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Procuración General de la Nación

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Buenos Aires, de de 2022.

El expediente CUDAP: EXP-MPF: 1920/2022 caratulado “Secretaría


Disciplinaria y Técnica s/ su presentación en relación con hechos que habrían [ocurrido]
en la jurisdicción de Salta que involucrarían al fiscal federal doctor Francisco Snopek”,
del registro de la Mesa General de Entradas, Salidas y Archivo de Actuaciones
Administrativas de esta Procuración General de la Nación;

Y CONSIDERANDO QUE:
I
El Fiscal General con funciones de coordinación de la Fiscalía de Distrito de Salta,
doctor Eduardo José Villalba, hizo saber a este organismo que -según había trascendido
en medios de comunicación locales—se habrían iniciado actuaciones penales respecto de
“un fiscal federar* de esa jurisdicción por violencia hacia su esposa e incidentes con el
personal policial que había intervenido con motivo de un llamado telefónico relacionado
con esos hechos (fs. 3).
Por medio de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género N° 2 de Salta,
interviniente en el caso, se tomó conocimiento de que personal policial había denunciado
al doctor Francisco Santiago Snopek con motivo de la intervención de aquellos
funcionarios, entre el 22 y el 23 de mayo, durante un episodio de violencia intrafamiliar
y por razones de género que habría tenido como damnificada a la esposa del fiscal (AP
N° 528-529-530-531/22) (fs. 8/vta.).
Se obtuvieron copias digitalizadas de la causa (c£ fs. 158/159). Allí, obra un
informe por el que se puso en conocimiento de la jefa de la Subcomisaría de Grand Bourg
cómo se desarrollaron los hechos cuando el personal policial concurrió al domicilio de
Snopek el 22 de mayo, junto con fotografías de los objetos dañados (fs. 1/2); denuncias
y actas de declaración testimonial del Sargento Ayudante Ariel Cristian Gallardo (fs. 5 y
28/29 vta.), Sargento Mónica Alejandra Mamani Erazo (fs. 6/7 y 32/33 vta.), Cabo Diego
Hernán Valencia (fs. 8/9 y 30/31 vta.), Oficial Subayudante Luciano Emanuel Benicio
/II y 23/24 vta.), Suboficial Mayor Diego Germán Lugo (fs. 25/vta.), Agente
o Miguel Angelo (fs. 26/27), Comisario Sergio Raúl Ruiz (fs. 34/35), Oficial
Subayudante Luis Femando Liendro (fs. 38/39); actas de las declaraciones testimoniales
de A.M.S., esposa del fiscal (fs. 3), y de la madre de aquélla (fs. 79/80 vta.); acta labrada
por la comparecencia de A.M.S. ante la Fiscalía interviniente (fs. 185/vta.); impresión de
Informes de Sucesos N° S:7013296, S:7013461 y S:7013442 (fs. 186/201); informe de
Intervención Profesional a A.M.S., en el que se concluye que “existe un alto nivel de riesgo de
que vuelvan a suceder hechos de violencia en la pareja' (fs. 18/19 vta.) e informe socio ambiental
y contextual de Snopek y A.M.S. (fs. 220/225 vta.). Asimismo, se incorporaron
fotografías, grabaciones de voz y filmaciones tomadas por los policías durante su
intervención en el domicilio de Snopek (fs. 177/179).
De tales actuaciones surge que, la noche del 22 de mayo, Snopek se comunicó
telefónicamente con el Sistema de Emergencias 911 y manifestó que su esposa estaba
“violenta' y “rompiendo todo”.
En primer término, fueron derivados al domicilio el Sargento Ayudante Ariel
Cristian Gallardo, el Cabo Diego Hernán Valencia y la Sargento Mónica Alejandra
Mamani Erazo. Allí fueron recibidos por Snopek, quien les indicó que su esposa estaba
con una “crisis nerviosdy y “agresivd\ y había provocado daños. Por la forma de expresarse
del fiscal y por advertir que tenía aliento etílico, el personal policial consideró que se
encontraba en estado de ebriedad. Mientras intentaban que él diera precisiones sobre el
motivo de su llamado, salió del domicilio A.M.S., esposa de Snopek, llorando con un
bebé en brazos, quien dijo que los hechos no habían sucedido como lo había señalado su
marido.
Mamani Erazo se dirigió al interior del domicilio para entrevistarse con A.M.S.,
mientras Valencia se quedó con el fiscal afuera, hasta que éste ingresó también al
domicilio y el funcionario lo siguió. Allí observaron objetos dañados (un candelabro,
cuadros, una maceta) y cierto desorden.
Ya dentro del domicilio y en presencia de los efectivos policiales, el fiscal le dijo a
su esposa “sos una loca, sos una en ferm a y ella le respondió —con sarcasmo—“sí, soy una locd’
tras lo cual exhibió un corte en la zona del codo y un golpe en su cabeza para indicar que
había sido lesionada. Ella les expuso que Snopek se había puesto agresivo y violento, la
había empujado contra la pared y provocado dichas lesiones. También manifestó que no
era la primera vez que él actuaba de esa manera hacia ella y que tenía antecedentes de
violencia contra su ex esposa.
Mamani Erazo subió al dormitorio junto con A.M.S. y, allí, ésta le explicó que,
mientras dormía en su habitación junto con el bebé, recibió un llamado telefónico de
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nopek, quien se encontraba alcoholizado en la planta baja del inmueble, para que bajase
limpiase “un líquido que se encontraba sobre un aparador?\ Ella sostuvo que, al intentar
satisfacerlo, él la empujó contra la pared, a consecuencia de lo cual se le produjo un corte
en la zona del codo derecho y se golpeó en la sien del mismo lado, y le exhibió las secuelas
(cf. AUD-20220527-WA0070 donde se escucha a quien sería AM .S. explicar cómo él
rompió candelabros y cuadros, la empujó y la lastimó, y AUD-20220527-WA0066, min.
9:15 cuando se escucha a quien sería AM.S. señalar dónde se había lastimado). Ella
reiteró que no era la primera vez que su esposo la agredía físicamente y que tenía
antecedentes similares contra su anterior esposa. Sin perjuicio de ello, expuso que no
radicaría la denuncia penal para no perjudicar la carrera profesional de su esposo ni a sus
hijos (cf. AUD-20220527-WA0066, min. 9:15).
Mientras dialogaba con la funcionaría policial, A.M.S. se comunicó con su madre,
a quien la funcionaría le solicitó que concurriera al domicilio porque su hija no quería
retirarse del lugar y ellos debían resguardarla. La agente policial describió que A.M.S/
estaba bajo una crisis nerviosa y temblaba.
Antes de subir al dormitorio, AM.S. les dijo que su esposo era fiscal federal.
Cuando ellas subieron, Snopek salió del domicilio, molesto, con pretensiones de retirarse
en su automóvil. Valencia le indicó que no lo hiciera hasta aclarar la situación, ante lo
cual el fiscal lo empujó y le preguntó quién era él para impedírselo. Gallardo, que había
presenciado la escena, colaboró con Valencia para impedir que el fiscal se retirase, motivo
por el cual comenzó a agredirlos verbalmente ^ sos un negro de m ierdd’ o “sos un enfermo') y
proferir amenazas (‘íp asóme tu nombre quey o voy a hacer que te echen de la fuer%cT\ “no sabés con
quién te estás metiendo”) (cf. AUD-20220527-WA0066, min. 16:30, donde se escucha a
AM .S. decir que ella había visto por la ventana cómo Snopek había insultado a los
policías).
Los policías consideraron necesario, dado el estado del magistrado, al que
calificaron de “incontrolable”, solicitar la concurrencia de un oficial superior.
En respuesta a ese llamado, acudió el oficial de servicio Sub Ayudante Luciano
Emanuel Benicio, junto con el chofer Suboficial Mayor Diego Lugo y el Agente Franco
y

