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UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE ODONTOLOGIA

VERACRUZ

ODONTOLOGIA LEGAL

CATEDRÁTICO: ROSAURA EVA LEO


ACOSTA

Actividad: 2

BLOQUE 1

INTEGRANTES:

GARCIA HERNANDEZ MARIANA


GABRIELA EDITH FLORES SOLARES
EDWINN ERIK TORRES REYES
AISLINN BELISA BERTHELY MORA

FECHA: 18/02/2023
Negligencias Médicas

Los tipos de responsabilidades profesionales como civil y penal, se dan por la comisión
de acciones u omisiones categorizadas como negligencias, impericia, imprudencia e
inobservancia y que, indudablemente culminan en un daño a la salud del paciente o
hay mal praxis.
Así mismo la negligencia, que nos menciona que es el incumplimiento de los principios
de la profesión, es decir, el descuido de precauciones y atenciones calificadas como
necesarias; cuando a pesar de tener el conocimiento no se aplica y se provoca el daño.
Cuando un odontólogo carece del conocimiento suficiente para realizar un
procedimiento determinado, y como consecuencia de ello se produce una afección a la
salud del paciente entonces se configura una acción conocida como impericia, por
ejemplo, realizar procedimientos de ortodoncia o cirugía bucal sin tener el total dominio
de este tipo de procedimientos. Por otro lado, inobservancia es una acción que se
configura cuando el profesionista no presta suficiente atención al procedimiento que
realiza, lo que produce inminentemente errores que resiente el paciente en su salud,
por ejemplo, ejecutar accidentalmente una comunicación bucosinusal tras la extracción
de un molar superior por no haber realizado un análisis radiográfico preoperatorio;
Inobservancia de reglamentos tiene como ejemplo común la falla en obtener la
autorización escrita del paciente o de su representante legal para su operación o un
tratamiento medicamentoso que implique gran riesgo.
Por último, pero no menos importante, está la imprudencia donde aparece cuando el
odontólogo realiza procedimientos actuando con exceso de confianza y sin prever los
eventos negativos transoperatorios que podrían provocarse, por ejemplo, realizar
procedimientos quirúrgicos sin conocer antecedentes personales patológicos del
paciente por haber omitido el interrogatorio de la historia clínica.
El término mal praxis fue originalmente de uso médico. Praxis procede del griego y
entre sus acepciones tiene la de ejercicio o acción. Se prefiere al anglicismo
“malpractice”, que puede definirse como 'la práctica inadecuada de la profesión'.
Es interesante darse cuenta que cualquiera de estas acciones cometidas por los
odontólogos es totalmente prevenible, y en la mayoría de las ocasiones los mismos
profesionales no son conscientes de ellas. En suma, para comprobar la mala praxis,
debe confirmarse la existencia de ciertos elementos que permitan establecer que
efectivamente estos estuvieron presentes durante el acto médico: Tal es el caso del
uso de insumos inapropiados, presencia de actos de violencia o simulación, la
transgresión a normas y/o reglamentos, la realización de actos sin sanción previa en
comités o comisiones, problemas en la calidad de la atención, la ocurrencia de lesiones
injustificadas y la comprobación de remuneraciones fraudulentas.
Así mismo, no se puede hablar de Mala Praxis, cuando:
 hay “daño” sin que exista “culpa”
 hay una “falta” sin que exista “daño”
 cuando “falta y daño” están presentes sin que exista “determinismo causal”
entre ellos, o sea cuando falta el “nexo”.

El dolo es la conducta (antijurídica, culpable y punible) de realizar u omitir una acción


con conocimiento y plena voluntad de realizarlo u omitirlo, aunque sepamos que al
realizar ese hecho estamos infringiendo la ley penal.
¿Qué clases de dolo existen?
Existen tres tipos principales de dolo:
 Directo o de primer grado.
 Directo de segundo grado o indirecto.
 Eventual.

Dolo directo o dolo de primer grado

Quien actúa con dolo directo en su acción (u omisión) conoce perfectamente que está
realizando un hecho prohibido y, además, tiene voluntad de cometerlo. Existe una
intencionalidad clara de cometer un hecho delictivo.

Dolo directo de segundo grado

Este tipo de dolo se da cuando la voluntad del sujeto no es realizar el hecho prohibido,
pero sabe que éste se producirá necesariamente como consecuencia de su acción.

El hecho de que el autor no quiera el resultado, pero acepte sin reservas realizar una
acción que lo lleva aparejado, hace que se le pueda imputar de manera plena.

Dolo eventual

Este tipo de dolo es el más debatido por la delgada línea que divide el dolo eventual
con el dolo de segundo grado o incluso de la imprudencia consciente.
El dolo eventual se comete cuando el sujeto sabe que va a cometer un hecho
prohibido, eso está claro, pero hay menos probabilidad de dañar a la posible víctima,
aunque es consciente del daño que puede ocasionar.

Clases de culpa
Existen dos clases de culpa:
a) Culpa consciente: cuando el sujeto si bien no quiere causar el resultado advierte la
posibilidad que este ocurra, pero confía en que no ocurrirá.

b) Culpa inconsciente: no sólo no se quiere el resultado lesivo, sino que ni siquiera se


prevé su posibilidad: no se advierte el peligro.

