La psicología ha tenido una gran influencia en el mundo de la publicidad y la
venta, ya que ha permitido el desarrollo de estrategias para persuadir y convencer
al consumidor. Entre las corrientes psicológicas que han sido aplicadas en este ámbito destacan la psicología Gestalt y el conductismo.
La psicología Gestalt se enfoca en la percepción, la atención y la organización de
los estímulos. Según Boring (2003), los psicólogos Gestaltistas "han subrayado que la percepción no es una simple acumulación de sensaciones elementales, sino una organización estructurada" (p. 627). Esta organización estructurada de los estímulos es fundamental en la publicidad y la venta, ya que permite crear una imagen atractiva y coherente de los productos.
La publicidad y la venta también se han visto influenciadas por el conductismo,
una corriente que se enfoca en el estudio de la conducta observable. Según Boring (2003), "los conductistas han puesto el acento en el análisis de la conducta observable y medible y en el estudio de las condiciones ambientales que influyen sobre ella" (p. 653). Esta corriente ha sido aplicada en la publicidad y la venta a través del uso de técnicas como el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.
La psicología de la publicidad y la venta, por su parte, se enfoca en el estudio de
las motivaciones y los procesos psicológicos que influyen en la toma de decisiones del consumidor. Según Durán Pich (2008), "la psicología de la publicidad y la venta se ocupa de la investigación de los procesos cognitivos, afectivos y conductuales que intervienen en la toma de decisiones de los consumidores" (p. 17). Esta corriente ha permitido el desarrollo de estrategias persuasivas que buscan influir en los procesos de toma de decisiones del consumidor. Entre las estrategias de persuasión utilizadas en la publicidad y la venta se encuentra el uso de la figura de autoridad. Según Durán Pich (2008), "la figura de autoridad puede ser utilizada para influir en la decisión del consumidor al presentar a una persona reconocida en un área específica avalando un producto o servicio" (p. 35). Otro ejemplo de estrategia persuasiva es el uso de la reciprocidad, donde se busca generar un sentimiento de obligación en el consumidor al ofrecer algo de forma gratuita.
En conclusión, la psicología Gestalt y el conductismo han sido aplicados en la
publicidad y la venta a través del estudio de la percepción y la conducta observable. La psicología de la publicidad y la venta, por su parte, se enfoca en el estudio de los procesos psicológicos que influyen en la toma de decisiones del consumidor. Gracias a estas corrientes psicológicas se han desarrollado estrategias persuasivas que buscan influir en los procesos de toma de decisiones del consumidor. La aplicación de la psicología en el mundo de la publicidad y la venta ha permitido el desarrollo de un mercado cada vez más competitivo y una sociedad cada vez más consumista.