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Disociación de componentes de mindfulness en el contexto de la preocupación


crónica

Chapter · April 2012

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Luis Ciria Jose Luis Mata


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DISOCIACIÓN DE COMPONENTES DE MINDFULNESS EN EL
CONTEXTO DE LA PREOCUPACIÓN CRÓNICA

Luis C. Delgado-Pastor**1, Luis Ciria*, Beatriz Blanca*, Jose Luis Mata*


y Jaime Vila*
*Universidad de Granada
**Universidad de Zaragoza/Universidad de Granada

Introducción
En el último cuarto de siglo las aplicaciones de mindfulness han proliferado en
muy diversos contextos, informándose de efectos beneficiosos en una gran variedad de
síntomas asociados a diferentes trastornos psicológicos, condiciones de estrés o
afrontamiento de enfermedades crónicas (Baer, 2003). En el abordaje científico de
mindfulness, se han propuesto diversos componentes y mecanismos de actuación.
Bishop et al. (2004) plantearon un constructo con dos componentes fundamentales para
mindfulness, regulación de la atención con el propósito de mantener su foco en la
experiencia presente y una actitud de curiosidad, apertura y aceptación de esa
experiencia. Baer (2003) propuso la exposición, el cambio cognitivo, la auto-
observación, la relajación y la aceptación. Shapiro, Carlson, Astin y Fredman (2004)
señalaron la atención, intención y actitud como los tres componentes claves. Brown,
Hözel et al. (2011) han considerado la auto-regulación de la atención, la conciencia
corporal, la regulación emocional -incluyendo reappraisal y exposición/extinción- y el
cambio en la perspectiva del Self. Además, otros autores han señalado la re-percepción,
el descentramiento o insight metacognitivo, la de-fusión cognitiva, o la autocompasión.
Toda esta diversidad conceptual, descrita arriba, hace compleja la investigación sobre
mindfulness y puede restar consistencia al constructo.
Existen diversos programas que han combinado las habilidades mindfulness y la
terapia cognitivo conductual (TCC) para el tratamiento de los trastornos de ansiedad, la
depresión, las adicciones o los trastornos de personalidad, por citar algunos ejemplos,
que han obteniendo resultados positivos. Sin embargo, para algunos autores la
integración de mindfulness en la TCC es una apuesta arriesgada al no contar con el
respaldo de la suficiente evidencia científica (Carmody, 2009). Aunque, reiteradamente

1
siulcar@hotmail.com
se ha señalado la necesidad de descubrir empíricamente los mecanismos de acción
subyacentes a la práctica de mindfulness, para nuestro conocimiento no existen estudios
que hayan formulado de una manera científica la pregunta de qué componentes de
mindfulness son los que resultan realmente efectivos para un contexto determinado, a
excepción del estudio de Sears y kraus (2009). El propósito de nuestro estudio ha sido
avanzar en esta dirección. Hemos disociado dos componentes de mindfulness que
consideramos fundamentales: la atención a la experiencia cognitiva del individuo –
metacognición- y la conciencia interoceptiva de las sensaciones –metainterocepción-.
Tal como sugiere Hözel et al. (2011) entendemos que estos dos componentes están
asociados a diferentes sustratos neurales y representan vivencias claramente
diferenciadas para el individuo. Para implementar dicha disociación nos hemos servido
de la aplicación de mindfulness al tratamiento de la preocupación crónica basándonos en
nuestra experiencia previa (Delgado et al., 2010).

