Está en la página 1de 36

LA CESACIÓN DE LOS EFECTOS

JURÍDICOS DE LAS NORMAS


LEGALES

Juan Espinoza Espinoza


Código Civil
Constitución
Art. I.- La ley se deroga
Art. 103 (tercer
por otra ley.
párrafo).-
La derogación se produce
por declaración expresa,
La ley se deroga sólo
por incompatibilidad
por otra ley. También
entre la nueva ley y la
queda sin efecto por
anterior o cuando la
sentencia que declara
materia de éste es
su
íntegramente regulada por
inconstitucionalidad.
aquélla.
Por la derogación de una
ley no recobran vigencia
las que ella hubiere
derogado.
La Ley

Para GARCÍA AMIGO, la ley es «el mandato jurídico escrito


y procedente de los órganos legislativos competentes»,
cuyas características son las siguientes:

a. Es una norma de carácter general formulada


abstractamente;

b. Es escrita;

c. Ha de ser publicada;

d. Nace dentro del cumplimiento de cierta formalidad.


Tradicionalmente se ha sostenido que la ley es el ius scriptum[
por excelencia y con ello se ha pretendido zanjar la diferencia
existente con la costumbre. Creo que es necesario replantear
esta posición haciendo una diferenciación de carácter
sustantivo entre las distintas normas jurídicas y, para ello, será
necesario remontarse al concepto de fuentes de derecho.

Resulta forzoso, en materia de fuentes del derecho, referirse a


GENY quien reaccionó en contra del método jurídico que
exageraba el elemento legal y propuso como fuentes formales a:

•la ley escrita


•la costumbre (puede ser praeter legem o contra legem)
•la tradición (doctrina y jurisprudencia antiguas y de prestigio)
•la autoridad (doctrina y jurisprudencia nuevas)
Las fuentes materiales, son «todos los factores y circunstancias
que provocan la aparición y determinan el contenido de las
normas jurídicas».

REALE ha observado que «la vetusta distinción entre fuente


formal y fuente material del derecho ha sido origen de grandes
equívocos en el ámbito de la Ciencia Jurídica».
Las fuentes del derecho son definidas como «los procesos o
medios en virtud de los cuales las normas jurídicas se
positivizan con fuerza legítima obligatoria, esto es, con vigencia
y eficacia».

Las fuentes de derecho implican necesariamente la


pre-existencia de una estructura de poder que las haga que las
normas jurídicas sean obligatorias.
Dentro de esta concepción, que me permito llamar realeana, se
proponen cuatro fuentes del derecho:

a) Legales: expresión del Poder Legislativo;

b) Jurisdiccionales: provenientes del Poder Judicial;

c) Consuetudinarias: generadas por el poder social o


«poder decisorio anónimo del pueblo»;

d) Negociales: que surgen del poder negocial o de la


autonomía de la voluntad.
Sentidos de la ley

Se debe distinguir:

a) Atendiendo a la finalidad de las disposiciones legales:


− Ley material: aquellos preceptos imperativos y de
carácter general;

− Ley formal: normas que dictan un acto particular o


gestión administrativa.

b) Según los requisitos externos de su elaboración:


− Ley material: emanada por un órgano estatal;

− Ley formal: aquella norma que se ajuste a una


solemnidad especial.
Jerarquía de la ley

GARCÍA TOMA propone el siguiente esquema:

I. Categoría Normas constitucionales y las normas con


fuerza constitucional

1er. grado − Constitución


2do. grado − Leyes constitucionales
3er. grado − Tratados con habilitación legislativa

II . Categoría Leyes y normas con fuerza o condición de ley

1er. grado − Leyes Orgánicas


2do. grado − Leyes Ordinarias
3er. grado − Leyes de Bases
4to. grado − Leyes Generales
5to. grado − Leyes de desarrollo constitucional
6to. grado − Normas con fuerza de ley
Tratados
Decretos Legislativos
Resoluciones Legislativas
Reglamento del Congreso
Sentencias del Tribunal
Constitucional
Decretos de Urgencia
Normas regionales de
carácter regional
Ordenanzas municipales
7mo. grado − Normas con condición de ley
III. Categoría Decretos
1er. grado − Convenios internacionales ejecutivos
2do. grado − Decretos Supremos
3er. grado − Edictos municipales
4to. grado − Decretos de Alcaldía

