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Abajo y a la izquierda, la escuela de antropología e historia.

Etnografía del paro estudiantil

A modo de introducción

El lunes tres de septiembre de 2018 un grupo de estudiantes del Colegio de Ciencias y

Humanidades–Azcapotzalco (CCH) de la UNAM, al manifestarse pacíficamente frente a la

Torre de Rectoría de C.U., demandando principalmente mayor seguridad en su plantel, fue

agredido por un grupo de choque o “porros”. Este hecho marcó un hito histórico en la vida

estudiantil, en un momento coyuntural para la vida política de México 1

Muchas instituciones educativas de nivel superior y medio superior, al tener noticias

de la agresión, se unieron a la UNAM para protestar y para exigir justicia. Entre las escuelas

que se unieron al apoyo estuvo la ENAH. Sin embargo, el evento por el cual la ENAH se

solidarizó con la UNAM fue el detonante para un proceso político. Un movimiento en el que

los estudiantes de licenciatura vieron los problemas internos de la institución y, que más que

aprovechar el hito de la UNAM, encontraron la manera de negociar con las autoridades de

su propia institución, usando como herramienta principal el paro estudiantil que duró 28 días.

El presente trabajo surgió, en primera instancia, del interés de hacer acercamientos

etnográficos con el fin de tener una mejor información sobre el paro de la Escuela Nacional

de Antropología e Historia (ENAH), a raíz de los hechos sucedidos en Ciudad Universitaria

(C.U.) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y observar los

mecanismos de apoyo por parte de la ENAH. No obstante, por la prolongación del

movimiento de la ENAH, cambié la perspectiva de mis acercamientos.

1
Hay que recordar que el país pasaba por una transición histórica en la administración del estado, pues en las
recientes elecciones presidenciales acababa de ganar un partido de la izquierda política mexicana, MORENA,
con lo que se sentenciaba un cambio de régimen político, denominado “la cuarta transformación”.

1
Hago la acotación sobre mi pertenencia a la comunidad de la ENAH, en un principio

como estudiante desde el 2008 y como profesor, desde el 2015. A pesar de mi pertenencia a

esta comunidad, en este trabajo he buscado separarme, en un principio, de las perspectivas a

favor y en contra del movimiento. Sin embargo, como bien lo hace notar Estaban Krotz

(2018), el hecho que el investigador forme parte de la sociedad que se está investigando

provoca que el primero introduzca en el proceso de la segunda una cuota de subjetividad.

Consiguientemente, desde una perspectiva etnográfica de una comunidad en la cual el

etnógrafo también es parte, vale la pena preguntar ¿cuál es la justa distancia entre el

investigador y el investigado?

He decido estructurar la mayor parte del texto como una especie de crónica, como un

hecho histórico que depende de su lógica circunstancial sin llegar a abstraer del todo los

principios rectores del acontecimiento. Tal redacción va desde que se convocó a paro en la

ENAH, hasta la Asamblea del 24 de septiembre. En respeto al activismo político, he

procurado mantener el anonimato de las personas involucradas en el proceso o de quienes

me han compartido su testimonio, siguiendo los eventos desde los relatos de diferentes

miembros de la comunidad. Este trabajo no pretende hacer una denuncia de incidentes

periodísticos para generar una polémica en la comunidad; por el contrario, el presente es un

estudio de un proceso político dentro de la misma: del paro que inició con una problemática

externa y que sirvió como herramienta de cambio al interior.

2
Revolución

Al día siguiente del evento en Rectoría, alrededor de las dos de la tarde, se realizó una

asamblea extraordinaria en “El Lagartijero”2, convocada por un grupo de estudiantes de la

ENAH (en su mayoría, de la licenciatura en antropología social). La convocatoria, de acuerdo

con algunos de los organizadores, fue publicada en Facebook el lunes en la noche con motivo

de los sucesos ocurridos en C.U., a fin de que una vez que se dialogara sobre el ataque de los

porros a los estudiantes de la UNAM, como institución y como escuela, se tomara un

posicionamiento frente a los sucesos, se realizara un plan de acción para apoyar a los

estudiantes de la UNAM y sumarse a la marcha, convocada para el cinco de septiembre.

Algunas personas comentan que se buscó a la directora por radio, porque un grupo de

alumnos la esperaba, pero ya se había retirado de la ENAH, y no la pudieron localizar por

teléfono. Cuando llegué ese día a la Escuela, escuché la perspectiva de algunos alumnos,

profesores y vendedores, quienes estuvieron presentes en la reunión en el “Lagartijero”, y

cuya opinión fue tanto de desaprobación, por los días que estaría cerrada la escuela, como de

apoyo total a la acción del paro en solidaridad con la UNAM. Y otra parte, sobre todo

alumnos de primer semestre y profesores que llegaban a la Escuela o que salían de clases sin

entender qué pasaba.

De acuerdo con algunos testimonios, el cuatro de septiembre, con micrófono y con

bocinas se les invitó a los compañeros a acercarse a participar en la asamblea. Entonces se

inició un dialogo entre los asistentes y “en la efervescencia, de estar escuchando a los otros

y a las otras… fue como un interés colectivo” (sic) y se propuso un paro de 48 horas en

solidaridad con el paro iniciado en la UNAM. Para quienes no se enteraron de la

2
El “Lagartijero” es el nombre con el que se le conoce la explanada principal de la ENAH.

3
convocatoria, expresan: “vimos mucha gente reunida (como unos 40) y nos acercamos, y

empezaron a decir:

—No, que ahorita levante la mano; aunque no somos representantes de toda la

Escuela, pero somos la mayoría que está reunida, entonces nosotros vamos a decidir si va a

haber paro… ¿Quieren ir a paro para ahorita tomar dirección?

Y nosotros ahí bien desubicados… y ya se votó, y sí ganó, y dijimos:

—Chale, ¿y ahora qué va a pasar?”. (sic)

Las personas presentes, que usaban otros espacios de la ENAH, al recibir la noticia

de que se iría a paro, no entendieron al cien por ciento la razón. Por ejemplo, en la biblioteca

de la ENAH, me platicó una alumna de licenciatura, que la encargada llegó “alarmada” para

desalojar a las personas que estaban haciendo uso del lugar diciendo:

—¡Tienen que retirarse! ¡Tienen que retirarse!

