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UNIVERSIDAD DE LAS NACIONES

ANTOLOGÍA DE LA MATERIA

POLÍTICAS PÚBLICAS

DOCTORADO EN CIENCIAS
JURÍDICAS, ADMINISTRATIVAS Y DE
LA EDUCACIÓN
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ÍNDICE

CAPÍTULO I.- POLÍTICA ECONÓMICA.

1.1 Introducción.
1.2 Política Económica.
1.3 Elementos de un modelo de política económica.
1.4 Enfoques alternativos en política económica y su plasmación en los
modelos.
1.5 La teoría tradicional de la política económica
1.6 Las Políticas Públicas: Productos del Sistema Político
1.7 Mundialización de la Economía

CAPÍTULO II.- UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA (UEM).

Introducción.
2.1. Historia y fases de la UEM.
2.2. Interpretaciones.

CAPÍTULO III.- INFLACIÓN Y DEFLACIÓN.

3.1. Tipos de Inflación.


3.1.1. Historia.
3.1.2. Causas.
3.1.3. Efectos.
3.1.4. Medidas de estabilización.
3.2. Economía en México.
3.2.1. Agricultura.
3.2.2. Silvicultura y pesca.
3.2.3. Minería.
3.2.4. Industria.
3.2.5. Energía.
3.2.6. Moneda y banca.
3.2.7. Transporte.
3.2.8. Comunicaciones.
3.2.9. Trabajo.
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CAPÍTULO IV.- POLÍTICAS PÚBLICAS DE MÉXICO, DESDE LA


SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

4.1. México de la posguerra.

CAPÍTULO V.- POLÍTICA FISCAL MEXICANA.

5.1. Resumen y conclusiones, sobre la política fiscal.


5.2. Ciclos económicos.
5.2.1. Fases del ciclo económico.
5.2.2. Ciclos especiales.
5.2.3. Causas de los ciclos.
5.2.4. Efectos aceleradores y multiplicadores.
5.2.5. Regulación de los ciclos.

CAPÍTULO VI.- UNA MIRADA AL FUTURO


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Política Económica.

1. Introducción

La moderna macroeconomía neoclásica ha cambiado profundamente nuestra


forma de entender la política económica. Con la incorporación del enfoque
intertemporal y la introducción de la hipótesis de las expectativas racionales en los
modelos macroeconómicos, esta literatura ha sentado las bases de una nueva teoría
de la política económica. Como resultado de estos desarrollos teóricos, iniciados en
la década de los 70, se ha procedido a revisar los pilares de la sabiduría
convencional en torno al diseño, posibilidades y limitaciones de la política económica.
Bien podría decirse que Lucas –en tanto introductor de estas contribuciones
teóricas– es al estudio de la política económica en el último tercio del siglo lo que
Tinbergen representó para la teoría de la política económica en las tres décadas
posteriores al nacimiento de la macroeconomía de la mano de Keynes y su Teoría
General.

En el ámbito de la concepción de la política económica las diferencias son


manifiestas entre las teorías tradicional y moderna de la política económica. Frente a
la concepción tradicional –dominante hasta entrados los años 70 y asociada a la
macroeconomía de la IS-LM-mercado de trabajo y la hipótesis de expectativas
adaptativas– en virtud de la cual la política económica se interpretaba en términos de
un juego del gobierno contra la naturaleza, la concepción moderna –preponderante
desde finales de los 70 y vinculada a la macroeconomía de los modelos de equilibrio
de expectativas racionales– entiende la política económica como un juego dinámico
entre las autoridades económicas y los agentes privados, considerados ambos como
decisores racionales.

En cuanto al ámbito de la simulación de la políticas económicas, cabe decir


que las diferencias entre las teorías tradicional y moderna de la política económica
quedaron sistematizadas en la crítica que Lucas formulara en su trabajo de 1976 y
que, en realidad, no es una, sino dos críticas complementarias, dirigidas a sendos
aspectos del enfoque tradicional, a saber, el relativo al concepto operativo de la
política económica, esto es, a la delimitación del conjunto de actuaciones de política
económica cuyos efectos son evaluables, y el asociado al método de evaluación
econométrica de los efectos de políticas económicas alternativas.
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2. Política Económica.

El principio de racionalidad y la especificidad de la política económica como


disciplina.

El economista interpreta el comportamiento humano como actos electivos


que resultan de la concreción para un entorno dado de las reglas de decisión óptimas
de los agentes. Estas reglas o funciones de reacción, es decir, las funciones de
oferta y demanda de los agentes, se derivan de las condiciones de primer orden de
los programas de optimización que los agentes supuestamente resuelven. Los actos
humanos son vistos, por tanto, como actos de racionalidad. Este enfoque
maximizador, en virtud del cual los agentes económicos se comportan a lo largo de
sus vidas como si fueran controladores óptimos, es el aplicado tradicionalmente a
consumidores y productores, y en tiempos más recientes también se ha extendido
fructíferamente su empleo al análisis de fenómenos pertenecientes al campo del
derecho, la sociología y la ciencia política.

De modo análogo, el economista analiza la actividad político-económica


como actos de racionalidad del policy maker. La especificidad de la literatura político-
económica, o de la política económica como disciplina, reside precisamente en la
aplicación o extensión del enfoque económico del comportamiento humano a la toma
de decisiones de las autoridades económicas. La formulación de la política
económica se interpreta, consecuentemente, como el resultado de la previa
resolución de ejercicios de optimización por parte de las autoridades económicas.
Para ello, y desde la contribución seminal de Tinbergen (1952) a la teoría de la
política económica, se recurre al concepto de modelo de política económica (véase
Fernández Díaz, 1972) para expresar formalmente la lógica de la política económica.
Para el economista, la lógica de la política económica queda condensada, por tanto,
en la estructura de un problema de optimización condicionada. Esta estructura ha ido
ganando complejidad con los avances experimentados por la teoría de la política
económica. Así, desde las primeras aportaciones de los años 50, en las que ni
siquiera se explicitaba la función objetivo del problema, se ha pasado en la década
de los 80 a una estructura propia de un juego dinámico en el que tanto el gobierno
como los agentes privados resuelven ejercicios de optimización dinámica
estocástica.

3. Elementos de un modelo de política económica.

Desde nuestra perspectiva, tres son los elementos fundamentales de todo


modelo de política económica

La función objetivo de las autoridades económicas, W. Es el maximando del


modelo de política económica. Como su denominación indica, se trata de la función
que representa las metas que las autoridades económicas intentan alcanzar. En la
literatura se supone implícitamente que las motivaciones de la pluralidad de entes
decisionales que intervienen en la esfera de la política económica son representables
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a través de una única función de utilidad que se asocia a un agente ficticio llamado
gobierno, policy maker o, simplemente, autoridades económicas. En el ámbito
concreto de la literatura normativa (esto es, el que ampliamente ha dominado en la
literatura) se supone, además, que la función objetivo del modelo de política
económica es el resultado de agregar también las preferencias del conjunto de los
agentes privados de la economía. No obstante, salvo en los modelos de agente
(privado) representativo (entendidos éstos como sinónimo de modelos de agentes
idénticos), donde el proceso de agregación es trivial bajo el usual supuesto de
homoteticidad de las funciones de utilidad de los individuos, no suele explicitarse en
la literatura las condiciones que garantizan la factibilidad de estos procesos de
agregación de preferencias, tanto en el ámbito del sector privado como del sector
público.

El modelo de la economía, M. Es la primera de las dos restricciones que


cabe incluir en un modelo de política económica. Se trata del considerado por las
autoridades económicas como el verdadero modelo de la economía. Recoge el
conjunto de ecuaciones que representa el funcionamiento global de la economía
(resultante de la interacción de múltiples agentes privados) sobre la que se aplica la
política económica. Su específico formato es consecuencia de la estrategia
modelizadora elegida por el economista..

El esquema de formación de expectativas de los agentes. Constituye la otra


restricción fundamental a considerar en un modelo de política económica. Este
componente del modelo de política económica sirve de expresión del volumen de
información que condiciona los procesos de decisión de los agentes y del grado de
eficiencia con que dicha información es empleada por los agentes. El esquema de
formación de expectativas es, por tanto, una función, , (que admite distintas
especificaciones, según la hipótesis de formación de expectativas) del conjunto de
información de los agentes, I. Aunque esta función forma parte del problema de
optimización del que se derivan las reglas de decisión de los agentes y podría
argumentarse que se trata de un elemento redundante del modelo de política
económica, optaremos por su consideración explícita y diferenciada del modelo de la
economía debido a la importancia que en el estudio de las posibilidades y
limitaciones de la política económica han tenido per se los distintos esquemas de
formación de expectativas por parte del público.

4. Enfoques alternativos en política económica y su plasmación en los


modelos.

La estructura genérica así descrita de los modelos político-económicos es


suficientemente flexible para dar cabida en su seno a los distintos enfoques que cabe
apreciar en la literatura de política económica. Bastará para ello con la introducción
de variaciones en la especificación de los elementos fundamentales del modelo :

La estrategia modelizadora. Atendiendo al modelo tomado como verdadero


por el policy maker podremos diferenciar entre el enfoque dominante hasta los años
70 de la macroeconomía tradicional (marco IS-LM-mercado de trabajo, que engloba
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como caso particular a los modelos monetaristas) y las diversas estrategias de


fundamentación microeconómica de la macroeconomía (macroeconomía keynesiana
del desequilibrio, nueva macroeconomía clásica o macroeconomía del equilibrio y
nueva macroeconomía keynesiana). Debe señalarse, no obstante, que, desde el
punto de vista de la política económica, sólo la macroeconomía del equilibrio aportó,
además de una nueva estrategia modelizadora, una teoría de la política económica
alternativa a la teoría de la política económica tradicional, ligada a su vez, ésta
última, a la macroeconomía keynesiana prevaleciente en los años 50 y 60. Nótese
también que de la estrategia modelizadora depende que el análisis de bienestar de la
política económica sea factible o no lo sea. En aquellos modelos sin agentes
explícitamente optimizadores, es decir, con funciones de comportamiento ad hoc,
característica propia de los modelos IS-LM y monetaristas, no cabe la posibilidad de
asociar las actuaciones de política económica con el bienestar de los agentes y, por
lo tanto, de efectuar un análisis de bienestar propiamente dicho de las mismas.

El volumen y uso de la información. Considerando la amplitud del conjunto


de información, así como la eficiencia con que los agentes emplean la información
disponible, será posible discriminar entre tres esquemas alternativos de formación de
expectativas. Ordenados en función de su etapa de influencia en la historia de la
macroeconomía, éstos son, en primer lugar, el enfoque de las expectativas exógenas
que cabe encontrar en Keynes y en las versiones estáticas del modelo IS-LM-
mercado de trabajo. En segundo lugar, el enfoque de las expectativas endógenas,
pero adaptativas, dominante en los últimos años 60 y la primera mitad de los 70 en el
marco de modelos IS-LM-mercado de trabajo "dinamizados" y en los modelos
monetaristas.

Objetivos y preferencias de las autoridades. En función de las variables


seleccionadas como argumentos de la función objetivo, se podrá distinguir entre la
teoría de la política económica positiva, donde la función se especifica de modo que
represente las preferencias efectivas de las autoridades y, por consiguiente, puede
depender de variables de naturaleza extraeconómica, y la teoría de la política
económica normativa, donde se postula como función objetivo una función de
bienestar social respecto a la que se define la optimalidad de la política económica y
que sirve de guía de lo que debería ser la actuación político-económica de las
autoridades. La función de bienestar social puede estar fundamentada en las
funciones de utilidad de los agentes (sólo posible en modelos con agentes
optimizadores) o ser de tipo ad hoc y arbitrariamente establecida por un gobierno
benevolente.

El concepto operativo de política económica. Las características relativas al


tratamiento del tiempo en el modelo de la economía y la hipótesis que establezcamos
sobre la formación de expectativas por parte del público delimitarán el conjunto de
posibles políticas económicas evaluables. Así, en una economía estática, como la
propia del modelo IS-LM en su versión original, el concepto operativo de política
económica es el que trivialmente corresponde a la particularización para un momento
dado del tiempo del vector de instrumentos, es decir, a un vector de medidas de
política aisladamente consideradas a lo largo del eje del tiempo, sea éste el resultado
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de un comportamiento discrecional o de la aplicación de una regla por las


autoridades.

Tipos de actuación político-económica. Las decisiones de política económica


pueden adoptar la forma de medidas discrecionales, es decir, carentes de un
compromiso por parte de las autoridades de comportarse de acuerdo con una
preestablecida función de reacción, o de reglas de política económica. Las reglas de
política pueden distinguirse, a su vez, por razón de su complejidad. Los casos
polares serían, por un lado, las reglas fijas, reglas sin feedback o reglas open loop
(es decir, no dependientes del estado de la economía salvo en el momento inicial en
que la regla es establecida por las autoridades) y, por el otro, las reglas de carácter
tiempo-estado dependiente, es decir, el tipo de regla flexible, regla con feedback o
regla closed loop (esto es, las dependientes del estado de la economía
correspondiente a cada momento de aplicación de la regla) de más complejo diseño.

5. La teoría tradicional de la política económica.

Una perspectiva histórica

Aun cuando es posible identificar otras contribuciones que también


participaron en la gestación de la teoría de la política económica, el origen de la
teoría formal de la política económica suele ubicarse en la obra publicada en 1952
On the Theory of Economic Policy, cuyo autor, Jan Tinbergen, compartiría con
Ragnar Frisch el primer Premio Nobel de Economía en 1969. La historia de la teoría
de la política económica puede subdividirse en tres etapas atendiendo a la evolución
seguida por las técnicas de control estocástico empleadas en el análisis de la política
económica (Chow, 1987). La primera abarca el período anterior a los 70, la segunda
cubre la primera mitad de los 70, mientras que la tercera se extiende desde la mitad
de los 70 hasta el presente. En esta sección nos centraremos en las dos primeras
etapas, que se corresponden con lo que denominaremos teoría tradicional de la
política económica. La tercera etapa está asociada a la renovación que la
macroeconomía del equilibrio representó para la interpretación de la política
económica.

La primera y más amplia fase de desarrollo de la teoría tradicional de la


política económica comenzó con la aportación por Tinbergen (1952, 1956) del marco
conceptual de la política económica cuantitativa y la formulación de lo que hoy se
conoce como regla de Tinbergen de controlabilidad estática de un modelo de política
económica. Puede decirse que el objetivo común perseguido por las contribuciones
de esta etapa no fue otro que la superación de las tres principales limitaciones del
enfoque de los objetivos fijos de Tinbergen, es decir, las relativas a la ausencia en el
análisis de un criterio de elección de las autoridades, la falta de incertidumbre en el
problema de optimización del policy maker y la carencia de un entorno dinámico en el
que formular los problemas de política económica. Para el avance efectivo en la
última de estas tres áreas de investigación habría que esperar, sin embargo, hasta la
década de los 70.
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Entre las aportaciones más representativas de esta primera etapa figuran,


además de las seminales de Tinbergen, las contribuciones de Theil (1954, 1956,
1958, 1964) y Frisch (1956, 1957) respecto al desarrollo del enfoque de los objetivos
flexibles, en tanto método alternativo al de la especificación a priori de los valores de
los objetivos de política económica; las de Simon (1956) y Theil (1957) en cuanto al
empleo del método del equivalente cierto, como procedimiento para convertir un
modelo de decisión bajo incertidumbre aditiva en otro de tipo determinista, y la de
Brainard (1967) relativa a las implicaciones en términos de una política de
diversificación de instrumentos de los modelos de política económica con
incertidumbre multiplicativa; las de Mundell (1960, 1962) en relación a la aplicación
del principio de clasificación efectiva de mercado o método de emparejamiento de
instrumentos con objetivos basado en las propiedades de estabilidad del modelo de
la economía, y las de Phillips (1954, 1957), como primeros esfuerzos encaminados al
desarrollo de un enfoque dinámico de la política económica de estabilización.

Aunque contribuciones como las de Phillips hacen evidente que la


preocupación por el análisis de la política económica en un contexto dinámico fue
temprana en la teoría tradicional de la política económica, la generalización del uso
del control óptimo y la programación dinámica estocásticos como instrumental
analítico en el que apoyar el diseño y la evaluación de las políticas macroeconómicas
óptimas no se produjo hasta los primeros años 70, en los que cabe situar la segunda
etapa de la teoría tradicional de la política económica. Hasta entonces, y durante la
década de los 60, las técnicas de optimización dinámica se habían aplicado de modo
preferente en el campo del crecimiento óptimo y en los modelos de planificación de
gran escala (véase Fox, Sengupta y Thorbecke, 1966). Entre las referencias
representativas de esta segunda etapa se encuentran Friedman (1973), Pindyck
(1973) y Chow (1975). Fue precisamente ésta la etapa de la teoría tradicional de la
política económica que habría de coincidir en el tiempo con las primeras
contribuciones de la macroeconomía del equilibrio y servir de modelo de referencia
para la crítica que Lucas dirigiría a la teoría tradicional de la política económica y
sistematizaría en su trabajo de 1976.

Los rasgos característicos

Hay tres aspectos de la teoría tradicional de la política económica, cada uno


asociado a uno de los elementos fundamentales del modelo político-económico, que
nos interesa destacar:

Funciones de bienestar social arbitrarias. Se trata de un enfoque


predominantemente normativo en el que se recurre al empleo de una función de
bienestar social por período, en el caso de un modelo estático, o intertemporal, en el
caso dinámico, cuyos argumentos, sin nexo explícito alguno con las funciones de
utilidad de los agentes, son arbitrariamente establecidos por las autoridades. La
consecuencia más destacable de este enfoque es que habrá tantas políticas óptimas
distintas como especificaciones alternativas de la función de bienestar social sea
posible concebir. Por lo tanto, el concepto de política macroeconómica óptima
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pasaba a adquirir un carácter tan puramente arbitrario como el que le era propio a la
función de bienestar social.

Reglas de decisión ad hoc. Se opta por un modelo macroeconómico de


ecuaciones simultáneas que consiste generalmente en alguna versión, estática o
dinámica, del modelo de IS-LM-mercado de trabajo de Hicks-Modigliani (véase
Febrero, 1997). La característica a destacar del modelo era el carácter ad hoc de sus
ecuaciones. El modelo estaba constituido por ecuaciones que representaban
supuestamente el resultado de agregar las reglas de decisión, posiblemente de
equilibrio, de los agentes. Estas reglas de decisión se postulaban, es decir, no se
derivaban a partir de primeros principios y, por consiguiente, podían no ser
compatibles (como así se demostraría en los años 70) con las proposiciones de la
teoría económica dinámica, es decir, podían entrar en colisión con el supuesto de
racionalidad de los agentes.

Conjunto de información infrautilizado. Se supone que los agentes no son


capaces de utilizar eficientemente el conjunto de información disponible. En
particular, los agentes no logran comprender aquellas reglas de política económica
sistemáticamente aplicadas por las autoridades. Este es el caso de las economías en
las que los agentes se comportan de acuerdo con la hipótesis de expectativas
adaptativas, popularizada por Cagan (1956) y Friedman (1957), por la que se
aproxima el valor futuro de una variable a partir de la exclusiva consideración de sus
valores pasados. Sin duda, una hipótesis de comportamiento en el uso de la
información difícilmente compatible con el principio de racionalidad que en la teoría
económica se contempla para el resto de los ámbitos del comportamiento humano.

Los tres rasgos descritos –que tienen en común el carácter ad hoc de la


especificación de la función de bienestar social, las reglas de decisión de los agentes
y los parámetros de la estructura de retardos de los esquemas de formación de
expectativas– ponen de manifiesto la íntima conexión existente entre el enfoque
tradicional de la política económica y la estrategia modelizadora empleada en la
macroeconomía dominante hasta mediados de los 70. Generalmente, en la
macroeconomía y la teoría de la política económica tradicionales no se cuestionaba
que los agentes fueran racionales –es decir, que actuaran como si maximizaran sus
funciones de utilidad bajo la restricción impuesta por sus conjuntos presupuestarios–
en sus decisiones de gasto o de oferta y demanda de factores. Pese a ello,
sorprendentemente, no se admitía que los agentes también fueran racionales en el
uso de la información disponible, ni que se tomara en consideración sus funciones de
utilidad para diseñar las políticas óptimas, como tampoco que se partiera
explícitamente de sus problemas de optimización para derivar sus reglas de decisión
en el modelo de la economía. Ciertamente, el marco de análisis que la teoría
tradicional aportaba para el estudio de la política económica se revelaba como un
enrevesado rompecabezas.
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La concepción tradicional de la política económica

De la consideración conjunta de los tres rasgos descritos se desprende qué


concepción de la política económica subyacía en la teoría tradicional de la política
económica. Se partía del supuesto de que las leyes de movimiento de las variables
económicas eran idénticas a las que regían la evolución a lo largo del tiempo de las
variables físicas. En otras palabras, se partía del supuesto de que los sistemas
económicos, al igual que sucedía con los sistemas físicos, eran sistemas causales,
donde la relación entre el presente y el futuro es asimétrica. Concretamente, el
presente, es decir, el pasado del futuro, puede influir en el futuro, pero no al revés.
Esto es, no es posible que el futuro (esperado) pueda influir en el presente. Esta
concepción de los sistemas económicos quedaba subsumida en la hipótesis de las
expectativas adaptativas de los agentes.