Angelo. Al ingresar por el portón de acceso al inmueble, Benicio observó que Snopek
insultaba a sus compañeros que habían llegado en primer término. Sin dirigirle la palabra,
Benicio ingresó al domicilio y subió al dormitorio para tomar contacto con A.M.S., quien
a junto con Mamani Erazo, llorando.
Mientras estaban entrevistando a A.M.S., se presentó Snopek, de manera agresiva,
solicitándoles que se retirasen del dormitorio, oportunidad en la que AM.S. rompió en
llanto y le suplicó que se tranquilizase porque se encontraba presente su hijo bebé.
También le expresó que no radicaría la denuncia y así logró calmarlo. Snopek, empujó a
la mujer policía para que se retirase de allí.
Luego de conversar con AJVLS., Benicio bajó al living de la casa para tranquilizar
a Snopek, explicarle que su esposa no radicaría la denuncia y labrar un acta. Él salió de la
casa, cerró con llave el portón de acceso a la propiedad y la puerta de ingreso a la vivienda,
y dijo “que no entraba ni salía nadie”. En ese momento, A.M.S. rompió en llanto nuevamente
y comenzó a temblar.
Benicio afirmó que en todo momento Snopek invocaba su carácter de fiscal
federal para amenazarlos con hacerlos echar de la policía.
Los agentes comprobaron que las puertas estaban cerradas con llave y le
solicitaron a Snopek que las abriera, pero se negó y estuvieron en esa situación por unos
diez a quince minutos, mientras intentaban calmarlo. Encerrados dentro de la vivienda
quedaron Benicio y Mamani Erazo y, en el exterior, pero dentro del inmueble, Valencia.
Mientras tanto, el Suboficial Mayor Lugo se dirigió a la comisaría en el móvil para
buscar al Sub Ayudante Luis Liendro y conducirlo hasta el lugar. Liendro, a su vez, se
comunicó con el jefe de tumo, Comisario Sergio Ruiz, pues había tomado conocimiento
de lo que estaba sucediendo por parte de Benicio.
Cuando Liendro llegó al lugar tomó contacto con el Agente Angelo, quien le relató
lo que estaba ocurriendo.
Unos minutos más tarde, arribaron el Comisario Ruiz y la madre de A.M.S.
Snopek se dirigió hacia la puerta con intenciones de abrir, pero se dio cuenta de
que estaba cerrada, por lo que le dijo a Benicio, “vos negro empleado del estado, anda a traerme
la llave, para eso te pagan \ pero él no se movió del pie de la escalera para evitar que Snopek
subiera al dormitorio. Finalmente, el fiscal advirtió que las llaves estaban en su poder y
permitió el ingreso al domicilio del comisario y su suegra.
Snopek negó el ingreso a Liendro, quien permaneció afuera de la propiedad junto
con Valencia.
A.M.S descendió a la planta baja del inmueble para labrar el acta. Mamani Erazo
permaneció en el dormitorio al cuidado del bebé, a pedido de A.M.S., porque tenía temor
del proceder de Snopek (debido a las circunstancias en las que se encontraba) hacia el
bebé. Allí, Snopek llamó “enferme?’ a su esposa y le dijo que tenía “problemas mentales”. Ella
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i ndicó al personal policial que en el baño había objetos dañados por él (cuadros y una
maceta, mientras que en el piso de la cocina observaron vidrios rotos y tierra, cf. AUD-
0220527-WA0066, min. 19:30 cuando se escucha a quien sería AM .S. preguntar a
nopek dónde estaba lo que había roto, lo que había “revoleado”).
Dado que el fiscal se negó a retirarse deí domicilio, abandonaron el lugar su
esposa, su hijo y su suegra, quienes se llevaron a los dos perros por temor a que él los
maltratara como, según los dichos de A M S ., había ocurrido en otras ocasiones.

