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este siglo XXI. También aparecen como cul- producido. Son saberes prácticos que perma-
pables, en algunos casos, la familia y su con- necen ocultos, o no hay interés de conocerlos
texto, y el reiterativo tema de la “pérdida de o de difundirlos. La educación como hecho
valores” con respecto al pasado. social mantiene las características que hacen
Es así que la educación en su conjunto y al mismo, por tanto los cambios y las perma-
sus protagonistas ocupan el banquillo de los nencias ofician a modo de telón de fondo de
acusados desde hace largo tiempo. En algu- los nuevos escenarios.
nos casos, la culpa se ubica en las metodolo-
gías; en otros, en los procedimientos; en mu- Posibles escenarios para el análisis:
chos casos, como dijimos, se atribuye a los esbozo de algunas características
alumnos una baja de nivel que se cataloga de Un primer escenario lo ubicamos en las ne-
preocupante, llamando a la nostalgia respec- cesidades actuales de la alfabetización básica.
to a épocas pasadas y sus bondades, tanto en Cuando un docente ingresa a una institución
lo que hace a los que enseñan como a los que educativa actual, ¿qué cambios habría percibi-
aprenden. En muchas otras oportunidades son do si hubiera tenido la oportunidad de cono-
los materiales y sus fallas; en otras, la falta de cer la institución de otras épocas, tal vez la que
conocimiento disciplinar o didáctico; y así recuerdan sus padres, abuelos o él mismo?
podemos seguir enumerando una larga lista La función que tiene que cumplir ese do-
de “culpas y culpables”, acerca de los resulta- cente es la misma de otros tiempos, y los es-
dos obtenidos en la educación de los niños y pacios institucionales físicos y curriculares
jóvenes. Queda claro que las culpas van pa- mantienen muchas de sus características, así
sando de unos a otros, mientras que habría como los tiempos y sus referencias también
que preguntarse, ¿existen culpables? O, como permanecen en sus formas primarias (grupos,
plantea F. Terigi (2006), son “lecturas bana- horarios, materias, graduación de clases, pro-
les” de los problemas. mociones y fracasos); sin embargo encuentra
El análisis de la problemática que propo- trabas al desarrollo de su labor, cuyas causas
nemos tiene que ver con los fines y funciones le son difíciles de entender tanto para él como
de la escuela, pero desde una mirada que tome para la sociedad en su conjunto. Una de las
en cuenta la actualidad de la realidad social, puntas para analizar esta dificultad puede
política y cultural. Desde esa mirada es que relacionarse con la pertinencia de los objeti-
nos preguntamos: ¿qué problemas pueden vos asignados a la educación primaria, es de-
avizorarse hoy, que impliquen rupturas o cir, a su función alfabetizadora. La misma,
contradicciones con el formato tradicional para ser efectiva, debería guardar relación con
de enseñanza? En muchos casos preferimos los cambios culturales, los avances científicos
llamarlo en sentido amplio “formato escolar y tecnológicos, y por tanto las necesidades de
tradicional”, con la aclaración de que no vin- aprendizajes que se generan hoy, tanto en ni-
culamos el término “tradicional” a un tipo ños como en docentes, son diferentes al pasa-
de pedagogía, sino más bien nos referimos al do. Los docentes “perciben” los cambios, más
formato que conocemos desde el inicio del allá de que puedan explicarlos, ya que las
funcionamiento de la institución educativa “permanencias” son muy fuertes, ofician
actual. ¿Este formato responde a las condi- como un corsé que impide la visibilidad de la
cionantes sociales, económicas y políticas ac- situación.
tuales? ¿Es posible pensar la enseñanza como Algunos de esos cambios se relacionan con
si transcurriera en un espacio y en un tiempo, el avance conceptual de la tecnología en tér-
independientes de los cambios sociales y cul- minos tanto de propuestas educativas como
turales, así como de los factores políticos y de la relación docente-alumno en la interpre-
económicos que caracterizan a estos tiempos? tación de las mismas. La relación saber y no
Una de las claves para abordar estos te- saber en este aspecto ya no es tan clara. Para
mas podría pasar por considerar algunos avan- algunos autores, la correlación de conocimien-
ces sociales, culturales y económicos, como tos y/o su posibilidad de adquisición se acorta
escenarios de ruptura respecto al escenario cada vez más entre docentes y alumnos, y
tradicional, y animarse a cuestionar acciones ello implicaría la introducción de nuevas va-
y proposiciones, así como rescatar y analizar riables en la enseñanza, como pueden ser la
las actividades que han dado satisfacción a cívica y la ética, pero en formatos también
los docentes en la resolución de los problemas bien diferentes a los manejados en el pasado.
