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D. W. WINNICOTT LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO @ Ediciones Hormé S.A.E. Buenos Aires- Republica Argentina [1958] 1 El primer afio de vida Criterios modernos sobre el desarrollo emocional INTRODUCCION Es muczo lo que sucede durante el primer afio de vida de la criatura humana, pues el desarrollo emocional comienza desde el primer momento. En un estudio sobre la evolucién de la perso- nalidad y el cardcter no es posible ignorar los acontecimientos de primeras horas y dfas incluso la ultima parte de la vida prenatal, cuando el nifio es viable, e incluso la experiencia del parto puede ser significativa. EI] mundo ha seguido girando a pesar de nuestra ignorancia so- bre estas cuestiones, simplemente porque en la madre de un bebé hay algo que la hace particularmente apta para protegerlo durante esa etapa de vulnerabilidad, y que le permite contribuir positiva- mente a las necesidades del bebé. La madre puede cumplir esta tarea si se siente segura, si se siente amada en su relacién con el padre del nifio y con su familia en general, y también aceptada en los cfrculos més amplios que constituyen la sociedad. Podriamos seguir dejando la tarea del cuidado infantil en ma- nos de la madre, cuya capacidad no se funda en el conocimiento, sino en una actitud afectiva que adquiere a medida que el emba- razo avanza, y que pierde gradualmente cuando el nifio crece fuera de su cuerpo. Con todo, hay razones por las que podria resultar conveniente estudiar lo que sucede en las tempranas etapas del desarrollo de la personalidad infantil. Por ejemplo, en calidad de médicos y enfermeras hay ocasiones en que resulta inevitable in- terferir la relacién madre-nifio para tratar las anormalidades fisicas de este ultimo, y es preciso saber qué es exactamente lo que se est4 interfiriendo. Ademés, el estudio fisico de la primera infancia ha dado ricos frutos en los tiltimos 50 afios, y no serfa raro que un 16 D. W. WINNICOTT interés similar por el desarrollo emocional produjera resultados atin més provechosos. Un tercer motivo seria que algunos padres no pueden proporcionar al nifio condiciones suficientemente bue- nas en el momento en que aquél nace, debido a alguna pertur- bacién social, familiar o personal, y entonces se espera que mé- dicos y enfermeras estén en condiciones de comprender y de curar, e incluso de prevenir, tal como muchas veces lo hacen en los casos de enfermedad fisica. El pediatra tendré cada vez més necesidad de conocer los aspectos emocionales, tal como en la actualidad conoce todo lo relativo al aspecto fisico del crecimiento infantil. Y existe un cuarto motivo para justificar el estudio del creci- miento emocional temprano: a menudo resulta posible descubrir y diagnosticar trastornos emocionales en la primera infancia, in- cluso durante el primer afio de vida. Evidentemente, el momento adecuado para el tratamiento de ese trastorno es su etapa inicial, pero no consideraré aqui este tema. Tampoco haré referencia alguna a la anormalidad o la enfer- medad fisica, o al crecimiento mental como tendencia del des- arrollo, afectada por factores hereditarios. Para nuestros fines actuales, puede suponerse que el nijio es ffsicamente sano y poten- cialmente sano en el aspecto mental, y lo que quiero examinar es el significado de esta potencialidad. ¢Qué es potencial en el momento de nacer y qué aspectos se han vuelto reales al cabo de un afio? Supongo también la existencia de una madre, una madre bastante sana como para actuar naturalmente como tal. Debido a la extrema dependencia emocional del nifio, el desarrollo o la vida de un bebé no puede considerarse al margen del cuidado que se le prodiga. A continuacién mencionaré una serie de formulaciones, todas ellas breves, que quizds servirén para indicar a quienes se intere- san en el cuidado infantil, que el desarrollo emocional durante el primer afio de vida establece la base de la salud mental en el individuo humano. TENDENCIA INNATA AL DESARROLLO En el nivel psicolégico hay una tendencia innata al desarrollo que corresponde al crecimiento del cuerpo y al desarrollo gradual de las funciones. As{ como el bebé suele sentarse cuando tiene unos 5 6 6 meses, y camina cuando cumple aproximadamente un afio, y quizés por esa época ya dice dos o tres palabras, del mismo modo hay un proceso evolutivo en el desarrollo emocional, Con LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 17 todo, no nos es dado observar este crecimiento natural, a menos que las condiciones sean bastante buenas, y parte de nuestra dificultad consiste, precisamente, en definir qué entendemos por condiciones bastante buenas. En lo que sigue, serd necesario dar por sentado el proceso ontogenético y las bases neurofisiolégicas de la conducta. DEPENDENCIA El profundo cambio que se observa en el primer afio de vida apunta al logro de la independencia. Esta se logra a partir de la dependencia, pero es necesario agregar que esta ultima se alcanza a partir de lo que podriamos lamar doble dependencia. Al co- mienzo hay una dependencia total con respecto al medio fisico y emocional dado que el nifio no tiene ninguna conciencia de ella. Gradualmente, comienza a percibirla y, en consecuencia, adquiere Ja capacidad para hacer saber a su medio cudndo necesita recibir atencién, Clinicamente hay un proceso muy gradual hacia la independencia, aunque la dependencia, e incluso la doble depen- dencia, siempre reaparecen. La madre puede adaptarse a las nece- sidades variables y crecientes de su hijo en éste y en otros aspectos. Cuando tiene un afio de vida, el bebé ya se ha vuelto capaz de mantener viva la idea de la madre, y también del cuidado infantil al que se ha acostumbrado, durante un cierto perfodo de tiempo, quizds diez minutos, una hora, o ms atin. todo, lo que encontramos al cabo de un afio es suma- mente variable, no sélo de un nifio a otro, sino también en una misma criatura. El logro de