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FRASE
“Además de sus deberes políticos, el ciudadano tiene otros más importantes
que llenar, los deberes del orden moral, y es obligación del gobierno atender
a esta necesidad, tanto o más que a las otras"
CRONOLOGÍA
Barrada nació en Puebla (febrero 19 de 1818), allí inició sus estudios. y pasó
luego a la capital para cursar en San Ildefonso loa estudios de abogado, sin
llegar a graduarse,
Se trasladó a París donde fue alumno de Auguste Comte entre 1847 y 1851
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Ignacio Ramírez
IGNACIO RAMÍREZ, RESPONSABLE DE LA PRIMERA REFORMA
MARISTA
PERIODISMO
Colaboró, entre otros, en los siguientes diarios:
Don Simplicio
Temis y Deucalión
El Siglo Diez y Nueve
El Clamor Progresista
La Insurrección
El Monitor Republicano
La Chinaca
La Estrella de Occidente
La Opinión
El Correo de México
El Mensajero
Independencia de México.
FORMA DE VIDA
Descripción de (Altamirano, 1934, pp. x, xivi; xiviii, González Ramírez, 1967,
pp. x, xxii, xxiv, xxx). Llevó una vida agitada, reflejo del propio país, sin paz,
sin tregua, en constante lucha por encontrarse a sí mismo y por hallar el
auténtico camino de la patria (González Ramírez, 1967, p. x). Si en lo físico
Ramírez presentaba características pronunciadamente indígenas, su
pensamiento estaba teñido de hispanismo. Así lo demuestra su censura de
íntimo contenido español, pues no hay pueblo en la tierra que se enjuicie con
mayor severidad. Tomó su liberalismo de Francia, la nodriza de México, pero
a través de España. En su preocupación por fortalecer la familia, núcleo
social de tanto arraigo hispánico, se descubre el influjo español en su
pensamiento. En él se verificó la peregrina fusión del escéptico y del
visionario, del crítico demoledor y del eficaz reformador. Jurista y legislador,
periodista y tribuno de encendido verbo, economista y sociólogo preocupado
de las condiciones de los trabajadores, historiador nacional de profundos
conocimientos, naturalista erudito y poeta de corte clásico y romántico
contenido. Talento para escribir galanamente lo mismo que para formular
planes de gobierno, educador de visión que comprende la quimera de una
democracia compuesta por ignorantes. Y todavía tuvo tiempo para
preocuparse de formar la Biblioteca Nacional, dotar de gabinetes y
laboratorio a Minería y reunir en una rica galería de la escuela de Bellas
Artes
los cuadros de pintores mexicanos. Impulsó, además, los estudios de
geología, geografía, biología y paleontología; enseñó, el primero, los
métodos de la filosofía alemana de Georg W. F. Hegel y Jacob Moleschott
(1822-1893) e introdujo a Spencer en México (Cfr. capítulo n y In). Como
educador y polígrafo, dice Monterde (1975, p. 14), sólo puede comparársele
fuera del país, pero dentro de América con Domingo F. Sarmiento (1811-
1888). Ramírez no fue un filósofo en el sentido que le atribuyeron sus
coetáneos. Tampoco lo fue por haber legado un sistema de filosofía. Ni podía
serio, porque Ignacio Ramírez perteneció a la generación de la ilustración
carente de ideas originales, pero poseedora de ideas atractivas; no era
creadora sino propagandista. Fue un hombre de variadas aptitudes, honrado
consigo mismo, que vivió y murió practicando las ideas y principios por los
cuales luchaba.
