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EL ÚLTIMO JEFE.

Luego del Combate de San Lorenzo, y habiendo sido canjeado por los prisioneros
realistas, pidió unirse al Regimiento de Granaderos como soldado raso, y según dice la
tradición, su primer uniforme fue el de uno de los Héroes caídos en el encuentro.
Durante 13 años de gloriosa campaña, siempre avalada por su arrojo y valentía,
ascendió en batalla desde soldado, hasta Coronel, siendo el último Jefe del Regimiento
de Granaderos a Caballo, durante el periodo de la Guerra de Independencia. Toda su
campaña militar la hizo luciendo el uniforme de Granadero. No supo lucir otro
uniforme, ni servir bajo otro estandarte.
Cuando en 1826, llegadas desde el Perú, las venerables reliquias de lo que quedaba del
Regimiento de Granaderos entraban a Buenos Aires, lo hicieron bajo sus órdenes. Poco
tiempo después el RGC era disuelto por orden de Rivadavia.
Es entonces que es enviado a comandar otra unidad de Caballeria. Y allí pronuncia
aquel memorable discurso de despedida a sus hombres:
"Amigos y compañeros de armas. Destinado por el Superior Gobierno de la República á
mandar el rejimiento número 4 de la campaña, vuestro coronel os dirije el mas tierno y
afectuoso adios. Esta es la vez primera que con el sentimiento mas profundo tengo que
despedirme de un rejimiento en que siendo uno de los simples soldados pundonorosos
llegué á obtener el mando honroso de Coronel sin que en 13 años de servicios, todos en
campaña, os haya causado mi conducta el menor motivo de sentimiento.
Mis amigos: la subordinacion, valor, disciplina y confianza con que habeis escitado la
admiracion en todas partes es lo único que os recomienda vuestro antiguo camarada.
Estas son las cualidades que deben lisonjear a todo buen soldado y con las que
descansan las glorias que adquirió nuestro cuerpo desde Montevideo hasta los Andes, y
desde estos hasta el Chimborazo, en San Lorenzo, Putaendo, Chacabuco, Talcahuano,
Maipo, Bio-Bio, Pasco, Pisco, Mirave, Riobamba, Pichincha, Junín y Ayacucho, á mas
de otros muchos en que se condujo de una manera siempre prodijiosa; y la
consideracion y aprecio del pueblo jeneroso á quien servimos y defendemos y en cuya
libertad han tenido una gran parte nuestros esfuerzos.
Adios, mis amigos. Cualquiera que sea la distancia que nos separe, no olvidéis a vuestro
coronel y ocupadle con aquella confianza que inspira un jefe que no conoció otro
estandarte que aquél que lleváis.
Si este recuerdo me obliga á verter lágrimas, serán enjugadas con el consuelo de la
obediencia y, lo que es mas, si consigue saber que merece vuestro aprecio y memoria."
Era Paraguayo, y había nacido un día como hoy, un 7 de noviembre de 1777.
En mayo de 1829 fue nombrado Jefe Militar de la ciudad de San Nicolas. Se mantuvo
en ese cargo hasta el 21 de noviembre de ese año, cuando muere de tuberculosis, a los
52 años. Fue sepultado en el cementerio adyacente a la Iglesia principal.
En 1835, dicho cementerio fue removido, hasta su actual ubicación de Alto Verde. En el
traslado sus sagradas reliquias se anonimizaron, y se perdieron para siempre.
Se llamaba José Félix Bogado.
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