un cierto grado de independencia puede perderse y recuperarse una y otra vez, y a menudo un nifio vuelve a la dependencia después de haberse mostrado claramente independiente. Este progreso desde la doble dependencia a la dependencia, y de ésta a la independencia, no sélo constituye una expresién de la tendencia innata a crecer, sino que no puede tener lugar a menos que alguien haga una adaptacién muy sensible a las nece- sidades del nifio. Sucede que la madre es la persona mds apta para cumplir esta tarea delicada y constante, porque nadie como ella puede dedicarse a esta causa con tanta naturalidad y tal ausen- cia de resentimiento. INTEGRACION El observador puede comprobar desde el comienzo que un bebé ya es un ser humano, una unidad. Al cumplir un afio, la mayoria de las criaturas han alcanzado el status de individuo; en otras 18 D. W. WINNICOTT palabras, la personalidad ha Iegado a integrarse. Desde luego, esto no ocurre permanentemente pero, en ciertos momentos, duran- te ciertos perfodos y en determinadas relaciones, el bebé de un afio ya es una persona total. Pero la integracién no es algo que pueda darse por sentado, sino que debe desarrollarse gradualmente en cada bebé. No se trata simplemente de una cuestién neuro- fisiolégica, pues para que este proceso tenga lugar deben existir ciertas condiciones ambientales que son, de hecho, las que de- penden de la madre. La integracién aparece gradualmente a partir de un estado primario no integrado. Al principio, el nifio es una serie de fases de motilidad y percepciones sensoriales. Resulta casi seguro que el descanso significa para él un regreso al estado no integrado, lo cual no es necesariamente atemorizante, debido a la sensacién de seguridad que le proporciona la madre; a veces, seguridad signi- fica simplemente sentirse firmemente sostenido. Tanto en el as- pecto fisico como en formas més sutiles, la madre o el medio mantiene integrado al nifio, y la no integracién puede ocurrir junto con la reintegracién sin que surja la ansiedad. La integracién parece estar vinculada con las experiencias afectivas 0 emocionales més definidas, tales como la rabia o la excitacién de una mamada. Gradualmente, a medida que la inte- gracién se convierte en un hecho establecido y el nifio, en una unidad cada vez més cohesiva, la anulacién de lo conseguido se convierte en desintegracién més que en no integracién. La des- integracién es penosa. El grado en integracién al cumplir un afio es variable: algunos nifios ya poseen a esa edad una fuerte personalidad, un self con las caracteristicas personales exageradas; otros, ubicados en el ex- tremo opuesto, no han adquirido atin una personalidad tan defi- nida y siguen dependiendo en alto grado del cuidado permanente. PERSONALIZACION El nifio de un ajio vive firmemente en el cuerpo. La psiquis y el soma han Ilegado a una suerte de acuerdo reciproco. El neurélogo dirfa que el tono corporal es satisfactorio y que la coor- dinacién del nifio es buena. Esta situacién, en la que psiquis y soma estén intimamente relacionados entre sf, se desarrolla a par- tir de las etapas iniciales en las que la psiquis inmadura, aunque basada en el funcionamiento corporal, no est4 estrechamente li- gada al cuerpo y a la vida del cuerpo. Cuando se proporciona al nifio un grado razonable de adaptacién a sus necesidades, se ofre- LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 19 cen las mejores oportunidades para el temprano establecimiento de una firme relacién entre la. psiquis y el soma. En caso con- trario, la psiquis tiende a desarrollar una existencia que sdlo est4 vagamente relacionada con Ja experiencia corporal, con el resul- tado de que las frustraciones fisicas no siempre se experimentan con plena intensidad. Incluso si es sano, el nifio de un afio est4 firmemente arrai- gado en el cuerpo sdlo en determinadas ocasiones. La psiquis de un nifio normal puede perder contacto con el cuerpo, y hay fases en las que al nifio no le resulta facil regresar repentinamente al cuerpo como, por ejemplo, cuando despierta de un suefio profundo. Las madres saben todo esto, y despiertan gradualmente al bebé antes de levantarlo, a fin de no provocar los alaridos de pdnico que podrian ser el resultado de un cambio en la posicién del cuerpo en un momento en que la psiquis est4 ausente de él. Esta ausencia de Ja psiquis puede estar clinicamente asociada con pali- dez, momentos en que ‘el nifio transpira y est4 muy frio, e incluso vomitos. En esa etapa, la madre puede pensar que su hijo se est4 muriendo, pero ya antes de que Ilegue el médico se ha pro- ducido un retorno tan completo a la salud normal que el médico no puede comprender qué alarmé a la madre. Naturalmente, el médico clinico sabe més acerca de este sindrome que el espe- cialista. MENTE Y PSIQUE-SOMA Cuando el bebé tiene aproximadamente un afio, ya se han des- arrollado claramente los rudimentos de la mente, la cual significa algo completamente distinto de la psiquis, pues ésta se relaciona con el soma y el funcionamiento corporal, y la mente depende de Ja existencia y el funcionamiento de esas partes del cerebro que se desarrollan después (en la filogénesis) que las partes vinculadas con la psiquis primitiva. (La mente es la que gradualmente hace posible que el nifio aguarde a que se lo alimente, debido a los tuidos que le indican que ello ha de ocurrir. Este es un ejemplo burdo del uso de la mente.) Cabria decir que, al comienzo, la madre debe adaptarse casi exactamente a las necesidades del nifio, a fin de que Ja personali- dad infantil se desarrolle sin distorsiones. Con todo, la madre puede permitirse fallas en su adaptacién, porque la mente y los procesos intelectuales del nifio le permitén entender y tolerar fallas en la adaptacién. Asf, la mente es Ja aliada de la madre y asume parte de la funcién de esta Ultima. En el cuidado de un nifio, la madre depende de los procesos intelectuales de aquél, y gracias a ellos puede recuperar gradualmente vida propia. 