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Emmanuel Flores Rojas*, Sandra Gabriela Pichardo Arellano*

Gnosticismo: la pregunta por el origen


del mal según Paul Ricoeur

Gnosticism: The Question About the Origins


of Evil According to Paul Ricoeur

Resumen Abstract
El propósito de este artículo consiste The purpose of this article is to de-
en mostrar algunas reflexiones so- monstrate some reflections on the
bre la pregunta acerca del origen del question about the origins of evil and
mal y la referencia al gnosticismo the reference to gnosticism in the
en el seno de la historiografía cris- center of christian historiography,
tiana, a partir del pensamiento del taken from the thoughts of the
filósofo francés Paul Ricoeur. Se pre- French philosopher Paul Ricoeur.
tende exponer cómo esas significa- Its intent is to show how these mea-
ciones, a lo largo de la historia, re- nings, throughout history, have an
percuten en el modo en que nos impact on the way in which we take
responsabilizamos de nuestro actuar. responsibility for our actions.

Palabras clave: clave: Mal, Key words: Evil, gnosticism,


gnosticismo, cristianismo, christianity, responsibility, liberty,
responsabilidad, libertad, Paul Ricoeur Paul Ricoeur

Fuentes Humanísticas > Año 30 > Número 57 > II Semestre > julio-diciembre 2018 > pp. 9-25.
Fecha de recepción 21/05/18 > Fecha de aceptación 26/09/18
historia.enlace@hotmail.com

* Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).


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Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

Introducción “la simbólica del mal” Ricoeur no pensaba


“detrás” del símbolo, sino “a partir de él”,

E l mal que padece la sociedad tiene dis-


tintos rostros o manifestaciones: gue-
rras, violencia, asesinato, pobreza, poder,
lo que le permitía clarificar su visión del
mundo y de lo humano.
Desde luego que existen otros auto-
suicidio, odio, entre otros. Aunque cada res que tratan el tema, algunos de los cua-
uno de estos temas ha sido y es estudiado les se citan a lo largo del texto. Si bien el
desde diversas áreas del saber, le atañe interés por este problema ha sido una
a las disciplinas humanísticas entender constante a lo largo de la historia del pen-
cómo el mal y su origen (producto de la samiento, el filósofo francés Paul Ricoeur,
libertad humana) afectan la relación del aunque ejerció una crítica frontal al gnos-
ser humano con el mundo. Por ello, en este ticismo, señaló que fueron los gnósticos
artículo se intentará realizar un acerca- quienes primero se plantearon con mu-
miento antropológico al tema del mal y cha profundidad el tema de la génesis
su simbólica específica mediante el diá- del mal a través de la pregunta que pro-
logo entre disciplinas como la historia, la blematiza el presente artículo: ¿de dón-
filosofía, y la teología, a partir del acerca- de proviene el mal?, en griego: πόθεν τὰ
miento teórico a la hermenéutica ricoeu- κακά. En las líneas restantes se explicita-
riana y, sobre todo, a la propuesta ética del rá por qué.
filósofo francés Paul Ricoeur. Es necesario señalar en esta intro-
Razón de sobra para su relectura es la ducción que la bibliografía del presente
impronta que Paul Ricoeur ha dejado en artículo es bastante robusta debido a la
la filosofía del siglo pasado y su impacto pretensión de rigurosidad conceptual en
en la presente centuria, además de su ca- el análisis de la obra ricoeuriana y a la re-
pacidad de dialogar con las más diversas visión de los textos y autores con los que
disciplinas humanas para acceder al estu- el francés dialogó, los cuales se citaron o
dio del ser (ontología) y la comprensión de se hicieron explícitos; además, en algu-
lo humano (antropología filosófica). Tal es nos casos, se consultaron los textos bí-
así, que el pensamiento ricoeuriano es re- blicos a los que Ricoeur hizo referencia,
ferente obligado para disciplinas como incluso en sus lenguas originales, hebreo
la teoría de la historia, la teoría literaria, la y griego. Respecto al análisis de estos úl-
teoría del derecho, la justicia, la ética y timos textos vale argüir que, como expre-
la hermenéutica filosófica, así como la siones de la cultura, las diversas discipli-
exégesis bíblica. nas deben tratar de entenderlos lo más
En el caso de la investigación pro- posible, así como tomar con seriedad las
puesta en este artículo, el pensamiento de investigaciones que desde la hermenéu-
Paul Ricoeur fue fundamental por tres ra- tica bíblica se realizan y alejar los prejui-
zones: 1) porque trató la cuestión del mal cios metodológicos que pudieran poseer
–resultado de la libertad humana– como algunos investigadores mexicanos al acer-
uno de los grandes temas de las discipli- carse a un problema como el plantea-
nas humanísticas, sobre todo dentro de la do en este artículo, debido al destierro
ética; 2) el mal es un tema recurrente a lo de las disciplinas teológicas de las Uni-
largo de toda su obra; 3) porque al dilucidar versidades públicas estatales. En Europa,
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Norteamérica y algunos países del hemis- La experiencia de posesión, de vínculo,


ferio Sur la teología se sigue estudiando de cautiverio, inclina hacia la idea de un
en las Universidades. En México, sólo algu- ser asaltado desde afuera, de un contagio
nas universidades privadas como la Ibero- por una sustancia mala que da origen al
americana o la Anáhuac cuentan con algu- mito trágico de la gnosis (Ricoeur, 1960,
na licenciatura o posgrado en teología. p. 258).

En este sentido, a lo largo de la historia,


Cristianismo versus Gnosticismo la idea del mal ha derivado en representa-
ciones simbólicas nombradas de distintos
En el seno del cristianismo surgió una vi- modos según cada cultura, algunas veces
sión ética que hizo (y hace) responsable circunscriben también explicaciones mo-
al ser humano del mal, entendido hasta rales en cuanto a su origen; sin embargo,
entonces por el gnosticismo y algunas
culturas medio orientales, como algo trá- no hace falta recurrir al diablo para en-
gico y del que no se era responsable sino tender el mal. El mal pertenece al drama
víctima. El primero en elaborar aquella de la libertad humana. Es el precio de la
perspectiva es un teólogo latino del norte libertad. El hombre no se reduce al nivel
de África, originario de Hipona: de la naturaleza, es el “animal no fijado”,
usando una expresión de Nietzsche (Sa-
Agustín elabora así una visión puramente franski, 2014, p. 13).
ética del mal en la cual el hombre es ple-
namente responsable; la separa de una Más aún, continúa diciendo el filósofo ale-
visión trágica en la cual el hombre ya no mán Safranski:
es autor, sino víctima de un Dios que,
cuando no es cruel, también padece (Ri- La historia del pecado original no deja en-
coeur, 1960, p. 249). trever nada relativo a un poder del mal
independiente del hombre, a un poder
“Visión trágica” que no obstante aparece [externo] que pudiera servirle de excusa,
en la “idea” veterotestamentaria de peca- justificándose como si fuere una víctima
do (aunque todavía no original) como del mismo. El pecado original, a pesar de
gran teologoúmenon en la Biblia hebrea, la serpiente, es una historia que se desa-
visión trágica que Ricoeur asocia a una rrolla únicamente entre Dios y la libertad
“teología de la maldad”, ya que ese pe- del hombre (Safranski, 2014, p. 26).
cado tiene como “tema”, el llamado “mal
radical” (Ricoeur, 2011, pp. 247-248). El Más adelante volveremos sobre los temas
pensamiento de una posesión maligna ex- del “pecado original” y de la “serpiente” en
terior y ajena al ser humano está marcada el libro de Génesis.
por la idea de cierta sustancia mala que Pero para la gnosis (pagana o cris-
somete o excita a alguien hacia el mal, tiana, porque no debe pasarse por alto
ya que: que incluso dentro del cristianismo, am-
plios sectores fueron influenciados fuer-
temente por el gnosticismo), en cuanto
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Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

