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EL SEMINARIO DE JACQUES LACAN LIBRO 5 LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE 1957-1958 EL FAMILLONARIO Puntuacién de los seminarios antertores La que séto se ve mirando a otra pare Este afio hemos tomado como tema de nuestro seminario las formacio- 1no lo han hecho es preferible que acu teferirme a ese escrito constantemente. Me veo obligado a suponer cono- ido fo que ya se ha enunciado una vez. “ Pensando en los que no cuentan con ninguna de estas preparaciones, les dicé a qué vay «hoy, eval serd el objeto de nuestra lecei6n de introduccién e tema, En un primer tiempo, de forma por fuerza breve y alusiva, pues no pue- do empezar otra vez por e! principio, les recordaré algunos puntos que Puntan lo que, en fos afios anteriores, eshoza y anuncia lo que tengo que decirles sobre la funcién del significante en el inconsciente, u 72 LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU A FREUDIANAS DEL ESPIRITU recisamente porque no hay chiste que no sei zaen el espacio abstracto. Empezaré mostrindol fbace que la agudeza sea la mejor entrada para nu Aécnicas, fa saben a qué atenerse en cuanto a to gen voy 5 sonlpwien'y ato id, al mismo tiempo, economizar su esfuerzo mental. 1 El primes aito de mi seminario, consagrado a los evcritos técnicos de Fread, consistid esencialmente en introducirles la noci6a de ta funcida de lo simbético como la tnica capaz de explicar lo que se puede lamar la de terminacién del sentido, en tanto que ésta es 1 realidad fundamental de la experiencia (reudiana. ‘Como 1a determinacién del sentido es, en este caso, nada mis y nada menos, una definici6n de la razén, tes recuerdo tra en el principio misma de la pos que algo ha quedado anudado con puede desanudarlo, ‘Aceste respecto les seisié la distancia que separa la palabra, en cuanto es ejercida por el sec del sujeto, del discurso vacfo que deja ofr su zumbido ‘por encima de los actos humanos. Estos actos se toman impenetrables de- bido a la tmaginacién de motivos que son irracionales, y sélo se racionali- zan en la perspectiva yoica del desconocimiento. Que el propio yo sea fun- udelane se tarde mantener, aunque no slempte, la siguiente corespondencia: Le trait d'espris, “la agodera un srlt esprit, “una ocurencia"s fun mot d'esprit. “el von chiste IN. del 2 EL FAMILLONARIO. im dela relacién simbélica y pueda quedar afectado por eila en su densi- dad, en sus iaabierta en el ser humnano por la pre- verte, en funcién de bo que Hlamé La prematuraciGn del nacimiento, Este es el punto de impacto de [a intrusién simbolica Hes aguthara donde habiamosHegado enterica ene rir mer seminario y mi segundo El segundo seminario desacé ‘ura de una cadena significante, y eso es dandotes un modelo bajo la forma de ta si iGn ulterior —, todavia habré de serles Gil por mucho tiempo, Hasta es- (oy persuadido de que cambiard con la edad, y tendrén ustedes menos difi- ccultades si lo consulian dentro de algunos meses, incluso al final de este ao, Lo digo para responder a los loables esfuerzos de algunos, destinados a reducir su alcance. En todo caso, asf tuvieron Is oportunidad de ponerse ‘prueba, y es0 ¢s precisamente lo que bused, Aungue hayun dado con al 1 dudas, como los que se han tomado esa molestia me han incluso escrito, cada uno de €508 cuatro términos esté marcado por una ambiguedad fundamental, pero en ella reside precisamente el va- del ejemplo. Con estas agrupaciones entranos en la via de lo que cons- Ta especulaci6n actual sobre los grupos y sabre los conjuntes, Estas igaciones se basan en el principio de partir de estructaras compicjas, {que s6lo se presentan como casos particulares. No voy arecordarles cémo fueron engendradas ess pequerias letras, pero es indudable que llegamos, después de las manipulaciones que permiten definitlas, a algo muy simple. En efecto, cada una de. efinida por las relecianes existentes entre los dos términos de dos pares, el par de lo simétrico y lo disimétrico, de lo disimétrico y lo simétrico, y luego el par de lo semejante con lo deseme- ante y de Jo desemejante con lo semejante. Tenemos, pues, ua grupo de B LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU ‘Cuya propiedad es que cada uno de ellos es analizable '6n de sus relaciones con los otros res, Para confirmar, de paso, este ailadicé que un grupo asics, segdn Roman Jakobson, de acuerdo is, a secas, Incluso se confun- Yo examinsmos deienidamente, uno y otto no son en esencia cosas s. io, hablamos de la psicosis, en tanto que s¢ funda en una carencia significance primordial, Mostramos la subduccién ‘de lo real que se produce cuando, arrastrado por la invocacién vital. viene su lugar en fa carencia del significante de la que hablabamos ayer ar de el icosis les permitis comprender, sino 0, al menos el mecanismo esencial de la reduecion del Otro, ro con maytiscula, del Ouro como sede de Ja palabra, al otro imagi- simbélieo mediante i para el psicético, en razén pre~ fad del Otro, con maysiscula, y el ‘de de la palabra y garante de la verdad, y ante el cual el sujeto se encuentra coma siendo su propia ima- de esta dustidad es precisamente 10 que le ocasiona ficultades para mantenerse en Un real humano, es de- imb6lico. indo sobre la dimensin de lo que llamo el didto- go que le permite al sujeto sostenerse, se lo ilusté, ni més ni menos, con el jemplo de la primera escena de Ashatie. Es un seminario que ciertamente a tantear el terreno was os primeros indicios. Su St, vengo a su templo a adorar at Eterno hace eso. EL FAMILLONARIO a referirme al esquema'célebre de fe Se ve representado el doble flujo paralele del stintos y condenados a un perpetuo di fon esta intenciOn forjé para ustedes la imagen, tomada eolchonero, del punto de capitonado. En efecto, ¢3 preci= ido de uno se amarre al tejido del otro para que imites posibles de esos . BUS, puntos de capitonado, pero dejan alguna elast- as entre los dos términos. Joretomaremos este afio, evando I ‘en tanto que Freud nos Yo Ito a encontrar. Del mis no surgir el sentido sino en la yal que les in te", Los simbol metéfora, 74 ay JAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU. £(S..S)S" = S(-}s 1(3Js =S()s