20 D. W. WINNICOTT Por supuesto, hay otras formas en que se desarrolla la mente. Una de sus funciones consiste en catalogar los acontecimientos y en almacenar recuerdos y clasificarlos. Gracias a la mente, el nifio puede utilizar el tiempo como una medida y también medir el espacio, y relacionar las causas con los efectos. Resultaria instructivo comparar el condicionamiento en rela- cién con la mente y con la psiquis, pues ello podria arrojar luz sobre las diferencias entre ambos fenémenos, tan a menudo con- fundidos. Evidentemente, hay grandes variaciones de un nifio a otro en cuanto a la capacidad de su mente para ayudar a la madre en su manejo. La mayorfa de las madres pueden adaptarse a la capacidad mental buena o deficiente de cada nifio, y seguir el ritmo, répido 0 lento, de cada bebé. Pero también es muy factible que una madre apresurada deje atr4s a un hijo cuya capacidad intelectual es limitada, y también que el nifio muy répido pierda contacto con una madre lenta. A una determinada edad, el nifio se hace capaz de tolerar Jas caracteristicas de la madre y, asi, de alcanzar una independencia telativa con respecto a su incapacidad para adaptarse a sus nece- sidades, pero ello no suele ocurrir antes de que hayan transcurrido los primeros doce meses. FANTASIA E IMAGINACION La caracterfstica del bebé humano es la fantasia, que puede entenderse como la elaboracién imaginativa de la funcidén fisica. La fantasia no tarda en volverse infinitamente compleja, pero es probable que al comienzo sea limitada desde el punto de vista cuantitativo. La observacién directa no permite evaluar Ja fantasia de un nifio muy pequefio, pero cualquier tipo de juego indica su existencia. Conviene seguir el desarrollo de la fantasia mediante una cla- sificacién artificial: TD Simple elaboracién de la funcién. ID) Separacién en: anticipacién, experiencia y recuerdo. TID) Experiencia en términos del recuerdo de la experiencia, IV) Localizacién de la fantasfa dentro o fuera del self, con intercambio y constante enriquecimiento recfproco. V) Construccién de un mundo personal o interno, con sen- tido de la responsabilidad con respecto a lo que existe y sucede alli. LA FAMILIA ¥ EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 21 VID Separacién de la conciencia de lo que es inconsciente. El inconsciente incluye aspectos tan primitivos de la psiquis que jam4s se vuelven conscientes, y también aspectos de la psiquis o del funcionamiento mental que se vuel- ven inaccesibles como defensa frente a la ansiedad (lla- mado el inconsciente reprimido). La fantasia evoluciona considerablemente en el curso del pri- mer afio de vida. Es’ importante recordar que aunque éste, como todo otro desarrollo, tiene lugar como parte de la tendencia natu- ral a crecer, la evolucién se ve detenida o distorsionada a menos que existan ciertas condiciones, cuya naturaleza es posible estu- diar e incluso formular. REALIDAD PERSONAL (INTERNA) El mundo interno del individuo se convierte en una organi- zacién definida al finalizar el primer afio de vida. Los elementos positives derivan de los patrones de la experiencia personal, en particular de la naturaleza. instintiva, interpretados en forma per- sonal y, en Ultima instancia, basados en las caracteristicas hereda- das congénitas del individuo (en la medida en que han apare- cido ya tan temprano). Esta muestra del mundo que es personal para el nifio se va organizando de acuerdo con complejos mecanis- mos que tienen como propésito: D) preservar lo que se siente como “bueno” es decir, acep- table y fortalecedor del self Cel yo); II) aislar lo que se experimenta como “malo”, es decir, in- aceptable, persecutorio o inyectado desde Ja realidad ex- terna sin aceptacién (trauma); III) preservar un 4rea en la realidad psiquica personal, en la que los objetos tienen interrelaciones vivas, excitantes e incluso agresivas, a la vez que afectuosas. Hacia fines del primer afio de vida, existen ya comienzos de defensas secundarias destinadas a manejar.el derrumbe de la orga- nizacién primaria; por ejemplo, una sordina general en toda vida interior, cuya manifestacién clinica es el estado de 4nimo depre- sivo, © una proyeccién masiva en la realidad externa de elementos del mundo interno, cuya manifestacién clinica es una actitud para- noide frente al mundo, como lo revelan los caprichos con respecto a la comida, por ejemplo, el rechazo de la nata en la leche. La visién que el nifio tiene del mundo exterior est4 basada, en gran parte, en el patrén de Ja realidad interna personal, y cabe 22 D. W. WINNICOTT sefialar que la conducta concreta del medio con respecto a un nifio se ve en cierta medida afectada por las expectativa positivas y negativas de aquél. VIDA INSTINTIVA Al comienzo, la vida instintiva del nifio esta basada en las funciones relacionadas con la alimentacién. Predominan los inte- teses vinculados con las manos y la boca pero, gradualmente, las funciones excretorias también comienzan a participa. A una determinada edad, quizds alrededor de los cinco meses, el nifio ya puede relacionar la excrecién con Ja alimentacién, y las heces y la orina, con la ingesta oral, lo cual coincide con Ja adquisicién inicial de un mundo interno personal que, por lo tanto, tiende a locali- zarse en el vientre. A partir de este sencillo patron, la experien- cia psicosomética se extiende y Iega a incluir todo el funciona- miento corporal. La respiracién queda atrapada por lo que predomina en ese momento, de modo que puede estar asociada con la ingestién y también con la excrecién. Una caracterfstica importante de la respiracién consiste en que, excepto cuando el nifio llora, pone de manifiesto la continuidad de lo interno y lo externo, es decir, una falla de las defensas. Todas las funciones tienden a poseer una cualidad orgastica en tanto cada una de ellas, a su modo, incluye una fase de ex- citacién y preparacién locales, una culminacién en la que par- ticipa todo