La política económica se interpretaba, por tanto, como un juego del gobierno


contra la naturaleza. En este juego el supuesto de racionalidad estaba asignado
injustificadamente de una forma desigual. Había en el mismo un solo agente racional
que miraba hacia el futuro, el gobierno, y que resolvía un problema de control óptimo
consistente en minimizar (maximizar) alguna función intertemporal de pérdidas
(bienestar) de carácter ad hoc. Los demás agentes, los agentes privados, miraban
por el contrario hacia el pasado siguiendo un esquema de formación de expectativas
de tipo adaptativo, es decir, se comportaban de acuerdo a unas reglas de decisión
que eran independientes de las actuaciones futuras de las autoridades económicas y
que mostraban, por tanto, un carácter invariante ante cambios en las reglas de
política económica.

Estas reglas de decisión eran las funciones de comportamiento que


integraban el modelo econométrico del que las autoridades se servían para simular
los efectos de políticas económicas alternativas y calcular, mediante la aplicación de
las técnicas de control óptimo, las sendas de valores óptimos de los instrumentos de
política.

6. Las Políticas Públicas: Productos del Sistema Político.

Con el objeto de desarrollar esta idea general planteada, las Políticas


Públicas como productos del Sistema Político, nos aventuramos a escribir un poco
sobre ella. Debemos de partir, primero del hecho de identificar dónde se ubican las
políticas públicas, cuál es su universo, es decir dónde se encuentran, aunque claro
está, que la afirmación como tal, las políticas públicas como productos del sistema
político, lleva inmersa de manera a priori, su ubicación. Tenemos pues, que iniciar
hablando de lo que es un sistema político, definiendo un Sistema Político, es decir a
que nos referimos cuando evocamos este concepto. En segundo lugar, dónde opera
un Sistema Político, cuál es su campo de acción, cuáles son sus elementos
esenciales. Con lo cual, una vez claro de qué estamos hablando, podamos ya entrar
de lleno al campo de las políticas públicas, es decir que todo esto nos sirva como
marco de referencia para poder definir lo que son las Políticas Públicas, los
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elementos que las componen, así como su desarrollo e importancia. Ese es


básicamente el objetivo del presente trabajo.

Como nota previa a la noción de sistema político, es necesario que tengamos


en cuenta la importancia del estudio de la política, fenómeno tan viejo como la
humanidad misma. Y más aun de ver a la política como una ciencia, como algo que
se puede analizar, observar y que requiere de métodos particulares para poder
entenderla. La aparición de esta como ciencia(politología, estudio de la Ciencia
Política) se da con la democratización del Estado liberal1. Aquí en este período según
nos explica Caminal, “el poder, el Estado o, incluso el gobierno ya no ocupa todo el
espacio del análisis político y ceden una parte del mismo a la organización y
funcionamiento del sistema político, que cobrará mayor importancia con el transcurso
del tiempo y en relación directa al proceso de democratización”. “ Cuando la política
ya no es actividad exclusiva de unos pocos, cuando se generaliza y se hace anónima
en decisiones tan trascendentes como la elección de los gobernantes, surge la
necesidad de estudiarla de una manera distinta: haciendo uso como en la sociología
y la economía, del método empírico y las técnicas estadísticas. No se trata ya de
preguntarse solamente sobre el gobierno justo, ni de proponer o explicar teorías
normativas generales sobre el Estado y el gobierno, sino de estudiar, también, el
proceso político, las instituciones, la administración y el sistema político como un
conjunto cohesionado”. Poder estudiar la política a través de la Ciencia Política nos
proporciona una herramienta importante que nos sirve para comprender el sistema
político.

Estas valoraciones de Caminal, en mi opinión recogen la importancia del


estudio de la Ciencia política, de estudiar y analizar el sistema político, formular
interrogantes que nos ayude a entenderlo de mejor forma. Entendiendo mejor un
sistema político podemos comprender la importancia de las políticas públicas como
producto del sistema.

I. La Idea de Easton:

Tenemos que dejar claro que el presente trabajo parte de la idea Eastoniana
de Sistema Político, es decir, analizar, entender, tratar de comprender mejor a la
Política en general mediante una visión sistémica. Todo esto con el objeto de poder
dar una mejor explicación y matización a la idea de las Políticas Públicas como
productos del Sistema Político.

Easton, define al Sistema Político como “aquellas interacciones por medio de


las cuales se asignan autoritariamente valores en una sociedad”. El asignar valores
1
Esta afirmación la hace Caminal quien además señala una serie de condiciones que la democratización del Estado liberal
crea para el nacimiento y desarrollo de una ciencia política: 1) La ampliación del derecho de participación política y el
reconocimiento del sufragio universal masculino con independencia de la condición social. 2) El reconocimiento del pluralismo
político y de la posibilidad, de impulsar, canalizar y organizar concepciones políticas distintas con igual legitimidad para acceder
al gobierno del Estado.3) La integración de las clases sociales en el sistema político poniendo fin a la exclusión política de la
clase obrera. 4) L configuración del Estado como sistema político cuyos actores fundamentales son los partidos políticos.
Caminal Miquel. “La política como ciencia”, en Caminal Miquel. MANUAL DE CIENCIA POLITICA. (1996)[]
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autoritariamente, se refiere a que los mismos provienen de una autoridad, es decir,


que hay inmerso en el concepto la idea de Legitimidad de la autoridad. Trata de
interpretar la vida política como una serie compleja de procesos, la misma, señala
Easton, “es un sistema de conducta incorporado a un ambiente a cuyas influencias
está incorporado el Sistema Político, que a su turno reacciona frente a ellas”. Esta
idea lleva implícita varias nociones. Por un lado las interacciones políticas de una
sociedad constituyen un sistema de conducta, el sistema no existe en el vacío, es
preciso verlo en ambientes, sea físico, biológico, social, psicológico, la vida política
forma un sistema abierto, es decir, que no es algo cerrado, sino más bien algo que
es propenso a un cambio de forma constante, que posee la capacidad de dar
respuestas a las perturbaciones y en consecuencia adaptarse a las circunstancias.
La importancia de aceptar la idea del cambio, la capacidad de respuesta y
adaptación del sistema político, según Easton, constituye uno de los elementos
fundamentales, par iniciar el estudio de los fenómenos político que nos permita
formular un complejo análisis teórico.

Para definir mejor este mecanismo de estudio de la política como sistema,


Easton ha utilizado la denominación de imputs y outputs, los imputs se refieren a la
gran variedad de acontecimientos y circunstancias ambientales, en tanto estos se
vinculan con la persistencia del sistema político, aquí Easton se detiene un poco y
aclara que para mejor entender, lo que nos interesan como imputs son los referidos a
demandas y apoyo, de otra manera seria inagotable la lista de acontecimientos y
circunstancias ambientales que afectan al sistema. Son pues, las demandas y apoyo
indicadores claves del modo en que las influencias y circunstancias ambientales
modifican y modelan el funcionamiento del sistema político.

Por su parte, los outputs, son aquellos que sirven para organizar las
consecuencias resultantes, no de las acciones del ambiente, sino de la conducta de
los miembros del sistema. Preocupa ver cómo funciona el sistema político, añade
Easton. Aquí también aclara que los outpus importantes son los llamados, outputs
políticos, que son, las decisiones y acciones de las autoridades.

Todo esto, inputs outputs, entendidos los primeros como demandas y apoyo
de la sociedad, y los segundos como decisiones y acciones de las autoridades, se
mueven en una especie de vía, circuito denominado por Easton feedback loop
( circuito de retroalimentación). El circuito de retroalimentación, permite a las
autoridades, quienes son las que dirigen un sistema político, tener una idea de cómo
está la tensión en la sociedad, los inputs que la misma manda, de esta forma la
autoridad podrá recibirlos, organizarlos y luego enviarlos, logrando generar los
outputs. Se da pues, un flujo de inputs outputs en el sistema, van y vienen, es un
movimiento constante. Las autoridades tienen que satisfacer lo inputs ya que de no
hacerlo comienza a existir interferencia en el circuito, esta comienza a crear
dificultades en el flujo, con lo que puede ocasionar que el sistema comience a entrar
en tensión y pueda llevar al mismo a entrar en crisis. En toda esta idea está el hecho
que las autoridades deben de buscar como mantener la tensión baja, procurar la
menor cantidad posible de interferencia, lo que les va a permitir la persistencia del
sistema y que el mismo no entre en crisis.
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Es en este proceso de retroalimentación, información que va y viene,


demandas, apoyo, así como respuestas que se dan o se abstienen de darse, es
donde aparecen las políticas públicas, que son como ya hemos señalado, los
productos del sistema político.

II. Qué es un sistema político:

El hecho de plantear la idea sistémica de Easton como forma para tratar de


estudiar el complejo mundo de los fenómenos políticos, nos permite acercarnos un
poco al concepto de sistema político2. ¿Qué se entiende por sistema político?

El sistema político puede entenderse como un conjunto conformado por los


siguientes elementos:

“En primer lugar, lo integran los elementos institucionales( a cuya expresión


formalizada aquí se le denomina régimen político) que representan los poderes
políticos y sus reglas de interacción par consigo mismo y para con la sociedad, pero
también a las normas, escritas o consuetudinarias, que hacen referencia a las formas
de tenencia de la propiedad, a su transmisión, a su enajenación y a sus
constricciones. En segundo término los actores institucionalizados en que la
sociedad se organiza ya sea de manera activa o pasiva, para transmitir sus
demandas, influir o modificar en mayor o menor medida en las decisiones del
gobierno. En tercer lugar, los valores de los individuos y los grupos sociales que
componen la sociedad en cuanto a la comprensión de la actividad política se refiere,
derivados tanto de elementos estrictamente culturales como de experiencias
históricas. Finalmente debe señalarse que la existencia de un sistema político “de
carácter nacional” se encuentra inmerso en el entramado internacional, del cual
puede recibir influencias bien sea como consecuencia de la actuación de otros
sistemas políticos de carácter igualmente nacional, bien como resultado de acciones
del propio sistema internacional”3.

Como podemos apreciar es una definición bastante completa y compleja que


abarca una serie de ideas y elementos. Elementos tales como: “El régimen político,
integrado por el estado, poderes y su entramado institucional, la Constitución Política
y las leyes fundamentales reguladoras de la política, la sociedad y la economía; los
actores sociales, en los que se den cabida los partidos políticos, los grupos de
presión, y los movimientos sociales; la cultura política, y el escenario internacional” 4.
2
Existen diversas corrientes que pretenden explicar el estudio del sistema político. Estas son: Funcional, cultural, elección
racional, de la organización, grupo-conflicto, Estado-céntrico e institucional. No es nuestro objetivo entrar a abordar cada una de
ellas. Para una mejor ilustración ver: Alcántara, Manuel. Gobernabilidad, crisis y cambios. Fondo de cultura económica.
México.1995. Págs. 43-54.

3
Esta es la definición utilizada por Manuel Alcántara en su obra, GOBERNABILIDAD, CRISIS Y CAMBIO. 1995. En ella se
encuentran inmerso varios componentes, se habla de régimen político, de un orden jurídico, de la cultura política, políticas
públicas, tiempo y espacio, sociedad.

4
Op.cit. Pág. 56
15

Lo importante en la identificación de un sistema político es que en el, en su


interior todos los elementos que lo componen se encuentran interactuando, no están
de forma jerárquica, no existe ningún elemento que sobresalga o esté encima del
otro. En este interactuar, una variación en una de su parte puede llegar a afectar a la
totalidad del sistema. En el mismo sistema, también se dan diferentes tipos de
relaciones como las de poder, de mando, de obediencia, de satisfacción de
necesidades, de legitimidad, de apoyo, eficiencia, efectividad y eficacia. Lo
interesante del sistema es que siempre está en un continuo movimiento, que genera
cambios y transformaciones, en algunos más que en otros. Tratar de entender estas
relaciones, estos cambios y transformaciones, representa una de las tareas
fundamentales de la asignatura Ciencia Política, plantearse los problemas, buscar un
método adecuado para poder explicar los problemas, y brindar, más que respuestas
a los mismos, ideas que nos permitan pensar de nuevo en temas que en el
entramado de estas relaciones vayan surgiendo con el avance del tiempo.

Así pues, la idea de sistema político se nos presenta como algo integral,
como un todo, algo que para poder analizarlo y entenderlo debemos tomar en cuenta
distintos factores, componentes, y es aquí donde las políticas públicas como
productos del sistema político, su análisis y estudio cobra gran importancia e impacto
en el sistema ya que ellas pueden originar por un lado un clima de “tranquilidad” o de
“inestabilidad”, sirven pues como un posible mecanismo de evaluación del sistema
político.

Como vemos el sistema político tiene un lugar, un espacio donde se


desarrolla, se desenvuelve y que muchos son los elementos que entran en juego en
este desenvolvimiento. Se parte de la idea misma que el hombre necesita vivir en
comunidad y regirse por reglas mínimas de convivencia, y que en esta comunidad se
necesita personas que dirijan la comunidad.

III. LAS POLÍTICAS PÚBLICAS:

En uno de los elementos constitutivos de la noción de sistema político,


encontramos lo llamado “políticas públicas”. Se encuentran en el elemento
institucional, llamado régimen político. Tal como señala Alcántara (1995)”Las mismas
se consideran como determinados flujos del régimen político hacia la sociedad”. “Son
concebidas como “productos del sistema político”, no deben entenderse como partes
exógenas del mismo, sino como constitutivas de las acciones o de los resultados de
las actuaciones de los elementos formalmente institucionalizados del sistema político
adscrito al ámbito del Estado” 5. En otras palabras podemos decir que las políticas
públicas son las acciones de gobierno, es el gobierno en acción, que busca como dar
respuestas a las diversas demandas de la sociedad, como señala Chandler y Plano,
se pueden entender como uso estratégico de recursos para aliviar los problemas
nacionales. “Strategic use of resources to alleviate national problems of governmental

5
Alcántara, Manuel. Op cit. Pág. 106
16

concerns”6. Se trata pues, de la idea que plantea Easton, de extraer recursos de la


sociedad para volver a colocarlos en ella.

Con el crecimiento del Estado y de las tareas que este poco a poco va
asumiendo como suyas, luego que pasa del Estado gendarme, o Estado liberal,
donde sus funciones básicas eran las de policía, de defensa, al Estado actual donde
sus funciones son de mayor envergadura, donde el estado se va haciendo cada vez
más intervencionista con lo cual va afectando el quehacer diario de los ciudadanos,
ya este interviene en la economía, en la educación, en el trabajo, en la producción,
en la seguridad social, entre otras materias. Surgen una cantidad mayor de
demandas y necesidades que el Estado necesita hacer frente, con lo cual comienza
el mismo a captar grandes cantidades de dineros( en su mayoría originado de los
impuesto) por parte de los ciudadanos, y los regresa a ellos en forma de programas y
servicios que van en beneficio de los propios ciudadanos. Es así como a través de
estos programas y servicios sociales surgen las políticas públicas, de allí su
importancia de estudio a través de formas sistémicas y analíticas.

El estudio de las políticas públicas como bien plantea Pallares, debe


realizarse, plantarse bajo tres cuestiones:

“Qué políticas desarrolla el Estado en los diferentes ámbitos de su actividad,


cómo se elaboran y desarrollan y cómo se evalúan y cambian”7. En ese sentido,
estudiar las políticas públicas representa como lo señalan Y. Dror (1971) y T. Dye
(1976), en tratar de “analizar Qué hacen los gobiernos, Cómo y Por qué lo hacen y
Qué Efecto produce”

¿Qué son las políticas públicas?

Las políticas públicas son “el conjunto de actividades de las instituciones de


gobierno, actuando directamente o a través de agentes, y que van dirigidas a tener
una influencia determinada sobre la vida de los ciudadanos” 8. Pallares señala que a
esta definición genérica de políticas públicas hay que agregarle algunas
consideraciones, tales como:

1- Las políticas públicas deben ser consideradas como un “proceso


decisional”. Es decir por un conjunto de decisiones que se llevan a cabo a lo largo de
un plazo de tiempo. Estas decisiones normalmente tienen una secuencia racional. 2-
Los casos de “inacción”. “Una política puede consistir también en lo que no se está

6
Chandler y Plano,1988:107, En la obra de Alcántara Manuel. Op cit.

7
Pallares, Francesc. (1988). “Las políticas públicas: El sistema político en acción”. Revista de Estudios Políticos. No. 62. Pág.
141

8
Definición de Peters(1982), recogida por Pallares, Frances. Op.cit. Pág.142.
17

haciendo” Heclo (1972). 3- Para que una política pueda ser considerada como
pública tiene que haber sido “generada, o al menos procesada hasta cierto punto, en
el marco de los procedimientos, instituciones y organizaciones gubernamentales”.

Una vez establecida esta definición de políticas públicas con sus debidas
connotaciones, trataremos de abordar algunos de los instrumentos que utilizan las
instituciones de gobierno que elaboran políticas públicas, que vienen a ser
instrumentos de acción de las políticas públicas. Dichos instrumentos son: “Las
normas jurídicas, los servicios, los recursos financieros y la persuasión”.

En primer lugar, las normas jurídicas, éstas, según señala Pallares,


constituyen el único recurso propio y exclusivo del Estado. “Es a través de las
normas jurídicas que los poderes públicos autorizan y establecen las actividades que
constituyen las políticas, y también, limitan la discrecionalidad en el actuar de los que
la elaboran y ejecutan”.
En segundo lugar, los servicios de personal, elaborar las políticas requiere de
servicios de personal, infraestructura humana, organizativa y de material. Son las
distintas personas con grado de especialización que son utilizadas en la
Administración Pública, y son las encargadas de elaborar las políticas, la realización
práctica, descansa sobre sus hombros. Como tercer instrumentos, aparece los
recursos materiales, aquí se destacan principalmente los financieros. Para poder
llevar a cabo las políticas públicas es necesario que la Administración tenga
recursos, esta los obtiene en su mayoría del pago de impuestos que los ciudadanos
hacen. Sin recursos financieros, la Administración no podría realizar la inmensa
mayoría de políticas que realiza. Un cuarto elemento, es la persuasión, este
representa un instrumento efectivo muy importante, señala Pallares, ya que “los
ciudadanos consideran al gobierno como legítima expresión de la interpretación
mayoritaria de los intereses generales de la sociedad”.

¿Cómo se elaboran y analizan las políticas públicas?

Una vez definida las políticas públicas, procedemos a hablar un poco a cerca
de la elaboración y análisis de las políticas públicas.

¿Cómo se elaboran las políticas? y ¿cómo deberían elaborarse?. Han


existido dos modelos que han tratado de dar respuestas a estas interrogantes. Por
un lado encontramos el modelo racional, de H. Simon(1947, 1960 y 1983). Este
modelo plantea tres momentos, el primero, consiste en recoger información e
investigar de forma sistemática con el objeto de identificar los problemas presentes o
posibles. Como segundo momento, se refiere a definir todas las alternativas posibles
par enfrentar cada problema. En tercer lugar, se trata de hacer un análisis
omnicomprensivo de todas las posibilidades alternativas y de sus consecuencias.

Este modelo presenta las siguientes críticas: El hecho mismo que el autor
reconoce que su modelo a nivel de aplicación práctica, raramente el proceso de
decisión se produce de manera tan lógica, racional y claramente orientada. Otra
crítica a este modelo es la idea de que todo proceso de elaboración parte de cero,
18

que toda elaboración de una política pública parte de su raíz, lo cual es un error ya
que en la actualidad vemos como no existe prácticamente una política que parta de
cero, casi todas en su inmensa mayoría son políticas que han sido planteadas con
anterioridad por autoridades que han antecedido a quien ahora las retoma. Con todo
esto estaríamos planteando un poco la idea del incrementalismo, el otro modelo que
ha sido planteado en la elaboración de las políticas pública.

