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Código fiscal del distrito de federación.

Artículo 10.- Se considera domicilio fiscal:


I. Tratándose de personas físicas:
a) Cuando realizan actividades empresariales, el local en que se encuentre el principal
asiento de sus negocios.

b) Cuando no realicen las actividades señaladas en el inciso anterior, el local que


utilicen para el desempeño de sus actividades.

c) Únicamente en los casos en que la persona física, que realice actividades señaladas
en los incisos anteriores no cuente con un local, su casa habitación. Para estos
efectos, las autoridades fiscales harán del conocimiento del contribuyente en su casa
habitación, que cuenta con un plazo de cinco días para acreditar que su domicilio
corresponde a uno de los supuestos previstos en los incisos a) o b) de esta fracción.

Siempre que los contribuyentes no hayan manifestado alguno de los domicilios citados en
los incisos anteriores o no hayan sido localizados en los mismos, se considerará como
domicilio el que hayan manifestado a las entidades financieras o a las sociedades
cooperativas de ahorro y préstamo, cuando sean usuarios de los servicios que presten éstas.
II. En el caso de personas morales:
a) Cuando sean residentes en el país, el local en donde se encuentre la administración
principal del negocio.

b) Si se trata de establecimientos de personas morales residentes en el extranjero, dicho


establecimiento; en el caso de varios establecimientos, el local en donde se encuentre la
administración principal del negocio en el país, o en su defecto el que designen.

Cuando los contribuyentes no hayan designado un domicilio fiscal estando obligados a ello,
o hubieran designado como domicilio fiscal un lugar distinto al que les corresponda de
acuerdo con lo dispuesto en este mismo precepto o cuando hayan manifestado un domicilio
ficticio, las autoridades fiscales podrán practicar diligencias en cualquier lugar en el que
realicen sus actividades o en el lugar que conforme a este artículo se considere su
domicilio, indistintamente.
Código de Comercio.

Artículo 75. La ley reputa actos de comercio:

1. Todas las adquisiciones, enajenaciones y alquileres verificados con propósito de


especulación comercial, de mantenimientos, artículos, muebles o mercaderías, sea
en estado natural, sea después de trabajados o labrados;

2. Las compras y ventas de bienes inmuebles, cuando se hagan con dicho propósito de
especulación comercial;

3. Las compras y ventas de porciones, acciones y obligaciones de las sociedades


mercantiles;

4. Los contratos relativos y obligaciones del Estado ú otros títulos de crédito corrientes
en el comercio;

5. Las empresas de abastecimientos y suministros;

6. Las empresas de construcciones, y trabajos públicos y privados;

7. Las empresas de fábricas y manufacturas;

8. Las empresas de trasportes de personas o cosas, por tierra o por agua; y las
empresas de turismo;

9. Las librerías, y las empresas editoriales y tipográficas;

10. Las empresas de comisiones, de agencias, de oficinas de negocios comerciales,


casas de empeño y establecimientos de ventas en pública almoneda;

11. Las empresas de espectáculos públicos;

12. Las operaciones de comisión mercantil;

13. Las operaciones de mediación de negocios mercantiles;

14. Las operaciones de bancos;

15. Todos los contratos relativos al comercio marítimo y a la navegación interior y


exterior;

16. Los contratos de seguros de toda especie, siempre que sean hechos por empresas;

17. Los depósitos por causa de comercio;


18. Los depósitos en los almacenes generales y todas las operaciones hechas sobre los
certificados de depósito y bonos de prenda librados por los mismos;

19. Los cheques, letras de cambio o remesas de dinero de una plaza a otra, entre toda
clase de personas;

20. Los vales ú otros títulos a la orden o al portador, y las obligaciones de los
comerciantes, a no ser que se pruebe que se derivan de una causa extraña al
comercio;

21. Las obligaciones entre comerciantes y banqueros, si no son de naturaleza


esencialmente civil;

22. Los contratos y obligaciones de los empleados de los comerciantes en lo que


concierne al comercio del negociante que los tiene a su servicio;

23. La enajenación que el propietario o el cultivador hagan de los productos de su finca


o de su cultivo;

24. Las operaciones contenidas en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito;

25. Cualesquiera otros actos de naturaleza análoga a los expresados en este código.

En caso de duda, la naturaleza comercial del acto será fijada por arbitrio judicial.

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