El principio de exclusión de Pauli es un principio cuántico enunciado por Wolfgang
Ernst Pauli en 1925 que establece que no puede haber dos fermiones con todos sus números cuánticos idénticos (esto es, en el mismo estado cuántico de partícula individual). El principio de Pauli no se aplica simplemente a todos los electrones, sino solo a aquellos cuyo giro no es un número entero. Estos electrones se llaman fermiones, Son fermiones, por ejemplo, los protones, los neutrones, y los electrones, los tres tipos de partículas subatómicas que constituyen la materia ordinaria, que forman estados cuánticos antisimétricos y que tienen espín semi-entero, El espacio dentro de un átomo en el que se encuentran los electrones y no puede permanecer al mismo tiempo si no son enteros y tienen la misma disposición se llama orbital. Llamamos a todas las partículas con giros enteros a los que no se aplica el principio de exclusión que llamamos bosones. Este principio rige, así pues, muchas de las características distintivas de la materia. En cambio, partículas como el fotón y el (hipotético) gravitón no obedecen a este principio, ya que son bosones, esto es, forman estados cuánticos simétricos y tienen espín entero, Como consecuencia, una multitud de fotones puede estar en un mismo estado cuántico de partícula, como en los láseres. Este principio rige, así pues, muchas de las características distintivas de la materia, En cambio, partículas como el fotón y el (hipotético) gravitón no obedecen a este principio, ya que son bosones, esto es, forman estados cuánticos simétricos y tienen espín entero, Como consecuencia, una multitud de fotones puede estar en un mismo estado cuántico de partícula, como en los láseres. "Un átomo no existe con los mismos números cuánticos" El estado de un electrón se mide con los llamados números cuánticos. Estas son cuatro cantidades físicas diferentes que representan las propiedades del electrón: La energía abreviada con «n» El momento angular abreviado con «l» La orientación de este momento angular abreviado con «m» La orientación de las Electroespinas abreviado como «s». Además, existe la abreviatura «sm» que significa la alineación del electro spin. En consecuencia, estas cinco variables para las propiedades de movimiento del electrón aparecen en una ecuación y de acuerdo con el principio de Pauli, nunca deben ser las mismas. Consecuencia: El principio de exclusión de Pauli interpreta un papel importante en un vasto número de fenómenos físicos. Uno de los más importantes es la configuración electrónica de los átomos. Un átomo eléctricamente neutro aloja a un número de electrones igual al número de protones en su núcleo. Como los electrones son fermiones, el principio de exclusión les prohíbe ocupar el mismo estado cuántico, así que tienen que ir ocupando sucesivas capas electrónicas. Como ejemplo: consideraremos un átomo neutro de helio, que tiene dos electrones ligados. Estos dos electrones pueden ocupar los estados de mínima energía (1s), si presentan diferente espín. Esto no viola el principio de Pauli, porque el espín es parte del estado cuántico del electrón, así que los dos electrones están ocupando diferentes estados cuánticos (espínorbitales). Sin embargo, el espín sólo puede tomar dos valores propios diferentes (o, dicho de otra forma, la función que describe al sistema sólo puede tener dos estados diferentes que sean propios del operador espín \hat{S}). En un átomo de litio, que contiene tres electrones ligados, el tercer electrón no puede entrar en un estado 1s, y tiene que ocupar uno de los estados 2s (de energía superior), De forma análoga, elementos sucesivos producen capas de energías más y más altas, Las propiedades químicas de un elemento dependen decisivamente del número de electrones en su capa externa, lo que lleva a la tabla periódica de los elementos. El principio de Pauli también es responsable de la estabilidad a gran escala de la materia. Las moléculas no pueden aproximarse arbitrariamente entre sí, porque los electrones ligados a cada molécula no pueden entrar en el mismo estado que los electrones de las moléculas vecinas El principio de exclusión no sólo juega un rol importantísimo en la física atómica, sino que tiene un efecto determinante en el comportamiento de muchos sistemas, como el “gas de electrones libres'' en la banda de conducción de un sólido cristalino, En particular, en un gas de bosones a temperaturas extremadamente bajas, todos ellos tienden a acumularse en el estado (individual) fundamental, exhibiendo un comportamiento colectivo muy singular, conocido como condensación de Bose-Einstein.
