HSG 2ºcuatrimestre

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12) La era del imperio.

1875-1914 (De la paz a la guerra)


La guerra ha estado presente en la vida de los europeos desde 1914 hasta la época en que se escribió. La paz era
más común y esperada en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, mientras que después de 1945, las
guerras y el temor a un conflicto nuclear se demuestra en una realidad constante. La guerra no solo implicaba la
lucha en el campo de batalla, sino también un estado de enfrentamiento constante en el que la voluntad de luchar
es suficientemente conocida. La situación en Europa antes de 1914 era diferente, con períodos más largos de paz y
conflictos principalmente en otras partes del mundo. Las grandes potencias europeas elegían a sus enemigos entre
los más débiles y no entraban en guerra directa entre ellas. Los Balcanes eran considerados un área problemática,
pero los conflictos allí no habían llevado a una catástrofe global hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial.
Después de 1945, Europa sufrió en la sombra de un posible conflicto nuclear entre las superpotencias, y aunque se
pudo evitar una catástrofe global hasta el momento, persistieron las tensiones y conflictos en otras partes del
mundo. La posibilidad de una guerra general en Europa preocupaba tanto a los gobiernos como a la opinión pública.
Desde la década de 1870, hubo especulaciones y parodias sobre una guerra futura en la ficción y la futurología.
Filósofos como Friedrich Engels y Nietzsche también analizaron y predijeron la posibilidad de una guerra mundial. A
medida que se acercaba el año 1914, la preocupación sobre la guerra se intensificó, y se organizaron congresos
mundiales de paz y conferencias internacionales para abordar el tema. Sin embargo, a pesar de las tensiones
internacionales, el estallido de la Primera Guerra Mundial tomó por sorpresa a muchos líderes y activistas que no
creían que una guerra general fuera posible. Antes de 1914, la guerra europea era más un recuerdo histórico o un
ejercicio teórico para un futuro indeterminado. Los ejércitos tenían una función civil y el servicio militar obligatorio
era común en la mayoría de las potencias, excepto el Reino Unido y los Estados Unidos. Para los reclutas ordinarios,
el ejército era visto como un rito de paso hacia la madurez, mientras que, para los soldados profesionales, era
simplemente un trabajo. Los oficiales, por otro lado, lo veían como un juego de adultos que simbolizaba su estatus
social y superioridad sobre la población civil. El papel de los ejércitos en la sociedad y cómo los gobiernos los utilizan
para mantener el orden y fomentar el sentimiento patriótico entre los ciudadanos. El servicio militar y la escuela
primaria eran mecanismos poderosos utilizados por el estado para inculcar un comportamiento cívico adecuado y
convertir a los habitantes en ciudadanos patriotas de la nación. Si bien los ejércitos también podrían ser movilizados
para reprimir el desorden social, los gobiernos eran cautelosos al poner a las tropas en situaciones en las que
tendrían que disparar contra sus propios conciudadanos debido a las posibles consecuencias políticas negativas. En
cuanto a las guerras ocasionales, especialmente en las colonias, el riesgo para la vida de los soldados y marineros no
era tan alto como en algunos otros sectores civiles, como los trabajadores de transportes y minas, donde las tasas de
mortalidad y heridas eran más elevadas. La preparación para la guerra estaba presente en los estados mayores, pero
algunos civiles, como Iván Bloch, predijeron de manera profética las transformaciones catastróficas del arte de la
guerra debido al progreso en la tecnología militar, incluyendo la guerra de trincheras y su alto costo económico y
humano. Los gobiernos, a pesar de no comprender completamente el carácter catastrófico de la guerra futura, se
entusiasmaron en la carrera de equiparse con el armamento más moderno y avanzado, impulsando así la
industrialización y la revolución tecnológica del armamento en la década de 1880. La carrera de armamentos,
impulsada por la competencia entre los estados para estabilizar en la cabeza o al menos no quedarse rezagados,
resultó en un aumento significativo de los gastos militares. Esta carrera de armamentos comenzó modestamente a
finales de la década de 1880 y se aceleró en los últimos años anteriores a la Primera Guerra Mundial. El más
espectacular crecimiento de gastos militares se centró en la armada, que experimentó un aumento significativo en
su costo debido a la tecnología naval más avanzada y costosa. El incremento de los gastos militares requirió recurrir
a impuestos más altos y préstamos inflacionarios para financiarlos. Además, convirtió la muerte en las diferentes
patrias en una consecuencia de la industria a gran escala. Grandes empresas de armamento se beneficiaron de la
carrera de armamentos y se desarrollaron en gigantes de la industria, en simbiosis con el complejo militar-industrial.
Los gobiernos tuvieron que garantizar la existencia de poderosas industrias nacionales de armamento y asegurarse
de que estuvieran bien financiadas para satisfacer las necesidades de tiempo de guerra si surgía alguna ocasión. La
decisión de entrar en la guerra no fue impulsada directamente por los fabricantes de armas. En su lugar, fue la
situación internacional y las tensiones geopolíticas las (las rivalidades entre las potencias europeas) que llevaron a
las potencias a iniciar la Gran guerra.
El debate sobre los orígenes de la Primera Guerra Mundial. Desde el estallido del conflicto en 1914, ha habido un
constante debate sobre qué causó realmente la guerra y quién fue el culpable. Este debate ha sido impulsado por
diferentes perspectivas políticas y cambios en la política internacional a lo largo del tiempo. Aunque existieran
rivalidades y tensiones entre las potencias, ninguna deseaba una guerra general europea ni un conflicto militar
limitado con otra gran potencia. El análisis de los acontecimientos indica que la guerra no fue provocada por un
gobierno con objetivos expansionistas específicos, como ocurrió en la década de 1930 con Hitler y la Segunda Guerra
Mundial. En cambio, la guerra se desencadenó en medio de una serie de crisis y decisiones políticas en el verano de
1914. La paz fue rechazada por todas las potencias. A pesar de las tensiones y conflictos, las potencias no estaban
buscando una guerra general y estaban dispuestas a evitarla en la medida de lo posible. El origen de la Primera
Guerra Mundial se encuentra en la creciente situación nacional deteriorada en Europa que escapó del control de los
gobiernos. Gradualmente, se formaron dos bloques opuestos de grandes potencias en Europa: la Triple Entente que
estaba compuesto por tres grandes potencias, Francia, el Imperio Ruso y el Reino Unido. Estas naciones se unieron
en una alianza informal para contrarrestar la creciente influencia de Alemania y sus aliados en Europa. Por otro lado,
estaba la Triple Alianza, conocida también como la Liga de los Tres Emperadores, esta alianza estaba formada por
Alemania, el Imperio Austrohúngaro y el Reino de Italia. Esta fue creada con el objetivo de proteger sus intereses y
mantener el equilibrio de poder en Europa. La situación diplomática entre las potencias era fluida y las alianzas
podrían cambiar con el tiempo. La situación se volvió más tensa a medida que las alianzas se hicieron permanentes y
las disputas entre los bloques se volvieron incontrolables. La rivalidad entre estos bloques fue uno de los factores
que contribuyó a la escalada de tensiones que finalmente desencadenó en el estallido de la Primera Guerra Mundial.
Se destaca que uno de los eventos que cerró el sistema de alianzas en una bomba de tiempo fue el ingreso del Reino
Unido en la Triple Entente.

