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Tema: Libro de Nehemías

Sub tema: Un corazón como el de David.


Cita bíblica: 1:4-11

4 Y[a] cuando oí estas palabras, me senté y lloré, e hice duelo algunos días, y estuve ayunando y
orando delante del Dios del cielo. 5 Y dije: Te ruego, oh Señor, Dios del cielo, el grande y temible
Dios, que guarda el pacto y la misericordia para con aquellos que le aman y guardan sus
mandamientos, 6 que estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que
yo hago ahora delante de ti día y noche por los hijos de Israel tus siervos, confesando los pecados
que los hijos de Israel hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. 7
Hemos procedido perversamente contra ti y no hemos guardado los mandamientos, ni los estatutos,
ni las ordenanzas que mandaste a tu siervo Moisés. 8 Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a
tu siervo Moisés, diciendo: «Si sois infieles, yo os dispersaré entre los pueblos; 9 pero si volvéis a
mí y guardáis mis mandamientos y los cumplís, aunque vuestros desterrados estén en los confines
de los cielos, de allí los recogeré y los traeré al lugar que he escogido para hacer morar allí mi
nombre». 10 Y ellos son tus siervos y tu pueblo, los que tú redimiste con tu gran poder y con tu
mano poderosa. 11 Te ruego, oh Señor, que tu oído esté atento ahora a la oración de tu siervo y a la
oración de tus siervos que se deleitan en reverenciar[b] tu nombre; haz prosperar hoy a tu siervo, y
concédele favor delante de este hombre. Era yo entonces copero del rey.

Vamos a ir al segundo mensaje de la serie de Nehemías y estoy feliz de predicar esta serie porque
realmente está llena de enseñanzas prácticas.

Hermano, yo los animo de todo corazón en tres cosas:


I. Si conocen personas que no conocen al Señor invítales a venir a la Iglesia a escuchar la
Palabra de Dios, Dios salva almas todavía.
II. Si conocen personas que un día fueron a la iglesia y ahora no están en ninguna y
andan mal ¡invítalos! El Señor puede restaurarlos, a veces se decepcionan con los
hermanos de la Iglesia o fue algo causado por el pecado, pero Dios puede restaurarlos
nuevamente, además esta serie trata de restauración.
III. Si conocen personas que está una sinagoga de Satanás, donde hay herejías
doctrinales, doctrinas de demonios, también invítenlos. Yo estoy en contra de que
traigan personas de otras iglesias “buenas”, un pastor dijo en una ocasión “no debería
ir gente de otras iglesias a tu iglesia” le dice “si son buenas iglesias “no” ¿pero si son
malas? Para mí es liberarlos, no quitárselos. Nunca se le quitará una oveja a un pastor,
pero hay que quitarles las ovejas a los lobos. Entonces, si conoces a alguien que está
en un mal lugar también puedes invitarlo a venir.

Vamos a orar.

Introducción:

Antes de empezar a leer el texto de Nehemías, en el cual vamos a estar trabajando hoy.

Quiero hacer un pequeño resumen del primer sermón que fue introductorio.

i. Estuvimos usando muchos textos del antiguo testamento para explicar por qué se
encontraba, cómo se encontraba, el pueblo de Dios en aquel entonces.
ii. Recordemos que Nehemías había recibido noticias de unos compatriotas, a los que él
les había preguntado por los que habían vuelto del cautiverio y le decían que la ciudad
estaba con los muros destruidos, las puertas totalmente quemadas y además de eso,
el pueblo que se encontraba en la ciudad estaba en gran aflicción.
iii. Entonces nosotros aprovechamos ese texto para dar una introducción al libro y hablar
un poco de “que había llevado al pueblo allí” “su propio pecado y rebeldía”
iv. Hablar que los llevó al cautiverio.
v. Pero también recordar que con el cautiverio había promesas de Dios de liberación, el
mismo Dios que prometía que serían cautivos, por su pecado es el mismo Dios que
dijo que unos años después exactamente 70, en esos años serían liberados.
vi. Explicábamos también que los que habían salido del cautiverio habían salido en tres
grupos: i) El primer grupo se había dedicado especialmente a la restauración del
templo con Zorobabel, que es lo primero que se destruyó en ese tiempo de cautiverio,
ii) el segundo grupo se intentó esforzar mucho en la restauración de la vida espiritual
del pueblo, iii) y ahora el tercer grupo, el que lideraría Nehemías, se va a centrar en la
parte más social-política, se va a centrar en las cosas más propias del exterior de la
ciudad; murallas y puertas.

Esa fue nuestra introducción y hoy estaremos concluyendo con el resto del capítulo 1

Normalmente los mensajes de Nehemías se irán abordando o uno o dos capítulos o dos mensajes
por cada capítulo. Pero antes de leer nuestro texto de hoy, antes de empezar a navegar en estas
palabras y preparar nuestros corazones para todo lo que el Señor tiene para enseñarnos,
hablaremos de un hombre, que nos servirá como trampolín para enseñarnos lo que hoy quiero
traer de parte de Dios, un mensaje que he titulado “el corazón que Dios usa para reconstruir”.

Existió un hombre que nació en 1908 (hace bastantes años, ya está muerto) murió en el 1974 y era
un hombre que se llamaba Oscar Schindler, a lo mejor les suena de alguna película.

Este hombre conforme iba creciendo mostraba que era un muchacho muy inteligente y decidió
estudiar ingeniería civil, pero como todos los de la época, por cierto, una época muy oscura de la
historia de la humanidad, como todos los de la época después de haber estudiado también fue
llevado a pasar un tiempo en el servicio militar.

Durante su tiempo en el servicio militar, Oscar fue conducido a Polonia donde tenía una misión
particular, tenía que investigar la llegada de tropas que consideraban enemigas y ver cómo se
estaban posicionando por esa zona y por otro lado la misión de Oscar Schindler en Polonia era
estudiar la población judía del lugar.

Algo que se hacía mucho en aquel entonces, era medir los grupos judíos que había en distintas
ciudades, países y poblaciones, porque todo estaba dando lugar a uno de los peores momentos de
la historia del pueblo judío a nivel moderno, podríamos decir.

Cuando Oscar Schindler termina su servicio militar decide empezar a trabajar en una fábrica, una
fábrica que se dedicaba a utensilios de cocina y pequeños elementos de metal, incluso en aquel
tiempo y por necesidades de la época, empezó a dedicarse también a vender material bélico.
Pero en la época en que Oscar Schindler se dedicaba a esas cosas, su negocio prosperaba mucho,
mientras un montón de personas empezaban a morir a su alrededor.