“conocimiento” de realidades ocultas, contaminación, infección, epidemia. Na-


profundas y misteriosas, el mal es una da de esto forma parte de la Nachfolge,
entidad casi física, material y sustancial de la comunicabilidad por medio de la
(pero externa) que contamina al ser hu- extrema singularidad; en el mal no hay
mano (desde fuera), a todo hombre que equivalente del aumento icónico que se
viene a este mundo. Al respecto, García opera en lo bello. (Ricoeur, 2000, p. 171).
Romero (2002) afirma que:
A través del término alemán “nachfolge”,
Si la gnosis es conocimiento, a saber, Ricoeur quiere señalar lo “bueno” en un
ciencia, es porque –como lo han mostra- doble sentido: tanto ético (el bien), como
do Jonas, Quispel, Puech y otros– para estético (la belleza).
ella el mal es, fundamentalmente, una Como puede verse a través de las
realidad cuasifísica que asalta al hombre citas anteriores, Ricoeur tampoco asume
desde afuera; el mal está afuera, es cuer- la teoría metafísica del gnosticismo que
po, es cosa, es mundo, y el alma que ha dice que todo lo material, incluyendo el
caído en él. Esta exterioridad del mal cuerpo, sería malo por naturaleza; ni que
proporciona de inmediato el esquema el mal sea una “cosa”, o que tenga una
de una cosa, de una sustancia que in- “naturaleza”, o posea incluso, una “sus-
fecta por contagio. El alma viene de tancia”, el llamado mal-sustancia. Este
“afuera”, cae “aquí” y debe regresar “allá”. dualismo gnóstico, que presenta un “al-
La angustia existencial que está en la ma” buena (espiritual) y un “cuerpo” malo
raíz de la gnosis se sitúa de inmediato (material), es atacado por Ricoeur, por-
en un espacio y un tiempo orientados. El que hace que supuestamente el alma “cai-
cosmos es máquina de perdición y de sal- ga” en el mundo, donde se contamina del
vación, la soteriología es cosmología. Por mal. En este orden de ideas, el teólogo
eso, todo lo que es imagen, símbolo, pa- argentino José Severino Croatto dice bien
rábola –como error, caída, cautiverio, que el cristianismo rechazó esa idea me-
etcétera– se cristaliza en un supuesto tafísica gnóstica por ser incompatible con
saber que se ajusta a la letra de la ima- el mensaje general del texto bíblico:
gen. De esta manera, nace una mito-
logía dogmática, como dice Puech, inse- La gnosis, en efecto, parte de un dualis-
parable de la figuración espacial, cósmica. mo metafísico entre espíritu y materia, el
(p. 248. Las cursivas están añadidas). alma luminosa por origen y el mundo en
el que ha caído y donde está prisionera
Sobre la cuestión del mal como una “sus- en tanto no sea redimida y ascienda
tancia” ajena que infecta y contamina nuevamente a su lugar originario. Por su-
desde el exterior, Paul Ricoeur comenta puesto, la “intención” última metafísica
en otro lugar, así: de la gnosis es la experiencia de la unidad
trascendental que suprime los contrarios.
Para la transmisión del mal, el único Es el descubrimiento de la esencia última
modelo de que disponemos lo hemos del hombre, en una dirección señalada
tomado prestado de la biología; los tér- también por la metafísica hindú donde
minos con los que se piensa el mal son se expresa en el lenguaje del mundo
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como “ilusión” (maya) y de la “liberación” estuviera enterrada en la actualidad. Y,


(moksa) del hombre por la toma de con- dado que, a su vez, el alma manifiesta lo
ciencia de su identidad con Brahman, que manifiesta a través de éste, también
fundamento absoluto de toda realidad. se le llama justamente «signo» (sêma).
Pero el reverso de estas doctrinas es el Platón, Crátilo (400c).
paso del “sentido” profundo del mundo
y del hombre a una negación práctica de 2) En efecto, he oído decir a un sabio
aquél y de la historia. En eso, la gnosis que nosotros ahora estamos muer-
“cristiana” es antibíblica y anticristiana. tos, que nuestro cuerpo (sôma) es un se-
En el Evangelio de Tomás leemos: “Jesús pulcro (sêma) y que la parte del alma en
dijo: ‘El que ha conocido al mundo, ha la que se encuentran las pasiones es de
encontrado un cadáver…’” (Logion 56). tal naturaleza que se deja seducir y
Al revés de la gnosis, la Biblia ve en la cambia súbitamente de un lado a otro.
creación “buena” un camino que lleve Platón, Gorgias (493a).
al descubrimiento de Dios (Sabiduría
13:1-10; Romanos 1:19 s.; cf. Juan 1:10). En este sentido, Paul Ricoeur no dejará de
(Croatto, 1986, pp. 118-119). recordar que ese dualismo proveniente
de los cultos mistéricos y gnósticos –a
Si el cristianismo adquirió una “soma- pesar de la fuerte oposición que le pre-
tofobia”, fue por influencia directa del sentaron teólogos como Atanasio de Ale-
dualismo gnóstico, y no por alguna insi- jandría y Agustín de Hipona– se infiltró en
nuación bíblica; al contrario del gnosticis- amplios sectores del cristianismo, cau-
mo, el cristianismo recupera la importan- sando severas consecuencias sobre el en-
cia del cuerpo al formular su doctrina de la tendimiento del cuerpo, lo que incluye una
“resurrección de la ‘carne’”. ¡Recuérdese antipatía hacia la vida y un sentimiento
la enseñanza griega de la antropología contra la sexualidad humana, que lleva-
órfico-pitagórica, la cual afirmaba que: rían a Nietzsche a criticar severamente
“el cuerpo (σῶμα) es la tumba (σῆμα) del a ese tipo de cristianismo. Sin embargo,
alma”! Sôma (σῶμα) está relacionado con Ricoeur (1991) señala en Sexualidad. La
el verbo sōizō (σώιζω), que originalmente maravilla, la errancia, el enigma, que la na-
significaba “cadáver”, es decir, “lo que se ciente fe cristiana:
recobraba” después de un combate mor-
tal. Efectivamente, Platón reproduce esta Antes de que [el cristianismo] pudiese
enseñanza griega en dos de sus Diálogos, crear una cultura de su talla, sufrió el asal-
tanto en el Crátilo como en el Gorgias: to de la oleada dualista, órfica y gnósti-
ca. Súbitamente el hombre olvida que es
1) Sócrates –¿Te refieres al “cuerpo” “carne”, indivisiblemente Palabra, Deseo
(sôma)? e Imagen; “se reconoce” como Alma se-
Hermógenes. –Sí. parada, perdida, prisionera en un cuer-
Sócrates –Éste, desde luego, me parece po; al mismo tiempo “reconoce” su
complicado; y mucho, aunque se le varíe cuerpo como Otro, Enemigo y Malvado.
poco. En efecto hay quienes dicen que es Esa “gnosis” del Alma y del Cuerpo, esa
la “tumba” (sêma) del alma, como si ésta “gnosis” del Dualismo, se infiltra en el
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Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