El juego de la diplomacia internacional cambió debido a la rivalidad global e imperialista, donde las disputas
internacionales surgían en diferentes regiones, no solo en Europa. También se incluyeron nuevos jugadores en el
tablero, como Estados Unidos y Japón, que afectaron las dinámicas entre las potencias. La globalización del juego de
poder internacional transformó la situación del Reino Unido, que hasta entonces había sido la única gran potencia
con objetivos políticos a escala global. Durante la mayor parte del siglo XIX, el Reino Unido había desarrollado sus
actividades principalmente económicas en el resto del planeta, mientras que Europa desempeñaba un papel
secundario en su esquema diplomático. Sin embargo, con la aparición de una economía capitalista industrial de
dimensión mundial, el juego internacional persiguió objetivos distintos. A pesar de que algunos han argumentado
que la guerra era una extensión de la competencia económica, en realidad, la mayoría de los hombres de negocios
preferían la paz, ya que esta era esencial para el desarrollo normal de los negocios internacionales y las
transacciones financieras. El desarrollo del capitalismo llevó al mundo hacia la rivalidad entre estados, la expansión
imperialista, el conflicto y la guerra. El cambio del monopolio a la competitividad fue un factor determinante en las
actividades industriales y comerciales europeas, lo que llevó a una lucha económica entre naciones ya la aparición
del proteccionismo durante la gran depresión. El ascenso de Alemania como potencia económica y su extraordinario
crecimiento industrial le otorgaron un peso internacional mucho mayor que el que había tenido Prusia. Alemania, en
ese contexto, pasó de enfocar su patriotismo en contra de los franceses a tener ambiciones universales y un enfoque
más amplio hacia su posición en el escenario internacional.

La identificación del poder económico con el poder político y militar fue un factor peligroso en la política
internacional de la época. La rivalidad por conseguir mercados mundiales, recursos materiales y el control de
regiones estratégicas como el Próximo Oriente y el Oriente Medio llevó a una diplomacia del petróleo que involucró
a potencias como el Reino Unido y Francia, así como a compañías petroleras occidentales ya intermediarios como
Calouste Gulbenkian. Lo novedoso de esta situación fue que incluso la división pacífica de áreas en disputa en "zonas
de influencia" no era suficiente para bajo control de la rivalidad internacional. La acumulación capitalista carecía de
límites, y las grandes corporaciones y empresas buscaban expandirse sin restricciones, lo que desestabilizaba la
política internacional tradicional. Mientras que el equilibrio y la estabilidad prevalecían en Europa, fuera de este
ámbito todas las potencias mostraban actitudes expansionistas y conquistadoras. La cuantificación entre crecimiento
económico y poder político ilimitado fue aceptado de forma inconsciente. El emperador alemán Guillermo II, en
particular, sacó la frase "un lugar al sol" para expresar la necesidad de que Alemania tuviera una posición relevante
en el mundo debido a su poder económico y su población. Sin embargo, esto creó un dinamismo ilimitado que podía
expresarse en retórica política, cultural o nacionalista-racista, pero que tenía como denominador común la
necesidad de expansión de una economía capitalista masiva. El peligro no radicaba tanto en que Alemania aspirara a
ocupar el lugar del Reino Unido como potencia mundial, sino en que para ser una potencia mundial se necesitaría
una armada mundial. En 1897, Alemania comenzó a construir una gran armada que, si bien su almirante Tirpitz
afirmaba que no estaba destinado a derrotar a los británicos, sí buscaba ejercer presión y apoyar los proyectos
alemanes a escala mundial, incluidos los coloniales. Desde el punto de vista británico, la construcción de la flota
alemana representaba una amenaza directa para el Reino Unido y su imperio. Aunque Alemania se observó
principalmente una potencia continental, el hecho de que sus bases navales estuvieran todas en el Mar del Norte,
frente a las costas británicas, significaba que su flota tenía como objetivo principal el conflicto con la armada
británica. Para el Reino Unido, la flota alemana constituye un símbolo del estatus internacional y de las ambiciones
globales ilimitadas de Alemania. Aunque Alemania afirmaba que su flota no tenía la intención de derrotar a la
británica, su mera existencia ya representaba una amenaza para las rutas marítimas vitales del imperio británico. Las
aguas del Atlántico, el Mediterráneo y el Océano Índico eran de importancia estratégica para el Reino Unido, y la
flota alemana podía inmovilizar y dificultar el control naval británico en estas regiones. El Reino Unido deseaba
mantener el statu quo y evitar un cambio que pudiera perjudicar su posición en el escenario mundial. Por esta razón,
se aproximó a Francia y Rusia, formando la Triple Entente, como respuesta a la creciente amenaza que percibía por
parte de Alemania. La rivalidad económica entre el Reino Unido y Alemania también contribuyó a su distanciamiento
y al aumento de las tensiones. Las crisis internacionales, como la Revolución Rusa en 1905 y la Revolución Turca,
añadieron más combustible a una situación internacional ya desestabilizada. Las fricciones entre las potencias y la
formación de bloques hostiles llevados al continente europeo a una situación incontrolable que finalmente
desencadenó la Primera Guerra Mundial.

Durante esos años anteriores a la Primera Guerra Mundial, la política interna de las grandes potencias desempeñó
un papel crucial en su política exterior y contribuyó a la situación explosiva en Europa. La política democrática y la
confusión popular representaban elementos de alto riesgo para los gobiernos, incluso en países como el Reino Unido
y Francia, donde se trataron de mantener en secreto la política exterior. La creciente movilización y participación
política de los ciudadanos, que se estaban convirtiendo en ciudadanos democráticos, dificultaba el control y la
integración de las demandas y protestas de la población. En el caso de Alemania, la emoción popular impulsó la
carrera de armamentos, especialmente en el ámbito naval, y algunos elementos conservadores vieron en la guerra
una oportunidad para restaurar el antiguo orden. Si bien no se puede atribuir únicamente a la política interna
alemana la responsabilidad del estallido de la guerra, su presencia en lo militar contribuyó a aumentar las tensiones
en Europa. Rusia, restaurada después de los eventos de 1905 con algunas concesiones políticas, recurrió al
nacionalismo y la gloria militar para revitalizarse. Gracias a sus esfuerzos de reconstrucción militar, en 1914, Rusia
estaba en condiciones de considerar la posibilidad de una guerra. Austria-Hungría se enfrentó a problemas
nacionales difíciles de manejar, especialmente relacionados con los esclavos del sur. La complicada situación política
en Hungría y las tensiones en los Balcanes, donde existía un estado independiente como Serbia, también aumentan
el riesgo de conflictos en la región. El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, un
incidente aparentemente trivial, desencadenó una crisis que condujo a la Primera Guerra Mundial. La decisión de
Alemania de respaldar a Austria y la rigidez de los sistemas de movilización militar hicieron que la guerra fuera
inevitable.