Ena primera (érmuta, § est vinculado, en la combinacin de ta cade- fa, con S", todo ello con respecto a Slo cual lleva a poner S enna certa He agufen qué punto: bordaremos lo que cons- tituird el objeto de nuestros encuentros de este aio, t Para abordar este objeto, les he construido un esquema, y ahora les diré qué, al menos hoy, podrin connotar con él, ‘Si hemos de encontrar una forma de aproximaros mds a las relaciones de la cadena significante con la cadena significada, seré mediante la ima ‘gen grosera del punto de capitonado. Para que resuite vélido, antes babria que preg: dénde esté el ddrfamos ponerla en el esquema serfs, con toda, de EL FAMILLONARIO. ‘Como hay entre fa cadena significante y 1a corriente del significado un deslizamiento reclproco, que constinuye lo esenciat de su relaciéa, pero a pesar de este deslizamiento hay un vinculo, una coherencia env las das ‘maejemplar va a ser mediante algo asf como el entrecruzamiento.en do inverso de las dos Iineas en una especie de presente ideal. En torno @ esto podemos centrar nuestra especulacion, Pero, por muy importante que deba ser para nosotros esta nocién del tuna frase, no comprenderdan ste asta que ta haya acabado. Es det todo necesario — ésta es la definicin de In frase — que haya dicho ta tina palabra para que comprendan d6ade est4 la primera. Esto nos pro- més tangible de lo que se puede lamar la accién te. Precisamemte es lo que les muestro sin cesar periencia analftica, en una escala infinitaznente Por otra parte, una cosa esté clara — es una manera de expresarse — y la recalco de forma precisa en “La instancia de la letra en el inconsciente. ‘Les ruego que a ella se remitan provisionalmente. Lo expresé en forma de tuna metéfora, si puedo decirlo a ica, En efecto, es imposible re- presentarse en et mismo plano el significante, el significado y el sujeto. No ‘¢s nada misterioso nj opaco, estd demostrado en el texto de una maneramuy simple a propésito de! cogito cartesiano. Me abstendré de retomarlo ahora ‘porque volveremos a encontrarnos con esto mismo bajo otra forma. Les recuerdo todo esto simplemente con la finalidad de justticarles las , ¥ la punta de la flecha su final. Reconocerdn ustedes aqui mi primera linea, sobre {a cual queda en- ganchada fa otra tras haberla atravesado dos veces. Les advierto que no pueden confundir lo que representaban anterior- ‘mente estas dos lineas, a saber, el significante y el significado, con lo que a” LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL. ESPIRITU — AES ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITY clamente representados. En este esquema se tata de los dos estados © funciones que podemos aprehender en una se- ‘cuencia significante. La primera linea nos representa la cadena significante en tanto que per- rvanece enteramente permeable a los efectos propiamentesignificantes de lo cual implica la sctualizacién posible de or eso hoy empezaremos a entrar en cierto modo en el Cciente a través de Ia agudeza, el Witz, La ova linea es Ja del discurso racional, en el que ya estén integeados cierto nimero de puntos de referencia, de cosas fijas. Estas cosas, en esta in, s6lo pueden capiarse estrictemente en el nivel de los empleos de] significante, es decir, aquello que concretamente, én el uso del discurso, constituye puntos ios, Como ustedes saben, estén muy lejos de correspon dder de forma unfvoca a una cosa. No hay ni un solo scmantema que conres- onda a una sole cosa. Un semantema corresponde la mayorfa de las veces a cosas muy diversas, Nos detenemos aqui en et nivel de ma, es decir, lo que estéfijedo y definido por un empleo, Se trata, pues, de la tinea det discurso corriente, comin, como to adm (eel codigo del discurse que yo Tlamarfael discurso de Ia realidad que da- 1s EL FAMILLONARIO. el nivel donde se producen menos creacio- fo ya estd, en cierto modo, dado. La fauna fina mezcla de e$ donde se produce el famoso discurso vacio del que partié cierto mimera de observaciones mias sobre 1a funcién de la palabra y e} campo del lenguaje. Como muy bien ven ustedes, esta linea es el discurso concreto del suje- to individuat, el que habla y se hace oft. es el discurso que se puede grabar fen un disco, mientras que la primera son tadas las posibilidades que ella incluye en evanto a descomposicién, reinterpretacién, metaf6rico y metonimico. Una van sentido contrario de la otra, por la sir ple raz6n de que se deslizan una sobre otra. Pero una corta a la otra. Se cortan en dos puntos perfect Es preciso que el c6digo se encuentre en alguna parte para que pueda haber aldicion del discurso, Este cédigo est, evidentemente, en A mayis- cule, es decir et Otro como compartero de lenguaje. Este Otro es absoluta- les rego que fo adviertan, no hay ninguna ca- lo con ese nombre imbécil y delirante de la Otro es un Otro, Basia con uno solo pars que la unto basta con uno solo, que este Otro por sf solo puede constituir el primer blarse a s{ mismo su fengua, con’ sino inctuso dos, en todo cas igua cuando 8 es su tinico posesor. rimer encuentro, que se produce en To que he Segundo encuentro que remata el bucle, que constituye <1 sentido propiamente dicho, que lo constituye a partir det c6digo con el ‘que el bucle se ha encontrado en primer lngwy, se produce en este punto de INegada marcado y, Como ven, aquf llegan dos flechas, y hoy me dispensa- 's cudl es In segunda. El resultado de la i6n del discur- s0.con el significante como soporte ereador del sentido es el mentaje. Enel mensaj ido nace, La verdad que se he de anunciar, si hay alguna verdad, est ahi. La mayor parte Ue las veces no se anuncia ninguna ‘verdad, por la'sencilla raz6n de que, tas més de las veces, el discurso no Pasa en absoluto a través de la cadena significante, es ef puro y simple 19 76 7 LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU ronroneo de fa repeticién, el molinillo de palabras, que'pasa en cortocircuito entce By B’. El discurso no dice absolutamente nada, salvo indicarles que soy un arial parlante. Ese) discurso comin, hecho de palabras para no decir nada, gracias al cual nos aseguramos de no hallamos frente 8 lo que el hombre es por naturaleza, a saber, una bestia Los dos puntos — el