
toras en las cuestas ウオー・ョセイ[G。@
meros tiempos) a las nuevas 1 "
ao seguir las corrientes ele
ue -entre otros factores
1 creciente consumo de carbón y el progresivo agotamiento de
algunas galerías, es el objeto mismo como definido pero no
los fondos ele los valles y q ; "mportantes)- esta realizado el que se vuelve una exigencia de ser (y a través
agua y l s son bastante m.ts 1 l po- ele la competencia: a la exigencia que designa a cada ingeniero
(algunos de los cua e "les "tendiese a drenar a as.
característica ele los. ヲ・Nセイッ」。ョ@ como teniendo que realizarla se vuelve para todo inventor
ue los elementos mate.nale:
blaciones del intenor . セャ。イッ@ posible, a través de los Otros, una urgencia: hay que realizar
nf de Dios padre ni del chablo,
la bomba lo más rápido posible) . En suma, cuando Watt cons-
considerados aquí nada ・クャァセョ。カ←ウ@ de los hombres y por ・ャセッ|@ truye su m;\.quina de vapor, se descubre que existía ya y que
estas exigencias aparecen a r, bres. Pero no es men.os カセイ@
y desaparecerían con /os ィッセイ。@
que el ejemplo de la ッ」ュセ・イウ@
muestra que la ・クエァョセ。@
a la materia a través e os
te ac su invento sólo fue un perfeccionamiento (la cámara de con-
densación separada) . Sólo que este perfeccionamiento es al
mismo tiempo una realización, ya que permite un aumento
la materia acaba por セクエ・_@ a del individuo (o del ⦅ァイオーセ|@ ele rendimiento que sólo justifica la producción industrial ele
hombres. Así la praxzs ュエウセッ@ es la libre organizaoón e-
queda alterada porque ya nización de un sector de mate 1 Estas exigencias eran ya objetivas en el mundo social del si-
campo práctico, sino la. ;eorga as. exi encías de otro sector de glo XVI, ya que Hero, Porta, Caus, Cardan, las aprehendieron pr<lctica-
rialidad inerte en Nヲオョ」キ⦅セ@ ele セエ・ウ@ ・ャセ@ ser hecha, en algunas mente, en tanto que sugieren el empleo del vapor .
matena. l"dad 1 •
La tnvenczon, a
361
360
tales máquinas. Por los mismos años (de una manera general, 」ッョヲエセᄋ。Mゥ⦅ャ、N@ La superinclustrialización de un país es con-
en los últimos diez años del siglo xvm) , se ven aparecer otros tra- mahdad . para las e1ases rura 1es que se proletanzan · en la
objetos esenciales, en particular los barcos de vapor. Es que la medida á . en que se vuel f' l'd el ' ·
ve_n ma I a para los terratementes
exigencia fundamental determina exigencias análogas en otros m s neos, _ya que les permite aumentar su productividad Pero
sectores; es totalizadora por lo negativa, como tiene que ser la en el 」セョjエッ@ nacional, pasado un umbral, se puede セイッャカ・@
materia inerte; al mismo tiempo produce hombres-exigencias, contra-finalidad en la medida en que el '
1• d pais se encuentra
es decir, que las nuevas generaciones interiorizan (o que de- a eF o _de. sus nuevas bases rurales • La superación de esta 1
terminados grupos interiorizan en ellas) las exigencias difusas セッ@ エイ。、⦅i」ャセ￳ョ@ セ・@ las. cosas sólo se puede encontrar en la super-
de la materialidad (que las generaciones anteriores sienten m ustna Izacwn. misma, es decir -por ejemplo-, en el des-
como sus límites) como sus propias exigencias. El inventor es arrollo de la ュ。イセ@ mercante, con barcos cada vez m;ís rápidos
un técnico que se hace hombre-exigencia, es decir, mediación Y de mayor tonelaje, Y _de una marina de guerra que tendría
inesencial entre una materialidad presente y el porvenir que como セョ。@ de sus ヲオセ」キョ・ウ@ la de defender a los barcos ele
exige. El hombre que inventa la m<íquina ele vapor, tiene que comerci?. _La superaCión está también esbozada aquí por la
ser él mismo la máquina de vapor -en tanto que conjunto 」_ョエイ。、jセ[@ Y en esta medida encontraremos esta contradic-
inerte ele los principios ya conocidos ele la invenciém-, la 」セ￳ョ@ ? partir de la superación y con otra forma. Se puede mas-
falta· ele una bomba lo bastante poderosa (en tanto que exi- tia: mversamente a la finalidad de una fJmxis cambi<índose
gencia pasaaa pero siempre real de la mina) y la futura obje- ᄀセ。ャ@ セョ@ ァイセQーッ@ (o una clase) en contra-finalidad por sí misma,
tivación de la jJraxis pasada en una realización que exige ser ) • 」ャ。セ@ o esta, ・Qセ@ el marco de la lucha de clases, pero como un
realizada a través del porvenir. Se vuelven a encontrar las di- desanollo relativamente autónomo del hecho material mismo.
mensiones de la jJraxis y es normal porque todo está sostenido No ィセケ@ ⦅」ャオ、セ@ 、セ@ que la primera revolución industrial (car-
por la praxis individual; pero a través de ella el carbón crea 「￳⦅ョMャh・ッュ。アオセ@ de vapor-concentración de los trabajadores
su propio medio ele extracción haciéndose el combustible y la 。セイ@ ededor de ャ。セ@ cmdades, etc.) supone la imjmrcza del aiTe
fuente ele energía ele la máquina que permitirá horadar nue- para las poblaciOnes urbanas que aumentan sin cesar. Desde
vas galerías. luego_ que las 」ッョ⦅ウ・セエNゥ。@ biológicas de esta impureza sedn
Este momento de la exigencia como finalidad inerte e esen.nalmente perJUdiciales para los obreros, primero porque su
impuesta permite concebir ese tipo de negatividad que se habitat Y su modo de trabajo los ponen en contacto m;ís estre-
llama la contradicción objetiva. Veremos que la estructura cho セッョ@ las fu en t.es de esta impureza, luego porque los míseros
profunda de toda contradicción es la oposición de grupos hu- ウ_ャ。ョッセ@ que ー・イ」セ「ョL@ y que suponen la necesidad de trabajar
manos entre sí en el interior de un campo social dado. Pero sm pai_ar, les obliga a quedarse desde un primero de aiío hasta
en el nivel de los conjuntos técnicos del tipo actividad-inercia, el siguten te entre el humo. de la fcíbrica, y aclem:ís por e¡ u e el
la contradicción es la contra-finalidad desarrollada en un con- efecto de este envenenamiento se had sentir aún m:ís en
junto, en tanto que se opone por sí misma al proceso que la cuerpos _cansados y subalimentaclos. En este sentido, esta con-
engendra y que est<Í sentida como exigencia negada y negación tra-fmalidacl_ traduce simplemente a la lucha ele clases (que
de una exigencia por el conjunto totalizado de los Seres pdc- ウオᄀセョ・ュ@ Sin conocer aún su inteligibilidad): es un as¡;ecto
tico-inertes del campo. Lo que hay que comprender, en efecto, par tlcular suyo. De todas formas hay que seiialar que la im-
es que en el nivel del Ser práctico-inerte, las contra-finalidades pureza del aire supone el compleJ· o hierro-carbón, )' a un que
están fuertemente estructuradas y por el intermedio de deter- de por- SI' con d'Icwna · este complejo a un determinado aspecto
minados grupos beneficiarios se vuelven finalidades contm;
y al mismo tiempo, como cada finalidad inerte es exigencia 1
Colonias, países subdesarrollados que venden su trigo a cambio
del Otro y realidad del Otro, cada una ele ellas es también de productos manufacturados, ele.

362 363
.. , n otro • la' impureza de 1, aire es
a ntnrru podría ser acompañada por una destrucción total de lm QセG@ 11·
ele la lucha de el ases Y ' . db l compleJ· o contemporanea 1
ee pos sobrantes. De modo que finalmente, a través de su セᄀL@ 11;1·
·. · onsecuenoa e ' y d h ha
tambten olla e l . 'ttin ti e de otro orden. ' e ec .' ciém del momento, la contra-finalidad los remite al patro11;1lll
la estructurao·ó n ele e ases ' . ,q _ 0 por lo menos se poc1na •
'.
tambten extste
.. . para e1 patron
f' ·l.clacl
1
Claro que pasa la noc le y os
l l ¡ como una exigencia universal que constituye el patronato 1·11·
mo grupo particular en la misma medida en que 110 la /ut
creer- como contra-1 tnaiudacl • en 'una qumta; •
pero no por eso cumplido. Dicho ele otra manera, los industriales del siglo
clominrros fuera ele a e el , , t lo el día. ele cierta manera,
o • rbón urante oc • b · XIX, indiferentes ante el peligro de muerte en que estaban
cleJ· a ele resptrar. ca del at·re duran te las horas ele tra aJO las poblaciones obreras como un peligro real y aun a los costos
la Impureza e ' • • y
en cuanto a ' 'bl ente menor entre el proptetano reales ele lo que esta insalubridad representaba para ellos, se
la' deswua . ld el es senst ero 1 f, b .
· o . a los pequenos - enlpleaclos
' ele a ·a nca 1 caracterizan venladeramente como grupo particular (claro que
los asalanados, ・ョエイセM b ti eses también sufren en su cles- 1
. Los nmos urg 1 no es eso lo que hace el grupo particular, pero, por ejemplo,
y los o b retos. u e lle a do el caso puede a can;.ai·
e
. su particularidad se expresa con eso) por su negativa a cons-
a n·ollo IJar esta Impureza, q l' g o (en 1930 en la regtón 1
. el 1 clero catac tsm · ' tituir esta consecuencia de la industrialización en contrafina-
proporoones セ@ verc a concentración excesiva ele gases pefJu-
L •

liclad universal, cuando podía constituirse como tal a través


clel l'vlosa supenor, una desplazó a través de toda la
l . ma nube que se b, de una praxis bien definida. Había, en efecto, desde el prin-
cliciales proc UJO t , ) Además los vapores del car on,
.' tó a 65 personas . ' , t cipio, medios, sino para suprimir, por lo menos para atenuar
regwn y nla . de ellos tienen para los patrones es a la impureza, y Franklin proponía ya utilizar por segunda vez
Para no. hablar smo.
l'cl el reosa· cuestan caro,
' . como lo prueban las
. . el humo del carbón, ya que después ele todo no es más que
contra-hna 1 . a P . · ól
·r Ptttsburg s o par,a mantener ·' la hmpteza. carbono incompletamente utilizado. Finalmente, el humo re-
siguientes Cl ras, en ' lqtit·er ciudad inclustnal, las
. cuentra en cua presentaba los límites contemporáneos de la máquina: el 90 %
medw que se en . d . además ele los gastos el e 1os del calor se pierde y el combustible se va por la chimenea.
sumas sujJlementanas (es eor: ,l l lel mismo tipo y de la
. . para una cnic ac e 1 Pero fJrecisamente lo que caracteriza a la burguesía ele aque-
medios ele l tmpteza ' e. ) le· 500 000 dólares para e
. t'cl el ele habttantes e · 1· · 60 000 llos tiempos, en su praxis, es que no ve esta exigencia humana
mtsma can 1 a 00 ra la limpieza general y 3 . y técnica, o que la ve sin ーイ・ッ」セエ。ウ@ カ・イ」ャセ。ュョエZ@
lavado ele イッセ。L@ WNUPセ@ h ba ,' que añadir, para estimar las (El
para las cortmas. Aun d セ@ Nイセ。@ conjunto de las medidas ele segundad y de lugtene provienen
la corrosión de los edificios,
hoy ele la presión ele los sindicatos; en los países más adelan-
P érdidas en general, las e 1 ads a electricidad en los períodos
le consumo e ' . tados, en algunos casos la iniciativa le pertenece al patrón por-
los suplementos e .ó l sobre la ciudad obliga a en- que quiere aumentar la capacidad ele ーイッ、セ」エゥカ。ャ@ de 」セ、。@
en que la concentrao セ@ .e e ァセャ・イウ@ etc. ¿Cuál es, pues, en
uno: es que son otros los problemas). La mma, corno cap1tal
cencler la luz. en ャ。セ@ ohcmasÍa セオイァウ■。@ y la clase obrera? En que se agota progresivamente, creó el primer patronato, ョセイゥッᆳ
este caso la cltferenoa ・ョエイセ@ d lo comienzos ele la concentra-
sa mezcla de prudencia tradicionalista y de derroche (ele vtdas
primer lugar, los ッ「イ・セウL@ es e 1 contraste es inmediato para
. b consoentes (e ' humanas, de materia prima, de energía) . Se constituye en
nón ur ana, son . l ) del eligro que les amenaza clase (en este punto singular) , por su negativa a considerar
los campesinos proletanzac os t Pue no se hayan formado
· ·d Pero en tan o q ,. como contra-finalidad las consecuencias ele la impureza del
lusta la セイッーNエ。@ Vl セᄋ@ d' l la exigencia ele una pohttca e1e aire en la otra clase; pero se constituye como tipo arcaico de
las organiZaciOnes sm ¡ca es, d permitir los primeros
1 . ue no se pue en . industrial (en relación con nosotros y para nosotros) por su
higiene es un. UJO. q de lucha: ya es mucho impeclu アセ・@ indiferencia en cuanto a los efectos que· esta misma impureza
grupos ele reststenoa Y t estado ele impotenCia,
. Además en su ac ua 1 , puede tener en él y por su negativa (y no su ignorancia,
bajen los sa l anos: ' , tra-finalidacles porque les per-
prefieren la fábnca con sus cbon: su desaparición, que sólo como hemos visto) a poner a punto las técnicas industriales
mite vender su fuerza ele tra aJO, a de recuperación. Vemos la complejidad del proceso práctico-

364 365
EL INTERÉS
activo, finalidad, contra-finalidad descubierta y sufrida por
determinados grupos en la impotencia, contra-finalidad de- Un nuevo セ。イ£」エ・@ de la simbiosis que descubrimos es lo
nunciada teóricamente pero nunca jJrácticamente reconocida アセ・@ los ・セッョュウエ。@ y algunos psicólogos han llamado el inlc-
en un período determinado por otros grupos que tienen el res. セョ@ Cierto modo, es una simple especificación de la exi-
poder de modificar la situación. La contra-finalidad puede エ[・ョセL@ en determinadas condiciones y a través de determinados
volverse fin para determinados con juntos: las primeras má- セョ」ャゥカ、オッウ@ o determinados grupos. El interés es el ser-entero-
quinas ele vapor son ruidosas; los técnicos -y Watt particular- セオ・イ。M、Zウ■ョ」ッ@ en tanto que condiciona la jn-axis como
mente- proponen disminuir el ruido. Pero en el conjunto iュセ・イ。エゥカッ@ N」セエ・ァ￳イゥッ@ Considerado en sí mismo, en la simple
práctico-inerte ("o complejo" hierro-carbón, primer patronato, y hbre actividad, un individuo tiene necesidades, deseos es
primeras apariciones del maquinismo), el ruido (como por p_royecto, realiza fines con su trabajo; pero en ese estado Úcti-
lo dem<is el humo negro que se eleva ele las chimeneas de las cw abstracto, no tiene ningún interés; o mejor, los fines se
fábricas) exige que se mantenga como afirmación material de 」ャ・ウセオ「イョ@ espontáneamente ante su praxis como objetivos que
la nueva potencia humana (es decir, de la potencia ele una ウセ@ tienen 9ue alcanzar o como tarea que se tiene que cumplir,
nueva clase producida en el marco del cambio del modo ele ウセョ@ que Qiセァオ。@ vuel_ta _sobre sí lleve esas tareas y esos obje-
producción, luego contm los terratenientes y contra los obre- tivos a designiOs subJetivos. Y cuando, en el estadio de la
ros). La contra-finalidad a separm· (que por lo demás sólo rareza, se ve en el hombre que viene a él una amenaza de
es verdaderamente contra-finalidad para la clase explotada; el ョセオ・イエZ@ lo que セウエ£@ en juego y se afirma objetivánclose como
que vive en el ruido es el obrero, el patrón lo único que hace カキャ⦅・ョセi@ es su vzda (es decir, que constituye al Otro como ser
es pasar) al volverse finalidad a mantener se presenta en el ー⦅・ゥ}u」ャセi。@ )1 al q!¡,e se _puede perjudicar), pero el interés no
conjunto considerado como exigencia negativa y es ella la que tiene nmguna existenCia real ni como motivación ni como
desarrolla en la inercia pdctica el conjunto ele sus "ventajas" estratificación del pasado. El interés es una determinada rela-
y de sus "inconvenientes" como una serie ele contradicciones ci¿n del ャセッュ「イ・@ con la cosa en un campo social. Puede ocu-
(estructura ele origen activo) jJaszvas (estructura de exteriori- rnr que solo se descubra del tecla, en la historia humana, con
dad). "Hay por y contra". En este nivel negativo, no se puede lo que se llama la propiedad real. Pero existe con una forma
considerar ninguna superación: en la lucha inerte del por y más o menos desarrollada en todos los sitios donde viven los
del contra ...,-que se hace fuera ele cada uno, en el medio de hombres en medio de un conjunto material de herramientas
la alteridad- según las condiciones y los objetos, hay equili- que imponen sus técnicas. En verdad, la posibilidad dialéctica
brio, victoria del por (como jxsadez que la logra y no como de su existencia está dada ya con el organismo biológico, ya
totalidad que se vuelve sobre sus contradicciones para envol- que_ ←セエN・@ tiene a su ser-fuera-de-sí-en-el-mundo, en tanto que las
verla en sí) o victoria del contra. Encontramos con otro as- posibilidades de la supervivencia están dadas fuera ele él en el
pecto -apenas diferente- la indisoluble unidad ele lo inerte
medio. El origen del interés, a título de fundamento abstracto,
y de la finalidad. Para resumirnos con una palabra, la inteli-
es, pues, la relación unívo_ca ele in terioriclacl que une al or-
gibilidad de las contradicciones materiales en セQ@ seno ele u?
gamsmo humano con lo Circundante. Pero el interés se des-
proceso en curso proviene ele que, por la ?egaCión 」ッュセN@ オョセᆳ
dad material en el seno ele un campo soCial, todas las hnah- cubre en el momento práctico-inerte ele la experiencia en tanto
dades son contra-finalidades, y ele que, inversamente, en tanto que el hombre se constituye en el medio exterior como ese
que todos los movimientos de la materia están sostenidos y conjunto pdctico-inerte ele materiales trabajados, instalando
dirigidos por hombres, cada contra-finalidad es objetivamente, en su persona real a la inercia pr<ictica del conjunto. Para
en su nivel y para determinados conjuntos práctico-inertes, tomar el ejemplo más explícito, el de la propiedad real y
una finalidad. burguesa, el primer momento del proceso es la identificación

366 367
ie da -
. nt o pose. ¡'d o . És te -s i se se tra ta , po r ejemplo, de pr op do
. n( ie re la un ir, si svia
co n el 」ッセju@ con und J m os paca oc ul ta r
co
·a rd ín - H is to ria . Pü ed e oc m ov im ie nt o de las inversiones de , du -
o ie ta rio un el as
de a '" '"
@ ョ 。 セ ャ ・ o emomo )'a he di ch o, d. , ru ra le s, qu e ic as - ele las em pr
es as agrícol
de l ser· del P ' pPI o,a al conJ·unto, ·1 m sm a .
su s hi st ór
-p or ot ra s ra zo ne co nc en tre los ca pi ta le s di sp on ib le s
en las
tra ta ,· po· ¡r eJ em
[ hu m an ' lJOr su VH a 1 ' . u nt o·' de po sit a, tie m po nt e ese tie mpo,
nc ac ·
lo , .d d al co n3
fin al m en te es ta en ra nt e al gú n en pl en o de sa rro llo ; du ra mismo nivel
in tc no . cs a1 m un c rm in ac la um a , e es tá n
ュ・セ\ウャ@ in du st ria squ el
ne en
le te sus pní.cticas y de capitales, se m an tie m en ta , ni, po r con.
ョセッ@
blc _n
セ」。@
su s
ca jo ne s o en la s.
{u er a de él, la ag ric ul tu ra , sin a no au
co m un u
n JUnt to do est<l. ie nt o de la tie rr los me.
o qu e el co cuyos mue· técnico, el re nd im pe ro al m ej or ar pr og re siv am en te
セ・、@
is m .,
m em on a en lo. m el m om en to en qu e . . e tener
ィ。「イエ」Zセョ@
r;
to rb s P" 't" '. ver qu e si gu ie nt e, su valo de sa rro llo de la in du st ria pu ed emás,
,
イ・」オセ@
n, el
:, los muros, en ¡. de ió
dios de comunicac to en el va lo r de Jos terrenos; si, ad
.ms c<Htumb>e':; e,; d:;;ás ,Jue la vida en in str u-
liz a ci ón de un po r ll las por· efecto un au m st ria se po ne a pr od uc ir nu ev os á un a
protegido! d- ::: ::e úa en ab.so lu naed an clefinidos
to qu la in du op er ar
es e os. un se ct or ele m en ta rá , y se
bi es .so 1
n. a . no t cs en
1 nt cn or sus pe ns am iC.n osd los m ue bls se· vu el ve su
tre el re nd im ie nt o au ex pr op ia ci ón . A
l . m en to s ag ríc ol as , ci ón ac om pa ña da de supongamos qu e
la nc· a y qu e biOs e a a co nc en tra
. er te s y los cam no . ·d ac1 de a co'ó n qu e en ae rr a de te rm in ad au nq ue
r, m tas modificaciones, au be rt, sea un so lte ro
ウ・ャ_セイ。ci@
in tc no n
. . po la ex te in nt re cu at ro través de todas es Fl
・セエイ@
r·e la no ue s. vo
ョオウイセキN@ o Gu sta
m an a. La er te .
ウゥァュヲ」。セエ@
, co m an sus
tie m las ro o- nu es tro pr op ie ta rio an tie ne to ta lm en te pa siv o, ca m bi o en
Pe ro al
pr op ia ex te r! on da d m at er ia lid ad
l co todos. y
m ol éc ulna es te n1ve ,
n [セ@ ュ。エ・イセ@ y un ar tis ta qu e se m
de sus bi en es (o
pu ed en ca m bi ar )
de añ
e co m o re nt as y el va lo r D ic ho de ot ra
su vilda lo a
ín trm t1 uy:to . in st itu ci on a rza-
pr es ió n, en tr e su s ma no s. re
cons an tie ne . e . l la ci ón1 de afio y, va lg a la ex po se íd a se de sc ub
l ·ó n qu e m socra e d re co m o m at er ia lid ad
da co m o pr ác trc a
、セ@ Bオエセッ@A
pa re e es, es te se r-i nt er io r pe rs on a re al
lé cu la s: la re acr r:s pe to de m an er a, te rio rid ad . Su
オョQセLZュ。@
lu ta do po r to da la ex po el
r
negación ab s? . da ) Entonces co m o co nd ic io na pa ra da de to da s las ot ra s
NpᄀセGLカ・[@
con ca da a. es tá se je to qu e
'¡ a ariencia posrlatrvvr hu m a? os co m o m ol éc ul a ai
sla da
ateria, como el ob a in te -
da , es, en e
」ッセイ@ セALゥァオ・エ@
d: su pe rs on aJ id ad ·m
id ad (
de
pe cs on a la rm· va do ab so lu to , y ra to ria s de la ex te rio rid ad , corno un
「イセョ・ウ@
interi_or e ;} " n su gi vés de las
y p el pw pi et an o af rrm d de es, su fr e las leyes H na lm en te , a tra
." el im po sib ili dao Ju. y demoníaca.
ーセウイ「ャ・@ ᄋセューッ@
los ros, to do Jo
qu \l es " ya qu e les ha dacrr, el m ism rio rid ad pe rv er sa cr isis y Jos afios próspe m om en to s
イューセ・ᄀB@
es de ba jas , las
de Ía m at er ia al(esmrsmo -". ión. er o m ej or al<as y de las r el te m or de fa lta
r (e n los
son tos oc up en . d; dP en la coblsa a la ne ce sid ad , po co m o in te ns ifi - ·
pr op ie da d
pe ne tra br hc ac . . n ba na l de re ifi ca cl ..
re m ite
cr ec im ie nt o de su om en to
qu e) cu er po s drdstie u
n he ch o ·d el y su re a. a1 es en ci a VI S! e ne ga tiv os ), o al re s. D ic ho de ot ra m an er a, el m
ca ci ón re al de sus
po de so lu ta de l
Se tra,
ta o ie ta rio su ve i
co
a
m o susuprreop i .ó di re ct a co n a la ex ig en ci a in m ed ia ta y ab vu el ve
ga r . pr P d·r ig C a él la cr n nto mecá- ne ga tiv o lo re m ite qu e ta l; el m om en to po sit iv o se
en co'dnt ra raueel ya se I nt irá m as , . l a mi·e
, en ars or ga ni sm o en ta nt o lid ad er te ,
in
ゥョ。ュセ@
' se . do su rgo, ta nt o qu e m at er ia om en to en
q
poser a,.b l qu e au n ' 1 cular. Sin emba no ió n po sib le en
e, lo sis en po dé da d pr iv ad a su pr op ia ex pa ns qu e ex ig en ci a. A pa rt ir de l m
y tangr '{ '" e op ie es de ci r, en ta nt
o co nj un to ob je tiv o
un a pu lv er ul en cr a . ed ad existe en id a, se po ne un
esta m et am or de om pl em en ta rio de a pr
i_イセ@
de fin
m om en to de qu e, en un a so ci ed ad cu la rid ad pe rs on al
vi du o en su pa rti
ni co , en mee
[ャッ「セ・@ 。ウー・」エッセイゥ￳ョL@
10
ya qu e es ta a un in di
in di vi du o, al ac tu
ar
、・エセイュゥ⦅ョ@ co m o de fin ie nd o
es te de es ta sacie- ta nt o qu e ta l qu e este co ns er ve
m in ad a, en un s l ción En y en qu e ex ig e en o y so cia l, lo
es au n s.m o un a de las in st itu oo ne · de l ca m po pr ác tic nsas del
de
un a soCiedad qu e e ep en te r l de do de pr oc uc
se descubre so br e el co nj un to organismo) y lo de sa ,o lte a expe
セ。ューッ@
¡
セ@
l m o er va el o lo necesa-
. . 1 de sa rro llo de rio s social (como se cons al im en ta ex tra ye ndinterés.
la H rs to na , Y tre ns se
NZョセッ@
ie ta sm o
ウ・ョセ@
pr op or ga ni
da d, !u ?d ad as 1en
l: r de 'lo s
ge ne ra l de la re sto (c om o el ri or ), este in di vi du o po se e un
m o
la co nd Jc w na m r n un de te イ・ャ。」_セ@
en se rie inenad o
rm
el m ov Jm t
セエッ@ rio del m ed io ex te
aterial, como práctic
o-inerte, es ya po r
su
es tru ct ur ad o Y co Pe ro el co nj un to m
368 1 '3 69
sí mismo una acción pasiva sobre el mundo práctico-inerte. que etc.) sólo es la expansión real de su fábrica en tanto que
lo rodea; refleja las exigencias de ese mundo en la umdad la controla por su praxis, y en tanto que su praxis la supera
negativa de la pasividad y como sus propias exigencias, al hacia un porvenir teleológico (es decir, en tanto que la pmxis,
mismo tiempo que ya es proceso teleológico actuando sobre como actividad necesariamente orientada hacia un objetivo,
el conjunto del campo_ y reflejado セョ@ ・クゥァセ」。@ por. t?dos los devela en su movimiento mismo y como su propio fin lo que
sectores de la materialidad. A partir de alu, el mdividuo, en es la expansión objetiva de la fábrica en una coyuntura favo-
la estrecha medida en que le resulta posible evitar o provocar, rable) . Es ya su f<ibrica, en tanto, por ejemplo, que la heredó
se encuentra, ele hecho, como mediación entre las exigencias de su padre y que descubre en ella la unidad y la lenta ascen-
de la totalidad material (y mediada por cada uno) y las de sión de una familia. Y si hace que le lleven la máquina in-
la totalidad restringida que es él mismo. Su ser-fuera-de-sí se glesa, es que la f<ibrica lo exige en un campo competitivo de-
vuelve lo esencial y, en la medida en que éste reencuentra terminado, luego, ya, en tanto que es Otro y que está condi-
su verdad en el seno de la totalidad práctico-inerte, este ser- cionado por los Otros. Se trata, por ejemplo, de aprovechar
ヲオ・イ£セ、Mウ■@ disuelve en sí los caracteres de seudo interioridad algun?s años prósperos para hacer una nueva inversión y para
que le había dado la 。ーイッゥ」セ￳ョN@ El ゥョ、セオッ@ encuentra así reduCir los costos aumentando la productividad y disminuyen-
su realidad en un objeto matenal aprehendido ante todo como do la mano de obra. Esta decisión se la dicta como exigencia
totalidad interiorizante y que de hecho funciona como parte el medio competitivo (vencer a los competidores vendiendo
integrante de una totalidad exteriorizada; cuanto más se es- más barato), pero negativamente, porque la competencia (y
fuerza por conservar y aumentar este objeto que es él_ mismo, セ。@ posibilidad de que otras fúbricas recurran a las m<iquinas
más desvía el objeto al Otro en tanto que dependiente de mglesas) lo pone en peligro en tanto que se ha constituido en
todos los Otros, y el individuo como realidad pr<Í.ctica se fábáca. Pero apenas está instalada la máquina se desplaza el
determina más como inesencial en la soledad molecular, es interés. El interés suyo, es decir, su sojuzgamiento a su ser-
decir como un elemento mee<í.nico. Como caso extremo, en fuera-de-sí, era la fábrica; pero el interés de la fábrica se
la es¡ructura de intereses, los hombres se consideran como _una vuelve la múquina; a partir del momento en que está en
suma de átomos o como un sistema mecánico y su praxzs se ma:cha, es ella la que decide la producción, es ella la que
emplea en salvar su ser material en _un conjunto, inorgánico obhga a que se rompa el viejo equilibrio entre la oferta y la
aprehendido como totalidad. La relaciÓn de ュエ・Qᄋセ@ ⦅」ッセーイエ。L@ demanda y a buscar otras salidas, es decir, a condicionar la
pues -en el nivel del interés individual-, la _mas.IflcaCIÓn _de demanda por la oferta. El interés de la f<íbrica ha cambiado,
los individuos en tanto que tales y su comumcaciÓn práctica la prudencia y la estabilidad que caracterizan a este interés
a través de los antagonismos o de las conveniencias de la ma- se transforman en riesgo calculado y en expansión; el fabri-
teria que los representa. El industri_al francés. セオ・L@ _en 1830, cante ha alojado una irreversibilidad en los talleres de su
en los buenos tiempos del capitalismo familiar, mtroduce fábrica. Y esta irreversibilidad (la máquina no se detiene)
prudentemente unas máquinas inglesas :·porque :ra ゥョエ・イセウ@ lo caracteriza en su ser, lo mismo que en su jJraxis, o m:ís
suyo", sólo tiene relación con esas máqumas por_ mtermedw bien realiza en él como objeto social la identidad del Ser
de su fúbrica. Aunque el fundamento de su praxzs sea, como (como estructura de inercia) y de la pmxis (como realiza-
ya he sefíalado, el temor de carecer o la voluntad de expan- ción en curso). Pero en el medio de los antagonismos de
sión, conviene recordar que el temor de carecer sólo es un alteridad (aquí, el medio competitivo), el interés de cada
horizonte y que desde luego no está ante este dilema: aumentar fabricante es el mismo precisamente en la medida en que se
la cantidad de m<iquinas o mendigar su pan; ?e la . misma ha constituido en tanto que Otro; o, si se prefiere, la necesi-
manera, el deseo de expansión (como todas las vwlenoas que dad de bajar perpetuamente los costos poniendo en marcha
se conocen con el nombre de voluntad de poder, de conatus, máquinas siempre nuevas (y perfeccionadas) le llega a cada

370 371
qu e el ob jet o-
o. Lo qu e qu ier e dec ir
ele la fáb ric p a) y de tod os po r cad a un ció n del ind ivi du o) baj o la pre -
mo la' losexiOt gen cia rea l tan qu e ara act üa (po r la me dia
· '>s (co y en to int eré s arr oll ada s en
un o com o Sil mt ere _
. , de ros
oエイセN@ va ele las exi gen cia s sem eja nte s des
ati po sib le dec ir
@ ッ ュ Z エ セ コ
neg
@ ウ セ el int eré s com o int eré s del sió n
En este niv el res ult a im
en tan to qu e el erm i- otr os obj eto s-i nte res es.
los Ot ros con sti tuy e セQ@
a un o det del siglo XI X-
el de la ind ust ria , cad ra ese Ot ro y lo en la era "li be ral "
es Ot ro pa -p ar a tom ar un eje mp ; en el mo vi-
En un sec tor cle ten nm a
o t qu e ben efi cio es fin o me dio
@ Z セ エ o ro io int eré s en tan to
qu e ese si pa ra el ind ust ria l el dec ir, en la
na el int eré s del @ ッ イ セ o en
mi en to del int eré s com
o exi gen cia neg ati va -e s
a un o se_ d_e ter mm a fセエイッ@
セッイヲ@ el int eré s ele Ot ro. Es_ a-
ric as am enc
lo
y nec esa ria tra nsf orm aci ón ele los me dio s de pro du c-
cad . . es ele las ' fáb pe rpe tua s col oca dos en
l
·rlt eré s es VIVIdo potr elas pre vis ion no s en m< ís im po rta nte tie ne los fon do
q ue señ ala n ba sta n e セ@ tar es qu e ' po r lo me ció n-, la pa rte sus tra nsf or-
d
sec · d 1a
e sa mi sm a; en cie rto sen tid o, el fin ele
let erm. l com pet itiv os; la pro du ma os co ón la em pre efi cio pe ro
au me nta r la tas a del ben
nas de ho y en e @ セ ro en {un- ma cio nes es ma nte ne r o pa ra el cap i-
@ ᄀ セ ・ エ ョ 。 ⦅ ュ tes se de ter mi na pri me
n el ún ico me dio po sib le
pa rte , se ha
@ ョ ・ セ オ ァ ゥ ウ en tan to qu e po sib ilid
ade de s en otr o, el ben efi cio es ir, en cie rto
los ano s cosas tra nsf orm aci on es -e s dec
fáb ric a en
Cl.ón de los elatos con ood ols ( r 1o dem ás
tod as las tal ist a ele rea liz ar estas s ext eri ore s y ele
' , "ó n pre sa a los cam bio
cto , SI
. ene le
o@ イ ・ カ ャ ッ セ po a col oca r est a pro du co sen tid o, ele ad ap tar la em lo mi sm o qu e ele im pe dir qu e las
ese sis tem a abs tra la s,
ta qu e or te- en el con ¡··un to de hac erl a ben efi cia r ele ello os la liq uid en -, de tal ma ne ra
io·uales) ' lue go , se ·tra p los otr
d"f " nes e com
L aelm ini str aci ón de un a tra nsf orm aci on es ele pos esi ón-
o
-c on las mo 1 ·Ica oo ra el sec tor . na con est as, ida d del pro ces o tot al, la fáb ric a com o
1 J·u nto de apu qu e en la un du os se cons-
P rod ucc ión na cw na pa pro me te u . . "d d a o ele un gru po de ind ivi
. ada, com b ulo de las po sib lli a espe- po de r de un ind ivi du o pro pio fin ,
1 álc to y des arr oll o com o su
fáb ric a de ter mm so re セ@ e rod ucc ión en
el mi sm o titu ye en su ma nte nim ien ra des arr oll ars e
rig uro sam en te fun da da s sie nd o la mi sm a o pa
, en el: fos pro du cto res
ele ma ter ia cam bia nd o pa ra seg uir la im po sib ilid ad
pa rti r ele dat os de he :ho qu e eng end ra. De sde
res , ob re tod o tie ne n qu e éstos las
e ver con las po r me dio del ben efi cio ón sin des tru ir al
ríoclo ele los com pet ido r el mo vim ien to ele la pro du cci
as s po s en tan qu. to de det ene
ele en co ntr ar nu evo s me
rca dos pa ra
P rim a, etc . y est as apu est ¡"b"1l"!- la nec esi dad
. . ua 1es e1e los otr os . el ele sus pro pia s. pos d
gru ob jet o, ha sta
y de au me nta r est a pro du
cci ón pa ra
de osw ne s act ace pta r pa rti o
en art e ele un con Jun to e la pro du cci ón au me nta da de cre cim ien to
ace pta n o las va n a '
t idi da do , est á el mo vim ien to
racl P e¡·ón pre vis ta. y dec É ma nte ner se en el me rca del sim ula cro
rte , y polra opro cas i-o rga nzs mo , es dec ir,
da des po r un a paf"e ren a uc sid era da. • ウエセ@ y de mo tiv aci ón ele un a en la qu e
icu lar or la fáb ric a con as sob re de o- fal sa tot ali da d tot ali zad
apu est as qu e se re 1 a de apu est inv ert ido del org ani sm o, ali dad totaliza-
P or los Ot ros , y en pa rt d P. tem · "ó ra qu e exi sta , fal sa tot
1 abo e un s1sd" . a en tan to qu e de os¡ n el ho mb re· se pie rde pa del cam po prá cti co
a e ' os los ho mb res
se dec ide , pu es, "d ue ell a con Icw n, mi sm.a en. tan to do ra qu e rea gru pa a tod fab ri-
sio nes cle. sco no o as elv q e as¡' con d"ICI"ón ele sí de la alt eri da d. El int eré s del
lo sie mp r: en la un ida d neg ati va qu e
des con oo cla . e セオ@
S tan to
. la )ro du cci ón est abl eoc fáb ric a y sus má qu ina s en
・ウセイオ」エ。@ can te no es má s qu e la
qu e Ot m y el, イャエセッ@
ッ」ャセオ@ ele alt eri da d l. El ser-
con el su des arr oll o rec lam a su ayu da en for ma ele exi
gen cia y en
int eri ori dad
sm .al"cl d trabaJ"ada ' un e, pue s, 1 int eri ori da d a su seu do
co nte nd rá, en SI mi ma ten 1 a s po r a neg a- tan to qu e po r su laz o ele mo me nto en pel igr o en el mu nd o
fue ra- de- si セッュN@
. div idu os a los gru po ext eri ori zad a est<í en cad
a
m r e ゥ、←ョエセ。@ ele cad a un o po r tod os
y social. Pe ro lo ese nci
al -e n est e
mt ere s, ya l?s ter ial ida d prá cti ca
nomnbr_ e ele re a sie mp de la ma me nto s ele la Hi s-
ció sie mp otr
en tod os los dem ás, en tod os los mo
caso y (o nue str o)
s, el eál cu 1o e s mu.cho la, a
má s
en qu e se ma nif ies te el int eré s- es qu e mi
otro s fac tore t a trav és de la· che nte la tor ia el del Ot ro
sen ta en tan to qu e es
.
inte rvt ene n se nos pre
1 En ver dad , 1 ten er en cue n a, cter to que r- int eré s pri me ro en el Ot ro
· que orie nta ció n. No es me nos。オエッョセゥ@ pa did a, ten go qu e neg arl o
com plic ado , ya que l?Y al y su r lim itad o tien en una y qu e, en est a pre cis a me
mi ser-fuera-
tod a la eco nom ía nac wn el seclto ·ve l de la coy unt ura , la f;\b nca con-
ser -fu era -de -sí del Ot ro) pa ra rea liz arl o en
pre vis ión y las apu esta s en
te, en e m (en el
dal y que , por otr a par ont rar com o otr a.
sid era da se vue lve a enc 373
372
de-mí, o en tanto que se revela como negación por el ser-fue- de la_s perspectivas que constituyen su apertura practica en
ra-de-sí que es mío del ser-fuera-de-sí del Otro. Hay dos razo- el nusmo mundo) y, sobre todo, que, por la lectura, como
nes y sólo dos para que un fabricante de Rouen compre praxis de superación reactualizan significaciones en cuanto
máquinas inglesas; o es la urgencia (sus competidores van a a sí mismos y en cuanto al mundo material y social, trans-
importar máquinas o por lo menos las pueden importar), o formando estos sentidos y aclarán.dolos con un nuevo contexto
es el contra-ataque (la importación de las máquinas ha sido (un libro escrito hace diez años y leído hoy en este momento
hecha por Otro y el fabricante ya no puede luchar contra esta histórico, por un muchacho de veinte años) . Sin embargo, el
competencia, y sus costos, a través de la baja de los del Otro, autor puede o no seguir escribiendo libros, puede o no volver
exigen ser disminuidos). El interés es la vida negativa ele la a leer los suyos de vez en cuando, su interés ideológico con-
cosa humana en el mundo de las cosas en tanto que el hombre siste en que tiene su ser-fuera-de-sí en significaciones materia-
se reifica para servirlo. Desde luego que en la jerarquía de las les (que aún conoce y comprende, si se quiere, pero sin pro-
estructuras sociales, la cosa humana puede perder su tang¡:bi- ducirlas ni vivirlas) cuyo conjunto seudo orgánico se ha cons-
lidad sin dejar de ser por eso: basta con que sea la ley rígida tituido como la realidad inorg;ínica de su organismo práctico
del hombre y que ·le oponga en el mundo práctico-inerte a sí y a través de los cuales está perpetuamente en fJeligm en el
mismo como Otro en tanto que prosigue la destrucción ele mun?o por el Otro, a menos que vuelva a ellos sin cesar, que
otro objeto que no es otro distinto de sí mismo en el medio ・クーィアセL@ que muestre (o que trate de mostrar) que son
del antagonismo. Desde luego -y volveremos sobre ello- que compatibles con los descubrimientos y las prácticas nuevos,
estas formas aligeradas de la materialidad -se encuentran en que no pueden morir por los Otros como han muerto por él
las superestructuras- tienen su fundamento y su racionalidad (en tanto que fueron un movimiento de objetivación viva
en las formas masivas y elementales. Y claro que, por ejem- cambiándose en objetividad). Si trata de defenderse o de com-
plo, se puede hablar de intereses ideológicos. Aunque no hay pletarse en tanto que es esta obra, de mostrar que no ha hecho
que entender con esto el conjunto de una obra escrita en mal al escribir esto o aquello, etc., se encuentra arrojado a la
tanto que procura cierta renta a su autor (el interés existe dependencia ele toda la Historia en curso por el objeto en el
en este nivel, pero no es ideológico) , sino esta misma obra cual se había refugiado contra la Historia. Su interés ideoló-
como conjunto de significaciones inertes y soportadas por la gico consistirá en combatir las teorías o las obras nuevas, todo
materia verbal, en tanto que el autor ha constituido en ella lo que puede desclasificarlo (y también de comer todo y ele
su ser-fuera-de-sí. A partir de aquí, en efecto, por una parte digerir todo para constituir otros libros, complementos y jus-
podemos ver que esta obrá no puede ser reactualizada por su tificaciones de su obra anterior) . Se verá en este nivel que
autor en todo momento y en su totalidad, y que, por consi- la relación de seudo interioridad recíproca entre el hombre y
guiente, el conjunto detallado de las significaciones que la su objeto 'no es la misma que la del propietario con la cosa
componen siguen siendo puramente materiales (no porque poseída; en efecto, cualesquiera que sean en determinado pla-
sean unos trazos negros en una hoja, sino porque, en tanto no las instituciones que regulan en la sociedad considerada en
que significaciones, se mantienen inertes y que los conjuntos la relación entre el autor y el libro en tanto que éste es su
que componen son una síntesis sin equilibrio de requerimientos medio de vida (pensión, salarios, derechos de autor, etc.), la
mecánicos y de integración totalizadora) ; pero por otra parte relación del creador con su creación -en tanto que sólo es él
esta perpetua reactualización (si suponemos, claro está, que se mismo como producto consumible- no es la de posesión. Poco
trata de una obra publicada y suficientemente difundida) se importa aquí que se estudie esta dependencia en ella misma;
hace perpetuamente en otra parte y en todas partes por sólo quería recordar que -aunque se manifieste ele manera
Otros, es decir, por seres semejantes al autor pero que lo evidente en el caso de la propiedad privada- sería totalmente
niegan (a causa de su edad -nueva generación-, de su medio, abusivo limitar el interés a la propiedad real ele nuestras socie-

374 375
del tipo
dad se trata ele "todos
una co los homb res son mortales" . Pero en reali-
dades burguesas . Es una relación negativa y práctica del hom- . sa completa
bre en el campo práctico _a través ele la cosa que es fuera, o, terés sólo le llega
. el <m ente el"Istmta, . ya que este in-
tota Izadoras y p . lo t . < a ca a uno en l t . l ..
en otro sen ti do, una relaoón ele la cosa con las otras cosas del l. e e erm1nae as conehcwn es
01 s o tos (en un F . el el
campo social a través ele su objeto humano. espeoe ele acuerdo tácito o . a. Gイ。セ」ᄀ@ on e, por una
Sólo esto, y no las optimista s armonías ele la economía que secretas, la compet セ@ P r mtehgeno as muy reales aun-
•. enoa, a la cual l , . .
liberaL permite comprend er cómo en conclici?n es definidas el pequenas empresas qued < no poe nan resiStir las
interés individua l puede transform arse en mterés ele grupo sianismo, el interé; del atyóugu 1acla en beneficio del malthu-
(o de clase) . En efecto, si con ello hubiese que entender contexto europeo m pa .r n-que . <parece a
raramente en el
el . . 0 une 1Ia 1- consiste
que un carácter subjetivo del individuo está ele acuerdo con uctiVIdacl sin aumentar la . en aumentar la pro-
el 1 proe1ucoón·
los caracteres subjetivos de todos los Otros, tendríamo s que e os Otros), y porque < se t t el ' y t am b", 1en esto le viene
empezar por ッャカゥ・セ。イ@ la _dialéctica ele la alteridad que_ hace アエセ・@ dad serial del ser-fuera-de , セ。@ da.. el una estructura ele alteri-
. , . -si m IVIe ual L · .
este acuerdo sea Imposible en tanto que tal. Pero si lo logr.t- mteres particula r así sólo
· aparece en . una umversallc lacl del
scmos, luego habría que comprend er el acuerdo ele estas sub- Imento (es decir, de racionalid ad Mセ@ . orma, de pensa-
f
jetividade s molecular es; si hemos empezado por plantearl as 」セ。ョ、ッ@ hable de los transfinito s セ・イヲャウ@ defmué mas adelante,
en su diferencia , no vemos por qué una misma situación exte- VIsta, la universal idad del . t , < . . y con este punto ele
rior no habría ele exasperar estas "diferenci as, y además, en el gue su interés", etc.) 。」セ@ ・イセ[@ セ。イエゥ」オャ@ ("ca_da uno persi-
verdadero medio ele la alteridad, un mismo peligro, por su y trascende nte de todos l . p olverse la umclacl material
'
urgencia, en determina das condicion es corre el riesgo de acen- reoproco s por una mismaos Intereses .'
como l" ·
cone ICionamie ntos
tuar los antagonis mos y los conflictos . Resulta fácil señalar, en el fondo se da' como セャ@ ョ・ァ。セio@ inerte y fundamen tal que
por el contrario, que el interés particula r como objeto mate- los antagonis mos. "Cal resu ta_e o auto?estru ctivo ele todos
que l a 」セイ。エ・■ウゥ@
e a uno persigue su t ·" ·
rial del mundo tiene ya una estructura de generalid ad, porque general del int é m _eres qmere decir
se da como el mismo en todos, en tanto que esta identidad nunca ni transform ars . er s particula r es no poder
. . e en
crea los antagonis mos en el medio de la alteridad. Y, claro estabihda cl en tanto ue in mterés - , .
gener 1 · 1-
a 111 rea IZarse en la
está, eso no es del todo verdad: no es primero el mismo para lar también que en セウエ。@ teres_ ウュセオャ。イN@ Pero conviene seña-
dividirse después en una infinidad de oposicion es, sino que, campo práctico estab expenenc ia hemos supuesto que el
en un campo social dado, en tanto que la unidad de un mis- dividuos que al p rat_ ocdupado ,ror una multiplic idad de in-
a Ir Ispoman de
mo equipo, de las mismas técnicas y ele los mismos conoci- mente iguales y ' pos¡"b"l" I Iel acles práctica-
. , que este ca!ll}JO qued b l"b . .
mientos constituye la base práctica fundamen tal que hace po- por hipótesis no se des cu b na , en él l· a a . z, 1 e'l es .deor'
grupo que desde el e t .· ' que '
sible todo antagonis mo, las oposicion es las definen a la uni- . . . h . d acoon e e ninaun otro
a ッセュ。」ャ@
x eiwr ubier el • "'
dad de todas, a las unas por las otras y en su enfrentam iento, d los mehviduo s considera dos E t o explotado
en tanto que niegan a cada una, como carácter universal del to abstracto de experienc¡" . ds o_ セオーッョゥ。L@ pues, un momen-
"ó l
interés particular . La economía clásica creyó, pues, que podía Cl n e e l campo práctico ya, l"b. es ecu por eJ· e l l
, . . .
' . . 1 le en el medwmpel o,l a lasimila-
definir estos intereses idénticos como si existiesen igualmen te guesia capitalist a sin tene e a a ta bur-
en todo individuo de un grupo, sin darse cuenta que esta hay que concebir para cor en_ cuenta _a las otras clases. Pero
. "ó ' nse1var el e1em 10 el 1 · .
identidad es el resultado de un proceso en serie. Dicho de otra IZaCI n francesa en el · P e a
l .
existe como determi"n . ' b Ol 1XIX, qt1e l a maquma
si a 1 ' · mclustna-
manera, cuando se enuncia tal o cual verdad evidente, como ., también
cwn obrera y -es el tercer acwn e e campo -' . l
por ejemplo la siguiente: "en un régimen capitalist a el inte- . á p_ractiCO e e la pobla-
carc cter del Ser p..- t" .
rés del productor -por lo menos dentro de ciertos límites- es destzno para los obrero l Iac ICO·Inert e- que
es intensific ar la producció n rebajando los costos", se cree patrón es interés El b s en a exacta .' ' m
e l" 1
e Ie a en que para el
Lógicamen te que se enuncia una verdad analítica y aristotélic a . o rero que suve a la máquina tiene su

377
376
ser en ella lo mismo que el patrón; y así como éste reinvierte
serv_idor como オセ。@ máquina. ー。イセ@ hacer funcionar máquinas .
en ella sus beneficios , el trabajado r se encuentra objetivam ente Invierte las relaciOnes en el mtenor del agente práctico: como
obligado a dedicar su salario al mantenim iento (con un mí- ゥュー・セ。エカッ@ categórico , hace de él un medio absoluto aunque
nimo de gastos) de un servidor de la máquina que no es otro consCiente (en tanto que conoce el imperativ o) ; como distri-
distinto de sí mismo. Hemos visto más arriba, por lo demás, buidora de salario, transform a a su pmxis (o fuerza de tra-
cómo los utensilios , en el campo de la necesidad y del trabajo bajo en mercancía , es decir, en producto inerte aun conser-
de los Otros (y de él mismo en tanto que Otro) , manifesta ban vándole el poder de unificar un campo práctico; y además se
sus exigencia s como impemtiv os; cómo, en fin, estaba atacado transform a ella misma en cosa viva y seudo organism o en la
en su mismo organism o por las contra-fin alidades de un ma- medida en que se hace fuerza de exteriorid ad inerte (es decir,
quinismo del cual era el verdadero animador . Pero esta apa- en que emplea su propia sustancia en transform aciones ener-
rente simetría no nos puede confundi r: la máquina ni es ni géticas de tipo inorg<ínic o). Define, pues, y produce la reali-
puede ser el interés del obrero. La raz?n. es simple: , lejos de dad de su servidor, es decir, que hace de él un Ser práctico-
objetivars e en ella, es ella la que se objetiva en él. En tanto inerte que será m<íquina en la medida en que éste es humano,
que la industrial ización y la concentra ción determin_an la pro- y hombre en la medida en que a pesar de todo será herra-
letarizaci ón de una parte de las clases rurales, al nusmo tiem- mienta que hay que dirigir, es decir, su exacto complem ento
po que para los nuevos proletario s constituy en la posibilida d a título de hombre invertido. Al mismo tiempo determin a su
de vender su fuerza de traba jo, en el campo del Ser práctico- porvenir de organism o vivo, de la misma manera que define
inerte constituy en una fuerza de atracción que arranca al el del patrón. La diferencia consiste en que lo define negativa-
campesin o de los cultivos para colocarlo en un taller delante mente como imposibil idad de vivir a más o menos largo plazo.
de una máquina de tejer. Ahora bien, el individuo así signi- no sólo por las contra-fin alidades que hemos descrito (impu-
ficado por la práctica material es uno cualquier a: sólo tiene reza del aire, destrucció n de lo circundan te, enfermed ades pro-
que responder a algunas con_diciones オョゥカ・セᄋウ。@ (ser un.. cam- fesionales, etc.) , sino también porque en tanto que desarrolla
pesino expropiad o o susceptib le de expropw oón o el hiJO de su ser en el campo práctico de la industrial ización, represent a
una familia campesin a miserable y demasiad o numero-sa, etc.) ; jJara él un peligro permanen te ele baja de salarios, ele huelga
como obrero, sólo es una determin ada fuerza de trabajo utili- tecnológica y ele descalific ación. Todo lo cual encuentra su ra-
zada para realizar traba jos variables y renovada todos los días cionalida d en el significad o real de la industria: la máquina
por el salario cotidiano . Así no sólo existe su ser antes que él está hecha para reemplaza r al hombre. Vemos que esto en deter-
y fuera de él en el movimien to de la economía y finalment e minadas condicion es puede significar para ciertas sociedade s que
en esta máquina (o en estas herramien tas) que lo reclama, ella tiene que aliviar al hombre de su trabajo. Pero fuem de su
sino que además este Ser represent a la pura abstracció n de él ajJarición histón"ca, en el contexto social de la época está en-
mismo; su ser-objeto lo espera y lo produce pacientem ente a cargada de reemplaza r a determina dos hombres -precisam ente
distancia: por ejemplo, la industrial ización de determina dos los trabajado res manuale s- porque cuesta menos mantener la.
cultivos, al preparar progresiv amente la ruina y la expropia- Así es que cuando el patrón ve en la f;íbrica el ser-fuera-de-sí
ción de su padre, forma pacientem ente al hijo hasta el mo- de su singularid ad individua l, su posibilida d propia de expan-
mento en que la miseria hace de el un obrero lib?·e, es decir, sión según determina das reglas, el objeto que se tiene que
un explotado cuya explotaci ón reside por entero en la liber- servir y que se tiene que desarrolla r, pero en tanto que es su
tad del contrato. La máquina forma a su hombre en la exacta propia materiali dad positiva y su poder sobre el mundo, el
medida en que el hombre forma a la máquina (ya estudiare- obrero encuentra en ella a su ser como generalid ad indiferen te,
lUO§ menos sucintam ente esta fabricació n). Lo que
significa a su praxis como ya materializ ada en tareas predeterm inadas
í{Ur.: por un proceso temporal y teleológic o constituy e a su
como inertes exigencia s que se tienen que cumplir, a su por-

