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Los inicios del siglo XX fueron una época de grandes cambios y transformaciones en el Perú. El
país se encontraba en una situación de crisis social, económica y política, producto de la
herencia colonial y de la penetración del imperialismo. En este contexto, surgieron dos
propuestas de transformación social que tuvieron un gran impacto en la historia del país: el
socialismo de José Carlos Mariátegui y el aprismo de Víctor Raúl Haya de la Torre.
El socialismo de Mariátegui
José Carlos Mariátegui fue un intelectual peruano que desarrolló una teoría del socialismo
latinoamericano. Para Mariátegui, el elemento más importante para realizar la revolución
socialista era la conciencia de clase de los trabajadores. Sin embargo, la situación del Perú
complicaba la lucha de clases, ya que el país estaba dominado por una oligarquía feudal que
explotaba a los campesinos y a los trabajadores urbanos.
Víctor Raúl Haya de la Torre fue un político peruano que fundó el Partido Aprista Peruano
(PAP). El aprismo es un movimiento político que se define como socialista, antiimperialista y
antioligárquico.
Haya de la Torre consideraba que el imperialismo era el principal obstáculo para el desarrollo
de América Latina. Por ello, propuso una alianza entre la clase obrera y la clase media para
luchar contra el imperialismo.
Sin embargo, también había algunas diferencias importantes entre ambos proyectos.
Mariátegui era un marxista ortodoxo que defendía la revolución socialista, mientras que Haya
de la Torre era un reformista que proponía una revolución democrática.
En cuanto a la relación con la problemática del Perú de inicios del siglo XX, ambos movimientos
respondieron a las necesidades y aspiraciones de los sectores populares. El socialismo de
Mariátegui ofrecía una respuesta radical a la explotación y la opresión que sufrían los
trabajadores. El aprismo, por su parte, ofrecía una respuesta más moderada, pero también
planteaba un cambio fundamental en el sistema político y económico del país.
Conclusiones
A pesar de sus diferencias, ambos proyectos compartían la visión de un Perú más justo e
igualitario. Su legado sigue siendo importante para la construcción de un país más democrático
y equitativo.
La relación entre Mariátegui y Haya de la Torre: Los dos líderes tuvieron una relación compleja,
marcada por la admiración y la rivalidad. Mariátegui consideraba que el aprismo era un
movimiento reformista que no iba a lograr transformar el Perú de manera radical. Haya de la
Torre, por su parte, criticaba el marxismo ortodoxo de Mariátegui, al que consideraba
dogmático y desconectado de la realidad peruana.