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Texto argumentativo

Jesus Díaz

En la sociedad actual, la belleza y la apariencia física se han convertido en valores prominentes.


Cada vez más, se observa una preocupación generalizada por la imagen corporal, lo que ha llevado
a un aumento significativo en el número de cirugías plásticas y procedimientos estéticos. Sin
embargo, cuando se trata de menores de edad, es necesario establecer regulaciones más estrictas
para proteger su salud física y mental. En este texto argumentativo, discutiremos la importancia de
regular estos procedimientos en jóvenes, basándonos en datos reales y considerando los impactos
a largo plazo que pueden tener en su desarrollo.

Los niños y adolescentes se encuentran en una etapa crucial de su crecimiento y desarrollo.


Intervenciones quirúrgicas o procedimientos estéticos en esta etapa pueden interferir con los
procesos naturales del cuerpo y tener consecuencias negativas a largo plazo. Además, los jóvenes
son especialmente susceptibles a la presión social y la baja autoestima, lo que puede llevar a una
toma de decisiones impulsiva o poco informada en relación con las cirugías plásticas.

Las intervenciones quirúrgicas, por más comunes o aparentemente sencillas que sean, conllevan
ciertos riesgos. Estos incluyen infecciones, complicaciones anestésicas, cicatrices permanentes y
reacciones adversas a los medicamentos. Los jóvenes, debido a su sistema inmunológico aún en
desarrollo, podrían ser más propensos a sufrir estos riesgos y enfrentar mayores complicaciones
durante el proceso de recuperación.

La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes están descubriendo su identidad y formando su
autoimagen. Las cirugías plásticas en menores de edad pueden influir en su percepción
distorsionada de la belleza y generar expectativas poco realistas sobre su apariencia física. Esto
puede llevar a trastornos de la alimentación, depresión, ansiedad y una dependencia excesiva de la
cirugía como solución para resolver problemas emocionales.

Conclusión:

En conclusión, es crucial establecer regulaciones más estrictas para las cirugías plásticas y
procedimientos estéticos en menores de edad. Los datos reales y los riesgos asociados respaldan la
necesidad de proteger la salud física y mental de los jóvenes. Al regular estas prácticas, podemos
asegurarnos de que los menores de edad no se vean

sometidos a decisiones precipitadas y se les brinde una protección adecuada durante su período
de desarrollo. Es nuestra responsabilidad como sociedad priorizar el bienestar de los jóvenes y
fomentar una autoimagen saludable basada en la aceptación y la confianza en sí mismos.

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