Está en la página 1de 1

Gobierno de Martín Rodríguez

El “Tratado del Cuadrilátero” fue uno de los acuerdos interprovinciales luego de la caída del
Directorio, pero no fue un tratado más; se definieron cuestiones fundamentales como el equilibrio
político y los temas económicos. Este pacto firmado el 25 de enero de 1822 entre representantes
de las provincias argentinas de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Queda
sancionada una paz firme, verdadera amistad y unión entre las cuatro provincias
contratantes, cuya recíproca libertad, independencia, representación y derechos se
reconocen y deben guardarse entre sí en igualdad de términos como están hoy de hecho
constituidas, sin que por este acto solemne se gradúen renunciados los que defiende
Santa Fe sobre el territorio de Entre Ríos, por documentos legítimos y amparos superiores, cuya
reclamación legal, como las competentes a las demás de los suyos y respectivos, son el soberano legitimo
Congreso General, de todas las provincias en la oportunidad que presente el orden de los sucesos
americanos en su perfecta tranquilidad y absoluta cesación de oscilaciones políticas, cuyas innovaciones
convenientes serán obedecidas, como emanadas de la Soberanía Nacional. Si los españoles, portugueses o
cualquier otro poder extranjero invadiesen o dividiese la integridad del territorio nacional, todas
inmediatamente pondrán en ejercicio su poder y recursos para arrojarlo de él, sin perjuicio de hacer
oficialmente al gobierno agresor las reclamaciones que estime justas y oportunas.
Se llamó feliz experiencia de buenos aires a las transformaciones experimentadas a partir de 1820 que
fueron profundas y significativas. La existencia de un proyecto compartido entre los miembros del gobierno
bonaerense acerca de la necesidad de la expansión de la ganadería y el apoyo de los terratenientes y
estancieros a este proyecto sentaron las bases de la llamada "feliz experiencia" del gobierno de Martín
Rodríguez, con Bernardino Rivadavia como figura clave de las reformas.
En 1822 Rivadavia dictó la ley llamada de Enfiteusis, que fue aprobada el 18 de agosto por la Junta de
Representantes, entre cuyos miembros se contaban, como siempre desde su creación, los Anchorena y los
apellidos más prominentes de la oligarquía. Teóricamente la ley se proponía una distribución racional de la
tierra, una diversificación de la producción rural, fomentando la agricultura y la creación de una nueva clase
media de colonos que enfrentara a la oligarquía terrateniente. Pero al ser llevada a la práctica esta ley
produjo su propia negación: no fueron los inmigrantes labriegos, con los que soñaba utópicamente
Rivadavia, quienes se repartían la tierra, sino precisamente la gran oligarquía terrateniente y hacendada,
que ya tenía tierras desde la época de la colonia y que no hizo sino extender sus posesiones.

Gobierno de Martín Rodríguez


El “Tratado del Cuadrilátero” fue uno de los acuerdos interprovinciales luego de la caída del
Directorio, pero no fue un tratado más; se definieron cuestiones fundamentales como el equilibrio
político y los temas económicos. Este pacto firmado el 25 de enero de 1822 entre representantes
de las provincias argentinas de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Queda
sancionada una paz firme, verdadera amistad y unión entre las cuatro provincias
contratantes, cuya recíproca libertad, independencia, representación y derechos se
reconocen y deben guardarse entre sí en igualdad de términos como están hoy de hecho
constituidas, sin que por este acto solemne se gradúen renunciados los que defiende
Santa Fe sobre el territorio de Entre Ríos, por documentos legítimos y amparos superiores, cuya
reclamación legal, como las competentes a las demás de los suyos y respectivos, son el soberano legitimo
Congreso General, de todas las provincias en la oportunidad que presente el orden de los sucesos
americanos en su perfecta tranquilidad y absoluta cesación de oscilaciones políticas, cuyas innovaciones
convenientes serán obedecidas, como emanadas de la Soberanía Nacional. Si los españoles, portugueses o
cualquier otro poder extranjero invadiesen o dividiese la integridad del territorio nacional, todas
inmediatamente pondrán en ejercicio su poder y recursos para arrojarlo de él, sin perjuicio de hacer
oficialmente al gobierno agresor las reclamaciones que estime justas y oportunas.
Se llamó feliz experiencia de buenos aires a las transformaciones experimentadas a partir de 1820 que
fueron profundas y significativas. La existencia de un proyecto compartido entre los miembros del gobierno
bonaerense acerca de la necesidad de la expansión de la ganadería y el apoyo de los terratenientes y
estancieros a este proyecto sentaron las bases de la llamada "feliz experiencia" del gobierno de Martín
Rodríguez, con Bernardino Rivadavia como figura clave de las reformas.
En 1822 Rivadavia dictó la ley llamada de Enfiteusis, que fue aprobada el 18 de agosto por la Junta de
Representantes, entre cuyos miembros se contaban, como siempre desde su creación, los Anchorena y los
apellidos más prominentes de la oligarquía. Teóricamente la ley se proponía una distribución racional de la
tierra, una diversificación de la producción rural, fomentando la agricultura y la creación de una nueva clase
media de colonos que enfrentara a la oligarquía terrateniente. Pero al ser llevada a la práctica esta ley
produjo su propia negación: no fueron los inmigrantes labriegos, con los que soñaba utópicamente
Rivadavia, quienes se repartían la tierra, sino precisamente la gran oligarquía terrateniente y hacendada,
que ya tenía tierras desde la época de la colonia y que no hizo sino extender sus posesiones.

También podría gustarte