cristianismo, esteriliza su sentido de la el estatuto de las cosas observables para


creación, pervierte su aceptación del un espectador externo; esta alegación
mal, limita su esperanza de reconcilia- que descarto polémicamente no sólo
ción total en el horizonte de un espiritua- puede encontrarse en metafísicas fan-
lismo estrecho y exangüe. Así proliferan tásticas como las que combatió san
en el pensamiento religioso de Occiden- Agustín –maniqueísmo y ontologías de
te el odio a la vida y el resentimiento anti- toda clase del mal-ser–: ella se otorga,
sexual en los que Nietzsche creyó reco- además, una apariencia positiva, incluso
nocer la esencia del cristianismo. (p. 9).1 científica, bajo la forma del determinis-
mo psicológico o sociológico; hacerse
Pero justamente la autoimputación per- cargo del origen del mal implica descar-
formativa, a través del acto de confesarse tar como una debilidad la alegación de
como único autor del mal, evita todos esos que el mal es una cosa, que es el efecto
escollos de las teologías órficas y gnósti- en el mundo de las cosas observables,
cas, así como de sus interminables elucu- ya sean realidades físicas, psíquicas o
braciones de orden metafísico. El filósofo sociales. Digo: soy yo quien ha hecho…
francés critica incluso, todo determinis- Ego sum qui feci. No hay mal-ser. Sólo
mo, no importa si éste es psicológico o so- hay mal-hacer-por-mí. Hacerse cargo del
ciológico. Por ello, Ricoeur (1969) dice: mal es un acto de lenguaje asimilable al
performativo, en el sentido de que es un
Repudio como una coartada la alegación lenguaje que hace algo; me imputa el acto.
de que el mal existe a la manera de una (pp. 388-389. Cursivas añadidas).
sustancia o de una naturaleza que tiene
Si bien Ricoeur no cree en una metafísica
gnóstica del mal, tampoco deja de preve-
nir acerca de uno de los peligros que en-
1
Artículo publicado originalmente en un número frenta la interpretación de los símbolos
monográfico de la revista Esprit dedicado al te-
ma de la sexualidad, en noviembre de 1960. La del mal en una –así llamada por él– “mi-
traducción de Vera Waskman publicado por el fce tología dogmática”, heredera directa de la
de Argentina está mutilada, como podrá notarse: gnosis, porque:
“Antes de que [el cristianismo] hubiera podido
crear una cultura a su medida, padeció el asalto
de la ola dualista, órfica y gnóstica; de repente [...] el pensamiento reflexivo está en con-
el hombre olvida que es “carne”, Palabra, De- flicto con el pensamiento especulativo,
seo e Imagen de manera indivisa; se “conoce” que pretende salvar todo lo que una vi-
como Alma separada, perdida, prisionera en
un cuerpo; al mismo tiempo “conoce” su cuer- sión ética del mal tiende a eliminar; no
po como Otro, Enemigo y Malvado. Esa “gno- sólo salvarlo, sino señalar su necesidad;
sis” del Alma y del Cuerpo, esa “gnosis” del [de tal manera que] el riesgo específi-
Duelo, se infiltra en el cristianismo, esteriliza su co del pensamiento especulativo es la
sentido de la creación, pervierte su confesión
del mal, limita su esperanza estrecha y exan- gnosis” (Ricoeur, 1961, p. 273).
güe. Proliferan así, en el pensamiento religioso
de Occidente, el odio a la vida y el resentimien- La gnosis es un peligro para el pensamien-
to antisexual en que Nietzsche había creído to, ya que de por sí, el gnosticismo es pro-
reconocer la esencia del cristianismo (Ricoeur,
2015, p. 234). fundamente especulativo, y encima enre-
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vesado. Especulación que sin importar su racionalizar los símbolos como tales, y de
aparente profundidad, fue rechazada por este modo fijarlos en el plano imaginati-
la interpretación cristiana sobre el mal vo en el cual nacen y se desarrollan. Esa
que llevó a cabo san Agustín de Hipona, tentación de una “mitología dogmática”
al formular su concepto doctrinal y dog- es la de la gnosis (Ricoeur, 1961, p. 272).
mático del llamado “pecado original”. Ri-
coeur (1960) cuestiona: Esta fantástica mitología dogmática es la
mundanización misma del símbolo y cons-
¿Bajo qué influencia la teología cristiana tituye el más completo falso saber, se lee
fue llevada hasta esta elaboración con- en Ricoeur (1960):
ceptual [del pecado original]? Pueden
darse dos respuestas a esta pregunta. En Podemos observar de qué modo el falso
primer lugar, una respuesta externa: dire- saber, la mímica de una racionalidad, se
mos que fue por influencia de la gnosis. vincula en la gnosis con la interpretación
En los Extractos de Teodoto, leemos una misma del mal. Porque el mal es cosa y
serie de preguntas que, según Clemente mundo [en una interpretación gnósti-
de Alejandría, definen la gnosis: “¿Quié- ca], el mito es “conocimiento”. La gnosis
nes éramos? ¿En qué nos hemos conver- del mal es un realismo de la imagen, una
tido? ¿Dónde estábamos antes? ¿De mundanización del símbolo. Nace así la
qué mundo hemos sido arrojados? ¿Ha- más fantástica mitología dogmática del
cia qué meta nos dirigimos? ¿De qué pensamiento occidental, la más fantás-
hemos sido liberados? ¿Qué es el naci- tica impostura de la razón, cuyo nombre
miento γέννησις? ¿Qué es el renacimien- es gnosis. (p. 248).
to ἀναγέννησις?”. Otro autor cristiano
también afirma que fueron los gnósticos
quienes plantearon la pregunta πόθεν πόθεν τὰ κακά, la pregunta por el
τὰ κακά: ¿De dónde proviene el mal? origen del mal
Comprendámoslo bien: fueron los gnósti-
cos quienes intentaron convertir esta pre- La gnosis presenta el peligro permanente
gunta en una cuestión especulativa y de convertir el mhytos en lógos, en re-
darle una respuesta que fuera ciencia, a mitologizar los símbolos del mal. Si bien
saber, γνώσις, gnosis. (p. 246. Cursivas hay que evitar el obstáculo anterior, el fi-
añadidas). lósofo francés no deja de reconocer el
profundo vínculo que existió entre la gno-
Aquél peligro desafía constantemente a sis y el problema del mal, porque fueron
la “simbólica del mal” porque intenta los gnósticos quienes primero pregunta-
convertir al símbolo en un sucedáneo de ron con vehemencia sobre el origen del
racionalidad, es la apuesta que procura ra- mal, dice Ricoeur (1960):
cionalizar los símbolos:
No podría exagerarse la importancia his-
Por otra parte, otro de los peligros que nos tórica de este movimiento del pensa-
acecha es el de repetir el símbolo como miento que abarcó tres continentes, reinó
una imitación de la racionalidad, el de
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Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