—¿Qué va a pasar con los libros?

—Mira el libro que te vas a llevar, pues ya te lo préstamos y se acabó. (sic)

De acuerdo con la percepción de dicha alumna, los encargados de la Biblioteca

estaban preocupados, porque “tenían miedo de que se metieran en la Biblioteca y de que

dañaran los libros” (sic), y explica que: “inicialmente, la primera idea que tuve fue que era

por cuestión de recursos, porque de hecho toda la parte [del Edificio principal] estaba llena

de cartulinas con es cuestión de los docentes y presupuestos y las condiciones laborales y yo

me fui por esa idea…” (sic).

Alrededor de las tres de la tarde, cuando se votó realizar o no un paro en la ENAH en

apoyo a la UNAM, se corrió la noticia. La importancia que tuvieron las redes sociales para
4
difundir el ataque porril y las decisiones de Asamblea es notoria. Principalmente, Facebook

fue el medio por el cual la mayoría de los estudiantes 3 se enteraron y difundieron la noticia

de los acontecimientos sucedidos en la Rectoría de la UNAM a la población en general. Ahí

se difundieron los testimonios y las primeras denuncias. Esta plataforma también fue el sitio

de discusión y de debates en torno a las decisiones tomadas en las reuniones que hubo en la

Escuela.

Conforme avanzaba el tiempo, pensé esta investigación como una antropología de la

escuela de antropología, es decir, del paro estudiantil como un proceso complejo, surgido en

una comunidad antropológica. De esta forma, dar cuenta de la situación política interna de la

comunidad, a la par del desarrollo del pensamiento académico de la misma. Esta idea no es

nueva; en 1969, Jean Poirier (1987) en términos de una “sociología de la etnología” o una

“etno-ciencia de la etnología”, expresaba la conveniencia de hacer una historia del

pensamiento antropológico que sirviera de un posterior análisis sociológico de la disciplina.

Esto implica “encontrar, para cada periodo, las correlaciones identificables entre la evolución

de los conocimientos sobre el hombre, por un lado, y por otro, las creencias religiosas, la

situación política, el medio tecnoeconómico, la ética y el sistema de valores” (Poirier, 1987:

151).

Para el tema de la evolución de los conocimientos de la antropología mexicana, existe

el caso del proyecto de autodiagnóstico sobre el estudio de la antropología presentado en el

primer volumen de Antropología de la antropología mexicana (Krotz y De Teresa Eds.

2012). Ahí se reúne y se sintetiza la información para una proyección a futuro sobre los

3
Durante el paro, la principal cuenta de esta plataforma, donde se realizaban debates era: Asamblea general
ENAH.

5
problemas de los centros de formación antropológica4 y la política educativa, aplicada en el

país, dentro del modelo de desarrollo nacional, como factores que influyen en la calidad de

producción del conocimiento y de la salida al mercado laboral.

En este sentido, se presenta la propuesta de concebir al proceso de producción de

conocimientos antropológicos, como uno que puede ser abordado desde las teorías, los

métodos y las técnicas de las disciplinas antropológicas. El fin es examinar los métodos en

la tradición antropológica nacional. Coincido en que este tipo de estudios proporcionan

elementos útiles para que los antropólogos se estudien así mismos y, al mismo tiempo,

observen las pautas en torno al cambio del pensamiento teórico-académico, los métodos y

las técnicas de producción antropológica y las problemáticas académico-administrativas. No

obstante, el enfoque del presente trabajo no va dirigido al estudio del ámbito académico y

sus pautas de transformación en el pensamiento de la antropología nacional, sino a un proceso

político.

Insurgencia

El jueves seis de septiembre, tras la megamarcha en C.U., cumplidas las 48 horas que se

acordaron en la reunión del cuatro de septiembre que duraría el paro, se realizó otra asamblea

en la explana del edificio principal de la ENAH. Se dio un informe de los resultados de las

comitivas del paro y de los detalles de la marcha del día anterior. Asimismo, se discutió si

continuaría el paro en la ENAH, pues estaba programada una asamblea interuniversitaria 5 en

4
Se evalúan los distintos contextos y los resultados de las universidades pertenecientes a la Red Mexicana de
Instituciones de Formación de Antropólogos (RedMIFA).
5
En lo sucesivo “la interuniversitaria”.

6
C.U. el viernes y había interés por asistir. De este modo, se tocaron los puntos comunes que

tiene la Escuela con las necesidades y demandas de la UNAM.

Con lo anterior surgieron dos propuestas: la primera fue que se discutieran las

necesidades internas de la ENAH y que, a partir de eso, se valorara la manera en la que la

ENAH podría apoyar a la UNAM. Por otro lado, continuar el paro hasta después de la

interuniversitaria y decidir si el paro continuaba en la ENAH de acuerdo a lo que la UNAM

decidiera6. Aprobándose la segunda opción y convocar a asamblea general en la ENAH un

día después de la interuniversitaria.

Posteriormente, la lluvia sorprendió a la asamblea, que se reubicó en el Auditorio

Román Piña Chan (RPC). Ahí el discurso en torno al apoyo a la UNAM, se matizó cada vez

más, hasta centrarse en las demandas internas de la ENAH. Incluso, se planearon algunas

acciones a seguir por parte de los alumnos, de las cuales, sin especificar días y formas, se

destacaron: “una conferencia de prensa”, “la toma del Museo Nacional de Antropología”

(MNA) y “una marcha a la casa (no quedó claro si a la Casa de campaña, de transición o

domicilio particular) del Presidente electo Andrés Manuel López Obrador”.

El cambio discursivo se dio por completo en la Asamblea general de la ENAH del

sábado ocho de septiembre, convocada en el Auditorio RPC. En esa ocasión, un grupo de

compañeras pidió que la mesa de la misma se conformara sólo por mujeres; los asistentes

estuvieron de acuerdo. Una vez establecida, se dio paso la conformación de la minuta7. A

esta reunión asistieron compañeras de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y

Museografía (ENCRyM), quienes expresaron su apoyo y la voluntad de unirse al paro de la

6
En este sentido, si la UNAM decidía levantar el paro, la ENAH lo haría también.
7
Con algunos contratiempos al momento de dirigir la Asamblea, pues las alumnas declararon que era su primera
participación en una mesa, y la petición de una de las integrantes que no intervinieran algunos compañeros
alrededor de la mesa para evitar algún tipo de coacción por parte de ellos.