II
Al serle requeridas explicaciones desde este organismo, Snopek negó, en primer
término, que en su familia se hubiera vivido alguna situación de violencia de género y
sostuvo que no había existido “intercambio de opiniones graves ni mucho menos lesiones, agresiones,
etc., que ameriten el actuar de la justicia ni de alguna fuerza de seguridad’ (fs. 162/170). Afirmó
que había pedido ayuda al sistema 911 “para evitar que algunas discusiones pasen a mayor
(creyendo que iba a arribarpersonal especializado en la materia.. ya que “[(jan sólo quería que con
la ayuda de personal especializado se logre calmar la angustia parcial de la pareja al hablar sobre
determinado tópico”.
Mencionó que, al ingresar el personal policial a su domicilio, uno de ellos le había
dado un empujón, motivo por el cual le había negado el ingreso. En ese momento,
sostuvo, había requerido al personal femenino que hablara con su esposa, sin poder
explicarle los motivos por el estado emocional en el que él se encontraba. Cuando
posteriormente ingresaron dos policías más y subieron directamente al dormitorio, dijo
que “no [le] provocógracid\ por lo que les pidió que se retirasen de ahí, a lo que se habrían
negado. Mencionó que, a pesar de que el fiscal en turno había dispuesto sólo “labrarparte
informativo y retirarse”, habían permanecido allí. Explicó que, cuando escuchó que habían
convocado al comisario, como los funcionarios entraban y salían de su domicilio pese a
sus incesantes pedidos de que se retirasen, cerró el portón con llave hasta que aquél
llegase. Refirió que uno de los agentes había intentado abrir un cajón y otros habían
tomado filmaciones, “subrepticia, ilegítima e ilegalmente\
Desde su perspectiva, un simple pedido de ayuda al diálogo se había
transformado en la violación a la intimidad, a la propiedad y al respeto, por las
instituciones.
Negó que hubiera existido un pedido de su esposa para que ingresasen o se
ran en su domicilio.
Expuso circunstancias personales de contexto por las que estaba atravesando el
matrimonio. Vinculó las publicaciones sobre estos hechos con motivaciones relativas al
sentido de su intervención en algunas causas que allí refirió.
Por todo ello, solicitó que se estuviera a la resolución de la causa penal por
considerar que es “el sustrato de este nuevo proceso” y estaba “enpleno trámite'