El modelo incremental, planteado por Ch. Lindblom(1959, 1968, 1979). Este


es un modelo que pretende resolver algunos problemas que presenta el modelo
anterior como las limitaciones humanas,, el enorme coste del análisis bajo este
modelo( el racional), la inexistencia de métodos de previsión y de evaluación
satisfactoria, y el conflicto de intereses, frente a todo esto, el modelo incrementalista,
parte del hecho que en la práctica, la elaboración de las políticas tiene como punto
de partida la situación existente anteriormente, este plantea sólo pequeños cambios
o modificaciones de manera incremental. Este modelo presenta críticas. Por un lado,
Etzioni (1967) señala como objeción principal la falta absoluta de criterios que guíen
el proceso en el. Es decir las direcciones básicas del proceso. Por otro lado aparece
la idea de que el gradualismo del modelo incremental no parece permitir el
planteamiento de innovaciones básicas. Y por otro lado el proceso de ajuste mutuo
favorece a los actores mejor organizados y con más recursos de poder última, ha
llevado a Lindblom a reconocer que la desigual distribución del poder no permite que
el proceso de ajuste mutuo desempeñe la función que inicialmente pensaba.

En la actualidad, existe sin embargo acuerdo bastante general que acepta el


modelo incremental como descripción genérica del proceso de elaboración de las
políticas públicas.

El análisis de la elaboración de las políticas públicas:

El punto de partida para el análisis lo constituye la idea del esquema “cíclico”.


Este enfoque o idea, intenta según afirma Pallares, “analizar los factores que inciden
en el desarrollo de una política a través de los diferentes estadios de su “proceso
vital”, es decir desde el inicio de su elaboración hasta su terminación o reciclaje”. De
esta forma vemos como Lasswell(1956 y 1971) en su esquema de “ciclo vital”, ha
sido el punto de referencia a esta idea. De nuevo la idea Eastoniana de Sistema
político juega un papel muy importante a la hora de analizar el “ciclo”, ya que la
misma sirve de complemento.

Así pues nos encontramos que a la hora de analizar un esquema cíclico no


se debe plantear como algo estricto y rígido de cómo debe elaborarse una política,
sino “como una sistematización que permita plantarse las cuestiones con
posibilidades de anticipación y previsión. Una política se redefine continuamente en
su proceso de aplicación y puede estar sujeta a cambios en función de su
rendimiento, pero si no se han previsto mecanismos para su evaluación y cambio,
este será más difícil y se hará con menor capacidad de orientación” 9.

9
Pallares, Francés. Ob.cit. Pág. 150
19

Una vez explica la idea del ciclo y su vinculación con la idea del sistema
político, nos toca abordar las distintas etapas por las cuales a traviesa una política
pública. Hogwood y Gunn(1984), tomando como punto de partida del esquema de
Lasswell, distinguen nueve fases en el proceso vital de las políticas públicas, las
cuales Pallares sintetiza como los tres grandes momentos del proceso. “La
formulación de las políticas, la implementación o su proceso de aplicación práctica y
la evaluación de su rendimiento.”

IV. La formulación de las políticas:

La formulación está compuesta a su vez de cinco etapas o pasos: A)


Establecimiento de la agenda política. B) La definición de los problemas. C) La
previsión. D) Establecimiento de objetivos. E) La selección de la opción.
1. El establecimiento de la Agenda política:

No todas las demandas que produce la sociedad logran penetrar en el


régimen político, ni mucho menos pasan a ser políticas públicas. Sólo aquellas que
por algunas circunstancias, motivos, momentos, razones, logran ser problemáticas
ahora o potencialmente, y se plantea la necesidad de actuar sobre ellas, de realizar,
crear una política frente a ellas. Para esto se requiere recepcionar las demandas,
captar información, sea esto por medio de mecanismos institucionales o informales.
En este proceso se utilizan diversos procedimientos técnicos, así como diversas
fuentes.

Aquí cabe preguntarnos, ¿por qué cierto tipos de demandas son los que
logran penetrar al régimen político y se convierten en políticas públicas, por qué unas
entran a la agenda y otras no?. La respuesta no es sencilla y no está todavía clara,
pero en su mayoría los expertos en la materia han coincidido en que se debe a la
idea de distribución del poder en la sociedad, así como existen estudios empíricos
que tratan de agregar otro elementos como las cosas de crisis o amenazas,
cuestiones que tengan componentes emotivos, de interés humano, si afectan aun
amplio número de personas, si tienen que ver con el poder y la legitimidad en la
sociedad. En fin, “las agendas políticas son más el resultado de la movilización de
demandas y presiones que d un proceso racional de evaluación de necesidades,
valores y objetivos”10.

2. La definición de los problemas:

Una vez establecida la agenda política, debemos de definir los problemas, no


basta el hecho de haberlos identificado sino que es necesario tener mayor
conocimiento de ellos.

10
Pallares agrega que un estudio más profundo sobre esto debería de basarse en cuestiones como” las actividades y
la influencia de los grupos de interés, los partidos políticos, los altos cargos políticos funcionariales y los responsables de los
medios de comunicación de masas”. Pallares, Ob.cit. Pág.152
20

Tenemos que saber cuáles son sus componentes, así como sus probables
causas y consecuencias que se derivan de ellos.
Esta etapa es muy importante en el proceso de las política públicas, ya que
mucho de los fracasos de las mismas es que no fueron desde su inicio bien
definidas.
3. La previsión:

La idea de que toda política pública tiene una vocación de futuro, de que se
hace para dar respuesta a una cuestión actual para que se mejore en el futuro, o
simplemente algo que todavía no se presenta y se prevé que en futuro podrá
presentarse. Es toda esta idea de lo actual, presente o ahora y lo potencialmente.
Las dificultades y los altos grados de incertidumbre de las técnicas de previsión
representan uno de los argumentos en defensa del modelo incrementalista.
4. Establecimiento de objetivos:

Determinar los objetivos para la elaboración de políticas actuales o de futuro


representan una de las orientaciones básicas para la configuración de la política. Se
trata de establecer características genéricas del futuro deseado en un ámbito
determinado. Por supuesto que conseguir estos objetivos deseados va a estar en
dependencia de muchos factores que a lo largo del desarrollo de la política puesta en
marcha se van a dar. Ej, el clima político interno y externo, el aspecto económico, el
entorno internacional, entre otros.
5. Selección de la opción:

Esta es la última fase del proceso de elaboración de las políticas públicas, la


cual se inicia una vez que se tenga definido los objetivos. Se trata pues de
seleccionar la opción concreta. De esta forma, como señala Pallares, “una opción es
seleccionada mediante los procedimientos de decisión y, a través de su desarrollo
gubernamental, entra en la fase de aplicación práctica: la implementación”.

V. La implementación:

El concepto de la implementación es introducido por Wildavsky y


Pressman(1973). La mayoría de los autores en materia de implementación coinciden
que no existe una separación radical entre la formulación y esta. Es difícil determinar
donde acaba la formulación y empieza la implementación, esto se debe por un lado
al hecho mismo como señala Pallares, de “la dificultad de definir qué es una política”.
Barret y Fudge (1981) consideran la implementación “como un continum de
elaboración y acción en el cual tiene lugar un proceso negociador entre aquellos que
quieren llevar la política a la práctica y aquellos de los que depende la acción”. El
régimen político es el encargado el responsable de la implementación de las políticas
públicas.

VI. La evaluación y la continuidad o cambio:

La evaluación de las políticas públicas debe hacerse con “referencia a los


objetivos establecidos, pero sobre la base fundamental de los resultados alcanzados,
21

tanto en los aspectos previstos como en los no previstos. Consiste la evaluación, en


el proceso necesario para medir el grado en el que están alcanzando las finalidades
deseadas y sugerir los cambios que puedan situar las realizaciones de la política
más en la línea de espera”, Pallares. Es decir, la política que se ha puesto en marcha
está resultando o no, sirve o no, qué es lo bueno de ella y dónde tenemos que
cambiarla. ¿Es la misma coherente con los fines planteados o se tiene que
modificar? ¿Es eficaz o no?

Como hemos podido ver las políticas públicas representan un tema que
aparece como de mucha importancia en el estudio de las Ciencia Política, por qué se
afirma esto?. El mismo, las políticas públicas envuelven en ella una serie de
conceptos tan básicos del sistema político, se trata por un lado de estudiar la
democracia, bajo la idea de participación ciudadana en el proceso de elaboración, y
de intervención en cualquier fase. Funcionan o no las Instituciones?, está la
gobernabilidad en peligro o no? Una buena política pública ayuda a que esta idea de
gobernabilidad se mantenga, es decir que no sufra crisis o se vea afectada. Todo lo
anterior implica que nos tengamos que meter en un contexto tanto interno como
externo, que veamos lo endógeno como lo exógeno. Que se analice por otro lado la
idea de cultura política, es decir, en este caso, por qué unas sociedades exigen más
que otras, por qué participan más que otras?. En general está es básicamente la idea
de políticas públicas y su importancia a la hora de estudiarlas y analizarlas, como se
ha señalado, sirven para evaluar el sistema político, es decir que si las mismas
andan bien pues el sistema por ende lo estará, por el contrario si estas no funcionan
de forma adecuada, el sistema presentará ciertas interferencias que podrá,
dependiendo del grado, crisis o movimientos fuertes, lo importante en esto, es que si
las autoridades logran detectar lo anterior, se entiende en buena lógica, que
buscarán como corregirlo.

7. Mundialización de la Economía.

Mundialización o globalización económica

Es una cuestión de semántica, de gusto o quizás difiera con respecto al


enfoque de cómo se analice el proceso; específicamente nos referimos a que llamar
de una u otra manera este proceso surge del hecho de estudiarlo desde una
perspectiva coyuntural o estructural del mismo. El enfoque Europeo utiliza la
denominación de Mundialización Capitalista de la Economía, para definir al proceso
22

de acumulación de Capital que ha llevado a este intercambio descontrolado de


mercancías y capital especulativo; mientras que el enfoque anglo – americano
prefiere el de Globalización para disfrazar el verdadero sentido de este proceso, en
un marco de oportunidades que se presentan para todos debido a las ventajas de
este proceso.

Percy Vernevich Presidente de la Transnacional ABB habla acerca de la


Globalización y sus palabras textuales al definirla son:

“Yo definiría la globalización como la libertad para mi grupo de invertir donde


el quiera, en el tiempo que él quiera, para producir lo que quiera, aprovisionándose y
vendiendo donde quiera y teniendo que soportar lo menos de obligaciones posibles
en materia de derecho de trabajo y de condiciones sociales”

Sin embargo Adolfo Prado Cárdenas en su trabajo de investigación acerca


del fracaso de la Mundialización Liberal, plantea lo siguiente:

La Globalización es una creación de nuestra época, es un sistema de


acumulación, que tiene sus raíces sin embargo en el pasado lejano de la
Mundialización de los intercambios económicos, una realidad vieja de 500 años. La
Globalización aparece como un ambicioso proyecto de gobierno del mundo por
poderosos intereses económicos transnacionales y súper estatales.

Un indispensable análisis histórico nos permitirá descubrir cómo la


Mundialización se ha metamorfoseado a comienzos de los años 80, en una suerte de
totalitarismo económico llamado globalización. Nos permitirá también precisar la
naturaleza de uno y otro y de mostrar porqué es importante llamar a cada uno por su
nombre.

Como podemos observar existen dos visiones bien marcadas del proceso
uno que nos presenta el fenómeno de la Globalización como la oportunidad de
expandir las actividades mercantilistas y especulativas del Capitalismo, dándole un
aire para un siglo mas y otro que nos muestra que este proceso de Mundialización es
el resultado de la lógica de la acumulación capitalista, que se basa en una ideología
discriminadora y excluyente que beneficia a unos cuantos excluyendo a las grandes
mayorías.

Nuestra posición con respecto del fenómeno es más estructural que


coyuntural como se han podido fijar debido a que la evidencia empírica demuestra
las tesis de viejo pero actual marxismo – leninismo; cuando ambos hace mucho
tiempo predijeron y descubrieron las contradicciones internas del capitalismo, y su
lógica especulativa imperialista.

Hoy más que nunca podemos ver claramente como esta lógica esta
corroyendo las entrañas mismas del sistema, generando los espacios de discusión
que permiten pensar en que la llegada de un nuevo sistema menos injusto que
23

trabajara arduamente en cuanto la disminución de las desigualdades esta a la vuelta


de la esquina; por lo tanto creo que el actual proceso de Mundialización Capitalista
es:

“La Consecuencia de la lógica de la acumulación capitalista; en búsqueda de


nuevos mercados no solo para sus tradicionales Mercancías, sino también para sus
Capitales Especulativos; que surge como producto de 500 años de formación de un
sistema capitalista que se consolida como tal en el siglo XVIII pero que alcanza su
primer plano imperialista a inicios del siglo pasado; pero que hoy a partir de la
década de los ochenta muestra su mas cruel manifestación, que le lleva a agudizar
las contradicciones existentes dentro del sistema; es decir nos muestra la fase final
del desarrollo del sistema capitalista”.

Al respecto Heinz Dieterich Steffan, reflexiona del actual contexto económico


y social; en su obra el Socialismo del Siglo XXI y la democracia participativa, de la
cual extraemos textualmente alguna de sus reflexiones con respecto a la actual
realidad de este mundo Globalizado por el Capitalismo:

“Ninguno de los tres Flagelos de la Humanidad: Miseria, Guerra y


Dominación, es causal o obra del azar. Todos son resultados inevitables de la
institucionalidad que sostiene a la civilización del capital: La Economía Nacional del
Mercado, El Estado Clasista y la Democracia Plutocrática – Formal”.

“Esta institucionalidad no es conducente a que el ser humano actué de


manera ética, crítica y estética; sino que fomenta sistemáticamente los anti - valores
del egoísmo, del poder y de la explotación. Es la doble deficiencia estructural de la
Sociedad Burguesa: Ser anti-ética y disfuncional para las necesidades de las
Mayorías.”

“El conflicto entre los que tienen y acumulan y aquellos que no tienen y son
empobrecidos, no se resolverá por tele conferencias y filantropismo de los ladrones
globales, sino sólo por la conquista del poder”.

“Pensar En el Socialismo en pleno siglo XXI, a poco mas de una década de


la caída del muro de Berlín, no es, por lo tanto, un acto utópico o de nostalgia. No
Hay frivolidad ni utopismo ni falta de memoria histórica en su creación. Son los
propios tiempos de la evolución social que marcan su aparición. El más poderoso
indicador del agotamiento estructural de la civilización burguesa es la realidad creada
a su imagen, en la cual la existencia humana carece cada vez de un sentido de vivir.”

Lo que nos esta planteando Dieterich en sus reflexiones anteriores es la


necesidad de enfrentar el actual contexto de desigualdades y contradicciones a
través de la formación de un frente social, mas coherente del que se armo en la ex –
URSS y en la China de Mao; nos referimos a la Democracia Participativa como un
verdadero medio de cambio; ante la inminencia de la mayor crisis que atravesara el
capitalismo y que a mí entender será esta su etapa final de contradicciones.
24

Pero para entender mejor el actual proceso de Mundialización Capitalista de


la Economía, debemos de estudiar sus antecedentes Históricos y como estos, han
permitido el renacimiento del pensamiento liberal denominado como neoliberal, y
como este pensamiento hegemónicamente fundamentalista esta destruyendo las
bases de la sociedad global; sumergiendo en la miseria a las mayorías excluidos de
esta mal llamada modernidad que nos vende la Globalización Occidental y el
pensamiento económico neoliberal anglo – americano.

Antecedentes del proceso de mundialización y sus implicancias en América


latina

 El golpe de estado de la dictadura militar de Agusto Pinochet en


Chile, que derroco al gobierno socialista de Salvador Allende el 11 de
setiembre de 1973; no solo se constituye en un acto deplorable; sino también
permite la introducción del pensamiento neoliberal de la escuela de Chicago
en la Política Económica de un país, que sirve de laboratorio para las políticas
neoliberales que vendrían después.

CHILE: Ajuste Económico introducido por Pinochet y seguido hasta los


90 – significo un aumento de los Capitales Extranjeros para explorar los
Recursos Naturales con miras a la exportación: minería, frutas y pesca; que
no generan muchos puestos de empleo por dólar invertido (Minería 1 millón de
U$ por puesto de empleo) – por lo que disminuye el Tipo de Cambio, se
incrementan las importaciones y baja la producción.

 La crisis económica que enfrentan los países industrializados en


la década de los 70; principalmente los Estados Unidos, que da origen al
proceso de la Estanflación (inflación + recesión), como consecuencia de los
conflictos militares de Corea y Vietnam que originan la volatilidad de la tasa de
interés; además que la intensidad de la producción llevo a las industrias a
incrementar la demanda de energéticos (petróleo) y debido al acuerdo de la
OPEP los costos de producción de estos países se elevaron; estos hechos
terminan con la política keynesiana que aplicaron estos países desde fines de
los años 30.

EEUU: “La Quiebra de Asociaciones de Ahorro y Préstamo” Cuyo


rescate significo para el Estado de 2 a 3 % del PBI debido a un error en la
política económica; aumento la inflación (más de 2 dígitos) a fines de los 70;
por lo que aumenta la tasa de interés (Volátil) y eso lleva a la quiebran las
Instituciones de Ahorro (ip > ia), cuyo antecedente fue la guerra de VIETNAM
y sus costos y no un error de Política Económica.

Algunos ejemplos de perdidas de los estados para mantener el


sistema son: Argentina con 55% del PBI en 1980 y 82, Chile 41% 81 – 83 por
el salvataje de los bancos, México 15% por el tequilazo del 94 – 95 y
Venezuela con el 18% en el 94 – 95 y Europa a que en el 92 – 93 gastaron
25

entre 150 y 200 mil millones de dólares para mantener sus sistema de cambio
semi-fijo.

 La Deuda Externa de América Latina sirvió como caballo de


Troya del FMI y del BM para forzar a las economías latinoamericanas a
abrirse totalmente al exterior y abrazar los postulados de la Universidad de
Chicago, Harvard o la UCLA que buscaban derrotar a los Keynesianos
Estatistas, un punto menos peligrosos que el Socialismo Soviético y que en
América Latina en los 50 y 60 estaban representados por Raúl Prebish y la
CEPAL (Comisión Económica para la América Latina y el Caribe fundada por
la ONU en 1948).

 La CEPAL ponía acento en el Rol de Estado como impulsador


del Desarrollo Nacional, además que era crítica de los tres postulados más
importantes de las tesis liberales: El Comercio Exterior, El Problema de la
Inflación y la teoría de Libre Mercado. Criticando la situación rígida de la
estructura productiva y la relación de los países de América Latina con
respecto a la economía Mundial, lo cual les llevo a plantear su famoso modelo
de sustitución de las Importaciones y la Integración de América Latina para
ampliar el Mercado Interno Regional y poner precios a los compradores de sus
materias primas.

 LA CEPAL también buscaban el fortalecimiento de las


Identidades, esto se veía como la manera idónea de revertir la tradicional
desventaja en la relación de Intercambio. Los Keynesianos Latinoamericanos
no buscaban un cambio radical en las relaciones económicas (a pesar de ser
dependentistas como los neomarxistas) entre las clases sociales, sino una
reforma de la Estructura Económica y la relación de la repartición de la riqueza
en el mundo.

 Los problemas de los Latino Keynesianos se dan en el manejo


nacional macroeconómico inadecuado: Emergencia de Dictaduras Militares y
la Deuda Externa abrieron las puertas para que entraran los monetaristas
neoliberales y desbarataran ideológicamente primero al estado, para
asesinarlo formalmente mediante el proceso de privatizaciones y concesiones
de empresas del estado al capital extranjero; con la idea de la eficiencia y la
disminución de la corrupción de la burocracia; pero el mismo Joseph Stiglitz 4
demuestra en su libro el Malestar de la Globalización que las privatizaciones
promovidas por el Consenso de Washington estuvieron plagadas de mayor
corrupción en su concesión que en un solo proceso se llevaron lo que
tardarían en años de apropiación ilícita, fuera de que fue esa burocracia
estatal corrupta que se quería desaparecer la que encargo de privatizar las
empresas del estado..