el cuerpo y una serie de consecuencias. La funcién anal adquiere una importancia cada vez mayor, y puede Ilegar a predominar sobre la funcién oral. El orgasmo de la excrecién es normalmente de tipo excretorio pero, en ciertas circunstancias el ano puede convertirse en un érgano receptivo y asumir parte de la importancia de la funcién y la ingesta ora- les. Desde luego, las manipulaciones anales aumentan la pro- babilidad de que surjan estas complicaciones. Tanto en los varones como en Jas nifias, la miccién tiende a ser orgistica y, por lo tanto, excitante y satisfactoria, a pesar de Jo cual depende en grado considerable de un manejo adecuado. Los esfuerzos por establecer en los nifios el control de esfinteres terminan por privarlos, si tienen éxito, de las satisfacciones f{- sicas inherentes a ese perfodo, y si se inician muy temprano, las consecuencias son enormes y, a menudo, desastrosas. La excitacién genital no es de importancia bdsica durante el primer afio de vida, no obstante lo cual, en los varones puede haber ereccién y en las nifias, actividades vaginales, sobre todo LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 23 en relacién con la excitacién provocada por la ingesta, real o imaginada, Las manipulaciones anales tienden a despertar acti- vidades vaginales. En el primer afio de vida, la ereccién falica comienza a tener importancia propia, y lo mismo ocurre con la excitacién clitoridiana. Al cabo de ese periodo, sin embargo, no es comtin que la nifia haya comenzado a envidiar al varén por la posesién de un pene, un érgano que, comparado con el clitoris o la vulva, es bien visible aun cuando no est4 erecto y atin més obvio cuando lo est. Esta discrepancia dard origen a la osten- tacién y la envidia en el segundo y tercer afio de vida. (La fun- cién y la fantasfa genitales no alcanzan una posicién de predo- minio sobre la funciones de ingestién y excrecién hasta el perfodo que va de los dos a los cinco afios, aproximadamente..) Durante el primer afio de vida, las experiencias instintivas contribuyen a desarrollar la capacidad del nifio para relacionarse con objetos, una capacidad que culmina en una relacién amo- rosa entre dos personas totales, el bebé y la madre. La relacién triangular, con su enriquecimiento y sus complicaciones espe- cificas, surge como un nuevo factor en la vida del nifio cuando éste tiene aproximadamente, un afio, pero no alcanza pleno sta- tus hasta que aquél comienza a caminar y hasta que lo genital predomina sobre los diversos tipos de funcionamiento y fantasfa instintivos relacionados con la alimentacién. El lector reconocer4 fécilmente en esta descripcién la teorfa freudiana de la sexualidad infantil, que constituyé la primera contribucién del psicoandlisis a la comprensién de la vida emo- cional de los nifios. La mera idea de una vida instintiva en la infancia provocé una tremenda reaccién en el sentimiento pi- blico, pero ahora se reconoce en general que dicha teorfa cons- tituyé el tema central tanto en la psicologia de la infancia nor- mal como en el estudio de las causas de la psiconeurosis. RELACIONES OBJETALES El bebé de un ajio es a veces una persona total que se re- laciona con personas totales. Este logro se alcanza en forma gradual y sélo se convierte en un hecho cuando las condiciones imperantes son suficientemente buenas. ‘Al comienzo hay una telacién con objetos parciales, por ejem- plo, el bebé se relaciona con el pecho, y la madre no cuenta para nada, aunque el nifio pueda “conocerla” en los momentos de contacto afectuoso. La integracién gradual de la personalidad infantil en una unidad hace posible que el objeto parcial Cpecho, 24 D. W. WINNICOTI etc.) se experimente como una parte de una persona total, y este aspecto del desarrollo provoca ansiedades especificas, a las que nos referiremos como capacidad para la preocupacién (pé- gina 26). El reconocimiento del objeto total esté acompafiado por el comienzo de un sentimiento de dependencia y, por Jo tanto, de la necesidad de independencia, Asimismo, la percepcién de la confiabilidad de la madre hace que esa misma cualidad surja en el nifio. En una etapa previa, antes de que el nifio actéie como una unidad, las relaciones objetales representan la unién de una par- te con otra. Hay un grado extremo de variabilidad en cualquier etapa dada, en cuanto a la existencia de un self total con el que sea posible experimentar y conservar el recuerdo de las expe- riencias, ESPONTANEIDAD El impulso instintivo crea una situacién que culmina en la satisfaccién, o bien en una insatisfaccién difusa o un malestar general psiquico y somético. Hay un momento para la satisfac- cién de un impulso, un climax’ que debe corresponder a la ex- periencia real. Durante el primer aiio de vida, las satisfacciones son de suma importancia para el nifio, quien, sélo gradualmente puede Ilegar a soportar la espera. Desde luego, lo que se le pide €s que renuncie a la espontaneidad y se adapte a las necesidades de quienes lo cuidan. A veces exigimos al nifio mds de lo que nosotros mismos podemos hacer. Asf, dos series de factores conspiran contra la espontaneidad: T) El deseo de la madre de liberarse del yugo de Ja mater- nidad, a Jo cual a veces se suma la errénea idea de que debe educar al nifio desde temprano, a fin de que sea un “buen” chico. II) El desarrollo, a través de complejos mecanismos, de una testticcién de la espontaneidad impuesta por el nifio mis- mo (el establecimiento de un superyé). Es precisamente el desarrollo de un control interno Jo que constituye la nica base verdadera para la moral. Esta comienza ya en el primer afio de vida, como resultado de profundos te- mores a la venganza, y continéia como una limitacién de la vida instintiva del nifio Cquien se convierte asf en una persona con sentimientos de preocupacién); protege a los objetos amados del LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 25 pleno impacto del amor primitivo, que es cruel y sélo tiende a