minimo de nudos del cori son fcilmente reconacibles. Son, por una parte, en Bel objeto, enel sentido del objeto metninico del que es abt ao prado, Pr oa paren {que distingue enunciado y enunciacién. tamente accesible a la experiencia lingUistca, pera que la experies diana del andlisis confirma al menos con Ia distinci6n principal que hacee surgi, de forma irradiance y concénirica, de la existencia de u to cualquiera, un mensaje 0 una palabra cualquiera si no se da toda esta 7az6n de que la palabra supone preci- ple de obtener —nos ha costado un de una sed de los empleos, dicho de fotra manera, del uso de una lengua. Supone ademés todo este mecenismo porel cual —- digas lo que digas, pensando en ello o sin pensarlo, formules o que formules — tan pronto entras en la rueda de} molinillo de palabras, tu discurso siempre dice mAs de lo que ti dices. ‘Ademés, por el solo hecho de ser palabra, ef discurso se basaen la exis: tencia ea alguna pane de aquel término de refere verdad — de la verdad en cuanto distinta de tate ‘adiando por una parte del mensaje y por otra efios alerones que indican dos sentidos diver- je va hacia el objeto metontmico y hacia el Otro, Todo esto es Jes ruego que lo t_ngan en cuenta, pero vana ver cOmo estas dos 20 EL FAMILLONARIO pueden parecerles obvias, la que va del Yo (Je) al Otro y la que va del Yo deal ai rept, w eae dl nn utilidad. -n las otras dos lincas, formidablemente al c6digo y del cédigo al mensaje. En Exto nos proporcionacé también una ocasi6n mAs para aprehender la re- lacién de dependencia en que se encuentra el objeto metonimico, ese famo- 0 objeto del cual empezamos a ocupamos el afo pasado, ese objeto que nun- ‘ca estd ahi, que siempre estésituado en otra parte, que siempre €s otra cosa, ‘Ahora aburdemos el . que prefiero la primera quiere decir también el espfritu. Este término se seguida, con una ambigdedad extrema? a veces objeto de cierta depreciacién — es ligere2a, fal- ta de seriedad, fantas(a, capricho. LY el espiritu? En este caso, por el contra- tio, uno se detiene, va con cuidado antes de hablar de la misma forma. Conviene dejarle al esptritu todas sus ambigitedades, incluyendo el es pititu en su sentido amplio, ese espiritu que evidenterente sirve demasia- teaduecién. Pero ‘os presenta pues, ‘Una ocurtenci: 2. La pataba francesa esprit cubre un eampo inmenso, que comesponds & mult de terninos segin los contexts: espiriu, alma, mente, conciencia,ingenio, intelic no, malic, pleaed, con sgaificados semejanic ‘el mAs adecuado a cada conten ‘com os divers senidos y tecurriendo e veces lwaduccin literal. [N. delT.) a LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESDIRINY — Ete ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESTURITY <0.» menudo de parelion para mercanctas dudoses, cl espintu del espin- tuahismo. Pero na por ello curece la nocidn de espiritu de un centto de gra vedad, que reside para nosoeros en cl ingenio en el sentido en que se habla de un espicita agudo,! aunque no tenga una reputactin excesivamente bue- ros Jo centrarernns en la agude a, c+ decir 10 que pa caduco, mas asequitle a lacrfiica. Ciertamente, sis hacer cosas asl, Y Por exo no nos ha de fen suma, de la obva Ue Freud, donde se 8 decoran con una maydscula, a saber, el espinty, sem No por ello earecen de pareatesco los dos polos del téemino. que desde siempre ha dado pie » disputas Serta diverndo recordartes la tradici6a i netamente ambiguo que el Witz. € incluso que ele Han abundado tas discusiones sate el verdadero, ‘1 buen espiritu, por deci | Wir es todavia mis fete, {Come distingy, des que abordaron los 1 ccttera, ta evestién cor fenfa que poner de a ‘det Wit, Los exeriios de Hazlit son 8 este re {vin de quien tendremos ocavién de has, kejos enesia via, Podria hahlazics igualmenie de fa tradici6n aleinana romoesén del expinta al primer plano del enstianisn ‘Alemania una evoluciga est Je Baudelaire y de otra pate, siempre se 1a ha preseniado, incluso en emrayoe, 3 Homme deapnt En ene cxprentin se mercla el engerio com In mal prcordin IN. 6eAT 2 EL. FAMILLONARIO uta crilicn, quiero decir desde el punto de vista de una formutacién in- 1 del problema Dejo de lade fa tavicién principal, la espafota, porque es demasiado Jmpontante como para que mo hayaroe de recitimos a ella abundante men- te mis tae, Tl ponto decinva es el siguiente — Iean lo que lean ustedes sobre ef pro» 18 del Hits @ de! Wir.e] hecho es que siempre llegan aclarox calleyones Gue slo el tempe me impide desarroltarles hoy — ys lo carscterizan a ta obra de Freud. Nos dice cudles son sus fuentes, 8. Muy lepibles, de esos burns idades, que tenfan tiempo para reflenionar apacidlemente y hactan cosas nada pedantes. Son Ki ‘Theodor Vischer y Theeviot Lipps, un profesor de Minich que, de escrihid Ins mejoret couas, y Ilega muy lejos, incluso le Gende Wwinvestigacin freudiana. Simptemente, si el Se. Ligps mo hubiera estady tan preocupade por 1a respelabihdad de su Witz, si no hubiera querido que hhabiese uno verdalero y otro falso, habria legado sin duda mucho mds Ie- jos Por el 50 no retuvo a Freud para nada, Ya estaba acostm- forma en Ia teorfa literaria, la que no les he hablado, pero. menudo, una tradicién naci- orancia les hace creer que la vvago, De ninguna manera. El te preciso — es una escuela cri- aria, perseguida desde ya hace algiin tiempo por Iz organizacidn estat que esif de parte uel spumik. De cualquier forma, donde Freud se fi € propiamente dicho, y el resullada no deja lugar » dudas, del todo convincente. Estaes una clave que me permite ir mu. 0s. 2B 78 79 LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU Después de haberles pedido que lean de vex en cuando mis anvculos, formas no tengo necesidad de pedirles que lean el libro de Freud, snd seine Bezichung eum Unbewussten. Dado que este aho les 2, ne parece lo minimo. Verdn que ta economia dees libro se basa en que Preud pare de la técnica del chiste y vuelve a ella constan- tenia de significante y vuelve aella sin cesar, Pone de {os planos, y de pronto se ve con ta mayor nitidez qué ¢ ‘er distinguir para no perderse en perpeluas confusiones ‘en peosamieatos que no permiten salir del epuro. Se ve, por ejemplo, que bay un problema de! ingesio y hay un problema de lo comico, y que Ro es a misino. De la misma forma, por mucho que dz vex en cuando el proble- ima de fo c6mico y el problema de la risa vayan juntos, incluso aunque los blema. la técnica significante, y de ahi pariremos ‘Cunlosamente, se produce ca an niv {que sea el aivel del inconsciente, pero, por razones pro! oenel ‘que ¢s el inconsciente. El inconsciente, preci ‘cuando miramos un poce al ado.