III
Se dio intervención al Consejo Evaluador, cuyos integrantes -por mayoría-
sugirieron que se dispusiera la apertura de la instancia ante el Tribunal de Enjuiciamiento
del Ministerio Público Fiscal de la Nación respecto del doctor Snopek y que se solicitase
que se lo suspendiera en el ejercicio de sus funciones.
Mencionaron que el objeto bajo análisis está constituido por los episodios de
violencia de género que habría protagonizado el fiscal contra su actual esposa y los demás
actos contra el personal policial que acudió a la escena.
En relación con la situación de la violencia que Snopek habría dirigido a su
esposa, evaluaron que, por su gravedad, requería una respuesta institucional rápida y
efectiva. En primer lugar, sostuvieron, “porque debe ser compromiso de todo el Estado argentino,
no sólo sancionar y erradicar toda violencia contra la mujer,; sino, en lo que aquí más interesa (...),
prevenirla, tal como lo indican los instrumentos internacionalesy su adopción en el ámbito interno (Ley
24632)”. En ese sentido, consideraron necesario que se adoptasen medidas a tal fin en el
ámbito de actuación de este organismo, para evitar la reasunción de sus funciones en la
fiscalía.
Destacaron, como peculiaridad de este caso, que al menos parte de la violencia
verbal y simbólica contra la mujer había ocurrido en tiempo real, ante el personal policial
y quedado documentada. Por ejemplo, destacaron la negativa de Snopek “a irse del hogar
en una situación conflictiva, frente a la alternativa de que se vaya su esposa con el bebé de cuatro meses,
la atribución de que ella estaría loca, la desestimación despectiva hada las mujeres cuando se menciona a
otra que sería testigo de otros actos de violencia anteriores delfiscal, etcétera’. En cuanto a la violencia
física, señalaron que habría ocurrido minutos antes y sus efectos en el relato de la víctima
habían sido observables de primera mano y de inmediato por los funcionarios, además
de quedar registrados en sus dichos.
Valoraron la nota firmada por dos fiscales de la jurisdicción y la medida de
alejamiento dictada por el poder judicial respecto de una defensora oficial como
demostración de que se percibía una imposibilidad de mantener un ámbito de trabajo
>eguro.
Gtaron los compromisos asumidos por el Estado Nacional en la materia,
specíficamente, el artículo 7 de la Ley 24632 que aprobó la Convención Interamericana
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Convención de Belém
do Pará) por el cual el Estado tiene que, entre otros deberes pertinentes “actuar con la
debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer*' y “adoptar las
medidas administrativas apropiadas que sean del caso”; la Ley 27580 que aprobó el Convenio
sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo; el Convenio 190
adoptado por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, del
21 de junio de 2019, cuyo artículo 8 impone la adopción de “medidas apropiadas para prevenir
la violenciay el acoso en el mundo del trabajó\
En cumplimiento de esos compromisos, afirmaron, resulta fundamental
asegurar, en el ámbito de este organismo y hasta tanto se resuelva acerca de la
responsabilidad del fiscal Snopek, que sea suspendido preventivamente en el ejercicio de
su función (art. 72 del reglamento disciplinario aprobado por Res. PGN 2627/15).
En cuanto al caso, consideraron que, más allá de lo que se determine en la causa
penal, justificaba la iniciación de un procedimiento disciplinario concomitante. Y la
gravedad de las imputaciones, el marco probatorio preliminar y los deberes de protección
asumidos por el Estado argentino, sostuvieron, toman imperativa la apertura de la
instancia ante el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal de la Nación
(art 30 y concordantes del reglamento citado).
Concluyeron que, de este modo, se puede asegurar eficazmente el cumplimiento
de los compromisos de prevenir e investigar toda forma de violencia contra la mujer en
el ámbito de este organismo y llevarlo a cabo con una debida perspectiva de género, al
tiempo que asegurará también, por su propia naturaleza, el ejercicio del derecho de
defensa amplio del fiscal.