Los nazis estaban matando judíos a diario; multitudes de niños, mujeres y hombres eran
asesinados, personas llenaban los campos de concentración y el sufrimiento, la sangre y el dolor
invadían las calles del lugar, cada día se veía como gente judía era arrastrada por el cabello, por el
suelo, fusilada en los portales de las calles, donde niños pequeños eran asesinados a punta de
pistolas, mujeres eran violadas y asesinadas a punta de pistola, hombres eran fusilados delante de
sus seres queridos y otros eran forzados a ser llevados a campos de concentración cada día.

Personas veían como los que habían sido sus vecinos acababan en laboratorios donde los nazis
experimentaban con ellos de maneras totalmente crueles y además eran obligados a trabajar
forzosamente y eran torturados de diferentes maneras y la pregunta es que, mientras todo eso
pasaba, la población especialmente alemana que lo veía con sus ojos ¿que hacía?

No hacía nada, el pueblo alemán, que veía cómo los que habían sido sus vecinos eran torturados y
castigados, no hacían nada, mientras la gente era fusilada ¿Por qué? por puro miedo.

Si tú te levantabas en contra del régimen también serías fusilado, si intentabas defender a un judío
en la calle, también serías fusilado, si te oponías a las ideas nazis del momento, también serías
fusilado, si intentabas mediar con un soldado, decir que, “lo que estaba haciendo no estaba bien”
ellos pensarían que eras aliado de los judíos o defensor de los judíos y también serías fusilado.

Eso llevó a muchas personas movidas por el miedo y otras por el odio, porque sus pensamientos
habían sido cambiados, respecto a los judíos y ahora muchos consideraban a los judíos como
enemigos de la nación, eso había llevado a muchos a estar estáticos mientras alrededor había
muerte y desolación.

Sin embargo, Oscar Schindler encontró una manera de ayudar a gente judía, había una cosa que se
podía hacer y era el hecho de que podías comprar judíos, como gente para tu trabajo.

Él aprovechó que tenía una gran fábrica de industria que él lideraba, para usar la fábrica como
pretexto y empezar a comprar las vidas de judíos y tú pensarías “oye, está muy feo eso de comprar
una vida” si, pero era la única manera, comprar una vida era la manera de salvarlos en aquel
entonces, no estamos trasladando la idea moral de hoy de comprar a alguien, era la manera de
hacer algo y él daba todo por comprar más trabajadores, incluso más de los que necesitaba,
porque la motivación de él no era tener judíos trabajando, la motivación de Oscar Schindler era
salvar una vida.

Él daba relojes de oro, anillos de oro, su dinero, daba todo lo que tenía para comprar un judío más,
pasaba por las calles y veía los trenes que eran llevados a los campos de concentración y con lo
que tenía, se llevaba a dos o tres, que compraba para su fábrica, para que pudieran salvar sus
vidas.
Pues gracias a las acciones de Óscar Schindler, hoy existen familias judías que no existirían si no
hubiera sido por lo que él hizo, familias que fueron exterminadas por completo, que su apellido ya
no existe, pero algunos otros persisten hasta el día de hoy, por las buenas acciones de Oscar
Schindler.
Yo me pregunto ¿qué hubiera pasado si otras personas hubieran actuado de la misma manera?
Ahora, también me pregunto cuando yo veo esa historia ¿que movió el corazón de Oscar Schindler
a hacer esas cosas?

En la película hay una escena e incluso en algunos textos biográficos, donde dicen, que, “el mayor
pesar de él era no haber comprado a alguien más” el hecho de decir podría haber comprado,
aunque sea uno más, él sufría por esas vidas, él tenía compasión por esas vidas y eso lo llevó a
tomar acciones y es ahí a donde vamos a llegar, hoy vamos a hablar del corazón que Dios usa para
reconstruir y no hay nada que se arregle y nada que se pueda hacer si no hay amor y compasión
en nuestros corazones.

¿Sabes por qué el mundo está como está? porque cosas malas pasan a diario y nos han vuelto
insensibles a ellas:
i. vemos a alguien burlarse de una persona con discapacidad, incluso nos reímos con
ellos, “yo no hago eso hermano” pero si no nos reímos tampoco apelamos a lo que
está pasando y miramos a otro lado como diciendo “cada loco con su tema”
ii. Vemos un accidente de tráfico y en vez de preocuparnos por lo que pasa, sacamos el
móvil para grabar el desastre.
iii. Vemos a niños pegándose a la salida de una escuela y en vez de meternos en medio,
por miedo a que nos llevemos algún golpe, en lugar de eso lo grabamos, nos
apartamos.
iv. Cuántas veces vemos vídeos de personas que dicen “pelea a la salida de una fiesta o
en las calles de Guadalajara” o “pelea contra un chico a la salida de un bar” y vemos
gente grabando desde un balcón y todos los vídeos que encuentras en Facebook y en
youtube son gente que, desde su balcón, como un espectador en el coliseo romano,
veía como dos personas se destrozaban hasta la muerte y simplemente lo grabaron en
lugar de bajar e intentar solucionar el problema.
v. Pasamos a diario al lado de mendigos y nuestra cabeza dice “ellos mismos se lo han
buscado, que el alcohol y las drogas los llevo allí y que es su problema y no el nuestro,
que hubieran tomado mejores decisiones, bastante tengo con los míos”

Hermanos, esa es nuestra realidad nos estamos volviendo insensibles a los problemas ajenos.

Cuando llega la escasez de trabajo y por lo tanto, bajo recursos en casa, quieres que la iglesia se
levanta en oración, preguntas a los hermanos si alguien conoce un trabajo, te desesperas por lo
que comerán tus hijos, pero cuando trabajas y hay paz en tu corazón te olvidas de los demás a
pesar de que millones de personas que están peor que tú, pero lo que nos preocupa es nuestra
condición y no la de los demás.

Oscar Schindler, si solo se hubiera preocupado de su bienestar y dijera “yo no quiero tener
problemas con los nazis” no hubiera hecho lo que hizo, pero tenía un corazón compasivo y no hay
restauración si no hay compasión.

Muchos no están arreglando sus matrimonios porque no aman lo suficiente sus matrimonios,
muchos están más preocupados por pelear y quejarnos de sus esposos, de sus esposas, porque no
tienen compasión, ven un enemigo que los hace infeliz, en vez de alguien que necesita nuestra
compasión para intentar restaurar su vida y que cambie.
Nos hemos vuelto egoístas, nos hemos vuelto insensibles y por eso las cosas están, como están.
Porque señalamos todo lo que está mal desde fuera, pero nadie da un paso hacia adelante para
arreglar las cosas, hablamos de hambre, pero nadie vemos repartiendo comida, hablamos de
necesidad, pero no vemos a nadie dando dinero, hablamos de gente que duerme en la calle, pero
tampoco veo a nadie abriendo sus casas, es fácil apuntar y señalar lo que está mal, pero pocos son
los que movidos a compasión dan un paso adelante para que cambien las cosas.