 También entran a jugar un rol más protagónico las ETN


(Empresas Transnacionales), por medio de diversos mecanismos apoyados
en el rescate de la Deuda Externa con condiciones extremadamente
26

favorables a sus inversiones; este Ingreso de las ETN no solo fue físico sino
Financiero; comprando activos del estado a precios subvaluados (como el
caso de la Telefónica de España) y concesiones que no valoraron regalías y
muchas veces con concesiones de exoneraciones de orden tributario que no
se dan a capitales pequeños nacionales.

 El Mercado Post década Perdida, es la fusión del Capital


Transnacional y el Nacional (Grande), mientras el Estado tiene cada vez
menos participación en la actividad económica. Es decir la ideología del Libre
Mercado que determina todo; recuperando el viejo paradigma de Adam Smith
de la intervención de una mano invisible que regula toda la economía. Por lo
que no es solo el Estado Periférico el que pierde relevancia sino los del centro,
también las sociedades civiles.

 El pensamiento de Francis Fukuyama; descrito en la Historia del


Fin del Mundo y el último Hombre; domino la aldea Global en la década de los
noventa en que ser crítico del liberalismo económico y de las reformas del
estado promovida por el norte y el FMI era perseguido al igual que los
científicos en la época de la Santa Inquisición. Lo que demuestra sin embargo
la evidencia empírica es que la Transnacionalización de la Economía ha ido
en beneficio de un número reducido de grandes Empresas, en perjuicio de las
grandes mayorías sociales.

Descripción de la economía mundializada de hoy y sus consecuencias con


respecto al desarrollo

Viviane Forrester; describe este fenómeno con magistral destreza y


queremos reproducir sus opiniones expuestas en sus últimos trabajos:

“La era del liberalismo ha impuesto su filosofía, sin Doctrina materializada sin
descubrirse, dominio totalitario incluido en la DEMOCRACIA, vivimos la violencia de
la calma los efectos… se deja decaer y morir a la gente, se atribuyen las culpas a los
que caen, la fuente de trabajo se ha agotado; la perdida de trabajo se sufre desde los
Ejecutivos a los Trabajadores. Los derechos no existen para los que carecen de
medios”.

Podemos observar que en el actual momento de la Mundialización actual:

 La apertura de América Latina también afecta a otros países al


no poder competir con las Importaciones de los EEUU., Asia o Europa;
además que en el mapa económico actual aparece el nuevo invitado del
capitalismo la China que amenaza la Hegemonía norteamericana; y que hoy
se convierte en la gran incógnita a resolver por los analistas económicos del
mundo en especial los de EEUU.

 También los países del Centro se ven afectados por la


Tecnología y por la entrada de productos del sudeste Asiático; es decir que
27

dentro de las entrañas del mismo sistema capitalista en los países


desarrollados conviven los dos mundos: uno que goza del beneficio de la
Mundialización y otro que solo sabe que existen tales beneficios.

 Las nuevas técnicas de comunicación permiten el funcionamiento


continuo de las Bolsas de Valores, Mercados cambiarios las 24 facilitando la
Especulación; hoy el capital especulativo mueve el 99% de las transacciones
monetarias diariamente que se realizan en el mundo (es decir mas de un billón
de dólares); generando una burbuja especulativa que se convierte en una
espada de Damocles para los propios intereses de supervivencia del capital.

 Hoy las Sociedades de Fondos Mutuos, AFPs, Aseguradoras,


etc., mueven los grandes capitales de otros influyendo en el Mercado
Financiero, además los intereses son para pocos y no son nacionales. Un
ejemplo de ello es que los activos de los bancos en el exterior se han
cuadruplicado desde 1980: de 1.836 billones de dólares a más de ocho
billones de dólares, según nos menciona Dieterich. Además podríamos añadir
el hecho de que las Acciones no fluctúan en función de sus márgenes reales
de Ganancia, sino por especulación.

 El avance tecnológico tiende a reemplazar el Trabajo del Hombre


por las maquinas. La tendencia a reemplazar mano de obra por procesos
tecnológicos, es general; las grandes empresas en su lucha por mercado
utilizan métodos de Alianzas y Funciones; cuyo resultado es el recorte de
personal drástico (Reingeniería de Procesos) para disminuir los costos de
empresa por el lado de los fijos.

 La posibilidad de los desplazados para encontrar nuevos trabajos


son remotas, tendencia al sub-empleo se incrementa en el mundo surgiendo
el fenómeno de las PYMES como la alternativa de trabajo de subsistencia;
según organismos internacionales la capacidad de la economía actual para
absorber mano de obra se limita a menos del 50% de la PEA que se incorpora
cada año. .

 La clase Media pierde su nivel de vida y los que no cuentan con


un nivel de calificación se constituyen en “DEPOSITO DE DESECHOS
HUMANOS INACTIVOS”.La reconversión de los trabajadores es difícil, y si así
se hiciera, es más difícil encontrar trabajo. Según la misma Viviane Forrester:
“Lo peor que ser explotado en este sistema desigual, es no servir ni para que
lo exploten”.

 La falta de empleo ocasiona migraciones campo – ciudad,


congestión, hacinamiento, contaminación y delincuencia en las grandes urbes;
no por nada son las grandes metrópolis los lugares que concentran la mayor
cantidad de población: Lima, Los Ángeles, La Ciudad de México, New Yord,
etc.; además de manifestar olas delincuenciales, crecimiento de la
marginalidad, la extrema pobreza, es decir la convivencia de la opulencia y la
28

miseria que lumpeniza la población menos beneficiada. Los pobres van a la


ciudad – los ricos van al campo (Paradoja); por que son las zonas Agrícolas,
las zonas de diversión para los ricos.

 La elección de escoger alabada por Milton Friedman 7, debido al


bajo precio de los productos es parcial, dado que muchos de esos productos
no son esenciales, o están fuera del alcance del consumidor debido al bajo
Ingreso Real. En Chile por ejemplo menos de la mitad es beneficiaria por la
Baratura, debido a que eso no importa cuando uno no tiene trabajo o un buen
Ingreso. Se genera beneficios para la Elite Capitalista, con un nuevo
“Apartheid” no de la piel sino es del poder de la compra. En general es un
sistema que colapsara por existir la exclusión consumidores generando una
sobreproducción.

 También la ilusión que genera el sistema financiero colapsara,


debido a que cada vez serán menos los sujetos de crédito. Los sistemas en
general han sufrido perdidas considerables por mantener su modelo en el PBI
de un crecimiento económico sin distribución y capacidad real de poder
disminuir los actuales niveles de pobreza y extrema pobreza.

 Hinkelammert cree que: “No se puede tener a la competitividad


como criterio central del Desarrollo Económico. La competitividad hace que
siempre haya alguien que gana y alguien que pierda.

 Frei Betto8 (Teología de la Liberación) analiza los efectos más


relevantes de la Globalización para América Latina y el Tercer Mundo y se
pronuncia con respecto a eso diciendo que: “Los Sistemas Productivo y
Financiero se Globalizan, mientras el distributivo se estrecha”.

Contradicciones del actual proceso de mundialización liberal de la economía.

De lo expuesto anteriormente y con el compromiso de ampliar mas este


punto la evidencia empírica y el trabajo de muchos académicos nos permiten
sintetizar las principales contradicciones en la que se ve comprometido el sistema
capitalista; que nos permiten afirmar que es esta Mundialización actual la que
agudiza en mayor medida las contradicciones del sistema capitalista, y que abre
paso a un sistema mas justo donde la distribución y la disminución de las
desigualdades sea parte importante de la agenda de la humanidad y sus
instituciones democráticamente formadas desde la sociedad civil y la consolidación
de la democracia participativa.

En primer Lugar; Karl Marx ya había descrito en sus leyes sociales y en la


crítica al capitalismo en sus tres tomos del capital que uno de los mayores males del
que sufría el capitalismo era la Ley de Concentración de los Medios de Producción.
Hoy 500 ETN dominan las 2/3 partes del PBI Mundial; cuyos 5000 propietarios viven
en abundancia; mientras los generadores del valor es decir los trabajadores se
enfrentan a jornadas tan duras como las 15 horas de trabajo en la China con salarios
29

de 30 dólares en promedio; demostrándose que aquí los capitalistas si aplican la


plusvalía; Absoluta y Relativa; la mayoría de estas transnacionales y sus 690 000
filiales están presentes en todo el mundo según un informe de la UNCTAD en el año
2000. Dieterich describe la economía global en cuatro anillos y demuestra que el
70% de la Producción esta controlada por las corporaciones trasnacionales.

En segundo lugar; El mismo Karl Marx describió que el sistema polarizaría,


las clases sociales; en el mundo la distancia del 20% mas pobre se incremento de 30
veces con respecto al 20% que mas gana en 1960 a 120 veces a fines del 2000; es
decir que el producto bruto mundial crece pero la distancia entre ricos y pobres se
incrementa; la pobreza extrema en el mundo no cede de los 1000 millones y los
pobres ya alcanzan la cifra de 3000 millones 1000 millones mas que en el año 2000;
Los habitantes de suiza consumen más en un día que los habitantes de Mozambique
ingresos día el mismo Dieterich demuestra que desde 1945 han muerto 600 millones
de personas por hambre y diariamente mueren 40 mil niños de hambre en el mundo,
mientras que los granos se destinan a la alimentación de los animales y los EEUU y
Europa siguen subsidiando su agricultura en prejuicio de los campesinos de los
países mal llamados en vías de desarrollo.

En tercer lugar; el Capital especulativo se ha convertido en una bomba de


tiempo que los intelectuales del capitalismo burgués no han previsto la forma de
controlar su eclosión que ya tuvo sus primeros efectos en el Tequilazo Mexicano, en
la Crisis del Asia y en la Crisis de Argentina; Samir Amin, demuestra en su obra La
Globalización en la Era del Capitalismo; que el capital financiero debido a la
especulación de las tasas de interés es 100 mil veces mayor que el capital real;
además que como ya mencionamos el 99% de las transacciones monetarias al día
son de carácter especulativo; los servicios han alcanzado el 20% del PBI mundial; es
decir que la intangibilidad de la riqueza se convierte en un detonante que debela
solucionar aquellos que quieran evitar una crisis de dimensiones mayores a la del 29,
con la diferencia de que la intelectualidad burguesa no ha producido un nuevo Jhon
Maynard Keynes.

En cuarto Lugar; La composición inorgánica del Capital en lo referido a la


variación de su composición material, prioriza mas el capital que la mano de obra en
un momento donde el desarrollo de los medios de producción a llevado a esta a la
automatización de casi todos los procesos productivos. Paúl Krugman, en su obra la
Internacionalización del Modernismo; demuestra que esta variación en la tecnología
productiva incrementara el ejercito industrial de reserva y que solo se necesitara para
el año 2030 el 2% de la PEA mundial para la producción de los bienes y servicios
que demandara la economía mundial; dejando al resto en condición de desempleado
o en el mejor de los casos como subempleado.

En quinto lugar; finalmente el tipo de tecnología productiva y la irracionalidad


en el manejo de los recursos con el afán lucrativo de las empresas y de la industria
de los países desarrollados; a generado variaciones climatologicas de orden mundial
ocasionado efectos negativos en el medio ambiente: Contaminación de los
elementos naturales (agua, aire y suelo), variaciones en la temperatura global
30

producto del efecto invernadero, destrucción de la capa de ozono, destrucción de la


biodiversidad y generalmente la baja capacidad de renovación de los recursos que
hoy ya no se consideran como renovables; todo esto a exigido una nueva visión de la
economía destinándose una rama integra al estudio de estos fenómenos y su
implicancia económica, ademas de los medios para mitigar estos efectos. La
reducción de la Calidad Ambiental esta afectando la Calidad de Vida de la población,
las recomendaciones pasan por reducir los niveles excesivos de producción y el uso
de tecnologías menos contaminantes; sin embargo solo se contentan con los
procesos de rehusó o reciclaje, pero al ritmo en que se dan estos efectos la
sostenibilidad del sistema económico y financiero tendrá que ser sopesada con la
sostenibilidad de nuestra Calidad de Vida.
31

CAPÍTULO II.- UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA (UEM).

INTRODUCCIÓN

Unión Económica y Monetaria (UEM) es el proceso de integración económica


cuyo objetivo final era la creación de una moneda única –el euro- y de un único
banco central (rector de la política económica y monetaria) en el seno de la Unión
Europea (UE).

2.1. HISTORIA Y FASES DE LA UEM.

El proyecto de la UEM, fue formulado por vez primera en el Plan Werner


(1970), así denominado porque fue presentado a la Comisión Europea por el
entonces primer ministro de Luxemburgo, Pierre Werner, que proponía la integración
monetaria en la Comunidad Europea antes de 1980.

Poco a poco se fueron reduciendo los márgenes de intervención de los


Gobiernos nacionales, pero el proceso se detuvo a causa del aumento de los precios
del petróleo y de la inflación mundial desencadenada a mediados de la década de
1970, que produjo una divergencia de los tipos de cambio.

El mecanismo del tipo de cambio del Sistema Monetario Europeo (SME) fue
creado en 1979, pero guardaba poca relación con el objetivo de la integración
económica y monetaria, al menos en un principio, ya que permitía el reajuste de los
tipos de cambio. Las propuestas tendientes a crear una unión monetaria
reaparecieron con fuerza en 1988. El Informe Delors (1989), del entonces presidente
de la Comisión Europea, Jacques Delors, incluía un plan detallado para alcanzar la
integración.

Con algunas modificaciones, los 12 países que firmaron el Tratado de


Maastricht en febrero de 1992, aceptaron este plan (salvo Dinamarca y Reino Unido,
que lograron posponer su adhesión a la unión económica y monetaria en virtud de
una cláusula de opting out). El Tratado de Maastricht establecía un proceso
compuesto por tres fases que habían de preceder a la plena integración económica y
monetaria de los Estados miembros. Durante dichas etapas debían superarse todos
los obstáculos y ser creadas las redes institucionales y estructurales que permitieran
la sustitución de las distintas divisas nacionales por una moneda única.

En la primera etapa (1990-1993) se fortalecieron los principios de


cooperación económica y monetaria entre los Estados miembros, especialmente a
través del establecimiento del Mercado Único Europeo, la consagración del principio
de libertad de circulación de capitales y el compromiso de los países socios de
asegurar las condiciones económicas que, cumpliendo los criterios de convergencia
sancionados en Maastricht, permitieran la futura integración.

La segunda etapa se inició el 1º de enero de 1994, y se extendió hasta el 31


de diciembre de 1998. Durante este periodo se fundó el Instituto Monetario Europeo
32

(IME), antecesor del Banco Central Europeo (BCE), que pasó a coordinar la
cooperación en materia de política monetaria de los gobernadores de cada banco
central nacional, aunque cada uno de éstos siguió diseñando la política monetaria de
su país respectivo. Esta segunda etapa supuso el tránsito más difícil para los
Estados integrantes de la UE, pues durante esos cuatro años debieron producirse los
necesarios reajustes económicos que garantizaran el cumplimiento de los requisitos
establecidos en Maastricht.

El Tratado citaba de manera muy concreta los criterios macroeconómicos de


convergencia necesarios para que un país pudiera pasar a formar parte de la
moneda única: (1) durante al menos los dos años anteriores a la unión monetaria no
se podría modificar el tipo de cambio de la moneda sobrepasando los márgenes de
fluctuación establecidos en el SME; (2) la inflación no podría sobrepasar en más de
1,5 puntos porcentuales la media de los tres países con menor índice; (3) el tipo de
interés medio a largo plazo no podría superar la media de los tres países también
con menores índices; (4) no se podría tener un déficit fiscal superior al 3% del
producto interior bruto (PIB), ni la deuda pública podría sobrepasar el 60% del
mismo.

El final de la segunda etapa estuvo marcado por la cumbre que el Consejo


Europeo, celebró los tres primeros días de mayo de 1998 en Bruselas. Se fijó el día
1º de enero de 1999, como fecha en que el euro (nombre otorgado a la moneda
única europea en diciembre de 1995) se convertiría en divisa de los once países
seleccionados para este primer arranque (todos los integrantes de la UE, excepto
Reino Unido, Dinamarca y Suecia —que se autoexcluyeron— y Grecia —que no
cumplió los criterios de convergencia—). Además, se constituyó el primer Comité
Ejecutivo del BCE, que inició su funcionamiento el 1º de julio de ese mismo año y
que desde el 1º de enero de 1999, (junto a los gobernadores de los bancos centrales
de cada país, con los cuales pasaba a integrar el Sistema Europeo de Bancos
Centrales) comenzó a dirigir las políticas económica y monetaria del euro.

En el caso de Grecia, esta segunda etapa que se prolongó durante algún


tiempo; y en la reunión que el Consejo Europeo mantuvo en Feira (Portugal) en junio
de 2000, se anunció que dicho país había cumplido finalmente los criterios de
convergencia y que podría sumarse al grupo del euro el 1º de enero de 2001. Por lo
que respecta al caso de Dinamarca, el 28 de septiembre de 2000, se celebró un
referéndum en el que el 53,1% del electorado optó por rechazar la integración
danesa en el grupo de la moneda única. Suecia y el Reino Unido también se
mantuvieron fuera de él.

La tercera y definitiva etapa de la UEM se inició en la ya citada fecha del 1º


de enero de 1999. El 1º de enero de 2002, comenzaron a circular los billetes y
monedas de euro, que convivieron durante no más de dos meses con las respectivas
monedas nacionales; éstas fueron retiradas de la circulación en una fecha nunca
posterior al 1º de marzo de ese mismo año.
33

2.2. INTERPRETACIONES.

La conveniencia de la UEM, ha planteado serias discrepancias. Sus


defensores resaltan las ventajas de la estabilidad del tipo de cambio y afirman que
mejorará el comercio, la inversión y las entradas de capital. Pero la mayor ventaja,
dicen, será la estabilidad de los precios, ya que la fijación de un único tipo de cambio
servirá de freno a la inflación. Sus detractores inciden en los enormes costes sociales
que han implicado las políticas económicas restrictivas, necesarias para cumplir los
criterios de convergencia de Maastricht. Estos costes fueron mayores cuando las
diferentes economías no estaban en las mismas fases del ciclo económico, o cuando
eran afectadas por fluctuaciones de la actividad económica mundial.

Economías en recesión o perjudicadas por una fluctuación económica


externa tuvieron que ajustarse reduciendo los salarios monetarios y los precios. La
inflexibilidad de éstos generó procesos de ajuste más largos y costosos, lo que
condujo a tasas altas de desempleo. En una situación similar, una variación del tipo
de cambio podría facilitar el proceso de ajuste, pero esta medida de política
económica no se podía aplicar si se pertenecía a la unión monetaria.

Signo del euro

El signo oficial del euro (registrado como tal en la Organización Internacional


de Normalización, ISO) tiene como protagonista a una letra E (inicial tanto de la
moneda única europea como de la propia Europa), definida de forma gráfica según el
modelo de la letra epsilon del alfabeto griego. Las dos líneas paralelas que la cruzan
simbolizan su estabilidad.

Monedas de euro
34

En la imagen, aspecto de las distintas monedas de 1 euro que circulan en


diez de los países de la Unión Europea. En el extremo inferior derecho, el euro
"español", con la efigie del rey Juan Carlos I.

Tasas de cambio del euro

En este cuadro se pueden consultar las distintas tasas de conversión con


respecto al euro de las monedas nacionales de los 11 países en que la moneda
única europea arrancó el día 1º de enero de 1999.
35

CAPÍTULO III.- INFLACIÓN Y DEFLACIÓN.

INTRODUCCIÓN

Inflación y deflación, en Economía, es un término utilizado para describir un


aumento o una disminución del valor del dinero, en relación a la cantidad de bienes y
servicios que se pueden comprar con ese dinero.

La inflación es la continua y persistente subida del nivel general de precios;


se mide mediante un índice del coste de diversos bienes y servicios. Los aumentos
reiterados de los precios erosionan el poder adquisitivo del dinero y de los demás
activos financieros que tienen valores fijos, creando así serias distorsiones
económicas e incertidumbre. La inflación es un fenómeno que se produce cuando las
presiones económicas actuales y la anticipación de los acontecimientos futuros
hacen que la demanda de bienes y servicios sea superior a la oferta disponible de
dichos bienes y servicios a los precios actuales, o cuando la oferta disponible está
limitada por una escasa productividad o por restricciones del mercado. Estos
aumentos persistentes de los precios estaban históricamente vinculados a las
guerras, hambrunas, inestabilidades políticas y otros hechos concretos.