En los años anteriores a 1914, tanto las crisis internas como las internacionales se conjugaron para crear un
ambiente propicio para el estallido de la Primera Guerra Mundial. Rusia se vio amenazada por la revolución social y
el imperio de Austria-Hungría enfrentaba el peligro de desintegración, especialmente debido a los problemas
nacionales y étnicos. Alemania, polarizada y con divisiones políticas, también se enfrentó a desafíos internos. Incluso
en Francia, la población era renuente a pagar impuestos para un rearme masivo, pero el presidente electo en 1913
se convirtió en un tono vengativo hacia Alemania y jugó con la idea de la guerra, influenciado por la opinión de los
generales que abrazaban una perspectiva ofensiva. El Reino Unido, aunque inicialmente prefería la flota de guerra,
se dio cuenta de que no podía permanecer al margen de la guerra cuando Alemania invadió Bélgica, necesitará la
justificación moral para involucrarse. La guerra que se avecinaba sería una guerra de masas, con ejércitos enormes
formados por soldados reclutados por obligación en la mayoría de los países. Esto planteó preguntas sobre cómo
reaccionaría la población ante la llamada a defender sus países y cuál sería el impacto de la guerra en la población
civil. El gobierno británico en particular se preocupaba por el hecho de que solo podía recurrir a voluntarios para
reforzar su modesto ejército profesional y estaba consciente de la vulnerabilidad de la población trabajadora
dependiente de productos importados. También enfrentó tensiones sociales y depresión en Irlanda. Es importante
señalar que los gobiernos no se lanzaron a la guerra para desviar la atención de sus crisis internas, pero que el
patriotismo y el sentimiento nacionalista podrían ayudar a superar la resistencia interna y la falta de cooperación.
Los gobiernos europeos, a pesar de oposición y críticas internas a la guerra, fueron sorprendidos por el entusiasmo
patriótico de sus pueblos para unirse al conflicto en 1914. Aunque muchos movimientos obreros y socialistas se
opusieron al militarismo y a la guerra, no lograron detener la movilización masiva de soldados en los países
beligerantes. La Primera Guerra Mundial fue vista inicialmente como una liberación y un alivio por parte de las clases
medias y trabajadoras, y se creía que sería una guerra corta con un retorno a la normalidad en 1913. Sin embargo,
con el tiempo, se reconoció que la guerra marcó un punto de inflexión en la historia de la civilización humana y que
abrió una era de guerras y crisis en lugar de la supuesta paz y estabilidad de la época anterior. Se destaca cómo
algunos estadistas, como Edward Grey, comprendieron que todo había cambiado y que Europa estaba entrando en
un período de convulsiones. Además, se menciona que la nostalgia y las proyecciones de una época dorada antes de
1914 no son precisas, ya que esa era de paz y prosperidad llevó dentro de sí los elementos que finalmente llevaron a
la guerra y la crisis.

Principales países involucrados:

Alemania: Antes de la Primera Guerra Mundial, Alemania emergió como una gran potencia industrial y económica en
Europa, bajo el liderazgo del canciller Otto von Bismarck. La unificación alemana en 1871 condujo al establecimiento
del Imperio Alemán, y Alemania buscó afirmar su posición en el escenario mundial. La política exterior de Alemania
buscaba asegurar su posición a través de alianzas y expansionismo económico. Sin embargo, su posición como una
gran potencia necesita tensiones con otras naciones europeas, especialmente con el sistema de alianzas existente.

Reino Unido: A principios del siglo XX, el Reino Unido era una de las principales potencias coloniales y económicas
del mundo. Controlaba vastos territorios en África, Asia y otros lugares. Aunque se mantuvo relativamente alejado
de las alianzas militares en Europa continental, el Reino Unido buscaba preservar su equilibrio de poder y proteger
su imperio. Durante las crisis previas a la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido trató de mediar y evitar un
conflicto directo, pero finalmente se unió a la guerra en 1914 debido a su compromiso con Bélgica y las crecientes
tensiones.

Francia: Francia estaba buscando vengarse de la derrota en la Guerra Franco-Prusiana y la pérdida de Alsacia y
Lorena. Durante las décadas anteriores a la Primera Guerra Mundial, Francia construyó alianzas y fortificaciones para
protegerse de una posible agresión alemana. Estaba unida en una alianza defensiva con Rusia y buscaba recuperar
los territorios perdidos en el conflicto anterior.

Rusia: Rusia, como una gran potencia en expansión, tenía intereses en los Balcanes y Europa del Este. Apoyaba a
Serbia y otros estados esclavos en la región. Aunque se enfrentó a desafíos internos, como la Revolución de 1905,
siguió siendo una fuerza importante en la política europea. La alianza ruso-francesa buscaba contrarrestar la
influencia alemana en Europa.

Imperio Austrohúngaro: El Imperio Austrohúngaro estaba compuesto por diversas nacionalidades y enfrentaba
tensiones internas y étnicas. La anexión de Bosnia y Herzegovina en 1908 exacerbó las tensiones con Serbia y otras
naciones eslavas en la región. El asesinato del archiduque Francisco Fernando en 1914 fue el detonante directo de la
Primera Guerra Mundial, ya que Austria-Hungría expresó un ultimátum a Serbia.

Imperio Otomano: El Imperio Otomano estaba en declive y perdiendo territorios en los Balcanes y el Medio Oriente.
A pesar de sus problemas internos, aún controlaba una parte significativa del Medio Oriente y era un actor
importante en la política regional.

Italia: Italia se unificó en 1871 y, aunque inicialmente formó parte de la Triple Alianza junto a Alemania y Austria-
Hungría, se mantuvo neutral al comienzo de la Primera Guerra Mundial y luego se unió a los Aliados en 1915 en
busca de ganancias territoriales.

Bélgica: A pesar de su tamaño, Bélgica se convirtió en un país crucial en el estallido de la guerra, ya que su
neutralidad fue violada por Alemania en su camino hacia Francia. Esto llevó al Reino Unido a entrar en la guerra en
apoyo de Bélgica.
Serbia: Como núcleo del nacionalismo eslavos, Serbia buscaba la unificación de los eslavos balcánicos bajo su
liderazgo. El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria-Hungría en Sarajevo en 1914 desencadenó una
crisis que involucró a Serbia y sus aliados.

