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ACUT U1 Contenido
ACUT U1 Contenido
6º semestre
Clave
LIC 11143632
Índice
Estructura temática 3
Presentación 2
Conceptualización de la cultura turística 4
Subsistemas 18
Identidad social 20
Interculturalidad 21
Transculturalidad 22
Cierre de contenido 25
Fuentes básicas 26
Presentación
¡Hola!
Culturalidad
Fuente: Pixabay
En esta primera unidad, revisarás los conceptos principales que conforman a la cultura turística. Se definirá la cultura turística
partiendo también de la participación del anfitrión y del turista en una relación que surge con la convivencia en un destino
turístico. Identificarás la importancia de conservar tradiciones y valores tanto del turista como de la comunidad receptora;
también, se exponen los sistemas de los que forma parte la cultura turística.
De esta manera, en la primera parte de la asignatura Cultura turística, se presenta un panorama general de la importancia de
la cultura turística y cómo integrarla en las relaciones sociales vinculadas al sector turismo.
¡Adelante!
Estructura temática
Introducción a la
cultura turítica
Conceptualización
de la cultura
turística
Conceptos básicos
Unidad 1.
La cultura como
Contextualización de la Subsistemas
cultura turística sistema
Interculturalidad
Identidad social
Transculturación
La cultura turística tiene su fundamento en la perspectiva del desarrollo sustentable, concebido como la adecuada
administración de los recursos: naturales, materiales, financieros y humanos, de manera que se alcance la satisfacción del
visitante y el mayor beneficio para la comunidad receptora. Ya que la cultura está totalmente relacionada con el quehacer
diario del (de la) estudiante de empresas turísticas, tú formas parte de la cultura del turismo y, por supuesto, de la
hospitalidad.
El turismo es un área donde se ve claramente la intervención de la diversidad cultural y del comportamiento. Hay que recordar
que la actividad turística involucra y comprende distintos actores y agentes de desarrollo: viajeros, el sector turismo
(microemprendedores), el ambiente (tejidos naturales y culturales) y la comunidad anfitriona (población receptora). Mantienen
una interrelación como partes de subsistemas; por lo tanto, no se pueden disgregar, pero se puede estudiar su
funcionamiento de lo particular a lo general.
Por su parte, los anfitriones son el conjunto de entes hospitalarios que reciben de la
mejor manera al turista. Los actores clave de la actividad turística necesitan de las bases
para conocer y vislumbrar qué es el fenómeno turístico, haciendo que una empresa,
cooperativa o sociedad en general, forme la idea de un desarrollo turístico planeado. Esto
ayudará a minimizar los impactos negativos de la actividad turística como el
desplazamiento de la comunidad receptora, transculturación, la aculturación, rechazo por
el visitante, indiferencia o falta de calidad en el servicio.
Anfitriones
Fuente: Pixabay
En el siguiente esquema, podrás ver la cadena de beneficios que trae la cultura turística cuando fluyen las acciones que la
integran.
Esquema 1. Cultura turística
En cuanto a la definición de cultura, Edward Tylor (1981) dice: “Cultura es ese todo complejo que incluye el conocimiento, las
creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre
como miembro de la sociedad”.
Tylor se enfoca en el conocimiento y comportamiento del ser humano, dado por su entorno,
por el contacto con su contexto más cercano. Así pues, la cultura no es inherente a la
genética, sino que es parte de las relaciones sociales que un individuo vive durante toda su
existencia. La Declaración de Mallorca (1995) para el turismo cultural hace referencia a dos
facetas de la cultura, una que engloba el patrimonio histórico, edificaciones, y otra en la que
existe una vertiente antropológica relacionada con el estilo de vida y costumbres de una
comunidad. (Morro y Sureda, 2009).
Diversidad
Fuente: Pixabay
En este caso, se toma a la cultura desde dos perspectivas, la antropológica, que tiene relación con la definición de Tylor
(1981), “hábitos y capacidades” del ser humano y, por otro lado, una vertiente que se podría entender como material, aquellos
elementos físicos en los que se manifiesta esta cultura, por ejemplo, artesanías. Entonces, el legado cultural se expresa a su
vez en el entorno de cada cultura. Este hecho no es de extrañar, puesto que el conocimiento de culturas ancestrales viene
dado no sólo por documentos, ideas o tradiciones, sino también por la conservación de objetos y monumentos de la época.