De eso vamos a hablar de los corazones que se necesitan para que las cosas sean restauradas y
que si hasta hoy, familias no han sido restauradas, matrimonios no han sido restaurados, hijos no
han sido restaurados, incluso, nuestra vida espiritual no ha sido restaurada, es por la realidad de
que no lo amamos tanto, porque si lo amaramos, tuviéramos compasión por eso y nos doliera de
verdad, no estaríamos sentados quejándonos sino que daríamos un paso al frente para hacer algo
por arreglar las cosas.

Es muy fácil decir desde lejos mi matrimonio es un desastre, pero cuánta gente da un paso y dice
“voy a hacer algo para que deje de serlo” sólo un corazón lleno de amor y compasión será usado
por Dios para una posible restauración así que vamos a hablar de eso hoy.

1. El corazón de la restauración.

4 Y cuando oí estas palabras, me senté y lloré, e hice duelo algunos días, y estuve ayunando y
orando delante del Dios del cielo.

Mira todo lo que hizo, Nehemías al enterarse de la mala situación que se vivía dice que “lloro” eso
no es simplemente que le dio tristeza, eso no es simplemente que le pesa un poco en su corazón,
eso es que le trajo quebranto, “lloro ayuno, hizo duelo” ¿sabías que la palabra “duelo” es propia
de cuando alguien ha muerto? para Nehemías lo que estaba pasando su pueblo era ese
sentimiento que alguien tendría por la muerte de un ser querido, hizo duelo, hizo ayuno, lloro y
busco a Dios en oración.

¿Nehemías acaso estaba pasando por un mal momento? No, Nehemías era copero del rey,
Nehemías no era cualquier esclavo, estaba en un buen lugar de palacio, comía buen alimento, era
cuidado, porque el copero del rey se encargaba de probar las cosas antes que llegaran al rey, para
la seguridad del rey y como tenía que ser alguien de confianza, alguien que sería cercano al rey,
pues en pocas palabras lo mimaban un poco.

A pesar de haber venido como esclavo, a pesar de ser una persona que consideraban inferior al
resto de la población, era un esclavo mimado, porque estaba muy cerca del rey, su trabajo
generaba que lo cuidarán, buenos aposentos, buena comida, buena bebida, buena ropa, buena
condición, en el mejor lugar de palacio.

Nehemías podía haber dicho “oye eso no es mi problema porque a pesar de todo lo que ha pasado
mira donde me ha puesto Dios a mí, me ha puesto en un buen lugar, yo prefiero quedarme así
toda la vida; cómodo, comida buena, seguridad en palacio, nadie me hará nada porque el rey me
protegerá.

Nehemías podía haber sido egoísta porque él estaba bien, pero Nehemías se movió por su
sufrimiento, hizo ayunos, oración, duelo, se quebrantó delante de Dios, porque no es egoísta,
porque tiene un corazón lleno de amor por los demás, tiene un corazón compasivo. Nehemías
sabe que no es un ser individual que es parte de un pueblo y su pueblo sufre.

¿Sabes por qué la gente de hoy va de iglesia en iglesia? porque buscan una iglesia que le bendiga,
un pastor que lo mime, alguien que lo atienda, porque vienen a la iglesia con un sentido de
individualidad. Por eso el hermano que está enfermo no nos preocupa, el hermano que faltó no
nos preocupa. Un hermano que entiende que es miembro de la iglesia, que es parte de la iglesia,
que es familia de la iglesia, el domingo antes de irse a casa va a levantarse y surfeara con la cabeza
entre las cabezas de los demás, para ver si alguien hizo falta.

Cuando te enfrías o estas enfermo y por lo tanto no vienes a la iglesia y ese día no te hablan por
teléfono o no te visitan, dijo un pastor, es muy fácil poner un estado de WhatsApp diciendo
“porque no hay amor en mi iglesia” pero cuando te toca venir y estamos bien, no miras a tu
alrededor para ver quién faltó o qué pasó, porque muchos piensan “eso es el trabajo del pastor”
no, eso es el trabajo de la iglesia.

Nos hemos vuelto egoísta, queremos que nos cuiden, nos atiendan, “oye hermano, pregunte a la
iglesia si alguien sabe de una casa en renta, pregunte a la iglesia si alguien sabe de un trabajo”,
pero no te mueves tanto cuando se trata de alguien más, somos egoístas, la iglesia te ayuda a
resolver tus problemas y te vas porque no te interesa saber si alguien más viene atrás de ti
buscando la misma ayuda y tu posiblemente puedes ayudar.

Nehemías podría haber dicho “es su problema, a mi Dios me ha puesto aquí, yo creo en la
soberanía de Dios y si Dios me ha puesto aquí, yo tengo que quedarme aquí y no la voy a regar,
porque si me muevo puedo perder todos mis privilegios, si hago algo el rey me echa, el rey me
mata”, pero él no era un ser individual, él era parte de un pueblo, del pueblo de Dios.

Este mundo nos está haciendo seres individuales y una de las cosas que lo hace son las redes
sociales.

La gente ya no sabe comunicarse, ya no saben mantener una conversación de 10 minutos sin mirar
el celular un rato, vas a un restaurante y hay móviles en la mesa, vas a un parque y hay móviles en
la mesa, estás en cualquier lado y hay móviles en la mesa, vas con tu familia y hay móviles en la
mesa, la gente ya no sabe hablar, sabe mandar WhatsApp, sabe mandar emails, sabe mandar por
Messenger, sabe darle like, sabe compartir, sabe hacer un fit, un reele, un stories, sabe todo eso,
pero no sabe vivir en la vida real y no se dan cuenta de las estrategias mundanas y diabólicas que
hay detrás de todo eso.

La tarea de las redes es volvernos seres autómatas; que no se relacionan, insensibles al resto,
viven en su mundo virtual, hermano, que las redes no te hagan salir de la realidad y el privilegio de
compartir tu vida con personas, porque te envolverá insensible y solo pensarás en ti y en tu
bienestar.