IV. Categoría Resoluciones


1er. grado − Resoluciones Supremas
2do. grado − Resoluciones Ministeriales
3er. grado − Resoluciones de órganos autónomos no
descentralizados
4to. grado − Resoluciones Vice Ministeriales o sus
equivalentes en el sector público
5to. grado − Resoluciones expedidas por los
responsables de los organismos públicos
descentralizados
6to. grado − Acuerdos municipales
7mo. Grado − Resoluciones municipales
8vo. grado − Resoluciones de alcaldía
9no. grado − Resoluciones directoriales

V. Categoría Normas con interés de parte


1er. grado − Ejecutorias supremas
2do. grado − Resoluciones del Tribunal
Constitucional
3er. grado − Resoluciones del Jurado Nacional de
Elecciones
4to. grado − Resoluciones de los órganos de justicia
administrativa
5to. grado − Acuerdos de sala plena de los órganos
jurisdiccionales
6to. grado − Los convenios colectivos de trabajo
7mo. grado − Los contratos
8vo. Grado − Los testamentos
Perfiles de la norma jurídica
legislativa
Concepto Eficacia
Tridimensional: Nivel social

***

Fundamento Vigencia
Nivel valorativo Nivel formal
Supuestos de pluralidad de los enunciados legislativos

•Presuposición surge cuando los enunciados normativos se


encuentran bajo la forma de reenvío (Ej. art. 93 c.c.).

•Redundancia se da cuando dos enunciados se formulan de tal


manera que pueden ser interpretados como que atribuyen, a un
mismo supuesto de hecho, una misma consecuencia o efecto
jurídico.

•Incompatibilidad se da «cuando los efectos jurídicos que las


dos normas imputan al mismo supuesto de hecho son
incompatibles».
La doctrina ha elaborado tres criterios para superar el
problema de la incompatibilidad, a saber:

• El criterio de jerarquía (lex superior derogat


legi inferiori), regulado en el artículo 51 de la
Constitución;

• El criterio cronológico (lex posterior derogat


legi anteriori), regulado por el artículo I del
Título Preliminar del Código Civil;

• El criterio de especialidad (lex specialis


derogat legi generali).
Causas de cesación de la vigencia de las normas jurídicas
legales

Causas Intrínsecas
Causas Extrínsecas Derogación
Modificación
Causas Intrínsecas

Son aquellas en las cuales una norma legal pierde vigencia «en
razón de una circunstancia inherente a ella misma». Es el
caso de una ley que establece un término de vigencia, sea en
forma expresa o tácita. Por ello, reciben la denominación de
«normas temporales».

Es expresa «cuando la ley nació con un plazo predeterminado


de vigencia y dicho plazo ha transcurrido. La expiración del
término produce el fin de la vigencia de la ley», como en el
caso de las leyes presupuestales anuales. Es tácita «cuando
la ley se dictó en atención y en contemplación de una
determinada situación que posteriormente ha desaparecido
(por ejemplo: guerra, calamidad pública, etc.). La
desaparición de la situación que constituía la razón de ser
de la ley hace que la ley pierda su eficacia».
Causas extrínsecas
Son exteriores a la propia norma. Entre ellas se encuentran:

Derogación

En la doctrina italiana, siguiendo la distinción que se hacía en


el antiguo derecho romano, se prefiere utilizar el término
abrogación «como principal forma de extinción de la norma
jurídica». Esta extinción puede ser «total, cuando
comprende toda la norma, o parcial, cuando comprende
una parte de esta».

Mientras la abrogación es la cesación total de la vigencia de


una ley, la derogación es aquella parcial.
En nuestro sistema se prefiere utilizar el término derogación
(que puede ser total o parcial).
Clases de derogación

Derogación expresa

Se da «cuando el propio legislador establece explícitamente que


tal o cual ley pierda su vigor obligatorio». Ello se observa
del siguiente tenor de la norma: «Derógase la Ley de [...] de
tal fecha».