Otra aportación al concepto de patrimonio es la que exponen Camarero y Garrido (2008): “El patrimonio histórico-cultural de
un país, región o ciudad está constituido por todos aquellos elementos y manifestaciones tangibles e intangibles producidas
por las sociedades, resultado de un proceso histórico, que identifica a ese país o región”. Es así como se tiene la categoría de
patrimonio, que está directamente ligada a la de cultura, la que representa y explica la actual. Por ende, el patrimonio
representa un valor cultural, se le puede entender como expresión de los diferentes cambios que se han dado a lo largo del
tiempo y que han llevado a la cultura a ser lo que es. Se trata de nuevas formas de turismo cultural, de clara consecuencia
para el sector profesional, patrimonial, cultural, turístico y comunicativo. El turismo cultural y el empleo se ubican también en
el origen del viaje. Conocer la demanda es, pues, un eje esencial del turismo cultural.
Un ejemplo del desarrollo de una cultura turística de servicio es España, que a través de los
años, aun con el crecimiento urbano, ha conservado y consolidado espacios de la naturaleza de
sus raíces, además de realizar campañas permanentes dirigidas a sus habitantes sobre el
cuidado, conservación y servicio.
En la actualidad, la mayoría de los autores trabaja con un análisis de la segmentación comúnmente aceptada con base en la
intensidad de la motivación-experiencia que repercute en las visitas realizadas y la intensidad de las visitas. España detecta al
turista deliberado y al turista fortuito con diferentes grados de motivación cultural en la visita, como una de las coordenadas y,
por otra parte, los diferentes grados de experiencias llevadas a cabo.
El análisis actual sobre Turismo cultural: patrimonio, museos, empleabilidad propone las motivaciones y el comportamiento
como factores determinantes de la demanda en el turismo urbano y la cultura y la experiencia europea en Madrid. Turismo
cultural. Patrimonio, museos y empleabilidad ha planteado, además, condicionantes, como el elemento tiempo, en la
experiencia cultural de la visita, además de mantener la importancia de la cultura experiencial en los destinos, más beneficios
acordes con los intereses y segmentos de los visitantes.
Profundiza en la idea de cultura turística, en las páginas 1-22, con el ejemplo de concepto de cultura
turística en España y la definición que plantea por primera vez en 1976, la UNESCO, en el siguiente
archivo en línea:
http://www.turismoculturalun.org.ar/pdfs/El_turismo_Cultural_Patrimonio_museos_y_empleabilidad.pdf
Principios
1.
Recibe al visitante con calidez y amabilidad.
2.
Trátalo como a ti te gustaría que te traten.
3.
Ofrece siempre un servicio o apoyo rápido y confiable.
4.
Interésate por capacitarte y estudiar continuamente.
5.
Conoce tu ciudad y localidad y sus atractivos, para que brindes una orientación oportuna y confiable.
6.
Promueve con orgullo los atractivos de tu ciudad o localidad.
7.
Cuida los parques, monumentos y zonas de interés de tu localidad.
8.
Comenta con tus compañeros, amigos y familiares que atender bien al turista es tarea de todos.
9.
No abuses del turista cobrando más o prometiendo lo imposible.
10.
Tu mejor cara será siempre una sonrisa.
Conceptos básicos
Para conocer el desarrollo de la cultura turística, es necesario adentrarse en conceptos básicos que ayudarán a construir el
término e incorporar nuevos elementos de concientización. Los conceptos a desarrollar serán 17: cultura, turismo, turista,
comunidad, anfitrión, competitividad, sustentabilidad, desarrollo, inversión, conservación, responsabilidad, valores, eficiencia,
cortesía, producto, profesionalismo y disposición.
Toma dato…
Sabías que…
Entre las particularidades intrínsecas a un servicio que permiten
diferenciarlo frente a un producto, se pueden citar:
De acuerdo con lo anterior, es importante saber que en medida que el turismo mexicano busque la captación de nuevos
mercados, incrementará su ventaja competitiva a partir de la experiencia auténtica, utilizando y reforzando aspectos que
permitan al cliente o turista una estadía confortable, independientemente de que sea por aspectos socioculturales o de
esparcimiento. Enfaticemos que en México, con el incremento de la demanda turística, ha surgido una necesidad de
establecer lineamientos de comportamiento, servicios y resolución de problemas que faciliten al viajero su visita, sin dejar de
lado el cuidado de la población receptora y su cultura.