La deflación implica una caída continuada del nivel general de precios, como
ocurrió durante la Gran Depresión de la década de 1930; suele venir acompañada
por una prolongada disminución del nivel de actividad económica y elevadas tasas
de desempleo. Sin embargo, las caídas generalizadas de los precios no son
fenómenos corrientes, siendo la inflación la principal variable macroeconómica que
afecta, actualmente, tanto a la planificación privada como a la planificación pública de
la economía.
36

3.1. TIPOS DE INFLACIÓN.

Cuando la subida de los precios sigue una tendencia gradual y lenta, con una
media anual de unos pocos puntos porcentuales, no se considera que la inflación sea
una amenaza seria para el progreso económico y social. Puede incluso llegar a
estimular la actividad económica; la sensación de que la renta personal está
creciendo por encima de la productividad puede estimular el consumo; la inversión
en la compra de viviendas puede aumentar, al anticiparse la apreciación futura de los
precios; la inversión de las empresas de negocios en fábricas y maquinaria puede
crecer, puesto que los precios aumentan por encima de los costes, y los individuos,
las empresas y los gobiernos que piden prestado descubren que pagarán los
préstamos con dinero que tendrá un menor poder adquisitivo, por lo que tendrán un
mayor incentivo para pedir dinero prestado.

Más preocupante resulta el crecimiento de la inflación cuando implica


mayores subidas de precios, con medias anuales entre el 10 y el 30% en algunos
países industrializados, e incluso del cien por cien en algunos países en vías de
desarrollo. La inflación crónica tiende a perpetuarse, aumentando aún más a medida
que las distorsiones económicas y las expectativas pesimistas se van acumulando.
Para hacer frente a esta inflación crónica se frenan las actividades normales de la
economía: los consumidores compran bienes y servicios para evitar los precios
futuros; la especulación sobre la propiedad aumenta; las empresas se centran en
inversiones a corto plazo; los incentivos para ahorrar, adquirir pólizas de seguros,
planes de pensiones o bonos a largo plazo son menores, puesto que la inflación
erosiona su rentabilidad futura; los gobiernos aumentan sus gastos corrientes
anticipándose a menores ingresos en el futuro; los países que dependen de sus
exportaciones pierden ventajas competitivas en el comercio internacional, lo que les
obliga a emprender medidas proteccionistas y controles de la unidad monetaria
arbitrarios.

Bajo su forma más extrema, los aumentos persistentes de los precios


pueden convertirse en lo que se denomina hiperinflación, provocando la crisis de
todo el sistema económico. La hiperinflación que se produjo en Alemania, tras la Iª
Guerra Mundial, por ejemplo, provocó que la cantidad de dinero en circulación
aumentara más de siete mil millones de veces, y que los precios se multiplicaran por
más de diez mil millones en 16 meses antes de noviembre de 1923. Otros ejemplos
de hiperinflación son los fenómenos producidos en los Estados Unidos y en Francia a
finales del siglo XVIII; en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y en
Austria tras la Iª Guerra Mundial; en Hungría, China y Grecia tras la II Guerra
Mundial; y en algunos países en vías de desarrollo en las últimas décadas del siglo
XX. Esta situación fue particularmente intensa en algunos países de América Latina,
como México, Argentina o Brasil, a partir de la década de 1970.

Cuando se produce una hiperinflación, el crecimiento del dinero y de los


créditos aumenta de forma explosiva, destruyendo los vínculos con los activos reales
y obligando a volver a complejos acuerdos de trueque. A medida que los gobiernos
intentan hacer frente a los pagos de los programas de gasto incrementados,
37

expandiendo la demanda, la financiación inflacionista de los déficits presupuestarios


distorsiona la estabilidad económica, social y política.

Una forma de inflación con relevancia histórica fue la que se produjo en la


época del bimetalismo y del patrón oro que consistía en la deflación monetaria
cuando el gobernante reducía la cantidad de metal precioso que llevaban las
monedas. Esta actuación permitía asegurar al Estado beneficios a corto plazo,
puesto que éste podía utilizar la misma cantidad de metales preciosos para acuñar
más monedas, pero, a largo plazo, esto aumentaba el nivel general de precios
debido a la ley de Gresham según la cual "el dinero malo desplaza al bueno".

Estas deflaciones monetarias solían deberse a los esfuerzos bélicos de los


gobiernos, lo cual explica parcialmente la correlación de la inflación con la
inestabilidad política. La entrada de plata proveniente del Nuevo Mundo en Europa
en el siglo XVI, también se asocia con los aumentos graduales de los precios en
aquella época, cuando el valor de los metales preciosos tendía a disminuir. Esta
teoría, sin embargo, no es aceptada de forma general. En la actualidad, los
gobiernos hacen lo mismo cuando emiten más dinero del necesario, o cuando, de
cualquier otra forma, modifican el valor del dinero.

3.1.1. HISTORIA.

Los ejemplos de inflación y deflación son numerosos a lo largo de la historia,


pero no hay registros fiables para medir las oscilaciones de los niveles de precios
antes de la edad media. Los historiadores económicos afirman que los siglos XVI y
XVII, fueron periodos con alta inflación a largo plazo en Europa, aunque las tasas
medias anuales del 1 ó 2% son tasas despreciables en relación con las actuales. Los
principales cambios se produjeron durante la Guerra de Independencia de los
Estados Unidos, cuando los precios aumentaron las tasas medias del 8,5% mensual,
y durante la Revolución Francesa, cuando los precios aumentaron en Francia, a
tasas del 10% mensual. Estos breves periodos inflacionistas eran seguidos de largos
periodos en los que se alternaban las inflaciones y deflaciones a nivel internacional,
siempre vinculadas a hechos económicos o políticos concretos.

En relación con los patrones de inflación que se han dado a lo largo de la


historia, el periodo posterior a la II Guerra Mundial, se caracterizó por niveles de
inflación relativamente altos en muchos países; desde la década de 1960, se
mantuvo en casi todos los países industrializados una tendencia hacia la inflación
crónica con las consiguientes correcciones.

Esta tendencia inflacionista desfavorable consiguió revertirse en casi todos


los países industrializados a partir de mediados de la década de 1980. Las políticas
fiscales de austeridad y las restrictivas políticas monetarias emprendidas a principios
de la década, se combinaron con las drásticas caídas de los precios del petróleo y de
los bienes para lograr que las tasas medias de inflación descendieran hasta el 4%.
Los países de América Latina, en su mayoría, experimentaron tasas de inflación
crecientes a partir de la segunda mitad de la década de 1950. La variación anual del
38

índice de precios al consumo sufrió violentos cambios en países como Argentina; en


México la tasa de inflación en el periodo de 1984 a 1995 fue del 47,8%; Perú, a partir
de 1978, tuvo una inflación creciente: en 1981 llegó al 75,4, aunque veinte años
después había bajado al 4%; Brasil llegó al 105,6% en 1981 (en 2001, un 7,7%).

3.1.2. CAUSAS.

La inflación de demanda es aquel fenómeno que ocurre cuando la demanda


excede a la oferta, forzando el aumento de los precios y de los salarios, así como el
coste de los materiales, los costes de funcionamiento y los financieros. La inflación
de costes se produce cuando los precios aumentan para poder hacer frente a los
costes totales manteniendo los márgenes de beneficios. Se puede generar una
espiral inflacionista cuando las instituciones y los grupos de presión reaccionan ante
cada nueva subida de precios. Se producirá una deflación cuando se consiga revertir
la espiral inflacionista.

Para poder explicar por qué cambian los determinantes de la oferta y la


demanda, los economistas han llegado a establecer hasta tres tipos de teorías: del
lado de la demanda, la teoría cuantitativa del dinero y el nivel agregado de los
ingresos; del lado de la oferta, las variables de productividad y costes. Los
defensores del monetarismo piensan que los cambios en el nivel de precios reflejan
las fluctuaciones de la cantidad de dinero disponible, cantidad que se suele definir
como la cantidad de dinero en efectivo en circulación más los depósitos bancarios.
Defienden que, para mantener el nivel de precios estable, la oferta de dinero tiene
que aumentar a una tasa constante y coherente con la capacidad productiva real de
la economía. Los detractores de esta teoría afirman que las variaciones en la oferta
de dinero son una respuesta y no la causa de las variaciones en el nivel de precios.

La teoría basada en el nivel agregado de ingresos está fundamentada en la


obra del economista británico John Maynard Keynes, publicada en la década de
1930. Según la teoría keynesiana, o keynesianismo, las variaciones de la renta
nacional determinan las tasas de consumo e inversión; así pues, el gasto público
llevado a cabo por el Gobierno, así como sus políticas impositivas, deben estar
encaminadas a mantener en su totalidad los niveles de empleo y el máximo nivel de
producción posible. Por lo tanto, la oferta monetaria debe ajustarse para financiar el
nivel deseado de crecimiento económico y para evitar las crisis financieras y los altos
tipos de interés que frenan tanto el consumo como la inversión. El gasto público y las
políticas impositivas pueden utilizarse, según esta teoría, para impedir tanto la
inflación como la deflación, al ajustar la oferta a la demanda.

La tercera teoría se centra en las variables del lado de la oferta relacionadas


con la disminución de la productividad.

Estas variables incluyen la tasa de inversión de capital a largo plazo y el


desarrollo tecnológico; las variaciones en la calidad y edad de los trabajadores; el
cambio de actividades productivas; la rápida proliferación de regulaciones
gubernamentales; la inversión en actividades no productivas, en lugar de las
39

actividades productivas; la creciente escasez de determinadas materias primas; los


cambios políticos y sociales que reducen los incentivos para trabajar; y varias
distorsiones económicas relacionadas con problemas monetarios y de comercio
internacional, con aumentos elevados de los precios del petróleo y con los desastres
naturales que reducen las cosechas a escala mundial. Estos temas relacionados con
la oferta son importantes a la hora de diseñar políticas monetarias y fiscales.

3.1.3. EFECTOS.

Los efectos de la inflación y la deflación son varios y van cambiando a lo


largo del tiempo. Normalmente, la deflación es debida a una caída en la producción y
a un aumento del desempleo. Los menores precios debidos a la deflación pueden
llegar a aumentar el consumo, la inversión y el comercio exterior, pero sólo, si se
corrigen las causas fundamentales que provocaron el inicio de la deflación.

Al principio, la inflación provoca un aumento de los beneficios, puesto que los


salarios y los demás costes se modifican en función de las variaciones de los
precios, y por lo tanto se alteran después de que los precios hayan variado, lo que
provoca aumentos en la inversión de capital y en los pagos de dividendos e
intereses.

Puede que el gasto de los individuos también aumente debido a la sensación


de que más vale comprar ahora, porque después será más caro; la apreciación
potencial de los precios de los bienes duraderos puede atraer a los inversores. La
inflación nacional puede, de forma temporal, mejorar la situación de la balanza
comercial si se puede vender la misma cantidad de bienes a mayores precios. Los
gastos del Gobierno también aumentan, porque suelen estar explícita, o
implícitamente, relacionados con las tasas de inflación para mantener el valor real de
las transferencias y servicios que proporciona el Estado. Los funcionarios también
pueden prever la inflación y por lo tanto establecer mayores necesidades
presupuestarias previendo menores ingresos impositivos reales debido a la inflación.

Sin embargo, a pesar de estas ganancias temporales, la inflación distorsiona


la actividad económica normal; cuanto menos regular sea la tasa de inflación,
mayores serán estas distorsiones. Normalmente, los tipos de interés reflejan la tasa
de inflación esperada; cuanto mayor sea ésta, más altas serán los tipos de interés y
más aumentarán los costes de las empresas, además de disminuir los gastos de
consumo y el valor real de los bonos y las acciones.

Los mayores tipos de interés en las hipotecas y el aumento del precio de los
alquileres disminuye la tasa de construcción de viviendas. La inflación disminuye el
poder adquisitivo de los ingresos y de los activos financieros, por lo que reduce el
consumo, sobre todo si los consumidores no pueden, o no quieren, acudir a sus
ahorros o aumentar el volumen de sus deudas. La inversión de las empresas
también disminuye a medida que la actividad económica se reduce, y los beneficios
son menores porque los trabajadores demandan un aumento de sus salarios
mediante cláusulas que obligan a los empresarios a defender a los trabajadores de la
40

inflación crónica mediante subidas salariales automáticas en función del aumento del
coste de la vida. Los precios de casi todas las materias primas responden
rápidamente ante señales inflacionistas. Los mayores precios de los bienes que se
exportan pueden disminuir las ventas en el exterior, creando déficit comercial y
problemas en los tipos de cambio. La inflación es uno de los factores determinantes
de los ciclos económicos que provocan distorsiones en el nivel de precios y de
empleo, así como una incertidumbre económica a nivel mundial.

Los efectos de la inflación sobre el bienestar individual dependen de muchas


variables. Aquellas personas que tienen ingresos relativamente fijos, sobre todo
cuando pertenecen a los grupos de menores ingresos, se ven muy afectadas por la
creciente inflación, mientras que aquellas que tienen ingresos flexibles pueden
mantener su nivel de bienestar e incluso mejorarlo. Aquellas personas cuyos
ingresos provienen de activos con valores nominales fijos, como las cuentas de
ahorro, las pensiones, las pólizas de seguros y los instrumentos financieros a largo
plazo padecen una pérdida de riqueza real; sin embargo, aquellos activos cuyo valor
es variable, como la propiedad inmobiliaria, las obras de arte, las materias primas y
los bienes duraderos pueden experimentar subidas de precios iguales o superiores al
alza del nivel general de precios. Los trabajadores del sector privado exigirán que
sus contratos laborales lleven cláusulas de ajuste que permitan que sus salarios no
padezcan la subida del coste de la vida. Los prestatarios suelen beneficiarse de los
efectos de la inflación, mientras que los prestamistas pierden dinero, ya que los
préstamos hipotecarios, personales, comerciales y públicos se pagarán con un
dinero que tendrá menor poder adquisitivo y los tipos de interés aumentarán después
de que los precios se hayan incrementado. La toma de decisiones económicas, tanto
públicas como privadas, puede depender de un factor psicológico inflacionista.

3.1.4. MEDIDAS DE ESTABILIZACIÓN.

Cualquier intento serio de combatir la inflación implicará dificultades y


riesgos, siendo además un proceso largo porque las medidas restrictivas tienden a
reducir la producción y el empleo antes de que se hagan patentes los beneficios. Por
otra parte, las medidas fiscales y monetarias expansivas tienden a aumentar el nivel
de la actividad económica antes de que aumenten los precios. Estos riesgos
económicos y políticos explican por qué predominan las políticas expansionistas.

Las medidas de estabilización anulan los efectos de la inflación y la deflación


al restablecer el nivel normal de la actividad económica. Para que sean efectivas,
estas medidas tienen que ser permanentes y no solamente ajustes temporales que, a
menudo, no consiguen más que agravar las variaciones cíclicas. El requisito
indispensable para luchar contra la inflación implica que la cantidad de dinero y de
créditos crezca a una tasa estable en función de las necesidades de crecimiento de
la economía real y financiera. Los bancos centrales pueden determinar, a largo
plazo, la disponibilidad de dinero y los créditos, controlando las reservas financieras
necesarias, y con otro tipo de medidas. La restricción monetaria durante las
recesiones cíclicas permite la recuperación financiera. Sin embargo, las autoridades
monetarias no pueden imponer la estabilidad económica si la inversión y el consumo
41

privados siguen creando presiones inflacionistas o deflacionistas, o si el resto de la


política económica entra en contradicción con la política monetaria anti-inflacionista.
El gasto público y la política impositiva tienen que ser coherentes con la actuación
monetaria con el fin de lograr estabilidad y evitar excesivas oscilaciones en la política
económica.

Concretamente, los gobiernos tienen que financiar su enorme déficit


presupuestario, pidiendo dinero prestado o bien emitiendo dinero. Si se adopta esta
última medida, las presiones inflacionistas aparecen inevitablemente. La única forma
de lograr que las medidas de estabilización sean efectivas es manteniendo una
política monetaria y fiscal estable y coordinada.

También es necesario emprender medidas desde el lado de la oferta para


luchar contra la inflación y evitar así los efectos del estancamiento económico
debidos a la deflación. Entre las posibles medidas a tomar desde el lado de la oferta
se encuentran las medidas incentivadoras del ahorro y la inversión; mayor gasto para
el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías; la mejora de las técnicas de
gestión y de la productividad del trabajo a través de la educación y las prácticas
laborales; mayores esfuerzos para mantener estable el valor de las materias primas y
para desarrollar nuevos recursos; y la reducción de la excesiva regulación
gubernamental.

Algunos analistas recomiendan la aplicación de políticas de rentas para


luchar contra la inflación. Estas políticas abarcan desde las imposiciones
gubernamentales sobre niveles de precios, salarios, rentas y tipos de interés hasta
los incentivos fiscales, o simplemente recomendaciones hechas por el gobierno.
Algunos afirman que la intervención del Gobierno podría complementar las
principales medidas económicas monetarias y fiscales, pero los críticos de esta
postura destacan la ineficiencia de los anteriores programas de control en los países
desarrollados. Entra en lo posible, que las futuras medidas de estabilización se
basen en coordinar las políticas monetarias y fiscales, además de aumentar los
esfuerzos desde el lado de la oferta para mantener la productividad y desarrollar
nuevas tecnologías.

Todos los temas relacionados con la inflación, la deflación y las políticas


asociadas con esta problemática están adquiriendo mayor importancia debido a la
creciente movilidad de la inversión y a la especulación de los mercados
internacionales, que cada vez están más interrelacionados, sobre todo en las últimas
décadas del siglo XX. Dado que las finanzas internacionales pueden cambiar el valor
de una moneda en cuestión de minutos, o llevar a un país a la crisis económica, por
lo que la gestión empresarial está adquiriendo un papel relevante a la hora de lograr
la estabilidad económica.
42

3.2. ECONOMÍA EN MÉXICO.

México, refleja el cambio de una economía de producción primaria, basada


en actividades agropecuarias y mineras, hacia una semi-industrializada. Los logros
económicos son resultado de un vigoroso sector empresarial privado y de políticas
gubernamentales, cuyo principal objetivo ha sido el crecimiento económico.
Tradicionalmente, el gobierno también ha hecho hincapié en la nacionalización de la
industria y se ha establecido por ley, el control gubernamental de las compañías
encargadas de la minería, la pesca, el transporte y la explotación forestal.
Recientemente, sin embargo, se ha fomentado de manera muy activa la inversión
extranjera, mientras que el control estatal en algunos sectores de la economía se ha
debilitado.

El producto interior bruto (PIB) de México, se incrementó en cerca del 6,5%


anual durante el periodo de 1965 a 1980, pero sólo aumentó en un 0,5% anual de
1980 a 1988. En el periodo 1990–2002, este incremento supuso el 3,04%. Los bajos
precios del petróleo, el incremento de la inflación, la deuda externa y el
empeoramiento del déficit presupuestario exacerbaron los problemas económicos de
la nación a mediados de la década de 1980; no obstante, el panorama económico
mejoró ligeramente al inicio de la década de 1990. En 2002 el PIB se estimó en
637.203 millones de dólares, lo que suponía un ingreso per cápita de 6.320 dólares
(según datos del Banco Mundial).

3.2.1. Agricultura.

Cerca del 18% de la mano de obra mexicana se dedica a la agricultura, y un


número sustancial de trabajadores agrícolas trabajan en propiedades ejidales o
comunales. La reforma agraria, que comenzó en 1915, ha supuesto la redistribución
por parte del gobierno mexicano de una considerable extensión de tierra entre los
ejidos. La producción agrícola está sujeta a las grandes variaciones en los regímenes
pluviales, en un país que, a grandes rasgos, puede considerarse como semiárido. No
obstante, los proyectos de irrigación han incrementado el valor de las tierras de bajo
cultivo y la conservación de los suelos ha aumentado la producción.

México, no sólo genera los productos para cubrir la mayoría de sus


necesidades básicas, sino que también exporta parte de su producción. En 2003, los
principales productos agropecuarios de México, tuvieron, una producción anual en
toneladas: maíz (19,7 millones); trigo (3 millones); arroz (191.540); legumbres (1,68
millones), entre ellas el frijol; papas (1,73 millones); café (310.861); algodón
(186.147); caña de azúcar (45,1 millones); fruta (14,9 millones); y hortalizas (9,60
millones).

