Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fazedores de Desertos
Fazedores de Desertos
(1864-1902)
by
Javier Uriarte
W
A dissertation submitted in partial fulfillment
IE
of the requirements for the degree of
EV
Doctor of Philosphy
January, 2012
_______________
In the unlikely event that the author did not send a complete manuscript
and there are missing pages, these will be noted. Also, if material had to be removed,
a note will indicate the deletion.
W
IE
UMI 3502733
Copyright 2012 by ProQuest LLC.
EV
All rights reserved. This edition of the work is protected against
unauthorized copying under Title 17, United States Code.
PR
ProQuest LLC.
789 East Eisenhower Parkway
P.O. Box 1346
Ann Arbor, MI 48106 - 1346
© Javier Uriarte
W
IE
EV
PR
Para Cleo, en el comienzo de su viaje
W
IE
EV
PR
iii
ACKNOWLEDGMENTS
Todos los aportes, las lecturas, las sugerencias que he recibido en estos años han
W
construido estas páginas, incluso si estos agradecimientos –o las páginas que les
siguen– no darán cuenta de todos los nombres que están realmente aquí.
IE
Ante todo, agradezco a los miembros del comité de tesis por su tiempo, sus
EV
lecturas, su entusiasmo. A Mary Louise Pratt, mi directora de tesis, quien me hizo
trabajo pero también supo ponerme límites y hacerme las preguntas que yo no
PR
quería hacerme. Le doy las gracias por contagiarme su interés por la guerra, por
haberla visto antes que yo en mis propias páginas. Sobre todo, por haber sabido
querer los textos, a quedarme cerca de ellos, a tocarlos de nuevas maneras con las
palabras. A Sibylle Fischer, por haberme leido con rigor, y por habérmelo enseñado.
iv
ayudado a construir estas páginas. Gabriel Giorgi me trasmite en cada charla
diálogo más intenso y real entre la América hispana y Brasil. En él, a juzgar por las
horas que dedica a cada estudiante, el tiempo parece multiplicarse hasta el infinito.
Puede que sea obvio, pero acaso él no sepa cuánto cada estudiante se lo agradece.
Hugo Achugar está en estas páginas desde hace más de diez años. Con él descubrí
W
alegría que pueda estar también en este aterrizaje.
En New York University, partes de este trabajo han sido leídas por otros
IE
profesores, como Patrick Deer y Marta Peixoto. Agradezco el feedback entusiasta y
EV
positivo de Patrick, quien incluyó a mi pedido The Purple Land en su curso sobre
Marta, quien incluyó Os sertões en su curso para que yo pudiera leerlo en compañía
PR
por primera vez. Otros amigos que conocí en distintos departamentos de New York
Marchesi, Lina Meruane, Kahlil Chaar, Micaela Kramer, Michiel Bot, Jonathan
v
Felipe Martínez. Todos ellos han compartido conmigo, en distintos momentos y
Nueva York. Muchos de ellos han leido partes de esta tesis y las han comentado con
rigor, con entusiasmo y con honestidad. El recuerdo del trabajo de estos años, así
que hoy acaba, estará ligado a ellos. Ellos me han enseñado que el trabajo
W
estadounidense que han estado cerca, aunque en distintos países, para apoyarme y
Nieves, Federico Kuster, Edgar Ergueta, Sebastián Baña, Martín Solari, Marco
Antônio Sousa Alves, Marco Aurélio Sousa Alves, María José Bruña Bragado,
PR
Marcos Rico, Ximena Espeche, Thiago Lima Nicodemo, Lydia Bellido, Diego
(otros me protegen contra los excesos académicos), muchos han leido trozos de
vi
esto que hoy presento. A otros, simplemente, les basta con estar. A ellos, gracias por
han encontrado con distintas versiones de este proyecto, lo han discutido desde
veces con sus textos, a veces en sus clases. Algunos con todo ello. A Beatriz Vegh,
Roberto Vecchi, Graciela Montaldo, Julio Premat, Élcio Cornelsen, Myriam Ávila,
W
Scarzanella, Julio Prieto, Justin Byrne, Ana Inés Larre Borges, Claudia Torre,
Jennifer French, Luis Paulo Neiva, Jo Labanyi, Leopoldo Bernucci, Leila Gómez,
IE
Emilio Irigoyen, gracias por el tiempo, las charlas y los cafés compartidos, los
EV