Parte central del servicio turístico son las empresas destinadas al alojamiento, recreación, servicios de alimentos y bebidas,
que contribuyen al desarrollo turístico integral. A partir de la claridad que se tenga acerca de la relación entre cultura turística,
servicios y empresas, se podrá comprender que la cultura no es un elemento aislado, sino un factor que integra y orienta las
conductas que son la base del turismo.
Sabías que…
En el año 2005 los 15 países más competitivos en materia turística
fueron: Suiza, Austria, Alemania, Islandia, Estados Unidos, Hong Kong,
Canadá, Singapur, Luxemburgo, Reino Unido, Dinamarca, Francia,
Australia, Nueva Zelanda y España. Al respecto, SECTUR, junto con el
Consejo Mundial de Turismo y Viajes, puntualizó, en una lista, que el
40% figura como destino receptor de turismo, ya sea por su diversidad
cultural, calidad en el servicio, recursos culturales o por ser ciudades
cosmopolitas.
Esos datos cuantitativos permiten reflexionar sobre las ventajas competitivas que puede tener México para indexarse en dicha
lista. Es decir, la competitividad no implica sólo esforzarse para colocar un destino turístico, sino que abarca el desarrollo y
colocación de éste con el objetivo de captar nuevos perfiles turísticos que abran camino a una expansión cultural y a una
conservación de tradiciones y valores de cada destino.
Sabías que…
En el año 1762, un viajero que procedía de Languedoc se detuvo en
Ferney y relató a Voltaire un hecho que había conmocionado a la
ciudad de Toulouse. Allí, hacía poco tiempo, el comerciante Jean Calas
había sido sometido a torturas, colgado y quemado por orden del
parlamento de la ciudad. Se había tratado de un caso de bárbara y
cruel intolerancia religiosa. Ante esto, Voltaire escribió el Tratado sobre
la tolerancia (1763). En el capítulo VI de dicho tratado, Voltaire sostiene
que “el derecho humano no puede ser fundado más que en el derecho
natural y que el principio fundamental de ambos es ‘no hagas eso que
tú no quisieras que te hagan’”.
Monumento
Fuente: Pixabay
Las zonas turísticas son áreas donde se ve claramente la integración de la diversidad cultural y del comportamiento.
Recordemos que la actividad turística involucra y comprende distintos actores y agentes de desarrollo: los viajeros, el sector
turismo (microemprendedores), el ambiente (tejidos naturales y culturales) y la comunidad anfitriona (población receptora).
Mantienen una interrelación como partes de subsistemas; por lo tanto, no se pueden disgregar, pero se puede estudiar su
funcionamiento de lo particular a lo general. Aborda aspectos referentes a la calidad de servicio para el visitante apoyado por
una hospitalidad de integración social.
Para comprender adecuadamente el punto anterior, Muñoz (2007) hace referencia a lo que es un turista, visitante o viajero, a
quien se considera como “forastero y transeúnte que va a un lugar por motivos autónomos, es decir, por gusto, sin que nadie
se lo imponga”. Por ello, el turismo se efectúa en una realidad compleja, por lo tanto, este concepto maneja una carga de
connotaciones culturales, políticas y literarias que influyen en los receptores y creadores de un viaje.
Es de suma importancia comprender que la cultura turística integra elementos de acción que permiten mejorar y perfeccionar
las relaciones dentro del sistema turístico, a saber:
Conocimiento o preparación. Permite adoptar, comprender y desarrollar los elementos necesarios que facilitan las relaciones
humanas, y más en el sector de servicios intangibles; se adquieren habilidades tanto instrumentales como complementarias
para propiciar relaciones de calidad en la convivencia turística.
Servicio. Comprender todos los elementos axiológicos y ontológicos que permiten la satisfacción del turista y de la comunidad
receptora, marcando una vinculación entre la cordialidad y la eficiencia.
Calidad. Se refiere a actitudes prácticas, como cortesía, disposición, honradez, pero sobre todo, a realizar las cosas
correctamente, dejando de lado la idea de la sola ganancia y profesionalismo. Si bien se han ubicado cuatro componentes
centrales de la cultura turística, coexisten elementos que permiten comprender la importancia de la información, de la
participación y motivación para poder denominar correctamente a la actividad turística dentro del desarrollo sostenible.
La cultura turística es un sistema que integra subsistemas que permiten, en su conjunto, la excelencia en el servicio de un
destino o comunidad receptora.