CRONOLOGÍA
Ignacio Ramírez (1818-1879) es, en la historia de la educación en México,
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En 1846 fundó el Club Popular, donde divulgó sus ideas liberales avanzadas
en materia de reforma política, económica y religiosa, por lo que estuvo en
prisión. Al obtener la libertad, el gobernador del estado de México, admirador
de los talentos de Ramírez, lo invitó para organizar su gobierno y éste
correspondió trabajando día y noche en la reconstrucción administrativa y
también en la defensa del territorio nacional invadido por los
norteamericanos. Para predicar con el ejemplo, asistió con el
gobernador, Francisco Modesto de Olaguíbel, a la batalla de Padierna y, a
pesar de los gastos que demandaba la guerra, restableció el Instituto
Literario de Toluca, donde, con la República libre de la invasión, fue
catedrático de Derecho y de Literatura, pero a pesar de la irreprochable
conducta de Ramírez en su vida íntima, los padres de familia, alarmados por
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LA CONSTITUCIÓN
Regresó a Sinaloa como juez civil, pero volvió a la capital del país como
diputado por el estado de México al Congreso Constituyente de 1856-1857,
donde fue el más notable orador y una de las más grandes figuras del ala
izquierda jacobina; fue además miembro de la Comisión de Revisión de
Credenciales; su suplente fue don Ramón Isaac Alcaraz, reconocido literato y
liberal. Los otros dos diputados propietarios que representaron al estado de
Sinaloa fueron los licenciados Antonio Martínez de Castro y Mariano Yáñez.
Cabe mencionar que, según la Historia del Congreso Constituyente, obra de
don Francisco Zarco, el licenciado Ignacio Ramírez ocupó un altísimo lugar
como orador parlamentario y líder del radicalismo.
titulado "A los indios", que defendía a los indígenas y pugnaba por su libertad
a rebelarse contra la explotación a que eran sometidos; ello lo llevó a juicio,
pero resultó absuelto gracias a sus artículos editados en El Demócrata, en
los cuales defendía su causa. Así mismo, en 1857, en compañía de Alfredo
Bablot fundó El Clamor Progresista, con el que apoyaron la candidatura
presidencial de Miguel Lerdo de Tejada.
Juárez le dio el gran gusto de su vida, al expedir en Veracruz en 1859 las
leyes de Reforma, síntesis de las aspiraciones del partido liberal (Monterde,
1975).
En la ciudad de San Luis Potosí colaboró en el periódico La Sombra de
Robespierre. También escribió para La Chinaca durante 1862; en La
Opinión y en Estrella de Occidente, del estado de Sonora, a fines de 1864, y
antes de su destierro a los Estados Unidos. Junto a Ignacio Altamirano,
Guillermo Prieto y otros liberales, en septiembre de 1867 fundó El Correo de
México, financiado por Porfirio Díaz. En esta época también colaboró con El
Renacimiento, El Siglo Diez y Nueve y El Monitor Republicano.
LA REFORMA
Tres meses después del nombramiento de Remire. (enero 21 de 1861-mayo
9 de 1861) se promulga el decreto del gobierno sobre el arreglo de la
instrucción pública para el Distrito y Territorios Federales. La ley ordena que
la instrucción primaria en el Distrito y Territorios Federales queda bajo la
inspección del gobierno federal; se abrirán escuelas para niños de ambos
sexos; se auxiliará con sus fondos las que sostengan las sociedades de
beneficencia y las municipalidades, a efecto de que se sujeten todas al
presente plan de estudios. El propio gobierno federal
El Nigromante también participó en la elaboración de las Leyes de Reforma,
y fue uno de los liberales más puros. Al ser derrotados los conservadores, el
presidente Benito Juárez lo nombró Secretario de Justicia e Instrucción
Pública, cargo que desempeñó del 21 de enero al 9 de mayo de 1861.
Durante su gestión creó la Biblioteca Nacional y unificó la educación
primaria en el Distrito Federal y en los territorios federales.
Como ministro de Fomento
Del 19 de marzo al 3 de abril de 1861, ocupó la Secretaría de Fomento.