Mira la iglesia ¿cuántos somos? somos uno, esto es un pueblo, hermano, tú no estás adorando a
Dios, estamos adorando a Dios; tú no estás cantando a Dios, estamos cantando a Dios; tú no estás
escuchando la Palabra de Dios, estamos escuchando la Palabra de Dios; tú no estás haciendo la
obra de Dios los martes, estamos haciendo la obra de Dios lo martes.
Somos un todo, debemos empezar a pedir a Dios, que a pesar de que yo esté bien, hoy me debo
preocupar por aquellos que no lo está, hasta el punto que como Nehemías cuando supo del dolor
de alguien, mi corazón ame tanto y sea tan compasivo, que sea capaz de llorar por el dolor de esa
persona, de sufrir por el dolor de esa persona, cuando un hermano deja de venir a la iglesia y era
miembro de la iglesia, sufres, te duele, haces algo para intentar que no pase o intentas averiguar
qué está pasando en su corazón o simplemente dices “uno más, uno menos, no pasa nada”.

Pídele a Dios que nos haga más compasivos, que nos haga ver más allá de nuestra nariz, porque
ese es el corazón de un escogido de Dios, la compasión mira lo que dice Pablo:

Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad,
humildad, mansedumbre y paciencia. Colosenses 3:12 LBLA

Que Dios nos dé un corazón compasivo, para que el dolor de mi hermano sea mi dolor, para que la
necesidad de mi hermano sea mi necesidad, para que el sufrimiento de mi hermano sea mi
sufrimiento y así podré decir:

Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Romanos 12:15 LBLA

Y podremos decir que:

Llevad los unos las cargas de los otros… Gálatas 6:2a

Cuando un corazón ama, cuando un corazón es compasivo.

Una de las cosas que hizo Nehemías aparte de orar, aparte de llorar, fue ayunar. En el Antiguo
Testamento había muchos ayunos por momentos de quebranto y muchos ayunos para buscar el
favor de Dios.

Por ejemplo:

i. Ester:

Ve, reúne a todos los judíos que se encuentran en Susa y ayunad por mí; no comáis ni
bebáis por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y
así iré al rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, perezco. Ester 4:16 LBLA

¿Para qué ayunaron? Ayunaron buscando el favor de Dios. ¿Qué era en ese entonces?
era reina, ¡OJO! no podía ir al rey, según la ley, a pesar de ser reina, sólo podía ir al rey
si el rey la pedía, si al rey le apetecía estar con la reina entonces iba.

Porque si alguien se presentaba en la presencia del rey, sin que el rey lo hubiera
pedido podía morir según la ley. Pero el rey podía hacer algo, si el rey extendía el cetro
y lo apoyaba en esa persona, era la manera de mostrar gracia y decir “bueno te lo
pasó por alto” y Ester dice “ayunar, porque, aunque el rey no me llame, iré, no es
conforme a la ley y si parezco, perezco”.
¿Que llevó a Ester a arriesgar su vida? saber que había un edicto en contra del pueblo
judío y que estaban destinados a morir, a ser exterminados y la única solución era
apelar al rey arriesgando su vida por los demás.

Ella estaba cómoda como reina, se hubiera quedado calladita en palacio a pesar de lo
que le dijo su tío y nada le hubiera pasado, podría haber pasado ignorado la situación
y hacer como si nada, pero ver la situación de los demás la llevó a ayunar para buscar
el favor de Dios.

ii. Daniel en alguna ocasión también ayuno para buscar el favor de Dios.

iii. Por otro lado, vemos a Nínive, como vemos en el libro de Jonás que hizo un ayuno, no
para buscar el favor de Dios, pero un ayuno en señal de quebranto y arrepentimiento.

Nehemías es movido por un corazón que ama y es compasivo a llorar, ayunar y a buscar el favor de
Dios; sufriendo y haciendo luto por la mala situación del pueblo en aquel entonces.

En buen samaritano.

31 Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado
del camino. 32 Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro
lado del camino. Lucas 10:31-32 LBLA

Cuando Jesús cuenta esta parábola, respondiendo a ¿quién es mi prójimo? (v. 29), porque
anteriormente había dicho que debemos “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a
nosotros mismos” (v. 27) y alguien le pregunta ¿y quién es mi prójimo? Jesús llega a esta parábola
para los que habían preguntado (fariseos). Para ellos (judíos) un sacerdote y un levita eran
ejemplos a seguir, era el modelo ideal de conducta, hombres piadosos del Señor y Jesús en la
historia los pone como las personas malas, egoístas y que ignoran el sufrimiento del prójimo.

Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión,
34 y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre
su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.

Para ellos, por el contrario, un samaritano era lo peor, ni siquiera pasaban por Samaria, eran
capaces de rodear para evitar ver a samaritanos, por eso la mujer samaritana cuando se encuentra
con Jesús dice “que hacéis hablando conmigo que soy mujer y samaritana” (Juan 4:9).

Esta parábola, trae una cosa en que nos podemos sentir identificados, a veces pasamos por las
calles vemos el dolor ajeno y tristemente, los impíos, los mundanos, muestran más compasión que
los creyentes. Muchas veces tú y yo en vez de actuar como ese buen samaritano ante el dolor
ajeno somos como el sacerdote y el levita; teóricamente el pueblo de Dios, teóricamente los que
conocen a Dios y su ley teóricamente los que deben mostrar al Dios de amor, al Dios compasivo, al
Dios bueno y misericordioso y de los que se esperaría que extendieran la mano ante el necesitado
para ayudar.
Pero muchas veces somos como el levita y como el sacerdote, miramos a otro lado, poniendo
como pretexto “es que llegamos tarde al culto, es que tenemos otras cosas que hacer” y ahí pasa
un hombre mundano del que hablamos como si fueran lo peor y para su caminar para ayudar al
necesitado.

Siempre hablamos más de los fariseos, pero como un buen predicador dijo una vez “hay que orar
porque todos llevamos un pequeño fariseo dentro” y es una realidad nos falta mucha compasión.

Analiza: ¿Cuántas cosas te quitan el sueño?, ¿Cuántas son tuya y cuantas son ajenas? Que te
hacen llorar, que te angustian, que te mueven todas las noches e impiden que duermas.

De nada valdrá orar, cantar, honrar en su Nombre si no se ve en nosotros su amor y compasión.

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 13:15

“para que sigamos sus pisadas”. Que se vea más de Cristo en nosotros y si algo tenía Cristo, era
amor y compasión, muchos de los milagros que relatan los evangelios están precedidos por esta
frase y “Jesús tuvo compasión de ella, Jesús tuvo compasión de ellos, Jesús los miró y los vio como
ovejas que no tienen pastor”. Muchos hablan de fe, pero poco se habla de la compasión que
movía el corazón de Jesús hacer muchos milagros.