IV
En la causa penal referida al inicio de esta resolución, se dictó el sobreseimiento
de Snopek por los delitos de daño, resistencia a la autoridad y privación ilegítima de la
libertad agravada por amenazas, por aplicación de la excusa absolutoria entre cónyuges y
por considerar que los hechos analizados no podían ser subsumidos en esos tipos penales,
ivamente.
Específicamente respecto de las declaraciones agraviantes, discriminatorias o
descalificantes de Snopek hacia el personal policial, la juez consideró que “ellopodría indicar
calidades personales o morales del aquí investigado, pero de ninguna manera constituyen un ilícito penal
punible
Finalmente, no hizo lugar a nulidades planteadas por la defensa sobre cuestiones
de procedimiento e incorporación de grabaciones y filmaciones que efectuaron los
funcionarios policiales durante su actuación, y rechazó una excepción de falta de acción
por no haber sido debidamente promovida respecto de las lesiones leves agravadas por
el vínculo yen razón del género, decisión que no se encuentra firme aún.

V
Como cuestión preliminar, cabe responder al pedido de Snopek de que se
suspenda el trámite de las actuaciones disciplinarias a la espera de la resolución definitiva
de la causa penal.
Esa facultad, como excepción, surge del artículo 18 del reglamento disciplinario
que prevé que se “podrá disponerfundadamente (...) la suspensión del trámite disciplinario a resultas
de la causajudicial o de las conclusiones de las diligencias que allí se lleven a cabo, según correspondí.
La distinta naturaleza y fines de la decisión que se adoptará en este ámbito en
relación con el jurisdiccional, y la significación jurídica de las conductas atribuidas al
doctor Snopek desde el punto de vista disciplinario que va más allá de su eventual carácter
delictivo, autorizan a valorar en forma autónoma la prueba obtenida en sede judicial.
En tales condiciones, teniendo en cuenta las demás circunstancias puestas de
manifiesto por el Consejo Evaluador acerca de las características y gravedad de los
hechos, su grado de comprobación y lo establecido por las convenciones internacionales
que cita acerca de la necesidad de su sanción y prevención, no corresponde la suspensión
del trámite solicitada.
a. De la prueba que se detalló en el primer apartado, surgen los hechos que se
describen a continuación con relevancia desde el punto de vista disciplinario, sin perjuicio
de que, además, algunos de ellos puedan configurar un delito.
(i) En estado de ebriedad, Snopek despertó a su esposa, que estaba durmiendo
junto a su hijo de cuatro meses, para que limpiara un líquido vertido en un mueble.
Cuando se disponía a hacerlo, la empujó contra una pared, lo que le provocó golpes y
heridas leves. También destruyó objetos que había allí (incluido una maceta con un árbol
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Procuración General de la Nación

Rlggffirño de gran valor afectivo) y, luego, llamó al sistema de emergencias para


