En la comuna Joá encontramos un pozo de agua azufrada, como se dijo anteriormente
proviene de vertientes que son productos del inactivo volcán Chocotete. La definición de las aguas azufradas parte desde el tema aguas subterráneas. Según (Hidrogeocol Ecuador, 2017) las aguas subterráneas son aquellas que se encuentran ubicadas algunos metros bajo tierra, estas suelen estar en proporciones abundante, para su explotación se deben realizar las debidas instalaciones. Así como se realizaron las respectivas instalaciones en la comuna de joa. Además, nos menciona que las aguas subterráneas se van degradan de acuerdo al crecimiento poblacional del lugar en donde se encuentran ya que este liquido se ha vuelto de vital importancia en las vidas de las personas. Algunas aguas son azufradas, pero siguen siendo pura mientras el ser humano no las contamine, son de origen volcánico y provienen de las profundidades de la tierra. Luego de las aguas subterráneas vienen las aguas termales dado que de estas parten las aguas azufradas. Según (Retana, 2018) las aguas termales son aquellas que proceden de orígenes geológicos los cuales se suele dar comúnmente de dos formas: magmáticas y telúricas. Estas dos se diferencian una de otra, debido a que la de origen magmático solo se suelen darse después de eventos eruptivos y filones metálicos, pero las telúricas se las encuentran en diferentes lugares, estas no dependen de factores como las magmáticas. Toda agua trae beneficios a la salud y esta no es la excepción, aún algunas deben ser tratadas antes de ser consumidas o utilizadas por el ser humano, según (Moltó, 1992) estas aguas se clasificarán en tres tipos las cuales ayudarán a determinar de manera más específica su finalidad medicinal. El primer grupo está encabezado por las aguas minerales y las clases o grupos que se encuentran asociadas a estas son las aguas cloruradas, estas son utilizadas comúnmente en aparatos respiratorios y en afecciones tales como: ginecológicas, neuralgias y quirúrgicas traumáticas, estas también cuentan con su respectiva subdivisión que está estructura de la siguiente manera: cloruras fuertes, cloruras mediana y cloruras débiles. Dentro del segundo grupo se encuentran las aguas sulfatadas, su uso común se da en las bebidas y estas aguas sulfatadas también cuenta con su respectiva subdivisión: sódicas, magnéticas y mixtas. Después se encuentra el grupo de las aguas bicarbonatadas las cuales se utilizan para el sistema digestivo y se las aplica casi siempre en bebidas y se subdivide en sódicas y cálcicas. Como último grupo encontramos las aguas minerales, los cuales cuentan con elementos muy representativos, estas también cuentan con una clasificación, que está conformada por las aguas sulfuradas, estas son reconocidas casi de manera inmediata debido a que portan un olor nauseabundo similar al de un huevo podrido, además estas aguas en su mayoría suelen ser hipertermales, aunque también se pueden encontrar aguas frías. Se utilizan para tratar problemas relacionados con la piel, infecciones respiratorias, procesos reumáticos y el aparato locomotor. Las aguas sulfuradas cuentan con la siguiente subdivisión: sulfuradas sódicas las cuales tienen origen profundo, son calientes, cuentan con muy poca mineralización, suelen ser bicarbonatadas, cuenta con un escaso contenido de calcio o magnesio, tienen un alto nivel de sílice y un nivel elevado de radioactividad; luego tenemos las aguas sulfuradas cálcicas, estas aguas son superficiales, son frías, cuenta con alta mineralización, se encuentra una cantidad muy elevada de sulfato, calcio y magnesio, pero contiene muy poco de sílice y bajo en radioactividad; y por último tenemos las aguas sulfuradas cloruradas, según (Hidrogeocol Ecuador, 2017) en estas aguas sobresale la existencia del cloruro, sodio, calcio y magnesio, las que cuentan con estos elementos y tienen elevada mineralización serán frías mientras que las que cuentan con un bajo porcentaje de mineralización serán termales.