Tú no eres salvo aquí por otra cosa a no ser por el amor y la compasión del bendito Señor Jesús. El
estaba muy cómodo en su trono, él no tenía por qué salir de su lugar de comodidad y adoración,
pero el Hijo de Dios se despojó de todo eso y se vino al mundo, se hizo hombre, vivió una vida
perfecta y pago por tus pecados (Fil. 2:5-10)

Ese es el ejemplo que también refleja el carácter de Nehemías y ese es el ejemplo que debe
reflejar nuestro carácter, no habrá restauración en tu casa, en tu matrimonio, en tu vida espiritual,
en tu relación con la iglesia, no hay posibilidades de una restauración sin un amor y compasión
que inunde tu corazón, mientras solo busques culpables, mientras sólo haya queja, mientras sólo
veas problemas, mientras solo seas así, nada bueno pasará. Llénate de amor y compasión y deja
todo en las manos del Señor.

2. La oración de Nehemías.

Ese corazón lleno de amor, ese corazón lleno de compasión y ese corazón que hace duelo y ayuna
por esas personas y esa condición, levanta una oración al Señor y lo que vamos a hacer ahora es
analizar la oración de Nehemías.

Vamos a ver esa oración y de la oración de Nehemías podrás tomar modelo para tus oraciones.

El clamor de la restauración:

a) Exaltación:
Y dije: Te ruego, oh Señor, Dios del cielo, el grande y temible Dios, que guarda el pacto y la
misericordia para con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos… (Nehemías 1:5
LBLA).

¿Que hace primero un Nehemías?, ¿se pone directamente a pedir? No, primero se rinde
en elogios.

Esto me recuerda a una actitud que yo tengo y me hace mucha gracia.

i. Un ejemplo, cuando un niño quiere algo ¿cómo es con su padre? “papá ¿qué tal el
trabajo, ¿qué tal tu día, ¿cómo va la vida, te traigo las chanclas, papá quieres ver la
tele, te preparo algo? ¿eso que indica? Los papas, ¿qué quieres?
ii. Cuando un marido que normalmente es desconectado y frío y empieza a su mujer
“qué guapa estás, te traigo algo, le tocas el cabello, le pasas un dedo por el
hombro. Tu mujer ya sabe a donde vas, ya sabe que eso no es normal, sabe que es
movido por un egoísmo carnal.

Primero antes de pedir te rindes en elogios, hacia tu padre, hacia tu esposa y ¿porque
cuando vas a Dios, llegas directamente con la lista de deseos? son cosas diferentes, pero
una cosa que muestra esto es lo siguiente; que lo primero que se hace cuando se ora a
Dios es rendirse en elogios, es exaltarlo, es declarar que es grande, es bueno, admirable
poderoso, maravilloso, glorioso, eso es lo que debemos hacer.

Cuando Jesús enseña ese modelo de oración que conocemos como el “Padre nuestro”
mira lo que vemos:

9 Vosotros, pues, orad de esta manera:


«Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Mateo 6:9 LBLA

No empiece a pedir, empieza a santificar el nombre del Señor a bendecir el nombre del
Señor a exaltar el nombre del Señor.

Oh Señor, tú eres mi Dios;


te ensalzaré, daré alabanzas a tu nombre,
porque has hecho maravillas,
designios concebidos desde tiempos antiguos con toda fidelidad.
Isaías 25:1 LBLA

Antes de pedir, todos se rinden en elogios y una cosa, solo con elogios se puede pasar
horas orando al Señor.

Es curioso ver a unos hermanos orando por 15 segundos “y entre más rápido mejor” dicen
unos, otros dicen, solo enfócate en lo que vas a pedir. Y cuando los vemos platicar de
cosas sin sentido, pueden pasar horas y hasta se arriman una taza de café, porque de
cosas miserables sobra de que hablar.
¿Sabes porque tus oraciones solo duran 1 o 2 minutos a los mucho? es porque no sabes
orar.

Cuando tú veas todo lo que lleva una oración y lo sumes a tus oraciones, vas a orar por
oras y cuando abras tus ojos, ya no va a estar tu esposo, tus hijos, ya todos se abran ido,
pero Dios y tú habrán quedado satisfechos por esa enorme platica que han tenido.

Mira como lo manifiesta el salmista David:

1Bendice, alma mía, al Señor,


y bendiga todo mi ser[a] su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
Salmos 103:1-2 LBLA

Wow, empieza a exaltar al Señor, pero si fuera eso poco, ahora presenta una lista de cosas
gloriosas:

verso 3 perdona tus iniquidades y sana tus enfermedades


verso 4 rescata de la fosa tu vida y te corona de bondad y compasión
verso 5 colma de bienes tus años
verso 6 hace justicia y juicio a favor de los oprimidos
verso 8 es compasivo y clemente el Señor, lento para la ira y grande en misericordia
verso 17 la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad para los que le
temen y su justicia para los hijos de los hijos
verso 19 el Señor ha establecido su trono en los cielos y su reino domina sobre todo
verso 20 bendecid al Señor sus ángeles
verso 21 bendecid al Señor sus ejércitos
verso 22 bendecid al Señor todas sus obras bendice alma y al Señor

Esos son el inicio de una oración y tú vas de rodillas directamente diciendo al Señor
“ábreme una puerta de trabajo, Señor cúrame de la enfermedad, Señor yo, yo, yo, yo, yo.

“Somos egoístas” esa es la palabra que más debe resonar y te molesta cuando te lo dice tu
esposa, te molesta cuando te lo dicen tus hijos, te lo molesta cuando lo dice un conocido,
pero espero que hoy lo aceptes, cuando te lo diga el Señor.

Porque es tu propio egoísmo y orgullo lo que hace que te moleste cuando te lo digan, si
fuéramos humildes lo aceptarían, pero nuestro propio orgullo y egoísmo que no nos deja
aceptarlo. “Me corrigen, me voy tres semanas de la Iglesia para que noten que me he
enfado y se lo piensen dos veces antes de decirme cualquier cosa”, vete 4 5 o 6 hasta que
Dios trate con ese corazón endurecido.

Gente caprichosa, mimada, consentida, la Iglesia la estamos volviendo llena de niños


malcriados, necesitamos bancos llenos de Jesús, no de niños consentidos.

Jesús no era egoísta, él daba todo y si no le daban no pasa nada, porque el amor de Cristo
es incondicional y así debe ser el nuestro. Él no vino a buscar ¿el vino a recibir? No, el vino
a dar, el vino a dar su vida, a dar sus enseñanzas, a dar su tiempo, a dar su amor, a dar su
compasión, a dar su cariño y nosotros venimos a buscar.

Ya nos dio su Gracia ¿qué más queremos? la primera cosa que debe llenar nuestras
oraciones es la exaltación del Nombre del Señor.

Una vez que exaltamos el nombre de Dios y llenamos de elogios nuestra oración,
pensamos, ahora si ya viene el momento de pedir, pues no, Nehemías procede a
humillarse

Primero se le exalta y después se humilla uno.

b) Arrepentimiento.

