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Cualquiera que sea la libertad por la que tanto luchamos y anhelamos, debe estar

basada en la igualdad, debe estar basada en los principios, valores, moralidad,


pero lo más importante en la honestidad que tanto perpetuamos. –Judith Butler
Honorable jurado calificador, al cual tengo bien encomendado la pulcritud de mis
palabras, compañeros oradores que se visten con su mejor elocuencia, distinguido
público que hoy nos acompaña, amigos todos.
La corrupción representa un obstáculo mayúsculo para el crecimiento de un país,
ya que obstruye la democracia, la justicia, el Estado de Derecho, la seguridad y el
combate a la pobreza y marginación social. México es uno de los países con más
corrupción según el Word Justice Project, organización sin ánimo de lucro con
sede en Washington DC y Seattle. México ocupa el lugar 135 de 139 entre las
naciones más corruptas del mundo, donde a mayor número mayor corrupción y se
analiza dentro del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, la Policía y el Ejército.
Tales son los casos como el de Jose Antonio Zuñiga, protagonista de presunto
culpable, El caso obedrecht de Emilio Lozoya, la casa blanca de Enrique Peña
Nieto, Ayotzinapa, los Panama Papers, La estafa maestra con Alejandro Vera
Jimenez, y todas aquellas personalidades que perjuran ser los héroes de esta
nación, sustentando el crecimiento de un país en ruina y promoviendo ideales con
el poder de la voz, la palabra y el convencimiento.
Pero los verdaderos héroes presumen ser los de carne y hueso que salen a
combatir todo este flagelo político, económico y social, aquellos héroes que día
tras día prevalecen realizando las auditorias como lo son los órganos internos de
control, la auditoria superior de la federación y el sistema nacional anticorrupción,
presumen ser los primeros en combatirlos, pero son los primeros en estar
coludidos con todas estas prácticas ilícitas, sin embargo, los verdaderos héroes
son los yacen y que juegan un papel fundamental e importante en las profesiones
comunicativas, son los periodistas, aquellos informadores que la opresión sigue
silenciando y no temporal sino permanentemente. La participación ciudadana debe
de predicar con el ejemplo no siendo participe de sobornos a tránsitos, multas y
otras estratagemas, y por último los oradores estudiantiles que reivindican y
transparentan esta información a través de la comunicación efectiva, siendo
participes y fieles colaboradores para hacer conciencia sobre el estancamiento de
nuestro país, alzando la voz y coadyuvar con la oratoria y la retórica.

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