satisfacer el impulso instintivo. Al comienzo, los mecanismos de autocontrol son toscos, como los impulsos mismos, y Ja actitud estricta de la madre resulta beneficiosa en tanto es menos brutal y més humana, pues se puede desafiar a una madre, pero la inhibicién de un impulso desde adentro suele ser total. Asi la actitud estricta de las ma- dres tiene una significacién inesperada, en tanto lleva a la obe- diencia en forma suave y gradual, y salva al nifio de la ferocidad del autocontrol. Por una evolucién natural, si las condiciones externas siguen siendo favorables, el nifio establece un autocon- trol interno “humano”, sin sufrir una pérdida demasiado grande de esa espontaneidad sin la cual no vale. la pena vivir. CAPACIDAD CREADORA El tema de la espontaneidad nos lleva naturalmente al de la creatividad, ese impulso que, més que ninguna otra cosa, le de- muestra al nifio que est4 vivo. El impulso creador innato se marchita a menos que se “reali- ce” en el contacto con la realidad externa. Cada nifio debe re- crear el mundo, pero ello s6lo resulta posible si el mundo se hace presente en los momentos de actividad creadora del nifio. EI nifio se abre hacia el mundo y el pecho esta alli, y el pecho es creado. El éxito de esta operacién depende de la adaptacién sensible que la madre hace a las necesidades del nifio, sobre todo al principio. A partir de esto hay una progresién natural hasta la creacién por parte del nifio de todo el mundo de la realidad externa, y hasta la creacién continua que al principio necesita de un pi- blico y que termina eventualmente por crear incluso a ese ptt- blico. Las penosas etapas tempranas de este proceso vital corres- ponden a la temprana infancia, y a la capacidad de la madre para presentar el fragmento de realidad en el momento més o menos adecuado, cosa que puede hacer porque, temporariamente, est4 identificada con su hijo en un grado extremo. MOTILIDAD - AGRESION La motilidad constituye un rasgo del feto vivo, y los movis mientos de un bebé prematuro en una incubadora probablemente ofrecen un cuadro de un nifio dentro del vientre materno hacia 26 D. W. WINNICOTT el final del embarazo. La motilidad es la precursora de la agre- sién, un témino que va adquiriendo significado a medida que el nifio crece. Un ejemplo especial de agresién aparece en las actividades prensiles y masticatorias que més tarde se convier- ten en la actividad de morder. Una gran proporcién del poten- cial agresivo se fusiona con las experiencias instintivas del nifio y con el patrén de sus relaciones. Es preciso que existan con- diciones ambientales suficientemente buenas para que este desa- rrollo tenga lugar. Cuando no se da la situacién normal, sélo una pequefia pro- porcién del potencial agresivo se fusiona con la vida erética, y el nifio se ve entonces abrumado por impulsos que carecen de sen- tido. Eventualmente, ellos Ilevan a una actitud destructiva en Ja relacién con Jos objetos 0, peor atin, constituyen la base de una actividad carente de sentido, como por ejemplo, una convulsién. Esta agresién no fusionada tiende a aparecer como la expectativa de un ataque. Esta es una de las formas en la que puede pro- ducirse una patologia del desarrollo’ emocional, evidente desde una etapa muy temprana y que, con el correr del tiempo, llega a constituir un trastorno psiquidtrico que, evidentemente, puede presentar rasgos paranoides, El potencial agresivo es sumamente variable porque depende no sélo de factores innatos, sino también del azar de un accidente ambiental; por ejemplo, algunos tipos de partos dificiles pueden afectar profundamente el estado del nifio que nace, e incluso un parto normal puede presentar caracteristicas que son traumiticas para la psiquis inmadura del nifio, que no conoce otra defensa que la reaccién y as{ temporariamente deja de existir por derecho propio. CAPACIDAD PARA LA PREOCUPACION __Aproximadamente en la segunda mitad del primer afio.en la vida de un nifio normal aparecen signos de una capacidad para Preocupatse 0 para experimentar sentimientos de culpa. Tene- mos aqui un estado de cosas sumamente complejo, que depende de la integracién de la personalidad infantil en una unidad y de que el nifio acepte su responsabilidad con respecto a la fan- tasfa total de lo que corresponde al momento instintivo. Para este logro tan complejo, la presencia continua de la madre Co de un sustituto) constituye una precondicién necesaria, y la actitud de la madre debe revelar que est4 dispuesta a ver y aceptar los es- fuerzos inmaduros del nifio por contribuir en alguna medida, es decir, por reparar, por amar en forma constructiva. Esta im- LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 27 portante etapa del desarrollo emocional fue estudiada por Melanie Klein, en su ampliacién de su teorfa psicoanalitica (freudiana) a fin de incluir también los orfgenes del sentimiento de culpa personal y de la necesidad de actuar en forma constructiva y de dar. En esta forma, la potencia (y la aceptacién de ella) tiene una de sus rafces en el desarrollo emocional durante el primer afio de vida, y también después. POSESIONES Cuando tienen més 0 menos un afio de vida, los nifios por lo comin ya han adquirido uno o varios objetos blandos: ositos, mufiecas de trapo, etc., que son importantes para ellos. CAlgunos varones prefieren objetos duros.) Evidentemente, estes objetos representan objetos parciales, en particular el pecho, y sdlo gra- dualmente Iegan a simbolizar a los bebés, a Ja madre o al padre. Resulta interesante estudiar la forma en que el nifio utiliza el primer objeto adoptado, quizds un trozo de frazada, una ser- villeta o un pafiuelo de seda. Este objeto puede asumir una importancia vital, y ser valioso como objeto intermedio entre el self y el mundo externo. Es muy comin que un nifio se vaya a dormir aferrado a uno de esos objetos (que he llamado “objeto transicional’), al tiempo que se succiona el pulgar o quizds se acaricia el labio superior o la nariz. El patrén es personal en cada caso y este patrén, que se manifiesta en el momento de ir a dormir, 0 en momentos de soledad, tristeza, o ansiedad, puede perdurar hasta fines de la nifiez e incluso en la vida adulta. ‘Todo esto forma parte del desarrollo emocional normal. 