Japón: Japón se convirtió en una potencia importante en Asia y participó en la Primera Guerra Mundial como
miembro de los Aliados, aprovechando la oportunidad para expandir su influencia en la región del Pacífico.

Estados Unidos: Aunque inicialmente se mantuvo neutral, Estados Unidos entró en la guerra en 1917 en apoyo de
los Aliados. Su intervención tuvo un impacto significativo en el resultado final del conflicto.

Imperio Chino: Aunque sumido en el caos interno y la confusión, el Imperio Chino también tuvo cierta participación
en la Primera Guerra Mundial y estuvo presente en la Conferencia de Paz de París en 1919.

Imperio Español: A pesar de su decadencia, España todavía tenía colonias en África y el Pacífico que fueron objeto de
disputas durante la guerra.

Países Bajos: Si bien se mantuvo neutral durante la guerra, los Países Bajos fueron afectados por el conflicto y
también jugaron un papel en la posguerra, especialmente en la Conferencia de Paz de París.

Revolución Rusa
La Revolución Rusa de 1917 fue un movimiento social, político y económico ocurrido en Rusia contra el régimen que
actualmente gobernaba ese país (el régimen zarista). Fue una serie de acontecimientos políticos en Rusia, que tras la
eliminación de la autocracia rusa y después del Gobierno Provisional (Duma), resultó en el establecimiento del poder
soviético bajo el control del partido bolchevique. Los revolucionarios abolieron la monarquía e implantaron un
régimen de gobierno basado en ideas socialistas, el resultado de este proceso fue la creación de la Unión Soviética,
que duró hasta 1991.

En el siglo XIX, Rusia junto a Inglaterra, Francia, Alemania y Austria, era una de las mayores potencias europeas, pero
mientras los demás países crecían, hacían reformas y se industrializaban, gracias a la revolución industrial, Rusia no
se modernizaba. Su principal Características en la economía fue su sistema económico que se basó en el monopolio
de la tierra a cargo del “mir” que distribuía las tierras en parcelas comunales. Rusia era considerada un país atrasado
en relación a los demás. Los siervos (campesinos, la mayor parte de la población) trabajan la tierra, pero los señores
feudales no tenían ningún interés para modernizar las plantaciones, ya que estos se quedaban con toda la riqueza.
Los trabajadores rurales vivían en extrema miseria y pobreza. El país fue gobernado por el zar (emperador), que
tenía el poder absoluto, es decir, todos fueron sometidos a él y existía una alta tensión causada por el descontento
de la población. Las reformas promovidas por el zar con la abolición de la servidumbre en 1861, y la reforma agraria,
no servia para aliviar las tensiones. Incluso los trabajadores urbanos, que disfrutaban de los pocos empleos de la
débil industria rusa, vivían descontentos con el gobierno del zar. El régimen zarista reprimía todo tipo de oposición.
Los obreros se concentraron en grandes centros industriales como Moscú y Petrogrado. A pesar de ello, las
condiciones de vida empeoraron, con el hambre, el desempleo y la disminución de los salarios. La oposición al
gobierno crecía. Existía un grupo llamados la inteligencia que eran intelectuales que debatían las políticas rusas y
conformaban la minoría alfabeta de la sociedad. Los partidos perseguidos iban a la clandestinidad, como el Partido
Socialdemócrata. Sus líderes, Plejanov y Lenin, tenían que vivir fuera de Rusia para huir de las persecuciones
políticas. Las divergencias de opinión fragmentaron el partido, en 1903 se dividió en dos tendencias: Bolchevique,
dirigido por Lenin, defendió la idea revolucionaria de la lucha armada para llegar al poder y los Mencheviques
(minoritarios, en ruso), dirigido por Plejánov, defendió la idea de la evolución de llegar al poder a través de medios
normales y pacíficas, por ejemplo, las elecciones.

Entre 1904 y 1905, tuvo lugar la Guerra Ruso-Japonesa, que fue un conflicto significativo entre dos potencias
emergentes en Asia Oriental: el Imperio Ruso y el Imperio Japonés. Las causas de la Guerra se originaron en la
competencia por el control de territorios estratégicos en Asia Oriental. La guerra llegó a su fin con la mediacióndel
presidente estadounidense quien organizó las negociaciones en territoriales y puso fin al conflicto. La derrota en
Rusia, exacerbó las tensiones internas y contribuyó al clima político que culminó en la Revolución de 1905. Las
protestas y disturbios que siguieron la guerra reflejaron el descontento popular y la falta de confianza en el gobierno
zarista. En enero de 1905, un grupo de obreros participaba en una protesta pacífica frente al Palacio de Invierno de
San Petersburgo. El objetivo era entregar un escrito firmado al zar (todavía no querían cambiar totalmente el
gobierno). La guardia del palacio, asustada con la multitud, abrió fuego matando a más de mil personas. El episodio
fue conocido como el Domingo Sangriento y provocó una ola de protestas en todo el país. Enfrentados con la presión
revolucionaria, zar promulgó una constitución y permitió la convocatoria de elecciones a la Duma que fue el
Parlamento colectivo nacional en un intento de calmar las crecientes tensiones sociales y políticas en el país. La
creación de la Duma marcó un cambio significativo en la estructura política de Rusia, ya que introdujo un sistema
parlamentario limitado, aunque aún bajo el control del zar y su gobierno autocrático. La Duma estaba compuesta por
representantes elegidos de diferentes estratos de la sociedad, incluidos propietarios rurales, burgueses urbanos y
campesinos. Sin embargo, aunque proporcionó una plataforma para la discusión y la presentación de propuestas
legislativas, su poder estaba restringido. El zar todavía tenía la autoridad para aprobar o rechazar las decisiones de la
Duma, y en última instancia, tendrá un control significativo sobre el gobierno y la toma de decisiones. Rusia se
convierte en una monarquía constitucional. Comenzaba entonces la formación de los soviets, conocidos como los
consejeros, fueron organizaciones políticas que nacieron en el seno de las capas populares y representaban los
intereses de los trabajadores, también se le sumaron partidos revolucionarios (Trosky como líder). Así, había los
soviets de obreros, de campesinos y de soldados. Expresaban una forma de poder popular en oposición al gobierno
provisional y se volvieron decisivos en los rumbos políticos del país. La abolición oficial del sistema de mir en Rusia
tuvo lugar en 1906, después de la Revolución de 1905. La abolición del mir fue parte de un conjunto de reformas
agrarias que tenían como objetivo modernizar y mejorar la eficiencia de la agricultura en Rusia.