Método
Participaron de forma voluntaria 45 mujeres estudiantes universitarias con una
media de 21,5 años y DT = 3,94, con puntuaciones elevadas ( > 61) en el Penn State
Worry Questionnaire (PSWQ; Meyer, Miller, Metzger, y Borkovec, 1990). Los
participantes fueron asignados aleatoriamente a tres grupos: Entrenamiento mindfulness
cognitivo, entrenamiento mindfulness interoceptivo y grupo control. El entrenamiento
consistió en 2 horas semanales durante un periodo de 3 semanas. A todos ellos se les
realizó una evaluación psicológica y fisiológica antes y después de la intervención.
Además del PSWQ, los participantes completaron los siguientes cuestionarios: (a) Beck
Depression Inventory (BDI; Beck, Rush, Shaw y Emery, 1979); (b) Positive and
Negative Affect Schedule (PANAS; Watson, Clark y Tellegen, 1988); (c) Escala de
estrés percibido (EEP; Cohen, Kamarck y Mermelstein 1983); (d) Mindfulness
Attention Awareness Scale (MAAS; Brown y Ryan, 2003); y (e) Frieburg Mindfulness
Inventory (FMI; Walach, Buchheld, Buttenmüller, Kleinknecht y Schmidt, 2006). Las
principales medidas fisiológicas analizadas fueron: (a) Tasa Cardíaca, (b) Variabilidad
Cardiaca, y (c) Sinus Arritmia Respiratorio. Los participantes pasaron por un test
psicofisiológico antes y después del programa de intervención. La secuencia del test fue
la siguiente: (a) Línea base; (b) Periodo worry; y (c) Periodo practica mindfulness –
cognitivo, interoceptivo o condición control-.
Resultados
Medidas de autoinforme
Los participantes del grupo interoceptivo puntuaron significativamente más bajo
que el grupo control en preocupación crónica (p < .019), síntomas depresivos (p < .003),
estrés percibido (p < .03) y afecto negativo (p < .002), y significativamente más alto en
mindfulness (p < .01) –ver Tabla 1-.
Tabla 1. Puntuaciones medias (desviaciones típicas) de los participantes en
las medidas de autoinforme en función del grupo de intervención y el
momento de evaluación.

PSWQ BDI PANAS EEP FMI MAAS


EVALUACION (N)
Grupo PRE 67.2 12.4 24.7 29.6 32.9 51.1
Control (4.0) (7.8) (6.6) (7.6) (4.8) (13.8)
POST 64.6 11.5 25 30.7 32.6 50.4
(8.5) (7.8) (7.2) (5.3) (4.3) (14.4)
Grupo PRE 67.5 13.7 29 32.6 29.6 56.7
Mindfulness (5.4) (8.4) (8.0) (6.8) (6.2) (10.8)
Cognitivo POST 59.5 8.5 24.1 28.1 34.1 53.6
(9.0) (7.2) (7.7) (6.2) (7.6) (9.4)
Grupo PRE 67.8 15.3 29.9 32.2 28.7 49.2
Mindfulness (3.9) (6.8) (8.0) (6.3) (5.4) (12.2)
Interoceptivo POST 57.9 8.0 23.6 26.2 34.4 55.4
(6.5) (4.4) (3.0) (5.4) (4.0) (8.1)

Los participantes del grupo cognitivo obtuvieron puntuaciones significativamente


más bajas que el grupo control en síntomas depresivos (p < .039) y afecto negativo (p <
.02), y superiores en mindfulness (p < .033). No se encontraron diferencias
significativas entre el grupo interoceptivo y el grupo cognitivo en ninguno de los
cuestionarios –ver tabla 1-.
Medidas fisiológicas
Destacamos los siguientes resultados: (a) Una reducción significativa de la tasa
cardiaca en el grupo interoceptivo respecto al grupo control (p < .001) que, sin embargo,
mostró un incremento; no se apreciaron cambios relevantes en el grupo cognitivo; (b)
Índices de variabilidad significativamente más altos en el grupo interoceptivo en
comparación con el grupo control (p < .009), y marginalmente significativos más altos
en comparación con el grupo cognitivo (p < .067); y (c) Un incremento significativo del
Sinus arritmia para el grupo interoceptivo respecto al grupo control (p < .03) y al grupo
cognitivo (p < .033).
Gráfica 1. Resultados expresados en términos de puntuaciones diferenciales con respecto a los mismos
periodos del test pre-intervención (LB: Línea de Base; W: Worry; M: Mindfulness).

