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Yin arlene TEMA 2 La actitud empatica Dcsyuts de os recuros dt ayudado —primer factor eapés- ico" mloloporame no ton lou conotimiston ts Hab iene el ayuda soo aue actus, Mis an sera ism mas aestdey las que Te leven poner us conociniento ysis Iblidades'0desutons al svi de as verdadresnecriades del ayudado, La reflexion sobre ns acttudce del sudan, pots ten ans cape inponancia para oe que preteen eerc tre delaras de ayuda, porque son Exim gue fs cono- Simienoeenicos oat habit, los factors que promuven et cambio terapeutico en relacion co i personae ris Concepto de empatia Para que un didlogo, un encuentro entre personas, una interac- ‘cin, sea de ayuda se requiere, en primer lugar que en él se dé ‘comprensién. Comprensidn no sélo como capacidad de captar el significado de Ia experiencia ajena, sino también como capa dad de devolver este significado a quien lo vive, para que él sien- ta que realmente esta siendo comprendido, La actitud que permite captar el mundo de referencia de otra persona es la empata. El término , hablan de «fases de la erxpatia». Difiilmente se puede atribuir ei tsrmino sfases» 2 una actitad en el sentido en que aqui se presenta, pero parece que su descripeién resulta dtl para comprender el verdadero significado de esta disposicion interior. Por eso conviene indicar, con Casera?, que la actitud mpética es un proceso que se puede presen can as siguientes 1. Fase de identificacién. E) ayuéante penetra en el campo del otro. La experiencia que el otro esti viviendo —y suftien- do— no deja indifezente a su espiritu; mas bien, Io acapara, 10 conmueve y Io envuelve. No hace nada para defenderse de esta irrupcién de sentimientos ajenos en su sélida esfera personal Incluso llega a proyectarse en el oto, a cidentificarse con él», como si se dijese a sf mismo: «Verdaderamente, también 0, $1 fuera él y estuviera en sus circunstancias, sentitia las mismas reacciones, obrarfa de la misma maneray. En el fondo, es Ja fase que mejor describe el arte de «meterse en el pellejo del otro> identificéndose con su persona y con su situacién, Naturalmen. te, tal identficacidn, aunque profundy ¢ intensa, es temporal y actitudinal 4 2. Fase de ineorporacién y repercusién. EPun paso més, El ‘otro se describe, en general, superticialmente, pero delata y reve- Ja impalsos secretos. También aosotros estamos bechos asi por dentro, y cuanto.el otto dice nos repercute intemamente. Es la experiencia del «tambign yo» (incorporacién). Es algo més que |a identificacién con la experiencia ajena. Mirindome a mi mismo, en el fondo, también a mi me pertenecen elementos semejantes de la experiencia que pretendo comprender, por mis lejana que pudiera parecerme a primera vista, Ademés, si me autoobservo en la relacién, los impulsos del ‘otro despiestan inconscientemente en mi impulsos correspon- (Al hablar de fates, quremos referiros& emomentors o clenentces dela ‘id, per amid un sero proceso discrmo, aed de snr, de Is vivenia dels ata, 6, Castna:D- Ats hermanos lox ples, Pasios. Madi 1989, pp. Pe. —4— i | | | | dienies 0 un conjunto de sentimientos: «no sé qué decir», expe- rimento ansiedad, «vibro con élo. Pricticamente, la observacién del oiro se hace observacién de uno mismo, Esto permite ser Aueto del propio mundo emotivo cuando se hace el esfuerzo de caplar el ajeno. 