La diferencia entre la culpa consciente y la inconsciente radica en la previsibilidad


que puede tener el hombre medio: si prevé el resultado será culpa consiente; de lo
contrario
será inconsciente si el hecho no podía ser previsto; entonces no existe culpa; sino que
el
hecho es fortuito. Esta Primera parte se llama previsibilidad objetiva.

Nuestro Código Penal no hace diferencia entre las clases de culpa, pero esta diferencia
es importante para diferenciar entre el dolo eventual y la culpa consciente en el
intensidad de la ilicitud como de la culpabilidad. Esto implica, por ejemplo, que la
exclusión del carácter ilícito de la acción culposa sea admitida con mayor factibilidad
que en caso de la acción dolosa y que la pena sea menos severa. Al respecto, basta
comprar las penas previstas para el homicidio simple y para los homicidios su sentido
más amplio y general, es la producción de un resultado típicamente antijurídico que
pudo y debió ser previsto y que por negligencia o impericia del agente causa un efecto
dañoso y que su evolución se originó en el Derecho Civil de Roma, bajo el concepto de
la negligencia, imprudencia o impericia primero asumo el peligro, en la segunda confío
en que el resultado no se produciría, además, el juzgador puede tomar estos criterios
al momento de determinar la pena.

Mala Praxis
El término anglosajón “Malpractice” se ha definido como aquel tratamiento malo,
erróneo o negligente que resulta en daño, sufrimiento suficiente o muerte del enfermo,
debido a ignorancia, negligencia, impericia, no seguimiento de reglas establecidas o
intento criminal doloso.
En 1687, la justicia inglesa define la mala práctica como:
“….una ofensa a la ley natural (sea por curiosidad, experimentación o negligencia), que
rompe la confianza que la comunidad coloca en el médico…”
La también llamada «mala práctica» o «dispraxis médica» se presenta cuando se
suscitan cronológicamente un conjunto de errores éticos y clínicos durante la práctica
odontológica, independientemente de que el odontólogo no cuente con los
conocimientos mínimos necesarios para dar solución al padecimiento de algún
paciente. Citando ejemplos, un odontólogo realiza una mala praxis cuando no cuenta
con el material y equipo mínimo necesario para prestar atención dental, si abandona el
tratamiento de un paciente sin justificación alguna, si el odontólogo es ofensivo y
prepotente con un paciente, o bien, cuando existe ausencia de comunicación efectiva
entre el odontólogo y el paciente.

Dolor
en la práctica clínica odontológica, los aspectos morales no pueden olvidarse, restarse
a los valores puede resultar un ejercicio tan peligroso como carente de todo sentido.
Comprender y hacerse parte de los fines inherentes al cuidado de la salud marca una
dedicación más allá de la enfermedad y su tratamiento. Comprender en el paciente su
vivencia, fragilidad y vulnerabilidad nos permitirá hacer todos nuestros esfuerzos hacia
la búsqueda de su mejor bien, respetando sus intereses y calidad de vida sin abstraer
nuestra mirada hacia su interioridad, siendo esta el fin último de nuestro quehacer. El
dolor, por su parte, tan frecuente en la odontología, ya sea como síntoma, como temor
o como vivencia, hace necesario una aproximación moral y valórica. El dolor representa
mucho más que la dolencia, que no se logrará única y exclusivamente con la
prescripción de fármacos, sino también con la íntima voluntad del profesional de
restituir la vitalidad en el más amplio sentido de la palabra

Culpa o imprudencia
Se configura culposamente cuando el profesional no presta la atención necesaria a un
hecho en particular, al ocasionar sin intención alguna un daño en la salud del paciente.
Un odontólogo comete inobservancia cuando efectúa un tratamiento inadecuado por no
prestar la suficiente atención a su labor profesional. Un ejemplo es la quemadura por
fricción de la comisura labial al realizar una extracción por disección de un tercer molar
inferior.

Con base en lo explicado con anterioridad, cuando un paciente inconforme acude a una
institución competente para informar sobre su queja, se desprenderá un procedimiento
pericial que comenzará con un requerimiento del Ministerio Público o bien de la
Comisión Nacional de Arbitraje Médico con el fin de analizar el caso y dar una solución
justa para ambas partes (paciente-odontólogo).
Todo profesional de la salud dental debe conocer que existen diferentes circunstancias
que pueden generarle falsas imputaciones, sin que exista una culpa real por parte del
odontólogo, por citar algunos ejemplos, cuando el paciente decide conscientemente no
seguir las indicaciones dadas por el odontólogo y a consecuencia de esto aparece una
complicación, omite las terapias farmacológicas, exige tratamientos innecesarios en
dientes que no requieren terapéutica alguna o cuando el paciente voluntariamente
decide no continuar con el tratamiento.

Referencias bibliográficas

 Tiol CA. Odontología legal. Revista ADM 2020; 77 (5): 257-260.


https://dx.doi.org/10.35366/96145

 Negligence, imprudence, unskillfulness: Analysis of cases 2010-2014


Medical Arbitration Commission of Campeche.

 http://www.conamed.gob.mx/gobmx/boletin/pdf/boletin5/
acto_medico.pdf

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