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desc ubre su dest ino pre- . . ..
ven ir com o imp oten cia, y fina lme nte, y signific<lr; lo que evicl entem_ente no s¡gm hca que la máq uina
la máq uina , que trat a de pro duz ca sere s ab t
fabr icad o en el iner te inte nto de ' s ract os y. セュ@ · ¡· ·
_me 1v1c1u a 1clad
¡· ; el agen te hu-
L? アオセ@ sign i_fica que la máq uina man o, en el sen o d e 1a relf . yen te
sup rim ir a sus ウ・イカゥセャッN@ icul ar del obre ro; por . ·d
ica 'oo
. n, es tata
1"1cl acl con stitu
caso pod na ser elm tere s part y chal écti ca · en v 1 . .
en ョゥャコセAᅪ@ ' ei ae1' cad a u T?- 0 Mセ_ョ・@ a ー。セエQョャ、@ 」セ・@
n a pTio ri de su part icul a- su jJra xis en su man era ele
el cont-rario, es a la vez la neg ació dep rse con st1t mr
teng a un inte rés. En tant o com o gen eral idad , y esta gen eral id l d con stltu nse Y de
rida d y ele toda pos ibili dad ele que . es de todo s. a e e cae ,1 uno cara cte-
. l·
que tien e a su ser obje tivo en
ella y en el sala rio que ella .·_ las rela oon
11za
part e; no hay ning ún otro dad en el Otr o , y la' s re 1•aoo :acl a uno . desc¡ubre su gen eral i-
le tla, no pue de emp lear le en otra nes pCJsona es se con stru yen L

sea el ser-fuera-de-sí part icu- La, Iner ·


obje to del que pue da deci r que sob re esta base , . te gen e l" l l com o med io de la
dud a que la fuer za de tra- clas e obr era en los com ienz . ra le ac · .•
lar del obre ro en el mun do. Y sin os ele 1 1ne . .
1ustn ahz acw n, no
iner te, pero aun que efec tiva co ·¿ a
bajo est<Í trat ada com o mer canc ía pue de ser con side rada
' ' mo un¡ ad • ea Y ¡tota liza dora
r 1 . de los
repr esen ta en él la perp e-
y soci alm ente se vue lva mer canc ía, obre ros (de una' fábr '
·ca 1 una oud
1 ', e e ad 0 e un pa1s .
; volve-
gán ico de un fin que no . e )
tua nece sida d de hace rse med io inor rem os sob re ello ·, !Ps -·
lleg a par tir
a ele la · .
apd a
mat eria lida d exte rior en la t" ' mat ena trab
le con cier ne, más aún que en una com o. esas falsa s unid ade
'
s ne
ga 1vas que con ッ」・セウL@ y es cons-
io, se obje tiva en su pro- ·
que esta ría obje tiva do. Por el con trar tltut iVa ele cad a uno y de t el
セイッャ@ ャセ@ tmu:_lad neg ativ a
cle u_n dest ino que los 」ッョ、・セN@
med ida en que éste no le per-
duc to, pero prec isam ente en la m¡s mo tiem po, en el
ele trat ar la fuer za ele tra- l ,
tenece. Sin eluda que el solo hec ho med w neg ativ o de lo gen eral
a un mer cad o del trab ajo ral (es deci r, toda vía no de オセ。@ c;\a 1"?lno ve el dest ino gen e-
bajo com o mer canc ía hace que nazc o a 1e ad o_brera, sino de una
rela cion es de com pete ncia can tida d inde term inad a de . ' 1
en que los obre ros se opo nen en p ares pare odo s unid os en una
, a títu lo ele ven ded or, en- mis ma con dici ón) de cael aeJem
anta gón ica; lo que quie re deci r que uno y de tod P l
セ@ en a gen eral i-
el capi talis mo. Pero este . .
tran en un mer cad o estr uctu rado por dad m1sma ele su pro pio de t" . @ L セ ャ ヲ ・ イ ー
en la nece sida d dire ctam en- del obre ro, com o neg ació ns セッャG@
@ N ・ ウ ッ セ _ve el dest ino
anta gon ism o tien e com o dob le orig
te sent ida o inm edia tam ente prev ista y la rela tiva rare za ele la tenc ia, en la gen eral idad el 1
! _P1a pos1b1hdad de exis-
セエ@ アセョZ@ end エ。ョセ@
clas por la g·eneralidacl 'de ャセウ@
s perm iten que el patr ón que poseí-
dem and a (rar eza que las máq uina オセ@ o pro nto
no cons iste en trab ajar ; se par a indi car la man era en qtI e pue de umr se la clase o una
ema s1ad
man teng a). El inte rés del obH ro

trab ajo que lo revi enta por frac ción de la, el ase en un gru po org · 1 .
trat a de otra cosa, ya que hace un o, es deo"ór, de tran s-
, por sus leja nos resu lta- y 1 "el ·¿ an1z ae
la obli gaci ón ele la nece sida d, y que form ar la gene ral¡"
,
dad
' a 1 enti . ad .e n t ota 1·Izao n unif ica-
con trib uye a elim inar lo. En dora . Pero , en el nive l de la
dos (con stru cció n de máq uina s) en アセエ・@ nos enco ntra -
ajad ores en el mer cado , ne- mos , sólo he que rido ュッウエセ。@ ・クーョッセ@
cua nto al anta gon ism o ele los trab ア、エセ・@ mo real izar la
opu esto a los "int eres es" tota lida d acti va del gru p o ,(r.
lsera lo m1s
cesa riam ente lleg a al resu ltad o más sm Ka 0 P 0 11t • 1·co) Y con stitu ir
pud iese tene rlos , ya que le per- en rela ción con ese gru po
del indi vidu o o ele la clase, si o que repr esen ta la unif i-
uno s sala rios mis erab les o caci ón en curs o de la 1 )en taFt
mite al patr ón que hag a acep tar
n:nt e a él _la セッエ。ャゥ、@ del
que inti mid e a los hue lgui stas con
la ame naz a de subs titui rles maq uini smo indu stria l, セウZO@ capi tahs ta, com o el
edad
en el acto . ser- fuer a-de -sí tota l de I a el ase osobo rera (y la t t a l"d el
uina sign ifica al obre ro . I . .' . o 1 a de la
Pero en la med ida en que la máq pro duc oón com o tota lida d de ta zls obJe tiva da e inve rtí-
de todo inte rés part icul ar t
da) . A par tir ele aqut ' , en an o que a pm · el e1 gru po se
pm:'C
com o ser prác tico -ine rte y priv ado xzs
lo desi gna tam bién com o .
orga mza par a volv er a a ro .
(y ele toda pos ibil idad ele tene rlo) , セ・ウ@ @ ャ ・ セ .total セ・@
por la soci aliz ació n de ャセウ@
o indi vidu o ele clase (no dest ino la clas e
indi vidu o gen eral , o si se quie re, com e pro duc oón e mcl uso en
sent ido muy abst ract o de tant o que entr a en luch a .
dan do aún a esta pala bra sino un plan o de la luch a
í lo mis mo son pro duc ir sind ical ) en el curs o de (por eJem
plo, en el
"col ecti vida d") . Y sabe mos que aqu un mom ento dete rmi nad o del proc eso
,
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histórico, contra las consecuencias singulares de la propiedad
privada de las máquinas como relación de producción funda- ウセ@ hace destino para el trabajador, es decir, negación del irzte-
mental, por la negación práctica de su ser-fuera-de-sí como res del otro com? nefjación. Y ーセ・」ゥウ。ュョエL@ en un determi-
destino, éste se constituye como interés futuro (es decir, a tra- nado momento histónco de la umón, la negación del interé
del Otro se realiza como afirmación del interés propio de 1s
vés del objeto material) , como exigencia contenida en la
materialidad-destino de cambiarse en materialidad-interés. La clase obrera. tセN、。@ la 、・セ」イゥー￳ョ@ que hago aquí, se refiere, ・セ@
contradicción de la máquina en período capitalista consiste en efecto, a los セョュ・イッウ@ tiempos del capitalismo (la existencia
que crea y niega simultáneamente al obrero; esta contradic- de grul?os. activos y de instituciones obreras y la realización
ción materializada en destino general es una condición fun- del sooahsmo en algunos países, transforma radicalmente el
damental de la toma de conciencia, es decir, de la negación problema); Pero no 」。セ・@ duda de que hacia 1830 los obreros
que rompian las máqumas, y hasta los tejedores de seda de
de la negación. Pero la única negación posible como unidad
Lyon HアセQ・@ protestaban contra una disminución del salario)
de todas, no puede ser la negación de la máquina en sí (como
sólo pedian una cosa: la estabilización de su destino. Nada
trataron de hacer, hacia 1830, aquí y all;í, artesanos que ella
arrojaba a la calle, obreros descalificados cuyo salario bajaba contnbuyó セ。ョエ@ _en la ッイァ。ョゥコセ」￳@ ob12era, bajo Luis Felipe,
inexorablemente) y, por consiguiente, del obrero en tanto que 」ッセ@ esta mflexibl: degradaciÓn del poder de adquisición,
es su producto y que ella es su ser; sino de la máquina en
オョセ、。@ a una determmada etapa de la industrialización (los sa-
tanto que es destino en ・セエイゥッ、L。H@ para el_ hombre produ.c-
ャセョッウL@ pasado un umbral determinado, después tenían que su-
bir, durante una segunda fase de industrialización entre 1870
to, porque, en un determznado regzmen soeza!, le ordena sm
Y QセTIL@ y que indicaba a los obreros que la ・セエ。「ゥャコ」￳ョ@
que él pueda ordenarla a su カ・セN@ Así el ッ「イ・ョセ@ se limita a que-
・セ。N@ セューッウゥ「ャ・@ en la medida en que su destino sólo era impo-
rer que el conjunto de los ュセキウ@ de p:oducoón y de los pro- Sibilidad de toda estabilización. Y esto no era a causa de la
ductos representen la expa:"sz?n matenal de su. clase. Hイ・ウオャエセ@
ュ。エ・イセャ、@ ヲ■ウゥセ。@ y técnica de la máquina, sino a causa de su
inútil aquí mostrar el movnmento de ・ウエセ@ praxzs haoa Qセ@ exi-
ュ。⦅エ・ョィ、セ@ social (de su ser práctico-inerte), es decir, de
la iセーッウゥ。、@
gencia de una sociedad sin clase) , es deor, que este con¡unto,
de controlar esta materialidad y de orientarla
por el solo movimiento que niega _a su 」。イ£エ・セ@ de destino (la
ィ。」セ@ la dismm_ución real del trabajo humano para todos y no
organización y la lucha), se con.vierte en su ュ⦅エ・セ←ウN@ _Lo que
hao a l_a negao?n de los trabajadores o por lo menos de su
no significa, sino todo lo セッョエイ。L@ que una ウッ。ィコセ￳ョ@
de los medios de producciÓn no tenga que ser ウ・セNュ、。L@
real
e? su ィオュ。セi、N@ El Nュセ・イ←@ de la clase obrera se inscribe, pues, en
el conJUnto practico-merte que, en la contradicción de las
desarrollo histórico definiqo, por la total supreswn del mte-
rés incluso uniendo a los hombres en alteridad a través de la
セオ」ィ。@ -y hacia mediado. el siglo XIX-, representa a la vez su
mteres ⦅ヲオセイッ@ y su destmo presente: su destino, cuando un
m;teria. Como siempre, el interés nace de la alteridad como endureCimiento del patronato, el fracaso de intentos de unión
primera relación humana y pr;íct!;a, aunque deform.ada por
Y unas huelgas セイ。ウ、@ o_ reprimidas sangrientamente remi-
la materia conductora y mantemendose en el medw de la
ten a un porvenir mdetermmado la realización de la socializa-
alteridad. Hay intereses obreros, un ⦅ゥョエ・イセウ@ de la, cla:e obrera ción como proceso total; su interés, por el contrario, cuando
porque el patrón, al ーイセカッZ。@ la existenoa. de maqumas セュ・ᆳ el valor de la mano de obra aumenta a través de un movi-
vas en el marco del capitalismo y al apropiárselas como tnte-
ュゥ・ョセッ@ de expansión industrial, y al mismo tiempo crece
rés s¡¡,yo, constituye el destino de los obreros c?mo ,interés también el poder obrero, luego también las actividades ele uni-
del Otm sufrido jJor ellos con la forma de contra-mte1·es (des- ficación y _la producción ele aparatos y de órganos a través de
tino), y porque en el momento ele la lucha social, es 、セ」ゥイL@ de la clase misma. Pero, claro está, desde mediados del siglo XIX
la negación de la negación, el objetivo real y matenal sólo hasta nuestros días, las dos estructuras no han dejado de darse
puede ser la negación del interés del capitalista en tanto que nunca al mismo tiempo en los países capitalistas; en la cierro-
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ni las nr i . se pr e-
de rro ta mi sm a en- C:.s qu e ni la tie rra ・ャセ@ セオュ。⦅ウ@ pr od uc en solas> o si
so cia liz ac ión qu ed a po r hacerse y la ció n de la üe re, qu e tie ne ne ce sid ad
no s pa ra po ne rse en
ta, la
luc ha ; la pe or de se sp era dig o: de . d me dz os hu ma en cio eso I10
seiia nu ev os me dio s de
ina s so n mi de sti no
) se nie ga ュセエイ」ィ。N⦅@ Cu an do
·dei· ac wn .J,a oP"jJa·t·sar 1en sil la> ac tit ud Jm -
ac tua l ge ne rac ión (es as má qu
ion es qu e tie- pli ca, nm gu na consi @ セ 。 so br e de l
ex ist en cia de otr as ge ne rac to al ob rer o· co<-I Icu · 1 pu ed e
ne ce sa ria me nte po r la s ca pit ali sta s, las pa tro n en cu an n un a 1a 1n' mg · em m ad
e, inv ers am en te, en los pa íse cre er en el V' J o de
'
l l"b tra ba jo, o, sin
ne n qu e lle ga r; ido , po r de fin ici ón , . " or ab so lut so co nt ra to ele
ob rer as no ha n su pr im , au nq ue el ma r- 1'
セᄋャ・イウ@ nm gu na ilu sió n br
e 11 re
ma yo res vic tor ias os ・ZエMセオイ。ャ⦅@ de l be ne fic io, pu e-
la ap ro pia ció n po r
ind ivi du os o po r gr up un to social, au n- ba jad or es
esté fij ad o po r el co nj セ@ cre er qu e los tra
da @ セ エ ウ e p ュ⦅。セイNlゥ」、ッウ@ y qu e so n irn-
ge n de Jos be ne fic ios rid ad y ha sta ges- セャ@ Mセ・ョエウ@ pa ra in ten tar na ac ta, qu e )er-
de l pa tro na to (h igi en e, se gu
di r ob rer o :. . ' OSicton ab strsis rea l ・ャセ@
qu e el co ntr ol e pr ec isa me nte u _-e. co nf un
n \ セ。Zᄀオュ@ en la sim bio
ga no s sin dic ale s sea eficaz. Es qu activiclacl so cia l co mú ' eg itt ma an te ·su s OJO . su
tió n) po r los ór ob rer o co mo un s la co ns tit uc ión
o nu nc a se le pr es en ta al ele un s 0 10 ca mp o so cia l: el ele lo s pa tro ne s cu .
ese int eré s ob rer se nti do va ria ble projJtedades
co nte mp lac ión , sin o co mo el en tan to qu e . ele pro cl . , yas
ob jet o ine rte de co ns ec ue nc ias nece- ma ten a y me dio e De セcioョ@ les op on en opo-
su luc hg co tid ian a co ntr a las me- niéncl
r pn íct ico -in ert ne . , 1a mu lti -
y pd ct ic o de
ca pit ali sta , lue go co mo pr es en te (en la r .Clos le en
de
su
est o
se
os
·
sie m
Ci
r
ert a ma
< ·Ia
sar ias de l pro ce so
n log rad a, au nq ue sea local, se
da como P ICI
en fo r
ac s an tag on
un
ism
id ad d p e. lla @ ッ ャ 」 。 エ セ ・ int eg rad a
elida en qu e tod a ac ció como uti li- ma s ab str ac tas ele Di vid ido s
no y, en lo co nc ret o, ell o y . セ@ オョゥカ・イウ。ャセ、」N@
ne ga ció n
za ció n pd
hu
ct
ma
ic a
na
y
de
ne ga
un
tiv
de sti
ntr a el pa tró n
a de las má qu ina s co 1 y al mi sm o
eti tiv o )
en tan to
qu e ・セ@ otr
qu
o,
e
do
ca
s
da
ind
un
us
o
tri
de
ale s t a u ma n de un
_PI o uc e la mzsma ra m
a u ot
me rca nc ía

en el me dio mi sm o
de l lib era lis mo co mp
cu ya ap er tu ra y pr o- su un ió n po sit iva en
t t
ーイッ、セャ」エ・ウ@ セ・@ riq ue za s 。ョ]セ@
el co nj un to ・ャセ@ la QオョZセゥ。j@
en un a pe rsp ec tiv a
po rv en ir, po r la pr ax is mis- caJvfnis-
tie mp o de l
nd ici on ad as pr ec isa me nte lo y de l E_s la. stg mh ca n de l l ció
""
co n;o de sd e el stg
I sig
Así -a un qu e aú n no ha sta en el
ad es tán XV
fu nd id l ーオセiエ。ュウッ@ o xx .
do tot al e his tór ico . es el ho mb r D.
ma dá nd os e su se nti nu es tra s pr eg un tas : có mo
pu ed e e bu rg .
en I
ué s re e e Dw s po
. qu e tos lo ha llo pu es to
tod av ía a nt in ua r 1 del
ha ya mo s co nte sta do
en te int eli gib le, có mo pu ed
e for ma rse . l a t_lerra pa ra co o qu e a cre ac ión ; y en el or gu
se dia léc tic am tic a pu ed e re- l?c us tn al vic tor ian ne na n a su
ser un a cla o de rea lid ad dia léc 」セッョエ・ューャ。⦅@ có mo en ve
qu é tip
chゥ、。セ@ @ ウ 。 ョ ・ セ  ィ 」
su fá bn ca , ・セエイ。@
un gr up o pr ác tic o y pe rie nc ia la cer- na tal las un a es tru ctu ra
de mo s de du cir ya de nu es tra ex es el ún ico 。オセ@ so y
pr es en ta r- po ere ses pa rti cu la- co lec tiv a: _no
1 qu e sea el ma s po de ro
, , po r
qu e los ob rer os no tie ne n int el co nt ran o, ne ce sit < qu e lay a otr os po_d.erosos pa ra ser mús
a
teza rac ion al de las fuerzas de la
qu e ind ivi du os so me tid os a P eroso qu e ellos. En el
od fo nd ab str ac -
res (en tan to ar, est á ind iso lub le- o, estas mt eg rac ion es
qu e su un ión , si tie ne lug s ge ne ral (co mo sim ple me nte el o rti cu
ma sif ica ció n) y
co ns tit uc ión de l int eré
tas tra du ce n @ ッ セ as pe cto de l int eré s pa
me nt e lig ad a co n la ャセイZ@ fu nd ad o en la cli fer en c· n y @ セ ゥ 、 ョ ッ 」
do ) en int eré s de cla
se. wn ele la pr od uc ció
tal , aú n ind ete rm ina 」セッョ。、@ un a div isi ón sie U: ac de las fun -
tro ne s el int eré s or lo pr e má s ad ela nta da
o, ap are ce en los pa l tra ba jo (p lo xr x
A pa rti r de este pu nt efecto, en la cons- Clones Y. de
de u ュZョッセ@ en_ el cu rso de l sig
o pa sa do en sil en cio , en op ied ad pr iva da ida ricÍ}ci
@ [ W イ エ ウ i セ 、 ョ ゥ
me nt la pr un a soi
de cla se; el mo eré s pr iva do suyo, f!b nc a Im pli ca do
tit uc ión de su pr op ied ad ma ter ial co mo int セ_イ@ la ma ter ia de l
n sus pr ov ee res y
co n sus
e lent" tes . En ve rd ad , 'a,un es tam os aq , en el do mi nio de lo
r má qu ina s hac e de
ést as pd . qu e es la ,' @ セ オ
La hu elg a com o neg
ati va col ect iva a usa
a de pro du cci ón en cir cun s- .' e ICO·lllerte, pu es to e or m, :q um a la qu e ex
ige de ter -
1
un a det erm ina da tas es (y qu de los
-e n tan to qu e exi gen los obr ero s con tra
el pat rón , y en la ュセ、ッウ@ ma ter ial
@ 、 セ ッ 」 p. eje mp lo, la me jor a
a de el pat rón nic ac ión
tan cia s de fin ida s- el arm
te la hu elg a y par ece
qu e va a ten er éxi to, par a él, mechos de co mu
ex · Icw na a セイ。カ←ウ@ de eso) y )Uesto
me did a en qu e per sis des tin o como po sib ilid ad lej ana (si
no bié n la ue
a su vez des cub re
su
era cio nes del po rve nir
) y fut ura a tra vés
de qu e es ell a
ter
tam
mi na do ni ve l @ ・ ァ セ ャ 」 @ ウ 。 A ュ イ セ ・ 、 sal ida s (esl de cir
qu e a ウセ@
po r lo me nos pa ra las gen en un de pr o uccion> cli en tes
su int eré s pre sen te.
385
384
vez sean productores) . Esto se traduce en el campo práctico en lugar de una simpl el' .ó
y con la aberrante apariencia de "vida privada", en relaciones liclarios como 」ッョエイ。、Wセウゥ・@ n セ・@ ,ihtereses tan pronto so-
sociales entre patrones-prove edores y patrones-dient es (simpli- Esta modificación se @ 。 セ オ 」 ョ ・ a @ N ・ カ セ Z A 、 de la キセゥ￳ョ@ obreu,.
fico hasta el extremo porque en realidad estas relaciones socia- J?odemos verificarla a través de det e @ 、 ウ ・ セ i del @ ッ セ ァ ゥ ウ xvrn, y
les ponen en tela de juicio a todo el campo social de la pro- eJ?oca. Nasmyth escribe entonces @ エ i ᄋ ッ ウ ァ ャ [ Z セ N イ ・ オ ア de la
ducción en tanto que es el interés privado de los capitalistas, b Ien que mal ya ue s· . as 1acen más
luego que las relaciones sociales "pTivadas" ponen en contacto Are· "S' l ' . ' q uven para estimular los inventos" y .
. I e capital toma a la ciencia a . . .
también a los financieros y a los agentes superiores de la ad- recalcitran te será forzado a ser dócil" E su serviciO, el ob,rero
ministración. Pero estas relaciones sociales -simple actividad lo: la máquina provoca las h . セ@ verdad, hay un Circu-
que trata de establecer entre Jos patrones las relaciones huma- q uieren eliminar a un numero '' uelgas precisamente en tanto que
deter · d d .
nas que se exigen para las máquinas- de hecho están corroí- Lo esencial es que el ca ital t ュゥセ。@ ? e trabapdores.
das por la exterioridad (en tanto que se reconstituye en la tanto que está unificado セョL@ el セOッ・ョ。@ de sí mismo en
competencia) . Nada une verdaderamen te a tal proveedor con que totaUdad ot1·a· su interé o el Otro, luego· en tanto
tal cliente, salvo una situación material que se da a sí misma en tanto que. Ot1·o , . s general (y total) le llega, pues,
como variable (basta con una disminución del precio de los エセオゥイ@ en la. otra @ エ Z ュ カ i セ ョ ・ ウ A ャ 」 como la necesidad de des-
transportes para que el interés particular de este cliente sea tmo en interés Es lo J? 、ウャN「ゥィセ@ ele transformar su eles-
. que m Ica bien est otra o b servacwn ·,
proveerse en otro sitio). En este sentido, la unidad negativa de un economista clásico· "A 1 , a
de "cada uno persigue su interés", corroe y neutraliza a la tas y máquinas ode . a mayona de nuestras herramien-
1 unidad positiva de la pretendida solidaridad en la diferencia- p.odían adoptarl!s ッ「ヲゥセZ@ セイエュゥ」。ウL@ ャセNウ@ industriales sólo
1,
ción. En los salones de los grandes burgueses, las máquinas Cialmente verdad· de 1 h P as ョセ・ャァ。ウ@ · Esto sólo es par-
se visitan y realizan su acuerdo provisional. La unidad concre- produce a la máquina l:c o, ;s también la máquina la que
ta de la clase burguesa sólo puede ser realizada con una ne- ella la que det:rmina 'l. n @ ッ 、 キ セ ・ ー @ ・ セ competencia, ya que es
gativa común de la praxis común de los obreros. Las clases confesión es interesail,te al @ ョ ・ イ セ エ ッ 」 N e las inversiones. Pero la
· liS oncamente por
explotadas se manifiestan como explotadas por la simple unión arrollo histórico del . ' que muestra el des-
1
que, en medio de la clase, hace que el obrero aparezca como a causa de la presióncadpeitla oアエオセ@ se! produce para los burgueses
en la med'd
un hombre; para un patrón aislado en su interés privado, la 1a máquina . se vuelve e x1genoa .a . case . y
1a
· 1'
I a en que
para 1
negativa rigurosa de los explotados a considerar que la má- que es su interés privado 1 : e capita Ista, en tanto
quina es su destino, se manifiesta como la posibilidad de que de la producción define' セ@ a medi?a セョ@ que el crecimiento
su propio interés se transforme para él en destino. No sólo actividades sociales y 1' .uecta o mduectament e todas las
. po lticas de un grupo 1lllmano, en la
por la socialización aún lejana de los medios de producción, medida en que el descub . .
sino por la simple resistencia obrera (a la disminución de los nuevas fuentes de ener ' nmientf en determinados países de
salarios, a la elevación de las normas, etc.) que comporta en tino para las nacione gia se カセ・@ ve セ・ウ、@ el exterior un des-
sus jJ1'incijJios la reducción ele sus beneficios, luego su ruina tal" en tanto ue ゥョエウ・イセッ@ ,avoreodas, la totalidad "capi-
posible (por los otros competidores) . Pero la unidad de la エ。ュ「セ←ョ@ sentid; como 、セエゥZオョ@ de la clase capitalista est;í
¡n·axis obrera, a través de la dispersión geográfica de las fábri- ese mvel, el Estado, como ór por cada uno y por todos. En
Gls en el campo social, le asigna a cada patrón la posibilidad rato de lucha contra el P·fzno de clase,_ representa un a pa-
de un destino en tanto que está apuntado por ella a la vez tas; en este nivel . l ca z a como destzno de los cajJitn lis-
los órgano s d e 1a 1uc l1a o b rera
como individuo general y como un momento particular del van a causar e 1
'l Igua t. mente, •
z a o 1a e1.ase en tanto que Ot 1.a para e 11 a mis-
proceso capitalista en su totalidad. En este sentido, los capi- ma acuerdos y sin · d'Icatos d e pat
talistas realizan el capital como la totalidad de un proceso terminará se ún 1 rones, cuya estructura se de-
g as estructuras de los organismos obreros. Sin
386 387
de qu e la s
te ré s m at er ia l es la ex ig en ci a o al O tr o
in O tr
et iti vo no es est<Ídedipa re ct a-
tr o- qu e O tr o, y este ca pi ta lis ta s en tr e el lo s se an del
」ッョセー@ ci on s pi ta lis ta , en
ーセZ@
ni za lo
el イ←ァセョcQ@
. ta l! , la re la ci on es de pr od uc ci ón ca
m.ga CS de l ca pi de
iセh・@
. nt ra s la , qu e el m od o , nu nc a pu e-
de o- o, si se pr ef ie re in a las re la ci on es de pr od uc ci ón
IO
」ッョエイ。Mセャ、ヲウ@
en te JU IC
ca pi ta lis ta s pr
em ha rg o, te si no po r su
m en te
'
ーオ・ウᄋセエョ@
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l·t
ra la s
de l ca m po so·oa ar a' nn p
l ee . on er la m ul tip
la br ae' el in te -
li- ta nt o qu e de te
da un ir a lo s
rm
m ie m br os de la clase do m in an in te ré s pa rt i-
ef ec to , qu e el
qu e
ue s. ¡ Ie sw lu c tn • ' en• um r P un a pa H em os visto, en el m ed io
l l' ele (}t ól o se pu ed • S En a el fi n de l si gl
o al te ri da d ra di ca l. se r- fu er a- de-sí m at er ia l en
un H la b'
iC S sus co nt ra dt cc w ne . . l lm en te al st in to de sí.
veiH ra .e. .· ele , ca ph al i" a' co n, ,e , m t la
<egla el co n· cu la r ex pr es a fi na a sí co m o O tr o di
エウッ・セ。@
m o
ァBᄋGセ・@ ni da de sí -m is n
lo el se r- fu er a- del O tr o y la ve qu e no pr et en de
dc bd ré gi m en en .elseqluees en I
ci on es fo rm al es de sd e lu eg o ,;n té t;c a qu e
rt:sx deenclnals' 'etnte
ner un · I O SI 1 bi en es de ad pr oe uc- Es ta s in di ca
a de la re co ns tr uc ci ón en -
' . l so ci al eviden ci r un co m
. . 1
e os .
·n te re se s pn vato m at e: Ia l e e os te ri al id
·pO,'"· añ ad ir na da a la l ca pi ta l; ni si qu ie ra qu ie re n se uc ci ón
ci a, es ta re co ns tr
XL , nj un no E
flicto d.e os I
el co
ta lid ad m eg a _entem m; a
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d a" re al iz ó M ar x en ec to, po r su ev id en o (a un qu e sólo se an
ta to nt ef
í·m m no o, "'u e ., . ui er e m gi na l; en
cb'n '" 'e r Péac- ta ri o m ar co nt ra ri
m en ta ri o. Po r el tr uc ci ón qu e vu el ve a cr ea r
· en ta nt o q af irm a con to do re ch az a to do co
:co, to ta lh ad ón
" l... (es e1ec1·r ,di sp
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se colocan 1ógica
ve l de
-
l er si ón ne ga tiv
vu el ve O tr o. ,a ne rale n el m ét
al m is m o tie m po es ta re co ns tr uc ci ón hi st ór ic a, en un ni
sot ct. to do se ge ed id a en qu e
BGセ@
l , te re s
_a d
tic o- m er te ir e a 1! , 1os po se ed or es su in ca m en te antes de de ge ne ra lid ad m ay or : en la m
les. A pa rt ·tu ye pa ra in er te en su
. , "' "" "' · en
10 al ré gi me n se mi · in de te rm in ad ón
y
s re la ci on es de l ca m po pr ác tic o- de in te li-
ha n fi ja do al gu na , se nc ill am en te , de de fi ni r el tip
o i
O tr os com t< . 1 mo no po lw s, los ca
de l M
rte
、 。 セ ウ e
osla in ter ve nc ió n la vez e a de la clase ob re
ls,
tra ns fo rm ac ió n de
ra
ge ne ra lid ad , tr at an
re co ns tr uc ci ón m ar xi st a; ·nos-
En es te se nt id o, la (p or lo
」_セッウ@
ien en a en cia les m an if ie st a en ci os
gi bi lid ad qu e se tr at ad o de es ta bl ec er si n pr ej ui
1 pr ov s sa lid as es ¡1
to , etc.)d yla . de
qu e de fin en -t an e VIV.lóin '(e ne rg ía elé ctr!vica e un a e - ' lar qu e se tra t.l d 1 os en qu é re-
co mp etidtiv o en quod uc c1 ot ro s sólo he m nu es tr a in ve st ig ac ió n)
vu e e te rm in ad o da nt e m at e-
・ュィ。セァッL@
. . de pr na
h y qu e sedic ció n es tru ctu ran en
.sm o tie mp o se a so 1 de m ás , no he m os ta le s de la pr ax is co n lo ci rc un
los me ws e ald nnma sa . Si n nt ra n co n qu e
e de fi ne
mi sm a, ya uc qll:
n . e str ia ar
a pa ha r un a co tra ita ! en la me di da la ci on es fu nd am
en
za un ca m po pr ác tic o y qu
s se en cu en ni sus ob je to s
セ。@ 、・セカZー。@
de la pr od ció e or ga
ri al (e n ta nt o qu
r
!d uc to re ii; ve rti r la ma yo los a tra vé s de
lセョヲオュゥ、ッイ・ウ@
w du tr e el
un in ten to de el de sti no ra di c- s ho m br es en s ho m br es ), 1
la re la ci ón de lo
nt
los a tra vé s de lo
ist a. es ul tad o co !
pr oc es o ca pi tal ist a de va bl r de r de ad qu isi ció n en tr e el
tie ne el ca pi tallle los ob je to s ev id en ci a
ellos mi sm os y.
co mo va al .do e
セオ・@ y la re la ci ón de to ra ci on al en la la cu al -
ョ・」ウゥ、。セ@ mo ne ga ció n
la em pr es a am en
n in m r clb p: ro s co ra r un fu nd ar
en qu e la
nefiCIOS :ad uc ció
n y de di sm
rti no ' de la m{
tqn ina po dr em os en co nt m o pu ed e re al iz
pa rte de los be de sti no de los ol e la po sib ili da d de 「セ・イ。ウN@ al éc tic a ta l y có de in te re se s, en
。オュ・ョエセt@ el ri en ci a di
ra los co nf lic to s ia ex pe ri en ci a,
As í ex pe
la
, se vu elv e e\ <
esd de la
to rio de opor la m áq ui na ュ。セウ@ gaCI n vés de lasrc o de un a
crisis. No
qu ie r lector de
M ar x. Y pa
nu es tr a pr op
gl ob al de las
VI. d 1 ca pit ali sm o) co mo ne
de su ni ve l de so cia . e este de sti no se su fre dos_ ció n al me no s pa rc ial
a tra en el ma セ@ en co nt ra do en
pa rt ic ul ar , he m os uc im os a lo largo de es te libro ha ce de l
, un m ed io
ウ。ャイゥッセ@ nd e
セN@ ョ・セ、。@ ta l y co m o la co te ca l1edonista y ut ili ta ri a qu de co nd i-
(en el ca mp o eleva
y olí tic a de ーイッ、オ」エウセ@ re vo lu ció n in dn
s-
co loc ar su s
ha y du da de qu
e (lo qu e im pl ica
tra vé s de. la seg atr on ato , en de ter - オセゥイ、。@
su pe ra r
de le va nt ar la hi
cl a
po
ir ra
s su bj et iv
ci on al de co na tu to: o "c ad a un o pe r-
o y
as a. ·vo) fue, a ·pnzados pa ra los in te ré s un a m ez en efec

P LN@
pr od uc ció n en m nsCiente 'de l ,t
」ッュー・エャセi@ ·¿ pr o-
H ay qu e elegir,
Q BセᄋZjNL
ga niz ac ión copa de s ho m -
la di vi si ón de lo
.'
ci on es ob je tiv as .
or ise s ma s av
de l ré gi me n fu erz o e . en los En " " qu e
mi;,,¡., '"""」ッョエイセ@ '" ゥョセLNGBᄀj@
gn ifi ca
tri al" un es c,pi"li'". si gu e su inte-rés"
, lo .q ue si
s ho m br es , co m
o resul-
pm m o
de .sus
op on dr á a los a Jos
ma r-
icセョウオュゥ、ッイ・@ ーイセjHios@ o es la di vi si ón de lo
e lta ce qu e ap ar co m o
ez ca el
o . . lad a) y
br es es na tu ra l, qu
、セュオ・@ lo
te ne ón ,
la pr of un da . os os . nu ev o co nf lic to ex am in ar de pr od uc ci e)
ta do de l m od o vi du o o de clas
du cto re s mi sm lo es tá
co nt ra di cc ió n só ). No
・セーイゥョci@
el ca pi tal ism o セ@ 。イセ@ ul ar o ge ne ra l, de in di br es . E n el
セョ、・@
da in te ré s (p ar tic en tr e lo s ho m í
ni ve l de la qu e es tá su pe ra qu e su fre ) ci on es
ón fu e per ia de la s re la un da to
str ar o (h as ta en セ@ ュセウ@
sa n
ーセ@ al de
xis tas (q ue pt en es
de mo la in ve rsi
un m om en to re te ré s co m o he ch o de na tu ra le za 1
aq uí . Sólo se 、・ウエセッ@ エイ。セ@
tec nó cr ata s (q ue a el ro let ar1iad de l co ns um . pr im er caso, el
in
el p en e ter re no ?
tra ns fo rm a ca pt tah sm o,
en de sti no de l 389
388
perfectamente ininteligible; por lo dem<í.s, la inducción que cederán porque el país se industrializa y crece el valor de 1
lo pone como realidad a priori de la naturaleza humana, se mano de obra) , tenemos unas realidades heterogéneas que a
reúnen con un mismo nombre cuando en realr"dad se se
mantiene perfectamente injustificable; en fin, el conjunto de t" d"f . cons-
la historia, en tanto que su motor son los conflictos de inte- イエオセ・ョ@ a. 1 ·erentes _イカ・ャセN@ Porque el interés del obrero sería
reses, se hunde en el absurdo por entero; en particular, el aqur la ウュセーャ・@ necesrdad vrtal y el del patrón es una determi-
marxismo no es más que una hipótesis irracional: si los con- nada. ョ・」ウセ、。ャ@ (o posibilidad) que se le impone por la pro-
flictos de interés son a priori, serán ellos y no el modo de セオ」イョ@ mrsma,_ es. decir, a través de todas las estructuras de
producción los que determinen las relaciones de ーイッ、オ」ゥ￳セ[@ l,t ウッ」セ・、@ caprtahsta, y que sólo remite (como hemos visto)
o, si se prefiere, el modo de producción ya no es la praxzs muy mduectamente a la necesidad misma, aunque esté siem-
objetivándose y encontrando en su objetivación, es decir, en ャセイ・@ ーイ・ウ_エセL@ como tensión. Sería lo mismo si no sé qué iclea-
su devenir-materia a través de l;,t cual unos intereses indivi- ャイウュセ@ ウ⦅セcゥ。ィコョ・@ n?s presentase a los patrones como rapaces
duales deciden el tipo y la intensidad de sus conflictos. En a. Qセ Q zPQ@ t, es deCir, sr. del deseo de ganancia, de poder, etc., se
efecto, la ley de interés (o la struggle for life darwiniana) ャオセイ・ウ@ セアオ・@ sólo exrste en y por una sociedad y cuyo carácter
tiene como canse< Zセ・ョ」■。@ inmediata que las relaciones huma- e_mtensrdacl dependen del conjunto histórico y de las institu-
nas son antagónicas a priori. No es de extrañarse, en estas Ciones) la fuerza natural que mueve a los individuos. En-
condiciones, que una determinada ideología conservadora con- contraríamos entonces -encontramos con frecuencia- la mis-
dene todo intento de socialización en nombre ele la naturaleza ma heterogeneidad ininteligible cuando se nos muestra a los
humana (es decir, ele la oscura ley ele interés) : el hombre ?breros agrupados en sindicatos y actuando conforme a los
seguirá siendo siempre el mismo, etc. Pero es sorprendente que znte;·eses de su clase contra los patrones-vampiros cediendo a
en algunos autores marxistas se encuentre una especie de vacila- los. iセオャウッN@ de rapacidad. En ambos casos, el paso de la falsa
ción entre la ley de interés y la concepción marxista de la ObJ_euvrdacl mdividual (el conatus presentado como fuerza ex-
historia, es decir, entre una especie ele materialismo biológico tenor) a la generalidad objetiva y abstracta de un proceso no
y el materialismo histórico. Ponen en la necesidad no sé. qué se puede comprender de ninguna manera. Y si los obreros
ヲセ・ウョ@ ar:te todo esos intereses plantdnclose a través de las
tenebrosa opacidad. Cuando la han hecho perfectamente mm-
、イカセァ・ョ。ウ@ y los antagonismos como realidades naturales, si
teligible, llaman a esta ininteligibilidad realidad objetiva, y,
ya satisfechos, consideran el interés a esta fuerza inerte y som- su r_nteres ele '::lase no estuviese inscrito para ninguno en el
bría, que es exterioridad en la exterioridad. Entonces en los destmo prefabncad_o por la máquina, no serían posibles ningu-
conflictos humanos, nadie puede comprender nada, porque la na ーイッ。ァセ、LN@ ,nrnguna. educación política y sindical, n'in-
ァセイZ。@ emanCipacwn. Los mtereses se constituyen para cada in-
mayor parte -sobre todo los que oponen un grupo oprimido
o explotado a un grupo de opresores o ele explotadores- pa- drvrduo o para cacl_a clase en y por la materia misma en tanto
rece que ponen en juego "intereses" de nivel, ele complejidad que, 」ッイセ@ herramrenta, define y produce a los hombres v a
y ele estructura muy diferentes. Y, para tomar el ejemplo ele ャセウ@ イ・ャ。cQッセウ@ アセ@ son más pr?p!as para servirla (para セ・イᆳ
una fábrica en huelga, si se nos dice -lo que en tal o tal caso vrr a la pwduc:wn). No se drstmguen, para los hombres o
puede ser perfectamente justo- que los huelguistas luchan de- los grupos :onsrderados, de su ser-fuera-de-sí en la materia
sesperadamente y con la espalda contra la pared porque, en en el trabaJo en tanto que este ser-fuera-ele-sí está sentido
su caso particular, no pueden soportar ni la menor reducción por el Otro como destino (por los otros hombres o los otros
ele su poder de adquisición, mientras que los patrones -que grupos) ; la ・ウエイオ」セ。@ del equipo _material decide sólo el tipo
podrían soportar un reajuste de los salarios- tienen interés de mtereses que estan en presencra (es ella la que crea para
en negarlo en el marco de la coyuntura económica y en fun- una clase un campo práctico ele intereses individuales y para
otra clase un campo de interés general como S" única posi-
ción de sus previsiones y de su plan de producción (o que

390 391
mente como una mat . l"d . , .
sarrolla una act" ··d ;na 1 ae1 morgamca y trabajada que de-
bilidad) . Con esta perspectiva, los 」ッセhゥエウ@ de ゥョエ・イセウ@ es- dad lo indefiniá\1 a . ャセオュ。ョ@ porque sintetiza en su pasivi-
tún ddinidos en el nivel ele las relaoones ele proclucoon, o nen) . Así pam ・セエ@ sena de los actos humanos que la sostie-
m;' s bien son estas relaciones mismas: aparecen como directa- petuo robo de ep :er. que se descubre a través de este per-
mente1 provocados por el ュッセゥ・Nョエ@ ele la ュ。エ・セゥ@ エセ。「ェ」ャ@ el des tino ame su 1axtslJorlo'· . clrcu ncl ante tecmco , . y social
mús bien como esa matena m1sma en sus ex1genoas y su naza como fatalicla'el mecamca; , · ' '
tra el destino en t y su lucha con-
0movimiento, en tanto que cada grupo (o cada persona) lucha anto que tal , sólo se pue el e apre 11ender a
e 11 a misma como libre afir ' .
para tomar su control (para controlar la producción a través como medio de salv '-el ma(cwn humana; tiene que darse
ar o en to e1o caso e1e serv1r) .
y por su ser-fuera-ele-sí-en-ella, es decir, a través de esta inerte .
znterés. El interés' agua1 L
. . .
a su
y potente objetivación ele sí mismo en ella) y para arrancar , . aparece, pues como l·
gamca del individuo l ' . a matenal!dad mor-
e irreductible que se ウセ「・ッ、⦅ァイオーャ@
ese control al Otro. En este sentido, no es la diversidad de 1 0
en t_anto que ser absoluto
intereses la que hace que nazcan los conflictos, sino que son r 1na a praxts coro l" l
e con-
los conOictos los que hacen que nazcan los intereses en la me-
servarse en su exterioridad .' . . ·
' pr,tcttco-merte 0 o · mee 10 f"e
pasiva e invertida de la l"b . ¡' sセ@ s.e pre tere, es
l ·
a ャセ。ァ・ョ@
elida en que la materia trabajada se impone a los grupos que que esta se pueda producir ( t 1 ・イエセ」L@ セュエ」ッ@ modo de
est{m en lucha como realidad independiente por la impotencia en el infierno giratorio del eampo y 。ュセ@ conc.te;toa de sí-misma)
provisional que ョ。」・Nセ@ de su relación ele fuerza. Y en ・セエ@ sen- e pastvtclad práctica.
tido, el interés es siempre negación no sólo del Otro, smo del
ser práctico-inerte ele la materia y de los hombres en tanto III. - DE LA NECESIDAD COMO NUEVA ESTRUCTURA
que este ser se constituye para cada uno como destino del DE LA EXPERIENCIA DIALECTICA
Otro. Pero en el mismo momento sólo es esta intercambia-
. . .
revelado como siendo l p . .o, セ@ expenenoa chaléctica
biliclad del hombre y de su producto en el medio práctico- En su nivel m<ís inmediat l se ha
inerte. La contradicción del interés es que se descubre en un a 1axzs mtsma produci d .
1uces para controlar su desarrollo L . ・セ@ o sus proptas
experiencia, donde el hace¡· f·· a ・vi、ョッセ@
intento individual o colectivo para encontrar el lazo original
y unívoco del hombre con la ュ。エ・イセL@ セウ@ decir, la ャセ「イLp。クゥウ@ セ・イ@ de esta pri-
constituyente; pero que es ya por s1 m1smo. la desv1ac10n y ャセ@
ctm¡ento de , undaba él m1smo su cono-
SI, nos entrega una 」・イエセ@ .d b
uro re: es la realidad
misma que se descubre
petriEicación ele este intento por la matena como falsa ren- mento concreto de la 、ゥ」セョ@ pres_en;w a sí. El único funda-
prociclad ele la acción humana; con otras palabras, en el campo léctica de la acción .' ¡· a_dec 1lca lustorica es la estructura día-
práctico-inerte, el hornbre activo pero inerte en su producto .1 ' me IVI ua y en la med"d
po d 1e o abstraer un instai t . . I a en que hemos
se vuelve el único medio ele impedir que su interés se vuelva e セ@ esta acoón del medio social
en que de hecho está ウエ[iセ・@
destino o de transEonnar a su destino en interés. Pero como des- h::nos ウッセーイL・ョ_ゥ、@
tino e interés son dos estatutos contradictorios del ser-fuera- un desarrollo com l:to de イァエ、セLN@ en ella
gica de la エッ。ャゥコセG@ ' セエ・ィァゥ「」ャ。、@ dtalectica como ló-
de-sí y como estos dos estatutos siempre existen a la vez (aun- . n practtca y ele la tero l" 'ó
que uno pueda envolver al otro y ocultarlo) , señalan _los lí- pt ero esta experiencia ' precis amente porque , su lZaCl . n real.
espora .
mites del campo práctico-inerte, en tanto que la matena tra-
bajada produce a sus hombres como sus medios, con sus con-
o, nos entrega una trans arencia l
el hombre se hace dial, r l
.
p ena szn neceszdad. Porque
que el conocimiento ,e ce lC?ó a actluar sobre la materia y por-
_rropw obJe·

flictos y sus relaciones de trabajo, es decir, en ese momento s aco n en a medid l .


ele la experiencia dialéctica en que el hombre definido por su セウ@ conocimiento, estamos ante un he ?- en que a acciÓn
mdudabilidacl no es la necesidad. cho zndudable. Pero la
ser-fuera-de-sí (ya se trate del sello aplicado por él sobre la
materia o de una prefabricación de sus funciones por el en- . Además, cuando apenas si hemos quendo .
helad más compleja y m'as concreta d e la alcanzar la rea-
cuentro y la organización pasiva de exigencias materiales) se vida cotidiana, hemos
encuentra definido como materia encantada (es decir, exacta-
393
392
encontrado esta multiplicidad que caracteriza .a las cant.idades
discretas y que puede estudiar la Razón analítica. Poco ャLューッセᆳ las prácticas de las naciones y de las ciudades mediternineas;
ta que la multiplicidad se compruebe en :1
nivel de ャ。セ@ ウュエ・セ@ ャセウ@ absorben y les dan la unidad pasiva de la interpenetra-
totalizadoras más bien que en el de los. ウゥューAセ@ ッイァ。ョセウN@ vャセ@
oón. Además, la inversión de la actividad en pasividad unida
vos· poco importa que el origen de la disperswn sea dialectico, a la エイセョウヲッZ。」ゥ￳@ de lo diverso en inerte totalizado tiene por
no 'es menos verdad que la pluralidad de las acciones ィセュ。ョウ@ efect? mvertir a la vez a las relaciones de exterioridad y a las
es una negación ele la unidad dialéctica de cada jJraxts. Pero re!a.oones de interioridad; la cantidad gobierna a los hombres
」セュッ@ el conjunto de ·estas acciones M、セ@ las cuales unas. son reiflCados.en tanto que estos hombres frecuentan mágicamente
de grupos y otras de individuos- se eJerce so?Te. el 11.ztsmo a la cantidad. Todo cambia de signo, se entra en el terreno
cam 'JO material (ya se trate de un pueblo de mdws 。Qウャセッ@ de .lo negativo; con el punto de vista de esta nueva lógica, la
en Oセ@ selva virgen del Brasil, del suelo. o del. ウセ「オ・ャッ@ ョ。ッセ@ ー。イセゥ￳ョN@
mudad de los hombres por la materia sólo puede ser su se-
O, si se prefiere, la separación deja de ser pura
1 del globo) y que este campo mudo ongmalmente por
na ャ。セッ@ de interioridad unívoca y práctica de cada uno ウッーセイエ。@ relaoón de exterioridad para convertirse en lazo de interiori-
su funda en su pasividad a la multiplicidad de las .det:rmma- dad. vivida. Estamos separados por la alteridad, por los anta-
Y. ¡1 emos descubierto, ¡)rofundizando la expenenoa, que gomsm?s, por el lugar que se ocupa en el sistema; pero estas
oones, · 'd d 1 f rm·t ウセー。イ」キョ・@ -como el odio, como la fuga, etc.- son modos de
los hombres realizan sin saberlo su prop1a um a co.n a o '
de alteridad antagónica a través del campo mate1?al en q.u: It.gazón. Sólo les une en tanto que son inercia, ya que la mate-
· d'ISI)ersos y por la multiplicidad , de las acoones na une a los hombres, en tanto que los atrapa y los hace en-
Vlven · el elmufl- 1 trar en un sistema material. Ya hemos visto al organismo en-
cantes ue ejercen en este campo. Asi la ーャオイ。ィセ@ e o.s
cuerposqy las acciones aísla en tanto que ・セエ£@ considerada di- trar en セッョエ。」@ por su carácter de inercia in,orgánica con el
rectamente; se transforma en factor el: オュ、。セ@ en tanto que mundo morganizado; encontramos aquí la materialidad pasi-
se refleja en los hombres por la ュ。エ・イセN@ traba pda. Es Jo que v_a, como estructura elemental del organismo humano, cau-
tiva de .una materia inorgánica que le ha tomado su poder de
se manifiesta en la objetividad más cotidiana: 、・セ@ m1 venta-
na veo una plaza que cruzan hombres que se 1gnoran y se superaciÓn ィ。」ゥセ@ la acción organizada. Si hubiese que detenerse
dedican a sus respectivas ocupaciones, que, por lo menos ・セ@ en este nivel, tendriamos una imagen muy elemental y falsa
este nivel de la experiencia, los aíslan a los unos de los ッエイセウL@ de la dialéctica materialista; desgraciadamente es la más ex-
veo también a un grupo de personas que espera un 。オエッ「セiウL@ tendida: la rareza, los antagonismos de la necesidad, la herra-
en el que ninguna presta atención a las demás; tod?s los OJ.OS mienta, la organización alrededor de la herramienta. Todo lo
miran hacia la calle de Rannes y esperan el autobus que tie- que es perfectamente justo pero que se expone dando priori-
ne que llegar. En este estado de ウ・ュゥッャ、。セL@ no hay duda de dad a lo inerte, a la jJraxis invertida, es decir, a la materia inor-
que les unen las calles, la plaza, los 。、_アオュセウL@ el asfalto, Mセッウ@ gánica sobre el agente histórico. Sin embargo, tenemos que de-
pasos para peatones, el autobús, es 、・ッセL@ lo mv.erso matei wl tenernos en este momento de la experiencia. En efecto, hay
de una jnaxis "pasivizada". Pero セウエ。@ nusma umda.d es. la de que establecer que la introducción ele nuevos elementos no ha
un sistema material: en este sentido, es muy 。ュ「ゥセオL@ se la hecho セ・ウ。ーイ」@ la inteligibilidad dialéctica y mostrar que,
uede IIam«r dialéctica en la ュ・、セ。@ en que .e,l conJunto c?n- por pnmera vez, el agente hace la experiencia objetiva ele la
necesidad.
;iderado ha sido totalizado por accwnes; tambien en la medida
con cualquier forma que sea, la rareza transforma en Por complejos que puedan ser los hechos que hemos cita-
en qu e ' · el el do como ejemplo, no dejan de ser accesibles a la Razón dia-
antagonismo a la separación. Pero por otra parte: s1 es ver a
ue la dialéctica es totalización, no se puede decu que :a ma- léctica. No hay que esperar ni un momento que la Razón
analítica pueda dar cuenta de las metamorfosis del oro espa-
qtena I a el tot·'1Jice·· los avatares del oro español no totahzan a
· l'd
í'íol, precisamente, como hemos visto, porque los lazos cuan-
394
395
posible (para hacer que el conjunto material pase ele uno a
. . l 1 sin desaparecer, se vuelven o se des-
litativos ele extenone ae' el e In . terioridacl o si se prefiere, por- otro estado, para ir de uno a otro lugar, de uno a otro hom-
, de los lazos , ' , bre, ele una a otra idea) , si ese camino existe y se da, si se
vian a causa eda ele oro es a 1a vez" una unidad en una suma, -
d las demás • una parte dentro, e1e abre, la jJraxis se aprehende a sí misma como invent<índola
que cael a n1on ' .
e[erenoas a to as '
. la inteligibilidad dialéctica esta to- (con justo derecho, ya que sin ella, ni las posibilidades ni los
v, por sus r 1
'un to el o. Por el contrano, ··
' .
lla la que permite. apre1tene .er, medios existirían en tanto que tales) . Así la vía real y sintética
·eservada ya que es e el, ti¡Jo ele umclad negativa ele la comprensión es en el terreno del pensamiento, un enca-
ta 1mente pi ' セ@ tos . 1
. . !el ¡Jululm e1e 1os ac , minamiento sintético, que se da negativamente como capaz ele
a pa rw l - .. r 1 1 Sin eluda que en este m ve no
que representa la matena Ie ae: de la praxis Pero hay que serlo de otra manera, a través ele la conciencia positiva ele
os la transparenCia ' " · . hacerse todo lo que puede ser. En verdad, el desarrollo ele la
encontrar_enl , 1 . 1 . t"ca ele h dialéctica. Es decu, . ,
ler que hay una e Ia ec I ' ' acción y la conformidad del resultado obtenido con el resul-
comprenl . . d materi· alismo realista, la e1la1e.e-
l erspect1va e un ' ' tado pretendido, no pueden dar lugar a un acto ele apoclicti-
que con a P ·. . ' wocluce su propia negación como セィウM
tica Mセッュ@ totahzaoon Mセ、オ」・@ a la vez porque el enfrentamien- clacl, si no es -aunque en otro nivel ele la experiencia- en el
)erswn absoluta. La P 1 "ó ue en medio del Otro y por el Otro. Estas indicaciones nos mues-
l 1 las ·tctividades es unión en la separan セ@ ydporq d" tran que la primera experiencia práctica de la necesic.lad se
to l e ' , . 1 tener un sentido la plurahcla como IS-
tiene que hacer en la actividad sin constreñimien to del indi-
e lla /, por Tella pャセ・。←」エゥ@ como Idea la que engendra. a la
perswn. N o es 1 la Idea. es realmente la disper- viduo y en la medida en que el resultado final, aunque sea
exterioridad como reverso e e Gヲゥ」。セ・ョエ@ dialécticos que no conforme con el que se descontaba, se revele al mismo tiempo
"ó al 'tica de agentes espen omo ' . . "ó como radicalmente Otro, tal que nunca haya sido el objeto
Sl n an t. . • . 11 . forma ele intenonzan n
puede ser VIVIda pm e os smo e que es ele una intención en el agente. Este tipo elemental de la ne-
1 la exterioridad. N o se trata, pues, de un procheso 1 cesidad se encuentra ya en matemáticas: en el término ele la
ee ' , mismo en la medida en que se ace en a
construcción, la última proposición se transforma en otra que
セZ[イエオ@ ;:oyecto, sino ele una acción que セウZ・@ es precisamente el enunciado del teorema que se tiene que de-
desvía según ciertas leyes アオャセM 」ッョセZsエウサ@ eqJilibrio del
. .
mostrar. La única diferencia consiste en que el matemático
1 t en tanto que rea Izan u , utiliza como método el hecho dialéctico del resultado transfor-
e aramen e . a emos nuestra primera expenencra
interior Y 、・セ@ ・クエョセM jセ@ la medida en que, habiendo alean- mado. El momento de la necesidad en la experiencia práctica
dialéctica de a nec_esi / セ@ renclemos que hemos realizado es el reconocimient o simultáneo del mismo como Otro y del
zado nuestro propiO, Ifn, co dp nosotros, nuestra acción se ha Otro como el mismo. Entendamos: una actividad solitaria
otra cosa, y por qué, uera e ejercida con una herramienta sufre transformacion es debidas
alterado ·
1
f tiene que confundir con a la naturaleza del instrumento elegido o del objeto sobre el
I necesidad en e ecto, no se · cual se ejerce. Pero estas transformacio nes superadas, corregi-
セ。@ -. . . t, Sufrimos a éste como una fuerza ex tenor,
el constremm1en °· . d . cr t del hecho y se des- das y controladas no alteran a la praxis aun si la obligan a
que presenta toda la apanda 」ッョQセャ・@ e ue se opone a la modificarse, a usar rodeos, etc.; las metamorfosis de la jJTaxis
. lenci·t en la mee ¡e a en q .
cubre 」ッセ@ vw , 1 descubrimient o de lo necesano son dialécticas y forman parte de la praxis a título de momen-
. libre pmxzs. セ@ t_ampoco v:o ウセカッ@ de la acción que finalmente tos inevitables y vivos unidos por relaciones de interioridad;
en ese encogimiento proore l f"n dado a partir el mismo fracaso está integrado en el movimiento como térmi-
"bTd d una so a para un 1 '
reduce las posi Nセ@ 1 a es a "1 's· sólo hubiese un camino no final de la dialéctica -y destrucción' de ésta-, de la misma
de ciertos medws ya constrme os. I manera que nuestra muerte se puede decir que es un hecho de
fin provisional, queda claro アセ・@ la セクM nuestra vida. Adem<ís -en el caso de la actividad solitaria-,
Como todo medio es un hace en el término de la acClón, smo
1
periencia ·de la necesidad no se vuelve para aclararla sobre el conjunto de la praxis y descubre
durante todo el desarrollo de la praxis.
397
396
en ella las razones profundas de nuestra derrota; hemos hecho
mal en emprender, o hemos elegido l?s ュセ、ゥッウ@ malos ..lセ@ ma- la interioridad para tal agente singular o colectivo, el oro re-
yor parte del tiempo, el fracaso, al 1lummar el movimiento presen.ta para éste la existencia en total exterioridad, ya que
pasado, nos descubre que ya エ・ョセ。ッウ@ la certeza de fallar, o, el 」ッセjオョエL@ de la hセウエッイゥ。@ 、セ」ゥ_・@ su valor en tal punto parti-
si se prefiere, que una acción obJetivamente desarreglada pro- 」セャ。イL@ Y asi, la reahdad obJetiva del príncipe o del comer-
duce en la interioridad, con una u otra forma (testarudez, pre- ッ。ョエセ@ ウセ@ le esca1?a en la medida en que la realiza. Pero esta
cipitación, etc.), el conocimiento de su desarreglo ..Pero cuan- ・クエセョッ、。_@ イ・ュセエ@ a totalidades materiales donde cada hecho
do este conocimiento esté ausente, no por eso deJará de ser ac.tua a dzstancza como en un todo orgánico (el descubri-
verdad que e'l fracaso está en la pmxis misma como posibilidad miento de ⦅オセ。@ mina, la llegada en masa de metales preciosos,
dialéctica de negación. el clescubnmiento de un nuevo procedimiento técnico, etc.).
De tal manera que la hemorragia de la realidad objetiva que
La necesidad se da en la experiencia cuando la materia
se カ。」■セ@ de su_ ウ・セQゥ、ッ@ entre las manos del agente, tom; una
trabajada nos roba nuestra acción no e_n tanto Nアセ・@ es materia-
、・エセュコョ。@ szgnzfzcación cuando se la descifra a partir de la
lidad pura, sino en tanto アセ・@ es praxzs ュ。セ・ョィコ、N@ En ese エッ。ィ、セ@ en curso. La ruina de tal comerciante genovés se
momento, la herramienta forFda por Otro figura en el_ 」セューッ@
¡mecl.e ⦅ュエ・イーセM en el_ interior de su pmxis, pero para ser
dialéctico de una acción como un elemento de extenondad; ュエ・セiァゥ「ャ@ tambien la tiene que ver venir ·a él desde fuem a
pero esta exterioridad no tiene 」_セッ@ oril?en ャセウ@ _lazos, exterio- partir de la ac_umulación de depósitos de metales preciosos,
res que caracterizan a la ュ。エ・ョィ、セ@ .morgamca; セウエ。L@ en etc., en la medida en que el Mediterráneo, co¡no dice Brau-
efecto, están recogidas en el campo practico de la acciÓn. Hay 、・セL@ e_s una unidad material. Nada permite que afirmemos a
exterioridad en la medida en que la herramienta en tanto que
jJrzon アオセ@ la transformación del resultado tiene que estar
materialidad forma parte de otros campos de interioridad: Y comprendida por el agente: todo depende de los instrumentos
finalmente no se trata en primer lugar de campos determma-
d.e ー・ョウ。ュセエッN@ que_ le procuren su época, su clase, y de las
dos por la pmxis deliberada de los ゥョ、カセオッウ@ o セ・N@ los grupos, CircunstanCias h1stóncas. Por el contrario, en el grado de des-
sino de ese campo casi dialéctico cuya. umdad fugitiva no llega arrollo de nuestros セッョ」ゥュ・エウ@ actuales, podemos afirmar
ele nadie, sino que llega de la nwterza a los hombr:s,_ que se que esta エイセョウヲッZ。￳@ -cuando se dispone de las herramien-
hacen mediación entre diferentes sectores de matenahdad. A
tas ョ・」ウ。セM sゥ・セーイ@ es セョエ・ャゥァ「L@ o, con otras palabras,
partir de ahí, en efecto, se constituye un campo m<igico de
que ella misma defme su tipo de racionalidad. Se trata, en
contra-finalidad casi dialéctico donde todo actúa sobre todo
efecto, セ・@ 。Qセイ・ィョ、@ la praxis y su resultado desde dos pun-
a distancia, donde el menor hecho nuevo provoca un trastorno tos de VIsta mseparables:. el de la objetivación (o del homLre
del con junto, como si el conjunto material fuese una verdadera actuafoldo sob_re la matena) y el de la objetividad (o ele la
totalidad. Y el instrumento que usa tal individuo o tal comu- ;natena totalizada actuando sobre el hombre). Hay que apre-
nidad se transforma desde fuera entre las manos que lo em- .Iender ':ómo el resultado concertado de una práctica puede
plean. El oro, por ejemplo, en los tiempos de la hegemonía mtroduor, en tanto que hecho nuevo, una modificación uni-
cspaí'iola, es un poder real para una persona ? セ。Z@ una 」ッセ・ᆳ v_ersal en la セ。ウゥMエッャ、@ material y cómo recibe ele esta tota-
tividad. Y en la medida en que el agente lustonco se defme ャセ、。@ movediza e morgánica una especie ele modificación pa-
por su realidad ッ「ェ・エゥセ。L@ luego por su objetivación,. el. ュセエ。ャ@ SIVa que le hace Otro distinto del que es. El ejemplo del des-
precioso, para Qセョ。@ ウ⦅ッ」セ・、。ャ@ dada, s.e .vuelve esta obJetiVaCión monte :s muy claro: arrancar un árbol de un campo ele sorgo
misma; la jirG.\IS obJetivante se dehmrá, a su vez, por el uso
se convierte en desmontar con la perspectiva ele una gran lla-
que ィ。」セN@ del ?ro.' es decir, el reparto de la riqueza (capitali-
nura Y de terrazas de arcilla unidas por el trabajo de hom-
zación, hnanoaoón de empresas, puestos de defensa, etc.).
Pero al mismo tiempo que es el modo de exteriorización de bres separados; y el desmonte como sentido real de la acci<'m
individual de desarraigar no es otra cosa que la unión uega-
398
399
decido
sido presiones,
falseado por siem
u P re puede ocurrir que el resultado haya
. nos u otras
tiva de todos los aislados por la totalidad material que han responsabilidad de la .', . Pe I .o st· asumo plenamente la
producido. Así la transformación del .acto es perfectamente in- inevitable. Dicho de otperacwn, descubriré la necesidad como
· es la de unra manera
teliaible por un proceso ele comprenstón que, tras haber apre- :' la expenenoa · · elemental de
0
a necestclad
libertad desde la obJ. et"a Npャッエ・ョセ。@
ciaclo su [in aisladamente, trata ele comprenderlo a jJartir ele 1
retroactiva que corroe a mi
la masificación de los campesinos (identidad de trabajo, repe- . lVte ae hnal ha t l l .. '
y que sm embargo nace de ella. 's a a. ,e eoswn original
tición) , de la constitución de una totalidad material que su- en el seno de la plena libertad, ウセ@ la ?egacwn de セ。@ libertad
prima las separaciones en la unidad común de un destino tad Y proporcionada a la ' . stemda por la mtsma líber-
(inundaciones) , y en fin, a partir de las nuevas totalidades d 1 . P 1emtud mis d .
(.gra o e e conoencia, instrumentos de ma. e esta hbertad
materiales engendradas sobre esta base y en la separación. tlCO, etc.). En este sent"d 1 p:nsamiCntos, éxito prác-
Aunque este trabajo de doble referencia pueda estar hecho t t 1 o, es a expenenc· el 1
difícilmente por un agente aislado, por principio no le está an o que adversario, sino en t ta e Otro, no en
me vuelve totalizada por 1 a.nto que su pmxis dispersa
prohibido: dicho de otra manera, cada uno se puede com- e . . .
xpenenoa lustórica de 1a matena .
para tr f
' ,ms armarme· es la
prender en stt acción desde fuera y desde dentro a la vez; la de 1 p . a matena como jJr . . , '
f" ; raxzs como inercia significante de 1 axzs sm aut?r o
セ@ que soy lo signi-
prueba está en que la propaganda del gobierno chino contra
tea .o. Veremos que esta ex erienci
a ィ。「セ@
el desmonte ha ilustrado a cada individuo sobre el sentido
totalizado de su pmxis familiar. La experiencia ele la necesi-
medtda que avancemos en nKestr ?e complicarse a
ahora podemos decir que el h ob descubnmtento; pero desde
dad es tanto tpás manifiesta, tanto más cegadora, cuanto más que se reconoce en ella om re que contempla su obra
claros y más conscientes han sido los momentos de la praxis y
más deliberada la elección de los medios. Hay que recordar,
se reconoce en absoluto アーエセイ@ ・ョエセイッL@ アセi・@ al mismo tiempo ョセ@
rielo eso" y "C , e puee e deor a la vez: "N o he
omprendo que eso es 1 h que-
o アエセ・@
en efecto, que la praxis, al enriquecerse, acaba por restringir
no podía hacer otra cosa" 1 h b e hecho y que
poco a poco las posibilidades a una sola, y que, para terminar, .t ' e om re a quten l"b
se suprime a sí misma como desarrollo dialéctico y como tra- re mt e a su ser prefabricado su 1 re praxis
como en otro ése e 1 y que se reconoce tanto en uno
bajo en beneficio de un resultado inscrito en las cosas. Ahora el. ' s e que en
me tato aprehende a la ne '"el dun mo Vlmtento . . el
ialéctico in-
bien, hemos visto que sólo el resultado permite apreciar el fin de la libertad. ﾿dゥイセュッウ@ cest a como destino en exterioridad
real del agente y, lo que es lo mismo, al agente mismo. Ma- mente, ya que vuelve アセ・@ se trata de una alienación? Cierta-
dame Bovary aclara a Flaubert, y no a la inversa. Pero preci- r . . a Sl corno Otro s·
e IStt?guu: la alienación en el sen ti . m :m argo, hay que
b '
samente, si en todos los casos un resultado otro, más amplio, empteza con la explotac"ó V 1 do marxtsta de la palabra
unido a la totalidad presente, logra coronar el resultado per- 1
a a 1·tenaoón . ' 1 n. ¿ o vemos a H
un carí.cter 1
ege , que hace de'
seguido y obtenido, no sólo es el fin lo que se aprecia según quiera que ella sea?, S, constante de la objetivación cual-
el punto de vista de la objetividad totalizada, sino que es el 1 Y no En ef t h ' '
que la relación original de 1 . . ec o, ay que considerar
agente mismo en tanto que no es Otra cosa que su objetivación materialidad como P . "d da ェjイ。セコウ@ como totalización con la
por la praxis. Se trata, pues, de reconocerse como Otm en su astvl a obhga al ho b
en e medio que no es el m re a objetivarse
propia objetivación singular a partir de un resultado otro. 1
inorgánica como su . ウオケセ@ y a presentar una totalidad
Y este descubrimiento es experiencia ele lo necesario porque · propia reahdad ob" f E '
e mterioridad con la ex te . "d el Je tva.
nos muestra una irreductibilidad sin constreñirn iento en el d non a lo que co ,t.s esta relación.
marco de la inteligibilidad. Esta experiencia singular sólo mente. 1a praxis como relación del . ns Jtuye onginal-
matenal; y no hay dud el organismo con su contorno
puede realizarse por la libertad de la praxis (en el sentido en · a e que el hombre
que ya la he definido en la primera parte) ; es la plenitud se d esigna como simple . el . -en cuanto ya no
el conjunto de los ーイッ、セ・ヲ@ ucoón de su vida, sino como
libre de una acción lograda la que me entrega el resultado e os que reproducirán su vida- se
objetivo como irreductibilidad: si he cometido errores o pa-
401
400
des eo b re com o O tro en el mu ndo de la obj etiv ida d; la' ma te- alie nac ión va aco mp aña do por
ría tota liza da, com o obj etiv . , . erp etu a por el des cub rim ien to de su obj
acw nbm erte Y セオウゥイ@ un contra-
vac ión com o alie nad a. Est o,
en sum a, sig nifi ca que a trav
eti-
ine rcia es, en efecto, un no- una pm xis que se bor ra ant e és de
hom res i' l=l :id a ァイ。「セョ、ッ@ una obj etiv ida d ine rte y alie
hom bre . Ca da uno セ・N@ en las des cub re su ser-fuera-en-la-co nad a,
nos otro s pa ·na le ierd sa como su ver dad fun dam
e si qui
cosas su ima gen mallleü
com pre nde rse por e a, ca,aun
que ャセッヲ」@ @ セ オ ア el mo vim ien
ere
to mls y su realidad. Y este ser -fu
con stit uid o) com o ma ter ia
era se con stit uye par a él
ent al
(o est á
·, dor que lleg a a estaque
tata 1Iza
_ . . 1
obj etiv aci Ón . mis mo com o par ticu lar ida d
prá ctic o-in erte ; ya sea que fue
se él
/ bru sca me nte con dic ion ada en
rio rid ad por tod o el uni ver so, ext e-
ya, por el con trar io, que su
- DEL SER SOC IAL CO MO le esp ere des de fue ra, pre fab ser
MA TER IAL IDA D y rica do por una con jun ció n
IV. PAR TIC UL AR ME NT
E DEL SER DE CLA SE exi gen cia s. De tod as for ma de
s, la pm xis hum ana y sus
inm edi ato s no pue den apa rec fines
to en que alc anz am os la est er en este niv el sin o en la sub
En el ュッセ・ョ@ ruc tur a apo díc ti- din aci ón; aqu élla está sub ord or-
. ina da a la exi gen cia dir ect
ca de la exp ene noa 、セ。ャ・」オL@ . , . lo que aún tien e de m;í. s mu ert a de un con jun to ma a y
abs trac to, el des cub rim ien to en . . el age nte de la teri al, es el me dio de cum pli
de su p1 axzs por exi gen cia ; ésta apa rec e com r esta
o el me dio de pon er en mo
to a la pra xis. "R esu lta úti vim ien -
. . l que los obr ero s se dec lare
1Es esta neccs1dad par a el a rent e ráct ico de des cub rirs e en セッ@ hue lga , ya que obl iga a hac n en
inor gán ico orga mza o, com o ser mat ena 1' Pes e sta obJ. etiv ació n nec esan a
. d g .· er inv ent os" . El inv ent o está
.· セ@
gid o por la pro duc ció n (dá exi-
como apre hen sión de si ャュウセッ@ del mun do y fuer a de s1.
en e 1 ndo se como un fin abs olu to:
mun do lo que hac e del hom セッ@ エイセWウィ。@ llam ado Hei deg ger un "ser mu lac ión de los bie nes en
la Tie rra de Dios) , que exi
acu-
re q d de ge por
ue rim ero se des cub re com ella los me dio s de inte nsi fica
ar ウッ「イ・、ゥエセ@
leja nías ". Pero hay que. not rse ; el me dio par a que el pat
obje to real de su praxzs en u( o no Pes el de su vida prác tica ,
o
nat o fin anc ie inv est iga cio nes ro-
un m.e . q es con ocim ient o de si en y las ani me es la agi tac ión de
es dec ir, que su con ocim ient o de SI mlsmdo tant o obr ero s. Co n este pen sam ien los
que iner cia por tado ra d e uセャN@ sello (cua n o en real"ldad es el mov imi ento to opt imi sta y per fec tam ent e
mie nto mat eria l por el acto de sell ar 1 tad o (en tan to que pen sam ada p-
or el cua l sup era el {;ondiC! o ien to del cap ital ) al inf iern
P . )
inor g;\m co . SI,A·' el age nte pr. ctiCO
Oána. es un org anis mo que se sup era por tico -ine rte que lo ha pro duc o pdc -
b" . ido , la hue lga , con ceb ida com
un·t acción y cuya apre hen
sión o Jetl va
de si mis mo lo d escu b re omo
e dio de dec idir a los pat ron o me-
' ' "ón es a sal ir de la ine rcia abs
obje to inam.ma d o, res ulta do de una operac1 , va ,
sea una esta tua, una tien e dos car act ere s que rec olu ta,
m;\q uina o su inte rés ー。イエャ」セ@ . l· p las pers ona s que han le1d El , ono cer em os inm edi ata me nte
,Ir. セイ。、@ la nec esid ad es pr<lctico: ' ser
o una par te, pie rde su car áct er : por
y la nad a, diré que el
fun. 。ャセ@ es el de jJraxis col ect iva (los mo tivo
Para -si como age nte des cub o @ ッ [ ・ セ ゥ イ j com o iner te, o, mej or, com o los obj etiv os, la uni dad hec s,
nén l E 1¡ s· se qtl"lere ha -y tan difí cil de hacerse
d"o la estr uctu ra de la pri me ros tiem pos -, el cál cul en los
P ráct ico- iner te en e 1 me 1 de .•n-s .a "zad 1
o pen nite • o de las pos ibil ida des , el val
acción com o orga nl'zac ión . de 1o mor g 111 prim ero al Para -si• pla n ado pta do, la rela ció n de or, el
su ser alie nad o como Ser en si Esta mat eria lida d iner te del hom b セᄋ・@ 」ッセ@ o los res pon sab les elegidos con
· cam ara das , etc., es dec ir, tod sus
fun dam ento de to d o c_ol1 o cim ient o d e SI, por s'1 es ' pue s una ahe nac 1ón o lo que es o pue de ser el
del con ocim ient o al ュャウセ@
. 1 con ocim ient o de •
la ahe .
nac l'ó n.
me nto de la con stit uci ón del mo-
uem po 。アセィャ|、・イウ@ gru po como act ivid ad hum ana
Par a el hom bre la nec esld orig inal men te com o Otr ? par a con ver tirs e en exi s uni )
dist into del que es y en la a? es G￳セャ@ de la alte rida d. Cln ro que
cua lida d par ticu lar ele este
ver sal ; es la tur bul enc ia -co
mo
se da sus luces, es dec ir, que
、ャュ・セsi@ t·í con scie nte (de) sí. Per praxzs
la
con jun to me dni co que se llam
.
conc1enc · no·t é · siem pre els ' af- r nac ión ¡H;Ictica de o esta pob lac ión ob rer a- la que se
ma nif ies ta en su gen era lida d
a la
¡a uca 1lada pue de con tra a 11 que yo
nim a a través de los casos anó-
soy lo que he hec ho (y que
se me @ ー 。 セ ・ 1 ons titu irm e en segu1'd a com o ane cdó tico s y, en tan to que
otro ) . Es la nece sida d de a de en tal la que per mit e com · sin inte rés ; así la hue lga de tales,
esta relaCI n un am 'he dich Bir min gha m o la de She ffie
pre nde r por qué el hom bre
se proyecta, comlo ya pro vien o en el med io es una em pre sa hum ana par ld no
del En- sí-P ara- sí. La alie nac e, com o pod ría ticu lar en el sen o ele esta ave
J¡arer cree r E 1 ser y 1a na.d
ión fun dam enta no! "ó 1
· razó n de una e ecc1 pre; lata l· ¡Jro vien e sin gul ar que es la his tor ia ntu ra
a, sJ.n . ' 1 hum ana , sin o que es la eje
de Ja rela ción unív oca de mte
non dad que une a 1 hO! nbre com o org anis mo
'
cac ión ele un con cep to; dic ho mp lifi -
pr;\ctico con su con torn o. esto, no tom em os a este aby
pen sam ien to por un err or, es ect o
ver dad ero en el niv el en que
los
402
403
. s de huelga (calculados según los エゥ」オャ。イ、セ[@ por el contrario, pensará que es un atr_evido, rex;o-
patrones hacen que los nesgo un factor general en sus pre- vador (si acaba de comprar una máquina nueva, SI su fab_nca
l t ) entren como . está en período de expansión) o un hombre prudente (si de
セ@
años precec en es
. . d ducoón.
. Q or o
tra parte gobierna desde fuera
' 'd l momento se niega a interesarse por un invento definido). El
VIsiOnes セ@ ーセッ@ . la turbulencia obrera como reah ac ge-
a un medw merte. . (d l tipo de la "fuerza física" tal y que piensa así es el patronato en tanto que Otro (el conjunto
l I rza negauva e 1 d' de sus competidores, proveedores· y clientes); pero este patro-
nera y ue . hacia la misma época) pesa en e me 1? pa-
como se concibe . . ·t le comumca una determmada nato otro est<Í. en él como su impotencia (relativa o total) para
cOnJUnto 1ne1 e,es internas y, en partiCU · l no cambiar nada, "es lo que a mí me gustaría, pero ... ", así
tronal como . ar, un
. e provoca reaccwn , . de encuentra en él, como su ser social negativo y como impotencia
enero·¡a qu . . l l·. la economía clasica preten · ·
"' · extenonc ac provocada, a la inercia que considera en los Otros como ca-
invento. 1neroa, . . o esta inercia y esta extenon-
(
, . Pero al mismo tiemp miento ' caracteres humanos es rácter constitutivo de su ser. No deja de tener cierta razón,
ser fzszca. .
chd, son para セウエ・@ nusm_o ー・セZュ@ o a ia' praxis como a su ウセャ。@ y se tiene que comprender que su impotencia está hecha para
clccir, que remiten al イョゥウュセ@ Pse les reprocha esta inercia: él con la inercia de los Otros y vivida por los Otros como la
. 'b'l'dad) ·' a los panones to de choque no neces1tana . , inercia otra que los reduce a la impotencia. En fin que
inte l1gi 1 1 ' 'nterés un patrona .
no conocen su z . . , . 1 textos de los autores que he citado para él y para los Otros es, sencillamente, la tasa de su pro-
estimulantes extenmes, osá , lhumor a propósito de esta ducción en tanto que está condicionado por la producción
, 'b tran adem s su ma. no se resuelve en hechos total en el marco del régimen y de la coyuntura. A partir
mas arn a mues l .
clase obrera cuya turbu enoa -si r lo menos un feo defecto de este ser-fuera de cada uno en un campo de materiali-
. ' · les IJarece po dad unificadora, Marx puede describir el proceso del capital
precisos e h iウエッセ」M ll . セ@ lemente, manteniendo constan-
(no se le curara de e o, ウセ@ edidos reemplazados -por el como "fuerza anti-social" desarrollada en el interior de un
temente el エ・ュッセ@ セ・@ ser l tFna 。ュセョコ@ de sustitución por campo social determinado y presentándose para sí. Pero esta
constante mantemmiento e e. ' ló . - se obtendrá des- inercia de impotencia, en tanto que también puede conocerse
, . d 1 desocupacwn tecno gica a sí misma como impotencia por inercia (las circunstancias,
las VICtimas e a f erza física se oponga a la
de fuera que el te.rror 」ッュセ@ ョセゥ。@ siro le manifestación des- una innovación de un competidor pueden definir para el fa-
turbulencia). Pero SI la エセイ「オ@ e セ@ fuefza una exis, el terror, bricante mismo su seudo impotencia como inercia: "Hubiera
ordenada para ellos, es, mas que u ede leer' en cualquier línea debido pensarlo, hubiera debido aceptar las propuestas de tal
de la misma manera -como se pucci'ón moral tanto como físi- o cual", etc.) y en tanto que se constituye como la realidad del
.b atroces- ' es una rea . individuo (o del grupo) y como el medio negativo a través del
ele esos l I ros t' u 0 lo que es lo rni'smo , es el desqtnte
ca: es el b uen cas ャッセZ@ d, S e la mezcla de inercia -esta- cual las transmutaciones energéticas producen la praxis desde
del patronato aterronza o. e v . les constantes- y de fuera con la forma de una transformación de energía con-
bilidad por equilibrio de fuerlzas Igz.us a"turbulencia" y en su dicionada desde el exterior pero que se produce como valor
, · z puestos en a ex humano, podemos considerarla como el Ser social del hombre
practica -va o;es 1 ensamiento sea incompleto y
. p co Importa que. et pdel patronato· podemos d eor, . en el estadio fundamental, es decir, en tanto que hay hombres
castigo. o ' ·
un pensamien o ' en el interior de un campo práctico totalizado por el modo
falso, que sea . toda tran uilidad: así es como el capi-
p or el contrano, con . lq . · · de la primera revo- de producción. En un nivel elemental de lo social (ya vere-
. ' m 1smo a pnnopw '
talismo se piex;sa a SI d' inerte en el que unas trans- mos que hay otros), se trata, para cada uno, de tomar concien-
lución industnal, como un me IO 1 cond'Ición de que cia de su se1· como la 'materialidad inorgánica ele fuera interio- /
, eden tener ugar a /
mutaciones de energm pu d energía situada en el exte- rizándose en la forma del lazo que mantiene con todos. Trata-
sean provocadas por una ;uente @ セ @ 。 エ セ del juicio de tal fabri- remos de ver el Ser social con la perspectiv'a de lo práctico-
rior. Dicho esto, claro est , no se セ￳@ de conocerse en su par- inerte en tanto que determina realmente y desde el interior
cante sobre si mismo como pretensi n
405
404
una estructura de inercia en la fJ1·axis individual, luego en • Ahora bien, no hay duda de que nos hacemos burgueses.
una praxis común; le veremos en fin como sustancia inorgáni- セ@e ese caso, cada momento ele la actividad es emburguesa-
ca de los primeros se1·es colectivos: en ton ces podremos descu- miento. Pero para hacerse burgués, hay que serlo. No se puede
brir una primera estructura de la clase en tanto que Ser social coiB_セ。イ@ la 」ッ「。セᄋ、■L@ el valor, esos resúmenes cómodos ele una
y colectivo. actiVIdad 」ッューャ・jセL@ con la pertenencia a la clase. En el origen
Si nos extraílamos al ver al ser de fuera que es mi ser ele esta ー・イエセQョ」。@ están las síntesis pasivas ele la materiali-
determinar en mi praxis una estructura de inercia (cuando la dad. Ahora bien, esas síntesis representan a la vez las condicio-
praxis precisamente es la superación hacia un objetivo de toda nes ァセョ・イ。ャZウ@ ele la actividad social y nuestra realidad objetiva
la inercia de las "condiciones materiales"), es que no habré m_á,s セョュ・、⦅i。エL@ más bruta. Existen ya, no son otras que la
sabido hacer comprender nuestra gestión: los seres, los obje- P? actzca cnstalzzada ele las generaciones precedentes: el indi-
tos, las gentes de quienes hablamos -aunque aún sean abs- viセオッ@ encuentra al nacer su existencia preesbozacla, "se ve
tractos- son 1·eales. Somos realmente, en un determinado cam- asignar por la clase (su) posición social y después (su) eles-
po práctico, seres práctico-inertes; no se trata aquí de rúb1·icas arrollo . personal" . . t · Lo que se 1e " asigna
· " es un genero
· de tra-
simbólicas para indicar los resultados de actividades humanas baJ_o,_ una conciiCión material y un nivel ele vida unidos a esta
dispersas y reunidas por la materialidad: la fuga del oro o la セM」エカゥャ。、L@ _es una actitud fundamental así como un goce inde-
crisis del Antiguo Régimen son realidades. Simplemente, esas _el::hmclo _mstrum;ntos materiales e intelectuales, es un campo
realidades se producen en un determinado nivel ele la experien- de posibilidades _ngurosamente limitado. En este sentido, Clau-
cia concreta, no existen ni por, ni para el bloque ele piedra en de Lanzmann tiene razón al escribir: "la obrera que gana
la montaña, ni para Dios, ni para individuos aislados y, por 25.000 francos por mes y un eczema crónico al manipular clu-
ejemplo, iletrados, aunque éstos puedan sufrir el contragolpe. イ。セエ・@ ocho horas yor día los champús Dop, se resume por en-
Son hombres sociales que las producen y las descubren en la te! o en su セイ。「@ JO, su cansancio, su salario y las imposibili-
medida en que ellas los descubren y los hacen, a través de otras 」ャセ・ウ@ matenales que éste le asigna: imposibilidad material ele
realidades sociales que sirven de mediación y que se han ahmen_t.arse correctamente, de comprarse calzado, de mandar
constituido anteriormente. a su セQijo@ al campo, de satisfacer sus más modestos deseos. La
Se acaba así por precisar la con traclicción del ser y del ッーイ・ウQセョ@ no alcanza al oprimido en un sector particular de su
hacer, que no existe en el individuo considerado aisladamente, VIda, smo que lo constituye en totalidad; no es un hombre m;ís
es decir, fuera ele sus relaciones sociales, pero que por el con- sus necesidades: es totalmente reductible a sus necesidades. No
ti·ario se hace evidente en la región de lo práctico-inerte, ya hay distancia de sí a sí, no hay esencia escondida en los lími-
que lo primero que se establece en el campo social es esta con- tes ele la in terioriclad: el hombre está fuera, en su relación
tradicción. En efecto, hemos reconocido aquí mismo que la con el mundo y visible para todos; coincide exactamente con
existencia humana se constituía con un proyecto que superaba su realidad objetiva" 2.
y negaba los caracteres dados hacia un arreglo totalizador del Pero esta realidad objetiva presenta en sí misma una con-
campo. ¿Hay que admitir además que seamos fJasivamen!e エイ。、ゥ」￳ョNセャュ・@ visible: es a la vez el individuo y su
obrero o pequei'ío-burgués? El existencialismo negaba la exis- predeten:11nac1on en la generalidad; a esta obrera se le espera
tencia a p1·iori de las esencias; ¿no se debe admitir ahora que en la soCiedad burguesa, su lugar est<i indicado por adelantado
las hay y que son los caracteres a jJriori de nuestro ser pasivo?
Y si las hay, ¿cómo es posible la jJ1·axis? Decíamos en otro 1 Ideofogia afemana, trad. Molitor, I Parte, p;\g. 223.
tiempo que nunca se es cobarde o ladrón. ¿No hay que decir, TemJis modemr..':: número ・セー」ゥ。ャ@
2 dedicado a la izquierda, p;írrj.
en consecuencia, que nos hacemos burgueses o proletarios? Esta na 1647: [H.ay trad. espanola del arllculo de Claude Lanzmann: "El ィッセャᆳ
es la primera cuestión que tenemos que examinar. bre de ¡zqtuerda", Colección Panorama, Ed. Siglo Veinte. N. del T.]