Antes de la Primera Guerra Mundial, Rusia experimentó un proceso de industrialización acelerada, en el que se
buscaba modernizar su economía, expandir la producción industrial y reducir la dependencia de la agricultura. Sin
embargo, la falta de capital y tecnología dentro de Rusia, junto con la necesidad de financiar proyectos ambiciosos
como la construcción de ferrocarriles, fábricas y otros elementos de infraestructura, llevaron al gobierno y a los
empresarios rusos a buscar inversiones extranjeras. El capital extranjero, especialmente de países como Francia,
Gran Bretaña y Alemania, fluyó hacia Rusia para financiar y apoyar el crecimiento industrial. Los inversores
extranjeros participaron en diversas áreas, desde la minería y la industria del petróleo hasta la manufactura y la
construcción de infraestructura. Las inversiones extranjeras también ayudaron a establecer nuevas tecnologías y
métodos de producción en la industria rusa. Sin embargo, aunque impulsó el crecimiento industrial, también
significó que una parte considerable de la riqueza generada en Rusia se enviaba fuera del país en forma de
beneficios para los inversores extranjeros.

Durante la Primera Guerra Mundial de 1914, como un miembro de la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia),
Rusia luchó junto con Gran Bretaña y Francia contra Alemania y Austria-Hungría. Con las sucesivas derrotas, Rusia
estaba militarmente aniquilada y económicamente desorganizada. En marzo de 1917, el movimiento revolucionario
fue desencadenado. Los movimientos huelguistas iniciados en Petrogrado se extendieron por varios centros
industriales. Los campesinos se rebelaron. La mayor parte de los militares se adhirieron a los revolucionarios, lo que
forzaron la abdicación del zar Nicolás II en febrero de 1917. La Revolución comprendió dos fases distintas: La
revolución de febrero de 1917, que derribó la autocracia del zar Nicolás II de Rusia, el último zar a gobernar, y trató
de establecer en su lugar una república de liberal. La Revolución de Octubre, en la que el Partido Bolchevique,
liderado por Vladimir Lenin, derrocó al gobierno provisional e impuso al gobierno socialista soviético.

Revolución de Febrero de 1917: El Imperio ruso fue uno de los principales interesados en la Primera Guerra Mundial,
iniciada en 1914. Pero el ejército ruso no fue nada para las fuerzas militares alemanas. Uno de los resultados fue la
deserción masiva de soldados de la línea de frente. Otro fue la intensificación del hambre entre la población que se
mantenía en territorio ruso. En los días finales de febrero de 1917, una manifestación por el Día Internacional de la
Mujer, en San Petersburgo, se transformó en una manifestación contra el hambre vivida por buena parte de la
población. La manifestación logró el apoyo de los soldados insatisfechos con la guerra. La insatisfacción fue
aumentando y las manifestaciones ganaron fuerza. El 27 de febrero, soldados y trabajadores invadieron el Palacio
Tauride, logrando la renuncia del zar y la formación de un Gobierno Provisional. Al mismo tiempo, los obreros y
soldados constituyeron nuevamente los soviets. Esta situación se conoce como doble poder, con la burguesía y la
aristocracia que se organizaron en la Duma o parlamento, y los obreros, soldados y campesinos que se organizaron
en los Soviets. El principal objetivo del pueblo era la salida de la guerra y medidas para aplacar el hambre, además de
la distribución de tierras. Los conflictos sociales se intensificaron. Se inició un proceso de apertura política. En abril,
uno de los principales líderes bolcheviques, Lenin, volvió del exilio. A partir de ese momento, él consiguió influenciar
más intensamente los rumbos a ser tomados por el partido bolchevique En julio, fuerzas militares ligadas al zarismo
intentaron derribar al Gobierno Provisional, siendo impedidas principalmente por los obreros y campesinos
organizados. Al darse cuenta de la intensificación de la situación de conflicto social, los bolcheviques, dirigidos por
Lenin y Trotsky, organizaron un congreso que defendía consignas como " paz, tierra y pan " y “Todo el poder para los
soviets“ con el fin de obtener apoyo popular. En octubre de 1917, con la llegada del invierno, sectores de los
bolcheviques vieron la necesidad de tomar una medida más radical, la toma del poder. Los campesinos ya estaban
ocupando las tierras de la aristocracia y de la iglesia, los trabajadores intensificaban la formación de soviets y de
comités de fábrica.

Revolución de Octubre de 1917: En septiembre, los dirigidos por Lenin, los llamados bolcheviques habían logrado el
control del Soviet de San Petersburgo. Los bolcheviques decidieron por el derrocamiento del Gobierno Provisional. El
25 de octubre de 1917, el Instituto Smolny fue invadido por la Guardia Roja. Basándose en su poder en los soviets y
aliados con el ala izquierda del partido socialista revolucionario, los bolcheviques iniciaron las medidas para la
construcción del Estado Soviético. La ejecución de la Asamblea Constituyente fue interrumpida. El control obrero de
la producción fue instaurado. Las tierras de la nobleza y de la iglesia fueron divididas entre el campesinado. Para
administrar el Estado, el Congreso de los Soviets creó el Consejo de los Comisarios del Pueblo. Algunos grupos veían
en los bolcheviques la solución para diversos problemas. El 6 de noviembre, Lenin apoyado por los soviets y por una
milicia popular conquista la capital obligando al gobierno provisional a renunciar y asumir el gobierno en 1917. Ellos
creían que sólo el comunismo podría traer felicidad a los rusos. En el poder, ellos intentaron realizar y crear una
sociedad donde todos fueran iguales y libres. Para hacer realidad este sueño, se tomaron varias medidas: Tierras de
la Iglesia, la nobleza y la burguesía fueron expropiadas y distribuidas a los campesinos. Casi todo lo que existia se
convirtió en propiedad del Estado (fábricas, tiendas, diversiones, bancos, etc.) La idea de estas medidas fue la
creación de la igualdad entre los hombres, ya que, según el marxismo sin propiedad no habría explotadores y
explotados. Entre octubre de 1917 y marzo de 1918, los bolcheviques lanzaron las bases del nuevo Estado. La
Guardia Roja fue sustituida por el Ejército Rojo, comandado por Trotsky. El primer acto importante del nuevo
gobierno fue retirar la guerra de Rusia. Para ello, en febrero de 1918, fue firmado con Alemania, con las Potencias
Centrales, retirando a Rusia de la Primera Guerra Mundial. Igualmente, para evitar cualquier intento de restauración
monárquica, el zar Nicolás II y su familia fueron asesinados sin ningún tipo de juicio en julio de 1918.