Subsistemas
El turismo es un sistema; es decir, un conjunto de procedimientos relacionados e integrados con un entorno determinado en
el que se establecen relaciones de intercambio de productos y servicios, y se encuentra integrado por un conjunto de
subsistemas, que son entornos relacionados entre sí, con un objetivo común, que es beneficiar al sector turístico a través de
la atención de necesidades económicas, físicas y emocionales del turista. Los sistemas y subsistemas cambian
constantemente porque dependen de las necesidades y ambiciones del turista.
Los sistemas y subsistemas proponen y dan soluciones a problemas existentes en el sector turístico, porque con sus canales
de entrada importan insumos, como energía, materiales e información que se procesan en el sistema y de salida arrojan
productos y/o servicios turísticos que se ofrecen al supersistema sociocultural. Su estructura es óptima cuando el conjunto de
elementos del sistema se organiza, y las relaciones con el entorno son tales que admiten cambios y adaptaciones, como el
crecimiento en el caso de organismos biológicos. Los cuatro subsistemas (medio natural, socioeconómico, productivo y
político-administrativo) deben constituir un sistema armónico y funcional que garantice el desarrollo sustentable.
La cultura turística es el actor principal en el sistema turístico, porque es el vínculo de todos los subsistemas y orienta el
desarrollo del destino turístico.
Esquema 3. El sistema turístico a partir de la cultura turística
Subsistema natural
Recursos naturales: agua suelo,
vegetación, flora y fauna.
Subsistema político
administrativo Subsistema socioeconómico
Planes, programas y Dinámica poblacional
políticas gubernamentales, Cultura Estructura económica
normatividad turística sectorial
Promoción
Subsistema productivo
Oferta y demanda turística
Infraestructura
Identidad social
La identidad social en las ciencias sociales (psicología y sociología, principalmente) es, en términos generales, la concepción
y expresión que tiene cada persona acerca de su individualidad y de su pertenencia o no a ciertos grupos; es un concepto
teórico que sirve para comprender los fundamentos psicológicos de la discriminación entre grupos. Se compone de cuatro
elementos:
Categorización
Discriminación
Comparación: Identificación:
Los seres humanos suelen comparar los grupos a los que Los seres humanos suelen asociarse con grupos
pertenecen con los grupos a los que pertenecen otras específicos, con los que se sienten identificados y con los
personas, y suelen calificar su propio grupo con un sesgo que reafirman su autoestima.
que lo favorece.
Otro aspecto esencial es la conciencia que, de acuerdo con la Real Academia Española, se define como “la propiedad del
espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta”
(RAE, 2015). Es decir, la conciencia permite optar por una postura crítica entre las acciones correctas e incorrectas conforme
a la axiología y educación del ser humano, que adopta como parte de su conocimiento primario. Alineando esta idea de la
conciencia en el turismo, debe ser enfocada hacia un estado mental positivo, dirigido a la conservación de bienes y servicios
turísticos, y a establecer contactos favorables con su entorno (turistas, vecinos y compañeros de trabajo), esto generará
interculturalidad.
Interculturalidad
La interculturalidad alude a la interacción que se da entre culturas, la cual debería establecerse de forma respetuosa y
solidaria, donde ningún grupo cultural esté por encima de otro, favoreciendo en todo momento la interacción y convivencia
entre distintos grupos culturales.
En las relaciones interculturales se establece una convivencia basada en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento
mutuo; sin embargo, ésta no constituye un proceso exento de conflictos, que deberán resolverse mediante respeto, diálogo y
consenso. Es importante aclarar que la interculturalidad no sólo se da en la interacción de distintos grupos culturales
pertenecientes a una nación, sino que también se puede hacer extensiva la interrelación que se manifiesta, por ejemplo, entre
un hombre y una mujer, un estadounidense y un mexicano, un niño y un anciano, un rico y un pobre, un marxista y un liberal,
un católico y un musulmán, etcétera.
El turismo comunitario se reconoce como una modalidad alternativa de gestión turística, donde
las comunidades, principalmente indígenas, son las que lideran los procesos. Se dice
alternativa, ya que a diferencia de la modalidad tradicional, donde los gestores y beneficiarios
son unos pocos, en el turismo comunitario se valora la gestión colectiva y la participación de la
comunidad en los beneficios generados. Además, el turismo comunitario es promocionado
como una oportunidad de relación intercultural que los anfitriones indígenas tienen con los
turistas que los visitan.