durante varios siglos, animó la especu- ción) […]. En el pensamiento de las nu-
lación de tantos espíritus ávidos de sa- merosas sectas gnósticas que, de la ma-
ber, de conocer y de ser salvados por el no de la expansión cristiana, comenzaron
conocimiento. Entre la gnosis y el pro- a surgir por doquier, la crisis espiritual
blema del mal hay una alianza inquietan- de la época encontró su expresión más
te y especialmente desorientadora. Fue- atrevida y, por así decir, su expresión
ron los gnósticos quienes plantearon en más extrema. La oscuridad de sus especu-
toda su patética dureza la pregunta laciones, intencionadamente provocati-
πόθεν τὰ κακά; ¿de dónde proviene el vas en parte, realza más que disminuye
mal? (p. 248). su representatividad simbólica del pen-
samiento de un período agitado. (p. 65,
En efecto, el filósofo alemán Hans Jonas Cursivas añadidas).
–profundo conocedor del gnosticismo– al
que Paul Ricoeur lee y cita, presenta las Entonces, la pregunta sobre el origen del
generalidades de esa gnosis que convivió mal que surgió dentro del gnosticismo,
por al menos cuatro siglos, con el nacien- hizo que la gnosis oriental formulará las
te cristianismo, al respecto, señala que: más grandes especulaciones sobre aquél;
1) se trataba de un fenómeno de “natu- no obstante, frente a esa gnosis que pre-
raleza decididamente religiosa”; 2) la reli- tendía un tipo de conocimiento inexhauri-
gión que profesaban los gnósticos era ble, que partía de una arqueología forense
“salvífica”, o sea, orientada a la salvación y llegaba a una escatología estrictamen-
ultramundana (o, a veces, incluso ya en es- te soteriológica, Ricoeur (1961) propone
te mundo) de los fieles; 3) su concepción de un abordaje desde la filosofía kantiana de
Dios era “extremadamente trascenden- lo inextricable, vertida en La religión dentro
te”; 4) se basaban en un “dualismo radical” de los límites de la mera razón, planteando
con parejas absolutamente opuestas, una reflexión filosófica inagotable ver-
nunca complementarias: Dios-mundo, sus un saber gnóstico arquetípico:
cuerpo-alma, luz-oscuridad, bien-mal,
vida-muerte. En suma, “la religión del Pero, entonces, a diferencia de toda
período es una religión salvífica, dualista “gnosis” que pretende saber el origen, el
y trascendente” (Jonas, 2000, pp. 65-66). filósofo reconoce aquí que desemboca
Hans Jonas (2000), añade además que: en lo inescrutable y lo insondable: “El
origen racional de esa propensión al mal
Al comienzo de la era cristiana y, progre- es para nosotros impenetrable, porque
sivamente a lo largo de los dos siglos si- debe sernos imputado y porque ese
guientes, el mundo mediterráneo orien- fundamento supremo de todas las má-
tal se encontraba en un momento de ximas exigiría, a su vez, la admisión de
profunda agitación espiritual. La génesis una máxima mala” (Kant [1973] 1952:63).
del propio cristianismo y la respuesta a su De manera más contundente: “No hay
mensaje evidencia esta agitación, si bien para nosotros razón comprensible para
no de forma exclusiva. […] Palestina era saber de dónde, en un principio, pudo ha-
un hervidero de movimientos escatoló- bernos venido el mal moral” (Kant [1973]
gicos (es decir, orientados hacia la salva- 1952: 65). En nuestra opinión, lo ines-
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Fuentes Humanísticas 57 > Las Humanidades > Emmanuel Flores, Sandra Pichardo

crutable consiste precisamente en que ‫ ֽ ָהָא֗ ָדם‬: ha ‘adam.- “el ser humano”, “el
el mal que siempre comienza por la li- hombre”), es un nombre colectivo –en
bertad, esté desde siempre ahí para la el sentido de humanidad– y no un nom-
libertad, que sea acto y habitus, sur- bre propio o particular (Adán), ya que co-
gimiento y antecedencia. Por esta raz- mo el texto bíblico lo enuncia:
ón, Kant convierte expresamente este
enigma del mal para la filosofía en la Formó, pues, Jehová Dios al hombre
transposición de la figura mítica de (‫ ֽ ָהָא֗ ָדם‬: ha ‘adam) del polvo de la tierra
la serpiente. La serpiente, pienso yo, (‫ ֣ ָה ֲא ָד ֔ ָמה‬: ha ‘adamá), y alentó en su nariz
representa el “ya ahí desde siempre” soplo de vida; y fué el hombre (‫ ) ֽ ָהָא֗ ָדם‬en
del mal, de ese mal que, sin embargo, alma viviente. (Génesis 2:7, Reina-Valera
es comienzo, acto, determinación de la Antigua: RVA).
libertad por sí misma. (p. 280).
Además:
El mal comenzó por la libertad humana y
está ahí para la libertad,2 ha entrado en Este es el libro de las generaciones de
el mundo con “el hombre”, así que el mal Adán. El día en que creó Dios al hombre,
no comienza conmigo ni termina con no- a semejanza de Dios lo hizo. Varón y
sotros: el mal está ya ahí, esperando a la hembra los creó; y los bendijo, y llamó el
puerta, agazapado, tratando de encon- nombre de ellos Adán, el día en que fueron
trar la oportunidad, acechando para aba- creados. (Génesis 5:1-2, Reina-Valera
lanzarse sobre el siguiente ser humano 1960, RVR60. Cursivas añadidas).
lábil, de ahí la propuesta ricoeuriana del
“hombre falible”. El mito antropológico Nótese que en la traducción anterior se
y antropogónico por excelencia, esto es, denota claramente que el hombre y la
el mito adámico, así lo enuncia; recuerda mujer, son ambos Adán. Otra traducción
que por medio de un antepasado arque- podría ayudar aún más, a entender el
típico común, el mal fue inaugurado en la sentido colectivo de la nominación huma-
esfera humana por un hombre colectivo na Adán:
(ha ´adam). En este sentido, no se debe
pasar por alto aquí, que “el adam” (heb. Esta es la lista de los descendientes de
Adán. Cuando Dios creó al ser humano,
lo hizo a semejanza de Dios mismo. Los
En este aspecto, es importante acotar lo siguiente:
2 creó hombre y mujer, y los bendijo. El
“Más frecuente ha sido aquella otra clasificación día que fueron creados los llamó “seres
[del mal] que distingue entre males físicos, deri- humanos”. (Génesis 5:1-2, Nueva Versión
vados de la naturaleza, y morales, que proceden
de la libertad. En un sentido similar se habla de des- Internacional, NVI).
gracia y de culpa respectivamente. Aunque pa-
rezcan gravitar de manera igualmente dolorosa Al respecto, el fenomenólogo argentino,
sobre el que los padece, constituyen modalida-
des diferentes que, en el segundo caso, se podrían José Severino Croatto, comenta que:
evitar y, al menos, se pueden explicar señalando
con el dedo al culpable, con lo que queda atenua- El hombre (‘adam) es tomado del polvo
do aquel agravante de extrañeza” (Armendáriz,
1999, p. 12). del suelo (‘adamá). Lo que será su destino
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Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