7 Tales fenémenos (que llamo transicionales) parecen’ consti- tuir la base de toda la vida cultural del ser humano adulto. Una deprivacién severa puede provocar la pérdida de la ca- pacidad para utilizar una técnica de eficacia ya demostrada, y el resultado es desasosiego e insomnio. Evidentemente, el pulgar dentro de la boca y la mufieca de trapo en Ja mano simbolizan simulténeamente una parte del self y una parte del medio. Aqui el observador tiene oportunidad de estudiar los origenes de Ja conducta afectuosa, que es importante, aunque més no sea porque la pérdida de la capacidad para ser afectuoso caracteriza al “nifio privado’ de mds edad, que clinicamente exhibe una tendencia antisocial y es un candidato a la delincuencia. 28 D. W. WINNICOTT AMOR A medida que el nifio crece, el significado de la palabra “amor” se modifica, o bien incorpora nuevos elementos: I) Amor significa existir, respirar y estar vivo, ser amado. IL) Amor significa apetito. Aqui no hay preocupacién algu- na, solo necesidad de satisfaccién. TIL) Amor significa contacto afectuoso con la madre. IV) Amor significa integracién (por parte del nifio) del ob- jeto de la experiencia instintiva con la madre total o el contacto afectuoso; dar se relaciona’ con tomar, etc. V) Amor significa tener reclamos con respecto a la madre, mostrarse compulsivamente 4vido, obligar a la madre a compensarlo por las deprivaciones Cinevitables) de las que ella es responsable. VI) Amor significa cuidar de la madre (o de un objeto sus- titutivo) tal como la madre cuidé del nifio, lo cual pre- sagia ya una actitud responsable adulta. CONCLUSION Estos progresos, y muchos otros, pueden observarse durante el primer afio de vida, aunque, desde luego, nada est4 establecido en esa época y casi todo puede perderse debido a problemas en la provisién ambiental después de esa fecha, o incluso a ansieda- des inherentes a la maduracién emocional. No es extrafio que el pediatra se sienta desanimado cuando intenta _dominar la psicologia del nifio, brevemente bosquejada aqui. No obstante, no debe desesperar, pues por lo comin puede dejar todo el problema en manos del niiio, la madre y el padre. Pero, si se viera obligado a entrometerse en la relacién madre- hijo, debe al menos tener conciencia de que es intruso y tratar de evitar toda interferencia que no sea imprescindible. [1960] 2 La relacién inicial de una madre con su bebé LA PAREJA MADRE-LACTANTE En uw estudio de la relacién que existe entre una madre y su hebé, es necesario examinar por separado aquello que es privativo «le la madre y lo que esté comenzando a desarrollarse en el nifio. Se dan aqui dos clases distintas de identificacién: la de la madre con su hijo y el estado de identificacién de éste con la madre. La madre aporta a la situacién una aptitud desarrollada, mientras que el nifio se encuentra en ese estado porque es asi como co- mienzan las cosas. Observamos en la mujer embarazada una creciente identifi- eacién con el nifio, a quien ella asocia con la imagen de un bjeto interno”, un objeto que Ia madre imagina se ha estable- cido dentro de su cuerpo y que pertenece alli a pesar de todos los elementos adversos que existen también en ese dmbito. El hebé significa también otras cosas para la fantasia inconsciente de la madre, pero tal vez el rasgo predominante sea la disposicién y la capacidad de Ja madre para despojarse de todos sus intereses per- les y concentrarlos en el bebé; aspecto de la actitud materna que he denominado “preocupacién materna primaria”. En mi opinién, esto es lo que otorga a la madre su capacidad cial para hacer lo adecuado: ella sabe exactamente cémo se siente el nifio, Nadie més lo sabe, ya que los médicos y las en- fermeras tal vez tengan muchos conocimientos de psicologia y, desde Iuego, son duchos en lo que se refiere a la salud y la en- fermedad corporal, pero no saben cémo se siente un bebé a cada minuto porque estdn fuera de esta drea de experiencia. Hay dos clases de trastornos maternos que pueden afectar a situacién, En un extremo, tenemos a la madre cuyos inte- 's personales son demasiados compulsivos como para abando- narlos, lo cual le impide sumergirse en ese extraordinario estado re 30 D. W. WINNICOTT que casi parece una enfermedad, aunque constituya un signo de salud. En el otro extremo, tenemos a la madre que tiende a estar permanentemente preocupada por algo, y el nifio se con- vierte entonces en su preocupacién patoldgica. Esta madre tal vez cuente con una especial capacidad para prestarle su propio self al nifio, pero ¢qué sucede en definitiva? Es parte del proceso normal que la madre recupere su interés por si misma, y que lo haga a medida que el nifio vaya siendo capaz de tolerarlo. La madre patolégicamente preocupada no sélo sigue estando iden- tificada con su hijo durante un tiempo demasiado prolongado, sino que adem4s, pasa muy bruscamente de la preocupacién por el bebé a su preocupacién previa. La forma en que la madre normal supera este estado de preocupacién por el bebé equivale a una suerte de destete. El primer tipo de madre enferma no puede destetar al nifio porque éste nunca la tuvo realmente, de modo que no corresponde aqui hablar de destete; el otro tipo de madre enferma no puede des- tetarlo, o tiende a hacerlo en forma demasiado brusca y sin tener en cuenta la necesidad que se va desarrollando gradualmente en el nifio de ser destetado. Si examinamos nuestra propia labor terapéutica con nifios encontramos situaciones paralelas a éstas. Los nifios que aten- demos, en la medida en que necesitan recurrir a la terapia, estan atravesando fases en las que retroceden y vuelven a experimentar (o experimentan por primera vez con