encuentros en distintas ciudades, el entusiasmo, los futuros reencuentros. Gracias
también a Silvia San Martín, que me enseñó que la academia sin la docencia es
vana, que en nuestros estudiantes nos hacemos. Agradezco también a todas las
PR
vii
está, empezando -¿o terminando?- por el epígrafe. Le agradezco que, entre risas y
viajes, haya sabido desafiarme intelectualmente, leerme con dureza, criticarme con
viajar dos veces a Nueva York en estos años. Volvimos entonces a ir al zoológico
hermanos, Inés e Ignacio, les agradezco ser mis ejemplos en muchas cosas. Sobre
todo, la energía que me dan en cada reencuentro. Sus abrazos, sus consejos, sus
W
críticas, me han ayudado a crecer. A pesar de las diferencias, más de una vez ellos
han sabido escucharme y entenderme antes que nadie. Gracias, con admiración y
IE
orgullo, a mis padres, José Ignacio Uriarte y Corina Puppo, que siguen cuidándome
EV
y enseñándome, que me han apoyado siempre de todas las formas que han podido,
que han procurado entender mis viajes y mis elecciones vitales y profesionales, que
viii
ABSTRACT
This dissertation studies the intersection of travel, state formation, and war
in late 19th century Latin America. It studies how the rhetoric of travel introduces
Paraguay, and Uruguay. I suggest that wars waged against “deserts” are actually
means of generating empty spaces, which are the condition for a new foundation. In
the second half of the 19th century, the desert is no longer a fantasy or a fiction, as it
W
is in the earlier writings of Latin American intellectuals, but becomes a tragic
reality. War is the key instrument for this desertification, and for the state's
IE
subsequent appropriation of these spaces. While the nineteenth century is
EV
commonly associated with nation building, this study focuses on the processes of
war.
PR
The first chapter analyzes Richard Burton's Letters From the Battle Fields
Argentina, Brazil and Uruguay joined their forces against Paraguay. The second
chapter examines William H. Hudson's novel The Purple Land (1885), which
narrates the protagonist's participation in the Uruguayan civil wars of the 1860s.
ix
(1879) in the context of the “Conquest of the Desert” (1879–1885), the war of
State. Finally, I discuss Euclides da Cunha's Os sertões (1902), which recounts the
Canudos War (1897), a massacre of rural rebellious peoples in the Brazilian sertão.
In these texts I analyze what I call “rhetorics of vanishing”, the oblique ways in
massacres through what is left of them. While war itself remains elusive to
narration, the traveler's gaze focuses on that which is not the battle but still makes it
W
present and concrete. I explore the double relationship that ruins bear to war: while
they express death and decay, they are also a form of persistence or resistance
IE
EV
PR
x
TABLE OF CONTENTS
Acknowledgments iv
Abstract ix
W
Capítulo II. Elogio del desvío:
IE
Imperio, guerra y nomadismo en The Purple Land 104
xi
Introducción: Fazedores de desertos
W
Desertificaciones
IE
¿Cómo se hace un desierto? ¿Cómo se fabrica, de dónde surge? La pregunta
podría parecer curiosa, o acaso absurda. ¿No sería el desierto un espacio natural,
EV
pura geografía? El epígrafe de Tácito apunta sin embargo a describir el desierto
propio Tácito. El texto critica la explotación a que sometía el imperio romano a las
Agricola, es puesto por Tácito en boca de Calgacus, uno de los jefes del ejército
1
sustantivo latino solitudo significa, efectivamente, desierto,1 palabra que en
solo, vacío. Por eso mismo, el desierto –ya desde su etimología– no siempre estuvo
lugar que quedó desierto. La cita, además, socava el sentido civilizador que el
W
sustitución de un pueblo por otro. Así, el cuestionamiento no es sólo al eufemismo
primordial, como un vacío originario.2 Figura empleada con insistencia por los
1
Otros términos que he podido encontrar como traducción inglesa han sido
wasteland (Benario) o wilderness (Fyfe).