* Lo verdn ustedes constante- pues ésta eb su propia naruraleza — miras wh y €50 te sth abl, Empecemos, pues, con Fre Freud no se maté para encont ¥y que pueden parecemos un poco prosaicos y de valor desigu de esos ues profesores, por e50 les be dicho en qué estima los tenia. Con odo, bay otra fuente en la que Freud verdaderame: ine, y de esta fuente toma su primer ejemplo luna palabra espléndida que florece en la boca de Hissch- fo de Hamburgo que colecciona boletos de loteria, ments- de Lucas. Si EL FAMILLONARIO no, un lapsus, una ocu- echo de que haya podi- pecie de encastrado, con ayuda ‘cadena sigaificante. Freud completa esta palabra con un precioso.esquema significante donde se inscribe, primero, famili Wlona- ‘condensa y, en el intervato entre los dos, aparece famitlonaria. Famiti © mill _onaria faMiLton —_ ARia ‘Teatemos de ver qué ocurre en el esquemsa dé la pizarra. Me-veo obliga- {do a ir deprisa, pero tengo algo que scfalartes, as LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU SERUICTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU__ Evidemtemente, puede esquematizasse el discurso diciendo que parte de! Yo (Je) para dirigirse al Otro, Es més correcto davse cuenta de que, con Independencia de to que pensemos, todo discuzso parte de! Oo, a, $e re Aeja en el Yo (4e) cn B, pues éste se ha de ver implicado en el asunco, vuel- ve al Ouro en un segundo tiempo — de ahi la invoca: com Salomon Rorhschild un trato del todo familiar — y ‘va volando hacia ¢1 mensaje, Peronooh Jen que el interés de este esquema esi4 en que tiene dos It ‘eas y las cosas circulan al mismo tiempo por la Mea de la cadena signifi- Cante. Por la misteriosa propiedad de los fonemas que se encuentran en una ¥ otra palabra, comrelativamente algo se remueve en el significante, se pro= duce una sacuJida en la propia cadena significante elen cadena, hay igualmente tres tiempos. rime tiempo, el esbozo del mensaje. Enc] segundo tiempo, la cadena se refleja en fi' en e! objeto ico, mi millonario. En efecto, de lo que se trata para Hiesch-Hyacinth €s del objeto metonimico, esquematizado, de su pertenencia. Fs sue nario, pere al mismo ticmpo no lo es, poryue es més bien el mil en lo posee a rmillonario ‘esultado —no pasa," y por eso precisamente este mi- el segunda tiempo en Bi ala vez que el otra término, 4a 80. mpO, millonaria y familiar se encuentran y se conjugan em el mensaje, en y, para producir famillonaria, Encontrar este esquema puede parecertes pueril, aunque esté bie que say yo quien lo ha hecho. Pero cuando se les vaya pegando & de too el af, tal vez se dirdn que sirve de algo. En particular, g hecho de que nos presenta exigencias topol6gicas, nos permite medir nves- tos pasos en to que se refiere al significante. Tal como estd hecho, lo reco- Fran Como Jo recorran, limita nuestros pasos — quiero decir que cada vez ue debamos dar un paso, el esquema nos exigirs que no demos mis de tres clementales. A es0 estén destinadas las boyas iniciales y las puntas de fle- ccha, asf como los alerones relacionados con los segments, que siempre han ‘Tonio en ete caso como em frass airmalivas que Incluyen Ta forme te este trmina sin atadion por su eonmataciéntopolégica EL FAMILLONARIO de estar en una posicién segunda intermedia, Las otras son, o bien inicia- pos, las dos cadenas, ta del discurso y la del sig- gan a converger en el mismo punto, el de] mensaje. Como Sr. Hirsch-Hyacinth fue tratado de una forma del todo fa- c6digo, pero aqut, es en el propio plano significante donde viola manifiestamente el cédigo, : La definicién que les propongo de la aguceza descansa de entrada en ue el mensaje se produce en cierto nivel de la produccidn signi- i ge respecto al cédigo, y adquiere, por esta ferencia, vator de mensaje, Fl mensaje reside en su di- diferencia? Aqut s¢ trata del segundo plano. la como agudeza por el Otro. Esto es indispen- agudera — la promocién Otro como tercero. Esta re- Por ejemplo, Freud nos destaca perpetvamente Is diferenci deza y lo edmico, debida a que 10 c6mico es dual. Lo cémi dual, ¥ es preciso que esté el Otro tervero para que haya agudeza, La san- i6n del Otro tercero, ya sea que lo sostenga 0 no un individuo, cesalta aqui esenclal, El Otro devuelve la pelota, dispone el mensaje en el cédigo como sgudeza, dice, en el eddigo — Esio es una agudezn, Si nadie lo hace, 0 hay agudeza, Si nadie se da cuenta, si famillonaria es RO consti- luye una egudeza, Es preciso, pues, que el Otro lo codifique como agude- 2a, que se inscriba en el cédigo mediante esta intervencién det Otro, mento tle la definicién — la agudeza tiene relacign con algo ituado profundamente en ¢] nivel del sentido. No digo que sea una verdad, pues 's alusiones a no sé qué de la psicologia del millona- . tunque contribuyan mucho a nuestro placer, ya hablare- ‘90 nos explican la produccién de este famillonario. Yo digo gue es fa verdad - 7 80 a1 LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESP/RITU. Desde hoy les propongé que la esencia de la agudeza —~ si queremnos bascarla, y busearla con Freud, pues ¢l nos llevard tan icjos como sea posi- ble en essa direccién, hacia lo més agudo que tiene, porque de agudeza se trata y tiene punta —* reside en su relaci6n con una dimensi6n radical que se refiere esencialmente ala verdad, a saber, a lo que lamé, en mi articulo Por muy de cerca que queramos cuptar la esenci no deja de producimos no sé qué diplopia mental, pre, 1o que la agudeza hace expresamente Jado, lo que s6lo se ve mirando en otra dire Agu ¢s donde lo retomaremos la peéxima ve2. Las dejo sin duda con ‘algo pendiente, con un enigaa. De todas formas, creo haber planteado los términos a los que, como luego les demostraré, debemos mautienernos ne- cesariamente files. — designa, siempre al 6 be novremune 5 1957 5.