TEORÍA POLÍTICA DE MAQUIAVELO.

Hoblyn Eliecer Teran Marimon

Jorge David Ortega Garcia

Los principados eclesiásticos.

Estos llegan al poder por medio de sus virtudes o fortunas, pero cuando ya están posicionados
no necesitan ninguna de estas, ya que las grandes instituciones los establecen con la con la
religión, es tanta su influencia y reputación que pueden mantener a sus príncipes en el poder,
aunque su manera de obrar y comportamiento no sean la mejor.
Solo estos tienen estados y nos los defienden, tienen súbditos y no los gobiernan, aún
estando los estados vulnerables a cualquier ataque, no son quitados de ellos y los súbditos que
no están gobernados ni les preocupa no estarlo, ya que no les importa ni pueden emanciparse
de ellos, es así, como estos son los únicos que pueden estar tranquilos y felices, al estar
regidos por una fuerza superior, inalcanzable para la mente humana, Aunque la iglesia no
tuvo siempre ese poder, y al no tenerlo sufría de algunas preocupaciones como el no dejar
que algunos extranjeros ingresarán armados y no ampliarán sus dominios, esto no detuvo que
siguieran teniendo un gran influencia, siendo así que hasta algunos papás llegaron a utilizar
las armas además de sus virtudes para seguir haciéndola gloriosa. Es así como la influencia
de la iglesia juega un papel importante al momento del dominio de un estado, tanto así que ni
siquiera tiene que manejarlo directamente para poder mandarlo y mantener su poder, además
demuestra que mientras los súbditos estén arraigados en una religión, sus actitudes y acciones
se realizarán en la manera que quiera la iglesia, sin ellos notarlo.

De los diferentes tipos de tropas y de las tropas mercenarias.

En este capítulo se hablará de los diferentes tipos de tropas y como los estados se mantienen
dependiendo del tipo de tropas que tengan a su mando, como dice maquiavelo, un estado con
buenas armas tiene buenas leyes, pero en este caso se concentrará en las armas.
Existen diferentes tipos de armas, las propias por el estado, las mercenarias, auxiliares o
mixtas. Las mercenarias y auxiliares son inútiles y peligrosas. Si un estado se apoya en tropas
mercenarias, jamas hallara estabilidad a causas de su desunión, falta de disciplina, infidelidad
y ambición, al tener arrogancia con sus aliados y temor frente a los enemigos, esto quiere que
estas al final no tienen lealtad y que solo acompañan al estado sólo cuando este está libre de
guerra, en cuanto la ven venir, lo abandonan, esto sucede gracias a que ellos no tienen
motivos para mantenerse sujetos a ellos, por esa razón no será suficiente para dar la vida por
ti. Generalmente, los cabecillas de las tropas sean hombres excelentes o no; si lo son no se
puede confiar en ellos, ya que siempre aspiran a engrandecerse ellos mismos y pasar por
encima de todos y si carecen de virtud normalmente te hacen caer.
Por último, una república que deposita el mando en sus ciudadanos, cuando este carece de
valor, se debe cambiar, cuando sí lo tiene debe estar sujetado bajo leyes que no le permitan
pasar de la raya. Esto nos muestra que los príncipes solos y las repúblicas armadas llevan a
cabo acciones muy notables y a las tropas no más que hacer daño, por lo tanto, una república
donde sus ciudadanos estén bajo sus propias armas, será más difícil de derrotar que otra
armada con tropas ajenas.
Se puede encontrar una relación con el anterior texto en donde se ve el papel fundamental de
la iglesia al momento de apoyar en ese entonces a la ciudades que se alzaron en contra de sus
nobles, teniendo como objetivo aumentar su reputación, en donde muchos de sus propios
ciudadanos se convirtieron en príncipes.

De las tropas auxiliares, mixtas y propias.

En este texto nos muestran las diferentes tropas y las características que tiene cada una, es
importante resaltar que si el hombre que maneja un estado o tiene intenciones de comenzar
una guerra con el objetivo de invadir un lugar, el utilizar las tropas auxiliares o mixtas en
donde también se encuentran las mercenarias, es casi que un hecho que los que paguen sus
servicios se hundirá y caerán en la derrota, ya que ninguna de ellas es lo suficiente fuerte y
leal para llegar a cumplir el objetivo que se tiene. Una de las características que diferencia
las tropas auxiliares y mercenarias, es que la tropa auxiliar son muy poco fiables aunque
alguna vez hayan servido para ganar terreno y las mercenarias son desleales y peligrosas en
la práctica, por tales razones llevan a lo dirigentes a optar por sus propias armas, al no tener
confianza en ninguna de las dos, además, de que se siente mucho mejor ganar bajo las propias
armas. Finalmente, si no se dispone de armas propias, ningún principado está seguro, o mejor
depende por completo que en circunstancias adversas lo defienda, cabe recalcar que las armas
propias solo están compuestas por súbditos, ciudadanos o siervos bajo su mando.

De lo que incumbe a un príncipe en relación con la milicia.

En este texto nos muestran los diferentes artes que debe manejar un príncipe antes de llegar a
ese cargo y durante ese cargo, es decir, muchas de las personas que tienen en mente el arte de
las armas se le hace mucho más fácil poder llegar al principado, un principado que no tenga
presente esa arte es muy difícil que pueda mantener su poder. Así como muchos han pasado
de ser particular a duque, hay duques que han pasado a ser particulares o privados, otros de
los artes importante que debe tener claro un principado es conocer sus terrenos, los valles, las
llanuras, comprender la naturaleza los ríos, ya que esto le servirá para poder movilizarse de
mejor manera en cuanto tenga que recurrir a alguno de ellos para algún plan militar, además,
de que debe condicionar el cuerpo para acostumbrarse a estar en esos terrenos al igual que sus
militares, esto le servira tambien para tener un conocimiento amplio sobre su país.
Finalmente, el principado debe ejercitar la mente, leyendo historia, poniendo atención a las
diferentes formas de actuar de hombres inminentes, viendo sus maneras de actuar en las
guerras, estudiando las causas de sus victorias y derrotas, a fin de evitar estas e imitar
aquellas.

De las cosas por las que los hombres, y sobre todo los príncipes son
alabados o vituperados.