Derogación tácita

Resulta de la incompatibilidad, contradicción o absorción entre


las disposiciones de la ley nueva con las de la antigua. Este
principio se deriva del aforismo romano lex posterior
derogat priori.
Clases de derogación

Derogación expresa

Se da «cuando el propio legislador establece explícitamente que


tal o cual ley pierda su vigor obligatorio». Ello se observa
del siguiente tenor de la norma: «Derógase la Ley de [...] de
tal fecha».

Derogación tácita

Resulta de la incompatibilidad, contradicción o absorción entre


las disposiciones de la ley nueva con las de la antigua. Este
principio se deriva del aforismo romano lex posterior
derogat priori.
RUIZ SERRAMALERA observa que «para saber si existe
incompatibilidad, [el intérprete] tendrá que analizar la
finalidad de las leyes anteriores y de la posterior»,
estableciendo como criterios a tenerse en cuenta los
siguientes:

−Que exista igualdad de materias;

− Que exista igualdad de destinatarios.

−Que una y otra ley sean incompatibles entre sí.


La doctrina no es pacífica en admitir como derogación expresa
al mandato legal que contiene el tan socorrido tenor de:
«quedan derogadas todas las disposiciones contrarias a la
presente ley». En efecto, hay autores que se pronuncian en
sentido afirmativo (DÍEZ-PICAZO y GULLÓN) y otros, en
opinión que comparto, en sentido negativo (PESCIO
VARGAS).

Lo que distingue la derogación tácita de la expresa es que la


primera se basa en el criterio de la incompatibilidad o la
absorción; mientras que, en la derogación expresa, lo
relevante es la manifestación de voluntad concreta y
expresa de cesar los efectos jurídicos de una ley o, como. lo
sostiene cierto sector de la doctrina italiana, cuando la
nueva ley «tenga por objeto inmediato y exclusivo» derogar
la ley anterior (BARASSI).
Un caso de aplicación del principio de especialidad lo
encontramos en los siguientes hechos: el 12 de enero de
1999, un consumidor presenta a la Comisión de Protección
al Consumidor del INDECOPI una denuncia en contra de
Telefónica del Perú, por cuanto no habían sido atendidos
sus reclamos por facturación de unos recibos telefónicos y
porque afirmaba que estaba siendo condicionado su
reclamo al pago de los mismos. El proveedor manifestó que
se estaban atendiendo los reclamos y no había
condicionamiento alguno. Posteriormente, en un escrito, el
proveedor señaló que la Comisión debía declarar
improcedente la presente denuncia, ya que la misma debía
ser resuelta por OSIPTEL, quien resulta competente en
virtud de lo dispuesto en los literales k) y l) del artículo 6
del Decreto Supremo No. 62-94-PCM, la Resolución No.
007-94-CD/OSIPTEL y la Resolución No.
032-97-CD/OSIPTEL.
El artículo 33 del Decreto Supremo No. 62-94-PCM, del 5 de
agosto de 1994, que aprueba el Reglamento del OSIPTEL
precisa lo siguiente: «OSIPTEL tiene competencia para
conocer las siguientes controversias entre usuarios y
empresas operadoras:

a) Las relacionadas con la calidad del servicio;


b) Las relacionadas con la facturación y cobro del servicio;
c) Las relacionadas con la instalación del servicio;
d) Otras que señale expresamente su Consejo Directivo.

Es requisito para la admisión del reclamo haber agotado la vía


previa ante la empresa prestadora del servicio de
telecomunicaciones, de conformidad con lo establecido en el
artículo 74 de la Ley de Telecomunicaciones».
El artículo 46 del Decreto Legislativo No. 716 – Ley de
Protección al Consumidor y ahora al artículo 39 (de la
misma ley), reformado por la Ley N.o 27311, del 17 de julio
del 2000, establece:

“La Comisión de Protección al Consumidor es el único órgano


administrativo competente para conocer de las presuntas
infracciones a las disposiciones contenidas en la presente
Ley, así como para imponer las sanciones administrativas y
medidas correctivas establecidas en el presente Título. La
competencia de la Comisión de Protección al Consumidor
sólo podrá ser negada por norma expresa con rango de ley.