La cabaña ganadera, en 2003, estaba conformada por: 30,8 millones de


cabezas de ganado vacuno; 18,1 millones de porcino; 9,50 millones de ganado
caprino; 6,56 millones de ovino; 6,26 millones de caballos; 3,28 millones de mulas;
3,26 asnos, y unos 535 millones de aves de corral.
43

3.2.2. Silvicultura y pesca.

Aproximadamente el 28,9% del país está cubierto por bosques. Debido a la


tala incontrolada de ricas áreas madereras, la explotación forestal está en la
actualidad estrictamente regulada por el gobierno. México, manufactura
considerables cantidades de productos forestales, entre ellos: madera, chicle, brea,
resinas, tanino, quina y otras sustancias.

Los bancos pesqueros más importantes se localizan alrededor de las costas


de Baja California, a continuación los del Golfo de México y los de la costa del
Pacífico, desde el estado de Jalisco hasta Chiapas. La industria pesquera está
gestionada por sociedades cooperativas, que son monopolios concesionarios de
ciertos productos. Las principales especies que se capturan son huachinango, atún,
cazón (véase Tiburón), sierra, sardina, anchoa (véase boquerón), bagre, corvina,
barrilete, pargo, robalo, jurel, lisa, macarela, mero, mojarra y peto.

Entre los crustáceos destacan la jaiba, la langosta y el camarón; este último


se extrae frente a las costas de Campeche y Sinaloa, y se exporta principalmente a
Estados Unidos. Los moluscos que más se capturan son: abulón, ostión (véase
vieira), almeja, caracol y pulpo. También es importante la pesca de numerosas
especies de agua dulce. La captura total en 2001, fue de 1,47 millones de toneladas.
La captura de tortugas marinas para el consumo de su preciada carne se ha visto
frenada, ya que es hoy una especie protegida. En 2002, existían 480 especies en
peligro. (Léase como especies amenazadas).

3.2.3. Minería.

Antiguamente casi todas las compañías mineras en México, eran de


propiedad extranjera. No obstante, en la década de 1960, la mayor parte de ellas
colaboraron con los esfuerzos del gobierno para nacionalizar la industria, y
actualmente el capital mayoritario de estas compañías es mexicano. El recurso
minero de mayor importancia es el petróleo, que se encuentra principalmente en los
estados de Veracruz, Tabasco, Campeche y Chiapas; la producción está controlada
por Petróleos Mexicanos (PEMEX), agencia del gobierno.

La producción de plata, también es considerable y se encuentra en todos los


estados del país. En las vertientes del Pacífico de la sierra Madre Occidental se
localizan minas ricas en oro; en las cercanías de Guanajuato se extrae el cobre y en
los estados de Coahuila y Durango, el hierro. En 2002, la producción anual (en
toneladas) fue de: 5,40 millones de hierro; 329.574 de cobre; 140.000 de plomo;
475.000 de zinc; 2.748 de plata y 20.617 Kg. de oro, también se extraen fluorita y
fosforita. En 2001, la producción de petróleo fue de 1.321.493.500 barriles; la de gas
natural de 36.869 millones de m³; y la de carbón de 11.624.001 toneladas. También
se obtuvieron cantidades considerables de antimonio, barita, grafito, manganeso,
azufre y tungsteno.
44

3.2.4. Industria.

La industria mexicana se encuentra entre las más desarrolladas de América


Latina. Desde finales de la década de 1980, la mayoría de las fábricas de reciente
creación se construyeron en el norte de la República dentro de la categoría de
maquiladoras, es decir, plantas de labor intensiva en las que se ensamblan partes
importadas para convertirlas en artículos para la exportación; no obstante, en los
últimos años algunas empresas estadounidenses han invertido grandes cantidades
de dinero en instalaciones modernas y bien equipadas en las que se producen
vehículos de motor y otros objetos de consumo para el mercado de este país.

Las principales plantas industriales de México, también abarcan las de


fabricación de maquinaria y equipo electrónico, refinerías de petróleo, fundidoras,
plantas de empacado de alimentos, productoras de papel y de algodón, plantas
procesadoras de tabaco e ingenios azucareros. Otros productos industriales son:
textiles, hierro y acero, químicos, bebidas, fertilizantes, cemento, vidrio, cerámica y
artículos de piel. La producción manufacturera anual, estimada a principios de la
década de 1990, fue de 610.000 automóviles; 8,2 millones de toneladas de acero;
2,5 millones de harina de trigo y 450.000 t de ácido sulfúrico, entre otros.

3.2.5. Energía.

El 79% de la electricidad de México, se produce en instalaciones térmicas, el


14% en plantas hidroeléctricas, el 3% a partir de fuentes geotérmicas y el 4% en
plantas nucleares. La capacidad generadora de electricidad en 2001, fue de 198.561
millones de KWh. Las principales presas que alimentan centrales hidroeléctricas
mexicanas son: presa de El Infiernillo (Michoacán y Guerrero), presa Miguel Alemán
(Oaxaca), presa de La Angostura (Chiapas) y presa de Netzahualcóyotl (Chiapas).

3.2.6. Moneda y banca.

La unidad monetaria de México, es el peso de 100 centavos, 10,90 pesos


equivalían a 1 dólar estadounidense en 2007. El banco central y emisor de la
moneda es el Banco de México (1925). El sistema bancario comercial de México,
nacionalizado en 1982, se devolvió al control privado a principios de la década de
1990.

A finales de 1994 y principios de 1995, se presentó una crisis cambiaria


extremadamente severa. La crisis fue provocada por la combinación de la alta
inflación y de un déficit de aproximadamente 30.000 millones de dólares. El
presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, dirigió un esfuerzo internacional de
rescate, en el que participaron otras naciones en desarrollo y varias organizaciones
internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y se
planteó un programa de apoyo con préstamos y créditos por un valor de 50.000
millones de dólares. Simultáneamente, el presidente Ernesto Zedillo anunció un
programa de austeridad, así como la privatización de las principales empresas
45

públicas, como las de ferrocarriles, plantas petroquímicas y eléctricas, y los


aeropuertos.

En 2002, las exportaciones fueron de 160.670 millones de dólares y las


importaciones se situaron por debajo de esa cifra (168.651 millones de dólares).

Las exportaciones más importantes corresponden al petróleo crudo, gas


natural, automóviles, algodón, azúcar, jitomate (tomate), café, camarón, zinc, textiles,
prendas de vestir, plata y motores. Las mayores importaciones del país incluyen
maquinaria, equipo de transporte, aparatos de telecomunicaciones, productos
químicos, petróleo y productos derivados, material agrícola, hierro y acero.

El mayor volumen del comercio de México es con Estados Unidos; otros


países con los que se lleva a cabo un comercio importante son: Japón, Alemania,
Brasil, Canadá, Francia y España. El turismo (4.537 millones de dólares en 1999), el
comercio fronterizo, las inversiones extranjeras y los envíos que hacen los
trabajadores mexicanos desde Estados Unidos son una considerable fuente de
ingreso de divisas. Véase Comercio internacional.

3.2.7. Transporte.

El sistema ferroviario mexicano, el cual está nacionalizado, abarca 17.697


Km. de vías. La longitud de la red de carreteras es de 329.532 Km. (1999), de las
cuales el 33% están pavimentadas. Varias autopistas atraviesan el país, entre ellas
cuatro rutas principales, que van desde la frontera con Estados Unidos hasta la
capital de la República Mexicana, que forman parte de la red de la carretera
Panamericana. Los servicios aéreos se han desarrollado de manera intensiva y el
país cuenta actualmente con más de 1.700 aeropuertos y pistas de aterrizaje. Las
principales compañías aéreas son Aeroméxico y Mexicana de Aviación. La flota
mercante del país está compuesta aproximadamente por 654 buques, con una
capacidad de 972.695 toneladas brutas registradas.

3.2.8. Comunicaciones.

La República Mexicana, cuenta con cerca de 311 periódicos diarios, con una
circulación total de 9.251.000 ejemplares. En el Distrito Federal, se publican unos 25
periódicos, algunos de ellos de distribución nacional, entre los que destacan: El
Nacional, Excélsior, Novedades, La Jornada, Reforma, El Universal, Esto, La Prensa,
El Financiero y Ovaciones, entre otros. En 2002, el número de aparatos telefónicos
por cada 1.000 habitantes era de 147, existían más de 1.170 estaciones o emisoras
de radio, y se encontraban en uso 31 millones de aparatos de radio y 28 millones de
receptores de televisión.
46

3.2.9. Trabajo.

La mano de obra mexicana sumó cerca de 42,3 millones de personas en


2002. Casi el 35% de la mano de obra está organizada en dos sindicatos.

Una de las centrales sindicales más importantes del país es la Confederación


de Trabajadores de México (CTM, 1936), con cerca de 5,5 millones de afiliados
provenientes de sindicatos nacionales de empresa, industria y de federaciones
estatales que, a su vez, agrupan a otros sindicatos. El sindicato que agrupa a mayor
número de agremiados es el de trabajadores de la enseñanza (SNTE). Los estatutos
prescriben el salario mínimo y un máximo de trabajo de 8 horas diarias durante seis
días a la semana.

El Banco de México, es la entidad bancaria central de México, fundada en


1925, cuyas principales funciones son emitir y acuñar monedas, procurar la
estabilidad del poder adquisitivo de la moneda programando y ejecutando la política
monetaria, fijar las tasas de reserva e interés, actuar como agente financiero del
gobierno federal y representarle ante los organismos económicos internacionales.
Debido a su inicial carácter de sociedad anónima, fue constituido con capital del
Estado, de los bancos comerciales y del público. Reformado en 1931 y 1933, sus
transformaciones más importantes llegaron en 1982, (cuando fue nacionalizado) y en
1993, (cuando una reforma constitucional otorgó la autonomía al Banco). Hasta
entonces, la administración del Banco de México estuvo a cargo de un Consejo de
Administración compuesto por nueve miembros (cinco designados por el gobierno y
cuatro elegidos por los bancos). En la actualidad, los principales organismos del
Banco son la Junta de Gobierno (integrada por cinco miembros, un gobernador y
cuatro subgobernadores), la Comisión de Créditos y Cambios y las distintas
direcciones generales.
47

CAPÍTULO IV.-

POLÍTICAS PÚBLICAS DE MÉXICO, DESDE LA SEGUNDA


GUERRA MUNDIAL.

INTRODUCCION

México, rompió sus relaciones diplomáticas con Japón, el 8 de diciembre de


1941 y, tres días más tarde, con Italia y Alemania. El 22 de mayo de 1942, después
del hundimiento de dos petroleros mexicanos por submarinos alemanes, el Congreso
mexicano declaró la guerra contra Alemania, Italia y Japón. Quince mil soldados
mexicanos combatieron en la II Guerra Mundial, con la muy destacada participación
de los 233 pilotos aéreos del Escuadrón 201. En junio de ese año México, firmó la
declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a finales de 1942, se
negoció un acuerdo comercial entre México y Estados Unidos que establecía
concesiones arancelarias mutuas. La cooperación militar total entre las dos naciones
tuvo efecto en 1943, cuando se acordó que cada país podía alistar en su ejército a
los nacionales del otro país que vivieran dentro de sus fronteras. Otros proyectos en
tiempo de guerra incluían la creación de una comisión conjunta para la cooperación
económica, instituida para encontrar métodos que aliviaran la escasez de alimentos y
de materiales estratégicos, y una comisión industrial mexicano-estadounidense,
orientada a programar la industrialización de México. A cambio, Estados Unidos
solicitó mano de obra para cubrir los puestos de los soldados que habían ido a
combatir y abrió sus fronteras a 300.000 trabajadores mexicanos. En 1944, México,
pagó a las compañías petroleras estadounidenses 24 millones de pesos, más unos
intereses del 3% por las propiedades petroleras expropiadas en 1938.
48

4.1. México de la posguerra.

En junio de 1945, México se convirtió en uno de los miembros fundadores de


la Organización de las Naciones Unidas. Un año después, en 1946, Miguel Alemán
Valdés sucedió a Ávila Camacho como presidente, habiendo sido elegido en una
plataforma con un programa político cuyos objetivos eran la distribución equitativa de
la riqueza, la realización de obras de irrigación extensivas y una mayor
industrialización del país. Miguel Alemán, mantuvo estrechas relaciones con los
Estados Unidos. En 1947, el Banco de Exportaciones e Importaciones prestaron 50
millones de pesos para ser invertidos en obras públicas y en desarrollo industrial. A
finales de ese año el gobierno mexicano anunció que las compañías petroleras
británicas y alemanas, demandantes de 250 millones de pesos por las propiedades
expropiadas, habían aceptado el pago de 21 millones. En 1948, el gobierno,
esforzándose por revertir el balance desfavorable del comercio, devaluó el peso. Las
importaciones no esenciales para el desarrollo industrial fueron restringidas de
manera notable. En marzo de 1949, por primera vez desde las expropiaciones de
1938, se le permitió a dos compañías petroleras estadounidenses realizar
perforaciones bajo la supervisión de PEMEX. En el mes de junio, el gobierno
estabilizó el peso con la ayuda de préstamos por parte del Tesoro de los Estados
Unidos y del Fondo Monetario Internacional.

El 3 de julio de 1949, se celebraron elecciones y el partido del gobierno,


conocido ya entonces como Partido Revolucionario Institucional (PRI), ganando por
mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

En 1950, la situación económica mexicana mejoró considerablemente, a raíz


del préstamo de 150 millones de pesos que otorgó el Banco de Exportaciones e
Importaciones para la financiación de varios proyectos con el fin de mejorar el
transporte, la agricultura y las instalaciones generadoras de energía en el país. Al
año siguiente, el problema de los mexicanos que entraban de forma ilegal a los
Estados Unidos, para tratar de obtener un trabajo temporal en el campo, se convirtió
en un asunto de gravedad para los dos gobiernos. Los acuerdos oficiales entre
México y Estados Unidos, dieron como resultado la entrada legal anualmente de un
número determinado de trabajadores. Sin embargo, aproximadamente un millón de
personas cruzaban de forma ilegal la frontera cada año. El problema se hizo aún más
complicado al demandar el gobierno mexicano el respeto a los derechos laborales de
los trabajadores emigrados, y el cese de la hostilidad de las organizaciones agrícolas
de ese país, que no aceptaban que los mexicanos estuvieran dispuestos a trabajar a
cualquier precio. En marzo de 1952, el Congreso de Estados Unidos, aprobó un
proyecto de ley estableciendo el castigo por medio de multas y encarcelamiento a
aquellos que contrataran extranjeros que hubieran entrado al país de forma ilegal.

El anterior secretario de Gobernación (ministro del Interior), Adolfo Ruiz


Cortines, candidato del PRI, fue elegido presidente de México en 1952. Al año
siguiente la legislatura ratificó una reforma constitucional extendiendo el derecho al
voto a la mujer. En 1958, Ruiz Cortines fue sucedido por Adolfo López Mateos, quien
antes había ocupado la secretaría del Trabajo. Revirtiendo una tradición de silencio
49

presidencial en las relaciones con la Iglesia católica, el presidente López Mateos ,


declaró que los logros de las metas revolucionarias no deberían encontrar obstáculo
alguno en la religión. En 1962, se aprobó una reforma constitucional autorizando al
gobierno a promover negocios en los que se compartieran los beneficios con los
trabajadores. El descontento campesino se mostró por medio de huelgas de hambre
e invasiones ilegales a las grandes propiedades privadas. A principios de 1963, se
formó la Central Campesina Independiente, para competir con la Confederación
Nacional Campesina bajo el dominio del PRI. En el Congreso constitutivo los
oradores manifestaron que el país tenía todavía 3 millones de campesinos sin tierra y
que 9.600 individuos poseían 80 millones de la tierra, de las cuales sólo 20,2
millones eran cultivados.

En la campaña presidencial de 1964, el candidato del PRI, Gustavo Díaz


Ordaz, hizo hincapié en la necesidad de aliviar la situación de los campesinos sin
recursos. Apoyado por la mayoría de los partidos políticos, y en oposición al
candidato del Partido Acción Nacional (PAN), José González Torres, Díaz Ordaz fue
elegido presidente el 5 de julio. México se negó a apoyar la decisión de la
Organización de Estados Americanos (OEA), acordada en julio de 1964, de romper
relaciones diplomáticas con Cuba; en la explicación se citó una política denominada
como la Doctrina Estrada, de no intervención en los asuntos de otras naciones.
Durante ese año, Estados Unidos, puso fin al acuerdo de entrada legal de
trabajadores temporales mexicanos en ese país, eliminando de esta forma una
importante fuente de ingresos de dólares para México. La acción estadounidense
más popular fue la devolución a México, del territorio de El Chamizal, en El Paso
(Texas), una extensión de casi 160 hectáreas que quedó bajo jurisdicción mexicana
por las alteraciones en el curso del río Bravo o Grande del Norte.

En 1966, el presidente Díaz Ordaz, anunció la puesta en marcha de un


programa de desarrollo y planificación económica para cinco años. Durante ese
mismo año, PEMEX, comenzó a incrementar el número de plantas petroquímicas en
operación. En 1967, en un esfuerzo por mejorar los lazos económicos regionales, el
presidente mexicano visitó varios países de América Central. Durante 1968, el
gobierno tuvo que enfrentarse a grandes manifestaciones estudiantiles que
demandaban la no intervención en las universidades por parte de los cuerpos
policiales y el apoyo a la educación superior popular. El 2 de octubre, durante una
manifestación en la plaza de Tlatelolco, situada en el centro histórico de la capital, el
gobierno intentó acallar el descontento social con una fuerte represión en la que
murieron numerosos estudiantes (véase Sucesos de Tlatelolco). Días después se
celebraban los Juegos Olímpicos de 1968, bajo la indignación de un importante
sector del país.

En 1970, Luis Echeverría Álvarez, anterior secretario de Gobernación,


alcanzaba la presidencia. Durante su sexenio se llevó a cabo el crecimiento
económico de forma más equilibrada, de manera que todos los niveles de la
sociedad mexicana se beneficiaran; Echeverría adoptó medidas para reducir la
influencia extranjera en la economía e incrementar las exportaciones. Redujo los
lazos con Estados Unidos y en su lugar negoció acuerdos económicos con varias
50

naciones de América Latina, Canadá y la Comunidad Europea (actualmente Unión


Europea). Del mismo modo, negoció un acuerdo con el Consejo para la Ayuda Mutua
Económica, patrocinado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La economía mexicana creció a un saludable ritmo anual del 6,3% durante el periodo
de 1970 a 1974, pero ya en 1975, la tasa de crecimiento económico disminuyó
marcadamente y la inflación aumentó de manera sustancial.

En un intento por reducir el déficit comercial extranjero, el gobierno devaluó


el peso en 1976, en más del 50%, estableciendo una tasa cambiaria flotante. Un
hecho potencialmente beneficioso para la economía del país tuvo lugar en 1974 y
1975: el descubrimiento de extensos yacimientos de petróleo crudo en los estados
de Campeche, Chiapas, Tabasco y Veracruz. Además, a finales de 1976 Echeverría
decretó que unas 100.000 hectáreas de las mejores tierras agrícolas de los estados
de Sonora y Sinaloa serían expropiadas mediante el pago de indemnizaciones.

José López Portillo, candidato por el PRI, fue elegido presidente en 1976.
Había sido, entre otros cargos, secretario de Hacienda y Crédito Público, por lo que
llevó a cabo un programa de austeridad económica después de la toma de poder en
diciembre; llamó a los trabajadores a reducir las demandas de salarios y a los
empresarios a mantener los precios y a incrementar los gastos de inversión. Los
siguientes años se registró una mejora considerable de la economía, a pesar de que
la inflación se mantenía alta. En política exterior, López Portillo intensificó los lazos
con Estados Unidos en 1977 y restableció las relaciones diplomáticas con España,
interrumpidas durante 38 años, por la represión del régimen franquista.

La producción de petróleo aumentó al doble durante la segunda mitad de la


década de 1970, lo que, combinado con un considerable aumento de su precio,
proporcionó a México una independencia más significativa, especialmente en las
relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, la baja de los precios del petróleo
terminó con los planes de crecimiento, limitándose su producción y exportación. Al
término de su mandato, López Portillo impuso, la nacionalización de la banca y el
control monetario o control de cambios.