406 407
en el "proces o" 」。ーゥエャウセL@ por las ョセ」・ウゥ、。@
distracc ión (pensar en otra cos
ョ。」ゥセ・ウ@ de la mente (el pensam ie t a) ' 111 la aphcao
. . .
ón total de ]a
produc ción, por las ョ・」セウQ、。@ ー。イエQセオャ・ウ@ de la fabnca Dop.
. ,
a m<íqmn a exige y crea . n o en este
h
caso ret .
rasa e
l . .
movim iento) ;
Puedo determ inar su v1da y su destmo antes del contrat o; y 1· · ' en e 1 ombre u
Invertid o que la comple ta. ·
n se1mau tomatis mo
esta realida d prefabr icada se tiene que concelJ ir sobre el modo cia y de vigilan cia. el esp'·, セエョ。@ meízcla explosi va de inconsc ien-
del ser, en la pura materia lidad del en-sí: este rol y esta acti- do, se resume en un ' In u est< abso ·b'd ·
cont l l . I 1 o sm estar utiliza-
tud que se le impon_en en el エイセ「。ェッ@ Y, en el consum o ni si- quinalm ente" y si·n e bro 。エセ_ャL@ el @ ッ ー イ ・ オ セ funcion a "ma-
quiera han sido セQ@ obJeto de オセ。@ zntencz on; _se. han crea_do como
, m argo
conscie nte desbord a de la tarea.s1gue h
b
a;o Nカセァコ@
· ·z .
ancza. La vida
el reverso negatiVO de un conJun to de actiVIdades onentad as; falsa distracc ión uno .1 ay
y como estas activida des son teológic as, la unidad de esta centrac ión, rechaza r toda por tmo· 1ay que VIVIr · · 1
esos minuto s de
t . 'ó lque VIVIr os
pre[abr icación sigue si::1elo ィオュ。ョセL@ como una especie de. re-
"d -'
1 e as, para no molesta r a alaeno n e e detalle t en 1 ·
la descon-
fu .ó 1 ' ' oc o SIStema de
flejo negativ o de los hn:s persegm dos ヲオセイ。@ セャ・@ ella, o, セ@ se no retrasa r el movim ient . n.o n ateral de control , para
quiere, como consecu encia .de la contra- fznalula d; A! mz_smo pasivid ad; en semeja ntes セウョエ・WL@ pues, セ「。ョ、ッイウ・@ a la
tiempo, este aparato matena l en el que todo esta mmuoo sa- tendenc ia a los sueños er 't. , . os 10mb res t¡enen una menor
mente regulad o como por una volunta d sádica es la obrera el sexo activo· si pensaseno Icos,t es que son el "prime r sexo",
·
misma. Es lo que Marx ha hecho evident e en La ideolog ía e mversa mente' el trabajo en b amar b" , e 1 t ra b aJO ·
se resentir ía,
aleman a: "Las condici ones según las cuales los individ uos, en vuelve ゥョ、ウーッセ「ャ・@ p , 1a sor i・セ、ッ@ su activid ad total, les
l b ara a
tanto que la contrad icción no ha interve nido, están en rela- e a andona sexual por u 1 sexuali ' .
dad. la b
. .' o rera piensa
.
ción unos con otros, son condici ones que forman parte de su vida conscie nte en p g .el da maqum a exige que ella viva en su
individ ualidad ; no son nada que les sea exterio r, pero son las ' "1 asiVIc a para manten . .
agi_ y prevent iva, sin moviliz arse er una vigilan cia
solas condici ones en las que estos individ uos determi nados, activo; natural mente el r . nunca en el pensam iento
existien do en un estado de cosas determ inado, puedan produ- . ' umzar puede tomar d"f
tos, mteresa rse por diferen tes .ob. . . 1·eren tes aspec-
cir su vida materia l y lo que a ella se refiere; por consi- dar el placer de la v' . _Jetos.
guiente , son las condici ones de su propia activid ad y están pro- . . Ispei a, sonar conlaelmuJer del d,
puede recor-
. .
reaviva r mdefin idamen te la t b . ó . Ia siguien te,
ducidas por esta activida d propia" 1 • La contrad icción de que puede evadirs e tambié n 1 lur ao n sentida con una lectura
aquí habla Marx es la que opone las fuerzas produc toras a las e e o sexual y mast' 1 '
e su condici ón persona l· 1
dsueños . 1 Icar a amargu ra
relacion es de produc ción. Pero sólo forma uno con la que aca- sea al mismo エセ@ , o ・ウャョッセ@ es que el objeto de esos
lempo
bamos de señalar y que obliga a la obrera a vivir un destino mente haya adheren cias· si 1e SUjeto b"
mis
mo, que perpetu a-
prefabr icado como su realidad . En vano se refugia ría en la mujer, al salir de su sueffo j <; o jeto se pone para sí (si la
m{ts "privad a" intimid ad, ese pretend ido recurso la traicion a- ' ·nensa en su marido
ría en seguida y se transfo rmaría en un puro y simple modo te)·í, e· 1 trabajo se detiene 0 se ammor .
a Por e
o en su anlan-
pr, ct1came nte no pueden ens ·.. 1
so as madres
de realizac ión subjetiv a de la objetiv idad. En los primero s dados, de preocu pacion es-p Zセ@ en. sus hiJ_os -objeto s de cui-
tiempos de las máquin as semiau tomátic as, las encuest as mos- no corresp onde a la actitu;l セクオャ@ ヲセ」イ・ョッL@ el rumia: sexual
traron que los obreros especia lizados, mientra s trabaja ban, se yugal. La verdad es que la b l a muJer en su VIda con-
dejaban llevar por un sueño de orden sexual, recorda ban la un sesgo para hacerse lo セャ@ セ・イ。L⦅@ al creer evadirse , encuen tra
habitac ión, la cama, la noche, todo cuanto sólo concier ne a la mantie ne -y que por lo d 1, セM • a vag_a turbaci ón que la
persona en la soledad de la pareja cerrada sobre sí. Pero to de la máquin a y de suemas Imita al Incesan te movimi en-
, cuerpo - es un med. d .
quien soñaba con caricias era la máquin a: el género de aten- que se vuelva a formar el pen .
ciencia y de absorbe rla e 10 e Impedi r
ción exigido por su trabajo no les permití a, en efecto, ni la samien to, de retener a la con-
bl E
e. ¿ • s ella conscie nte?' Sín su carne aun deJ"á d l d"
y no . T rata, ' sm . duda, , n de o a poblarIsponi-
el
1 MARX, ibid., pág. 233.

408 409
aburrimiento desértico que engendra la máquina especializa- determinad?s, de aumentar en una proporción defiqida la tasa
da; pero al mismo tiemfJO, trata de fijar su espíritu :n _los de producción) y que este porvenir insuperable est<Í actuali-
límites permitidos por la operación, por la tarea objetiva: zado. con toda su urgencia por las circunstancias presentes
cómplice a pesar de ella misma de un patronato que ha deter- (conJunto del proceso capitalista y coyuntura en la unidad de
minado por adelantado las normas y el rendimiento ュ■QセゥッN@ la totalización histórica) . Así la inacia de la pmxis como
La m<ís profunda interioridad se vuelve, pues, un mediO de nuevo cadcter de ésta, no le priva en nada de sus anteriores
realizarse como exterioridad total. caracteres: sigue siendo una superaciém ele! ser material hacia
En este sentido, el セッョ、ゥ」。ュ・エ@ de la persona es la una reorganización aún no-existente ele! campo. Pero la anu-
contradicción futura -la que estallará de pronto-, ーセイッ@ es esta lación "pasivizaclora" la modifica desde el porvenir hasta el
contradicción en su ambigüedad presente, o, como 、セ」・@ Marx, ー。ウセ、ッ@ en el T?arco petrific?do de la exigencia: es que el por-
en su "incompletud", que sólo aparecerá tras el estallido y que vemr que se tiene que realizar está ya fabricado como inercia
"sólo existirá para los que vienen después". En verdad, e? mednica en la_ manem de hacene sujJerar el ser pasado. y
cualquier momento que nos coloquemos, ・セ」ッョエイ。ュウ@ oposi- ョ。エオイセャュ・L@ s1empre se puede decir que toda circunstancia
ciones tajantes y otras son inciertas, ケセ@ que ウQ・ューセ@ somos _a la ョZセエ・。ャ@ que se tenga que superar -aunque sea la configura-
vez los que vienen antes y los que v1enen cle_sJ:ues. Es セ・Q@ dad ョッセ@ del terreno, durante un paseo- le impone al porvenir
que "para los proletarios. . . su propia 」ッョ⦅ゥセciᅮ@ de vicセ。L@ el haoa e! cual se la supera un determinado contenido. Restringe
trabajo, y por consiguiente todas las concl!cwnes. ele ・クセNウエョᆳ cletermmaclas posibiliclacles y ofrece una determinada instru-
cia dé la sociedad actual se han vuelto ... algo acoden tal : Lo mentaliclad _que caracterizará al resultado final. Sin embargo,
que implica que el individuo entra en conflicto con la situa- este porvemr n? está jJwducido por ella, le viene a ella por
ción que se le hace. Pero エ。セョ「←W@ es verdad que エセ」ャッウ@ los actos los hombres, y SI se conserva como significación, no es en tanto
que cumple en tanto que zndwzduo n_o hacen mas que refor- que. es homogéneo (y pasivo _como es ella) , sino, por el con-
zar y subrayar el ser objetivo que se le Impone: la セ「イ・。@ ele ャセウ@ tra no, en tanto que la pmxzs humana le ha hecho calificar
f;íbricas Dop, cuando recurre al aborto para evitar el ョ。」セᆳ para un porvenir humano proyect<índola (como superada y
miento de un hijo que no podría alimentar, toma una deCI- conservada) en este porvenir. Por el contrario, y fJrecisamente,
sión libre para escapar al destino que se le ha hech_o; pセZッ@ co:no la máqui_na y la combinación ele exigencias fueron tra-
esta decisión está desnaturalizada en la base por la Situacwn bapdas Y reumclas por hombres que hicieron ele ellas contra-
objetiva: 1·ealiza por sí misma lo qu: ya es;_ dicta 」ッョエセ。@ sí hombres,_ tienen en sí mismos el movimiento de la superación,
misma la sentencia ya dictada que le mega la libre maternidad. y, en umón con este movimiento inerte, el porvenir del con-
La inteligibilidad dialéctica se セ。エ・ョ@ 」セエ・イ。N@ en est: junto es la significación mednico-pdctica de esta totaliclacl en
primer punto y no se tocan los pnnopws ex1stenoales. セiᆳ tanto アセ・@ ヲオョ」セッ。@ (es decir, en tanto que una fuerza exterior
guienclo a Hegel, decíamos en El ser y la nada que Qセ@ esenoa le permite realizarse como una función seudo orgánica). Así
セウ@ el ser pasado, superado. Y, en efecto, es lo アセ・@ pnmero es la razón ele la insuperabiliclacl del ser pasado es Qセ@ inscripción
el ser del obrero, ya que primero ha sido prefabncad?, ・セ@ una en el ser ele t_ma jJraxis que produce m;ís alhí ele toda jJmxis
sociedad capitalista, por un trabajo ya hecho, ya c_nstahzado. humana particular su propia significación como ser trascen-
y su fJmxis personal, como libre dialéctica productiva_, ウオセ・イ。@ dente. Entonces la jJmxis humana que vive en simbiosis con
a su vez a este ser prefabricado, en el movimient? que iセーョュ・@ esta pr<íctica inerte y que la sufre como exigencia, se constituye
al torno 0 a la ュ[■アセゥョ。Mィ・イエN@ Su ゥセ・イi。@ proviene. de como medio mednico (ele exterioridad) ele hacer que exista
ue el trabajo antenor constituyó en la maquma, セッョ@ la セッイᆳ una mcdnica en sus caracteres de empresa humana. Se man-
セ。@ ele exigencia, un jJorveni1· insuperable (es deor, jセイZッウ。M tiene enteramente lo que es -si se la toma abslmclamente como
mente, su nloclo de cmrJJeo y SU }JOSibiJiclacl, en condiCIOnes pura pmxis aislada-, pero su propio porvenir como supera-
410 4ll
. .
en tan to qu e es pra xis セケ@ no , po r eje mp lo, tri en
sm o ser -pa sad o エZュセ@ má s fue r.te @ 。 ョ ・ ャ セ ュ ッ -
-pa sad o est á sup era do po r este mi ,qu e es
q esta me Jor arm ad o). Es ta pe
ció n de su ser . Ya lo he dic ho : fic acw n de la lib ert ad en tan to qu e ta 1, 1a en co ntr am os ma -
nif ica do po r el po rve nir
en tan to qu e ya est á sig ien to a ret ro- m·r·Iesta en el ard id el gu err a J:o rqu e la má qu ina ma ter ial
igo inc ita n a un reg im
si las art im añ as de l en em en rea lid ad ha pu est a en. ma rch a y q ue nos obho-a
e . .l
ece pro teg ido y qu e o' a 1tqul"b te arn os .a no sot ros
ced er a un sit io qu e par lib ert ad pr{tctica ele los jefes qu e .
mi sm os stgue sos ten ida a 1ad a po 1 a y prá c-
ntr ad VIV
. el el enemirro. En elY o eI el ser-der la 1 ert
en te mi na do , la co
sido tot alm un o de sus . rci a qu e
da se ma nti en e en ter a en cad a t tea cas -e ase com o me
eje cu tan est a ret ira e se en cu en - . r· o
se m tltr a en la lib ert ad ' a cos.a pa
1
rec e me nos ma nt.f.tes ta: po r
dia léc tic os, pe ro la ign ora nc ia en qu .
mo vim ien tos prá cti ca sea el tul·a pa rte , en efe cto los t ra aJa e ores q b l
iga hac e qu e est a lib re h
ue an cre ad o las má -
tra n de la tra mp a en em ra lle va r in- · s con su trabaJ'·o est-'tn
ele gid o el ad ve rsa rio pa qu ma ' a use n tes tal mu ert os·' po r lo
me dio nec esa rio qu e ha lita Un a pra xis
r. d ・ュ\セウL@ .' no son ellos , stn · o otr. os -su s' e vez
rdi da a est a un ida d mi xp ata do res -, los qu e
1
elu cta ble me nte a su pé zad a po r otr a lib ert ad , ap oy ad a ,
qu ern an nu est ro SOJ.uz.gam ten to; addem ás no 1o qu ern an dir ec-
.
e, pu es, ver se em pla
no pu ed go qu e arras- tra tar ,
pa pe l de un pro ces o cie tam en te, y ese nc ial me nte e au me nta1r sus ben efi cio s·
en me dio s po der oso s, el siv o e ins up era ble : el ás el Jug ar va ,' el Ilanl1o mb re , ''
ho mb res ha cia un po rve nir pa po r lo dem ' ' cto e el" qu e e @ 。 エ セ ・ asi gn ad o
tre a los reg la- qu e los I vie ne tam bié n de
des tru cci ón . Y si se sup on e -e s la a cae a traba_jador proue . Iversas exi gen cia s qu e
de su pro pia mi na do , no ha y sin .
qu e el ter ren o est ab a se ha n reu md o
@ ￳ ッ 」 ャ Z [ エ ァ ョ 。 セ pre sid ies e su reu nió n.
jefes no po día n sab er ob jet iva me nte en te q no
ese pa pel , sin o qu e es As í ve rda de ram
pa tro na l qu e co nst itu ya
qu e dec ir qu e de sem pe ña ba rgo , qu e sólo el rev ers o en sí de las
pr Y o b rertad 1 1ao·ón de int e-'
y qu e señ ala r, sin em ax f zs as p
. ero a re
esa ne ces ida d mi sm a. Ha pra xis qu e la tras- .· ·
uo nd ac l un ívo ca se ha
t.
en el me dio de un a a エイセカ←ウ@ de los se! ltid os
se co nst itu ye com o tal
con oce me jor de lo qu e se con oce ; oc urr e mu ch as
イセ。ャ・ウ@ y de las exi gen cia s セZエ・ュ。、ッ@ . uyas prá cti cas hu ma na s -m u' l-
cie nd e y la , caemos en da s- h
cto , qu e al qu ere r ev ita r un a mo les tia tiples o un ifi ca
' an pro visf to1 . o Jet o ma ter ial con fal sa' al b ·
veces, en efe te de l pri me r . oc a y
pe ro si na die ha cu ida do ex pre sam en Int eri ori da d rec ípr · elest a a sa • m t en· on"el ad, co n los fin es
otr a pe or; co mp lic ida d de · up era ble s y }Jrefabr· 1"
os al seg un do co n la ms Ica os qu e tie ne qu e rea Izar la pra xis
pe lig ro pa ra co nd uc irn la inc ert idu m- l I.b rem en te ba sta' pa ra t ran s f arm ar est ·
al, sólo ve rem os en ell o Ser ue a s_u per aoó n
de l Se r en
nu est ra act ivi da d per son en dis tin to gra - . ' po r el
: cad a un a, en efecto, sup era ctó n sup era da
セ・@ Mセャ・ョ@ qu e sup era r. De
bre na tur al de la pra xis cie rta s po sib i- com le" q
del セイ。「ェッ@
en el
ign ora nci as, cu en ta con ma ne ra qu e alie-
al Se r ine rte セ・@ }セQN@ ュッカᄀセ・ョエ@
tal
do , tie ne en cu en ta sus e apu est as,
rig uro so de la pa lab ra)
, hac na do セ・ョュ。ウ@ me cám ca com o cu cu ns tan cia
lid ad es (en el sen tid o un a acc ión qu e ter mi na en un ma ten al qu e se tie ne
ue n po r la PT axi s
cor re rie sgo s. La lib ert ad de
e la rel aci ón ne r en q . @ ᄋ セ イ ・ ー オ ウ la. sup era ció
1)
lib ert ad qu e fra casa, y na da má s, ya qu (acció n ele po
-6 n de la pra xis (encam
mo Ut 1h-zao n, co ntr a y la sup era - ó
fracas o es un ívo ca. No tan t '
l de l org ani sm o con su de rre do r es Cl e) qu e tin a .no rm a ex
ter ior la de ja
fun da me nta xis pa ra trans- nc ia in ;n
セ・ョゥ、ッ@
de la ma ter ia sob re la pra ye rta com o ex ige
!o; tre mi sm o Ser, pe ro
ha y ret orn o co nst itu tiv o o, en caso de lle ga r com o sig nif ica ció ól a qu e se ha ce rea liz ar. As í
suf rid a. Po r el co ntr ari アオセ@
for ma rla en fat ali da d em igo , a tra- s y
to qu e la 1ib ert ad de l en ser a en todos los pla no enn o s o en el セ・@ la pro du cci ón . En
tra mp a, qu ed a ma nif ies en jue go ,
es atn bu icl o セョ@
pu est os po r eje m lo'
s ma ter ial es la me did a, sal ari o, el
vés de l co nju nto de los
cam
me
po
dio
de mi na s, ha da do un
rev ers o de
?b rer o está ウッ」ゥ。ャュ・セエL@
」ッョウセゥ@ ob Jet o prá cti co -
de l tir o ini cia l en el pro ces o prá cti - e h co mo ese
ell a el ob jet ivo de un me rte : un a má qu ina qu ali me nta r. Ah o-
la nu est ra, ha he ch o de
rda d qu e el sol- mi na r su @ オ セ Z イ qu e ma nte ,ne r y
de co ntr a-f ina lid ad . Y es esto tan ve ra bie n, al de ter
. pu est o segbune las nec esi
dad es qu e
co- ine rte sm o -s i log ra ba] · o (al p
do en la em bo sca da de scu bri rá po r sí mi crea en él su tra
' sao ar su"ó ha m
r an te tod o, en pe r-
da do caí em ba rgo int e- · . . la h b"
ex tra ord ina ria (y sin JUICIO de l ve sti do y de . a Ita o n) '.e l ob rer o de l sig lo xrx
esc ap ar- est a pa rad oja cu en ta de ell o: se ha ce lo qu e es es d eo r, qu e de ter mm a prá cti ca y rac ion al-
a frase fam ilia r no s da
lig ibl e pa ra todos) ; un a un adv ers ari o '
ad o!" . Ag arr ar, po see r
"¡C óm o nos ha n ag arr
413
412
. de ur encía de sus gastos -luego decide en su
mente
. el mden· g
n esta misma . l"bertad
1 '
se hace lo que• era, hasta la muerte ele nuestra experiencia sólo es una de las
hbre jJmxzs- y co.
1 ue tiCne que ser. . una máquina cuyo salano re- maneras posibles (es decir, determinadas por el campo estruc-
lo que es,. o q astas de mantenimiento l. En este turado de las posibilidades) de producir nuestro ser de clase.
presenta simplemente los g ntrar los problemas de la Sin embargo, no habría que creer que el ser-de-clase se
. . ente vamos a enea .. ' d
mvel preosam . r qué SLtjJerar su condzczon e realice como simple relación de cada uno con la utensiliaridad
Primera parte. aャセッ_@ .vemoslpo l y ya que la pmxis no se
d l 1 stgmhca rea Izar a. y a través de ella con la otra clase; se produce, simultánea-
clase e lec 10, movimiento trasparente de 1a mente y en unión con todo, como estructura de clase, es decir,
P uede alienar, en tanto que . en cada uno: tal obrero
., . mas diversas acciOnes como relación prefabricada entre los hombres de una misma
accwn, ・ョ」ッエャセN@ l t ·o encuentra tiempo para hacer 1o clase sobre la base de la utensiliaridad. De donde, circular-
lee, tal otro mtltta, ta oli om rada una motoneta, tal otro mente, se vuelve el inerte estatuto de su jJraxis colectiva en el
uno y lo otro, tal otro se la e de la huerta. Todas estas acti- marco de la lucha de clases. Claro que no sabemos aún lo r¡ue
toca el violín, tal otro se ッセオー。@ a circunstancias particulares y son los grupos como actividad organizada. Pero aún antes de
vidades se constituyen en_ adse 'b. . de cada uno. Pero al hablar de ello (cosa que haremos en el próximo capítulo),
• 1 ·ticulanda o jettva 1
constituyen
. .· poa no pai hacen nlcls -' q ue realizar ¡Jara cada dunoll e conviene sei'ialar que sólo se organizan sobre la base de estruc-
mtsmo uem d"d ue se mantienen a pesar e e as turas inertes que representan a la vez una calificación de su
ser de clase en la セ・@ I .a ・セ@ q erables. Cada uno se hace sig- acción y su límite objetivo, luego su inercia secreta. Es lo que
en el marco de ・セエァZョッ。ウ@ msup '.bre opción la signiricación nos permitirá comprender más fácilmente un ejemplo conocido.
1
nHicante al ゥョエ・セコ。イN@ enュセZイゥ。ャ・ウ@ lo han producido como Al complejo hierro-carbón le corresponde la máquina lla-
por la cual las extgenoasl mo ser práctico-inerte les llega mada "universal". Se llama así a una m<íquina -como el
. ·¡ · d El ser-de-e ase co . · .
ser szgnz zca o. 1 b a través de las síntesis pastvas torno en la segunda mitad del siglo xrx- cuya tarea se man-
a los hombres por l.os wm res ada UI10 de nosotros su ser- tiene indeterminada (por oposición a las m<lquinas especia-
. b da· es ¡Jara e
de la matena tra aJa . , . e nos produce y nos espera lizadas de la semiautomatización o de la automatización) y que
fuera-de-sí en la matena, en tanto que se constituye a través de pueden cumplir trabajos muy distintos siempre que sea diri-
os y en tanto qu ·
en cuanto nacem . f r d d es decir como porvemr gada, corregida y controlada por un obrero hábil y experto.
nosotros como un ーッイカ・セオM ata I jセO@ nosotros' a través de las La universalidad de la máquina crea la especialización de sus
q ue se realizará necesanamlente .1 u e elij. amos. Desde Iue-
. 1 demás cua esqmera, q d servidores: sólo tienen acceso a ella los que saben usarla, es
acciOnes, por o ' . "de que realicemos un es- decir, los que han hecho un aprendizaje que a veces es muy
go que este ser-de-clase .no nos Impi 1 r) ¡Jera esta realización largo (e inversamente, la especialización de la máquina, cin-
,tillO
. . el.lVI"dual (cada
In ' ' vida es part¡cu a ,
cuenta ailos más tarde, en el tiempo del semiautomatismo, su-
. " arque cada vez más, los
1 He dicho "el obrero del ウjセャッ@ XIX 」ッセウゥ、・イ。G@ el salario como la pone la universalización de sus servidores: son intercambia-
·
economistas contempor,á n eos se empenan en el presupuesto nacwna · 1· Po · bles). Luego el constructor ha alcanzado con su producto, con
P ·trte socialmente atribuida a cada un?ó enét"ca 、セャ@ salario -y fundada los perfeccionamientos que supone, a un determinado tipo de
dríamos preguntanw.s SI ・セ@
' · ta concepCI n 1 1 d
. l"d ridad- tiene más ventajas que a .e hombres, precisamente a esos trabajadores calificados, capaces
sobre las viejas leonas de a so I a b , la lucha tle clases-, sí, e[ecu-
セィッァ。イ@ al pez -es .decir, セ」⦅ョッ@nom セ|LッウG@ sociales, etc., representaban de llevar a cabo y por sí mismos una operación completa, es
vamente, los salanos famJIJ,tres, .los セ@ 1 del salario. Sin embargo, hay decir, una jJraxis dialéctica. Esta intención pdctica se instala
lo nue podría ャ。ュイウセ@ una fHote socáza • así muy lejos de soportar en la máquina misma con la forma ele la exigencia: reduce el
ue senalar 」ᄀエセ・@
q ., - h sociedad entera est,, aun , . n ta
, . 1 [ as el obrero contemporáneo prese esfuerzo propiamente físico, pero exige habilidad. Exige que
ese aporte ョセ@ 1 ne;1;e diferentes, en muchos terrenos, de los táe
cwnal De tot as orm, ·, hs gene-
1 , todo un hombre liberado de todos los trabajos secundarios se dedi-
caracteres tot,t. I . el roblema del ser-de-clase no est. .con .
raciones antena
trans[ormatlo enres. PelOq ue ¡rroblema lógico y dialéctico de racwnahdad.
tanto
que a ella por entero: fija así, ante todo, la manera de hacerse
el reclutamiento; crea a través del patronato posibilidades de
414
415
dado, pcn· la materialidad .
ma.terial la que permite mzsma. y :s precisamente la inercia
cjNセャ」。@ en la dispersión 、・ウャセ@
contratar y de obtener salarios relativamente más altos en el e:-:trana y rígida unidad jedr-
mercado del trabajo; para algunos hijos ele obreros que tengan hpda de la materia , ' mtsma manera que es la praxis
las disposiciones y la situación exigidas para hacer un apren- de una e1ase o de · una so . lporve1Hr
'' como · mecamco · · '
de un' grupo
dizaje (es decir, cuyo padre, obrero a su vez, esté en situación
de que su llijo trabaje largos años sin aportar nada; en prin-
orden jerárquico como el ctec セ・ャL@ la que establece a priori ・ウエセ@
. ue t'Ienen que unir a uno conJunto. ¡· . de 1·,¡s re 1acwnes · abstractas
cipio se tratará ele un obrero calificado también) , se abra qllnponddn a estos ゥセ、カエ[ャ」@ IVHluos セコキャ・ウアオゥイ。@ y que se
ュセイ」ッN@ temporal de la ーイッ」ャオセゥウアキ⦅・@
un porvenir estructurado. Pero al mismo tiempo crea un pro-
letariado inferior que está a la vez directamente producido que sean, en el
por la aparición de una élite obrera -mejor pagada- y selec- m, qumas, ha decidido la rel 'ón. a fabnca, con todas sus
y 1os PI.o ·
. feswnales, ya ha' establ セ@ .·
aCl n. lnu mellca entre los peones
cionada por un aprendizaje, y a la vez directamente exigida
por la rmíquina universal como el conjunto ele las maniobras セ・」ャョエ。L@ cuáles son las ーイッ「。・\[エャセ、L@ cada uno, en con-
se'elmteO're e n 1a e'1'lte o para que ' Ise1 a es . que t'lene para que
que tienen que gravitar, en cada taller, alrededor ele los pro- nt a el . o mantenga en la subhuma-
fesionales, obedecerles y liberarles ele toda tarea inferior que
Otros puedan cumplir. La máquina del siglo XIX constituye I:a máquina universal im , .
así, pues, a priori una estructura pasiva del proletariado; es traba pelares como una ley de ¡one asi la diferenciación a los
lo que yo llamaré una estructura en sistema solar; los peones セ@ por el proceso que hemos el as セッウ。[@ pero al mismo tiempo
nol , se vue lve su projJia idea escnto s· a p イッセウエ@ · · del oro espa-·
-cualesquiera y únicamente definidos como individuos no
especializados (luego, perfectamente indeterminados)- gravi- relega a su servidor a la cate .ort
está posetda por un patrón,
tan en grupos ele a cinco alrededor ele un profesional igual- y agrava la contradt' ' ccwn. , queg a de los explotados , mant' , tene
.0 ーッョセ@
1
mente cualquiera pero definido, en lo universal, por su espe- e ase obrera; pero po 1 a a clase poseedora y 1
1 1 a a
en r a cahhcaClÓn que rec 1ama, engendra
セ・ャ@ セイッヲ・|オ@ ィオュ。ョゥウセ@
cialización. Este proletariado estructurado por sus funciones as manos, en el cuer o el '
-es decir, por la función ele sus miembros en la producción- trabajo. El obceco la maneja, _un
está requerido tanto por los patrones (necesidad ele organizar セオ「ィッュイ・@ consciente de s br no セ・@ considera como un
o ele animar el aprendizaje, temor a una crisis ele mano ele 、セ。@ en que, por la m{t uiu su mmamdacl" en la misma me-
obra cali[icacla) como por los obreros (es cosa ele ellos llevar bthdacl, convertirse en Hッ、セカ・@ su ヲセ・イコ。@ de. trabajo, su ha-
a cabo ellos mismos su selección, por la presión ele las necesi- que este producto se lop r b ' es deClr, en bten social. Claro
t a el o tiene · su m;ís profunda fan '· pero su m
0 '
· el'tgnación de explo-
dades y en el marco ele las posibilidades ele cada uno) . La
Los " panas · el e la tierra" ' uente .en su orgu 11 0 el e productor
máquina organiza a los hombres. Sólo que hay que señalar
que esta organización humana nada tiene ele una unión sinté- de. cambiar a la vida, los son ーイ・cャウ。ュセエ@ los únicos ca a 」・セ@
tica, ele una comunidad fundada en una toma ele conciencia, ahmentan, visten y l .ql!e la cambian cada día loP
co 1 e an VIVIenda a 1 1 , que
sino que la jerarquía se establece en la dispersión mecánica roo a máquina es select' ' ' a mmanidad entera y
crea y constttuye · !Va, como por la competencia exige ·
セᄀ@ ーイッャ・ウゥセ。@
el trab .
de las pluralidades masi[icaclas y como .por casualidad; tal niño
se encuentra en condiciones físicas, mentales y sociales que son 」セュッ@ el honor de JosG・クーセNイ。@ trabajador
las exigidas para hacer el aprendizaje; tal otro -que no tiene o イ・ッセ@ de la élite y para la ュセ@ _a mtsmo uempo, para los
ninguna relación aparente con el primero- será peón porque 」セュッ@ mferior que goza de un 1 sa. obrera, produce al peón
no cumple con esas condiciones. Como la relación ele cada uno meo menor y de un ser m sa ano menor, de un V<ilor téc-
con la máquina es, propiamente hablando, un destino indi- claro est<í que el peón se エセョッイN@ En relación con el patrono
vidual y relativamente autónomo, la relación estadística de la ción con el obrero de élite te.ne por explotado; pero en rela:
pa re era un desgraciado, ya se ァ。ョセ@
máquina con todos aparece como una redistribución real ele ha tenido suerte (el el ' c:que es? Tal vez sea uno que
las moléculas sociales en una sociedad dada, en un momento
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la vida a los セッ」・@
- l ez uno que no ha tenido valor,
anos)T \a v:z lo uno y lo otro. Existe una
アセ@ o no エ・ュセッZ][、。イ@ antagonismo, o por lo no ュ・ョセウ@ tación se hace necesariamente por la proyección de lo que es
en su praxis misma; ¿con qué superaría a la explotación si no
tenswn. No _es . I eón tiene sentimientos ambigu_os
lo es en pnmer iオセ。イN@ e セ@ admira le escucha; el profesw- fuese con lo que ella hace de él?; el movimiento fundamental
en cuanto al profeswnal.I L l't¡'cay y a veces científica, al por el cual los obreros calificados se acercan y superan sus
d · · na cu tura po 1
nal, al a qmnr u 1 I· en marcha del proletariado, 、・ウ。イセᆳ
antagonismos es al mismo tiempo la afirmación del humanis-
」ッョウゥ、セイ。・@ com? e a a á uina de ella misma y de su servi- mo del trabajo. El anarco-sindicalismo condena la explotación
lla la Idea que ti_ene la セ@ q ta combatividad le imponen al en nombre de la absoluta superioridad del trabajo manual y
dor; esta instrucoón positiva, es tl·ene la impresión de que calificado sobre toda otra actividad. La práctica confirma esta
1 · ue Pero a veces . . afirmación de base: en los tiempos de la máquina universal,
peón, que e siig él.
los obreros de a . 1 e,_'t al asociarle en sus luchas,. no siempie poco importa que los peones se declaren o no en huelga, la
defienden sus propws ュエ・イセウZN@ t, inscTito en el Ser. La idea ausencia de algunos profesionales -difícilmente reemplaza-
bles- basta para desorganizar un taller. La élite de especialis-
Cuanto 。」セッ@ de 、セウ」ゥ@ セAイ」ゥッョ・ウ@ técnicas, la diferen- tas se priva así, sin darse cuenta, del medio de protestar contra
inerte del trabaJo-honm, . I_ . uía la tensión que resulta
la explotación de los peones; claro que les indigna la miseria
ciación de los ィッュ「イ・ウ、セエ@ }[セ。@ máquina, o, si se prefiere, de éstos, pero no pueden justificar las reclamaciones de los
de ella, todo es un pro
f 'b · cualquiera, e . 1 Ser pi·áctico-inerte de los tra- "subhombres" fundándolas sobre la calificación de su trabajo.
l ·
. es, en una a nca relaciones entre ellos son a ma- Desde el momento en que el trabajo junto a la máquina exige
bajadores en tanto que iセ、ウ@ Pei·o lo que hay que señalar una especie de dominio del obrero sobre sus ayudantes, la afir-
. · de sus serv1 ores. . .
quzna a traves . an a suponer una meroa muy mación fundamental del humanismo obrero y de las circuns-
es アセ・@ esas estructuras ーセウ[カZ」￳ョ@ obrera en tanto que la pra- tancias conexas de la lucha de clases se encuentran en el ori-
p articular de los grupos . ' ·sma un cierto número de
. d -' superar por Sl mi ó gen de un nuevo invento que se podría llamar el paternalismo
xts nunca po . ra bies Ya 11e me . 11c. ado en otro lugar e mo de la élite obrera: hay que educar, entrenar a los peones, gal-
estructur.as セョウオー・イ。@ : d' lista producto del libre esfuerz? vanizarlos con el ejemplo, etc. Así, la asociación que se forma
la orgamzación anarco-sm lea. d, n antes de que se reah·
'I' b estaba destma a, au . 'ó n contra la explotación patronal vuelve a inventar rigurosa pero
de la e Ite o rera, . forma de asoc1ao libremente todos los condicionamientos que impone la mate-
'f' 'ó reproduor con 1a .
zase la um 1cao n, a . h bían establecido por rialidad al hombre alienado. Lo que aquí nos interesa es esta
"voluntaria" a las ・ウエセオ」Nイ。@ アセ・@ se I ・セQ@ las empresas partí-
sutil nada en el seno de una plenitud positiva: la imposibili-
la mediación de la maqmna .umve;sma os si· hubiese que creer
1 os equ1vocana dad de supe,-ar a este humanismo. En verdad, fue superado
culares. Pero mue 10 n . d' r o de 1900 como una cuando la descalificación de los profesionales por la máquina
que la 1míquina ・Nョァセ_、ヲイ￳エ@ セ@ ウセW@ セ@ セZウ・L@ la dialéctica y el especializada rehizo (en los países de capitalismo avanzado)
"causa" ¡Jroduce su e eco . . I'dad el huma-
, JUntos· en rea 1 , la unidad obrera sobre la base de la intercambiabilidad de Jos
género humano desaparecenan . I d .I obrero calificado; éste obreros especializados. El trabajo volvía a tomar para todos sus
nismo del trabajo es .el ser matena ose. con sus ojos, lo recibe
lo realiza en su trabaJO:f:ont suslma 。カセコ@
I .· que man1 1es a a
1: explotación y la jerar-
· · fl
caracteres negativos: constrei'íimiento agotador, fuerza enemi-
ga. Claro que los obreros manuales aün tienen el orgullo de
en su sa 1aiiO, .. lot'H1os· y 1o l1ace exi'stir , en fin ' }JOr la m' uen- ser obreros manuales, porque sostienen a la sociedad ・ョエイセ@ y
quía de セウ@ exp セッョ・ウ@ y por un oscuro conflicto 。オセQ@
. dT
l 1 1- y no porque les distinga la particular calidad de su operao6n.
cia que eJerce en _|セ@ ue lo opone a ellos. Queda por lll':_en- Un humanismo de la necesidad -como presa directa de todo
cilmente aprehensib q. ·r·ca que su movimiento para unuse hombre sobre todos los hombres- está naciendo. Pero es capi-
L que s1gm 1 · 1
atarse
sus lo que es.y para
iguales o op oner una negación práctica a la exp o- tal que el humanismo <marco-sindicalista no se haya podido
superar a sí mismo. La razón es simple: esta práctica y esta
418
419
otros ob'reros. Hay que entenderse; para el que hoy acaba por
la vida misma del grupo, y el ァイオセ@ entrever la igualdad absoluta en su eficacia pdctica como
teoría representaban . d" ato o del personal de una fa- única relación humana válida, la teoría es falsa en tanto que
activo (ya se エゥ\セ@ .. te de. .un .sm ó IC la reorgamzaoón . . d l
e com b a te paraliza, que se vuelve destino: cuando se planteó la cuestión
briCI) sólo era la umflcao n y les existentes. Era ,-ealmente de la estructura de los sindicatos (oficios o industria), la teo-
' b es estructura , b ·
social sobre 1as as f . ales m"ts instruidos, mas com ati- ría y la pdctica se volvieron falsas en tanto que resistencia
. los pro esion, , ola ' ausencia . po d' 1
imfJosz!Jle que
. y que por su s Jan e eten er inerte a una reorganización eficaz; el humanismo obrero se
vos, m;ís e [ ᄀ」。セ・ウL@ . ·
. n en la práctica en unas ッイァ。ュコセョ・ウ@ volvié> falso cuando condujo a algunos soñadores sindicalistas
el trabajo, se funch,ese 1 1 la mayoría a los menos instruidos a proponer la constitución ele una orden de caballería obrera;
habnan e ac o , '
ele masas que ' b· ·vos Si estos sindicatos ele masas son.hoy el lazo entre vasallos se volvió falso cuando la docilidad de
, a los menos 」ッセ@ dtl . la técnica ele lucha ha cambiado los peones dejó lugar a un descontento creciente. Y se hizo
iJosibles y necesanos, セウ@ que te la intercambiabi lidad ele los falso sobre todo el conjunto ideológico y pdctico que expre-
con la estructura de e ase, lels qt a'c1optar una política de ac- saba la lucha de una clase estructurada por la m<íquina uni-
. 1. dos los e va a . 1
obreros espeoa IZa_ lcl 1 entre los trabajadores provmo a a versal cuando impidió a los sindicatos que encuadrasen y orga-
ción en masa. La ¡gua ac el" ele producción y ele las tareas nizasen a las nuevas masas, producidas desde antes ele 1911 por
vez de los cam b"ws en los me ws b" . es pues verda d era, es las primeras máquinas especializadas. ¿Pero cómo hubiera po-
rúcticas que Imponw · ' n esos caro ws, • ' ·
P . d omento por su eficacia. dido luchar esta clase explotada por otro proletariado que no
mprueba en to o m .
cleor, que se co , . l una posición icleahsta, porque 1a fuera ella misma? ¿Y qué era, precisamente, sino ese proleta-
Pero en l 900 habna siC o el . ef¡"cacia ¿Cómo afirmar riado estructurado en su ser por la m<íquina universal y pasi-
' '· clemostra o su In , . . 1
menor huelga 1la o na el, ganar sin los peones, si os vamente afectado por la idea material "trabajo-hono r", que su
la igualdad, si una huelga se po _Ia , . huelga? ¿Y cómo dar élite interiorizaba en praxis? Al decidir lo que eran, la m<í-
el' ganar ningun,t
Peones solos no pod wn S las
' . . si· los peones de entonces quina decidió lo que podían: les privaba hasta ele la posibi-
el mismo peso a to a , opinlOHeS, , "d in el orgullo profunc1a- lidad ele imaginar otra forma de lucha, al mismo tiempo que
-menos ¡nstrui. "dos mas tnni os y s . , ·l
, l·r·
bl d 1 obreros ca 1 1ca clos- constituian rea- . ? a la afirmación de ellos mismos, es decir, a la reinterioriza-
mente respeta e e os 1 b' ue mover y que galvamzar ción ético-práctica ele sus exigencias y al desarrollo temporali-
mente una masa ¡ne · rte que 1a 1a q b
. . . o obrero se presenta a zante en la acción ele las estructuras prefabricadas por ella, le
l ás el
Positivamente , ac em , . humamsm f "t . abemos por oen monogra-
.
daba la forma ele la única lucha eficaz que fuese posible en
como tarea absorbente e m Ibm a, s serio estos hombres. Había esas circunstancias contra ese patronato. El Ser aquí es en suma
, é unto lo toma an en . l
{las hasta アセ@ p .1 ficio instruirse, instnur a os ーセッョ・ウ@ el Futuro prefabricado como determinación negativa ele la
que perfecoonarse セョ@ e o , responsable ele su eqwpo-, temporalizació n. O, si se prefiere, aparece en la acción (por
-cada オセッ@ _se 」ッョウj・ャZセ。@ y acercar el día ele la toma lo menos en algunos, en el curso ele determinadas circunstan-
P egarse, foqar la um a er-1 un mun
do libre y pleno lo que des-
. .
cias, por ejemplo, de determinadas relaciones antagónicas con
del poder. E n sum,,
. d
,
nso con pasi n.
"ó y esta plemtucl VIVa al los peones) como su contradicción fija e inasible, como una
arrollaban sm esca , . 1 d muerte: frente a los patrones, imposibilidad de ir más lejos, como un muro ele bronce en la
mismo tiempo estaba hen< セ@ e_ rcer un auténtico oficio pro- translucidez. En cierta forma, en efecto, el límite está dado y
despreciables e incapaces e eJe ue tenían que emancipar, hasta interiorizado por la praxis misma (en el ejemplo elegido,
ductivo, rodeados de los peol nes ·q hado con el obrero profe- aparece en el interior ele las relaciones iridivicluales: relaciones
. 1 h 0 robre rea y aca '
identificaban a T ., (no en relación con los pa- individuales: relaciones de trabajo, relaciones político-sociale s,
sional. y esta falsa identl ¡caloon sas) era un límite insupera.- relaciones personales) del obrero profesional y del peón, es
.
trones, smo en re 1ao· ón con .
as m a
o si se prefiere, la expresi"ó n sensible hasta en un simple saludo cambiado por un profesio-
ble porque era ellos mlsmos,l .'ones práctico-inerte s con los
teórica y práctica de sus re ao
421
420
nal y un peón, como la イセ@ acwnntre un industrial y uno de sus
1 . , de clases es visible en la misma
época en el saludo 」。ュ「A、セイ・ョッウ@ a otra sociedad (siem- turas osificadas de la praxis social, es admisible (o en todo
obreros. Para
. 1.
nosotros, que
0 cuyas estructUI as es
P . ta'n ordenadas por las caso lógicamente posible) que determinados grupos -o deter-
pre caplta lsta, per ', áquinas y la produc-· minados individuos-hubiesen tomado conciencia ele ello. Lo
nuevas fuentes de ・ョ[イセj。L@ l_as セ・イZ、ウ@ se dan como sentido que por lo demás no significa -sino todo lo contrario- que
ción en masa), estos hmites mteno . . m Jos del anar- hubiesen deseado modificarlas, sino, más bien, que hubiesen
b . t. de las relaciones estructurales de los tle 1 1 b.
o ¡e. zvo. 1. Claro que n1. vem os ni oímos a esos Iom res, pasado a ese género ele actividades secundarias que podrían
co-smdJca"dJsmo. . . cot1"d'Iana, 1"ndividual ' se nos escapa. llamarse prácticas de justificación. Pero de todas formas, los
y el senti o
d
セ⦅ウオ@ jn·axzs
das artes en los actos colectivos que contactos -entre proletariados de diferente estructura- no po-
Pero está mamf_Iesta en tol .P stituciones que produjeron, en clían tener ese sentido simple en los comienzos del siglo xx,
recuerda la sooedad, en. as m el interior de los sindicatos, en en los momentos en que, sin conocerse, se hacía la segunda
los conflictos de tendencias en 1 sta en los sueilos de algunos revolución industrial. Hoy existen, pero han tomado otro sen-
los discursos que ャセウ@ expresan: yd laen otra parte unas fórmulas tido (Francia, país tanto tiempo detenido en su desarrollo,
periodistas 。ョイアオセウエN@ ヲN・。セiエ@ オセ@ afirmaban tranquilamente clase obrera más homogénea en determinadas industrias-clave,
de responsables. smdica Ist b;e Jor el hombre es aún más siempre jerarquizada en otros sectores. Estados Unidos: capita-
q
ue la explotación @ セ ヲ j
t más ca 1 Icac o es el traba]· o (se encontra-
del B ッ ャ ィ l 1 lismo avanzado, destino que rechazaron durante mucho tiempo,
vergonzosa
, "1) L cuanueo lleva d o a 1 1'Imi"te quiere decir que la exp 1o- en Francia, el patronato malthusiano y la clase obrera). Claro
nan mi . o q ó ·¡ t. do (que no sabe hacer nada pero que que todo límite práctico-inerte de una relación humana cuenta
tación de11un ped nunas I e la
cargas enor mes de una punta a la otra siempre con la posibilidad abstracta de descubrirse a los hom-
se agota evan o . . tT able y sobre todo, lo que bres, a los que une como el Ser objetivo de esta relación. Pero
del taller) no es del エセ、ッGオ・ᄋイュョ@ (digan lo que ¡ en ese mismo momento, la experiencia que hacen de esta sig-
prueba que. no compien I:. 1 ue ese eón analfabeto, tal nificación como Ser real les descubre que siempre ha existido,
digan y escnban lo que ・ウセョ「。ゥ@ fa ) ウッ」ゥ・セ。、@ había decidido l interiorizada pero petrificada, en la jJ1'axis viva y hasta en el
vez imbécil,d era un hom re que , obrero calificado. Luego 1 momento de la subjetividad. Sencillamente, se daba entonces
·ese que no sena . 1 tan bien como nada inasible en el pleno desarrollo de una
antes e que nao "d . n"cle nuestras diferenCias y e
jJara nosotros 。ーイ・セ@ .el ウ・ョエセ[@ セ・@ I nuestras paredes ゥョカウ「ャ・セL@ actividad recíproca que como calificación positiva de esta pie-
comprendemos tambzen a pa . . "ó de todo límite petn- ni tud práctica (el dominio vivido en la relación del profesional
es decir, que tene:nos upa 」ッューゥ・ョウャ。セイ@ del límite invisible con el peón como el fundamento de las responsabilidades del
ficada de las relacwnes @ N セ ョ 。 ュ オ ィ a P u e esta significación oh- sefíor y hasta de su amistad por el vasallo). Y precisamente
q ue reifica a las nuestras. y n?. Igo q .
jetiva no haya po I o s
d"d er reificada pma e os a
. l les de estructura diferente,
·Zl prim·i· por
, 1 por eso, el descubrimiento del Ser es terrorífico (porque eu
general se hace en el fracaso y en el conflicto), porque revela
ejemplo, los contactos de dods sote Iec aaci·a la sociedad subdesarro- 1 tanto lo que se ignoraba como lo que siempre se había sabido,
. t , sean deg1·a an es pe . d
con otras palabras, porque constituye retrospectivameme nues-
aunque szem Jrc ' . ele ésta definan determma as
liada, hacen que algunos ァセ@ オーセ[ュ・ョエᄋ@ producidas en su obje- tras ignorancias de nuestro Ser como definidas y prefabricadas
relaciones hasta @ ウ
. . d A · a jJnorz s1 se supu 1 ・ Z ッ N エ ョ セ sunp s'ese -lo que históricamente • ,
es por este Ser que somos y que ignorábamos. De manera que
tiVldad . SI ue en noJnJie 1 . de Oti·o sindicalismo ' estableoenc ·. -vale esto tanto para el grupo como para el individuo- tam-
1ose
」。ャjセᆳ
'
bién se puede definir al Ser inerte por el tipo de opción prác-
、セウ@
absur o- q roducción en masa, en países de tica que hace que se ignore lo que se es.
sobre las bases extranjeros, en un diálogo internaciO-
lismo 。カセョコ、ッLM
nal, hubiesen sena laclo e los
a • anarco-sindicalistas algunas estruc-
Pero conviene insistir ante todo en que esta objetividad
prefabricada no le impide a la pmxis ser libre temporalización
y reorganización eficaz del campo pníctico en vista de fines
422
423
descubierto s y planteados én el curso de la praxzs. De hecho, Hemos
inerte de lavisto . . al、Gオセ@ •Pr d e e lase como estatuto práctico-
p. así
el anarco-sincl icalismo fue una lucha viva y eficaz, que se forjó futura y pet' T 1axzs
1 rn rvrdual o comun, . , como 1a sentencia
n rcac a en el ser pas· d
poco a poco sus armas y que realizó la unidad sindical a partir esta jJraxis y donde finalmente セ@ o que trene . .
que reahzar
de la dispersión; hoy ゥョセャオウッ@ parece que su papel histórico nueva experiencia ele 1 s_ed treue que
consistió precisamen te en {ッイセ。L@
. a necesr acl Per ereconocer en una
.e,n el ウ・ョセ@ de la cl_ase obrera, merte se nos presenta e ·
t , .
o s e ser practico-
los primeros órganos ele umhcac.wn . O, sr se prefiere, no es como estatuto . , domo un momento real del individuo o
otra cosa que la clase obrera mrsma, en un momento deter- pasrvo e un grupo . .
como la seudo unid d . d act.rvo, o, mversamen te,
minado ele su clesarrollo, produciend o en forma rudimentar ia Si queremos comprea dacltrva .e un conJunto material inerte.
. .
sus primeros aparatos colectivos. Lo que hay que comprende r, nencra de una ntre n er o me1or' queda' por. 11acer 1a expe-
silllplement e, es que este tipo ele unidad jerárquica estaba ya va estructura ' cor1 d'rcwna · el a por las prece-
inscrito en la pluralidad humana por la máquina universal,
en tanto que había estructurad o con sus exigencias a grupos independient e. En lugar de ser la sim le f;raxis
(lo
. que la privaría de su car·íct ' er d e Pextenondad . . promulg;\ndos
· · e .sus leyes
jerarquizad os de trabajadore s, y que la superación de la mul- f 1ere,
• de trascendencia en la - • m tenor o, SI se pre-
' , 111111anenc¡a y Jo que 1
tiplicidad real, de los antagonism os individuale s, ele los par- Simp e toma de conciencia)
hacer1 stcp era bl e y como ' ' se aísla'· p ero' como su inerc· a reduciría a la
ticularismo s locales, de las desconfianz as, de la inercia, etc., su cadete á . . ta 1a ttene
• que
se pon_e como la unidad エイ。ウ」・セ、﾿ゥ[G@ es la ゥセウオヲj・イ。「ャ、L@
en tanto que fue una praxis totalmente humana (es decir, al es decu, el término insuperabl . as superacwnes posibles
el e 1 d situado en el · r ·
necesitar una inteligencia teórica de la situación, una orga- u a to a acción supera lase e-porque d. . . In 1111 to- hacia'
nización del campo práctico, de los esfuerzos constantes, del En_ セQ@ caso del humanismo 。ョイ」ッセウゥZャエj・@ que la suscitan.
calificado se vuelve el 1
valor, de la paciencia, el desarrollo pdctico ele una experien- va or 1¡umano en ' cuanto • por e¡emplo, el tnln¡·o
1 d' · ' '
1lacen necesario impiden hast . as con tcwnes que le
cia que aportase a su vez nuevos medios técnicos ele superar se constituiría sobre la 、・ウ」。ャGヲセオN￳@ )de )conciba
de ' . 1 1 ac¡ n e traba¡'o otro modo de ser que
' · s· tomase conciencia
la si"tuación, etc.) , no hizo más que realizar humaname nte '
SI, sm ese hmite a priori
1
.
-es decir, prácticamen te, dialécticam ente- la sentencia dicta- calificado desde luego que yd 」ッュセ@ セーゥ・@ agente _histórico, el trabajador
dialéctico y translúcido de la lscu. ョセi。@ su trabaJO como el desarrollo
da por la máquina universal contra ese proletariad o. Y aún ción, es decir, como actualizac/rax ls .. セui。ョ@ en un régimen de explota-
lzabía que realizarla: sin la jJraxis humana, la clase seguía hombre. J>ero el traba· ￳セ@ iオセエ￳ョ」。@ y fechada de su realidad de
siendo ese colectivo inerte del que vamos a hablar en el pró- mismo tiempo se イ・カャセッ」@ se vue ve msuperable en sí mismo cuando al
,_ .
traua¡ador se constituye com otro
omo es decir cuand 0 1 p ·
ximo parágrafo; pero la pmxis humana, suscitada por las es-
tructuras mismas del colectivo (cuando hablemos del grupo de sí misma, como ・ョ」。イゥ￳セャ@
aun encarnada se ma t d á P
t .' d
・セ[Z@