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Anunciarla como agresora.
(ii) Snopek se dirigió a los policías, que habían sido convocados a su domicilio
p ¿r su llamado al sistema de emergencias, como “negro de m ierd a o “enfermo”, hizo
referencia a su cargo de fiscal federal para intentar disuadirlos de que cumplieran con su
deber y amenazarlos con hacerlos echar de la fuerza policial, y los encerró en su domicilio
injustificadamente mientras cumplían con sus funciones, a pesar de la indicación de que
no lo hiciera.
b. Los hechos que se tienen por comprobados configuran violaciones al deber
de observar buena conducta, prevista como condición para permanecer en el cargo de
fiscal (arts. 13 de la Ley 24946 y 62 de la Ley 27148, yart. 2 del reglamento disciplinario
aprobado por Res. PGN 2627/15), lo cual constituye una reglamentación del artículo 120
de la Constitución Nacional, en función de lo previsto en el artículo 16, que exige la
idoneidad - a su vez- como condición para ocupar el cargo.
Por ello, esa condición de poseer idoneidad para acceder y permanecer en la
función pública, genera que su pérdida implique, necesariamente, la del empleo. Este
requisito de orden constitucional informa las normas de inferior jerarquía que prevén los
deberes expresos o implícitos que deben regir la función.
Como consecuencia de lo señalado, el nuevo catálogo legal de faltas leves y graves
(Ley 27148) no puede ser considerado un numerus clausus. En otras palabras, esa
descripción sólo significa que cada una de ellas debe ser valorada de ese modo (leve o
grave), pero de ninguna manera supone que otras conductas, que constituyen faltas leves
o graves no previstas allí, no puedan ser calificadas del mismo modo.
Ello surge, no sólo de la exigencia constitucional de idoneidad a la que se hizo
referencia, sino de la interpretación sistemática de la mis nía ley, a la luz del principio
enunciado relativo a la buena conducta como condición de estabilidad en el cargo de
magistrado y, como contracara, a la inconducta como fundamento de una sanción
disciplinaria o la remoción. \
Aquí no se desarrollaron solamente hechos de la vida privada o familiar con
repercusión pública. También sucedieron otros de la esfera pública, por el modo de
Snopek de dirigirse y comportarse frente al personal policial que acudió al lugar por su
propio llamado y se encontró con una situación familiar conflictiva, con lesiones y
agresiones, un menor presente, y el entorpecimiento de su actuación en el cumplimiento
(i) En cuanto a los hechos que tuvieron como víctima a A.M.S., esposa de Snopek,
cabe señalar que, a pesar de haber sido cometidos dentro del marco de la intimidad propia
de una relación de pareja, no están exentos de juicio disciplinario porque se trata de una
conducta absolutamente inapropiada para un fiscal, que se inscribió en un marco de
violencia física, verbal y psicológica, en una situación de total desigualdad porque el bebé
estaba presente y al cuidado de su madre, y porque fue expuesto a la vista de los
funcionarios policiales que acudieron al domicilio por su propio llamado. En este sentido,
cabe recordar que los magistrados deben velar por su buen nombre y honor en todos los
ámbitos en los que se desenvuelven y evitar comportamientos o actitudes que ofendan a
otros o comprometan su autoridad.
La gravedad de estos hechos radica no sólo en que objetivamente tuvieron la
entidad para desestabilizar emocionalmente a cualquier mujer que se encontrara en tales
circunstancias, sino especialmente en el ejercicio de la violencia física, verbal y psicológica
hacia su esposa, quien se encontraba al cuidado del hijo de ambos, de cuatro meses de
edad.
Ello, en el marco de un contexto que quedó expuesto en el informe de
Intervención Profesional practicado con base en la entrevista mantenida con A.M.S., del
que surge que existen los siguientes indicadores: violencia cronificada y con escalada en
ella, incremento de su frecuencia, violencia verbal, física y emocional, consumo abusivo
de alcohol por parte de Snopek y antecedentes de él de violencia con parejas anteriores
(fs. 18/19 vta. de la causa).
También es revelador de su forma de proceder que, en el medio de la discusión,
cuando AM.S. mencionó que ella lo denunciaría “esta ve^ -porque habían existido
antecedentes similares-, él llamó al 911 para denunciar que ella estaba “violen té y
“rompiendo todo” (cf. AUD-20220527-WA0Q66, min. 13:40 yfs. 186 de la causa).
A diferencia de lo expuesto por el fiscal al dar explicaciones, su llamado al sistema
de emergencias no tuvo por finalidad que personal especializado asistiera a la pareja o
contuviera a su esposa, sino que consistió en la denuncia de que su esposa estaba violenta
y “rompiendo todo”. Por ello, la mirada de Snopek sobre el suceso (tal como la expuso aquí)
no justifica su proceder sino, por el contrario, pone de manifiesto que como la actuación
de los policías y la actitud de su esposa no se desarrollaron como él esperaba cuando
llamó al 911., él cambió el significado de sus acciones.
La postura que aquí se adopta sobre estos hechos, además, coincide con la
decisión del Juzgado de Violencia Familiar y de Género de la Tercera Nominación de
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Ministerio Público
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ílta de prohibir a Snopek acercarse AM .S. (fs. 50/51), que al día de la fecha se encuentra