7
ENAH para sumar fuerzas y también demandar la resolución de sus problemáticas internas.

De este suceso en algún momento, surgió la idea de formar un frente cultural con todas las

escuelas del INAH.

Posteriormente, se procedió a que los representantes de la ENAH, que asistieron a la

interuniversitaria, rindieran su informe. Hablaron de la dinámica y de la forma en la que se

dio lectura a los pliegos petitorios de las 64 escuelas participantes. Se trató de llegar a un

consenso general, además de que se decidió que la ENAH fuera la próxima cede de la

siguiente Asamblea interuniversitaria. Enseguida, se resaltó que durante la reunión

constantemente se mencionaba el nombre de la UNAM y se reflejaba la falta de inclusión de

la ENAH en las demandas. Entonces era necesario centrarse en los problemas internos de la

Escuela. En ese momento, se mencionó que el paro de la ENAH “va más allá de la UNAM”

(sic) y uno de los representantes de la interuniversitaria mencionó: “Si la UNAM inició el

chispazo, nosotros continuaremos el fuego” (sic).

Después se dio el informe de actividades de las mesas de trabajo. Y terminados estos,

a proponer fechas y formas para las actividades que ya se habían aprobado en la reunión

anterior8. Se decidió aprovechar el 13 de septiembre, fecha en la que la interuniversitaria

convocó a participar en la conmemoración de la Marcha del silencio del Movimiento

Estudiantil de 1968, para realizar “una toma simbólica del MNA”, así como la rueda de

prensa para dar a conocer las demandas de la ENAH.

La votación para decidir si continuaba el paro se dio alrededor de las siete de la noche,

después de una serie de participaciones, debates y propuestas. Se estableció, como opciones,

que se votara: “quién estaba a favor del paro” y “quién no estaba a favor”. Ganó la primera

8
La conferencia de prensa, la toma del MNA y la manifestación en la casa del presidente electo.

8
opción. Una vez que se dio a conocer el resultado, una asistente reclamó el “por qué una

minoría afectaba el derecho de tomar clases” (sic) de los demás estudiantes de la ENAH.

La moderadora respondió: “es la primera vez que estoy participando en este tipo de

eventos” (sic), y que si los demás no asistían era porque no les interesaba. Inconforme, la

compañera reclamó que: “la primera asamblea fue una minoría la que decidió realizar el

paro” y los alumnos de la tarde ni siquiera se enteraron. La respuesta de la moderadora fue

que sí admitía que “había sido una minoría esa primera junta, pero en esta junta se convocó

y sólo asistieron los que les interesa” (sic). Agregó: “Estamos luchando porque la

antropología, como ciencia, sea reconocida, porque en un futuro haya mejores oportunidades

laborales y porque los maestros tengan un mejor salario” (sic).

Al finalizar este debate, el tema de discusión fue si se hacía un paro indefinido o si se

posponía para decidirlo en una asamblea hasta el sábado 15 de septiembre; en esta decisión,

no hubo un debate tan profundo como las opciones anteriores: ganó la segunda opción, y la

mayoría de los asistentes se retiró del auditorio RPC9.

Rebeldía

En el Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY), el diez de septiembre, se realizó el Foro

Internacional de Megaciudades. Originalmente, programado a efectuarse en el auditorio

RPC en la ENAH. Sin embargo, los organizadores decidieron llevarlo a cabo en el CCOY

por el paro de la Escuela. Durante el evento inaugural, se le dio una intervención a una

representación de estudiantes integrantes del paro, la cual consistió en la lectura de un

9
Esta votación fue un debate constante durante el tiempo que hubo paro en la Escuela; por un lado, había
interés en levantar el paro por lo que significa la pérdida de clases; por el otro, había interés en mantenerlo,
porque implica mantener la fuerza del movimiento.

9
“Comunicado urgente desde el paro estudiantil ENAH” que, como comentaron, se realizó en

la madrugada de ese mismo día.

El comunicado se conformaba, en primer lugar, por un “Pliego Petitorio Provisional”

en proceso de construcción, donde dan a conocer los problemas internos y presentan las

demandas específicas. Entre ellas: la abrogación del actual reglamento de la ENAH y la

conformación de una Mesa de trabajo con los tres sectores de la comunidad10 para el diseño

de un “nuevo reglamento democrático e incluyente” (sic); una Contraloría independiente 11;

la aclaración sobre la situación presupuestal del Edificio de Investigación de la ENAH; mayor

presupuesto para “el mejor desempeño académico de los estudiantes y de los profesores” y

aumentar el acervo de la Biblioteca de la Escuela.

Además, la creación de un “comedor subsidiado” en la ENAH; la asignación de una

partida presupuestal para solventar actividades culturales y académicas de la comunidad

estudiantil; mayor presupuesto para las prácticas de campo; la revisión de la planta de

profesores de academia e investigadores de licenciaturas y posgrados; mejorar las

condiciones laborales de profesores de asignatura; y la destinación de recursos a la difusión

de investigaciones de licenciatura y posgrados de la ENAH.

Asimismo, presupuesto para cursos de Protección civil, para tener un médico de base

en la Escuela y para realizar el mantenimiento necesario de toda la infraestructura escolar;

replantear los objetivos y funciones del Departamento de Defensoría, y la destitución del

encargado de dicho departamento por “omisión y falta de cumplimiento a su trabajo” (sic) y

nombrar a una funcionaria con perspectiva de género; la implantación de un protocolo de

violencia de género, sexual y psicológica, que deberá ser redactado por alumnas, profesoras

10
Trabajadores, profesores y estudiantes.
11
Conformada por los tres sectores.

10
y trabajadoras. Por último, hacer público un “convenio firmado entre Grupo Carso, la

(entonces) delegación Tlalpan y la ENAH” (sic). Estas demandas marcarían la ruta llevada

por las mesas de trabajo realizadas durante el paro estudiantil.

