independientes son altamente deseables en una democracia a gran escala, cuándo se utiliza en procesos democráticos en una proporción tan grande como un Estado-nación surgen organizaciones autónomas, las que sean necesarias para el funcionamiento del proceso democrático para la libertad política y para el bienestar humano. En las organizaciones; la independencia y autonomía crea la oportunidad de hacer daño estas organizaciones en algunos casos pueden incrementar o perpetuar la injusticia en lugar de reducirla, e incluso debilitar o destruir la democracia misma. Las organizaciones deberían poseer cierta autonomía y al mismo tiempo estar controladas este es el problema fundamental de la democracia pluralista. La pregunta que debemos plantearnos es ¿qué tanta autonomía y qué tanto control? La argumentación de este libro solo se basa en regímenes democráticos. Todas las teorías ideologías políticas contemporáneas están amenazadas por el dilema de la autonomía y el control de las organizaciones. Si bien el dilema está más oculto en los países gobernados por regímenes autoritarios, las presiones a favor de la autonomía de las organizaciones están sujetas al Estado y listas para salir cuando el sistema se sacuda. Si un sistema puede describirse como pluralista cuando cualquier organización pose alguna autonomía política, entonces, ¿no todos los sistemas políticos son pluralistas incluso los regímenes autoritarios? Esto porque ningún régimen a privado a todas las organizaciones detener independencia en todos los campos. Inversamente si las organizaciones importantes fueran independientes de todos los controles entonces ningún régimen puede llegar a ser descrito como pluralista. Autonomía relativa: una organización es relativamente autónoma si emprende acciones que a) son consideradas dañinas por otra organización y b) ninguna otra organización incluyendo el Estado puede impedir, excepto con costos tan altos que exceden sus ganancias, los juicios en torno al daño. Organizaciones relativamente autónomas en todos los países democráticos: Rousseau estaba preocupado por la presencia de organizaciones independientes dentro del Estado. Tocqueville, las llamo asociaciones y las considero como necesarias para la democracia la igualdad y la libertad. La organización más antigua, parcialmente autónoma, es la familia, esto porque la vida interna de la familia requiere cierta libertad del control estatal. Las organizaciones religiosas también han insistido en tener su propia esfera de autonomía dentro del aparato estatal, incluso cuando la iglesia y el Estado son aliados. Las asociaciones educativas, científicas y culturales y en Europa desde las universidades medievales, han logrado obtener alguna independencia respecto del estado. Sin embargo, las asociaciones como estas basadas en la familia, la religión, la educación son menos centrales para el problema de la autonomía y el control democrático, que otras organizaciones que clasificaremos como gubernamental, político y económico. En todos los países democráticos, las principales instituciones del gobierno, como el jefe del ejecutivo, el parlamento y lo judicial son independientes entre sí. Aun cuando la legislatura y el jefe del ejecutivo son más independientes en países donde la doctrina de separación de poderes está consagrada en la teoría y la práctica, existe cierta independencia entre las principales instituciones del gobierno nacional en todos los países democráticos hoy en día. Si bien la autonomía de las provincias, regiones o municipios es mayor en países federales, en todos los países democráticos los gobiernos locales son meramente armas del gobierno nacional. Los partidos políticos y grupos de interés mantienen una interacción compleja con las organizaciones gubernamentales. Históricamente el hecho de que el orden político deba permitir la existencia de partidos políticos independientes ha sido mucho más rechazado que aceptado, pero la independencia permitida a los partidos es una característica de los regímenes democráticos modernos que los distingue de los regímenes autoritarios. Las organizaciones económicas como las empresas mercantiles y los sindicatos, también están implicadas en el problema de la autonomía y el control, su autonomía es un hecho, un valor y una fuente de daño. En los países democráticos las empresas toman decisiones importantes que usualmente no están controladas por el gobierno, incluso las empresas propiedad del Estado gozan de una significativa autonomía en relación con el parlamento y las burocracias centrales. Nadie niega que esto algunas veces es dañino, por esto, su