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Segundo Trimestre
1. Si pudieras escribir una carta a tu familia relatando en ella todo
el conjunto de valores, opiniones, modos de pensamiento,
comportamientos valiosos que han sembrado en ti. ¿Qué les
dirías? Redáctalo en el formato propio de una carta.
Querida familia,
Me dirijo a ustedes hoy con el corazón lleno de gratitud por todo lo que han hecho por mí.
Quiero aprovechar esta oportunidad para compartir con ustedes todo lo que he aprendido
de ustedes a lo largo de mi vida. Sé que a veces no es fácil expresar estos sentimientos en
palabras, pero espero que esta carta les llegue al corazón.
Desde que era niño, he visto en ustedes un conjunto de valores que me han inspirado y
guiado. Me han enseñado la importancia de la honestidad, la humildad y el respeto hacia los
demás. He aprendido de ustedes que el trabajo duro, la perseverancia y la dedicación son
la clave para alcanzar nuestros objetivos en la vida. También he visto en ustedes una gran
generosidad y solidaridad hacia aquellos que lo necesitan, y eso me ha enseñado el valor
de la empatía y la compasión.
Además, han sido para mí un ejemplo de que no siempre todo va a salir como uno desea.
Que la vida siempre trae vueltas, cambios y contratiempos. Que no por ello ha de
permanecer uno derrotado ante la adversidad, que siempre que haya otro día, se puede
intentar de nuevo. Que hay que hacer sacrificios, por un bien común o algo a lo que aspirar.
En resumen, querida familia, quiero que sepan que todo lo que han sembrado en mí ha
dado fruto. Me siento agradecido por todo lo que han hecho por mí, y quiero que sepan que
estoy comprometido a seguir cultivando estos valores y comportamientos valiosos a lo largo
de mi vida. Espero poder ser un buen ejemplo para las futuras generaciones de nuestra
familia, y que ellos puedan aprender de mí lo que yo he aprendido de ustedes, porque no
puedo recordar todo lo que me han dicho, no puedo recordar todo lo que me enseñaron.
Pero no sería él mismo a día de hoy sin aquellas experiencias.
Diego Alejandro.
2. Diseña un anuncio publicitario en el que se presente a la
“persona ideal”, cómo lo harías. Vale cualquier formato de anuncio
publicitario.
Por lo tanto, es importante rechazar la idea de una "persona ideal" y en su lugar aceptar y
abrazar la complejidad y la diversidad de la experiencia humana. En lugar de aspirar a una
imagen artificial de la perfección, debemos aceptar nuestras imperfecciones y trabajar para
ser la mejor versión de nosotros mismos en el contexto de nuestra propia vida. Así que
como señalan filósofos como Sartre y Nietzsche, la idea de una persona ideal es una ilusión
peligrosa que puede limitar nuestra libertad y nuestra capacidad para ser felices y
satisfechos con nosotros mismos. Debemos aprender a aceptar y valorar nuestra propia
individualidad y trabajar para desarrollar nuestro potencial único en lugar de buscar una
imagen artificial de la perfección.
3. Busca en internet el testimonio de un misionero Cristiano y
elabora, a raíz del testimonio del misionero, una reflexión personal
sobre el problema de la inmigración en la actualidad. En segundo
lugar, ¿qué conclusiones sacas para tu vida después de escuchar
este testimonio? ¿A qué te invita de manera realista?
Como seres humanos, tenemos una responsabilidad de ayudar a aquellos que están en
necesidad. Si bien puede ser difícil y costoso, es importante que hagamos lo que podamos
para apoyar a los migrantes que llegan a nuestros países. Debemos trabajar para crear
sistemas justos y equitativos que permitan a las personas vivir con dignidad y sin temor.
Debemos mostrar compasión y empatía hacia aquellos que están en necesidad, y hacer
todo lo posible para ayudarles a establecerse y prosperar en nuestras comunidades.
Después de escuchar este testimonio, me di cuenta de que hay muchas cosas que puedo
hacer en mi propia vida para ayudar a los migrantes y refugiados. Puedo ofrecer mi tiempo y
habilidades para organizaciones que apoyan a los migrantes y refugiados. También puedo
involucrarme en la política y trabajar para crear leyes justas y humanas que traten a todos
los seres humanos con igualdad y respeto. Y, en última instancia, puedo tratar de ser una
persona compasiva y empática en mi día a día, reconociendo la humanidad de cada
persona que encuentro y haciendo lo que pueda para ayudar a aquellos que están en
necesidad.
A finales del siglo XIX, la sociedad estaba enfrentando muchos problemas sociales,
económicos y políticos, como la pobreza, la explotación laboral, la falta de derechos
laborales, el abuso de poder y la exclusión social. Estos problemas fueron
especialmente graves en las ciudades industriales, donde la industrialización y la
urbanización estaban transformando radicalmente la vida social y económica.
La DSI también promovió la idea de que la justicia social no puede lograrse solo a
través de la caridad individual, sino que requiere cambios estructurales en la
sociedad y la economía. La Iglesia defendió la necesidad de políticas públicas que
promuevan el bien común, como la protección social, la educación pública y la
atención médica accesible para todos. Además, la DSI propuso la idea de que la
solidaridad es esencial para la construcción de una sociedad justa, y que los ricos y
poderosos tienen una responsabilidad especial para ayudar a los pobres y
marginados.
En mi opinión, ser cristiano puede ser una gran ayuda para encontrar sentido en la
vida. El cristianismo ofrece una visión de la vida en la que se reconoce la dignidad
humana y se promueve el amor y la solidaridad entre todas las personas. La fe
cristiana invita a creer en la existencia de un Dios que es amor y que tiene un plan
de salvación para toda la humanidad. Además, el cristianismo ofrece una guía moral
clara para vivir una vida plena y significativa, basada en los valores de la verdad, la
justicia, la compasión y la misericordia.