en este mundo, el trabajo del suelo ([Gé- ha tenido lu-gar. No inauguro el mal; lo
nesis] 2:5b), es su propio origen. El hom- continúo; estoy implicado en el mal; el
bre es el “terroso”, no sólo el terrestre. mal tiene un pasado; es su pasado; es su
Podría ser que ambos vocablos provengan propia tradición. (p. 258).
de ‘adom “rojo”, como el color del suelo
en muchos lugares, pero el texto no se En efecto, puede interpretarse que el mal
preocupa de ello sino de crear asonancia se asienta en el mundo por la interven-
entre ‘adam y ‘adamá (masculino y fe- ción única de lo humano, que ha intro-
menino, respectivamente). Esa relación ducido el mal en el mundo, esta catás-
auditiva es también semántica y crea trofe sobreviene porque el ser humano es
uno de los ejes de sentido de Génesis 2-3 capaz de elegir in illo tempore. Ésa deci-
[…] (Croatto, 1986, p. 42). sión hecha en la más absoluta libertad so-
mete a la humanidad a unas pasiones que
Entonces, el mal se instauró en el mundo, la subyugan. Mucho antes de que la gno-
sin que el ser humano pudiera esquivar- sis se preguntara por el origen ejemplar
lo, sin haber podido evitarlo a causa de la del mal, la tradición bíblica veterotesta-
posibilidad del descarrío, por la condición mentaria que arrancó con los sabios de la
ineluctable de errar; porque el hombre tradición Yahvista (J o Y)3 propuso que
podía haberse extraviado en la maldad, el mal surgió en el seno de lo humano, y
se perdió para encontrar la libertad. El no en el ámbito divino, como proponían
relato bíblico del Génesis enuncia la pri-
mera negación que proviene de la divi-
nidad cuando ésta prohíbe a los seres 3
¿Qué es el Yahvismo? El término proviene del nom-
humanos comer cierto fruto. Entonces, bre personal del Dios (‫ ) ֱא ֹ ֖ל ִהים‬de Israel: Yahvé,
el hombre y la mujer le dicen no a esa ne- que traduce el tetragramatón: ‫ ְיה ֥ ָוה‬. “Desde el
punto de vista histórico-crítico, Gn 2-3 pertenece
gación –a Dios mismo–, y así con su afir- a la tradición “yavista” (Y) del Pentateuco. […]
mación construyen su propia libertad Después de leer 1:1-2:3 (el relato “sacerdotal”
como seres humanos autónomos, y, por de la creación) el lector se encuentra con una
nueva referencia a la creación del hombre, de
ende, responsables. Al respecto señala las plantas, de los animales, de la mujer, en un
Ricoeur (1960): orden completamente diverso y que obedece a
una estructuración literaria independiente. […]
Estas y muchas otras diferencias conceptuales y
[…] el mito adánico revela al mismo tiem-
de lenguaje hacen de Gn 2-3 una narración sutu-
po ese aspecto misterioso del mal, a sa- rada en este lugar, pero de origen distinto a la de
ber, que si bien cada uno de nosotros Gn 1. A este texto y otros del Pentateuco que
tienen las mismas características los exégetas
lo inicia, lo inaugura –algo que Pelagio vio
acostumbran llamar “yavistas” por el uso cons-
muy bien–, también cada uno de noso- tante de “Yavé” como nombre divino” (Croatto,
tros lo encuentra, lo encuentra ya ahí, 1986, pp. 19-20).
dentro de sí, fuera de sí, previo a sí mis- Por otra parte: “El yahvismo comienza con Moisés,
como asegura explícitamente la Biblia y como lo
mo. Para toda conciencia que se despier- indican todos los argumentos. Cualquiera que sea
ta a la toma de responsabilidad, el mal el origen del culto a Yahvé, no se han encontrado
ya está allí. Al localizar el origen del todavía indicios de él antes de Moisés. No pode-
mal en un ante-pasado lejano, el mito re- mos, por consiguiente, hablar de un yahvismo
establecido, y ni siquiera primitivo, en la época de
vela la situación de todo hombre: eso ya los patriarcas” (Bright, 2003, p. 145).
19
Fuentes Humanísticas 57 > Las Humanidades > Emmanuel Flores, Sandra Pichardo

las teogonías y cosmogonías babilónicas. tando una palabra, a la vez divina y hu-
Ricoeur (1960) apunta: mana. Como bien comenta Quesnel:

Con ello, la patrística sostenía la tradi- Todo se decide en el diálogo que se es-
ción ininterrumpida de Israel y de la Igle- tablece entre la serpiente y la mujer, a
sia, que denominó tradición penitencial y propósito de la orden que Dios ha dado
que halló en el relato de la caída su for- anteriormente. Sabemos que la serpien-
ma plástica, su expresión simbólica ejem- te es “el más astuto” de todos los anima-
plar. Aquello que el símbolo de Adán les creados (el texto juega con el doble
transmite es ante todo y esencialmente sentido de la palabra hebrea que signifi-
la afirmación de que el hombre es, si no ca a la vez astuto y desnudo). Hay, por
el origen absoluto, al menos el punto de tanto, una astucia que es preciso identi-
emergencia del mal en el mundo. Por un ficar detrás de la tentación. De hecho,
hombre, el pecado entró en el mundo la serpiente finge que cita las palabras
[Romanos 5:12]. El pecado no es mun- divinas. Pero lo hace manipulándolas de
do, entra en el mundo; mucho antes de una manera muy hábil que va a llevar a
la gnosis, el Yahvista –o su escuela– la desobediencia: toda la astucia está
había tenido que luchar contra las repre- en esta sutileza. […] Con sutileza, tam-
sentaciones babilónicas del mal, que lo bién la mujer transforma la palabra divi-
representaban como un poder contem- na. Retira del mandato positivo la men-
poráneo del origen de las cosas, que el ción de la totalidad (pasó de “todos los
dios había combatido y vencido antes árboles” a “los árboles”) introduciendo
de la fundación del mundo y para fundar un elemento ausente en Gn 2, ya que
el mundo. La idea de una catástrofe de lo habla de no tocar. Reconocemos en ello la
creado que sobreviene en una creación fórmula del tabú, que es una prohibición
inocente, por medio de un hombre ejem- sagrada, sin justificación racional. Así el
plar, ya animaba el importante mito del diálogo se desliza hacia el mundo del pa-
Hombre primordial. Lo esencial del sím- ganismo contra el que combate Israel.
bolo estaba resumido en el nombre mis- Otro detalle, imperceptible en nuestras
mo del artesano histórico del mal: Adán, traducciones, es que la serpiente desig-
es decir, el Terroso, el Hombre sacado na a Dios, desde el principio, no por su
de la tierra y destinado al polvo. (p. 249). nombre de SEÑOR Dios [Yahvé ’Elohim],
sino únicamente como Dios (’Elohim: la
Por eso, el simbolismo de la serpiente es divinidad). (2002, pp. 52-53).
instructivo también como han señala-
do tanto Kant, Safranski y el propio Ri- Nótese que no sólo la serpiente trans-
coeur, porque el mal comienza cuando se muta la palabra divina, ahora también
pervierte la palabra, cuando se intenta la mujer la tergiversa. Entonces, el mal
conversar con un otro que no es lo huma- que llega con la astuta serpiente4 viene
no, que no es otro hombre; la serpiente
aparece en el lugar menos indicado, se
interpone entre la palabra de la pareja pri-
“La presentación de la serpiente se refiere sola-
4
migenia, interrumpe el diálogo, transmu- mente a una de sus cualidades, la astucia. Es lo
20
Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

de quién sabe dónde, se abre paso y se “Desnudez” no significa lo mismo para


impone ante la completa desnudez hu- ambos [los seres humanos y la serpiente].
mana con una desfachatez animal, porque Los humanos están desnudos, pero no
también ella se encuentra desnuda. De vacíos (no sienten vergüenza, lo cual
hecho, el texto bíblico hebreo juega no es signo de ingenuidad, sino de santa
con las palabras ‘arummîn (‫)םי֔ ִּמּורֲע‬: “des- complicidad), mientras que la desnudez
nudos”. “En ese tiempo el hombre y la de la serpiente quiere decir vaciedad.
mujer estaban desnudos, pero ninguno No tiene compañero de su especie, no
de los dos sentía vergüenza.” (Génesis posee ninguna «ayuda» (‘ezer ke-negdô,
2:25, NVI); y ‘arûm (‫)םּו ֔רָע‬: “astuta”, para Génesis 2:18), a diferencia de Adán y
referirse a esta cualidad de la serpiente: Eva. Está sola y puede considerarse ex-
“La serpiente era más astuta que todos tranjera “enemiga2 ya (Génesis 3:15)
los animales del campo que Dios el antes de serlo por la maldición. Sintién-
SEÑOR había hecho, así que le preguntó dose extraña por creación, rompe los
a la mujer…” (Génesis 3:1, NVI). ¿No dice límites impuestos por el Creador entre
esto mucho? las especies; literalmente, transgrede la
diferencia y acarrea confusión. Se mete
Desde el punto de vista literario tanto la con otra especie, sólo para corromperla
llamada a 2:19s como la asonancia lexical y arrojarla a su propia soledad. Es astu-
de ´arûm (“astuta”) con el ´arummîn de ta, y su saber, potencialmente, es acer-
2:25 son suturas que unen la narración bo; peor aún, es un saber mortal. La
aquí iniciada con el cap. 1. […] El énfasis desnudez de la serpiente es una parodia
puesto por el relato en el tema de la de la desnudez humana. La desnudez
desnudez (2:25; 3:7, 10, 11) debe de es- indica no sólo debilidad, sino también
tar señalando algo muy significativo. disponibilidad, «virginidad». Que tanto
[…] Debe de haber algo más en ese sim- la serpiente como el hombre estén des-
bolismo de la desnudez. O sea que el nudos significa que están abiertos a cual-
problema tematizado por el texto no es quier posibilidad; es decir, adoptando la
la desnudez misma sino lo que ella sim- manera de hablar del hebreo, proclives
boliza. (Croatto, 1986, pp. 99, 131). a abarcar todo el espectro de opciones
éticas en una sola expresión, están abier-
Por su parte, el exégeta canadiense An- tos al bien [tôb] y al mal [ra’]. Entre las
dré LaCocque, escribe: posibilidades descubiertas por los tres de
quienes se dice que están ‘arom/‘arum,
hay evidentemente la del apareamien-
to. La desnudez de Eva en particular es
único que se dice de ella, como para remarcar su como una invitación (la serpiente, igual
papel en el relato. El vocablo ‘arûm es usado en que Adán, es un ser fálico). Su desnudez
contextos sapienciales: frecuentemente en el libro no era vergonzosa frente a la desnu-
de los Proverbios y en Job 5:12s (frustra las tramas
del astuto…, sorprende a los sabios en su astucia”) dez de Adán, y a la inversa. Pero cuando
y 15:5 (“adoptas el lenguaje de los astutos”). hay otra desnudez que interfiere, enton-
Este calificativo se refiere al modo cauto, rápido, ces toda desnudez se vuelve ocasión de
escurridizo, sorpresivo, del andar –dixit– de la ser-
piente” (Croatto, 1986, p. 99). vergüenza. La tercera parte sostiene, por
21
Fuentes Humanísticas 57 > Las Humanidades > Emmanuel Flores, Sandra Pichardo