En segundo lugar, un planteamiento político que llamaba a la toma de las

instalaciones de la Escuela y a la organización estudiantil a través de asambleas12. Explicando

que “la toma de las instalaciones […] es un dispositivo de presión y confrontación con las

autoridades que posibilita la continuidad a la organización estudiantil” y añadieron que “debe

ser respaldado e impulsado por el conjunto de la comunidad”. Expusieron que al surgir del

hito de C.U., el paro “es un ejercicio democrático e incluyente”, en el sentido de que “en todo

momento se ha hecho un llamado a la comunidad de la ENAH para participar de manera

presencial, activa y constantemente”, a través de convocatorias públicas y “abiertas a todos

y todas los miembros de la comunidad”. (sic)

Por último, los alumnos declararon estar dispuestos a regresar a clases, sin embargo,

buscan hacerlo en condiciones dignas y “cuando la comunidad de forma democrática así lo

decida”. De igual manera, no se opusieron a que se llevaran a cabo los pagos de los profesores

y trabajadores ese mismo día y, más bien, “las autoridades dijeron que no se les pagará como

medida de presión hasta que se libere el paro”, además de que “cualquier acto de represión,

casi porril, que podamos llegar a sufrir, hacemos responsable a… [la directora] y a su

administración” (sic).

Tras la manifestación de los estudiantes, se celebró una reunión en la tarde en el

CCOY entre un grupo de profesores de la ENAH (alrededor de 20 0 25) y la directora, para

hablar sobre la acontecido en la Escuela. De acuerdo con uno de los asistentes, de “las cosas

12
Promoviendo el movimiento como “una organización colectiva horizontal” que no se dirige a través de
dirigentes sino a través de una asamblea general.

11
positivas de esta reunión, fue que entre varios compañeros le preguntamos a [… la directora]

cómo estaba el dialogo con los compañeros que estaban activos en el paro […] y nosotros

insistimos en que era muy importante entablar un dialogo con la Escuela” (sic). De dicha

reunión se redactó un documento que al día siguiente, entregó la directora en la entrada de la

ENAH a miembros que organizaban del paro, cuyo título era: “Posicionamiento de la

Dirección frente al Comunicado urgente desde el paro estudiantil ENAH”.

Una vez entregado el documento, se convocó a una asamblea extraordinaria en el

auditorio RPC, para informar la situación y darle lectura. En el texto se expone que la

dirección de la ENAH nunca se ha cerrado al dialogo y no ha desestimado las demandas

estudiantiles, reconoce la problemática sobre el mejoramiento de las condiciones laborales y

salariales de los profesores de asignatura, así como de presupuesto para el mejoramiento de

la estructura de la Escuela. Además de que negar la acusación de desatender dichas

exigencias y de ser responsable de las circunstancias que mantienen en paro a la Escuela,

pues en ningún momento “se dirigió ante nosotros ninguna comisión, ni grupo estudiantil

para establecer algún mecanismo de intercambio de ideas, negociación o realización de

trabajos coordinados” (sic). Al concluir la lectura, se manifestaron rechiflas y gritos de

protesta de la gran mayoría de los asistentes.

Después de esto, se dio lectura a un documento que fue publicado en la página de

Facebook del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales (CEAS), donde se expone que,

a partir de lo discutido en la reunión del CCOY, “se lanzó” una convocatoria para celebrar

asambleas ampliadas para discutir la situación del paro de la ENAH, socializar información

entre los profesores y estudiantes e intentar llegar a una postura representativa de la situación

del paro. Además de una Asamblea de profesores el 13 de septiembre a las 10 de la mañana

en el auditorio RPC.
12
Una alumna agregó que la Dirección convocó a una asamblea el mismo día en que el

movimiento programó la toma simbólica del MNA, la rueda de prensa; y sumarse a la marcha

convocada por la interuniversitaria. Desde esta perspectiva, la convocatoria fue vista como

un acto de sabotaje a las acciones realizadas por los alumnos en paro. Y en respuesta un

profesor asistente a la reunión en el CCOY, tomó la palabra para explicar que la asamblea

programada el 13, no es para sabotear, sino para que los Profesores de tiempo completo y de

asignatura tengan la oportunidad de conocer qué piensan “los otros compañeros”, porque “no

hemos tenido una reunión” (sic) para intercambiar puntos de vista y no ir individualmente a

expresar: “yo, profesor de tiempo completo, esto pienso”, sino más bien a intercambiar

opiniones y llegar “con algo que sea útil para la escuela”.

En respuesta a esta intervención, un alumno contestó que ve, en esta convocatoria,

una imposición de dialogo de la directora: “nos dicen que 300 alumnos no representan a la

comunidad. Entonces ¿veinticinco profesores representan los intereses de la comunidad?”

(sic). Resaltó que no se pueden tomar decisiones más que en la Asamblea general, y

complementó: “sí, que bueno que ya está aceptando el dialogo. Pues nosotros podemos

decirle cuándo, dónde, bajo qué condiciones”.

Desavenencia

El 15 de septiembre se da el primer acercamiento del director del INAH con la Escuela, en

compañía de la Directora, con la intención de entablar un dialogo en la asamblea. Esto,

además de inesperado, llevó a los integrantes de la Mesa a preguntar a los asistentes si se

permitía el acceso al auditorio a las autoridades, lo que generó discusiones y controversias

13
en los asistentes que produjeron un debate. La resolución fue, tras diferentes argumentos, que

se les permitiría acceder a dar un mensaje, pero que no permanecieran en el recinto para que

la Asamblea llegara a sus propios acuerdos.

El director del INAH realizó un pronunciamiento y manifestó su reconocimiento y su

apego sentimental a la ENAH. Expresó que la Escuela tiene una autonomía, a pesar de ser

parte del Instituto, por lo que maneja sus propios tiempos para resolver el pliego en “proceso

de término” (sic). Declaró haber tenido información sobre las demandas que existen en el

movimiento y haberlas analizado con la Directora y la Secretaria Académica. En su

conclusión, las problemáticas se pueden dividir en cinco grandes bloques 13, que en lo general

“es resoluble”. Se comprometió a recibir el pliego, resolver “lo que esté a su alcance” y dar

respuesta en dos días, una vez recibido.