セ。@ que イ・。ゥzセウN@
_u r de una sigmf¡cación inerte que
. a rax1s actual del
セッュ⦅@ olra dislinla
veremos lo que quiere decir la palabra suscitar) sólo podía . • 'n en r, extrana es dec' •
signo de todas las superacione s· '' b u, se mantendd como el
temporaliza r en la unidad de una acción que era al mismo exigencia. Son dos estructurass.d_(m em argo, el valor se distingue de la
ce· El . 'erentes en el inte . 1
tiempo organizado ra y reivindicacl ora, a título ele relaciones . so. • car;\cter imperativo de la e . . . nor (e 1 mismo .
pro-
hdad está animada por la fJr . d xl¡genCla proviene de que la materia-
establecidas por los hombres, a las mismas estructuras que la axiS e otro y de que d b
como humana y extraiía al . .
habían hecho posible l.
,
no es m1a, sino que yo soymismo tiempo Me signif escu ro esta tnaxis ·
p · Ica Y me espera pero
doble movimiento: el 、・ウ」オ「イセZzエッ@ ッセ@ el セッョエイ。ゥL@ el valor está en un
1 Aunque no sea nuestro tema, vale la pena scííalar que el valor en tanto que se pone como otra e e セャ@ praxis. en su libre desarrollo
(en el sentido ético de la palabra, y no en el económico, aunque aquel de una significación futura como n Q セ@ ュセ。ョ・cャ@ Y el descubrimien to
encuentre su fundamento en éste) es exactamente la unidad contradic- a mi libertad. En ambos casos 1 una merCla Gャセ・N@ necesariament e remite
toria de la praxis (como libre superación poniéndose a sí misma en po- trabajada como lazo entre 1 ' 1a esbtructura ongmal es la materialidad
· . os 1om res y la p . ·
sibilidad indefinida de superar todo en la translucidez de la acción mvertida por esta mater· . . イ。Nセis@ como absorbida e
creadora) y de la exigencia como porvenir insuperable. De la pura praxis, versión lo que me signifi::· ・セッ@ セョ@ el pnmero es directamente la in-
el valor conserva esta translucidez de la libertad que se pone a sí misma; material; en el segundo que an o que soy el medio de realizar un fin
pero en lanlo que el fin proyectado de hecho es una significación inerte apre 11en o arlle todo mi • se encuentra en otro n· 1 d 1
p ·
e insuperable del porvenir pre-fabricado , el valor toma un ser pasivo d raxls, pero la aprehendotve en tanto
e a experiencia
que en st;

424 425
dente s y que a su vez las condi ciona ; porqu e el
ser de clase ti;o de su indiv idual idad. Porqu e los ejemp los que
no sólo es, como hemo s visto, un carác ter de mater hemo s in-
ialida d in- dicad o tratan de mostr ar que los indiv iduos realiz an
super able que existe a título de cualid ad separ ada su estatu to
en entid a- de clase unos j;or otros; desde la praxi s eleme ntal,
des discre tas y aisladas unas de otras (como, por desde el
ejemp lo, el traba jo en el taller , el ser de clase de cada uno, en
color del pelo o la estatu ra) . En verda d, el ser de tanto que
clase, lejos es exige ncia práct ico-in erte de la máqu ina, viene
de manif estars e como la ident idad de ser de realid a él tanto
ades inde- por エッ、セ@ sus cama radas como por la clase que lo explo ta;
pendi entes , apare ce en la exper iencia como la unida o
d mater ial mejor , viene a él por la clase que lo explo ta y
de los indiv iduos o, si ·se prefie re, como el funda ment por las má-
o colee- quina s que lo requi eren a través de sus cama radas
y de su
liberta d misma se supera hacia el Ser-Ot ro de
toda praxis; y por con- esta opresi ón y esta explot ación; todo sistem a
siguien te, en tanto que une limite sufrido y creado de valores , en el mome nto
le afecta de materi ali- de su eficaci a revolu cionar ia, deja de ser sistem
dad. Esta nueva estruct ura implic a que la experi a y los valores dejan de
encia de la praxis como
creado ra (o realiza dora) de valor es origina l; ウセᄀ[@ valores : porqu e obtení an ese carácte r de su insupe
no hay esta vez ningún rabilid ad, y las
constr eñimie nto, sino más bien la concie ncia 」セイオョウエ。cゥL@ al trastor nar las estruct uras, las institu ciones y
(aliena da) de que hay Cias, los transfo rman en signifi cacion es supera das; las exigen -
identid ad entre la praxis misma en su más alto
grado de translu cidez los sistema s se reab-
consci ente y una determ inada signifi cación inerte sorben en las organi zacion es que han creado ,
que la absorb e y le y éstas, transfo rmada s por
da su estatut o práctic o-inert e de materi alidad . En e! trastor no del campo social, se integr an en
una palabr a, el valor nuevas acciones colectivas,
no es la alienac ión del fin o de la objetiv idad eJeCutadas en el marco de nuevas exigen cias, y
realiza da, es el de la descub ren Huevos valores .
fJraxis misma . O, si se prefier e, es la jJraxis Pero se puede reproc har a los marxis tas que
descub riendo a la inercia hayan confun dido los sis-
sin recono cerla, inercia de la cual está afectad a temas de カセャッイ・ウ@ con su expres ión en el lengua je y con
del agente práctic o. Lo que signifi ca, según el
por el ser práctic o-iner te tadas por mtc]e{ ;tualcs sobre la base de esos sistema las morale s inven-
punto de vista de la s. Entonc es es fácil
ética, que los valores están unidos a la existen no ver en ello más que un reflejo muerto de la
cia del campo pr;íctic o- práctic a. Al confun dirlos
incrtc, dicho de otra maner a, al infiern o como con las palabr as filosóf icas que las nombr an, el
la negaci ón de su ne- marxis mo se ha desemb a-
gación (lo que muestr a que su scudo- positiv idad razado de un proble ma difícil: el de dar cuenta
es compl etame nte nega- de su estruc tura. Sólo
tiva) y que si -cuest ión que exami narem os en que al mismo tiempo se entreg a sin defens a
el mome nto de la expe- al morali smo porque no
riencia progre siva- tiene que haber una liquida ción puede dar cuenta de ello. Nada llama más la atcnci6
posibl e de esas estruc- n, por ejempl o, que
turas, los valores desapa recerá n con ellas para redesc el profun do morali smo de la socied ad rusa (que
ubrir a la jJTaxis en nada autoriz a a con-
su libre desarr ollo como única relació n ética del fundir con la praxis colecti va que, a través de
hombr e con el hombr e las nuevas contra diccion es,
en tanto que domin an juntos a la materi a. Lo constr uye una socied ad sociali sta). En la U.R.S.
que hace la ambig üedad S., alguna s nocion es, co-
de toda moral pasada y de toda moral actual, n_mncs a todos (partic ularm ente la de T!ida, a
es que la liberta d como la vez como valor que se
relació n human a se descub re a sí misma , en el tiene que preser var y como fuente ética de toda
mundo de la explot ación experi encia) , cst;ín ex-
y de la opresió n, contra ese mundo y como presam ente presen tadas como valores , en todos los
negaci ón de lo inhum ano niveles de esta socied ad.
a través de los valores , pero que se descub re aliena Para dar cuenta de ello, el marxis mo tiene que
da y que se pierde , y compr ender que el valor
que, jJOr los valores , a pesar de todo realiza cst<Í produc ido セョ@ e! nivel de la jJraxis elemen tal (indivi dual y colecti
la exigen cia セョウオー」イ。「ャ@ como esta j1raxzs misma en tanto que aprehe nde va)
que le impon e el ser práctic o-inert e contrib uyend sus propio s límites con
o a pesar de todo a セ。@ falsa aparie ncia de una plenitu d positiv a e insupe
una organi zación que lleva en sí las posibil idades rable. Lo que aquí
de reorga nizar el campo mtcnta mos mostra r es que todas las preten didas
pdctic o-incr tc (por lo menos sobre la base de nuevas supere structu ras están
circun stancia s). Todo ya conten idas en la infrae structu ra como estruct
sistem a de valores descan sa sobre la explot ación uras de la relació n fun-
y la opresi ón; todo sis- damen tal del hombr e con la materi a trabaja da
tema de valores niega efectiv amente a la explot y con los otros hombr es.
ación y a la opresi ón Si 1u ego les vemos aparec er y presen tarse para
(inclus o los sistema s aristoc r;íticos , si no explíc sí como momen tos abs-
itamen te, por lo menos tractos y como supere structu ras, es アオセ@
por su lé>gica intern a); todo sistem a de valores les refract a un proces o compl ejo
confirm a la explot ación a través de otros campo s, y, en particu lar, en
y la opresi ón, (inclus o los sistem as constr uidos el campo del lengua je.
por los oprimi dos, si no セ・イッ@
por la intenc ión, al menos en la medid a en no ha_Y una idea, rli . 1111 valor, 11i un sistema que
que son sistem as); todo sean conceb ibles
sistem a de valores , en tanto que está sosten ido st no estuvie sen. ya con tcmdo s, en todos los niveles
por una pnlctic a social, de la experi encia y
connib uyc directa o indire ctame nte a poner en con formas vanabl cs, en todos los mome ntos
su lugar dispos itivos y de la activid ad y de la
aparall ls que, llegado el mome nto (por ejempl aliena ción, a セ。@ vez como signo, como exigen cia en la herram
o, sobre la base de un como dcvcla nucn to del Il1 un do a través de esta ienta y
trastom o de las herram ientas y de las técnicas) herram ienta por el tra-
permi tirán que se niegue bajo, cte.

426
427
tie mp o, este ser sus ob . eti v , .
s
ex plo tad os. Al mi sm o do s má s op ue sto s pocor mú n SJ d' os y sus tactrcas qu e un ido
ca dc ter un ive rsa l de o, se de fin e co mo rel ac ión ine rte po r la ex plo tac ión div isi on es se
de cla se pa ra ca da ind ivi
」ッュー。イゥセウ@
du
de 」ャセウ・@ sob re la ba se de con -e el rie sgo de qu
e l l e Ic_e qu e co n esas
qu ed e red uc ida a la im -
(in su pe rab le) con sus ge ne ral (y ha sta La s div isi on esa c.a se ob1 era nte s cu ya
na da s est ruc tur as. De sti no . Int ere s . lí-
jJo ten cia .
。ーイ・セョL@ pu es, co mo acc ide
, - , pe ro'
de ter mi
eウエイオ」セ@ de clase: Va lor es co mo gra ve da d de sde lue g 0 es co ns ide rab le . pa ra l a p rac t lea
pa rti cu lar ). Ex ige nc ia. nos rem ite ne ce san am en te a un trp o an nr a 1 da me nta ] ' qu e es
qu e no pu ed enedalc nc ra fun
mi tes co mu ne s, tod o eso s de scr ito , pe ro tam bié n,
a través un a. y no se pu e co nte sta r qu e no e XIs
' , ' a su sta
· t esta sus tan cia , qu e
al qu e he mo a
de ser ind ivi du me nto de tod a , 1 ex rst . liv ic!
ser co lec tiv o co mo fun da so o en inc
@ ウ ッ 、 。 コ ョ ・ ュ セ po r un mi sm o de sti no
víc tim as de las ュゥウセッ@
de él, a un tip o de tiv ida de s ac-
tra ta aq uí ele esas co lec el mi sm o int eré ;
ind ivi du al. No se
o de fin ido y qu e ex.rgenoas, po sey en do
rea lid ad
pa ra log rar un res ult ad ge ne ral , etc. po rqu e 's. te el co nju nto ele· las
est ruc tu-
e se org an iza n po s. Ni de esos pi セ」イウ。ュ・ョ@
tiv as qu
nte con el no mb re de gru ras de l cam'¡Jo Pl"''Íct·ICO·merte co nd ici o na ne ce san am en te a la
est ud iar em os más ad ela or, co mo un ejé r- 'c! ¡
un r ac. su sta nc ial de l ser- uera-de-s
f' '
1 de 1
· el. . 1uos, y po r-
la vez al frí o y al cal os In rvr c
co nju nto s qu e es dn a nte la ac tiv ida d prá cti
ca e his- est e se f 1 'd ael sus tan. cia l
e tie ne n co nju nta me
rte ele un a qu e, wv.ers am en te ' r- uerOa-c e-sí co mo . . un ¡
cit o, po rqu y la ma ter ial ida d ine y ne ga tiv a en e] ter ren o ele] a las
tór ica de un a org an iza ció n
la ba se de ese e p tro co nd ici on a a su vez
Pe ro aú n má s pro fun da me nte , co mo est ruc tur as de am po . ero po r otr a
pa rte no po drí a tra-
ins titu ció n. un ser co lec tzv o t ars e e1e esas rea lid ad es gel t.
ac ión así co mo de tod a un ión , de . a オセッウ。@ y m< ís o me no s va ga me nte
tod a ind ivi du rm ín de tod os los as po r un a e · ¡· · a-
ida d ino rgá nic a y ca fre cu en tad
· o ve rgo nz oso ' , ッョ・」セ。@
su pra , ·Inc lVH1ua l qu e un orfT
ine rte co mo ma ter ial el fon do , eso es · ' F>
mi na do co nju nto . En nic rsm
·¡· d en ese cam au n . el compleJ· o rar co ntr .
tra ta de en co nt a tod a ver osi -
ind ivi du os de un de ter a clase. Po rqu e
cu an do se ha bla de un m¡ 'd ltu po 1 u 1 o, . ' pe ro ter mm an te de la
lo qu e se qu ier e de cir iva de tod os los .
act rvi ad pa siv a en el u: 1ay セイァ。ョᄀウュッ@
e ni la un ifi ca ció n act ind ivi du ale s y reali-
co n eso no se en tie nd a org an iza ció n qu e ha n pro du cid o da de s ma ter ial es ino rg3 ea s. • n ve rda d, si los ind ivi du os se
el sen o de un
ind ivi du os en un a co lec ció n fu nd an tod os jun to
'm
nti da d de na tur ale za ele @ セ ⦅ オ c!e te: mi na do ser co mú n, sólo lo
ellos mi sm os, ni la ide
en efecto, no se en el @ ョ ー セ 。 」 t .
sep ara do s. El pri me r sen tid o, pu ed e ser p1 \セcエャoᄋュ・イ@ en t
an o. pre czs am en te
de pro du cto s en la ex pe rie n- ivi du ale s .
mp re, ni siq uie ra fre cu en tem en te, qu e no son org an d tr b . 1 ism os ind
, o, sr se pre fie re, en tan to
ap lic arí a sie pro du cid as en a (o
da nte s co ntr ad icc ion es, qu e la ma ter ial ida
a ap ea se ha ce síntes
is ell a mi sm
cia; mu ch as veces, ab un o div isi on es pro - fal sa sín tes is) de su ser fue ra- de- sl en -e ll a. E• s 1o qu e ind ica
s, tie ne n po r res ult ad
cir cu nst an cia s his tór ica ha y du da de qu e l e cu 1 r -
un a mi sm a clase. No e ara me nte el len gu a. rce qu e un ind ivi du o
na ció
fun da s en el sen o de d de un a pra xis a o J ue [セL・@
ten de r ha cia la un ida en la clase ob rer l ァセッャ@ de l pro let ari ad o (si sal ió de
el pro let ari ad o po drí a qu e en ge nd ra -e n Fr an cia , po r él) ' o qu e le pe rte ne c/ co mo SI a セQ。ウ・@ al mi sm o tie mp o
los org an ism os fue se
co lec tiv a si Pe ro cu an do un a ma tri z, un me dio
'
en a rea liz ar la un ida d sin dic al. un a. eslf:'eoe ele po pe so pasiv_ o (se ha bla
eje mp lo- lle gas s qu e se pe lea n cla se y 'b· ¡· 1 1
o po r pa rti do s y po r sin dic ato de vis co sid ad de
' pa ra Inc ICar las SI 1 lC a( es qu e pu e-
est á rep res en tad ad o? La ex pe - el t en er el hij o de un ob rer o de .
cia r a lla ma rle pro let ari 1 ウ。セオ@ de la clase 1ob rer a). En
en tre sí, ¿hay qu e ren un e se ha bla de e
có mo
eb a lo co ntr ari o, ya qu un a pa lab ra, la cla se ser co ect ivo est á en Cal a un o en la
rie nc ia de ca da un o pru ob1·era, lo qu e rem ite , pu es, a un a l .d a en qu e ca'da un o t·' e
1
la y
.
an te s e1e " org an iza . rse "
las div isi on es de la
clase pro du cir á, mee 1 .. es <t en ' ' .·
n má s pro fun da sob re la ba se de la cu al Yy e1e cre ar sus ap ara' tos " , ap are ce co
n el a
: ウー・セエッ@ con tra ch cto rio
un ida d aú int eg rac ión e
mú n e
ici on es da da s, su un ida d act iva co mo e.e un a esp eci e de ine ·
rci a co
am o sm tes is de la mu lti pli -
en co nd div isi on es co mo Ciclad. Es tas co nsi de rac l
da (y tot ali zac ión ) o sus es qu e de Or din .
an o es ba sta n a los
sie mp re má s ad ela nta aú n: na die .ól os, ev icl en teme enIOn
a tot ali da d ya ex ist en te. Me jor so o og
t
ar la int eli gib ili da d
de las soc ial ida de s ヲオョセエ@
de sg arr am ien to de un an esas div i- no puleden fuyndqu
de cla rar qu e po r el he ch o de qu e ex ist am en 1I ta es. Ha e b an d on ar esas
a
pie nsa en· de ex plo ta- . . ne s vagas y tra tar
la cla se ob rer a ced e el lug ar a un os gru po s d
esc np cw
d
e ev ar la ex pe rie nc ia
dia léc tic a
siones,
428 429
.' aun ue la clase, como estructura セオョ、。ュ・M
hastaf a(tz.
. en Pero, q . d o m·ve! a la sustancia. m¡sma cuyos
un determma
1
ta ' ·¡gme . d des pasivas son las determinaciOnes, aunque
grupos y soCl: a el eríodo actual, expresen de
todas las reumones ィZセウ。ョ」ゥヲ@ o manifiesten, en ellos y
una u otra セ。ョ・イ@ 0 . . el des arramiento en clases de la
· a su ·IJwxzs g · 1·
en . sud ¡nerCl
d no trataremos t
e1e 'definir inmediatamente
. a la sooa
á l· 1-
sooe a , e examinaremos ser n as D
dad práctico-inerte de clase. á lセ|」ャゥ。エウ@ y más superficiales
reuniones más 。ーイ・ョセウL@ m s セ・@ presentan en la experiencia LOS COLECTIVOS
del campo prác.tlco, ta y como e roducen muchas de ellas
cotidiana. pイ・ッウ。ュセエ@ f:l?rqt_Je t:rnf de una sustancia en la
como simple 、セエ・イュ[」サウョーZ@ encarar formalmente no en Los objetos sociales (llamo así a todos los objetos que tie-
cual son homogeneas, s l ¡"no en tanto que son seres so- nen una estructura colectiva y que, como tales, tienen que
son tales o cua es, s "f
tanto
. l que ' mismos en e1 ca m lJo }JI··'lctico-inerte·e '
nos • mam es- ser estudiados por la sociología) , en su estructura fundamen-
Cla es IIJor Sl 0 d ía llamar su in teligibilidau on tológ¡ca y po- tal por lo menos, son seres del campo práctico-inerte; su ser
tarán o que P r e d momento a través ele ellas reside, pues, en la materialidad inorgánica en tanto que ella
dremos 。ーイ・ィョセ@ en un segudn oental ue es la clase. Es a misma, en ese campo, es práctico-inercia. No consideramos aquí
y fijar esta realidad más fun am q . primera parte
esos seres sociales inorgánicos a los que en ml a esos seres materiales (ya productos del tmbajo humano) que
ya he llamado colectivos. se llaman signos de reunión o símbolos de unidad, sino que
queremos tratar de realidades prácticas y provistas ya de exi-
gencias, en tanto que realizan en ellas mismas y por ellas mis-
mas la interpenetración en ellas de una multiplicidad de in-
dividuos inorganizados y que producen en ellas a cada uno de
ellos en la indistinción de una totalidad. Tendremos que de-
terminar la estructura de esta "totalidad"; pero no hay que
entenderla en el sentido en que un grupo ele máquinas, al de-
cidir ciertas tareas, se vuelve la unidad de sus servidores; esta
unidad, en efecto, como reverso de una unidad del trabajo
bien definida, sólo es la inversión inorgánica de la unidad
diferenciada de funciones, y, en la medida en que se vuelve
sobre los hombres para producirlos, los produce por distintas
exigencias y en tanto que cada uno es, como medio general,
el medio de tal o tal función diferenciada (en tanto que Otro,
como hemos visto) . Si en un conjunto mecánico existe una
estructura ele colectivo, es decir, de interpenetTación totaliza-
dora o seudo totalizadora, no podría ser (aunque la distinción
en general sería difícil de hacer, y el examen de un caso parti-
cular llevaría demasiado tiempo), sino en la medida en que el
conjunto mecánico existe como realidad práctico-inerte ゥQエ、ス・セ@

430 431
.
las ーエセ・イ。ウL@ ción , el par tido soci al-d em o' era ta, que casi no tení a afil iado s 1
ica que , si 」ゥ・セt。@
ウeセエ@ sede soc ial en cier to inm ueb le, ウオセ@
renc iada (po r ejem plo, c?m o fábr con serv aba ofi · 1
deja en la call e a dos md obre ros,
o com o con Jun to peli gros o emb lem as y ウオッセ・「ョ@ le. sos casos extr eJ?o s, aun que frec uen -
nieg a a tom ar las med idas de
para todo s por que el patr ón se deja rlo bien en tes y nor mal es, desp ués de t;do per mit en dist inau ir clar a-
part e, hay que idad es . 1 ,
serr urid ad nec esar ias) . Por otra ació n prác tica dire cta- men te las dos real ' ' soci a es: el g·tup o se clef:'me por su
」ャセイッL@ por que el gru po (com o org aniz emp resa y por ese mov im. ión que
trat a ele hac er ele él una' ーセ・ョッ@ 1 ax lS pur a y t
pra xis de los hom bres y com o emp resa con stan te ele l inte grac
men te esta blec ida por la e • •
r en él
pro duc ir sob re la base fun - . 1 rata e e sup nnu
con cret a y actu al) sólo se pue de t ocl as 1as form as de la me .
roa ; e cole ctiv o l r· su セ・イ@ •
por eso sup rim e (o que en e. l . , . ' p raxz.s se se e e tnc jJor
dam enta l de un cole ctiv o que no -s e eor , en tant o que toda' · ·
) , e, inve rsa meo te, en la me- · @ ・ N y G エ オ ウ ョ セ 」 com o sim ple
todo caso nun ca su prim e del todo ・セMウ@ por . él; es un obj eto mat eria l
a -cu alq uie ra que sea su fin - en tant o que una mu /· @ 」 エ ョ 。 ァ イ ⦅ ッ セ ャ del cam po
dida en que nec esar iam ente actú ーセLM」エイッュ・@
a trav és del cam po pdc tico -ine rte,
tien_e que pro duc ir él mis- él @ 、 。 セ 」 ィ ー ャ エ disc reta ele in-
chv_Icluos actu ante s se pro duc e en o del Otr o com o
n de ind ivid uos por un mis- en el Ser , es el eor . con el sign
mo, en tant o que libr e org aniz ació unzd acl real , com o sín te . .
o, es dec ir, tien e que util izar 1 . . comsis pasiV.a y en tant o
mo fin, su estr uctu ra ele cole ctiv c- セᄀオ・@ : obj eto con stitu ido se pre sen ta
su iner cia jJara la prá ctic a
(lo que , com o hem os visto, cara . l' .el o ese nna l y que sn
pos (po r me roa pen etra en cad a pm x . com o su dete rmi na-
ción fun dam enta l por la' オョNᄀB」コャセ@
les) . En {in, los gru zv: ual
teri za a la acci ón en todo s los nive bili dad sea crit icad a " pas iva , es e1enr • , por la inte r-
inte ligi .,
razo nes que har án que has ta la pen etra cwn pre via y dad a ele todo s en tan to que Otr os En
hab lem os de ello s) , bajo la acc ión ele dete rmi nad as con tram os aqu í • en un nue vo mom l 1 · -
cua ndo mis-
as con dici one s, mue ren ante s ento e _e a espi ral, los
circ uns tanc ias y en dete rmi nad mas térm inos enri que cido s cion es parc iale s y
ir que se osif ican , se estr ati- , por sus tota hza
ele disg rega r. Lo que qui ere dec sus con dici ona mie ntos re ctpr oco s· la, reo·pro ocla ·
en soc ialid ade s más gen eral es, · . cl com o rela' -
fica n y vue lven sin diso lver se CIÓn hum ana fun dam 1 1
sep ara . ' el 1
al esta do de cole ctiv o pro- . l" . , en ta , a cwn e os org anis mos
man teni end o su pro pia socialiclad, me IVIduales ' el cam po prá ctic .
o con sus di men swn ·
po soci al en bue na par te está es de alte ri-
piam ente dich o. Cua lqu ier cam el a el en pro fun did ad la m t . l"d .
rado s de agru pam ient os que a ena I ad xno rgá ·
'nxc a com o ser- fuer a-
con stitu ido por con jun tos estr uctu el
el e-si' el hom bre en el o b"Jeto me
' .
y com o ser- f uera-cle-sí de
tico -ine rte, aun que una u otra ne
son siem pre a la vez pra xis y prác ! o mer . te en tant o qt exx. gen o. a en 1 1 b
tend er con stan tem ente a su , te 1om_ re, _en la uni dad
de esta s cara cter ístic as pue da fals ame nt , セ@
mit e dete rmi nar la rela ción de una rela ción
e reCiproc<L de mte nor ida d. Per
o
anu laci ón; sólo la exp erie ncia per
inte rior de un gru po prec iso
inte rna de las estr uctu ras en el
su dial écti ca inte rior . El co- artidlo LAal may oría seento habí a fusio nado セッョ@ los com unis tas en un nuev o
y com o un mom ento prec iso de P guno s elem s de la .
uen cia en nue stro s ejem plos a dere cha habí an sido pro-
.
' イョュッセ@ de
lect ivo apa rece rá, pue s, con frec cesados y otro s habí an erni r· d
a o. 7a• corn ente soci al-de móc
rata que era
trav és ele los gru pos vivos o mor
ibu ndo s de los que es estr uc- muy fuer te entr e los ッ「イ・セ@ vo @ 。 ャ セ una tend enci a, un exis. ' 'pero f ue-
se
ida en que el gru po se cons- ra de todo part ido . Por ·1 o, la sed soc¡a . 1
tura fun dam enta l. Per o en la med trab . d a, se volv ía el Part e 」ッョエイセ@
ido m·· ' e • corno mate riali dad
o que lo eng end ra y que lo ap ión con el gobi erno
titu ye com o neg ació n del cole ctiv .' tant o en relac
Hアセエ・@ quer ía mos trar que esa a lSmo habí a sido suprirn¡·da 'a u t on- .
el cole ctiv o reap arec e cua ndo grup aCló n no
sost iene , en la med ida en que tana men te, que • senc¡"Jia te se h bl . en
men a vana do de sus miem bros )'
óric as han neg ado al gru po . ¡ ·
con los socia lista s ernÍ rado a
un con jun to de circ uns tanc ias hist Ie 。」ャセョ@ セョ@ él enco ntra ban la unid ad
o dete rmi nac ión, pod emo s ende nte y lejan a gd s (9ue
rn?tena_l trasc no t"1ernpo una
com o emp resa sin liqu idar lo com ón petr ifica da d e su espeeranz su (hsp ers¡ó n y al rni<r •
s gru pos en los que la pasi - afln nac¡ a) 1os soci alist as unid os a 1
dist ingu ir, en últi mo extr emo , uno e . d ' para
omu n¡sta s (corno su ser pasa o, supe rado y -al 'men os para al os
nte (po r ejem plo, una muy gun os-
vida d tien de a des apa rece r tota lme insu pera ble) , y por fin • para los s1mpa t"
ᄀコ。ョエ・セ@ part ido, com o exi-
os mie mbr os vive n y luch an gen. . f"
lJa (su exig enci a inve rtida ) Oc una mteg raci ón prov i·1·0 1 o
sin
peq ueñ a "un ida d de com bate " cuy セャ」ヲエv。ュ・ョ@
⦅」エセN@
impo sible· y nmg . ,, na
cole ctiv os que han reab sorb ido uno de h
esos omb res igno raba lo que
junt os, sin sep arar se nun ca) y b· tivo prod ucía en 1
Bud ape st, ante s de la insu rrec - ese o Jeto colec os otro s.
a su gru po casi tota lme nte: en
433
432
precisamente, fuera de la relación humana de reciprocidad y ョゥカセャ@ puedo ョッセ。イN@ que su soledad no es un estatuto inerte ( 0
de la relación con el tercero, que en ellos mismos no son so- la Simple exten?r.Idad recíproca de los organismos) , sino que
ciales (aunque condicionen a toda socialidad en un sentido y de hecho está VIVIda en el proyecto de cada uno como su es-
que estén condicionados por Ia socialidad en su contenido his- tructu:a ョ・FB。セゥN@ O, si se;: quiere, la soledad del organismo
tórico) , la relación estructural del individuo con los otros in- como Imposibilidad de umrse con los Otros en una totalidad
dividuos se mantiene en sí misma perfectamente indetermina- ッセァ£ョゥ」。@ se;: _descubre a través de la soledad vivida como nega-
da en tanto que se ha definido el conjunto ele las circunstan- ción prov!Slonal por cada uno de las relaciones recíprocas
cias materiales sobre la base de las cuales se establece esta con los Otros. Este hombre no sólo está aislado por su cuerpo
relación, con la perspectiva del proceso histórico ele totaliza- en tanto gue tal,. sino por el hecho de que le vuelve la espal-
ción. En este sentido, la oposición "reciprocidad como rela- da al vecmo, qmen, por lo demás, posiblemente ni siquiera
ción de interioridad" y "soledad de los organismos como rela- lo ha notado (o que lo ha descubierto en su campo práctico
ción de exterioridad" que condiciona en lo abstracto a una como indi:'iduo general definido por la espera del autobús).
tensión, no caracterizada en las multiplicidades, sino que, por r:- esta actitud de セ・ュゥァョッイ。」@ tiene como condiciones prác-
el contrario, se encuentra superada y fundida en un nuevo ticas la pertenenoa real a otros grupos (es por la. mañana,
tipo de relación "externa-interna" por la acción del campo acaba de levantarse, de dejar su casa, está aún unido a sus
práctico-inerte que transforma a la contradicción en el medio hijos, que est;\.n enfermos, etc.; además va a una oficina, tiene
del Otro en serialidad. Para comprender el colectivo, hay que que presentar un informe a su superior, piensa en los términos
comprender que este objeto material realiza la unidad de ínter- cl_el infor:ne, habla para sí, etc.) y a su ser-en-la-inercia (es de-
penetración ele los individuos en tanto que seres-en-el-mundo- or, a su mterés) . Esta pluralidad de separaciones puede, pues,
fuera-ele-sí en la medida en que estructura sus relaciones ele expresarse de una determinada manera como lo negativo de
organismos prácticos según la nueva regla de la serie. la セョエ・ァイ。」ゥ￳@ de los individuos en grupos separados (y que
Hay que hacer que estas nociones se descubran con un estan separados en este momento y en este nivel) y, a través
ejemplo, el más superficial y cotidiano. Hay un grupo en la de eso, como lo negativo de los proyectos de cada uno en tanto
plaza de Saint-Germain; esperan el autobús en la parada, _de- que determinan el campo social sobre la base de condiciones
lante de la iglesia. Tomo aquí la palabra grupo en su sentido dadas. Pero, inversamente, si se encara la cuestión a partir de
neutro: se trata ele un conjunto ele personas que aún no sé si, los grupos, de los intereses, etc., esto es, de las estructuras socia-
como tal, es el resultado inerte ele actividades separadas o una les en tanto que expresan el régimen fundamental de la socie-
realidad común que ordena los actos ele cada uno, o una orga- dad (modo de producción, relaciones de producción, etc.) ,
nización convencional o contractual. Estas personas -ele edad, cada soleda_d se puede definir, por el contrario, a partir de las
ele sexo, ele clase, ele medio muy diferentes- realizan en la セオ・Zコウ@ desmtegradoras que ejerce el conjunto social sobre los
banalidad cotidiana la relación de soledad, de reciprocidad y mclivHluos (y que naturalmente son correlativas de fuerzas in-
y de unificación por el exterior (y de masificación por el teg_racloras _ele ャ。セ@ que vamos a hablar en seguida). O, si se
exterior) que, por ejemplo, caracteriza a los ciudadanos ele qmere, la m tens1dad ele soledad, como relación ele exteriori-
una gran ciudad en tanto que se encuentran reunidos, sin estar dad entre los miembros ele. un grupo provisional y contingente,
integrados por el trabajo, la lucha o cualquier otra actividad expresa el grado de masificación del conjunto social en tanto
en un grupo organizado que les sea común. En primer lugar, que se produce sobre la base ele condiciones dadas t. En este
en efecto, hay que ver que se trata de una pluralidad de sole- nivel, las soledades recíprocas como negación ele la reciproci-
dades: esas personas no se preocupan las unas por las otras, dad significan la integración de los individuos en la misma
no se dirigen la palabra, y en general ni se observan; existen 1 Cuando digo que lo expresa, entiendo que es de una manera
unas junto a otras al lado de una parada de ómnibus. En este puramente indicativa.

434 435
den ser 、・ヲゥョセ。ウ@ . com o una serv a com o neg ado : en efec to,
soc ieda d, y en ese sentido_ pue por la pra xis. de soled_ad le con
ada por la tota hza Cló n en cur- ctic a de los hom bre ent re los
det erm ina da man era (co nch cwn es la pur a Y sim ple exis tenc ia prá
⦅」ッセ@ イ・」ゥーッ、。セ@ en. el. sen o ram os com o rea lida d viv ida
so) de viv ir en inte ri?; ida d y non cla d: hom bre s. No solo no lo enc ont aun -
de lo social la neg acw n exte
non zac la de tod a mte
-ya 9ue cad a uno , セオョア・@ vue lva la esp ald a a los Otr os,
es par a sí", o, por el con tra- exis ten com o
"Na die ayu da a nad ie, cad a uno que iセョッイ・@ s_u. 」。ョエャセ、@ y su asp ecto , sab e que
Pro ust: ."T oda s las per son as r¡ue ¡ar ma par te-,
rio, en ]a sim patí a, com o escr ibió stro eJe mpl o la sole dad se セャオイ。ィ」、@ fmi ta e md ete rmi nad a de la con los Otr os,
nue l de cad a
esd n mu y solas". Fin alm ent e, en smo qt_te, fue ra de la rela ció n rea 1111 0
a él, par a é_l y par a los ッエイセウL@ el.
de las 」ッョィN⦅iエ。セ@ soli_tar ias en tan to que est<ín
vuelve par a cad a @ ッ セ オ y par
ァイセョ」ャ・ウ@ Ciudades. eセ@ rea hda d: セャ@ 」セョIオエッ@ lust óric a sup one en tod os los
pro duc to real y soCial ele las 」セョ、ゥャo。ウ@ por la tota hza Cló n
la pnm era par te, la cwd ad esta cid ad (la rec ipro cid ad tien e
com o ya he mo stra do en @ ウ  「 ッ N エ オ セ mve les una estr uct ura de rec ipro
del gru po, que esp era el te y la rea lida d m<ís inm e-
pre sen te par a cad a ュ⦅ゥ・セ「イッ@ アセ・@ ser la pos ibil idad más con stan
rte en el que hay un mo vim ien to iales más usu ales -ro pa, cor te
com o con jun to pdc uco -me cltata par a que los mod elos soc
los hom bre s y del con jun to- por te, etc .- sea n ado pta dos por
cad a uno -cl aro que
hac ia la inte rca mb iab ilid ad ele de ーセャッL@
ana com o exig enc ia, inst rum en- que cad a uno , al adv erti r alg ún
uten sili o; está ahí des de la mañ no solo eso hac e fal ta- y par a
de ella está n dad os los mil lon es apr esu rad ame nte y, si pue de,
tali dad , med io, etc. Y a través des ord en en su arreglo_ lo. r_epare
pre sen cia per fec tam ent e invisi- lo アセ・N@ sigm fica que la sole dad no arra
nca en el
ele per son as que son ella y cuya ウ・」イエ。ュセョZ@
dad pol iva len te (co n mil lon es o y que se real iza obj etiv ame n-
ble hac e de cad a per son a una sole cam po VIsual y pra ctic o del Otr vo
ro inte gra do de la ciu dad (el En este niv el, pod emo s enc ont
rar de nue
de caras) y a la vez un mie mb te en ・セ@ 」。ューセIN@ ra)
Par ís", etc. ). Aña dam os que s actu aba com o mas ific ado
"vie jo par isin o", el "pa risi no de a la mis ma SOCiedad (qu e ante
a ind ivid uo con duc tas de sole- erte sirv e de med io con duc tor de
el mo do de vid a susc ita en cad en tan to que su ser prá ctic o-in
r de su casa, leer en el aut o- por que esos hom bre s sep arad os
dad (co mp rar el per iód ico al sali las reci pro cida des ind ivid uale s,
trabajos par a pas ar de uno a está n tod os sop orta dos por una
bús , etc.) que mu cha s veces son fo:m an un gru po en tan to que
ilia r a la vid a púb lica ele la con tra los coches que cru zan la
otro gru po (de la inti mid ad fam to. En tan to que tal, ade- 1msma ver eda que los pro tege
yec dos en la mis ma par ada , etc.
ofic ina ). La sole dad es, pues, pro plaz a, en tan to que está n agr upa
uos en tal mo men to: aislarse par a ・ウセッ@ ind ivid uos form an un gru po por
que tien en
más , es rela tiva a tales ind ivid Y so_bre エセ、ッL@
cole ctiv idad nac ion al y fina l- tan to que , sep arad os com o in-
leer el per iód ico es util izar a la u?. mte res com_un, es dec ir, en ext erio r
bre s vivos en tan to que se vive ún y les une des de el
men te a la tota lida d de los hom div idu os org ámc os, les es com os son
todos, par a sep arar se de las cien o-in erte . Tod os o casi tod
ent re ellos y que se dep end e de una estr uct ura de su ser prá ctic ario
izan el mis mo med io de tran s- emp lead os, usu ario s hab itua les
de la líne a, con oce n el hor
per son as que esp era n y que util ウッャ・、セ」@ esp era n el
ánic a, sole dad ウオヲイゥ、セL@ de_l aut obú s y su frec uen cia,
y en con sec uen cia
por te en com ún. Sol eda d org del m- Est e
com o esta tuto sou al siete y cua ren ta y nue ve.
viv ida, sole dad -co ndu cta, sole dad dici ona n- mzs mo coche: el aut obú s de las (ave -
d de los gru pos con inte rés セ」エオ。ャ@ en tan to que dep end en de él
div idu o, sole dad com o ext erio rida o rec ipro cid ad obj eto es ウエセ@ que
do la ext erio rida d de los ind ivid
uos , sole dad com
esas イセ。ウL@ dete ncw nes , 。」cャ、セョエ・ウIN@ Per o este inte rés actu al -ya
mas as: tod as
de aisl ami ento en una soc ieda d
crea dor a de duc e a estr uctu ras más amp lias
tran a la vez en el Vtven todos en el bar no- con
figu ras y tod as esas oposicione
s se enc uen era l: mej ora de los tran spo r-
el @ ッ エ セ ・ ュ ャ ウ ゥ 。 es un y más pro fun das de su inte rés gen
peq ueñ o gru po con side rad o, en
tan to que de las .tarifas, etc. El aut obú s
del hom bre en med10 de una tes en com ún, man ten imi ent o
com por tam ien to hist óric o y soci al su inte rés de ind ivid uos que
esp erad o los reú ne como sien do
reu nió n de hom bre s. en la oril la der ech a 't-, per o ya,
esta mañ ana tien en que hac er
1
de rec ipro cid ad se ュセョᆳ
Per o al mis mo tiem po, la rela ción
re sus mie mb ros , la negaCiÓn
tien e en la reu nió n mis ma y ent 1 • Del Sena , en Parí s. N. del T.

436 437
de P.rácticas .defin idas) es ュ。セゥヲ・ウエッ@ y cuan do la
és de usuarios; en el セ。イ」ッ@
en tanto que autob ús de las 7 y 49, es su inter isame nte en relac zón con este interés.
paso se encu entra plura lidad se dehn e preC
todo se temp orali za: el indiv iduo que está de E? este .momento, en efecto, poco imposocia rta que los viaje ros se
en los cinco o diez les: en tanto que
con que es habit ante (es decir , recon ocido 、Qヲ[イ・ョセ@ por carac teres 「ゥッセ￳ァ」ウ@ o
o tiemp o, se carac teriza son idént icos co-
años prece dente s) , y el coche , al mism estan umdo s por una gene ralid ad abstr acta,
(en realid ad, es, en efecto, el ad práct ico·
por su retor no diari o, etern o
a) . El objet o セッ@ individu.os separ ados. La ident idad es la unid
m,ism o, con el mism o cond uctor y el mism o guard se deter mina en el
encia iner- mert e que t1ene que llega r en tanto que
toma una estru ctura que desb orda de su pura exist despr ovista · de senti do. y
os que lo mom ento actua l como separ ación
enir y de un pasad o pasiv que podr ían servi r en una
te, está provi sto de tal porv desti no. como todos los carac teres vivid os
a) de su esta deter mi-
prese ntan a los viaje ros como una parte (ín[im difer encia ción de inter iorid ad qued an fuera de
en que el autob ús desig na a uno con el Otro es allí su unid ad
Sin emba rgo, en la medi da nació n, la ident idad de cada
iabil idad: n. Cada uno
los viaje ros prese ntes, los const ituye en su inter camb como ser-otro, y aquí es ahora su alter idad comú
el conju nto Otro distin to de
en efect o, cada uno de ellos está prod ucido por es el mism o que los Otro s en tanto que es
socia l como unid o a sus vecin os en tanto que
es rigur osam ente
sí ュゥセ_N@ Y la ゥセ・ョエ、。@ como alteri dad es la sepam ción de
decir , el de realiz ar por
idént ico a ellos; con otras palab ras, su ser-fu
era (es exten onda d, o, s1 se prefi ere, la impo sibili dad
) es único en que tiene que llega r, en
inter és que tiene n como usuar ios de la línea rica
los cuerp os la. unid ad trasc ende nte
no en tanto que idad irrac ional
tanto que abstr acció n pura e indiv idual , y tanto que se s1ente como neces
l.

sínte sis difer encia da, es una simp le ident idad


que desig na al Es ーセ・」ゥウ。ュョエ@ en este nivel dond e el objet o mate rial va
viaje ro como gene ralid ad abstr acta por una pmxi s defin ida
a. deter mma .r ・セ@ ?rde n seria l . 」ッュセ@ razón social de la separ a-
rse, dar los bolet os) en el des- CIÓn de los md1v1duos . La ex1ge ne1a práct ico-in erte llega aquí
(hace r seña, subir , ir a senta Pero adem ás de
ia y sinté tica (la empr esa que une de la rarez a: no hay basta nte sitio para todos.
arrol lo de una praxi s ampl ora- fund amen tal del
uctor y al guar da en esta temp que la rarez a como relac ión conti ngen te pero
todas las maña nas al cond a o de toda la
travé s de París marc
lizac ión que es un deter mina do traye cto a homb re con la Natu ralez a se mant iene como
rienc ia, el aspec to de la inerc ia
una hora deter mina da). En ese mom ento de
la expe expe rienc ia, esta rarez a parti cular es un
fuera de sí en un objet o que tiene cuale squie ra que sean las dema ndas, el objet o sigue
grup o tiene su ser-ú nico セ。エ・イゥャZ@
deter mina do por lo que es; no hay, pues, que creer que la
que llega r, y cada indiv iduo en tanto que s1e?do ー。ウゥカュセョエ・@
espec ial y di-
uno de los otros sino ariam ente una rarez a
el inter és comú n no se difer encia de cada ex1gene1a mate nal sea neces
ctura s prác-
ismo . Y ya, si se carac te- : ya verem os otras estru
por la simp le mate rialid ad del organ イZ」エセュ・ョ@ expe rime ntada
d
riza en su temp orali zació n como la esper a de su ser en tanto エャcoᄋNョセイ・ウ@ del objet o como ser indiv iduad o de la gener alida
comú n que do este ejem-
que es el ser de todos, la unid ad abstr acta del ser cond1c10nando a otras relac iones seriales. He elegi
en relac ión con rarez a parti cu-
t1ene que llega r se mani fiesta como ser-ot1·o plo por su simp licida d, y nada más. Lueg o la
ere, que exis- la canti dad de sitios)
el organ ismo que es perso nalm ente (o si se prefi lar (cant idad de homb res en relac ión con
icto, ya sólo es el nte, sin 1J1"ác tica parti cular ,
te). Este mom ento no pued e ser el del confl 、・ウゥァョセイ■。@ a cada uno como sobra
por el mism o
simp leme nte, el estad io es dee1r, que el Otro sería el rival del Otro
de la recip rocid ad, en él hay que ver, a reali- contr adicc ión.
abstr acto de la ident idad. En tanto que tiene n la mism hech o de su ident idad; la separ ación se volve ría
o para en efecto, cada
dad objet iva en el porv enir (aún un minu to, el mism Pero salvo en los casos de pánic o, en los que,
en la esqu ina del bulev ar) , la se-
todos •. Y el 」セィ・@ apare cerá
evi- del proces o entero ,
tanto que En verda d, si se vuelve n a hacer las etapas
para :lón no ¡usti ficab le de esos organ ismo s (en mina
1
racion al. Pero ocurre que el confli cto de la interc am-
se deter ーセ{・」エ。ュョ@
denCia. otra_s cond icion es y otra regió n de ser)
・セ@
(como j1raxis única y vivida ) se tiene que
b!a?lh dad y 、セ@ la existe ncia
como セ・ョエ、。N@ Hay ident idad cuan do el inter és comú n (com o VIVIr en un nivel determ inado como absur· do escand aloso.
ad de un objet o
deter nuna ClÓn de la gene ralid ad por la unid
439
438
uno lucha contra sí mismo en el Otro, en la locura giratoria son Otros distintos ele sí mismos, es decir, en tanto que no
de una unidad abstracta y de una singularida d concreta pero poseen en sí mismos la Razón de su número de orden. Si estoy
impensable , la relac_ión セ・@ reciprocida d, アオセ@ nace y イ[ョ。⦅」セ@ en detrás ele mi vecino, puede que sea porque él no ha compra-
la exteriorida d ele Identidad, establece la mtercambta bJhclacl do_ el diario セウエ。@ mañana, o porque yo me he entretenido en
como imposibilid ad de decidir a priori cuál es el sobrante, y m1 casa. Y s1 tenemos los números 9 y 10, depende de nos-
suscita una práctica cualquiera cuyo único fin es evitar con otros y ele todos los Otros, los de delante y los de detrás.
una orden los conflictos o lo arbitrario. Los viajeros, mientras A partir de aquí, podemos asir nuestras relaciones con el
esperan el autobús, han t_omacl? Zエセウ@ números セ・N@ orden. Lo que objeto en su complejida d. Por una parte, en efecto, hemos
sirrnifica que aceptan la tmpostbtlzd ad de deczdzr los sobmntes seguido siendo individuos generales (claro que en tanto que
ェjセイ@ las cualidades intrínsecas del individuo; dicho de otra formamos parte ele esa reunión ele gente). Luego la unidad
manera, que se mantienen en el terreno del interés común y de la reunión de viajeros se encuentra en el coche que espera,
de la identidad de separación como negación desprovista ele es este coche como simple posibilidad ele transporte (no de
sentido; positivamen te, esto quiere decir que tratan de dife- todos, porque nada tenemos que hacer juntos, sino de cada
renciar a cada Otro ele los Otros sin añadir nada a su carácter uno). Existe, pues, en la reunión, en apariencia y como pri-
de Otro como única determinac ión social ele su existencia; mera abstracción , una estructura ele universalid ad; en efecto,
luego la unidad serial como interés común se impone como cada uno es idéntico al Otro en tanto que espera como él.
exigencia y destruye toda oposición. Sin duela que el número Sin embargo, sus esperas no son un hecho común, en tanto
ele orden se refiere a una determinac ión del tiempo. Pero pre- que están vividas separadame nte como ejemplares idénticos ele
cisamente porque es cualquiera; el tiempo considerado no es una misma espera. Según este punto de vista, el grupo no está
una temporaliza ción pdctica, sino el medio homogéneo de la estructurad o, es una reunión y el número de individuos se
repetición: cada uno -al tomar el número de orden cuando mantiene contingente ; lo que significa que una cantidad dife-
llega- hace lo que hace el Otro; realiza una exigencia prácti- rente y cualquiera era posible (en la estricta medida en que
co-inerte del conjunto; y como los individuos tienen distintas se considera a las personas como partículas cualesquier a y en
ocupacione s y van a cumplir objetivos separados, el hecho ele las que la conjunción no es el efecto de ningún proceso dia-
haber llegado el primero no confiere ninguna característica léctico común). La conceptuali zación tendrá lugar en este ni-
pm·ticular, sino sólo el poder ele subir el primero en el auto- vel, es decir, que el concepto se establece sobre la apariencia
bús. En efecto, las justificacion es materiales ele este orden sólo molecular de los organismos y sobre la unidad trascendent e
tienen sentido después: llegar el primero no confiere un mé- del grupo (el interés común) .
rito; haber esperado m<ís tiempo no confiere derecho alguno Pero esta generalidad como homogeneid ad flúida ele la
(en efecto, se podrían concebir unas clasificacion es más justas: reunión (en tanto que su unidad est<Í fuera ele él) sólo es una
para un muchacho, esperar no es nada, pero para una anciana apariencia abstracta, ya que en realidad está constituida en
es cansador. Por lo demás, los mutilados ele guerra en todos su multiplicid ad por su unidad trascendent e como multipli-
los casos pasan primero, etc.). La transformac ión auténtica y cidad estructurad a. En efecto, en el concepto cada uno es el
capital es que la alteridad en tanto que tal, es decir,_ pura, ya mismo que los Otros en tanto que es él mismo. En la serie,
no es ni la simple relación con la unidad común, nz la iden- por el· contrario, cada uno se vuelve él mismo (como Otro
tidad giratoria ele los organismos : se vuelve, como ordenación, distinto de s{ mismo) en tanto que. es otro distinto ele los
principio negativo ele unión y ele determinac ión ele la suerte Otros, es decir, igualmente, en tanto que los Otros son otros
ele cada uno como Otro por cada Otro en tanto que Otro. En distintos de él. De la serie no se puede formar ningún con-
efecto, mucho me importa tener el número diez en el orden cepto, ya que cada miembro pertenece a ella por su lugar en
y no el veinte. Pero soy décimo por los O tras en tanto que el orden, luego por su alteridad en tanto que está presentada

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como irreductible . Es lo que se puede ver, en aritmética, por parte, no se la podría volver a la reciprocida d, ya que en el
la simple consideraci ón de la cantidad, como concepto y como ejemplo considerado , el movimiento serial excluye la relación
entidad serial. Todos los números enteros pueden ser el objeto recíproca: cada uno es la Razón del Ser-Otro del Otro en tanto
del mismo concepto, en tanto que todos ofrecen las mismas que su razón de ser es Otro; en cierto sentido, encontramo s
característic as; particularm ente, todos los números enteros pue- la exterioridad material, lo que no puede extrañar, ya que la
den ser representad os por el símbolo n + l (admitiend o que materialida d inorganizad a ha decidido por la serie. Pero por
n = O cuando se trata de la unidad) . Pero pTecisamen te jJm· otra parte, en tanto que el orden ha sido producido jJo1· una
eso, la serie aritmética ele los números enteros, en tanto que jJTáctica y que esta práctica incluía en ella a la reciprocida d,
están todos constituido s por la adición de una unidad al nú- contiene una Tea[ inteTÍOTÍdad: porque es en su se?" real y como
mero precedente, es una realidad práctica y material, consti- parte integrante de una totalidad que se ha totali:zado ヲオ・イセ@
tuida por una serie infinita de entidades incomparab les, y la como cada uno es dependient e del Otro en su realidad. O, Sl
originalida d de cada una va de lo que es a la que la precede se prefiere, la reciprocida d en el medio de la identidad se
en la serie, de lo que ésta es a la que la ha precedido. En el vuelve falsa reciprocida d de relaciones: lo que a es a b (la
caso de los números de orden, también la alteridad cambia de razón de ser otra distinta de su ser) , b lo es a e, b y la serie
significació n; se manifiesta en el concepto como común a todos entera lo son a a. Por esta oposición del Otro y del mismo
y designa a cada uno como molécula idéntica a todas las otras; en el medio del Otro, la alteridad se vuelve esta estructura
pero en la serie se vuelve regla ele diferenciac ión. Y sea cual paradójica: la identidad de cada uno con cada uno como
sea el procedimie nto adoptado para ordenar, la serialidad pro- acción de identidad serial de cada uno sobre el Otro. Como
viene de la materia práctico-ine rte, es decir, del porvenir como consecuenci a, la identidad (como simple absurdo de la disper-
conjunto de posibilidad es inertes y todas equivalente s (equiva- sión no significante ) se vuelve sintética: cada uno es idéntico
lentes, aquí, porque no están dados los medios de prever): la al Otro en tanto que está hecho, por los Otros. Otro actuando
posibilidad de que haya un lugar, de que haya dos, de que sobre los Otros; la estructura formal y universal de alteridad
haya tres, etc. Estas posibilidad es rígidas son la materia inor- hará la Razón de la serie.
gánica misma en tanto que es no-adaptab ilidad. Mantienen su En el caso formal, estrictamen te pTáctico y limitado que
rigidez al pasar al orden serial de los organismos separados: en hemos considerado , la adopción del modo serial es una sim-
efecto, en tanto que hay número de orden, se vuelven para ple comodidad sin influencia particular sobre los individuos.
cada uno un conjunto de posibilidad es que le son propias (en- Pero este ejemplo elemental ha tenido la ventaja de señalarnos
contrará un sitio si pueden subir en el autobús diez o más de la aparición de nuevos caracteres práctico-ine rtes: en sui"?a,
diez personas; no encontrará sitio si sólo pueden subir nueve, descubrimo s con este ejemplo dos caracteres de la 1·eunzón
pero será el primero en el autobús siguiente). Y son esas posi- humana no activa; aquí, la unidad visible, en ese tiempo de la
bilidades, y sólo ésas, las que, en el seno del grupo, constitu- reunión (esta realidad totalizada que hacen pam aquellos que
yen el contenido real de su alteridad. Sólo que aquí tenemos los miran desde alguna ventana o desde la acera de enfrente),
que señalar cómo esta alteridad constitutiv a depende necesa- no es sino una apan"encia; su origen es, para cada testigo des-
riamente de todos los Otros en tanto que es diferente de cubridor de esta totalidad, la jJmxis integradora en tanto que
ellos 1. Además, esta alteridad en tanto que principio de orde- es organizació n perpetua ele s:l
campo 、ゥ。ャ←セエ」ッ@ y, en la obje-
nación se produce naturalmen te como una unión. Ahora bien, tividad pdctico-ine rte, la オセiᅮ@ general e merte ele セッN」ャ。@ las
personas de un campo restn!1g1do por toda la @ 、 イ 。 セ ャ ゥ ウ ョ ・ エ オ
esta unión de los hombres entre ellos es de un tipo entera-
en tanto que ウッ」セャ@ -es N、・ッセL@ en tanto qu; セオ@ matenahda d
mente nuevo en relación con las que hemos visto: por una al rcg1men en el mo-
inerte y de utensdw remite hnalmente
1 En tanto que es el mismo, es simple y formalmente otro. vimiento ィゥウエ￳イ」セMN@ unida a su verdadero ser-fuera-de-ellas en