2
Son numerosos los trabajos que se ocupan de estudiar la construcción literaria e
ideológica del espacio latinoamericano. Ver, entre otros, Andermann (2000),
Nouzeilles, comp (2002), Montaldo (1993), Pratt (1992), Keating y Maranhão
(2008), Ileana Rodríguez (2004), Süssekind (1990), Jagoe (2008), Halperín
Donghi (1982), Fermín Rodríguez (2010).
2
trató de una construcción, de una ficción necesaria para la fundación. Esta idea de
América como una tabula rasa en la cual la historia estaba siempre por comenzar, y
debía ser construida, como un espacio virgen a la espera de que todos los proyectos
descubrimiento hasta la primera mitad del siglo XIX. Sin embargo, el vacío, la
esas tierras fueron arrasadas. Las preguntas que intentaré responder en estas
W
en la segunda mitad del siglo XIX el desierto se vuelve concreto, tangible, presente.
Las elites gobernantes construyen ese desierto que habían imaginado en las décadas
IE
anteriores desde la oposición y en el papel. Y es la guerra, precisamente, el
EV
necesario instrumento desertificador.
adelante contra los indígenas de la Pampa y la Patagonia, como “el fin del
falta, sin embargo, una precisión: el fin del desierto como representación coincide
3
con la creación del desierto como vacío apropiado por el Estado, como solitudo. Se
trata de la concreción de lo que antes era una expresión de deseo. Sobre ese vacío
segunda mitad del siglo XIX, deja de ser una metáfora o una imagen y adquiere un
carácter destructivo del proceso: como en tiempos del imperio romano, el desierto
W
será el vacío que resulte de la guerra.
una crítica a las prácticas por las cuales los suelos pierden definitivamente su
PR
fertilidad a manos de los hombres del sertão a través de prácticas que, como la
formas erradas del manejo de suelos fueron continuadas por el colono, por el
hombre moderno, quien generó así más sequía y más pobreza. Al apropiarme del
título del ensayo para discutir en esta tesis el lugar que la guerra como generadora
3
El artículo se publicó por primera vez en el periódico O Estado de São Paulo el
10 de octubre de 1901.
4
de desiertos ocupa en la mirada de viajeros de la segunda mitad del siglo XIX,
busco dotar de nuevos sentidos a la propia idea de desierto, que leeré como una
Estado en la América del Sur de esos años. Euclides en este artículo, preocupado –
casi avant la lettre con respecto al cambio climático– por los efectos en el clima del
atención sobre la continuidad entre las prácticas del hombre atrasado del sertón y
W
destrucción que identifica a éstos con los supuestamente bárbaros que los
precedieron: “prolongamos ao nosso tempo esse longo traço demolidor, que vimos
IE
no passado” (189). La relación destructiva con respecto al espacio natural asimila
EV
entonces al hombre del sertão al colono que lo ha sustituido. Esta similar lógica
los rebeldes sertanejos en la mirada del narrador de Os sertões (1902), la obra más
PR
conocida de Euclides da Cunha, que será uno de los focos de mi análisis.4 Aunque
4
También en Os sertões hay varias páginas dedicadas al hombre como agente
geológico. En la primera sección del libro, titulada “A terra”, es posible
encontrar dos secciones sucesivas, tituladas “Como se faz um deserto” (137-
142) y “Como se extingue o deserto” (142-145). De acuerdo al punto de vista
elegido, la guerra ha contribuido simultáneamente a realizar ambas operaciones.
La pregunta que abre esta introducción se inspiró en el título de la primera de
estas secciones.
5
de los suelos, los fazedores de desertos de que hablan estas páginas también
pensado con frecuencia la relación entre guerra y Estado desde la literatura u otras
W
manifestaciones culturales. Las formas de representar la guerra, de discutir sus
conceptos sobre los que girará mi trabajo: me refiero a las relaciones entre guerra y
PR
the monopoly of the legitimate use of physical force within a given territory” (13,
6
cursiva en el original). La guerra no es sólo una forma de esa violencia, sino que
fórmula propuesta por Charles Tilly en “War Making and State Making as
Organized Crime” (1985), “war makes states” (36), se complementa con la idea de
que, al mismo tiempo, el Estado crea la guerra para legitimarse ante sus ciudadanos
given government protects its citizens are imaginary or are consequences of its own
activities” (Tilly 37).5 Esta alimentación recíproca entre la guerra y el Estado tiene
W
un elemento más que aparece como fundamental en el proceso de construcción del
Tilly sirve para explicar la consolidación del aparato estatal en el sub continente.
ciencia política tienden a sugerir ajustes al modelo de Tilly. Miguel Ángel Centeno
5
Tilly también coincide con la afirmación de Weber: “goverments stand out from
other organizations by their tendency to monopolize the concentrated means of
violence” (38).