Las sanciones administrativas y medidas correctivas detalladas


en el presente Título se aplicarán sin perjuicio de las
indemnizaciones de carácter civil y la aplicación de las
sanciones penales a que hubiera lugar”
Otro caso en el cual se aplicó el principio de especialidad se
presentó cuando una asociación de consumidores denunció
a unas empresas tabacaleras por infracción al artículo 9 de
la Ley de Protección al Consumidor por no advertir a los
consumidores de la variedad, seriedad y real incidencia de
los riesgos para la salud que conlleva el consumo de los
cigarrillos.
Este establece que:

«los productos y servicios puestos a disposición del consumidor


no deben conllevar riesgo injustificado o no advertido para
la salud o seguridad de los consumidores o sus bienes. En
caso de que, por la naturaleza del producto o del servicio, el
riesgo sea previsible, deberá advertirse al consumidor de
dicho riesgo, así como del modo correcto de la utilización
del producto o servicio».
El Decreto Supremo No. 083-93-PCM fue modificado por el
Decreto Supremo No. 095-93-PCM, publicado el 22 de
diciembre de 1993. Esta norma modificó el artículo 7 del
Decreto Supremo antes mencionando señalando que:

“Las cajetillas, paquetes o bolsas de productos de tabaco


deberán llevar de manera ampliamente legible, ocupando
no menos de la décima parte del área total del empaque, la
frase FUMAR ES DAÑINO PARA LA SALUD. ESTÁ
PROHIBIDO FUMAR EN LUGARES PÚBLICOS,
SEGÚN LA LEY 25357”.
La Ley N.o 26849, publicada el 30 de julio de 1997, modificó el
artículo 7 de la Ley N° 25357 y estableció la adición del
siguiente párrafo:

“En igual forma y en espacio diferente, se consignará la


cantidad de alquitrán y nicotina que contiene el tabaco
presente en cada unidad del producto.

Los productos cuyos empaques o envolturas que los contengan


no cumplan con lo dispuesto en el presente artículo serán
decomisados por la autoridad competente y destruidos bajo
responsabilidad”.
Derogación indirecta de las leyes subordinadas

Es un tipo de derogación tácita que consiste en «quitar eficacia


a las normas de ley (o equiparadas) que dependen de
institutos expresa o tácitamente abrogados y cuya
supervivencia no solo carecería de fundamento, sino que
estaría en pugna con las innovaciones legislativas
introducidas».

En este mismo sentido, se afirma que «derogada una ley,


quedan derogadas también las disposiciones de rango
inferior dictadas para aplicarla, salvo que en esta no se
establezca desarrollo de los preceptos legales, sino que se
limite a sentar excepciones o a restarle ámbito de vigencia
en cuestiones dudosas».
Modificación

Se produce cuando la nueva norma no se limita a suprimir la


anterior, sino que además se formula una nueva que
sustituya a esta, también en forma total o parcial.
Hablamos de modificación total o parcial de las normas
jurídicas. En este caso, la modificación tiene carácter
sustitutivo. También puede ser de tipo aditivo, vale decir,
cuando se incorporan nuevos textos, y de tipo reductivo,
cuando se hace lo contrario.

¿En qué puede diferenciarse la modificación de la derogación?


La modificación se diferencia de la derogación expresa por
cuanto esta última solo extingue los efectos jurídicos de la
ley anterior. La modificación, aparte de esto, incorpora una
nueva regulación o adiciona (o reduce) el texto de la
antigua.
Debe tenerse sumo cuidado con la utilización de las fe de
erratas legislativas que, como ha sido advertido en doctrina,
suelen modificar subrepticiamente las normas corregidas y
«si la rectificación no guarda armonía con el texto
efectivamente aprobado, carece de todo valor legal».

Suspensión de la eficacia de las normas jurídicas

Dentro del plano formal de las leyes, dentro de este supuesto,


nos encontramos frente a una ley que está vigente, pero que
no surte efectos (jurídicos) por voluntad propia del
legislador.
¿La ley se deroga sólo por otra ley?

Sentencia del Tribunal Constitucional (arts. 200.4, 204 y 103,


tercer párrafo Const.)

Sentencia que ampara la acción popular (art. 200.5 Const.,


arts. 76 y 81 del Código Procesal Constitucional)

Decretos de Urgencia (art. 118.19 Const.)