Posterior a la intervinieron de las autoridades, hubo un pronunciamiento de las

diferentes asambleas de la ENAH 14, llevadas a cabo durante la semana previa. Todas se

manifestaron a favor del movimiento y externaron sus demandas y sus propuestas para el

pliego petitorio. Se buscó realizar una síntesis para integrar las demandas y se acordaron

mesas de trabajo 15 para llevarse a cabo del 17 al 19 con el fin de presentar una versión final

el 20 de septiembre en Asamblea general.

Cuatro días después de la Asamblea del 15, en una reunión entre trabajadores

Administrativos, Técnicos y Manuales (ATM) de la ENAH con miembros del movimiento.

13
1) Lo referente al reglamento; 2) el rezago presupuestal de la ENAH; 3) la iniciativa en contra de Violencia
de género y protocolo; 4) lo concerniente a la dignidad y vinculación docente, en la que comentó haber platicado
con la Coalición de Profesores al respecto; 5) lo concerniente al INAH, la ENAH y Grupo Carso.
14
Licenciaturas, posgrados, profesores, trabajadores, ex alumnos, etc.
15
Mesa de presupuesto; Reglamento; Violencia de género; Vinculación y dignidad docente; Remodelación de
la zona Cuicuilco; Violencia general; Ley orgánica; y Educación. Aquí hay que resaltar que estaba propuesta
una mesa para el comedor comunitario, sin embargo, se llegó a un acuerdo que el comedor se metería como
parte de la mesa de presupuesto, pero durante esa semana de trabajo hubo una mesa de comedor comunitario.

14
Los primeros expresaban que “el paro ya cumplió su función” (sic): la de hacer visibles a los

estudiantes y sus demandas, y agregaron: “no nos podemos quedar en el paro eternamente

hasta que se resuelva todo” y “no hay que jugarle al desgaste” (sic), porque al ser siempre el

mismo grupo de estudiantes los que están en las instalaciones, ya están empezando a

desgastarse.

Una ATM explicó a los alumnos que en la Asamblea del 20 de septiembre “se

presentará la otra parte de la comunidad” que está en desacuerdo con el paro. Opinó que va

llegar un momento en que esa otra parte “se les va ir encima” a los miembros que están

realizando el paro, argumentando (los que están en contra): “o abres o abres, porque de qué

nos sirve estar paralizados” (sic). Explicó que en su momento, el paro sirvió mucho, porque

se presentaron las autoridades a la Escuela y se sentaron a dialogar. Fue un reconocimiento

a los estudiantes, aunque algunos sectores se sumaron después, porque están apoyando la

causa, pero ¿qué sigue?

Por su parte, los alumnos expresaron que estaban conscientes de que en la Asamblea

del 15 “debido a todo el manejo que ha habido en redes sociales y a gente que estaba en

contra del paro” (sic), el movimiento se podía “venir abajo” o, por lo menos, la modalidad

de paro total y “nos quedaba la opción de paro activo” (sic). Dijeron que de acuerdo a la

información que les llegó, se dieron cuenta que se manifestaba un descontento por el paro

“al menos de un sector grande de la comunidad” y, cuando se llevó a cabo la votación sobre

la entrega o no de las instalaciones de la Escuela, les sorprendió que ganara el no y la

continuación del paro en la misma modalidad.

Complementan los alumnos, que a pesar de que las clases se reanudaran, se tenía

previsto: “la continuidad de actividades, esto que se ha estado haciendo de mesas era algo

que teníamos ya considerado para que sea, para la vinculación de los tres sectores, para poder
15
resolver y redactar un pliego petitorio más consistente” (sic). Aunque también observan como

un factor principal, el desgaste de los participantes, aunque una de las motivaciones para

seguir adelante con el movimiento es que “nunca habíamos visto esta organización estudiantil

de mesas” (sic) y consideran que es la única vía de negociación.

Los alumnos no aseguraron que en la Asamblea del 20 se tenga un pliego ya

terminado, pues argumentaron que se tenía que estructurar bien para que el trabajo que han

realizado “no se venga abajo”. Además remarcaron: “no somos abogados” (sic), por lo que

ha costado trabajo a los alumnos redactar un documento que involucre la revisión de

reglamentos y códigos. Un consejo de los ATM fue buscar un equilibrio para no desgastar el

movimiento y evitar que las mismas fuerzas internas puedan generar un conflicto por

“intereses académicos personales”.

Además dos ATM externaron una inquietud en el sentido de la votación sobre

“levantar el paro” o no, pues de acuerdo a ellos, proponer la decisión a la Asamblea sería un

error, pues puede que asista mucha gente que ya no esté de acuerdo con el paro y, al votar la

mayoría en contra, “todo se venga abajo”; más bien lo que aconsejan es “caminar sobre lo

que ya se avanzó” y darle una conclusión. En este sentido, si pone a votación esa opción “que

vaya la mayoría y aguante hasta donde se tenga que aguantar” (sic), aunque se les expresó

que lo recomendable es que en la Asamblea del 20 de septiembre se presente solamente el

pliego petitorio “como esté” y se establezca una fecha probable de entrega.

A lo que los alumnos expresaron que en la Asamblea del 15, mucha gente se desgastó

al extenderse la reunión hasta después de las ocho de la noche (además de ser un día feriado),

por lo que se fueron antes de que se acabara. En consecuencia, cuando se votó la modalidad

del paro: “quedaban los que estaban interesados en mesas [sobre lo que se ha avanzado y la

conformación de nuevas mesas], en el movimiento [y] fueron los que votaron” (sic). En este
16
sentido argumentaron que si esta coyuntura no se aprovecha y “si realmente no nos sentamos

a dialogar”, lo que va a pasar es que “estas irregularidades” van a seguir y, “si el paro se

viene abajo”, los alumnos pueden hacer un “frente político de la ENAH” (sic), que en

cualquier momento pueda llamar “otra vez a otro paro y otro paro…”.

Expusieron que para la Asamblea del 20 se buscaría la misma lógica “exposición del

tema, avances, etcétera” y después la votación sobre el paro: “porque si no [… va a suceder

lo del 15 que] mucha gente sólo llegó a votar”, pues “mucha gente sólo quiere saber si sigue

el paro o no” (sic) 16. Uno de los alumnos expresó que el dejar la votación como uno de los

últimos puntos a tratar fue la lógica de la Asamblea, porque no era lo relevante; en su opinión,

esta acción fue el motivo por el cual un sector en contra del paro se quejó, pues argumentaban

que “hicimos muy larga la Asamblea, porque ese rubro se dejó al final” (sic).

