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En esa época para Corea del Sur el producto principal de exportación era la materia
prima o de industria ligera. En los años 70 la economía de Corea prosperó por el auge
petrolero. Los constructores coreanos entraron al Medio Oriente, aumentando la
exportación a 10 billones dólares.
Desde la década de 2000, la exportación de Corea fue impulsada por productos de
alta tecnología como los teléfonos móviles y televisores LCD, por lo que las empresas
coreanas empezaron expandir su fabricación en otros países.
Inauguraron una sede en Caracas en el año 1970, tan solo cinco años después de la
oficialización de las relaciones diplomáticas entre Corea del Sur y Venezuela. Es una de las
oficinas de América Latina que tiene más larga historia.
La inversión que se buscar de Corea del Sur en Venezuela sería una inversión en
cuanto a la transferencia de tecnología industrial donde Corea del Sur con su experiencia en
esa materia, realice un intercambio con Venezuela, mientras que nuestro país ofrecería
como intercambio materia prima a bajos costos. Todo esto se realizaría con apoyo de la
agencia Kotra.
En Venezuela los sectores productivos con potencial competitivo en esta relación
comercial son: fundición de hierro y acero, cobre y sus manufacturas, aluminio y sus
manufacturas, entre otros.
Por otro lado, Corea del Sur se le menciona su conocimiento en la materia industrial
ya que este país constituye una de las pocas economías que ha logrado transitar por
distintas fases de cambio estructural, mediante un veloz proceso de asimilación tecnológica,
desarrollo de capacidades educativas y sociales, exitosa combinación de políticas públicas,
empresas privadas y mercado, y manifiesta orientación exportadora.
Corea del Sur y Venezuela representan economías que en el presente siglo son
puntos de inflexión para sus regiones, debido a las relaciones económicas y sociales
tradicionales que mantienen con sus vecinos regionales, la consolidación como potencia
tecnológica del país asiático, y la actual crisis humanitaria de la nación suramericana.
Para Corea del Sur su política comercial afianzó los resultados positivos a nivel de
desarrollo económico, mientras que, en Venezuela la llevaron a la depresión económica.
Sin embargo, las relaciones mutuamente beneficiosas derivadas del comercio entre estos
dos países hacen posible el análisis de su relación comercial.
Teniendo en cuenta esto, la relación se caracteriza por la presencia de recurrentes
superávits comerciales favorables a las empresas coreanas con amplias ventajas
comparativas dinámicas en bienes de media y alta tecnología, en contraste de sus pares
venezolanas. Así, Corea del Sur ha exportado a Venezuela principalmente: máquinas,
aparatos y artefactos mecánicos, reactores nucleares, calderas y partes de estas máquinas; y
máquinas, aparatos y material eléctrico, sus partes, entre otros. Mientras que Venezuela
exportó a Corea del Sur esencialmente: fundición, hierro y acero; combustibles minerales,
aceites minerales, productos de su destilación, y materias bituminosas; y aluminio y sus
manufacturas.
La capacidad de las dos economías para intercambiar bienes diferentes, permite
inferir que son complementarias. Esto abre la posibilidad para que cada país desarrolle los
sectores donde tiene sus ventajas competitivas; y, en el caso particular de Venezuela,
consolide las actividades relacionadas con la producción de hierro y acero, cobre y sus
manufacturas, aluminio y sus manufacturas, cacao y sus preparados, y combustibles
minerales.
Referencias Bibliográficas