7
y Cameron Thies se han preguntado acerca de la guerra y la construcción de los
satisfactorias. Blood and Debt (2002), de Centeno, cuenta con el mérito de ser
Tilly parece clara: “Perhaps we need to rethink the notion that wars makes states
[...] States were not created in war, but emerged from it stronger than before” (276).
W
Esto es sin duda cierto para el período que estudiaré aquí (a grandes rasgos, 1860-
Parece haber aqui una contradicción, porque en realidad los momentos de creación
6
Habría que nombrar también el libro de historia Wars of Latin America, 1899-
PR
8
y consolidación del Estado no coinciden. La guerra crea el Estado no porque éste
continuos entre lo estatal y lo bélico. Centeno parte, sin embargo, de una premisa
que resulta un tanto arbitraria: que los Estados latinoamericanos son deficientes,
incompletos, fallidos. Se pregunta: “why did the Latin American state fail to
W
develop beyond its limited organizational capacity” (261). Esta ansiedad por la
inherente debilidad del Estado latinoamericano en su estudio (el autor habla de “the
IE
inherent weakness of the state”, 263) lo conduce a proponer la fortaleza del Estado
EV
como necesariamente positiva; así, el problema es que las guerras se produjeron en
decir, el fortalecimiento del Estado): “Wars came at the wrong moments. For all
PR
intents and purposes, the major conflicts essentially preceded the establishment of
nation-states” (270). Cabría observar, sin embargo, que la incapacidad del Estado
9
Se trataría de dos debilidades que no son equivalentes, que no coinciden en todos
los casos. De hecho, y como veremos en mayor profundidad en las páginas que
siguen, el Estado que resulta del impulso modernizador de fines del siglo XIX en
W
excepcionalmente infrecuentes en el continente (261). Si el dato puede resultar
México y Paraguay. Afirmaciones tales como que “control over faraway hinterlands
rarely led to geopolitical conflict” o que “the sheer amassing and control of
territory was not as central for Latin America as it was for Europe” (270)
10
encontrarán incontables evidencias en contra a lo largo de estas páginas. La
segunda mitad del siglo XIX –y acaso todo el siglo– constituyó una constante lucha
por el territorio. Centeno señala como excepciones a esto la guerra de Chile contra
invasión francesa. Sobre esta última, señala, “this war provided the Mexican state
excepción final sería la dictadura de Gaspar Rodríguez de Francia, que “gave the
W
estas páginas, en Argentina, Brasil y Uruguay el Estado recorre este mismo camino,
las elites gobernantes y guerreras. La mirada normativa de este trabajo parece dejar
de lado el valor analítico de cada caso. Tanto Centeno como Thies pierden de vista
PR
los comentarios de Tilly en relación al aparato estatal como detentor del monopolio
11
precisamente en las relaciones entre capitalismo y apropiación de espacios. Según
David Harvey (1989: 226), Lefebvre fue quien primero afirmó la importancia del
control sobre el espacio como fuente de poder social. Las formas de apropiar y
transformar los espacios, así como su uso, son fundamentales en su análisis de las
prend un rôle économique dans l'accumulation. [...] l'espace des guerres, pendant
W
des siècles [...] devient le berceau du capitalisme.” (318). Estado, guerra, capital
sur un espace” (323). Se trata de una violencia contra la propia naturaleza, la que es
transformada de acuerdo a una nueva lógica. Esa violencia “établit une rationalité,
PR
création continue par la violence, voilà la marque distinctive de l'État” (323). Esta
7
El propio David Harvey es un continuador del pensamiento de Lefebvre en lo
12