igente.
Dado que este organismo debe velar por la vigencia de la Constitución Nacional
y|os instrumentos internacionales de derechos humanos (art. 1 de la Ley 27148), resulta
particularmente intolerable la conducta de Snopek en el marco de los compromisos
asumidos por el Estado Nacional para prevenir, investigar y erradicar la violencia contra
la mujer (Ley 24632 que aprobó la Convención Interamericana para prevenir, sancionar
y erradicar la violencia contra la mujer, denominada Convención de Belém do Pará, como
así también la Ley 26485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones
interpersonales y su Decreto Reglamentario N° 1011/10).
(ii) En cuanto a los hechos relativos a la actitud o conducta de Snopek hacia los
policías que concurrieron a su domicilio por su llamado al sistema de emergencias, la
inconducta se manifestó en un atentado contra la autoridad policial, mediante la
invocación de su posición de magistrado federal, dando lugar a una situación de
verdadero escándalo.
En tal sentido, cabe señalar que el significado de los hechos y su gravedad surge
del relato efectuado, dada la condición de Snopek de fiscal, así como también su ineptitud
para continuar desempeñando el cargo.
Esa falta de idoneidad queda en evidencia a partir de la manera en que se condujo
frente a la autoridad en general y hacia los funcionarios policiales en particular, auxiliares
de la justicia, mientras ejercían legítimamente sus funciones. Se alzó contra ellos, los
insultó y amenazó, mientras intentaba hacer valer su condición de magistrado de este
Ministerio Público para obtener un trato preferencial. No sólo hizo caso omiso a las
indicaciones de los policías intervinientes, sino que los “encerró” en su domicilio, a pesar
de las expresas solicitudes de que depusiera su conducta.
Además del juicio efectuado de las circunstancias analizadas respecto de cualquier
fiscal, en el caso de Snopek adquieren particular relevancia, al encontrarse a cargo del
Área de Flagrancias e investigación y litigación de casos sencillos de la Unidad Fiscal Salta
(Res. MP 127/19), a raíz de lo cual debe mantener un trato funcional cotidiano con los
funcionarios policiales auxiliares de la justicia.
En relación con la postura de Snopek acerca de que las grabaciones y filmaciones
serían ilícitas, cabe señalar, desde el punto de vista formal, que no han sido declaradas
el ámbito jurisdiccional. A su vez, desde el análisis de su contenido, corresponde
afirmar que forman parte del registro del accionar policial y, desde esa perspectiva,
supone una mayor transparencia de lo que finalmente se sintetizó en un acta o en las
declaraciones de los intervinientes.
Por otra parte, reflejan circunstancias fácticas que podrían ser confrontadas con
otros elementos de prueba en la instancia que por la presente se habilitará.
En cuanto a que los policías desoyeron al fiscal provincial que evacuó la consulta
telefónica y había indicado que, de no haber voluntad de denunciar, que se retirasen, en
primer lugar, se recuerdan las excepciones previstas en el artículo 72 del Código Penal.
Allí se indica que, aun en caso de acciones dependientes de instancia privada se debe
actuar de oficio, como en este caso, que había una mujer víctima de violencia doméstica
-según sus propias expresiones ante los policías- y un bebé de cuatro meses a quien ella
puso al cuidado de la Sargento Mamani Erazo por temor a que Snopek lo agrediera. Una
vez que la policía tomó conocimiento de este escenario, tenía el deber de intervenir para
hacer cesar la situación conflictiva en curso, poner a salvo o restablecer la seguridad de
las personas involucradas, ypreservar la prueba. Aun en este tipo de casos, las autoridades
deben preservar la integridad de la prueba a las resultas de que, en el futuro, la persona
damnificada decida instar la acción.
c. Los hechos perjudicaron a la administración de justicia debido a la afectación
que sufrió la imagen del magistrado involucrado -en particular- cuya autoridad se
encuentra degradada y la del Ministerio Público Fiscal -en general- a quien él representa.
Todo ello, sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva en el ámbito
jurisdiccional respecto de los delitos que se le imputan.
Por tal motivo, la ausencia de sanciones disciplinarias no resulta suficiente para
contrarrestar el peso de la imputación.
Por las razones expuestas, y porque cada hecho por sí solo resulta suficientemente
grave, considero que la respuesta que corresponde dar en este caso es la remoción del
magistrado (arts. 16 de la Ley 24946 y 71 de la Ley 27148, y arts. 7 y 8 del reglamento
disciplinario aprobado por Res. PGN 2627/15) y así lo instaré ante el Tribunal de
Enjuiciamiento del Ministerio Publico Fiscal de la Nación, respecto del doctor Francisco
Santiago Snopek como fiscal general a cargo del Área de Flagrancia e Investigación y
Litigación de Casos Sencillos de la Unidad Fiscal Salta.
Aquí cabe recordar lo señalado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
el caso “Muñoz” (CSJ 1576/2017/RH1) en cuanto a que la calificación hecha por el
jurado de enjuiciamiento “... no persigue discernir una actitud delictiva en el encartado sino de
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Ministerio Público
Procuración General de la Nación