que estos nuevos escenarios pueden haberles La introducción de esa tecnología pasa
rasa”. Los conocimientos actuales ponen en formatos y posibilitar a los docentes llevar a
tela de juicio dicho supuesto. Sin embargo, el cabo sus cursos de acción, pensados desde su
formato establecido equipara el fracaso esco- saber hacer. Son saberes que permanecen ocul-
lar con la no aprobación del grado escolar tos y que, según S. Gudmundsdottir (1998),
correspondiente. conforman un “saber pedagógico” que tiene
Políticamente, la repetición se ve como un naturaleza narrativa. Estas narraciones se
gran problema institucional, ya que la misma caracterizan entre otras cosas por tener carác-
tiene connotaciones económicas grandes para ter interpretativo. El saber pedagógico conte-
una nación, pero la realidad informa que nido en los relatos de los docentes puede con-
muchas veces no se trata solo de fracaso o tribuir a confeccionar un nuevo bloque teóri-
impedimento de aprendizaje, sino que hay un co de conocimientos no con la finalidad de
manejo del tiempo inmovilizado en paráme- prescribir sobre el hacer escolar, sino para
tros no actualizados y que determina la per- enriquecerlo, a la vez que ese saber sirva a la
manencia de “formas rituales” que contradi- construcción de análisis más complejos que
cen la esencia misma del problema. permitan dar cuenta de las múltiples dimen-
El formato establecido atrapa de tal ma- siones de los problemas que deben atender las
nera a los nuevos conocimientos que ni siquie- prácticas de la enseñanza en la actualidad.
ra se habilitan, para la discusión, preguntas
como estas: ¿no fracasa el niño que, disponien-
do de un caudal importante de conocimien-
tos al inicio de un grado escolar, no logra avan-
ces significativos? ¿Qué es lo que se califica, el
potencial o el proceso realizado? Esto implica
una mirada diferente de la evaluación, de
manera que genere conocimiento que permita
al docente, más que averiguar acerca de lo Bibliografía
que el niño no sabe o se piensa que no sabe, AUSUBEL, David P.; NOVAK, Joseph D. y HANESIAN, Helen
(1998): Psicología educativa: un punto de vista cognosciti-
indagar en torno a su potencial para el apren- vo. México: Ed. Trillas.
dizaje escolar, y de esta manera aparecerán BAQUERO, Ricardo; DIKER, Gabriela; FRIGERIO, Gracie-
las distancias a recorrer. la (2007): Las formas de lo escolar. Buenos Aires: del estante
editorial.
La recreación del nuevo formato de la
BAUDELOT, Christian; ESTABLET, Roger (1998): El nivel
evaluación pasaría por constituirse en aliado educativo sube. Madrid: Ed. Morata.
inseparable de las propuestas de enseñanza, lo CIPES (2005): Brechas de aprendizaje en Uruguay. El caso
que implica también cambios profundos a Carrasco Norte. Montevideo: Ed. Trilce.
nivel institucional y a nivel de las concepcio- DUSCHATZKY, Silvia y BIRGIN, Alejandra (comps.) (2001):
¿Dónde está la escuela? Ensayos sobre la gestión institucio-
nes educativas, en donde también cabe anali- nal en tiempos de turbulencia. Buenos Aires: FLACSO -
zar la pertinencia actual de la escuela gra- Manantial.
duada no para que desaparezca y se supla por FELDMAN, Daniel (1999): Ayudar a enseñar. Relaciones
otra modalidad, sino para analizar sus posibi- entre didáctica y enseñanza. Buenos Aires: Aique Grupo Editor
S.A.
lidades de ayudar a la enseñanza a concretar
FERNÁNDEZ, Lidia M. (1994): Instituciones educativas.
sus esfuerzos o a permitir bucear por otras Dinámicas institucionales en situaciones críticas. Buenos
propuestas que pueden resultar válidas en Aires: Ed. Paidós. Colección Grupos e instituciones.
determinadas situaciones socio-históricas. GUDMUNDSDOTTIR, Sigrun (1998): “La naturaleza na-
rrativa del saber pedagógico” en H. McEwan y K. Egan
(comps.): La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la
A modo de cierre investigación. Buenos Aires: Amorrortu editores.
Consideramos que investigar sobre el for- LITWIN, Edith (1998): “La evaluación: campo de contro-
versias y paradojas o un nuevo lugar para la buena enseñan-
mato escolar y su incidencia en los procesos za” en A. R. W. de Camilloni, S. Celman, E. Litwin y M. del
de aprender y de enseñar, puede ser una de C. Palou de Maté (1998): La evaluación de los aprendizajes
las líneas clave para entender aspectos que en el debate didáctico contemporáneo. Buenos Aires: Ed.
Paidós.
permanecen ocultos al propio hacer docente,
LITWIN, Edith y otros (2000): Tecnología educativa. Barce-
aunque es desde este “hacer” que se producen lona: Ed. Paidós.
llamados de “alerta” al respecto y es adonde MEIRIEU, Philippe (2001): La opción de educar: ética y
hay que ir a buscar los datos. pedagogía. Barcelona: Ediciones Octaedro.
Lo expuesto exige debate, creatividad y PERRENOUD, Philippe (1996): La construcción del éxito y
del fracaso escolar. Madrid: Ed. Morata.
un gran esfuerzo para romper con las rutinas,
TERIGI, Flavia (comp.) (2006): Diez miradas sobre la escue-
pero existen posibilidades reales de recrear la primaria. Buenos Aires: Fundación OSDE/Siglo XXI.