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セャゥウー・イ￳ョL@ posee, en una reunión ele los hombres por el ob-
un determinado objeto práctico que ele ョゥァオセ@ manera es Jeto, una estructura fundamental completament e diferente que
• 1. lo sino por el contrario, un ser matenal que pro- ウセー・イ。@ por el orden serial al conflicto de lo exterior y lo inte-
un szmuo , , · 1 1 · ·
duce en él su unidad y se la impone a u-aves e e as ーイ。」セQウ@ nor. En el marco ele esta actividad-inst itución (ya veremos el
· ·t ele! campo práctico-inerte . En una palabra, la umdacl sentido exacto de estos términos) que representa en París la
Inei es
visible de una reunión es un resultado proc1uo·d o en pare t R.A.T.P. ':o, esa pequeña reunión que se forma poco a poco en
por factores accidentales (accidentales en ・ウセ@ nivel ele la ・セM la parada, y, según parece, por simple suma, había 1·eciúiclo ya

peiJen 1, c ·a y que volverán a encontrar su umdad en un movi- su estructura social: la producía por adelantado como estructu-
.
miento mús amplio de totalización), en parte por la umclacl ra ele un grupo cualquiera el distribuidor de números ele orden
1·eal pero trascendente de un objeto práctico-inerte _ en tanto que hay en la parada; cada individuo la realiza para sí y la
qu e esta unidad en el desarrollo ele un proceso onentaclo se confirma para los Otros a través de su propia praxis individual
produce 」ッセQP@ la オョゥ、セ@ ⦅イセ。ャ@ y maten· al ele_ l os iセ@ · el'l.VIC · I u os ・セ@ l y de sus propios fines: lo que significa, no que contribuya a
una cletenmnacla multlphodacl que ella misma hmlta y defi- crear un grupo activo determinando libremente el fin, los me-
ne. Ya he dicho que esta unidad no es simbólica; ahora se ve dios, la diferenciación ele las tareas con otros individuos, sino
la razón ele ello: es que no tiene que simbolizar nada, ya que que actualiza a su ser-fuera-de-sí como realidad común ele va-
es ella la unidad de todos; y si, a veces, se tuviera アNセエ・@ e_ncon- rios y que está ya} que le espera, por una práctica inerte,
trar (en circunstancias muy ー。セエゥ」オャイウ@ una イ・ャ。ッセョ@ s¡mb?- denotada por la instrumentalic lacl, cuyo sentido es integrarle
lica entre la reunión como conJunto VISible de ー。イエャ」オセウ@ ?¡s- en una multiplicidad ordenada asign;índole un lugar ・セ@ una
cretas (donde se da con forma visible) y su unidad ッ「jセエゥカ。L@ serialidacl prefabricada. En este sentido, la indiferenciació n ele
sería la pequeña multitud visible ャセ@ que ーセイ@ _su ーイ・ウョセi。@ イセᆳ los seres-fuera-ele-sí en la unidad pasiva ele un objeto, se pro-
unida se volvería símbolo de la umclad practica de su mteres duce entre ellos como orden serial, a título de separación-uni -
y de todo otro objeto que se produjera como _su セ■ョエ・ウゥ@ inerte. dad en el medio pdctico-inerte del Otro. O, si se prefiere, hay
En cuanto a esta unidad misma, como práctico-merte , se pue- una relación objetiva y fundamental entre la unidad colectiva
de dar en los individuos a través ele una praxis más vasta de como trascendente yendo a la reunión del porvenir (y del
la que son los medios inertes, los fines o los objetos .o セッM、@ pasado) y la serialidad como actualización pdctico-inerte por
al mismo tiempo, que constituye el v:rdadero campo smtetiCO cada individuo éle una relación con los Otros en tanto que
ele su reunión y que les crea en el ッ「jセエ@ con セオNウ@ nuevas ャセケ・ウ@ esta relación le determina en su ser y ya lo espera. La cosa
de multiplicidad unificada. Esta praxzs los. umhca produoen- como ser común produce la clasificación en serie como su pro-
clo el objeto en que ya están inscritos, en que las formas están pio ser-fuera-de-sí práctico-inerte en la pluralidad de los orga-
determinadas negativamente y es ella -en tanto que ya es nismos prácticos; cada individuo se realiza fuera de sí en la
otra (afectada por toda la inercia de la materia)- la que los unidad objetiva de la interpenetraci ón en tanto que se consti-
produce en común en la unidad otra. tuye en la reunión como elemento objetivo de una serie. O tam-
La otra observación que se puede hacer es que la aparente bién, como veremos mejor, cualquiera que sea la serie, y en
ausencia de estructura de la reunión (o sus aparentes estruc- cualquier caso, se constituye a partir de la unidad-objeto , e,
turas) no corresponde a la realic!ad objetiva; aun セオ。ョ、ッ@ to- inversamente, el individuo realiza práctica y teóricamente su
das se ignorasen y llevasen al lími_te su 」ッョ、オセ。@ ウッセャ@ de sole- pertenencia al ser común en el medio serial y a través de los
dad, la unidad pasiva de la reumón en el _セj・エッ@ exige y pro- comportamien tos seriales. Hay conductas seriales, hay senti-
duce una estructura ordinal de la multiphodad de los orga- mientos y pensamientos seriales; dicho de otra manera, la serie
nismos. Dicho de otra manera, lo que se presenta a la percep-
ción como una especie de totalidad organiza;la (hombres que " Corporación de Transportes de París. N. del T.
están juntos, los unos con los otros y que esperan) o como
445
444
l es un modo de ser de los individuos, los unos en relación con cada uno con el Otro y todos los Otros nunca est;i dada en
los otms y en relación con el se1· común, y ese modo de ser les セ@← y en el Otro ・セ@ una relación' auté_ntica _basada en la recipro-
metamorfosea en todas sus estructuras. En este sentido, se pue- cidad, en la med1da en que esta umdad tnteri01· de todos est;í.
de distinguir a la praxis serial (como praxis del individuo en Nセゥ・ューイ@ y en cada uno en todos los Otros en tanto que son
tanto que es miembro de la serie y como praxis de la serie ッセイウL@ y nunca en él ウ。ャカセ@ para _los Otros, en tanto que es otro
total o totalizada a través de los individuos) ele la praxis co- d1stmto de ellos, esta umdad szempre presente jJe1·o que siem-
mún (acción de grupo) y de la pmxis constituyente indivi- pre está en otm lugaT se vuelve interioridad vivida en el
dual. Y se descubrirá, inversamente, en toda praxis no serial medio de la exterioridad: ya no tiene ninguna relación con la
a una praxis serial como estructura práctico-inerte de esta molecularidad, es una unidad, pero es la unidad de una fuga;
praxis en tanto que es social. Y como hay una lógica de la podrá comprenderse si se piensa que en un grupo activo, con-
capa práctico-inerte, también hay estructuras propias del pen- tractual y diferenciado, se puede considerar a cada uno a la vez
samiento que se produce en este nivel social de actividad, y, si como_ subordinado al todo y como esencial, como presencia
se prefiere, hay una racionalidad de los comportamientos teó- práctica del todo aquí, en su propia acción particular. Por el
ricos y prácticos del agente en tanto que miembros de una serie. contrario, en el lazo de alteridad, el todo es totalización de fuga,
En fin, en la medida en que la seTie representa el empleo de la el Ser como realidad material es la serie totalizada de no-ser, es
alteridad como lazo entre los hombres bajo la acción pasiva del lo que cada uno hace que se vuelva el otro, como su pareja,
objeto, y como esta acción pasiva. 、・ヲゥセ@ al tipo general. de fuera de alcance, sin acción directa sobre él y por su simple
alteridad que sirve de lazo, la altendad fmalmente es el o_b]eto transformación propia bajo la acción de Otro. La alteridad co-
práctico-inerte mismo en tanto que se produce en medw de mo una unidad de las identidades siempre está necesariamente
la multiplicidad con sus exigencias particulares. En efecto, eu otra parte. En atm pm·te· sólo está Otro, siempre otro distin-
cada Otro es Otro distinto de sí mismo y de los Otros en tanto to de sí, y que, cuando es pensado por el pensamiento idealista
que sus relaciones lo constituyen y constituyen a los セエイ。ウ@ d_e ャッセ@ セエイッウ@ セM」。ャ・ウL@ par_ece que les engendra por fisipariclad [scis-
según una regla objetiva, práctica e inerte de la altendad szjJante] lógica, es clenr, que produce a los Otros como momen-
(como particularización formal ele esta alteridad). Así esta tos indefinidos ele una alteridad (cuando lo que se produce es
regla -o Razón de la serie- es común en todos en la medida exactamente lo inverso). ¿Habremos ele decir que esta razón se-
en que se hacc:n diferentes. J?!go 」セュョ@ y no iclén エゥ」セZ@ en rial hipostasiacla sólo es el simple remitir al objeto práctico-
efecto, la identidad es separacwn, mientras que la Razon de inerte como unidad que está fuera ele sí ele los individuos? No,
la serie es esquema dinámico de determinación de cada uno ya que por el contrario lo engendra como cierta interiorización
para todos y de todos en cada uno. El Otro, como Razón de práctica del ser-fuera por la multiplicidad. ¿Pero entonces hay
la serie y como factor en cada caso ele alteridad particular, se que hacer una Idea de ello, es decir, una níbrica ideal? Seguro
vuelve, pues, m;ís allú de su estructura ele identidad y de su que no: el judío (en tanto que unidad serial interior ele las mul-
estructura de alteridad, un ser común a todos (como inter- tiplicidades judías), el colono, el militar ele carrera, etc., no son
cambiabilidacl negada y conservada). Er¡ este nivel,. por encima ideas, ni tampoco el militante, o como veremos, el pequeiio-bur-
del concepto y de la regla, el Otro soy yo en cualquiera Otro, gués, el trabajador manual. El error teórico (pero no pdctico,
y cualquiera Otr? en mí y cacl_a uno 」セュッ@ Otro en セッ」ャ⦅@ los ya que la jJraxis los ha constituido realmente en la alteridad) ha
Otros; para termwar, es la Umdad pasiva ele la multipliCidad sido concebir a esos seres como conceptos, cuando ante todo
en tanto que existe en ella misma, es la reinteriorización por son -como base fundamental ele relaciones extremadamente
el conjunto humano ele la exterioridad, es el ser-uno ele los complejas- unidades seriales. En realidad, el ser-judío ele cada
organismos en tanto que corresponc!e a la unidad ・ャセ@ su ser judío en una sociedad hostil que los persigue, los insulta, y
en sí en el objeto; pero en la medida en que la umclad de a veces se abre a ellos para rechazarlos en seguida, no puede

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ser la ímica relación de cada israelita con .la sociedad antise-
mita y racista _que lo rodea; esta. セ・ャ。」￳ョ@ en エセョ_@ que es vivi- como estructura pi_-áctico-inerte cuya exterioridad sellada que-
da por cada israelita en su relacwn セィイ・」エ。@ o mchrecta con los da ,clevelada como Interioridad de relaciones reales. A partir ele
otros judíos y en tanto que le constituye por ellos como Otro alu Y en セQ@ marco de la exigencia como objetividad que se tiene
y le pone en peligr? en y ーセイ@ .los Otros .. En, la medida en que que realizar, la pluralidad se vuelve unidad, la alteridad se
para el judío consciente y lucido su ser-Juclw (que es su esta- vu,elve ・ウーッゥセエ。ョA」ャ@ de mí mismo en el Otro y de todos en
tu Lo para los no-judíos) está interiorizado como su responsabi- mi es la reoprondad. セ・@ las fugas (com? seudo reciprocidad)
litlacl en relación con los otros judíos y su ser-en-peligro, alléí, la que se. vuelve relacwn humana de reoprocidad. Hemos evo-
por tal posible imprudencia provocada por Otros que no son 」セ、ッ@ el eJemplo simple y sin alcance de los pasajeros del auto-
nada para él, con los que nada puede hacer y que cada uno bus セ￳ャッ@ para mostrar la estructura serial como el ser de las
es él mismo como Otros (en tanto que los hace existir a pesar reunwnes m<is cotidianas y más banales; en efecto, esta estruc-
ele él), el judío, lejos ele ser el tipo común de cada ejemplar tura, 」ッセ@ constitución fundamental de la sociedad, tiende a
separado, representa por el contrario el perpetuo se¡·.¡uera-de- ser 、・ウ⦅セQ。@ por los sociólogos. Los marxistas la conocen, pero
sí-cn-el-otro de los miembros de ese grupo práctico-inerte (lo 。ーセョウ@ SI hablan de ella y en general prefieren atribuir las
nombro en tanto que existe en el interior de las sociedades de 」ャゥlオAエ。、Nセウ@ que .encuentran en su pmxis ele emancipación y
mayoría no judía y en tanto que cada niño -aunque después ele_. ag.1tacwn a 」ゥ・イセ。ウ@ fu.erzas 」ッセ・イエ。ャウ@ más bien que a la
lo reivindique en el orgullo y con una pdctica concertada- seuahdacl com?, res1stenna matenal de las reuniones y ele las
primero tiene que sufrir su estatuto). Ocurre así, por ejemplo, masas a la accwn ele los grupos (e incluso a la acción de los
que en una sociedad en crisis ele antisemitismo y que em- factores pdctico-inertes). })ero si queremos abrazar, aunque
pieza a reprochar a sus miembros judíos "que acaparen todos sólo se: con オョセ@ ojeada, al mundo de la serialiclad, si quere-
los puestos superiores", a cada médico, o profesor, o banquero セッウ@ senalar la Impor.tancia de sus estructuras y de sus prác-
judío, el otro banquero, el otro médico o el otro profesor le ticas M・セ@ t.anto gue Lmalmente constituyen el fundamento ele
constituirá como sobrante (e inversamente). Por lo demás, se toda sooahdad, Incluso ele la que quiere recuperar al hombre
comprende la necesidad de que sea así: la alteridad como inte- ウッ「セ・@ el Otro por la organización de la praxis- hay que dejar
riorizaciém para cada uno de su ser-fuera-de-sí-común en el ob- el eJempl.o elegido y considerar los hechos en el terreno en que
jeto unificador no puede ser aprehendida como unidad de to- 1 esta セ・。i」ャ@ ・ャセョNエ。@ eleve la a la. experiencia su カセイ」ャ。・@
dos sino con la forma de ser-fuera-de-sí-común-en-el-otro. Es
1
ョ。エセイャ・コ@ Y su ehcana. Llamo colectzvo a la relación con doble
que, en efecto, la totalización como forma organizada de las ウ・ョエゥセッ@ N・ャセ@ un objeto material, inorg<ínico y trabajado con una
relaciones sociales supone (en lo abstracto y como límite, claro
1 ュオャエゥーィョNセ。」@ アセ・@ encuentra en él su unidad ele exterioridad.
est<í) una tJraxis sintética original cuyo fin es la proclucciém eウエセ@ イ・ャセョッ@ dehne a un objeto セ。」ゥャ[@ tiene dos sentidos (falsa
humana de la unidad como su objetivación en y por los hom- recJpr?ci.dad) P?rque puede asu al objeto inorg<ínico como
bres. Esta totalización -que describiremos más adelante- les ュ。エ・ョィ」ャセ@ ro1da P?r una fuga serial de igual modo que
llega a los hombres por ellos mismos. Pero la totalidad de la 1 a la plurahc!acl t?tahzacla como materialidad fuera de sí en
reunión sólo es la acción pasiva ele un objeto pdctico-inerte 1 エ。ョセ@ que ・クゥァセョ。@ comú!"l en el objeto; e, inversamente, puedo
sobre una dispersión. La limitación ele la reunión a esos indi- subu ele la オセi、。」ャ@ matenal como exterioridad a la fuga serial
viduos no es sino una negación accidental (ya que, por prin- com? clete;mmante ・ャセ@ los comportamientos que señalar<ín el
cipio, en tanto que identidades su número no es definido) y la ュ・、セッ@ social y matenal del sello original ele la serialiclacl 0
transformación en totalidad nunca es el fin de una tJraxis, se ー。ゥセエオ@ ele Qセ@ u.nicl.acl serial y definir la reacciones ele ésta (como
descubre en tanto que las relaciones de los hombres est<Ín regi- umcl,acl practiC?·merte de una multiplicidad) sobre el objeto
das por relaciones ele objeto, es decir, en tanto que les llegan comun (es deor, las transformaciones que operan en el obje-
to) . Según este punto de vista, se puede considerar, en efecto,
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la falsa reciproc idad entre el objeto común y la multipli cidad
posibilid ad de una brusca pmxis unitaria (el alboroto ) está
totalizad a como una intercam biabilid ad de dos estatutos ma-
teriales en el campo práctico -inerte; pero al mismo tiempo hay el; dada セョ。N@ manera inmedia ta. Por el contrari o, existen obje-
tos practico -menes de estructu ra perfecta mente definida que
que consider arlo ⦅」ッセ@ una エ[。ゥセウヲッ⦅イュ」￳ョ@ en curso de cada 」ッョウエゥセオケ・L@ en la multipli cidad indefini da de los hombres (de
una de las matenah dades practico -mertes por el Otro. Desde
una oudad, de una naoón, del globo) , una determin ada plu-
ahora, en todo caso, podemo s aclarar el sentido de la estruc-
ralidad como reunión indirecta . Y definiré a estas reunione s
tura serial y de la posibilid ad de aplicar este conocim iento
por la ausencia : entiendo con esto no tanto la distancia abso-
al estudio de la inteligib ilidad dialéctic a de lo social.
luta (en una sociedad dada, en un moment o dado de su des-
Para concebir la raéional idad de la alteridad como regla arrollo) , que no es, en realidad , sino una visión abstracta , sino
del campo social práctico -inerte, hay que concebir アセ・@ esta la imposib ilidad de que los individu os establez can entre ellos
alterida d es más complej a y más concreta que en el eJemplo relacion e: セ・@ reciproc idad ? una ェjイ。クゥセ@
superfic ial y limitado en que la hemos visto producir se. Si- común en tanto que
están defuudo s por este obJeto como miembro s de la reunión.
guiendo la experien cia, podemos 、⦅・ウセオ「イゥ@ ョオ・カッセ@ caractere s Poco importa , en efecto, que tal auditor de radio posea tam-
que se produce n セョ@ tanto que la senahda d se 」ッセウエャオケ@ en un bién una emisora y en tanto que individu o se pueda poner
campo más ampho y como estructu ra de colectivos mas セッュᆳ más tm·de en relación con tal otro auditor de otra ciudad o
plejos. En efecto, hay que señalar ante todo que !os obJetos de otro país; el mismo hecho de escuchar la radio, es decir,
práctico -inertes produce n según ウセ@ ・ウエイセ」オ。@ ー⦅イッセi。@ y su ac- de captar a tal hora, tal emisión , establec e una relación serial
ción pasiva la reunión 」ッセ@ Nイセi。ッ￳ョ@ directa o ュ、ゥセ・」エ。@ entre de ausencia entre los diferent es auditore s. En ese caso, el ob-
los miembro s de la multiph odad. Llamare mos dzrecta a la jeto práctico -inerte (es válido para todo lo que se llama mass
relación que se funda sobre la_ presenci a. Y 、・ヲゥョ⦅セM←@ como ptセᆳ medza) no sólo produce la unidad fuera de sí en la materia
sencia> en una sociedad que disponga de ィ・イ。ュゥョエセウ@ y téc;m- inorgáni ca de los individu os, sino que los determi na en la
cos determin ados, a la distancia máxima que permite la ms- ウ・ー。イセ」ゥ￳ョ@ y asegura, en tanto que están separado s, su comu-
tauració n inmedia ta de relacion es de reciproc idad entre dos nzcaczón por la alterida d. Cuando "capto" una emisión, la re-
individu os. (Resulta evidente que la distancia es variable . En lación que se establec e entre el locutor y yo no es una relación
particul ar, está la presenci a real de dos person?s que se telefo- humana : en efecto, soy pasivo en relación con el pensami ento
nean, una en relación con la otra; y, de la misma man_era, el expuesto , con el comenta rio político de las noticias, etc. Esta
avión se mantien e en permane nte relación de jJ1·esencza, por pasivida d, en una activida d que se desarrol la en todos los
la radio, con el conjunto de los servicios técnicos que aseguran planos y durante años, hasta cie1·to punto puede ser equilibr a-
su segurida d.) Naturalm ente, hay tipos de_ presenci a. diferente s da: puedo escribir, protesta r, aprobar , felicitar, amenaza r, etc.
y esos tipos depende n de hecho de la jJraxzs (determ madas セュᆳ Pero hay que señalar inmedia tamente que el conjunto de estas
presas exigen la presenci a de cada uno en el campo percepti vo gestione s sólo tiene peso si la mayoría (o una minoría impor-
del Otro, sin intermed iario de los instrum entos), pero de tante de auditore s) las hace por su parte, sin conocerm e. La
todas formas definirem os la reunión por la ca-prese ncia de los reciproc idad es de esta manera la reunión en una voz. Ade-
miembro s, no en tanto que existen necesari amente entre ellos más, las radios represen tan el punto de vista del gobierno o
unas relacion es de reciproc idad y una prc1ctica comút;t y ッイセ。ᆳ determin ados intereses de un grupo de capitalis tas; se puede
nizada, sino en tanto que la posibilid ad de esta pmxzs comun así concebir que la acción de los auditore s (sobre los progra-
y de las relacion es de reciproc idad que la fundan están inme- mas o las opinione s expuesta s) no tendrá efecto. Es frecuent e
diatame nte dadas. Las amas de casa que forman cola delante que los aconteci mientos políticos y sociales que se produce n
de la panader ía, en períod? de escasez, se :aracteriz_an como
en todos los planos y en el conjunt o del país causen por sí
reunión con estructu ra sena!; y esta reumón es dtTecta: la
solos las modifica ciones de un prograin a de una emisión o de
450
451
Porque esta actividad puramente individual no cambia abso-
· tendenciosos. Según este punto de vista, el auditor lutamente nada en el trabajo real de esta voz. Seguirá sonando
comentanos ,. 1 1 b" · 1
que este en e!esac 11 erdo con la ¡)ohttca e e go terno,
· . me uso en miles ele habitaciones ante millones de auditores. Yo soy
·
SI en otros
1t1gares
' , en el medio de grupos ,. orgamzados, se
L , •
el que me precipito en la soledad ineficaz y abstracta ele la
.... en te por su parte a esta pohtlca, captara su actl- vida privada sin cambiar nada en la objetividad. No he negado
oponc e ¡c,Iz [ 111 . · y 1
·1 ¡ · .. -su "receptividad"- como Impotenoa. en a la voz: me he negado yo en tanto que individuo de la reunión.
VIl al pasn, 1 1' · d
. ¡ ('n c ue esta voz le dé exactamente los 1m1tes e sus Y, sobre todo cuando se trata de emisiones ideológicas, en el
met l ll a . . se 1
trata de una emtswn . .,
demasza · d
o ma.1a e1e teatro
pol1eres (SI fondo he deseado que se callase esa voz en tanto que Otm, es
O lllliS Q u ,
. ᄋ」セャ@ el público puede actuar; · no del todo,• sm embargo: decir, en tanto que, por ejemplo, puede perjudicar a los Otros
·a hemos visto más ele un ejemplo), en la mecltda en que .su que le escuchan. Tal vez esté yo perfectamente seguro de mí,
セ@ ¡ma g 1·11 .ación (o incluso su entusiasmo:.. tomo . el . caso negatiVO . . tal vez incluso forme parte de un grupo político activo con el
porque es más simple; pero ・セゥウエ@ la: ュャsiセ。@ ImpotenCia s1, que comparto todas las concepciones y cuyas posiciones adop-
entusiasmado por un conferenoante ele racho o por un can- to. Sin embargo, la voz me resulta insoportable en tanto que
tante, reclamo que se le dé una emis_ión regular. o que se le es escuchada por Otros. Otros que son precisamente los mismos
llame al micrófono con más ヲイ・」オセョッ。I@ no es smo el descu- en tanto que escuchan la radio y Otros en tanto que perte-
brimiento vivido de su impotenCia ele hombre ヲイ・ョセ@ a :m necen a diferentes medios. Puede convencerlos, me digo yo.
hombre. Porque, en cierto ウセョエゥ」ャッL@ esta voz, 」ッセ@ estas mflexw- De hecho, los argumentos que enuncia, me parece que podría
nes y estos acentos tan particulares, es la voz smgular ele. ャセ。@ combatirlos ante esos Otros, incluso si no piensan como yo:
persona determinada. Y esta ー・セウッョ。@ ャセ。@ セイZー。」ャッ@ su audtoon pero lo que yo siento precisamente es la ausencia como mi
con una serie de acciones preosas e mchvtcluales. Y, por. otra modo de unión con los Otros. Mi impotencia, esta vez, no sólo
parte, no hay eluda ele que se dirige a mí. La voz nos cltce a está en la imposibilidad de detener esta voz, sino que reside
mí y a Otros: "Queridos auditores". Pero aunque el ッイ。セャ@ en la de convencer a los auditores uno por uno que exhorta
se dirija a todos en un mitin, cada uno le puede contradeor y ella juntos en esta soledad en común que ha creado para todos
hasta insultarle (a condición, claro está, de correr e_n algunos como su lazo inerte. En efecto, en cuanto considero una ac-
casos determinados riesgos, aunque 」ッセ@ la ー・イセ」オカ⦅。@ más o ción práctica contra lo que dice el locutor, sólo la puedo
menos definida, según las circunstanCias, de cambtar a la concebir como serial: habría que tomar a los auditores unos
opinión pública"). Así el ッイ。」ャセ@ se dirige イ・。ャュセョエ@ セ@ ョッウセエイ⦅@ tras otros... Evidentemente, esta serialidad miele mi impo-
en tanto que se puede conceb.tr tanto u_na reoproodad mch- tencia y tal vez la de mi Partido. De todas formas, si éste
vidual (yo grito mis aprobacwnes y m1 セ・ョウオイ。I@ como オQセ。@ pensase hacer una contra-propaganda, se vería obligado a adap-
reciprocidad colectiva (nosotros. le. aplaudtmos o !e abuche,t- tarse a la estructura serial que han impuesto los mass media
mos). Por el contrario, en su ーョッQセL@ en su realidad de voz (y si el auditor es periodista, si, al día siguiente, dice en un
humana esta voz de locutor es enganadora: se funda en la periódico cuál es su indignación, combate una acción serial
reciprocidad del 、ゥウセオイッL@ Nャセ・ァッ@ en la relación humana, Y es con otra acción serial: se dirige a cuatrocientos mil audito-
realmente una relaoón rethcante en la que la voz se ・ャセ@ como res separados de la ciudad en tanto que puede llegar a ellos
praxis y constituye el auditor c_omo. ッセェ・エ@ de la praxzs, セウエッ@ como lectores separados) . Así el auditor impotente está cons-
es es una relación unívoca de mtenonclad como la del 01 ga- tituido por la voz misma como miembro-otro de la reunión
nismo actuante con lo circundante material pero :n _la アセ・L@ a indirecta: entre él y los Otros, al mismo'tiempo que las prime-
título de objeto inerte, estoy sometido 」セュッ@ matenahc_lacl t_nor- ras palabras se establece una relación lateral de serialidad in-
gánica al trabajo humano de la voz. Sm embargo, SI q.lllero, definida. Naturalmente, esta relación tuvo su origen en un
puedo hacer girar el botón, apagar el aparato o 」。セ「エイ@ セャ・@ saber producido por el lenguaje en tanto que es un medio para
estación. Pero es aquí donde aparecerá la reunión a dtstanCla.
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los mass media. Son los periódicos y la radio los que le enseñan por ellas. Y con esto no quiero indicar que soy al mismo tiem-
a cada uno el nombre ele las emisoras francesas. Pero este sa- po yo mismo y el Otro: tal vez la actitud triunfal del que sabe
ber (que por su origen, su contenido y su objetivo práctico) es que no es sino otra forma de alteridad (tengo confianza en
también de orden serial, se ha transformado en hecho desde Otros que saben refutar y me identifico con ellos porque
hace tiempo. Todo auditor está objetivamente definido por adopto su opinión). Lo que sobre todo cuenta es que mi im-
este hecho real, es decir, por esta estructura ele exterioridad potencia para actuar en la serie de los Otros (que se pueden
que se ha interiorizaclo en saber. Ahora bien, en el momento dejar convencer) vuelve a mí para hacer de esos Otros mi
en que, en una situación histórica dada y en el marco ele los destino. Claro que no a propósito de esta única emisión, sino
conflictos que engendra, escucha la voz con un esdnclalo im- porque se produce en el marco de una determinada propa-
potente, ya no la escucha jJor su cuenta (hemos admitido que ganda que los confunde y que los duerme. A partir de ahí,
estaba seguro de resistir a los argumentos), sino según el punto la voz se vuelve ve-rtiginosa para cada uno: ya no es voz de
de vista ele los Otros. ¿Cuáles? La circunstancia y el individuo, persona (aunque se haya nombrado el locutor) porque la
con su experiencia y su pasado, son los que deciden sobre eso: reciprocidad ha quedado destruida. Pero es un colectivo do-
tal vez se pone en el lugar de los X ... , sus amigos, que son blemente: por una parte, como acabamos ele ver, me produce
fácilmente influenciables , o que la víspera le han parecido como miembro inerte de una serie y como Otro en el medio
más vacilantes que ele costumbre. Tal vez trate de escuchar ele los Otros; por otra parte, aparece al mismo tiempo como
como un auditor abstractament e definido y conocido en su el resultado social ele una jJmx is política (del gobierno, si se
generalidad (el tibio, el blando, o más precisamente, el que trata de una radio del Estado) y como sostenida en sí misma
tiene tal o cual interés y que adulan hábilmente, etc.) . Pero por otra corte serial de auditores: los que ya estéÍn convenci-
de todas formas, el individuo abstracto que evoca en su alteri- dos, de los que la radio expresa las tendencias y los intereses.
dad hace ya tiempo que es también una noción-hecho (un Así en ella y por ella, los Otros (los partidarios de esta po-
esquema forjado a la vez por la experiencia y por las esque- lítica) influyen en los Otros (los vacilantes, los neutros) ;
matizaciones de los mass media) , e, inversamente, la familia pero esta influencia es serial a su vez (lo que desde luego no
vacilante que toma como referencia no puede inquietarle ver- es serial es la acción política del gobierno y sus actividades
daderamente sino en la medida en que representa el primer de propaganda), ya que cada uno escucha en lugar del Otro
término de una serie, es decir, en que está ella misma esque- y en tanto que Otro y ya que su misma voz es Otra: Otra para
matizada como Otra. Resulta inútil describir aquí la curiosa los que rechazan la política que la inspira, en tanto que ex-
actitud del auditor ゥョ、ァ。セ@ (cada uno se puede referir a su presión de determinados Otros y que acción sobre Otros; Otra
propia experiencia) y esta dialéctica entre tres momentos: para los vacilantes que ya la reciben en tanto que opinión
aquel -triunfal- en que refuta (o cree que refuta, da igual) ele los Otros (ele esos Otros todopoderosos que tienen a los
el argumento (ya es jJara el Otro, pero en tanto que debería mass media) y que ya estéín influidos por el solo hecho de
poder existir una relación de reciprocidad) ; aquel -indigna- que esta política tiene el poder de hacer su apología publica-
ción impotente- en que se realiza como miembro de una mente; Otra, en fin, para los que sostienen la política del
serie en que Jos miembros están unidos por el lazo de alteri- g0bierno, en cuanto que la soledad estéÍ afianzada para cada
dad; aquel -ele angustia y de tentación- en que, tomando el uno por la aprobación ele los Otros (los que tienen su misma
punto de vista del Otw, se deja convencer en tanto que Otro opinión) y por la acción que ejerce sobre los vacilantes; para
-hasta cierto punto- para probar la fuerza del argumento. éstos expresa su propio pensamiento, pero es su pensamiento
Este tercer momento es el del malestar y de la fascinación; en tanto que Otro, es decir, en tanto que está enunciado por
comporta una contradicción violenta: en efecto, soy a la vez Otro, fm·mulado con otros tb"minos (mejor de lo que habrían
el que sabe refutar esas tonterías y el que se deja convencer hecho y de otra manera) y en tanto que existe en el mismo

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instante fJara todos los Otros como pensamiento-Otro. Todas vimiento circular). En efecto, cada término, en la medida en
las conductas reactivas que suscita el pensamiento-Otro como que produce la alteridad de los Otros, se vuelve a su vez Otro
sianificación ele la Voz-Otra en todos los auditores son siempre en tanto que los Otros lo producen Otro y a su vez contri-
c!:ndllclns de alteridad. Hay que entender con esto que estas buye a modificarles en su alteridad.
conductas no tienen ni la estructura inmediata de la pmxis Pero hemos señalado también que la pura alteridad for-
individual ni las estructuras concertadas de la praxis común mal (tal y como nos la han mostrado nuestros primeros ejem-
y organizada. eウエセョ@ ウ⦅オセ」ゥエ。、@ inmediatamente -como la: reac- plos) sólo es un momento abstracto del proceso serial. Es exac-
ciones libres del mclividuo-, pero no las puede produc1r por t? que se ャセ@ puede encontrar en todos los grupos que, por
la acción del colectivo sino en tanto que ellas mismas son tota- eJemplo, estan ordenados de una u otra manera (por ejemplo,
lizaciones laterales de la serialiclad (indignación, risas irónicas, los grupos de compradores cuando hay rareza de los productos
furor impotente, fascinación, entusiasmo, necesidad de comu- que se tienen que vender o rareza de personal) . Pero la pureza
nicación con Otros, escándalo, miedo colectivo 1 , etc.) . Dicho formal está mantenida aquí por una acción deliberada: se
de otra manera, el individuo, como miembro de la serie, ob- niegan a distinguir a los individuos de una manera que no
serva conductas alteradas, cada una de las cuales es en él sea la alteridad, que está constituida a su vez como regla de
la acción del Otro, lo que significa que por ellas mismas sucesión. En todos los demás casos, es decir, cuando la alteri-
son una recurrencia llevada al límite (es decir, al infinito). dad n·o es un medio de selección, los individuos se producen
Al desarrollar este ejemplo hemos visto enriquecerse a la en el medio serial con algunos caracteres que les son propios
experiencia de la serialidacl. En efecto, por el. ィ・セNッ@ de que y que difieren de uno a otro o de un conjunto a otro. Claro
determinados objetos pueden establecer entre mcliv1duos que que la estructura fundamental se mantiene sin cambiarse; los
se ignoran en tanto que tales unos lazos ゥセ、イ・」エッウ@ ・ャセ@ セャエ・イ」。、L@ auditores de radio en ese momento constituyen una serie en
vemos nacer la posibilidad para una sene de ser fmlta, mde- tanto que están escuchando la voz común que a cada uno lo
finida o infinita. Cuando la multiplicidad, aunque esté numé- constituye en su identidad como Otro. Pero precisamente por
ricamente determinada en sí, queda prácticamente indetermi- eso aparece en ellos una alteridad de contenido. Esta alteridad
nada como factor de la reunión, es indefinida (es, por ejemplo, se mantiene aún muy formal ya que los constituye a partir
el caso ele la radio: hay una cantidad definida de individuos del objeto (la voz) y según sus reacciones posibles frente al
que en este momento es.tán ・ウ」オィ。ョセッ@ tal emisión, p_ero la objeto. Desde luego que para fundamentar estas reacciones ha-
emisión constituye la sene de sus auditores como relaciÓn de bría que profundizar las diferencias, encontrar otros colectivos,
cada uno con los Otros a título de cantidad indeterminada) . otros intereses, grupos, y finalmente totalizar el momento his-
Cuando la multiplicidad queda reunida por un ュッカゥ・ョセ@ tórico con su pasado. Pero en tanto que la reunión es operada
de recurrencia circular, tenemos que ocuparnos de una sene po1· la mdio, se mantiene en el plano de la alteridad práctica
prácticamente infinita (por lo menos mientras prosigue el roo- de las conductas de audición. A partir de ahí, la alteridad como
Razón de la serie se vuelve fuerza constitutiva de cada uno y
1 El miedo colectivo, en tanto se manifiesta como conducta serial de todos, porque el Otro no es ya en cada uno la simple dife-
en un auditor aislado, aparece si la emisión parece audaz o chocante; rencia formal en la identidad; el Otro es en cada uno reacción
el miedo es entonces el miedo de la cólera o el miedo de los otros, es diferente, otra conducta, y cada uno está condicionado en la
miedo sagrado, porque es el miedo de que esas palabras hayan sido pro·
nunciadas en el medio indefinido de la serialidad y es también el miedo
unidad fugaz de alteridad por esas c:;onductas diferentes del
en el medio del Otro por haber sido el auditor de esas palabras. Esos Otro en tanto que las puede modificar en el Otro. Cada uno
otros condenan en mí ese momento de la receptividad, donde, por mi es, pues, tan eficaz en su acción en el Otro como si estableciese
individualidad de organismo práctico, esas palabras han existido aqul, relaciones humanas (directas o recíprocas, u organizadas) con
en esta habitación; la alteridad condena en mí a mi realidad personal,
él, pero su acción pasiva o indirecta llega de su impotencia,
el Otro pronuncia sentencia .contra el Mismo.

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en tanto que el Otro la vive en él como su propia impoten- auditores ele radio. Sólo que hay otros más complejos, porque
cia en tanto que Otro. las relaciones humanas ele reciprocidad definen tanto la coexis-
Esta determinación, que aún es abstracta pero material, tencia ele los hombres como el estatuto ele dispersión masi-
del contenido variable de la alteridad (o, si se prefiere, de una ficada. Y como estas relaciones constituyen cadenas complejas
alteridad sintética que crea por sí misma un mundo práctico- y sistemas polivalentes, cada relación singular queda condicio-
inerte de la alteridad) , nos conduce lógicamente a la experien- nada por los Otros, negativa o positivamente, a través de la
cia de la impotencia como lazo real entre los miembros de la materialidad circundante. Así la multiplicidad no ha hecho
serie. En efecto, la serie se le revela a cada uno en el mo- más que cambiar ele sitio, y en la medida en que un objeto
mento en que cada uno aprehende en él o en los Otros su del campo práctico-inerte forma la unidad-fuera-de-sí ele esas
impotencia común para suprimir sus diferencias materiales. relaciones interinclividuales, la serialiclad determina las multi-
Veremos cómo sobre la base de condiciones definidas, el gntjJo plicidades ele individuos. Así la dispersión ele las relaciones
se constituye como negación de esta impotencia, es decir, de humanas (en tanto que cada una está ligada a la otra -o a va-
la serialidad. No resulta menos claro que la impotencia su- rias-, éstas a otras, etc.), en tanto que como razón de la
frida es la masilla de la serialidad: siendo mi impotencia en el serie se vuelven alteridad, transforma, para todas las otras re-
Otro porque es el Otro en tanto que Otro el que habd de de- laciones, a cada uno ele ellos en 1·eTación otra. O, si se prefiere,
cidir si mi acto sení una iniciativa individual y alocada, o si el Otro se produce como unidad fugitiva de todos en tanto que
me rechazará a la soledad abstracta, o si se volverá el acto se le descubre en cada uno como altemción necesaria ele la
común ele un grupo; así cada acto espera el acto del Otro y reciprocidad directa. O aún en tanto que cada uno, en la me-
cada uno se vuelve la impotencia del Otro en tanto que el elida en que quiere comunicar con Otro, constituye su rela-
Otro es su impotencia. Pero esta impotencia no corresponde ción en el ser práctico-inerte a partir de todas las otras relfl.-
necesariamente -en tanto que presencia constituyente en cada ciones totalizadas. La pluralidad es aquí ele un tipo especial:
uno ele la serie- a la pura inmovilidad pasiva del conjunto. más valdría llamarla casi-pluralidad; en la realidad, en efecto,
Por el contrario, se puede volver violencia inorganizacla: en la es difícil separar verdaderamente las uniones (como se sepa-
exacta medida en que soy impotente por el Otro, es el Otro ran los términos) y cuantificarlas, y más aún porque una re-
el que se vuelve en mí potencia activa; incapaz ele cambiar lación humana de reciprocidad se puede establecer entre va-
la inrlignación del Otro (cuando asisto a un espectáculo es- rias personas a la vez. Sin embargo, el ser-serial como alteri-
candaloso para algunos) esta indignación vivida en la impo- dad rígida en el interior ele cada relación viva tiene su fuerza
tencia se vuelve en mí indignación otm en la que Otro en mí por el alejamiento práctico, es decir, por el hormigueo inapre-
se indigna y yo actúo por su influencia. Pero aparte de los hensible de las otras relaciones. En la medida en que cada
provocadores, no hay diferencia entre el Esdnclalo y el Temor reunión de relaciones (el descontento en tal taller a propósito
del Escándalo. O si se prefiere, el Escándalo es el Temor de tal medida tomada por la dirección, en tanto que se mani-
agresivo del Escándalo del Otro. Con otras palabras, el Es- fiesta -antes de toda acción reivindicadora- en la casi-plura-
cándalo es el Otro mismo como razón trascendente de la pro- lidad de las relaciones humanas entre los trabajadores) remite
pagación en serie ele las violencias provocadas por el temor del a otras reuniones (los otros talleres en tanto que se han cons-
Escándalo. tituido individualmente como Otros, en su diferencia material
Pero para simplificar la estructura de los colectivos, hasta a través ele sus comportamientos anteriores en ocasión de los
aquí hemos admitido que las series estaban constituidas por conflictos precedentes o en desarrollo de éste), éstos a otras
términos aislados, cuya alteridad, como impotencia, era la (exteriores a la fábrica, interiores a la profesión) y a otras
única y fugitiva unidad. En realidad existen series de ese tipo (por las preocupaciones familiares -unidas a la fecha, l?Or
y en general es el caso ele los lectores del Figaro o el ele los ejemplo-, son remitidas a la familia, a los grupos de habita-

458 459
ción como a una rama de. serialicbd lateral, secundari a pero セイ。@ _posible アオセ@ este individuo encontras e a ése, lo que no
en ddinitivá muy importan te); de tal manera que en cierta Impide -por eJemplo, en un mercado competiti vo (tomare-
ヲッイュZセ@ las relaciones alejadas se producen para las relaciones セッウ@ este ・ェセーャ⦅ッ@ má.s adelante otra vez)- que este comer-
pn'>ximas no como relaciones homogéne as y lejanas, sino, en nante ya este lzgado como elemento pdctico-i nerte de rela-
su reunión inerte, como un medio conducto r inerte, el medio 」ゥッョセウ@ múltiples (o casi plurales) con sus competido res y con
de la alteración . Cada relación interindiv idual concreta se pro- la chen エセャ。@ (es decir a la vez con su clientela real y asidua,
duce, pues, aquí, en este momento , en su unión con todas con la clientela total del mercado menos su propia clientela y
las otras, que es serial, como determina ción de un medio más fundamen talmente con toda la clientela del mercado en tanto
o menos definido, que se caracteriz a por una cohesión real, que tam.bién comprend e a su· clientela ordinaria ). Natural-
por una solidez compacta , que ofrece conjuntam ente la fuerza mente, estas uniones múltiples se manifiest an y se transfor-
ele la inercia y la estructura sintética de la 1·elación. Pero la man en el curso ele los procesos práctico-i nertes que atravie-
realidad práctica de este medio (simple totalidad pdctico- san el medio.
inerte ele todas estas relaciones como alteridad en cada rela- . Pero esta estructura aparente del medio (que hace que el
ci<'m) reside simpleme nte en su estructura serial. Dicho de otra sociólogo tenga la tendencia ele tomarlo, como Lewin, por una
manera, lus medios humanos existen y son los hombres, en Gestalt con una acción sintética sobre sus estructura s a título
tanto que los objetos comunes los producen como el medio de totalidad 1·eal y determina ndo las conductas y procesos ele
del hombre. Pero el medio como colectivo -es decir, como cada parte en tanto que comunica directame nte con todas las
unidad-ot ra ele una casi-plura lidad de relaciones humanas - o_tras por la presencia real ele todo en ellas y en todas) no es
no tiene que ser estudiado -por los sociólogos o los historia- smo el momento superficia l ele una primera experienc ia. El
dores- con la forma que revela a sus individuo s: en efect.o, segundo momento descubre el colectivo como la relación ele
como se manifiest a a cada uno a través ele las relaciones de una totalidad ele objetos trabajado s, unidad ele exteriorid ad
reciprocid ad y como su cohesión sintética, los individuo s no (el distrito XVI, etc.) inerte, con la casi-plura lidad que signi-
le aprehend en dire·ctame nte como otro, como regla serial de fica y que produce en ella a la unidad como ausente. Mi rela-
alejamien to; lo que les resulta manifiest o cuando son ellos ción con mi cliente se produce en el reino burgués del comer-
mismos los términos ele la serie, queda fuera ele alcance -en cio minorista (y más precisame nte, ele tal comercio, ele tal
la pníctica inmediat a- cuando no son sino una estructura ciudad, etc.) y contribuy e a determina rle aun actualizan do
interior ele los términos y cuando cada término es, en realidad, una estructura pred-eterm inada; pero el medio que nos une
la relación que los une. El medio se manifiest a inmediata men- no se revela como fuerza actuante y sintética (en el curso de
te a sus miembros como continent e homogéne o y como fuerza los tratos) sino en la medida en que relaciones precisas unen
permanen te (práctico- inerte) ele ligazón que une a cada uno uno a ッエイセ@ término y la relación misma a otros términos y a
con cada uno sin distancia; según este punto ele vista, cada otras イ・ャ。ョッセウ@ (tratos セョ@ curso entre graneles sociedades que
relación humana que se establece concretam ente entre dos o p_rocuran 「セーイ@ los preoos y. ar.ruinar a los pequei1os comer-
más individuo s se produce en el medio como actualizac ión ッセョエ・⦅ウL@ o simpleme nte ッヲイ・ュゥセエウ@ de _mis competido res a
inesencia l ele una estructura práctico-i nerte ya inscrita en el nu cliente) sobre las cuales es znconcebz ble toda influencia
Ser. En el nivel contingen te de las historias individua les, tal práctica. Así las verdadera s estructura s del medio, las que pro-
encuentro aparece naturalm ente como realizació n m;\s o menos ducen su fuerza real en el campo práctico-i nerte, en realidad
intencion al y más o menos accidenta l ele posibles individua les son. estructura s ele alteridad. Verdad es 'que cada relación est<í.
e interincliv iduales; pero en tanto que relación de medio, umcla a cada una y a todas, pero no ele cualquier manera:
nada tiene en común la actualizac ión de una determina ción cada elemento está unido a todos los elementos pero desde su
recíproca en la inercia con la realizació n de una posibilida d; sitio en la serie y a través de su unión fugitiva con todos los
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elementos intermedia rios, de la misma manera que una can- relación 」ッセ@ cada una, con todas y 」ッセ@ todo), para descubrirse
tidad está unida a todas las cantidades por relaciones precisas en la praxzs como estructura serial de la determinac ión por
que suponen justamente que cada uno de ellos se refiera al el otro.
otro a través de la serie de números que les separan (es decir, Sin embargo, conviene considerar más atentament e estas
en tanto que uno es (n + l) y el otro (n + l) + l, etc.). De セウエイオ」。@ para .ap.rehende r la acción セ・ャ@ (aunque práctico-
la misma manera la unidad del medio existe y en algunos merte) de la セ・ョ。ィ、@ como fuerza ウオセョ、。@ en la impotencia
casos hasta es una terrible fuerza colectiva (que se mide obje- por cada relaCión reCiproca y por la sene (como totalizada en
tivamente -por lo menos en determinad os casos- en la canti- 」。セャ@ una por セョ@ paso al límite) . Tomaré un ejemplo esque-
dad de posibilidad es para que un individuo cualquiera del matico y muy simple de la economía de todos los días: el esta-
medio pueda salir de él, e inversamen te, en la cantidacf de セャ・」ゥュョエッ@ del precio moment<Íneo en ui1 mercado competi-
posibilidad es que hay para que un individuo cualquiera, ele- エセカッN@ Desde lu;go que este establecimi ento supone una plura-
gido en tal o tal categoría social y fuera de toda presión ejer- lidad de relaciOnes c?ntractual es セ・エイ@ vendedores y compra-
cida en su medio propio, pueda entrar en él). Pero p¡·ecisa·- dores) y ?e antagomsm os competitivo s, luego de reciprocida -
mente existe en tanto que no reside en sus términos como el des negativas (entre vendedores por una parte y, por otra,
todo en la parte, en tanto que se realiza para cada relación entre. comp.rador es). Se comprende rá que no consideram os ni
como esas relaciones que en otTa parte condiciona n a su exis- el ongen m las estructuras de este objeto común (el precio de
tencia concreta y a su contenido. Y claro que en cada conducta esta mercancía) y que dábamos por aceptada la teoría marxis-
serial de los términos en presencia se produce la totalidad de エセ@ del セ。ャイ@ y セ・@ los precios. Si el lector la pone en duda, no
los otros como medio y condiciona miento general de la con- セ・ョN@ nmguna Importanci a para la continuació n de esta expe-
ducta. Pero esta totalidad no se tiene que confundir con una nenoa, ya que, ウセューャ・ョエL@ se trata de este último reajuste
totalidad positiva y concreta, con una jJl·esencia real: no es el que se opera en Igualdad de condiciones , por lo demás, en el
resultado de la unificación de un campo práctico; por el con- momento del mercado. Por otra parte,· no trataremos ni de los
u·ario, es una extrapolaci ón real de una serie infinita de rela- 」ッューセョ・エウ@ del precio (costos de la producción , etc.) ni de
ciones idénticas y otras en tanto que cada uno condiciona al la acCión de la coyuntura; suponemos la atomicidad y la flui-
otro con su ausencia. La totalidad es aquí totalización prác- dez. セ・@ los vendedores y de los compradore s. Este mercado com-
tico-inerte de la serie de las negaciones concretas de toda tota- petitiVO puro no es, como creían los economistas en el sirr}o
lidad. La totalidad se manifiesta en cada reciprocida d como su XVIII, una especie de "estado de naturaleza" del mercado, セゥL@
ser-otro, en tanto que cada una está caracteriza da por la im- 」ッュセ@ ,hoy se dice セッョ@ demasiada frecuencia, una simple abs-
posibilidad de toda totalización . La inteligibili dad de la ac- エZ。」セキョ@ cómoda: simplement e, representa una realidad cons-
ción serial (es decir, de la unidad serial como totalidad ne- titUida que depende del sistema entero y que aparece y des-
gativa) toma su origen de la relación de reciprocida d concreta aparece según la evolución total de la economía, con tal o tal
que une a dos organismos pr<í.cticos en tanto que se produce nivel de cambios. Hasta el 39, por ejemplo, la Bolsa (en París,
como condiciona da por su incapacida d de actuar sobre todas en Londres, en Nueva York) presenta todas las característic:1s
las otras y en tanto que cada una de las otras tiene la misma de un mercado competitivo , como, por lo dem<ís, en el siglo
incapacidad en el seno de un campo serial cuya estructura está セイクL@ los .otros ュ・イセ。」ャッウ@ comerciales de los grandes productos
determinad a por una relación idéntica de cada uno con el ュセ・イョ。ッャウ@ (tngo, algodón, etc.) . Si tuviésemos que exa-
objeto común y con sus exigencias. Y lo propio del medio en mmar todas las condiciones que actúan sobre un mercado en
tanto que alteridad indefinida de las relaciones humanas es general, nuestra concepción de los "colectivos" como rccu-
darse a la experiencia como forma sintética unitaria, totaliza- rrencia quedaría confirmada , pero el problema superaría !m
dora y no estructurad a (en el sentido en que cada parte sería límites de este estudio. El mercado tiene una realidad in-

462 463
discutible; se impone a cada uno en la medida en que el
precio y el volumen de los cambios están necesariamente de-
\
1 Precios Cantidades pedidas Cantidades ofrecidas
terminados 1 por las cantidades ofrecidas, los precios propues-
1 18.500 o
tos, las cantidades pedidas y los precios deseados. Ahora bien,
2 16.500 o
resulta cómodo ver que la necesidad que se impone a un
3 15.000 3.000
comerciante en su relación con un consumidor nace de las re- <1
laciones concretas ele los otTos comerciantes y clientes entre 13.500 6.000
ellos, de las relaciones de otros compradores con ese vendedor
5 12.250 8.500
(que se vuelve Otw para ellos distintos del que era para el
6 11.000 11.000
cliente considerado) y en fin, por el hecho de que el consumi- 7 10.000 13.500
dor c·n tanto que tal aparece en el mercado como Otro distinto
8 9.000 15.500
de sí mismo y actúa en tanto que OtTo en la relación humana y 9 8.250 17.250
direcla que trata de tener con el vendedor. Es sabido que el pre-
10 7.500 19.000
11 6.750 20.500
cio se encuentra en la intersección de la curva de la oferta y la
de la demanda; lo que significa que las cantidades ofrecidas y 12 6.000 22.000
pedidas por el pTecio son iguales. Si el vendedor fijase un pre- 13 5.250 23.250
cio más bajo, la demanda sería superior a la oferta; si lo 14 4.750 24.250
fijase más alto, la oferta excedería a la demanda. Sin embargo, 15 4.250 25.250
no se trata de un acuerdo directo entre dos hombres y dos 16 3.750 26.000
grupos que se entienden directamente. En realidad, ningún 17 3.250 26.750
comerciante establece su precio él mismo. Y el rigor matemá- 18 2.750 27.500
tico del objeto demuestra precisamente que es la figuración
objetiva de un línea de fuga. Según lo que acabamos de d .
dades al precio de f" rancos ecu, se venderán 11.000 u ru-·
Veamos un cuadro de las cantidades ofrecidas y dadas. 6
. . Desde luego que esta Í . .
JUStificación ni en pri . . ey cuantitativa no encuentra su
las características ・ウョ」WセZio@ ーセイ。ュ・ョNエ@ matemáticos ni en
P.rueba (si el precio fuese m·ís セ@ _cantidad. El nervio de la
nor a la oferta e I·n ' aJO, la demanda sería supe
1 • versamente) . -
a vendedor y a su acción real 1 nos セ・ュゥエ@ necesariamente
real. Las demandas no ue , a 」ッューゥセ、イ@ y a su demanda
que _1JTecisamente los 」セュ@ 、ゥセ@ ser supenores a la oferta por-
precw harán nuevas pro p ores capaces de pagar a más
.alza de los precios' L pfuestas que tendrán como efect
· a o erta no pued o un
mane1a porque los vended ' . . e ser superior a la de-
"ó ores mas favo "d
el ucci n m<ís barato) bajarán sus . reCI os (costo de pro-
mas, pues, a los hombres "d precws en el acto. Encontra
cons1 erados e f -
pra o e1e venta. Y, para la siro . . . omo uenas de corn-
eada unidad pedida le co phhcaCión, consideramos que a
1 Sobre la base de elementos invariables y dentro de limites de- d .d l rresponde un eo d ,
a um ac ofrecida le correspond mpra or, y que a ca-
finidos.
e un vendedor. Ahora bien ,

464 465
erar
sólo del merca do es una hetero nomia . Pero. si hay que consid
entre los 27.500 vende dores supue stos, adver timos que a las 3.500 que al parec er han hecho el trato, en seguid a vemos
6 franco s por
11.000 están decidi dos a bajar al precio de que esta activi dad preten dida no es sino una aparie ncia.
En
de 5 franco s. En-
unida d. Y entre éstos, sólo 8.500 al precio , y
hay, pues, 2.500 person as e!ecto, si unos compr an, lo más caro_ posibl e (para ellas)
tonces, sobre 27.500 vende dores, sólo SI las otras vende n lo mas barato jJOSlb
le, es que han sido lle-
y que no puede n bajar más;
que puede n bajar a 6 franco s vadas al límite de sus posibi lidade s. El interé s tanto de las
las de-
estas 2.500 person as determ inan el precio para todas ciarse con la "renta "
eri efecto , al bajar el precio recha zan fuera unas como de las otras habría sido benefi
más. Por una parte, pero son precis ament e las
a 16.500 vende dores que, por una u otra razón , del consu midor o del vende dor;
del merca do las que 1·ealm ente les obliga n a
er el pre- que más puede n bajar o subir
no puede n seguir esa baja. Por otra parte, al deten suplem entari as. Los vende dores, por
4 fran- n:nun ciar a sus ganan cias
cio en 6 francos, evitan que 8.500 vende dores bajen a ntran en la situac ión de alterid ad total:
3 franco s. Así, para no eJemp lo, se encue
cos por unida d, y que 3.000 bajen a más el
último s recibe n una renta 8.50? de ellos tienen una prohib ición vivida de bajar
consid erar sino a ellos, estos 3.000 d mater ial. Y
franco s preciO porqu e otros 2.500 tienen la impos ibilida
de vende dor, es decir, que realiz an una ganan cia de 3 porqu e los otros 8.500
previs iones mínim as. ¿De dónde provie - esos 2.500 han bajad o hasta el límite
por unida d sobre las podrí an bajar más. Como consec uencia , es la acción del Otro
suerte de esas 25.000 person as, de las cuales unas
ne, pues, la operac iones. Pero es tambi én la
renta im- la que determ ina todas las
se irán sin haber vendi do nada y las otras con una tanto que es Otro (para los vende do-
vende dores rea- acción de cada uno en
previs ta? Prime ro de que son activos, es decir, sólo
1 con セオウ@ client es セカ・ョᆳ res y para los otros client es). Supon gamos , en efecto, que
les y que manti enen relaci ones イ・。ャセ@ 10.000 vende dores hayan tenido la posibi lidad mater ial de
cczon han s1do 。ヲ・」エセッウ@ por
tuales . Luego , de que en la transa la unida d a
dores y que son tratad os (mclu so bajar elyre cio hasta 7 franco s y 10.000 de pagar
la acción de los Otros vende dos curvas habría
que Otms: la impos ibilid ad real que ese preoo . El punto de inters ección de las
por el cliente ) en tanto cambi a-
6 fran- queda do situad o de mane ra difere nte, las cantid ades
tienen 2.500 vende dores de bajar el precio a menos de y el precio habría sido de
bición das se cifrar ían en 10.000 unida des
cos se vuelve para 8.500 de sus compe tidore s una prohi está así contra ellos. ¿Por
la expre sión 7 franco s. La posibi lidad de bajar
ele bajar su precio . (Digo "proh ibició n" sin dar a límite de elevar que ca-
es que, por hipó- qué? セウ@ que encue ntra la posibi lidad-
el sentid o ético y psicológ·ico. Pero el hecho ro determ inado de compr adore s y que
crea racten za a un núme
tesis, pod1·ian bajar su precio y que la acción de los Otros que
un nuevo tipo que ya no tiene permi te la iguald ad de las oferta s y las deman das. Hay
para ellos una impos ibilida d de puede n
trans- señala r aún que entre el núme ro de compr adores que
nada que ver con el precio de costo o de los gastos de vende dores que
de una condic ión mater ial, de un factor llegar a desem bolsar 6 francos y el núme ro de
porte: ya no se trata na
una ley puede n bajar .sus precio s hasta esa cantid ad, no hay nino-u
real y direct o de la compo sición del precio , sino de
o
, no se trata de verda dera
) Desde luego corres ponel enoa ( 11.000 y 2.500)
dada desde fuera a sus activid ades de vende dores. ón (ya
para los compr a- relaci ón, sino, por el contra rio, de ausen cia ele relaci
que podría mos hacer la mism a observ ación compr adore s y vende dores corres ponde n
person as de la posib ilidad que, por hipóte sis,
dores: 11.000 de ellos privan a 7.500 , des-
de comp rar el produ cto pedid o; entre esas 11.000, 1.000
clien- cada uno a una unida d ofreci da y pedid a). Lo que cuenta
por
tes consti tuyen rentas de consu midor para las otras 10.000 . de luego, es esa cifra de 11.000, arbitr ariam ente fijada
ad de los cambi os.
Así, sobre las 16.000 person as que consti tuyen el grupo
de los nosotr os, que define los precio s y la iguald
comp rar y G
compr adores y ele los vende dores, 42.000 se nos prese
ntan en Hay 11.000 person as para vende r, 11.000 para
la alterid ad, ya
seguid a como sufrie ndo la ley de los otros; para ellas, la ley franco s. Pero esta cifra es precis ament e la de
una 11
que cada indivi duo vende o compr a en tanto que es
tiene como otra parte.
1 Ya veremo s que una vez estable cido el ''colect ivo", milési ma parte y no en tanto que es person a. Por
decto des-rea lizar estas relacion es y reifica1·las.
467
466
reunión y la determina ya (en alteridad) por sus prevlSlones,
y ya se le escapa la reunión y la determina. En consecuencia,
se puede considerar a. tal número como セョ。@ suma pura セ@
110 el mercado existe para ella (en sí y para ella) como objeto
sim le: si se dijese, por eJemplo, que es el numero de los pro
_, p di"dos a 6 francos o de los vendedores que venden de previsión y determinación fugitiva de su acción; pero ella
uuctos vei1· se omitiría el hecho capital . de que vende d ores, misma la ve como conjunto ele personas yuxtapuestas. La tota-
a ese preo 0 , ' . h b · d lidad "mercado" est<Í clestotalizada al mismo tiempo. Para dar
lleuados con posibilidades y proyectos diversos, an 。jセ@ o a
ejemplos más simples (mercados de flores, de animales, etc.),
eseb precio por la sola y única razón de que son QNセYP@ frente
a 11.000 compradores. Sin embargo, en esta colecoon no se la unidad del lugar nos muestra que todos los individuos están
)odría encontrar ninguna unidad カ・イ、。セZ@ 11.000 represen- unidos en el hecho de entregarse cada uno a la misma opera-
¡ ' 11 000 individuos y no a la umdad concreta de las ción directa, que se deja determinar en exterioridad y en
ta aqlll a · d d alteridad por todas las otras operaciones semejantes, hasta el
11.000 personas. Las relaciones de los ven e o;es son com-
)etitivas, luego antagonistas. Pero ese antagomsmo que les punto de que esta determinación en alteridad acaba por for-
セーッョ・@ unos a tras se interpreta por el hecho de que cada uno mar el objeto y la realidad: cada uno (en un mercado supues-
recibe su ley del Otro (y no como en la lucha 、オ・セエ。@ en que tamente competitivo) prevé en hipótesis que la atomización
cada uno quiere imponer su ley al Otro) . セ。@ umón ⦅、セ@ los como tipo de unión social se mantendrá por lo menos duran-
vendedores entre ellos (en el interior del n_umer_o セ・ィュ、I@ te el tiempo del cambio. La unidad no puede ser, pues, con-
no es ni la simple yuxtaposición ni la síntesis _umta_na. Estan cebida aquí como una síntesis unificadora, sino como una for-
yuxtapuestos en la medida :n. que cada セ・ャ。ッ￳ョ@ c!irecta con ma de la dispersión en tanto que tal cuando esta dispersión
el comprador es, en su movimiento real, mdependiente ele la es aprehendida como regla y como medio de acción. En efecto,
relación del Otro. Están unidos por el hecho de que la ケオセエ。ᆳ hay que ver dos hechos esenciales: 19) La verdadera diferen-
fJosición ele los hombres no es únicamente la de las ウ。イセュ@ cia que hay entre la molécula física y la molécula social es
en una lata ele sardinas: esos vendedores que hacen la misma que la primera es un elemento puro y simple de la dispersión
operación determinan un campo social _simplemente _porque numérica, mientras que la segunda no es factor de dispersión
la operación es humana y porque conoerne Nョ・」ウ。ュセエ@ sino en la medida en que primero es factor de unidad. La
a los Otros, 0 , si se prefiere, porque cada オョセ@ ele ellas, al clin- molécula humana no se mantiene en la multiplicidad; orga"
girse a la masa indistinta ・ャセ@ los 」ッューイ。セ・ウL@ proyecta un por- niza con su acción esta multiplicidad en unidad sintética (es
venir humano. Hemos elegidO a propósitO el mercado comr.e- el mercado como fin y condición de su actividad) . La disper-
titivo puro porque hace que aparezca lo que llama?a Hegel ャセ@
sión interviene en segundo grado: hay multiplicidad no de
multitud atomizada"; pero precisamente las イ・ャ。セキウ@ cuanti- simples partículas aisladas sino de unificaciones ;m realizadas
tativas ele las moléculas físicas son イ。、ゥ」セャュ・ョエ@ ch?untas de las prácticamente (y a veces hasta conscientemente) de la mul-
relaciones entre átomos sociales. Los pnmeros acoonan y reac- tiplicidad puramente física. Cada uno unifica, aprehende y
cionan en el medio de la exterioridad; los otros en el de la maniobra a la feria como una realidad total (la aprehende a
interioridad. Cada uno se determina y 、・エイセゥ_。@ al Ot:o セョ@ través de las tradiciones locales, la costumbre, la periodicidad,
tanto que es Otro distinto del Otro y oエイセ@ distmto ele st セゥウᆳ su propia existencia material, su proyecto de productor-ven-
mo. y cada uno ve despojarse a su acto directo de su senttdo dedor, etc.). Pero cada una de esas unificaciones está separa-
real en tanto que el Otro le ordena y se fuga a su. vez セ。イ@ da de la otra por un vacío real, es decir, por el ·hecho de que
influir en el Otro, allá, sin relación real con su mtenoón. cada uno, física y prácticamente, no es· el otro, sino que real-
Tiene que haber falsa unidad. Y existe: e,s. el mercado セ。ュッ@ mente están separados por muros, por lo demás, tanto como
reunión (poco importa que sea _un lugar ÍlSlCO o un conJunto los antagonismos prácticos o como la ignorancia real de su
de telecomunicaciones que recoJan las demandas, las ofertas Y existencia recíproca. Y el mercado no es la unidad sintética de
los precios de cada uno) . Cada persona al principio va a la
469
468
una ュオセエゥーャ」、。L@ sino la multiplicación dispersiva y real de dicho que esta unificación no hace sino desplazar la compe-
su propia umdad. Para cada uno la unidad del mercado es tencia) . Cuando no tiene lugar. la unificación -como en el
a_ la vez el ヲオョ、セュ・エッ@ de la operación que intenta y, al mismo mercado 1 competidor-, el precio· obtiene su realidad objetiva
tiempo, esta umdad huye de él, ya que la acción de esta ato- y práctica de la separación física y mental de los agentes; es
micidad es 。ャゥセョエ・[@ y finalmente es el hecho de que el centro Teal porque recoge en él todos los factores reales de separación,
d_el mercado siempre está en otro lugar al mismo tiempo que es decir, la insuficiencia contemporánea de los medios de co-
siempre está presente (como lugar de reunión o como con- セオョゥ」。￳@ ta.nto como los muros de piedra que separan a las
junto d_e セョヲッイュ・ウ@ sobre el movimiento del mercado); esta tiendas o el tiempo real que se necesita para alcanzar y con-
contradiCCIÓn es la que crea el objeto social. Es ella precisa- vencer a los vecinos de que superen el antagonismo hacia la
mente la que permite a la unidad de reunión que no sea sim- cooperación; pero ante todo se funda en el tipo de relaciones
plemente superada por la acción común (como ocurre en un humanas que se puede llamar indirecto o lateral. Obtiene su
acuerdo directo de productores o de consumidores) o hasta fuerza de la impotencia (provisional o definitiva) de cada
por la acción individual, sino por el contrario que se presente comprador (o vendedor) en relación con la serie de los otros
a la vez como el \Jbjeto común de una acción y como la ley compradores (o vendedores), corresponde a la necesidad; si
dgida y externa de toda acción particular, es decir, que exista el vendedor quisiera ponerse a defenderse (o el comprador),
a la manera de un objeto instrumental, "a mano", "ante los tendría que empezar una acción serial, es decir, pasar de cada
ojos" y como una necesidad objetiva aunque extraña en cada uno a cada uno. Esta acción serial sólo puede ser indetermi-
uno de nosotros. Hay que insistir sobre este segundo punto. nada (porque no está dado el número de personas que se tiene
Entre sindicatos (o cooperativas) y monopolizadores, el precio que alcanzar directamente) y circular (porque el individuo
que se convierte en acuerdo tiende a perder su realidad de con el que acabo de entrar en relación directa para mí se
constreñimiento. Desde luego que el costo de producción y vuelve el otro en cuanto me alejo para alcanzar a otro; habrá
la capacidad de compra real trazan los límites objetivos de sus que volver a él) . Luego es una recurrencia infinita. En efecto,
variaciones; pero estas condiciones son materiales, visibles, y ya conocemos el tipo de razonamiento aritmético que permite
ーオ・」セョ@ ser abordadas de ヲイ・_セ[@ por el contrario, en lo que demostrar que todos los elementos de una serie poseen la mis-
concierne al margen de beneficiO, puede ser reducido o aumen- ma propiedad. Se divide en tres operaciones; se empieza por
tado por la relación directa de las fuerzas que están en pre- establecer una proposición universal de tipO' ordinario: si la
sencia. En este nivel, el precio de venta se vuelve "objeto re- propiedad existe para el número a (cualquiera), existe nece-
cíproco", es decir, que su opacidad para uno se fundamenta sariamente para el número b (colocado en la serie inmediata-
en ャセ@ resistencia 、ゥイ・」セ。@ del otro, y deja entrever, como pro- mente después de a); se verifica después que tal número (cual-
fundidad suya, la acnón y las necesidades del tntst o de la quiera) de la serie posee, en efecto, la propiedad en cuestión;
cooperativa. Bajo la presidencia de Roosevelt, los americanos en fin, el matemático procede a hacer una especie de totaliza-
se negaron a comprar carne para luchar contra: las pretensio- ción ficticia o, si se prefiere, a pasar el límite, cosa que le
nes del trust de los ュ。エセ、・イッウN@ En ese momento -y mientras dispensa de hacer una serie infinita de operaciones (es ver-
duró el boycot- el precw se mantiene como signo ideal, ya dad para a, luego es verdad para b; si es verdad para b, es
que nadie compra ni vende, y su significación remite en seguida verdad para e, luego e posee la propiedad; pero si es verdad
a la voluntad de lucha del trust, es una pura información para e, es verdad para d, etc.). Así los objetos colectivos tienen
sobre la energía de los miembros del trust, sobre su voluntad como origen la recurrencia social: representan totalizaciones de
de "mantenerse", y sobre las condiciones materiales que per- operaciones inefectuables; pero no aparecen primero como ob-
miten o necesitan su actitud. Pero es que la unificación de 1 El mercado· como reunión (lugar práctico-inerte) se vuelve a su
cada uno de los dos grupos permite la relación directa (ya he vez el 'J.'recio en tanto que funda la actividad pdctico-inertc de las series.