6 que estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que yo
hago ahora delante de ti día y noche por los hijos de Israel tus siervos, confesando los
pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre
hemos pecado. 7 Hemos procedido perversamente contra ti y no hemos guardado los
mandamientos, ni los estatutos, ni las ordenanzas que mandaste a tu siervo Moisés.
Nehemías 1:6-7

Este punto me encantó, porque no sólo lleva arrepentimiento. La biblia no presenta los
pecados de Nehemías y además parece incluso que Dios cuido a Nehemías, porque lo puso
de copero del rey, no fue llevado esclavo, no estaba haciendo trabajos forzosos, estaba
muy bien cuidadito.

Nehemías podía haber dicho “ese pueblo pecó contra ti, pero yo estoy aquí porque yo me
he portado mejor, porque yo me porte más bien, porque yo sí soy bueno, porque yo sí ore,
porque yo sí ayuno, porque yo sí guarde los mandamientos, por eso ellos están en gran
aflicción y yo estoy con el aire acondicionado del rey”. Pero de Nehemías no dice eso
porque me Nehemías vuelve a presentarnos un sentido no individual, vuelve a tener un
sentido de colectividad.

Quien había sido llevado cautivo fue el pueblo, quien estaba sufriendo el castigo por los
pecados fue el pueblo, quien había pecado contra Dios fue el pueblo, quien no había
guardado los mandamientos fue el pueblo, y los que estaban en gran aflicción era el
pueblo y Nehemías es parte del pueblo.

Muchas veces especialmente eso pasa con los pastores o los que están a cargo de la
Iglesia, se escucha decir “cuando la iglesia está mal, la iglesia es mala, ¿Señor cómo va a
avanzar la Iglesia con esta gente que no ora, con esta gente que no ayuna, con esta gente
sin compromiso, con esta gente?”. Pero pasa en tu casa también, ¡por eso está mi casa así,
por mi esposa que es dura, que es mal malhumorada, malcriada, consentida, egoísta, mal
hablada! o por eso está nuestra casa así, está así por mi marido que no piensa en nadie
más que en él, es un vago, un perezoso; por eso está nuestra casa así, por nuestros hijos.

¿Te has dado cuenta cómo desde Genesis somos especialistas en tirar siempre la pelotita
para afuera? siempre la culpa es de otro, “si todo el mundo fuera como yo en esta iglesia,
esta iglesia sería fuego, santidad, ayuno, oración, vigilia, viviríamos las 24 horas dentro de
la iglesia, porque a mí no hay que decirme “ven al culto” a mí me nace sólo”.

Los hermanos siempre se la pasan lanzando indirectas a los otros creyentes, lanzando
indirectas a la iglesia, lanzando indirectas al pastor ¿y tú de dónde eres?

A mí me hace gracia y cuando un hermano me dice “hermano la iglesia”, ey espera ¿y tu


de que iglesia eres? “bueno de esta, pero me refiero al resto”.

Nehemías no se refirió al resto, Nehemías estaba cómodo, estaba bien y a lo mejor él


había hecho cosas buenas, pero no Nehemías seguía siendo parte del pueblo y por eso
Nehemías no dice “tu pueblo ha pecado” dice tu pueblo, hemos pecado”. Porque lo que
hace un buen hermano, es más, lo que hace un buen líder es que se hace responsable del
pueblo.

Un padre no se queja de los hijos, un padre se hace responsable de los hijos, si los hijos
son así “yo tengo la culpa” porque yo soy el padre, si mi matrimonio está así “yo tengo la
culpa” yo soy el marido, porque ningún matrimonio se destruye de la nada, si no es por
uno.

Si la Iglesia de Cristo en cofradía esta mal, es porque todos hemos fallado y todos somos
responsables de sacarla a flote, no solo el pastor, no solo los evangelistas, todos somos los
responsables, queríamos un salón para niños, es tiempo de llenarlo entre todos y darles
un buen sentido a los tesoros de la Iglesia.

Así que hermano, hoy antes de dormir pide por el hermano fuerte, pero también por el
débil, pide por el que trabaja en la mies y por el que no lo hace, pide por los que sirven
como columnas y por aquellos que están cómodamente dejándose llevar.

Que tus oraciones dejen de ser egoístas, donde solo aparezcas tu y pide más por mí.

La oración de Moisés:

17 Pero ahora, yo te ruego que sea engrandecido el poder del Señor, tal como tú lo has
declarado, diciendo: 18 «El Señor es lento para la ira y abundante en misericordia, y
perdona la iniquidad y la transgresión; mas de ninguna manera tendrá por inocente al
culpable; sino que castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la
cuarta generación». 19 Perdona, te ruego, la iniquidad de este pueblo conforme a la
grandeza de tu misericordia, así como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta
aquí. Numeros 14:17-19 LBLA

“Este pueblo” es una frase en el que está incluido Moisés, es más moisés en un momento
intercede por el pueblo:

30 Y sucedió que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido[p] un
gran pecado, y yo ahora voy a subir al Señor, quizá pueda hacer expiación por vuestro
pecado. 31 Entonces volvió Moisés al Señor y dijo: ¡Ay!, este pueblo ha cometido[q] un
gran pecado: se ha hecho un dios[r] de oro. 32 Pero ahora, si es tu voluntad, perdona su
pecado, y si no, bórrame del[s] libro que has escrito. 33 Y el Señor dijo a Moisés: Al que
haya pecado contra mí, lo borraré de mi libro. Éxodo 32:30-33 LBLA

Si los vas a matar, mátame a mí también, porque yo soy su responsable, yo soy el que va
adelante, yo soy el líder, son de dura cerviz, pero son míos.

Un pastor un día estaba hablando conmigo y se estaba quejando un poco de la iglesia y de


los hermanos y dentro de mi le decía “pero son tuyos, son los que te han tocado” es lo que
hay.

La oración de Daniel:

3 Volví[a] mi rostro a Dios el Señor para buscarle en oración y súplicas, en ayuno, cilicio y
ceniza. 4 Y oré al Señor mi Dios e hice confesión y dije: Ay, Señor, el Dios grande y temible,
que guarda el pacto y la misericordia para los que le aman y guardan sus mandamientos, 5
hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho lo malo, nos hemos rebelado y
nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. 6 No hemos escuchado a
tus siervos los profetas que hablaron en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes,
a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. 7 Tuya es la justicia, oh Señor, y nuestra
la vergüenza en el rostro, como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de
Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos en todos los países
adonde los has echado, a causa de las infidelidades que cometieron contra ti.
Daniel 9:3-7 LBLA

¿Te has dado cuenta de lo que dice Daniel, aquel hombre que lo echaron al foso de los
leones, aquel que se negó comer la comida de los babilónicos para demostrar que Dios
estaba con ellos, aquel a quien Dios le daba interpretación de sueños, esta diciendo? (vv.
5-6).