Asumió la responsabilidad de la exclaustración de las monjas; reformó la ley
de hipotecas; hizo efectiva la independencia del Estado de la Iglesia; reformó
el plan general de estudios; dotó con equipo los gabinetes del Colegio de
Minería; seleccionó un excelente cuadro de profesores de la Academia de
San Carlos; salvó cuadros de pintura que existían en los conventos, con los
cuales formó una rica colección y formó una galería completa de pintores
mexicanos; designó al pintor catalán Pelegrí Clavé, al arquitecto Xavier
Cavallari y al escultor Felipe Sojo para que salvaran del Colegio de
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poco cada día, pero todo, o por lo menos se formarán grupos de materias
para proponerse alternadamente. Recomienda no fatigar al niño y hacerlo
provechosa la variedad (Ramírez, 1889, p. 168). Sugiere, con relación al
dibujo, familiarizar al niño con las plantas y otros seres de la naturaleza,
con los instrumentos de las artes y con algunos aparatos científicos y, al
mismo tiempo, con muchos términos técnicos muy pronto necesarios pan el
estudiante. Y añade una nota de cautela: no debe precipitarse la marcha de
estos conocimientos, pues son fundamentales (Ramírez, 1889, p. 168).
Llama al segundo ramo de hechos consumados o históricos. En éstos la
humanidad señala mejoras desconocidas a los siglos y pueblos envanecidos
por su ciencia. Seda gloriosa para México adelantarse en esta carrera y
asentar la enseñanza histórica sobre la verdadera base, la clasificación de
los hechos desnudos de las teorías y la clasificación de las teorías
consideradas sólo como hechos. Respecto a los hechos del pasado, no
pueden presentar sino uno de estos tres títulos para ser adoptados por la
ciencia: su verdad, su belleza y su necesidad. Ahora bien, la verdad es el
alma de la historia, la belleza el cuerpo de la literatura y la necesidad la vida
del derecho. En la enseñanza de la historia débase proceder de lo conocido
a lo desconocido, de lo propio a lo ajeno. El tercer ramo, el científico, el más
necesitado de empeño entre nosotros, comiste en multiplicar los gabinetes
de historia natural y de física y los laboratorios de química para multiplicar y
vulgarizar los experimentos, las bibliotecas para evitar que el estudio se
dificulte por la falta de libros. Y observa agudamente: el encadenamiento de
estos estudios no puede fijarse sino transitoriamente. Depende de los
adelantos y revoluciones que ocurren diariamente en el mundo científico.
Este ramo se compone de las ciencias cuyos elementos básicos son la
observación y el cálculo, las ciencias positivas (Ramírez, 1889, pp. 167-170).
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Previene en contra de un hecho frecuentemente ignorado y olvidado: "Entre
las muchas ilusiones con que nos alimentamos, una de las más funestas es
la que nace de suponer en nuestra patria una población homogénea"
(González Ramírez, 1967, p. 44). En efecto, la multitud de subculturas
entorpece en forma desesperante el progreso cultural del país. De ahí que se
preocupe insistentemente por la educación del indígena. Por más
democrático que sea Ramírez. todavía piensa en términos de una jerarquía
social, al tratar de la instrucción para los niños destinados a ser obreros,
artesanos, agricultores, soldados, mozos, con el fin de que cumplan los
oficios señalados por las clases superiores (W Usan, 1941, p. 204). La
instrucción primaria debe comprender algunos conocimientos científicos y
otros, auxilio indispensable para las artes y oficios: lectura. caminito. dibujo,
canto, ejercicios gimnásticos, un pequeño curso de matemáticas para
comprender la física y la química, y los experimentos y nomenclaturas de
estas ciencias que no debe ignorar el verdadero artesano; todo esto con uno
o dos oficios. Así, a la edad de 12 años, todo adolescente tendrá una carrera,
los elementos para mejorarla y la capacitación para sentarse en los cuerpos
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Justo Sierra
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FRASES
“La Nación tiene hambre y sed de justicia”; y otra
que fue muy popular en 1912 cuando se inauguró la Universidad Popular
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CARGOS
Sus cargos públicos ampliaron su visión de México desde distintas
perspectivas. La conjunción de estas experiencias con su cultura clásica y un
hondo conocimiento de la historia nacional lo llevó a revalorizar el pasado y a
plantear nuevas opciones para México. Fue magistrado, profesor, diputado y
ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes con Porfirio Díaz durante su
etapa ministerial puso en pie la moderna Universidad Nacional de México
(1910) y pronunció el discurso de inauguración, modelo de oratoria, en el que
trazó las orientaciones del futuro cultural de su país.
Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes de México
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ESTUDIOS
Sus primeros estudios los hizo en el Liceo Científico y comercial de Mérida
(Yucatán). Cuando su padre murió en 1861, se trasladó a la ciudad de
México, en donde continuó sus estudios en el Liceo Franco-mexicano y en el
Colegio de San Ildefonso. En su vida estudiantil obtuvo premios y
reconocimientos por su dedicación a los estudios; y también críticas por sus
ideas liberales. Alos trece años presenció la entrada de Maximiliano y Carlota
en la ciudad de México en 1861, ante lo cual exclamó: Apenas se puede
creer que los mismos mexicanos…” acepten un emperador de procedencia
francesa. Sus estudios universitarios los hizo en Derecho y Ciencias
Políticas, graduándose como abogado en el año 1871 en la Escuela de
Derecho de San Ildefonso. En los años de su formación y actuación, se vivió
en México una situación difícil de guerras civiles, dictaduras e intervención de
Estados Unidos con la separación de Texas.
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CRONOLOGÍA
Para Justo Sierra, el símbolo de la grandeza y autenticidad del pueblo
mexicano fue el presidente Benito Juárez, a quien dedicó su libro “Juárez, su
obra y su tiempo.”
En el año 1880, al abogado Justo Sierra Méndez fue elegido Diputado en el
Congreso Nacional, iniciando su actividad política durante treinta y dos años.
Su primera intervención en la Cámara de Diputados en 1880 fue su
planteamiento sobre la necesidad de una instrucción cívica para “despertar y
consolidar el sentimiento del santo amor a la patria”. También habló sobre la
conveniencia de proporcionar una educación científica al indígena y no sólo
era instrucción rudimentaria que pretendía dársele.
En el año 1881 presentó su proyecto para la Reforma educativa de la
Educación primaria, con carácter de pública y oficial; asimismo la creación de
la Universidad Nacional de México, que tres décadas después inauguró
siendo Ministro de Instrucción Pública.
En 1894 fue nombrado ministro de la Suprema Corte de Justicia, de la cual
fue su presidente. Participó en el Gobierno del Porfiriato, convirtiéndose en el
ideólogo de la educación positivista de “Orden y Progreso”. Justo Sierra
Méndez se movió en los altos estratos culturales y políticos del Porfirismo,
cuyo régimen lo apoyó en su actividad educativa y cultural. Inicialmente
Fue nombrado Subsecretario de justicia e Instrucción Pública en 1901 y
luego en 1905, Secretario de Educación Pública y Bellas Artes, en el cual
hizo actividades hasta 1910, cuando cayó el Porfiriato y comenzó la
Revolución.
En 1905 aprobara Educación primaria de carácter nacional, integral, laica y
gratuita. En lo político, Justo Sierra Méndez supo ser amigo del presidente
Porfirio Díaz, sin ser su adulador. Teniendo en cuenta que Díaz lo respetó
como un hombre superior. Por ello, en el Porfiriato fue el eje central de las
políticas educativas y culturales.
Desde entonces se le conoce como “El Maestro de América”. Como un gran
político del Porfiriato, el Dr. Justo Sierra consideró que la economía debe
estar al servicio de la educación y a una responsabilidad social. Las
empresas “deberían ser las primeras en promover capacitación y educación;
y los grandes favorecidos por la fortuna, los primeros obligados a sostener
centros de investigación, enseñanza, cultura y bellas artes”.
El Maestro Justo Sierra, el humanista y eximio político del Porfiriato, fue uno
de los más grandes educadores de México y de Latinoamérica en los años
de transición entre los siglos XIX y XX. Su mayor interés fue la educación en
México, la cual consideró como la primera empresa del Estado. Según sus
ideas, el futuro de Latinoamérica para su adelanto y desarrollo solamente
será posible por el camino de la educación. Si el mexicano llega a conocer su
identidad y su historia a través de la educación, llegará a la meta de la
libertad, el orden y el progreso. Su mayor aporte fueron sus ideas
positivistas, ligadas muy profundamente a la educación y a la evolución
histórica de México. Asimismo, su pensamiento y acción en la fundación de
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Referencias biográficas
https://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_Ram%C3%ADrez