470 471
セッョ・、。@ (con sus caracteres psicológicos: pesimismo, etc.) no
jeto de conocimiento: son セョエ@ エNッセャ@ realidades sufridas y vivi- tiene otra base más que la actitud de los Otros. El fenó-.
das, que conocemos, en_ su ッ「j・エセカゥ、。L@ por los actos que tene-
ョセ・ッ@ se produce en tanto que fuga; como no puedo impe-
mos que hacer. El prec_w se. me Impo?e como 」ッセーイ。L@ por-
dir que ,un desconocido cambie rápidamente su dinero por
que se le impone a mi ;eCino, ウセ@ le オセーッョ・@ a mi veCI?O por-
mercanoas que almacena, me apresuro a cambiar el mío
que se impone a su vecmo, y asi sucesivamente. Pero mversa-
por Mセエイ。ウ@ mercancí_as. Pero es mi gesto, en tanto que está ya
mente, yo no ignoro que contribuyo a establecerlo y que se
mscuto en el con JUnto de las conductas económicas, es mi
impone a mis vecinos porque se me impone a mí; de una ma-
ァセウエッ@ futurci el que ha determinado el gesto ele este descono-
nera general, no se ゥューッョセ@ a cada uno como イZ。ャゥセ、@ estable
Cido. Vuelvo a mí mismo en tanto que Otro y mi miedo sub-
y colectiva si.no en la medida en アセ・@ es la totahzaoón, de una
jetivo del Otro (que no puedo tocar) se me aparece como
serie. El ob¡eto colectzvo es un zndzce de separaczon. Esta
una fuerza extraña, como una caída acelerada de la moneda.
interpretación aparecería aún más claramente si se considerase
Así la caída del asignado ,¡_, en 1792 es un proceso colectivo
un mercado más complejo. (en unión con la coyuntura, con
que no se puede detener; su objetividad es entera, cada uno
la intervención del Estado, con la existencia de semimonopolios,
la sufre como un destino. Y, claro está, sus factores objetivos
teniendo en cuenta la publicidad, el tiempo -y por lo tanto
son numerosos y ele poder: la circulación monetaria se había
las variaciones de la producción y de las herramientas-, セエ・NI@ ,
、セーャゥ」。ッ@ sin 9-ue hubiese aumen!ado la producción de los
pero sería necesario hacer un desarrollo que en este estudw_ no
bienes; la persistencia del numerario frente a la moneda de
encuentra su lugar. Señalemos, simplemente, un caso particu- ·
1 papel suponía un _régimen bimonetario (dos mil millones de
lar: el de un mercado en período de inflación aguda . La
numeran.o, dos mil millones de papel) , y ya se sabe que en
moneda se deprecia calla vez más porque cada individuo trata
estos Nイ・ァオョセウL@ la mala セッョ・、。@ echa a la buena, es decir, que
ele deshacerse de ella para adquirir valores reales; pero este
es mas. ofreoda que pedida y que se desvaloriza rápidamente;
comportamiento determina la depreciación antes que todo, por-
Y en fm, hay qu_e contar con el agio, los billetes falsos impre-
que la refleja; o, si se quiere, es la depreciación futura, en tan-
sos en. el ・クエイ。セjッL@ etc.l Pero aparte de que muchos de ellos
to que se impone al individuo, en エ。ョセッN@ que él la prevé como sólo tienen acción en tanto que vividos (por ejemplo, la ley
la unidad de un proceso que lo condiciOna, es esa futura de-
de Gresham nos remite necesariamente a la confianza: la
preciación la アセi・@ . determina la 、・ーイ」ゥ。セ￳ョ⦅@ ?ctual. Ahora
buena moneda desaparece porque ciertos hombres la conser-
bien, esa depreCiaCión futura la sufre el mchv1duo 」ッュセ@ Qセ@ van, .Y la_ conservan porque no tienen confianza en el otro),
acción de los Otros sobre la moneda; se adapta a ello Imi-
ャセウ@ histonadores reconocen la importancia de los factores polí-
tándola: es decir, que se hace Otro; en este instante actúa
tzcos en la baja del asignado: la confianza era tanto m{ts débil
contra su propio salario en tanto que _Ot1·o, ya que セウ@ セ。ョエッ@
cuanto que estaban emitidos por un poder revolucionario que
él como otro cualquiera el que contnbuye al hundtmiento
de la unidad monetaria; y la propia posición frente a la podía. ser derribado. Su caída refleja, pues, a la vez la fuga
de Lms XVI, las palinodias de la Constituyente, el abatimien-
to de los revolucionarios a fines del 91, y, tras las primeras
1 Tai1 bién aqu! dejamos de !?do las condiciones materiales. de la
1
inflación, es decir, un aumento considerable del volumen de los m_stru- derrotas del 92, el miedo a la restauración de la monarquía
mentos monetarios (que remite al déficit del presupuesto del ァッ「Q・イセ@
y después a la historia como totalización) セ@ una determinada ーセオョ。@ • Ver N. del T., de la pág. 453. N. del T.
en los factores de producción (no hay depósitos, etc.) . Estas condiciOnes
1 Todos estos ヲ。」セッイ・ウ@ _nos llevan, c_omo ,se comprende, a la praxis
son absolutamente necesarias para la inflación. Y su reunión hace que la de la 「オイセ・ウャ。L@ a _su liberalismo económico (negativa a dar al asignado
inflación sea inevitable. Pero la provocan a través de_ los hombres 9ue y poder hberador Igual al del numerario, negativa a decretar el curso
viven la situación y que reaccionan en su comportamiento. Ahora bien, forzoso -tendrá lugar más tarde-, negativa a tomar sobre si las cargas
estos hombres están todos condicionados por el hecho de que el Otro se de la guerra) .
les escapa sin cesar y que sólo imitándole pueden luchar contra él.

472
473
セ「ウッャオエ。N@ Pero estos diferentes sucesos, en tanto que son his-
veses cuando se llevaban el oro español) , sino como ausencia
tóricos, fueron directamente sufridos por hombres que se unie-
infinita y regresiva. Hoy, la rápida sucesión de las inflaciones
ron para luchar contra ellos; una respuesta organizada contra
y de las devaluaciones le ha revelado a cada uno el doble ca-
la traición del rey, le echó de las Tullerías el lO de agosto.
rácter de toda moneda como presencia material y como fuga
Por el contrario, la baja del asignado expresa a estos sucesos
indefinida. El valor real de este billete no se puede determi-
en tanto que son para cada uno incidencias laterales, _vividas
nar sino en una coyuntura histórica definida y fechada, se
como reacción dispersa de los Otros en la recurrenna y la
refiere necesariamente al régimen capitalista, a las relaciones
impotencia. El mismo. individuo puede formar _parte de un
de producción, a las relaciones de fuerza entre las clases, a las
club jacobino, aprobar el lO de agosto con entusiasmo y guar-
contradicciones del imperialismo y a la relación de Francia
dar su oro sin darse cuenta de que los mismos hechos se le
con las otras democracias burguesas; pero este conjunto es una
presentan en dos planos distintos y que reacciona contradic-
fuga pam mí, lo aprehendo en la moneda de cincuenta fran-
toriamente, según los considere en uno u otro plano. Con el
cos en tanto que está vivido por el Otro, el comprador que
asignado, es la Revolución la que se le ヲセョ、・@ en las manos y almacena en previsión de que haya una guerra, o el vendedor
él contribuye a que se funda; con la monón que hace que se
que eleva los precios, o el productor que frena su propia pro-
vote en su club, es el impulso revolucionario lo que él cree
ducción. Pero esta ausencia, este movimiento de perpetua re-
que prosigue. aャァオョッウセ@ conscientes de ,la contradicción. ¿acejJta: gresión, sólo se puede manifestar en un objeto material del
Tán en adelante el asignado y pagamn con numerano? Aqm
que constituye la Tealidad humana. La apariencia diabólica de
interviene la recurrencia; este acto no puede servir ni de pro-
la moneda (o del billete) consiste en que está aprehendida (en
paganda ni de ejemplo; apenas si エ・セ、イ£@ 。セァオョッウ@ エ・ウセゥァッ[@ ・セ@ diferentes momentos sucesivos) en su identidad material, y
único resultado será la ruma del patnota, SI es negocmnte; SI
que puedo tomarla, tenerla, esconderla; pero también que está
es productor, sin duda se salvará; ー・セッ@ 」ッョエイゥセュ£@ (en オョセ@ alcanzada en su inmovilidad por un cambio ausente, que siem-
medida insignificante) a ュ。ョエ・セ@ el b.Imonetansmo gue arrm- pre se realiza en otro lugar y que me envía la imagen de mi
na a la Revolución. ¿Está, pues, mqllleto, o desconfiado, este
impotencia por atomización. En una obra ulterior desarrolla-
revolucionario? Sí, y profundamente: la desconfianza del Otro,
ré el ejemplo del dinero. Aquí quisiera señalar que la moneda
la oscura conciencia de la recurrencia, acompañan general-
tiene la doble infinidad de lo universal y de la recurrencia en
mente a los primeros pasos de una イ・カッャオセゥ￳ョN@ Esta descon- cada una de las unidades concretas. Este billete de banco est<'t
fianza exige la unidad contm la ,-ecuTTencza (y no, como se
constituido en mis manos como una abstracción universaliza-
cree, contra la simple multiplicidad) , la totalización contm la
da por el hecho de tener curso en todas partes: es un billete de
fuga indefinida (y no, como dice Hegel, la universalidad セッョᆳ
cien francos (¿de dónde proviene la locución familiar? "¿Cu{m-
tra la diferencia específica) : es ella la que engendra y sostiene
to vale? ¿El billete de cien francos?") . Y al mismo tiempo, su
al Terror como intento de unificación subjetiva. Pero es ella
poder adquisitivo real es el resultado de una イ・」オゥセ。@ in-
también, gobernada por la desconfianza de los Otros, la que
finita en el que yo mismo figuro como otm. Lo 」ッョウゥ、・セᄋ。イᆳ
se vuelve contrarrevoluciona ria y se aprehende a sí misma co-
mos, pues, como un "colectivo". En la medida en qt_Ie su mcr-
mo objeto extraño en el asignado que se funde. En este nivel
cia los conserva, todos los objetos sociales son colectivos en su
volvemos a la moneda como materialidad. Pero esta vez Qセ@
mateTialidad fundamental; desde el momento en que _dur:m,
consideramos en el marco de las relaciones prácticas de reci-
todos tienen su realidad a causa de la perpetua destotahzanón
procidad. Su sentido resume en él a la totalidad del proces?
de la totalidad de los hombres; en su base, todos suponen オョ[セ@
histórico en el momento considerado, pero lo resume mecam-
hemorragia que corroe a una presencia materia.!. Claro que
zándolo; y los agentes no lo aprehenden como ca.rácter posi-
tienen estructuras muy diversas. Llevado al límite, se puede
tivo del objeto material (lo que hacían los comerciantes geno-
concebir el mercado competitivo como la atomización (o la
474
475
masificación) radical de los grupos humanos: la pesada realidad una misión; es al mismo tiem
Asamblea elegida que tendrá ーッオセャ@ órga?o gubernamental y la
del precia, fijado por un desacuerdo común, es la manifestación se la padece y se lu h q . renda cuentas a la nación.
colectiva (es decir, válida para todos) de la tmposibilidad de e a contra ella '
Pero lo que nos hace re , , se 1a venera y se la odia
una unidad 1·eal, de una organización de los compradores (o d 1 caer en la recu . .
de los vendedores). No 1·etíne; por el contrario, es la conse- e os clubes el conjunto de l . d rrenoa es que a pesar
en manera alguna y qu os 」セオ@ adanos no está organizado
cuencia de la separación, y se vuelve factor de nueva separa- '' e, en oerta for A
ción; en una palabra, es la separación realizada. Pero la sepa- encuentra como un mo 1 • ma, 1a samblea se
E.s t a d'Isperswn. , es simultáneam nopo lO ante t l com pra el ores dispersos. .
ración, para los hombres, lo mismo que la unión, es una situa-
ción construida que resulta de determinadas acciones ejercidas, de los dirigentes: reduce al , セョ@ e e poder y la impotencia
· mm uno la 'b 1T el
por determinadas fuerzas. La falsa unidad del jJTecio se debe a o.a organizada (huelgas cont 1 , _POS! I acl de resisten-
cetera) , pero al mismo t. ra e maximo de los salarios et-
que la separación es una realidad provocada, un tipo de rela- Iempo corroe y di 1 '
ción que los hombres tienen entre ellos. Es esta separación la elecretos unificadores (crisis d . . sue ve en ella sus
que quiso realizar Le Chapelier en el mercado del trabajo, tras n_ado, etc.). Las representacion=s subsrstenoas: caída del asig-
las huelgas que preocupaban a la burguesía, y es ella la que se szempre de ot1'0 lugar llevan e ,Y ャセウ@ creencras, que llegaban
mostró para los obreros como una ausencia total de elasticidad rrencia, son ideas 'i'de,sbo d, n Nセ@ セイウュ。@ la marca de la recu-
. r antes · sm d el
oón real de cada persona e , u a expresan la situa-
con los salarios. La unidad del objeto colectivo es, pues, tanto
m<Í.s rigurosa y su rigidez tanto más inHexible cuanto más lejos camente; su ゥョ」ッウエ・セ@ l
roh la ・セーイウ。ョ@
bles. Cuando el convencí; ;s _ace Impenetrables e invenci-
en la fuga, míti-
se lleva la atomización de los grupos colectivos. Y como origi-
Convención -como em . na qurere comprender lo que es la
nalmente representa a la actividad de cada uno en tanto que l)l esa en movim ·e t
está gobernada lateralmente y a distancia por la actividad del res. o para el país, éste acaba - I セN@ o- para sus electo-
obJeto agrandado llasta l f pm ・ウ」。ー\セイャ@ totalmente· el
Otro, su carácter colectivo muestra la forma más simple de la ' as ronteras d F · '
alienación. Los máximos, las tasas y el dirigismo moderno no apremiante, pero impensable . e rancra, es ahí real,
Est '1 . . . , propramente hablando.
chocan en primer lugar con la mala voluntad de la gente; - a u trmas mehcaciones nos e . -
cal acteres ele otro cole t'
pero estos intentos de unificación positiva que suponen (y que l e Ivo -uno de plosrmlten , . scnalar alcrunoso
al mismo tiempo tratan de constituir) una centralización y os gobernantes- que se ll l . セャ。ウ@ rmportantes para
una organización de las relaciones interhumanas corren todo duda de que en セャ@ mar d alma a opznzón pública. No hay
. ·• ' co e proceso de te mpora 1·1zacrón ·
el tiempo el riesgo de disolverse en el medio en que se pro- t ota ¡zacwn
. l. , '
existe alg
o que se llama la op· . ,
y de
ducen, es decir, en el medio de la recurrencia: antes de ser opmwn se manifiesta con d' 1 ' znzon, Y que esta
vividas como relación directa de un órgano centralizador con el:terminadas signil'icacionesrc{os Y セッョ@ actos que se refieren a
cada uno, serán vividas (a pesar ele la expresa voluntad ele los mean diariamente al . f d. 1os m_ ormes de la policía comu-
1 Je e e gobierno · 1 · .
gobernantes) como otras y a través del otro. Así es cómo la a gunos ele esos actos el . ' a tJtu o md1cativo,
Convención se le escapa al convencional y alcanza una impe- quienes tienen que deelyu . e lesos. 、ゥセィッウN@ y son los dirigentes
c1r as sigmficac · ¡ L

netrable profundidad en la medida en que también existe para tas, como 1·ealidades ob. t. wnes e e esas concluc-
el no-convencional, para los "sans-cu lottes", para las ciudades y efectiva. Es ahí 、ッョセヲ・@ mas { セュ_@ m a terialidacl ideológica
categoría social de la te . :e la ara del descontento ele tal
ele provincias, para el campo, para Europa misma (cuántas ' nszon que se estable e · '
veces declararon los oradores revolucionarios: "¡El mundo tie- y grupos (en tanto que se e - . e entre melivicluos
peleas, linchamientos et ) . xpr esa _co? d,rchos y hechos, como
ne los oios puestos en nosol':ros!") . Originalmente, esta relación
opinión pública pone' o nc. , en este mvel se determinará si la
es ele tipo directo; la Convención, con sus poderes, su auto- o pone en r 1 · • el'
rielad, sus tareas, sus diputados, existe como objeto directo para o dos significaciones ObJ' et' ( e. aoon Irecta dos hechos
el f' !Vas por eJemplo l .
el elector, para el jacobino, para el representante que cumple g uesa e manciar la guerra el l 92 . ' a negativa bur-
e con el Impuesto y la baja

476 477
del asig nad o), o si, por el con trar
io MN」ッセ@ セM。コョ@ o ウゥセ@ e.ll a-, una 1·ealida·d social, es una fuer za
form a una sola sign ific ació n con
dos sigm flca oon es dist mta s. (com o imp oten cia vivi da
Hab ría, pue s, una tend enc ia a ind ivid ualm ente , pue de llev ar a
con ceb ir la opin .i?n ー「ャセ」。@ una per son a a ven der su co-
com o una con cien cia cole ctiv a que mer cio, al suic idio , etc.; en circ
nace de la um on smt éuc a uns tanc ias que defi nire mos
de los ciud ada nos que form an una más ade lant e, serv irá de base par
nac ión, y que imp one sus a un reag rup ami ento ) y esta
repr esen taci one s a cad a uno com fuer za es el pod er prác tico -ine rte
o par te inte gra l del todo , de de セゥャ・ウ@ de hom bres com o
la mis ma man era que . la tota lida ene rgía pote ncia l. Per o esta fuer
d está pres ente en cad a una za no resi de en nad ie, tam -
de sus part es. El des con tent o de poc o es el pro duc to de todos; es
los com erci ante s al por セ・ョッイ@ la alte rida d mis ma en tant o
(tal y como lo des cub !en las 。」セゥッョ・ウ@ prec isam ente que está par a todo
comun.es y ャ。セ@ aco one s s en otm lugar. En los casos
tota lme nte dist inta s), la desconft dete rmi nad os en que el des con
anza de los mdu stna _l:s o de tent o (o cua lqu ier otra con-
los ban que ros fren te al gob iern o duc ta afectiva) se pro pag a a trav
Hエセャ@ .Y como lo ュ。Nヲャセウ@ el tirse y de man ifes tars e por cad
és del país , en lug ar de sen-
frac aso del prés tam o) , el イ・」セ、ッNュゥョエ@ a uno en el lugar mis mo, se
(tra s una derr ota o una hum illa .del anti sem itism o asiste prec isam ente a pro pag acio
oón naciOnal) : エッ、。セ@ esas nes seri ales que pon en en
real idad es obje tiva s las con ceb imo evid enc ia más clar ame nte su car<
s como esq uem as tota liza do- ícter de alte rida d. Bas te con
res. En real idad tene mos que sab reco rda r el Gra n Mie do del 89
er que cad a una de ella s. es N・セ@ que tan not able men te ha es-
sí mis ma y par a cad a uno el Otr tud iado Lef ebv re. Lef ebv re en
o, que su ・ウエイセi」オ。@ ウセァiィᆳ que este mie do no esta lló en toda
prim er lug ar ha dem ostr ado
can te es seri alid ad infi nita , y que s part es al mis mo tiem po,
tien e la um dad practiCO- y. que . no cub rió a toda Fra ncia
iner te de un índi ce de sep arac ión. , con trar iam ente a lo que los
En la med ida en que el lust ona dor es pre tend ían en nom
com erci o al por men or, por ejem bre de un org anic ism o espo n-
plo, pro duc e sus órg ano s de táne o. Ha pro bad o que hay que
defe nsa y pue de actu ar en el gob con tar cinc o corr ient es de
iern o, no se pue de hab lar de
des con tent o: entr a en luch a con mie do y que algu nas regi one s
la polí tica min iste rial y trat a no fue ron tocadas. Y en fin,
de mod ific arla . Tod o es praxis: que estas corr ient es, cuyo orig en
que teng a éxit o y todo se pue de ser fech ado y loca-
reso lver á ami stos ame nte. Por el liza do en cad a caso, se pro pag aro
con trar io, cua ndo el peq ueñ o n en· seá e de pue blo en ciu-
tend ero aisl ado ve que aum enta dad y de ciud ad en pue blo , sigu
n los ゥューオ・ウエセ@ o que ウセ@ ele- dete rmi nad o algu nas con dici one
iend o itin erar ios que han
van los prec ios al por may or sin s precisas. Per o lo que más
pod er elev ar .el sus preciOs. al llam a la aten ción en su libr o
por men or, sient.e en su mis ma
ー・イウッョセ@ el. mie do, de la rum a que nos hall amo s par a enc ont
es la con stan te nec esid ad en
y del ham bre . Sm emb argo , esta
イ・。」ッ￳セQ@ no ウセョ。@ el descon- mov imi ento de tene r que recu rrir
rar la inte ligi bili dad de un
tent o, sino el sim ple terr or, si en a la raci ona lida d del Otr o.
este mis mo mie do no descu- Sólo reco rdar é algu nas indi cac ione
brie se com o tota lida d seri al de s: el mie do tien e con dici o-
imp oten cia el mis mo desc_on- nes muy precisas, per o lo que exp
tent o en los otro s com erci ante s, resa en pro vinc ias y en el
es dec ir, si no se des cub nes e cam po es sob re todo la estr uctu
com o disp erso en la seri alid ad del ra de alte rida d en rela ción
Otr o como afec tado ーセイ@ la con Parí s. Las noti cias son esca
imp oten cia de los Otr os y afec tand sas, lleg an lent ame nte, se es-
o a los Otr os セ・ウ@ deo r,. a per an con imp acie ncia ; lleg an
sí-mismo has ta el infi nito com a las ciud ade s, pero por el
o Otr o) con su Imp oten oa.
Por esta razó n, el obje to mat eria cam po se difu nde n mal y osc uram
l com ún (po r ejem plo, el ente (los cam pesi nos las
imp ues to, el índi ce ele los prec reci ben ya defo rma das y env ejec
ios. al por may or) real iza en idas los días de mer cad o) .
su des arro llo prác tico -ine rte la Así el con tras te exis tent e entr e
umd ad del des con tent o. Per o la rapi dez de los aco ntec i-
lo real iza fuer a, en él. En la mie ntos que tien en lug ar en la
mul tipl icid ad セ・@ las ー・セウッNョ。@ cap ital (y en Versalles) y la
este des con tent o se real iza com o rare za de las info rma cion es hac
prot esta s teón cas y prac ti:a s e que cad a uno miela su pa-
de des con tent os aisl ado s (y que sivi dad en rela ción con esos Otr os
se igno ran en tant o q_ue m- (ari stóc rata s, dip utad os del
divi duo s) com o su índi ce de sepa esta do llan o, pue blo de Par ís),
raci ón. En ese sen tido es que . hac en la His tori a en
Parí s. Más ade lant e, las socieda
des jaco bina s trat arán de or-
478
479
Añ?s, a los bandidos se les llamab " . ,.
casi todas las partes . . ' a los mgleses , y que en
ganizar la provincia y hasta el campo. De momento, estos . , Sin ninguna 'ó
renoa, se llamaba a l ' preocupao n por la cohe-
hombres inquietos, ansiosos, impacientes, se sienten todos co· ' ' os errantes ·
mo los Otros (los que sufren la Historia) en tanto que están el e extmnjeros. En realidad el .: -mercenanos con el nombre
apoyado
'l por un e ·érci'to pr o'resiOnal . complot al .ele . los. aristócratas"
, ,
sin influencia sobre esos sujetos que la hacen en París. El
conjunto ele las condiciones que hacen que nazca el gran so o en París y en1 Versalle . ': pnnop10 tema sentido
erada (y en efecto er l s, ウ・ャGセッ」ィ。@ concebir que la arista-
miedo lo es en el marco del descubrimiento que cada uno el · • a a po 1t1ca qu , .
hace de sí mismo como Otro (objeto de una Historia hecha etermmados aristócratas) t'l' e pretenchan Iml)Oner
l el d
rece or e París para rom e u 1 Izase a la t
. s ropas reumdas . al-
por los otros). Pero llama la atención que nazca esencial-
y del pueblo. Pero con l p r laf resistencia del estado llano
mente del "temor al bandido". En, realidad, la mendicidad . a nueva ·arma q , .
es la plaga crónica del campo; en todas partes hay mendigos pm a 1os campesinos, se vuelve erfecta ue esta pohtica toma
y vagabundos. Éstos, en el fondo, sólo' eran campesinos arrui- 「セイァッL@ es la misma, pero vista セョ@ el m ュセョエ・@ absurda. Sin em-
nados o vástagos ele familias demasiado numerosas. A pesar v¡duos a quienes su impote noa . l1ace ediO que del Otro por incli-
1 .
de eso, los labradores no les veían con gusto. El pequeño m un · d d o e los obj'etos • ele l O
os tras El b z·d se e eshcen en el
propietario, y hasta eL jornalero veían en ellos un "Lumpen anstocrático como Otro , VISto . en el mecl' . anr; z o, es el complot
· .
proletariat" agrícola, y al mismo tiempo se reconocían en y como carácter . ele
· 'alter¡'dad a b so l uta· es IO 1ongmal H' del
. Otro
esos errantes en tanto que les amenazaba la posibilidad per- f nerza enem 1ga que le ll • a 1stona como
Lo que se añade a la 」ッイZセ。@ Nセ@ cada uno como algo extraño.
manente de arruinarse, teniendo entonces que recurrir ellos
probado Lefebvre- l lepclad del gran miedo -como ha
también al vagabundeo, y ser Otros. Pero para el campesino, es que no pro · 1 .
el verdadero Otro, la otra clase, era, claro está, la aristocracia queos ele castillos sin vaco sub evaoones y sa-
ralmente hubiese, m, o que, por el contrario (aunque natu-
terrateniente con sus derechos feudales. Sin embargo, llama , as saqueos durante l .
la atención que al propagarse la noticia ele que en las ciu- d espues) , fue precedido e gran mleclo que
dades se temía un complot de anstócratas, se descubriese ele cales: campesinos sitian 」AウセャッエZョ@ serie de insurrecciones lo-
golpe la unión sintética ele los aristócratas y ele los errantes. y molestan a los señores Ah , os. ocupan, a veces los dañan
contribuyen a su vez a p. d or.a blen •. estas acciones locales
Naturalmente, se podía dar una explicación racional: los ' • ro uctr el mzedo N 'l .
aristócratas habían tomado a los errantes a sueldo para aplas- el e l a reacción del Ot ro (o temor a 1 · o so o. el m1edo
que se presentaban a l 1
as represa ws) , sino
tar al pueblo del campo. Pero esta interpretación raciona-
liza a jJosteriori un movimiento cuya in teligibiliclad reside en
(y tal vez, tras alo-ún o:. que no ィ。「N■セョ@ participado en nada
el proceso ele alteridad y que hace que se aprehenda al erran- c?mo acciones ・ウー。 P ョエッウ。Z・[セヲ「ャ@ a セッウ@ participantes)
oón de las prohib' . , a go asl como una viola-
te como Otro absoluto, es decir, como Otro doblemente (Otro . loanes sagradas o l '
como miserable, Otro como mercenario ele la clase de opre- miento asustador de . . . . como e desencadena-
. 1a VIO 1enoa Sm emb
sión) , al unir en él en la dimensión ele alteridad el crimen smos no-participantes era l :

argo, estos campe-
como actividad antihumana del Otro distinto del hombre y 「セョ@ en la rebelión: al 。[Z・ィセウ [エウ@ que ャセウN@ q_ue participa-
el dominio opresivo como praxzs que pretende reducir al mismo opresor , que od'Ia b an ) co actol' (dmgHlo . 'd contra el
campesino al estado ele sub-hombre. La prueba de que ante aprehendían su propia . . mo e Ingi o contra ellos,
. VIO 1enoa como la el O
'todo se trataba ele una unión sintética de todas las alteridacles semepntes como extraños El . d. e tro, y a sus
en el Otro absoluto (hombre cruel que reduce a sus seme· así hasta en la memoria c. ' meen IO 、セ@ un castillo tomaba
jantes a la sub-humanidad, animal cruel que se parece al estructura del recuerdo) omun (;n tanto que alteridad como /
un caracter tan b' 1
hombre en toLlo, salvo en que su único fin es suprimirlo) está l o sacro mismo· bla am IVa ente como
en que en determinadas regiones en que se conservaba el pueblo y al mi;mo エ_・セー@ negro: lEra. rebelión legítima del
era VIO enoa del Otro , la' v·10l en-
recuerdo ele los destrozos hechos por la guerra ele los Cien
481
480
cia como Otro, lo que también llevaba a atribuírselo a los entre el hombre v el contra-hombre eligen al Otro, al no,
bandidos. Ante esta violencia extraña, cada uno se sentía a.I anti-humano. 1;odo hombre que ウセ@ ve de lejos es otro dis-
otro objeto, como ante la Historia. Y de la misma manera, la tmto del hombre en tanto que su testigo se siente otro en
toma de la Bastilla, en tanto que noticia difundida por todas esta .Historia en march_a. Hay que precisar adem<Ís que la
partes, tomó un aspecto más o menos vago, pero verdadero altendad crea sus propias leyes: la verdad se hace evidente
y positivo, el pueblo ha tomado la Bastilla, y a la vez un as- para cada セョッ@ en tanto que es negativa y recae sobre el Otro,
pecto negativo polimorfo, según se racionalizase o no: la toma pero también en tanto que está transmitida por Otro en tanto
de la Bastilla va a desencadenar la venganza de la aristo- que es Otro. Son las reglas de la creencia: lo que cada uno
cracia contra el pueblo; la toma de la Bastilla ha tenido como cree del Otro es lo que el Otro aporta en tanto que Otro
consecuencia que se haya escapado de París una multitud de (o en tanto que la noticia ya le llega de Otro); dicho de otra
bandidos que van hacia el campo (a pesar de todo, en esta m.anera: es la información negativa en tanto que no han po-
versión, París se vuelve en causa negativa y fuente del mal), dido 111 pueden verificarla ni el que la recibe ni el que la
y en fin, más o menos oscuramente (seguramente ayudaron エイ。セウj_ゥ・N@ Esta ゥューセエ・ョ」。@ de uno y otro no es más que la
algunos elementos hostiles a la Revolución), la Bastilla ha senalJdad como totahdad negativa, y no habría que creer que
sido tomada por bandidos. Dicho esto, ni las causas econó- 」。、セ@ uno crea a su informador a pesm· de ella; por el con-
micas, políticas y sociales que se conocen, ni el temor a los trano, es ella la que fundamenta y sostiene en cada uno, en
bandidos o la constitución del medio del Otm como medio tanto que Otro, a la creencia en el Otro como medio de
refringente de la Historia bastan para explicar el gran mie- ーイッ。ァ、セ@ de la verdad como Otro. Si creo, no es por no
do. El gran miedo como proceso real es amplio pero locali- poder venficar o porque confíe en el inf9rmador (lo que
zado. En cada caso es necesario que el movimiento sea cau- restablecería la relación directa de reciprocidad) , o reser-
sado por un incidente local, que queda aprehendido por los vándome y no verificando porque es más prudente prepararse
testigos en tanto que Otro, y que la serialidad se propague para lo セ・ッイN@ Creo que, en tanto que Otro, la verdad de una
actualizándose. Ante· todo, en efecto, lo que aparece siempre mformaCión está en su serialidad, es decir, en la infinita se-
se toma por otra cosa. Lo que no significa en absoluto que rie de impotencias que se van a actualizar, que se actualizan,
se confunda al objeto con otro como en un caso de error de se han actualizado, y que me constituye por los Otros como
los sentidos; en realidad, el objeto aprehendido correctamente transmisor jJ1·áctico-inerte de la verdad. La creo p01·que es
se vuelve como otro significado en el movimiento de la pro- C:t1·a (es 、セ」ゥイL@ .según el principio de que la Historia en rea-
pagación. Un grupo de jornaleros protesta en el valle del hda? es !-listona del Otro-distinto-del hombre y que lo peor
Oise porque el arrendador se niega a darles el salario que es Siempre seguro), porque muestra al hombre que concierne
ellos piden. "La noticia -dice un periódico local- se exten- como una especie extraña, porque su modo de transmisión
dió aumentándose. En todas las parroquias tocaron a rebato." es otro y sin reciprocidad. El informador jJropaga una onda
En la misma región, otro periódico da otra interpretación: material, no informa ve1·dademmente; su relato es u1z pdnico;
a unos agrimensores se les habría tomado "de lejos" por ban- en una palabra, en tali.to que Otro, la verdad se transmite
didos. En otros lugares, es a las milicias de las ciudades o como un estado por contagio, es, sencillamente, el estado-Otro
a los soldados a los que "de lejos" se toma por bandas de del Otro frente a los Otros, y es este contagio el que la funda
asesinos. De lejos quiere decir: cuando la indeterminación para cada uno, en la medida en que finalmente es el Ser-
es lo bastante grande como para que no se pueda saber de Otro de la serie que se realiza por ella en él. Ese loco que
quién se trata. En este caso, cs. decir, 」。セ@ vez Yエセ・@ los tes- corre gritando y que veo venir cuando ya conozco mi impo-
tigos pueden elegir entre una ュエ」イー・。セi￳ョ@ positiva y. una tencia; creerlo es volverme el mismo para otm y correr corno
interpretación negativa, entre la reCiproCidad y la altendad, un loco hacia mi vecino. La creencia, en un jJmceso como el
482 483
la misma manera que el
gran miedo, es la alteridad en tanto que se temporaliza en c;>tro, porque el Otro la セ。ョ@ miedo, es decir, tomándola del
la actualización de una serie ya constituida. El hecho del l?formador de los OtroS: セ[。・ウエ@ ta?to que Otro haciéndose
contagio no puede, ーオセウL@ tener ninguna inteligibilidad fuera tiene su fuerza invencible mvel, la Idea es proceso·
de lo colectivo y de la recurrencia. Cualesquiera que sean decir, que no se define porque no la piensa nadie ・セ@
bs condiciones fundamentales e históricas que lo engendren, como el mom. セョエッ@
prax. zs· -o sea, como develamient consciente de' la
nunca se produciría como desintegración en cadena si no ・セ@ .la temporalización 、ゥ。ャ←セエ」@ do セエュィ」N。、ッイ@ de los objetos
tuviera lugar en la temporalidad estructurada del campo o JCto práctico-inerte cuya ev-'· l e . a acCión-, sino como un
pdctico-inerte y si el complejo infinito de las serialiclades como mi· e1ob le mcapacidad
. ' deIcve
enCia
··f·· sel lC · 1en ti·1·!Ca para mí
11
no estuviese ya producido como el grano y la trama de ese en los Otros 1 · tcar a Y de transl' ' .onnar 1a
campo. Por lo demás, los contemporáneos, cuando quieren
tratar de detenerlo, lo explican por -medio ele las series y de 1
. En el colectivo ha ..
la alteridad; simplemente, se cambia de piso: los periódicos eJemplo, la Idea-e i
inerte (la moned:
, y tambiCn otras formas de .
Ya hemos visto., en efecto ue elidea.s, como, por セᄋ@
y las autoridades locales explican que unos extranjeros hacen
correr el rumor de que hay bandidos (o de que se hacen
jャョッカゥュセエ@ general dee su práctico- セZッLー[イエN@ ・ェセュᄀGゥッI@ ーイッ、オセ■。ア@ ーイッセ・エ、@
ッ「ェ・セウ@ セエ・。ャゥ、@ ーウセョゥOイ」エ。@
e ad pas va d ' e 1ca, es denr q ea en el
pasar por bandidos) , para sembrar el pánico. Lo que quiere que este1 se constituía' co:o la uní-
en tanto ue e ve el ser-comím-fuera-de sí d ac¡ n. En tanto
decir: hundiéndonos en el medio del Otro, le hacéis el juego
índice de la uniuad de la [・ー。AセM￳ウ@
e una serie, la Idea, セオ・ャカ@ ウセイゥ・@
al Otro absoluto. en el campo :s así cómo el colonialismo razón o su セᄋ|エヲ」ッ@ 」セZッウ⦅ョ@
He dado este ejemplo para mostrar este nuevo objeto común interés 1 . -merte de la colonización, si . material ー、セ@ セ@ iウエ・ュセ@
esto es, se hace m colonos, produce su ro ia Íd se prefiere, como セウ@
temporal: una serie en vías de actualización. No se trata de
un acontecinúento histórico en el sentido ordinario de la cia y los
su esencia ( . .
seleécc!ón práctica
r m nto. y si así desi n
los
.
・クーャッエ。、セ@
desarrollo,
os por esen-
ー、セ@ セョエ・@ Zーセエ。ャ@
palabra, es decir, en tanto que totalización en curso de ac-
ciones antagónicas y concertadas, sino más bien de un pro-
no pued; mb セ・jイ@ 、ャセ」[イ@ 」セョ[ャッエ@ ウーセ」・@ 。[・ウイョセEエャゥ、@ アーセ@
ue sea- sm
qcomo eterno destr ·. . ' 10 en su condic"ó
unse a SI mismo. El coloniali I セ@ -por mlnimo
ceso. Sin embargo, en tanto que el campo práctico-inerte es ción. En tanfoorque se constituye él mismo coms::o 、」ヲセョ・@ al explotado
el campo de las exigencias materiales, ele las contra-finalida- se vuelve dsentencia inerte dictada オョゥ、。セ・イウ@ 」セ、@ de 1explota-
des y de las significaciones inertes, su unidad se mantiene por
fuerza teleológica y significante. Dicho de otra manera, el セ・」L。Zゥ￳ョ@ de 0 su forma 。ャセZイゥ、L@ セ@ Q セウ@ セP 」セZエ@ ᄀセッァIZ、@
gran miedo se les presentó a los contemporáneos ya sea como ubicuidad
Lo · '·
de piedra,
n esta form d
Idea;
!Ca en su
、セ@ セョ」ュッcャ、・。@ ー・イセ。ウオッ@ ヲセ」イZ。、ュッ@
1 .
el resultado práctico de una agitación revolucionaria que tra- el pNセッーキ@ セ・ャ@ racismo, en efecto -con a de a tenclad, se vuelve racismo
pumer eJemplo JO e otras mil "t · "· ·
taba de levantar a los campesinos contra los señores feudales sistema de pensam. que se me ha ocurrido- es que 1 esis ' he tomado
(y como consecuencia se multiplicaron los pillajes y las su- manera un p;.;lsa:ei.lto que podría ser falso o nefasto JO se trata ?e un
blevaciones como primera reacción de grujJO contra la im- tentación racista Incluso su fonnulación. N? es nmgzma ・セhヲョエッN@ ・Zセ@ セ・@
ejemplo con la f as gentes inteligentes (y s¡·n .1 Imposible. y la
potencia del colectivo; más adelante, el proyecto de fede- ' orma de · · ma a volunt d)
las razas mediterráeneas ... , unetc"- Inocenteá orgullo: "Hay que confesar a -por
q
ración aparece también como reacción contra la impotencia Y d e una manera ob· t" · est, regularmente · "d ue
de las masas) , ya como consecuencia de un intento ele los terla
( d · Je Ivamente visible) VIVI a por ellos
ーゥ・、[。セウ@ eョ・」Zセヲ@ セ@ ZNセゥQ・エ。@ ・ウーイ。セコ@ 、セッ・@

セ Q@ エ[セ
QQ
la ton- ゥ ・Zャ@
・セ@ セウ@ co:::o セ。@
emisarios de la aristocracia (y de una parte del bajo clero)
para desmoralizar a las masas campesinas y alzarlas contra la de todos los colonos de la el mterés co!onial vivido es
tanto que tal, tiene en com. ma por la fuga serial de la alt . 1 duni n
burguesía del estado llano. La realidad es que comportaba
ヲッイュセjL@ ーイセヲオ、ゥ。@
profundidad Pero es un con la Idea viva ue se ' ene a . En
esta doble contra-finalidad por el simple hecho de que la mente ya uta está petrificada y a Ida como infi.nita
serie vivía la Historia como Otro y a partir de la impotencia por lo infinito a producirse como
c e otra manera'' se d a en lo abstracto
edstncta-
ca acomo
uno
ウ・イヲ。ャセ@ セ」Zjャiエ。@ ョ・ァ。」セ[ウ@
humana. Las opiniones de la- opinión pública se forman de
485
484
Con esta persp ectiva , la exper ienci a dialéc tica respo ser de clase como un estatu to de serial idad ·
nde a
la pregu nta que hacía mos más arrib a: nos descu Impu esto a 1a
bre la clase multi plicid ad que la compone. Aún hay que precis
en el nivel del camp o práctico-inerte como un colec ar varios
tivo, y el punto s. Volveremos rápid amen te, a título de ejemp
lo, sobre
otm distint a de cada una de sus formul acione o_tro miemb ro _de_ la serie. La idea como produc
s pa1·tic ularcs. Al mismo to del objeto común
tiempo se realiza en cada instan te en cada relació Ucne la matcn ahdad del hecho, ya que nadie
n de colono y coloni - la piensa . Luego tiene
zado a través del sistem a coloni al, y en tanto que la opaca indubi tabilid a? de una cosa. Pero en el
condu cta eleme ntal de mome nto en que a este
los colono s entre ellos, se reduce a alguna s frases colono }e cnc_anta rcfcnr sc a ello como a una cosa,
de conten ido casi inexis- es decir, como a un
tente que cst;\n garant izadas únicam ente por la ー・Q⦅ウ。ュセ」エッ@ 1mpcn sablc, lo propon e como siendo en otro lugar
alterid ad, en tanto que
Idea-O tra las garant iza negati vamen te por el simple qmcr セQエP@ (en cual-
hecho de negar que de la_ colonia ) redesc ubrimi ento espont áneo, fresca
se reduce en tanto que scriali dad totaliz ada a セ」イ・。Q￳ョ⦅[@
y nueva
esas expres iones particu - por CJcmplo, _este ⦅。、ュゥョウエイッセ@ coloni al, simpát ico pero tan
lares. Ya conoce mos estas determ inacio nes del JO\ en y tan. エッョ。ュ・セ」@
discurs o: "El indíge na es Q、セ。ィウエL@ está hac!Cndo su aprend izaje; en él y
perezo so, ladrón , sucio; sólo trabaja si se le obliga por él, la Idea es hipóteSIS, cla\'C para descifr
, es un eterno menor ar una experi encia, etc.
incapa z de gobern arse a sí mismo ; ademá s vive En otro lugar -es deCir, en el _Otro- , la fórmu
de nada, no piensa en el la inerte que repite cada
futuro ; el único ser :en el mundo que conoce uno vuelve a e1_1Contrar su surg!Cntc fuerza de invenc
vcnlad cramc ntc al colo- ión, o si se prefier e,
nizado es el colono , etc.". Estas frases nunca han este colono repite aquí, en tanto que Otro,
sido la traduc ción de una fórmu la estereo tipada
un pensam iento real ;y concre to, ni siquie ra han con la certeza de que él mismo , en Otro en tanto
sido el objeto de un que Otro, está invcn-
pensam iento. Por lo d'cmás, por sí misma s no tienen tünd.ola de nuevo. Pero precisa mente, no tiene
ningun a signifi cación , ni los medios ni la in-
por lo menos en tanto que preten den enunc tenCión de _refrescar en él mismo su experi encia,
iar un conoci miento del de poner en tela de
coloniz ado. Apare cieron con el sistem a coloni al JUICIO a la Q、」セ@ para garant izarla como nueva: la Idea como praxis
y nunca han sido algo viva
distint o de ese mismo sistem a produc iéndos e ウエセイァ」@ :n la acc1ón y como mome nto de la acción a título
como determ inació n del de clave siemjJr e
lengua je de los colono s en el medio de la alterid 、コセ」オエ「ャ・@ del mundo . No se セイ。エ@
ad. Y, bajo este aspect o, aquí de discuti r, ya que el objeto co-
hay que verlas como exigen cias materi ales del lengua mun se estable ce con la ncgat1va pr;íctic a de toda
je (medio verbal de discus ión. La fuerza de
todos los aparat os pn\ctic o-incrt cs) que se dirige este colono ー。イエゥ」セャ@
n a los colono s como estriba en que la Idea (como lazo comtm )
miemb ros de una serie y que los signifi can como llega como pensam !Cnto del Otro, es decir, de le
colono s ante sus ojos la alterid ad totaliz ada, y
y ante los ojos de los otros en la unidad de una que es todo el Otro como fuga infinit a y alcanz
reunió n. De nada sirve. ada en el mome nto en
decir que circula n, que cada uno se las repite アオセ@ _la セᄋ」ーゥエL@ al ュゥウョセッ@ tiempo que esta certeza absolu ta se hace trabajo
a cada uno con una u ,
otra forma; la verdad es que no puede n circula オュヲャセ。」Q￳ョ@ y translu cidez en Otros, en los jóvene s, cte. Al
r, ya que no puede n ser mismo tiempo
objeto s de interca mbio. Tiene n a priori la estruc se セャBュ。@ 」ッュセ@ el Otro que verdad erame nte la piema en otro
tura de un colecti vo, y lugar,
cuando dos colono s, en su conver sación , preten haClendosc aqw el Otro que la repite sin pensar
den interca ml!iar estas la.
ideas, en realida d no hacen m;\s que rcactu alizarl . En _unión con 」セエ。@
as, uno tras otro, en opacid ad aprehe ndida como eviden cia y esta
tanto que repres entan la razón serial con un aspect unpotc nc1a para camb1 ar al Otro aprehe ndida como
o particu lar. Dicho de inrluú itaúili dad, rc-
otra maner a, la frase pronun ciada -como referen cuerd_o q_uc cada una 、セ@
cia al interés comú n- estas Ideas se impon e a cada uno como exigen cia
no se da para la determ inació n del lengua je por práct1c o-mcrt c, es dec1r, como impera tivo categó
el indivi duo, sino para rico. En este sentido ,
6U opinió n otra, es decir, que reclam es el interés común constit uyéndo se como solida
a el recibir de los otros y el dar a ridad de los colonos con-
los otros en tanto que su unidad se funda solam tra los coloniz ados; pero esta solidar idad, en el
ente en la alterid ad". nivel de la scriali dad,
En realida d, la fuerza afirma tiva de esta opinió sólo puede tener una forma negativ a: está determ
n provie ne de que inada en alterid ad.
no es en y por cada uno la invenc ible obstin pセイ@ c;ta razón, se produc e como el hecho (negati
ación de los otros; y la vo) de que, en la
certeza del que lo afirma descan sa en su impote Aセュッョ。@ de colonos que se mantie nen por la fuerza y
ncia (sufrid a en la ale- contra Jos colo-
gría del corazó n) para suscita r la duda sobre mzado s, cada uno está en fJe/igro en el Otro, es
este sujeto en cualqu ier decir, corre imfJote ntc-
n_ze7lte el riesgo de sufrir las consec uencia s de
una condu cta nefasta que
tiene lugar en alguna parte de la serie. En realida
" Claro que se puede imagin ar -y de sobra d -y en este caso
se conoc en- a gru- partic ular-, la unidad serial de los colono s les
pos colonia listas que se asocia n para la defens llega del Otro Absolu to
a organi zada de sus inte- que es el colonizatlo y que refleja a este coloniz
reses colonia les. Tamb ién natura lmente , estos ado mismo como grupo
grupos se multip lican a activo . (unida d si_ntética y positiv a de la plural
medid a que crece la tensión entre colono s y coloni idad). La impote ncia de
zados. Pero aquí sólo la scnc se constit uye como potenc ia m;ígica de
consid eramos el medio coloni al. Basta con indica los coloniz ados. Est:ín
r -en el próxim o capí- oprimi dos y, en cierta forma, aún son impote ntes;
wlo volver emos sobre ello- que la presen cia
de los grupos consti tuidos y si no, y;z no esta-
rían ahí los colonos; pero al mismo tiempo "saben
ウッ「イセ@ la reunió n hace más compl eja la descrip ción todo, ven todo, espían ,
real. se comun ican entre ellos instant ;\ncam cnte, cte.".
En este medio mágico

486 487
empresas particulares y la in ver i ' d. l .
el proletariado francés. エセャ@ y 」ッュセ@ lo produce la industria- tiene ーッセ・イウ@ singulares ue ィ。セ@ ッョセ@ Ica de la fmalidad,
lización en la primera mitad del siglo XIX. en su existencia sub. t' q P Ido hacer que se crea
, Je Iva, pero que hay que estudiar en la
Como los colectivos son al mismo tiempo el resultado de
como imperativos en el marco del Ot.10
del Otro colonizado y de la jJarticijJación de cada indígena en el todo, perpetuas exigencias de ser af' d que yo tengo que realizar. Como
Ja serialidad se revela en su impotencia como el poner en peligro a cada dica? la imposibilidad de lle セイ[⦅ョ。@ as por 。」セッウ@ .verbales singulares, in-
uno por todos y por consiguiente c?m?. obligación para 」。セ@
macwnes, es decir que la ·gnt a.dudna totahzac¡ón real de estas afir-
uno de . · ' , 1 ens1 a del imperat' .
mantener la conducta Otra, lo que s1gmflca: no la que ha sidO estable- pwporcwnal al índice ele separac'ó E , IVO es dnectamente
cida por un acuerdo de todos, sino la que él アエセ・イ■。@ que tuviese cual- repetirlas, se revela que 1 ' 'ó 1 n: , n suma, por el mismo hecho de
· ' a u m n s1m ult-ínea de t 0 el
quiera. Esta conducta es naturalmente el Otm !niSIDO como razón de la g ・セ。ウ@ es urealizable, que es recu . . ' .' . os contra los indí-
serie ele los colonos o, si se quiere, es el colono en tanto que siempre umón no se podría hacer como ァZセーョcャ。@ ヲオ。エッセャL@ y que además esta
colonizados, perpetua abs d o. ac IVO smo para masacrar a los
está en Otro el modelo que me inspira. El colono se produce en el Otro
sin debilidad; se impone en n1i como ww interdicción: nada de debilidad realizable, supondría
aspecto, la idea mcista como ¡'el
1; ウオーセZゥョ@ .
エセョ・。￳@ ]del. co!óono, porque, si ft;ese
co onlZaCI n. En cuanto a este
en cuanto al personal indígena; lo que supone la exigencia del sistema: óric ' ea Impensable y como · ·
hay cambio para el colonizado sin destrucción del aparato colonial. g o, nos puede servir de ej'emplo tí . d . ImperatiVO cate-
110
El colorw es un determinado ser que exige ser realizado por m{ en tanto ducta de alteridad r·ealiza d l piCO e la zdea sena! como con-
11 o en a urgente (y p d
que nadie lo puede realizar y que por principio queda ヲオセイ。@ como razón o t ra manera) la unidad práct' . or no po erlo hacer de
·r
negativa de la serie. En cierta forma, cada colono lo reahza espontánea-
esta
. エセュ@ 'd c1 ' ¡co-merte de la reunión
a , en contradicción con la e i . . . , Y mam estando
mente en cada momento con sus libres actividades en tanto que expresan C!Ón fundamentál es decir . x gencm ongmal, como una nega-
' , como Impotencia fundad b 1 '
sus in te reses particulares de explotador en el medio de los ・クーセッエ。、ウ[@ . R emos descrito el ser serial e . ' ? so re a separación.
pero en este nivel no es un ser. Se vuelve tal 」オ。ョセッ@ se pre.Clsa.n las ndad como unidad de la plural'd domo dletennmaClón del lazo de alte-
1 a por as exigencias
del o b'Je t o comun · que define ' . . Y. ¡ as estructuras
amenazas de insurrección. Pero en este caso, su relaCión práct¡co-merte
con cada uno es el imperativo precisamente porque se produce como res- Hemos visto que este ser e @ G エ ョ セ
s prac zco ya que e tá
SI m¡smo esta plurahdad como tal
'd ' ·
ponsabilidad de cada uno en cuanto al Otro en tanto 9.ue cada oセイッ@ por 1as relaciones que se establ , 1 s sostem o en realidad
es responsable de cada uno. De donde tenemos ese extrano lazo mág1co actividades individuales el . 1 elcen en e .campo práctico-inerte entre las
e os wmbres Pero al · ·
a través de la selva virgen de la serialidad: intento realizar al Otro -es pro el uce como colectivo el · nusmo tiempo que se
decir, de hacerme más sordo, más despiadado, más negativo en cuanto práctico, está constituido 」セョゥGッ@ セZᄀj。@ l 」ッョ、オセエ。@ イ・セA@ de cada organismo
a las reivindicaciones del indígena de lo que lo exigiría mi plantación nazadora (o paralizante) p l . ac ne?atzva e mterdependencia ame-
como mi interés propio- para que este intento, en tal Otro que su- q_ue le llega a ésta de las セZ・ᄋ@ a コュセッエョ」キ@ de cada acción real en tanto
friese la tentación de hacer una concesión, se vuelva la presencia real tlco. Su realidad es pues a wnes e os otros a través del campo prác-
' ' ' su vez, práctico-inerte '
del Otl'D, como fuerza mágica de constreñimiento. En realidad, claro nacen de una dialéctica siro 1 T Y ウオセ@ transfom1aciones
está, no hay en ello nada de irracional: el Otro como ーイ・セョ」ゥ。Mッウエᆳ com.o pasividad-colectivo por セイヲ。[Zo@ ー[ッZNセ@ se coセsエャオケ・@ セ。@ actividad
ñimiento de una unidad negativa está dado a todos los m¡embros de la deb¡do a una calificación y a una tral fe 1 o
セQ@ agente; el ser serial se カオセi・@ i
·t
Qセ@ ?rmac! n qt!e llega de los otros
la zmpotencw, es decir,
serie; es el mismo imperativo para todos. Al actualizarlo en mis comluc-
tas, lo actualizo jJara todos los presentes, progresivamente (en Nオセ。@ serie Impotentes o ele impotencia· t nmov!hdacl a traves de mil actividades
real ele propagación pero que se desgasta como todos los movmuentos) , caso de los colonos se ' ty an pro!1to la impotencia, como en el
' presen a como ex1genci 't . d
en la totalidad serial. En realidad, el ejemjJlo no es ele ninguna manera en este caso la acción no . a um ana e acción; pero
realiza al Otro como pasiv'eds drefa 1セ・Qエ@ praxzs, es práctico-inerte ya que
la unificación directa de una multiplicidad de reunión por la actividad 1 a セ@ U<Y!tlva y prefabricad '
real ele uno solo (aunque la existencia del grupo complique más tarde que e1 ser serial, como realidad 0 á . . ' a; Y entonces ocurre
sus estructuras) . Originariamente, el ejemplo es pura y simplemente la jJroceso, es decir como desar ·olpl r, ctl?o-med·rte, p. uede ser definido como
f uerza d e extenondad . '. qu t' I o onen ta o pero pro vaca d o por una
actualización en un término de la relación de serialiclacl. En este Otro que
se conduce públicamente como es debido (es decir, como el Otro que es y tero paralización de una ュセャエ・ョᄀᄋ@ 'dpodr resultado actualizar la serie como
¡ · el · 1P ICI a en la fugitiva 'el c1 d
que yo soy) en cuanto al indígena, me descubro a mí mismo como Otro enc¡a e 1mpotencia Estas observ . um a e una vio·
(identidad determinada en serialidad) ; inversamente, este Otro pa_rticular, el colectivo no es ウゥセーャ・ュョエ@ 1 。セᄀョ・ウ@ nos ,han hecho comprender que
que tan perfectamente se ha mostrado el Otro en toda su opaCidad, se des sociales •, sino que es el se a el Oilma 、セ@ セ・イ@ de determinadas realida-
r e a soC!ahdad en el nivel del 'ampo e
vuelve para mi el interés común como mi imperativo particular: este
Otro que tengo que ser. Se comprende entonces que las ideas racistas, • Aunque 'alguna s d e estas realidades
en tanto que estructuras de la opinión colectiva de los colonos, sean con- colectz'vo. 110 tengan mas
' ser que el
ductas petrificadas (petrificadas desde el primer d{a) que se manifiestan
489
488
objetividad. Como el régin;ten económico de una sociedad es llama Marx, en ー。イエゥセオャL@ el proceso 、セャ@ セ。ャ_ゥエL@ tiene que
un colectivo, se puede aprehender como sistema que funciona comprenderse necesanamente por la dwlect1ca materialista
por sí mismo y que tiende a perseverar en su ser. Lo que y según la interpretación rigurosa que dio de ella. Pero si
pr;íctico inerte. Y he podido decir que este ser era el ser social en su
una pr<lctica directa y organizada (de un individuo o de un grupo) vaya
estructura elemental y fundamental, ya que donde la socialidad se pro-
a buscarlas en su ser jJráctico-inerte para utilizarlas, como tiene que
duce en los ィュセ「イ・ウ@ por la; cosas como lazo de materialidad que supera
ser, a título de reemplazantes de las cosas. Y estas estructuras verbaies en
y altera a las Simples relacwnes humanas, es en el nivel práctico-inerte.
tanto que nadie セ。@ ha inventado, en tanto que son el lenguaje ッイァセョゥᆳ
Un colectivo, adem;\s, es en sí mismo una especie de modelo reducido
コ£ョ、ッセ・@ como acl!v1dad pasiva en el medio de la alteridad, son, en un
d_el campo pr;\ctico-social y de todas las actividades pasivas que se
colec_uvo, ese colectivo セョゥウュッL@ es decir, el objeto comt'm en tanto que
eJercen en él. Se construye, en efecto, sobre la falsa reciprocidad del
se p10duce (con las accwnes reales de cada uno) como Idea material del
agente pr;\ctico y de la materia trabajada; en realidad, la materialidad
ser del hombre セ@ el individuo actuando en tanto que actúa o habla como
trabajada en tanto que soporta el sello de otra actividad (y que entra en
Otro en el medw de la impotencia serial. Estas estructuraciones verbales
acción humana a impulsos de una serie de jJraxis dispersas) se vuelve
H・ウアオョセ。@ pdcticos para construir una serie indeterminada de frases) se
en el colectivo la unidad pr;\ctico-incrte de la multiplicidad de la que
」セイ。エ・ョコ@ P?r la negativa rigurosa a distinguir al agente en cualquier
es objeto común. La unidad de la reunión, lejos de ser org;\nica o pr;\c-
ュカセj@ como miembro de la serie (o a Jos agentes) y al objeto como pro-
tica, se manifiesta con todas las características de la materialidad sellada;
duciemlo a Jos hombres como sus productos. En realidad, la exigencia,
con otras palabras, la materialidad inorgánica llega a la reunión en en el colectivo, está Tea/mente en el objeto, en tanto que unos hombres
tanto que tal de su unificación inerte (o práctico-inerte) por la inte-
la_ har! puesto ahí y que otros la mantienen sobre la base de un proceso
riorización del sello de su objeto común. Pero esta materialidad, en h1stónco entero; y es realmente inhumana en tanto que la materia inor-
tanto que materialidad inorgánica produciéndose por y en relaciones prác-
g<'mica, como medio conductor, invierte necesariamente a las estructuras
ticas, toma la determinación de la alteridad. Así, en el movimiento dia-
de la praxis. Inversamente, es realmente humana en cada una (en tanto
léctico que caracteriza al interior del colectivo, esta estructura de falsa
que se funda en la necesidad, etc., y, que se manifiesta a través de un
reciprocidad, la serialidad como sello proyectado del objeto común a la
proyecto que supera hacia el porvenir las condiciones pasadas y presentes),
multiplicidad humana, se vuelye sobre el objeto común y Jo determina
pero es deshumanizante en tanto que se produce como unidad de la
por la acción de cada uno como objeto otro (es decir, objeto común en
reunión por la cosa: su realidad se produce, pues, como inflexible en
tanto que objetivación del Otro o que Objetivado Otro). En ese mo·
cada. uno en tanto que produce la impotencia como unión negativa y
mento dialéctico, el objeto produce a sus hombres (en tanto que tra-
totalizadora de la sene como materialidad; además, la estructura de alte-
bajadores, propietarios, etc.) como Jos otros de Jos cuales es la alteridad
ridad que se manifiesta sobre la base de esta impotencia obliga al hom-
y que actúan sobre él o sufren su acción en tanto que se vuelve para
cad_a. uno su Destino Otro o su Interés Otro, es decir, en tanto que la bre セ@ . exigir como Otro y como condicionado por Jos Otros (y como
」ッセ、ゥキョ[|ャウ@ en tanto que Otro), de manera que finalmente la ne-
actividad de cada uno -en tanto que responde a las exigencias del objeto
común- devela también la impotencia en cada uno de todos con la forma cesidad de cada uno -aunque directamente presente en el or¡:;anismo,
objetiva de inflexibilidad del objeto. Las famosas leyes desjJiadndas de como negación real de ese organismo- está sentida a través de la im-
la economía burguesa, en el siglo XIX, nunca fueron más que el efecto potencia como necesidad del Otro o Necesidad en tanto que Otro. En
de la rareza en tanto que aparece en un campo práctico-inerte de im- este nivel, lo mismo da decir que Jos niiios de Jos barrios pobres nece-
ーッエ・イセ」ゥ。N@ serial. Desde entonces, en efecto, se aplican las mismas nociones sitan sol, que este automóvil necesita gasolina, que esta habitación nece-
ーセ£」Nオ_ᄋiョ・イエウ@ Hヲゥョ。ャセ、@ congelada, inversión simultánea de las leyes sita "un 「オ・イセ@ escobazo", Francia necesita hijos, etc.• Y sería totalmente
dialecticas de la praxzs humana y de las leyes cuantitativas y analíticas ・イセョ@ reducir est_as estructuras y su modo de expresión a las sociedades
de la materialidad inorgánica) al interior del colectivo, a la materia capitalistas y COIISiderarlas como un producto histórico del capital. En
como unidad sellada de Jos hombres, a la reunión como negación mate- realidad, se encuentran otras -diferentes por el contenido aunque セ・ュᆳ
rial de la uispersión molecular y de la relación humana y al individuo jantes por su esencia- en las sociedades socialistas. Un periodista polaco
actuante en tanto que su libre praxis se constituye como inesencial en citaba con indignación esta frase que escribieron por todas las paredes
rdación con la actividad pr;\ctico-inerte del Otro y con las exigencias de Varsovia, dos aiios antes de Poznan: "La tuberculosis frena a la pro-
práctico-inertes de la cosa trabajada. En realidad, encontramos aquí un ducción". Tenía y no tenía razón de indignarse, al mismo tiempo. Razón,
modo real y universal del discurso, en tanto que el discurso es desig-
nación pr<lctico-inerte del campo pr;\ctico-inerte. Estas estructuras verbales "' No se trata -en el plano social y político- de negar estas 」ウエイオセ@
son instrumentos reales de pensamiento en cuanto se quiere pensar el turas del ser y del lenguaje, sino de actuar conjuntamente para liquiuar
mundo de la actividad pasiva y de la pasividad activa; basta con que el campo pr;íctico-inerte.