Eso es un líder hermano. Un líder ama y siente tanta compasión por el pueblo que, aunque
el pueblo haga algo desastroso se hace responsable, lo hemos hecho mal. Cuando la
Iglesia va mal, cuando las cosas se tuercen, yo no voy al Señor buscando culpable, yo voy
al Señor preguntando ¿que hemos hecho y como lo arreglo?, ¿cómo podemos
solucionarlo?

Hermano yo tengo una cosa, algo muy grave debería pasar para que yo no me muera en
esta iglesia, porque yo he decidido ser parte de esta familia, yo no quiero ser un
trotamundos, yo no quiero ser un chapulín, yo no quiero ser un egoísta, y cuando no me
cuidan, me busco otra. Tengo motivos para verlo hecho desde hace varios años; traiciones,
espaldas dadas por personas que has querido y aquí vamos a seguir, porqué es mi pueblo,
es mi iglesia, es mi familia.

Te aseguro que de aquí no te vas por falta de Palabra, no te vas por falta de la alabanza, no
te vas por falta de una sonrisa y un buen saludo, te vas por algo que tienes en tu corazón y
que no has querido sacar.

Hermano, no olvides de mediar por tu familia, por tu iglesia, por tu matrimonio.


El Señor Jesús no tenia culpa alguna de lo que habíamos hecho, fue capaz de mediar por
nosotros como nosotros menos pecadores miserables no podremos humillarnos para orar
por los demás también.

Así que la segunda cosa después de exaltar a Dios es “arrepentirnos, aceptar nuestras
iniquidades e interceder por el pueblo”.

Y todavía no viene lugar para las peticiones, espera, no desesperes.

c) Las promesas.

8 Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a tu siervo Moisés, diciendo: «Si sois
infieles, yo os dispersaré entre los pueblos; 9 pero si volvéis a mí y guardáis mis
mandamientos y los cumplís, aunque vuestros desterrados estén en los confines de los
cielos, de allí los recogeré y los traeré al lugar que he escogido para hacer morar allí mi
nombre».

¿con que palabra comienzan estos dos versos? Acaso a Dios se lo olvidan cosas, no. En la
biblia encontramos momentos curiosos como: Dios preguntando “¿Dónde está Abel, tu
hermano?” o a Jesús preguntándole a Pedro “Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?”.

¿Ves esas preguntas de Dios? son interesantes ¿acaso Dios no lo sabe? siempre que veas
una pregunta de Dios no te preguntes ¿qué quiere saber Dios? pregunta ¿qué quiere
enseñar Dios? Dios ya sabe la respuesta, pero necesita que la otra persona trate con su
corazón.

Dios no se ha olvidado de sus promesas, Nehemías está diciendo “acuérdate de lo que le


dijiste a moisés”, mira que le dijiste: “que si pecamos, que si éramos infieles pagaríamos
las consecuencias y seríamos desterrados” pero también le dijiste a Moisés “que si
volvíamos a ti, que si nos arrepentimos, nos volverías a restaurar” ¿acaso Dios se ha
olvidado de sus promesas?

Dios no se ha olvidado de las promesas, lo que Nehemías está diciendo es “a pesar de todo
lo que está pasando nuestra confianza sigue en ti”, eso es lo que está diciendo Nehemías.

Podríamos simplemente bajar los brazos y decir “es lo que hay, hemos pecado y esto es la
consecuencia, muros y puertas caídas, destrucción”. Hermano ¿podían hacer eso sí o no?
¿podían resignarse y decir es lo que toca son consecuencias? eran consecuencias del
pecado, si, podían resignarse y decir “es lo que hay”, pero ¿porque Nehemías dice eso?
Señor, nos lo hemos buscado, estas son las consecuencias, pero también sabemos que hay
promesas de perdón, hay promesas de misericordia, hay promesas de restauración y
sabemos que esas promesas son tuyas y tú eres fiel y tú prometiste que el castigo llegaría
y llegó, pero también prometiste que si nos volvíamos a ti lo podía solucionar. Nehemías
no está diciendo que Dios se ha olvidado, Nehemías está diciendo que él sigue confiando
en sus promesas de perdón y misericordia.
No tires la toalla en el primer round de los problemas de tu matrimonio, o con tus hijos, o
con tu trabajo, o con la iglesia, recuerda que Dios tiene promesas y es fiel para restaurar
todo lo que se pida con fe.

Nehemías confiaba en las promesas de Dios.

Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición
que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes[a] en todas las naciones adonde el Señor tu
Dios te haya desterrado, 2 y vuelvas al Señor tu Dios, tú y tus hijos, y le obedezcas[b] con
todo tu corazón y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, 3 entonces el
Señor tu Dios te hará volver de tu cautividad[c], y tendrá compasión de ti y te recogerá de
nuevo de entre todos los pueblos adonde el Señor tu Dios te haya dispersado.
Deuteronomio 30:1-3 LBLA

Eso es lo que me Nehemías había recordado, que había esperanza, que estaban mal, pero
Dios había prometido restaurarlos si lo querían de todo corazón, lo mismo hizo Salomón

Cuando Salomón consagra el templo dedica el templo al Señor:

46 Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) y estés airado contra
ellos, y los entregues delante del enemigo, y estos[a] los lleven cautivos a la tierra del
enemigo, lejos o cerca, 47 si recapacitan en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos,
y se arrepienten y te hacen súplica en la tierra de los que los llevaron cautivos, diciendo:
«Hemos pecado y hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente», 48 si se
vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los
llevaron cautivos, y oran a ti vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad
que has escogido, y hacia la casa que he edificado a tu nombre, 49 entonces escucha tú
desde los cielos, el lugar de tu morada, su oración y su súplica y hazles justicia, 50 y
perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti, todas las transgresiones que hayan cometido
contra ti, y hazlos objeto de compasión ante los que los llevaron cautivos, para que tengan
compasión de ellos 51 (porque ellos son tu pueblo y tu heredad que sacaste de Egipto, de
en medio del horno de hierro). 1 Reyes 8:46-51 LBLA

Y un texto que conocemos mucho:

13 Si cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando la langosta a devorar la tierra, o
si envío la pestilencia entre mi pueblo, 14 y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado
mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré
desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:13-14

Cuán bueno y compasivo es el Señor, le han dado infinidad de motivos para destruirlos
definitivamente, pero siempre ha prometido que un corazón contrito y humillado no lo
desprecia, y si se vuelven a Él y se arrepienten y buscan su rostro, los restaurará.