así decir, un espejo para que cada cual etcétera) o yuxtapuesto a otras voces
se mire en él y lo que antes era apertura igual de turbulentas, se convierte no sólo
hacia el otro se convierte ahora en en un término polisémico, sino que seña-
retirada hacia uno mismo. (LaCocque, la una realidad profundamente pertur-
2001, p. 37). badora que designa al no-ser, a la desin-
tegración y a la negación total. Y aquí, es
La serpiente, como testimonian muchas donde el saber histórico-filosófico pue-
otras tradiciones religiosas, orientales y de escuchar una vez más la vetusta voz de
occidentales, incluso precortesianas, es un mito hebreo, porque ahí hay todavía
omnipresente. “De hecho, esta figura sim- algo que quiere manifestarse, como saber
bólica concentra el misterio del mal: no se reflexivo sobre la densidad del mal:
sabe de dónde viene ni cómo pudo entrar
en el jardín. Por lo demás se encuentra en En ese antiguo relato sobre los comien-
otras muchas tradiciones” (Quesnel, 2002, zos encontramos una antropología del
p. 52). La insolente serpiente articula una mal: el hombre ha sido el causante del
“hermenéutica de la sospecha” –Paul propio mal, con el que se encuentra a
Ricoeur, dixit– que termina haciendo una través de una larga y confusa historia.
apertura, le abre un lugar a lo que hasta Sea lo que fuere el mal en particular, ha
ese momento era extraño, el mal en el entrado en el mundo por mediación del
mundo, dice Ricoeur (2001): hombre (Safranski, 2014, p. 29. Cursivas
añadidas).
En cuanto único otro a quien dirige la
palabra la mujer, la serpiente represen- El mal se encuentra en nosotros, por lo que
ta la inescrutable dramatización de un requiere una confesión y un ejercicio de
mal que está ya ahí. Sea quién –o lo autoatestación, pero esta manifestación
que– fuere la serpiente, lo importante del mal solicita acciones concretas y no
en el desarrollo del relato global es el solamente buenas palabras. Aunque el
repentino cambio del deseo humano: “Vio mal está también fuera de nosotros, y si
la mujer que el árbol tenía frutos sabro- este es el caso ¿cómo justificarlo? ¿Cómo
sos y que era seductor a la vista [nada re/conocerlo? ¿Cómo lo re/conocen los
condenable hay en ese “sabor” y en ese creyentes sin caer en una teodicea que
deleite “seductor”] y codiciable para con- proteja a Dios como el autor del mal?5
seguir sabiduría…” ([Génesis] 3:6). He
aquí el momento exacto de la tentación:
el deseo de infinito, que implica la trans-
gresión de todos los límites. (p. 62). Una pregunta para la teodicea (recuérdese que
5

la teodicea busca explicar el mal, tratando de


exculpar a Dios de cualquier responsabilidad) sería
esta: “¿Por qué existe el mal, bajo la forma de la
La antropología del mal desgracia inmerecida, y por qué, en definitiva, su-
fren y mueren los inocentes sin que Dios pueda
o quiera impedirlo? En la antigua Grecia, Epicu-
El mal por su densidad semántica como ro planteó este problema en términos crudos:
prefijo (maldiciente, maldito, maléfico, ma- “O Dios quiere evitar el mal, pero no puede, y
entonces es impotente, o puede y no quiere, y en-
licia, maligno, malnacido, malversación, tonces es malo; pero tanto en un caso como en
22
Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

¿Cómo es que pueden coexistir el bien y la reflexión en condiciones de recoger el


el mal? En Ricoeur (1983) se lee: sentido de acontecimientos o de actos
perfectamente contingentes que atesti-
Así, pues, el encuentro del mal, en no- guarán que lo injustificable está sobre-
sotros y fuera de nosotros, pone bajo pasado aquí y ahora. Esta atestación no
nuestros pasos el abismo de lo injustifi- podría reducirse a la ilustración de estas
cable, es decir, el abismo de lo que hace normas que lo injustificable ha sumido
excepción a toda tentativa de justifica- en la derrota; la confesión del mal espera
ción no sólo por la norma, sino también algo más que ejemplos de sublimación
por la deficiencia de la norma. Lo injusti- para nuestra regeneración; espera pala-
ficable fuerza a un desprendimiento de bras y sobre todo acciones que serían
todo cupido sciendi [deseo de conocer] que acciones absolutas, en el sentido de que
conduce a la reflexión al umbral de la teo- la raíz de lo injustificable sería manifiesta
dicea. Este último despojamiento deja a y visiblemente extirpada. (pp. 11-12).

Paul Ricoeur toma nota de un aspecto de


la filosofía nabertiana6 llevada a cabo en el
otro no sería Dios. La pregunta interpela por igual Ensayo sobre el mal, donde el querido y
a creyentes y a no creyentes. A los que creen,
porque el objeto de su fe es un Dios infinitamente respetado maestro de Ricoeur, aborda el
bueno y omnipotente, incompatible con el mal tema de “lo injustificable”. Jean Nabert
que se enseñorea en su creación. Y a los que no se preguntaba ahí: “¿En qué nos apoya-
creen, porque el sentido común no admite el
padecimiento del inocente. La muerte arbitra- mos para pensar que no hay justificación
ria de una persona joven o de un niño, y tantas posible de ciertas acciones, de algunas
otras desgracias parecidas, alteran la racionalidad estructuras sociales, de ciertos aspectos
elemental que atribuimos al mundo” Fidanza, 27
de febrero de 2008, “Job nuestro contemporáneo”. de la existencia?” (Nabert, 1997, p. 13). Y
La Nación. Recuperado el 7 de abril de 2018 de atajaba una reflexión: “Sucede como si el
https://www.lanacion.com.ar/990744-job-nues sentimiento de lo injustificable nos descu-
tro-contemporaneo
Paul Ricoeur menciona además la incapacidad briera en ciertos casos, independiente-
para la teodicea de responder a la inocencia de mente de las oposiciones perfiladas por
Dios frente al mal, porque se violaría el principio las normas, una contradicción más radical
aristotélico de no-contradicción y la sistemati-
cidad: “Plantear el problema [del mal] es poner entre los datos de la experiencia humana
en entredicho un modo de pensar sometido a la y una exigencia de la justificación que la
exigencia de coherencia lógica, es decir, tanto de sola transgresión de esas normas no lo-
no contradicción como de totalidad sistémica.
Modo de pensar que predomina en los ensayos graría frustrar ni la fidelidad a esas nor-
de teodicea, en el sentido técnico de la palabra,
los cuales, por diversas que sean sus respuestas,
concuerdan en definir el problema [del mal] en
términos muy parecidos. Por ejemplo, cómo afir- 6
Para mayor profundidad del tema véase Flores-
mar de manera conjunta y sin contradicción las Rojas, Emmanuel (2018), “Jean Nabert y su in-
tres proposiciones siguientes: Dios es todopo- fluencia sobre el problema de Dios y el tema del
deroso; Dios es absolutamente bueno; sin em- mal en la filosofía de Paul Ricoeur”, La Investigación
bargo, el mal existe. La teodicea aparece entonces y Su Contribución a la Formación Profesional, Méxi-
como un combate a favor de la coherencia [lógica] co, Academia Journals/Universidad Veracruzana,
y como una respuesta a la objeción según la cual pp. 634-639. Disponible en: https://drive.google.
sólo dos de estas proposiciones son compatibles, com/drive/folders/1oMRomxAF8zYUZs7bImXLDj
nunca las tres juntas” (Ricoeur, 2007, pp. 21-22). F9jxmZctVw
23
Fuentes Humanísticas 57 > Las Humanidades > Emmanuel Flores, Sandra Pichardo

mas la logra satisfacer” (Nabert, 1997, p. no serán el resultado o la consecuencia