490 491
o es arcialmente responsable de "la lación determinada de producción" salvo en y por este medio
es verdad. que ese procels. d P, y por lo tanto de la recu- ele recurrencia que contribuye a mantener. "El capital es un
. .' l las mu utu es ' ' . . " producto colectivo, sólo puede ser puesto en movimiento por
。エッュセコョ@ e ・⦅セ@ ' s verdad que no puede existlr como re-
rrenoa 1, t.ambien e los esfuerzos combinados ele muchos individuos y, en última
tanto ue trabajador manual una siro-
instancia, por los esfuerzos combinados ele todos los indivi-
p orque hace del エオ「・イ」セッウ@ en d'l ュゥセᄋッ「@ con la máquina. En efecto, duos de toda la sociedad. El capital no es, pues, una fuerza
. . nega f n,·a (e merte) á e claridad la perfecta eqmva · lencia que
pie relacwn personal, sino una fuerza social", se lee en el lvianijiesto del
pocos slogai!S. ュ。ョNhゥ・ウセ@ 」ッセZゥカ@ la multiplicidad ウ・セゥ。ャ@ y el. ッセェャ・エ@ partido comunista. Pero esta fuerza social se impondrá como
tienen en el mtenor e un t arte la frase no es nl tonta nl asa,
material común"· p・セ@ ーセ@ セ。イエj」、ゥ@ como descomposición 、セーッイ@ Nャセウ@ "una cosa que existe fuera ele los individuos" por lo que
sino que es la expresl n . . te) de un grupo activo de オ・」セキ@ llama Marx una "intervención y una mistificación prosaica-
exigencias de un campo ーイ£」エᄀセッMュ@ efecto es el Otro erigido en pnnCl- mente real y nada imaginaria". Y de esta inversión explica
e;l ·reunión serial. La 「セイッ」。ャL@ e . niÉica que la descomposición del
el origen un pasaje de El Capital (omitido en la traducción
. y en medio de gobierno; lo que ウセァヲ@ 1 de lo príctico-inerte sobre
piO 1 campo m erna ' b francesa y afortunadamente restablecido por Maximilien
orupo ha cerrado tota 1mente he b de· e de ser el porvenir del hom re,
í'os hombres. No es que el om _re 1 セゥ・ョ@ al hombre como la cosa /¡¡¡. Rubel) 1 • "El comportamiento puramente atomístico de los
セQP@
. qtJe este hombre del porvemr e hombres en el proceso social de su producción y como
mana.
consecuencia la forma ?"eificada que toman sus propias rela-
. tivo incondicionado, es en efecto, la ciones de producción al escapar a su control y a su acción
'"' La producción como ¡ropera han absorbido como medio
. ducidos en tanto que b . individual consciente, se manifiestan en seguida porque los
cantidad de bienes pro 1 . "dad de los productores. 1,a tu ei·
suyo inesencial a la fuerza y a af_actlVll; homogeneidad práctica ele los productos ele su trabajo adoptan generalmente la forma ele
e la frase a 1rma ' セ@ · "da por
culosis, en tanto qt1 nfermedad en tanto que no ・ウセB@ VlVl ' ' mercancías. Por eso el enigma del fetiche-dinero no es otra
conceptos que une, es la ed' t" es decir evaluada, por eJemplo, segun
nadie, en tanto que es esta IS_Ica, ue su ril'ne. En fin, la relación de オセ。@ cosa que el enigma del fetiche-mercancía". Así pues, no es
la cantidad de horas de trabaJO q lPf. al obJ'eto a partir del trabaJO
uede designar una moc¡·r·
1
y otra se expresa セZッョ@ u n verbo quehoca ¡ca 1 KaCI"ó n m<ís bien en tanto que se mantiene como totalidad destotalizada y porque
de los hombres: ・セ@ efecto, ヲイ・ョセ@ } ・セ@ a mecánico, pero se ャ。ュセ@ freno toda acción intentada sobre ella, desde fuera o desde dentro, se pierde
natural en el intenor de 」オ。ャアセ・イ@ ウセ@ t n construido desde hace miles ele en una perspectiva de fuga indefinida. El verdadero problema -que no
en la medida en que los h?m セ・ウエ@ セ。@ en el interior de objetos traba- vamos a estudiar aquí- concierne menos al pasado donde la recurrencia
aüos una determinada relaClón m er ltado que se introduzca una y la alienación se encuentran todo el tiempo que al porvenir: ¿en qué
"ó f 1 ne pues como resu . t
J"ados.
'
Esta expres1 n e •
· 1" l el d tipo man¡quea
. '
como
relación práctico-merte en re
' · t "aJes medida suprimirá una sociedad socialista al atomismo bajo todas sus
contra-fma 1c a e . "ó por las circunstanCias ma en, · formas? ¿En qué medida quedanln disueltos los objetos colectivos, signos
.
una ex1gencw . ma. te¡·¡al' y su negaCI n de nuestra alienación, en una verdadera comunidad intersubjetiva en la
. 'ó en hs comunidades medievales. que las únicas relaciones reales serán las de los hombres entre ellos y
1No hay ni rastro de atomlzd.acdl n bre' la relación de hombre a en qué medida la necesidad para toda sociedad humana de mantenerse
Tienen estructuras par t .
1 culares fun
M
a as so "be sobre este peno , d o: "loas como totalidad destotalizada mantendrán la recurrencia, las fugas y las
hombre (depen d enCJa P
· ersonal)
·
arx escn r·
t abajos respectivos se a nman unidades-objetos como límites de la verdadera unificación? ¿Se tiene que
relaciones sociales de las ーセイウッョ。@ e_n ョZセウ@ ーセイウッョ。ャ・@ en lugar de . disfra- identificar la desaparición de las formas capitalistas de alienación con
netamente como sus セイッーャ。ウ@ re aCio " (Capital, l, pág. 89) . Sm em: la supresión de todas las formas de alienación? Volvemos a encontrar
zarse de relaciones socwles de 」ッウセ@ .. :el en absoluto ni la alteridad m aquí la pregunta formulada por Hippolyte en sus Eludes sur Marx et
bargo, esta 」ッョウセゥエオ￳@ ヲセオ、N。ャ@ セ・。ャュA@ セャァオョッウ@ casos, la perspectiva de Hegel (Estudios sobre Marx y Hegel).
la recurrencia Clrcular, m s¡qu 1 '1 . l'dad de la Iglesia, que es una
fuga· es lo que hace, por. eJ'empdo, 1a rea elaciones 1 '
personales de los elé n-
·
1 MAXIMILIEN RunEL: Karl Marx. Essaí de biographie intcllectue/le /
el 1 conJunto e as r '
cosa ' muy dlstmta
• •
e 1 1 ·cos Si este enorme su stra
b to (Karl Marx. Ensayo de biograj{a intelectual). El texto se encuentra en
lérigos con os m ·
gos entre ellos y el e 1os . e. . esa en toda Europa con e1 peso Das Kapital, al final del segundo capítulo. [Este pasaje figura en la tra·
real de la alienación rehgwsa ・ク[セャ@ ゥセウ@ no es en la medida en que clucción española de El Capital ele Wenceslao Roces, F.C.E., 2\1 edición,
de sus propiedades y _de sus p ;unlclad subjetiva de creyentes, swo 1959, tomo 1, pág. 55. N. del T.]
tiende a realizar su umdad como COI

492 493
tanto, como un poco torpemente _ゥ」セ@ セ。イクL・ョN@ el Manifiesto,
ellos? Hei_Uos visto estabilizars e el p1·ecio por la acción de la
"los esfuerzos combinados de los mdividuos , smo ウッセイ・@ todo
イセ」オ・ョッL@ y la hemos visto imt>onerse en seguida a todos
su separación y su atomización lo que da a sus イ・ャセ」キョウ@ de
carácter inhumano de cosa., Sm N・ュセ。イᆳ sm que. mnguno lo haya querido; también hemos visto que
producción reales セョ@ la イ・セ。ッ￳ョ@ concreta del comprador con el vendedor queda
go, esta "combinaci ón de los ・ウヲセイコッ@ humanos existe, la
s burgueses hablan con reduoda. a la apariencia inesencial: entrar, saludar, enterarse
prueba está en que los economista
obreros y pa.trones. del precw, regatear, dudar, comprar; todos esos pretendidos
momentos del acto no son más que gestos; el intercambio ・ウエ\Nセ@
gusto de la solidaridad de intereses de
terminado se presenta. como SI fuese
arreglad? por 。、・ャセョエッL@
En efecto, el producto el precio se impone; es la cosa la
el resultado de una empresa concertada, es @ L セ ゥ 」 ・ 、 ele. un grup?
que deode la relaoón entre los hombres. Si, como ha dicho
de acción y de traba jo que comprende una セオ・」ッ￳ョL@ técm-
Marx con frecuencia, todo es precisamen te otro en la socie-
cos, empleados y obreros. Sólo que el economista burgués セッ@ dad capitalist.a, es ante todo porque la atomización -origen
quiere ver que esta solidaridad ウセ@ manifiesta en la ュ。エ・ョセ@ Y consecuenc ia del proceso- hace del hombre social Otro
inerte como inversión de las relacwnes reales; esta falsa um- distinto de él mismo, condiciona do por los Otros en tanto
dad como sello inerte que pretende significar a· los ィッQョ「イセウL@ que son Otros distintos de sí.
en ;ealidad, no puede remitir sino a relaciones de antag?ms-
. En la med!da en que el obrero es el producto del capi-
mo y de serialidacl. Es el objeto, y nada más q.ue el. objeto,
el que combina los esfuerzos humanos en su オュ、。セ@ mhum.a- エセィウュッL@ es deor, en la medida en que traJ;>a ja como asala-
que .se @ 。 セ イ 」 en un @ ウ セ イ ー ュ ッ 」 Nセイ・カキ@ nacl.o ーセイ。@ ーイセ、オ」ゥ@ bienes que se le sustraen utilizando un
na; y si puede hacer ・アセオーッ@ mdustnal .que es propiedad de individuos o de grupos
donde en· realidad, no existe smo オョセ@ fuerza. antiSOCial (es
pas.Iva -en su ィセᆳ pnva.dos, hemos VIsto que la clase obrera, en la primera mitad
decir, práctico-ine rte) , es porque su オョAセ。、@ ?el siglo XIX, encuentra su objeto común negativo en el con-
terogeneida d radical- no puede remitir a nmguna esr:eoe JUnto de .la producción nacional, es decir, en el conjunto de
d Un"fi"cación humana; dicho de otra manera, esta umdad
e · · 1 l á las m.áqumas en tanto que son del capital y que exigen del
deja totalmente indetermin ado el on.gen ウッセi。@
I e e u?a m<-
trabapdor que produzca a través de ella un aumento del
quina en tanto que tal (nada. ー・イセュエ@ decir, ro.r eJemr:lo,
capital. Hemos visto también que el interés común de la cla-
en el mismo momento de la 1-llstona, si. @ セ 。 エ máqmna ha sicl?
@ _ セ ュ ゥ ァ ← イ capaal.Ista o セョ@ .. un p;Is se ウ￳ャNセ@ ーオ・セ@ .ser la negación de esta negación, es decir, la
producida en un país de negacwn practica de un destino sufrido como inercia común.
de producc10n han sido sooahzados ).
en el que los medios
Cómo 110 ver que la "reificación " le viene al hombre por
h。セ@ que concebir, pues (como veremos mejor en el próximo
capitulo), qu.e la organizació n práctica como exigencia humana
fa recurrencia , es decir, precisamen te como lo que l.e hace
es en ella mis.ma y hasta en el campo práctico-in erte una es-
actuar como Otro distinto de él mismo y que determma sus エセᄋオ」イ。@ 」ッョウエ。オセゥカN@ de la relación entre los trabajadore s entre
relaciones reales a partir de las relaciones de los Otros entre SI. Y esta orgamzaoó n es medio y fin al mismo tiempo, ya
que se presenta a la vez como el medio ele luchar contra el
Por el contrario, la misma mñ.quina en tanto que tal puede 、。セ@
1
sobre la., 、セウゥョッ@ (es decir, contra los hombres que en un determinad o
· f
111 onnacw
· nes sobre los medios de producción contempodne
estructuras os1
·r·tea dos,
as q u.
e esta
- イセァオQ・ョ@ hacen ese destino de la máquina) y como Ja reinterio·
'· · . ·"artir de ah{ sobre ciertas . p 1 cthda en
tecmcas y a :r .
blccen entre sus servidores la matena traba pe1a. ero en a m ' nzaoón futura del campo práctico-in erte y su disolución pro-
el medio de producción es el mismo en todas partes, estas estructuras . yec.tada en el seno de una organizació n social perpetuame nte
イZ」セエウ@ son en todas partes las mismas. Es en el nivel del grupo 、ッュセ・@
se puede saber si una praxis común ha vuelto sobre esas. ・ウエイオ」セ。@ ー。セ@ activa que gobernará como totalidad concreta a los medios de
セ@ ilizarlas, para cq ni librarlas en otros dominios Hイ・セucAᅮョ@ de Qッイ。セ@ e producción y a la producción entera. El obrero no se liberad
t;.'lbajo, organización de los ocios, cultura, etc.), o s1 se las han dejado 、セ@ su dest_ino salvo si toda la multiplicid ad humana se cam-
abandonadas. bia para Siempre en praxis de grupo. Su' único porvenir CSt;\,
494 495
cr ·ado ele la socialiclad, es decir, en las rela- cepción, perfectamente absurda en la historia humana, man-
lmes , en el segundo oi
en tanto que se
hacen en la unidad ele un
. E I tiene un sentido a título ele posibilidad lógica si se considera
dones humanas ., le la reunión-mecho). , so es o
la clesumon e · l'd d d a título de conjetura no contradictoria el caso precedente-
gru¡)o (y no en , . l habla de la soCia I a e1
. l cir Marx cuanc o ' . l'd d mente citado ele organismos vivos y tributarios del universo,
que qme.re e e o ha ue señalar que esta, soCia I a apa- aunque sin la reducción previa efectuada por la mrcza como
obrero. Sm ・ュ「セァ@ Gッョ・セ。ア@ de dos aspectos reCiprocas del 」。セᆳ carácter fundamental y contingente ele nuestra Historia. Por
rece como negaCion. セ@ d 1 0 b'eto común en tanto que desti-
el contrario, en el mundo práctico-inerte construido sobre la
po pdctico: ョ・ァ。」キセ@ ed J nultiplicidad como serialidacl.
· ' corolana e 1a 1 , • el· rareza, el objeto acerca a los hombres imponiendo a su mul-
no , negacwn manera la soCia . l'd
I a el como proyecto aun In . I-.
Dicho de otra , ,, 1 . rganizado) ele la mu up tiplicidad la unidad violenta y pasiva de un sello. Y en el
1 1t-
ación (en e giUpo 0 , 1 · momento en que este objeto es una amenaza (para los colo-
vidual e1e Nウオー・セL@ vela la serialidad como ligazon e e iセM
cidad ele ュ、ゥカ」ャセッウN@
nizados, para los explotados), en el momento en que este
d\ 1 ser-que-se-tiene-que-superar haCia
objeto como interés positivo está amenzaclo (en los colonos y
lJotencia;. óestat ndiente senahclac es e. l'· r el ob]. eto común. Por otra
a soCia IZa el el los explotadores) la unidad de impotencia se transforma en
una acCl n e. . d en tanto que está determina a en ca a contradicción violenta: en ella la unidad se opone a la im-
parte, esta soCiahcla ' el 1' olectivo donde se produce, y en
uno por la estructura e e_ ·n 1·esultado (es decir, clu- potencia que la niega. Más lejos veremos la inteligibilidad
. e . se mantzene st h de ese momento. Por ahora, lo único que quiero señalar es
tanto que セュョ@ 1o . d l si lo XIX y -en el fondo- 。ウエセ@
rante el pnmer 」オ。イセッ@
la rebelión de los teJedores e e
e f seda*) o se limita a susCI-
' 」セ、。@ uno como estruc-
que la impotencia, en tanto que fuerza ele alteridad, primero
es la unidad en su forma negativa, primero es la acción en su
.
tar relacwnes recip
, rocas aparece en
,
,
descompone así en mu ti-
1. forma de ー。ウゥカセ」ャ、L@ primero es la finalidad en su forma de
tura propia ele su proyeécto. y se ntes ele producir por ella contra-finalidacl 1 . Como hemos visto, hay una especie de con-
l ectos Id ,nucos, a . . t ducta común de la minoría blanca en una ciudad en que son
pliciclacl e e proy セ@ . Se descubre así como atslamien o
misma organizaCiones acuvfas. l entalmente superación ele la mayoría los negros; simplemente (fuera ele toda creaci.ón de
.d que es ·une am ' . organismos) , esta conducta es comím porque está imitada por
en la· me d z a en :. d L ue significa senCillamente, todos y no está mantenida por nadie. No importa, la unidad
·c1 l 1 ·a la umcla · . ada uno empieza por ser n e-
o q '.
I)huah ac taCl to orgamza
. d
or en e . . d práctica de los hombres o nunca tiene que hacerse o tiene que
que e1 proyec . decir por la senahcla como empezar eri el reino ele la materia trabajada sobre el hombre,
gaclo por lo que ウオー・セ。@ y セオ・ァ。L@ セウ@ desde más cerca, compren-
, el . otenCia SI se mira , por esa unidad. En este sentido, el ser-de-clase-común de los
ligazon e unp '. . 'n cualquiera en comun obreros de 1830 es, en presencia de la M<íquina-Destino y de
demos que la necesidad de una acc.z? previa ele los hombres
· ino ele una umon . los órganos de opresión y ele constreñimiento, la serialiclad ele
nunca pue el e surgrr s l nca sino como superacrón e sus relaciones ele reciprocidad, en tanto que esta profunda im-
se puede e ar nu . b'.
entre e11 os y no . f nclamental. Si se puchera conce n potencia es al mismo tiempo unidad. En realidad la existen-
inversión ele esta lrgaz?n lu át mos sociales del liberalismo, cia de un mercado de trabajo crea entre los trabajadores un
en estaco l puro, no clrgo os( o
e abstractos) en tanto qu
e
lazo de reciprocidad antagónica en el que la separación está
sino los individuos reales 。セョアオ@ 'd el y si se pudiera hacer
. el . lazos de recrproCI a , .
están um os pm 'ón or el objeto de la イ・cゥーセM 1 Entiendo estas tres nociones en tanto que socialidades. Desde
abstracción ele la エイ。ョウヲッセZ@ . セゥアオ・イ。@ se podría concebir el principio de la experiencia dialéctica resulta evidente que el funda-
mento original de la unidad, de la acción, de 'la finalidad es la praxis
ciclad en unión ele. 。ャエ・セi@ ac, nlias relaciones humanas podría individual como superación unificadora y reorganizadora de las circuns-
como la infinita 、ゥ[セー・イウ￳ョ@ ele d' ーセイ。@ reducirse. Esta con- tancias anteriores hacia el campo práctico. Pero también sabemos que
producir por sí misma los me ws esta praxis individual ya no se reconoce en el nivel m;ís concreto de lo
práctico-inerte y que existe en él jmra perderse en beneficio de las
" De Lyon. N. del T. acciones maléficas de la materia trabajada.

496 497
vivida como oposición y alteridad; hemos visto que en este
conjunto negativo de individuos que venden su fuerza de tra- d.e la de ellos. La clase como colectivo se vuelve cosa mate-
bajo, cada individuo figura al mismo tiempo como. sí セゥウュッ@ na!. hecha con hombres en tanto que se constituye como ne-
y como Otro; sabemos al ュゥウセ@ tiempo que el tra?aJO mismo, ァ。cゥ￳セ@ del hombre y como imposibilidad serial de negar esta
siguiendo el modo de producCIÓn, engendra relaciOnes de イセᆳ negaciÓn. Esta impasibilidad hace de la clase una necesidad
ciprocidad positiva o de dispersión. Si la concentraci?n capi- de .hec!w: es el destino que no se puede cambiar. No es una
talista tiende a acercar a los obreros en el curso del siglo XIX, sohdandad. práctica, sino, por el contrario, la unidad absoluta
la dispersión sigue siendo un factor capital (dispersión de las de los destmos por falta de solidaridad. Cada obrero se siente
industrias a través de Francia, dispersión de los grupos de ha- confirmado en su inercia por la inercia de todos los Otros·
bitación, etc.). Sin embargo, el obrero tiende a tomar concien- cada peque?o grupo organizado siente a su propia clase com¿
cia de los caracteres objetivos que hacen de él un obrero y la fuga オュセ・イウ。ャ@ que neutraliza sus esfuerzos. El Otro para
que le definen por su trabajo y por el tipo de expfotación. a este proletano en formación, es ante todo la totalización' serial
que está sometido. Aprehende poco a po_co su realidad obJe- de los Otros (en la cual figura como Otro), es decir, de todos
tiva y al mismo tiempo la de sus campaneros. Pero su carác- los Nアセ@ -él comprendido- representan para cada uno una
ter común de ser el producto de su producto y de la sociedad ーッセi「ゥィ、。@ セ・@ no trabajar o de trabajar con un salario más
que se ha organizado alrededor de ese producto, por muy cla- bajo; es 、・セiイL@ es él Nュセウッ@ en tanto que Otro, en tanto que
ramente que se les aparezca a algunos, no puede establecer sus antagomsmos se;Iahzados y totalizados se. manifiestan por
entre ellos sino una identidad abstracta y conceptual, a menos el ィセ」ッN@ de que ・ウエセ@ en el mercado de trabaJO su pmpia con-
de que sea vivido en la acción. Con lo dicho tenemos que en- エイ。Mヲコョャ、セL@ que vi・ョセ@ como セQ@ ?tro que hace bajar las de-
tender que se manifiesta 」。セ@ día en la doble unión イ・」■ッセ@ mandas. Este .antagomsmo senahzado, o negativa serialidad
y contradictoria de antagomsmos en el .mercado Y. de ウッィセ。Nョᆳ (por falta de エセ・ューッ@ no hemos llevado muy lejos el estudio, ex-
dad en el trabajo, y sobre todo en ocasiÓn de acciOnes reivm- cepto a prop.ósito del mercado) constituye una primera estruc-
dicado"ras locales, a través de los primeros fracasos y abando- tura セ・@ altendad, fundada en la reciprocidad de antagonismo, y
nos; en estos primeros tiempos del movimiento ob:ero, 」オ。セ、ッ@ constituye a todo obrero para cualquier Otro como él mismo
la resistencia es espontánea, impotente, y la repnmen rápida- en tanto que es su propio enemigo. Pero en el mismo mo-
mente el vencedor se realiza en esta imjJotencia y la vive como iセ・ョエッ@ セ。@ セョゥ、。@ se:ial de estas oposiciones se presenta como
、ゥウー・イセ￳ョ@ serial de los hombres de su condición; . pero ・ウエセ@ c.?ntradiCCIÓn del n.usmo y del セエイッ@ que reclama la praxis uni-
condición objetiva se realiza a través de sus relaciOnes coti- ficadora .. Ahora bien, paradópcamente, aunque de manera
dianas con sus compañeros y es ella la que frena todos sus es- muy lógica, no ウ_セ@ セウエッ@ 。ョセァッゥウュ@ en tanto que tales los
fuerzos para volver a ・ューイセQ、@ una acci¿n c?mún. Esta .plu- アオセN@ hacen tan dificil la unzdad-praxis, sino que, por el con-
ralidad indefinida de relaciOnes contradictonas es al mismo trano, c?mo veremos, encuentran su verdad en la superación
tiempo lo que define su condición obrera (en particular, el que les mtegra en la unidad común de la reivindicación. Lo
que causó la .impotencia del obrero en la primera mitad del
hecho de que compite c?n. sus j_イセーゥッウ@ compañeros) y lo アセQ・@
forma la clase como sene mdefnuda que encuentra en todas siglo pasado fue l.a alteridad como escalonamiento espacial y
temporal. En el lllvel de Ja reciprocidad positiva en el trabajo
partes su unidad serial en la ゥューセエ・ョ」。@ 、セ@ los ゥョセカ、オッウ@ que
la componen, en エ。セッ@ que esta unz>otenCia les viene ーイ・cゥウセᆳ H・ウエイオ」セ。@ de Nセiエ・イゥ、L。@ qu.e contradice a la primera y crea Ja
mente de su separaCIÓn. La explotaCIÓn se descubre 」ッセョ@
[・イ、。エセ@ tenswn practico-merte de la clase), la que causa la
um-
dad pasiva de todos (y no ya simpl:mente セッュN@ iューセエ・ョッ。LN@ e? efecto, es Ja dispersión. En este nivel, la apre-
umdad de
condición) en tanto que cada uno vive e! 。ゥウャョオセエッ@ de ャセウ@
ィ・ョセi￳@ ッ「jセエゥZᄋ。@ Qセッイ@ cada uno de su seT-de-clase en tanto que
Otros como su propio aislamiento y su unpotenoa a traves イセ。ィ、@ ーイ。」エゥセッMュ・@ de su propia praxis (la hemos estu-
(hado más arnba) implica la aprehensicjn recíproca de su
498
499
tiempo, en esta época de incertidumbre, se mantiene vacilante
en relación con el contenido de la iniciativa: no se ha desem-
compañero en su ser-de-clase-particular; esta aprehensión se
「。イコ、セ@ del todo de la ideología cristiana, sabe que tampoco
hace prácticamente (y no teóricamente, por lo _menos en la
se han hbrado de ella sus compañeros de París, de tal manera
é oca) or la amistad, la interayuda, ャセウ@ re_lacwnes de . tra-
p· l P y en la medida en que esta reoproe1dad se prosigue
que su re_lación con el objeto producido (el periódico, las ideas
b aJO, e c. . d d que sostiene, su propaganda, etc.) se mantiene indetermi-
a través de toda Francia en const:laoón y en ca enas e cons-
nada: También aquí el-ser-de-clase común se realiza en esta
telaciones (y a través de las relaoones con otros grupos,_ tanto
relaoón contradictoria; en efecto, en este colectivo si se cons-
de pueblos de los que han salido 、ゥイ・」エ。ュョセ@ 、・エイュゥセ。ッウ@ . '
tltuye_ un ァイオーセ@ -por mínimo アエセ・@ セ・ML@ y si este grupo es
proletarios como grupos políticos de la pequena_ 「セイァオ・i。@ r:-
conocido, la unrdad de grupo esta vivida negativamente por
publicana), la clase se pone -en tanto que ウ・ョ。ィ、セ@ mdeh-
todos y por cada uno como intermediario entre la inercia
nida de los seres-de-clase como medio. Pero este セ・、QP@ no es
serial y el organismo activo: cada uno está unido a los Otros
una representación objetiva del obrero: él lo イセ。ャコ@ en cada
pasiva aunque directamente en tanto que está determinado
instante como impotencia práctica; en efecto, si se entera. de
セ。ュッ@ momento de una totalización total por el .movimiento
que se ha fundado un periódico de obreros, como determma-
de エセ。ャゥコ」￳ョ@ parcial que niega allí, y por algunos, la clase-
ción práctica de la acción de clase, se produce a la ve_z coi?-o
reunron como inerte ser-ahí de todos; pero al mismo tiempo
directamente alcanzado por ese grupo que, desde_ el ュエZョッセ@
9ue se establece entre él y el grupúsculo a través del espesor
de lo práctico-inerte, le toca en su ser como orden iュー・イ。エゥセ@
merte del medio una ligazón sintética de interioridad unívoca
de negar en ese ser la estructura de impotencia y _de_ separación.
(v_a 、セャ@
Pero al mismo tiempo, como esta e:npresa ィセiエ。、@
gn1.po al individuo) su indeterminación y la indeter-
se ha
セュ。ッ￳ョN@ básica セ・@
constituido en el horizonte (no trabap en la. cmdad 、ッセ・@
la acción del grupo hacen que esa rela-
CIÓn sea mdetermmada (ni negativa ni positiva), de manera
ésta se ha constituido, un compañero que カセ・ョ@ de alh le
que el ャ。コセ@ de interioridad sintético se deja absorber por el
habla de ello, le enseña un ejemplar del ー・イセ￳、Q」ッI@ , se pro-
lazo en sene de pertenencia común al medio.
duce como determinación negativa de ella misma y de 」セ、。@
uno· se hace prueba en ella misma, en efecto, qu_e la totaliza- Por otra parte, a través de los fracasos de los intentos loca-
」ゥ￳セ@ del medio en clase-acción siempre es posible; アセ・@ es les \que no han sido ni apoyados, ni seguidos, ni sostenidos o
la verdad profunda de la totalidad ー。ウゥセ[@ Mセ・イッ@ se defm: al contmuados), cada grupo capta la solidaridad activa de la
mismo tiempo como no siendo esta tofalz:aczon, coT?o no sten- clase com? セョ。@ exigencia inerte de la clase-objeto, a partir del
do nada en relación con la clase-totahzaoón y en oerta forma イ・、セ」オ「ョュゥエッL@ en ャセ@ derrota de la solidaridad negativa del
como ョセァ£、ッャ。@ por el simple hecho, inevita?le por lo de- 、・ウセュッ@ como fuga senal. Y no se trata aquí de un conflicto
más de ponerse para sí: remite, pues, por ella misma a la clase- d_e mtereses entre obreros: de lo que se· trata es de su separa-
イ・オセゥ￳ョ@ como unidad inerte de la ュオャエゥー」、。セ[@ en cuanto al ciセョ[@ frente. a este medio indefinido que hay que agitar con
obrero de Lyon que en un momento de reflUJO セ・@ entera セャ・@ metodos ⦅ウセョ。ャ・L@ _el grupo capta su pequeñez, su impotencia
la iniciativa de sus compañeros de p。イ■セL@ se cons.utuye él Il_liS· y セオ⦅ヲイ。ァ、ゥ[@ dici:o de otra manera, se captJ. como un modo
roo como inercia, como enraizado en la Impotenc!a p_or la s!m- fragll de ⦅Qセ@ sustanc_w común y, al mismo tiempo, se produce
ple distancia (de hecho unida a todo), que le Impide umrse en su actividad vacilante como relación de un "micro-organis-
a ellos, y por las circunstancias que en Lyon l.1acen qu: el セッB@ (no tomo el tér.mino con su sentido organicista o gestal-
momento de imitar su empresa no ha llegado aun. Al mismo tista) con la Nウセエ。ョッ@ que determina, .que hace su profundi-
dad y su fragilidad. Naturalmente, el ser-de-clase se manifiesta
1 Queda comprendido que el carácter imperativo que presenta la como ウ・ーセイ。」ゥ￳ョ@ セ・ューッイ。ャゥコ、L⦅@ no sólo porque todo trabajo
acción colectiva para el que no se ha unido al grupo, es la única ュ。ョセイ」@ de educaciÓn política y de agitaciÓn supone una hysteresis cuyo
de poder manifestarse l_a セゥ「・イエ。、@ humana como otra en el campo prá
tico-inerte de la matenahdad. 501
500
ori gen . est á en la "pa siv ida
d de las ma sas ", es dec ir,
ser ial ida d de la cla se- reu nió en la no es Otr o que los hom bre
n; sin o tam bié n por que los s y sus obj eto s hac ién dos e
ros , seg ún su his tor ia ind obr e- del hom bre , o, si se qui ere el me dio
ivi dua l, se enc uen tra n en , es la rec ipr oci dad como
gra dos de pol itiz aci ón y de dis tin tos de los obr ero s セョエイ・@ rel aci ón
em anc ipa ció n y por que la ellos .a través de las cosas
sió n esp aci al est á dup lic ada dis per - a la vez hum anu lad y con tm que se hac en
po r una dis per sió n tem por ent e hom ogé neo e ine rte de
De tod as for ma s, en tan to
est ruc tur a esp ecí fica de la
al.
que la rea lid ad his tór ica y
la
:1
Adem.ás, me dio se dis uel ve en el est
exp ene nci a par a rev ela r mu
todos.
adi o pos ter ior de la
clase han sido def ini das en ltip lici dad es de mu ltip lici dad
nad os hom bre s pro duc ido s det erm i- tru ctu rad as en serie. En ese es es-
po r el mo do de pro duc ció n mo
de las rel aci one s de pro duc
ció n, su est ruc tur a gen era
a través es ya, par a cad a uno , el ser me nto el ser-común-de-clase no
int eli gib ilid ad le lleg an po l y su -en-el-medio-de-clase; en rea
r con stit uir la su obj eto com es el se1·-en-otro-lugar de cad lid ad,
me dio ser ialm ent e est ruc tur ún com o a uno en tan to que está con
ado y por que las otr as clas com o el Ot m po r la ser ie pro stit uid o
las con tra dic cio nes qu e la es, po r gre siv a de los Otr os y el Ser
opo nen a ella a través del de cad a uno en su lug ar en -Ot ro
con jun to prá ctic o-i ner te, hac mis mo su serie en tan to que con
en de la uni dad neg ativ a a los Otr os. La clase exi ste stit uye
rid ad la lev adu ra de su de alte - com o ser ie tot aliz ada de ser
jJraxis organizadora. En el eso im por ta poc o, ver dad era ies. Po r
del pro let ari ado arc aic o, eje mp lo me nte , que se hay a enc ont
el obr ero está en !a clase cre ído enc ont rar tran sic ion rad o o
qu e est á con dic ion ado po r en tan to es con tin uas de un a clase a
los Otr os, es dec ir, en tan to t:rm edi ari os, gru pos inc ier otr a, in-
él mi sm o y par a sí mis mo que es tos ; en efecto, si se tuv ies e
sie mp re Otr o, y que su fue Siderar la clase com o for ma que con-
tra baj o com o me rca ncí a es rza de tot al y sin téti ca cer rán dos e
Ot ra dis tin ta de él, es dec セオウ@ ュセ・「イッウL@ que dar íam os mu y em bar aza sob re
nad a. Est á en la clase en tan ir, alie- msens1bles que los eco nom dos con los pasajes
to qu e su pro pia ine rci a se ista s bur gue ses est abl ece n
sob re la ine rci a de los Otr fun da de una a otr a clase, con las con gus to
os y se vue lve en cad a un apo ría s que ese nue vo escept
mi sm a com o ine rci a del Ot o la clase mo pre ten de hab er enc ont rad icis-
ro en tan to que Otr o. Y este o (y que se par ece n por su
clase se mu est ra cor rie nte ser-de- tur a lógica a los viejos arg estruc-
me nte en prá ctic as seriales um ent os del calvo, del vel ado
vas de abs ten cio nis mo , de y neg ati- cor nud o). Per o si la clase y del
der rot ism o, de des áni mo o es tot ali dad ser ial de series
don o. Est as prá ctic as son en de aba n- con jun to de estas series cor y si el
cad a un o la ser iali dad ent era res pon de de una ma ner a gen
este sen tid o, el ser-común-d . En ser-de-clase com o Ser -Ot ro era l al
e-clase se ma nif ies ta en tod del obr ero , ¿qu é im por ta si
dez du ran te los per íod os a su rigi- po r des com pon ers e o po r cam aca ban
en que la acc ión obr era bia rse en Otr o?; por el con
ref luj o"; se vue lve en cad está "en est á en la esencia de la ser tra rio ,
a un o -a par tir de las con ie (en tan to que det erm ina
nes del ind ivi duo y de las tra dic cio - lo prá ctic o-i ner te) el ser inf ció n de
con dic ion es ma ter iale s de ini ta o ind efi nid a; así ocu
el des tin o pro duc ién dos e com su vid a- la esencia del ser-de-clase, rre en
o el Ser -Ot ro del obr ero en com o otr o lug ar abs olu to
ció n con sig o y con tod os rela - pot enc ia, que se pie rde en de la im-
los Otr os. En este sen tid o, el hor izo nte y se dej a det erm
mú n-d e-c las e, com o obj eto el ser-co- su Ser -Ot ro- en- el-i nfi nito por ina r en
com ún int eri ori zad o, no es el Ser -Ot ro de otros ind ivi
tot ali dad qu e se im pon e ni un a que per ten ece n a otr as clas duo s
a sus par tes y que es dif es. Estas me dia cio nes no cam
ella s, ni un a pal abr a par ere nte de nad a a la pes ade z pro pia de bia n
a con not ar la ind efi nid a la clase, y son prá ctic am ent
del ser-de-clase par tic ula r rep eti ció n cientes; en caso de ten sió n e ine fi-
com o rep rod ucc ión uni ver (es dec ir, en el fon do, en
idé nti co, ni un a ma ner a de sal de lo nen cia ), la alt eri dad se blo per ma -
des ign ar al con jun to de con que a en el niv el de la me
nes com une s a todos y qu e dic io- y ya no pas a nad a, o el int dia ció n
a veces se llam a la con dic ión erm edi ari o est alla y las dos
ra. To do el mu nd o está en obr e- lib era das se def ine n por su series
la clase, en el niv el má s sup luc ha. Inv ers am ent e, cua ndo
de la exp eri enc ia, en tan to erf icia l· die ra def ini rse exa cta me nte pu-
que la ser ie ind efi nid a de la rea lid ad his tór ica de una
cio nes est á rea liza da com las rela - y cua ndo esta def ini ció n se clase
o me dio po r los tér min os apl ica ra a todos sus mie mb
que un en. Per o en pri me r hum ano s sólo a ellos, las series seg uir ros y
lug ar, este me dio , en tan to ían sie ndo inf ini tas , por que
qu e tal, ver ían circ ula res . se \'al-
502
503
Pero la serialiclad de clase hace del individuo (cualquiera u!lidad de lo múltiple como trabajo perpetuamente en curso.
que él sea y cualquiera que sea la clase) un ウ・セ@ que se セ・ヲNゥョ@ Sm embargo, hay que señalar: 19) Que la praxis colectiva no
como una cosa humanizada y que, en el umverso practico- se puede producir sino sobre la base de un ser-común funda-
inerte, es rigurosamente intercambiable, en 」ッョ、ゥセ・ウ@ dadas, mental; 29) que se mantiene estructurada por este ser que
con un producto material dado. Y 1? que 」。イセ・ョコ@ a la clase supera Y. que la define hasta en sus límites y su eficacia (como
obrera, finalmente (ya que es el eJemplo e_Iegido), es que la hemos VIsto a la pníctica sindical hacia 1900 estructurada en
pmxis organizada del grupo de. combate tiene su fuente_ ・セQ@ su temp.oralización por las características práctico-inertes del
el corazón mismo de lo práctico-merte, en la opaca matenah- ーイッャ・エセョ。@ tal y como se habían producido por la presión ele
dad de la impotencia y ele la inercia como ウオー・イ。セゥ￳ョ@ de esta ャセウ@ maqumas universales) ; 39) que está en relación ele alte-
materialidad. Así la otra forma de la clase, es deor, el grupo nclad y, a través de los antagonismos, de serialiclacl con otras
totalizador en una pmxis, nace en el corazón ele la. forma organizaciones independientes de ella y que el medio conductor
pasiva y como su negación. Una セャ。ウ・@ totalmente actzva -es ele esta nueva serialiclacl resulta ser la clase como colectivo·
decir, cuyos miembros estén todos mtegrados en una. sola pra- 49) en fin, que toda organización -como habremos de ver_:
xis y cuyos aparatos en lugar de oponerse se orgamzacen en corre en todo momento el riesgo de disolverse en serialidad
la unidad-- sólo se ha realizado en algunos momentos muy (burocracia de determinados sindicatos en determinados paí-
raros (y todos revolucionarios) de la historia obrera. Sin _ha- ses) .o ele recaer en la inercia del ser-común, mientras que, en
blar aquí aún de la 」オ・セエゥ￳@ de ャセウ@ progresos de la expenen- el nusmo momento, _la 」ャセウ・MッエゥカL@ como mataia tmbajada,
cia obrera y de su orgamzaoón objetiva (lo que es セョ。@ sola y soporta con. toda su m_croa, como un sello, las unidades pnícti-
misma cosa) , colocándonos en el solo punto de vista de la cas convertidas en umdades-de-ser y significaciones inertes. Así
inteligibilidad de lo práctico-inerte, アセ・、。@ claro アセ・@ el prole- -haya o no haya progreso de la organización sobre la serie-,
tariado, en tanto que es a la カ・セ@ Destino y N_egaoon del_ Des- la clase obrera representa en su contradicción el esfuerzo más
tino, constituye en su forma rnz_sma una イセ。ィ、」ャ@ movediza y tenaz y más visible de los hombres para reconquistarse los unos
contradictoria o, si se prefiere, es todo el tzem.po y _en propor- por los otros, es decir, para arrancarse al Ser en tanto que éste
ciones definidas por la situación histórica,_ オセ。Nエjュクコウ@ de セイーッ@ les da el estatuto de cosa humana en el medio ele otras cosas
(o, la mayor parte del tiempo, u?a ュセャエQーッ、。@ de 。」エゥviセャᆳ ィオュ。セウ⦅@ アオセ@ son sus productos inanimados; y el campo del
des de grupos) que corroe la umdad merte de un ser-comun- ser practico merte se oerra sin cesar o amenaza sin cesar con
de-clase. Se trata, pues, de una clase que _se produce 」ッ⦅ュセ@ do- cerrarse. El Ser llega a petrificar sus acciones con plena liber-
ble unidad contradictoria, ya que el ser-merte-cle-la-senahdad, tad. Este セオ・⦅カッ@ セッュ・ョエ@ de la experiencia nos muestra que el
como fundamento y materia de toda otra combinación, es real- campo pract1co-merte no es por su parte más que una estruc-
mente la unidad de los trabajadores en su ser y por el Ser en tura, 。「ウエイセ」@ todavía, de la Historia; no se puede constituir,
tanto que la rigidez de su destino se_ debe a su 、ゥウj_・イセョ@ 1, q_ue en .efecto, セュ@ que el G_セュ、ッ@ de la alteridad no prodmca como
aumenta; en lugar de que se constituya la ッイァ。ュコセキョ@ activa u_nzda_d sena! la condiciÓn y el principio de su propia supera-
contra el Ser y que su unidad sea ーオイ。ュ・ョエセ@ pdct1ca,. o, con CIÓn. Este paso del Ser a la organización es lo que considerare-
otras palabras, que la praxis, ⦅」ッセ@ superaoón ッイァセュコ。、@ mos 。ィセイ⦅Z@ ィセGB_ッウ@ aprehendido la inteligibilidad dialéctica ele
del ser inerte hacia la reorgamzaoón del campo sooal, es la la praxzs mdividual y de la actividad pasiva ele lo colectivo;
tenemos que aprehender y fijar la de la praxis colectiva.
1 La disfJersión de que hablo aqul no tiene relación ィゥウエ￳セ」。N@ co!1 Hemos cruzado el campo pdctico-inerte de uno a otro lado
el proceso de concentración, aunque éste pueda ayudar a ィ。」セイャ@ d1sm.mmr Y. ・セ。@ nuestra ゥョエ・セ」￳@ descubrir si ese lugar de violencias, de /
multiplicando los contactos; fundamentalmente ウセャッ@ es la Qセーッエ・ョ」。@ セ・@ エセュ「ャ。ウ@ y de bru ]Cría poseía. de hecho su inteligibilidad dia-
alteridad en tanto que está vivida por una pluralidad necesanamente 、セウᆳ
persa, aunque el campo de dispersión pueda ser más o menos amplio. lect¡ca o, con otras palabras, si las extrañas apariencias de este

504 505
univ erso cubr ían una rigur osa racio nalid
ad. Aho ra estam os
conv encid os: no sólo todo s los objet os que gia o la Fata lidad podr ían expl icar que la
la ocup an y todo s prax is indiv idua l,
los procesos que se prod ucen ッ「・、」セL@ abso rbida en el obje to, esté en el orige n de
a イ・ァャ。セ@ de desarr.ollo una nuev a nega-
dialé ctico que hace n que la co;ntJrenszon ción que la trans form a en prim er mom ento
sea セi・ョーイ@ posib le, de una dialé ctica
sino que adem ás la estru ctura Ción de la expe de la colec tivid ad. La intel igibi lidad de la
nenc ia en. camp o prax is indiv idua l
prác tico- inert e se reali za por la apar ición como trans lucid ez no pued e ser de ning
de la neceszdad en una man era la del
el seno de la evide ncia, y por esta razón , camp o práct ico-i nerte , y sería igua lmen te absu
la nece sidad se da rdo, o ideal ista,
en el coraz ón de la libre . prax is indiv idua l imag inar que la prax is del indiv iduo , la activ
como nece sidad de idad inert e y la
que exist a ese camp o de activ idad -iner te. O, acció n com ún son los tres mom ento s del
si se prefi ere, en desa rroll o de una
la expe rienc ia prác tica de una 。セ」ゥ￳ョ@ mism a fuerza conc ebida , por ejem plo, como
con .éxito, el セッュ・Qエ@ la prax is hum ana.
de la obje tivac ión se da como fm nece sano En reali dad, hay dos dialé ctica s muy disti ntas:
de la dial.éctica la del indiv iduo
prác tica indiv idua l -que se sepu lta en él como prác tico, la del grup o como pmxi s, y el mom
en su obrt o, y ento del camp o
como apar ición de un nuev o mom ento . Y prác tico- inert e de hech o es el de la antid ialéc
este nuev o mom en- tica. En efecto,
to (el de lo prác tico- inert e o de la social.idad está cont enid o entre dos nega cione s radic ales:
ヲオョ、。ュ・_エセャ Q@
セ@ la de la acció n
vuelv e sobre la dialé ctica total y trans lúCid indiv idua l, que le encu entra en ella mism a,
a de la prax zs mch- en tanto que aún
vidu al para cons tituir la como prim er mom ento se adhi ere a su prod ucto , como su negación;
de una dialé cti- la de la unió n
ca más comp leja. Lo que signi fica que el camp en grup os que se cons tituy e en los colectivos
o prác tico- inert e como nega tiva
se hace su nega ción en cada prax is obje tivad prác tica de la seria lidad . Sin emba rgo, si se
a, en bene fici? pued e dar el nom-
de la activ idad pasiv a como estru ctura \omú bre de dialé ctico a este camp o mate rial de
n de los 」セャ・エᆳ la antid ialéc tica, es
vos y de la mate ria Nエイ。「ェセ、@ セウ■@
prec isam ente a causa de esta dobl e nega ción.
el mom ento . セ・@ la objeti.VI- En él se pierd e
dad defin e su nece sidad dialé ctica como la la acció n de cada uno en bene ficio de esas
actiV Idad orgá mca fuerzas mon struo sas
supe rada y 」ッョウ・イカ。、セ@ por la inercia en Qセ@ セ[、ゥ。@ que en la inerc ia de lo inorg ánico y de la
en que se exte riori dad man -
da para el agen te indiV Idua l y en la apod ictio tiene n un pode r de acció n y de unifi cació n
dad de la expe - unid o a una falsa
rienc ia como supe ració n de la indiv idua lidad inter iorid ad. E, inve rsam ente, el simp le mov
, en este agen te Y imie nto de unió n
en todos, pm· un estat uto sufri do y origi nal en tanto que, en el curso del siglo pasa do,
de socia lidad reifi- se desa rroll a en la
cante . Y hemo s lleva do lo basta nte lejos el estud clase obre ra, basta para cons tituir a ésta,
io de esta socia- muc ho más allá de
lidad como para desc ubrir en ella los princ las prim eras unio nes, tan prec arias y tan restr
ipios de una inver - ingid as, como una
sión en una expe rienc ia de nuev a especie, impo tenc ia pobl ada por un pode r hum ano
que remi te de la inve ncib le, como la
nece sidad a otra liber tad (la de unirs e) como seria lizac ión de una total idad fund amen tal.
terce r mom ento . La intel igibi lidad
Pero este mov imie nto dialé ctico tal y como de los procesos práct ico-i nerte s descansa, pues
lo desc ribim os , en algun os prin-
-y tal y como se prese nta supe rfici alme nte- cipios simp les y claros que son a su vez la cont
no tiene ning una racci ón sinté tica
intel igibi lidad ; aún mejo r, si no エオセゥ←ウ・ッ@ de las características evide ntes de la relac ión
que イ・」ッ、セ@ ウオセ@ unív oca de inte-
cond icion es reale s, caerí amos en la dialé ctica riori dad como fund amen to de la pmx is
de lo exte nor. SI indiv idua l y de la
tenem os que creer verd ader amen te .que la plur alida d de los agentes en el inter ior del
ゥョエ・ャァ「、セ@ del camp o prác tico.
camp o prác tico- inert e y de .su, n:ga oón por Dire ctam ente, en efecto, toda obje tivac ión
el ァセエNiーッ@ @ セ 、 ゥ ウ ・ イ ・セ@ com porta una alte-
la acció n de una fuerz a chale cuca que se mció n. Cuan do decla ran los marx istas que en
mam fiest a a .t1 ava la socie dad socia-
de la libre prax is y se desa rroll a a tmvé s lista el hom bre, en luga r de ser "el prod ucto
de los cambiOs de de su prod ucto ",
camp o y las especies difer entes de la acció será su prop io prod ucto , qué quie ren decir
n, solam ente la l\Ja- : si el hom bre es
su prod ucto , será su sola obje tivac ión (en
1 Ya hemo s señala do que
este térmi no de funda ment al no se él mism o y en los
referí a a ningú n a jJriori histór ico. Otro s) ; así el ser obje tivo será hom ogén eo
con la prác tica de
obje tivac ión. Pero si el indiv iduo encu entra
su reali dad en el
506
507
objeto material, empieza la antidialé<:=tica: lo ゥセッイァ\■Nョ」@ sellado pieza con él. El producto se vuelve realmente mercancía. Pero
se da como ser del hombre; Ahora bien, esta situaCiÓn tan par-
lo gue aquí .importa es que esta transformación se impone a
tinllar depende eviclentemen.te de la multiplicidad de los i,n-
Qセ@ hbre prax_zs individual: la objetivación se vuelve la produc-
divicluos coexistentes en el campo de la rareza. Con otros ter-
CiÓn del objeto en tanto que se presenta para sí; esta vez el
minos sobre la base ele las circunstancias materiales, sólo la
producLo se vuelve el hombre y como tal el producto. Pero
libre praxis del Otro puede limitar, a エセ。カ←ウ@ セ・@ una materia esta. transformación. tiene su inteligibilidad entera. Separemos
trabajada, la eficacia y la libertad. ele セi@ praxzs. En este ウ・セᆳ un mstante. el conJunto de los ーセッ」・ウ@ seriales y todas las
tido -aunque apenas tenga カ。ャッセNオエ￳ョ」ML@ es 「オ・ョセN@ la expli- transformacwnes del campo pníctico-inerte; no puede caber
cación de las clases en el A ntz-Duhrzng. Pero, paradópcamente,
duda sobre dos cosas: 19) Una praxis (la de un comprador o
es buena como esquema dialéctico de la inteligibilidad y no
de un grupo ele compradores) ha robado la libertad del pro-
como reconstrucción de un proceso soci<,tl definido. Engels de-
ductor: se 、・ウ」オ「セゥイ£@ 」セュッ@ produciendo mercancías y no obje-
clara, en efecto, que las clases (es セャ・」ゥイL@ el 」ッャ・セゥカ@ como tipo
t?s de consumo mmechato en tanto que es el objeto de esta
práctico-inerte de socialidad) empiezan a consti エュセウ・@ en una
hbre :mpresa. L.a objetivación se vuelve otra porque produce
comunidad agrícola cuando los productos del エイ。「セjo@ se trans-
su Objeto en el hbre campo ele la acción de otro. Es la libertad
forman en mercancías. Ya he demostrado que los eJemplos que
la que limita a la libertad. 29) Pero dos libertades prácticas
él da est<Ín todos fuera de la cuestión, ya que nos muestran
sólo se enfrentan en el campo práctico y por intermedio de
a determinadas comunidades que se desintegran por la inE1uen-
toda la ュ。エ・イゥセャ、N@ Cuando circunstancias definidas permi-
cia de las sociedades burguesas que las rodean o que entran
エセョ@ a una ーイ。セコウ@ que robe el sentido de la otra, eso sólo signi-
con ella en una relación de comercio. Pero para la inteligibi-
fica que el objeto en que ésta se objetiva toma un sentido di-
lidad este ejemplo basta, porque el carácter ele mercancía le
ヲ・イョエセ@ Y. una 」ッョエイ。セヲゥャ、@ (para su productor) en el cam-
llega al producto del trabajo campesino desde ヲセ・イ。N@ Engels
po practico de aquella y a través de una reorganización de
supone -y nosotros lo suponemos .con él- que la エゥ・セイ@ es pro-
ese 」セューッN@ La situación original se presenta, pues, así: es la
piedad común y que cada campesm?.produce lo suhC1ente co-
relactón オョN■セッ」。@ de interioridad la que permite que el com-
mo para alimentarse él y su ヲ。ュNエャゥセ@ E? ese. mom.en.to del
prador ヲセャウコアオ・@ el campo práctico del campesino; en efecto,
trabajo rural, el producto no es n1 fm m ャセュゥエ・@ oセj・エゥカッZ@ es la .relacwn del campesino con lo circunstante -es decir el tra-
fin del trabajo en la medida en que es mecho de セィュ・ョエ。イウZN@
b.a JO- es interiorización en la medida en que el ッイセ。ョゥウュ@
A partir del intercambio -y particularmente del ュエ・イセ。「jo@
tiene .su. ser-fuera-de-él en la N a tu raleza. Pero jJor sí sola la
tal y como se practica entre sociedades burguesas y socteclacles
matenahdad .procluc,ida no podría transformar nada, ya que
subdesarrolladas-, la demanda objetiva como momento de una
está en relactón umvoca con el productor. A partir del mo-
libre praxis del Otro constituye el producto como Otro, es
mento en que, por el contrario, le está dado un sentido otro
decir el extracto del ciclo interior "producción-consumo" para
para el productor por otro cuya relación con ella es también
ーッョ・セャ@ en sí como objet? indepen.cliente que haya absorbido
:-aunque de otra manera- una relación de interioridad, se
trabajo y que pueda ser iセエ・イ」。ュ「Q、_N@ Claro está que no se
ュウエセオイ。@ .en.tre el ーセッ、オ」エ@ y el productor una falsa relación
trata de una estructura Ideal confencla al producto por el
de mtenondad reCiproca, ya que aquel significa éste y que
simple deseo del futuro aclquisid?r, sino セオ・@ esos セ。ュ_ゥッウ@ se
és.te se comporta como el significado de su producto .. Ahora
producen en el curso ele una acctón comun (colomzactón, se-
bien, esto es perfectamente claro, ya que a través ele este
micolonización, movimiento de conjunto para rodear a la co-
producto y en tanto que es este producto, una praxis hu-
munidad, para formar un enclave) dirigida por ciertos grupos
mana pretende alcanzar al trabajador y tiende a hacerle
burgueses y por un conjunto de pro.cesos seriale.s que realizan
que trabaje para otros en el ュッセ・ョエ@ en que aún trabaja
la desintegración del pueblo a partu de la soctedad que ero-
para él. Pero por otra parte, no es menos claro que el
508
509
producto , al volverse mercanc ía, se deja constitu ir según las práctico y serial), la multipli cación de las acciones y de las
leyes de su pasivida d: es su inercia la que sostiene a ウセ@ respuest as encuent ra su unificac ión en el objeto que se pre-
nueva unidad; es ella también la que transfor ma en exz- senta para sí como negación de cada uno por cada uno (o, más
aencia a la praxis de los comprad ores en tanto que se vuelve tarde, ⦅」ッュセ@ ッセェ・エ@ L」ッセョIN@ Y cuando decimos que el objeto
セオ@ propia significa ción indepen diente co:ztra el エイ。セ、ッN@ Y por como mercia morgam ca y sellada se presenta para sí, toma-
esta indepen dencia (tanto como ausenoa de relaciOnes huma- mos las palabras a la letra y sin embargo , aprehen demos el
nas vivida en interiori dad como relación sintética de inhuma- pr?ceso en su J.?lena inteligib ilidad: la unidad fugitiva del
nidad) se vuelve exigenci a en tanto que ーイッ、セ」エ@ que se pre- objeto que se a.fuma contra todos, en realidad es la negación
senta para sí como mercanc ía, lo que el trabajad or ha hecho, de todos y de cada uno para todos en el campo práctico de
luego lo que es, en el mundo del objeto y como ッセェ・エN@ El Ro- 」。セ@ uno e_n tanto que se vuelve en el objeto unidad negativa
der de destruir sólo es una estructu ra de la praxzs como dia- e merte . (Impote ncia de cada uno, por ejemplo , descubie rta
léctica individu al; pero el enfrenta miento de las libertade s, en el ob;eto a través de todo intento para cambiar las estruc-
por la doble constituc ión. d:l objeto in.term: diario, no pu:de turas).
hacerse contradi cción objetiva y matenal smo en la medida Lo que hay que recompo ner en cada caso según la regla
en que la inercia del objet_o hace de las. dos オョゥ、。・セ@ que se del proceso particul ar para tener los esquema s de inteligib ili-
le dan negacion es reales e mertes, es decir, fuerzas pasivas. E? dad buscado s es, pues, el conjunto de las estructu ras siguien-
este simple ejemplo se encuent ran ヲゥョ。ャュ・イセエ@ セッ、。ウ@ las 」_ョセィᆳ tes: 19) La relación unívoca de interiori dad en el seno de la
ciones de la inteligib ilidad del campo práctico -merte: la umca libre praxis como unificac ión del campo; 29) La relación uní-
realidad práctica y dialéctic a, el motor de todo, es la acezan voca de una multipli cidad de actividad es prácticas , cada una
individu al. Cuando un campo de rareza determi na el enfren- de las cuales quiere robar la libertad de los Otros por las
tamiento de los agentes reales, se da un nuevo estatuto a la エイ。ョウセッュZゥ・@ que hace sufrir al objeto (las prácticas son
Cosa t?·aba.jada por las actividad es que se enfrenta n. Toma en al mzsmo tzempo relacion es recíproc as negativa s, luego relacio-
el campo pdctico- inerte de cada uno, (en tanto アセQ・@ セウ@ el de nes de interiori dad, y, por la mediaci ón del objeto inerte,
todos) significa ciones secretas y multiple s que ュ、セ」。ョ@ l_as relacion es indirecta s de exterior idad) ; 39) La transform ación
direccion es de sus fugas hacia los Otros; y como mediO y fm de toda libre praxis (en tanto que está absorbid a y devuelta
de una empresa definida (transfor mar la libertad. del_ ?tro. en por el objeto) en exis; 4-9) La transform ación inevitab le de
medio dócil de mi propia libertad, no por obhgaoo n, sm? cada exis de la Cosa trabajad a en activida d pasiva por la libre
como falsifica ción del campo práctico ), prolong a a la jJraxzs ェセイ。クゥウ@ de Otro, cualquie ra que sea, cuyos proyecto s y perspec-
ganador a en empresa inerte. y (ascznante ウッ「イセ@ la Ii?ertad prác- tiva son Otros; 59) La transfor mación de cada uno en pasivi-
tica ?el. perdedo r. rセクエ・ョッイコ。@ en el ュ・、セッ@ オセカNッ」@ _de. la dad activa por la activida d pasiva del objeto, no por alguna
intenon dad a la jJraxzs del vencedo r como smtesis mtenonz a- metamor fosis de su realidad orgánica y humana , sino por la
dora del campo práctico . Y como significa ción-exig encia refle- despiada da transfor mación de él mismo en Otro que se realiza
ja al product or su se!· coi?o !u ・クエイゥッ、セ@ inerte de d01;zinado por sus dedos y bajo sus dedos cuando produce el objeto (en
en el medio de la mtenon dad. Pero lupoteca ndo la libertad tanto que los sentidos múltiple s del objeto, sus exigenci as y las
del trabajad or con su inercia imperati va, transfor ma a la_ libre significa ciones que asigna a su product or son prefabri cados por
praxis que le amenaza a tra;és de ella como Qセオイ。@ y simple otras activida des o por otros objetos producid os por esas acti-
inercia de exigenci a. Y en 」セ・イエッ@ ョセッ、@ 7ada . ィセ・イエ。、@ en el vidades) .
medio del Otro y en su propiO medio de mtenon dad ィ。セ・@ la Según este punto de vista, hay que decir a la vez que el
experien cia de su límite de inercia, ・セ@ 、・」セイ@ •. de su ョ・」ウゥ、セN@ campo práctico -inerte es, que es real, y que las libres activida-
En cuanto la multipli cidad se vuelve zndefznzda (en el sentido des humana s no quedan suprimid as por eso, ni siquiem altera-