Transculturalidad
La transculturación es un fenómeno que ocurre cuando un grupo social recibe y adopta las formas culturales que provienen
de otro grupo. La comunidad, por lo tanto, termina sustituyendo, en mayor o menor medida, sus propias prácticas culturales.
El concepto fue desarrollado en el campo de la antropología; el antropólogo cubano Fernando Ortiz Fernández (1881–1969)
es señalado como el responsable de acuñar la noción en el marco de sus estudios sobre el contacto cultural entre distintos
grupos.
Además de todo lo expuesto, hay que subrayar que este fenómeno de la transculturación se puede dividir en distintos tipos.
Así, está la colonización, la inmigración, el renacimiento o la recepción a distancia, cualquiera de estas modalidades da lugar
a que esa adopción de formas culturales se haga palpable en distintos ámbitos de la sociedad. De esta manera, lo más
frecuente es que esos cambios sean apreciables de forma más palpable en el idioma, en la forma de vestir, en materia
cultural o incluso a nivel profesional.
En América, a partir del descubrimiento del continente por Cristóbal Colón en 1492,
y con la colonización de estas tierras, sus habitantes vieron cómo su patrimonio
cultural daba un giro radical en muchos aspectos, y quizás lo que mejor muestra
ese cambio es que la Iglesia Católica intentó imponerse a toda costa.
Actualmente, los niveles de inmigración existentes y la llamada globalización son los fenómenos que están permitiendo que
crezcan de manera palpable los niveles de transculturación. La globalización es un fenómeno dado en la modernidad, que
puede ser analizado desde diversos ángulos. Por eso, hay quienes creen que el concepto más adecuado en castellano sería
mundialización, derivado del vocablo francés mondialisation. A grandes rasgos, podría decirse que la globalización consiste
en la integración de las diversas sociedades internacionales en un único mercado capitalista mundial. Por eso, el fenómeno
es defendido desde teorías económicas como el neoliberalismo y por entidades como el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial. Los defensores de este fenómeno exponen multitud de razones para estar a su favor.
Entre ellas, se encuentra que permite que la libertad se extienda, da lugar a más puestos de trabajo y a un crecimiento
palpable de la economía, ha disminuido la mortandad infantil, ha aumentado la esperanza de vida, han avanzado los
derechos de las mujeres y ha disminuido la explotación laboral infantil.
Existen numerosas corrientes de pensamiento que defienden que la globalización trasciende la cuestión económica y abarca
a la cultura. Por ejemplo, la relación de fuerzas entre las naciones más desarrolladas (como las europeas o los Estados
Unidos) y las subdesarrolladas (como las latinoamericanas o africanas), que es sumamente desigual; la globalización, sin
límites ni controles, favorece el imperialismo cultural y el dominio económico, y atenta contra la identidad particular de cada
pueblo.
Entre los argumentos que utilizan las personalidades y organismos más críticos de la globalización, se encuentra también que
dicho fenómeno favorece la privatización, aumenta la competencia, se produce la “fuga de cerebros” y se sobreexplota el
medio ambiente. En el campo de la oposición a la globalización se encuentran las figuras de la antiglobalización, entre los que
se halla, por ejemplo, el Subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Él y sus compañeros
critican abiertamente y actúan en consecuencia contra un modelo económico en el que las ganancias no llegan a los
indígenas, sino a las grandes corporaciones.
El significado del término cambió a lo largo de los años, sobre todo respecto a su campo de acción. En un principio, la
transculturación era entendida como un proceso que se desarrollaba de forma gradual hasta producirse la aculturación
(cuando una cultura se impone a otra).
Aunque la transculturación puede desarrollarse sin conflicto, lo habitual es que el proceso genere enfrentamientos, ya que la
cultura receptora sufre la imposición de rasgos que, hasta entonces, le eran ajenos. Poco a poco, la transculturación comenzó
a utilizarse para describir los cambios culturales que se producen con el paso del tiempo. En este sentido, la transculturación
no implica necesariamente un conflicto, sino que consiste en un fenómeno de enriquecimiento cultural.
Cierre de contenido
Los temas que revisaste en esta unidad te permitirán identificar que la Cultura turística:
Fuentes de consulta
Recursos
Básicas
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Complementarias
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http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5326572&fecha=13/12/2013