Guerra Civil Rusa. Después de la firma del tratado de paz, se inició en Rusia una guerra civil, que duró de 1918 a
1921. Las fuerzas ligadas al antiguo régimen zarista se reunieron en el Ejército Blanco, también consiguieron apoyo
de potencias capitalistas (Francia, Estados Unidos, Japón y el Reino Unido). para intentar derribar el naciente poder
soviético. Los cuatro primeros años de gobierno bolchevique fueron marcados por una guerra civil que sacudió
profundamente a Rusia. Dejando miles de muertos de ambos bandos, sin importar su ideología política, y dejando
sufrimiento en Rusia. El Ejército Rojo, creado por León Trotsky, derrotó al ejército blanco y se aseguró la
permanencia de los bolcheviques en el poder. La revolución estaba a salvo pero la paralización económica era casi
total. Para restablecer la confianza en el gobierno, se creó la NEP (Nueva Política Económica), lo que permitió la
entrada de capital extranjero. La aplicación de la NEP resultó en el crecimiento industrial y agrícola de Rusia. En 1922
se estableció la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ( URSS ). Las Consecuencias de la revolución Rusa Después
de la revolución, se implantó la URSS (Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas). Se siguió un período de gran
crecimiento económico. La falta de democracia imperaba en la URSS. Miles de opositores fueron perseguidos, presos
y asesinados por el gobierno bolchevique. El régimen totalitario soviético actuó incluso en el campo de la fe. El
Estado Soviético actuó para debilitar el cristianismo y otras religiones, incentivando el ateísmo (en las escuelas,
medios de comunicación, lugares de trabajo, etc.) y prohibiendo las religiones. El pensamiento de Marx de que "la
religión es el opio del pueblo" fue seguido a raya por el gobierno socialista soviético. Después de la muerte de Lenin
en 1924, comenzó una lucha de poder entre Trotsky y Stalin. Derrotado, Trotsky fue expulsado del país y, en 1940
murió en la ciudad de México, por un asesino al servicio de Stalin. Con Stalin en el poder, la URSS conoció una de las
más violentas dictaduras de la historia.
LA CRISIS ECONÓMICA
Estados Unidos: la expansión de la década de 1920
La crisis del capitalismo 1929-1930 con el crack de la bolsa de valores. EEUU era unan potencia desarrollada con gran
expansión y comercio, políticas industrialistas. En 1920naparece la primera sociedad de consumo de masas, se crean
los autos y la tecnología con electricidad. Los trabajadores producían mas, bajaban costos y precios. La industria
automotriz ayuda a la economía, impulsa nuevas industrias, cambia la mentalidad de la gente.
Época dorada: El gobierno estimulo el crecimiento económico: inversiones, aranceles y políticas de créditos baratos.
La Sociedad estadounidense tiene el concepto de iguales oportunidades para todos. Sin embargo, los sectores
rurales estaban excluidos: los precios caían y trataban de producir más pero no servia. En 1920 los europeos
normalizan su producción agrícola entonces ni siquiera las exportaciones por parte de Estados Unidos era efectiva.
Los agricultores querían paridad: sostén de precios para garantizar sus ingresos; mejor trato, ellos eran la América
Autentica. Esto no ocurrió.
Se da entonces un enfrentamiento entre formas de vida y valores modernos y tradicionales. Los tradicionales
vinculados al área rural y ciudades pequeñas, y los modernos relacionados con grandes ciudades con cambios mas
visibles. Se difundían las nuevas formas de vida y las cuestiones sexuales eran mas liberales, al igual que el consumo
de alcohol con la corrupción del libertinaje. Ante los cambios, los tradicionales afirman su fe en viejos valores y Dios
(biblia –estados del sur). Resurgió el Ku Kux Klan que defendía la América Tradicional, la blanca, anglosajona y
protestante. Atacaban a los que no eran tradicionales, a los negros, judíos y a los católicos . El gobierno no dio la
paridad pero cedió y prohibió el alcohol. La ley seca trajo consigo la invitación a beber ilegalmente, actividad
controlada por los gansters (Al Capone). Sin embargo se unificaba la sociedad moderna y tradicional con un fuerte
nacionalismo donde los prejuicios contra extranjeros reflejaba el mayor patriotismo.
Bajo el impacto de la Revolución Rusa estos sentimiento se intensificaron contra los políticos radicales y
sindicalistas, con el estigma de extranjeros y comunistas. De este modo cualquier conflicto laboral podía se una
amenaza contra la Constitución. El miedo al “peligro rojo” de la década de 1920 era bastante infundado. Se persiguió
a dirigentes sindicales , políticos, profesores universitarios y directores de cine. Mas allá del nacionalismo y la
xenofobia, en esta época se vivía uno de los momentos de auge económico mas grande en la historia de los Estados
Unidos y se creyó que se había encontrado una maquinaria de prosperidad aunque la euforia duro poco freno
abruptamente.

CRACK DEL 29 Y Depresión DEL 30


La venta de acciones fue una forma de obtener capital para invertir en la industria y la clave para el crecimiento
económico. La bolsa de valores de nueva york quiebra en 1929: se venden muchos títulos, las acciones pierden su
valor y el mercado quiebra. Quiebran empresas y bancos. La causa de la crisis fue la especulación, se acentuó la
desproporción entre el valor de los títulos y los verdaderos activos que las empresas tenían.
Tras la expansión el sector productivo se estancaba. Necesitaban un mercado adicional. Las empresas se
endeudaban por mejorar su producción. Los agricultores no podían pagar los créditos por la caída de precios.
EEUU era el abastecedor post guerra, créditos internacionales por Europa. El sistema europeo quiebra y se da una
crisis mundial. Muchos problemas sociales como la caída de salarios, desocupación, suicidios, cambios en las
estructuras familiares se daba en los estados unidos. Fue una crisis larga que se agravaba. No había esperanza. La
consecuencia Política que se dio fue el desprestigio al Partido Republicano (partido e negocios). Roosevelt (1932) del
partido Demócrata prometió un “Nuevo Trato” consistía en una activa intervención el Estado en la regulación e la
economía, así creo la NIRA (Ley nacional de recuperación industrial) y se autorizo al gobierno a invertir en obras
públicas. El objetivo era reducir la desocupación y el descontento social, y también aumentar los ingresos, salarios, y
la demanda global. El intervencionismo se transformo en un elemento clave de la política económica aunque
pareciera que la guerra y desarrollo armamentista haya sido lo que reactivo la economía. Con el intervencionismo
nacía el estado de bienestar: se trataba de lograr pleno empleo y de sostener la demanda para alejar el conflicto
social y estimular la producción.
Franklin D. Roosevelt el 4 de marzo de 1933. Este discurso fue pronunciado durante un momento crítico en la
historia de Estados Unidos, ya que fue justo en medio de la Gran Depresión, una crisis económica devastadora que
afectó al país y al mundo. En su discurso, Roosevelt aborda la situación desafiante que enfrentaba el país y ofrece
una visión esperanzadora para superarla. Habla de la necesidad de enfrentar la crisis con franqueza y valor, y destaca
la importancia de la acción en lugar de la inacción. Roosevelt reconoce los problemas económicos, como la caída de
valores, el desempleo, la disminución de recursos económicos y otros desafíos, pero también subraya que Estados
Unidos tiene abundantes recursos y la capacidad para superar la crisis. El discurso enfatiza la importancia de los
valores sociales y éticos en la recuperación, haciendo hincapié en que la satisfacción y el estímulo moral del trabajo
son cruciales para el bienestar de la nación. Roosevelt habla sobre la necesidad de poner a la gente a trabajar y
menciona la interdependencia de diferentes regiones y elementos en Estados Unidos como parte de la solución.
También aborda la política internacional, promoviendo la política del "buen vecino" y la importancia de respetar los
compromisos y acuerdos internacionales. En este discurso, Roosevelt muestra su disposición a utilizar su poder
ejecutivo para abordar la crisis de manera enérgica, si el Congreso no actúa de manera efectiva. En general, este
discurso es famoso por presentar la idea central de que "lo único que debemos temer es al temor mismo" y por
establecer las bases de la política del New Deal, un conjunto de reformas y programas gubernamentales destinados
a aliviar los efectos de la Gran Depresión y estimular la recuperación económica. Este discurso y las acciones que
siguieron marcaron un punto de inflexión en la forma en que el gobierno federal abordaba los problemas
económicos y sociales, estableciendo un enfoque más activo y orientado a la intervención gubernamental para
proteger a los ciudadanos y revitalizar la economía.