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cho. 'dded otra mane ra, para a zgunos h ombres y algunas multi
das en su translucidez de proyecto en curso de realización. El p l ICI a es , en tan
concr , . t.o. que 1os unos y 1os otros son realidades-
campo existe; digamos inclusive que es lo que nos rodea y con- .d etas , la posibilidad de mantenerse, en los límites de una
diciona; no tengo más que echar un vistazo por la ventana: veré VI a, . .do ed1e un .grup o e1e VI.el as, b aJO . el estatuto del Ser y de la
autos que son hombres y cuyos conductores son autos, un agen- acrueba t zvz a . jJaszva , e s una pos¡'b'l'd 1 1 a d real y concreta. Nada,
te que dirige el tránsito en una esquina, y, más lejos, sei'íales セ@ or . que ta_l, burócrata o tal empleado dejará de ser un día
automáticas de la circulación, con las luces rojas y verdes, pfra ャセエ[イcウo@ en un grupo- de ser _Otro para sí mismo y
cien exigencias que suben del suelo hacia mí, pasos para pea- .. · n este momento, manepdo por las cosas (su
tones, carteles imperativos, prohibiciones; colectivos (sucursal of zcznah'omb
otros como cale et"Ivo, su Je . fe e_n tanto que Otro)' es para los
del Crédit Lyonnais, café, iglesia, casas de departamentos y finalidad e res un_ factor de altendacl, ele pasividad y de contra-
también una serialiclad visible: gente que hace cola delante de land amo SI fuese una cosa (un ducado espai'íol) circu-
un almacén), instrumentos (que proclaman con su voz fija la 't 0 .';ntre las manos de los hombres. Nada prueba que esta
manera de servirse de ellos, aceras, calzada, estación de taxis, SI オ。ッ」ャセQ@ セッューイエ・@ en sí misma y para él el germen de una'
parada ele autobús, etc.) . Todos esos seres -ni cosas ni hom- contra ICCIÓn.
bre, unidades prácticas del hombre y de la cosa inerte- todas lib ウセ。@e 」ッョエイ。ャゥセ￳@ sería inevitable, sin embargo, si la
esas llamadas, todas esas exigencias que aún no me conciernen erta e_. de_ la práctica entrase en conflicto en cada uno con
directamente. Luego bajaré a la calle y seré su cosa 1 , compraré constrenumentos, prohibiciones exteriores e interiorizadas Se
ese colectivo que es el periódico, y el con junto práctico-inerte encuentran
. estos cas
' os, pero no est,á n entre nuestras preocupa- ' ' ·
que me sitia y .me designa se descubrirá de pronto a partir del cwn1 es actuales. La mistificación, en realidad -como proceso
campo social, es decir, ele la Tierra, como el Otro-Lugar ele rea Y no como lempr
profuncl . ャG・セ。@ concerta el a- es 」ャ・ウァイ。ゥセュョエ@ ·tan
todos los Otros-Lugares (o la serie de todas las series de l"b p. a 9.ue セ@ me I_vicluo reificaclo queda en posesión de su
series). Verdad es que esta realidad, aunque aplastante o pe- 1 re ha 1axzs . Aun meJor·. ー。イセ@
rada ser a 1·Ienae1o o simplemente alte-
gajosa, según los casos -y que me enseña a partir de Otros- tica., _Y que セ・イ@ un orgamsmo susceptible de acción clialéc-
Lugares mi destino de francés pequeño-burgués-, es aún una '' y es a travcs ele la libre praxis como descubre la necesidad
abstracción. Pero esta vez tenemos que entendernos: es una abs- como transformación de su producto y de '1 .
tracción en la medida en que grupos se constituyen en ella y roducto e Ot L e mismo por su
P . . n ro. os constreí'íimientos de la necesidad las
contra ella, para por fin intentar disolverla; es· una abstracción exigenoas · . de la .Cosa' T ra b ap . d a, 1os Imperativos
. del Otro ' , su
en tanto que una experiencia total tiene que implicar el es- ーイッセ。@ I_mpotenoa, es su praxis quien los descubre y quien' los
fuerzo consciente de unidad que, la mayor parte del tiempo, no mtenonza Es su l"b · · l .
es directamente sensible o que queda oculta por la serialiclad. ta en su libertad エセ、・ャ@ acttVIe1a( qUien toma por propia cuen-
Pero si, para la totalización, y tomando al campo pníctico- explotación 1 'óo que¡. le aplasta: el trabajo agotador, la
, a opresi n, e alza ele lo . E .
inerte en su totalidad, hay una inteligibilidad del grupo como decir que su libertad es el medio ・ャァゥ、セ@ ーセ」[ッウcN@ セ@ sto qUiere
superación ele la necesidad hacia una libertad común, si in- Otro ¡ 1 .. a .. osa y por el
1Jara ap astar o y transformarlo en Cosa traba. 1 D
cluso el origen dialéctico del grupo está en la unidad pasiva e:te modo, el momento del libre contrato l jセ・@ a. e
de alteridad en tanto que se niega como pasividad, no hay セQァャッ@ _XIX! el trabajador aislado, acorralado ーセイ・@ ィセM・ョー[@
ninguna manera ele decidir, fuera ele una apreciación ele su a misen a, vende su fuerza de tra baJ· o a un p tró d'
situación concreta y de su historia en el seno de la Historia to- ue imp · ' a n po eroso
q one sus precws, es a la vez la mistificación m-' 1
talizadora, si tales individuos o tales reuniones particulares gonzada y una realidad. Claro que no tiene ot Nエウャセ、・カイᆳ /
saldrán de su abstracta condición de seres práctico-inertes. Di- opción es Impos¡ · 'bl e, no ¡Iay m. el menor atisbo dera sa'b1 T' a a
de encontrar otro traba]· o me]· or retrib lll'el o, Y a d emás pos¡ 1n1I.cia:l s1-
1 Desde luego que en mi departamento soy la cosa de otras cosas
(muebles, etc.) .
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quiera se plantea la cuestión; ¿para qué? Se va a vender a la
fábrica todas las mai1anas (en la buena época se hacían con- menos no trabajan en la fábrica), las obligaciones que la en-
エセ。ッウ@ de セョ@ día セ。イ@ ma?tener a los obreros), por una espe- cuentran en el taller, ante la cadena, etc., son ineluctables,
Cie d_e ・クコセ@ sombna y resignada que apenas se parece a una cada una refuerza a la otra. Pero estas obligaciones no vienen
jJraxzs. Y sm emb,arg?•. セ@ pesar de _todo se trata de una praxis: de las cosas sino en la medida en que las cosas relevan a las
la costumbre esta d1ngida, orgamzada, el fin propuesto, los acciones humanas; detrás de ellas está la multiplicidad de los
medios elegidos (si se entera de que se presentarán muchos trabajadores y su falsa unidad por la fábrica, es decir, por un
obreros para ser contratados, se despertará una hora antes destino que hay que negar y sufrir conjuntamente; además, son
para llegar antes que los otros); dicho de otra manera, el in- exigencias y no obligaciones puramente· materiales en la medi-
eluctable destino que le revienta pasa por él. En cuanto a esas da en que se define una libre praxis según esas voces de pie-
obreras que rumian un suei1o vago y al mismo tiempo están dra. Con otros términos, libertad, aquí, no quiere decir posi-
atravesadas por un ritmo exterior a ellas, que es el traba jo de bilidad de opción sino necesidad de vivir la obligación bajo
todos en tanto que otro, razón se tiene al decirse -y yo lo he su forma de exigencia a cumplir por medio de una praxis. La
h;cho- que es la máquina semiautomática la que sueña a tra- situación familiar (enfermedad o desocupación de algunos)
ves ele ellas. Pero estos sueii.os son al mismo tiempo una con- se puede constituir, en el campo práctico-inerte, como la im-
duct_a セオ、。@ y personal.' アオNセ@ realiza la _sentencia de la m;íquina posibilidad de asegurar la supervivencia de todos sus miembros
P.ersigUiendo sus prop1_os セュ・ウ@ (valonzación de la pasona fí- si tal mujer o tal viejo no vuelve a tomar trabajo. Podremos
szca contra la desvalonzaoé'n por la universalidad extra1'1a de considerarla, en tanto que tal y por un simple estudio cuan-
Qセ@ :n
exigencia, ;te.) . Y a
cuanto ese ritmo, que los primeros titativo, como una relación funcional entre la estructura de
una familia, el número total de sus miembros, sus posibilidades
d1as le pareoa unpos1ble de sostener, de tan extra11o como
es a sus ritmos vitales personales, la obrera ha querido adap- de supervivencia, por una parte, y, por otra, la cantidad y el
tarse a ellos, ha hecho sus esfuerzos, ha seguido los consejos carácter de sus miembros activos (en tal sociedad, en tal mo-
de sus compaiieros, ha inventado una relación personal de mento, para tal rama de la producción y tal sector). Lo que no
interioridad válida para ella sola (dada su estatura, su fuerza, impide que para el viejo que vuelve a trabajar, esta situación
otras características físicas, etc.) que, si se quiere, es el mejor se manifieste ante todo como un peligm jJm·ticular y muy par-
medio de la adaptación individual. Para eso, claro está, se ha ticulannente calificado (las amenazas son más precisas contra
dado a la m;íquina, y ésta, en tanto que el trabajo de los los niños, los enfermos, y en consecuencia, se le aparecen a
Otros, en la unidad negativa de un destino, se apodera de su través de sus relaciones humanas y sus preferencias) que sólo
trabajo セ@ lo hace otro; finalmente, la adaptación total o semi- puede evitar el viejo (ya que los otros son desocupados, enfer-
automatismo es la destrucción de los ritmos orgánicos de la mos o ya empleados). Y en la medida en que es evitable, su
obrera y la interiorización de un ritmo absolutamente otro. negación se constituye, a través de las relaciones particulares
Pero el セQPZ・ョ@ to en アセ・@ la obrera se descubre como objeto del viejo con los miembros ele la familia (y en cuanto en el
de la mar¡wna -es deor, en el momento en que la mistifica- estrecho campo del habitat, se manifiestan las enfermedades
ción se descubre en la alienación objetiva- es también el mo- por conductas o como exis ele determinados miembros) como
mento en que ha logrado su adaptación (en los estrechos lí- exigencia. En realidad, ese carácter de exigencia, en el marco
mites que se le habían concedido). No podía evitar nada de la práctica individual, es perfectamente inútil: la jJraxis co-
-justo, tal vez, faltar a la adaptación y hacerse eliminar, pri- lectiva del grupo familiar (corroída al mismo tiempo por una
mero del mercado de traba jo, luego como sobrante, de la so- serialidad interna) comprende, si se quiere, en su desarrollo
ciedad, por la enfermedad- las obligaciones de marcha (la mismo, la posibilidad de un momento en que se desarrollará
imposibilidad para su familia de vivir si u·es personas por lo por el trabajo y la acción de ese viejo; lo sabe, todo el mundo
lo sabe, y, en cierta forma, la iniciativa de presentarse a tra-
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bajar no ha dado luga= a ョセァオ。@ decisión ゥョ、Lカセ。ャ@ (en el 」ッセN@ tra b_a jo sintético y creador. Y el ser del hombre como
sentido clásico del térmmo, titubeo, duda de los termmos, etc.). pasi.vi_dad Inorgánica le llega en su acció,n de que cada empresa
Por lo demás, es precisamente eso lo que califica a la libre iセ、ゥ@ u al está constreñida por su libertad dialéctica a in te-
praxis individual: cuando se 、・ウセイッャ。@ como. empresa que se nonzar una doble materialidad inerte: la cantidad, como
temporaliza en el curso de una VIda, las motivaciOnes no son ・セエ。オNッ@ material de exterioridad inerte que califica a la mul-
nunca "psíquicas" o "subjetivas": son las cosas y las estructu- エセーィッ、。@ humana (cantidad abstracta que no se descubre
ras reales en tanto que el proyecto las descubre a través de sus smo a tra_vés del conjunto de las relaciones que conocemos)
fines concretos y a partir de ellos; así, pues, la mayor parte Y la ュ。エセョ@ trabajada corno significación inerte del trabajador.
del tiempo no hay toma de conciencia: se conoce la situación La cantidad puede ser considerada corno la abstracción abso-
a través del acto que motiva y que la niega ya. Pero precisa- luta del hombre o como su materialidad absoluta en lo abs-
mente porque están en juego los oエイッセ@ a través de las cosas y エイ。セッ[@ セ@ es. 7n esta abstracción donde la Cosa trabajada le
que su libertad se dirige a セゥ@ libertad como Otra, es decir, d.esigna IndiVIdualmente (como individuo general en el inte-
como libertad-cosa o como libertad de tal cosa, la estructura nor _de una población) . Pero si puede re in teriorizar esta reci-
de la situación no deja de ser la exigencia; aunque es desde- p_roodad de materialidad como el ser insujJerable de su acti-
ñable en el caso que nos ocupa, esta estructura autoritaria vi、_セᄋ@ es que ya la han interiorizado y rcexteriorizado otras
de la pasividad tiene una importancia variable. y, en det_ermi- actividades en tanto que otra; dicho de otra manera, esta ma-
nados casos, capital, en la medida en que la libre praxzs del エ・イゥ。ャセ、@ de l? múltiple. アオ・セャ。@ indeterminada en tanto que
individuo la reactualiza constituyéndose, y se agota dando su no esta 、セウ」オ「ゥ・イエ_@ en el mtenor de. un sistema práctico (y la
propia soberanía a ese trozo de ュ。エセイゥ@ que,_ 」ッセ@ hemos 、・セッァイ。ヲゥL@ por eJemplo, es necesanamente el estudio de una
visto, la vuelve contra ella y la convierte en ュ・セッ。@ por su exzs Y de una ーイセクゥウZ@ la cantidad aparece como el producto de
insuperabilidad. Pero esta inercia llega a la .P.raxzs _en tanto un modo determmado de producción y de las instituciones que
que es pmxis, da su estatuto de cosa a u?a ac.tiVIdad hbre y no ・セQァョ、イ。L@ al セゥウュNッ@ tiempo que el movimiento de la produc-
a otra cosa. De la misma manera, la exigenoa de una cosa no CIÓn Y sus セクゥァ・ョッ。ウ@ engendran diferenciaciones demográficas
se dirige a otra cosa (la tuberculosis frena la ーイッ、オセ」ゥ￳ョN@ = la entre los diferentes sectores de la población. Y estas condicio-
producción exige la desaparición _de la tuberculosis) smo a ョセウ@ se in ter_iorizan para cada uno a través de sus prácticas indi-
través del medio de la libre praxzs. Entre estas cosas, hemos VIduales, bzrth control o negativa cristiana de controlar).
visto a la pmxis de los Otros constituir la 。」エゥカ、セ@ del in?i-
viduo como una mediación, es decir, como un mediO (esenoal . Según este punto de vista, para un individuo aislado -es
como medio, inesencial como praxis). Pero la constituye en decir, para cada uno de nosotros en tanto que recibe el esta-
tanto que jJraxis, es decir, en tanto que 。」エゥカA、セ@ que orga- エセッ@ de ウッセ・、。@ セ@ アエセ・@ lo interioriza- la conciencia de su pm-
xzs como hbre eficacia se mantiene, a través de todos los cons-
niza un campo en función de 、・エイセゥNョ。ッウ@ objetivos. Es, ,.e.al-
treñimientos y de todas las exigencias, como la realidad cons-
mente medio en tanto que los objetivos del agente practiCO
están de tal manera falsificados en la exterioridad que desapa-
エセョ・@ de sí mismo en tanto que es perpetua superación de sus
fmes. Y no la aprehende como directamente contradictoria con
recen en beneficio de otros objetivos materiales, y que, posible-
su Ser-Otro porque este Ser-Otro insuperable se descubre en la
mente, nunca se alcanzan: el trabajador manual se roba así
praxis misma, za Hセョ@ la exigencia o en los sistemas de valores)
a sí mismo y produce la riqueza de los Otros a expensas de su
como u_na ュッエセカ。￳ョ@ de esta praxis, ya como objeto de una
propia vida en el trabaj_o. ュゥセッ@ que 」オューセ・@ para gan.ar esta superación posible. En verdad, es sabido que el Ser-Otro del
vida. Pero todas esas falsificaciOnes, que convierten a la libertad individuo en tanto que estructura común del colectivo obtiene
en condenación, suponen que la relación del hombre con la su ser para cada uno de su insuperabilidad. Pero en la misma
materia y con los otros hombres reside ante todo en hacerlo medida en que es la libertad la que descubre a la insuperabi-
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lidad como estructura necesaria de la objetivac ión alienada, la bilidad: la aprehend e en el acto, que es, por sí mismo, afirma-
descubre en el medio de la libertad como insuperab ilidad ción del hombre como imposibil idad que, de una manera cual-
superable . En efecto, para un explotado que antes de los quiera, es imposible . La jJraxis, en efecto, en tanto que jJraxis
grandes movimien tos de organizac ión del proletaria do, capta de un organismo que reproduce su vida reorganiz ando la cir-
su cansancio , sus enfermed ades profesiona les, el alza de los cundante , es el hombre. El hombre que se hace rehaciénd ose.
precios, la descalific ación progresiva de su oficio por las má- Y lo mismo es hacerse que producirs e a partir de su propia
quinas, etc., a través de. su propia jJmxis como su realidad, posibilida d; ahora bien, es en el nivel de lo práctico-i nerte, en
como el estatuto que lo define en su subhuman idad, la reali- esa producció n real del hombre, donde la imposibil idad del
dad captada es simpleme nte el conjunto de sus imposibil idades hombre se descubre como su ser. Esta imposibil idad remite
(imposibi lidad de vivir humanam ente, o, en determina dos ca- a la pura superació n formal como afirmació n sin objeto. "N o
sos, más radicalme nte, imposibil idad de vivir) . Y sabemos que es fJosible que eso dure; no es posible que no se pueda cambiar
esta realidad de su Ser es exactame nte la de su impotenci a, es nada, no es fJOsible que no haya salida, que siga viviendo así".
decir, que se define, en y por la serie de los explotado s, como Se conocen esas fórmulas (que insisten sobre la estructura ob-
alteridad o índice de separació n en la unidad negativa. Pero jetiva de las posibilida des) . También se conocen las que se
en la medida en que cada uno capta su propia imposibil idad refieren al momento subje,tivo: "Encontra ré, acabaré por salir
(es decir, su impotenc ia para cambiar algo, para reorganiz ar adelante" , etc. A pesar de todo, la contradic ción podría ser
algo) a través de su praxis (que se pone en su estructura explosiva si opusiese dos movimien tos homogéne os. Pero e1
dialéctica como permanen te posibilida d de superar todas las individuo cambiará su realidad, la suf;erará; a veces tiene la
circunstan cias del hecho), esta imposibil idad en la libertad le suerte de mejorar su vida. Lo insuperab le queda así superado.
parece que es una imposibil idad provision al y relativa. Sin Pero sólo es una aparienci a: sencillam ente, ha ,·ea/izado su
duda qtie la praxis misma no se produce como superació n ser -el mismo que no puede cambiar- en unas circunstan cias
concreta y material de la imposibil idad hacia una reorganiza - ligeramen te diferentes ; y esas diferencia s superficia les no han
ción particular ; es eso mismo lo que encuentra la insuperab i- cambiado nada en el Ser actualizad o. Tal obrero deja una
lidad del estatuto. Pero la simple imposibil idad descubier ta fábrica en que las condicion es de trabajo son particular mente
la vuelve presente a ella misma como la pura negación abs- malas para ir a trabajar a otra en que son un poco mejores.
tracta e ideal de todo dato por una superació n hacia un fin. No hace más que definir los límites entre los cuales su esta-
Frente a la imposibil idad real de vivir humanam ente, se afir- tuto comporta algunas variacione s (debidas a las condicion es
ma en su generalid ad de fJraxis humana. Esta afirmació n no generales de la producció n: necesidad de mano de obra, alza
es más ni otra cosa que la acción misma en tanto que supera de los salarios en tal sector, etc.) , pero al mismo tiempo con-
al medio para reproduci r la vida: y su fuerza afirmativa no es firma su destino general de explotado : el alza de los salarios
más que la fuerza material del organism o que trabaja para en tal o tal rama de la producci<'m no puede producirs e sino
en el marco general de la búsqueda del beneficio, y encuentra
cambiar al mundo; simpleme nte, a falta de objetivo real y de
sus explicacio nes en la totalizació n histórica y en la coyuntu.ra
medios reales para alcanzar el fin, la praxis se descubre por
actual. Puede, pues, variar la actualizac ión de la sen tenoa,
sí misma como pura negación de negación (o afirmació n) en
lo universal; y para ser más preciso, ni siquiera es su estruc- pero no ーオ・セ@ superarla . En イ・セャゥ、。L@ .en lo 」セョイ・ッZ@ bs c.osas
no son tan simples: en una sooedad siempre mdefmala , siem-
tura formal lo que aprehend e directame nte, sino que es en la
pre indetermi nada a pesar de las estructura s seriales (y a causa
realidad que la 。ェ[ャウセ@ la ゥュj_ッウ「ャ⦅、。セ@ de que el hombre de ellas) puede encontrar una eficacia de imponder able, es de-
sea imposible . En realidad, la Imposibil idad del hombre está
cir, de individuo desintegra do, a condición de romper l?,s Iaz_os
dada como determina ción individua l de la vida; pero la pmxis
de impotenc ia y de negarse a reemplaza rlos por la unwn. En
que la descubre no puede aprehend erla como su p,·opia imposi-

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determinadas circunstancias, en determinados momentos histó- エゥセ。ウ@ Y orientadas, y, al mismo tiempo, que descubre a sú pm-
ricos y en determinadas sociedades, tiene posibilidades reales xts en lo abstracto como soberana afirmación ele la posibilidad
ele pasar ele una a otra clase. Y es?s posibilidades. varían. cl.e uno del hombre.
a otro sector, ele uno a otro pa1s. En la Veneoa patnoa del . Sobre todo, que no se nos haga decir que el hombre es
siglo xv1, los burgueses no tienen ele ninguna m.anera オセ@ acceso J hbre en todas las situaciones, como lo pretendían los estoicos.
posible al patriciado; en otro lugar -:-en Francia, por ejemplo, Queremos decir exactamente lo contrario; esto es, que los
pueden "traicionar" a .su clase. ele ongen, entrar en la nobleza
1 hombres son todos esclavos en tanto que su experiencia vital
ele toga, a veces hasta m trocluorse en la noJ:lez.a .de espada. En l se desarrolla en el campo práctico-inerte y en la exacta medida
ese nivel, el individuo, al negarse a ser mdiVIcluo ele clase, セョ@ qu; ese campo e?tá originalmente condicionado por la ra-
puede superar en 、・エイュゥセ。ッウ@ casos a su ser ele clase y ーイセᆳ reza. En nuestra sooedacl moderna, en efecto, la alienación de
clucir así para todos los miembros ele la clase renegada la posi- los expl?tados y la de los explotadores son inseparables; en
bilidad ele escapar a su destino en tanto que individuos. Sólo otras sooedades,, la .relación del amo y esclavo, aunque muy cli-
que, de hecho, aunque haya necesitado mucha inteligencia, tra- ヲセイ・ョエN@ ele la descnpta por Hegel, supone también un concli-
bajo y paciencia para ウセー・イ。@ el destino 」ッセョL@ en su persona o?nam¡ento recíproco de alienación. Y el amo antiguo estaba
no ha hecho sino realizar uno ele los posibles del campo es- 。ィ・ョセ_ッ@ a sus esclav?s no porque eran su verdad (aunque
tructurado ele sus posibles de clase. Dicho ele otra manera, si エセュ「Q・ョ@ Qセ@ fuesen) m tampoco a causa ele su trabajo (como
pasa o hace que pase su. hijo a la pequeña burguesía, イセ。ャゥコ@ h.bre pmxzs que se descubre en la operación sobre la materia
prácticamente -en el セi_ュッ@ momento アセ@ セョ。@ 」ャ・エイュセョ、。@ 」セイオョャ。エ・IL@ sino, ante todo, porque el costo ele un esclavo
cantidad ele otros individuos- una posibihclacl (estaclisuca- t1encle a aumentar sin cesar mientras que su producción tiende
mente determinable y condicionada por el conjunto del proce- a cl:crecer. El campo práctico-inerte es el campo de nuestra
so histórico) de su clase de origen: en el campo social y es- serVIdumbre, y esto significa no una servidumbre ideal sino
tructurado de sus posibles y ele sus imposibles (como destino), la sumisión real a las fuerzas "naturales" a las fuerzas Bセ。アオゥᆳ
esta clase, en un momento definido y en condiciones y secto- neas" Y a los aparatos "antisociales"; lo que quiere decir que
res definidos, se determina también por la posibilidad de que エッセ@ hombre lucha contra un orden que lo aplasta real y ma-
una progresión definida de ウオセ@ miembros pueda ー。ウセ@ a otra tenalmente en su cuerpo y que contribuye a sostener y a refor-
clase (volver a la clase 」セューウ。L@ pasar a la ?urguesia, etc.) . zar con la lucha que hace individualmente contra él. Todo
Es lo que se llama la vzscoszdad de clase. As1 ・セ@ ッ「セᄋ・イ@ アオセ@ nace en esta línea que separa y al mismo tiempo une a las
se vuelve burgués atestigua a su clase con su vzscoszdad; as1, ァセ。、・ウ@ fuerzas físicas en el mundo ele la inercia y de la exte-
al escapar a lo insuperable en su calidad ele átomo, contribuye nondad H・セ@ tanto que la naturaleza y la orientación ele las
a constituir en su realidad la imposibilidad estructurada que エイセョウヲッュ。」キ・@ energéticas que las caracterizan dan un deter-
se produce como el ウ・イM」ッュセャ@ clase de sus c.ompañe:os y de mmado estatuto cl.e improbabilidad a la vida en general y sin-
él mismo. Así, la insuperabihdacl como desuno remite a la gularmente a la カQ」セ。@ humana) y los organismos prácticos (en
libre soledad de una pmxis molecular cuando el individuo la tanto que su praxzs trata de resumirlos en su estructura de
vive como imposibilidad de mantenerse solidario con su clase; ゥセ・イ」L@ es decir, .en su ー。セ・ャ@ ele transformadores de energía) .
veremos 1mí.s adelante que esta misma libertad práctica, po- Es alu donde el mtercambw se hace por la unificación como
niendo a la vez la imposibilidad y la imposibilidad de esta proceso con la unidad como estatuto inerte, es ahí donde la
imposibilidad como ser-común-de-clase 9ue se tiene アセ・@ supe- inercia セッュ@ momento superado y conservado por la vida y
rar por la clase, propondrá un nuevo upo de superaoón, que la práctica se vuelve sobre ellas para superarlas y conservarlas
es el grupo. Pero lo que aquí ゥュセッイエ「。@ era m.?s.t.rar que la セョ@ ョセ「イ・@ de su オョセ、。」ャ@ dialéctica, en la medida en que se
imposibilidad no se puede descubnr smo en actiVIdades prác- Identifica en el trabaJO y por la instrumentalidad con la iner-

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cia práctic a de la herram ienta. Estas transfo rmacio nes son to-
talment e materia les; o mejor aún, todo tiene lugar de veras el simple punto ele vista piár.tico -inerte; tambié n se aclara en-
en el univers o fisicoqu ímico y el organis mo no encuen tra su teramen te. Al hacer funcion ar el "compl ejo hierro- carbón" uos
poder de asimila ción y ele selecció n propiam ente biológi co pregun tábamo s, en efecto, cómo el descub rimient o de nuevos
sino en el nivel del consum o. Pero no se compre nderá nada medios técnicos que ponen en condici ones de explota r riqueza s
de la historia human a si no nos damos cuenta de que esas fabulos as, apm·ecía como negació n para la mayor parte ele los
transfo rmacion es tienen lugar en un campo práctic o y habitad o individ uos de una nación (lenta supresi ón por exprop iación
por una multipl icidad. de agentes , en tanto que están produ- y proleta rización de los campes inos ingleses) . La explica ción
cidas por libres accione s individ uales. La plurali dad serial históric a ya la conocemos; parecía evident e con una condici ón,
como unidad inorgán ica de inercia no llega a esta multipl i- y es que pudiése mos fundarl a sobre una estructu ra inteligi ble
cidad sino por la mediac ión de la materia trabaja da en tanto del campo prácticc -inerte, es decir, a condici ón ele que viése-
que transfo rma los trabajo s individ uales. en la unidad nega- mos en ella como esquele to dialécti co a la materia constitu -
tiva ele una contra- finalida d. Así la praxzs sola, en tanto que yéndose como negació n práctico -inerte de la praxis que la tra-
aparece entre la multipl icidad inerte (y abstrac ta) ele la can- baja y la utiliza en el marco de la multipl icidad. Sabemos esto
tidad y la exterio ridad pasiva (igualm ente abstrac ta) de lo poco más o menos: la libre pmxis es la negació n de todo dato
fisicoqu ímico es en su libertad dialécti ca el fundam ento real particu lar, en el curso de una acción particu lar, y se hace
y perman ente (en la historia human a y hasta este día) ele negació n de la mate1·ia en tanto que la reorgan iza en su ser
todas las sentenc ias inhuma nas que dictan los hombre s a los pasivo a partir de un objeto futuro cuyo origen es la sacieda d
hombre s a través de la materia trabaja da. En ella, la multipl i- de la necesid ad. En realida d, lo que niega el proyect o no es
cidad, la rareza, la exterio ridad, la improb abilida d ele una ni la presenc ia, ni la instrum entalid ad posible de la materia :
continu ación ele la vida están interior izaclas y human izadas pero su simple "coefic iente de adversi dad" en tanto que la
como la inhuma nidad interior del género human o; por ella, inercia, lo present a como imposib ilidad ele hecho. Y la nega-
estas mismas caracter ísticas de lo inorgán ico toman un aspecto ción, en su primer momen to, es decir, en su estructu ra ele-
práctico y dirigido ele Fatum y su simple no-hum anidad se mental, es una relación práctic a y unívoca de interior idad que
vuelve contra- finalida d o anti-hu manida d. Claro que los le llega al hombre por la materia a través de la necesid ad que
término s se pueden inverti r enteram ente, y, como lo hemos lo ilumina , y a la materia por el hombre en tanto que el
hecho en un momen to más abstrac to de la experie ncia dialéc- estado materia l present e (y no la materia lidad) es siempre lo
tica, podemo s mostra r a la materia traba jada en su primac ía superad o. Así en el campo práctico del hombre , como trabaja-
y a la materia lidad inorgán ica como gobern ando a los hom- dor individ ual, aparece n herram ientas que él mismo ha forjado
bres a través ele ella; esta visión es tan exacta, más si se quiere, -o que ha adquiri do contra su trabajo -, y esas herram ientas
en tanto que remite directa mente ele lo inorgan izaclo físico- materia les son una negació n práctica y fija llevada por la mate-
químic o a la cantida d de individ uos como materia lidad inor- ria y que apunta a determ inados estados de la materia lidad en
gánica ele lo social; pero se mantie ne abstrac ta en tanto que su pasivid ad (es decir, las adversi dades o 」ッョエイ。ヲゥャ、オ・セ@ .
un desarro llo ele la experie ncia no muestr a claram ente que Así se establec e un signific ado negativ o como pasivid ad fiJa
toda relación ele las cosas entre ellas, en tanto que se hacen entre la herram ienta como produc to fijo ele un trabajo pasado
mediac ión entre los hombre s, está riguros amente condici onada y como inscripc ión fija del trabajo futuro, y la Cosa (que
por las relacion es múltipl es de las accione s human as en tanto puede ser ella misma herram ienta, por ejemplo , herrami_cnta
se hacen mediac ión entre las cosas. que se tiene que reparar ). El porven ir les llega a los obJetos
Según este punto ele vista, el problem a ele la negació n, tal por la herram ienta, como necesid ad de realizar se para deter-
y como lo planteá bamos al princip io ele este capítul o, y según minada s combin aciones materia les, y para otras ele desapar ecer.
En realida d llega al campo pdctico por la libertad en tanto
522
523
en cada uno como inercia primera , ya que es la interiori zación
que est<Í ya unificad o por la necesida d. Pero la estructu ra ne-
de una negación exterior . En este sentido el antagon ismo com-
gativa como relación del objeto trabajad o con la naturale za y
petitivo en el mercado del trabajo existe entre los obreros, a
ele las herrami entas entre ellas, aparece también en el campo
principi os de siglo, aun antes de haberlo hecho un moment o
de la rareza como una determin ada tensión intra-ma terial. La
de la pr<íctica o de haberlo negado en nombre de la unidad
destrucc ión, la destruct ibilidad como negación ele la materia-
de acción. La praxis como relación fundame ntal del hombre
lidad del hombre y ele sus bienes le llega a la materia por el
con lo circunda nte estructu ra, pues, el campo práctico como
hombre, está designad a y negada (entera o parcialm ente) por
conjunto de relacion es intrama teriales de negación inertes. La
la presenci a ele la herrami enta humana . Desde luego que la
negación como fuerza de inercia es una inscripc ión humana en
herrami enta -cualqu iera que sea- tiene una función positiva
lo inorgáni co. Y la multipli cidad ele las activida des está cons-
y creadora y que esta función la caracteri za en p1·imer lugaT.
tituida en su ser como multipli cidad de relacion es negativa s
Pero el aspecto positivo ele la praxis lo veremos en el próximo
(antagon ismos) porque cada jJmxis reactual iza para el Otro y
capítulo ; lo que aquí nos interesa es que, inclusive en el tra-
con toda su potencia significa nte la negación inerte ele tal
bajo producto r, la herrami enta es lo inerte como negación de
parte del campo por el Otro en tanto que esta negación remite
lo inerte (en unión con la permane nte posibilid ad, para el
al estatuto que hace de un hombre la inerte negación ele Otro
organism o, de actuar en exterior idad volviénd ose la herra-
(en condicio nes definida s y con una forma determi nada). Po-
mienta de su herrami enta) ; es en este nivel donde la materia
dría decirse, en suma, que la negació n le llega a la materia
que se tiene que trabajar, como resistenc ia pasiva, se hace ne-
inerte del trabajo individu al, y que las negacion es les llegan
gación del hombre en la medida ,en que el hombre se hace
a los hombres por la materia trabajad a como matriz y recep-
negación del estado dado: la fatiga es el ser en tanto que es
táculo ele toda negativi dad pasiva, a través del inerte estatuto
distinto del conocim iento y de la praxis, en tanto que su opa-
numéric o ele su multipli cidad. En las contra-fi nalidade s, la
cidad inerte no puede ser reducida sino por un gasto de ener-
praxis se inseribe en la inercia, y la inercia vuelve como
gía. Es la inercia de la exterior idad interiori zada en el orga-
praxis invertid a para dominar al grupo mismo que se ha obje-
nismo en tanto que la pmxis orgánica se exteriori za como
tivado en esta materia trabajad a. Así, los individu os o los
sello aplicado al producto . La negación está ahí en esas rela-
grupos no sólo reciben uno a uno su estatuto en la inercia
ciones fundame ntales de la necesida d y del trabajo y en tanto
por la materia- negación en esa inversió n ele la acción y su pa-
que constitu yen en セQ@ cam_P? práctico la material idad. c?mo
sivizació n, sino que además, esta materia, en el desarrol lo ele
negación de su propia pasivida d tanto como de la activida d
las acciones dispersas, se vuelve su unidad en tanto que es pura
humana . Le llega a la materia en la praxis y, a través del
negación en cada uno como Otm de sí mismo y ele todos los
desarrol lo de esta praxis, se vuelve contra el individu o en
Otros, en nombre de una alterida d que, a título puramen te
tanto que se vuelve negación doble y fija por la inercia (am- metafóri co, se podría llamar el jJttnto de vista de lo inorgá-
bivalenc ia ele la herrami enta). Por el contrario , es evidente
nico sobre el hombre.
que la relación de dos actividad es humana s es ⦅ーセイ@ sí misma
indete1·minada, en tanto que no se. nos han dehmdo las con- Estas pocas observac iones permite n precisar un último
diciones material es sobre las cuales se establece . No es verdad punto. Hemos declarad o, en efecto, que la experien cia prác-
que cada concienc ia persiga la muerte de la otra. Ni tampoco tico-iner te era la que hacía cada uno tanto en su trabajo
su vida. El que decide es el conjunto de las circunsta ncias ma- como en su vida pública (y, en una menor medida, privada)
teriales (es decir, el conjunto de las herramie ntas y de los y que, en suma, caracter izaba a nuestra vida cotidian a. Hemos
bienes en el marco de la rareza) . En una palabra, si alguna añadido que se mantení a abstract a porque este lazo inerte de
libre praxis se hace la negación de alguna otra, esta negación , socialiclacl no da cuenta del grupo como pluralid ad organiza da,
que les viene como reciproc idad de antagoni smo, se produce sino que el universo ele la activida d-pasiva se mantení a para

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algunos individuo s definidos (a partir de su función, de su todos, a realizar el mundo del Otro. Y es precisame nte el mo-
clase, etc.) como un campo que no podían abandona r. Al mis- mento práctico en que se aprehend e ella misma y sólo ve su
mo tiempo, hemos mostrado , sin embargo, a la libre praxis realidad. Los terribles constreñi mientos que hace pesar la ma-
de cada uno mantenie ndo su experienc ia translúcid a de sí teria sobre el obrero industria l y sobre el obrero agrícola nunca
mismo, no en tanto que es Otro, sino en tanto que lo produce le permiten que se mantenga mucho tiempo en ese nivel de
la jJmxis dialéctica -en el cambio regulado que ella engen- abstracció n; pero nada impide, en determina das circunstan cias
dra- como el mismo en tanto que él mismo (o como "cam- favorables , que un miembro de las clases medias se instale en
biando para mantener se el mismo") . Parece, pues, que hay la concienci a de su praxis individua l, utilizando , para hacer
ahí dos experienc ias contradic torias para cada uno de nosotros. las soldadura s, un discurso interior sobre la libertad. Por el
O, si se prefiere, aunque la crítica de la Razón dialéctica pueda contrario , es a partir de la experienc ia de la alienación como
y deba constituir a la segunda como negación de la primera necesidad (es decir, como ser social y real de su ser) como se
pero como fundando en la primera su inteligibi lidad, en la descubre el campo práctico-i nerte. Por esta razón los simplis-
realidad cotidiana nuestras indicacion es nos hacen ver que el tas del marxismo han suprimid o tranquila mente el momento
campo práctico-i nerte no es ni un desarrollo sintético ni una de la pmxis individua l, como experienc ia original de la dia-
reunificac ión de la abstracció n fundamen tal y de su contra- léctica, o, con otras palabras, como dialéctica que se realiza
dicción. En la desgmcia se niega cualquier cosa, es decir, que en la experienc ia práctica. No han visto que hay que conservar
la negación misma se desvía y que todas las actividade s se pier- la realidad fundamen tal de ese momento o suprimir la reali-
den en lo práctico-i nerte en beneficio de falsas unidades anti- dad de la alienación . Una sola y muy débil excusa es que el
humanas. ¿Cómo concebir -podrá pregunta rse- esta dualidad primer momento de la necesidad hace que caiga la experien-
de experienc ias siemp1·e posible pam cada uno? ¿Podemos pa- cia en el universo de la alteridad. A partir del momentc en
sar, según las circunstan cias, de la concienci a translúcid a de que la impotenc ia se vuelve sentido de la potencia práctica, y
nuestra actividad a la apercepci ón grotesca o monstruo sa de lo la contra-fin alidad el sentido profundo del fin perseguid o,
práctico-i nerte? Contesto que no sólo podemos, sino que lo cuando la pmxis descubre su libertad como medio elegido en
hacemos constante mente. No hay duda de que en el momento otro lugar para reducir a la esclavitud , el individuo se encuen-
del trabajo -y en la medida en que queda, incluso en el caso tra bruscame nte en un mundo en que la acción libre es la
de una tarea parcelari a- la simple necesidad de un control mistificac ión fundamen tal; ya no la conoce como realidad ne-
o, en el sojuzgam iento total del individuo por la máquina gada en ese estadio de la experienc ia, ausente y siempre fugi-
especializ ada, la necesidad de un ojo, de una mano esperando tiva, y como propagan da de los dominado res contra los domi-
la automatiz ación, la acción atm aparece -poT lo menos- nados. Pero hay que comprend er que esta experienc ia ya no
como adaptació n del cuerpo a una situación de urgencia. De es la del acto, sino la del resultado materializ ado; ya no es el
la misma manera, si algún obrero aceptase trabajar con pri- momento positivo en que se hace, sino el momento negativo
mas, contribuy endo así a elevar la norma, esta elevación de en que se es producto en la pasividad por lo que el conjunto
que necesaria mente tiene que ser víctima se le presenta ante práctico-i nerte ha hecho de lo que se acaba de hacer. Es el
todo como un ritmo de trabajo casi insostenib le y que sin momento , por ejemplo, en que el obrero que ha querido ele-
embargo él sostiene por una decisión que ha influido en la var su norma de trabajo encuentra esta norma como exigen-
exigencia de las máquinas , es decir, por una opción que ha cia general y, por ella, se ve significad o como Otro, es decir, en
podido ser desaproba da por sus compañer os. En este sentido, este caso, como su propio enemigo, como el agente del patro-
el momento de la libertad como práctica unificado ra y trans- nato y de la explotaci ón: En este sentido, el descubrim iento
lúcida es el mamen;,? de la tmmpa. Al proponers e como libre de la socialidad como ser jJasivo contenien do en ella la mate-
fJraxis individua l, cmtribuy e por su parte, en ella y para ria trabajada no es una experienc ia plena como la que hace

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fuga hacia los
desar rollo dia- tan, por ejem plo, a perse guir a este Otro en su
el indiv iduo en la acció n de su activ idad como Otros , a realiz ar mi alter idad por la impo tenci
a seria l de los
ue, a travé s de la alien ación como rienc ia girat oria e
léctic o; preci same nte porq , traba - miem bros de la serie. Entonces> esta expe
ito en la mate ria socia l (es decir me descu bre el En-o tro-
resul tado pasiv o inscr preci - indef inida del camp o práct ico-i nerte
serie,
jada) , es el descu brim iento de la socia lidad como casos, lugar como estru ctura espac ial de la alter idad y me mues tra
ría de los tro
same nte porq ue esta serie es fuga (en la mayo que se en este En-o tro-lu gar, huye ndo del uno al otro a mi Ser-O
descu brim iento re reific a-
indef inida o infin ita) , se hace como Ser- como el Otro entre los Otros , es decir , con el homb
uno descu brien do a su en la Cosa
fuga; de la mism a mane ra, cada do como Otro distin to del homb re tanto como
cia seria l de los
Otro en tanto que está const ituid o por la ausen traba jada como Otra distin ta de la Cosa (com
o ser antih uma-
arlo sino como signi ficac ión nega tiva y no entre ga su uni-
Otros , no pued e realiz
en el discu rso, no del homb re) . Esta expe rienc ia fugit iva
abstr acta de la cual pued e expre sar el conte nido dad sino bajo la form a de impo tenci a comú n como ceme nto
de ese ser es ser
pero no fijarl o en una intui ción plena . El Ser nega tivo de todos los seres de la mism a serie o como pasaj e al
que la alien ación totali -
en otro lugar . No enten damo s con lo dicho límit e (es decir, afirm ación práct ica y abstr acta de una
sean, por esenc ia, seres n recur rente
y el Ser-O tro que aquí se mani fiesta . Desd e zació n en el infin ito de la serie por una supe ració
entre gan a la expe rienc ia) sin cesar a ella
proba bles (en tanto que se me e infin ita). En esta expe rienc ia que se escap a
que el otro carác ter de mi acto nos llega n como
luego que pued e ocur rir de la mism a, es verda d que las cosas traba jadas
nstan cias (y el teatr o
sea oscur o y prob able: eso depe nde de las circu ación homb res en el mom ento más cotid iano de la vida
y la alien el efect o
expe rienc ia y del tipo del acto consi derad o; ha empl eado abun dante ment e, en los melo dram as,
ser el objet o de un descu brim iento neces ario, en el puer ta que se abre sola en una
no deja de terro rífico que prod uce una
la praxi s objet ivada te-,
senti do de que la vuelt a pasiv izado ra de casa desie rta, o, por el contr ario -lo que es equi valen
ue la signi ficac ión que el
siem pre está dada como neces idad, aunq lada; una puer ta que se abre lenta ment e, sabie ndo noso tros
enga confu sa y mezc el ser-p uerta del
parti cular de la alien ación se mant es crim inal está detrá s de ella, que se vuelv e
rienc ia de la alien ación no el homb re no es
lo que quier e decir que la expe nada -, crim inal, etc.) , pero es en la medi da en que
a -lo que no quer ría decir nosot ros y en los ob-
una intui ción insta ntáne
"curs o del mun- ya para nosot ros más que una fuga, en
sino un proce so que se temp oraliz a y que el jetos , en la medi da en que la relac ión inani mada de un bille-
rump ir en cualq uier mom ento provi siona l o ulo de prim era neces idad está
do" pued e inter
por la trans for- te de mil franc os con un artíc
defin itivam ente, desde fuera o desde dentr o, alter ado a dista ncia por el conju nto seria l de las seria lidad es
la expe rienc ia. Pero
maci ón inter curre nte ele las cond icion es de (com o altera ción de mi ser-fu era-d e-mí) , por la mism a razón
-en el marc o de una miem -
el Ser-O tro pued e mani festa rse tamb ién conte - que mi relac ión huma na con un comp añero o con un
inter rump e- en su en el con-
expe rienc ia más breve y que nada e bro de mi famil ia está alien ada en todas parte
s,
rio. Esto es, tamb ién se pued de mane ra que,
nido mism o como ser-necesa idad junto de las series que const ituye n mi clase,
cimie nto preci so como de la neces los senti dos de
tener de ello un cono
illam ente, este para termi nar, hay unid ad y fusió n de todos
de que tal acció n actua lice a tal Ser-O tro. Senc cosas , relac iones de cosas,
que yo soy por los objet os práct ico-in ertes (hom bre,
cono cimie nto no es realiz ador. El Ser-O tro infin ito de todos los En-o tro-
dialé ctico de la relac iones de homb re) en el
princ ipio no pued e vivirse en el desar rollo lugar .
y no conci encia
praxi s; es el objet o fugit ivo de la conci encia Con esta prim era form a, corno, límit e que
separ a a la
nto y no pre-
de sí, límit e abstr acto y preciso de un cono cimie praxi s de la activ idad pasiv a y alien ada (es decir , el indiv iduo
mi expe rienc ia
senci a conc reta en la intui ción. En este senti do, expe- de la socia lidad ), la neces idad nos entre ga su intel igibi lidad , es
se realiz a como
cotid iana del Ser-O tro de los Otros 'no decir , la Razó n de su ser. Hem os visto que ni siqui era podr ía
que la neces idad
rienc ia conc reta sino en los mom entos en inci- apare cer en la praxi s indiv idual o en las relac iones huma nas
de la alter idad me
de la alien ación descu biert a y la fuga
529
52S
de recip rocid ad (con o sin "terce ro") . Pero, ele la
mism a ma- libres, para todos los actos líbres como Otros , es
nera, a meno s que consi dere las leyes natur ales decir, como
en el marco forjan do nuest ras caden as. Es la única relaci ón
de un conce ptual ismo plató nico, nadie puede imag
inar que ーッセゥ「ャ・@ de
éstas sean reglas a prioTi que se impo nen a la mater organ ismos prácti cos con el medio y, a través del mediO
ia y rigen , entre
inflex iblem ente las transf ormac iones de la energ ía. ellos, en tanto que no han realiz ado una nueva unida
En la mis- d prác-
ma medi da en que las leyes cientí ficas se apoya n tica. Sería fácil mostr ar cómo la neces idad llama da
en la expe- "cien tífica "
rienc ia, que vuelv e sin cesar sobre ellas para modif -es decir, la moda lidad de deter minad os encad enam
icarla s, son iento s de
a la vez estadí sticas y conti ngent es (por lo meno s para i propo sicion es exact as- llega a la cienc ia a tra.vés
d_e la prác-
y hasta aquí) . En realid ad, vemos ahora que la
nosot ros ¡ tita y por ella como negac ión-lí mite. de la, dialéc
tica_ por _la
neces idad es exter iorida d, y cómo apare ce por la libre busqu eda
un deter mina do signif icado que junta la acció n huma dialéc tica
na con la como su objet ivació n real y siemp re Otra. Pero
cosa mater ial, dond e se objeti va, sobre la base de no es éste
una unión nuest ro tema.
unívo ca de interi orida d del organ ismo con lo circu
ndant e. Es De todo lo dicho , sólo hay que recor dar que el_
el mom ento en que para la libert ad mism a que la camp o
produ ce, la pr<ictico-inerte · no es un nuevo moii_Iento de オセ。@
Cosa, trans forma da por otras libert ades en acció , di_aléctica
n, prese nta オョZセカ・イウ。ャL@ sino la pura y simpl e ョ・ァ。」セ￳@
a través de sus características jJropias la objeti vació de las dialec ticas por
n del agent e la exter iorida d y la plura lidad . SenC illame nte, esta
como altera ción riguro same nte previ sible y perfe ctame
nte im- ョ・FB。」セ￳@
previ sta ele los fines perse guido s. En este caso, las se opera no por destru cción o disolu ción, sino ーッセ@
carac teríst i- de_sviaCión
cas del objet o se vuelv en funda ment o neces ario para e invers ión. Así este segun do mom ento de la exper
una ex- zencz a (y nd
plicac ión de esta altera ción, ya que la acció n de la dialéc tica) apare ce en sí mism o como la antid
de las otras ialéct ica o,
libert ades las pone ele reliev e y las manif iesta: "Hub si se quier e, como el simul acro inorg ánico , en el
ieras debi- homb re y
do pensa r que si hacías tal cosa, con tal instru mento fuera de él, de la dialéc tica como libre activi dad
, el resul- huma na. De
tado sería tal, etc.". Pero preci same nte las carac terísti la mism a mane ra, pues, que la dialéc tica super a
cas fijas a las condi -
(exige ncias, utens iliarid ad) del instru ment o son mater ciones mater iales conse rvánd olas en su mism a negac
ia tmba- ión, la ma-
jada. La neces idad es así, según se quier a, la libert terial idad como inflex ible neces idad práct ico-in erte
ad como exis super a a la
de la mater ia traba jada o la mater ialida d traba jada libre pmxi s de cada uno, es decir, a las múlti ples
como li- dialéc ticas
bertacl-exis de los Otros en tanto que se descu bre en curso, para conse rvarla s en ella como medio s indisp
en el seno ensab les
de una opera ción libre. Y, según este punto de vista, para hacer girar a su pesad a maqu inaria .
podem os Hemo s visto que el camp o prácti co-in erte, consi derad
concl uir que la neces idad no se manif iesta ni en la o en
acció n del gener al a prio1·i, no puede suscit ar por ningu na
ッイァ。ョゥウュセ@ aislad o ni en. la suces ión de los hecho s físico -quím de sus con-
cos: el remo de la neces idad es el terren o -real , pero i- tradic cione s la forma de socia lidad práct ica que vamo
aún abs- s a estu-
tracto , de la Histo ria- en que 1;;-. mater ialida d inorg diar ahora , es decir, el grupo . En cada caso, el grupo
ánica se se cons-
cierra sobre la multi plicid ad lm'ma na y transf orma tituye sobre la base de deter mina das contr adicc iones
a los pro- ー。イエゥ[セᆳ
ducto res en su produ cto. La neces idad, como límite lares que defin en a un sector partic ular del camp
en el seno o de actiVI-
dad-p asiva sin que a pn:or i se pued a asegu rar que
de la libert ad, como evide ncia enceg ueced ora y mom
ento de ッ」オイセᄋ・@ _lo
mism o en todas partes . Cuan do se produ cen esas
inver sión de ]a pmxi s en activi dad prácti co-in erte,
se vuelv e, 」ッョエ⦅イ。、セᆳ
tras haber caído el homb re en la socied ad serial, la nes, vamos a ver poner se en tela de ェオセ」ゥ⦅ッ@ セ@ }セ@ jJraxzs 」ィセi←ᆳ
estru ctura tica del indiv iduo en el seno de la anud wlecu ca
de todos los proce sos de Ja serial idad, es decir, la que le 10ba
moda lidad sus result ados e inven tarse en ot1·o esjJacio social
de su ausen cia en la prese ncia y ele su evide ncia como totali -
vacía. Es el zació n de las acciones múlti ples en, por y para un
conju nto gira torio de la mater ialida d desgr aciad resulta_do
a que está objeti vo totali zador . Esta I_meva ge:tió n セウ@ セ@ I_a vez
afirm ada y hurta da a la vez, para todos y en todos re_fl_cxiva
los actos y const ituyen te: cada pmxz s como hbre 、セ。ャ・」オ@
totahz,tclora
530
531
una dialé ctica com ún
pero indi vidu al se pone al servicio de
orig inal ele la acció n
cuyo tipo está prod ucid o sobr e el mod elo
dialé ctica s orig inale s
sinté tica del trab ajad or aisla do. Así las en a part ir de
cons tituy
se supe ran haci a otra dialé ctica que . En este sen-
impo sibil idad
la antid ialéc tica com o insu pera ble ctica -natu ra-
mos aquí de la dialé
tido, podr ía deci rse que pasa
ad entr e el orga nism o
leza (com o relac ión orig inal de inter iorid
o apar ato cons truid o
y su med io) a la dialé ctica -cult ura com íND ICE DEL PRI MER VOLUl'vlEN
si se pref iere, que las
cont ra el rein o de lo prác tico- inert e. O,
do al mism o tiem po
dialé ctica s indiv idua les, tras habe r crea
bre sobr e la natu ralez a y la
la antif isis com o rein o del hom ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .
9
riali dad inor gáni ca so- I'rólo go
anti hum anid ad com o rein o ele la mate 13
n su prop ia antif isis
bre el hom bre, crea n grac ias a la unió Cues tione s de méto do ..... ..... .. .
r, las libre s relac ione s ..... ..... ..... ..... ... . 15
para cons truir el rein o hum ano (es deci l. Marx ismo y cxiste nciali smo .....
nive l, y sobr e la base y de las discip linas auxi-
de los hom bres entr e ellos ). Es en este II. El probl ema de las medi acion es
e los hom bres total izan ..... ..... ..... .... . 41
de cond icion amie ntos ante riore s, dond liares ..... ..... ..... ..... ..... .....
la unid ad de una praxis; 81
y se total izan para reor gani zars e en ..... ..
III. El méto do progr esivo -regre sivo .....
el terce ro y últim o mom ento 145
dich o de otra man era, abor dam os Conc lusió n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . ..... ..... ..... .... .
total iza al mun do hum ano (es
ele esta expe rienc ia, el que 157
sus obje tos) en la em- C1·ítica de la razón dialéctica ...
deci r, al mun do de los hom bres y de 159
la expe rien cia se da
p?·esa histórica. Esta nuev a estru ctur a de Intro ducc ión
inert e, es deci r, que
com o una inve rsión del cam po prác tico- A -Dia lécti ca dogm ática y dialéc tica
crític a:
rtad que apar ece como 161
el nerv io de la unid ad práctica es la libe l.
com o una inve rsión
nece sida d de la nece sida d o, si se pref iere,
165
que los indiv iduo s de 11.
infle xible . En la med ida, en efecto, en 168
de juici o, en la 111.
pues tos en tela 169
un med io está n dire ctam ente IV.
sibil idad ele vivir su 170
nece sida d prác tico- inert e, por la impo V.
impo sibil idad mism a
unid ad radi cal (reapropi<í.ndosc de esta
173
VI.
ente , o dich o ele otra 174
com o posi bilid ad ele mor ir hum anam VII.
por su mue rte), es ne- 176
man era, ele la afirm ació n del hom bre VIII.
("viv ir trab ajan do o
gaci ón infle xibl e de esta impo sibil idad
180
IX.
se cons tituy e com o la im-
mor ir com batie ndo" ) ; asf el grup o B - Crític a de la exper ienci a crític a .....
..... .... . 190
idad de vivir que ame naza
posi bilid ad radi cal de la impo sibil ctica , en la cual práctico-i11erte ..... ..... ..... 229
a la mul tipli cida d seria l. Pero esta nuev a dialé Lumo I: De la "prax is" indiv idual a lo
más que una, no es un nuev o A- De la "prax is" indiv idual .como totali
zació n . . . . . . . . . . . . . . . 231
la libe rtad y la nece sida d no son trucc ión hu- medi ación entre los dis-
ende ntal: es una cons B- De las relaci ones huma nas como /
avat ar de la dialé ctica trasc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
bres indiv idua les en tintos sectores de la mate rialid ad . . .
man a cuyos únic os agen tes son los hom y de una prim era
razó n la desig nare mos C- De la mate ria como totali dad totali
zada
tant o que libre s activ idad es. Por esta . . . . . . . . . . . . . . . . . 280
cons tituy ente s- con el exper ienci a de la neces idad . . . . . . . . . . . . .
-pa ra disti ngui rla de las dialé ctica s
nom bre de dialé ctica cons titui da.
533
532
l. Rareza y modo de producción ...................... . 280
Rareza y marxismo ................................ . 301
11. La materia trabajada como objetivación alienada de la
"praxis" individual y colectiva ..................... . 316
El interés
367
III. De la ョ・」ウセN@ セ[@ ᄋセ@ セ[ᄀ@ ᄋセ@ ᄋセ@ セᄋ[ゥ Z@ Q
cia dialéctica .................. . 393
IV. Del ser social como materialidad y. ᄋセ[エN@ 、セ@
ser de clase .................... . ................... 402
D -Los colectivos ......................... • • • o. o
431
•••••••••••••
ESTE PRIMER LIBRO DE LA "CRiTICA DE
LA RAZóN DIALÉCTICA" DE JEAN-PAUL
SARTRE, SE TERMINó DE IMPRIMIR EN
MACAGNO, LANDA Y CíA., ARAOZ 164, EL
DíA 18 DE AGOSTO DE 1963, CUANDO SE
CUMPLEN EXACTAMENTE VEINTICINCO
At\lOS DE VIDA DE LA EDITORIAL LOSADA.
COMO EN SU PRIMER LANZAMIENTO, DON-
DE APARECíAN YA AUTORES EXTRANJE-
ROS, ESTA EMPRESA DE CULTURA CONTI-
NúA INCORPORANDO A SUS CATÁLOGOS,
JUNTO CON LOS DE NUESTRO IDIOMA,
LOS NOMBRES MAS PRESTIGIOSOS DE LA
INTELECTUALIDAD UNIVERSAL.

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