RAMÓN RIQU oMeterminar si de una razonable valoración de los hechos y las pruebas arrimadas, eljuez en proceso es
^ T A R I O i .C T c rftT f
\capaz de mantener la confianza quefu e depositada en él al ser designado *’ [con cita de la causa CSJ
061/2005 (41-E)/CS1 “Echazu, Rodolfo s/ pedido de enjuiciamiento — causa n°
l\2/2004”, sentencia del 3 de mayo de 2007].

VI
Los graves hechos que tuvieron como uno de sus protagonistas al doctor Snopek
permiten concluir que no podrá continuar actuando con la autoridad que supone su
investidura hasta tanto el Tribunal de Enjuiciamiento decida sobre su responsabilidad en
ellos.
En este caso, Snopek se encuentra en uso de licencia por enfermedad de largo
tratamiento por lo que, por el momento, no se presenta ese riesgo. Sin perjuicio de ello,
en la eventualidad de que fuera dado de alta, se solicitará al Tribunal de Enjuiciamiento
que disponga su suspensión en esos términos, es decir, sujeta a esa condición.
Los requisitos que autorizan la suspensión del magistrado, según la propia
doctrina del entonces denominado Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Publico de
la Nación, son la verosimilitud en el derecho, el peligro en la demora y la necesidad de la
medida para garantizar la normal prestación del servicio (cf. Res. TE 16/06 dictada en el
caso “Temis”; Res. TE 12/07 dictada en el caso “Pujol”; Res. TE 4/08 dictada en el caso
“Soca”; Res. TE SD 1/11 dictada en el caso “Pistone”; entre otras).
La verosimilitud en el derecho quedó debidamente demostrada y satisfecha a la
luz del análisis efectuado relativo a las imputaciones dirigidas contra Snopek, lo cual
fundamenta la apertura de la instancia ante el Tribunal de Enjuiciamiento por la probable
configuración de la causal de remoción por el incumplimiento del deber de observar
buena conducta.
El peligro en la demora se funda en que los hechos que se le atribuyen y que se
encuentran probados con el grado de certeza propio de esta etapa del proceso,
provocaron (además de la afectación a las personas directamente ofendidas por sus
conductas) un descrédito en su autoridad y un menoscabo de su investidura como
representante de este Ministerio Público Fiscal que impedirá garantizar la normal
prestación del servicio.
Esta situación se encuentra prevista en el artículo 80, inciso/ de la Ley 27148 y
en el artículo 72 del reglamento disciplinario aplicable.
En el marco de los deberes del suscripto de adoptar aquellas medidas tendientes
a favorecer la defensa de los intereses por los que este organismo debe velar, por las
razones invocadas en este apartado, se solicitará al Tribunal de Enjuiciamiento la
suspensión preventiva del doctor Snopek, con el fin de asegurar la normal prestación del
servicio de justicia, en el caso de que sea dado de alta y cese su licencia por enfermedad.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 120 de la Constitución Nacional; los
artículos 12, inciso », 74, 76, 78 y 80, inciso f de la Ley 27148, y artículos 31, inciso c, y
72 del Reglamento Disciplinario para los Magistrados del Ministerio Publico Fiscal de la
Nación (Res. PGN 2627/15);

RESUELVO:
I. ABRIR LA INSTANCIA ante el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público
Fiscal de la Nación, con el objeto de que se determine si los hechos atribuidos al doctor
Francisco Santiago SNOPEK, fiscal general a cargo del Área de Flagrancia e
Investigación y Litigación de Casos Sencillos de la Unidad Fiscal Salta, de las demás
condiciones personales obrantes en su legajo personal, ameritan su remoción por haber
incumplido el deber de observar buena conducta (arts. 13 de la Ley 24946 y 62 de la Ley
27148 en función del art. 16 de la CN. y art. 2 del reglamento aprobado por Res. PGN
2627/15).
II. SOLICITAR al Tribunal de Enjuiciamiento que disponga la SUSPENSIÓN del fiscal
en el ejercicio de sus funciones (art. 80, in c .f , de la Ley 27148, reglamentado por art. 72
de la Res. PGN 2627/15), en el caso de que sea dado de alta y cese la licencia concedida
por enfermedad de largo tratamiento (cf. apartado VI).
III. PROTOCOLÍCESE; notifíquese al doctor Snopek, hágase saber al Fiscal General
con funciones de coordinación de la Fiscalía de Distrito de Salta, doctor Eduardo José
Villalba, y a los integrantes del Consejo Evaluador, agréguese copia de la presente
resolución al legajo personal de Snopek y al expediente CUDAP: EXP-MPF: 1920/2022;
y remítase el citado expediente a conocimiento del Tribunal de Enjuiciamiento del

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