[)d now conduina outs loin que possible dans ce sens of est sa point, puisgue ‘de punt it s'agt,e pointe ya (6. de\.] 2 — u EL FATUO-MILLONARIO Sustitucién, condensacidn, metsfora Atecrado Del ingenio al lapsus y al olvido del nombre Ruinas ydestellos metoninicos Elpardsito y su amo Reanudemos nuestra exposicién en el punto donde la habtamos dejado Ja dltima ver, en el momento en que Hirsch-Hyacinth, dirigiéndose al au- tor de Reisebilder, con quien se habfa encontrado en fos batios de Lucas. le dice — Tan cierto como que Dios ha de darme todo to bueno, estaba sen- tado con Salomon Rothschild, y me traté det iodo como a un igual, de wna forma del todo fomiltonaria. He aqut, pues, de dénde partimos, de la palabra famillonaria, que en resumnidas cuentas hizo fortuna. Es conocida porque Freud la toma coma punto de partida, y empezando desde ahi trataré de mostrarles de qué for- ma aborda la agudeza Si analizarlo resulia Gui para nuestro propésito, si este punto es ejem- plat, ¢s porque nos manifiesta— y gracia, resulta necesario— de Toma inequtvoca ta importancia del fante-en lo que poslemos llamar con Freud los mecanismos del inconsciente. Es sorprendente ver c6mo, a me @, hacen dia a dia pro- Bresos notables en lo que podemos Hamar su formacign lingifstica, pero 29 LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL EsPiRITU te cuya técnica se basan porenteto enel uso de ‘en cuenta hasta ahora en lo més mnfnimo, cuan- minio de la filologia no es simplemente una acion de su cultura o sus lecturas, sino una 'a vez han entreabierto ustedes, al menos Ja Favors. espero, la obra de Freud sobre el Witz, han podido darse exer 5 ue toda su argumentacin gra alcededar de a teniea del chive cn uanto t€enica de lenguaje. Sel sentido y que surgenenel hiss le arecen merecedores de una comparacin con el ineonceie ne Ge placer. Lo ecalco, porque todo lo que ten "a tiene relacin con esto — lo esencial gira peg uire y Snicamente en torno a analogias de estructura que s6lo se eoees, ben ene! plano linghistco, y que se manifistanente el stpecto enn g Tos mecanismos propios del inconsciente, que él deseu, les como lacondensacién y el desptazamien. 10 — por hoy me En ¢s0 estamos, *h-Hyacinth, ficcin de Henri Heine, ocurri6. Ateniéndonos al segmento que he aislado at co. . al principio se produce un enuinciado mu: seguird a conti la invocacién del del sujeto con dicho Tes- mente significativo por su senti- dad puede poner de manifesto, 4 Salomon Rothschild, det todo le todo contiene algo bastan- des que} seguros de que esté verdaderamente co Encontramas esto mismo en muchos niveles, dita incluso en todos los niveles, del uso-de a nocién de totalidad. Finalmente, se produce el fenémeno ine: ‘enunciacidn, a saber, ese mensaje que ni siquiera sabemos todavia ‘qué es, todavia no podemos nombrarlo — de una forma del todo fami Nonaria, det todo famitionariameme. UE un acto fallido 0 un acto logrado? 2Un patinazo o una creacién pot: tica? No lo sabemos. Tal vez ambas cosas a un tiempo. Pero conviene de. {cnerse precisamente en la formacign del fenémeno s6lo en el plano signi. Sante, En efecto, como lo anuncié fa ultima vez, hay abi una funcién sig 140, el escéndalo de ta 30 EL FATUO-MILLONARIO. $I MILLONARIO te que es propia de la agudeza, en cuanto significante que escapa al cédigo, es decir, a todas las formaciones de! significante acumuladas hasta entonces en sus funciones de creacién de sig ue se puede concebir como vinculado con el propio mecanismo de lo que Podemos tlamar e} progreso de la lengua, o sueambia, pero que nos exige, antes de ocupamos de él, detenemos en su propia formacién con el fin de situarlo con respecto. fismo formador.del significante. nud, ef punto donde aparece ese significante lonaria, Freud parte de él y a él vuelve sin cesar, ‘Ros ruega que nos detengamos ah. y como verdn, hasta el final de su espe. culacién sobre 1a agudeza no deja de volver aese punto como al fenémeno esencial. Es el fenémeno técnico que caracteriza al chiste, Ah esté el fendmeno central. Nos aporta una ensefianza en el plano que nos es pro- pio, el de las relaciones con al mismo tiempo esclarece to aquello que lo ocasions en las tenden- s Ja palabra empleada en esta obra — como aquetlo que lo r0- ia de €l, to comico, la risa, cteétera. Si no nos deniviéramos en icular de forma val consecuencias y I cortejo del fenmeno, ni sus fuentes y sus puntos de reclamo.' Ast, detengdmonos en fomillonaria, Hay diversas formas de abordarlo. le, pero tam- 4os distintes planos de la elaboracién sig- elaboracién, porque Freud la destace. iado, empecemos por el nivel del sentido, le — he elegido esta p Para que no se sorprendan demasi iQue ocurre cuando aparece, el eval, por su parte, Aida, Es el personaje nario y tiende a adqui ema de No hay que hacer gran cosa ‘encamarse. El propio Freud nos i do su chiste, Namard al millonario Afi asf como tarambana: indicarled en qué direccién tiende a de piso que Henri Heine, redoblan- i teen alemén significa algo inea de substantivacién del 1. Poinisd'eppet 1. del 2. Rowson mil a 82 LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESP{RITU — AL ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU Familtonario, en francés podrtamos decit fat-millionnaire, conn guidn en medio, fatuo-milionario. Este enfoque les demuestra que no siempre somos ihumanos. Esté bien —acondicién de no ir mucho més lejos en esta direccidn. Esta es la clase de pasos que no se deben dar precipitadamente, Se trata de no comprender ‘demasiado depriss, porque si se comprende deraasiado deprisa, no se com- Prende nada de nada. Tales consideraciones no explican el fenémeno, en ‘qué esté vinculado con ta economia general del significante, Ahora he de insists para que todos ustedes tomien cor ejemplos que di, en “La instancla de la letra”, de fo que I nes esenciales del significante, en tanto que a su través el arado del signifi- canic excava en loreal el significado, literalmente lo evoca, lo hace surgir, Jo maneja, lo engendra, Se trata de las funciones de Ia metdfora y de la mctonimia, Al parecer, a algunos, lo que les impide entrar en este articulo es, diga- ‘mos, mi estilo. no