Ley de Restablecimiento Industrial: Esta ley, también conocida como la Ley Nacional de Recuperación Industrial, fue
parte del programa New Deal implementado por Roosevelt en respuesta a la Gran Depresión. En su discurso,
Roosevelt habla sobre la importancia de la Ley de Restablecimiento Industrial y cómo esta ley representa un
esfuerzo supremo para estabilizar la economía y garantizar beneficios razonables para la industria y salarios justos
para los trabajadores. Él enfatiza la necesidad de eliminar prácticas desleales y medidas piratas que han
obstaculizado el comercio honesto y han contribuido a la difícil situación del trabajo. Roosevelt señala que la ley
tiene como objetivo reactivar la economía y permitir a la gente comprar más productos agrícolas e industriales,
restaurando así la base económica del país. También menciona la importancia de proyectos de obras públicas para
proporcionar empleo a los desempleados. El discurso subraya que esta ley busca la cooperación tanto de la industria
como del trabajo, así como de todos los ciudadanos, para superar la crisis económica. Roosevelt resalta que esta ley
representa una oportunidad para la industria de demostrar su cooperación y compromiso con la recuperación del
país, al mismo tiempo que protege los intereses de los trabajadores. El discurso también hace hincapié en que esta
ley es una prueba para la industria, la administración y el pueblo en general. Roosevelt habla sobre la necesidad de
evitar la competencia desleal entre las industrias y cómo se espera que la ley fomente una colaboración genuina y
responsable. En cuanto a los mecanismos de la ley, el discurso destaca que se establecerán juntas asesoras para
representar a los trabajadores, las industrias y los consumidores, asegurando una amplia participación y
representación en las decisiones. Además, el discurso sugiere que el aumento de los salarios debe ser acompañado
por una prudencia en el aumento de los precios para garantizar que los beneficios económicos sean sostenibles y
que la demanda del público pueda ser satisfecha.
FASCISMO
Algunas corrientes historiográficas marxistas lo presentaron como la dictadura del gran capital. Desde estas
perspectivas los partidos fascistas instrumentaron las dificultades de la burguesía para acceder al poder, reprimir a la
clase obrera y contener la revolución comunista. Otros consideran al fascismo y al comunismo como dos caras del
totalitarismo. Se trató de un fenómeno novedoso: fue un movimiento revolucionario-conservador que aspiraba a
movilizar a las masas a través de la combinación de técnicas modernas, valores tradicionales y una ideología de
violencia irracional centrada en el nacionalismo. Nació como una respuesta a la crisis europea de la entreguerras ya
que pudo reemplazar frustraciones de sectores de clase media. La guerra de 1914 tuvo el carácter de matriz:
sentimientos anti burgueses despertaron revolución que se expresó en estos regímenes inéditos que convirtieron a
la movilización de ex soldados en la dominación de un solo partido. Esto pone en evidencia que el fascismo y en
comunismo tienen varias cosas en común: economía (planificación y dirigismo), social (uniformización,
adoctrinamiento), cultural (nacionalismo, exaltación de un líder providencial) y político (dictadura de partido único).
Casos de fascismo en Europa además del alemán e italiano un ejemplo es el de Salazar en Portugal, primo de rivera
y franquismo en España. Resultados de la guerra para Europa: tratado de Versalles (post gran guerra): Alemania
debió devolver territorios, debía pagar indemnizaciones y gastos de la guerra, reducir su gran ejercito y flota. Se
devolvieron y entregaron territorios a Italia, se formo Yugoslavia, se creo Checoslovaquia, Polonia recupero
territorio, entre otras cosas. Se crea sociedad de las naciones a través la cual los países europeos buscaban encontrar
un equilibrio, pero fracasó. Fueron excluidas Alemania y la URSS, y EEUU no participo tras rechazar el tratado. Tras la
guerra chino-japonesa se noto su inoperancia.

CASO ITALIANO
Las consecuencias de la guerra no fueron favorables. Casi 700.000 muertos y 15 millones de dólares en pérdidas.
Solo obtuvo Trieste del tratado de Versalles. “Italia gano la guerra pero perdió la paz” Se vio obligada a cerrar sus
fronteras ya que los países americanos cerraron inmigración por la mano de obra. Hubo desocupación, inflación,
caída de los salarios, huelgas, toma de fábricas. En 1919 nacen los primeros Fasci di Combattimento. Los fasci se
fueron convirtiendo en organismos de carácter paramilitar dedicados al asalto del “peligro-comunista”. Se extendió
al medio rural, Toscana, Emilia y Valle del Po. A fines de 1921 se organizaba el Partido Nacional Fascista Italiano. Se
convierte en mayor partido de Italia con 250000 afiliados. El líder era Benito Mussolini. En 1919 había sido elegido
Duce del fascio de Milán. El rey Víctor Manuel III le entrego el gobierno tras tomar Nápoles con 50000 “camisas
negras”. En 1924 diputado socialista aparece muerto por denunciar fascismo. En 1927 se suprimen sindicatos y el
movimiento obrero queda bajo un estricto control, se trata de disciplinar a toda la sociedad. Los políticos y dirigentes
sindicales eran perseguidos y encarcelados (Gramsci comunista muere en prisión). Existió también una campaña de
consolidación nacionalista con el objetivo de crear un clima apropiado para la expansión, así se buscaba la adhesión
de los católicos. En 1929 se firmaban los tratados de Letran, acuerdos con el vaticano, la iglesia transformaba al
fascismo como un modelo a seguir. En 1930 Italia comienza a expandirse fuera de sus fronteras, al mismo tiempo
que intentaba afirmarse como potencia europea. Desde 1936 participo en la Guerra Civil Española apoyando las
fuerzas de Franco. En 1937 ocupaba Abisinia y Europa se encontraba nuevamente al borde de la guerra.