1.5.3 Principio de Aufbau o de construcción.
Este postulado declara que es posible predecir de manera teórica la configuración electrónica que posee un elemento de la tabla periódica. Se denomina principio de construcción (Aufbau) al procedimiento para deducir la configuración electrónica de un átomo, y consiste en seguir un orden para el llenado de los diferentes orbitales, basado en los diferentes valores de la energía de cada uno de ellos. Aufbau significa construir, éste establece que cuando los protones se incorporan al núcleo de uno en uno para construir los elementos, los electrones se suman de la misma forma a los orbitales atómicos. Este procedimiento da un conocimiento preciso de las configuraciones electrónicas de los elementos en el estado fundamental. En otras palabras, Aufbau estableció que hay un orden específico según el cual se pueden ir llenando los orbitales atómicos. De este modo teniendo en cuenta el número atómico Z del elemento, se van colocando los electrones que tiene en los orbitales siguiendo todas las reglas que se han establecido con anterioridad, para aplicar este teorema, se trata de crear una tabla representando las capas de un átomo y los electrones que este contiene. El principio de Aufbau se basa en la teoría de la configuración electrónica. A través de este se declara que a medida que se van incorporando los electrones al núcleo del átomo, lo mismo sucederá con los electrones de manera que se pueda mantener un equilibrio en la carga del elemento. El orden de llenado de los orbitales El orden en el que se van llenando los orbitales atómicos depende de su nivel de energía. La regla de oro es que estos niveles de energía se van llenando de menor a mayor, como si se tratara de un edificio en el que se deben ir llenando los apartamentos en los pisos más bajos para poder acceder a los pisos más altos, para poder predecir el orden de llenado de los orbitales, primero debemos conocer cómo están ordenados según su nivel de energía
Cada cuadro representa un orbital particular en el que caben solo 2 electrones.
Cada grupo de cuadros del mismo color representa un subnivel de energía, estos subniveles están identificados por un número y una letra (1s, 3p, 3d, etc.). El número indica el nivel principal de energía, mientras que la letra indica el tipo de orbital que forma el grupo, de acuerdo el esquema, el primer subnivel que se debe llenar es el 1s (el de menor energía de todos), luego viene, el 2s, el 2p, el 3s, el 3p, el 4s, el 3d y así sucesivamente. Resulta difícil recordar el orden particular en el que van los distintos subniveles. Para esto se utiliza lo que algunos llaman “la regla de la lluvia”. Esta regla consiste en dos simples pasos: Paso 1 Se hace una lista en la que cada línea corresponde a un nivel de energía, y contiene uno después de otro, todos los subniveles disponibles en dicho nivel de energía. La primera línea corresponde al nivel 1 (n=1) y solo contiene al subnivel 1s; la segunda línea corresponde al nivel n=2 y contiene a los subniveles 2s y 2p; la tercera contiene los subniveles 3s, 3p y al 3d, y así sucesivamente. Paso 2 Se dibujan diagonales descendentes de derecha a izquierda, una debajo de la otra. El orden de llenado viene determinado por el orden en el que estas diagonales van tocando a los subniveles en la lista. Este orden de llenado es el único que realmente importa al momento de escribir la configuración electrónica de un átomo. Al llenar estos subniveles, se debe recordar que en los subniveles s solo caben 2 electrones, en los p caben 6, en los d caben 10 y en los f caben 14. El principio de Aufbau establece claramente que no se puede empezar a llenar un subnivel hasta haber llenado por completo todos los subniveles anteriores. En algunos casos, el átomo prefiere tener un subnivel de energía lleno justamente a la mitad que tener uno incompleto que no esté lleno a la mitad. En esos casos, la configuración electrónica real del átomo no concuerda con el orden predicho por el método de la lluvia.