pueda hacer nada al respecto — mi estiloes lo que es. Les an un esfuerzo. Tan sOl9 afiadiré que cualesquiera que sean las ias que puedan intervenir debidas a m{ personalme! bjeto en cuestisa, Como se trata, fe las funciones creadoras ejercidas por el signifi- ‘cane sobre el significado, a saber. no simplemente hablar de la palabra sino hablar siguienda e! hilo de fa palabra, por asf decrta, para evocar sus pro- pias funciones, tal vez se impongan algunas necesidades internas de estilo — la coneision, por ejemplo, la alusién, incluso la pulla, otros tantos ele- rmentos decisivos para entrar en el campo donde dichas funciones gobier- nan, no v6lo 10s acces0s sino toda la textura. La contiawacion de mi expo- iciOn de este aio, as to espero, se lo demostrars, Volveremos a hablar de de cierto estilo que no dudaremos en tlamar por su nom- bre, por ambiguo que pueda purecer, a saber, el manierismo. Trataré de rmostraries que no s6lo tiene detrds una gran tadicién sino que su funcién es irreemplazable. a EL. FATUO-MILLONARIO. Esto era s6t0 un pasénes En él vefAn, pues, que lo que inventor, funciones metaférica y sarse de forma muy simple en el registro del Como ya lohe enunciado varias veces: (es, las earacterstcas del significante son na anticulada, que, ailado en este articulo, tende a formar agruparmientos cerrados, es decir, formades por una serie de anillos que se enganchan unos con otros paraconstituir cadenas, las cuales a su vez se enganchan con otras ccadenas a modo de anillos. La forma general Ge nuestro esquema, por otra parte, Jo recueida um poco, sin presentarlo directamemte, La existencia de estas cadenas implica que las anticul yeronfa, evocada por 1a posibilidad permanente de sustitueién inherente a cada uno de los térmi- ‘nos del significante, La ltima vez les indiqué dos fOrmulas, una de las cuales daba una re- presentacién de la combinaci6n, y la oua la imagen de la relaciGn de susti- {cin siempre implicita en toda articulacién significante. No se requieren ‘én para darse cuenta de que debe dle haber mula de la metdfora y lo que Freud nos ‘esquematiza de la formacién de famillonaria. Qué puede querer decir su esquema? Puede quere tervalo algo ha caldo, eludido en la aniculacién del tiempo se producta algo que comprimis, encastrando ‘liar y mitlonaria para provucit famillonaria, que es agut uni especie de caso particular de la funci6n de sustt ‘ticular del que quedan en cierio modo huellas. La condensacién, si ustedes ‘quieren, es una forma particular de lo que puede producirse en el n la funcién de sustitucin, Serfa bueno que tuvieran en mente desde ahora el largo desarrollo que hice en tomo a una metéfora, la de fa gavilla de Booz — Su gavilla no era vara ni tenia odio —, mostrando <6mo lo que constituye aqutta metdfora ‘es el hecho de que su gavilla reemplace al término Booz. Gracias a esta .¥ al mismo ino en el otro fa- que queda. May ibn, B LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU. ‘metéfora, surge en toro a la figura de Booz un sentido, el sentido del ad- venimiento a su paternidad, con todo lo que puede irradia y manar de Por el becho de que la alcanza de una forma inveros(msl, tarda, imprevis~ ‘a, providencial, divina, Esta metSfora esté ah precisamente para mostrar #1 advenimiento de un nuevo sentido alrededor del personaje de Boor, ‘quien parecta exchuido de él o. En larclacidn de sustituci 1 mecanismo creador, la fuerza creas dora, 1a fuerza de engendramicnto, nunca mejor dicho, de la metdfora. La metéfora es una funcién completamente general. Incluso dirfa que Concibe el engendrami del mundo del sentido, es lalengua, a saber, tos ye una lengue, es ahi y Siun dia quisi¢ramos sis y de la aparicién de una leberfamos iereductibie original, que serfa sin duda el minima de cadena significante. Hoy no insistié en este cierto minimo, pero ya les he dado las suficientes {ndicaciones al respecto para que sepan que por la vfa de la metéfora, por 1 juego de ls sustituci6n de un significante por otroen determinado lugar, 5 como se crea la posibitidad no s6lo de desarrollos del significante sino también de sucgimicnios de sentidos siempre nuevos, los cuales siempre depuran, complican, profundizan, dan su sentido de profundidad alo que. en lo real, noes més que pura opacidad. ejempto de lo que se puede lamar a evolu- ‘ifn del sentido, en fa que encontramos siempre, en mayor o menor medi- da, ¢1 mecanismo de la susttuciGn. Como es habitual en estos casos, dejo {que el azar me proporcione mis ejemplos, Este me lo ha proporcionado, sin falta, alguien de mi entorno cercano que, debido a una traduccién con que se enfrentaba, tuvo que buscar en el diccionario el sentido de 1a bra aterrado. y se quedé sorprendido al pensar que hasta ahora nunca ha- bia comprendido bien su sentido, En efecto, aerrado no tiene originalmen- te, yen muchos de sus empleos, el sentido de aterrorizado sino el de derri- bade. En Bossuet, overrer significa literalmente derribar. En otra textos algo Posteriores, vemos precisarse esa especie de peso de terror del cual los 3.Atterré Tanto ie ‘amino fanets y su em log coma el campo semfatico sa muy seme} lente espaol, Lo misma ocone com aha au EL, FATUO-MILLONARIO puristas dirfan que contamina, desvia el sentida de la palabra aterrado. Sin ‘embargo, en este-caso los puristas, indiscutiblemente, cometen un error. No hay ninguna clase de co: in. Aunque, de pronto, tras recordarles consteriar, no es menos cierto que el uso corriente de la patabra irmplica tun trasfondo de terror. ; . Partamos de oteapalabca que tiene alguna relacién cin el sentido origi- nal de la palabra aterrado. Esto es pura convencién, porque no hay en nin- ‘guna parte un origen de la palabra aterrado, pero admitaros que sea la patabra abatido, en ta medida en que recverda, en efecto, lo que porta re- ‘cordaros la palabra arerrado en su sentido supuestamente puro. Ast, la palabra aterrado sustituye ala palabra abatido. Es una metéfora. Es una metéfora que no hipstesis de que originalme contra el suelo. Les ruego que adviertan precisamente esto — sila palabra aterrado es fecunda, generadora de un nuevo sentido, no es porque cam- bie de Ia forma que sea el sentido de