II

En la asamblea general del 20 de septiembre, además de los pronunciamientos de todos los

sectores, reafirmando el apoyo de los sectores a la misma, se dio lectura al pliego petitorio

realizado durante la semana por las mesas de trabajo, conjuntado en la mesa general del 19

de septiembre17. En la Asamblea, el pliego se aprobó en lo general y se nombró una Comisión

para realizar la revisión y la corrección de estilo, que estuviera complementada por

representantes de las diferentes mesas de trabajo, a fin de que no se alterase ninguna demanda

16
De hecho, la votación de la modalidad o el levantamiento fue el punto de mayor tensión durante el paro
estudiantil. En contraparte, las personas que buscaban el levantamiento del paro o la activación de clases ese
día, querían abordarlo en lo inmediato porque no todos se podían quedar en la ENAH a dormir ya que, o tenían
que llegar a sus casas y/o Centros de trabajo.
17
Denominada mesa de mesas.

17
dentro del mismo. Se fijó, como fecha de entrega del pliego a las autoridades, el 21 de

septiembre, en el auditorio RPC.

Dentro del punto sobre el plan de acción, se votó si se hacía entrega de las

instalaciones de la ENAH y se propusieron cuatro opciones: 1) la entrega de instalaciones,

exceptuando la Dirección; 2) la entrega de instalaciones y, de acuerdo con la respuesta dada

por la autoridades, se retomaba el paro, si era necesario (es decir, insatisfactoria la respuesta

de acuerdo a las demandas planteadas); 3) permitir el regreso a clases, pero no de la entrega

de instalaciones, independientemente de la respuesta de las autoridades; 4) la opción que

ganó la votación, que plantea que el 24 de septiembre se resolvía, de acuerdo a si la respuesta

que entregaran las autoridades era satisfactoria. Con lo que quedaba convocada Asamblea

general ese día.

El 24, se realizó el recibimiento de la respuesta de las autoridades, que entregó la

Directora; en representación del Director del INAH fue la Secretaria académica; de acuerdo

con las declaraciones, en el momento no se le permitió integrarse en la mesa. Se le hizo la

invitación a la Directora de retirarse del lugar, una vez diera lectura a la respuesta para llevar

a cabo la Asamblea. Durante la lectura de la respuesta, por parte de la directora, se proyectó

un video18. Una vez terminada su participación, se retiró y se organizó la reunión.

Después de acordada la Orden del día 19 y de los pronunciamientos, se procedió a la

evaluación de la respuesta al pliego. La dinámica fue leer un punto del pliego, y después su

respuesta, seguida de un ronda de tres intervenciones y, en caso de no agotar el tema, seguir

con más intervenciones. Durante el desarrollo, algunos miembros de la Asamblea discutieron

18
En el video, se mostraba un día de lluvia en la ENAH previo al paro, junto con otra reproducción de otros
días de lluvia, cuando ya había comenzado el paro. Los alumnos que resguardaban la Escuela estaban sacando
el agua de los espacios donde se estancaba y desazolvaban las coladeras.
19
Pronunciamiento; evaluación y análisis de la respuesta; y plan de acción.

18
con los moderadores de la Mesa, con respecto a la dinámica y la dirección que tenían los

segundos al revisar las respuestas. Sobresalió una participación que calificaba de hacer una

condición reaccionaria y de desmovilización a los integrantes de la Mesa.

A la insistencia de la falta eficacia para llevar la Asamblea, se realizó una votación

para ver si se cambiaba la Mesa. El resultado fue 91 en contra y 81 a favor. Hubo tres

insistencias más para cambiar la mesa antes de una participación que expuso que “la mesa

está perdida”; por lo tanto, había que “re-votar” si se cambiaba. En este proceso, algunos

integrantes se fueron apartando de la mesa, hasta que se hizo notar que ya no había escrutador

y relator. Entonces se necesitaba “gente” que cumpliera esas funciones “de manera

voluntaria”. El conflicto se agudizo entre quienes estuvieron a favor o en contra del cambio.

Después de esto, se integraron dos alumnos a cubrir dichos puestos. Sin embargo, se

hizo notar que uno ya había estado en una Mesa anterior y, por acuerdo a lo establecido al

principio de las Asambleas, ya no podía volver a participar. Un grupo defendió su

participación, argumentando que nadie más se ofrecía. Minutos después, se pidió hacer una

pausa para ordenar a las personas que ocuparían la nueva mesa, cambiando como moderador

a uno de los compañeros recién subidos. Esto volvió a agudizar el conflicto y llevó esta

decisión de cambio a votación, ganando el sí con 142 votos.

Una vez establecida la nueva mesa, y de acuerdo a lo discutido en la reunión, se llegó

a la conclusión que la revisión, punto por punto, de la respuesta del pliego sólo iba a desgastar

a la Asamblea, porque las respuestas remiten a información en la página web de la ENAH y

a la normatividad, de las cuales el grueso de la comunidad no tiene información clara o la

desconoce. Entonces se propuso que las mesas de trabajo se reunieran e hicieran las

observaciones a cada una de las respuestas para que saliera un posicionamiento y un

19
calendario de trabajo. Con esta decisión, se pasó al Plan de acción en el que los bloques de

tres participaciones subieron a seis y hubo la posibilidad de que subieran a ocho.

Primero se votó que las mesas entregaran un posicionamiento el 27 de septiembre y

que el primero de octubre se diera el primer dialogo con las autoridades. Posteriormente, se

pasó a la votación sobre la modalidad del paro donde expusieron cinco propuestas20. Después

de su lectura, se lanzó un pronunciamiento para que mejor se votara si se entregaban o no las

instalaciones y, posteriormente, la modalidad del paro, llevando a una discusión. Cuando

concluyó, una compañera retiró su propuesta, que era entregar las instalaciones el 27 de

septiembre. Explicó que la propuesta más viable era que el primero de octubre se iniciara el

dialogo y se entregaran las instalaciones.