Durante la década de 1980, el país siguió una política de reafirmación dentro


del continente. En 1982, Miguel de la Madrid Hurtado fue elegido presidente para
suceder a López Portillo. A mediados de esta década, el acelerado aumento de la
deuda extranjera, unida a la caída de los precios del petróleo, había sumido al país
en fuertes dificultades financieras. En medio de informes sobre grandes
irregularidades, el PRI reclamó la victoria en las elecciones al Congreso en 1985. En
septiembre de ese mismo año, un terremoto devastó la capital, en la que murieron
posiblemente más de 20.000 personas y miles quedaron sin hogar, lo que agravó
todavía más la situación financiera del país. Carlos Salinas de Gortari, candidato del
PRI, fue elegido presidente en 1988, nuevamente en medio de grandes protestas por
la sospecha de posibles y graves irregularidades en el proceso electoral en
detrimento del candidato opositor Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. También en
1988, el huracán Gilberto devastó la península de Yucatán, cuyas pérdidas se
estimaron en 880 millones de pesos.
51

En 1989, el gobierno de Salinas aceleró la privatización de las empresas del


Estado y modificó las regulaciones restrictivas del comercio e inversión para
incentivar la inversión extranjera, permitiendo incluso el control mayoritario de las
empresas a los inversionistas extranjeros. En octubre, Carlos Salinas y George Bush,
reunidos en la ciudad de Washington (Estados Unidos), firmaron lo que fue descrito
como el acuerdo más amplio de comercio e inversión concertado entre las dos
naciones. En julio de 1992, se modificó la Constitución para reconocer la
personalidad jurídica de la Iglesia católica. En diciembre, los presidentes Salinas y
Bush, junto con el primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, firmaron el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLC). La legislatura mexicana ratificó el TLC
en 1993, y el acuerdo entró en vigor el 1º de enero de 1994, creando la zona de libre
comercio más grande del mundo.

La creación de una zona de libre comercio en América del Norte y la


privatización de la industria estatal fueron parte del plan del gobierno de Salinas para
revitalizar la economía mexicana. En 1993, el gobierno mexicano había vendido el
80% de sus industrias a inversionistas privados en cerca de 21 billones de pesos y
había reducido la inflación del 150% al 10%. Sin embargo, esto no significó que se
tomaran medidas efectivas para reducir la enorme deuda extranjera.

El 1º de enero de 1994, un numeroso grupo de indígenas, miembros del


llamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN, ocupó cuatro poblaciones
del sur de México en el estado de Chiapas. Sus demandas más urgentes eran la
autonomía, la restitución de tierras, el establecimiento de un régimen democrático,
así como el establecimiento de servicios de salud y educación para toda la población
indígena. El grupo se denominó “zapatista” en memoria del líder campesino Emiliano
Zapata. A pesar de que las tropas mexicanas recuperaron rápidamente el territorio
ocupado y se acordó el alto el fuego, el EZLN provocó una situación que llevó a
prolongados debates sobre las demandas formuladas, situación que aún continua.

En agosto de 1994, Ernesto Zedillo Ponce de León, ganó las elecciones


presidenciales. Zedillo, fue coordinador de la campaña presidencial del candidato del
PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien fue asesinado en marzo de 1994, durante
un mitin de campaña en la ciudad de Tijuana.

El presidente Zedillo se enfrentó casi de inmediato con una de las peores


crisis financieras de México, provocado por un déficit de aproximadamente 30.000
millones de dólares en su cuenta corriente. Se planeó un paquete de rescate
internacional bajo la coordinación del presidente estadounidense Bill Clinton, y
Zedillo, anunció medidas de austeridad y la privatización de los bienes del Estado.

Entretanto, el levantamiento del sur de Chiapas, que continuaba bajo el


liderazgo del subcomandante Marcos, puso de manifiesto la precaria situación de los
indígenas y forzó al gobierno a prestar oídos a sus demandas. En 1996, la economía
mexicana, sin haber sorteado por completo la crisis iniciada en 1994, ofrecía
síntomas de mejoramiento.
52

En las últimas elecciones legislativas del 6 de julio de 1997, el PRI perdió la


mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y los principales partidos de oposición,
PAN y PRD, consolidaron su presencia en el Congreso: el PRI alcanzó el 38% de los
votos, el PAN el 26% y el PRD el 25%. El presidente de la nación, Ernesto Zedillo,
manifestó que “se iniciaba en el país una nueva actitud política, cultura política y
ética de responsabilidad pública”. El PRI, después de decenas de años en el poder,
seguía desempeñando la presidencia de la República, y poseía la mayoría absoluta
en el Senado y en buena parte de los municipios más importantes del país, pero a
raíz de esa fecha hubo de comenzar a cohabitar, negociar y pactar en el Congreso
con los partidos de la oposición.

Sin embargo, el conflicto indígena no cesa, sino que se agrava en la región


de los Altos de Chiapas. El 22 de diciembre de 1997, fueron asesinados 45 indígenas
de la etnia tzotzil en Acteal, municipio de Chenalhó, donde viven actualmente
algunos de los miles de desplazados de otras comunidades. La matanza, en su
mayoría mujeres y niños, provocó la dimisión del secretario de Gobernación (ministro
del Interior), Emilio Chuayffet, y la renuncia del gobernador del estado de Chiapas. El
nuevo secretario, Francisco Labastida, se enfrentó a una complicada situación en la
que se planteó como primera medida la posible desmilitarización de la zona.

Las elecciones celebradas en varios estados a lo largo de 1998 y 1999


contradijeron el previsto declive del PRI. Labastida se convirtió en noviembre de ese
último año en el candidato presidencial del PRI, al ganar las elecciones convocadas
por primera vez por su partido para dirimir quién se presentaría a los comicios
presidenciales de la República. De otro lado, en febrero de 2000, después de que los
esfuerzos por hallar una salida negociada a la huelga de estudiantes que mantenía
paralizada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desde abril del
año anterior se mostraran inútiles, un contingente de 2.500 agentes de la Policía
Federal Preventiva entró por sorpresa en la UNAM y recuperó todas las instalaciones
de la misma, por orden del presidente Zedillo. La mayoría de alumnos, personal
docente e investigador y personal administrativo volvieron el día 13 de ese mes a
sus actividades en la UNAM.

El 2º de julio de 2000, tuvieron lugar una serie de elecciones, entre las que
destacaba, la que debía dirimir la presidencia de la República, que supusieron un
vuelco histórico en la estructura de poder mexicana.

Vicente Fox Quesada, al frente de la Alianza por el Cambio, integrada por el


Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM),
se impuso al candidato del PRI, Francisco Labastida, y al representante de la Alianza
por México, formada principalmente por el PRD, el Partido del Trabajo, el Partido
Alianza Social, Convergencia por la Democracia y el Partido del Foro Democrático,
Cuauhtémoc Cárdenas. La derrota del PRI se completó en los comicios legislativos
del mismo día, que dieron asimismo el triunfo, en esa ocasión por minoría simple,
tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores a la coalición liderada por
el PAN. Fox fue investido presidente el 1º de diciembre siguiente y de inmediato
comenzó a aplicar su programa político. En este sentido fueron significativas sus
53

primeras actuaciones presidenciales: la elevación al Congreso del Proyecto de Ley


sobre Derechos y Cultura Indígenas (aspiración zapatista ya recogida en los
Acuerdos de San Andrés, firmados en 1996, por el gobierno de Zedillo y el EZLN) y
el desmantelamiento de retenes militares en el estado de Chiapas, ambas destinadas
a reactivar el diálogo y el proceso de paz con el EZLN. En este mismo sentido, un
importante episodio ocurrió en los primeros meses de 2001: el 24 de febrero, Marcos
y otros 23 líderes zapatistas iniciaron en San Cristóbal de las Casas una marcha
pacífica hacia la ciudad de México, a la que llegaron el 11 de marzo, tras haber
recorrido 12 estados. El día 28 de ese último mes, un miembro del EZLN defendió en
el Congreso la aprobación de una ley que reconociera los derechos y culturas de los
indígenas, y que concediera una amplia autonomía a las 57 etnias del país.
Finalmente, la Ley sobre Derechos y Cultura Indígenas aprobada durante ese año
fue considerada insuficiente por el EZLN y el Congreso Nacional Indígena, pues
limitaba el alcance del texto redactado en 1996, por la Comisión de Concordia y
Pacificación, en el marco de los Acuerdos de San Andrés.

Al margen de la cuestión indígena, durante la primera mitad de su mandato


Fox, intentó abordar profundos cambios en los ámbitos social y económico,
promoviendo amplias reformas en los órdenes laboral y fiscal. Pero los resultados no
satisficieron a diversos sectores de la sociedad mexicana, que los consideró, en la
mayoría de los casos, insuficientes. Por otra parte, la situación de minoría
parlamentaria del PAN, se tradujo en que las iniciativas del ejecutivo sufrieran
frecuentes detenciones, o numerosas enmiendas, en el legislativo. Los resultados de
las elecciones del 6 de julio de 2003, marcadas por un elevado índice de abstención,
determinaron que tal circunstancia se prolongara en el tiempo, ya que el PRI obtuvo
224 diputados en la Cámara de Diputados, por 153 del PAN y 95 del PRD.

En septiembre de ese año 2003, Fox presentó ante la Cámara de Diputados


su proyecto de reorganización del Estado. Entre las medidas propuestas se hallaba
la incorporación a la Constitución del uso del referéndum y la iniciativa popular.

Por lo que respecta a la política exterior de Fox, es reseñable la


determinación con que, en 2003, la diplomacia mexicana adoptó ante el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas una posición contraria a la intervención bélica
estadounidense en Irak al margen de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por otra parte, las tradicionales relaciones especiales mantenidas por México con el
régimen cubano entraron en crisis cuando Fox, retiró al embajador mexicano de La
Habana y expulsó al cubano de México, en mayo de 2004; la causa fueron unas
duras manifestaciones efectuadas por Fidel Castro tras el voto de México contra su
gobierno en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

El 2º de julio de 2006, se realizaron las elecciones mas cuestionadas de la


historia de México, en las cuales empataron técnicamente Andrés Manuel López
Obrador, candidato de la coalición Por El Bien de Todos y Felipe Calderón Hinojosa,
candidato del Partido Acción Nacional, lo que dio lugar a vacíos jurídicos que
derivaron en un Presidente formal y en un Presidente legítimo.
54

CAPÍTULO V.- POLÍTICA FISCAL MEXICANA.

Nada sería tan satisfactorio y elegante como presentar un análisis de la


política fiscal mexicana siguiendo los principios teóricos de la materia. Pero,
desgraciadamente, no existen estudios que así lo hayan hecho. Tampoco se han
hecho cálculos del multiplicador y las políticas observables no siguen un claro
comportamiento anticíclico. Como todo país subdesarrollado, en México ha
prevalecido la política económica que trata de desarrollar el país, con preferencia a
cualquier otro punto de vista. El gasto público se ha manejado como medio para
proveer de infraestructura, atender a las necesidades sociales y sostener empresas
que el Estado ha juzgado convenientes, sin prestar demasiada atención al ciclo
económico. La política de ingresos ha consistido, más que cualquier otra cosa, en
allegarse los recursos financieros necesarios para sostener el nivel del gasto
planeado.

Todo esto no quiere decir que sea inútil la teoría para entender la política
fiscal en México; sigue constituyendo una explicación lógica de los efectos que se
producen en la economía por el manejo de ingresos y gastos públicos. Como no se
ha producido todavía el material suficiente que pueda explicar la lógica teórica de la
política fiscal real en México, a continuación se destacan algunas características
importantes.

Se empezará por dar una idea general de la estructura de ingresos y gastos


gubernamentales. El presupuesto anual incluye operaciones del gobierno federal y
de las empresas estatales, que ha tenido hasta hace poco un crecimiento muy
rápido. En 1980, los ingresos del gobierno federal representaban el 48% del total,
mientras que el sector paraestatal le correspondía el 52% restante, por el lado de los
gastos, las paraestatales tenían el 59% y el Gobierno Federal el restante 41%.

Dentro de los impuestos recaudados en 1980, los directos (el más importante
es el ISR) representaban el 60.5% y los indirectos (como el antiguo de Ingresos
Mercantiles, transformado posteriormente en IVA) el 36.1%. En el mismo año el
gasto corriente era del 67% del total (compuesto por gastos de administración,
23.2%; intereses de la deuda 7.3%; transferencias 11.4% y participaciones 5.8%)
mientras que el capital representaba 30.7% (inversión física solamente el 17.4%).

La evolución que han tenido los ingresos públicos ha sido en el sentido de


crecimiento en relación con los impuestos directos y de disminución relativa de los
impuestos por importación y exportación. En cuanto a los gastos, un estudio muy
conocido de Wilkie, muestra que los gastos administrativos han ido perdiendo
importancia a favor de los económicos y sociales, que han sido puestos en primero y
en segundo lugar, según la filosofía política del presidente en turno.

Desde 1970 (más exactamente a partir de 1973) la economía mexicana


empieza a cambiar significativamente y nuevos problemas aparecen debido a que la
política fiscal – como un factor importante de cambio, entre otros – se vuelve mucho
más expansiva que en épocas anteriores.
55

El gasto público aumenta grandemente en términos absolutos y relativos.


Medido a precios corrientes, en 1940, representaba el 8.35% del PIB, 71.85% en
1970, 16.68% en 1976 y 17.45 en 1982.

Es un sentir común entre los empresarios la creencia de que el nivel de


impuestos en México es muy alto, situación que niega el Gobierno. Este tiene razón
si solamente se atiende a cifras generales; por ejemplo, en 1978, en total de
ingresos públicos en México, comparado con el PIB, representaba el 15.3%, mientras
que en países desarrollados, como Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, la
participación respectiva era de 33.6%, 27.2% y 19.8%, por otro lado en Uruguay, se
recaudaba el 23.7% y en Brasil el 20.4%, pero cuando se desciende a detalles, los
empresarios parecen estar en lo correcto. En 1984, se hizo una comparación entre
12 países, casi todos desarrollados y que incluían también a Brasil y México.

5.1. RESUMEN Y CONCLUSIONES SOBRE POLÍTICA FISCAL.

El gobierno debe proporcionar servicios públicos, lo cual lo faculta a cobrar


impuestos, derechos, productos y aprovechamientos al conjunto de la población. Los
ingresos y gastos gubernamentales se presentan anualmente en el presupuesto
público, que tiene fuerza de ley. En México tiene bastante importancia la actividad de
las empresas públicas; las más importantes tienen incluidos sus ingresos y sus
gastos dentro del presupuesto.

El volumen total del gasto gubernamental influye en la actividad económica


total, medida por el producto interno bruto, que es la suma de los gastos públicos y
privados. Como toda clase de gastos, el público tiene un efecto multiplicador que se
compensa parcialmente por el retiro de ingresos privados que se realiza
principalmente a través de los impuestos. Si se inyecta a la economía más dinero del
que se retira, se tendrá un efecto expansionista; lo contrario producirá contracción.

Por lo anteriormente expuesto una de las materias más importantes y


relevantes que debemos conocer es la de los Ciclos Económicos, ya que nuestra
economía como país, va restaurándose o perjudicándose de manera cíclica.

5.2. CICLOS ECONÓMICOS.

Ciclos económicos, término utilizado para referirse a los cambios que se


producen en la economía: es frecuente que las expansiones que se producen al
mismo tiempo en muchas actividades de la economía sean seguidas de una
recesión, también general, cuya recuperación se une a la fase de crecimiento de un
nuevo ciclo.
56

5.2.1. FASES DEL CICLO ECONÓMICO.

Aunque no es predecible la duración de un ciclo, sus fases sí pueden


anticiparse. Muchos economistas citan cuatro: auge, recesión, depresión y
recuperación, por utilizar los términos creados por el economista estadounidense
Wesley Mitchell, que dedicó su carrera al estudio de los ciclos económicos.

Durante el periodo de auge se hace patente el aumento de la producción. El


nivel de empleo, los salarios y los beneficios crecen en paralelo. Los directivos de las
empresas muestran su optimismo mediante la inversión para aumentar la
producción. Sin embargo, a medida que continúa el auge empiezan a surgir
obstáculos que impiden que éste se prolongue. Por ejemplo, crecen los costes de
producción, y la falta de materias primas puede limitar la producción; se elevan los
tipos de interés, así como los precios, y los consumidores reaccionan al alza
comprando menos. A medida que el consumo se queda por debajo del nivel de
producción, aumenta el número de productos almacenados, lo que provoca una
caída de los precios. Las empresas productoras empiezan a ahorrar y despiden a los
trabajadores. Estos factores conducen a un periodo de recesión. Los empresarios se
vuelven pesimistas según van cayendo los precios y los beneficios, y deciden ahorrar
el dinero en vez de invertirlo, con lo que se suceden los cortes de producción y el
cierre de fábricas, hasta que el desempleo se generaliza. Llega la fase de depresión.

La recuperación de la depresión puede estar provocada por varios factores,


incluyendo la reaparición de la demanda de consumo, la liquidación de los
inventarios o una acción gubernamental para estimular la actividad económica. A
pesar de que la recuperación suele ser lenta y desigual al principio, inmediatamente
gana fuerza. Los precios suben más rápido que los costes. El nivel de empleo crece,
proporcionando un mayor poder adquisitivo. La inversión en las industrias de bienes
de consumo aumenta. El optimismo invade la economía, el deseo de aventurarse en
nuevos negocios reaparece. Se ha iniciado un nuevo ciclo.

De hecho, el ciclo económico no siempre se produce de una forma tan clara


como en el modelo que acabamos de exponer, y no hay dos ciclos iguales, sino que
varían considerablemente de uno a otro, tanto en lo que respecta a la dureza como a
su longevidad. Se pueden producir ciclos mayores y menores, con duraciones
variables.

La depresión económica más dura y generalizada se produjo en la década


de 1930. La Gran Depresión afectó primero a Estados Unidos, pero se difundió
rápidamente por Europa Occidental. De 1933 a 1937, los Estados Unidos empezaron
a recuperarse de la depresión, pero la economía volvió a caer de 1937 a 1938, antes
de alcanzar de nuevo sus niveles normales. Esta recaída se denominó recesión,
término que actualmente se prefiere al de liquidación. La verdadera recuperación
económica no se hizo patente hasta principios de 1941.
57

5.2.2. CICLOS ESPECIALES.

Además del ciclo económico tradicional, a veces se producen ciclos


especiales en algunas industrias. Por ejemplo, se considera que el sector de la
construcción tiene un ciclo que dura entre dieciséis y veinte años. La prolongada
construcción de barrios marginales agravó dos de las peores depresiones
económicas en Estados Unidos. Por otro lado, el aumento de la actividad
constructora muchas veces ha ayudado a estimular la recuperación de una
depresión.

Algunos economistas creen que existe un ciclo a largo plazo, que dura
aproximadamente cincuenta años. Los estudios sobre las tendencias económicas
durante el siglo XIX y el principio del siglo XX, fueron realizados por el economista
ruso Nikolai Kondratief, quien analizó el comportamiento de los salarios, las materias
primas, la producción, el consumo, las exportaciones e importaciones y otras
variables económicas en Francia e Inglaterra. Los datos que recogió y analizó,
parecen establecer la existencia de ciclos a largo plazo. Estas "olas" de expansión y
contracción se produjeron durante tres periodos de una media de cincuenta años
cada uno: 1792-1850, 1850-1896 y 1896-1940. Sin embargo, no son estudios
definitivos.

5.2.3. CAUSAS DE LOS CICLOS.

Los economistas no intentaron determinar las causas de los ciclos


económicos hasta que la creciente dureza de las depresiones económicas se
convirtió en una de las principales inquietudes de finales del siglo XIX y principios del
XX. Se sugirió que había dos factores externos que podían ser los causantes de los
ciclos: las manchas solares y las inclinaciones psicológicas.

La teoría de manchas solares del economista británico William Jevons, llegó


a ser aceptada por casi todo el mundo. Según Jevons, las manchas solares influyen
sobre las condiciones meteorológicas, pues tras periodos de manchas solares las
condiciones climatológicas suelen ser más duras. Jevons pensaba que las manchas
solares determinaban la cantidad y calidad de las cosechas, y de esta manera
influían sobre la economía.