abatido. . Sin embargo, decir que alguien est4 arerrade, noes lo mismo que decit ‘que estd abatido, y por mucho que do, Kay un matiz suplementario, algo nuevo, un nuevo sentido. Se intro- duce ast un nuevo matiz de terror en el sentido psicalégico, y ya metaféri- 60, que tiene la palabra abatido. [Ni que decir tiene que psicolégicamente nadie esté aterrado, ni abati= do, en sentido propio. Sc trata de algo que no podemos decir sino hay pa- labras, y esas palabras proceden de una metéfora — a saber, lo que ocurre cuando un Arbol es abatido o un luchador es derribado, aterrado, segunda metéfora Pero todo el interds de la cosa es subrayar jue Por el rerr que esté en aterrado, Dicho de otra manera, Ia metéfora no es ‘una inyeccién de sentido — como si eso fuera posible, como si 108 senti- dos estuvieran en alguna parte, dondequiera que sea, en una reserva, palabra aterrado aporta un sentido nuevo, no es porque tenga una sig sacién sino en cuanto significante. Es porque contiene un fonema que se encuentra en la palabra terror. Por la via significante, la del equtvoco y de la homonimia, es decir por la via de lo mds sin sentido que pueda haber, es como la palabra engendra ese matiz de sentido, ese matiz de terror que in- lroducird, inyectard, en et sentido ya metaférico de la palabra abatido. 3s 84 85 LAS ESTRUCTURAS FREUDLANAS DEL ESPIRITU eu como be engenirard disuraadn entre ambon cu esencial, $48 Yor Apr detaraon eupnoeic del ele de sigue deta igusunc er ond dbo peer sobce una base metafsnica Esto not ejemplifica Jo que ocurre en ef metatdnica preside po slo la creacion ‘adn Ia creacioa y Ia eval o no volo e cuanto percibs sujeto — ef deci el sentido ennguece nveains Todavia quiero indicaries tan solo el arranyue de un sendeto peel que se puede ira parr 8 lo que vemos ccumy en el incomcicnte Ed sur de significaciOn que aporu aterrado, en la mehita mama en que se conshituye y 4e afiria, umplica, ads értanto, v¢n.9 domain domesticaciéa del ter. EI terror no slo es nombrasa sing tambien aie snuado, y esto ex precisamente, por otra pare, lo que les permite mantener cen $u mente la amtyguedad de la palaben gierraty, Se den ustedes que, esputs de todo, aterrado ha de tener alguns te terra, queen 41el terror no et completo, y que el abatunuenia, ido ea que éxte cearece de amibiguedad, conserva bu valur prevaten se uate de un mati. Para decislo todo, el terror permnancce en este Cass a mredua lu2, no se ‘ve de car, se aborda pur el rudco intermedia de La depresidn. Lo que oc u- re queda completamente olvidado, lasts el momenta en que yo se lo be recordado. EI modelo est4, en cuanto tal, fuera del ciscusta, Dicho de otra 36 FU IATUO MILIDNAPIO manera.en La musma medida en que el matt a/rrrada ha quads exiabes coda pur ef na, ¢0 la medida en que 44 ha convertto e8 pentido y uso Oe seatabay ef sagruficante, pew wy parte, e944, ¢.pamon La palebea, repomuds euunctumerte hatlando. Tan pronta ha quedacks estbecno Coe bu matt ‘serail ef uso de la palabra arerrady, e? muaielo, salvo Coane se tecvere al daccronaria y al dacurso ensiuta, ys noestd a yee stra daspointa nine qc, come 4er7, derma, es repro, Voy 42 poco demasiado leyoe, porque es wna forma de pemsaraents 8 lt fa no estin muy Rabituasoe, pero creo que Ho bos eviiass una Van a ver hasta qué punto este bunqueyo queda cor firrmaso por el artists de bos Fendmenor. 3 urscb-Hyacinth, 0 xea €1 ingenio de Hewe, quien bo en Tend, Leegu vemos a by Auslérwsle por vn instante, Estrechemos todo lo poabie el campo de yatta ée la cdmaraen tomo a cute fumillonarss, Despues de toda, podria aber nacido en algia lugar diatinto de La imaginaciSa de Henn Heine. Tal vez no lo elaburd en ua momenta ea que tenia detance su papel Blan £9, pluma en mana, quizds s¢ le ocurns alguna noche en una Ge quella Cearcbulaciones pansinas que ya mencionaremos, Lacluso existen muchas Pos.tilhlades de que fuera en un momenta de fatiga, de erepisculo, Este Amllonaria muy ben pore set un lapsus, cx completamente concedi+ ‘Ya me servi de un lapsus que recogt cuando brotaba de ta boca de uno emus pacientes Tengo ouros, pero wuelvo a éste porque siempre e so volver a las musmas cosas hasta que quedan bien fastadae Pasar avira cosa, Se trata del pacienie que, conlando tu histon 5 precie ara loego 140 $us aso. ” LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU iaciones en mi divin, recorduba el tiempo en que, con su compafers, con Ja que acabé caséndose ante el sefior aicalde, se limitaba a vi i sablemenie.‘ ‘Ya han captado todos que esio puede escribirse ene! esquema de Freud — encima, marivaimente, lo cual significa que no se esté casado, y debajo un adverbio en el que se conjugan perfectamente Ia situacién de lox case- dos y fade los no cesados, miserablemenze. Elresultado es maritablemente. No se dice, es mucho mejor que si se dijera, Vea ustedes aquf hasta qué punto el mensaje supera, no al mensafero, porque es verdaderamente el en habla porla boa dete nace, ino que labo. Freud, excluye por completo que mi mensajero de los dioses. supera al soporte de El contexio, como haya becho un ehiste, yus eneste caso el Otro, con maysiscula, es decir el oye stento, sino el oyente que entinde, en el verdadero udleza y el fapsus, Freud nos da innu> la Peicopatolagia de la vida cotidiana. El iapsus et& in cerca del ei Freud se ve obtigado a decir que eLcomtexto exclaye que el nosotros nos ha de bastar con sv palabra, e esta obra, Freud da el ejemplo de aquella mujer que, ng estd al alcance de todoel mundo, presupone su frase —, pero a.un home bre, le basta con que sus cinco miembros estén derechos. Tales expresiones no sor siempre plenamente traducibles, y may a me- recrear nudo me veo obligedo a dar uns transposiciéa completa, es deci elchiste en francés. Casi serfa necesario emplear la expresin todo tesa? ade hacer una glosa sobre los cuatro génesis del asunto. La tendencia un Freud nos y los cinco miembros para expli poco subida de tono no deja lugar a dudas. Eu todo cas 4. MarhablemencAicerabtement. 