De esta manera, se leyeron las propuestas, que al pronunciarlas para votación, el

moderador les cambió el orden. Una asistente lo hizo ver durante la lectura de la segunda

propuesta y provocó reclamos en el Auditorio. Las propuestas se expusieron de la siguiente

manera: en primer lugar, a favor de entregar “hoy mismo” (24 de septiembre) las

instalaciones para que “mañana” se empiece a “salonear” y se baje la información, teniendo

un total de 33 votos; que las instalaciones se entreguen el primero de octubre y se inicie el

dialogo, teniendo un total de 106 votos; y, al final la propuesta, que no se entreguen las

instalaciones hasta después del primer dialogo y se evalué en una Asamblea (si se entregan

las instalaciones) que ganó con un total de 179 votos.

20
1) que el 27 de septiembre se entregarían las instalaciones, una vez que las autoridades se comprometieran a
que el primero de octubre iniciara el dialogo; 2) que el primero de octubre se entregaran las instalaciones junto
al inicio del dialogo; 3) que se entregaran las instalaciones el mismo 24 y discutir la modalidad del paro activo;
4) que no se entreguen las instalaciones hasta que haya respuestas concretas a las demandas en el pliego
petitorio, pero que inicien las clases; 5) que no se entregue la Dirección y se inicien las clases.

20
Inmediatamente después del pronunciamiento de los resultados se escucharon

ovaciones y reclamos. Una voz que exponía: “sin ardor” y la intervención del moderador

invitaba a guardar respeto, a que no se abandonara el lugar. Cuando la votación finalizó, más

de la mitad del auditorio se disgustó y empezó a abandonar el lugar. Sólo quedó una notoria

minoría, quienes resolvieron las mesas de trabajo, las acciones de la semana y los demás

asuntos pendientes del movimiento. Al salir al Lagartijero, más de la mitad de los miembros

de la asamblea estaban eufóricos, enojados, gritando y platicando entre ellos: “han perdido

legitimidad”, “es indignante”, “ya no los pienso apoyar”, “ya no pienso venir”. Se formaron

grupos en la explanada, donde incluso algunos especialistas en movimientos sociales de la

Escuela opinaron: “esto ya se desgastó”.

La decisión del levantamiento del paro fue hasta la asamblea del primero de octubre,

después del primer dialogo con las autoridades. Ahí la votación sobre la continuidad del paro

o no (y bajo qué modalidad) pasó a ser casi de los primeros puntos, proponiéndose el

levantamiento del paro, la entrega de instalaciones y el regreso a actividades, propuesta que

ganó por 401 votos.

Notas finales

Un año después, el 19 de septiembre en el lagartijero de la ENAH, los miembros que

continúan con el movimiento estudiantil junto con algunos alumnos de nuevo ingreso,

realizaron una asamblea informativa en el lagartijero de la escuela. Uno de los profesores,

parte de la Coalición, pidió la palabra para realizar una reflexión sobre el sistema educativo

en la escuela, planteaba que “la educación en la ENAH se volvió academicista” agregando

“cuando se estableció que la educación tenía que ser de alta calidad”, y preguntaba “¿Qué

21
quiere decir esto?” respondiendo “que haya muchos egresados pero que no sean críticos, y

nosotros decimos que no”, ellos están luchando porque la educación sea critica.

Lo anterior me lleva a preguntar ¿Qué tan pertinente es que un miembro de una

comunidad realice una investigación del proceso, que diferentes grupos dentro de la misma

comunidad están desarrollando, en la búsqueda de un resultado positivo a una y/o a diferentes

causas?

Por una parte, tal vez a partir de una reflexión más profunda, se pueda llegar a la

conclusión que hace Poirier al argumentar que: “Por las mismas razones que el psicoanalista

debe ser psicoanalizado, la etnología debe explicarse a sí misma” (Poirier, 1987: 154). El

planteamiento nos introduce a las implicaciones sobre nuestro porvenir, el diagnostico como

institución tras del movimiento y las formas de llegar a un mejor desarrollo académico-

administrativo.

Por otra parte, como Alban Bensa (2016) al reflexionar sobre la paradoja entre la

familiaridad y la extrañeza que representa “la justa distancia” entre el etnógrafo y la

comunidad21, y propone relacionar las situaciones de la vida, registradas en campo por el

etnógrafo, con las condiciones de la observación, así como su interpretación a medida que se

avanza en el trabajo de campo, ya separado del lugar de investigación, al exponer: “a la vez

muy cerca y muy lejos de sí mismo y el otro, el etnólogo experimenta de este modo una fuerte

tensión cuya intensidad sólo podrá reducirse una vez encuentre, ya en calma, la justa distancia

respecto a su objeto de estudio” (Bensa, 2016: 190).

Esta condición me ha hecho pensar en la duda antropológica sobre la diferencia en la

igualdad y la igualdad en la diferencia (Krotz: 2002) de causas, tanto de grupos estudiantiles,

21
Considero que la antropología es peculiar gracias a estos dos polos, a diferencia de otras ciencias sociales.

22
de profesores y de autoridades, y de todos ellos conmigo. Con todo, para este caso, la

propuesta de Bensa no resuelve del todo la paradoja, pues como planea Krotz, el matiz de la

cercanía nunca desaparece cuando el investigador es parte del mismo país.

Parte de mi interpretación durante el movimiento estudiantil y meses después del

mismo es que: por una parte, una acción fundamental fue la lectura del Comunicado… de los

alumnos en el Foro Internacional…, pues le dio fuerza y posicionamiento al movimiento. La

clave de este hecho fue que las autoridades no esperaban que los alumnos expusieran “un

pliego petitorio”. Por eso, al facilitar los directivos el espacio para que se manifestaran los

estudiantes, obligaron a los segundos a informarse sobre lo que sucedía al interior de la

Escuela y a buscar el dialogo con algún representante o vocero del movimiento, los cuales,

desde la estructura oficial de la Asamblea, no existían.

Además de que los miembros de la comunidad (las implicaciones subjetivas), se

percibía la imagen de una mala administración de las autoridades actuales debido: por un

lado, a las limitaciones infraestructurales y de recursos académicos de la escuela; y por otro,

al acceso a recursos económicos y políticos (a pesar del activismo de algunos grupos

estudiantiles). Con esto se puede entender la formulación de la idea de que con un cambio de

organismo rector y de toma de decisiones, “mejoraran las condiciones administrativas para

la comunidad”. El apoyo subsecuente de los diferentes sectores de la escuela hacia el

activismo, fue en vista de un “esquema unificado” (Wolf: 2001) para ratificar el derecho y el

poder de la comunidad de exigir mejores condiciones.