3. Fase de separacién. Llega el momento de retirarse de la implicacidn en el plano de los sentimientos y de recurrir al méto- 40 de la razén, interrumpiendo deliberadamente el proceso de intcoyeccisa y restableciendo la distarcia social y psiquica con serenidad y entereza, evitando posibles sentimientos de culpa al ‘sentirse uno mismo perfectamente en comparacién con quien se halla en una situacién de sufrimiento. Sin esta fase de separa- cin, hay grave riesgo de quemarse y vivie el sindrome del “abura-out», No hay empatia si no se da separacin. Mas bien se producira simpatia o identificacién emocional; pero xempatia» Significa «penetracidn en el mundo de los sentimientos ajenos, ermaneciendo tno mismo>”, La empatia, por tanto, se centra en lo que el ayudado vive, en Jo que realmente comunica con su lenguaje verbal y no verbal, cn laexperiencia personal del ayudado, lo cual supont ir més allé e Io que el ayudado dice y no entrar excesivamente en el tere- no dela interpretacién (Io que el ayudado parece «revelar») ‘Supone hacer un esfuerzo por identificar hechos y sentimientos y Drestar una especial atencidn a estos dios, que es el modo més. personal de vivir la propia situacién, el propio problema. Efectos de Ia empatia sobre el ayudado La empatfa, en las relaciones habituales es el segundo polo de la buena comunicacién, porque permite comprender de manera ajustada, precisa, el mensaje que el otro comunica, siendo el pri= ‘mero la autenticidad, porque permite transmitir mensajes reales. En las relaciones habituales se funciona con la autenticidad y la ‘empatiabidireccionalmente, En la relacién de ayuda, en cambio, la empatia es unidireccional; es decir, el ayudante deja de lado su mundo interior y se centra en el mundo del otro, comunicén- dole comprension y ponigndose a sf mismo enire paréntess. 7. Brauano, C. Del aogis ldo, Slr, Bogot 1989.35, —29- Algunos tienen la ventaja de haber pasado por una situacién semejante a la del ayudado, para comprenderle. Sin embargo, si bien esto puede ser asi, es necesario que el ayudante ponga so experiencia entre paréntesisy evite todo tipo de proyeccion. En otras palabras, el «te comprendo perfectamente, porque a mi me hha pasado lo mismo», puede ser tina expresidn vacia, La actitud del ayudante deberia'ser: «Te comprendo porque veo las cosas desde tu punto de vista, y mi experiencia —semejante ala ya — ‘me permite —sin proyectar— hacerme cargo de lo que mani- fiestas que significa ahora esto para tiv, ‘Seguin Tausch y Tausch, los beneficios de esta acitud serian los siguientes: * suscta sentimientos y experiencias relevant; estimula la autoexploracisn; > favorece la autoconfrontacién; > transforma constructivamente 8 los interlocutores.. Por su parte, Dietrich’ habla de los siguientes beneficios de la empatia * favorece el dinamismo ps{quico y el desarrollo construc- tivo de la personalidad; intensifica el didlogo critico con las propias vivencias; alivia, al exterioriaar la carga afectiva; fayorece la aceptacién de si mismo; despoja de las apariencias y las masearas En otras palabras, cuando una persona se siente comprendida de manera correcta y sensible, desarralla un conjunto de actitu- des promotoras de crecimiento, o terapéuticas, en relacién a si Rogers y Rosenberg, hablando de los efectos de la empatia sobre el ayudado, dicen sPodemosafirmar que, cuando una persona se sent comprendida de ‘manera correcta y sensible desarlla un cojunto de tiudes pro: 5 Tuisou, Ry TauseH, AM. Puleorerpie por la emerson, Here, Barcelona i987 9, DIETING. Pricowrapia general del comscling, Here, Burclons 198, —30— | | rmotoras de crecimiento, 0 terapaticas, en relacin a sf misma. Me ‘cplicaré. 1) La caracteristca no esimativay aceptadora del lima ‘enipico capacita al cliente pra asumir una actitad de estima eine "és por si mismo. 