nosotros) las relaciones tempranas que no fueron satisfactorias en su historia pasada. Po- demos identificarnos con ellos tal como la madre lo hace con su hijo, en forma temporaria pero completa. Pisamos terreno firme cuando pensamos en términos de lo que les ocurre a los progenitores, mientras que cuando reflexio- mamos acerca de un instinto maternal nos empantanamos en la teorfa, nos sumergimos en una mescolanza de séres humanos y de animales. De hecho, la mayorfa de los animales manejan estos problemas iniciales de la maternidad con bastante eficacia y, en las primeras etapas del proceso evolutivo, los reflejos y las respuestas instintivas simples son suficientes. Pero, de alguna manera, las madres y los bebés humanos tienen cualidades In manas y es preciso respetarlas; también tienen reflejos e instin- tos feroces, pero serfa absurdo describir a los seres humanos en términos de lo que tienen en comtin con los animales. Es importante destacar, aunque quiz4s resulte obvio, que cuando la madre se encuentra en el estado que acabo de des- cribir, es sumamente vulnerable. Esto no siempre se_advierte, porque por lo comin se forma una especie de circulo de protec- LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 31 cién en torno de la madre, organizado quizd4s por su compafiero. Estos fenémenos secundarios pueden aparecer naturalmente en tomo de un embarazo, lo mismo que el estado especial de la madre parece rodear al nifio. Sdlo cuando estas fuerzas protec: toras naturales de proteccién dejan de funcionar, podemos per- cibir hasta qué punto es vulnerable la madre. Aqui enfrentamos un tema muy importante que se relaciona con el de los trastornos mentales Hamados puerperales, que suelen afectar a las mujeres. A algunas mujeres no sélo les resulta diffcil desarrollar esa preo- cupacién materna primaria, sino que también la vuelta a una actitud normal frente a la vida y al self puede provocar una en- fermedad clinica, atribuible en cierta medida, a la ausencia o falta de la envoltura protectora, de eso que permite a la madre volcarse hacia dentro y desentenderse de todo peligro externo, al tiempo que se encuentra concentrada en esa preocupacién maternal. LA IDENTIFICACION DEL NINO CON LA MADRE Al examinar el estado de identificacién del nifio me refiero al nifio recién nacido, o que tiene unas pocas semanas 0 meses de vida. Un bebé de seis meses esté saliendo ya de la etapa que examinaremos ahora. El problema es tan delicado y complejo que nuestras refle- xiones resultardn estériles si no partimos de la base de que el nifio en Cuestién tiene una madre suficientemente buena. Sélo si es asf, el nifio inicia un proceso de desarrollo que es personal y real. Si la actitud materna no es lo bastante buena, el nifio se convierte en un conjunto de reacciones frente a los choques, y el verdadero self del nifio no llega a formarse o queda oculto tras un falso self que se somete a los golpes del mundo y en general trata de evitarlos. Dejaremos de Jado esta complicacién y consideraremos al nifio que tiene una madre bastante buena y que realmente se inicia en este proceso, Yo diria que: el yo de este nifio es a la vez débil y fuerte, todo depende de la capacidad de la madre para proporcionar apoyo al yo del niio. El yo de la madre est4 sin- tonizado con el del nifio y ella puede darle apoyo si logra orien- tarse hacia su hijo en la forma que ya he resefiado parcialmente. Cuando la pareja madre-bebé funciona bien, el yo del nifio es muy fuerte, porque est4 apuntalado en todos los aspectos. El yo reforzado y, por lo tanto, fuerte del nifio puede, desde muy iemprano, organizar defensas y desarrollar patrones que son per- 32 D. W. WINNICOTT sonales y que ostentan visiblemente las huellas de Jas tendencias hereditarias. Esta descripcién del yo como débil y fuerte se aplica también a aquellos casos en que un paciente Cnifio o adul- to) tiene una actitud regresiva y dependiente en la situacién terapéutica; con todo, aqui lo que me propongo es describir al nifio. Es precisamente este nifio con un yo fuerte gracias al apoyo yoico de la madre el que se convierte desde temprano en mismo, real y verdaderamente. Cuando el apoyo yoico de la ma- dre no existe, es débil o tiene altibajos, el nifio no puede desarro- Ilarse en forma personal, y entonces el desarrollo esté condicic- nado, como ya hice notar, més por una serie de reacciones frente a las fallas ambientales que por las exigencias internas y los fac- tores genéticos. Los nifios que reciben una atencién adecuada son los que con mayor rapidez se afirman como personas, cada una de las cuales es distinta de todas las demés existentes en la actualidad o en el pasado, mientras que los bebés que reciben un apoyo yoico inadecuado o patolégico tienden a parecerse en cuanto a los patrones de conducta Cinquietos, suspicaces, apati- cos, inhibidos, sometidos). En la situacién terapéutica de cui- dado infantil a menudo se tiene la satisfaccién de ver surgir. a un nifio como individuo por primera vez en su vida. Este aspecto teérico es necesario a fin de llegar al mundo de los bebés, un lugar extratio, donde nada se ha separado atin como no-yo, de modo que todavia no existe un yo. Aqui la identifi- cacién es el punto de partida del nifio. No es que se identifique con la madre, sino mas bien que no conoce a una madre ni ob- jetos externos; e incluso esta formulacién es errénea porque toda- via no existe un self. Cabria decir que el self del nifio en esta etapa temprana sélo existe en potencia; cuando un individuo re- gresa a este estado, se fusiona con el self de la madre. E] self infantil atin no se ha formado de modo que no puede decirse que esté fusionado, pero los recuerdos y las expectativas pueden co- menzar a acumularse y a tomar forma. Debemos recordar que estas cosas s6lo ocurren cuando el yo del nifio es fuerte porque se lo ha robustecido. Al examinar este estado infantil debemos retroceder un paso més de lo que habitualmente hacemos. Por