Lo observado en las manifestaciones públicas: las asambleas, son muestra de eso, sin

embargo, el movimiento perdió apoyo después de la Asamblea del 24 de septiembre, debido

a inconsistencias que se justificaban en el cansancio físico de las personas en la Mesa. Lo

que causó molestia y disgusto de quienes, si no estaban involucrados, apoyaban la causa justa
23
del mismo esquema. Más de la mitad de los asistentes que salieron del auditorio, no se

oponían a la toma de las instalaciones, pero les preocupaba la pérdida del semestre, y de

apoyos académicos. Exigían un paro activo, no en el sentido que mencionaron algunos de los

más involucrados en el movimiento, es decir, que el paro que tenían “es un paro activo porque

se hacen actividades” y se permitían realizar los pagos de trabajadores y de profesores, así

como los eventos académicos ya programados.

Asimismo, los llamados a la democratización de la Escuela, que hablan en nombre de

la comunidad sobre las decisiones de la asamblea, no toman en cuenta que muchas veces la

llamada “apatía” también es protesta o, incluso, se fomenta por discriminación. Las personas

que no se atreven a pararse frente a una audiencia, es por el riesgo de recibir abucheos y

calificativos sólo por no apoyar, al ciento por ciento, las acciones tomadas por los más

involucrados en el movimiento22. Este es el sentimiento de poder hablar sin ser escuchado de

quien no se tiene una legitimidad entre quienes asisten.

La última asamblea es la muestra de que el paro, tal como se venía haciendo, ya había

cumplido su función. También es la muestra de que la legitimidad de las asambleas ya estaba

desgastada, y podría resultar antidemocrática.

Después del movimiento, el activismo político ha sido llevado por los grupos de

alumnos y de profesores ya operantes dentro de la vida política de la institución, y a su vez,

con mayor interés por realizar algún cambio en la estructura político-administrativa de la

Escuela. Hay que resaltar que al regreso de las actividades académicas, algunos miembros de

la Asamblea General expresaban, durante las mesas de negociación, la escasa convocatoria

22
De lo anterior, es notable la creación de los grupos de Facebook: Esquiroles y Lamesuelas ENAH; y Memes
ENAH Reloaded. Ahí se publican las opiniones ideológicas a favor o en contra de las acciones llevadas a cabo
en torno a la asamblea general, los puntos del pliego petitorio y los agentes involucrados en el desarrollo del
movimiento.

24
en comparación con los asistentes a las asambleas con la escuela en paro; para ellos, esto

indicaba la falta de compromiso por parte de la mayoría de profesores y de alumnos. Sin

embargo, quienes continuaron con las demandas del movimiento 23, las llevaron hasta un

congreso reconstituyente y un referéndum.

De acuerdo a las exigencias del pliego, he percibido una mayor difusión en lo

referente a los protocolos de seguridad y en posibles acciones para resolver el acoso y la

violencia contra la mujer; la mejora a las condiciones laborales a los profesores y a los

trabajadores; y el cambio de reglamento. De hecho, considero que una de las peticiones del

pliego, que ha tenido mayor incidencia, es esta última. Incluso, en estos encuentros es notorio

el énfasis que se le da a la forma de elección de Director de la Escuela y el organismo de

toma de decisiones.

En mi opinión, si bien el activismo ha sido una constante en la ENAH 24, el acceso al

capital político siempre ha sido limitado a quienes pueden incidir en la toma de decisiones

de un proceso. Esto es, a profesores y a estudiantes que a partir de sus actividades y su

discurso, se colocaban como figuras o líderes con legitimidad, y en casos específicos, va de

la mano con el reconocimiento de un sector estudiantil, de que dichas figuras, las que están

presentes en el activismo político de la escuela, son “buenos” docentes e/o intelectuales.

23
Alumnos, trabajadores y profesores
24
Entre profesores y alumnos siempre se hace notar la historia que ha tenido la ENAH dentro de las luchas
sociales y estudiantiles.

25
Bibliografía
Bensa, Alban (2016), El fin del exotismo. El colegio de Michoacán, México.

Krotz, Esteban (1988), “Viajeros y antropólogos: aspectos históricos y


epistemológicos de la producción de conocimientos”, en Nueva antropología, IX, 30, pp. 17-
52.
_____ (2002), La otredad cultural entre utopía y ciencia. Un estudio sobre el origen, el
desarrollo y reorientación de la antropología. UAM-FCE, México.
_____ (2018), “El caminar antropológico: ensayo sobre el trabajo de campo y su enseñanza”,
en Trabajo de campo en América Latina, Rosana Guber (coord.). SB, Argentina, pp.
145-156.

Krotz, Esteban y Ana Paula de Teresa (2012), “A modo de introducción: antropología


en las instituciones RedMIFA”, en Antropología de la antropología mexicana vol. 1,
Esteban Krotz y Ana Paula de Teresa (eds.). Juan Pablos Editor, México, pp. 13-61.

Poirier, Jean (1987), Una historia de la etnología. FCE, México.

Wolf, Eric (2001) Figurar el poder. Ideologías de dominación y crisis. CIESAS, México.

26
Resumen: El presente trabajo es un acercamiento etnográfico del paro estudiantil de la

Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), que surgió a raíz de los hechos de

septiembre de 2018, cuando un grupo de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades

(CCH), fue agredido por “porros” al manifestarse pacíficamente frente a la Torre de Rectoría

de la UNAM. En este sentido, propongo una antropología de la Escuela de antropología.

Palabras clave: Paro estudiantil ENAH; Asambleas; Movimientos sociales; Antropología de

la antropología

Abstract: This work offers an ethnographic approach to the student strike of the Nacional

School of Anthropology and History (ENAH), which arose as a result of the events of

September 2018, When a group of student from the College of Sciencies and Humanities

(CCH), was attacked by “porros” whem demonstrating peacefull in front of Rectory Tower

of UNAM. In this sense, I propose an Anthropology of the School of Anthropology.

Keywords: Student strike ENAH; Assembly; Social movement; Anthropology from

anthropology

27

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