Conclusión
El estudio pone de manifiesto que, en el contexto del tratamiento de la
preocupación crónica mediante mindfulness, el componente interoceptivo, aplicado
aisladamente, es superior al componente cognitivo. Este resultado permite avanzar en el
conocimiento de los mecanismos explicativos de la efectividad terapéutica de
mindfulness. Ya era conocido, que el entrenamiento en mindfulness como tratamiento de
la preocupación crónica procuraba a los participantes una mejora en los síntomas
clínicos y en determinados índices de regulación somática y autonómica (Delgado et al.,
2010). El presente estudio muestra que aunque ambos componentes de mindfulness,
aplicados aisladamente, mejoran los aspectos clínicos (medidos a través de
cuestionarios) de las personas con alta preocupación, solo el componente interoceptivo
del entrenamiento es el que está asociado a la mejora de los índices fisiológicos de
regulación autonómica. Este resultado supone un dato importante a tener en cuenta para
futuras aplicaciones de mindfulness.

Referencias
Baer, R. (2003). Mindfulness training as a clinical intervention: A conceptual and empirical review.
Clinical Psychology: Science and Practice, 10, 125-143.
Beck, A. T, Rush, A. J., Shaw, B. F. y Emery, G. (1979). Cognitive therapy of depression. New York:
Guilford Press.
Bishop, S. R., Lau, M., Shapiro, S., Carlson, L., Anderson, N. D., Carmody, J., Segal, V.Z., Abbey, S.,
Speca, M., Velting, D. y Devins, G. (2004). Mindfulness: A proposed operational definition.
Clinical Psychology: Science and Practice, 11, 230-241.
Brown, K. W. y Ryan, R. M. (2003). The benefits of being present: Mindfulness and its role in
psychological well-being. Journal of Personality and Social Psychology, 84, 822-848.
Cohen, S., Kamarck, T. y Mermelstein, R. (1983). A global measure of perceived stress. Journal of health
and social behavior, 24, 385-396.
Delgado, L. C., Guerra, P., Perakakis, P., Vera, M. N., Reyes del Paso, G., y Vila, J. (2010). Treating
chronic worry: Psychological and physiological effects of a training programme based on
mindfulness. Behaviour Research & Therapy, 48, 873-882.
Hözel, B.K., Lazar, S. W., Gard, T., Schuman-Olivier, Z., Vago, D.R. y Ott, U. (2011). How does
mindfulness meditation work. Proposing mechanisms of action from a conceptual and neural
perspectiva. Perpectives on Psychological Science, 6, 537-559.
Meyer, T. J., Miller, M. L., Metzger, R. L. y Borkovec, T. D. (1990). Development and validation of the
Penn state worry questionnaire. Behaviour Research and Therapy, 28, 487-495.
Roemer, L. y Orsillo, S. M. (2002). Expanding our conceptualization of and treatment for generalized
anxiety disorder: Integrating mindfulness/acceptance-based approaches with existing cognitive-
behavioral models. Clinical Psychology: Science and Practice, 9, 54-68.
Shapiro, S.L., Carlson, L., Astin, J.A. y Freedman. (2006). Mechanisms of Mindfulness. Journal of
Clinical Psychology, 62, 373-386.
Sears, S. y kraus, S. (2009). I Think Therefore I Om: Cognitive Distortions and Coping Style as
Mediators for the Effects of Mindfulness Meditation on Anxiety, Positive and Negative Affect, and
Hope. Journal of Clinical Psychology, 65, 561-573.
Segal, Z.V., Wiliams, J.M.G. y Teasdale, J.D. (2002) Mindfulness-based cognitive therapy for depresión.
Nueva York: Guilford Press.
Walach, H., Buchheld, N., Buttenmüller, V., Kleinknecht, N. y Schmidt, S. (2006). Measuring
mindfulness-The Freiburg Mindfulness Inventory (FMI). Pers indiv diff. 40, 1543-55.
Watson, D., Clark, L. A. y Tellegen, A. (1988). Development and validation of brief measures of positive
and negative affect: the PANAS scales. Journal of Personality and Social Psychology, 54, 1063-
1070.

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