autonomía se ha enfrentado a una oposición constante. Los sindicatos independientes que ejercen el derecho de huelga, existen en todos los países democráticos, de hecho, se ha argumentado que las negociaciones respaldadas por el derecho a huelga, son esenciales para la democracia. Al ejercer el derecho de huelga los sindicatos se vuelven relativamente autónomos, porque muchas veces los gobiernos se encuentran sin el poder suficiente para impedir que los sindicatos realicen huelgas y negocien sus contratos salariales. Todos los países democráticos también son pluralistas pues cuentan con organizaciones gubernamentales, políticas y económicas relativamente autónomas entre sí. Cabe aclarar que no todos los sistemas pluralista son democráticos, pues también existen organizaciones relativamente autónomas bajo ciertos regímenes no democráticos. Si todos los países democráticos son pluralistas, entonces el problema del pluralismo democrático existe en todos los países democráticos. El problema de la democracia pluralista: El problema del pluralismo democrático se da porque las organizaciones independientes son deseables y, al mismo tiempo, su independencia les permite ocasionar daño ¿Por qué las organizaciones independientes son deseables? Durkheim subraya que las asociaciones son esenciales para las necesidades humanas, para el crecimiento individual, la integridad personal y la socialización dentro de la comunidad. Tocqueville argumentó que también son esenciales para la libertad. Para el control Mutuo: La principal alternativa del control mutuo en el Estado es la jerarquía, sin embargo, la jerarquía permite la dominación por parte de quienes controlan dicho gobierno. En este sentido las organizaciones independientes ayudan a impedir la jerarquía y la dominación y a crear un control mutuo. Algunas veces los individuos pueden obtener cierta independencia de sus gobernantes en cuestiones importantes para sí mismos, si pueden hacer que los costos de dominación sean tan altos que la dominación ya no parezca valiosa para los gobernantes, ya que, después de todo, ejercer la dominación requiere un gasto de recursos. El control es siempre costoso para el gobernante y la dominación siempre lo será. Sostener que los individuos siempre pueden escapar de la dominación sería falso, no obstante, existe una variedad de factores, que permiten elevar los costos de dominación a un punto en el que a los gobernantes ya no le resultan útil intentar dominar a sus sujetos, así los individuos adquieren un grado de autonomía política. Lo que resulta de esto, es un sistema de controles mutuos. El control mutuo tampoco equivale a un control equitativo y mucho menos a un control igualitario o democrático. El hecho de que las organizaciones independientes ayuden a impedir la dominación y establecer un control mutuo, no significa que garanticen la justicia, la igualdad o la democracia. Un sistema político puede ser pluralista y sin embargo carecer de instituciones democráticas. Para el caso de una democracia gran escala: Si bien, las organizaciones relativamente autónomas no son suficientes para una democracia, sólo un elemento necesario para una democracia a gran escala. Así, la introducción de procesos democráticos en el gobierno, hacen que las organizaciones relativamente autónomas sean posibles, ventajosas necesarias Uno de los primeros actos de un régimen autoritario nuevo, es generalmente suprimir todos los partidos de oposición, por otro lado, uno de los primeros actos de un régimen formado en democracia es permitir que existan los partidos políticos. La autonomía no está solo limitada las organizaciones políticas. Los países democráticos se distinguen por una libertad para formar organizaciones religiosas, culturales o laborales. El impulso social hacia la organización se intensifica a medida que crece la conciencia de las ventajas que se obtendrán de estas organizaciones, es por ello que, en un país moderno, las organizaciones tienden a ser muchas, a menos que sean suprimidas por la fuerza. Eliminar la cantidad y la variedad de organizaciones autónomas requiere de un régimen altamente capaz de movilizar recursos para mantener un control entero. En los países democráticos es donde la existencia de las organizaciones independientes está más protegida por las instituciones del mismo régimen. Los defectos en la democracia pluralista: Las organizaciones independientes aparecen implicadas en cuatro problemas de probabilismo democrático: pueden ayudar a mantener injusticias, de formar la conciencia cívica, distorsionar la agenda pública y enajenar el control final sobre la agenda