Efectos derogatorios indirectos del referéndum

Según nuestra Constitución, «los ciudadanos tienen derecho a


participar en los asuntos públicos mediante referéndum»
(artículo 31), pudiendo ser sometido a este tipo de
participación ciudadana «la aprobación de normas con
rango de ley» (artículo 32.2). Por consiguiente, mediante un
referéndum se puede aprobar una ley que derogue a otra.
Sin embargo, no todo tipo de leyes puede estar sometido a
referéndum. Así, el último párrafo del artículo 32 de la
Constitución establece que: «No pueden someterse a
referéndum la supresión o la disminución de los derechos
fundamentales de la persona, ni las normas de carácter
tributario y presupuestal, ni los tratados internacionales en
vigor».
Derogación de la norma derogatoria o modificatoria

La última parte del artículo I del Título Preliminar del Código


Civil establece lo siguiente: «Por la derogación de una ley
no recobran vigencia las que ella hubiere derogado».

CASO: treinta parlamentarios, en fecha 6 de diciembre de


1996, solicitaron la declaración de inconstitucionalidad de
una ley. Los hechos son los siguientes: el artículo VI del
Título Preliminar de la Ley de Política Nacional de
Población, Decreto Legislativo N.o 346, del 5 de julio de
1985, excluía como métodos de planificación familiar al
aborto y a la esterilización. La Ley N.o 26530, del 10 de
setiembre de 1995, modificó dicho artículo y suprimió la
mención a la esterilización, dejando vigente la exclusión del
aborto como método de planificación familiar.
Precisiones que hace la jurisprudencia nacional

¿Cabe aplicar el artículo I de Título Preliminar del Código


Civil a los actos jurídicos? (art. 800 c.c.)

¿Tiene naturaleza procesal el artículo I de Título


Preliminar del Código Civil ?

Debemos recordar que: “la norma procesal, como especie de la


norma jurídica, se caracteriza por ser instrumental, formal
y dinámica. Es instrumental en tanto asegura la eficacia de
la norma material y regula el mecanismo para su aplicación
y cumplimiento. […] Es formal porque su actuación no
afecta la estructura interna del conflicto al que se quiere
poner fin; solo asegura que los requisitos extrínsecos
referidos al procesamiento del conflicto se cumplan,
asegurando y precisando las facultades y deberes de todos
los participantes
en la actividad procesal […]. Finalmente, y este es el rasgo
más determinante, la norma procesal es dinámica, esto es,
su aplicación importa la existencia de una relación jurídica
en constante y permanente cambio, hasta con intereses
contradictorios pese a que la actividad en su conjunto esté
dirigida hacia una meta común” (MONROY GÁLVEZ).

¿Cabe una derogación tácita genérica?

A partir de la lectura de la Resolución Casatoria N.o 393-98, de


fecha 10 de diciembre de 1999, temo que podría
interpretarse que sí. En efecto:

“Que, si bien el literal e) del artículo cincuenta y ocho de la Ley


de Notariado, dado el siete de diciembre de mil novecientos
noventa y dos, prescribía que no era exigible la minuta en
los casos de instrumentos públicos protocolares cuando el
acto era
de adopción de mayores de edad, admitiendo de esta manera
que el notario podía ejercer función notarial en adopciones de
la naturaleza indicada, debe tenerse en cuenta que dicha
norma fue derogada tácitamente por dos vías claramente
establecidas por el nuevo Código Procesal Civil. La primera
de ellas, por la regulación específica de la materia, esto es, por
haber regulado que la adopción de personas mayores de edad
debe seguir el trámite previsto para el proceso no contencioso
sin que de las normas que regulan dicho trámite se aprecie la
admisión de una excepción como la notarial u otra vía
extrajudicial; y la segunda de ellas, que entra a modo de
reiterar la primera, pero esta vez en forma más genérica,
cuando se precisa en el numeral trece de la primera
disposición derogatoria del citado Código adjetivo que quedan
derogadas todas las demás disposiciones que se opongan a la
presente Ley, que en el caso que nos ocupa, sería la norma
citada de la Ley Notarial” (el subrayado es mío).

También podría gustarte