2) Ser oldo por una persona comprensiva le hace posible ose asf mismo de un mado mae corset, con mayor emp {iaen relacon a ws vivecias visceral, asus significado, fos cues peceibe slo vagamente. Pero, 3} a mayor autocomprensin la ato- tims le muestan avevos aspects dela experiencia que pasa a for ‘mar parce de un "st misao" y sus vvencias, Se vuelve ast mas acep- tadora e interes, mis empétiea y cdmprensiva, ms real y com sruente en sus actitudes en relacién 4 sf misma, Estos tres elementos Son precisamente aquellos que tanto ia experiencia como la investign- ©6n sefalan corn actitudes de un trapesta eficent. Asi pues, quid ro exageremos al afimar que el hecho de ser empiticamente Gom- prendido por otra persona capacta al indviduo para converse en un facltador mas eficiente desu crecimiento, en un erapeuta mds eficaz se i mismo>", La comprensién que resulta cuando Ia otra persona se ‘encuentra apesadumbrada, confusa, perturbada, ansiosa, aliena- da, aterrorizada, excluida.. asi como cuando tiene dudas acerea de su propia valia,o incertidumbres respecto de su identidad, 1a solidaridad afable y sensible que se produce como resultado de la actitud empitica proporciona luz y curaci6n, Dificultades de la empatia!’ = Ser empitico significa, ante todo, meterse en el mundo subjetivo del otro participando en su experiencia como si fuese la propia y, segundo lugar, transmitir al interlocutor la certeza de que a sido comprendido. Se trata de una actitud exigente, que s6lo llega a ser espontinea mediante el adiestramiento. Existen numerosas dificultades para desarrollar 1a actitud empética en las propias relaciones y en las de ayuda. Algunas de éllas, en estrecha relaci6n con las fases de las que hemos habla do, son las siguientes 10. Rocens, Cy Rosvnans, RL. La perions como contra Herder, Barclons T9e9 p,101102 1, CE BabSco, A, a relaconepasorae d's, Carian, Torino 1993, pp. Ais Sava’ L” Bnesco. Ay Paucar G enfrmo, Palisa Mag 192. pp. 20. oa |. La empatia exige la capacidad de «imeterse en el punto de vista del otro», poniendo entre paréatesis, aunque s6lo sea tem- oralmente, las propias opiniones, cceencias, gustos.. Pars al- canzar este objetivo es necesaria dna disciplina, un sentido del limite y un respeto de ia diversidad. Esta éisposicién va contra la inclinacién mis natural, que consiste entender a wranguilizar, a dar consejos, a proponer soluciones inmediatas, fruto del infiyje del eficientismo en la comunicacién interpersonal. Es mis fic Jjuzgar ¢ intespretar que comunicar comprensiéa eatrando en el ‘mundo personal y dnico el ayudado. Y es fécil que los agentes pongan en prictica diversas maniobras para impedir el encuentro con el mundo emotivo del paciente: Ia prisa, el recurso ala tée- nica, la reduccién de Ia atenciéa solo a la enfermedad 0 al pro- biema que el ouo tiene © al mero acto de Ia asistencia fisica © de Ia intervencién social, etc. Todo ello puede convertrse, en oca- siones, en modos de defenderse de la implicacicn emotiva 2. Otea dificultad de la empatia es que, si realmente el ayu- dante se mete en el mundo interior del ayudado, su propia per- sona queda afectada, se encuentra con la propia vuinerabilidad. EI mayor desaffo de la erapatia lo constituye el hecho de que hace vulnerables a los que la practican y susceptibles de verse hheridos por la vivencia del interlocutor. El ayudgnte es un poten- cial necesitado de ayuda que puede descubrir su cendicién en et Contacto con el suffimiento del otro, o bien que ha sido ayudado fen otros momentos y quizsi no haya curado bien sus propias heri- das, por fo que éstas se «despiertans en el contacto con la vulne- ‘abilidad del ayudado, y aparece Ia necesidad de usar «mdscaras» e proteccisn en la relacién, 3, Una dificultad mas para poner en préctica la relaciéa tempatica surge cuando no se consigue calibrar debidamente ol srado de implicacién emotiva, de modo que del comprender al (1r0 como si fuera el otro se pasa ala simpatia, es decir, 8 titieaciGn emocional, a hacer propios los sentimientos del ayuda. do y @ experimentar lo mismo que él. En el fondo, es una di culiad que consiste en no saber vivir bien la separacion emotiva _| © en no saber mantener la distancia afectiva que permite una ‘mayor objetividad. Si esta dificultad es Vivida intensamente, eS ficil caer en el sindrome del «burn-out», ne

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