Para dar continuación cabe resaltar que la comunicación no tiene como tal una fecha establecida

en la cual se dio su origen, pero hay diversas teorías que suponen su origen, una de ellas es en la
cual simultáneamente con la aparición del homo sapiens surgió también lo que hoy en día
llamamos comunicación, ya que, desde la prehistoria, había diversas maneras de comunicación,
tales como, los símbolos y señas, esta comunicación primitiva se basaba en más que todo en
gruñidos y gestos que permitían una mayor interacción entre los seres con los que habitaba,
cooperando de mejor forma en la caza y labores que eran realizadas por esos tiempos. Todo esto
nos ayudó a sobrevivir, perdurar y a su vez ser ahora denominados como superiores frente a los
animales que, aunque también tienen diversas formas de comunicarse, no es tan compleja como
lo es la humana. A medida que la especie humana fue evolucionando, estas maneras de
comunicación se fueron volvieron más complejas pasando por diversas etapas, hasta llegar a el
lenguaje articulado que es el que conocemos actualmente.

En lo que respecta a los factores importantes para el desarrollo y evolución de la comunicación

uno de ellos fue la voz humana ya que gracias a esta el conocimiento se fue transmitiendo de
persona en persona, pero toda esa información que se iba divulgando no llegaba de forma exacta,
si no que se distorsionaba dando lugar a nuevas versiones, con la posterior aparición de la
escritura , la cual inicio aproximadamente en el año 3.000 A.C, con la civilización fenicia, se dio
lugar a diversas formas de escritura entre ellos: los alfabetos, pictogramas e ideogramas, todo esto
adjudicando ventajas ya que permitía que la información llegase de forma concreta y exacta a
muchas personas sin que fuese variada y perdurara en el tiempo. A su vez la escritura dio lugar a
las formas de comunicación conocidas actualmente, como lo son la radio, televisión, correos
electrónicos, teléfonos inteligentes, redes sociales y el comercio electrónico. Todos estos avances
fueron primordiales para que la tecnología diera su auge.

Desde la perspectiva evolutiva, la comunicación es un rasgo fundamental en la adaptación y

supervivencia de los seres vivos. En el caso de los seres humanos, la comunicación se ha
convertido en una habilidad compleja y sofisticada que nos permite no solo transmitir
información, sino también crear y mantener relaciones sociales, expresar emociones y
sentimientos, y desarrollar conocimientos y culturas. Además, es importante destacar que la
comunicación ha evolucionado de forma paralela a otros aspectos del ser humano, como la
cognición, el lenguaje y la cultura. Por ejemplo, se ha sugerido que el desarrollo del lenguaje y la
comunicación ha sido clave en el surgimiento de la cultura y la complejidad social en los humanos.

Por otro lado, la comunicación no es un fenómeno exclusivo de los humanos, ya que se ha

observado que otras especies animales también poseen habilidades comunicativas complejas y
sofisticadas, como las abejas, los delfines y los primates. Estas habilidades son esenciales para la
supervivencia y adaptación en su entorno, muchas especies animales han desarrollado sistemas de
comunicación complejos y sofisticados que les permiten interactuar entre sí y con su entorno. Por
ejemplo, las abejas son conocidas por su famoso "baile de la abeja", que les permite comunicar la
ubicación de las fuentes de alimento a sus compañeras, Los delfines utilizan un sistema de
comunicación acústica, donde emiten sonidos a través del agua para comunicarse entre sí y
localizar presas por otro lado, los primates han desarrollado un lenguaje gestual y vocal muy
complejo, que les permite comunicarse con precisión y expresar emociones. Estos sistemas de
comunicación no solo son útiles para la supervivencia y la adaptación en su entorno, sino que
también pueden ser muy sofisticados. Por ejemplo, los primates utilizan diferentes tonos, gestos y
posturas para comunicar diferentes significados y emociones. Además, algunos estudios sugieren
que los animales también pueden utilizar señales no verbales para manipular el comportamiento
de otros individuos. Por ejemplo, un mono puede emitir una llamada de alarma falsa para distraer
a sus compañeros y así obtener acceso a la comida.