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Estrategias educativas

Los buenos maestros saben que las mejores estrategias para la enseñanza están basadas en la
investigación. La mayor parte de esta investigación observa cómo los estudiantes absorben lo que
están aprendiendo y cómo los maestros imparten la información. Estas son algunas de las
estrategias educativas que funcionan para todos los chicos, incluyendo a aquellos con dificultades
de aprendizaje y de atención.

Comenzar una lección repasando la última lección

Los mejores maestros se aseguran que sus estudiantes entiendan las habilidades que necesitan
para la lección que aprenderán ese día. Esto lo hacen porque saben que la nueva lección tiene
como base la lección del día anterior. Una investigación reportó que cuando los maestros utilizan
ocho minutos cada día en repasar la tarea y los errores comunes que los chicos cometieron, así
como practicar las destrezas que los estudiantes necesitan para memorizar, esos estudiantes
obtienen mejores calificaciones en sus exámenes.

Presentar la nueva información en pequeños pasos

Ese lugar en nuestro cerebro donde procesamos la información es pequeño, de modo que cuando
se nos pide que aprendamos demasiado a la vez, podríamos sentirnos abrumados. Una estrategia
llamada “fragmentación” puede ayudar. La fragmentación significa enseñar en pequeños pasos
mientras el maestro supervisa que los estudiantes están entendiendo.

Hacer muchas preguntas y discutir las respuestas

Los maestros eficaces hacen muchas preguntas. Le piden a sus estudiantes que expliquen cómo
llegaron a esas respuestas. En un estudio reciente se le pidió a un grupo de maestros que
enseñaran nuevas lecciones haciendo preguntas y discutiendo las respuestas. Sus estudiantes
obtuvieron mejores calificaciones comparados con los estudiantes de los maestros que no
siguieron ese método.

Ofrecer modelos

Los buenos maestros muestran ejemplos de problemas que ya han sido resueltos. Esto puede ser
muy útil, especialmente en matemáticas.

Pedir a los estudiantes que expliquen lo que aprendieron


Pedir a un estudiante que piense en voz alta mientras está resolviendo un problema o cuando está
planeando escribir un ensayo, ayuda al maestro a identificar las áreas donde el estudiante necesita
más ayuda. Investigaciones recientes muestran que pensar en voz alta funciona mucho mejor que
cuando un maestro simplemente pregunta a sus estudiantes, “¿alguien tiene alguna pregunta?”.

Ofrecer andamios cognitivos cuando se enseña algo difícil

Los “andamios cognitivos” son ayudas para la enseñanza. Las investigaciones muestran que ayudas
como tarjetas y tablas pueden ayudar a los niños a pensar más claramente a medida que aprenden
nueva información. Cuando los maestros enseñan material complicado esperan que sus
estudiantes cometan errores. Por eso les muestran por adelantado ejemplos de los errores que es
probable que cometan.

Revisar

Sabemos que los estudiantes necesitan mucha práctica y revisar el material para adquirir
conocimiento y hacer el seguimiento de nuevas ideas en su memoria a largo plazo. Es más fácil
para los estudiantes resolver nuevos problemas cuando tienen una base sólida de conocimiento
previamente adquirido. Los estudiantes con frecuencia olvidan el material aprendido si no
continúan practicándolo.

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