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Unidad Académica Facultad de Medicina

Licenciatura en Médico General

Anatomía patológica.

Célula Humana.

Docente:

Hernández Cortez Jesús Alberto.

Universitario:

Corrales Jacobo Arturo.

Grupo:

V-4.
La célula
La célula es la unidad fundamental de la vida, y en su interior alberga una compleja
maquinaria molecular que permite llevar a cabo todas las funciones vitales. Estas
estructuras subcelulares, conocidas como organelos, desempeñan roles
específicos en la célula y son esenciales para su supervivencia y funcionamiento.
En este ensayo, exploraremos algunos de los organelos celulares más importantes
y sus características clave.

Uno de los organelos más notorios es el núcleo. Este organelo es el centro de


control de la célula y alberga el material genético, el ADN. El núcleo está rodeado
por una membrana nuclear que regula el flujo de moléculas dentro y fuera de él. El
ADN contiene las instrucciones para la síntesis de proteínas y, por lo tanto, es
esencial para la herencia y la función celular.

Las mitocondrias son otro organelo crítico. Estas estructuras son conocidas como
las "centrales eléctricas" de la célula debido a su función principal: la producción de
energía en forma de ATP (adenosín trifosfato). Las mitocondrias tienen su propio
ADN y pueden dividirse de forma independiente, lo que sugiere un origen evolutivo
distinto. Esto respalda la teoría endosimbiótica, que postula que las mitocondrias
tienen un origen bacteriano.

El retículo endoplasmático (RE) es un organelo que se extiende por todo el


citoplasma y existe en dos formas: el RE rugoso y el RE liso. El RE rugoso está
cubierto de ribosomas y es fundamental en la síntesis de proteínas, mientras que el
RE liso está involucrado en la síntesis de lípidos y el metabolismo de carbohidratos.
Estos dos tipos de RE están conectados y desempeñan un papel vital en el
transporte y la modificación de proteínas y lípidos.

El aparato de Golgi es otro organelo clave en la modificación y distribución de


proteínas y lípidos. Recibe moléculas del RE, las procesa y las empaca en vesículas
de transporte que luego se envían a su destino final dentro o fuera de la célula. Este
organelo se compone de una serie de cisternas aplanadas y se asemeja a un
complejo sistema de empaquetado y distribución de paquetes.
Las lisosomas son organelos que contienen enzimas digestivas y desempeñan un
papel importante en la degradación de desechos celulares y la digestión de
partículas extrañas que la célula ingiere mediante fagocitosis. Los lisosomas son
responsables de mantener la limpieza y el reciclaje en la célula.

Los peroxisomas son organelos especializados en la desintoxicación de sustancias


dañinas, como el peróxido de hidrógeno. También están involucrados en la síntesis
de lípidos y la metabolización de ácidos grasos.

En resumen, los organelos celulares son las piezas clave que componen la
maquinaria celular. Cada uno de ellos desempeña funciones específicas y
esenciales para el funcionamiento de la célula. El núcleo controla la información
genética, las mitocondrias generan energía, el RE y el aparato de Golgi modulan y
distribuyen proteínas y lípidos, los lisosomas y peroxisomas se encargan de la
digestión y desintoxicación. La célula es una intrincada red de organelos que trabaja
en armonía para mantener la vida y la homeostasis.

En conclusión, el estudio de los organelos celulares es fundamental para


comprender cómo funcionan las células y cómo se llevan a cabo los procesos
biológicos esenciales para la vida. Cada organelo tiene sus características únicas y
roles específicos, y juntos permiten la existencia y la función de los organismos vivos
en nuestro planeta. Su estudio continúa siendo un campo activo de investigación en
biología celular y molecular, y su importancia no puede ser subestimada en la
búsqueda de una comprensión más profunda de la vida misma.

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