1N. del) 5. Tous rarde/trot [Nel] 38 EL FATUO-MILLONARIO tencionadamence tan dl Fis verdaderamente un lapsus, pero ya ven ustedes edimo se parece ste. ‘As( pues, puede iratarse de un chiste, pubd {yo aun diria mas, puede tratarse pura y simple una ingenvidad lingbistica, Después de todo, incluso, en mi paciente, un hombre particularmente simpético, maritablemente no era verdaderemen- te un lapsus, porque esta palabra formaba parte a pesar de todo de su léxi- 0, no crefaen absoluto iendo nada extraordinario. Hay gente que se pasea por la exis veces ocupan posiciones. suelton palabras jase. Un eélebre productor de ci if es, es14 firmado ignorancia y a la ‘Como hemos hablado de lapsus, que de todo esto es fo que nos toca més de cerca, veamos un poco qué ocurre en este nivel, Volvamos al fapsus por <1 que hemos pasado varias veces para subrayar precisamente la funcién esencial del signifieante, el lapsus original, por asf decitlo, el que estd en bre, en vez de ver surgir una palabra, familfonaria, tenemos lo contrario — nos falta algo. {Qué nos muestra el andlisis que hhace Freud del olvido de un nombre propio, y adems extranjero? Lemos la Psicopatologta de la vida coridianacomo quien Iee cl perié= ico, y lo conocemos tanto que cteemas que no vate Ia pena fijarse, Sin embargo, todo eso son los pasos que dio Freud, y cada uno de sus pasos merece ser considerado, e8 portador de ensedanzas, es rico en consecuen- cias, De paso, les sefialo que con un nombre, y un nombre propio, nos en- Ccontramos en el nivel def mensaje, Luego veremos qué importan porque no puedo decirselo todo de una vez, a diferencia de los psicoana- 6. Eepuls c'est comme ca cen signd gee nom [N.delT} 39 86 87 LAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU ue lo dicen todo, que hablan del yo (je) y del yo ’nguna complejidad, que tody 1o mezclan. Les proporciono algunas indicaciones que luego retomaré para desarrollarlas. El nombre propio en cuestign es un nomabre extranjero, porque sus ele- mentos son ajenos a la lengua de Freud. Signor no ¢s una palabra dela len- gua alemana, y Freud subraya que esto no carece de importancia. No nos dice por qué, peroel becho'de que lo aislura en el capitulo inicial demues- tra que en su opinién es ui punto particularmente sensible de fa realidad de la que se ocupa, mension distina de ‘vinculado con signos cabalisticos. Si el nombre fuera absolutamente pro- pio y particular, no habrfa patria. Hay otro hecho que Freud destaca también enseguida, mientras que wumbrados & no fijamos en €1. En efecto, lo que le este olvido n0 ¢s un olvido absolut, un el contrario, otros nombres en su lugar. que es el punto de partida de toda ciencis, posible asombrarse de verdad salvo de algo que ya se ha empezado a cap- (as, aunque sea un poco, de lo contrasio uno ni siq ve nada, Pero Freud, precisamente, prevenido por neurosis, ve que el hecho de que se produzcan s\ examen atento. ‘Abiora tengo que apretar algo el paso y detallarles toda la economla de! anilisis de Freud de este olvido del nombre, que es un Lapsus, en cl sentido de que el nombre ha calda. ‘Todo se centra en lo que podemos llamar una aproximactén metontimi- ca. {Por qué? Porque lo que resurge en primer lugar son nombres ‘tut sicelliy Boltraffio. No hay duda de que Freud sita el fe- lano metonimico, Lo capiamos en el hecho — y pore De entrada, me atengo a lo que Freud nos dice y que se impone por su rigor. enemos aquf una de las demostraciones més claras que jamés diera 40 EL. FATUO-MILLONARIO de los mecanismos en juego en un fenémeno de formacién y de deforma- ‘cidn vinculado con el inconsciente, No deja nada que desear en cuanto a Clarida. Por mi parte, me veo obligado aquf, para mayor claridad de mi propia exposicién, a presentarles este andlisis de forma indirecta, dicién- doles — Es lo que Freud di ddescompletado debido a que se ha olvidado Signor. queda de Bosnia-Herzegovina, en la medida en que 9, La misma repeesiGn de Herr es lo que explica que de Bosnia-Herzegovina con Trafoi, nombre de la Este sltimo tema bi che entre Ragusa enel limite de lo decible,es el Herr absoluto, que es la muerte, esa muerte, como dice La Rochefoucauld, a la que no s¢ puede mirar fijamente, como no se puede misar el sol, y en efecto, Freud no puede, como otros. La muerte se fe presentifica aquf doblemente a Freud. Por el incidente ‘que coacieme a su funcién de médico y también por cierto enlace, mani- firstamente presente y que iene un acento muy personal, entre la muerie y {a potencia sexual. Es muy probable que este enlace, indudable en el no se encuentre sélo.en el objeto, es decir, en lo que le presentifica dio de su paciente, 2 Qué tenemos ahi? Nada mAs y nada menos, una pura y simple combi- nacién de significantes, Son las ruinas metonimicas del objeto en cuestién. pjeto esté detrds de los distintos elementos particulares que han inter- lun pasado inmediato, 2Quién esté detrts de todo esto? El Herr muerte. La palabra se larga a otra parte, se borra, recula, es unterdriteks, hablando con propiedad. Hay plea con las que Freud juega de forma ambigua. La prime- aes este unterdriickt, que ya les he tradu n i- eres ye 1cido como eafdo en las interiori 1. Tombé dans ler dessous, La expresitn tes de cntny Ripakepsiane eee fica “los intingulis" lo que a IAS ESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL ESPIRITU ——LESTRUCTURAS FREUDIANAS DEL FSPIRITU Si lo localizamos en nuestro esquema, Herr se ha largado al nivel del ‘objeto metonimico, y ello por una muy buena razn, amenazaba con estar demasiado presente en la continuacién de aquellas conversaciones, Como Ersatz, encontranws los restos, las ruinas de ese objeto metonimico, a st- ‘ber, €1 Bo que se combina con la otra ruina del nombre que en aquel mo- dice, que tenemos del ni Fecuperar la cadena det fenémeno en el discurso. Aqut es Fo que Iamamos la as contrat la pista del fenémeno inconscie Como es metonimica, este objeto ya estd quebrada, Todo lo que se pro~ duce en el terreno del lenguaje estd ya siempre consumado. Siel objeto me- onimico se quiebra tan fdcitmente, es porque en cuanto objeto-metonimico Jamente pronunciado, en un momento pi i idn que puede adquirir como Herr absoluto, en cuanto repre la muerte que en esta ocasi plicado en ta medic nifica que la su Si les ensedto a proceder aqui por todas estas caminos de

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