ejemplo, poseemos conocimientos acerca de la desintegracién, y esto nos permite pa- sar facilmente a la idea de integracién. Pero en este contexto necesitamos un término como no-integracién a fin de expresar Jo que queremos decir. Asimismo, conocemos también la desper- sonalizacién, de la cual pasamos sin dificultad a la idea de que existe un proceso por el cual uno se transforma en una persona, se establece una unidad entre el cuerpo o las funciones corpo- LA FAMILIA Y EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 33 rales y la psiquis (sea cual fuere el significado exacto de esto). Pero al considerar ‘el crecimiento temprano, debemos pensar que el nifio atin no tiene problemas en este sentido, pues en esa etapa la psiquis apenas si est4 comenzando a elaborarse en torno del funcionamiento corporal. También conocemos las relaciones objetales, y de allf llegamos sin el menor problema a la idea de un proceso que permite esta- blecer la capacidad para relacionarse con objetos. Pero aqui es necesario pensar en una situacién previa, en la que el concepto de objeto atin no tiene significado para el nifio, aunque éste experimente ya satisfaccién al relacionarse con algo que nosotros vemos como uni objeto, o que podrfamos Ilamar objeto parcial. Estas cuestiones muy arcaicas comienzan a funcionar cuando la madre, identificada con su bebé, puede y quiere proporcio- narle apoyo en el momento preciso en que aquél lo requiere. LA FUNCION MATERNA A partir de estas consideraciones es posible agrupar en tres categorfas la funcién de una madre suficientemente buena en las primeras etapas de vida de su hijo: 1D Sostenimiento (Holding). ID) Manipulacién. IID Mostracién de objetos. TD La forma en que la madre toma en sus brazos al bebé estd muy relacionada con su capacidad para identificarse con él. El hecho de sostenerlo de manera apropiada constituye un factor bdsico del cuidado, cosa que sélo podemos precisar a través de: las sacciones que suscita cualquier deficiencia en este sentido. Aqui cualquier falla provoca una intensa angustia en el nifio, puesto que no hace sino cimentar: la sensacién de desintegrarse, la sensacién de caer interminablemente, el sentimiento de que la realidad externa no puede usarse como reaseguracién, y otras ansiedades que en general se describen como “psi- I) La manipulacién contribuye a que se desarrolle en el 0 una asociacién psicosomtica que le permite percibir lo como contrario a lo “irreal”. La manipulacién deficiente 34 D. W. WINNICOTT milita contra el desarrollo del tono muscular y contra Io que Ila- mamos “coordinacién’, y también contra la capacidad del nifio para disfrutar de la experiencia del funcionamiento corporal y de Ja experiencia de ser. III) La mostracién de objetos o realizacién (esto es, hacer real el impulso creativo del nifio) promueve en el bebé la capa- cidad de relacionarse con objetos. Las fallas en este sentido blo- quean el desarrollo de la capacidad del nifio para sentirse real al relacionarse con el mundo concreto de los objetos y los fené- menos. En sintesis, el desarrollo es producto de la herencia de un proceso de maduracién, y de la acumulacién de experiencias de vida, pero no tiene lugar a menos que se cuente con un medio favorable. Dicho medio tiene al comienzo una importancia ab- soluta, y més tarde sélo relativa, y es posible describir el curso del desarrollo en términos de dependencia absoluta, dependencia relativa y tendencia a la independencia. RESUMEN He intentado describir aqui Ja relacién madre-bebé, pero sobre todo en lo que atafie a este ultimo, en quien lo que encon- tramos no es en realidad una identificacién, sino algo no orge- nizado que se va organizando en condiciones sumamente espe- cializadas y va separéndose gradualmente de la matriz favorable, Esto es lo que se forma en el vientre y lo que gradualmente evoluciona hasta convertirse en un ser humano. Pero no es algo que pueda llevarse a cabo en un tubo de ensayo, por grande que éste sea. Somos testigos, si bien no oculares, de la evolucién de la experiencia inmadura de la pareja formada por el Jactante y su madre, una sociedad madre-bebé en la que la primera, en virtud de una suerte de identificacién, se pone en contacto con el estado original de indiferenciacién del nifio. Sin ese estado especial de la madre al que me he referido aqui, el nifio no puede salir verdaderamente de su estado original, y lo que puede su- ceder entonces, en el mejor de los casos, es el desarrollo de un falso self que oculta todo posible vestigio de un verdadero self. En nuestra labor terapéutica son incontables las veces en que jos encontramos ligados a un paciente; pasamos por una fase en la que somos vulnerables (como Jo es la madre) debido a esa participacién nuestra; nos identificamos con el nifio que depende temporariamente de nosotros en grado alarmante; observamos cé- LA FAMILIA ¥ EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO 35 mo el nifio se va desprendiendo de su falso self; presenciamos el comienzo de un verdadero self, un self verdadero con un yo que es fuerte porque, tal como lo hace la madre con su bebé, hemos podido proporcionarle apoyo yoico. Si todo sale bien, tal vez descubriremos que un nifio ha surgido, un nifio cuyo yo puede organizar sus propias defensas contra las ansiedades inherentes a los impulsos y las experiencias del ello. Un “nuevo” ser estd naciendo, merced a nuestro trabajo, un verdadero ser humano capaz de tener una vida independiente. La tesis que propongo aqui es que lo que hacemos en Ja terapia equivale a un intento de imitar el proceso natural, que caracteriza la conducta de cual- quier madre con respecto a su propio bebé. si estoy en Jo cierto, la pareja madre-bebé es la que puede proporcionarnos los principios basicos para fundamentar nuestra labor terapéutica, cuando tra- tamos nifios cuyo temprano contacto con la madre fue deficiente o se vio interrumpido.

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