Una teoría psicológica de los ciclos económicos formulada por el economista


británico Arthur Pigou establecía que el optimismo o pesimismo de los dirigentes
económicos podía influir en las tendencias de la economía, y algunos políticos han
aceptado decididamente esta teoría. Por ejemplo, durante los primeros años de la
Gran Depresión, el presidente Herbert Hoover intentó mostrarse optimista en público
respecto a la fuerza inherente a la economía norteamericana, con la esperanza de
estimular la recuperación.

Se han desarrollado diversas teorías económicas sobre las causas de los


ciclos económicos. Según la teoría del subconsumo, que se relaciona con el
economista británico John Hobson, la desigualdad en los ingresos provoca el declive
58

económico. Los mercados se ven inundados con bienes que los pobres no pueden
comprar, al tiempo que los ricos no pueden consumir todo lo que está a su alcance.
Por lo tanto, los ricos acumulan sus ahorros sin reinvertirlos en la producción, puesto
que existe una demanda insuficiente de bienes. Esta acumulación del ahorro rompe
el equilibrio económico y provoca un ciclo de cortes en la producción.

El economista austriaco-americano Joseph Schumpeter, un propulsor de la


teoría de la innovación, relacionaba el auge de los ciclos económicos con la aparición
de nuevos inventos que estimulaban la inversión en las industrias productoras de
bienes de consumo. Puesto que estos nuevos inventos se desarrollan de manera
desigual, las condiciones de la economía tienen que ser alternativamente expansivas
y recesivas.

Los economistas Friedrich von Hayek y Ludwig von Mises, nacidos en


Austria, se adscriben a la teoría de la sobre inversión, al sugerir que la inestabilidad
es la consecuencia lógica del aumento de la producción hasta el punto en el que se
utilizan recursos ineficientes. Entonces los costes aumentan y, si no pueden
trasladarse a los consumidores, los empresarios reducen la producción y despiden
trabajadores.

Una teoría monetaria de los ciclos económicos, realza la importancia de la


oferta del dinero dentro del sistema económico. Puesto que muchos negocios tienen
que pedir dinero prestado para funcionar o para aumentar la producción, la
disponibilidad y el coste del dinero influye en sus decisiones. Sir Ralph George
Hawtrey sugería que los cambios de los tipos de interés determinaban que los
empresarios incrementaran o redujeran sus inversiones de capital y de esta manera
afectaban a los ciclos económicos.

5.2.4. EFECTOS ACELERADORES Y MULTIPLICADORES.

Una relación fundamental en todas las teorías de las fluctuaciones cíclicas


económicas es la que se da entre inversión y consumo. Las nuevas inversiones
tienen lo que se denomina un efecto multiplicador, es decir, el dinero invertido en
pagar a los proveedores y a los asalariados se convierte en el ingreso de éstos, que
a su vez se convierte en el ingreso de terceros a medida que los asalariados y los
proveedores gastan la mayor parte de sus ingresos. De esta forma se pone en
marcha una onda expansiva.

Análogamente, el creciente nivel de ingresos gastado por los consumidores


tiene un efecto acelerador sobre la inversión. Una mayor demanda crea mayores
incentivos para aumentar la inversión en la producción, con el fin de responder a esta
demanda. Estos dos factores también pueden operar negativamente, cuando una
menor inversión disminuye aún más el ingreso total y la menor demanda de consumo
reduce la cantidad de gasto en inversión.
59

5.2.5. REGULACIÓN DE LOS CICLOS.

En casi todos los países desde la Gran Depresión, se han puesto en práctica
medidas que ayudan a evitar las duras recesiones económicas. Por ejemplo, el
seguro de desempleo proporciona a la mayoría de los trabajadores algunos ingresos
cuando se quedan sin trabajo. La seguridad social y las pensiones pagadas por
muchas organizaciones proporcionan algunos ingresos a una serie de trabajadores
jubilados. Aunque no son tan poderosos como lo fueran antaño, los sindicatos siguen
siendo un obstáculo contra la caída acumulada de los salarios que agravó las
anteriores depresiones económicas. Existen mecanismos para garantizar los precios
de las cosechas (como la política agrícola común de la Unión Europea) que protegen
a los agricultores de las desastrosas caídas de sus ingresos.

El Gobierno también puede intentar intervenir directamente para


contrarrestar las recesiones. Existen principalmente tres técnicas disponibles: la
política monetaria, la política fiscal y la política de rentas. Los economistas discrepan
profundamente respecto a la elección de la técnica adecuada.

Algunos economistas como el americano Milton Friedman y otros defensores


del monetarismo prefieren la política monetaria, que es adoptada por los gobiernos
conservadores. La política monetaria consiste en controlar a través del banco central
la oferta de dinero y los tipos de interés, que determinan la disponibilidad y el coste
de los préstamos para las empresas. En teoría, la restricción de la oferta monetaria
ayuda a reducir la inflación y el aumento de la oferta ayuda a recuperarse de una
recesión. Cuando la inflación y la recesión se producen simultáneamente, —un
fenómeno denominado estanflación— es difícil saber qué política monetaria aplicar.

El economista americano John Kenneth Galbraith, considera que las


medidas más efectivas son las fiscales, como una mayor imposición a los ricos, y
una política de rentas que busque mantener a bajos niveles tanto los precios como
los salarios, en función del crecimiento de la productividad. Las políticas económicas
no han tenido mucho éxito en el periodo posterior a la II Guerra Mundial.
60

CAPÍTULO VI.-

UNA MIRADA AL FUTURO.

Desde Kuhn el relativismo de los paradigmas científicos o culturales los


concibe como acuerdos de especialistas sobre el contenido, predicciones y hasta
prescripciones de las diversas disciplinas. Los paradigmas reputados como
científicos han de satisfacer normas de replicabilidad, así como ser validados
empíricamente en su capacidad de predecir o controlar los fenómenos planteados en
la teoría. En las ciencias naturales la evidencia empírica sirve para persuadir sobre la
validez del paradigma. En economía se procede de manera  distinta, primero se
examina la validez deductiva del paradigma a partir de premisas subjetivas o no
siempre realistas y luego se aducen pruebas empíricas generalmente parciales.
En consecuencia, los cambios paradigmáticos en la economía no siempre resultan
de planteamientos que perfeccionen la formulación anterior o que den una mejor
explicación del comportamiento de ciertos fenómenos humanos. Invariablemente
ofrecen verdades, anhelos sociales e individuales, entremezclados y sintetizados en
planteamientos ideológicos atractivos. Aun así, cuando tienen alcance universal, esto
es, cuando abarcan a ciudadanos y países desempeñan la función esencial,
indispensable, de imprimir orden en las relaciones económicas internacionales,
atendiendo prioritariamente a la visión e intereses de las naciones líderes. Por eso,
los cambios de los paradigmas económicos universales siempre contienen
elementos ideológicos que justifican alteraciones en la composición de los grupos
beneficiados, promesas de un mejor futuro o negación de disonancias históricas
inevitables en los países subordinados.

En el sentido anotado, la sustitución del paradigma keynesiano por las tesis


neoliberales, compendiadas en el Consenso de Washington, pretenden extender y
afianzar la organización económica de mercado, haciéndola más y más
independiente de los gobiernos y de las mismas especificidades nacionales. Hay un
tufo antidemocrático en la predisposición a sostener que las decisiones individuales
-con alguna excepción, tratándose de bienes públicos- resultan siempre superiores a
las decisiones colectivas. A su vez, se afirma que la globalización entendida como la
eliminación de fronteras económicas conduce a resultados económicos imposibles
de conseguir a escala de los mercados nacionales, aunque se pasan por alto sus
efectos distributivos y los costos políticos  de la autonomía constreñida de los
gobiernos.

En consecuencia, alcanzar la supremacía del mercado llevó a desplazar los


objetivos del bienestar social, el empleo o el crecimiento por metas instrumentales
que la hicieran posible: liberalizar, estabilizar, privatizar. Así, la sabiduría del mercado
ha de prevalecer sobre los designios estatales, frecuentemente proclives, se afirma,
al error y a la corrupción.

En materia de política fiscal se proclaman las ventajas del equilibrio


presupuestal en cualquier circunstancia, la supresión de aranceles y subsidios, la
reducción de los impuestos directos, la restricción al crédito público. Por tanto, se
61

suprimen el grueso de las funciones contracíclicas y desarrollistas de los estados,


haciendo de la política monetaria de bancos centrales independientes la columna
vertebral de las políticas macroeconómicas. Al propio tiempo, se recomendó o
impuso la liberación financiera interna y externa, validando la hipótesis de que los
mercados disponen de la información más completa para asignar de manera óptima
los recursos financieros (Efficient Market Hypothesis). Así, el paradigma neoliberal
tanto desde el ángulo fiscal como del financiero erradica los apoyos centrales de las
políticas industriales y del empleo.

“...La crisis financiera global pone en entredicho al canon neoliberal y la


forma de concebir hasta ahora a la globalización...”

En lo que toca a la política social, el paradigma establecido le asigna un


papel subordinado con respecto a las estrategias económicas. Cuando más, se
admite la formulación de programas que alivien a la pobreza generada por el propio
modelo económico, pero sin conceder derechos sociales exigibles ni justificar
acciones que la erradiquen por encima de los objetivos estabilizadores.

Sin embargo, al cabo del tiempo, las tercas realidades acaban por imponerse
a las construcciones sobrecargadas de ideología. La crisis financiera global pone en
entredicho al canon neoliberal y la forma de concebir hasta ahora a la globalización.
No existe aún consenso entre los gobiernos, ni entre los especialistas, sobre los
cambios paradigmáticos que debieran implantarse, ni sobre las salidas a la primera
recesión sincrónica de alcance planetario. Algunos ven el problema como un ciclo
recesivo quizás más agudo, pero sin implicaciones que fuercen al reemplazo de las
instituciones o poderes económicos dominantes: el sistema de mercado prevalecerá
sin alteraciones sustantivas.

Por supuesto, hay opiniones que postulan transformaciones mayores en los


sistemas económicos y políticos del mundo. La corrección de los excesos y las
inestabilidades de los mercados libres llevarán a modificar los valores y las normas
que conforman los sistemas de gobierno del futuro. Tales tesis reconocen que el
neoliberalismo, junto a la volatilidad de los mercados, concentró los beneficios
económicos en los estratos de alto ingreso, debilitó los impulsos al crecimiento e hizo
del consumismo -con su secuela de sobreendeudamiento de familias y gobiernos- la
fuente fundamental de un crecimiento disparejo, volátil e insostenible, aun entre los
miembros del Primer Mundo.

Por difícil que sea anticipar con alguna precisión el futuro, cuando se
contrastan las reglas del canon neoliberal con las políticas públicas de los países
líderes en respuesta a la depresión y se observa la traslación paulatina de las
capacidades económicas del mundo, es posible inferir el sentido general de las
mudanzas en gestación.

El criterio neoliberal de acotar al máximo el ámbito de acción económica de


los estados, queda vulnerado por las medidas anti-crisis de múltiples gobiernos, sea
para revitalizar la demanda, rescatar a instituciones financieras o apoyar a grandes
62

empresas en peligro de quiebra. Como consecuencia, la supuesta eficiencia de los


mercados en comparación con el Estado queda en entredicho y las fallas, en vez de
ser resueltas por los propios mercados, requieren de la intervención pública. Como
cualquier institución humana, ahora Estado y mercado resultan falibles.

También, ha sido rebasada la premisa neoliberal del equilibrio presupuestal y


de sus propósitos, no sólo para favorecer la estabilidad de precios, sino también para
reducir la autonomía económica de los gobiernos y trasvasar el meollo de la
administración macroeconómica a la política monetaria. Aquí se pasó por alto la nula
capacidad regulatoria de las políticas monetarias cuando las tasas de interés
alcanzan límites cercanos a cero, sea para evitar la recesión o contener la deflación.

En efecto, los bancos centrales usaron inútilmente sus instrumentos


ordinarios de acción frente a la crisis: redujeron las tasas de interés y pusieron a
disposición del sector financiero liquidez acrecentada; aligeraron las regulaciones de
elegibilidad del redescuento y de las garantías colaterales. Desesperados,
contravinieron a los criterios de limitar el financiamiento a los gobiernos y de no hacer
operaciones con negocios privados. Al efecto, echaron mano de medidas
extraordinarias: adquieren acciones o partes sociales de empresas, compran deuda
privada, toman instrumentos de deuda pública o inyectan recursos al rescate de
negocios empresariales, acciones, muchas veces financiadas con la simple emisión
monetaria.

En suma, el Primer Mundo incorpora medidas monetarias heterodoxas, así


como instrumentos keynesianos en contravención al monetarismo de pura cepa,
venciendo, incluso, la repulsión a los presupuestos desequilibrados y al
proteccionismo. Las previsiones del FMI, anticipan el déficit presupuestal promedio
de los países industrializados en casi el 9% de sus productos en 2009 (13.6% sólo
en los Estados Unidos y un déficit acumulativo de 9 miles de millones de dólares en
la siguiente década). El propio FMI recomienda a los gobiernos incrementar
keynesianamente su gasto en 2% del producto, como medida indispensable a la
recuperación de la demanda mundial. Diecisiete de los miembros del G-20 han
instrumentado alguna medida proteccionista. Muchos gobiernos forzados o de mutuo
propio, emprenden acciones que comienzan a generar devaluaciones competitivas y
volatilidad en los mercados cambiarios. En contraste, las autoridades mexicanas
siguen imperturbables desgravando importaciones y revaluando hasta donde puede 
el peso.

Por otro lado, la globalización con todos sus efectos positivos, trajo
consecuencias imprevistas, no siempre favorables. Una primera, consiste en alentar
desequilibrios enormes en las corrientes del comercio entre países que se
compensan con flujos financieros inversos, ambos insostenibles en el largo plazo. A
su vez, la alta movilidad de la inversión y de los recursos financieros dieron enorme
ventaja a las empresas y crearon el “outsourcing” global del empleo, una de las
causas del retraimiento generalizado de los salarios respecto a las utilidades en el
mundo.
63

Alrededor de 2.7 miles de millones de personas viven con ingresos inferiores


a dos dólares por día y la pobreza se acrecienta en muchas latitudes. Con
diferencias entre naciones, el desempleo y la desigualdad de ingresos ahogan al
mundo, aun en los países industrializados. Dos tercios de los miembros de la OECD
han visto acentuar sus disparidades distributivas, a paso y medida que ha decaído la
influencia política y la participación de los trabajadores en el producto. Los países
emergentes más exitosos han reducido la pobreza, pero han visto recrudecerse en
alto grado la desigualdad.

La tercera consecuencia de efectos a más largo plazo, se sintetiza en la


reconfiguración de los centros de poder económicos del mundo. Las matrices
productiva, del comercio exterior y de las finanzas se traslada de Occidente a los
países del este y sur de Asia. Ya en 2006, el valor agregado de China y La India
rebasaba a los dos tercios de la economía norteamericana o al 70% de la zona del
euro. Acaso, ya ha comenzado un proceso de transferencia de la primacía
económica hacia esos países, semejante a la que ocurrió en tiempos pasados entre
Holanda e Inglaterra y después entre este último país y los Estados Unidos.

“...El Estado mínimo deja de ser aspiración viable o razonable en términos


económicos y políticos, así como la confianza en la capacidad autocorrectiva de los
mercados...”

Las naciones del Primer Mundo abandonan el papel de proveedoras de


ahorros a los países periféricos para facilitar su desarrollo y, a la vez, mantener la
disciplina del orden económico internacional. Hoy parece prevalecer la situación
inversa por cuanto es el ahorro de los países del Tercer Mundo, el que sostiene la
inversión y el consumo de muchas naciones industrializadas. Y, sin embargo, ello no
se refleja todavía en las instituciones políticas y las normas del orden económico
mundial ni en las posiciones directivas de los organismos multinacionales.

Como dije, no puede predecirse el término de la depresión mundial ni los


cambios en normas e instituciones que sobrevendrán. Sin embargo, la dirección
general de las mudanzas parece menos imprecisa. Sin duda, sufrirán alteraciones
sustantivas, los modelos de desarrollo tipificados sea por la división entre las
funciones del Estado y del mercado, o por la inclinación de las políticas de desarrollo
entre las exportaciones o el consumo interno. El Estado mínimo deja de ser
aspiración viable o razonable en términos económicos y políticos, así como la
confianza en la capacidad autocorrectiva de los mercados. A su vez, las experiencias
exitosas de muchos países asiáticos parecen marcar el regreso de las políticas
industriales y del empleo.

Todo ello, constituye el preámbulo de un nuevo acomodo entre sociedades y


mercados que llevará consigo oleadas de innovación institucional.
Seremos testigos, quizá participantes, de intensas confrontaciones ideológicas.
Quiérase o  no, las mudanzas en las políticas públicas, llevan a configurar nóminas
distintas de ganadores y perdedores del juego económico que  inevitablemente
implica la ruptura de intereses creados. Así lo demuestra la recia oposición a la
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regulación de las remuneraciones de los funcionarios del sector financiero o los


escollos levantados en contra de la reforma al sistema norteamericano de salud,
propuestas ambas por el presidente Obama. O la confrontación de remedios y
perspectivas entre los países líderes que redujo los alcances de las medidas anti-
crisis de la cumbre del  G-20.

Aun así, el manejo macroeconómico de los gobiernos sufrirá paulatinamente


por igual cambios de significación. El monetarismo habrá de reconocer sus
limitaciones y abrir las puertas a la colaboración y hasta al predominio de las políticas
fiscales, regulatorias e intervencionistas de los estados. No se abandonará la lucha
por la estabilidad de precios, pero cobrarán estatura los objetivos del empleo o del
crecimiento.

En una palabra, el péndulo histórico ha invertido su curso, la política gana


algo del terreno arrebatado por dictados económicos inapelables. Comienza el fin de
la época de la desregulación y de la extrema libertad de los mercados; crece la
convicción de que el crecimiento no tiene por qué ir acompañado de desigualdad o
desempleo y que un Estado activista, con mayor autonomía, es condición ineludible a
la estabilidad de las economías y al bienestar de las poblaciones. En particular, la
educación y la salud recibirán considerable prelación. En contraste, el sector
financiero quedará sujeto a normas más estrictas, sea para moderar o evitar las
burbujas de los activos, someter a escrutinio a la banca de inversión y los fondos de
riesgo o frenar al apalancamiento excesivo de sus instituciones.

Habrá que esperar el impacto de la crisis y de sus remedios en el futuro


papel del sector financiero de las economías del Primer Mundo y los alcances de su
difusión internacional. Como mínimo, se atenuará la influencia de los fondos
bancarios y de inversión en hacer de la maximización del “shareholder  value”, el
objetivo único de todas las instituciones y empresas bajo su férula. Con alta
probabilidad se reducirán los estipendios escandalosos de los altos mandos
financieros y el libertinaje de los paraísos fiscales. De la misma manera, en el campo
fiscal el péndulo tenderá a inclinarse por acrecentar los tributos directos a los grupos
adinerados, como a compensar los deterioros del gasto social o de los sistemas de
pensiones. En el campo internacional acabarán por imponerse cambios al orden
global con mayores ingredientes normativos globales y con participación política
ampliada de los países en desarrollo.

En materia de política nacional, será difícil que ciudadanos de países


democráticos continúen avalando el desempleo, la prolongación del proceso de
concentración de ingresos, permitan pasivamente la volatilidad económica o los
ciclos destructivos recurrentes, así como la erosión ascendente de la autonomía de
los gobiernos. De ahí, la creciente inclinación de legislaturas y gobiernos por  mejorar
los instrumentos de protección a poblaciones y economía, en desmedro de las
soluciones puras de mercado.

Es posible que las medidas tomadas por la mayoría de las naciones


industrializadas pronto hagan tocar fondo a la crisis global e incluso que puedan
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restablecer parcialmente el status quo ante del sector financiero. Aun así, la
depresión será prolongada al depender de la reconstrucción pausada de instituciones
y políticas públicas a escala nacional y universal. Vivimos una inflexión histórica, un
gatopardismo invertido, en que nada volverá a ser lo mismo, aunque se quiera
resaltar el parecido. De nueva cuenta, México ha de sufragar los costos de
adaptación al cambio paradigmático que se nos viene  encima y asumir riesgos para
no quedar otra vez rezagado.
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BIBLIOGRAFÍA

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Ed. Anaya Editores. 2006.

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Ed. UTHEA. 1973.

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Ed. Trillas. 1988.

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Ed. Trillas. 2001.

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Ed. Porrúa. 1999.

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