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Introducción
En este estudio, el Espíritu Santo nos guiará a ver más bien lo que somos que
lo que hacemos. A través de la obra del Espíritu, Dios nos guiará para que
lleguemos a ser la expresión de su gloria. Él desea imprimir en nosotros su
carácter, lo que Él es, en y a través nuestro.
Dios desea usar los dones y talentos que nos ha otorgado:
“Podemos ser mucho por lo que hacemos pero podemos ser deficientes por lo
que somos”.
Necesitamos aprender a vivir lo que creemos, poner en práctica la Palabra de
Dios y así llevar fruto y llegar a ser como Él en la vida diaria.
El fruto es el carácter de Cristo producido en nosotros, para que podamos
demostrarle al mundo como Él es.
El fruto del Espíritu se compone de varias cualidades de carácter, pero es un
fruto; no puede ser separado, es una sola cosa. Puede resumirse en la palabra
AMOR.
Así como una naranja está cubierta y protegida por una cáscara exterior, el
amor es la
dimensión unificadora del fruto espiritual.
Lecturas
Es una ley natural, pero es una lección que nos puede hacer ver qué clase de
semilla estamos sembrando.
Si descuidamos el huerto o el jardín, comenzarán a crecer las malezas, y
entonces puede ocurrir que no sólo las dejemos crecer sino también las
fertilizamos.
¿Qué significa esto?
Hablamos de practicar las obras de la carne. Pidámosle a Dios que él nos
ayude a llevar fruto, porque dice (Gálatas 5:21); que los que practican tales
cosas no heredarán el Reino de Dios.
Hay una lucha espiritual, una batalla que se libra entre nuestra vieja
naturaleza carnal y la naturaleza divina (Gálatas 5:16-17).
Muchas veces vemos en nuestra vida como si Dios hubiera pasado con sus
tijeras de podar y queda nuestra planta sin hojas, ni ramas, nada, solo el
tronco; más nuestro sabio Dios sabe que es necesario, pues una cuidadosa
poda producirá abundante fruto.
Amor, gozo, paz: Son el resultado directo de nuestra relación con Dios o
nuestra vida ascendente.
Paciencia, benignidad, bondad: Se desarrollan a través de nuestra relación
con otras personas. Es nuestra vida exterior.
Fe, mansedumbre, templanza: Estas cualidades reflejan nuestra vida
interior.
1-Amor
II. Gozo
III. Paz
IV. Paciencia
V. Benignidad
VI. Bondad
VII. Fe
VIII. Mansedumbre
IX. Templanza
INTRODUCCION
En 2 Pedro 1:5-7 se nos da otra lista del fruto del Espíritu. Allí
se hace énfasis en que el cristiano debe someterse con todo
empeño y diligencia a la voluntad del Espíritu Santo. Debemos
agregar algo más a nuestra fe; es decir, debemos
incrementarla por medio de la práctica y el ejercicio, a fin de
que se vayan uniendo a ella otras virtudes igualmente
importantes en el desarrollo de la vida cristiana.
EXPOSICION BIBLICA
I. Amor
Filipenses 1:9-11;
1 Juan 4:7-11
Pregunta: ¿Por qué dice Juan que todo aquel que ama es
nacido de Dios y conoce a Dios?
II. Gozo
III. Paz
Isaías 32:17
IV. Paciencia
Gálatas 5:22
Enseñanza práctica
V. Benignidad
Santiago 3:13-18
Enseñanza práctica
Efesios 5:9
Efesios 5:8 indica claramente que este, así como todo el fruto
del Espíritu, es el producto de una vida llena de la luz del
Señor. Estar inundado de la luz de Dios es conocerlo más y
más, a través de su Palabra. Mientras más cerca andemos del
Señor, más fácil se nos hace desarrollar en nuestra vida el
fruto del Espíritu Santo. Una de las cualidades que surgen en
una vida consagrada es la bondad: "Porque el fruto del Espíritu
es en toda bondad, justicia y verdad" (versículo 9).
VII. Fe
VIII. Mansedumbre
Enseñanza práctica
IX. Templanza
Tito 2:2
Enseñanza práctica