CASO ALEMÁN
El armisticio y la crisis obligaron a abdicar a Guillermo II. Se proclama República. Los socialdemócratas se colocaron a
la cabeza de los sucesos y se convocó un congreso en Weimar que eligió a Frederick Ebert, primer presidente y se
promulgo la constitución. Esta república carecía de bases solidas, la inflación se hizo incontrolable. En 1923 la crisis
financiera alcanzo su punto más agudo, el marco se desvalorizo totalmente. Ese año el Partido Obrero nacional
socialista alemán organizo un golpe a un grupo de ultra derecha en Baviera, golpe dirigido por Hitler. El golpe fracaso
y Hitler fue condenado a la cárcel. En los años siguientes la situación económica se estabilizó. En medio de la difícil
situación el partido de Hitler fue en aumento, contaba con el 33% del electorado. 1933 Hitler designado canciller de
Hindemburg y al año siguiente tras su muerte asume como presidente. Comenzaba el Tercer Reich. La bandera de la
República fue reemplazada por esvástica y el sistema federal por un Estado Unitario. Se disuelven sindicatos y se
estableció el frente de trabajo alemán controlado por el estado. Comenzaba una dictadura con policía secreta y
campos de concentración, donde la violencia y el terror se transformaron en armas políticas. Se estableció también
el control sobre la economía que quedo subordinada a los objetivos políticos. Se comenzaba a reclutar nuevamente
hombres para el ejercito, restableciendo el servicio militar obligatorio se oriento la producción hacia las industrias
bélicas y químicas. Alemania se preparaba para la guerra.
Con la toma del poder quedaba libre el camino para eliminar la influencia judía en todas sus formas, como había
escrito Hitler en “MeinKampf” (Mi lucha). En 1933 se estableció el boicot a comerciantes judíos. Pierden derechos
políticos, fueron expulsados de las cátedras de universidades. Holocausto Daniel Goldhagen: Sostenía que los
principales perpetradores del holocausto eran alemanes comunes y que la única motivación para el genocidio era el
antisemitismo de eliminar a los judios de la cultura alemana. SAUL FRIEDLANDER Y STEVEN KARZ: hizo hincapié en la
importancia del antisemitismo en la determinación de las políticas nazis, las dimensiones irracionales del sistema y la
figura de Hitler. ADORNO, HORKHEIMER Y HANNAH ARENDT: hace énfasis en la racionalidad instrumental y
burocrática del exterminio en los tecnócratas nazis, en el surgimiento de una ciencia racista y en la crisis de la
sociedad occidental. FRANCOIS FURET: sostiene que el antisemitismo moderno estaría basado en una privilegiada
relación de los judíos con el mundo de la democracia. NOLTE: considera a los judíos no como víctimas de una
empresa infame sino como actores necesarios de una tragedia.
En Marzo de 1941 se decidió la exterminación biológica de los judíos, por las SS en distintos campos de
concentración. También tenían como objetivo la expansión y guerra. Alemania anexó con Austria e invadió a
Checoslovaquia. Las fuerzas alemanas invadieron también Polonia en 1939 y así se volvía a iniciar la guerra.

1945: FIN DE LA GUERRA


La guerra fue un conflicto europeo: una guerra civil que enfrentaba a fascistas y antifascistas. Fue favorable para los
alemanes, los mismos en 1940 controlaba a Austria, Checoslovaquia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda, Polonia
y gran parte de Francia, también invadía a Bulgaria y Yugoslavia. La rapidez de la ocupación demostraba la técnica
militar empleada que era la guerra relámpago. Era invasión y bombardeo por tierra y por aire.
En junio de 1940 si previa declaración de guerra, invadían a la URSS rompiendo el pacto nazi – soviético que había
pactado Hitler con Stalin. Desde fine de 1941 la guerra dejó de ser un conflicto europeo: se había extendido al norte
de África y en Japón. En Japón se había instalado un sistema de carácter nacionalista y su idea principal era la con
creación del espíritu imperial mediante una política expansionista. En 1937 estallo la guerra chino – japonesa que se
confundió con la guerra mundial. Y el ataque a Pearl Harbor fue el motivo que determinó al Congreso a los Estados
Unidos autorizar al presidente Roosevelt a participar de la guerra en 1942. Alemana, Italia y Japón enfrentaba a los
Aliados Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética. La guerra dependía de los armamentos, implicaba
concentración de capitales y método adecuado a la producción de masa. Gracias al “Plan de los Cuatro años”,
Alemania había ingresado en la guerra en coincidencia con una óptima producción. En 1943 empezó a notarse una
crisis y que debía declararse la movilización total. Se debilitaba la capacidad de producción del Eje, en el momento
que se daban los ataques más intensos de los Aliados. En 1943 Mussolini fue acusado de servilismo con Alemania y
fue apresado. Alemania invadió a Italia y rescató a Mussolini, quien mediante un golpe de Estado fue nombrado
presidente de la República Social Fascista. La suerte del Eje estaba echada y la ofensiva soviética sobre Berlín
determinó el fin de la guerra. En 1945 Mussolini mientras escapaba fue ejecutado por guerrilleros de resistencia
italiana. Hitler junto con su amante se suicidaba en los sótanos de la Cancillería de Reich. La guerra había terminado
con los regímenes fascistas pero había modificando la democracia. Terminaba entonces la guerra de los Treinta y un
Años: una guerra iniciada en 1914 con el asesinato del archiduque de Austria en Sarajevo y acaba con la bomba
atómica en 1945, divida por un conflicto de periodo de entreguerras. Primera y Segunda Guerra Mundial. Fueron dos
episodios que dejaron imágenes de pesadillas tecnológicas – la memoria de los gases tóxicos, después de 1918, y de
la nube de destrucción nuclear, después de 1945, que marcarían a los sobrevivientes y a la generación de por vida.
La continuidad está dada sobre todo por el hecho que la segunda parte de la guerra concluyo con los problemas que
la primera había dejado pendiente. Acabo con los problemas de la economía capitalista y el progreso de la vida
material sostuvo la democracia política occidental. Los viejos enemigos Alemania y Japón acabaron integrándose a la
economía occidental y mientras surgían nuevos enemigos EEUU y URSS que nunca se enfrentarían en el campo de
batalla.

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