No tires la toalla, si hoy en la mañana te levantaste y abriste los ojos y diste una bocanada
de aire, aprovecha y arrepiéntete de tus pecados, reconoce tu error, recuerda las
promesas de Dios y busca de todo corazón el rostro de Dios de todo corazón y Él hará.
Dios puede restaurar cualquier área de tu vida, sin excepción, Dios es fiel y poderoso para
hacer volver tu matrimonio, para hacer volver a tu familia, para hacer volver tu vida
espiritual, para hacer que esta iglesia vuela a los mismos pasos de la iglesia primitiva, pero
busca con fe en el Señor Jesucristo, porque el quiere ser tu Señor pero también tu
Salvador.

Y ahora sí, vienen las peticiones.

d) Petición.

10 Y ellos son tus siervos y tu pueblo, los que tú redimiste con tu gran poder y con tu mano
poderosa. 11 Te ruego, oh Señor, que tu oído esté atento ahora a la oración de tu siervo y
a la oración de tus siervos que se deleitan en reverenciar tu nombre; haz prosperar hoy a
tu siervo, y concédele favor delante de este hombre.

i. En primer lugar, lo primero que pide Nehemías es “escucha la oración de tu siervo


que quiere honrarte y obedecerte”.

ii. segunda cosa que le piden Nehemías es que “lo haga prosperar” ¡ojo hermano!
esta frase “haz prosperar hoy a tu siervo” no tiene nada que ver con darle dinero,
no tiene nada que ver con darle riquezas.

Has prosperar en la obra que quiero hacer, has prosperar en lo que viene a
continuación y lo que venía a continuación era una petición delante del rey
Artaxerxes, lo que venía ahora era una posible restauración de la ciudad, de los
muros y de las puertas, lo que venía ahora, era una obra que haría en favor del
pueblo y para la gloria de Dios y ahí quería prosperar.

Hay que pedir que las cosas prosperen en la vida de nuestros hermanos, sí, pero
especialmente en las cosas que son para la gloria de Dios, más que tu dinero, más
que tu gran salario, tu casa o tu coche.

Lo que a mí me gustaría y se lo pido a Dios, es que prosperes en tu alma, porque si


tengo hermanos con mucho dinero vendrán muchas ofrendas, pero de qué valen
ofrendas cargadas y corazones secos, prefiero corazones apasionados por Dios,
almas entregadas para honrar y servir al Señor y vidas que se consagran en
santidad.

Esa es la prosperidad que deseo para nuestra iglesia, lo otro es secundario, porque
si eso llega, ese tipo de prosperidad llega, incluso con lo necesario, aprenderemos
a ser agradecidos y estar contentos, no nos hará falta más.

iii. tercer lugar pide tener favor delante del rey, no pide nada egoísta no pide nada
material no pide nada para su propio estómago, está pidiendo cosas que necesita
para llevar a cabo una obra en el pueblo de Dios y una obra para la gloria de Dios.

Cuando vayas a orar primero: exalta a Dios, segundo: arrepiéntete de tus pecados, tercero:
recuerda sus promesas y cuarto pide.
Pero cuando vayas a pedir, intenta pensar un poco más en la gente y un poco menos en tus
propios intereses, que tus oraciones no sean todas: me, me, me, a mí, me, a mí y tus oraciones
sean más plurales. Mateo 6:

9 Padre nuestro…

Venga a nosotros tu Reino. (Nacar Colunga)

11 Danos hoy el pan nuestro de cada día.

12 Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

El Padre nuestro nos enseña que el creyente no piensa en sí, piensa en nos.

¿Cuánto horas por tu iglesia, por tus pastores, por tus hermanos, por tus familiares?

Y finalmente, el último punto del mensaje lo quiero dar para dejar un poco de saborcito de lo que
viene el próximo domingo.

3. La providencia en la restauración.

La restauración se acerca, pero la restauración necesitaba de providencia de Dios. Nuestro texto


del capítulo 1 termina con esta frase:

Era yo entonces copero del rey. Verso 11

Creo que otro esclavo no habría tenido acceso igual al rey para todo lo que va a venir. Yo creo que
Dios quería que Nehemías fuera el hombre usado para la restauración y Dios puso desde el
principio a Nehemías ahí para poder tener acceso al rey.

¿Quién fue usado para librar a los judíos de aquel edicto? ¿quién intercedió ante el rey? no creo
que Ester haya llegado a ser reina por casualidad, creo que Dios la puso con un propósito.

¿Quién acabó siendo la mano derecha de faraón y libró a Israel de una hambruna? no creo ni que
la venta de los hermanos de José, ni que lo que pasó en casa de Potifar, ni el tiempo que paso en la
cárcel fuera casualidad, creo que José fue llevado por la providencia de Dios, hasta que fue la
mano derecha de faraón.

Ester no estaba ahí por su beneficio de ser reina, sino por el beneficio del pueblo. José no estaba
ahí por su beneficio de ser la mano derecha de faraón, sino para beneficio del pueblo. Nehemías
no estaba ahí para su beneficio de ser copero, sino para beneficio del pueblo.

Recuerda que cuando Dios te ponga en un buen lugar, no es para tu propio beneficio, es para el
beneficio de otros, es así de sencillo.
Si Dios te da más es para que des más, si Dios te enseña más, es para que enseñe más; si Dios te
provee mas, es para que ayudes más.

Todo lo que Dios te da para arriba, no es para que mires a los demás desde arriba, es para que
bajes y ayudes a los que siguen más abajo, nada es fruto de la casualidad y eso es lo que veremos
la semana que viene, la casualidad y la fortuna no existen, existe la divina Providencia.

terminamos con este texto que me enseña el mayor caso de providencia de toda la historia de
alguien que si estaba arriba y vino abajo:

36 Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo[a]. Si mi reino fuera de este mundo, entonces
mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de
aquí. 37 Pilato entonces le dijo: ¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy rey. Para
esto yo he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es
de la verdad escucha mi voz. Juan 18:36-37 LBLA

Jesús vino para esto, para dar testimonio de la Verdad, para morir por nuestros pecados, para
pagar por nuestras iniquidades y que muchos que estamos hoy aquí fuéramos redimidos por su
preciosa Sangre, para que nos arrepintamos de nuestros pecados y pusiéramos nuestra fe en Él y
en su perfecta obra.

Pero esa frase guárdatela para la semana que viene “para esto he venido al mundo” y yo quiero
que hoy te vayas con una pregunta que acompañe toda la enseñanza ¿para que naciste tú? nadie
es fruto de la casualidad, en todo Dios tiene un propósito, la semana que viene seguimos con ese
tema.

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