Está en la página 1de 2

Desperfectos naturales

Nudos. Un nudo es donde se encontraba el nacimiento de una rama. La madera de

los nudos se destaca por su color más oscuro y tiene un sistema independiente de capas

anales. Estos nudos hacen difícil el trabajo de la madera, y si son muertos o sueltos, pueden

desprenderse dejando huecos. Estos defectos deprecian la madera, no sirviendo esta para

sierra.

Fendas o grietas. Podemos encontrarlas de diferentes tipos, dependiendo de dónde salgan.


De corazón partido, son internas y se dan en la madera que parte del corazón; de heladura,

que son exteriores y pasan de la madera blanda a la parte más seca y dura del tronco; y de

desecación, que surgen en la madera ya cortada.

Cantos. Los cantos irregulares pertenecen normalmente al extremo del tronco próximo a la

madera en desarrollo, lo que reduce la calidad.

Corazón descentrado. Se da en árboles que han crecido en ladera o pendientes acusadas, o

en lugares con viento muy fuerte. La madera se hace heterogénea, teniendo poca elasticidad

y resistencia. Si la desviación medular no es muy exagerada no la deprecia mucho.

Desolladuras. Si el desollado no es muy profundo es susceptible de arreglarse, aunque

quedará la cicatriz.

Fibra torcida o retorcidos. Al crecer el árbol, sus fibras no lo hacen paralelamente al eje,

sino en forma de hélice, debido al excesivo crecimiento de las fibras periféricas en relación

a las interiores, a causa de pasar las raíces de un terreno impermeable a otro profundo y

fértil. Esta madera es casi inservible para carpintería o fabricación de muebles, siendo sólo

válida para pilotes o postes. Esto sucede porque al trabajar con ella, se cortan los haces

fibrosos en varios sitios, perdiendo mucha resistencia.


Hendiduras de copa. Cuando el exterior se ha secado antes que el interior del tronco. Para

utilizar maderas con este defecto, deberá prescindir de la parte que ha sido afectada.

También podría gustarte