14). Luego añade otra serie de cuestiones: remota de actos libres que hayan desen-
¿Lo que tenemos por injustificable es, cadenado la decadencia del mundo.
pues, una acción o un acontecimiento (p. 15).
que posee sólo ese carácter de afectar
profundamente la sensibilidad humana, Sendas reflexiones provocan preguntas
pero contra lo que no podemos elevar ni que nunca son sencillas en su respuesta, y
protesta ni lamento, porque no hay norma Ricoeur lo sabía muy bien, por ello decidió
a la que podamos referirnos? ¿No es esto incorporar a su reflexión la interpretación
lo que sucede con la mayor parte de los de la enseñanza milenaria que sobre el
males? ¿Diremos que son injustificables mal transmiten innumerables culturas al-
por la sola razón de que comportan o rededor del globo terráqueo, en última
provocan dolor o sufrimiento? (Ibíd.). instancia Ricoeur (1997) comenta:

Sin embargo, las normas morales de las Cuando más pobre parece la reflexión
que se habla líneas arriba no terminan directa sobre la confesión de la mala in-
de justificar lo injustificable que acaece tención, más ricas en historias sobre el
con el mal, porque este deriva de actos origen del mal son las grandes culturas
eminentemente libres de un ser humano que han construido la conciencia occi-
y, según Nabert (1997): dental, por no hablar de las culturas orien-
tales y extremo-orientales (que no ex-
Por otra parte, no es solamente en las ploré con el pretexto de que no forman
fronteras del imperio de las normas don- parte de mi memoria finita). Bajo la pre-
de se descubre una fuente de lo injus- sión de mi doble cultura bíblica y griega,
tificable que ellas intentan canalizar, me sentí presionado a incorporar a la filo-
pero que no logran captar. ¿Cuáles son sofía reflexiva, surgida de Descartes y de
las normas respecto de las cuales decidi- Kant y transmitida por Lachelier, Lagneau
ríamos que ciertas situaciones trágicas y Nabert, la interpretación de los símbo-
o ciertas torturas morales no deberían los de la deshonra, del pecado y la culpa,
ser? No querríamos decir que todos los donde veía la primera capa de expresiones
males –los que se sitúan comúnmente indirectas de la conciencia del mal; sobre
bajo la idea de mal físico– puedan ser este primer piso simbólico dispuse la ti-
llamados injustificables: muchos de ellos pología de los grandes mitos de la caída
es difícil no considerarlos como aconte- transmitidos por la doble cultura cuyos lí-
cimientos que afectan al hombre de un mites acabo de recordar: mitos cosmo-
modo contingente. De ellos bastantes lógico, órfico, trágico, adámico. (pp. 32-
confirman, no una transgresión de las 33. Cursivas añadidas).
normas, sino un irremediable divorcio
entre el espíritu en su incondicionalidad
y la estructura del mundo en el que está Conclusiones
implicado y en el que nosotros estamos
comprometidos. Les llamamos injustifi- Como puede leerse en esta última cita y
cables incluso antes de preguntarnos si a lo largo de todo el contenido, Ricoeur
24
Gnosticismo: la pregunta por el origen del mal según Paul Ricoeur

explica que la pregunta acerca del origen (1997). Biblia Hebraica Stuttgartensia, 5ª
del mal ha sido una constante en la histo- ed. Enmendada. Stuttgart: Deutsche
ria y ha derivado en construcciones sim- Bibelgesellschaft.
bólicas que conforman el imaginario de las (2001). Biblia Reina-Valera 1909 (rva).
sociedades; su propuesta considera ne- Corea: Sociedades Bíblicas Unidas.
cesario evitar una idea del mal como una (2001). Biblia Reina-Valera 1960 (RVR60).
sustancia externa al actuar humano y, Corea: Sociedades Bíblicas Unidas.
en su lugar, propone considerarse como el Armendáriz, L. M. (1999). ¿Pueden coexistir
resultado de la libertad humana –que es Dios y el mal? Una respuesta cristiana
inherente al hombre–. (Cuadernos de Teología Deusto, núm.
La redacción de este artículo es una 19). Bilbao: Universidad de Deusto.
invitación a tematizar los problemas emi- Bright, J. (2003). La historia de Israel (Mar-
nentemente humanos de la mano de uno ciano Villanueva-Víctor Morla, trads.).
de los filósofos franceses más importan- Bilbao: Desclée de Brouwer.
tes del último siglo. En este caso, la lectu- Croatto, J. S. (1986). Crear y amar en li-
ra del pensamiento ricoeuriano permitió bertad. Estudio de Génesis 2:4-3:24 (El
concluir que la comprensión de nuestro hombre en el mundo, vol. II). Buenos
ser (ontología) hace visible una concepción Aires: La Aurora.
del ser humano (antropología) a partir de García Romero, F. (2002). Introducción ge-
la reflexión del problema del mal. El mal neral. En Los Gnósticos. Texto I (José
no puede ignorarse, negarse ni esconder- Montserrat Torrents trad.), (Biblio-
se; el ser humano debe visibilizarlo para teca Básica Gredos núm. 120). Bar-
comprenderlo y para interpretarse a sí celona: Gredos.
mismo. Además, la pregunta por el origen Jonas, H. (2000). La religión gnóstica. El
del mal también interpela al hombre, pa- mensaje del Dios Extraño y los co-
ra que éste se asuma como agente de mienzos del cristianismo (M. Gutiérrez,
aquel, y por lo tanto, se haga responsa- trad.). Madrid: Siruela.
ble del mal que hay en él y del que ejerce LaCocque, A. y Ricoeur, P. (2001). Pensar
contra sí mismo y contra otros. la Biblia. Estudios exegéticos y her-
Una vez que se ha preguntado por el menéuticos (Antoni Martínez Riu,
origen del mal, el ser humano puede asu- trad.). Barcelona: Herder.
mirse así como un ente lábil, por lo cual Nabert, J. (1997). Ensayo sobre el mal (José
se constituye en un ser falible, que no obs- Demetrio Jiménez, trad.). Madrid:
tante, niega cualquier posibilidad de impu- Caparrós.
tarle a otro ese mal. Quesnel, M., Gruson, P. (dirs.) (2002). La
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